FAO Departamento de Pesca

Resultados de la Conferencia de Kyoto y documentos presentados

PESCA DE CAPTURA Y TECNOLOGIA

por
David N. MacLennan

En los últimos decenios, los desembarques totales de la pesca de captura han registrado un aumento impresionante. Esto se ha debido, en parte, a un aumento de la actividad pesquera al participar en ella más personas y flotas de mayor tamaño, pero el factor más importante ha sido la continua evolución de la tecnología utilizada, que ha acrecentado en mucho la eficacia de los buques y equipos de pesca.

La nueva tecnología ha tenido un impacto importante en la pesca de pelágicos. Las redes de arrastre y de jareta han revolucionado la captura de las especies que viven en cardúmenes, como las sardinas y anchoas (clupeoideos), caballas (escombroideos), y los jureles (carángidos). Dichos métodos se basan en el empleo de técnicas acústicas sofisticadas para la detección de los peces; se han creado sonares y dispositivos de ecosondeo que indican la cantidad de peces presente, así como su localización.

Estos instrumentos se utilizan para detectar concentraciones de peces pelágicos y, en la pesca dirigida, para maniobrar los equipos a fin de interceptar los cardúmenes. Con las redes de arrastre y de jareta para pelágicos se obtienen regularmente capturas abundantes, de centenares de toneladas.

Con la introducción de materiales sintéticos como el polietileno, las redes se han hecho mucho más durables y se han reducido los costos, y gracias al desarrollo de las redes de arrastre para demersales ha sido posible concebir nuevos equipos de pesca de mayor eficiencia. Otras innovaciones son la navegación con ayuda de radio y satélite para localizar los bancos de peces, dispositivos para reunir peces que atraen a éstos poniéndolos más al alcance de los pescadores, y mejoras en la tecnología empleada en los buques, como la sustitución de la pesca lateral por la de arrastre de popa. En las pesquerías en pequeña escala los motores fuera de borda han sustituido a la fuerza de brazos y las velas, y también gracias a ello ha aumentado la eficacia de las operaciones de pesca.

El aumento continuo de la capacidad de pesca ha determinado la actual explotación excesiva de muchas pesquerías. Por consiguiente, así como en el pasado la investigación en materia de artes de pesca se concentraba principalmente en el aumento de las capturas, actualmente se pone el acento en una ordenación más adecuada y en la necesidad de asegurar rendimientos sostenibles. Se han creado equipos de pesca más selectivos, para hacer frente a problemas como el descarte excesivo y la captura incidental de especies no deseadas. Aunque en muchas pesquerías se adoptan medidas técnicas como el establecimiento de tamaños mínimos para las mallas, éstas no bastan por sí solas para garantizar la sostenibilidad, de modo que sigue siendo necesario contener el esfuerzo de pesca. Sin embargo, las nuevas tecnologías y métodos de explotación llevarán inevitablemente a un aumento del esfuerzo efectivo de pesca por buque o por la unidad que se adopte, y por otra parte los niveles de explotación de la mayor parte de las pesquerías siguen siendo demasiado altos.

Tradicionalmente, la ordenación de la pesca se relacionaba sobre todo con la biología de las poblaciones de peces y las maneras de optimizar los rendimientos. Sin embargo, hoy es preciso estudiar problemas más vastos, vinculados en particular a los efectos de la pesca en el medio ambiente. Estas cuestiones incluyen las perturbaciones de la fauna del fondo marino ocasionadas por la pesca de arrastre, la captura incidental de mamíferos marinos y aves de mar, y la contaminación debida a la pérdida o el abandono de artes de pesca. A este respecto, el marcado de estos equipos para identificar a su propietario podría desalentar el abandono deliberado de las redes. En términos más generales, un objetivo importante de las investigaciones actuales consiste en desarrollar métodos de pesca cuyas características los hagan más inocuos para el medio ambiente.

Los estudios recientes han permitido comprender mucho mejor de qué manera se podría mantener un control de la composición de la captura por especies y por tamaño. El nuevo diseño de los artes de pesca permite que los peces pequeños puedan escapar más fácilmente; además se han creado redes de arrastre separadoras, dentro de las cuales la captura se agrupa por especies. El dispositivo para excluir tortugas (TED) representa un ejemplo positivo de cómo es posible modificar los artes de pesca a fin de evitar la captura incidental de especies no deseadas. Sin embargo, puede resultar difícil persuadir a los pescadores de que adopten métodos de pesca más selectivos. Para lograr los beneficios a más largo plazo de una pesca respetuosa del medio ambiente se necesitan iniciativas de capacitación idóneas, así como incentivos adecuados. En el Código de Conducta para la Pesca Responsable de la FAO se establecen los principios más importantes al respecto; es preciso que se adopten con urgencia medidas destinadas a promover su aplicación efectiva.

Otro problema reside en la mortalidad de los peces que, sin ser capturados por los pescadores, de todos modos mueren a causa de los artes de pesca. Los que escapan a través de las mallas pueden haber sufrido daños fatales, y los equipos de pesca perdidos (especialmente redes de enmalle) siguen capturando peces durante algún tiempo. No se sabe cuál es la magnitud de esta mortalidad no contabilizada, de modo que se necesitan más investigaciones para poder mitigar el problema.

De todas las industrias alimentarias la pesca es una de las que más energía consume por unidad de proteína producida, aunque hay que señalar que los distintos métodos de pesca presentan grandes diferencias en cuanto a su eficiencia productiva. La eficiencia energética es un aspecto importante para el desarrollo tecnológico, aunque hoy en día se le presta menos atención porque los precios del combustible son relativamente bajos. No obstante, dado que no se puede contar con que estos costos favorables se mantengan indefinidamente, sigue vigente la necesidad de continuar desarrollando métodos de pesca que hagan un uso eficiente de la energía.

Existe un razonable nivel de acuerdo en cuanto a cuáles son la medidas de ordenación que deberían adoptarse para obtener de la pesca un rendimiento económico óptimo. Estas consisten en contener el esfuerzo de pesca y establecer controles sobre los métodos empleados, a fin de evitar capturas incidentales o efectos indeseables en el medio ambiente. Sin embargo, tales medidas no funcionarán si no son observadas por los pescadores o aplicadas por la autoridad competente.

El control de las actividades pesqueras en el mar es difícil, pero la nueva tecnología puede facilitarlo, por ejemplo mediante la vigilancia desde satélites de los buques pesqueros. Es posible esperar que el futuro desarrollo de los métodos de seguimiento, control y vigilancia ayude a los gobiernos a regular con mayor eficacia la actividad pesquera.

La conclusión a que se llega es que, probablemente, la continua evolución de los métodos de pesca, sumada al incremento demográfico y al aumento de la capacidad industrial y del número de buques pesqueros, probablemente hará que la explotación de la mayor parte de las poblaciones de peces continue siendo excesiva. Si no se adoptan medidas eficaces para contener la mortalidad por pesca, la disparidad entre la capacidad pesquera de las flotas y el rendimiento sostenible de las pesquerías tenderá a acentuarse. Como consecuencia de la ordenación inadecuada la producción pesquera será inferior, quizás en mucho, a su nivel óptimo, y la seguridad alimentaria se verá comprometida.