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V. ESTADO ACTUAL DE LA INFORMACION SOBRE MADERA PARA ENERGIA
(MARTA ABALOS, CONSULTORA FAO)

Introducción

El presente estudio se realiza por encargo de FAO, en el marco del proyecto "Información y Análisis para el Manejo Forestal Sostenible", teniendo como objetivos principales la revisión de los antecedentes estadísticos nacionales del último quinquenio, en relación a la producción, consumo, exportación e importación de los dendrocombustibles utilizados en Chile, comparando los antecedentes disponibles en el país, con los antecedentes registrados en las bases de datos FAOSTAT sobre estos mismos aspectos, realizando un análisis de las discrepancias y similitudes de ambas fuentes estadísticas.

Conjuntamente, se analizan las tendencias en el pasado y en el presente y las perspectivas de variación futura de la utilización de combustibles forestales; como asimismo, la importancia y contribución de los combustibles forestales en el sector energético y los impactos sociales, y ambientales del consumo de dendrocombustibles, con especial referencia a los consumos registrados en el sector urbano y rural.

Se describen los aspectos institucionales y las capacidades nacionales para la obtención, interpretación y presentación del balance de dendrocombustibles, enfatizando aquellos aspectos susceptibles de modificar, a fin de mejorar las estimaciones y representar en mejor forma el comportamiento de este sector.

Con este fin, el presente documento se estructura en cinco partes. La primera realiza una descripción del sistema de construcción del balance de producción y consumo de dendrocombustibles en Chile. La segunda, analiza comparativamente los antecedentes disponibles en el Balance Nacional y FAO, la tercera, realiza el análisis de la contribución de los dendrocombustibles en el balance energético nacional; la cuarta parte analiza el impacto, económico, social y ambiental del consumo de leña, y finalmente la quinta parte, entrega las principales conclusiones del estudio y realiza recomendaciones para mejorar la Institucionalidad del sector energético forestal y el balance de producción y consumo de dendrocombustibles en el país.

1. Construcción del Balance de Producción y Consumo de Dendrocombustibles en Chile

1.1 Institucionalidad del Sector Energía

La matriz de producción y consumo de dendrocombustibles, forma parte de la estructura del Balance de Energía que anualmente elabora la Comisión Nacional de Energía (CNE), junto a otras tareas, entre las que se encuentra la elaboración de planes, políticas y normas para el buen funcionamiento y desarrollo del sector energético de Chile.

Esta Comisión, es un organismo público descentralizado, creado en 1978, que se rige por una Dirección Superior, a cargo de un Consejo Directivo integrado por los ministros de Minería, Economía, Hacienda, Defensa Nacional, Secretaría General de la Presidencia y por el ministro de Planificación y Cooperación. Su administración está a cargo de un Secretario Ejecutivo, quién es el superior del servicio.

Laboran en la CNE, 27 personas, las que se organizan en dos áreas de trabajo: Area eléctrica y Area hidrocarburos, en correspondencia a los dos principales energéticos de la matriz de consumo de energía primaria del país.

La elaboración del Balance de Energía, tiene como finalidad determinar la estructura de producción y consumo de energía y su comportamiento histórico, para de esta manera realizar una adecuada planificación del sector y establecer políticas coherentes de mediano y largo plazo.

Este balance energético, en forma estructurada y homogénea, se realiza desde 1979. Antes de esta fecha sólo se conoce un estudio, que abarca el período 1940-1964, realizado en 1965 por el entonces Departamento de Energía, Combustible y Minería, dependiente de la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), cuyos antecedentes estadísticos son bastante completos, pero no señalan la distribución sectorial del consumo de energía.

1.2 Estructura del Balance de Energía Nacional (CNE)

El actual Balance de Energía de Chile se entrega en forma anual, con una estructura homogénea que permite realizar un análisis histórico de las cifras a nivel nacional, y comparaciones con Balances a nivel internacional.

Para llevar a cabo esta tarea, la CNE realiza un exhaustivo trabajo de revisión de los antecedentes entregados por las distintas fuentes proveedoras de antecedentes, para uniformar los criterios de contabilidad utilizados. En aquellas oportunidades en que el organismo no cuenta con información confiable, realiza sus propias estimaciones, basadas en los antecedentes disponibles.

Para la construcción del Balance la CNE ha establecido definiciones, estándares y unidades de medida, las cuales responden en la mayoría de los casos a terminología de uso habitual en el sector energía a nivel mundial.

1.2.1 Definiciones

Las definiciones son la base de la estructura de la matriz de energía, la cual sigue el esquema señalado en la figura 1.

Figura 1. Estructura de la Matriz del Balance de Energía de Chile

Estas definiciones determinan los insumos energéticos que se consideran en cada caso, correspondiendo éstas a:

Energía primaria: Bajo esta definición se incluyen los recursos naturales, disponibles en forma directa o indirecta para su uso energético, tales como: hidroelectricidad, petróleo crudo, gas natural, carbón mineral, biogas y, “leña y otros”. En este último grupo, se incluye la leña propiamente tal (recursos forestales provenientes del bosque), el carbón vegetal, desechos y residuos (principalmente de aserradero) y el licor negro (subproducto del proceso de fabricación de la celulosa).

Centros de transformación: En esta definición se incluyen aquellos centros que extraen, producen (o procesan) y distribuyen energía primaria o secundaria. Se consideran cinco centros: Electricidad, Petróleo y Gas natural, Gas y Coke, Gas natural–metanol y, “leña y otros”. El centro de transformación correspondiente a leña, sólo se incluye para dar homogeneidad a la estructura de la matriz del Balance, por cuanto la CNE no considera el procesamiento de estos insumos energéticos.

Energía secundaria: Bajo esta denominación se incluyen todos los productos energéticos en su forma de utilización final. El grupo “leña y otros”, se incluye como energía secundaria, manteniendo la misma magnitud o dimensión, en unidades físicas o calóricas, determinada como energía primaria, pero adicionando a la categoría “otros”, energéticos de otros orígenes, como: el vapor industrial, el aceite de pescado y algunos sólidos derivados del proceso de la celulosa. Es decir, incluye energéticos no compatibles con la denominación “leña”. Sin embargo, esto ocurre sólo a nivel de definición teórica. En la práctica, sólo se añade como energía secundaria a este grupo el aceite de pescado, utilizado como energético en algunas empresas pesqueras del norte del país, cuya importancia relativa es muy marginal, por lo cual las cifras para el grupo “leña y otros” no se ven alteradas por un componente exógeno a este grupo.

Sector Consumo: El Balance distingue 3 sectores consumidores de energía, los cuales se diferencian entre sí en el uso dado a la energía. Estos sectores son:

• Transporte:

El cual Incluye los subsectores transporte vial, ferroviario, marítimo y aéreo.

• Comercial, Público y Residencial:

El subsector comercial, incluye los consumos energéticos de oficinas, reparticiones, hospitales, y establecimientos comerciales, de propiedad particular, fiscal o municipal; el subsector público incluye los consumos del alumbrado público, y el subsector residencial, los consumos energéticos residenciales, de cualquier tipo, sean urbanos o rurales, sin hacer distinción entre ellos.

En el caso de los dendrocombustibles, desde 1979 a 1996, el Balance registra los consumos finales para todo el sector Comercial, Público y Residencial, sin identificar consumos por subsectores. A partir de 1997 se desagrega el consumo por subsectores. Sin embargo, solo se contabiliza el consumo del subsector residencial, por cuanto no existe una fuente de registro que contabilice los consumos de leña en el subsector comercial; y por lo demás, su importancia es marginal a nivel de sector, debido a su escasa magnitud y a las regulaciones ambientales que impiden la utilización de combustibles forestales en muchas zonas urbanas del país. En el subsector público (alumbrado público) no se registran consumos de leña.

Cabe señalar que el consumo de leña en el sector residencial corresponde exclusivamente a consumos de cocinas y calefacción.

• Industrias Varias y Minas Varias:

En este sector se incluye todo tipo de consumo de energía final utilizado en las diferentes industrias y minería del país. Dados los desiguales consumos entre empresas dependiendo de su naturaleza y tamaño, el Balance diferencia entre: Empresas con un consumo intensivo de energía (Minería del Cobre, Siderurgias, Petroquímicas, Cemento, Azúcar, Papel y Celulosa, Hierro y Salitre y Pesqueras) y empresas de consumo no-intensivo (todas las restantes).

1.2.2 Unidades de medición

Debido a la heterogeneidad de las unidades de medidas de los energéticos producidos y consumidos en el país, la CNE ha establecido como unidad común de medición, el contenido calórico de cada uno de los energéticos, entregando el Balance en Teracalorías (Tcal), lo cual permite una comparación entre los energéticos. Además, entrega el balance en unidades físicas, las cuales varían dependiendo del tipo de energético. En el caso de la leña, las unidades físicas se entregan en miles de toneladas métricas (TM).

La definición de una base común de medición, implica la necesidad de establecer estándares para realizar las transformaciones de una unidad cualquiera de medición a dicha base común, para lo cual se han establecido promedios de densidad y de poderes caloríficos superiores (PCS) para los diferentes energéticos. Para la leña se considera un poder calorífico de 3.500 Kcal/Kg y para el carbón vegetal 6.500 Kcal/Kg. Las densidades en ambos casos no son especificadas.

1.3 Cuantificación del Consumo de Dendrocombustibles

Cada año, la CNE para elaborar el Balance de Energía Nacional, debe reunir los antecedentes necesarios. Para la leña los antecedentes se recopilan en cada uno de los sectores o subsectores donde el insumo es relevante. En particular estos corresponden a los sectores: Residencial, Industrial y Minero y, Centros de Transformación de Electricidad.

1.3.1 Sector Residencial

Para la evaluación del consumo de dendrocombustibles en el subsector residencial, la CNE realiza anualmente estimaciones, para lo cual utiliza como base los antecedentes proporcionados por los Censos de Población y Vivienda, que se realizan aproximadamente cada 20 años en el país; los que consultan, entre otros, el número de cocinas a leña y equipos utilizados en calefacción.

Sobre la base de estos antecedentes, y los rendimientos aproximados de consumo de leña por tipo de equipo, la CNE calcula una tasa de crecimiento o decrecimiento anual, la cual toma en cuenta: el incremento de la población, el nivel de ingresos y las normas ambientales que restringen el uso de leña.

Debido a la distancia entre un censo y otro17, y como una forma de evaluar las estimaciones anuales realizadas, la CNE encarga eventualmente la realización de encuestas de consumo de energía residencial en diferentes zonas del país. Con estos antecedentes realiza los ajustes correspondientes. Dichas encuestas consultan, entre otros, los consumos per-cápita y por vivienda, según tipo de población: rural o urbana; los consumos promedio según tipo de equipo utilizado para cocina y calefacción y tipo de combustible utilizado en cada caso.

En particular tres son los estudios ejecutados entre 1982 y 1998. Estos son: Un estudio realizado en el sur del país por CIDERE-BÍO-BÍO18 en 1979 (que incluyó la realización de encuestas de consumo entre las provincias de Talca y Osorno); Una encuesta de consumo de hogares realizada por la CNE entre 1982 y 1983; y un estudio realizado por el Instituto Forestal en 1992 (INFOR, 1994), que incluyó una encuesta de consumo de dendrocombustibles a industrias y hogares del centro y sur del país.

De esta forma, el consumo de leña residencial que se registró en el Balance de Energía en 1979, se obtuvo a partir del estudio realizado por CIDERE-BÍO-BÍO; en el año 1982, de la encuesta realizada por la CNE. Para los años entre 1980 a 1981 se obtuvieron por una interpolación lineal de los valores de 1979 y 1982. En 1990 se consideró los antecedentes proporcionados por el Censo. Para los años 1983 a 1990 se realizó una extrapolación lineal y, finalmente, para los consumos de 1992 a 1999 se utilizaron los antecedentes aportados por el estudio de INFOR, más información propia de la CNE.

1.3.2 Sector Industrial y Minero

Tanto para evaluar los consumos de leña, como del resto de energéticos de este sector, la CNE recurre a la realización de una encuesta directa a aquellas empresas con un consumo intensivo de energía, las cuales corresponden en general a las mayores empresas del país, de los rubros mineros: Cobre, Hierro y Salitre, y de los rubros industriales: Petroquímica, Siderurgia, Celulosa y Papel, Cemento, Azúcar y Pesca. En total 35 empresas son directamente encuestadas, consultando acerca de los consumos energéticos (tipo y cantidad), ya sea para la generación eléctrica, para la operación de la planta, para el transporte interno y externo de productos o para el consumo en poblaciones, cada uno de los cuales pasa a integrar el sector o subsector respectivo (Anexo 1).

Dentro de estas mayores empresas encuestadas, destaca por el consumo de leña, la Industria de Celulosa y Papel, representada por 5 de las principales empresas del país, que producen el 98% de la producción nacional de este producto. Ellas son: Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones (CMPC), Celulosa Arauco y Constitución S.A., Industrias Forestales S.A (INFORSA), Papeles Bío-Bío S.A y Compañía Papelera del Pacífico (CELPAC).

Para determinar el consumo de dendrocombustibles en el resto de la industria y pequeña minería, subsector denominado "Industrias y Minas varias" (con un consumo no intensivo de energía), la CNE utiliza como fuente de información la Encuesta Industrial Manufacturera, que anualmente realiza el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Como esta encuesta tiene generalmente un rezago de hasta tres años en la entrega de información, y dado que en general los consumos de las distintas fuentes difieren entre sí, las cifras finales son obtenidas por la CNE a base de estimaciones CNE. Una vez que se dispone de la información anual entregada por el INE, el balance energético y las estimaciones correspondientes son corregidas para ajustarlas a la información disponible.

1.3.3 Centros de Transformación de Electricidad

Los únicos centros de transformación que utilizan leña corresponden a los de autogeneración eléctrica, existentes en plantas de celulosa y papel. Estos centros de generación corresponden a instalaciones complementarias de procesos térmicos, los que aprovechan diferencias de temperatura o de presión de vapor para generar energía eléctrica, requiriendo para ello sólo un consumo adicional de energía, que se satisface a través de la utilización de licor negro o leña.

Los antecedentes de consumo en estos casos son obtenidos a través de las encuestas realizadas en forma directa por la CNE a las empresas de celulosa y papel.

2. Análisis comparativo entre Balances Producción y Consumo Dendrocombustibles, CNE versus FAO

Con el fin de realizar una comparación entre los antecedentes de producción y consumo de dendrocombustibles, entre la información entregada por la fuente oficial de Chile, la CNE, y los antecedentes disponibles en las bases de datos de FAO (FAOSTAT), se ha realizado una reestructuración de los antecedentes, elaborando una matriz única, de acuerdo a la terminología utilizada por FAO, siguiendo el esquema señalado en la figura 2; transformando las unidades base a unidades comunes: Miles de toneladas (TM) y Tercacalorías (Tcal), identificando las equivalencias en cada caso. Se analiza el período 1993-1999 disponibles en la fuente CNE y el período 1993-1997 disponible en la fuente FAO. La información se presenta en las tablas 1 a 4.

Figura 2. Estructura Matriz Balance Producción y Consumo Dendrocombustibles

Las tablas 1 y 2 registran el Balance de Producción y Consumo en miles de toneladas, para la Fuente CNE y FAO, respectivamente; las tablas 3 y 4, describen estos registros en la unidad calórica Teracalorías, siguiendo el mismo orden de fuentes. Para el análisis sólo se hará referencia a las tablas 1 y 2 (Producción y Consumo en miles de toneladas), puesto que las similitudes o diferencias entre una y otra fuente son equivalentes en ambas base de unidades.

2.1 Producción Bruta Total y Consumo Total

De los antecedentes presentados en las tablas 1 y 2, es posible determinar que la primera diferencia entre ambas fuentes de información, es que la CNE determina la Producción Bruta Total de Dendrocombustibles, en base a los consumos totales obtenidos. Es decir, a falta de antecedentes asume que la producción y consumo son de igual magnitud, sin determinar pérdidas de transformación, principalmente del proceso de producción de carbón vegetal; pérdidas que si son consideradas por FAO.

Esto ocurre, debido a que la CNE no desagrega en el Balance de Energía que entrega anualmente, la información de producción y consumo por tipo de dendrocombustible: leña, carbón vegetal, o licor negro, aún cuando esta información puede ser provista, al menos, por aquellas empresas a las cuales se les realiza una encuesta directa (empresas con un uso intensivo de energía). En el caso de los consumos residenciales, debido a que éstos se determinan a base de estimaciones globales, para el conjunto de dendrocombustibles, esta desagregación no es registrada. Para los centros de transformación de electricidad, se puede establecer a priori, que no son consumidores de carbón vegetal.

De lo anterior se deriva que la Producción Bruta Total y el Consumo Total de Dendrocombustibles coincidan en el caso del Balance realizado por la CNE, puesto que no existen importaciones que incrementen el consumo. Mientras que en la información proporcionada por FAO ambas cifras difieren en la misma proporción de las pérdidas involucradas en el proceso de transformación de leña a carbón vegetal (en este caso tampoco se registran importaciones de dendrocombustibles que podrían haber alterado el consumo).

Así, mientras la CNE establece, por ejemplo, para el año 1997, una producción bruta total de 10, 46 millones de toneladas, para el conjunto de dendrocombustibles (no se desagrega por tipo de combustible), FAO indica 13,297 millones de toneladas, como resultado de los aportes desagregados de la producción de leña, carbón y licor negro.

Llama la atención la similitud entre las cifras de Producción Bruta Total indicadas por CNE, y la suma de las producciones de leña, carbón y pérdidas por transformación de carbón, indicadas por FAO. Tal es así, que si se excluye del cálculo de la producción bruta total de FAO la producción de licor negro, ambas producciones (CNE y FAO) son bastantes similares (las diferencias podrían ser atribuidas a aproximaciones en la transformación de las unidades físicas).

Este hecho podría indicar una posible fuente error en las cifras de FAO, por una duplicidad en la información de producción del licor negro. Esto, considerando que la CNE recibe la totalidad de la información de producción, desde las propias empresas de celulosa y papel, las cuales son encuestadas en forma directa por la CNE cada año. De esta forma, aún cuando la CNE no publique en forma desagregada la información por tipo de combustible forestal, sí la contabiliza en su base de cálculo.

Ambas fuentes de información, sin embargo coinciden en los casi nulos flujos de exportación, tanto de leña como de carbón, a excepción de los años 1994 a 1996 en los cuales FAO indica pequeños volúmenes exportados de carbón, que no afectan las cifras finales de producción. Esta diferencia de antecedentes entre una y otra fuente puede ser debida a la especificidad de FAO para registrar y analizar los flujos de producción y exportación para todos los productos forestales (los que son registrados en el Anuario de Productos Forestales); en cambio CNE registra sólo aquellos flujos más relevantes que afectan las cifras del Balance de Energía del país, lo que en el caso de los combustibles leñosos no ocurre.

2.2 Distribución Sectorial del Consumo

Otra de las diferencias, se establece en los sectores de consumo de dendrocombustibles considerados, puesto que la CNE además de los sectores de consumo final: Comercial, Público y Residencial, Industrial y Minero, incluidos también por FAO, considera el consumo en Centros de Transformación (principalmente autogeneración de electricidad en plantas de celulosa y papel); constituyendo así un Consumo Total (Consumo final + Consumos en Centros de Transformación), a partir del cual después determina la Producción Bruta Total de Dendrocombustibles. En cambio FAO no considera, al menos explícitamente, los consumos registrados en estos centros de autogeneración de electricidad.

Al comparar los consumos finales aportados por la CNE (omitiendo los consumos en Centros de Transformación), y los entregados por FAO (tabla 1 y 2), respectivamente, se puede concluir la gran similitud entre ambos, incluso en los años 1994 y 1995 coinciden, lo cual indica que la base de información de FAO es el Balance de la CNE (cifras provenientes directamente de la CNE, o a través de OLADE, a la cual la CNE entrega información estructurada de acuerdo a sus requerimientos). Las diferencias en el resto de los años puede ser debida a los ajuste que realiza la CNE en la información histórica, o bien debido a la transformación de unidades (FAO entrega el balance en Petajoule [Pj] y M3 sólidos de madera, los que han sido transformados para este análisis en TM y Tcal).

Del mismo modo se aprecia una similitud entre las cifras de consumo de los sectores Comercial, Público, Residencial; Industrial, Minería y otros, cuyas diferencias pueden ser atribuidas también: a la transformación de las unidades, a ajustes históricos realizados por la CNE y a diferencias en la agregación o desagregación de industrias en los sectores de consumo.

En síntesis, las estadísticas de la CNE son más desagregadas que las de FAO, incluyendo los consumos de autoproductoras de electricidad, los cuales si bien no son de una magnitud dada que afecte el Balance, entregan una información más fidedigna para la cuantificación posterior de la producción bruta.

Con todo, cabe señalar que de la información de FAO, en lo que respecta a consumo total versus su distribución sectorial (Tabla 2), se corrobora el error detectado en las cifras de producción bruta, en el sentido que la magnitud del consumo sectorial no coincide con el consumo total, siendo la diferencia atribuible a las cifras de consumo (y producción) de licor negro. Es decir, muy probablemente estas cifras se encuentren duplicadas (pueden estar incluidas en el consumo industrial).

Tabla 1. Producción y Consumo Dendrocombustibles, Chile 1993-1999 (CNE), Miles de toneladas.

 

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

Producción Dendrocombustibles

+Producción leña

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

+Exportaciones leña

-

-

-

-

 

-

-

+Producción de carbón

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

+Pérdidas de transformación prod. carbón

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

+Exportaciones de carbón

-

-

-

-

-

-

-

+Licor negro

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

Producción Bruta Total

8.739

9.166

9.801

10.507

10.460

11.228

11.636

Consumo Dendrocombustibles

+Producción leña

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

+Importaciones leña

-

-

-

-

-

 

-

-Exportaciones leña

-

-

-

-

-

-

-

+Producción carbón

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

+Importacion carbón

-

 

-

 

-

-

 

-Exportación carbón

-

-

-

-

-

-

-

+Licor negro

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

Consumo Total

8.739

9.166

9.801

10.507

10.460

11.228

11.636

Distribución Sectorial del Consumo

+Comercial, Público y Residencial

6.197

6.570

6.962

7.379

7.748

7.746

7.902

+Industrial

2.018

2.029

2.154

2.215

1.775

2.252

2.617

+Minería, Pesca y otros

7

2

2

2

1

6

6

=Consumo final

8.222

8.601

9.118

9.596

9.524

10.004

10.525

+Centros de Transformación19

517

565

683

911

936

1.224

1.111

=Consumo total

8.739

9.166

9.801

10.507

10.460

11.228

11.636

Fuente: Balance Nacional de Energía 1979-1999.

Tabla 2. Producción y Consumo Dendrocombustibles, Chile 1993-1999 (FAO), Miles de toneladas

 

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

Producción Dendrocombustibles

+Producción leña

8.761

8.638

9.239

9.792

10.181

S/i

S/i

+Exportaciones leña

-

-

-

-

-

S/i

S/i

+Producción de carbón

102

109

109

109

109

S/i

S/i

+Pérdidas de transformación prod.carbón

102

104

106

108

108

S/i

S/i

+Exportaciones de carbón

-

0,1

0,1

0,1

-

S/i

S/i

+Licor negro

2.609

2.744

2.992

2.996

2.899

S/i

S/i

Producción brutaTotal

11.574

11.595

12.446

13.005

13.297

S/i

S/i

Consumo Dendrocombustibles

+Producción leña

8.761

8.638

9.239

9.792

10.181

S/i

S/i

+Importaciones leña

-

-

-

-

-

S/i

S/i

-Exportaciones leña

-

-

-

-

-

S/i

S/i

+Producción carbón

102

109

109

109

109

S/i

S/i

+Importacion carbón

-

-

-

-

-

S/i

S/i

-Exportación carbón

-

0,1

0,1

0,1

-

S/i

S/i

+Licor negro

2.609

2.744

2.992

2.996

2.899

S/i

S/i

Consumo Total

11.472

11.491

12.340

12.897

13.189

S/i

S/i

Distribución Sectorial del Consumo

+Comercial, Público y Residencial

6.224

6.570

6.965

7.384

7.588

S/i

S/i

+Industrial

2.536

2.031

2.154

2.283

2.306

S/i

S/i

+Minería, Pesca y otros

-

-

-

-

-

S/i

S/i

=Consumo final

8.760

8.601

9.118

9.667

9.894

S/i

S/i

+Centros de Transformación

-

-

-

-

-

S/i

S/i

=Consumo total

8.760

8.601

9.118

9.667

9.894

S/i

S/i

Fuente: FAO. Las unidades de cuantificación (Pj), han sido transformadas, según: 1 Pj=68,2857 miles toneladas.

Tabla 3. Producción y Consumo Dendrocombustibles, Chile 1993-1999 (CNE), Teracalorías.

 

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

Producción Combustibles Leñosos

+Producción leña

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

+Exportaciones leña

-

-

-

-

-

-

-

+Producción de carbón

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

+Pérdidas de transformación prod. carbón

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

+Exportaciones de carbón

-

-

-

-

-

-

-

+Licor negro

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

Producción Bruta Total

30.588

32.080

34.302

36.775

36.609

39.298

40.726

Consumo Combustibles Leñosos

+Producción leña

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

+Importaciones leña

-

-

-

-

-

-

-

-Exportaciones leña

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

+Producción carbón

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

+Importacion carbón

-

 

-

 

-

-

 

-Exportación carbón

-

-

-

-

-

-

-

+Licor negro

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

S/I

Consumo Total

30.588

32.080

34.302

36.775

36.609

39.298

40.726

Distribución Sectorial del Consumo

+Comercial, Público y Residencial

21.692

22.996

24.368

25.826

27.117

27.113

27.658

+Industrial

7.061

7.101

7.538

7.752

6.213

7.880

9.158

+Minería, Pesca y otros

25

6

6

7

2

22

21

=Consumo final

28.778

30.103

31.912

33.585

33.332

35.015

36.837

+Centros de Transformación20

1.810

1.977

2.390

3.190

3.277

4.283

3.889

=Consumo total

30.588

32.080

34.302

36.775

36.609

39.298

40.726

Fuente: Balance Nacional de Energía 1979-1999.

Tabla 4. Producción y Consumo Dendrocombustibles, Chile 1993-1999 (FAO), Teracalorías

 

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

Producción Combustibles Leñosos

+Producción leña

30.664

30.233

32.337

34.272

35.634

S/i

S/i

+Exportaciones leña

-

-

-

-

-

S/i

S/i

+Producción de carbón

359

382

382

382

382

S/i

S/i

+Pérdidas de transformación prod. carbón

356

363

371

378

378

S/i

S/i

+Exportaciones de carbón

-

4

4

4

-

S/i

S/i

+Licor negro

9.130

9.603

10.471

10.487

10.146

S/i

S/i

Total

40.509

40.585

43.565

45.523

46.540

S/i

S/i

Consumo Combustibles Leñosos

+Producción leña

30.664

30.233

32.337

34.272

35.634

S/i

S/i

+Importaciones leña

-

-

-

-

-

S/i

S/i

-Exportaciones leña

-

-

-

-

-

S/i

S/i

+Producción carbón

359

382

382

382

382

S/i

S/i

+Importacion carbón

-

-

-

-

-

S/i

S/i

-Exportación carbón

-

4

4

4

-

S/i

S/i

+Licor negro

9.130

9.603

10.471

10.487

10.146

S/i

S/i

Total

40.153

40.214

43.186

45.137

46.162

S/i

S/i

Distribución Sectorial del Consumo

+Comercial, Público y Residencial

21.784

22.995

24.378

25.844

26.558

S/i

S/i

+Industrial

8.876

7.109

7.536

7.991

8.071

S/i

S/i

+Minería, Pesca y otros

-

-

-

-

-

S/i

S/i

=Consumo final

30.660

30.104

31.914

33.835

34.629

S/i

S/i

+Centros de Transformación

-

-

-

-

-

S/i

S/i

=Consumo total

30.660

30.104

31.914

33.835

34.629

S/i

S/i

Fuente: FAO. Las unidades de cuantificación (TM), han sido transformadas según: 1 TM=239 Teracalorías.

3. Contribución de los Dendrocombustibles en el Sector Energético de Chile

3.1. Situación general

La energía constituye un elemento indispensable para el desarrollo económico y social de Chile, estando estrechamente asociado su consumo al crecimiento económico sostenido que ha tenido el país en los últimos diez años, tal como se puede observar en la figura 3.

Dentro de este crecimiento, los dendrocombustibles no han estado ausentes, incrementándose su consumo en un 53% en el período 1990-1999, en tanto que la energía total se ha incrementado en un 85% en el mismo período, lo que indica una tendencia un poco más moderada del consumo de los dendrocombustible respecto a otras fuentes de energía (figura 3).

Lo anterior se puede observar en la figura 4, que muestra la disminución de la importancia relativa de los derivados del petróleo, del carbón mineral y la leña; y el aumento de la contribución relativa del gas y la electricidad.

Figura 3. Evolución del PIB Nacional y del Consumo Total de Energía y de Leña

Fuente: CNE, 1999

Figura 4. Evolución del Consumo Total de Productos Energéticos en Chile

Fuente: Balance Nacional de Energía 1979-1998, CNE 1999. Fuente: Balance Nacional de Energía 1979-1998, CNE,1999.

Del mismo modo ha variado también la distribución sectorial del consumo, disminuyendo la importancia relativa del Sector Industrial y Minero y del Sector Comercial, Público y Residencial, para aumentar principalmente el consumo del Sector Centros de Transformación (figura 5). Esto último, principalmente asociado al aumento del procesamiento de energía primaria.

Figura 5. Evolución Sectorial del Consumo Total de Energía

Fuente: Balance Nacional de Energía 1979-1998, CNE 1999. Fuente: Balance Nacional de Energía 1979-1998, CNE 1999.

Dado que Chile es un país que no dispone de una amplia oferta de recursos energéticos convencionales, debe importar parte importante de sus necesidades energéticas, lo cual ha llevado a que el crecimiento del consumo de energía implique no sólo el aumento de fuentes como el gas natural y la electricidad, sino que también aumenten las tasas de importación, de petróleo. Tal es así que en 1990 la energía importada representaba sólo un 48% del consumo bruto total del país (energía primaria, más importaciones, menos exportaciones), mientras que en 1999, la proporción de energía importada alcanza a un 64,3%.

A futuro, se espera que se siga incrementando la participación del gas natural, por la ejecución y ampliación de proyectos de interconexión gasífera con Argentina, y la mayor contribución de la energía hidroeléctrica, aprovechando las especiales características geográficas del país y la abundancia de recursos hídricos. No obstante, es poco probable que la contribución de los dendrocombustibles varíe significativamente, pues este insumo constituye la única fuente energética disponible para un vasto sector de la población rural del país, y de los centros urbanos de la zona sur de Chile.

Es más, es muy posible que en el consumo global de los combustibles forestales del sector residencial se incrementen de acuerdo al crecimiento vegetativo de la población, si no se adoptan medidas que tiendan al resguardo de los recursos forestales naturales, o bien a hacer más accesibles otros energéticos alternativos.

Las mayores restricciones a este incremento del consumo estarán dadas más bien por la escasez relativa de recursos vegetacionales que por la disponibilidad de otras fuentes energéticas, puesto que la mayor parte de los dendrocombustibles son utilizados por el sector rural, y estando la población en este sector muy atomizada, el gas natural y otro tipo de combustible no son económicamente viables, salvo una política de intervención directa del Estado.

En consecuencia, es de esperar a futuro que el consumo de leña siga la misma tendencia histórica creciendo a una tasa anual del 4,5%.

3.2 Situación del Consumo según Sectores

De acuerdo a las cifras de la CNE, entregadas en el Balance de Energía de 1999, del consumo total de dendrocombustibles en Chile, equivalente a 40.726 teracalorías (11,6 millones de toneladas) (figura 6), un 68 % se canaliza al Sector Comercial, Público y Residencial (7,9 millones de toneladas), un 23 % al Sector Industrial y Minero (2,6 millones de toneladas) y un 10 % es empleado como insumo energético para la generación de electricidad (1,1 millones de toneladas).

Figura 6. Flujo de energía dendrocombustibles, 1999 (Teracalorías21)

En el Sector Comercial, Público y Residencial, los consumos se concentran en el Subsector Residencial, y dentro del Sector Industrial y Minero, principalmente en la Industria de Celulosa y Papel (Anexo 2), la cual consume como energético tanto el licor negro que se genera en su proceso de transformación industrial, como también leña adicional para la autogeneración de electricidad.

El Balance realizado por la CNE anualmente no entrega la información de consumo de dendrocombustibles desagregada por población rural y urbana; como tampoco información de consumos medios per-cápita o por vivienda para estas poblaciones, sin embargo, tomando como referencia el estudio realizado por INFOR en 1992 (INFOR, 1994), el cual es utilizado por este organismo para sus estimaciones globales, se pueden desagregar estas cifras utilizando como referencia las distribuciones porcentuales, por tipo de combustible, sector consumidor y distribución geográfica del consumo.

Cabe señalar que este estudio realizado por INFOR, consideró la aplicación de 600 encuestas en el sector urbano, 555 encuestas en el sector rural y 500 encuestas realizadas en el sector industrial y comercial, principalmente de la zona sur del país, entregando como resultado un consumo total de dendrocombustibles para 1992, de 9,4 millones de toneladas, cifra reflejada en el Balance de la CNE para ese año.

Las distribuciones porcentuales del consumo, según tipo de combustible forestal, sector consumidor y región geográfica, arrojadas por el estudio de INFOR se presentan en las tablas 5 y 6 y figuras 7, 8 y 9.

Tabla 5. Distribución Porcentual del Consumo de Dendrocombustibles en Chile, según Tipo y Sector, 1992.

ITEM

%

Tipo dendrocombustible %

Leña

Carbón

Desechos

Distribución por tipo de combustible

Leña

Carbón

Desechos

74

24

2

     

Distribución sectorial

Sector Residencial

Urbano

Rural

Sector Comercial y Público

Sector Industrial

59

21

38

4

37

75

63

88

83

4

4

0

0

22

33

12

17

Fuente: INFOR, 1994

Tabla 6. Distribución Geográfica del Consumo de Dendrocombustibles en Chile, 1992.

Distribución geográfica del consumo

%

Distribución sectorial del consumo (%)

Urbano

Rural

Industrial

Publico y Comercial

IV Región

V Región

R.M

VI Región

VII Región

VIII Región

IX Región

X Región

XI Región

XII Región

3

5

5

9

10

30

12

24

2

0*

28

11

31

21

31

12

25

21

55

0

69

55

7

69

63

19

50

35

19

88

4

23

57

10

5

68

22

37

23

13

0

11

5

0

1

1

3

8

3

0

• Cifra inferior al 1%

Fuente: INFOR, 1994.

Figura 7. Distribución del Consumo de Dendrocombustibles por Tipo y Sector

Fuente: INFOR, 1994 Fuente: INFOR, 1994

De acuerdo a lo observado, en la tabla 5 y figura 7 la leña es el principal insumo leñoso utilizado en el país, con un 74% del consumo total, seguido por los desechos (provenientes de la explotación y de la industria) con un 24% y por el carbón vegetal con sólo un 2% de participación, lo cual demuestra el alto aporte energético que realizan los bosques al consumo de leña del país, principalmente para satisfacer las necesidades del sector residencial, al cual se destina un 59% del consumo total de dendrocombustibles de Chile.

Según se desprende del estudio de INFOR, los mayores consumos se registran en la zona sur del país (Regiones VIII, IX y X) (figura 8), las cuales son precisamente las con mayores recursos forestales: plantaciones de pino insigne en la VIII región y bosques naturales de latifoliadas en las restantes regiones; además de ser las que presentan períodos invernales más largos, con bajas temperaturas medias mensuales. Se exceptúan de este hecho, las regiones más australes del país (Regiones XI y XII), en las cuales los consumos de dendrocombustibles son proporcionalmente bajos, debido a la escasa población existente en la XI Región, y a la producción y utilización de gas natural en la XII.

Figura 8. Distribución Geográfica del Consumo de Dendrocombustibles

Se desprende también que los mayores consumos se verifican en el subsector rural, en prácticamente todas las regiones del país (figura 9), a excepción de la XI Región, en la que la población se encuentra concentrada en los dos centros urbanos de la región (Coyhaique y Puerto Aysén). Cabe destacar el importante consumo de combustibles forestales registrados en el sector industrial en la VIII Región del país, lo cual obedece a que en esta zona se concentran las empresas forestales de los rubros celulosa y papel y aserrío, las cuales utilizan como energético subproductos derivados de su propia actividad. También es posible observar la participación del sector industrial de la Región Metropolitana, sin embargo desde la época de este estudio (1992), se han impuesto una serie de restricciones ambientales que hacen que estos consumos prácticamente ya no se verifiquen.

Figura 9. Distribución del Consumo de Dendrocombustibles por Región y Sector

Aplicadas las ponderaciones de las tabla 5 y 6 sobre los antecedentes del Balance de Energía de la CNE (tabla 2), se obtienen las cifras presentadas en las tablas 7, 8 y 9 que entregan los consumos de dendrocombustibles en miles de toneladas, para el período 1993-1999, desagregados por tipo de combustibles, consumo sectorial y por región geográfica.

Tabla 7. Distribución del Consumo según Tipo de Dendrocombustible (Miles de toneladas)

PRODUCTO

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

Leña

6.061

6.341

6.722

7.074

7.021

7.375

7.759

Desechos

1.971

2.061

2.185

2.300

2.283

2.398

2.523

Carbón

190

199

211

222

220

231

243

Total

8.222

8.601

9.118

9.596

9.524

10.004

10.525

Tabla 8. Distribución Sectorial del Consumo de Dendrocombustibles (Miles de toneladas).

SECTOR

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

Comercial y público

248

263

278

295

310

310

316

Residencial

Urbano

Rural

5.949

2.118

3.831

6.307

2.245

4.062

6.684

2.380

4.304

7.084

2.522

4.562

7.438

2.648

4.790

7.436

2.647

4.789

7.586

2.700

4.886

Industrial

2.018

2.029

2.154

2.215

1.775

2.252

2.617

Minería, Pesca y otros

7

2

2

2

1

6

6

Total

8.222

8.601

9.118

9.596

9.524

10.004

10.525

Tabla 9. Distribución Geográfica del Consumo de Dendrocombustibles (Miles de toneladas).

REGION

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

IV

263

275

292

307

305

320

337

V

439

459

487

512

509

534

562

R.M

435

455

482

507

504

529

556

VI

706

738

783

824

818

859

903

VII

847

886

939

988

981

1.030

1.084

VIII

2.362

2.471

2.620

2.757

2.736

2.874

3.024

IX

978

1.023

1.084

1.141

1.133

1.190

1.252

X

2.001

2.093

2.219

2.335

2.318

2.435

2.562

XI

178

186

197

207

206

216

227

XII

14

15

16

16

16

17

18

Total

8.222

8.601

9.118

9.596

9.524

10.004

10.525

Respecto a los consumos medios y por habitante, el estudio de INFOR presenta los antecedentes entregados en la tabla 10, de la cual se desprende un incremento de norte a sur del país en el consumo per-cápita del sector urbano, asociado a que en este sector la leña se utiliza principalmente para calefacción, cuya necesidad aumenta con la latitud (por condiciones climáticas más adversas); en tanto que en el sector rural los consumos presentan una menor variación, y cuyas diferencias se explican más bien por la mayor o menor facilidad de acceso a combustibles leñosos.

Tabla 10. Consumos Medios por Habitante y Vivienda, Sector residencial (Toneladas), 1992

REGION

SECTOR URBANO

SECTOR RURAL

 

VIVIENDA

HABITANTE

VIVIENDA

HABITANTE

IV

1,55

0,33

4,94

1,21

V

0,22

0,06

3,87

1,21

R.M.

0,17

0,04

0,76

0,16

VI

3,29

0,69

7,81

1,64

VII

4,36

0,89

7,53

1,54

VIII

1,59

0,33

4,82

1,00

IX

3,96

0,84

6,96

1,50

X

5,56

1,16

8,49

1,82

XI

13,07

2,88

5,00

1,39

XII

-

-

3,18

0,85

Fuente: INFOR, 1994

4. Efectos Económicos, Sociales y Ambientales del Consumo de Leña

Tal como queda demostrado en el capítulo anterior, históricamente y también en la actualidad el consumo de leña en Chile, es un recurso energético muy utilizado, sobretodo en el sur del país, para el abastecimiento no sólo de la población rural, sino también de los centros urbanos de las regiones sureñas (regiones IX, X y XI ) y en industrias, tales como: celulosa y papel, remanufacturas de madera, lecherías, panaderías y otras.

Entre las causas del consumo se encuentra: la facilidad de acceso al recurso, la falta de alternativas energéticas (gas, derivados del petróleo, electricidad), y también el menor costo económico que esto significa, puesto que en la mayoría de los casos las transacciones se realizan en un mercado informal, sin un resguardo de la legislación tributaria, técnica (planes de manejo) y ambiental.

Esta falta de alternativas energéticas, principalmente en los sectores rurales, ha impedido el establecimiento de políticas que frenen el consumo, pues ello significaría dejar sin abastecimiento a muchas familias que requieren este consumo para satisfacer sus necesidades básicas de alimentación y calefacción.

La extracción histórica de recursos forestales, principalmente a partir de los bosques naturales ha significado un importante deterioro, en lo cual no sólo ha contribuido la extracción de leña, sino también la explotación para otros usos industriales acaecidos sobre todo en el pasado.

Producto de ésta explotación excesiva, que sobrepasa la capacidad de recuperación de los bosques naturales, en muchos lugares del país se manifiestan problemas de deforestación y erosión de suelos, un menoscabo de la fauna local y un desbalance hídrico que acarrea problemas de sedimentación de cauces e inundaciones.

En la actualidad, para prevenir que esto ocurra existe en el país una amplia normativa que regula la explotación de bosques. Es así como ningún propietario puede cortar su bosque sin un plan de manejo, lo cual en la mayoría de las explotaciones de bosque para uso industrial se cumple, y la corta de árboles se realiza controlada por las Corporación Nacional Forestal, CONAF. Sin embargo, esto no es tan evidente en el caso de la leña, puesto que muchas veces las extracciones se realizan por un “floreo” al interior del bosque, lo que es difícil de detectar y controlar; cortas que se realizan ya sea para el autoabastecimiento de la población rural, o para surtir las necesidades de los centros urbanos, principalmente del sur del país.

En estos centros urbanos, la falta de regulación del mercado da lugar a una serie de distorsiones que hacen que el precio de la leña no refleje su "verdadero valor", puesto que en el precio de compra no se incluyen los costos de cumplir con la normativa que obliga a elaborar un plan de manejo, a gravar los productos con el impuesto al valor agregado (IVA), a cumplir las normas sobre transporte de carga y, lo más importante dar un valor al bosque natural, en conformidad con su contribución ecológica, dado que su costo de oportunidad no es tan evidente, debido a la escasa utilidad productiva actual del bosque natural. De esta manera el consumo de leña se ve favorecido, frente a los energéticos convencionales, sobretodo en la zona sur del país. La tabla 11 presenta los valores comparativos para tres tipos de insumos energéticos de uso común en los centros urbanos, señalando el precio por unidad calórica.

Tabla 11. Relación costo- caloría de los principales energéticos de uso doméstico

ENERGÉTICO

RENDIMIENTO (Kcal/kg)

$/UNIDAD (Kg)

$/Kcal

Kerosén

Gas Licuado

Leña

11.100

12.100

3.500

256

488

18

0,023

0,040

0,005

Fuente: Elaboración propia

Cabe señalar en todo caso que, dentro de las comunidades rurales existen significativas diferencias en los niveles de consumo, las que están determinadas por la distancia relativa a los centros urbanos, por la mayor o menor disponibilidad de vegetación leñosa y por la posibilidad de acceso a la red de energía eléctrica (FRANCO, 1987).

En las ciudades también existen diferencias. En la periferia, donde se ubican los cinturones de pobreza, principalmente migrantes del campo, se emplean combustibles leñosos en mayor nivel para calefacción y cocción de alimentos, en tanto que en los sectores de mayores ingresos se emplea mayormente para calefacción.

La escasez de recursos leñosos en muchos sectores rurales del país, lleva aparejado que para el abastecimiento de leña la población rural deba recorrer largas distancias, con el consecuente menoscabo de la calidad de vida y de la producción campesina, puesto que significa distraer horas de las actividades del campo, del cuidado del hogar, del ganado y otras actividades que contribuyen al ingreso predial. Así también, cuando la recolección es escasa se ve afectada la nutrición, por la insuficiente energía para la cocción de los alimentos.

Estudios de casos efectuados en la zona sur y norte del país, señalan la importancia del consumo de jornadas utilizadas en la recolección de leña. Así por ejemplo, Díaz y Del Valle (1984), indican una utilización de 35 jornadas/año en la zona sur del país (IX Región), en tanto que Wrann (1991) señala un consumo de 52 jornadas al año en la zona norte.

Con todo, las diferencias del nivel de consumo residencial de dendrocombustibles, principalmente leña, se establecen aumentando progresivamente de norte a sur del país, es así como los consumos medios por vivienda en el sur (IX y X región) superan en un 70% los verificados en la zona central (VI región) y prácticamente en 3,5 veces los registrados en la zona norte (IV región) (tabla 10).

De lo anterior se deriva la importancia que tiene el consumo en el sur del país, el cual sería responsable de un volumen importante de extracción de recursos leñosos del bosque natural, esto porque es prácticamente la única fuente disponible en estas regiones, ya que las plantaciones de especies exóticas son muy recientes y se destinan exclusivamente a la industria.

Es así como en términos cuantitativos las 1,2 millones de toneladas anuales de leña consumidas en la IX región y los 2,5 millones de toneladas anuales en la X región (tabla 9), dan lugar a la corta de 3,5 millones de m322 de madera sólida, que se satisfacen del bosque natural.

En términos de superficie, este volumen significaría una tala del orden de las 8.750 ha anuales en estas dos regiones, si tales se hubieran cortado totalmente23, las cuales podrían generar una mejor rentabilidad si se impulsa su industrialización, lo que incrementaría el valor de las exportaciones forestales chilenas y ofrecería una fuente de empleos estables y mayor que la anterior. De aquí la importancia de diseñar una política dendroenergética que resguarde el uso de los recursos forestales, al mismo tiempo de asegurar el incremento sostenido del sector energético residencial.

La figura 10 releva el papel de la leña y su impacto sobre el bosque nativo, pues compara su utilización para este uso en las Regiones IX y X, y la utilización de especies nativas en la industria de astillas y en la industria del aserrío.

Figura 10.Utilización del Bosque Natural para Leña y Usos Industriales

Fuente: Estadísticas Forestales (INFOR, 1999).

Dicha comparación permite señalar que la extracción de leña supera en 2,7 veces la corta para astillas y 10 veces la corta de madera nativa destinada a la industria del aserrío, lo que refleja la gran presión que ejerce actualmente el consumo de leña sobre el bosque natural. La situación es aún más compleja si se tiene en cuenta que la explotación en estos casos se realiza sin consideraciones económicas, es decir, sin tener en cuenta el aprovechamiento integral del recurso para maximizar la rentabilidad del bosque, y además, sin las consideraciones ambientales correspondientes.

Lo anterior no sucede con el consumo de leña de especies exóticas como el pino radiata, lo cual se verifica en la zona en que se concentran estas plantaciones, la VIII Región, puesto que para estos efectos generalmente se utilizan trozas defectuosas y de pequeños diámetros que no tienen un mercado de mejor precio. En cuanto a la leña de eucalipto, la producción y consumo de leña se concentra preferentemente en la zona central (V a VII región), utilizándose principalmente pequeños rodales o hileras de árboles en deslindes, que muchas veces no tienen otro uso alternativo.

En un escenario en que las demandas de la población crecen, producto del crecimiento vegetativo, y la escasez relativa de recursos leñosos, principalmente del bosque natural, urge la necesidad de buscar alternativas energéticas, a lo cual puede contribuir el establecimiento de plantaciones energéticas y la utilización de los desechos del proceso de transformación industrial.

Así por ejemplo, si se utilizaran los desechos de la industria del aserrío, que se calculan en 2 millones de m3 anuales24, de los cuales hoy sólo se aprovechan 2/3 en la producción de astillas, quedando un remanente de cerca de 1 millón de m3 entre corteza, viruta, aserrín, lampazos, tapas y otros, que la tecnología existente puede transformar en productos energéticos, por ejemplo briquetas, se podría satisfacer parte importante de la leña proveniente del bosque natural utilizada actualmente.

Otro aspecto importante respecto del uso de la leña, es su contribución a la contaminación del aire, puesto que la leña en el proceso de combustión libera gases y material particulado (PTS).

Uno de estos gases expedidos es el anhídrido carbónico (CO2), que contribuye al efecto invernadero, el otro es el monóxido de carbono (CO), gas extremadamente tóxico para el ser humano. Cabe indicar sin embargo, que a diferencia del carbón mineral o el diesel, la combustión de la leña no libera óxido de azufre (SO2) por lo cual no contribuye a la"lluvia ácida".

Según se desprende de un estudio realizado por INFOR (1993), producto del gran consumo de leña registrado en las regiones IX y X, se emitirían grandes cantidades de CO a la atmósfera, cerca de 8.000 toneladas anuales, para el conjunto de las principales ciudades de ambas regiones, mientras que de material particulado se emitirían del orden de las 1.900 toneladas anuales por región.

En la zona central en cambio se emitirían una mayor cantidad de PTS que se CO, lo que es confirmado por el estudio de (INTEC-Chile, 1986).

Esta diferencia obedece a que en la zona sur se utilizan mayormente equipos de combustión cerrada, como es el caso de las cocinas de fierro, salamandras y otros, que por su menor cantidad de oxigeno favorecen la emisión de monóxido de carbono. Por el contrario, en la zona central la utilización de equipos de quema abierta (chimeneas, fogones, braseros) favorecería la combustión incompleta de la madera y por tanto la emisión de PTS a la atmósfera.

Para el control de estas emisiones se han desarrollado diversas tecnologías, que van desde aquellas que mejoran la eficiencia de la combustión, disminuyendo con esto las emisiones, principalmente de monóxido de carbono y material particulado, hasta la introducción de filtros y catalizadores que atrapan y/o modifican las características químicas de los contaminantes. Su utilización por parte de la población dependerá de factores económicos, de los reglamentos que para tal fin se formulen, la difusión de estas tecnologías y la educación que para ello se realice.

5. Conclusiones y recomendaciones

Como se desprende de los capítulos anteriores, la utilización de leña es un problema social y ambiental que afecta principalmente a la población rural y a los grupos más pobres de los centros urbanos.

La situación del consumo de estos combustibles forestales continuará a futuro, siendo muy difícil de eliminar, dado la fuerte cultura en estos sectores a consumir leña, como también debido a la falta de alternativas, por lo menos en el sector rural.

La mejor alternativa para el sector rural son las plantaciones energéticas, dado que la leña es un producto que ofrece ventajas con respecto a otros combustibles, tales como facilidad de producción, manejo y distribución, posibilidad de obtener conjuntamente otros productos (forraje, madera, frutos, medicinas), utilización de equipos simples, y principalmente por el arraigo que tiene la leña en las costumbres de la población. Por lo anterior, las acciones se debieran orientar fundamentalmente a optimizar el uso de este combustible y a ampliar la oferta actual de recursos forestales para energía.

Es prioritario entonces, el establecimiento de plantaciones dendroenergéticas, sobretodo en aquellas regiones que han estado sometidas a una deforestación intensiva y donde las formaciones naturales no están en condiciones de satisfacer las necesidades.

Otra de las necesidades es aprovechar los residuos industriales generados en el proceso de conversión de la madera. La producción de briquetas en base a estos residuos podría liberar, en parte, la presión sobre el bosque natural, lo que redundaría en externalidades positivas para el medioambiente.

Sin embargo, también es necesario mejorar la eficiencia del uso de la leña, a través de introducir mejoras en los equipos de conversión; como así también mejorar las condiciones térmicas de las viviendas, aspecto que incide en un menor gasto energético. La utilización de elementos constructivos y un diseño adecuado de la vivienda son indispensables también para disminuir la energía utilizada en calefacción.

La realización de las actividades descritas requieren el establecimiento de una política dendroenergética nacional, que hasta ahora ha estado ausente, dado que el sector dendroenergético no es considerado en el marco de acciones llevadas a cabo por la Comisión Nacional de Energía, CNE, como tampoco forma parte de las políticas del Corporación Nacional Forestal (CONAF), ni del Instituto Forestal (INFOR), ni tampoco de otros organismos del agro.

Definida una Política Nacional en torno a la dendroenergía, será necesario ampliar el marco institucional para permitir que los organismos del Estado competentes, integren a sus programas de corto, mediano y largo plazo, acciones tendientes a implementar la política dendroenergética nacional diseñada. Así, será posible producir sinergia e ir avanzando paralelamente en varios frentes de acción: Por una parte en la investigación para encontrar especies dendroenergéticas que se puedan implementar eficiente y eficazmente; y por otro entregar capacitación para un uso eficiente de la producción y utilización de esta dendroenergía y, realizar una fiscalización acorde que permita ir minimizando los impactos sobre los recursos forestales nativos.

En este contexto, a la institución de investigación forestal del sector, INFOR, le correspondería intensificar las investigaciones en aspectos tales como la selección, manejo y explotación de especies forestales de uso bioenergético, el diseño de sistemas que integren este tipo de productos en la producción habitual campesina y el desarrollo de tecnologías de conversión bioenergéticas.

A CONAF le debiera corresponder un rol fundamental en el apoyo o implementación de programas de forestación locales con especies bioenergéticas y en la construcción de un marco legislativo que estimule la ejecución de dichos programas por parte de los campesinos. Con este fin sería necesario una mayor coordinación e integración con los organismos del agro, de manera de integrar estas acciones dentro de la política de desarrollo rural.

Por su parte, la Comisión Nacional de Energía, CNE, debiera ejecutar un monitoreo periódico para establecer un balance del consumo de leña, con especial énfasis en los sectores y zonas geográficas más expuestas (sectores rurales de las Regiones IV, IX y X), con el fin de anticiparse a situaciones de déficit y orientar las futuras acciones. Además de coordinar las investigaciones a fin de encontrar fuentes alternativas de energía y propiciar la ejecución de programas de uso eficiente de la bioenergía.

Por el lado, del mejoramiento de la información la CNE debiera establecer una metodología homógenea y sistémica que permitiera un control permanente de los parámetros de consumo de dendrocombustibles, sobretodo en el sector rural y en los centros urbanos de mayor consumo del país. Es decir, establecer muestreos periódicos, sobre la base de viviendas debidamente identificadas, de manera de medir las fluctuaciones del consumo de acuerdo a variables asociadas, tales como el precio de la leña, de los sustitutos, la estacionalidad de la demanda, etc.

También es necesario determinar en forma específica los consumos registrados en el sector industrial, en forma especial en la Industria de Celulosa y Papel, distinguiendo y entregando los consumos por tipo de combustible (leña y licor negro).

Mención especial merece la necesidad de desarrollar estándares de equivalencia entre las diferentes unidades de medición en las cuales se verifica el consumo de leña, ello teniendo en cuenta los contenidos de humedad, puesto que por lo general ésta se consume verde (alrededor de un 30% ).

Finalmente, el contenido calórico de la leña debiera considerarse por su Poder Calorífico Inferior (PCI), lo cual no sucede pues la CNE utiliza en sus transformaciones el Poder Calórico Superior (PCS), con lo cual se sobreestima el consumo en Teracaorías entregado por la Comisión en el Balance Energético Nacional.

Bibliografía

COMISION NACIONAL DE ENERGÍA. Balance Nacional de Energía 1979-1998. Chile. santiago, Chile. 206 p.

DIAZ, F.; DEL VALLE, A. Fuentes y Usos de la Energía en el Sector Rural Pobre de Chile. Síntesis de ochos estudios de Caso. CIPMA, Informe de Resultados y Conclusiones. 1984. 37 p.

FRANCO DE LA, J.F. El Problema de la Dendroenergía en Chile y Proposición de Desarrollo. CONAF. Santiago, Chile. 1987. 64p.

INFOR; CORFO; COMISION NACIONAL DE ENERGIA, CNE. Evaluación del Consumo de Leña en Chile 1992. Santiago, Chile, INFOR. Informe Técnico N° 130. 1994. 52p.

INFOR. Estadísticas Forestales, 1998. Santiago, Chile. 1999. Boletín Estadístico N° 68. 127p.

INTEC-CHILE. Determinación de las Emisiones Contaminantes Provenientes de la Quema de Leña en el Area Metropolitana de Santiago. Informe Final. Santiago, Chile. 1992.

WRANN, J. Forestación con Especies Energéticas en la Zona Arida y Semiárida. En: La Problemática de la Dendroenergía en el Desarrollo Rural. Santiago, Chile. 1991. pp: 21-30.

www. cne.cl. Comisión Nacional de Energía/Balance 1999.

Anexo 1: Formulario de la CNE para el registro del consumo de energía de industrias de alta demanda

EMPRESA:

COMBUSTIBLES

UNIDADES

CONSUMO EN GENERACION ELECTRICA

CONSUMO EN OPERACION PLANTA (1)

CONSUMO EN TRANSPTE. EXTERNO DE PRODUCTOS

CONSUMO EN POBLACIONES

OTROS CONSUMOS (2)

TOTAL

DIESEL

             

PETROLEO COMB. 5

             

PETROLEO COMB. 6

             

IFO 180, IFOS (2)

             

GAS LICUADO

             

KEROSENE

             

KEROSENE AVIACIÓN

             

GASOLINA AVIACIÓN

             

NAFTA

             

GAS CORRIENTE

             

ELECTRICIDAD

             

GAS NATURAL

             

COKE

             

LEÑA

             

CARBON

             

OTROS:

             
               
               
               

(1) Incluir consumo en transporte interno de la planta (máquinas, camiones, tractores u otros)

(2) Especificar

COMISION NACIONAL DE ENERGIA

ESPECIFICACION DEL PRODUCTO

EMPRESA:

COMBUSTIBLE

UNIDADES

PODER CAL.

SUPERIOR

COMPRAS DE COMBUSTIBLES

STOCK

01 Ene.

STOCK

31 Dic.

CANTIDAD

EMPRESA (1)

CANTIDAD

EMPRESA (1)

CANTIDAD

EMPRESA (1)

CANTIDAD

EMPRESA (1)

DIESEL

                       

PETROLEO COMB. 5

                       

PETROLEO COMB. 6

                       

IFO 180, IFOS (2)

                       

GAS LICUADO

                       

KEROSENE

                       

KEROSENE AVIACIÓN

                       

GASOLINA AVIACIÓN

                       

NAFTA

                       

GAS CORRIENTE

                       

ELECTRICIDAD

                       

GAS NATURAL

                       

COKE

                       

LEÑA

                       

CARBON

                       

OTROS:

                       
                         
                         

COMISION NACIONAL DE ENERGIA

ESPECIFICACION DEL PRODUCTO

EMPRESA:

COMBUSTIBLE

UNIDADES

PODER CAL.

SUPERIOR

COMPRAS DE COMBUSTIBLES

STOCK

01 Ene.

STOCK

31 Dic.

CANTIDAD

EMPRESA (1)

CANTIDAD

EMPRESA (1)

CANTIDAD

EMPRESA (1)

CANTIDAD

EMPRESA (1)

GASOLINA 81

                       

GASOLINA 93 S/P

                       

GASOLINA 93 C/P

                       

DIESEL

                       

PETROLEO COMB. 5

                       

PETROLEO COMB. 6

                       

IFO 180, IFOS (2)

                       

GAS LICUADO

                       

KEROSENE

                       

KEROSENE AVIACIÓN

                       

GASOLINA AVIACIÓN

                       

NAFTA

                       

GAS CORRIENTE

                       

ELECTRICIDAD

                       

GAS NATURAL

                       

COKE

                       

LEÑA

                       

CARBON

                       

OTROS:

                       

(1) En el caso de los derivados del petróleo, colocar el nombre de la empresa vendedora si la compra es directa; colocar bomba si el producto es adquirido en estaciones de servicio.

(2) Especificar

Anexo 2

Tabla 1. Evolución Sectorial del Consumo de Dendrocombustibles (Miles de toneladas).

SECTOR

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

Industrial y Minero

• Cobre

• Celulosa y Papel

• Azúcar

• Pesca

• Industrias varias

• Minas varias

7

1.251

22

-

745

-

2

1.225

13

-

791

-

2

1.269

7

-

878

-

2

1.248

-

-

967

-

1

848

-

-

927

-

6

1.320

-

-

932

-

6

1.655

-

*

962

-

Total Industrial y minero

2.025

2.031

2.156

2.217

1.776

2.258

2.623

Comercial, Publico y residencial

• Comercial

• Público

• Residencial

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

7.748

-

-

7.746

-

-

7.902

Total Comercial, Público y Residencial

6.197

6.570

6.962

7.379

7.748

7.746

7.902

Consumo final

8.222

8.601

9.118

9.596

9.524

10.004

10.525

Centros de transformación

• Autoproductores de electricidad

• Servicio público

• Carbón y leña

516

-

1

563

-

2

683

-

-

911

-

-

814

122

-

1.135

89

-

1.027

84

-

Total en Centros de Transformación

517

565

683

911

936

1.224

1.111

Consumo total

8.739

9.166

9.801

10.507

10.460

11.228

11.636

Fuente: Balance Nacional de Energía 1979-1999.

Cuadro 2. Evolución Sectorial del Consumo Leña y otros (Teracalorías).

SECTOR

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

Industrial y Minero

• Cobre

• Celulosa y Papel

• Azúcar

• Pesca

• Industrias varias

• Minas varias

25

4.379

76

-

2.606

-

6

4.287

44

-

2.770

-

6

4.441

23

-

3.074

-

7

4.369

-

-

3.383

-

2

2.967

-

-

3.246

-

21

4.620

-

1

3.260

-

21

5.793

-

-

3.365

-

Total Industrial y minero

7.086

7.107

7.544

7.759

6.215

7.902

9.179

Comercial, Publico y residencial

• Comercial

• Público

• Residencial

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

27.117

-

-

27.113

-

-

27.658

Total Comercial, Público y Residencial

21.692

22.996

24.368

25.826

27.117

27.113

27.658

Consumo final

28.778

30.103

31.912

33.585

33.332

35.015

36.837

Centros de transformación

• Autoproductores de electricidad

• Servicio público

• Carbón y leña

1.805

-

5

1.971

-

6

2.390

-

3.190

-

2.850

427

-

3.970

313

-

3.595

294

-

Total en Centros de Transformación

1.810

1.977

2.390

3.190

3.277

4.283

3.889

Consumo total

30.588

32.080

34.302

36.775

36.609

39.298

40.726

Fuente: Balance Nacional de Energía 1979-1999.

17 En el período de elaboración del Balance de Energía en Chile (1979-1999) dos son los Censos utilizados como base, el de 1970 y 1990.
18 Organismo de fomento y desarrollo del la región del Bío-Bío.
19 Consumos registrados en centrales autoproductoras de electricidad en plantas de celulosa y papel.
20 Consumo de centrales autoproductoras de electricidad en plantas de celulosa y papel.
21 1 tonelada de leña equivale a 0,0035 Teracalorías.
22 Asumiendo que un 74% (tabla 5) corresponde a leña propiamente tal, con un peso específico medio de 785 kg7m3.
23 La forma tradicional de obtención de leña es por floreo, lo que implica cortar sólo aquellos árboles que serán destinados a tal uso, por lo tanto la superficie intervenida aumenta.
24 Se producen anualmente cerca de 4,5 millones de m3 de madera aserrada (INFOR, 1999), con un rendimiento de 60%.

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