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INTRODUCCION

Los árboles tienen un gran valor para muchas comunidades rurales de los países en desarrollo. De acuerdo con las circunstancias, los árboles pueden ser utilizados como leña para cocinar y calefacción, como madera en rollo para la construcción y cercas, como madera aserrada para usos en la vivienda, como alimento para la gente y forraje para animales, como sombra contra el sol y protección contra el viento, y en muchos casos, para estabilizar los suelos. Por desgracia, el valor potencial de la forestería en comunidades rurales, especialmente aquéllas que están en ambientes marginales, ha sido a menudo descuidado debido a la comprensión incompleta del cumplimiento de las prácticas de ordenación con las especies forestales destinadas a usos múltiples que podrían ser posiblemente utilizadas en beneficio del hombre pobre del campo.

Existe especialmente una necesidad de aumentar la información disponible sobre especies arbóreas de múltiple empleo para las regiones áridas y semiáridas del mundo, como las de América Latina, donde ya se presentan severos desajustes entre la demanda y la disponibilidad de recursos madereros. Los efectos de estos desajustes, que se están presentando cada vez más serios a medida que aumenta la presión demográfica, serán sentidos en última instancia en todos los aspectos de la vida rural. Además, el desgaste de la vegetación natural aumentará indudablemente la fragilidad ecológica, contribuyendo a una gradual degradación del recurso fundamental (Palmberg 1981).

Como reacción a lo anterior, se ha hecho necesario iniciar programas sea de conservación como de regeneración artificial para cultivar árboles destinados a usos múltiples en el nivel de las comunidades rurales. Siempre que sea posible, estos programas deberían concentrarse en la selección de especies arbóreas con las deseadas características de crecimiento y otros valores para cada localidad. Por ejemplo, las especies arbóreas del género Prosopis especialmente las especies de árboles que producen madera útil y forraje, son muy prometedoras para hacer plantaciones en las regiones áridas y semiáridas de América Latina. Tiene especial importancia el hecho de que un uso corriente de los Prosopis es como leña, que es un producto que frecuentemente tiene una disponibilidad limitada.

Las inversiones relativamente grandes requeridas por lo general para los programas de plantaciones hacen extremadamente deseable que se comience con semillas genéticamente y fisiológicamente buena. Se ha encarado la revisión de la literatura relacionada y de las prácticas corrientes que se refieren a la recolección, al manipuleo, almacenaje y tratamientos previos de la semilla de especies de Prosopis que serán cosechadas en América Latina bajo el Proyecto FAO/CIRF de conservación de los recursos genéticos de especies arbóreas de zonas áridas y semiáridas, a fin de elaborar manuales sobre estos asuntos a beneficio de los operadores.

El siguiente Manual se basa sobre dichas revisiones.


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