Rafael Puga y María Estela de León
Después de haber sesionado entre el 30 de septiembre y el 3 de octubre del 2002, los participantes en la reunión técnica del Segundo Taller sobre Manejo de las Pesquerías de Langosta en el Área de COPACO obtuvieron numerosos resultados sobre el estado de las pesquerías de langosta en la región.
Se destacó una vez más la importancia de este recurso para los países del área, ya que produce importantes ingresos en divisas y constituye fuente de empleos directos e indirectos para más de un cuarto de millón de personas.
Total de trabajadores: 253 300.
Entre los 10 principales países productores de langosta (Fig. 1) se captura el 93 por ciento del total de la región.
Figure 1. Principales países productores de langosta en la región
La figura 2 muestra que las capturas totales están por encima de las 33 000 toneladas desde 1984, oscilando alrededor de las 37 900 toneladas entre 1984 y el 2001, aunque se puede observar un descenso a 33 180 toneladas en el 2001, lo cual representa una caída del 12 por ciento en relación con el promedio. Esta disminución está determinada principalmente por Cuba, Bahamas y Nicaragua, ya que Brasil presenta capturas bajas desde 1998 (Fig. 3).
Figure 2. Capturas totales de langosta en la región
Figure 3. Capturas de países con descensos en el 2001
Figure 4. Capturas en regiones Norte y Centro Sur
La expansión de la pesquería a partir de 1984 se manifiesta principalmente en las regiones Norte y Centro Sur (Fig. 4) y está determinada en gran medida por Bahamas, Nicaragua y Honduras, mientras que en las otras regiones (Fig. 5), se observa una mayor estabilización alrededor del promedio desde 1970.
Figure 5. Capturas en regiones Centro Norte y Sur
La reunión concluyó que el estado del recurso es de plenamente explotado a sobreexplotado a todo lo largo de su rango de distribución, debido a: (1) la existencia de pesquerías artesanales en su mayoría con acceso abierto, lo que provoca altos niveles de esfuerzo pesquero y mortalidad por pesca; y (2) cumplimiento inadecuado de las medidas regulatorias en gran parte de los países del área.
Teniendo en cuenta el estado del recurso, se hicieron las siguientes recomendaciones para mejorar el manejo de las pesquerías.
Control y vigilancia: Todos los países deben esforzarse por asegurar el cumplimiento de las regulaciones a escala nacional y la harmonización de éstas con sus países vecinos. Los países exportadores podrán pedir colaboración a los importadores para el cumplimiento de las regulaciones.
Esfuerzo excesivo: Se debe considerar urgentemente la reducción del esfuerzo pesquero en la mayoría de los países.
Acceso abierto: En aquellos países en que no se pueda limitar el acceso a la pesquería, al menos se debe detener el crecimiento del esfuerzo.
Colecta de datos: Necesidad absoluta de implementar programas de monitoreo sistemáticos para conocer las tendencias del recurso y de la pesquería.
Información científica: Los países deben desarrollar capacidad de análisis de los datos colectados, para proporcionar la mejor información científica a los tomadores de decisión.
Apoyo político: Las instituciones científicas y de administración deben trabajar con los tomadores de decisión para asegurar el apoyo político a las medidas de manejo.
Políticas y planes de manejo: Se debe trabajar con todos los usuarios para desarrollar políticas apropiadas, y para su implementación en planes de manejo efectivos.
Comunicación: Es necesario comunicar la información sobre el estado del recurso, su importancia socio económica, sus planes de manejo y las responsabilidades de los usuarios, al público en general, a los grupos de pesca y a los tomadores de decisión.
Financiamiento para investigación, monitoreo y control: Teniendo en cuenta las altas ganancias generadas por esta pesquería, los países deben cubrir los costos e invertir la cantidad suficiente para asegurar los servicios que garantizan la sostenibilidad de la pesquería.
Además, los participantes en la reunión acordaron un conjunto de recomendaciones para la labor futura del Grupo de Trabajo ad hoc de la langosta del Caribe.
El Grupo de Trabajo ad hoc ha sido muy útil para promover el uso sostenible de la langosta a escala nacional y regional. Se recomienda que FAO y las autoridades nacionales continúen apoyando el funcionamiento del Grupo.
El Grupo de Trabajo puede ser útil para contribuir a que los países miembros acepten normas internacionales en sus pesquerías de langosta. Las decisiones tomadas dentro del Grupo pueden recibir mayor apoyo de los tomadores de decisión que las recomendaciones hechas solamente por instituciones nacionales.
Se consideró correcto el método de aportar apoyo técnico a nivel nacional, complementado por estas reuniones donde se exponen las recomendaciones técnicas a los tomadores de decisión de forma inmediata.
Se ha promovido un mayor sentido de pertenencia nacional al Grupo de Trabajo, para lo cual se eligió una presidencia entre los países participantes y se propuso la nominación de dos representantes permanentes por país.
El propósito del Grupo ha sido facilitar la integración del monitoreo, la revisión y la implementación de un manejo efectivo de la pesquería de langosta. Es esencial que el trabajo del grupo sea aceptado como una actividad nacional y no como algo externo a las responsabilidades y al presupuesto de los países.
Los países deben considerar el establecer grupos nacionales de trabajo vinculados al Grupo Regional, para aprovechar la experiencia de los individuos e instituciones que pueden contribuir con el manejo del recurso.
Se reconoció la importancia de la cooperación entre los países vecinos a nivel subregional. Los grupos subregionales pueden operar de conjunto con el Grupo Regional de forma planificada.
Se expresó preocupación porque el Grupo no estaba prestando suficiente atención a los países con poca producción. La reunión estuvo de acuerdo en que era un problema limitado por el presupuesto y se sugirió la interacción con otras agencias regionales para facilitar la participación de estos países.
