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EL GÉNERO PROSOPIS “ALGARROBOS” EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE. DISTRIBUCIÓN, BIOECOLOGÍA, USOS Y MANEJO. (continuar)

I.2.20 UBICACIÓN TAXONÓMICA

Nombre Científico: Prosopis juliflora (SW) DC.

Nombre común: “Casharo” (Jamaica), “Bayahonda”, “Mezquite” o “Ambrón” (Santo Domingo y Puerto Rico), “Algarroba” o “Mezquite” (México), “Carbón” (El Salvador) “Espinaruco” (Honduras), “Acacia de Catalina” (Nicaragua), “Algarrobo”, “Cují”, “Cují negro”, “Jaque blanco” y “Jaque negro” (Venezuela), “Cují”, “Maíz criollo” (Estado de Guarico), “Teste”, “Algaroba” (Brasil), “Acacia de Catarina”, “Algarrobo colorado”, “Algarrobo del Brasil”, “Aroma”, “Aroma americana”, “Aromo”, “Barbasco”, “Baron”, “Bate caixa”, “Bavahonda”, “Bayahonda”, “Bayahonde”, “Biia”, “Cambron”, “Carbón”, “Cashaw”, “Catzimec”, “Chachaca”, “Chucata”, “Cuida”, “Cuji amarillo”, “Cuji carora”, “Espino ruco”, “Ganda babool”, “Gandasein”, “Guatapana”, “Guisache”, “Haas”, “Honey locust”, “Huupa”, “Inda-a”, “Indju”, “Kuigi”, “Maíz criollo”, “Maje”, “Manca caballo”, “Mareno”, “Nacascol”, “Canasol”, “Prosopis de mexique”, “Taj”, “Tai” “Tepemezquite”, “Tintitaco”, “Toji”, “Trupillo”, “Ttahi”, “Upala”, “Visna”, “Wawabi”, “Yaga-bu”, “Yaque”, “Yaque blanco”, “Yaque negro”.

Sinónimo: Mimosa juliflora Swartz

Variedades: Prosopis juliflora var. juliflora
Prosopis juliflora var. inermis (H.B.K.) Burkart
Prosopis juliflora var. horrida (Kunth) Burkart

Familia: Mimosaceae (Leguminosae: Mimosoideae)

DESCRIPCIÓN BOTÁNICA

P.juliflora (Swartz) DC “algarrobo”, “mezquite” árbol de 6 a 20 m de alto, 20 a 150 cm de fuste; puede haber arbustos de 3 a 6 m de alto. Ramas con espinas geminadas o solitarias a veces ausentes y con raíces de crecimiento lateral. Las hojas bipinnadas medianas a grandes, 10 a 20 cm de longitud, amplias laxas, de igual longitud que las inflorescencias o ligeramente más cortas o más largas, generalmente con 3 pares de pinnas (2–4) por hoja, de 6 a 8 cm. de longitud, con 9 a 17 pares de folíolos, ligeramente pubescentes, distanciados de 4 a 8 mm, de forma oblonga, lineales, obtusos, submucronados de 5–15 mm de largo por 3–5 mm de ancho. Presenta glándulas verdosas con poro apical en la unión de las pinnas, igualmente glándulas más pequeñas en unión de los folíolos. Las flores, son de color blanco verdosas, cáliz pentadentado, con pétalos libres, lineal agudos, 3 mm de longitud, 10 estambres libres, ovario estipitado, estilo filiforme; inflorescencia en racimos espiciformes, 9 a 17 cm de longitud.

El fruto carnoso, y dulce, de color amarillo paja o amarillo marrón, comprimido, recto, extremo falcado, estipitado de 16 a 28 cm de largo por 1,4 a 1,8 cm de ancho por 6 a 10 mm de espesor.

Las semillas son ovaladas pardas, 6 mm de longitud por 5 mm de ancho. En el atlas cromosómico de plantas con flores, P.juliflora figura con X igual 13, 14 cromosomas, también con 26, 52, 56 números cromosómicos.

P.juliflora es vulgarmente llamado en Perú “algarrobo cholito”, por no ser encrespado.

P.juliflora var.juliflora

En Piura, Tumbes y Motupe se han colectado ejemplares de “algarrobo pava”, nombre vulgar en esas regiones, cuyos frutos cuando están verdes son de color morado, cuando maduran se tornan paja o marrón. Las descripciones de tales ejemplares corresponde a P juliflora var. juliflora, según la clave Burkart-Simpson; Celis (1995).

P.juliflora Var. horrida

Es un árbol o arbolillo de 3–7 m de alto, con tronco erguido, de 40 a 50 cm de diámetro, ramoso, ramas ascendentes o flexuosas, cinereas, espinosas o inermes; las espinas geminadas, axilares, divaricadas de 15 a 35 mm de largo. Hojas de 5 a 14 cm de largo, con 3–4 hojas por nudo, a veces 1 6 2. El pecíolo de 15–40 mm de longitud. Pinna de 5 a 14 cm de largo con 12–16 pares de folíolos. Folíolos conspicuamente separados de 8–19 mm de largo por 2–7 mm de ancho, elípticos, mucronados, cinereo-villosos; raquis y nervios reticulados prominentes. Las flores en racimos de 6–11 cm de longitud, amarillentas, con cáliz de 1–1,2 mm de largo, corola de 2–2,5 mm de largo; estambres de 4–4,5 mm de longitud, estilo de hasta 3 mm de largo. Pedicelo de 8–25 mm de largo. Los frutos son legumbres de 10–25 cm de largo por 10–16 mm de ancho y 4–9 mm de grosor, comprimido, usualmente falcado, raramente recto, submoniliforme, amarillento. Glándula interpeciolar pequeña, cupuliforme, sésil, parda con poro apical; Burkart (1976)

Descripción Microscópica de la madera:

Según Gomes, Muñíz (1988) los vasos constituyen el 18% del volumen total aproximadamente, difusos, porosos. Con la línea vascular irregular a ligeramente tortuosa en la vista tangencial; de pocos a numerosos (2-14-12/mm2); principalmente solitarios, a menudo geminados, pocos múltiples radiales de 3–4 vasos y en racimos. Cuando son solitarios, tienen una sección cruzada redonda u oval, poligonal en los múltiples; el diámetro tangencial de pequeño a grande, con 80-190-240 μm; las paredes más espesas (2,5-10-12 μs), elementos del vaso muy cortos a cortos (40-207-300 μm). Sin apéndices o presenta uno en el extremo, corto (30-40-70 μm). Las paredes internas del vaso delgadas, con estrías irregulares. La superficie de la perforación simple, transversa en los vasos más grandes a ligeramente oblicua en el más pequeño. Los vasos del duramen a menudo lleno con resina como inclusión orgánica. El espacio intervascular pequeño (2,5-6-8 μm), ovalado forma lenticular, horizontal a las aberturas ligeramente oblicuas, a menudo corto-coalescente a 3 hoyos. Los hoyos de los vasos del parénquima son similares a los del espacio intervascular.

Parénquima Axial: no abundante, constituyendo aproximadamente el 6% del volumen total; típicamente paratraqueal, fluído; también con la presencia de parénquima apotraqueal difuso y escaso. Las células de parénquima fusiforme seriado, 24 células (100-190-245 μm alto y 12-27-35 μm a lo ancho). Cristales de oxalato de calcio solitarios, en la serie del cristalífero vertical, frecuentan el parénquima entero.

Los rayos: constituyen el 18% del volumen de madera; homogéneo, principalmente normales, a veces agregados o fundidos; pocos de 5-7 - 10/mm. Rayos uniseriados muy estrechos (5-8-12 μm y sumamente bajo (25-62-150 μm), 2-5-8 células. Los rayos multiseriados sumamente escasos a escasos, 130-403-900 μm y 10-30-130 células alto, 2-5-8 células (20-40-70 μm) extendidas. Ocasionalmente con pequeños cristales de oxalato de calcio solitarios en las células procumbentes.

Fibras: el tejido fibroso es abundante, constituyendo 48% del volumen de madera aproximadamente, en bandas tangenciales regulares. Fibras libriformes, sin separaciones, a menudo gelatinosas; sumamente cortas a cortas (620-1000-1228 μm); 10-13-18 m de diámetro estrecho; las paredes muy espesas (1,5-2,54.5 μm).

BIOECOLOGÍA

Es un árbol que crece rápidamente, se distribuye desde la orilla del mar hasta los 700 m de altura. Se encuentra en regiones con precipitaciones entre los 150 y 1.200 mm anuales. El mejor desarrollo productivo de vainas ocurre en regiones que presentan temperaturas medias anuales superiores a 20°C y precipitaciones entre 250–500 mm, y humedad relativa entre 60–70%. Resiste largos períodos de sequía, incluso períodos secos superiores a nueve meses. Es sensible a las heladas en estado de plantín.

Crece en diferentes condiciones naturales de suelos, incluso rocosos, arenosos o salinizados, por eso es muy útil para fijar arenas. Se desarrolla bien en suelos ricos en nutrientes minerales, presentando buena producción de vainas en suelos con presencia de calcáreo. Sin embargo, se deben evitar las plantaciones en suelos extremadamente planos e inundables, con el objeto de evitar problemas de caída de los árboles que se generan en estos casos. El valor del pH del suelo en que se encuentra varía entre 5,0 y 8,0. No tolera arcillas muy pesadas.

Se desarrolla bien en suelos aluviales o depósitos de arena y arcilla que se forman en las riberas de los ríos, siempre que no sean inundados, encontrándose plantaciones desde el nivel del mar hasta altitudes de aproximadamente 1.000 m. Ribaski-Lima (1997). Vive muy bien en suelos áridos y estériles a los que mejora y facilita la introducción de otros cultivos, por ejemplo, tunas, maíz.

En México P.juliflora se ha establecido a lo largo de drenajes, donde las lluvias son menores a 150 mm; sin embargo, puede crecer en lugares con lluvias superiores a 750 mm anuales. Es resistente a las heladas.

Prospera bien en pleno sol desde la germinación, compitiendo airosamente con pastos y arbustos. Las ramas inferiores no soportan la sombra de las ramas de las superiores y para tener luz tienden a alargarse lateralmente, originando la copa aparasolada. Las ramas inferiores que no reciben buena luz mueren, a esto se le llama “desrame natural”; si no se las corta permanecen por varios años.

En un experimento realizado en Lambayeque, Gallo (1982), en cultivo asociado con sorgo, se probó un fertilizante nitrogenado a dosis de 120 Kg/ha, con 82 gr/planta. Los resultados mostraron respuesta desfavorable a la fertilización con nitrógeno en los suelos de mayor concentración salina, porque la urea aumentó la salinidad.

La altura y forma de ramificación no se han correlacionado con la cantidad de follaje. La variabilidad es grande tanto entre especies como entre variedades.

En las costas tropicales P.Juliflora aparece como arbustivo o rastrero y de no más de 2 metros de altura, se presentan como arbóreos entre 10–12 metros de alto donde hay humedad, pero en las zonas muy secas son árboles pequeños o arbustos de 1–2 metros siendo los más importantes soportes de la parte más alta cima de los montículos de arena.

La forma varía con las condiciones de humedad. Fisher et al (1959). Si se ramonea y las ramas superiores de la corona son eliminadas, rebrota de yemas subterráneas o de las de posición más baja de la corona. En áreas planas de buena profundidad y roca madre calcárea los mezquites son arbustitos de 1,2 a 1,4 m de altura, y la uniformidad en altura es remarcable. En general sólo se debe a que tienen uniformidad de edad y desarrollo contemporáneo; estas formas se llaman mezquites rastreros si las ramas son reducidas por el ramoneo del ganado. Si se ramonean todas las ramas de los especímenes rastreros y queda una rama solamente, ésta crece y desarrolla un árbol.

En regiones caracterizadas por un marcado déficit hídrico, baja fertilidad y suelos desgastados, las hojas de los árboles son un indicador muy sensible de la variación de nutrientes.

Hoyle y Mader (1964), en P glandulosa, observaron que las características de crecimiento diferentes parecen ser correlativas con el estado nutritivo del árbol, la altura en relación a los niveles del calcio; el área basal con el nivel de potasio y volumen con la humedad de la tierra.

Sharma (1984), trabajando con P. Juliflora, encuentra correlaciones entre el nutriente foliar y la capacidad de intercambio catiónico de la tierra. Los análisis evidenciaron la capacidad de la planta de tolerar la salinidad.

Drumond (1988) realizó análisis foliares en especies del género Prosopis en la región semiárida de Brasil. Con respecto al Ca, P. Juliflora y P. pallida exhibieron concentraciones de 1.860% y 1.628%, respectivamente, superior a las otras especies, pero debajo de la media mencionada por Aguirre y Wrann (1985) para P.tamarugo. Este elemento es considerado inmóvil en el tejido de la planta, y se encuentra en cantidades considerables en la pared celular. Posiblemente pueden correlacionarse las concentraciones de este elemento con la calidad de la tierra.

El magnesio en P.juliflora está presente en una concentración significativamente más elevada que en otras especies, con 0.744%, esto indicaría que posee una gran capacidad de extraer este elemento de la tierra. Los 251,9 ppm de manganeso encontrados en P. Juliflora son significativamente más altos que en las otras especies.

Haag et al (1976) expresan que los niveles altos de Mn en las plantas está asociado con la acidez del suelo, en las zonas altas. P.chilensis presentó una importante concentración férrica (105.7 ppm) comparado con las otras especies, y con el valor informado para las mismas especies por CORFO (1985). Para las condiciones semiáridas de Brasil, está considerada como una especie de rápido crecimiento, alcanzando a los ocho años de edad una altura promedio de 6,5 m y producción de 10 m3 de leña, lo que equivale a 27 tn/ha.

Por lo que se refiere al volumen, P.juliflora muestra el desarrollo bueno a dos años de edad, con 0.03009 m3 has/árbol, apareciendo como una especie con gran potencial para la región cuando se lo comparó con la productividad de las especies remanentes CORFO (1985).

Se observó que P. Juliflora presenta los volúmenes más bajos de N, P, y K, junto con la productividad más alta en el volumen de madera, sugiriendo que esta especie es más eficaz en la utilización de nutrientes que las otras especies con las que se las comparó; Drumond (1988). Florece a partir del cuarto año de haberse establecido. El proceso de floración es muy variable, en un mismo árbol se presentan frutos maduros y verdes e inflorescencias simultáneamente. Se dice que el tiempo desde la floración hasta la fructificación dura tres meses, lo que representa una actividad constante de seis meses. Los hábitos de floración cambian cuando se introduce una especie a un ambiente diferente al de su origen, por ejemplo, P. juliflora que fue introducido en India, se ha convertido en una especie prolífica al producir flores dos veces al año; febrero-marzo, agosto - setiembre.

Burkart-Fernández (1963) escribían que las flores de este algarrobo son bastante melíferas. Calculan que de un árbol de P.juliflora, las abejas pueden extraer néctar para más de un kilogramo de miel. En una hectárea las abejas podrían encontrar materia prima para hacer unos 20 kilos de miel. En la región semiárida del norte Brasileño, este árbol constituye un soporte importante en la industria apícola.

Sánchez (1984) cuantificó el número de flores por inflorescencia como máximo 344 y mínimo 237, con un promedio de 304 flores. Otros autores encontraron que el número de flores por inflorescencia es de 269 a 456, mientras la longitud de inflorescencia varía entre 7,09 a 14,08 cm. Este análisis muestra que la longitud de inflorescencia y número de flores por la inflorescencia variaron los dos dentro de y entre los árboles.

La hibridación a veces no ocurre porque hay diferencias en los tiempos de floración, por ej. P.alba en Córdoba, Argentina, florece 15 días antes que P.chilensis.

En Chile, la producción de frutos se presenta de febrero a abril, y en Perú de diciembre a marzo, más agosto. En México, de agosto en delante. En Brasil hay árboles que fructifican al segundo año de sembrados, casi siempre al inicio del tercer año, esto depende de varios factores; puede ser el buen tratamiento de las plantas, pero el ambiente también tiene gran influencia.

En cuanto a la producción de frutos, en una experiencia en EE.UU., P.juliflora en campos naturales llegaron a producir 8.700 Kg/ha. Y en cuanto a la producción de semillas, 10.000 a 30.000 semillas por kilo.

La cantidad de frutos por inflorescencia normalmente observada en las poblaciones de P.juliflora son de 1 a 3 para un número alto de flores.

Otro aspecto sería la presencia de agentes polinizadores en el momento de mayor viabilidad del polen. Bawa y Webb (1983) llegan a la conclusión de que, posiblemente, en el caso del género Prosopis, puede existir una restricción física, es decir el tamaño del ovario o del tubo polínico que varía de flor en flor.

Tomando como base el número total de flores por inflorescencia y la cantidad de frutas que produjeron, fue encontrada una eficiencia de polinización de 1,48%.

Si a la falta de sincronización entre la descarga del polen y el período de recepción de polen, se agrega la ausencia de agentes polinizantes en el momento de antesis, se puede afectar la eficacia de polinización dramáticamente; Pires (1988).

La existencia de variabilidad genética en una población y el conocimiento son indispensables para el éxito de programas de mejora. El hecho de que la gran mayoría de las especies del bosque son algarrobos, junto con la existencia de mecanismos de auto-incompatibilidad, asegura que estas especies tengan una gran variabilidad genética. Esta variabilidad, según Sluder (1970), es debida al considerable flujo de polen, que normalmente tiene lugar dentro de y entre las poblaciones del bosque. Por otro lado, la acción humana aplicando la selección recurrente, reduciendo en cada generación el número eficaz de individuos de la población, así como a través de la alteración medioambiental, tiende a reducir la variabilidad genética de las poblaciones. Namkoong et al (1983), arriesgándose la mejora genética futura.

Como sugiere Lindgren (1969), las poblaciones con una base genética estrecha pueden mostrar la variabilidad como resultado de los niveles diferentes de producir exhibidos por los individuos que los hacen; esta variabilidad tiende a desaparecer en las poblaciones adultas, debido a los efectos de competencia y de otras fuerzas de selección.

P. Juliflora exhibe gran variabilidad fenotípica en su rango natural de distribución en lo que se refiere a su forma, producción de biomasa, producción de frutos y características de los mismos. Sin embargo, en ningún estudio se ha informado sobre la variabilidad genética presentada por esta especie en su área de distribución, como nativa, a pesar de que se considera por sus rasgos económicamente importante.

Pires y Kageyama (1988) estudiaron la caracterización de la base genética de una población introducida en el nordeste de Brasil, en dos situaciones distintas: Soledade y Coicó. La especie en cuestión es P.juliflora (Sw) DC, según la clasificación del profesor Arturo Burkart, del Instituto de Darwinion, Argentina, citado por Azevedo (1982). También se observaron las variaciones fenotípicas, en la forma del tallo, la presencia de espinas, y rendimiento de frutos y tamaño; Gomes (1961); Azevedo (1982).

La variación genética para la altura de la planta entre las descendencias fue positiva a los seis meses de edad y se tornaba negativa en ambas, en evaluaciones subsecuentes, probablemente como resultado de los posibles efectos del vivero. La variación negativa también ocurrió para la altura de plantas y el diámetro medio de corona. Estas variaciones negativas, sin embargo, pueden considerarse igual a cero.

En lo relativo a heredabilidad, las poblaciones exhibieron valores que van de 0.00% a 7.00% para todas las características. En cuanto a las descendencias, las heredabilidades mostraron valores que van de 0.00% a 17.00%, mientras se considera despreciable la heredabilidad obtenida para la altura a los seis meses de edad.

El coeficiente de la variación genética se expresó como el porcentaje de la media general para cada característica. Es un parámetro extremadamente importante para entender el genotipo de una población, como la cantidad de variación que existe entre las familias. Basándose en estos resultados, se concluyó que la población de P.juliflora bajo estudio exhibe la variabilidad genética nula para la altura de la planta entre las descendencias, mientras para el diámetro en la base y el diámetro a la altura del pecho, crecimiento, los coeficientes eran intermedios. Sin embargo, en relación a las heredabilidades bajas observadas, no habría posibilidad de obtener mejoras genéticas significativas.

Puede inferirse por los resultados que la población en cuestión tiene una base genética estrecha.

Al intentar la selección en una población de base genética estrecha, hay un gran riesgo fenotípico, ya que se seleccionarán las plantas superiores. Por otro lado, en una población donde los individuos tienen niveles diferentes de producción, la selección podría estar favoreciendo a aquellos con más bajos coeficientes de endogamia..

La dominancia apical es pequeña y los usos múltiples de las especies requieren una definición de las características, la mayoría adecuadas para expresar su variabilidad genética, así como para el desarrollo de métodos convenientes para evaluarla.

La proporción entre la variación dentro de las familias y la variación medioambiental entre las parcelas parece apropiada para definir el sistema reproductor y la base genética de especies del bosque.

Los resultados obtenidos de estos ensayos y la ocurrencia extendida de las especies en el nordeste de Brasil, hacen pensar en un aumento fuerte en el grado de parentesco de cada generación sucesiva; Pires, Kageyama (1988).

En cuanto a la multiplicación vegetativa de P.juliflora, en la India se ha experimentado con estacas y su crecimiento es rápido y con diversos tamaños de tocones. Se encontró que los tocones con diámetro de cuello de 1,5 cm, tallos de 2,5 cm y raíces de 17.5 cm fueron óptimos para plantaciones.

Souza (1983) reporta que trabajando con P.juliflora, utilizando material proveniente de brotes de cepa y estacas de 10, 15 y 20 cm de tamaño, y diámetros de 2,37; 3,30; 4,39 y 6,91 cm encontró que con estacas de 15 cm de tamaño por 4,39 de diámetro se obtuvieron resultados del 70% de enraizamiento. Asimismo, cuando se aplicó AIB en estacas de 15 cm de tamaño y 4,39 cm de diámetro provenientes de ramas de la copa con 100% de hojas y una concentración de 2.000 ppm se alcanzó el 75 % a 95% de enraizamiento. Cuando se tomaron estacas con dos yemas en la parte aérea y una yema en la parte subterránea y se aumentó la dosis de AIB, se logró menor porcentaje de enraizamiento. Los resultados obtenidos sugieren que utilizando AIB asociado a la intensidad de hojas influye en el enraizamiento. Flores (1987); Sandys- Winsch y Harris (1991); utilizando estacas de 30 cm y 1–2 cm de diámetro, de árboles de 15 años de edad, lograron un 97% de enraizamiento en las estacas.

Con respecto a sistemas biotecnológicos para la propagación en P.juliflora, Ramawat y Nandwani (1991) informan sobre la formación de brotes múltiples en secciones nodales en presencia de BA (0.25 μ). En el caso de la iniciación de callos en P.juliflora, los mismos autores, indican que, si bien los ácidos fenoxiacéticos, 2,4 diclorofenoxiacéticos y 2,4,5, triclorofenoxiacético fueron los más activos en la inducción de callo, no permiten su mantenimiento, decayendo posteriormente a pesar de diferentes medios de subcultivo ensayados.

La movilidad del mezquite obedece a la habilidad de las semillas de pasar a través del tubo digestivo de los animales que lo pastorean.

Se propaga naturalmente por semilla. Su dispersión natural ocurre a través de las heces de los animales, principalmente bovinos, después de comer sus frutos. En áreas más húmedas, esta propagación es intensa, ante condiciones ecológicas favorables. Para evitar el inconveniente de la proliferación indeseable de esta especie, se sugiere suministrar vainas a los animales, después de su trituración en máquina forrajera, bajo la forma de salvado.

Las condiciones de humedad de ese suelo permiten la germinación de las semillas con cierta facilidad, lo que no acontece en las regiones secas. En Brasil, en el nordeste, en las áreas de escurrimiento, se ha naturalizado formando bosquecillos ribereños donde el algarrobo fuera cultivado por primera vez, sin embargo no es considerado una plaga.

Los investigadores de la Universidad Federal de Río Grande do Norte estudiaron el valor nutritivo de P.juliflora, con vistas a la aplicación subsecuente de sus resultados para mejorar la situación del presente de la región.

Se intentó reproducir en laboratorio la situación de personas afectadas de desnutrición utilizando ratas a las que se provee como alimento P. Juliflora, y se contrastó con ratas alimentadas con caseína. Se evaluaron los resultados a través de ganancia de peso y análisis de proteína plasmática.

Los animales de laboratorio usados eran ratas blancas, masculinas de tres meses de edad, con un peso medio de 376,5 g, todos de cría propia, y se repartieron en tres grupos de 15 animales cada uno, en jaulas individuales.

El estado de desnutrición era inducido por medio de una dieta no-proteica y dos dietas hipoproteica basadas en frijoles y caseína.

La ingestión de estas dietas provocó el movimiento inmediato de tejido, con la pérdida de peso consecuente. Ratas alimentadas con la dieta no-proteica perdieron un 26% de su peso en 24 días, y las ratas alimentadas con las dietas hipoproteica, con la restricción, perdieron casi el 20% de su peso original en 36 días.

Los coeficientes de eficiencia de proteína obtenidos con P. Juliflora no difirieron significativamente entre los tres grupos experimentales (0,99; 1,12; 1,22), mostrando eso bajo todas las condiciones de desnutrición, era capaz de cubrir a los animales desnutridos satisfactoriamente, con 68% de la eficacia de una proteína completa como la caseína.

Los resultados positivos de estos ensayos biológicos, aunque no directamente aplicable a las normas humanas, nos hacen pensar en la conveniencia de usar harina de vainas de P. Juliflora para los habitantes de la región como un recurso de comida válido. También puede ser considerado como una solución de la emergencia en los casos de sequía prolongada y como una opción nutritiva bajo las situaciones normales para las zonas semiáridas del nordeste de Brasil, para la que la sugieren los autores, Farias G.M. et al (1988), y en otras regiones del mundo con las mismas restricciones.

En Estados Unidos se considera que puede ser una planta invasora; allí, los algarrobales pertenecientes a la especie Prosopis Juliflora, presentan tamaños bajos, muy espinosos y los frutos son poco dulces. Estas formas ya fueron consideradas variedades y registradas con los nombres de Prosopis juliflora Var Velutina; P.juliflora Var torreyana; y P.juliflora Var Glandulosa.

ORIGEN Y DISTRIBUCIÓN

Se desarrolla naturalmente en México, América Central hasta Panamá y Antillas, y en el norte de América del Sur en Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú.

Además de su región de origen, ha sido introducida para cultivos de forraje y madera en Antillas, Haití, Brasil, Sudán, regiones del Sahel, Sudáfrica y en Asia, especialmente en India. En la región del Caribe presenta características de planta invasora y se desarolla en numerosas islas; en algunos casos, como Aruba es el único elemento arbóreo nativo. Sin embargo en Hawai algunos la consideran maleza, pero otros autores estiman en 20.200 hectáreas de árboles de los más valiosos de las islas.

Según la referencias del señor J. Maeda Asencio (1987), en uno de los bosques costeros más grandes del Perú, “una enmarañada selva de algarrobos es atravesada por el río. El lecho a menos de 1 km se yergue retorcido pero majestuoso. Un algarrobo viejísimo, que a pesar de su antiguedad continúa en producción, habiendo renacido nuevas ramas de su tronco original, se arrastra por el suelo, su fuste tiene 2 m de diámetro”; y opina que puede tener 1.000 años o más. Igual opinión tienen las personas que visitan el santuario, único en su género. El “algarrobo milenario” recibe adoraciones tradicionales antiguas; los devotos lo llaman “algarrobo del calvario”, por los cruces naturales que se ven en sus ramas.

P. Juliflora var. horrida: es endémica de la sabana de la Costa Norte del Perú, entre los 180 y 700 m de altitud sobre el nivel del mar.

En los herbarios revisados constan muy pocos ejemplares, colectados en Pucará, Chamaya, Jaén, Bagua, Lambayeque, Morrope, Sullana, Talara, en Perú. También se ha constatado y colectado en la cuenca del Río Marañón entre los 300 y 1.200 msnm, y en los afluentes Huancabamba, Utcubamba y Chinchipe. En Olmos se han observado individuos que van aumentando hacia el norte y, desde el valle de Piura a Zarumilla la especie es dominante sobre P. pallida; Celis (1995).

En México, es la especie más importante por su extensión y usos, ocupa casi todo el territorio mexicano, partes bajas de la península en llanos, sobre pendientes inferiores montañosas y a lo largo de corrientes de agua y arroyos.

En Brasil es cultivada en la región nordeste con incentivos del Gobierno Federal, ocupando un área superior a 100 mil hectáreas. Las áreas de expansión natural son regiones ribereñas de orillas de ríos y localidades con napa freática más cercana a la superficie.

Fue introducida en la India en 1877, y nuevamente en 1913, en muchas zonas áridas y semiáridas de Ragasthan con gran éxito. El gobierno de esa época lo declaró “Planta Real” en 1949, exhortando al público a protegerla, estimularla y sembrarla en grandes extensiones, llegando a ser la planta más versátil para forestación de dunas móviles, arenales costeros, cerros erosionados, ribera de ríos, terrenos salinos, pastizales secos degradados y terrenos baldíos.

USOS Y CALIDAD DE FRUTOS

Es un árbol que proporciona buena sombra, se lo usa como ornamental por la delicadeza de su follaje.

La madera, aunque de excelente calidad por su grano fino, compacta y de bellos colores, no es utilizada más que en artesanías o como estantes, porque los troncos son muy irregulares. En Venezuela tiene gran demanda como combustible en las áreas rurales por su alto valor calórico y la escasa producción de cenizas. También produce un carbón de primera calidad, que da un sabor agradable a las carnes; Felker et al (1981). Presenta albura amarilla pálido, duramen rojizo amarillento o rojo, vinoso, compacto-elástico, no muy pesada, dura pero fácil de ser trabajada; Celis (1995). Es durable siendo utilizada para tutores, puentes, tablas, durmientes, varas para cercas, leña y carbón; Ribaski-Lima (1997). También la cáscara se usa para curtiembre, y un exudado de goma resinosa de color amarillo hace las veces de goma arábiga. En referencia al contenido de taninos, según Simpson (1977) se ha determinado en raíz: 6,7%, en corteza: 3–8,4% y en madera seca: 0,9%, que se utilizan con diversos fines.

En la India, la madera dura de P.juliflora se utiliza como combustible. Se puede producir de tronco y ramas aproximadamente 100 kg de leña por árbol, en rotaciones de 10 años. La madera también se usa para calzaduras de calles, estacas para cercas con alambre, ruedas, etc. El P.juliflora exuda una goma de las alburas y se usa en encolado de papel, impresión de estampados y cosméticos.

La productividad maderera varía de 1,0 a 9,0 tn/ha/año, según el tipo y la calidad del lugar donde la especie sea plantada. Los mejores rendimientos son obtenidos en suelos de cañada; Ribaski-Lima (1997).

Es considerado de uso múltiple, siendo sus frutos importante fuente de carbohidratos y proteínas, principalmente para las regiones más secas. La pulpa de los frutos es dulce y las semillas concentra cerca de 34–39% de proteínas y 7–8% de aceites.

Para alimentación humana se utiliza en la fabricación de harinas y mieles, en reemplazo de algunos alimentos convencionales, como harina de trigo, café y azúcar.

Como forraje, las vainas poseen cerca de 8 a 10% de proteína bruta y digestibilidad sobre 74%. Para las hojas, de baja palatabilidad, la cantidad de proteína es de 18%, digestibilidad 59% y tanino 1,9%.

También se ha demostrado la producción estabilizada de follaje durante la sequía, porque esta planta puede modificar la presión osmótica interna y aprovechar al máximo el agua presente en el suelo, aun cuando existan en el suelo contenido de sales o problemas calcáreos; López Villagra (comunicación personal). Se incrementa la cantidad de proteína y la digestibilidad de las pasturas asociadas a plantaciones de P. Juliflora. como ocurre con otras especies de Prosopis.

En México, se extraen de las hojas de P.juliflora sustancias medicinales, por ejemplo, principios de vinalina, que son usados en medicina como antimicrobianos. Según Muthana, las vainas son transformadas en harina gruesa, se extraen las semillas y se hace fermentar para obtener una cerveza suave y agradable.

En Brasil, las hojas hervidas se utilizan para curar ojos, a manera de colirio. En algunos lugares de Perú se usa para curar catarros y gripes. También los frutos se usan en este lugar como medicina popular: cocidos sirven para disolver cálculos vesiculares.

Se ha citado en Perú con variados usos medicinales, como por ejemplo el jugo se usa en casos de cáncer, también como purgante, para dolores de estómago, escalofríos, diarrea, disentería, excrecencias, ojos, gripe, dolor de cabeza, ronquera, inflamación, comezón, sarampión, garganta, y heridas; Lewis (1977). Los extractos acuosos y alcohólicos son notablemente antibacterianos. University of Arizona (1972).

La harina de P. Juliflora está en venta en las farmacias en Santa Cruz, ya que restaura estímulo del sexo masculino. El jarabe es considerado bueno para aumentar la lactación. Se usa el jarabe para los problemas de expectoración. El té hecho de las vainas es considerado bueno para las perturbaciones digestivas y lesiones de la piel; Gomes de Azevedo Rocha (1988).

Las vainas eran usadas por los indígenas del norte del Perú para hacer pan, y se afirma este uso señalando el alto valor nutritivo del pan hecho a partir de las vainas secas y molidas. Menciona también las propiedades del fruto para disminuir la sed, así como las propiedades del exudado gomoso del tronco, que son muy semejantes a las de la goma arábiga; Celis(1995).

En Perú se usa una infusión concentrada de las vainas de P.juliflora en la preparación de una bebida llamada “algarrobina”, y como jarabe dulce en jugos de fruta por su alto contenido de azúcares; NAS(1979).

El valor nutritivo y la digestibilidad de las vainas molidas son comparables a los de heno de alfalfa, sin embargo, es necesario que sean procesadas para prevenir problemas en los vacunos. Se comprobó que el agregado de hasta un 30% de una mezcla de semillas de Mangifera indica, Cassia tora y de vainas de P. Juliflora y de algas marinas al alimento concentrado para animales de baja producción, no afectó ni el rendimiento ni la cantidad de la leche. Aunque el agregado de 45% de P. Juliflora al alimento concentrado para toros produce trastornos metabólicos en la captación del fósforo; si sólo se incorpora hasta un 20% de frutos de cuji, no se detectan efectos adversos en el metabolismo de los nutrientes. Los frutos de cuji pueden sustituir a los de cebada en la alimentación de ovejas, ya que los aumentos de peso, al menos en 10 semanas, son similares; Díaz (1954).

Composición en porcentaje de frutos de P.juliflora y harina sobre peso seco:

ComponenteFrutosHarina
Humedad12.29.7
Proteínas12.421.8
Lipidos1.35.2
Fibras22.019.2
Cenizas3.23.3
Carbohidratos48.940.8

Fuente: Negreiros 1992.

Composición de aminoácidos esenciales de harina y frutos de P.juliflora.

AminoácidosHarina de frutosTotal en frutos
Isoleucina3.073.56
Leucina6.677.86
Lisina3.755.04
Met + Cist.2.644.73
Fen + Tir6.727.21
Treonina2.953.03
TriptofanoND2.23
Valina3.755.85
Histidina2.922.00
Arginina10.85---

Fuente: Negreiros 1992.

En Perú, las vainas se usan en las raciones concentradas a una proporción de 40–60%. Son incluidas en las raciones para los ganados de carne, mulas y aves. En Hawai es también muy valorado para las vacas, las aves y cerdos.

Composición Química:

ParteProteína
(g)
Grasa
(g)
Carboh.
(g)
Fibra
(g)
Cenizas
(g)
Ca
(mg)
P
(mg)
Flor21.03.265.815.510.01,310400
Hojas19.02.969.621.68.52,080220
Frutos13.93.078.327.74.8----
Semillas65.27.821.82.85.2  

Fuente: FAO 1980.

P.juliflora ha sido introducido en el Sahel y se ha convertido en una fuente de forraje, ya que se utilizan sus frutos y follaje durante la estación seca como diferido, al tiempo que sirve como barrera contra vientos y para estabilizar dunas. Se utiliza para la alimentación humana y animal. Nobre (1981) asevera que en valor alimenticio, los frutos de este algarrobo igualarían a los de cebada y superan a los de avena, pero son inferiores a los de maíz.

En Brasil, los frutos de P. Juliflora son cosechados y procesados una vez secos. Contienen aproximadamente 17–19% de humedad y deben ser guardados en un lugar seco y ventilado. Se pasan luego a través de una trilladora estándar y luego los trozos son sometidos a un proceso de secado de 4–6 horas. Después del secado, 16–18% del producto que tiene fibras largas es utilizado directamente para alimento de rumiantes. El resto se mezcla con otros elementos para alimento de rumiantes, monogástricos y algunas veces aves.

La producción de vainas comienza a partir del segundo año, en plantaciones del Nordeste del Brasil, extendiéndose económicamente, hasta los 30–40 años de edad. La producción varía entre 2 a 8 tn/ha/año, dependiendo de la zona bioclimática en que son cultivados y cómo son manejados. Los algarrobales, a los quince años de edad, pueden presentar una producción promedio de 70 kg de vainas por árbol.

Para las condiciones semiáridas de Brasil, está considerada como una especie de rápido crecimiento, alcanzando a los ocho años de edad una altura promedio de 6,5 m y producción de 10 m3 de leña, lo que equivale a 27 tn/ha.

Para Prosopis juliflora y otras especies, Paulo C. Lima (1986), en una experiencia en el trópico semiárido en Petrolina, Brasil, da los siguientes resultados. Ubicación geográfica y características: 365 m de altitud, latitud 09° 09'S y longitud 40° 22'W con una precipitación media de 500 mm y distribución (9 meses al año) y 24 °C de temperatura, se trabajó con P. alba, P. chilensis, P. tamarugo procedentes de Chile y P. pallida de Perú; P. glandulosa y P. velutina procedentes de EE.UU. y P. Juliflora del nordeste de Brasil. P.tamarugo presentó al año un 100% de sobrevivencia, mientras P. alba un 75%. Todas las plantas recibieron abono NPK (5-14-3) en una dosis de 100 gr/planta. La distancia entre plantas fue de 6 × 6 m.

La primera fructificación ocurrió a los 21 meses y la producción media de frutos puede verse en el siguiente cuadro

 PARAMETROSALTURA (m)DIAM.COPA (m)PESO FRUTOS(gr)
Paulo Lima-P.juliflora4.105.38428.84
Da Silva(1986)P.juliflora
(carbono)
3.293.90------

Fuente: Lima 1986.

En Petrolina la producción de vainas de 10 plantas seleccionadas aleatoriamente de una parcela experimental de 35 árboles, sembrados a 15 × 15 m con 100 m2 de copa por árbol, fue estimada en 6 tn/ha/año. Sin embargo, dado que el campo experimental se encuentra en una región regada, probablemente la napa se encuentre alta. Esta plantación, a pesar de tener 15 años, presenta gran vanación en la producción, con intervalos de 5 a 17 kg/planta.

Durante 1991, la cosecha por hectárea en el nordeste de Brasil fue de 15 tn/ha, con 600 litros de agua por árbol, y el precio fue equivalente al del maíz.

En suelos con alta fertilidad P.Juliflora, plantado de 10 × 10 m, puede producir 6 tn de frutos después de 4 años, comparado con 100 kg de maíz.; Riveros (1991). Es por eso que mucha gente decidió plantar P.juliflora en el nordeste de Brasil.

En el este de África los frutos se secan al sol reduciendo la humedad de un 99% a 5 ó 4,5%; entonces son pasados a través de una trilladora; Galera (1996).

Químicamente, la infusión de café contiene hidratos de carbono, proteínas, lípidos, calcio, fósforo, hierro, las vitaminas del complejo B, cafeína, ácido caffeico, ácido chlorogénico, etc. Realmente, contiene encima de 800 sustancias químicas que le prestan su sabor característico. Cafeína es la substancia más importante en el café. A causa de sus propiedades tónicas, es un estimulante potente para el sistema nervioso central, mientras produce un flujo del pensamiento más rápido y reduce la somnolencia y agotamiento; adicionalmente, aumenta metabolismo basal y actividad motora. El 6% de las proteínas totales del café de P.juliflora tostado son solubles en agua; éste está sobre el café tradicional.

El café hecho de vainas de P. Juliflora tiene un aroma que, de hecho, es similar al del café tradicional, no sólo siendo el resultado de la caramelización del azúcar, sino también de la hidrólisis y eliminación de varios componentes, dependiendo cualitativamente y cuantitativamente de los métodos usados. El Furfural se ha conocido por estar presente en el aroma de café tostado mucho tiempo, mientras la caramelización del azúcar es usado para reconstituir el aroma natural de café.

El volumen de cafeína, aunque es influenciado por las variaciones en el proceso, mostró ventaja desde el punto de vista económico, como también la concentración alta de aroma observada por análisis sensoriales, que prestan un rendimiento del extracto más alto al producto. El bajo valor calórico no afecta la calidad del producto; cuando se evaluó desde el punto de vista dietético, es más bien un punto de ventaja en el mercado de comida; Gomes de Azevedo Rocha (1988).

El tanino (cerca de 2,0%) contribuye a acentuar su aroma característico; no interfiere, como se ha confirmado por el análisis sensorial, con la aceptabilidad del producto como suplemento para el café; Vieira et al (1988).

El análisis sensorial se realizó para el olor y sabor del café tradicional, para el café de Prosopis y para un 30%–40% mezcla de los dos. Las muestras se sirvieron a los grupos de productores rurales durante sus reuniones.

Los métodos usados eran la diferencia, la preferencia, la aceptación. Basándose en los juicios de diferenciación, se concluye que hay una correlación entre el aroma de café tradicional y el de café de Prosopis; sin embargo, una diferencia en el sabor fue percibida distintamente. La mezcla de ambos cafés fortalece el sabor de café tradicional, mientras enmascara el sabor y olor de Prosopis un poco, por eso la aceptación es creciente.

El olor de café de Prosopis puede remontarse a otras causas, como la presencia de substancias de café, como ácido cafeico, que entra en la biosíntesis de ácido gallico (un producto típico de la hidrólisis de taninos).

La molestia causada por los taninos en los productos es que ellos precipitan las proteínas en la solución y se combina con ellos, se vuelven resistentes a las enzimas proteolíticas.

Adicionalmente, el exceso de taninos irrita la mucosa del estómago, con la posible presencia de náuseas y vómitos.

Por otro lado, ellos son útiles para tratar diarreas y otras dolencias. En los casos de diarrea, producen una acción de estreñimiento, lo que los hace útiles para el tratamiento. En el tracto intestinal, el tanino forma una capa encima de la mucosa inflamada, mientras previene la acción de irritaciones y la absorción de toxinas; Gomes de Azevedo Rocha (1988).

SILVICULTURA Y MANEJO

En regiones con condiciones favorables de suelo y clima, con el manejo inadecuado de esas áreas esta especie puede tornarse invasora, en virtud de la facilidad de propagación y la rapidez de crecimiento.

Como las demás especies, tiene la capacidad de asociación simbiótica con Rhizobium y se recomienda para plantaciones consociadas o para sistemas agroforestales y sistemas silvopastoriles.

Las plantaciones deben realizarse con plántulas provenientes de semillas. El número de semillas por kilogramo varía de 25.000 a 30.000. Un kilo de vainas proporciona en promedio 75–100 gramos de semillas puras. El período de cosecha de semillas en la región nordeste de Brasil, varía en función de las diferentes zonas edafoclimáticas, concentrándose entre los meses de septiembre y diciembre. Las semillas, cuando son bien almacenadas, se conservan por más de 10 años. Para evitar ataque de bruchidos, es necesaria la aplicación de insecticidas, si las semillas no son puras.

Las semillas, por poseer tegumento duro, deben recibir tratamiento pregerminativo antes de ser puestas a germinar. Tratamientos a base de escarificación mecánica o química, como el uso de ácido sulfúrico, presentan buenos resultados. Sin embargo, por ser práctico y económico, no ofreciendo riesgos a los operadores, se aconseja sumergir las semillas en agua caliente, después de hervirla y retirarla del fuego, por 3 a 5 minutos.

Tratamiento de la semilla para utilización inmediata con agua: dividir las vainas en segmentos pequeños, con una sola semilla, sumergirla en agua por 24 hs, frotar con las manos para remover la capa externa, sembrar en terreno definitivo o en viveros. Se obtienen buenos resultados en la germinación.

Otro tratamiento utilizado colocar las semillas obtenidas como se indicó en el párrafo anterior a 35°C de temperatura, por el tiempo de 24 hs previas a la siembra, ésto aumenta la tasa de germinación.

La capacidad germinativa de las semillas es superior al 90% después del tratamiento pregerminativo. Las plántulas son producidas en bolsas plásticas que miden 8 cm de ancho por 20 cm de altura. Después de escarificadas son sembradas a una profundidad de 1 cm o lo suficiente para que queden cubiertas. El nacimiento tiene su inicio cinco días después de la siembra. En el momento de la siembra pueden ser utilizadas dos o tres semillas por recipiente y posteriormente, después de la germinación y crecimiento inicial, dejar la de mejor desarrollo o la más centrada. Después de 60 a 70 días de la siembra, las plantas alcanzan una altura de 20–30 cm y están listas para ser plantadas definitivamente en terreno.

La siembra y manejo de las plántulas se realizan a pleno sol (cielo abierto). El sustrato utilizado se conforma de la mezcla de suelo y guano en la proporción de 2:1. En el manejo de las plántulas en vivero, el principal cuidado es la limpieza de los canteros y el riego. El riego se efectúa dos o tres veces al día, en función del clima de la región. Para evitar la acción de hongos y nemátodos, debe tratarse el suelo antes de la siembra.

En la medida en que las plántulas se desarrollen, debe disminuirse el número de riegos. Con esto, las plántulas empiezan a adquirir una mayor resistencia, facilitando el proceso de adaptación a las condiciones del terreno, donde dependerán exclusivamente de las condiciones naturales de humedad y fertilidad del suelo.

Las plantas de algarrobo resisten a las podas tanto en la parte aérea como radicular, en trabajos de manejo en vivero.

Pueden ser plantadas por pseudoestacas después de sufrir las dos podas en vivero.

Para producción de plántulas por estacas, éstas deben ser obtenidas de ramas nuevas de árboles madres seleccionados. Estas ramas deben tener edad inferior a un año, pudiendo ser de brote basal o de copa. Se obtienen prendimientos de 70–90% en viveros con temperatura de 30–35°C y humedad relativa de 75–80%. Las estacas deben tener entre 10 y 15 cm de largo y diámetro de 2,5 a 4,5 mm. Se sugieren estacas con 100% de hojas y el uso de hormonas, como el ácido indolbutírico (AIB) en la concentración de 2.000 ppm, en la inducción del arraigamiento. El porcentaje de arraigamiento está en relación con el período de cosecha de estacas, número de yemas y condiciones nutricionales de la propia planta.

Si no hubiera condiciones para regadío de las plantas en terreno, en la época de plantación, este período debe coincidir con el comienzo de las lluvias en la región.

Los hoyos, preferencialmente, deben ser hechos en microvalles o, en el momento de la plantación, dejar un espacio sin completar con la tierra retirada, dejando el cuello de las plántulas cerca de 5 cm bajo el borde de la excavación, creando así una pequeña área de captación de aguas de lluvia. Las excavaciones deben ser profundas, midiendo 30 × 30 × 30 cm, abonadas, con el objetivo de favorecer el rápido crecimiento de las raíces.

En el momento de plantar, los recipientes deben ser totalmente retirados para facilitar el desarrollo de las raíces y evitar enmarañamiento o estrangulamiento de las mismas.

Cuando la estación seca dura de 9 a 10 meses aproximadamente, y el régimen de lluvia es irregular, la preparación para la plantación debe incluir técnicas para la captación de agua de lluvia. El sistema consiste en modificar la superficie de la tierra para que el área entre las plantas actúe como una área de la captación. Es necesario formar una cuesta para aumentar el escurrimiento de agua y dirigirlo hacia la zona que contiene las raíces. Los surcos deben ser hechos siguiendo el contorno y con una pendiente mínima.

Las plantaciones con 3 × 2 m de espaciamiento se realizan con el objetivo de obtener leña; los volumenes de madera producidos en Petrolina están entre 7,2 y 15,5 m3/ha en 3 y 5 años de edad, respectivamente. Al tercer año, la proporción de crecimiento en altura empieza a reducir la velocidad como resultado de la competencia, sugiriéndose por consiguiente el corte en el quinto año para obtener combustible. Más de 10 × 10 m, entre plantas habilita el desarrollo mayor del dosel y, por consiguiente, el rendimiento de frutos es más alto y permite la realización de intercultivo.

Las plantaciones pueden ser puras o asociadas a cultivos como el maíz, poroto, palma forrajera Opuntia sp. y gramíneas. Cuando están asociadas a Cenchrus ciliaris, se recomienda que la gramínea se introduzca después del establecimiento del algarrobo, aproximadamente a los dos años de edad. Si la plantación es simultánea, debe mantenerse una área mínima de 1 m de radio alrededor del algarrobo, hasta el establecimiento de la misma; Ribaski-Lima (1997).

En plantaciones comerciales cuyo objetivo es producir combustible, realizar una poda es caro y no se justifica; sin embargo cuando el objetivo es producción de frutos, es aconsejable.

En plantaciones ornamentales o urbanas, por ejemplo bordes de calles y caminos, se recomienda una poda. Consiste en cortar las ramas secundarias hasta aproximadamente 1,8 m de altura dejando tres ramas para formar la base del dosel del árbol.

No existe ningún dato con respecto a la investigación de productividad de frutos en P. Juliflora en los que podando se ha guiado el tallo para formar el dosel, comparado con los individuos que crecen libremente. En algunos estudios dirigidos se encontró una correlación entre la producción de la vaina y tamaño del dosel, el estado nutritivo de la planta y la eficacia de polinización de flor.

Es conveniente que los animales no hagan pastoreo directo, porque la especie se comporta como invasora en determinadas circunstancias y los animales coadyuvan a la dispersión.

Al igual que otras especies, produce amplios beneficios al sistema, sobre todo a nivel de sombra, reducción de la erosión, efecto positivo sobre el ciclado de nutrientes incrementando la fertilidad del suelo. También es conocido el efecto que tiene sobre las gramíneas que crecen bajo su copa. Cuando se piensa en plantaciones, es importante resaltar que es sensible a la competencia con gramíneas en estado juvenil.

Realizar plantaciones requiere de una fuente de alta calidad de semillas viables. Este es el primer problema, porque son difíciles de extraer de los frutos. En la Universidad de Piura, Perú, se ha desarrollado una máquina especial para ese fin. Puede usarse animales a los que se los alimenta con los frutos, para que procesen a éstos y extraer las semillas de las heces. Las semillas no sufren cambios en el proceso.

En la India, los roedores y hormigas blancas son las principales plagas para semillas y plantas de P. Juliflora. Los roedores se comen los cotiledones tiernos y las plantas jóvenes. En las etapas principales del desarrollo pueden dañar plantaciones al comer las raíces por debajo del suelo. De manera similar, las hormigas blancas son destructivas en plantaciones jóvenes y de mayor edad. El control se hace con cebos envenenados, colocados antes de sembrar las semillas; otra manera para controlar las hormigas es colocando en los hoyos solución de Aldrex 30; Muthana (1985). En Perú se registró comiendo semillas almacenadas a Crytophebia.

En algunas áreas de plantación y de población espontánea del algarrobo en el Nordeste de Brasil, se han observado altos niveles poblacionales de orugas desfoliadoras, identificadas como Melipotis ochrodes y Ascia monuste orsei. Ellas aparecen al final del período seco y disminuyen tras el comienzo de las primeras lluvias.

Otro agente deshojador es la langosta Stiphra robusta, que aunque a niveles poblacionales más altos, presenta daños menores.

Se ha constatado la acción de los insectos aserradores Oncideres limpida, O. alicei, Nesozineus bucki, y Retrachydes thoracicus destruyendo ramas y retoños de los árboles a partir del segundo año de edad. La acción de aquellos ocurre en el período otoño-invierno, y puede tener su proliferación disminuida a través de la quema de los retoños y ramas caídas, que es el lugar donde depositan sus huevos.

Sobre los frutos se ha constatado la acción dañina de Lasioderma sp. y en las semillas, daños provocados por Mimosetes mimose. En algunas regiones se ha observado también la acción dañina de la abeja Trigona spinipes destruyendo la pulpa de los frutos de algarrobo. Aparentemente, sin consecuencias más serias para las plantas, se ha observado en frutos verdes o maduros, la presencia de manchas oscuras causadas por los hongos Macrophomina phaseolina, Colletrotrichum sp. y Fusarium oxysporum; Ribaski-Lima (1997)

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Foto 51

Foto 51: P. juliflora de 25 años de edad. Mossoró. Río Grande del Norte. Brasil. 1994 F.M.Galera.

Foto 52

Foto 52: Plantación de P.juliflora, con marco de 10 × 10m. Río Grande del Norte, Brasil. 1994. F.M.Galera.

Foto 53

Foto 53: P.juliflora. Camino a Mosoró. Río Grande del Norte. Brasil. 1994. F.M.Galera.

Foto 54

Foto 54: Frutos de P.juliflora. Río Grande del Norte. Brasil. 1994. F.M.Galera.

Foto 55

Foto 55: P.juliflora nativo de Aruba. 1995. F.M.Galera.

Foto 56

Foto 56: Prosopis juliflora nativo en Aruba. 1995. F.M.Galera

Foto 57Foto 57 
Foto 57: Fábrica de derivados de Algarroba SUINORD. 1988. Camalaú, Brasil. (IPA NEWS)
 
 
 

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