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IV. MANEJO FORESTAL EN AMERICA LATINA. ALGUNOS CASOS DE INTERES

A continuación se entregan las presentaciones especiales realizadas en el contexto del taller. Los casos fueron elegidos y demandados a los asistentes al Taller en virtud del aporte que ellos pudieran representar para el conjunto de los asistentes al Taller. Se presentó en primer lugar el caso del manejo forestal de las plantaciones forestales chilenas, una silvicultura de alta mecanización y producción industrial. Luego, se presentó el caso del manejo forestal en Costa Rica, un país que ha optado por utilizar sosteniblemente su bosque nativo. Se presentó de igual manera los resultados de un proyecto sobre manejo de recursos naturales orientado a los tomadores de decisiones sobre los mismos y, por último, el país anfitrión presentó los aspectos mas importantes de su nueva ley forestal.

1. El manejo de las plantaciones forestales en Chile (Gerardo Valdebenito, INFOR)

Chile posee poco más de 75 millones de ha, de los cuales 13,4 millones de ha poseen bosque nativo; 14,1 millones están conformados por áreas silvestres protegidas (de las cuales 3,8 millones corresponden a bosques naturales); y 2,1 millones de ha de plantaciones artificiales, de las cuales el 75% corresponde a Pinus radiata y el 17% a Eucalyptus spp.

De las 13,4 millones de hectáreas de recurso forestal nativo, sólo un 38,2% (5,9 mill. ha) se consideran como bosques productivos, de acuerdo al catastro elaborado por CONAF y CONAMA. Los tipos forestales que presentan mayores coberturas en el país son el Siempreverde (4,3 mill ha), lenga (3,4 mill ha), Coihue de magallanes (1,8), Roble-raulí-coihue (1,3). Respecto de la productividad, dicho recurso aporta con tan solo un 9,7% (2,4 mill. de m3ssc) del total del consumo de trozas en la industria generadora de las exportaciones forestales del país. Esto se debe a que actualmente el bosque nativo no cuenta con alternativas tecnológicas rentables que ofrecer; además de estar en sectores aislados. Por otra parte la propiedad de la tierra se encuentra en poder de miles de propietarios, especialmente pequeños y medianos productores.

En torno al patrimonio de plantaciones forestales, Chile ha debido incrementar sus tasas de forestación a través del tiempo. Entre los años 1885 a 1930, Chile forestó a tasas de 150 ha; entre 1930 a 1972 aumento a tasas de 16.000 ha, entre 1974 a 1985 las tasas de forestación se incrementaron a 71.000 ha, y finalmente entre 1986 a 1995, logró plantar en promedio 95.000 ha anuales, marcando un récord de 130.000 ha en el año 1992. Sin embargo a partir del año 1996, las tasas comenzaron a descender bruscamente llegando a promedios de 30.000 ha al año.

Dichas plantaciones se encuentran en su gran mayoría en propiedad de las grandes empresas forestales. Arauco posee el mayor patrimonio con 527 mil ha, CMPC posee más de 518 mil ha, y Terranova posee 80 mil ha. Dado lo anterior, son estas empresas quienes lideran la tendencia del manejo silvicultural de plantaciones, con objetivos orientados a maximizar la productividad de los bosques, mejorar la calidad de los productos, y posicionar los productos forestales en el mercado internacional. Cabe señalar al respecto, que durante 1999, las exportaciones chilenas lograron un total de US$ 15.615,5 millones FOB. De esta cifra, el 13% corresponde al sector forestal, impactando en la economía nacional con la generación de MUS$ 2.033,5, siendo el segundo sector exportador del país después del cobre.

El manejo forestal de las plantaciones forestales con especies nativas en Chile y sus prácticas silviculturales.

En Chile las primeras plantaciones de Nothofagus se establecieron en 1952 en las provincias de Panguipulli y Cautín, ambas en la Cordillera de los Andes; y en 1957 en la cordillera de la Costa (Vita, 1974). Se trató de experiencias aisladas y pequeñas, establecidas con plantas extraídas del bosque. Entre 1975 y 1985 se establecieron aproximadamente 2.000 ha de plantaciones.

A partir de entonces, se han realizado numerosos estudios tendientes a definir las prácticas silviculturales más adecuadas para cada especie forestal, según la zona geográfica del país.

Los modelos de silvicultura intensiva que se comienzan a utilizar, están orientados a obtener madera de alta calidad, en especies tales como Raulí, Roble y Coigüe. La producción de pulpa es sólo secundaria, pudiendo obtener materia prima para ese fin a partir de raleos realizados en la segunda intervención, o bien como producto secundario después del aprovechamiento de las calidades superiores, en la respectiva cosecha(s) que se efectúe(n).

Siendo el objetivo a obtener preferentemente madera de alta calidad para usos nobles (chapas o madera aserrada) bajo la premisa de tener rotaciones lo más cortas posibles, se deberá manejar el rodal con el objetivo de llegar a una reducida cantidad de individuos por hectárea al momento de la cosecha final, esto es, entre 200 y 400 individuos. En este caso, la plantación deberá comenzar con una densidad no muy alta, para llegar a la densidad final sin la necesidad de incurrir en una excesiva cantidad de raleos que incrementen el costo.

Al comparar el crecimiento de distintas plantaciones de Nothofagus, especialmente roble, raulí y coigüe; se ha observado que raulí presenta claramente mejores crecimientos en altura en la precordillera y cordillera de Los Andes. Así, sobre los 200 msnm hasta su límite altitudinal de aproximadamente 900 msnm entre Cautín y Osorno, debería generar crecimientos similares a 1,32 m2/ha de área basal y a 7,19 m3/ha de volumen. Sin embargo, es esperable, debido a las menores temperaturas y precipitaciones en forma de nieve, que a altitudes sobre los 500 msnm los crecimientos disminuyan, condición que cambia hacia sectores más septentrionales.

En cuanto a los crecimientos volumétricos de estas plantaciones, una plantación en Riñihue (Hernández, 1996) ha alcanzado 152 m3ssc a la edad de 13 años, con un incremento anual a partir de los 9 años de más de 20 m3/ha/año. El año 11 se produjo el máximo crecimiento en volumen bruto de la plantación, con casi 29 m3/ha, habiéndose estabilizado en 26 m3/ha los dos últimos años. Con un adecuado régimen de raleos, en una rotación de 40 años se alcanzaría un crecimiento medio anual en volumen de 21 m3/ha/año, cifra que es realmente sorprendente ya que se asemeja mucho a los volúmenes alcanzados a esta edad por plantaciones industriales de Pinus radiata en algunas zonas geográficas y a los crecimientos observados en las mejores clases de rendimiento de plantaciones de esta especie en Inglaterra (Tuley, 1980).

El manejo forestal de plantaciones forestales con especies exóticas en Chile y sus prácticas silviculturales.

El manejo forestal de bosques artificiales en Chile se realiza cada vez con prácticas más intensivas de silvicultura. Esta condición se ha generado fundamentalmente debido a que el principal patrimonio forestal del país está en manos de grandes empresas forestales (Arauco, CMPC y Terranova, entre otras), y lo que ellas realicen, define en gran medida la tendencia del manejo en dichos recursos.

Las especies que presentan mayor superficie de plantación son: Pinus radiata y Eucalyptus globulus.

Manejo de plantaciones con Pino Radiata

Desde sus inicios la silvicultura de las plantaciones de pino ha evolucionado desde la nula o escasa intervención del manejo, hasta la fuerte aplicación de prácticas intensivas.

En la década del 30, se dicta en Chile la Ley de Bosques de 1932, cuyo principal objetivo era incrementar la oferta de madera en el país. En esa época, la madera se destinaba a producción de pulpa y madera aserrable con nudos. Bajo esta ley, Chile logró formar una masa forestal de Pinus radiata de 300.000 ha en 1964, y de 400.000 ha en el año 1972.

Junto con el aumento creciente de la masa de bosques plantados, se produce un notable incremento en la cantidad de productos factibles de obtener (pulpa, celulosa, papeles, cartones, tableros de fibras y partículas, madera aserrada libre de nudos, tableros contrachapados y madera elaborada) (Leyton, 1986, cit. Gerding, 1991), bajo este contexto, la industria forestal chilena se orienta a la producción de materia prima con la calidad necesaria para alcanzar el mercado de madera libre de nudos y de madera pulpable, orientado al consumo nacional e internacional.

Otros objetivos de menor importancia son la incorporación de suelos arenosos a procesos productivos, recuperación de suelos erosionados, etc. Sin embargo esta no es la tendencia de las principales empresas forestales, entidades que persiguen maximizar la rentabilidad a través de la producción de madera (volumen y calidad), minimizando los costos de producción, lo que en general ha llevado a buscar mejores sitios, con mejores condiciones de terreno.

Actualmente, para la especie Pinus radiata, destacan principalmente 2 tipos de manejo, el primero de ellos destinado a obtener madera libre de nudos, y el segundo orientado a la obtención de madera pulpable.

Para ambos casos, las empresas forestales han incorporado como parte de su silvicultura, un programa de mejoramiento genético y multiplicación por reproducción vegetativa que permiten lograr en terreno, una ganancia en volumen superior al 20%.

Además, existe una fuerte inversión en la protección de las plantaciones, lo que incluye un programa de prevención y control de plagas e incendios, integrado con otras empresas forestales a nivel regional.

Manejo de plantaciones de Pinus radiata destinado a obtener madera libre de nudos.

El establecimiento se realiza con densidades iniciales de 1000 y 1600 árboles por hectárea, siendo lo más utilizado 1250 a 1300 arboles por hectárea (Gerding, 1991). La plantación se realiza entre mayo a julio, después de las primeras lluvias. Además se aplica fertilizante preventivo con boro en suelos graníticos, y rojo arcillosos y se establece la plantación en curvas a nivel.

Las podas constituyen una actividad fundamental dado el objetivo de producción que se pretende lograr. La primera poda se realiza entre el cuarto a sexto año de edad y cuando el rodal alcanza una altura total dominante de 5 a 6,5 metros. La altura de poda en esta primera intervención alcanza al 50% de la altura total de cada individuo. (Gerding, 1991). Posteriormente se realizan dos a cinco podas, hasta alcanzar una altura máxima de 6,5 a 8,3 metros de fuste libre de ramas, cuando los árboles logran una altura total dominante de 10 a 13 metros. La altura de poda en estas intervenciones alcanzan al 60% de la altura total de cada individuo.

La siguiente práctica silvicultural es el raleo, y el primero de ellos es a desecho o sin destino comercial. Se efectúa entre los 4 a 6 años de edad, según el criterio de altura total dominante (5 a 6,5 m), coincidiendo con la primera poda y seleccionando los individuos que presentan mejor forma y crecimiento, asegurando una distribución homogénea en el rodal. En esta primera intervención se ve afectado el 50 a 60% de la densidad inicial de plantación (Gerding, 1991). El objetivo de este raleo es eliminar la competencia, permitiendo a los individuos que permanecen en el bosque tener mayor cantidad de luz, agua y nutrientes, favoreciendo con ello el crecimiento en diámetro y no en altura.

El segundo raleo (también conocido como primer raleo comercial) se realiza cuando el rodal alcanza una altura total dominante de 11 a 17 metros (9 a 12 años) y se extrae un volumen aproximado de 15 a 65 m3/ha dependiendo del sitio. En algunos casos se realiza un segundo raleo comercial cuando el bosque alcanza una altura total dominante de 18 a 21 metros (13 a 16 años) y se extrae un volumen aproximado de 15 a 50 m3/ha. (Gerding, 1991)

La densidad final que se obtiene luego de efectuar los raleos correspondientes es de 250 árboles por hectárea, sin embargo es posible encontrar densidades finales de 200 a 450 árboles por hectárea.

El periodo recomendado para realizar raleos es de abril a julio, favoreciendo así la respuesta de los individuos remanentes, frente al crecimiento diamétrico en la temporada siguiente (Berti, 1985 citado por Hernández, 1991).

La cosecha final o corta final se realiza entre los 24 y 30 años, obteniéndose una productividad media de 300 a 500 m3/há. Se extraen todos los individuos cuyo diámetro inferior supere los 7 a 10 cm.

Manejo de plantaciones de Pinus radiata destinado a obtener madera pulpable.

El densidad inicial de establecimiento varía entre 1000 y 1600 árboles por hectárea, siendo lo más utilizado 1250 a 1300 arboles por hectárea (Gerding, 1991). La plantación se realiza en curvas a nivel entre los meses de mayo a julio, después de las primeras lluvias, aplicando de manera preventiva boro.

En este tipo de manejo no se efectúan podas, dado que el interés de producción se centra en el volumen de madera. Aplicar poda implica incurrir en costos innecesarios para la calidad que se persigue.

En cuanto a los raleos, se realizan por lo general dos, o bien un primer raleo a desecho y dos comerciales, dejando una densidad final de 300 a 500 árboles por hectárea. En cada raleo se extrae en promedio 30 a 70 m3/ha. (Gerding, 1991)

En los meses de abril a julio se realizan los raleos, favoreciendo así la respuesta de los individuos remanentes frente al crecimiento diamétrico en la temporada siguiente (Berti, 1985 citado por Hernández, 1991). Existen también experiencias donde no se aplican raleos, pero no es lo habitual.

La corta o cosecha final, se realiza entre los 18 y 25 años, obteniéndose una productividad media de 350 a 600 m3/há, según condiciones de sitio y dependiendo de la intensidad de los raleos.

Plantaciones de Pinus radiata sin manejo.

Hoy son casi inexistentes, producto de la necesidad de lograr mayores incrementos de productividad a menores costos. Sin embargo, algunos pequeños propietarios aún mantienen plantaciones sin ninguna práctica de manejo, manteniendo el bosque como un recurso de protección de suelo más que como una opción productiva. Ocasionalmente realizan podas, principalmente para permitir el paso de ganado, o para eliminar la probabilidad de incendios. La edad de rotación es variable, pudiendo ir de 20 a 35 años, con volúmenes finales de 200 a 800 m3/ha.

La elección de optar por uno de estos tipo de manejo depende del índice de sitio, de la topografía, la accesibilidad, el manejo previo o estado inicial de la plantación. Además el objetivo de mercado condiciona en gran medida el manejo silvicultural a aplicar.

Manejo de plantaciones con Eucalyptus sp.

El nivel tecnológico que se utilice en el establecimiento de la plantación está determinado principalmente por el régimen pluviométrico, la topografía, condiciones de suelo, vegetación existente y pedregosidad, entre otras variables.

En áreas de baja precipitación, las técnicas de establecimiento son más intensivas y por lo tanto implican un mayor costo. La preparación de sitio está condicionada al uso previo que ha tenido el suelo y a las condiciones naturales propias del sitio. Dependiendo de estos antecedentes y del costo, se definirá el sistema de preparación a utilizar.

Normalmente la producción de plantas se realiza en macetas o contenedores y la preparación del sitio considera a lo menos una buena preparación de suelo y un adecuado control de competencia. Además, se incluyen los cuidados posteriores como riego y control de competencia post plantación.

El tratamiento óptimo de preparación de suelo según diversos estudios, es la combinación de subsolado y surcado, favoreciendo así la remoción del suelo, la formación de surcos en curva a nivel, la eficiencia en la conservación de la humedad del suelo y la disminución de vegetación competidora.

Manejo Monte Alto

Los bosques de monte alto están formados por árboles generados a partir de semillas. El objetivo de producción está orientado a obtener madera de alta calidad, como madera aserrable, libre de nudos, o para la obtención de postes de grandes dimensiones.

Diversos autores recomiendan diferentes densidades de plantación, en función de las condiciones agroecológicas del sitio, del objetivo de producción y de la especie. Según estos parámetros, cuando el objetivo de producción es combustible y las condiciones agroclimáticas son favorables se utilizan espaciamientos de 2m x 2m. Para obtener madera aserrada, espaciamientos mayores son más beneficiosos.

Para zonas semiáridas, el espaciamiento de 3x3 m es ampliamente usado, en presencia de condiciones favorables de humedad (Wrann, 1990), sin embargo, Serra, (1997) indica que para condiciones de secano, el distanciamiento no debiera ser inferior a 4 x 4 m.

Estudios desarrollados por el Instituto Forestal, precisaron las siguientes densidades de plantación según zonas geográficas:

- IV Región: Densidad de 1.100 arb/ha en laderas o piedmont con espaciamiento de 3x3 metros. Para suelos con escasa humedad, la densidad de plantación no debiera ser inferior a 4x4 m con 625 arb/ha.

- V-RM y parte norte de la VI Región: Densidad de 1.100 arb/ha con espaciamiento de 3x3 metros.

- VII- VIII y Parte sur de la VI Región: Dependiendo de la calidad del sitio, es posible utilizar densidades de 1.100 a 1.600 árboles por hectárea con espaciamientos de 3x3 y 2,5x2,5 metros.

La plantación se realiza iniciadas las primeras lluvias, para que las plantas recién establecidas logren desarrollar el sistema radicular. En las Regiones IV y V, julio correspondería a un mes adecuado, aunque la plantación puede iniciarse en mayo si las condiciones meteorológicas lo permiten o si existe la posibilidad de aplicar riegos de establecimiento. En las Regiones VI a VIII el período mayo-junio es apropiado.

Los raleos se realizan si el objetivo de producción lo justifica, en rotaciones de duración medianas o largas (Prado, 1991). La respuesta que se pueda obtener de los raleos está influenciada por la intensidad, inicio y periodicidad de ellos. El primer raleo es intenso para eliminar árboles pequeños o de mala forma, manteniendo siempre un espaciamiento homogéneo en el rodal. Raleos más intensos y tempranos producen un mayor desarrollo diamétrico y de altura. Por su parte, raleos fuertes y distanciados en el tiempo conducen a la obtención de un menor volumen total y aumentan la susceptibilidad del rodal al daño por viento u otros agentes (Schönau y Coetzee, 1988, cit Prado, 1991). Intensidades de 800 arb/ha son comunes después de efectuado el primer raleo.

En cuanto a la poda, en general los eucaliptos presentan buena poda natural, ya que las ramas laterales mueren de manera natural al ser sombradas por árboles vecinos.

En Chile, normalmente la primera rotación se realiza en el año 12, y a partir del año 14 se realiza manejo de retoños, practica que se denomina Manejo de monte bajo.

Manejo Monte Bajo

Esta práctica silvicultural consiste en manejar las varas que crecen del tocón, una vez que éste ha sido volteado. Las varas que surgen de esta segunda rotación, están orientados a la obtención de producción de pulpa, postes, leña.

No todas las especies de Eucalyptus presentan buena retoñación. De las especies más promisorias en Chile, aquellas que presentan buena respuesta al rebrote son el E. camaldulensis, E.cladocalyx, E. globulus, E. sideroxylon y E. viminalis.

El manejo de cada tocón se denomina clareo. En esta etapa, se seleccionan aquellas varas que permanecerán en cada uno de ellos. Por lo general se dejan una a cuatro varas en cada tocón, ello dependiendo del diámetro de cada tocón. Las varas escogidas son aquellas que presenten hábito más recto y mayor diámetro. Mientras menos retoños se mantengan en cada tocón, mayor será la ganancia en diámetro y en rectitud de los fustes, pero disminuye el volumen total.

La elección de los brotes a dejar se hace 1 año y medio a dos años después de la corta de monte alto. Durante este tiempo, cada tocón realizará raleo natural, permitiendo así que los brotes desarrollen dominancia natural (Prado, 1991).

Después de la tercera rotación, el rendimiento de los tocones comienza a disminuir. Cuando la mortalidad alcanza el 25 a 30%, los rendimientos decaen fuertemente. En este caso, se renueva toda la plantación, o al menos, se efectua replante. Si la alternativa considerada es replantar, se realiza con técnicas de establecimiento intensivas para evitar que la nueva plantación sea suprimida por el rodal remanente (Op. Cit).

Legislación Forestal para el manejo y utilización de Bosques

La primera iniciativa legal tendiente a fomentar y regular el uso de los recursos boscosos en chile, corresponde a la Ley de Bosques, promulgada como D.S. Nº 4.363, de 1931, del Ministerio de Tierras y Colonización, el cual a través del tiempo, ha sido objeto de numerosas reformas. Las primeras se encuentran actualmente derogadas, aún cuando sus beneficios continúan vigentes para aquellas plantaciones efectuadas con anterioridad a 1974. En cuanto a las normas de protección, ellas mantienen su vigencia, comprendiendo en general, las siguientes (Cerda, 1999):

Prohibición de corta de árboles y arbustos nativos situados a menos de 400 m. sobre los manantiales que nazcan en los cerros.

Prohibición de corta de árboles y arbustos nativos situados a menos de 200 m. de las orillas de los manantiales, desde el punto en que la vertiente tenga origen hasta aquel en que llegue al plano.

Prohibición de corta o explotación de árboles y arbustos nativos situados en pendientes superiores a 45 %.

La corta o destrucción del arbolado situado a menos de 200 m. del radio de los manantiales que nazcan en terrenos planos no regados.

Posterior a ello, la intervención de bosques en Chile, tendientes a regular el manejo del recurso, fue estructurado a partir de la promulgación del Decreto Ley N° 701, de 1974, cuyo texto fue reemplazado por el decreto ley Nº 2.565, de 1979 y modificado por la ley Nº 19.561 de 1998; en el DFL Nº 294, de 1960, Orgánico del Ministerio de Agricultura y en el Nº 8 del artículo 32º de la Constitución Política de la República. Lo relevante de este cuerpo legal, a parte de incentivar y fomentar la generación de bosques, radica en la obligación de los propietarios, de presentar y obtener la aprobación de la Corporación Nacional Forestal CONAF, a través de un plan de manejo, cuando se desee intervenir un bosque.

Con el objetivo de instrumentalizar y normalizar la implementación del actual Decreto Ley 701, modificado por la Ley N° 19.561 de 1998, se publica con fecha 29 de Septiembre de 1998, el D.S. Nº 193, de 12 de Junio de 1998, del Ministerio de Agricultura, que establece el Reglamento General del D.L. Nº 701; y con fecha 1° de septiembre de 1998 se promulgan las modificaciones al D.S. 259, que define las normas especiales del plan de Manejo de Bosque Nativo, en términos de tipos de cortas posibles de aplicar según rango de pendiente y los diferentes tipos forestales y sus técnicas silviculturales de intervención.

El plan de manejo Forestal.

Según CONAF (Corporación Nacional Forestal), el plan de manejo es un instrumento que, reuniendo los requisitos que se establecen en el Decreto Ley 701, regula el uso y aprovechamiento racional de los recursos naturales renovables de un terreno determinado, con el fin de obtener el máximo beneficio de ellos, asegurando al mismo tiempo la preservación, conservación, mejoramiento y acrecentamiento de dichos recursos y su ecosistema. En consideración con la normativa vigente, existen 4 tipos de planes de manejo que regulan las intervenciones en el recurso forestal en el país: Plan de manejo Bosque Nativo, Plan de Manejo Plantaciones Forestales, Plan de Manejo Corta de Bosque Nativo para Recuperar Terrenos con Fines Agrícolas y Plan de Manejo Corta y Reforestación de Bosques para Ejecutar Obras Civiles.

El Plan de Manejo Forestal para Plantaciones.

El plan de manejo forestal para plantaciones debe ser presentado en CONAF por el propietario, en las siguientes situaciones: a) como requisito para optar a bonificaciones forestales; b) como requisito para la corta o explotación de plantaciones ubicadas en terrenos de aptitud preferentemente forestal; o en otros terrenos que cuenten con plantaciones bonificadas; c) para dar cumplimiento a las obligaciones de reforestación o de corrección, según sea el caso, a que se refiere el artículo 8º del D. L. 701, de 1974, y; d) optativamente, cuando se desee forestar un terreno de aptitud preferentemente forestal aunque no se pretenda obtener el pago de bonificación forestal.

El plan de manejo debe ser presentado, bajo la modalidad definida en formulario de plan de manejo de plantaciones, el cual, contiene los siguientes capítulos: Antecedentes generales, Diagnóstico, Objetivos de manejo, Tratamientos según objetivos, Medidas de protección ambiental, Protección al recurso forestal, Planos y Aviso de ejecución de faenas

Antecedentes Generales: en este Capítulo, se deben presentar los siguientes antecedentes, entre otros: Nombre del predio y nombre del propietario, punto de Referencia, tales como : lugares de ingreso al predio, casas, galpones u otros, en los cuales se identificará las coordenadas geográficas (U.T.M.), las que deberán quedar señaladas en el plano; superficie total del predio según Título de Dominio (si éste lo señalare), según el Servicio de Impuestos Internos y la superficie determinada por el autor del Estudio Técnico; vías de acceso al predio y los roles de avalúo de los predios vecinos, colindantes al predio.

Diagnóstico: En este punto se deben proporcionar los siguientes antecedentes:

Clima: Temperaturas máximas y mínimas; precipitaciones máximas y mínimas; período de déficit hídrico; días de heladas; frecuencia de nevazones y frecuencia y velocidad de vientos, entre otras variables. Se debe indicar la fuente de información de las variables descritas, su periodo de observación y las coordenadas UTM.

Fisiografia e Hidrología: Para cada rodal comprendido en el plan de manejo, indicar las formas dominantes del relieve (lomajes suaves, terreno plano, cerro, valles, u otros) y la posición del rodal en esa fisiografía. Para el caso de la descripción hidrológica, se deberá indicar para cada rodal comprendido en el plan de manejo, las características generales de los cursos y masas de agua contiguos o insertos en los rodales, indicar si se trata de lagos, lagunas, embalses, ríos, esteros, arroyos, u otros, indicando además, la temporalidad permanente o estacional de ellos. Será necesario determinar la distancia, expresada en metros, entre la masa o curso de agua y el respectivo rodal, indicando el ancho máximo del lecho, cuando se trate de masas de agua, o el ancho máximo del cauce de que se trate, según corresponda.

Uso Actual del Suelo: Se deberán consignar las superficies de plantaciones y una estimación de la superficie cubierta con bosque nativo existente en el predio. Se deberá indicar además, para el caso de suelos de aptitud preferentemente forestal descubiertos de vegetación, la superficie que se pretenda forestar, cuando corresponda, y la superficie que, por disposición legal, deba reforestarse.

Descripción de los Rodales: Este punto sintetiza la información referida a plantaciones forestales, determinando rodales y su superficie, de acuerdo al año de plantación o regeneración, especie y estado sanitario homogéneo. Se deberá evaluar en términos cualitativos el estado sanitario, según corresponda, en base a los siguientes niveles a) bueno (inexistencia de agentes dañinos); b) regular (con presencia incipiente de agentes dañinos) y c) malo (con daño evidente). Para cada rodal indicar, además, la clase de capacidad de uso de los suelos y el año de bonificación, si corresponde a plantaciones bonificadas.

Detalle de los sectores forestables: En las áreas donde se ha indicado superficie forestable, indicar por sector, la clase de capacidad de uso de los suelos, el Nº de Resolución de la calificación de terrenos de aptitud preferentemente forestal o de reconocimiento de suelos degradados, cuando corresponda, y el tipo de vegetación de acuerdo a la siguiente clasificación: a) sin vegetación; b) praderas; c) matorral y d) otros (describir).

Antecedentes sobre Incendios Forestales: se deberá indicar la ocurrencia de incendios forestales, como factor de riesgo, señalando la cantidad de incendios forestales en los últimos 5 años, indicando la superficie y lugares afectados en el predio y en áreas aledañas, considerando una faja de 2 km. Se indicará además la causa de ocurrencia de los incendios y el origen de éstos, según si se originaron dentro o fuera del predio. Además, se deberá entregar antecedentes para determinar la magnitud del riesgo, del peligro y de la priorización de zonas, según los siguientes criterios cualitativos: alto, medio y bajo.

Restricciones por variables del medio natural: En este punto se deberá indicar los rodales que presentan algún tipo de restricción respecto de la topografía, flora y fauna con problemas de conservación, suelos y recursos hídricos.

En topografía, indicar la pendiente expresado en porcentaje, que se estima constituye una restricción. En flora o fauna con problemas de conservación, indicar las especies que se encuentran en esta condición. En suelos, indicar los factores limitantes que puedan condicionar las actividades a realizar. En recursos hídricos indicar, de acuerdo a lo consignado en el punto de diagnostico, si la cercanía de los recursos hídricos existentes constituyen una restricción.

Objetivos de Manejo

En este capítulo se deberá definir el objetivo que se persigue con el manejo a que se someterá el recurso, como por ejemplo, producción de madera aserrada, producción de madera pulpable, protección, recreación o preservación. Para cada objetivo de manejo definido, será necesario indicar los rodales o sectores que se someterán a un mismo tratamiento silvicultural para alcanzar el correspondiente objetivo. Los rodales y/o sectores ya agrupados en un mismo objetivo, conformarán una unidad de manejo, a la que se le asignará un número para su identificación.

Tratamientos según Objetivos

Descripción del esquema de manejo: Para cada Unidad de Manejo se deberá señalar el esquema de manejo de acuerdo al objetivo definido. El esquema de manejo, que se refiere al conjunto de actividades silvícolas a que se someterá el recurso para lograr el objetivo definido, indicar las actividades que se realizarán, tales como forestación, poda, raleo, corta de cosecha, reforestación, etc., con la indicación de la edad o año estimado de ejecución, que corresponde a la oportunidad en que se efectuará cada una de las actividades que se definan. Cuando la actividad silvícola se refiera a corta de cosecha, se deberá contemplar la reforestación en un plazo no superior a 2 años.

Prescripción técnica de las actividades silvícolas: Para cada actividad silvícola considerada en el esquema de manejo y descrita en el punto anterior, se deberá indicar la prescripción técnica, la que se refiere a las condiciones en las cuales se desarrollará cada actividad y las características de su ejecución.

Por ejemplo, si la actividad se refiere a forestación, la prescripción técnica señalará que se requiere efectuar roce, cómo se tratarán los residuos, si se efectuaron actividades de recuperación de suelos degradados o de estabilización de dunas, según sea el caso, la especie que se utilizará, la densidad estimada de forestación, tipo de planta, etc. Si la actividad se refiere a poda, se señalará las características de los árboles a podar, la intensidad de poda, la altura de poda, etc.; si la actividad de refiere a un raleo, se señalará los criterios de selección de los árboles a ralear o dejar, si se efectuará marcación, la intensidad de raleo, etc.; si la actividad se refiere a reforestación, se señalará las medidas que se tomarán para obtener el establecimiento de ella, la especie a utilizar, la densidad de plantación, etc.

Parámetros de cada actividad propuesta: En este punto, se consignarán los principales parámetros técnicos de las actividades propuestas en la prescripción técnica de las actividades silvícolas.

Planificación de caminos y canchas de acopio: indicar los caminos y canchas de acopio que se proyectan realizar. Para los caminos permanentes a realizar, indicar la longitud y ancho. Cuando se trate de canchas de acopio, indicar el número de cada cancha a realizar y la superficie que ocuparán. Se deberá indicar además, la descripción técnica general de ejecución de estas actividades.

Medidas de Protección Ambiental

En los rodales y sectores que presenten restricción por una o más variables del medio natural (topografía, suelos, presencia de recursos hídricos, según lo determinado en el capítulo de diagnóstico, relativo a restricciones por variables del medio natural, se deberá establecer las medidas de protección específicas a adoptar cuando se realicen actividades silvícolas y no silvícolas.

Protección al Recurso Forestal

Todo plan de manejo, debe considerar medidas de protección para el recurso forestal, considerando actividades tendientes a controlar plagas y enfermedades presentes en el rodal y/o medidas preventivas, así como intervenciones tendientes a diminuir el riesgo de incendios forestales.

Protección contra plagas y enfermedades forestales: Se deberá indicar las medidas de protección pertinentes para detectar y prevenir la ocurrencia de plagas y enfermedades forestales, tales como: prospecciones sistemáticas, prospecciones no sistemáticas, frecuencia de ellas. Se deberá señalar además, las medidas que se adoptarán, en caso que corresponda, para controlar plagas o enfermedades forestales, tales como: manejo silvícola de la plantación o control integrado.

Protección contra incendios forestales: En este punto se deberá establecer las medidas preventivas y de control de incendios forestales. Entre las medidas preventivas se deberá indicar aquellas que están orientadas a: Reducir el riesgo de ocurrencia (vigilancia, difusión y control del riesgo) y a reducir el peligro de ocurrencia (ordenación de combustible, construcción de cortafuegos, indicando ancho y extensión y finalmente reducción de combustibles). En torno a las medidas de control, se deberá indicar las medidas que el propietario se compromete a realizar y aquellos recursos humanos y materiales con que dispondrá para la detección y el control de los incendios forestales en el predio. Entre otras medidas posibles de adoptar se tienen: detección oportuna, organización de medios de combate, organización de personal de combate, capacitación del personal, herramientas y equipos de combate, maquinaria y equipos de apoyo, comunicaciones y habilitación de fuentes de agua.

Planos

Todo plan de manejo para plantaciones forestales deberá presentar la siguiente cartografía:

a) Plano de diagnóstico.

b) Plano de protección ambiental.

La escala a utilizar en la confección de los planos será 1 : 20.000, excepto en predios menores a 250 ha, en los que la escala a utilizar será 1 : 10.000. En cada plano se deberá consignar la fecha de elaboración, el nombre y la firma del propietario y del autor del estudio.

2. Sistema de información sobre recursos de tierra para la planificación -SITPLAN- (Enrique Castillo, FAO).

Antecedentes teóricos

En este punto se revisarán los conceptos y elementos teóricos básicos que serán referidos en todo el documento técnico, para así formar una referencia común a todos los procesos metodológicos descritos a continuación:

Zonificación Agro-Ecológica y Ecológica-Económica

El Proyecto de Zonas Agroecológicas de la FAO (FAO,1976) desarrolló en la década de los años 70s., una metodología orientada a estimar el potencial de producción de alimentos en el mundo a escala regional.Desde esa época hasta la fecha, la metodología ha estado en permanente adaptación con el objetivo de optimizar el uso del recurso tierra, con énfasis en los niveles local y nacional.

La Zonificación Agro-ecológica (ZAE) consiste en la estratificación del territorio en áreas más pequeñas con un nivel de homogeneidad conocido; su caracterización con respecto a factores físicos (clima, suelo, formas de la tierra), biológicos (vegetación, fauna) y socio-económicos (presencia del hombre, sus actividades y formas de hacer uso del territorio); y su evaluación con relación a su potencial para usos específicos.

Para que la ZAE pueda ser utilizada como instrumento para el diseño y aplicación de una política de agricultura sostenible es necesario ajustar su metodología en función de la información disponible y los usos actuales y alternativos, compatibles con la realidad y potencial agrícola de la región. Debe proveer además los elementos requeridos para determinar viabilidad económica, impacto ambiental y aceptabilidad social, que permita establecer usos sostenibles.

Los factores físicos y biológicos que se incluyan en la caracterización de las zonas agro-ecológicas dependerán de los objetivos de la zonificación y de la naturaleza de la información que pretende proporcionar. Del mismo modo, los factores socio-económicos pueden ser incluidos en diversos grados de agregación y de nivel de detalle de la presencia del hombre y sus actividades sociales y económicas. En este sentido, en este documento se propone considerar la expresión espacial de estas actividades, mediante una zonificación ecológica-económica (ZEE), donde se incorpore todos aquellos aspectos que definen la viabilidad económica y social de los usos de la tierra en un marco geográfico específico.

La ZEE puede identificar las opciones de uso sostenido desde el punto de vista biofísico. Dentro de éstas pueden ser escogidas aquellas cuya viabilidad socio-económica resulta más promisoria en el contexto de los mercados potenciales, la infraestructura existente y las prioridades establecidas a nivel nacional. De manera que la ZEE provee la localización geográfica y cuantificación de áreas con características físicas, biológicas y socioeconómicas propias, que la distinguen de otras áreas, su uso potencial y las necesidades de conservación para otros fines. Proporciona la información necesaria y provee las opciones disponibles para el desarrollo de políticas de ordenamiento territorial y de desarrollo agrícola sostenible, en el contexto socioeconómico de cada región.

Evaluación de Aptitud de Tierras

La Evaluación de Tierras (ET), se define como el proceso para la determinación y predicción de la aptitud de una porción de tierra, utilizada en uno o varios usos específicos. Es una de las herramientas necesarias para la planificación racional y uso sustentable de los recursos naturales y humanos. Para el presente planteamiento metodológico, la ET es el componente principal del SIRTPLAN, junto a otras herramientas computacionales y capacidades humanas.

La base lógica de la evaluación de la aptitud de la tierra es: Cada porción de tierra varía en sus características físicas y humanas, y esta variación afecta a los usos de la tierra. La variación espacial de estas características es sistemática, pudiendo subdividirla en zonas más pequeñas que tengan una menor variación o incluso, considerarlas homogéneas. Al mismo tiempo, el comportamiento de la tierra se puede predecir con una cierta seguridad, dependiendo de la calidad de la información, de manera que se puede definir las aptitudes de la tierra en forma sistemática, para que los tomadores de decisión puedan guiar sus decisiones sobre el uso más apropiado.

El proceso de evaluación de aptitud o predicción del comportamiento de la tierra, consiste en comparar las cualidades de las tierras, incluyendo las características edafo-climáticas, económicas y sociales; con las necesidades de los cultivos o tipos de usos de la tierra considerados en la evaluación. Cada uno de los componentes deben estar expresados en términos de parámetros relevantes y comparables entre ellos.

La descripción de los tipos de uso de la tierra puede expresarse en términos cualitativos o cuantitativos, relacionando el grado de aptitud con los rendimientos obtenidos por el cultivo o TUT en cada unidad de tierra. La expresión cuantitativa de la aptitud puede estar definida en términos económicos (unidades monetarias), o términos físicos (kilos o toneladas de producto).

La aptitud también se puede relacionar con los "riesgos" como por ejemplo de erosión, de inundación, de sequía. El rendimiento puede estar relacionado con los factores intrínsecos de la planta (agua, luz, temperatura, y nutrientes), y factores limitantes como condiciones de siembra y cosecha. Por último, los costos están relacionados con las limitaciones por insumos adicionales (fertilizantes, laboreo, etc.) para compensarlos completa o parcialmente.

Optimización en la determinación del uso de tierra

Las herramientas de optimización (o programación matemática) consisten en una serie de técnicas para facilitar la toma de decisiones en un ambiente de mucha información y alternativas, sobre multicriterios y multiobjetivos. Buscan soluciones óptimas dentro de un conjunto de soluciones posibles con limitantes definidos y según uno o más objetivos. La programación lineal es una técnica específica dentro de este grupo.

Implica la existencia de diferentes variables, diversas limitaciones y un objetivo a lograr. La programación lineal indica la solución óptima de forma sistemática y lógica. Sin embargo, la lógica de programación lineal también es rígida. Se incluyen únicamente los criterios y objetivos de forma cuantitativa, y se supone que existen relaciones lineales entre las variables. En efecto la técnica no es muy adecuada para problemas cualitativos.

En el contexto de la planificación de los recursos naturales, un gran número de estudios han venido utilizado modelos de programación matemática y programación lineal en particular. Las principales ventajas de cuya herramienta en este contexto son (Wossink et al., 1992):

Muchas actividades (variables) y restricciones pueden ser consideradas simultáneamente;

Envuelve un procedimiento explícito y eficiente para encontrar un óptimo;

Un análisis de sensibilidad puede ser realizado por intermedio de variación paramétrica de coeficientes, restricciones, etc.;

Nuevas técnicas de producción pueden ser incorporadas y analizadas.

La aplicación de la programación lineal en la evaluación de la tierra es útil para definir y analizar escenarios en el uso potencial de un área definida, basado en diferentes objetivos y/o variaciones en las limitantes para el uso de la tierra. Un escenario refiere a un plan de uso (potencial) de tierra en una región con punto de partida en uno o más objetivos específicos y una serie de limitantes existentes en dicha región.

Se pueden generar diferentes escenarios mediante el cambio en los objetivos y/o las condiciones presentes en la región (restricciones). Los escenarios son generados sobre una amplia base de información en cuanto al uso potencial. El uso potencial es resultado del proceso de evaluación de tierra, que está definido en clases de aptitud de diferentes tipos de uso de la tierra por unidades homogéneas de tierra. Esto implica que existen múltiples posibilidades de uso a desarrollar en cada unidad de tierra. Un modelo de programación lineal (u otro tipo de modelo en la familia de modelos matemáticos de optimización) puede ayudar a desarrollar una combinación óptima de las potencialidades de todas las unidades juntas dentro del contexto de una región.

Sistemas de Información Geográfica y los Sistemas de Información Territorial

Un Sistema de Información Geográfica (SIG o GIS por sus siglas en inglés) se puede definir como:

El Conjunto de procedimientos organizados que permiten el ingreso, consultas, despliegue gráfico, el análisis y modelamiento y la salida de nueva o mejor información con connotación espacial (información geográfica) a través de una base de datos geográfica que contiene las ubicaciones espaciales, sus descriptores (atributos) y las relaciones topológicas de los elementos geográficos.

Un Sistema de Información Geográfica se puede considerar básicamente como una tecnología aplicada a la resolución de problemas territoriales, constituyendo una poderosa herramienta informática de gestión de la información territorial. Actualmente estas herramientas tienen gran importancia al considerarlas en la implementación de sistemas de información territoriales ya que por su versatilidad en el manejo de información (espacial y atributos) le permiten representar de mejor forma las relaciones sociedad – naturaleza los dos pilares de la planificación del territorio.

Ordenamiento Territorial (La Planificación del Uso del Territorio)

Las sociedades en general se han visto enfrentadas al problema de la escasez de los recursos para la producción de bienes y servicios que ellas requieren. Para resolver este constante problema se han emprendido distintas estrategias combinando los esfuerzos de los agentes sociales y económicos dando paso a distintos modelos de desarrollo. Estos modelos de desarrollo optados por las sociedades son permanentemente ajustados para “poder tener una relación de equilibrio entre las necesidades de la sociedad y los recursos existentes para satisfacerlas en el corto y mediano plazo”, estos ajustes nacen en forma sistemática de un Proceso de Planificación que posee el modelo, y en el fondo es la autorregulación que debería existir para evitar la desintegración social, económica y de los RRNN.

“Entonces la planificación surge como un instrumento de las sociedades para proyectar el desarrollo de ellas mismas”5. Esta planificación no solo tiene el fin de asignar los recursos sino que también debe asegurar, en el tiempo, la estabilidad de la sociedad y de los recursos.

Ahora al considerar que los recursos primarios que las sociedades requieren son en general los recursos naturales tanto renovables como no renovables, y sabiendo que estos tiene una distribución en el espacio a la cual están estrechamente relacionadas las poblaciones humanas, entonces el concepto de la planificación adquiera la connotación territorial.

La Planificación Territorial entonces tiene como fin ser un aporte al proceso de la toma de decisiones con respecto al uso de los recursos y su sostenibilidad y los objetivos perseguidos por la sociedad.

La Planificación Territorial se expresa fundamentalmente en un ordenamiento del territorio u Ordenamiento Territorial, que es un proceso que debe compatibilizar el ocupamiento y uso del territorio que brinde un bienestar social para las sociedades insertas en el, y que este uso y este bienestar tenga una sostenibilidad en el tiempo más allá de las generaciones presentes.

“En el ordenamiento del territorio, las relaciones ecológicas, económicas, sociales, culturales y políticas que son intrínsecas en la formas de utilización de los recursos y la ocupación del espacio territorial, son examinadas en detalle, y los escenarios actuales y potenciales, postcriptivos y prescriptivos son generados y evaluados como parte del proceso de toma de decisiones y el desarrollo de políticas de ocupación territorial y uso de los recursos”6. Entonces procesos como la evaluación de la tierra son parte esencial dentro del proceso de ordenamiento territorial como herramientas que dan la posibilidad de medir y evaluar los cambios del uso del territorio.

El SIRTPLAN: El ámbito de acción, objetivos y estrategia

El ámbito del SIRTPLAN

Para mejorar el manejo sostenible, participativo e integrado de los recursos naturales renovables, es necesario considerar tres elementos estratégicos: primero, fortalecer las capacidades institucionales de diseño, promoción y ejecución de las políticas públicas y de los mecanismos institucionales requeridos para asegurar el uso sostenible de los recursos naturales renovables (RNR); segundo, garantizar una oportuna y apropiada transferencia de tecnologías de manejo integrado de los RNR; y por último, disponer de información y de sistemas información y de comunicaciones que sirvan de base a una efectiva planificación del uso de los RNR.

Para esto último es ineludible que exista y se aplique una sólida política pública, que establezca que las instituciones pertinentes tienen la responsabilidad de generar datos e informaciones para su posterior análisis sobre el estado de los RNR.

Cuando se consideran las cuestiones relacionadas con la información y el desarrollo sostenible, y de modo específico el manejo sostenible de los RNR, se concluye que no es suficiente disponer al respecto de datos y de estudios dispersos y parciales, si no que es necesario contar con sistemas de datos integrados sobre el espacio geográfico en donde los recursos están localizados. Ahora si bien existen técnicas tradicionales de ordenamiento de la información, estas no permiten conformar una visión integrada del estado de los recursos como tampoco son eficientes cuando existen grandes volúmenes y por otro lado no permiten el uso y consulta de ellas para un mayor número de personas. Al respecto es necesario privilegiar el uso de nuevas técnicas como los Sistemas de Información Geográfica (SIG) y la Percepción Remota (PR) ya que son herramientas que posibilitan generar Sistemas de Información Territoriales, integrados a distintos niveles, que pueden ser aprovechados por equipos multidisciplinarios abocados al ordenamiento territorial del país.

Para una planificación sostenible del uso de la tierra se requiere una visión integral del territorio tendiente a asignar o fomentar en forma controlada los cambios directos de uso, de tal manera que estos usos se realicen aprovechando la aptitud natural manteniendo el potencial y calidad del ambiente y satisfaciendo las expectativas mínimas de los usuarios.

En tal sentido, el Proyecto ha elaborado una metodología apoyada en herramientas y técnicas de: los SIG, la metodología de Evaluación de Tierras, las técnicas de generación de escenarios por métodos paramétricos como la optimización y la informática; que define la recolección, sistematización y manejo de información socioeconómica y de los recursos naturales con el objetivo de crear un Sistema de Información de Ios Recursos Territoriales orientado a apoyar con nueva información a la planificación del uso del suelo. A este sistema descrito se le denominó “Sistema de Información del Recurso Tierra para la Planificación del uso del suelo” SIRTPLAN.

Este SIRTPLAN permitirá la generación de escenarios del uso de la tierra económicamente viable, socialmente aceptable, tecnológicamente implementable y ambientalmente sustentable, para unidades productivas en donde se pretenda realizar algún tipo de planificación del uso de la tierra.

Para el desarrollo metodológico del SIRTPLAN, se consideró la existencia de un Sistema Territorial (Figura 1) en donde se expresan las relaciones sociedad-recursos definidas por medio de dos sistemas: por un lado, el Sistema Natural traducido en influencias que determina en el tiempo un SITIO geográfico con un potencial biótico particular dentro del Sistema Territorial y por otro lado, el conjunto de perturbaciones antrópicas denominado Sistema Antrópico que se agrupa en el Subsistema Socio Cultural (que involucra las características demográficas y culturales de la población) y el Subsistema Económico Institucional (que se refiere a las características económicas, políticas e institucionales donde se inserta la población con sus sistemas productivos), estos subsistemas definen un USO particular que la población hace del territorio (“la forma de hacer las cosas”).

Finalmente en el Sistema Territorial esta definido por el USO que se le da a un SITIO particular determinando en el tiempo un ESTADO o CONDICION del territorio en un momento dado, expresado en variables de estado como pueden ser la profundidad de suelo, una cierta cobertura vegetal, un nivel productividad que puede estar sobre o bajo el potencial natural, el nivel de pobreza de la población, la calidad de vida, etc.

Considerando esto el Proyecto ha dado prioridad metodologías que permitan visualizar estas interacciones del territorio a distintas escalas (regional, nacional y local), en donde la relación USO-SITIO determina un ESTADO o una condición actual de los recursos, el cual a su vez, condiciona la calidad de vida de la población.

Figura 1 Sistema Territorial

Los objetivos para un SIRTPLAN

Se definió como objetivo general del SIRTPLAN la generación y manejo de la información de los recursos naturales y socioeconómica para el desarrollo agrícola sostenible. Este sistema deberá permitir la comparación de condiciones físicas y socioeconómicas actuales de un lugar geográfico determinado sus alternativas de uso de la tierra y proyecciones en forma de un grupo de escenarios de planificación sobre la base de múltiples criterios, basados en los objetivos de los usuarios y las limitaciones de los recursos. También tiene el objetivo de presentar y permitir la consulta de las informaciones y resultados a una mayor cantidad de usuarios.

Siendo sus objetivos específicos: el apoyo a los profesionales en la elaboración de estudios de Zonificación ecológica-económica; el apoyo, a través de insumos informáticos al proceso de planificación del uso de la tierra, la generación y evaluación de múltiples escenarios para usos específicos de la tierra; y por último apoyo al Monitoreo de la degradación de tierras

La estrategia para el desarrollo de un SIRTPLAN

Como estrategia de la metodología del SIRTPLAN se establece los pasos para construir un sistema informatizado basado en un sistema de información geográfica. Sistema cuyo objetivo es generar y presentar las informaciones necesarias para el proceso de la planificación del uso de la tierra además de facilitar el proceso de generación de dicha información como son los procesos de la evaluación de la aptitud del suelo y la generación de escenarios de uso.

En el SIRTPLAN, se contempla como base la Evaluación de Tierras (ET) para determinar la aptitud del suelo, mediante la utilización de la metodología de la Zonificación Agroecológica (ZAE) desarrollada en los últimos años por FAO, métodos con un énfasis en el análisis integrado de los componentes biofísicos (clima, suelo y relieve) y aspectos socioeconómicos (uso actual de la tierra, división predial, infraestructura productiva, infraestructura y otras).

Sin embargo, el proyecto ha constatado que hay un gran desafío en la incorporación más especifica de los componentes socioeconómicos, culturales y político – Institucionales en la evaluación de tierras y la planificación del uso de la tierra.

La metodología propuesta considera como estrategia la espacialización de la oferta socioeconómica y biofísica, que un área determinada ofrece, expresada en unidades geográficas económicas ecológicas o agroecológicas. Las unidades creadas tienen la particularidad de ser el motor de las bases de datos a trabajar en el sistema, siendo ellas las que integran toda la información para la evaluación del uso de la tierra como veremos más adelante

El sistema debe favorecer una evaluación sistemática (lo más automatizada posible) de distintos tipos de uso y en distintas condiciones para todas las unidades, esto favorecerá la evaluación de una gran cantidad de usos potenciales.

Cada unidad contará con un gran número de alternativas de uso, lo que permitirá modelar distintos tipos de escenarios expresados en forma de mapas para un mismo espacio utilizando técnicas matemáticas de optimización o provenientes directamente de las evaluaciones de aptitud.

Ahora con respecto a los usuarios del sistema, se privilegia principalmente a las personas u organismos que están relacionados a la planificación del uso de la tierra como equipos técnicos interdisciplinarios que intervienen en la evaluación de posibilidades de uso del suelo y planificadores técnicos o políticos que toman las decisiones del uso de la tierra o implementan políticas para el fomento de un uso particular. Pero el sistema no deberá perder su flexibilidad para poder atender a distinto tipo de consultas proveniente de usuarios neófitos de la evaluación de tierras y porque no a usuarios que no intervienen en la planificación y requieren información del estado de los recursos, por ejemplo.

También como estrategia se debe establecer que el sistema este abierto para otro tipo de uso como la consulta a las distintas bases de datos temáticas y geográficas ingresadas al sistema y la generación de reportes a esas consultas; es decir se debe aprovechar el esfuerzo de la creación del SIRTPLAN para crear un sistema de múltiples usos que satisfaga a las distintas necesidades de información que pueda tener una institución.

El Esquema del SIRTPLAN secuencia metodológica.

Esquema Metodológico General del SIRTPLAN.

Figura 2 Metodología General

Para el desarrollo de un SIRTPLAN se ha definido una secuencia de etapas (Figura 2) que comienza con el acceso a la información, entendida como la recopilación, selección, generación de información de acuerdo principalmente a los propósitos del Sistema y su posterior ingreso al SIG y Sistema de Bases de Datos. Posteriormente, la metodología contempla una estratificación del espacio físico y de la población, utilizando los umbrales y las variables pertinentes a los objetivos del estudio. Este proceso se basa principalmente en los conceptos de la Zonificación Ecológica Económica desarrollados por FAO (1997) y algunas adaptaciones realizadas por el Proyecto. A este proceso de espacialización le denominamos Definición de Unidades de Análisis.

Luego de identificar y caracterizar las unidades de análisis, se procede a definir su aptitud biofísica y viabilidad socioeconómica utilizando la metodología de Evaluación de Tierras de FAO (1976, 1994), generando una matriz inicial de aptitud e informaciones asociadas para las unidades por cada uno de los tipos de uso evaluado.

Al determinar las aptitudes de las unidades de análisis, expresadas en una gran cantidad de opciones de uso de la tierra ordenadas en una matriz de aptitud, es posible, en la siguiente etapa, generar diversos escenarios de acuerdo a objetivos predeterminados. La generación de escenarios se realiza sobre la base de procedimientos que introducen cambios a la matriz inicial de aptitud generando nuevas matrices y otros que tomando las matrices generadas realizan un proceso de optimización de usos de acuerdo a los criterios proporcionados por el planificador y la comunidad.

Finalmente todos los resultados obtenidos y las informaciones integradas se presentan en un sistema informatizado con base en un SIG lo que deberá apoyar al proceso de negociación del uso de la tierra. Con esto se habrá creado un SIRTPLAN cuyo objetivo final es de apoyar con esta información al proceso de planificación del uso de la tierra

La Información en el SIRTPLAN (inventario, ingreso y manejo)

Antes de detallar esta etapa de recopilación, estructuración e ingreso de información al SIRTPLAN es importante hacer notar que para la implementación de un SIRTPLAN es imprescindible tener la información necesaria para todos los procesos que se pretenden realizar y todos los resultados que se pretenden lograr con una calidad satisfactoria a los objetivos del sistema. Por lo tanto se estima importante recalcar que un sistema con deficiencia en la calidad y cantidad de su información significará que el sistema entregue resultados de baja calidad por lo que los esfuerzos por implementarlo no se justificarán a la luz de los resultados logrados (figura 3).

Figura 3 La información en el SIRTPLAN

Inventario de Información

Antes de cualquier proceso es imperante contar con información tanto en cantidad como calidad necesaria para llevar a cabo la evaluación y planificación, por lo que se deben establecer criterios para la realización de inventarios de información7 que estén acordes con los objetivos de la planificación del uso de la tierra, la metodología propuesta y las herramientas a ocupar.

La recolección de información es el punto de partida sobre el cual se sustentan las demás etapas del proceso de planificación del uso de la tierra y por supuesto para la implementación del SIRTPLAN. Es por lo tanto necesario que la información obtenida represente al territorio y sus relaciones ambientales y antrópicas. Considerando esto último es necesario examinar los inventarios de recursos naturales, sociales, económicos y demográficos (SPT-TCA, 1998).

Los componentes de un inventario son ordenados en distintas etapas que comienzan con los criterios de (i) selección de elementos a analizar (elección de variables), (ii) él o los niveles de detalle a manejar (escala), (iii) la recolección de la información propiamente tal (la recolección) y la representación final cartográfica y/o tabular de los datos obtenidos (cartografía).

Elección de Variables

La elección de las variables para el SIRTPLAN condicionará la realización y los resultados del inventario. La selección se debe hacer de acuerdo a los objetivos perseguidos de tal manera que las variables seleccionadas brinden una orientación sobre la escala de trabajo y el nivel de detalle requerido para el efecto.

En este caso particular (el SIRTPLAN) los inventarios que se debería incluir serían:

El Inventario de Recursos Naturales: Este inventario estará condicionado por las necesidades de información del proceso de evaluación de tierras, pero no debe ser excluyente de otro tipos de informaciones que no estén relacionadas con este proceso u otros ya que estos sistemas no tienen solo una función, son multifuncionales, y es factible utilizarlos como sistemas de consulta general para una zona particular.

Inventario Social, Económico y Demográfico: Este Inventario está dirigido a identificar las potencialidades, limitaciones y características de la población para enfrentar una actividad específica, en este caso el ámbito silvoagropecuario; identificar la infraestructura de apoyo para enfrentar dicha actividad; identificar y mensurar las variables de mercado que condicionan la actividad ya sean locales como globales. Este inventario al igual que el anterior debe poseer información que le permita enfrentar otro tipo de consultas.

Escala, exactitud y nivel de detalle

Es de gran importancia que la información de las variables seleccionadas tenga una coherencia entre sí en cuanto a escala, exactitud y su nivel de detalle, por los que es importante manejar estos conceptos.

La escala es la relación entre las distancias medidas en un mapa y su proporción con distancias reales, por lo que la cantidad de información de un mapa está en directa relación con su escala. Por ejemplo, la unidad mínima cartografiable, es decir la unidad mínima de mapeo, es una circunferencia de 4mm de diámetro que en una escala de 1:50.000 representa algo más de 3 ha.

En cuanto a la exactitud, ésta se refiere a la precisión de la medida y la representación de la información.

Más importante que la escala y exactitud, es el nivel de detalle. Este nivel de detalle se refiere a la cantidad de información que proporciona el inventario y particularmente su cartografía. Un ejemplo de relación entre escala, exactitud y nivel de detalle es el siguiente: Si se quisiera establecer una agricultura de precisión a nivel local, se deberá trabajar a una escala grande (<1:20.000) con una exactitud alta y con un nivel de detalle de inventario muy grande.

Para el SIRTPLAN también hay que considerar la validez temporal de la información, es decir mucha de las informaciones tienen relación temporal entre ellas, por ejemplo el aumento degradación por el uso del suelo es frecuentemente relacionada con el aumento de la población. Es claro que los mapas de población y de degradación tienen que tener una data similar para que exista una correlación con la hipótesis planteada.

Como norma la información del SIRTPLAN debe tener una escala, una precisión, un nivel de detalle y una temporalidad homogénea coherente que permita realizar los análisis integrados de las informaciones sin que ocurran malas interpretaciones de los resultados de las evaluaciones.

Recolección y cartografía de la información

El producto final de un inventario es una cartografía temática (objetos que ocupan un espacio geográfico determinado), e información tabular (atributos o características de los objetos espaciales), que permite la utilización de los datos. La recolección de información debe tender a la obtención de una expresión gráfica de los datos que permita tener una visión global de la situación. La cartografía permitirá el análisis espacial y la comparación de elementos.

Para el SIRTPLAN la cartografía temática resultado de los inventarios, deberá tener una base cartográfica y una nomenclatura común que permita ingresarla a medios magnéticos para su ingreso al sistema. Toda cartografía temática deberá tener su respectiva base de datos que se debe transcribir a bases de datos digitales que también se incorporará al sistema y mantendrá su relación al tema original.

Los productos finales de información y otros que se recopilen deben ser entregados en los formatos y estructurados considerando los distintos programas o aplicaciones componentes del SIRTPLAN.

Ingreso de la Información en el SIRTPLAN

Una vez terminado el inventario o recolección de las informaciones (aunque siempre se pueden ingresar nuevas informaciones), hay que considerar el manejo de la información en el SIRTPLAN. Este manejo debe considerar los aspectos de cómo se ingresan físicamente las informaciones gráficas georeferenciadas (mapas) y sus atributos alfanuméricos al sistema y por otro lado cómo se manejan estos datos de tal forma que tengan una estructura, una forma que de relación entre ellos y cómo se administran en el SIRTPLAN.

El proceso de ingreso de los datos debe estar gobernado por una serie de criterios y normas, como por ejemplo la codificación de la información, la escala del sistema, el área de estudio, los formatos, etc., tanto para la información georeferenciada como tabular,. Esto deberá ser explicitado por el diseñador en forma previa. Además esta tarea implica un proceso físico de ingreso por los distintos tipos de información, ya sea alfanumérica o gráfica y según la tecnología disponible.

Finalmente, este proceso dará forma a una base de datos cartográfica la que tendrá vínculos con las BD alfanuméricas ingresadas bajo un Modelo de Datos especifico que define sus relaciones e interrelaciones, con una Estructura de BD definida para el orden de los datos y en algunos casos con un Sistema Administrador de estas bases de datos, para relacionar un gran volumen de información con distintas aplicaciones si fuese el caso.

Este ordenamiento en el ingreso de datos, es la base del manejo de las informaciones en el SIRTPLAN. En el próximo capitulo se revisarán los temas del Modelo, Estructura y el Sistema Administrador de Bases de Datos.

Definición de Unidades de Análisis

Esta etapa tiene como fin generar unidades básicas de análisis para el proceso de evaluación de tierras y la generación de escenarios: Este proceso consiste en la generación de unidades geográficas biofísica y socioeconómicamente homogéneas, las que se obtienen mediante la “sobreposición” de las unidades logradas en los procesos de zonificación agroecológica y socioeconómica respectivos, obteniéndose con esto Unidades Ecológicas Económicas (UEE) o Unidades Básicas de Análisis (UBA), en las que se integran toda la información requerida para la evaluación de tierras.

Para la creación de las UBAs existen dos posibilidades de “sobreposición”, la primera siguiendo el método tradicional que es definir como UBAs a las unidades agroecológicas caracterizadas por información socioeconómica y la otra a través de la sobreposición física de unidades agroecológicas (UAE) y socioeconómica (USE) siempre y cuando sea posible la generación de estas últimas unidades (Figura 4).

Como norma para la metodología propuesta es que las UBAs deben ser homogéneas y únicas en sus características, es decir cada una ellas es un vector único de información en la escala de trabajo.

Es importante destacar que las unidades logradas deben tener un tamaño mínimo de representación según la escala de trabajo. Definir el tamaño mínimo de representación para estas unidades, depende del grado de homogeneidad o de variación interna, que está en estrecha relación con la escala de trabajo, y la rigurosidad de la información con que se cuenta. Por lo tanto para definir una tamaño mínimo para las UBAs se tomará en cuenta la escala de las informaciones temáticas (muy especialmente suelos y topografía), y con base en lo anterior el nivel de detalle o escala a expresar los resultados del proceso de evaluación de tierras.

Otra norma para las UBAs es la que se refiere a su manejo con las bases de datos, para ello a las unidades se les debe asignar un identificador exclusivo que permitirá generar una BD relacional para evaluación de tierras.

Zonificación Biofísica o Agroecológica

Para la zonificación biofísica o definición de Unidades Agroecológicas (UAE) es necesario recopilar toda aquella información que condiciona la adaptación de las especies cultivadas o los diversos tipos de uso de la tierra que se esperan evaluar. Esto se refiere a las condicionantes de tipo físico, biológico, económico, social y cultural, expresadas en la práctica en las características del suelo, del clima y del manejo.

Sin embargo, para definir los límites de las unidades agroecológicas sólo se utiliza información de suelo, geomorfología y clima, a través de la unidad cartográfica de suelos, y los regímenes de temperatura y humedad para dar mayor temporalidad al análisis.

Una vez que se tenga la información debidamente ingresada y clasificada en el SIRTPLAN se procederá a la creación de las unidades agroecológicas, definidas basándose en las unidades cartográficas de geomorfología y suelos y las características climáticas o unidades climáticas si la escala es de bajo detalle.

Zonificación Socioeconómica

El concepto de la Zonificación Socioeconómica es un planteamiento que el Proyecto recalca, pues es necesario tener en cuenta que la posibilidad para un tipo de uso de la tierra no depende exclusivamente de las aptitudes físicas de un lugar sino también de las capacidades que la población tenga para emprender actividades silvoagropecuarias. Al respecto, tradicionalmente se ha caracterizado al habitante rural en forma general en el ámbito de todo un territorio a evaluar. Sin embargo, lo más recomendable es identificar esta población con su distribución dentro del territorio, estableciendo evaluaciones más realistas que apoyen y faciliten la toma de decisiones en lo conerniente al uso de la tierra.

En referencia a las características que se pueden tomar en cuenta para la zonificación, se debe señalar que no existe algo preestablecido, algunas utilizadas son: Acceso al crédito, la disponibilidad para aceptar cambios en el uso del suelo, el acceso a infraestructura para la producción, la accesibilidad del lugar (caminos), Variables demográficas (densidad, escolaridad, pobreza, etc), etc. En todo caso las variables seleccionadas deben en forma conjunta identificar las potencialidades de la población con respecto a enfrentar labores productivas silvoagropecuarias además de tener una representación geográfica acorde a las unidades agroecológicas (en general serán menos detalladas).

Por otro lado, como posibles unidades espaciales a considerar en la espacialización socioeconómica, éstas pueden ser las unidades Censales agrícolas o de población y vivienda, las unidades del catastro de tierras, áreas administrativas o de accesibilidad.

Entonces, las Unidades Socioeconómicas (USE), se podrán obtener de la sobreposición de mapas temáticos de variables demográficas (ej. Densidad poblacional), de infraestructura (ej. Caminos), administrativos (ej. Municipio) y otros relevantes cómo la distribución de familias pobres (ej. Usando algún índice de pobreza). Vale la pena aclarar en este punto que la caracterización de los campesinos o productores rurales no sirve para la creación de la USE como tal, pero sí para su descripción como unidad básica de análisis social.

La USE deberá responder a la realidad social y económica del lugar de estudio, por lo que los límites obtenidos a través de las sobreposiciones deberán, necesariamente, sufrir cambios en virtud a la realidad social, económica y cultural de cada lugar, por lo que es altamente aconsejable, una verificación de campo o el uso de fotografías aéreas recientes.

Hay que hacer notar que los resultados de la zonificación socioeconómica son inciertos debido al gran dinamismo de las variable y por la heterogeneidad de las características de la población lo que hace algunas veces imposible la zonificación o que la zonificación que se obtenga sea válida por un periodo en el mediano plazo o menos.

En el caso de la imposibilidad de hacer una zonificación socioeconómica por que no se tiene certeza de encontrar sólo un tipo de productor agrícola en un área determinada, no se tenga acceso a información suficiente como para caracterizar a productores tipo, o no exista información socioeconómica susceptible a ser espacializada, es necesario entonces por medio de algún procedimiento incluir las informaciones socioeconómicas.

Una posibilidad es incluir estas informaciones como oferta directa de las unidades agroecológicas, específicamente atributando sus bases de datos a través de datos contenidos en los censos, encuestas, diagnósticos sociales, etc., y/o visitas de campo (diagnóstico rural rápido participativo, etc.).

Otra posibilidad complementaria para incluir estas informaciones es través de los datos necesarios para el proceso de evaluación de tierras por medio de la Ficha de los Tipos de Uso de la Tierra a evaluar. En donde se incorporan algunas variables a la ficha descriptiva de cada uno de los tipos de uso de la tierra (TUT) a ser evaluados como requerimientos socioeconómicos para un uso determinado.

Dentro de este ámbito la incorporación de variables sociales, económicas o culturales al TUT serán en torno a los requerimientos de mano de obra, análisis de la demanda y precios razonables para los productos de los TUT, acceso a mercados dados las condiciones locales (infraestructura productiva, vial, información de precios, etc.); condiciones de tenencia de la tierra; aceptabilidad social; análisis de existencia de proveedoras de insumos, crédito, facilidades de transporte y procesamiento para cada uno de los TUT que así lo requieran.

Metodología para la Evaluación de Tierras en el SIRTPLAN

En el SIRTPLAN la información de los recursos naturales y productivos está sistematizada en torno a la expresión geográfica denominada Unidad de Análisis. Estas unidades están asociadas a información biofísica, económica, social y cultural de acuerdo a los procedimientos descritos en los capítulos anteriores.

A partir de ella, se comienza a elaborar, en la medida que se van necesitando, nuevos atributos o “cualidades de la tierra” que van poblando o haciendo crecer las bases de datos asociadas a las unidades de análisis. Las cualidades son propiedades de la tierra que tienen influencia sobre el comportamiento de los usos específicos que se le puede dar a la tierra. Justamente es el atributo que se compara con los requerimientos del uso que se evalúa para definir su aptitud.

La comparación entre los requerimientos de los usos específicos y las cualidades de la tierra puede dar como resultado conceptos cualitativos, como por ejemplo niveles de aptitud (apto, moderadamente apto o no apto) o valores cuantitativos como por ejemplo rendimiento de un producto cosechado (toneladas por hectárea y por temporada, kilos de carne por año, etc.), rentabilidad económica (margen bruto, valor presente neto, tasa interna de retorno), necesidades de mano de obra necesidad de capital, etc. e incluso conceptos relacionados con sustentabilidad, como por ejemplo erosión expresada en toneladas de suelo perdido por año, cantidad de agroquímicos aplicados y muchos otros.

A medida que se van generando estos resultados, mediante la aplicación de diversas herramientas, se va completando aún más la base de datos asociada a las unidades de tierras en el SIRTPLAN. Estos son los resultados que el sistema debe ser capaz de mostrar al tomador de decisión en forma expedita, y amigable.

Respecto a las herramientas de evaluación de tierras, el SIRTPLAN está concebido para utilizar diversas opciones, tales como los modelos de simulación de cultivos, las funciones de transferencia, los modelos empíricos o estadísticos, los sistemas de evaluación cualitativa sobre la base de árboles de decisión, los métodos paramétricos como el Indice de Storie, etc. La idea básica es que para aplicar cualquiera de ellos, la información de entrada se tome principalmente de la base de datos, asociada a cada unidad de análisis y los resultados vuelvan a la base de datos como otro atributo de las unidades de tierra.

Del mismo modo y para continuar con las actividades siguientes dentro de la metodología propuesta por el proyecto, es decir construir escenarios y optimizar el uso de la tierra, se privilegian en el SIRTPLAN herramientas que entreguen resultados cuantitativos.

Como resultado concreto del proceso se puede decir que se genera una matriz de información (Matriz de Aptitud Inicial) para cada unidad de análisis con respecto a todos los tipos de uso de la tierra evaluados (figura 5).

Generación de Escenarios

La generación de escenarios se realizará a partir de la matriz resultado del proceso de evaluación de tierras (Matriz Inicial), existiendo con ella distintas posibilidades para la generación de escenarios que van desde tomar los resultados directos de la matriz de aptitud y generar los escenarios por cultivos hasta la generación de escenarios óptimos según ciertos criterios y/o métodos preestablecidos.

La matriz inicial de aptitud refleja la aptitud de los usos según las condiciones actuales pero siempre hay situaciones nuevas a considerar y comparar (situaciones simuladas a la condición actual), entonces en cuanto al procedimiento metodológico se propone primero una etapa en que se obtengan nuevas matrices de aptitud para la generación de escenarios en donde cada nueva matriz incorporará cambios en el contexto de la evaluación de la aptitud que sean importantes de comparar como por ejemplo la construcción de un camino o el acceso al crédito o infraestructura de riego, etc. Estas nuevas condiciones cambiara la oferta de todas o algunas las unidades de análisis por lo que redundará en un cambio en la aptitud de ellas y descriptores como el rendimiento, el margen bruto, la necesidad de mano de obra, etc.

Luego prosiguiendo la secuencia, se deben definir los criterios para la generación de escenarios de usos de la tierra entendiendo que existen distintas posibilidades o métodos para la obtención de escenarios como lo son por acción directa en la matriz de aptitud (selección del más apto o selección directa por tipos de usos) o por medios paramétricos como la optimización por programación lineal o evaluación multicriterio u otros métodos. Con estos métodos se obtendrá una combinación única de los distintos tipos de uso para la zona evaluada en donde cada unidad de análisis tendrá un solo tipo de uso de la tierra asignado teniendo finalmente una expresión gráfica en forma de mapas y tablas asociadas de los resultados lo que denominamos un Escenario.

Este proceso es iterativo obteniendo en realidad un conjunto de escenarios los que finalmente pasarán a enriquecer el proceso de toma de decisión del uso de la tierra (figura 6).

Generación de nuevas matrices mediante cambios de la oferta de las UEE

Antes de desarrollar el presente punto debemos tener un entendimiento de qué es o entenderemos por un "cambio en la oferta", esto se refiere a un cambio en la oferta de infraestructura, económica o acceso para la producción que puede hacer variar la aptitud de algunas o todas las unidades de análisis involucradas producto de una variación en el contexto de evaluación (figura 7).

Hay que señalar que dependiendo de la magnitud o escala de un cambio este podrá tener un impacto local o global (p. ej. el mercado externo o un puerto tienen un impacto global para toda una zona), dependiendo de esto es que metodológicamente la generación de las nuevas matrices será distinta:

La Generación de matrices por cambios globales, es el caso más común y consiste en que el impacto del cambio afecta a todas las unidades básicas de análisis por igual (con la misma magnitud). Por lo tanto se cambia él o los valores correspondientes a todas las unidades y se vuelve a evaluar la aptitud a todas las unidades en el programa de evaluación de aptitud. El resultado es una nueva matriz de aptitud para todos los cultivos.

La Generación de nuevas matrices por cambios locales, se refiere a cambios de efecto localizado dentro del área de evaluación. Estos cambios pueden tener un impacto (magnitud) iso o anisotropica a la ubicación del cambio y con una área de influencia regular o irregular. Una vez identificados y evaluados los impactos se deben cambiar la oferta solamente en las unidades afectadas y luego a ellas se evalúan nuevamente en el programa de evaluación de aptitud todos los tipos de uso generando una nueva calificación de aptitud para estas unidades.

Figura 7 Generación de Nuevas Matrices

Generación de Escenarios

Una vez obtenidas todas las Matrices y sobre todo definiendo los criterios y/o métodos de selección de usos se pueden recién hablar de generación de escenarios que básicamente tienen el sesgo de la apreciación del planificador o el político (figura 8).

En la generación de escenario, una vez definidos los criterios que pueden ser muy básicos o sofisticados, se podrían obtener escenarios mediante una operación simple de selección de un uso particular desde la matriz inicial de aptitud o las nuevas, hasta selecciones de usos que involucran la creación de escenarios con múltiples usos basados en la optimización lineal o evaluaciones multicriterios (escenarios paramétricos).

Figura 8 Opciones para la Generación de Escenarios

A continuación se describen algunas posibilidades de creación de escenarios:

A partir de la Matriz Inicial

Como se definió anteriormente la Matriz Inicial es la primera matriz obtenida de la evaluación de tierra en el contexto de la situación actual del área evaluada. A partir de la generación de escenarios se tienen metodológicamente dos posibilidades: la primera Por Selección Directa, que obedece a la selección en base a la experiencia o criterio escogiendo de la matriz algunos usos de la tierra particulares (como por ejemplo que se escojan solo los frutales) obteniendo un ordenamiento de las unidades en base a ello logrando un escenario. Otra posibilidad de generar escenarios a partir de la Matriz Inicial es por Selección del Escenario A1 o ideal, cuyo criterio puede ser seleccionar el mejor uso evaluado de cada unidad (A1 u otro apto), pero todavía podría existir más de un uso por unidad para lo que se propone hacer una pequeña evaluación multicriterio que permita hacer un ordenamiento de ellos de tal forma de seleccionar uno, finalmente al igual caso anterior se obtiene un escenario particular que tendrá la una representación en el sistema

Generación de escenarios por procedimientos paramétricos

Para metodología de generación de escenarios paramétricos y consensuados del SIRTPLAN, es importante utilizar criterios de optimización para la definición de escenarios pues tiene un gran poder ya que es una herramienta con base no subjetiva y replicable. Una vez reconocido la importancia de la herramienta se realizó una revisión de algunos métodos de optimización llegando a la convicción de que los métodos multicriterios, en especifico la optimización multi-objetivo y el proceso analítico jerárquico AHP, son útiles para enfrentar problemas como la determinación de la mejor combinación de usos tomando en cuenta los múltiples intereses de los involucrados (stakeholders) y también para enfrentar el problema de la resolución de conflictos en la búsqueda que estos escenarios sean consensuados o negociados punto que revisaremos en el punto.

Como resultado de los proceso de evaluación de aptitud, en cada matriz de aptitud existente y para una misma unidad de análisis existirán mas de un tipo de uso recomendado. La competencia por unidades de tierra por parte de los distintos usos (representados en ellos los intereses de los actores). Es decir, la optimalidad consiste en la maximización del beneficio neto de las diferentes partes interesadas y/o la minimización de los impactos negativos a los beneficios. Es necesario entonces rescatar los intereses de los planificadores y actores para considerarlos como restricciones y/o objetivos en modelos de optimización que se crearán para generar escenarios optimizados.

Cada modelo se aplicará, por medio de un programa de optimización lineal, a cada matriz de aptitud entonces tendremos un conjunto de modelos aplicados a cada matriz, luego habría que seleccionar los resultados provenientes de un contexto de evaluación expresados en una matriz lo que significa seleccionar una situación particular para los análisis (por ejemplo seleccionar los resultados provenientes de la matriz que representa la situación con caminos), esta selección se puede realizar tomando algún criterio como podría ser el aumento de los ingresos, el aumento del trabajo rural, la disminución de la perdida de suelo, etcétera, los que incluso se podrían combinar en un proceso de evaluación multicriterio simple

Hay que recalcar que se deben elegir el grupo de escenarios provenientes de una condición común por ejemplo los escenarios sobre la base de la situación actual o basándose en un cambio infraestructural especifico, ya que es imposible comparar escenarios provenientes de distintas situaciones o contexto de evaluación.

Los escenarios óptimos provenientes de la matriz seleccionada deben ser transferidos al SIG donde se puede ver la representación espacial de dichos resultados. Luego en el SIG el grupo de escenarios optimizados pueden ser contrapuestos a los usos actuales y a las expectativas de los afectados. De esta forma, se obtendrán mapas con conflictos de uso, es decir en donde el uso actual es totalmente contrapuesto al uso propuesto. Esta última información puede ser utilizada también en el proceso de negociación de escenarios.

La Presentación de Resultados

Aunque esta etapa es más bien algo operativa más que metodológica se considera importante recalcarla en el contexto metodológico ya que toda esta información y desarrollo logrado en el proceso del SIRTPLAN no puede quedar al igual que en un estante guardada en el computador de algún técnico o jefe, esta información entonces como propuesta del Proyecto debe presentarse al mayor número de personas por medio del desarrollo de un sistema que permita la consulta de las informaciones y resultados tanto numéricos como georeferenciados además de facilitar también a los técnicos para realizar alguna operaciones en forma más automática que en el inicio del desarrollo.

En el desarrollo de la implementación de la metodología se van obteniendo distintos resultados y se generan un sinnúmero de operaciones y procedimientos operativos para trabajar con los distintos programas e incluso también se desarrollan pequeñas aplicaciones que complementan las funcionalidad del SIG u los programas utilizados. Entonces es necesario integrar todo en el ámbito de un sistema basado en SIG y las Bases de Datos estructurando la parte visible del SIRTPLAN hacia la comunidad que no requeriría conocimientos de sistemas de información geográficos o bases de datos.

Con esta etapa se institucionaliza el Sistema y se logra la consolidación en términos que realmente se crea una herramienta que no es monopolizada sólo por los expertos sino que se comparte con otros actores del proceso que requieren consultar la información para sus propias decisiones.

La Negociación de los Escenarios

Una vez elaborada una serie de escenarios basado en los datos e informaciones del SIRTPLAN se entra en un proceso de toma de decisión. Puede ser que sea un proceso ya definido e institucionalizado que no requiere de algún tipo de sistematización. O puede ser más bien un proceso abierto todavía no definido con una participación abierta de diferentes grupos interesados. Generalmente estos procesos son subjetivos y poco transparentes, que son difíciles de analizar y reconstruir (replicar). Para completar el proceso de generar información y tomar decisiones en cuanto al uso de la tierra en forma sistemática y lógica se introduce como último paso metodológico en el SIRTPLAN una herramienta para facilitar la toma de decisiones: Proceso Analítico Jerárquico (AHP, Analytic Hierarchy Process).

El Proceso Analítico Jerárquico lo desarrolló T.L. Saaty en los años 80 para proporcionar un marco de trabajo para tomadores de decisiones para que los decisores (actores o grupos de interés) puedan (Tratado de Cooperación Amazónica, 1998):

Estructurar sus problemas y proporcionar el juicio necesario para determinar sus prioridades;

Determinar el grado de inconsistencia (el cual puede ser mejorado mediante la revisión de los juicios o evaluaciones emitidos por los actores involucrados).;

Permitir que los diferentes actores en una situación conflictiva emitan juicios y preferencias. También que generen suposiciones acerca de los juicios y preferencias de los otros actores. Así, sus resultados y los de los otros actores pueden ser comparados.

El AHP está basado en consideraciones teóricas que permiten el modelamiento de problemas no estructurados tanto en las ciencias naturales, económicas y sociales. Los fenómenos sociales son usualmente más complicados que los físicos ya que no permiten ser reproducidos exactamente y con la misma frecuencia, debido a una serie de variables subjetivas difíciles de medir. El AHP permite incluir en la toma de decisiones las diferencias de opinión de los actores y los conflictos de interés, tal como ocurren en una situación real.

En el marco del SIRTPLAN, el proceso de la toma de decisión sobre los escenarios se facilitará con el uso de algún programa. Este programa obligará a llevar el proceso de toma de decisiones de forma sistemática y lógica, ayudando a detectar y evitar inconsistencias en el proceso. El programa no puede tomar ninguna decisión, pero ayuda a los actores a tomar decisiones basados en múltiples criterios en forma combinada como los conocimientos, las experiencias y las preferencias.

5 Hacia un Ordenamiento Territorial Ecológico - Administrativo del Territorio. Sistemas de Información Territorial
6 Zonificación-Ecológica-Económica: Una propuesta Metodológica para la Amazonía
7 Recolección ordenada de información.

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