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5. RESUMEN DE ENTREVISTAS CON PROFESIONALES NACIONALES EN EL CAMPO FORESTAL Y DEL MEDIO AMBIENTE

Lo siguiente es una recopilación hecha en base a entrevistas a expertos profesionales que se desenvuelven o se relacionan actualmente en el campo forestal.

El fenómeno de la deforestación es un tema que siempre conlleva a discusiones principalmente sobre las causas que lo provocan, entre las que están, el avance de la frontera agrícola, políticas agrarias contradictorias, falta de una cultura forestal, mentalidad cortoplacistas para la recuperación de las inversiones y otras.

La mayoría, no solo de los entrevistados si no también de textos que se puedan consultar, opina que la principal causa es el avance de la frontera agrícola. En el periodo de los ´80, la tasa de deforestación se estimaba entre 50 y 75,000 ha/año, la mas baja desde la década de los ´50, debido principalmente al conflicto armado en que estaba inmerso Nicaragua. En los ´90 la deforestación experimenta un crecimiento acelerado, llegando algunas estimaciones hasta de 150,000 ha/año, la más alta en el ámbito regional. Este incremento es producto de la asignación de tierras del estado, en áreas de bosques, a desmovilizados de ambos bandos, el retorno de miles de campesinos desplazados y de los que habían emigrado a los países vecinos.

El fenómeno de la deforestación se ve impulsado por cuatro razones estructurales principales, la primera es la expansión de la ganadería extensiva, que por el uso de tecnología inadecuada obtiene baja productividad/ha, y va acompañada de la expulsión de la fuerza laboral hacia tierras vírgenes y fácilmente obtenibles, aún así continua siendo la mas rentable, la segunda es la incapacidad del sistema agrícola para intensificar la producción en tierras marginales para ese uso y la tercera, están las políticas que se han implementado en diferentes periodos, y que por lo general han ido en detrimento de los recursos forestales de Nicaragua.

Detrás de la expansión agrícola se mencionan otros factores como la falta de tradición forestal en el campesinado nicaragüense, quien siempre ha visto al bosque como un estorbo para su finca, así mismo siempre tienen la esperanza de llegar a hacer grandes ganaderos, por lo que aunque no tengan ninguna cabeza de ganado, su finca posee un área de pastizales. El uso del fuego es una práctica normal para limpiar nuevas áreas o aquellas que serán reutilizadas, pero no ha sido muy bien utilizado por lo que gran parte de los daños a los bosques es atribuible a esta herramienta de la frontera agrícola. Solamente el año pasado el MARENA (Ministerio del ambiente y los recursos naturales) reportó un total de 2609 incendios (16% lo ocurrido en 1998) detectados mediante datos satelitales provenientes del sistema NOAA, INAFOR (Instituto Nacional Forestal) complemento los daños ocasionados calculando un área total de bosques afectados de 25,227ha con pérdidas económicas de 1,892,060 dólares, mientras que el área agropecuaria total fue de 39,632ha con pérdidas de 2,268,568 dólares.

En el periodo de los ´50, ´60 y ´70, las políticas agrarias favorecieron la agroexportación de cuatro productos principales, el algodón, la caña de azúcar, café y carne vacuna. Miles de campesinos se vieron obligados a emigrar hacia tierras marginales para la agricultura principalmente en la Costa Atlántica. Durante los ´80 la Reforma Agraria entregó miles de hectáreas de tierra principalmente en suelos de vocación forestal. En los ´90 se continua con las políticas de incentivo hacia la ganadería extensiva en las regiones de trópico húmedo, y aun persiste aquel concepto que la tierras mejoradas y por consiguiente, sujetas de crédito, son las que están despaladas.

Los incentivos hacia el sector forestal han sido demasiado poco como para tener un impacto significativo en el desarrollo sostenible de las áreas boscosas, además no han tenido una distribución equitativa y ha favorecido mayormente la reforestación que el manejo de bosques naturales, así mismo es mas fácil obtener crédito para comprar ganado que para un plan de manejo o para reforestar. La tenencia de la tierra aun es incierta, pues la ley establece que los bosques son propiedad del estado, por lo que los campesinos no se sienten dueños de sus recursos y por lo tanto tampoco comprometidos a preservarlos. Por otro lado la política de concesiones no ha incentivado el manejo a largo plazo, si no que se prosigue con el carácter de minería de los bosques.

Actualmente el INAFOR, creado en 1998 como un brazo del MAG-FOR, está en proceso de elaboración de “La Política Forestal de Nicaragua”, la cual pretende lograr principalmente el desarrollo sostenible del sector forestal transformándolo en un eje de desarrollo de la economía nacional, a través de la promoción de la inversión forestal privada y la incorporación de los servicios ambientales como una forma de obtener mayores ingresos de los bosques. Así mismo incorpora dos aspectos que podrían contribuir a mejorar el manejo de los bosques como son la auditoria y la regencia forestal.

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