Página precedente Indice Página siguiente


CAPÍTULO 1: EL ENFOQUE DE LOS MODOS DE VIDA SOSTENIBLES


Diversos autores (Carney, Ashley, etc) ya han tratado detenidamente el enfoque de los MVS; por ello, en este documento no se entrará muy en detalle a este respecto, sino que se presentará una breve sinopsis de sus principios rectores, y se pondrá de relieve su creciente inclusión en los programas de desarrollo rural de la FAO. Tras ello, se examinarán las diferentes maneras en que este planteamiento se ha venido utilizando en el campo y se presentará un resumen de las críticas que se le han dirigido.

1.1 Los principios rectores del enfoque de los MVS

Cuando se alude a este tipo de enfoque, se indica como su objetivo[2] la promoción de un desarrollo que sea sostenible desde un punto de vista no sólo ecológico sino también institucional, social y económico y la generación de resultados auténticamente positivas por lo que se refiere a los medios de subsistencia. Para lograrlo, se pueden aplicar varios métodos, que deben compartir las siguientes características:

- centrarse en la población

- responder a las necesidades de la población y tener carácter participativo

- abarcar múltiples niveles

- aplicarse en asociación con terceros

- ser sostenibles, teniendo presente las cuatro dimensiones clave de la sostenibilidad: económica, institucional, social y ambiental

- ser dinámicos

Esta idea abarca el concepto del pentágono de los cinco principales activos a disposición de la población rural[3]:

Figura 1.1: El pentágono de los activos

Singh y Gilman utilizan el siguiente diagrama para ilustrar los bienes comunitarios fundamentales para el marco de los MVS:

Figura 1.2: Los activos comunitarios como punto de entrada para los MVS

El plan a plazo medio de la FAO incluye el compromiso de incorporar los enfoques de los MVS en la futura labor de la organización en la esfera del desarrollo rural. El plan prevé los siguientes objetivos:

  1. mejorar la eficacia de las políticas y los programas nacionales dirigidos a fortalecer la contribución de las instituciones locales a los modos de vida rurales y a prestar asistencia a las poblaciones vulnerables;

  2. fomentar las instituciones locales y su capacidad para incrementar los modos de vida rurales y asegurar un acceso equitativo a los recursos; y

  3. fortalecer los vínculos de las instituciones locales con las instituciones regionales, nacionales e internacionales, según corresponda.

Puede palparse la auténtica voluntad de la FAO de utilizar los modos de vida sostenibles en la búsqueda de proyectos de desarrollo rural que arrojen buenos resultados, haciendo especial hincapié en el fomento de la capacidad de las instituciones locales y la potenciación de la capacidad de acción de las poblaciones locales, mediante su participación en los procesos de planificación del desarrollo.

1.2 El enfoque de los MVS en el campo

Baumann[4], al examinar la utilización de los enfoques de los MVS en dos distritos de la India: Dehradun (Uttar Pradesh) y Rayagada (Orissa), destaca la necesidad de incorporar el capital político como factor endógeno al marco de los MVS. La autora considera este hecho sumamente importante para la participación de la población local y la potenciación de su facultad de acción, ya que, según observa, los cambios que surgen en las estructuras de poder local pueden encontrarse en contraposición con las élites del lugar, y es posible que los enfoques de los MVS tropiecen con una considerable resistencia cuando se intente organizar a las poblaciones en agrupaciones con objeto de modificar su nivel de acceso a los recursos. De efectuarse, la inclusión de capital político permitiría distinguir mejor, dentro del marco, entre factores operacionales y técnicos (decididos mediante la introducción de innovaciones institucionales en el sistema político vigente), y entre factores legislativos y políticos (en los casos en que las limitaciones de índole política obstaculizan una ejecución satisfactoria de los proyectos). Este aspecto, que se analiza en mayor detalle más adelante, con particular referencia al contexto latinoamericano, es además un tema de debate en las reuniones de los consultores.

Figura 1.1: Un grupo de mujeres se reúne para hablar de sus objetivos, Orissa (India)[5]

Fotografía: Katia Dini

Ashley[6] recurre al marco de los MVS para explorar las vinculaciones y, en especial, la influencia recíproca, entre los modos de vida rurales y la ordenación de los recursos de propiedad común. A este respecto se exponen tres casos observados en Namibia:

- el primero de ellos se refiere a la planificación con participación de las comunidades, del aprovechamiento de la fauna y la flora silvestres, lo que se conoce también como proyecto WILD (por su sigla en inglés: integración de la vida silvestre para la diversificación de los medios de subsistencia). Dicho proyecto facilitó el análisis de los modos de vida participativos y la planificación del uso de la tierra, todo ello de modo participativo, y proporcionó información continua acerca de las lecciones aprendidas a la comunidad y a otras comunidades interesadas en el proyecto. De este modo el análisis de los modos de vida pasó a considerarse una parte intrínseca del proyecto y no simplemente una de sus etapas.

- el segundo caso abarca la aplicación de estrategias de modos de vida para mejorar el programa de ordenación de los recursos naturales de base comunitaria. Se dedicó atención prioritaria a la creación de capacidad institucional en materia de ordenación de los recursos de propiedad común. Uno de los resultados del proyecto fue la determinación de los factores que influían en la participación de la población en el programa.

- el tercer caso examinado en Namibia se refiere a la evaluación del impacto de la expansión del turismo desde la perspectiva de los medios de subsistencia. Mediante el marco de los MVS, aplicado en forma de una lista de control analítica, se estimó el impacto producido por el aumento del turismo en los diferentes aspectos relacionados con los modos de vida rurales.

Se examina asimismo un cuarto ejemplo en Kenya, relativo a la evaluación del impacto producido en los modos de vida por las empresas dedicadas a los recursos silvestres, mediante la cual se estimó la contribución de esas empresas al desarrollo y la conservación.

En líneas generales, Ashley[7] afirma que los efectos de los programas mencionados en los activos de las poblaciones rurales son de fundamental importancia, y que ese tipo de análisis puede ayudar a comprender mejor por qué algunos grupos participan en las actividades y otros no llegan a hacerlo. En el caso del Perú[8] que se presenta en la sección dedicada a América Latina, esta conclusión podría revelar las razones por las cuales los pueblos indígenas se mostraron reacios a participar en las iniciativas y la manera de modificar esta actitud.

Ashley y Hussein[9] aplican el enfoque de los MVS para evaluar y analizar los proyectos de preservación de la naturaleza en función de su impacto en los modos de vida de la población. Una de las deficiencias de los enfoques de los MVS que se ponen de relieve en esos análisis reside en el riesgo de una dependencia excesiva del marco de los MVS, lo que puede impedir tratar abiertamente la cuestiones relativas a la política, la potenciación, las relaciones de género, etc. Esto pudiera confirmar las conclusiones formuladas por Baumann[10], Marzetti[11], Bebbington[12], entre otros.

Carney y Drinkwater estudian la aplicación práctica de los enfoques de los MVS por algunas organizaciones de desarrollo[13] y extraen algunas enseñanzas al respecto. Por ejemplo, CARE International destaca la importancia de velar por que esos tipos de enfoques no parezcan una iniciativa “impulsada por las oficinas centrales”, pues a menudo esto puede provocar cierto escepticismo en el campo. Quizás sea importante que la FAO sea consciente de este hecho, en un momento en que se apresta a introducir los enfoques de los MVS en sus actividades. La colaboración entre los grupos de trabajo, instituidos por los consultores y el personal en el campo, en la elaboración de los enfoques permitiría superar este problema. CARE también recalca la necesidad de aplicar un sistema “liviano” a fin de asegurar una aplicación en el campo sencilla, aspecto que López Ornat[14] recoge en su trabajo sobre desarrollo sostenible en América Latina. El DDI señala que no es necesario abandonar por completo los enfoques sectoriales para poder ejecutar proyectos basados en los modos de vida sostenibles. Por esta razón, se ha reconocido que es posible aplicar con éxito los enfoques de los MVS incluso con arreglo a planteamientos sectoriales, como se observa también en algunos documentos sobre gestion des terroirs.

Farrington et al[15] intentan colocar la documentación relativa a los MVS en un contexto práctico, pues se dedican a estudiar la aplicación de esos enfoques en el campo hasta la fecha, reiterando las conclusiones de Ashley[16] y de Ashley y Hussein[17] respecto de sus investigaciones en Namibia y Kenya. En su análisis, observan que el marco de los MVS no debe utilizarse de manera aislada pues su finalidad es más bien servir de instrumento de diseño de proyectos, ya que reúne diferentes perspectivas que contribuyen a crear un enfoque centrado en las personas. Esto confirma la necesidad de las actividades previstas por el subprograma 2.2 del Programa de Apoyo a los Modos de Vida Sosteniblessobre los People-Centred Approaches in Different Development Contexts (Los enfoques centrados en las personas en diferentes contextos de desarrollo), en relación con los enfoques de los MVS en diversos contextos culturales. De esta manera, se reconoce que el objetivo del marco de los MVS no consiste en reemplazar a otros enfoques sino en tomarlos como fundamento y consolidarlos.


[2] Ashley, C.; Hussein, K. (2000): Documento de Trabajo 129: Developing Methodologies for Livelihood Impact Assessment, pág. 14.
[3] Diapositivas de Satgé, R. Examining the DfID Sustainable Livelihoods Framework: Concepts and Critiques.
[4] Baumann, P. (2000): Documento de trabajo 136: Sustainable Livelihoods and Political Capital: Arguments and Evidence from Decentralisation and Natural Resource Management in India.
[5] Extraída de la base de datos del FIDA: www.ifad.org/photo/region/PI/IN.htm
[6] Ashley, C. (2000): Documento de trabajo 134: Applying Livelihoods Approaches to Natural Resource Management Initiatives.
[7] Ashley, C. (2000): Documento de trabajo 134: Applying Livelihoods Approaches to Natural Resource Management Initiatives.
[8] Lopez Ornat, A. (1996): Strategies for Sustainability: Latin America.
[9] Ashley, C., Hussein, K. (2000): Developing Methodologies for Livelihood Impact Assessment.
[10] Baumann, P. (2000) ibid., Baumann, P. (2002): The Sustainable Livelihoods Approach and Improving Access to Natural Resources for the Rural Poor.
[11] Manzetti, G. (2001): Brazilianising the Sustainable Livelihoods Approach.
[12] Bebbington, A, (1998): “Capitals and Capabilities”.
[13] Carney, D., Drinkwater, M.; Rusinow, T. et al (1999): Livelihood Approaches Compared.
[14] López Ornat, A. (1996): Strategies for Sustainability.
[15] Farrington, J.; Carney, D., Ashley, C., Turton, C. (1999): Sustainable Livelihoods in Practice.
[16] Ashley, C. (2000): Documento de Trabajo 134: Applying Livelihoods Approaches to Natural Resource Management Initiatives.
[17] Ashley, C., Hussein, K. (2000): Developing Methodologies for Livelihood Impact Assessment.

Página precedente Inicìo de página Página siguiente