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Forrajes arbóreos en la alimentación de monogástricos


PATRICIA SARRIA
Facultad de Ciencias Agropecuarias
Universidad Nacional de Colombia, Medellín

Introducción

La pobreza rural es la principal aliada de la degradación ambiental en los países del tercer mundo. Si este problema no se detiene, acercarse al desarrollo sostenible será cada vez más difícil. La conservación de los bosques y la siembra de árboles constituyen uno de los 5 acuerdos firmados en la Cumbre de Río de 1992 (Ministerio del Ambiente y PNUD 1994), por lo que la integración de los árboles a la agricultura es una estrategia interesante.

En los noventas las cifras fueron bastante negativas para el sector rural colombiano (SAC 1999):

Esto significa que el nivel de vida general de los colombianos decreció porque con índices de desempleo que alcanzaron el 20 por ciento en 1999, el sector rural fue uno de los más golpeados, sin empleo el poder adquisitivo fue bajo y buena parte de los alimentos debieron ser importados.

Una de las estrategias interesantes para mejorar la dieta en los hogares rurales es la cría de especies monogástricas. La producción de pollo de engorde, ponedoras y cerdos es importante con dos objetivos concretos: el autoconsumo y la generación de ingresos. De hecho, un estudio sobre la porcicultura en Colombia reveló que cerca de 70 por ciento de los cerdos sacrificados son producidos en explotaciones de menos de 25 animales (Restrepo et al., 1988). En Antioquia un volumen importante de los alimentos concentrados comerciales para aves, son vendidos en poblaciones de tradición campesina, donde no hay empresas avícolas de gran tamaño.

Si bien en zonas con buenas vías de acceso los campesinos compran los concentrados como parte importante de las dietas de sus animales a pesar de ser costoso, en las regiones alejadas de los centros urbanos esta opción no es viable. Al costo del alimento que no es nada despreciable, se le debe agregar el transporte y el riesgo, pues con la inseguridad desatada a nivel rural, incluso hacer llegar alimentos de primera necesidad es una hazaña.

De esta manera es urgente promover opciones para disminuir la dependencia de los alimentos concentrados y mantener una producción mínima de proteína animal en las zonas rurales de economía campesina.

En este documento se presentan avances sobre las posibilidades de algunos forrajes como alternativas alimenticias para monogástricos. Estos avances fueron realizados en su mayoría por la autora con el respaldo de la Fundación CIPAV y el apoyo financiero de PRONATTA y la IFS (International Foundation for Science, Suecia).

Ventajas de los árboles forrajeros

El interés por los forrajes arbóreos para alimentación animal es reciente en el país. Preston (1986) avanzó en esta propuesta que ha tenido eco a nivel de productores y ha despertado el interés de organismos promotores de programas de desarrollo rural.

La agroforestería es una de las estrategias más importantes para acercarse a sistemas agropecuarios sostenibles. Ofrece ventajas como el incremento de la cobertura vegetal, protección y mejoramiento de la calidad de los suelos, aumento de la diversidad biológica, recuperación y conservación de fuentes de agua, sumideros de CO2, producción de leña y fuente de alimento para animales rumiantes y monogástricos e incluso para el hombre. Se ha demostrado que son sistemas socialmente deseables y económicamente viables (Sánchez y Rosales, 1999, CIPAV, 1999).

Generalmente la vinculación entre forrajes y animales se ha hecho con rumiantes para conformar lo que se conoce como agrosilvopastoreo. Sobre el particular se ha producido una cantidad importante de información especialmente en la última década. Mientras que es poco lo que se ha avanzado con especies monogástricas, especialmente por su condición digestiva que no permite degradar altas cantidades de fibra. Sin embargo tienen posibilidad de utilizar forrajes como parte de la dieta (Preston, 1996, Sarria et al, 1992, Sarria et al., 1994, Figueroa, 1996).

En algunas regiones como el Pacífico Colombiano, la cría de cerdo es libre y sin mayor tipo de cuidado, basada en los excedentes de cosecha y algunas especies forrajeras (Gómez, 1997). Es una de las pocas alternativas que tienen productores de muchas regiones alejadas de los grandes centros urbanos, donde los monogástricos están culturalmente afianzados en lugar de los bovinos, debido a la fragilidad ecológica para sostenerlos. Otros a pesar de estar en condiciones que permiten la producción bovina, optan por los monogástricos debido a que la tenencia de bovinos obliga a mayor disponibilidad de tierra, inversión alta en animales y dificultad para el manejo por parte de mujeres y niños (que son gran parte de la mano de obra doméstica rural).

Dentro de las ventajas en la alimentación animal se destacan:

Producción de biomasa

La biomasa es una de las alternativas más interesantes para reemplazar los combustibles fósiles (Preston, 1994, Goodland et al., 1994), especialmente en los tropicos donde se posee la mayor capacidad fotosintética del planeta.

Según Goodland et al. (1994), la apropiación humana de la producción fotosintética es del orden del 40 por ciento. Con el crecimiento demográfico se espera que hacia el año 2030 la población se duplique, lo cual demandará el doble de alimentos por lo que urge un aumento proporcional de la producción fotosintética. Según Preston (1996) los árboles junto con la caña y las plantas acuáticas son la alternativa para el trópico. Mientras con soya se producen 1,2 ton/ha/año de proteína, con árboles forrajeros como el quiebrabarrigo (Trichanthera gigantea), se obtienen 2 tones (Sarría, et al., 1994).

Cultivos de Trichanthera gigantea y Gliricidia sepium con densidades de 10 000 árboles por ha. y con cortes sucesivos cada tres meses, han producido alrededor de 45 ton de forraje verde por ha/año, sin decrecer la producción durante 7 años consecutivos de corte, en una finca de Buga, Valle y en otra ubicada en El Dovio, Valle (Sarria et al., 1994).

Aumento de la diversidad

La dieta básica humana depende solo de unas 20 especies y de la misma manera se ha ido especializando la alimentación animal. En las dietas balanceadas se utilizan 3 o 4 especies donde generalmente la soya es la principal fuente vegetal de proteína. La falta de utilización productiva de las especies conlleva a su extinción porque requieren de las condiciones naturales para realizar su ciclo; es difícil mantenerlas en condiciones artificiales en bancos de germoplasma.

La promoción de la utilización de distintas fuentes de forrajes para la alimentación animal es una estrategia muy interesante para la preservación de la diversidad biológica. Gómez (1997) registró 125 especies utilizadas en al alimentación del cerdo por la comunidad afrocolombiana de Coquí y la Comunidad indígena de Gengadó Partadó en el Pacífico Colombiano.

Otras ventajas importantes de las arbóreas son:

Conservación de la fertilidad del suelo

En el Cuadro 1 se observa la fertilidad del suelo sosteniendo durante 7 años un banco de proteína compuesto por Trichanthera gigantea, Erythrina poepigiana, Bohemeria nivea y caña de azúcar y se compara con un suelo utilizado en ganadería bovina.

Se observa un pH menos ácido para el banco de proteína y una mayor disponibilidad de P. Esto último indica que en el banco hay una buena movilización del P.

Con el fin de comprobar la mejor fertilidad del suelo del banco de proteína, se hizo una prueba biológica sembrando maíz y midiendo su crecimiento después de tres semanas. Los resultados se observan en Cuadro 2.

Entre otras ventajas se tienen:

CUADRO 1
Fertilidad del suelo bajo banco de proteína y bajo ganadería.

Característica

Potrero ganado

Banco de proteína

pH

6,0

6,3

Materia Orgánica, %

6,2

4,7

Mg intercambiable *

2,7

1,7

Ca intercambiable *

8,5

7,8

Na intercambiable *

0,2

0,26

K intercambiable *

0,25

0,49

CIC *

16,2

13,4

P asimilable, ppm

4

42

* (meq/100 g suelo). Gómez y Sarria (1999), no publicado

CUADRO 2
Crecimiento de maíz en suelo con diferentes usos


Bovinos

Banco de proteína

Probabilidad

ES

Altura, cm

22,2 b

26,6 a

0,17

2,2

No. de hojas

2,9 b

3,3 a

0,27

0,03

Raíz, cm

27,1 b

23,8 a

0,23

3,7

Algunos árboles forrajeros usados en monogástricos

En los Cuadros 3 y 4, se muestran las características más importantes de algunas especies con potencial para alimentación de monogástricos.

CUADRO 3
Algunas arbóreas con potencial para la alimentación de monogástricos

Especie

Altitud (msnm)

Precipitación (mm)

Producción (ton/ha/año)

Quiebrabarrigo (Trichanthera gigantea)

0 -2 400

600 - 8 000

40-60

Ramio (Bohemeria nivea)

0 - 2 500

1 000 - 3 000

50

Morera (Morus alba)

1 000 -2 400

1 000 - 3 000

40-70

Bore (Alocasia macrorhyza)

500 - 2 000

1 000 - 4 000

140-230

Pringamosa (Urera caracasana)

0 -1 800

1 000 - 4 000

1,2 kg./planta

Matarratón (Gliricidia sepium)

0 - 1 200

500 - 2 000

60

Guandul (Cajanus cajan)

0 - 1 200

700 - 1 500

5

Botón de oro (Tithonia diversifolia)

0 - 1 200

600 - 2 400

40

Las especies registradas se encuentran principalmente en clima medio y cálido (0-1 500 msnm) de los Andes colombianos. En clima frío (mayor de 1 500 msnm), las alternativas son menores.

Se destacan el rango de adaptación que tiene la Tithonia diversifolia que se observa en muy buen estado y producción desde el nivel del mar (cerca de Buenaventura, Valle), hasta los 2 400 msnm en Rionegro, Antioquia, en suelos pobres y de mediana fertilidad. Otra especie interesante en clima frío es Morus sp. aunque exige buena fertilidad.

La más usada para alimentación de cerdos es Trichanthera gigantea, seguida por Alocasya macrorrysa. Especies como la Gliricidia sepium y la Thitonia diversifolia no son muy apetecidas por los porcinos pero tienen posibilidades para aves.

CUADRO 4
Composición proximal (por ciento) de varios follajes y granos. (Sarría, 1999)

Especie

Humedad

Proteína Cruda

Extracto Etéreo

Fibra Cruda

Ceniza

ENL (MJ/kg)

Trichanthera

79

16

8

17-26

16-19

15.

Bohemeria.

77

16

5

20

14

48

Morus

74

15-20

3

19

20

42

Alocasia (hoja)

87

21-22

6

15-19

16

38

Alocasia (tallo)

90

6-10

1

12-16

15

66

Urera

81

28

2

18

31

28

Gliricidia.

88

20-23


21



Cajanus

12

22-23

2

10

5


Thitonia

95

21-28

6

15

17

17.

La mayoría de las forrajeras tienen un contenido de humedad alrededor del 80 por ciento a excepción de los granos de la leguminosa Cajanus cajan. Los porcentajes de proteína, la fracción más interesante de los forrajes, va desde moderada en el Trichanthera (16 por ciento) hasta alta como en la Urera caracasana y la Thitonia diversifolia. El promedio fue de 20 por ciento en la mayoría de las especies en este estudio. Si el balanceado para cerdos y aves tiene alrededor de este porcentaje de proteína, se ve el potencial de los forrajes.

Experiencias de uso de forrajeras en monogástricos

En el Cuadro 5 se muestran los resultados de dos ensayos de palatabilidad de algunos forrajes en cerdos. El trabajo fue realizado en el Instituto Mayor Campesino de Buga (Valle) a 100 msnm y 1 000 mm de precipitación anual.

En animales jóvenes se observó una buena palatabilidad de la Trichanthera y un poco inferior de la Urera. En adultos se evaluaron cuatro especies donde primó de nuevo la Trichanthera y con muy baja palatabilidad la Tithonia. Algunos productores registran consumo de Thitonia en cerdos pero en cantidades bajas y en climas medios o fríos.

CUADRO 5
Comparación de palatabilidad de forrajes en cerdos (consumo en kg/día)

Especies

Peso de los cerdos

Fuente

Trichanthera

Urera

Vernesina

Tithonia



0,201

0,144



20 kg

Sarria, 1993

1,72

1,21

1,04

0,23

120 kg

Ngoan y Sarria, 1993

En el Cuadro 6, se observan los resultados de incorporar Trichanthera gigantea en cerdos en crecimiento y ceba, reemplazando del 0 al 25 por ciento de la proteína. La dieta básica fue jugo de caña como fuente de energía y torta de soya y Trichanthera como fuente de proteína. El trabajo fue realizado en el Instituto Mayor Campesino de Buga (Valle). Los resultados mostraron un empeoramiento en la ganancia diaria y conversión alimenticia de los cerdos, desde el 5 por ciento de inclusión, especialmente en la fase de crecimiento. En ceba, no disminuyó la ganancia con inclusiones hasta del 15 por ciento, pero si empeoró la conversión alimenticia.

Esto indicó que la proteína contenida en el Trichanthera es de inferior calidad que la de la torta de soya, pero que puede tener posibilidades en cerdos mayores de 50 kg de peso vivo.

En efecto cerca de 30 productores usuarios de programas de desarrollo liderados por el IMCA en veredas de Buga y Riofrío (Valle), incorporaban a razón de 10 kg secos de Trichanthera a 1 bulto de 50 kg de torta de soya, el cual era la fuente proteica suficiente para llevar un cerdo de los 20 a los 90 kg de peso vivo, suministrando 0,5 kg diarios. La dieta era complementada con recursos energéticos de la finca como caña, plátano y desperdicios de cocina. En el Cuadro 7 se muestran los resultados de incorporar Trichanthera en cerdas reproductoras. Este trabajo también se llevó a cabo en el IMCA. El forraje se utilizó solo en la fase de gestación a razón de 2 kg por cerda día, donde se encontró un consumo promedio de 1 kg. La dieta fue complementada con 8 litros de jugo de caña, 300 g de torta de soya con minerales y vitaminas.

Los resultados señalaron que se reemplazó el 30 por ciento de la proteína de la soya sin detrimento de los parámetros productivos.

En el Dovio (1 800 msnm y 2 000 mm de precipitación), alrededor de 20 familias campesinas utilizan el follaje de Trichanthera con resultados aceptables (Cuadro 8).

CUADRO 6
Incorporación de Trichanthera gigantea en cerdos (Sarria et al., 1991)

Parámetro

Nivel de inclusión (% M.S.)

Crecimiento

0

2,8

7,2

10,6

Ceba

0

1,7

3,8

7,4

Sustitución de proteína (%)

0

5

15

25

Ganancia (g/d)

626

585

522

451

Conversión de materia seca

3,2

3,6

3,8

4,0

Conversión de proteína

0,4

0,3

0,4

0,4

CUADRO 7
Trichanthera en cerdas gestantes con soya y jugo de caña como dieta básica (Sarria, 1994)


Trichanthera

Soya

Probabilidad

+Torta soya

+ Grano soya



Número de Animales

4

4

2


Número de partos

2

2

2


Número de nacidos vivos

9,1

8,1

8,2

0,6

Peso camada al nacimiento (kg)

13

12

11

0,4

Número de destetados

8

7

6

0,6

Peso de camada al destete (kg)

76

62

60

0,4

Trichanthera (% M.S.)

12

13

0


Trichanthera (% P.C.)

32

28

0


Es interesante observar la adaptación que hacen estos productores de las tecnologías y por ende la importancia de mejorarlas cada vez más de acuerdo a sus posibilidades. Para ellos el uso de insumos comprados como la soya, es restringido debido a los costos. La Trichanthera es una alternativa aunque los parámetros productivos se disminuyan un poco. Se encuentra que la proteína se brinda a razón del 40 por ciento a partir de forraje, donde además se alimentan con caña entera. O sea que se obliga al animal a procesar una cantidad importante de fibra.

Con el apoyo del Instituto de Investigaciones Porcinas de Cuba se avanzó en entender un poco más las posibilidades nutricionales de la Trichanthera. En el Cuadro 9 se muestran los resultados de esta comparados con la Tithonia, que como se mencionó no es apetecida por los cerdos.

Para sorpresa de la autora, las posibilidades resultaron ser mucho más halagadoras para la Tithonia que para la Trichanthera, con 31 por ciento más proteína bruta, 26 por ciento más proteína verdadera, 6 por ciento más proteína de naturaleza aminoacídica, 22 por ciento menos fibra insoluble y 60 por ciento menos nitrógeno ligado a la fibra insoluble.

En el Cuadro 10 se observa la composición de aminoácidos de las dos especies. La Trichanthera tiene un contenido de aminoácidos cercano al óptimo propuesto por Wang y Fuller; solo es deficiente en triptófano y un poco en metionina y cistina. La Tithonia tiene deficiencias marcadas de estos dos aminoácidos.

CUADRO 8
Parámetros productivos en cerdas alimentadas con forrajes y caña entera en una finca campesina en el Valle Sarría et al., 1999).

Partos/año

2,2

Consumo (kg/d)


Lechones nacidos/parto

10,2

Caña entera

9

Lechones destetados/camada

8,2

Soya grano

0,4

Destetados cerda - año

18,3

Forraje

2,0

% forraje / consumo MS

12

% PC de forraje

38

CUADRO 9
Calidad nutricional de Trichanthera y Tithonia (IIP, 1997)

Parámetro

Trichanthera

Tithonia

Proteína bruta (%)

16

21

Proteína verdadera (%)

15

19

% a NH2 /N total, (naturaleza aminoacídica)

67

71

% FDI (fibra insoluble)

45

35

% FDS (soluble)

0

2

% N asociado a FDI

15

0,6

% EE

8

6

E bruta MJ / kg.

15,2

16,5

CUADRO 10
Composición de aminoácidos (% Lisina) de 2 forrajes (IIP, 1997)

Amino ácido

Trichanthera

Tithonia

Optimo

ILE

97

91

60

LEU

162

154

110

LIS

100

100

100

MET + CIS

61

53

63

PHE + TIR

193

171

120

THR

93

89

72

TRP

0

0

18

VAL

74

114

75

En el Cuadro 11 se pueden apreciar resultados de la utilización de Alocasia macrorhysa en cerdas gestantes. Esta es una planta de muy buena producción de biomasa en clima medio especialmente en zonas húmedas o cercanas a estanques artificiales o quebradas. El cerdo consume tanto la hoja que es de gran tamaño como el tallo. En este trabajo realizado por el ICA en Colombia, se demostró que puede ahorrar el 34 por ciento del alimento concentrado durante la gestación, sin detrimento de los parámetros productivos.

CUADRO 11
Alocasya macrorhyza en cerdas gestantes (Basto et al., 1993)

Parámetro

Bore + Concentrado

Concentrado

Número de animales

6

6

Peso inicial (kg)

113

113

Peso final (kg)

168

166

Consumo (kg)




Bore

13

0

Concentrado

1

2

Número de nacidos vivos

10,7

11,2

Peso camada (kg)

14,4

13,1

Ahorro alimento, %

34

0

MORERA (Morus alba)

Se llevó a cabo una evaluación de la utilización de morera en la alimentación de cerdos de engorde (Durán, J.G. 1996, datos sin publicar). El trabajo se realizó en la Hacienda Lucerna localizada en el Valle del Cauca (Colombia) a 1000 msnm y 1000 mm de precipitación anual. Se utilizaron 60 cerdos cruzados de las razas Yorkshire, Landrace, Hampshire, Duroc y Pietrain de 50 kg de peso vivo en promedio. Los tratamientos consistieron en reemplazar el 0, 15 y 25 por ciento del suplemento proteico (torta de soya), por harina de morera. El resto de la dieta fue cachaza panelera o rechazo de panela. En el Cuadro 12 se aprecia la composición de la morera y cachaza utilizadas.

CUADRO 12
Composición de morera (Morus alba) y cachaza de caña en finca del Valle

Pienso

MS (%)

PC (%)

EE (%)

Minerales (%)

Ca (mg/100g)

P (mg/100g)

Sólidos solubles

Cenizas (%)

Digestibilidad (%)

Morera

35,5

16,5

3,5

7,2





85-93

Cachaza

15,4

0,17

0,17


5,81

17,0

0,33

20,8


Fuente: Laboratorio Universidad J. T. Lozano, 1996.

Se destaca el porcentaje de MS de la morera, pues tiene uno de los contenidos más altos de los forrajes evaluados en Colombia para alimentación animal; la mayoría se encuentra por el orden de 20 por ciento. Esta observación se repitió en clima medio donde la morera registró 26 por ciento de MS. Esto es de gran interés en la vinculación de forrajes en las dietas animales, porque una de las grandes limitaciones es su volumen.

En el Cuadro 13 se aprecian los resultados al reemplazar 16 y 27 por ciento del núcleo proteico por hojas frescas de morera. El núcleo estaba compuesto por 90,2 por ciento de torta de soya, 5,3 de biofós, 2,7 de bicarbonato de calcio, 1,2 de sal y 0,6 por ciento de una premezcla de minerales y vitaminas. Contenía 90 por ciento de materia seca y 40 por ciento de proteína en base seca.

Los resultados indicaron que una inclusión del 16 por ciento de proteína de morera mostró el mejor resultado biológico en incremento de peso y conversión alimenticia. También fue el que reflejó un costo más bajo por kilogramo de peso vivo producido.

Es notorio la proporción de rechazo de la morera ofrecida, que fue del orden de 47 por ciento. Se presume que hay una cantidad de tallo muy alta que no es apetecida por el cerdo. La proporción de hoja sobre el tallo osciló entre 44,7 y 58,2 por ciento en peso. El rango tan amplio se debió a que cuando fue producida asociada con matarratón (Gliricidia sepium), la proporción de tallo aumentó porque tuvo que crecer más buscando la luz, mientras que no fue así al cultivarse como monocultivo.

CUADRO 13
Efecto de inclusión de follaje fresco de morera en cerdos en crecimiento


Aporte de proteína (%)

Morera: 16 T. de soya: 84

Morera: 27 T. de soya: 73

T. de soya: 100

Peso inicial (kg)

54,7

54,3

53,3

Peso final (kg)

80,8

78,9

79,2

Días

62

62

62

Ganancia diaria (g/d)

420,9

397,6

417,8

Consumo





Morera ofrecida (g/d)

984

1626

0

Morera consumida (g/d)

520

860

0

Núcleo protéico (g/d)

425

375

500

Cachaza (litros)

9

9

9


Consumo total de MS (g/d)

4,6

5,1

4,4

Conversión MS/kg peso vivo

4,6

5,09

4,4

Costo alimento/kg de peso vivo1

$ 1 328

$ 1 354

$ 1 441

1 Pesos colombianos en el año 2000.

La razón de la asociación es lógica por el aporte de nutrientes que una leguminosa puede hacer a una especie altamente exigente en fertilidad como la morera. La producción de hoja tallo fue del orden de 50 ton /ha/año, con 3,5 cosechas por año, para un total de 2,92 ton de proteína, es decir más del doble que la soya.

Conclusiones

1. El cultivo de forrajes es una alternativa interesante para mejorar la seguridad alimentaria en las familias rurales.

2. Su cultivo tiene ventajas económicas al reducir los costos de producción de especies monogástricas y reducir la importación de fuentes proteicas.

3. Tiene ventajas ambientales al mejorar y conservar la fertilidad del suelo, aumentar la cobertura vegetal de arbóreas, disminuir la presión por leña y ayudar a la conservación de fuentes de agua.

4. Pueden reemplazar el 15 por ciento de la PC en cerdos durante la ceba y el 30 por ciento en gestantes.

5. Los consumos en adultos oscilan entre 1,2-1,5 kg de forraje verde, mientras que en cerdos en crecimiento están entre 0,5 y 0,8 kg.

6. Las limitaciones nutricionales están dadas por su palatabilidad, contenido de humedad y nivel de fibra, a veces muy asociado al N.

7. Aunque no reemplaza el total de la proteína de la soya, si disminuyen su dependencia y proporcionan ventajas ambientales que no son generadas por la soya.

Bibliografía

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