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Sección 5


La radio en las áreas rurales y granjas en los Estados Unidos. Comienzos y modelos

Esta sección incluye tres capítulos con información que será particularmente útil a los lectores que no tienen familiaridad con la radio rural y el papel esencial que juega en las vidas de la población.

El capítulo de Robert Hilliard sobre La radio en las áreas rurales y granjas de los Estados Unidos de América: sus comienzos y modelos, ofrece un panorama de los últimos ochenta años de radio rural en los Estados Unidos de América. Demuestra que, aún en la economía más grande del mundo, la radio rural sigue siendo un medio vital para asegurar los derechos de los granjeros y los trabajadores agrícolas.

El capítulo de Jean-Pierre Ilboudo sobre la historia de la radio rural, El papel y el uso de la radio rural en África, al cabo de cincuenta años, esboza la transformación de la radio rural desde un departamento dentro de la radiodifusión estatal a un modelo basado en la comunidad.

Finalmente, el capítulo de Bruce Girard, Radio Chaguarurco: ahora ya no estás solos, es una mirada cercana al papel social, cultural y político de una emisora de radio rural. Aunque la emisora está en Ecuador, en América del Sur, mucho de lo descrito son elementos que hacen parte de emisoras en África y Asia.

Foto: UNESCO / D. Roger

Capítulo 15

La radio en las áreas rurales y granjas en los Estados Unidos. Comienzos y modelos

Robert L. Hilliard

Hoy, en muchos países del mundo, se usa la radio principalmente para entretenimiento. En los Estados Unidos por ejemplo, ya casi no existen documentales de radio y relativamente pocas radioemisoras, de las doce mil setecientas en el país, divulgan noticias y asuntos públicos. - Inclusive la mayoría de las dos mil cien radios públicas o educativas, al igual que las radios comerciales, dedican la mayor parte de su tiempo a la música popular.

Encontramos la misma situación en otros países con sistemas de radiodifusión principalmente comerciales. En demasiados lugares la radio no ha alcanzado a desarrollar su potencial o ha abandonado los esfuerzos por ser un medio de información, para la educación y la cultura. En parte es porque los medios que siguieron a la radio, como la televisión e Internet, la han reemplazado sobre todo en países con economías suficientemente fuertes que se acostumbraron al amplio uso de los nuevos medios. Esta situación se debe también a factores como la migración de las áreas rurales a las zonas urbanas. La población geográficamente aislada en zonas rurales, dependía de la radio para informarse y conectarse con el mundo, mucho más que la población urbana.

No siempre fue así y los radiodifusores rurales por mucho tiempo, han sido la excepción de la regla. En los Estados Unidos el primer uso importante de la radio como medio de comunicación, fuera de la primera comunicación de los navegantes, fue en el área rural.

Los primeros operadores de radio en el país, fueron operadores de radio de onda corta (o ham radio en inglés) que experimentaron con el nuevo invento. En 1912 existían más de mil operadores, y usaron la radio para formar un puente entre las granjas distantes y las casas del mundo rural y otra gente en situaciones similares u otros operadores de radios, en los pueblos y ciudades.

En los Estados Unidos, las universidades sirvieron como punto focal para el desarrollo de la radio durante y después del fin de la I Guerra Mundial. Los departamentos de Ingeniería y Física, además de otras ciencias y carreras técnicas, introdujeron cursos sobre el nuevo fenómeno de comunicación inalámbrica. Igualmente y con otros avances científicos los estudiantes estudiaron la radio, para aprender no sólo cómo funcionaba sino cómo usarla. Las universidades establecieron laboratorios para que los estudiantes probaran en la práctica los principios científicos que habían aprendido. Pero no fue suficiente el envío de sólo algunas señales casuales y las universidades, tomando conciencia de ello, convirtieron muchos de los laboratorios en emisoras de radio.

Las universidades en el oeste medio, en el corazón de las tierras agrícolas de los Estados Unidos de América, fueron las primeras en ofrecer sus instalaciones de radio como un servicio público. Optaron por enfocar sus esfuerzos en áreas y granjas rurales geográficamente aisladas, una época cuando se tardaba días viajando por caminos polvorientos para llegar a una ciudad o a un pueblo, donde se escuchaban las noticias más recientes. Las emisoras ubicadas en las universidades comenzaron difundiendo información vital para los granjeros: boletines sobre el clima de la Oficina Climatológica de los Estados Unidos; información sobre el suelo y el aire del Departamento de Agricultura; informes sobre el mercado con relación a la ganadería, los cultivos y otros productos de las granjas; de parte de los proveedores en centros de atención, los precios de granos, alimentos, insumos, maquinarias y otras necesidades de los granjeros; advertencias sobre inundaciones, tornados, sequías y tempestades; noticias sobre cualquier evento que afectara a los productores; y llamados de ayuda en situaciones de crisis o desastres. En otras palabras, la radio suministró información que los granjeros necesitaban y que de otra forma no podían obtener sin mayores atrasos - a la espera del correo o a través de largos viajes.

Algunas de las universidades, especialmente las academias de 'becas agrarias'[105] establecidas para servir al área rural con grandes departamentos para la agricultura, a través de la radio, ofrecían cursos de educación a distancia a la población, que no podía asistir a una escuela o a la universidad, por vivir demasiado lejos. En su mayoría fueron cursos de agricultura y economía doméstica, y cubrían los temas y habilidades necesarias para la administración eficiente de una granja en cuanto al trabajo del campo y de la casa. Cabe señalar que en estos cursos, se reconoció la necesidad y el papel de las mujeres en la administración de las fincas, no sólo en los aspectos de la economía doméstica sino también en su trabajo de campo y en la gerencia de la finca. Es un hecho que durante los tiempos difíciles económicamente, cuando muchos hombres asumieron trabajos en la ciudad para mantener sus granjas, y también durante la II Guerra Mundial, cuando los hombres estaban en el ejército, las mujeres fueron las principales administradoras de las granjas, como cabeza de hogar. Al igual que hoy, en los países en desarrollo y con vastas extensiones de tierra, estas 'Escuelas al Aire' se necesitan y se aprecian.

La radio comercial también reconoció la importancia de su nuevo medio para la población rural. Un memorando de 1916, atribuido a David Sarnoff, quien se convirtió posteriormente en el ejecutivo más poderoso de la radiodifusión de los Estados Unidos, como jefe de las redes de RCA y NBC, hace un llamado para desarrollar una "caja musical de radio" que se ubicaría en una mesa en el comedor o sala de estar y podría proporcionar lecturas y cubrir eventos de importancia nacional y a su vez podrían ser anunciados y recibidos simultáneamente. Sarnoff concluyó el memorando con las palabras 'esta propuesta será especialmente interesante para los granjeros y otra gente que viven en las zonas alejadas' y de hecho es lo que pasó con este nuevo medio.

Al inicio de los años veinte, la radio en los Estados Unidos, comenzó a extenderse y las emisoras de radios salieron al aire con el propósito de servir a la población aislada en las zonas rurales. En 1921, había un receptor de radio por cada quinientos hogares en los Estados Unidos. Sólo cinco años más tarde, en 1926, había un receptor por cada seis hogares. Uno de los problemas para la expansión de la radio en las áreas rurales, resultará familiar para la gente que trabaja en radio, en muchos países en vías de desarrollo: en los años veinte, únicamente la mitad de la población rural en los Estados Unidos tenía electricidad y las baterías eran costosas. No obstante, el receptor de radio se convirtió en poco tiempo en una necesidad para la población rural de los Estados Unidos. En la década de los treinta, cuando la depresión económica y la sequía golpearon simultáneamente al país - lo que tuvo como resultado la pérdida de miles de granjas y millones de acres de tierras agrícolas - la radio fue para los pobres del área rural, el lazo principal con el mundo. La mayoría de la gente estaba dispuesta a vender su cama, su caja de hielo y otros artículos necesarios para el hogar, antes que vender su receptor de radio.

Los programas de radio para las granjas fueron populares, importantes e influyentes. Uno en particular, el programa semanal La Hora de la Granja y el Hogar[106] en la red NBC, fue un programa favorito durante décadas, inclusive en las ciudades. Combinó el entretenimiento con la información y fue difundido en estaciones comerciales de radio en todo el país. No sólo sirvió a los radioescuchas rurales, también hizo dinero para sus patrocinadores y para la red de NBC. En el país existieron muchos programas radiales similares, tanto a nivel regional como nacional.

Actualmente en los Estados Unidos hay más de cien radioemisoras agrícolas que continúan al aire, transmitiendo programas para los radioescuchas rurales. Y muchas más dedican un segmento de tiempo diario a temas sobre la granja, y a veces en forma de programas producidos por compañías independientes.

Con el pasar de los años, aumentó el uso de la radio al servicio del área rural. El gobierno incursionó en la producción de programas para emisoras comerciales y públicas a través del servicio de radio del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.[107] Se contrataron reporteros y escritores altamente calificados para preparar y divulgar los materiales con el apoyo de expertos agrícolas, y con el tiempo estos escritores y reporteros se especializaron en las necesidades y soluciones del mundo rural.

Uno de los pioneros en este campo fue Lane Beatty. Trabajó en una de las emisoras de radio donde se enfatizaba la programación agrícola y posteriormente se convirtió en el jefe de la Oficina de Medios del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. En un libro sobre la historia de la radio y la televisión estadounidense, Beatty describe el servicio que se ofrecía a los granjeros a través de la radio:

Puede ser coincidencia que el primer uso de la radiodifusión fue agrícola, referente a la siembra de semillas. Sin embargo es apropiado, porque en los primeros días de la radio, la población rural vivía en aislamiento y la radio representaba un lazo con el mundo externo y acompañaba a los granjeros y a sus familias. Las primeras dos emisoras - KBKA Pittsburg Pennsylvania y WHA Madison, Wisconsin - enfatizaron tales servicios. Las estaciones de radio, justificaron su frecuencia y su potencia asignadas, con la difusión de precios de mercado, datos climatológicos, información sobre mejores prácticas agrícolas, reglamentos de gobierno y también con comerciales adaptados para radioescuchas que vivían en lugares alejados. En mi larga carrera, aquellos años que pasé difundiendo programas agrícolas fueron, sin duda, los más placenteros en cuanto a la aceptación pública. Mis escuchas fueron no sólo gente del campo, sino también profesionales urbanos, y un programa de la red (La Hora de la Granja y del Hogar de NBC) regularmente atraía correos de Wall Street.[108] Intenté ser cálido y amistoso en el aire, con algo de humor natural no forzado, ni cursi, ni sugerente, nada de chistes de tono subido... Hice el intento de aparecer personalmente en público tantas veces como fue posible, lo cual ayudó a construir un buen nombre para la emisora. Han desaparecido el entretenimiento (la música, etc.) y también los reportajes largos, que fueron los contenidos más importante para los programas sobre granjas, antes que las buenas carreteras y la televisión. Hoy existen reportajes más cortos y concisos cuyo objetivo es ayudar a los granjeros y hacendados (y a los patrocinadores) a obtener su ganancia.[109]

Un indicador del tipo de servicio que se ofrecía a los granjeros a través de la radio fue el viaje que Beatty realizó en 1947, cuando fue editor rural de una radioemisora en Fort Worth, Texas. Hubo una epidemia de fiebre aftosa en México, la cual se combatía matando y enterrando miles de cabezas de ganado en un área de cuarentena en la parte central de ese país. Los granjeros estadounidenses estaban preocupados por el peligro para sus ganaderías y también por las consecuencias económicas que podría tener en sus granjas y haciendas. El gobierno de los Estados Unidos cooperaba con México para tratar de evitar la extensión de la epidemia. Lane Beatty fue a México con una grabadora alámbrica[110] - un equipo nuevo en ese tiempo - para entrevistar a figuras claves del gobierno, veterinarios y campesinos. Sus reportajes fueron muy bien recibidos por los ganaderos de Texas.

En los años setenta, Cesar Chávez, uno de los grandes líderes sindicalistas de la historia de los Estados Unidos, vio la radiodifusión en el área rural, como una herramienta para organizar a los trabajadores agrícolas. Los trabajadores agrícolas migrantes tuvieron un tratamiento de esclavos, trabajaban bajo condiciones horribles, insanas y peligrosas. No tenían asistencia médica, habitaban viviendas inmundas, sin infraestructura, sin escuelas para sus hijos, quienes también fueron obligados a trabajar en los campos durante largas y duras horas, bajo un calor excesivo o con lluvia y frío; se les obligaba a comprar su comida y artículos de primera necesidad a los dueños de las granjas, quienes les cobraban precios exorbitantes. No tenían ninguna garantía de trabajo. Una familia entera podría trabajar durante meses y encontrarse sin un centavo, sin comida, sin vivienda y sin trabajo después de pagar a los dueños de la granja, su comida y otros artículos básicos. Cuando los trabajadores intentaron organizarse, los dueños de las granjas contrataron hombres para golpearlos e inclusive matarlos. La policía y las autoridades generalmente tomaban partido por los dueños.

Bajo estas condiciones Cesar Chávez, un trabajador emigrante, estableció los Trabajadores Agrícolas Unidos de América (UFW en sus siglas en inglés). Este sindicato no sólo organizó con éxito a los trabajadores agrícolas migrantes, sino que se especializaron en técnicas modernas de relaciones públicas, y organizó campañas públicas muy eficaces que convencieron a los consumidores norteamericanos de boicotear los productos de las peores compañías.

La radio fue un área natural de interés para Chávez y la UFW, y la usaron eficazmente para luchar por mejores condiciones de vida para los trabajadores agrícolas y sus familias. La actividad del sindicato en esta área ofrece un ejemplo útil para otros países, donde los trabajadores agrícolas o la población rural en general quisieran utilizar la radio para mejorar sus condiciones de vida.

Desde el inicio de los años ochenta[111] el sindicato UFW solicitó una serie de licencias para radioemisoras no comerciales o públicas, - a diferencia de las comerciales - en California, donde el sindicato tenía su sede y donde trabajaba la mayoría de sus miembros. En función de la lucha contra la explotación, Chávez pensó que si lograba que los dueños permitieran a los trabajadores llevar una pequeña radio portátil con ellos - se suponía para levantar su moral y motivarlos a trabajar más eficientemente para los dueños - él podría usar la emisora para asuntos más específicos del sindicato. A través de la radio, pudo establecer una comunicación inmediata con todos los miembros sindicales en el campo, pudo convocar una huelga en el momento cuando había razón, por ejemplo, cuando los dueños se negaban a negociar decentes condiciones de trabajo y salarios. Pudo convocar a un paro o a una protesta cuando los trabajadores se enfermaron o fueron envenenados por los pesticidas y los dueños se negaron a darles ayuda médica. Y pudo convocar a los trabajadores cuando los hombres contratados por los dueños golpearon o dispararon a los trabajadores que protestaban, algo que ocurría con frecuencia.

Cuando se discutió el uso de las emisoras, la mayoría de los asesores de Chávez argumentaron a favor de una programación diseñada para fortalecer la resolución de los trabajadores y su capacidad de presión por la firma de contratos sindicales con los dueños renuentes - programas de información y educación, discusiones, discursos, etc. Ante la sorpresa de todo el mundo, Chávez dijo que no quería ni educación ni información, sólo quería entretenimiento en el canal de radio. Explicó que la gente trabajaba duramente en los campos y quería algo que les ayudara a relajarse. Querían programas de entretenimiento, no querían escuchar discursos. Los programas de entretenimiento, sobre todo la música, garantizarían que se mantuvieran en sintonía y así el sindicato podría estar seguro, cuando había un anuncio importante, que los trabajadores agrícolas lo escuchaban. El Centro Nacional de Servicios para Trabajadores Agrícolas, asociados con la UFW, ahora tiene siete emisoras de radio en California, Arizona y el estado de Washington. Su forma práctica de enfocar el uso de la radio, puede servir como modelo de información para otras situaciones alrededor del mundo.

En los últimos años, grupos en África, especialmente las ONGs, han aprovechado la radio para organizar, informar y educar a sus miembros o beneficiarios a pesar de las distancias geográficas y los obstáculos. No es sorpresivo que muchas de estas ONGs sean grupos de mujeres que sufren formas de discriminación y prejuicios similares a las que sufrieron las mujeres rurales en los Estados Unidos, antes del reconocimiento de su importante papel y de sus derechos. Durante una serie reciente de talleres en un país, oímos muchos comentarios de mujeres y de grupos de mujeres. Hablaron de la necesidad de información sobre los derechos legales y económicos; de saber dónde ir para obtener información y asistencia sobre la salud y la atención infantil; sobre su desesperación para saber qué hacer sobre el SIDA cuando sus esposos se niegan a usar condones y no les importa infectar a sus esposas o a sus futuros hijos; sobre su deseo de descubrir más sobre las tecnologías que pueden aliviar sus vidas. Hablaron también sobre su deseo de tener una educación mejor y más oportunidades para sus hijos. Querían aprender formas más eficaces, fáciles y con mayor rendimiento económico para cultivar y vender sus cosechas y sus ganados. En esencia, todas estas necesidades son similares a las necesidades y deseos de todas las poblaciones rurales, incluyendo a las mujeres de los Estados Unidos en la época cuando se comenzó a usar la radio. Ayer, en los Estados Unidos, y en África y otras regiones hoy, la radio ha demostrado ser un factor vital para comenzar a resolver algunos de estos serios problemas.

Foto: Choy

Capítulo 16

El papel y el uso de la radio rural en África, al cabo de cincuenta años

Jean-Pierre Ilboudo

Al considerar el uso de la radio rural hoy, podemos preguntarnos sobre su lugar en el nuevo paisaje de los medios africanos y en particular en un ambiente de radio marcado por la desregulación y el fin de los monopolios de radiodifusión. Dada la naturaleza pluralista del ambiente contemporáneo de difusión ¿Qué rol puede jugar la radio rural para apoyar a la sociedad civil emergente? ¿Qué futuro tienen la radio rural y la radio pública en África, cuando tomamos en cuenta el número creciente de emisoras locales, comerciales o comunitarias?

Este nuevo tema, es un desafío mayor para todos nosotros. Si queremos entender los desafíos contemporáneos es útil verlos desde una perspectiva histórica y analizar los cambios en el papel y el uso de la radio rural durante los últimos cincuenta años.

Es evidente que la radio rural ha tenido varias formas y objetivos. Al observar la rapidez con que la radio ha evolucionado en sus múltiples papeles y usos, es importante constatar que no podemos verla como una tecnología educativa, independientemente del sistema social o de las políticas integracionistas diseñadas para mantener los liderazgos actuales en el poder.

En un proceso generalmente rápido, los estados africanos, o mejor dicho los gobiernos que toman las decisiones que afectan a la radio, tomaron conciencia sobre cómo la radiodifusión podría cumplir con los gustos y necesidades de sus ciudadanos. Como resultado, fue necesario revisar la naturaleza de la radiodifusión rural y de ahí surgió el concepto de radio rural.

¿Cómo sucedió? En resumen, depende de cada país porque cada uno ha vivido diferentes ritmos de cambio.

Ahora veamos los que han sido los pasos fundamentales de este proceso, sean estos sucesivos o simultáneos.

De la radio campesina a los foros o clubes de radio

Aún desde antes de la independencia existían programas de radio, especialmente para la población rural, con el objetivo de dar consejos a las comunidades, sobre higiene, salud, finanzas prácticas sobre todo para los productores y productoras rurales. Esto significa que los nuevos países africanos del Sub-Sahara usaron la radio muy pronto para promover el desarrollo económico, como en el caso de Camerún a partir de 1956, Malí en 1957 y en África de habla inglesa, especialmente en Nigeria. Desde la noche de la independencia en Ghana, en 1956, Radio Accra difundía en los diversos idiomas de Ghana y tenía programas para comunidades rurales, como el programa semanal La Familia Cacao, por ejemplo, que trataba sobre la vida en las plantaciones de cacao. En 1957, Radio Ghana comenzó a difundir programas sobre agricultura, aunque sólo fueron en inglés.

En Benin, en 1960 - una fecha bastante adelantada si se compara con otras experiencias - la Radio Dahomey tenía un programa especial en la lengua fon y en este tiempo el gobierno de Dahomey solicitó a FAO el diseño de un servicio de radiodifusión rural. FAO trabajó con el Departamento de Agricultura con sede en Porto-Novo y efectivamente empezaron las operaciones en 1967. Este servicio fue difundido en seis diferentes idiomas y cubría temas tales como la siembra de la palma, la organización de los campos de maíz y la introducción de los cultivos de arroz y algodón.

En Níger, la Asociación de Clubes de Radio fue establecida en 1962 e hizo su primera difusión en 1965, siguiendo la línea de la radio campesina. Se cubrieron temas agrícolas como las variedades de semilla mejoradas, el mejoramiento de los suelos, los fertilizantes, la ganadería, el mejoramiento genético del hato, la comercialización de alimentos y el riego. Además se incluyeron otros temas sociales tales como la higiene, el agua potable, la mujer en el hogar y la Asamblea Nacional.

En Nigeria, la Radio Kaduna produjo un programa para campesinos, que promovía la mecanización agrícola y las variedades de semillas mejoradas. En Kenia, desde 1962, el programa Educación por radio se difundía con lecciones para la población campesina.

En los países africanos llamados 'de habla inglesa', esta clase de radio fue ampliamente difundida. Con frecuencia estos programas fueron producidos por el Ministerio de Agricultura con sus propias unidades de producción de radio.

En Camerún, comenzando en 1966, se divulgaron recomendaciones agrícolas a través de emisoras regionales en los idiomas fulfuldé y fulani y también en hausa.

En la Costa de Marfil el programa La coupe nationale du progrès, comenzó en 1966. Difundía una mezcla de información agrícola del estilo extensionista, música tradicional y concursos entre sub-prefecturas, con el objetivo de mejorar el rendimiento agrícola y las condiciones sociales.

Hay muchos ejemplos de esta primera orientación en el uso de la radio para el desarrollo. Así fue el caso de la Radio Progreso en Benin entre 1968 y 1969 y de los concursos sobre desarrollo en la radio rural de Burkina Faso, en 1975. El enfoque de clubes de radio fue adoptado también en otros países: Ghana (1956), Níger (1962), Benin (1967-1968), Burkina Faso (1969) y Togo (1960). Más tarde, en una segunda fase, ya no era cuestión de desarrollar conciencia sobre estos temas entre las mismas radios, sino de utilizar la radio para apoyar políticas agrícolas y políticas rurales en general.

La radio rural, con o sin el apoyo de los clubes de radio y su forma de escucha colectiva, fue vista como complemento al trabajo de extensión agrícola y hasta como un paliativo para los defectos de los servicios de capacitación. El propósito de la divulgación era dar a la comunidad campesina segmentos de información cortos y directos, a veces conocidos como micro-programas, con los cuales podrían mejorar su rendimiento agrícola. Se miraba a la radio campesina como una escuela radial que servía para consolidar el proceso de organización de los grupos cooperativos emergentes.

Con la introducción de clubes de radioescuchas, la radio rural rápidamente se transformó. En esta segunda fase se incluyó una estrategia de foros y debates de radio para escuchar, debatir y tomar decisiones. Se siguió el ejemplo de los clubes de Radio Níger, en:

¿Qué lecciones se pueden aprender de estas primeras dos fases, que en la práctica casi se fusionaron?

Al ampliar los servicios de extensión y los programas, el impacto de la radiodifusión rural suscitó un incremento notable en la producción de cultivos de exportación en la mayoría de los países africanos en los años setenta. Cabe señalar, sin embargo, que la radio se apropió erróneamente de una tendencia reduccionista del desarrollo - reduciendo el desarrollo a un simple incremento en la productividad agrícola - y optaron por enfocar sus mensajes en los problemas rurales, en vez de los conceptos del sub-desarrollo.

Se puede notar también que el tema del cambio socioeconómico no fue visualizado por muchos, y el de la acción política - la movilización de las comunidades rurales - se evitó. En consecuencia, el trabajo educativo se realizó de forma aislada sin la colaboración con otros esfuerzos dirigidos a mejorar el nivel de vida en las zonas rurales.

En cuanto a los clubes de radio, es difícil decir si los cambios a largo plazo se deben a ellos u a otras influencias de trabajo en la comunidad. Es igualmente difícil determinar los costos de los debates de radio, incluyendo el personal (facilitadores locales en cada club), el equipo (714 equipos de radio distribuidos en Benín en 1973 y 580 en Burkina Faso en 1980), la impresión y la distribución de informes de los líderes, y mil cosas más. Sin embargo, sí es posible identificar cuatro limitaciones mayores:

Del modelo clásico de la radio rural o educativa, a la radio rural local comunitaria

Una cosa está clara: las campañas de radio y la propaganda lanzadas por la cúpula en la capital, raras veces han logrado el efecto deseado. ¿Hubo un cambio entonces en las intenciones de la radio rural? ¿La experiencia de los clubes de radio conllevó a la apertura de una tercera fase?

La radio rural dejó de ser manejada simplemente como otra unidad de programación, que producía programas agrícolas al igual que otras unidades que producían programas para gente joven o programas con información técnica. Se transformó en un cuerpo autónomo dentro del sistema de radiodifusión nacional.

En 1968, en Senegal se estableció la radio rural educativa, aunque la idea comenzó mucho antes, en 1965. Se quiso profundizar sobre la base del aprendizaje de las experiencias anteriores y se diseñó como un programa general de desarrollo rural integrado. En 1969, en Burkina Faso se lanzó un proyecto con este mismo modelo de radio rural, inspirándose en los programas de la división rural de Radio Malí. Estas unidades de radio rural y educativa de los años setenta, se destacaron por su libertad de expresión (por ejemplo en el caso de Radio Disoo en Senegal), y especialmente por su visión y amplia cobertura en agricultura, ganadería, salud, noticias y cultura.

El objetivo no sólo fue cambiar los métodos agrícolas, sino también las actitudes y el comportamiento de la población. Hubo tanta diversidad en sus procesos, los métodos utilizados, los objetivos propuestos y la multiplicidad de sus estilos que deberíamos hablar de radios rurales en forma plural. El desafío que todas enfrentaron fue construir una estrategia de comunicación. A pesar de tener horarios fijos de programación los radiodifusores no tenían como medir el impacto de sus mensajes en una audiencia no organizada. Las cartas de los radioescuchas no fueron suficientes para comprobar si la audiencia había asimilado el mensaje para llevarlo a una acción concreta. Además, un mensaje en la radio se debe repetir varias veces porque la radio es efímera por naturaleza. Las limitaciones del horario también crean un problema, especialmente cuando los directores o los responsables de la programación de la emisora no quieren asignar mucho tiempo o los mejores horarios a programas educativos. Otro obstáculo, que afectó seriamente la operación de la radio rural, y fue evidente cuando terminaron los proyectos de financiamiento externo que las apoyaron, fue la falta de fondos.

La crisis económica que ha afectado al continente por más de dos décadas, devastando las economías de los países africanos, marcó igualmente al mundo de la comunicación. Los fondos nacionales e internacionales se acabaron y esto llevó a la radio africana a una fuerte crisis, particularmente a la radio rural. Durante los años setenta se avanzó a grandes saltos, pero después la radio rural se limitó cada vez más debido a un enfoque burocrático, debido a la falta de recursos para la producción. Los productores de programas ya no pudieron movilizarse en las áreas rurales para entrar en contacto directo con los campesinos, en sus comunidades. La radio rural estaba en grave peligro. Casi se asfixió y hubo que buscar cómo oxigenarla de nuevo.

Para lograr hacer más con menos recursos, los comunicadores rurales de Burkina Faso tuvieron que ser muy creativos con sus recursos financieros. Se inspiraron en otras experiencias y aprovecharon las nuevas posibilidades ofrecidas por los avances tecnológicos. Sin embargo pronto enfrentaron problemas, no hubo suficiente personal capacitado, hubo obstáculos para alcanzar y consolidar la audiencia meta, ya que los programas de radio rural usaban las diferentes lenguas nacionales, y tenían que compartir sus transmisores con programas en idiomas extranjeros; además, la censura clasista bloqueaba los programas que desafiaban el status quo social, político, cultural y económico. El resultado fue una pérdida de credibilidad que conllevó a un colapso en el proceso de comunicación.

En el ámbito internacional, se exigía con fuerza un nuevo orden de la comunicación y de la información, mientras en el ámbito interno se dedicaban esfuerzos igualmente apasionados para asegurar que nada cambiara. Allí, este nuevo orden fue promovido por pocas personas del equipo técnico - llamados facilitadores del desarrollo - que mantuvieron posiciones firmes. Eran los enamorados de las buenas nuevas transmitidas en el seminario de capacitación para los radiodifusores rurales realizados por CIERRO-ACCT en Ouagadougou, en 1981.

El estudio se ha convertido en una iglesia donde sólo se toca el órgano grande y donde el único mensaje que se amplifica es el del Canal de la Verdad. El creyente que oye esto, profundamente consciente de lo que es sagrado, asume la profunda promesa de actuar en coherencia con los principios sólidos del sermón. Sin embargo, cuando sale de la catedral, toma otro camino, ante la gran sorpresa del noble predicador que, con sincera firmeza, convenció a su parroquia de la validez de sus argumentos.

La severidad de este juicio es un tanto excesiva, pero sí logra destacar las características perversas del flujo de información organizado por algunos servicios y cuerpos en la radio rural que invierten en la comunicación de una vía, que al final termina en la no-comunicación. Se ha avanzado en varias soluciones alternativas y la radio rural local africana ha estado en el corazón del debate entre los profesionales de la comunicación rural, desde el inicio de los años ochenta, y además ha sido discutida en varias reuniones organizadas por la Agencia para la Cooperación Cultural y Técnica (ACCT), la UNESCO y la Unión de Organizaciones Nacionales de Radio y Televisión de África (URTNA) - a través de su Centro Inter-africano de Estudios de la Radio Rural en Ouagadougou (CIERRO).

Al inicio de los años ochenta y a partir de estas reflexiones, se llegó a la conclusión de que era necesario revisar los métodos usados hasta el momento para relacionarse con las áreas rurales y buscar nuevas formas para mejorar la comunicación. Entre el 4 y el 28 de octubre de 1981, se realizó un seminario de capacitación para programadores de la radio rural en Ouagadougou (Burkina Faso), organizado conjuntamente por la ACCT y CIERRO. Participaron quince personas de Burkina Faso, Mauritania, Níger, Togo y Túnez. Al concluir el seminario se declaró que: las estaciones de radio rural han hecho un buen trabajo en comunicar a los campesinos los conocimientos que necesitan, pero se han olvidado que aprender también es expresarse y enseñarse a sí mismo, especialmente cuando el fin más importante es que la comunidad asuma sus responsabilidades. Los y las participantes en el seminario estuvieron de acuerdo en que la radio rural local podía proporcionar una nueva base para la renovación de la comunicación en África, usando métodos participativos vinculados con los problemas del desarrollo.

En 1982, la radio comunitaria de Homa Bay en la provincia de Nyanza en Kenia, comenzó a difundir programas regulares en la lengua local, luo. Dirigida por un productor del servicio nacional de radiodifusión, la Voz de Kenia (VOK), con tres asistentes, tenía un noticiero diario y local de una hora. Se reemplazaron los noticieros nacionales en Ki-suahili de la VOK, con programas sobre salud y planificación familiar. La mayoría de los programas se hicieron a partir de entrevistas realizadas en los mercados, en las fincas, en las escuelas y con grupos locales organizados, como el de las mujeres. Esta emisora comunitaria formó parte de un proyecto de UNESCO que buscaba crear una radio de bajo costo para las áreas rurales, donde el equipo sería diseñado y construido utilizando la mano de obra local. La emisora tenía un transmisor FM de baja potencia (10 vatios) y con el bajo consumo de energía se pudo utilizar la energía solar. El costo total del material importado fue de 900 dólares estadounidenses. La emisora fue cerrada posteriormente debido a desacuerdos entre la gente de la comunidad y las autoridades.

En Ouagadougou, al inicio del año 1983, se realizó un segundo seminario de CIERRO/ACCT sobre la radio rural local, con el fin de profundizar sobre lo que se había avanzado desde octubre de 1981. La discusión en el seminario se enfocó en el informe del primer seminario 'Hacia una radio rural local'.

Al final de 1986 se definieron los conceptos detrás de los varios términos en uso - radio local, radio comunitaria, radio libre y radio participativa - en un taller auspiciado por UNESCO y URTNA, sobre la producción de mensajes para los medios comunitarios. Además se explicitaron las características de los contenidos y de la orientación de los mensajes a difundirse en las radios rurales. En septiembre de 1990, se realizó un taller-seminario en CIERRO, con el apoyo del servicio de radio y televisión Swiss Romande sobre la vinculación entre la radio local, regional y nacional.

Sacar conclusiones de todo este proceso nos permite definir roles y funciones con enfoques más apropiados para la radio rural. Se puede observar que en general, las emisoras de radio rural de África fueron creadas casi todas en los años sesenta después de las reuniones organizadas por UNESCO y FAO antes y especialmente después de la reunión celebrada en Guseyni, Ruanda, donde se promovió la replicación general del radio-debate y de los clubes de radio ya establecidos en Ghana (1956) y en Níger (1962) y a través de la Asociación de Clubes de Radio de Níger (ARCN).

Después de una década de existencia, eran evidentes las limitaciones de los colectivos de radioescuchas como la base de la radio rural en el África Sub-Sahariana. Los fracasos de la ARCN y los clubes de radio de Benín y Burkina Faso también dicen mucho sobre la insatisfacción de los campesinos con estos usos de la radio para el desarrollo. Sus limitaciones se basaron principalmente en el hecho - y aquí recordamos lo que se había dicho antes: las estaciones de radio rural han hecho un buen trabajo en comunicar a los campesinos los conocimientos que necesitan, pero se han olvidado que aprender también es expresarse y enseñarse a sí mismo, especialmente cuando el fin más importante, es que la comunidad asuma la responsabilidad por su propio desarrollo.

El asunto no es entonces, cambiar los fines educativos de la radio rural, sino permitir que logren su pleno significado. Esto implica dejar atrás los métodos que se usaron previamente. El nuevo enfoque que los servicios de radio rural han intentado lograr desde los años ochenta, es la adopción de estrategias y metodologías interactivas. Los elementos de esta estrategia son la divulgación pública, y los debates en las áreas rurales, lo que proporciona a las estaciones de radio rural un papel para el diálogo entre las comunidades. Las organizaciones internacionales como FAO, CIRTEF (el Consejo Internacional de Servicios de Radio y Televisión Francófonos) y CTA (Centro Técnico para el Desarrollo Agrícola y Rural ACP-EU) deberían apoyar estas iniciativas para promover un proceso más amplio de democratización en los papeles y usos de la radio rural pública.

La mano dura del verticalismo

Lo que está en juego aquí es la necesidad, hoy y en el futuro, de reinventar la participación campesina en la radiodifusión, dar a la población rural un espacio de expresión libre y lograr una radio-escuela para la auto educación, donde cada oyente pueda reconocer su lenguaje y apropiarse de él. Este enfoque en la radio debe lograr mayor acercamiento al mundo rural, al cual quiere cubrir. El futuro de la radio rural está en la radio rural local. Convertirse en lo que la comunidad quiera hacer de ella.

La característica básica de este tipo de servicio de radio es que pertenece a la comunidad, y busca responder a las necesidades de esa comunidad. Tiene el privilegio de dirigir la democratización de la comunicación, la que permite la participación amplia de hombres y mujeres de la comunidad, aunque la naturaleza de esta participación depende del particular contexto social.

Ello forma parte de un enfoque alternativo para el uso de la radio - uno en que la radioemisora se adapta al ambiente socio cultural. Es dirigido por el deseo de estar en contacto cercano con las circunstancias locales y dar a la comunidad la posibilidad real de participar en su programación, en la definición del contenido y en la administración de la emisora. Al hacer que un medio de comunicación sea accesible a un grupo social, este enfoque y estas emisoras motivan y se engendra un cierto grado de democratización porque es la esencia propia de la participación. Esta participación va más allá del medio; también cambia la forma de las radioemisoras. Si se toma el ejemplo de la radio rural educativa, se puede constatar que sí difunde programas de alfabetización y consejos sobre salud, agricultura y ganadería, pero también se ve obligada a innovar, a crear formas atractivas y géneros de radio acordes con los valores y el conocimiento local.

En conclusión, los cuatro aspectos de la radio, que podrían corresponder a cuatro fases, representan cuatro métodos distintos. La primera fase pone énfasis en la sensibilización sobre la misma radio de la población rural. Aún cuando los receptores de radio están lejos de ser comunes en el campo, esta fase ha sido superada en la mayoría de los países. La segunda fase es motivar a la gente, a través de la radio, para adoptar prácticas agrícolas específicas, informando e iniciándoles en nuevas técnicas. Esto depende más de la política agrícola que de la política de información. La tercera fase, asume un enfoque opuesto y permite que los campesinos hablen, lo que tiene un impacto positivo en la política agrícola. Y la cuarta fase viene del desafío de la democratización, dada la tendencia de la radio como medio para promover, facilitar y exigir la democracia. Cuando esta última faceta de la radio rural se entiende y se utiliza con inteligencia, se puede lograr que la radio local asuma, no una función tranquilizante, sino la de un instrumento de expresión y educación popular. Esta faceta puede ofrecer excelentes perspectivas para la superación personal y el auto-desarrollo colectivo de la población rural.

Algunas personas se han preguntado - y es una pregunta legítima - si las comunidades locales en África están listas o no para encargarse y manejar las estructuras democráticas. El debate que surge de esta pregunta ha sido asumido por algunos especialistas en comunicación quienes expresan sus dudas y hasta se oponen a la radio local comunitaria.

Seamos claros. La radio es una herramienta política para los gobiernos. Aceptar su descentralización y regionalización en la forma de radio comunitaria local es tomar poder del gobierno para darlo a las comunidades locales, que por mucho tiempo han sido excluidas del escenario de la administración pública. Durante miles de años estas comunidades tuvieron sus propias formas democráticas de justicia y organización, pero éstas han sido confiscadas. Proponemos devolver paulatinamente estas responsabilidades para que la población pueda apropiarse de ellas a través de varias organizaciones sociales, políticas y económicas que realizan radiodifusión a lo largo del continente, dejando, ¿Por qué no? que esto suceda a través del uso de las emisoras de radio rural local.

Las experiencias de Burkina Faso, la Republica de África Central, Guinea, el Congo y la Costa de Marfil, bajo el liderazgo de la ACCT, indican que es necesario prestar atención a los mecanismos que permiten que la comunidad se apropie de su emisora, de los contenidos, del proceso de producción de los programas, de los idiomas utilizados y de los papeles asignados a programas específicos.

La nueva perspectiva de la radio

Hay una conexión directa entre el período en que floreció la radio privada comercial y comunitaria, y el aumento en las demandas políticas en África. Las emisoras de radio que tenían relación con asociaciones o partidos políticos reclamaban frecuencias radiales en función de lograr la libertad y la democracia. Como resultado, en 1989 y 1990, algunos países, en el proceso de establecer sus constituciones, elaboraron políticas de comunicación que autorizaron el establecimiento de emisoras de radio privadas, independientemente de la clase de la radio.

Entonces al final del año 90, se estableció la primera radio emisora comercial y privada en Burkina Faso bajo el nombre de Horizon FM y otras tres fueron instaladas entre 1992 y 1995. En Malí, cuando se estableció un gobierno constitucional en 1992, surgieron muchas emisoras de radio, tanto en los pueblos como en las áreas rurales. La misma tendencia surgió y se extendió aun más rápidamente en Níger, Senegal y Camerún donde los profesionales de la comunicación, junto con las asociaciones y las comunidades rurales, demandaron más espacio para la libertad de expresión.

Estas radioemisoras cumplieron varios roles políticos, culturales y espirituales, dependiendo de su historia y sus circunstancias. Como en el caso de la radio en Kayes, algunas sirvieron para conectar al pueblo con los hijos e hijas emigrantes de la comunidad en la diáspora. Otras han sido emisoras comerciales que difunden principalmente música y anuncios comerciales.

Todas tienen algo en común - todas difunden programas con componentes de información, cubren temas de salud y medio ambiente, y usan hábilmente las lenguas nacionales y la música local. Muchas de ellas comienzan a asumir los roles y usos iniciales de radio rural, incluso prestando mayor atención a las audiencias específicas (jóvenes, mujeres, campesinos, pescadores) o comunidades completas. Y surge una pregunta: ¿Cómo será la radio rural de aquí a cinco años?

La sociedad civil se está organizando, y paulatinamente adquiere herramientas de comunicación por la sencilla razón que también necesita comunicarse. La radio es la herramienta, porque es el medio de comunicación masiva de más bajo costo y más accesible para la población rural. La radio tiene una mayor flexibilidad para cumplir los siguientes papeles:

Por esto no es realista tratar de dividir 'la clientela' así como aspiran algunos, en dos diferentes grupos de audiencia, oponiendo lo rural a lo urbano. La realidad es más compleja y los estilos de vida diferentes y diversos juegan un rol específico cada vez más importante, según la etnia o la membresía en una comunidad, según el idioma, el género, o la edad.

Los papeles y usos de la radio rural en los primeros años del siglo XXI se determinarán por las fuerzas que separan o juntan las emisoras locales y los servicios comunitarios, públicos, privados, religiosos y comerciales. Al terminar los monopolios de radiodifusión, se abrió el camino hacia una división de tareas y roles. De aquí en adelante los factores determinantes serán las libertades, los reglamentos y las prácticas unificadoras que se necesitan en el marco del pluralismo emergente de los medios en África.

¿Qué alianzas entre los servicios de radio públicos, comerciales y comunitarios podemos esperar en el futuro? ¿Qué conjunto de estructuras, reglamentos y otras medidas se requerirán para permitir la coexistencia de radios de servicio público, comunitario y comercial? ¿Qué pueden aprender entre si, las radios comunitarias, comerciales y de servicio público? ¿Cómo se puede lograr la sostenibilidad financiera?

Estas son las preguntas fundamentales, que debemos hacernos cuando nos preparamos para los próximos cincuenta años, inspiradas por medio siglo de experiencia de la radio rural en África.

Referencias

ACCT, Pour une radio locale en Afrique, Ouagadougou, 1980.

Bliß Rudiger, Landfunk - ein Entwicklungsmedium fur die Dritte Welt, in Entwicklung und landliches raum, 1987.

Ilboudo, Jean-Pierre, L'expérience burkinabé dans le domaine de la radio rurale, in Carrefour africain n° 1102, 1989.

Ilboudo, Jean-Pierre, Etude des conditions de production, du contenu du discours radiophonique et de l'auditoire de la radio rurale au Burkina dans les années 1980. Thèse pour le Doctorat en Sciences de l'Information et de la Communication, Université de Bordeaux III, 1992

Tudesq, André Jean, La radio en Afrique noire, Paris: Pedone, 1983.

Tudesq, André Jean, Albert, Pierre, Histoire de la radio-télévision, Paris, 1981, Presses Universitaires de France, Que sais-je.

Foto: Alfonso Gumucio

Capítulo 17

La Radio Chaguarurco: ahora ya no estás solo

Bruce Girard

Creo que la famosa frase que describió la radio y lo que queríamos hacer con ella fue 'ahora ya no estás solo’. Ahora hay un medio de comunicación donde puedes hablar, decir lo que sientes y denunciar la persona que te está creando problemas. Ahora ya no estás solo, esa fue la frase que motivó a la gente.

- Marcela Pesantez, miembro de la Radio Chaguarurco

Fue en América Latina donde se iniciaron, hace cincuenta años, las primeras experiencias de radio comunitaria en el mundo. En ese tiempo dos movimientos muy distintos, adoptaron a la radio como una forma de incrementar su influencia y contribuir al desarrollo comunitario.

La primera emisora de radio que se lanzó al aire, en 1947, fue la Radio Sutatenza de la Iglesia Católica en Colombia, fundada por el Padre José Joaquín Salcedo. Sutatenza tenía dos objetivos: difundir la doctrina cristiana a los productores y productoras en Colombia y entregarles conocimientos y habilidades que contribuyeran al desarrollo de la comunidad. A pesar de que su equipo fuera artesanal, el mensaje de Salcedo alcanzó distancias y viajó más rápidamente a través de las ondas de radio que desde el púlpito. Los estudiantes - radioescuchas organizados en clases informales - se juntaban en las mañanas o en las tardes en las casas de su respectivo vecindario para escuchar los programas y discutir las lecciones.[112]

Cinco años más tarde en Bolivia, los miembros de un sindicato de una mina de estaño decidieron contribuir mensualmente con el equivalente al salario de un día de trabajo, a un fondo de comunicación. Así nació la Voz del Minero. Las minas alrededor del pueblo Siglo XX, ubicado a cuatro mil metros sobre del nivel del mar, fueron nacionalizadas en la revolución de 1952. Sin embargo, como describe el escritor socialista latinoamericano Eduardo Galeano, muchos años después estas minas bolivianas proporcionaron el mejor argumento al mundo contra la nacionalización. Las condiciones de trabajo y de vida eran tan malas, que las expectativas de vida de un minero estaban por debajo de los 35 años de edad. A pesar de ser diferente a la Radio Sutatenza, la Voz del Minero también tenía una doctrina y nació para evangelizar. Con el paso del tiempo la radio asumió un rol más allá de la simple difusión de una doctrina militante, e hizo contribuciones incontables a la democratización y al desarrollo comunitario.

Desde sus raíces en la caridad cristiana y en el sindicalismo militante, la radio comunitaria ha llegado a tener una presencia importante en América Latina donde la combinación de emisoras privadas, comerciales, eclesiásticas, universitarias, sindicalistas e indígenas, contribuye a que la radio de esta región sea la más dinámica y diversa en el mundo. Este capítulo toma el ejemplo de una de estas emisoras y su contribución a la comunidad.

La necesidad de comunicar

La Radio Chaguarurco, ubicada en una zona rural de la provincia sureña de Azuay en Ecuador, es una estación nueva que continua la tradición iniciada por las radios Sutatenza y la Voz del Minero.

La idea de iniciar la Radio Chaguarurco se originó en una serie de talleres en 1990. Estos talleres fueron convocados por organizaciones campesinas e iglesias locales en los condados de Santa Isabel y Pucará de la provincia de Azuay. Su objetivo fue organizar a las comunidades para acceder a servicios básicos - como el agua potable y la electricidad - y garantizar el respeto de los derechos humanos. Los fundadores de la emisora escribieron un documento en el que explicaban cómo comenzó la discusión sobre la necesidad de servicios básicos. Este proceso tuvo como resultado el nacimiento de una radioemisora.

Cuando nos organizamos comenzamos a hablar sobre nuestras necesidades: primero mencionamos la luz y el agua potable, pero después y como prioridad frente a todas las otras necesidades, comenzamos a hablar sobre la comunicación, sobre cómo compartir una realidad en común y cómo poder analizarla para mejorarla. Así nació la Radio Chaguarurco.

Alguna gente que no vivía en el campo nos preguntó: - ¿Por qué quieren una radio comunitaria si hay tantas otras prioridades? ¿No sería mucho más lógico priorizar proyectos que cubren las necesidades básicas? ¿No es un lujo una emisora de radio?

Seguro, hay muchas otras necesidades, de salud, nutrición, educación, mejora las técnicas agrícolas para la producción, el cuidado de los niños y niñas... Pero en vez de llenar vacíos y poner parches para cumplir temporalmente con las necesidades, es más importante pensar sobre las causas de estos problemas. Sobre la injusticia y la inequidad que causa la miseria y la marginación.

Humberto Berezueta, Director de la emisora agrega:

La idea de la Radio Chaguarurco creció de la necesidad de comunicarnos. En los condados donde se ubica la Radio Chaguarurco es muy difícil recibir la señal de las emisoras de la región. A pesar de estar en la zona montañosa sólo podemos recibir emisoras de la costa y es un problema. La población no tiene acceso a la televisión y mucho menos a los periódicos, que sólo llegan a alguna gente de los centros urbanos de los dos condados. En muchos pueblos y en el campo, donde vive la mayoría de la población, no hay acceso a una línea telefónica.

Las comunidades están muy dispersas: una, se encuentran a treinta minutos de los centros del condado donde se ubican las estructuras políticas y los mercados; otra, a una hora, a tres horas, o a diez horas, y algunas hasta a doce horas de camino. Para ellas es prácticamente imposible estar en contacto diario, y ni siquiera semanal con los centros del condado.

La Iglesia y las organizaciones campesinas de la zona, que ya trabajaban juntas en varios proyectos de desarrollo, comenzaron a ver la comunicación como una necesidad vital. Reconocieron el potencial de la radio para funcionar codo a codo con otras iniciativas del desarrollo y decidieron establecer una radioemisora.

La idea circuló y tomó fuerza rápidamente. En unos pocos meses la posibilidad de la radio se convirtió en uno de los temas más discutidos en los siguientes talleres. Según Nelson Campoverde, un miembro del Consejo Comunitario de Chaguarurco, la población rural estaba acostumbrada a ser excluida de los medios. Al hablar sobre la posibilidad de una emisora propia, se emocionaron con la idea de tener un medio de comunicación como canal para hablar sobre las necesidades de sus comunidades y sus dificultades en conseguir los servicios básicos supuestamente suministrados por las autoridades locales. 'Era algo difícil antes, porque los medios comerciales no nos permitían salir al aire, porque, como usted sabe, a veces simplemente no dejan que la gente del campo hable'.

Todo el mundo estaba de acuerdo conque la idea de una emisora de radio era buena, pero el problema era ¿Quién lo haría realidad? Se requeriría una frecuencia y el permiso del Gobierno. Habría que comprar equipos. ¿Quién iba a ser el dueño de la emisora? ¿Dónde se podría ubicar? ¿A qué comunidades serviría?

Las parroquias y la organización campesina Proyecto Norte tomaron rápidamente el liderazgo del proyecto. Ya habían colaborado en varios proyectos previos de desarrollo y ambos participaron desde el inicio en las discusiones sobre el establecimiento de la radio. Con la ayuda de Diego Delgado, el Representante del área en el Congreso, se comenzaron los planes para la emisora.

La primera dificultad que enfrentaron era la de obtener una licencia para la radiodifusión. En 1992, la Ley Ecuatoriana no reconocía a la radio comunitaria.[113] Conseguir una licencia comercial significaba un proceso largo y complejo que, aún después de años de espera, tenía más probabilidad de fracasar que lograr éxito, a menos que se tuvieran buenos contactos políticos y más influencia que la de la población de Santa Isabel y Pucará. Afortunadamente Diego Delgado recordó que años atrás existió una emisora en Santa Isabel. El dueño de esta emisora había muerto y la emisora no había salido al aire por muchos años. Sin embargo, la licencia aún era valida y el hijo del antiguo dueño, Rodrigo Palacios, estuvo dispuesto a venderla.

Aun así, comprar una emisora requiere el permiso del Gobierno y un proceso casi igual de largo y complicado como la asignación de una nueva frecuencia. Pero no requiere el mismo nivel de influencia política.

Con el proceso de legalización como propietarios de la frecuencia en camino, los fundadores tuvieron que decidir la ubicación de la emisora entre dos opciones: Pucará y Santa Isabel.

Pucará y Santa Isabel

Con una población de tres mil personas, Santa Isabel es el centro del condado del mismo nombre. Por muchas razones parecía ser el lugar lógico para ubicar la emisora: es el pueblo más grande en la región y un centro importante de abastecimiento para las comunidades y el campo. Alrededor de la plaza central, además de la iglesia y el centro comunitario de la parroquia, existen una serie de bancos, oficinas de médicos y tiendas en cuyos estantes se venden utensilios plásticos de cocina, artículos de ferretería, ron, fertilizantes, televisores y azulejos. Santa Isabel es un centro importante de comunicación para la región no sólo porque tiene un mercado. A dos horas de la capital provincial de Cuenca, Santa Isabel se encuentra en la carretera principal que comunica la mayoría de las comunidades con la capital. Tiene un clima moderado, caliente en el día y fresco en la noche, perfecto para cultivar tomates, cebollas y hasta caña de azúcar, productos que se comercializan a lo largo del país.

El pueblo de Pucará, centro del Condado de Pucará, está sólo a cuarenta kilómetros de Santa Isabel. Sin embargo, el bus expreso tarda dos horas para subir los más de tres mil cien metros sobre el nivel del mar. La carretera sin pavimento sube en curvas por las laderas de la montaña y rápidamente. En la temporada de la lluvia, esta carretera puede estar cerrada durante días. No hay teléfono en Pucará y cuando la carretera está cerrada, el pueblo se encuentra aislado del mundo.

Con una población menor de los mil habitantes, Pucará está al final del camino. Su única calle es un circuito en forma de lágrima, con una iglesia en el centro, pintada de colores brillantes y un perímetro de bellas montañas y valles. La vista majestuosa sirve de camuflaje a una realidad muy dura. Con una temperatura anual promedio de sólo doce grados y una temperatura en las noches cerca de los cero grados, el clima de Pucará no sirve para cultivar tomates y cebollas - las cosechas comerciales más importantes del área de Santa Isabel. La vida es bastante precaria, sólo existe la agricultura de subsistencia y los frijoles y las papas son los alimentos básicos.

Pucará sí tuvo una ventaja muy importante. Si bien es cierto que Santa Isabel es más grande e importante en cuanto a la economía y las comunicaciones, la altitud de Pucará y su ubicación central era un mejor lugar para instalar el transmisor. Sin embargo, había que tomar en cuenta no sólo las consideraciones técnicas y financieras - la decisión sobre donde ubicar la emisora tenía también una dimensión política. Evidentemente la comunidad donde se ubicara la emisora tendría más acceso para divulgar sus preocupaciones, entrevistar a sus miembros y en general se beneficiaría más con la presencia de la radio.

Finalmente se resolvió ubicar el transmisor en Pucará, el centro administrativo en Santa Isabel, y un estudio en ambas comunidades, conectados vía micro-onda. Cuando el Director de la Radio Chaguarurco Humberto Berezueta habla de la radio, dice que en realidad son dos emisoras que comparten una sola frecuencia y una sola identidad:

La información local se recoge en ambas estaciones, los programas de noticias están en duplex con dos anclas, una en Pucará y una en Santa Isabel. Las entrevistas, en ciertos casos también están en duplex con el entrevistador en una comunidad y la persona que está siendo entrevistada en la otra.

Las emisoras están ubicadas en los pueblos, pero la gente de estos pueblos no conforma la mayor audiencia. De una población estimada de sesenta y cinco mil personas en la zona, sólo el 20% vive en las doce o más comunidades en el área, la mayoría de los cuales son más pequeñas en Pucará. El otro 80% vive y trabaja en pequeñas parcelas de tierra en el campo, dedicándose a la agricultura.

El área de alcance de la emisora, es terreno en su mayoría montañoso. Sin embargo también incluye parte de la zona baja cerca a la costa, donde se produce banano y cacao para la exportación y donde hay minas como actividad importante. Las partes más bajas abastecen con sus productos al mercado nacional. En las partes más altas, donde las condiciones son difíciles, la producción agrícola es a nivel de subsistencia. Parte de la población, particularmente los que viven en las zonas más altas, pasan parte del año en las cosechas de la costa o en las minas como trabajadores migrantes.

La Fundación Chaguarurco

La discusión sobre la propiedad de la emisora de radio fue tan importante como la de su ubicación. Desde el inicio se acordó que la radioemisora no pertenecería al sacerdote local, ni a la parroquia, ni a un solo individuo. Se decidió que sería propiedad de las organizaciones de base en la región - es decir, sería propiedad de la población.

En septiembre de 1992, se estableció la Fundación Chaguarurco para el Desarrollo Rural con representantes de las organizaciones campesinas de los dos condados, de las parroquias católicas, y de los trabajadores y voluntarios de la misma radio. Nelson Campoverde es un miembro del Consejo de Directores de la Fundación y activista de la organización campesina Proyecto Norte en Santa Isabel:

La radio está bajo el cuidado y la supervisión de una fundación creada con un objetivo específico: que la radio no tenga un solo dueño, para que mañana, o más tarde, un dueño no decida quitar espacio a la gente del campo. Con esa misión la Fundación Chaguarurco se formó, para que tuviera varios representantes y no un sólo dueño. Así que todos somos dueños.

El Consejo de la Fundación Chaguarurco se reúne cada tres meses, y convoca a reuniones extraordinarias cuando es necesario. Este Consejo recibe los informes del Director y toma todas las decisiones importantes sobre la programación y el presupuesto.

Cuando se estableció la Fundación, el sueño de la radioemisora fue un sueño durante casi dos años. Todo el mundo pensó que el día en que tendrían su radioemisora comunitaria estaba a la vuelta de la esquina. Nadie pudo predecir que tendrían que esperar dos años y medio más. Nelson Campoverde explica por qué tardó tanto tiempo:

Después de la formación de la Fundación tuvimos que decidir cómo hacerla funcionar. Necesitábamos dinero para comprar el equipo. Teníamos que conseguir la frecuencia. También había que capacitar al personal. Con la ayuda de técnicos de CORAPE[114] en Quito, organizamos una capacitación para reporteros comunitarios, que es como les llamamos ahora. Todo esto tomó tiempo. Conseguir el dinero, que es escaso en Santa Isabel y Pucará, fue un proceso largo y difícil.

Al final, la radio salió al aire y comenzó a servir a la comunidad. Estamos felices con el trabajo que hace para la comunidad y con los esfuerzos y la energía que todos hemos puesto en el proyecto. Si no hubiéramos aguantado, la radio no estaría aquí. Tardó mucho tiempo pero continuamos caminando hacia adelante, paso a paso y ahora aquí estamos.

Como dice Campoverde, el dinero no es fácil de conseguir en la región, y el proyecto iba a ser costoso. Debido a las características geográficas del área, la emisora requería un transmisor de AM lo que fue sustancialmente más costoso que uno de FM. El transmisor Nautel de cinco kilovatios, incluyendo su antena y su instalación, iba a costar ochenta mil dólares, una cantidad mucho mayor de lo que las comunidades podrían juntar por sí mismas. Al establecer la Fundación, se comenzó el lento proceso para conseguir el dinero de fuentes locales e internacionales. Berezueta enfatiza que si bien es cierto necesitaban el dinero, no estaban dispuestos a sacrificar la independencia de la emisora:

Prácticamente todo el equipo era nuevo. Lo que conseguimos cuando compramos la vieja estación no fue suficientemente bueno ni para poner un museo. El transmisor, la antena y la instalación se pagaron con una donación de la agencia española de ayuda Intermon, Caritas y Manos Unidas también ayudaron. Además nos apoyaron unos voluntarios españoles que realizaron juegos de Bingo y otros eventos en España para comprar grabadoras, un micrófono, una computadora y otro equipo para la emisora. La iglesia en Cuenca (la capital de la provincia) donó una camioneta.

Todo lo que recibimos fue para el equipo y las instalaciones, y fue lo que conseguimos de la ayuda internacional. Después, la radio operó por sí sola. Nunca pedimos algo para la administración y el personal. La idea del proyecto es ser autónomo, no tener salarios o gastos operativos pagados por una organización internacional. La idea era que la radio tenía que pagar su propia supervivencia. Y eso es lo que estamos haciendo.

La preparación y la capacitación de la comunidad

El proceso de legalización de la compra de la frecuencia avanzó a paso de tortuga. Y mientras tanto, un grupo de voluntarios comenzó a capacitar a la gente de la comunidad en el trabajo de la emisora. Según Berezueta, la capacitación enfrentó un problema especial porque casi nadie del proyecto había trabajado antes en radio. Primero tuvieron que capacitarse ellos mismos, para poder capacitar a los otros.

Había que capacitar a la gente para manejar las estaciones en todos los aspectos: capacitación técnica, periodismo, locución, todo. Un par de voluntarios españoles que estaban ayudando tenían algo de experiencia en radio comunitaria en Madrid, pero nadie más había hecho radio, nunca. Leyeron todos los libros que pudieron encontrar y viajaron a otras emisoras para ver como lo hacían. Se invitó a personas con experiencia en la radio para que realizaran cursos. Al final se produjo un manual y un paquete para capacitadores con base en lo que se había aprendido. Después los capacitadores, recién promocionados, comenzaron a capacitar a los voluntarios de la comunidad.

Una capacitación más completa comenzó en diciembre de 1993. Cada comunidad debía buscar una persona que considerara apropiada para ser corresponsal. Además, se hizo una invitación general para todas las personas interesadas en participar en los cursos. Marcela Pesantez fue una de las capacitadoras:

Cuatro personas trabajamos en la capacitación con una división de trabajo entre todas. Todos los sábados, dos de nosotros íbamos a una comunidad y dos a la otra; y así trabajamos desde noviembre de 1993 hasta octubre de 1994. En esa fecha, teníamos muchos grupos de corresponsales voluntarios ya capacitados. La gente estaba emocionada con la radio, y muchos de ellos caminaron cuatro, cinco y hasta seis horas para llegar al lugar donde se realizaban los cursos. Dejaban sus casas a las cuatro de la mañana para llegar a las nueve o diez para juntarse con el grupo, particularmente cuando realizamos los cursos en Ponce Enríquez, donde hubo mucho conflicto, pues la autoridad abusó de mucha gente en esta localidad. Algunas personas habían sido asesinadas. La gente creía que la radio les ayudaría a poner fin a los abusos.

En noviembre de 1994 el personal fue seleccionado entre los voluntarios capacitados. En diciembre, los nuevos miembros recibieron un mes más de capacitación intensiva. El proyecto siguió avanzando con las organizaciones y los individuos involucrados, a través del seguimiento a la capacitación y las discusiones sobre la radio y cómo ayudar a la comunidad. Sin embargo, pasaron cinco años para que la emisora pasara del sueño a la realidad, fue una espera larga y costosa. 'Al inicio todo el mundo pensaba que iba a haber una radio inmediatamente' explica Berezueta 'pero el tiempo pasaba y el sueño parecía ser más distante. Algunos compañeros se desanimaron y abandonaron la radio. Las organizaciones estaban acostumbradas a manejar proyectos de irrigación para cultivar papas, por ejemplo, pero nadie antes había establecido una emisora'.

La emisora salió por fin al aire, y Marcela Pesantez participó el primer día:

El 1 de enero de 1995 salimos al aire. Fue la cosa más bella, con mucha gente escuchando. Estábamos locos, saludando a toda la gente, agradeciendo a los que habían estado con nosotros desde el inicio, a los que habían tomado cursos con nosotros, a los corresponsales; hicimos llamadas a Cuenca para ver si la señal había llegado a la ciudad... Hicimos llamadas a Machala para ver si ellos nos estaban escuchando. Hubo gente que sabía que íbamos a salir al aire y nos llamaron. Era una locura, pusimos una gran variedad de música y a cada rato salíamos al aire - ¡Esta es la Radio Chaguarurco, estamos en el aire! ¡Escúchenos a 1550 kilohertz, dígale a su vecino que la escuche! ¡Fue bello!

Después de un tiempo comenzamos a calmarnos, pero este entusiasmo duró por lo menos tres días hasta que tuvimos suficiente calma para comenzar el verdadero trabajo de la emisora.

Ahora ya no estás solo, ya no estás sola

Rápidamente fue evidente que el trabajo real, la operación de la radioemisora implicaba mucho más que la simple producción de los programas. Después de años de espera, la gente tenía muchas expectativas, no se satisfacía con una emisora que se oía como el resto. Querían oír sus propias experiencias y sus preocupaciones, en sus propias voces y en su propio idioma. 'Creo que la frase famosa que describió la radio que queríamos hacer era Ahora ya no estás solo explica Marcela Pesantez. 'Ahora existe un medio de comunicación donde puedes hablar, donde puedes decir lo que sientes y denunciar a las personas que causan problemas. Ahora ya no estás sola o solo, esa fue la frase que motivó a la gente'.

En comparación con una emisora común y corriente, producir el tipo de radio que la comunidad quería, requería otro tipo de relación con los miembros de la comunidad y otro tipo de productor de radio. Sólo cuatro de los ocho miembros del personal permanente (de tiempo completo) y dos voluntarios habían estudiado formalmente el periodismo. Los otros aprendieron destrezas y habilidades en los cursos de la Radio Chaguarurco. Sin embargo, todos trabajan como periodistas y productores de programas además de compartir las tareas secretariales, de ventas, técnicas y las administrativas. Cinco miembros del personal tienen su base en la emisora en Santa Isabel y otro tres están en Pucará. Nelson Campoverde piensa que su dedicación en la comunidad es lo que distingue a estos productores de radio.

Se nota que ‘los trabajadores’ en la emisora son prácticamente voluntarios, sus salarios no alcanzan el nivel requerido por la ley. Son voluntarios que trabajan en la radio con un pequeño incentivo. Mientras aumenta el ingreso de la radio, sus salarios se incrementan poco a poco. Muy pocos de ellos son profesionales. La mayoría del personal fue capacitado aquí en la radio mientras hacían radio, y trabajan aquí porque es su forma de contribuir a su comunidad.

Humberto Berezueta, originario de Pucará, es uno de los periodistas formalmente preparados. Estudió Periodismo y Educación en la Universidad de Cuenca. Después de graduarse, permaneció en Cuenca durante dos años y trabajó como escritor independiente para el periódico El Mercurio.

Un día una delegación de Santa Isabel lo visitó. 'Vieron mi nombre en El Mercurio. Berezueta es un nombre de Pucará y venían para preguntarme si tenía interés en trabajar en mi comunidad. Entonces fui a trabajar con la emisora de radio.

Este trabajo revolucionó la forma en que yo pienso y practico el periodismo. En la Radio Chaguarurco puedo combinar mi capacitación con mi preparación como periodista, educador y también como comunicador'. Humberto fue contratado para dirigir las operaciones del estudio satélite en Pucará y hoy es el Director General de la Radio Chaguarurco en Santa Isabel.

Marcela Pesantez también estudió Comunicación en la Universidad de Cuenca. Cuando ella terminó, regresó a su pueblo de origen en Santa Isabel, sin estar segura de lo que iba a hacer, pero quería ayudar a que la gente de su comunidad saliera de su precaria condición económica. Cuando escuchó hablar del proyecto de la radioemisora inmediatamente se ofreció como voluntaria. Nunca había estudiado la radio específicamente, lo cual no le impidió meterse de lleno en el medio y convertirse en una de las capacitadoras del proyecto. Creo que fue bueno que entre nosotros nadie supiera de radio. Significaba que no teníamos preconcepciones sobre cómo hacer radio y por esto logramos hacerlo de forma diferente.

Además del personal pagado, hay alrededor de veinte productores voluntarios. Seis de ellos son corresponsales comunitarios para los pueblos vecinos. Recolectan las noticias de sus lugares y viajan regularmente a la emisora con sus historias y sus grabaciones. La estación les da grabadoras, baterías recargables y algunos fondos, recaudados en una rifa anual, que se usan para cubrir los costos de transporte.

Otras personas, como Graciela 'Chela' Molina, producen programas de música. Seis días a la semana Chela va al estudio en Santa Isabel para realizar su programa de música ecuatoriana que dura una hora. Como otros voluntarios, ella aporta su especialidad a la emisora. Desarrolló un interés por la música nacional cuando no estaba disponible la radio. Al preguntarle cómo logra hacer un programa diario con la selección limitada de CD-Roms, casetes y discos viejos (LP) en la radio, muestra un bolso debajo de su brazo, lleno de discos y casetes: con el programa de radio ha socializado su colección personal de música.

Otros voluntarios producen el programa semanal El Mercado, un programa con locución simultánea desde Pucará y Santa Isabel. Se revisan los precios y las tendencias de los mercados en el área, y esta información ha jugado un papel importante en el control de precios y la especulación.

Marcela Pesantez dice que existe un ir y venir constante entre los voluntarios y por esta razón la emisora sigue ofreciendo cursos regulares de radio para los nuevos voluntarios:

Mantenemos la oferta de capacitación para la gente nueva pero después de un tiempo perdemos algunos voluntarios. El grupo de Ponce Enríquez quedó fuera. Pensamos que la señal llegaría a la comunidad pero no fue posible. Fue una lástima porque había un buen grupo allí. Poco a poco, los corresponsales perdieron interés. La radio es muy divertida, pero cuando no tienes un salario o un trabajo fijo, por mucho que te guste la radio tienes que pensar en tu economía, si quieres casarte y tener hijos y todo eso... Entonces, poco a poco la gente comenzó a irse.

La participación y la programación

Al igual que otras emisoras, la programación de la Radio Chaguarurco incluye noticias, entrevistas, música y programas culturales. Sin embargo, existe una serie de características importantes que distingue a la Radio Chaguarurco de otras emisoras. La más importante de éstas, es la prioridad que la emisora da a las voces locales, a la lengua y a la cultura. A diferencia de otras emisoras en la ciudad, con locutores que intentan esconder cualquier regionalismo en su acento o lenguaje, los locutores de la Radio Chaguarurco celebran su forma propia de hablar.

Otra diferencia importante es que la emisora busca la participación activa de la gente del campo, invitándola a visitar a la emisora para salir al aire, contar sus historias, cantar o simplemente saludar a sus amistades o a sus familiares.

La emisora nunca olvida la importancia de su papel como canal de comunicación al servicio de las comunidades, como el teléfono para los que no tienen teléfonos. Pilar Gutiérrez quien trabaja con el proyecto de salud comunitaria de Pucará, nos dice:

Hay lugares adonde es muy difícil llegar porque no existen carreteras. La gente que vive allí escucha la información de la emisora sobre visitas y se preparan a recibirlas. Este es el caso de nuestro proyecto de salud comunitaria. Tenemos un equipo médico que periódicamente visita estas comunidades. Antes de que la radio existiera, se realizaba el viaje a una comunidad y se perdían horas y hasta días, esperando que la información de su visita llegara a la población en el campo y que la gente viajara hasta donde el equipo médico esperaba, para atender sus problemas de salud. Ahora se anuncia la visita en la radio y la comunidad está esperando cuando uno llega, en el día y a las horas anunciadas. Esto significa que el equipo médico puede visitar a más comunidades y proveer un servicio más eficiente y mejor para todo el mundo.

En su trabajo con el proyecto de salud de Pucará, Pilar Gutiérrez viaja a las comunidades y conoce de primera mano lo importante que han sido los programas de radio para los productores y productoras:

En asuntos de salud por ejemplo, mucha gente escucha los radiodramas que se producen y se difunden todos los días en la emisora. Los radio-dramas tienen personajes con quien la gente del campo se identifica, como Don Fulgencio. Los personajes hablan uno al otro y cuentan historias sobre la salud y otras cosas. Platican sobre cómo tratar la basura, las vacunas, sobre cómo preservar el ambiente que es un asunto importante para la salud. También hablan de nutrición. Cuando los miembros de la comunidad aprenden de esta forma, entienden lo que se dice y no se les olvida.

La gente en Pucará especialmente, escucha mucho. Son muy atentos a la radio. Son fieles a la Radio Chaguarurco. Raras veces, o casi nunca, escuchan otras emisoras. Aparte de los radio dramas, escuchan las noticias, especialmente las noticias de Pucará o cuando algún representante del gobierno hace una visita o cuando se anuncia alguna actividad en Cuenca. Por ejemplo, cuando un grupo de Pucará va a Cuenca para reunirse con las autoridades sobre un proyecto local, a su regreso visitan la radio y solicitan una entrevista para contarle a la gente lo qué pasó.

Humberto Berezueta escribe la mayoría de los radiodramas y son actuados por el propio personal de la emisora; los radiodramas ofrecen una oportunidad muy valiosa para explorar temas complejos en un lenguaje cotidiano y de una forma que la gente puede entender fácilmente. Los temas son muy variados, y cubren la salud, el medio ambiente, la política, la cultura y los derechos humanos.

Un cambio reciente en el programa, ha sido la inclusión de noticias de América Latina y del mundo que la emisora recibe de ALRED, un servicio de radio de la Asociación Latinoamericana para la Educación Radial y también de la Agencia de Noticias PULSAR. Una antena parabólica de satélite ubicada en el techo de la estación de Pucará, recibe los programas de ALRED y las noticias de PULSAR llegan a través de Internet. Ramiro Tapia comenta:

Creo que la programación de la emisora está progresando. Por ejemplo, este año comenzamos a recibir información de otros países que muchos de nosotros no conocíamos antes, y también información sobre nuestro propio pueblo. Vemos que hay gente como nosotros, productores y productoras como nosotros. Estamos intercambiando información con ellos. De la misma forma como recibimos información aquí de otros países, mandamos noticias de aquí a otros países. Y es interesante, comunicarse como hermanos entre diferentes países y hasta diferentes continentes.

Una minga para Chaguarurco

La emisora contaba y sigue contando con el apoyo y solidaridad internacional para sus mayores gastos de inversión, y entonces y en forma paralela, la Fundación Chaguarurco decidió que la forma más saludable de operar para la emisora era sostener sus propios gastos operativos. Como muchas radios comunitarias, la Radio Chaguarurco tiene un secreto que tiene que ver con el pago de las cuentas - mantiene bajos los costos, utilizando los recursos ofrecidos gratuitamente por las comunidades a las que sirve. El trabajo voluntario de los programadores es una de las formas de contribución de la comunidad. Además, los estudios en Pucará y Santa Isabel son locales gratis ya que los arriendos los proporcionan las parroquias de las iglesias locales. Y siempre hay alguien que ofrece sus habilidades para trabajos de carpintería o para cocinar una olla de sopa durante una minga (un día de trabajo voluntario para un proyecto comunitario), o para la renovación del estudio o pintar las oficinas. Sin embargo, el trabajo comunitario y las donaciones comunitarias no pueden cubrir todos los costos y la Radio Chaguarurco tiene que generar aproximadamente dos mil dólares por mes para cubrir los gastos de operación.

La situación financiera de la emisora está bien. La Radio Chaguarurco no sólo logra generar suficientes ingresos para los gastos fijos, sino que permite ahorros de varios miles de dólares al año para mejorar sus equipos o cubrir gastos imprevistos. Sin embargo, como dice Berezueta, 'Estamos en una posición buena a nivel financiero pero si el transmisor fuera destruido por un rayo mañana, sería imposible remplazarlo'.

Las fuentes de ingreso incluyen publicidad, anuncios comunitarios, servicios de producción y la difusión remota de eventos culturales.

La publicidad contribuye con el 20% del ingreso de la emisora. Desde el inicio ha sido un tema controversial. Algunos argumentaron que la publicidad no tenía lugar en una emisora de la radio comunitaria. Otros, opinaron que la supervivencia y el crecimiento de la emisora eran lo más importante y en consecuencia toda la publicidad debería ser bienvenida. Al final de cuentas, la Radio Chaguarurco adoptó políticas que favorecen la promoción de productos y servicios locales. Ramiro Tapia, un miembro del Consejo de la Fundación explica:

Un punto fundamental desde que comenzó la Radio Chaguarurco fue que sería diferente de otras emisoras comerciales. Lo que queríamos era motivar a las comunidades a regresar a nuestro pasado, a no olvidar nuestro pasado. Hemos intentado valorar lo que es nuestro. Lo que las otras radios ponen en nuestros oídos y la televisión pone ante nuestros ojos, es el consumo de productos importados y productos desarrollados con la tecnología y los químicos. Su mensaje es que deberíamos dejar de lado lo que producimos en nuestros propios campos. Nuestra radio no permite espacios para publicitar la Coca-Cola o el alcohol (el alcoholismo es un problema serio de salud en la región). Pero siempre habrá espacio para cualquier tipo de publicidad que no hace daño a la salud de las personas.

La publicidad política es otro tema controversial. Para la mayoría de las radioemisoras, las elecciones son una bonanza, más de una docena de partidos compran publicidad y es costumbre para las emisoras agregar una comisión de 20 a 150% al costo de la publicidad política. Como dijo el dueño de una emisora comercial en Cuenca, bromeando 'Estos tiempos políticamente inestables, nos han salvado a la mayoría de la quiebra’.

La tentación es fuerte. Durante una reciente campaña electoral, un partido ofreció comprar un bloque grande del tiempo para programas partidistas en un precio que hubiera cubierto las cuentas durante meses. Sin embargo, Ramiro Tapia dijo que todo ello no hubiera proporcionado un servicio a la comunidad.

Cuando hay campañas de partidos políticos, una de nuestras políticas es que la radio tiene que dar posibilidades iguales a todos los partidos. No queremos una situación en que los partidos más poderosos tengan más posibilidades de promoverse en esta emisora.

Cuando tenemos estos debates, el desacuerdo siempre llega al punto de que si aceptamos o no esta publicidad, ¿Cómo sobrevivirá la emisora? Por supuesto esta publicidad proporcionaría bastantes ingresos. Sin embargo, estamos viendo que sí podemos vivir sin ellos. Estamos lanzando suficiente publicidad para mantener la emisora.

Más importante que la publicidad, son los anuncios comunitarios que proveen el 40% del ingreso de la emisora. Difundidos en varios momentos durante el día, los anuncios incluyen invitaciones a eventos comunitarios, mensajes a familiares distantes, o información sobre la salud de gente hospitalizada. (Ver Cuadro 1).

Al igual que las restricciones sobre la publicidad del alcohol y de los partidos políticos, las políticas que gobiernan los anuncios comunitarios toman en cuenta no sólo la salud de la emisora sino la de la comunidad. Dos de los miembros del Consejo de la Fundación comentan:

Son de las cosas que queremos hacer con la radio, porque ofrecen una forma de comunicación rápida entre la gente del campo. A veces alguien va al hospital y tenemos que esperar en la casa hasta que llegue una persona que haya estado con el enfermo para saber si está vivo o muerto. Con la emisora es más fácil. (Nelson Campoverde)

El anuncio comunitario es uno de los mayores beneficios que tiene la emisora para las comunidades. Por ejemplo, si estamos en Quito (la capital de Ecuador) y queremos comunicarnos con nuestras familias donde no hay teléfono ni otra forma directa para comunicarnos con ellos, la radio nos ayuda. Desde Quito llamamos a la radio, la radio inmediatamente transmite nuestro mensaje a la familia. Claro, todos sabemos que si recibimos un mensaje de un miembro de la familia que está fuera, tenemos que ir a la emisora directamente para pagar el mensaje. (Ramiro Tapia)

Otra fuente de ingreso es la producción de programas sobre la salud y otros temas para ONGs locales y para el Gobierno. Estos programas no sólo se difunden en la radio, sino también se distribuyen en casete para utilizarlos en talleres y seminarios.

La emisora también recibe ayuda de un grupo solidario en España, según Marcela Pesantez. Francisco 'Paco' Aperador, uno de los voluntarios españoles que ayudaron a que la emisora saliera al aire, fue a Madrid durante unos meses antes del lanzamiento de la emisora:

Cuadro 1 - Algunos anuncios comunitarios típicos

De: La Profesora Bisnarda Ochoa en Guasipamba.

Para: Su padre.

Mensaje: Trate de venir el miércoles porque tiene que ir al Consejo de Escuelas para registrar el nombre de la escuela. El miércoles, porque nuestro padre va a estar ese día en la tarde en Cerro Negro.

De: Daniel Nieves

Para: Freddy Nieves y familia

Mensaje: El paciente que Daniel visitaba en Santa Isabel está en la misma condición y Daniel ahora va de regreso a la casa. También dile a Freddy de decir a Lucio que Daniel no puede trabajar con el ingeniero esta semana porque tiene que ir a Pasaje el domingo, septiembre 27. Manténganse sintonizados en la radio para más mensajes.

Mensaje: Todos los residentes de Shaglli están invitados a participar en una minga general el martes, septiembre 22, para sacar rocas del rió Masucay y llevarlas al pueblo. El material será usado en la construcción del Centro de Comunicación Comunitaria y el Concejo del pueblo ha ofrecido el uso de un camión para transportar las piedras. Gracias por su colaboración.

Mientras estaba en España organizó un grupo de solidaridad para la radio. Eran en su mayoría amigos de él, interesados en América Latina. Bromeamos que era como una célula de un movimiento revolucionario. El nombre pegó y todavía hablamos de la Célula. Cuando él regresó a Santa Isabel, se mantuvo en contacto con ellos y los mantenía informados sobre el progreso de la radio. Ellos comenzaron a reunirse cada cuatro semanas para conocer el progreso del proyecto. Cuando la radio salió al aire necesitábamos un poco de dinero para comprar lo que faltaba, una silla para el estudio o un escritorio, teléfono. Juntaron algo de dinero y lo mandaron a Paco. Al inicio era su propio dinero, después se juntaron con otro grupo de Madrid y comenzaron hacer bingos, cenas y ventas de artesanías. Ahora deben existir unos dieciocho o veinte miembros de la Célula. Casi todos nos han venido a visitar en algún momento. ¡En el verano mi casa es prácticamente un hotel!

El mejor momento es cada día, todos los días

La Radio Chaguarurco ha trabajado a la par con otras iniciativas democráticas y de desarrollo con el fin de realizar una serie ce cambios importantes en la vida de la comunidad. Una evaluación de la estación concluye que su trabajo ha mejorado la comunicación ayudando a promover más democracia y a evitar abusos; ha hecho una contribución positiva al promover que se compartan experiencias y soluciones a los problemas y la gente está más consciente y orgullosa de la propia cultura. (Ver Cuadro 2). Dos miembros de la comunidad que han seguido el crecimiento de la Radio Chaguarurco desde antes de sus comienzos, opinaron sobre lo que consideraban un momento de mucho orgullo para la emisora:

Yo no podría decir que existe un sólo momento. Creo que los mejores momentos suceden todos los días cuando estamos escuchando la señal en nuestras casas o en público, cuando pensamos que hay un problema con la actuación de cierta autoridad o que un proyecto específico beneficie a cierta población perjudicando a los que somos del campo. Antes no podíamos hacer nada con estos problemas. Ahora la emisora está abierta para nosotros. Solo tenemos que ir a la radio para pedir una entrevista y hablar sobre lo que está pasando o lo que un individuo de tal institución está haciendo. Con esta información, la gente comienza a darse cuenta de ello. Ahora no somos esclavos de la información, la tenemos. Entonces el mejor momento no es un sólo momento, es todos los días. (Nelson Campoverde)

Creo que la radio nos proporciona mucha satisfacción sólo sabiendo que podemos oír las voces de otros campesinos en ella, lo que fue imposible antes porque el productor siempre es silenciado por los poderosos y nuestras voces son oídas raras veces en las emisoras comerciales. La Radio Chaguarurco nos permite esa posibilidad. Es la cosa más bella oír a nuestra propia gente expresarse en nuestro propio lenguaje. Es bello ¿verdad? Las otras emisoras nos critican por la forma como hablamos pero ya estamos acostumbrados. (Ramiro Tapia)

Cuadro 2 - Cómo la emisora ayuda a la comunidad

La comunicación es más fácil ahora. Antes si alguien iba al hospital de la comunidad, los que permanecían en casa, no sabían lo que había pasado hasta que el paciente regresara o no. Ahora la radio tiene un sistema de anuncios y comunicados, todos los días de 6:30 a 7:00 de la mañana, al medio día de las 12:00 a las 12:30 y de las 6:00 de la tarde hasta las 6:30. Podemos enviar todo tipo de mensajes, sobre la situación de los pacientes en los hospitales, los muertos (antes uno aprendería sobre el muerto de la familia meses después), los animales perdidos (ahora cuando pierdes una vaca, lo anuncias en la radio y quien la encuentre ya sabe a quien regresarlo); invitaciones a reuniones, etc... La radio es el teléfono para aquellos de nosotros que no tenemos teléfono.

Las autoridades, las instituciones y los comerciantes son más democráticos. Antes fue más fácil abusar de un productor y una productora, cobrar precios más altos, robar material destinado a proyectos de obras públicas en las comunidades... lo que fuera. Fue una práctica cotidiana. Ahora cuando hay un abuso todo el mundo lo oye en la radio. Como resultado, este tipo de injusticia prácticamente ha desaparecido. La radio es como una especie de guardián en el juego democrático.

La radio ha servido para compartir entre nosotros, experiencias y problemas. Antes, si una comunidad quería conseguir la electricidad significaba hacer muchos viajes a Cuenca para descubrir que había qué hacer y cómo hacerlo. Ahora la gente de las comunidades que ha pasado por el proceso de conseguir la electricidad o el agua potable o subsidios para proyectos agrícolas, cuenta sus experiencias en la radio y eso ayuda a otros a ver el proceso y entender qué hay que hacer, con quién hay que hablar, etc. Además se comparten soluciones a los problemas de todos los días, y se intercambian ideas sobre técnicas agrícolas o la construcción de letrinas.

La radio contribuye a la valorización de nuestra cultura, nuestra música, nuestra forma de hablar. Las canciones que habían prácticamente desaparecido, que sólo fueron cantadas por los más ancianos durante las reuniones familiares, ahora se escuchan de nuevo en la radio. Los programas de cantantes locales han sido muy importantes. Todas las comunidades tienen sus propios artistas, personas que cantan y componen canciones, y todos se oyen en la radio. Estos son los programas más populares y están generando un orgullo nuevo en nuestra cultura.


[105] Land Grant Colleges en inglés.
[106] Farm and Home Hour en inglés.
[107] Bajo la ley estadounidense, no se permite al gobierno ser dueño ni operar radioemisoras domésticas. La intención de la ley es prevenir el uso del medio como un vehículo de propaganda gubernamental o del partido en el poder. Para la divulgación de sus programas, el gobierno depende de radios comerciales o de emisoras públicas que pertenecen a fundaciones, universidades o grupos comunitarios.
[108] El centro financiero de los Estados Unidos, en Nueva York.
[109] Robert Hilliard y Michael Keith, The Broadcast Century and Beyond: A Biography of American Broadcasting, (El Siglo de Difusión y Más Allá: Una Biografía de la Difusión Estadounidense) 2001.
[110] Un dispositivo de grabación electromagnética que grababa en bobinas de alambre. El formato fue reemplazado posteriormente por la grabadora moderna de cinta.
[111] En este período el autor era Jefe de la Delegación de Radiodifusión Pública de la Comisión Federal de Comunicaciones.
[112] Radio Sutatenza finalmente se convirtió en una red nacional de radioemisoras educativas. Fue una de seis redes nacionales en Colombia hasta que en 1989 la adquirió Caracol, otra red nacional, que la convirtió en una empresa comercial de radiodifusión llamada Cadena de Noticias.
[113] Sólo se reconoció a la radio comunitaria en Ecuador en 1996. La mayoría de las emisoras de radio tenían licencias como radios comerciales o culturales. En 1966, el Gobierno aprobó una ley que admitió provisiones específicas para emisoras de radio comunitaria. Sin embargo, les impuso serias restricciones, incluyendo la prohibición de actividades comerciales, el límite en el poder de transmisión a 500 vatios, y el requerimiento de aprobación del Ejército por 'razones de seguridad nacional'. CORAPE, la asociación nacional que representa a las radios comunitarias, lanzó un desafío constitucional a la Ley, ganando finalmente importantes concesiones.
[114] CORAPE (Coordinadora de Radio Popular y Educativa del Ecuador) representa la radio comunitaria a nivel nacional. CORAPE ofrece capacitación, apoyo técnico, investigación y un noticiero diario para sus 26 miembros.

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