Las infestaciones de langostas del desierto constituyen una amenaza para la producción agrícola en el Sahel

Este año la langosta del desierto está constituyendo una grave amenaza para la producción agrícola de la región de Sahel en el África occidental. El Desert Locust Update^1/ más reciente de la FAO sobre la langosta del desierto señala una continua reproducción generalizada durante la primera quincena de septiembre en toda la zona saheliana de Mauritania, el Senegal, Malí, el Níger y, en menor medida, Burkina Faso. En todos los países se están desarrollando rápidamente bandas de saltamontes. El informe también señala que se está produciendo una reproducción en menor escala en Cabo Verde y el Chad. Se prevé que se formarán muchos más enjambres en la segunda quincena de septiembre y durante octubre. Han comenzado las operaciones de lucha y últimamente se ha ampliado la capacidad de la fumigación. Sin embargo, habría que intensificar las medidas destinadas a luchar contra las infestaciones y mantenerlas en un alto nivel en los meses venideros.

LANGOSTA DEL DESIERTO – Situación al 31 de agosto

La agricultura es el sostén principal de la economía en el Sahel y una plaga de langostas podría tener efectos devastadores no sólo en la producción de alimentos, sino también en las exportaciones agrícolas y los ingresos rurales. En Mauritania, por ejemplo, la agricultura produce el 20 por ciento del PIB y representa el 60 por ciento del empleo. El país ya está atravesando una difícil situación alimentaria debida a tres años consecutivos de sequía (que hizo necesaria una asistencia alimentaria de urgencia para 420 000 personas en 2003), y a la devaluación del Ouguiya (la moneda nacional), que dio lugar a un aumento considerable de los precios de los alimentos. Los efectos en la seguridad alimentaria y en la pobreza que provocarían los graves daños causados por la langosta a escala nacional serían tremendos, dado que la población rural ha quedado muy vulnerable a las crisis de producción al haberse agotado sus estrategias de subsistencia. En Malí, la economía está dominada por la agricultura, que representa alrededor del 40 por ciento del PIB, y el 80 por ciento de la población depende del sector rural. Además de sus posibles repercusiones desastrosas en la seguridad alimentaria, los daños cuantiosos a los cultivos pueden tener graves consecuencias macroeconómicas y en la situación de pobreza, ya que el algodón, que es la principal fuente de divisas del país, es también la fuente principal de ingresos para millones de agricultores y contribuye hasta en un 45 por ciento a las exportaciones totales. En el Níger, más del 85 por ciento de la población depende de los cultivos para su supervivencia, y la agricultura representa el 40 por ciento del PIB; los daños en gran escala causados a los cultivos tendrían consecuencias desastrosas para la seguridad alimentaria y la economía, principalmente para el 60 por ciento de la población afectada por la pobreza. Algunos países han formulado llamamientos pidiendo la asistencia internacional, que se necesita urgentemente para impedir una situación potencialmente desastrosa en la seguridad alimentaria y una posible pérdida de las conquistas económicas logradas en los últimos años en la región del Sahel.

1. El FAO Desert Locust Bulletin se publica mensualmente, complementado con actualizaciones publicadas durante los períodos de intensificación de la actividad de la langosta del desierto, y es distribuido por facsímile, correo electrónico, valija diplomática de la FAO y correo aéreo por el Grupo de la Langosta y otras Plagas Migratorias, Dirección AGP, FAO, 00100 Roma, Italia. También puede consultarse en Internet. Teléfono: +39 06 570 52420 (7 días por semana, las 24 horas); Facsímile: +39 06 570 55271; C. electrónico: [email protected]Internet: www.fao.org; DLIS: www.fao.news/global/locusts/locuhome.htm