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4 EFECTOS DEL AsA EN LA SEGURIDAD ALIMENTARIA


4.1 Indicadores de la seguridad alimentaria

En Malawi el promedio del aporte calórico por habitante es muy bajo (Cuadro 8). En la primera mitad de los años noventa se produjo una fuerte disminución en comparación con el período anterior, pero en el período posterior al AsA hubo una cierta recuperación. Prácticamente toda la energía alimentaria proviene de productos vegetales, con un consumo muy limitado de carne y de productos de origen animal. La participación de las importaciones alimentarias en el total de los gastos de importación aumentó significativamente a comienzos de los años noventa, pero ha descendido en el período posterior al AsA al haber aumentado la disponibilidad de alimentos internos.

Cuadro 8. Indicadores de la seguridad alimentaria


1985-89

1990-94

1995-99

Energía (kilocalorías/habitante/día)

Total

2 018

1 899

2 081

Vegetal

1 951

1 840

2 030

Animal

67

59

52

Proteínas (g/habitante/día)

Total

57,4

51,4

52,9

Vegetal

51,8

46,6

48,8

Animal

5,7

4,7

4,1

Grasas (g/habitante/día)

Total

29,9

26,0

27,8

Vegetal

25,7

22,2

24,1

Animal

4,2

3,9

3,6

Importaciones alimentarias como porcentaje de las importaciones totales

7,8

19,5

12,7

Fuente: FAOSTAT.

4.2 Estrategia en materia de seguridad alimentaria

Durante más de 30 años la política del gobierno ha hecho hincapié en la autosuficiencia alimentaria como la avenida principal hacia la seguridad alimentaria. El programa del país en materia de seguridad alimentaria ha estado dominado por el maíz, un cultivo que ocupa más del 60 por ciento de las tierras cultivables del subsector de los pequeños agricultores. Aunque se han hecho esfuerzos para desarrollar otros cultivos, en el pasado se ha asignado un alto grado de prioridad a la investigación y desarrollo relativos al maíz. Por consiguiente, no sorprende el hecho de que durante mucho tiempo se haya dedicado a la producción de maíz una parte desproporcionada de las tierras en régimen de propiedad consuetudinaria incluso en zonas en las que el ambiente no se presta para el cultivo. Esta estrategia errónea podría también contribuir a explicar la ineficacia de los servicios de extensión en los cuales el acceso de los agricultores al crédito estaba condicionado a la adopción de variedades mejoradas de maíz.

Se considera que bastan aproximadamente 2 millones de toneladas de maíz para satisfacer la demanda del país. Sin embargo, a pesar de que se asigna más del 60 por ciento de las tierras cultivables sólo al maíz, los niveles de producción han sido a menudo inferiores a la demanda. Sólo en dos años del último decenio (1999/2000 y 2000/2001) el volumen de la producción de maíz superó la demanda estimada. Ello se debió principalmente a intervenciones gubernamentales, principalmente a través del programa de inversiones en la productividad agrícola, que aumentó el acceso al crédito, y del programa básico que proporcionó cantidades limitadas de insumos gratuitos a los pequeños agricultores. Los costos y las preocupaciones relativas a la sostenibilidad del programa obligaron al gobierno a reorientarlo hacia los sectores de pocos recursos y desfavorecidos de las comunidades rurales, lo que redujo significativamente el número de los beneficiarios. El redimensionamiento del programa de insumos gratuitos fue un factor importante que contribuyó a la merma de la producción del maíz en la campaña de 2001/2002.

En atención a la sequía y la escalada de los precios de los fertilizantes, en el último decenio los pequeños agricultores han recurrido a la plantación de yuca y batatas, además del maíz. Se estima que la superficie sembrada con yuca ha pasado de 71 919 hectáreas en 1990 a 202 338 hectáreas en 2001, lo que representa un aumento de aproximadamente un 200 por ciento, según las estimaciones del Ministerio de Agricultura y Riego. Se estima que la producción ha pasado de 167 818 toneladas en 1990 a 3,4 millones de toneladas en 2001.

De forma análoga, se estima que entre 1990 y 2001 la superficie sembrada con batatas ha aumentado de 43 384 hectáreas a 192 457 hectáreas, lo que representa un incremento del 300 por ciento, mientras que durante el mismo período la producción ha aumentado, según las estimaciones, de 176 999 toneladas a 3,4 millones de toneladas. Mientras hay una aceptación general del hecho de que la producción de yuca y batata ha crecido en los últimos años en el país, hay menos acuerdo en cuanto a la magnitud de tal incremento. Algunos cuestionan las estimaciones del Ministerio de Agricultura y Riego acerca de la producción de yuca y batata, a las que consideran incluso superiores a las de los países africanos cuya producción dominante es la yuca. Cuando la producción de maíz es escasa como la del año 2002, una sobreestimación de estas otras fuentes alternativas de alimentos como la yuca y la batata crea una falsa impresión acerca de la situación del hambre en el país y retrasa la ayuda alimentaria de urgencia de los donantes tanto internos como internacionales. El retraso en la reacción ante las emergencias a causa de la falta de información o de informaciones deficientes tiene consecuencias sociales y financieras que podrían socavar el desarrollo socioeconómico.

4.3 Ayuda alimentaria

Los déficit de producción de cereales registrados en el último decenio se han visto compensados predominantemente por la ayuda alimentaria, como puede observarse en la Figura 1. El volumen de las importaciones de ayuda alimentaria alcanzó un nivel récord en 1992/1993 después de la sequía de 1992. Entre 1994 y 1999 la tendencia de la ayuda y de las importaciones de cereales ha ido disminuyendo. Ello podría atribuirse a una mayor dependencia de la yuca y la batata como fuentes alternativas de alimentos. Sin embargo, la producción de excedentes obtenidas en las campañas 1999/2000 y 2000/2001 a raíz de la distribución gratuita de pequeñas cantidades de fertilizantes y semillas a los pequeños agricultores en el marco del programa de insumos selectivo permitió al país satisfacer sus necesidades de maíz así como exportar excedentes de maíz por primera vez en más de tres decenios.

Figura 1. Importaciones comerciales y ayuda alimentaria en cereales de Malawi (miles de toneladas)


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