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3 EXAMEN DEL COMERCIO AGROPECUARIO Y ALIMENTARIO


3.1 Estructura y destino del comercio

Durante los últimos diez años el Senegal no ha diversificado mucho sus corrientes comerciales. Los resultados del comercio del país han estado dominados por las importaciones y exportaciones con los países industriales del norte, especialmente los países miembros de la UE. El porcentaje de las importaciones del Senegal procedentes de la UE (1993-1994: 51 por ciento; 1996-2000: 53 por ciento) es mayor que el de sus exportaciones (1993-1994: 44 por ciento; 1996-2000: 43 por ciento). La UE parece mucho más cerrada a los productos de origen senegalés no obstante los niveles aparentemente bajos de los aranceles aplicados a los productos africanos en las fronteras de la UE, los Estados Unidos y el Japón (Harrold, 1995). La Convención de Lomé de 1995-2000 ni el AsA, aplicados durante el mismo período, han cambiado poco estas cifras.

El país no ha logrado aumentar las exportaciones de sus productos al mercado de los Estados Unidos, que absorbe menos del 1 por ciento de sus exportaciones en 2000 a pesar de la tendencia a la devaluación del franco CFA frente al dólar, que ha ganado el 40 por ciento en valor entre 1995 y 2000. Existe, sin embargo, una buena posibilidad de que en un futuro cercano se revierta la tendencia de estas cifras decepcionantes. Senegal está habilitado para acogerse a la ley estadounidense sobre crecimiento y oportunidades para África y a la iniciativa “todo menos armas” de la UE. Cabe señalar también que el Senegal tampoco ha reportado mejoras importantes en las cifras de su comercio con los países miembros de la UEMAO.

3.2 Tendencias en el comercio agropecuario

Las exportaciones agrícolas representan alrededor de una quinta parte de las exportaciones totales y están constituidas en manera predominante por productos de maní (aceite de maní, torta de maní, maní descascarado); el 62 por ciento del valor de las exportaciones agrícolas totales en 1999). Con el tiempo este predominio porcentual se ha modificado a favor de otros productos o grupos de productos, tales como el algodón (44 por ciento en 2000), frutas y hortalizas (12 por ciento en 2000) y pieles y cueros (5 por ciento en 2000). Las exportaciones agrícolas han experimentado fluctuaciones marcadas durante el período 1985-2000. El pronunciado descenso registrado desde 1990 se ha revertido sólo en parte por los efectos de la devaluación de 1994 (Cuadro 4). El valor de las exportaciones agrícolas ha aumentado un 44 por ciento en los últimos años a 150 millones de dólares EE.UU. (2000) en comparación con el valor registrado en 1985 (103 millones de dólares EE.UU.) (Figuras 1 y 2). Sin embargo, su valor medio en 1995-2000 (107 millones de dólares EE.UU.) fue inferior en 23 por ciento al valor de 1985-1994, e inferior en 25 por ciento al valor valor extrapolado de la tendencia de la tendencia (Cuadro 4).

Figura 1. Senegal: Exportaciones agrícolas (millones de dólares EE.UU.), 1985-2000

Figura 2. Senegal: Importaciones agrícolas netas (millones de dólares EE.UU.), 1985-2000

Cuadro 4. Comercio agrícola en 1985-1994 y 1995-2000 (valor medio anual, en millones de dólares EE.UU., y variación porcentual)

Período

Exportaciones

Importaciones

Importaciones netas

Real (a) de 1985-94

138

323

185

Real (b) de 1995-2000

107

451

345

1995-2000 Extrapolado (C)a

143

454

310

(B) - (A)b

-31 (-23%)

128 (40%)

160 (86%)

(B) - (C)b

-36 (-25%)

-3 (-0.5%)

35 (11%)

a Valor extrapolado basado en la tendencia registrada en 1985-1994.

b Los números que figuran entre paréntesis representan las variaciones porcentuales con respecto a (A) y (C), respectivamente.

Fuente: Cálculo basado en datos de FAOSTAT. Quedan excluidos de la agricultura los productos pesqueros y forestales.

A causa del predominio de los productos de maní, es conveniente examinar la tendencia de las exportaciones agrícolas en caso de que se excluya el maní. Sobre esta base, se observa un ligero aumento de las exportaciones, de 38 millones de dólares EE.UU. en 1985 a 90 millones de dólares EE.UU. en 2000. Las exportaciones de productos distintos del maní no registraron un impulso ascendente en 1985-1999, sino que fluctuaron en torno a los 50 millones de dólares EE.UU. anuales. Si bien en 2000 se dispararon a 90 millones de dólares EE.UU.. Este salto se debió al aumento, en 2000, de los ingresos de exportación de los productos de algodón, frutas y hortalizas, y cueros y pieles. Por esta razón, el valor medio de las exportaciones de productos distintos del maní en 1995-2000 (57 millones de dólares EE.UU.) fue 55 por ciento superior al valor de 1985-1994. Así pues, la disminución de las exportaciones agrícolas totales durante 1995-2000 se debió sobre todo a los escasos resultados de las exportaciones obtenidos en el sector del maní (Cuadro 5).

El déficit comercial agrícola, determinado por la diferencia entre las exportaciones y las importaciones, se agravó en 1995-2000 y aumentó en 86 por ciento, alcanzando los 345 millones de dólares EE.UU. en comparación con 1990-1994 (las exportaciones correspondían solamente al 23 por ciento de las importaciones). Esta pauta se ha transformado en una de las características permanentes de la economía del Senegal, con efectos negativos en el resto de sus variables macroeconómicas fundamentales. Una mirada más atenta de las cifras correspondientes a su comercio estructural revela que las importaciones constituyen el elemento más dinámico.

De 1985 a 1994, las importaciones agrícolas totales, que representaban el 25 por ciento de las importaciones totales de mercancías, aumentaron de 244 millones de dólares EE.UU. a 352 millones de dólares EE.UU., haciendo registrar fluctuaciones continuas. La tendencia alza prosiguió en los años siguientes. Como consecuencia de ello, el valor medio de las importaciones en 1995-2000 (454 millones de dólares EE.UU.) fue superior en 40 por ciento al valor de 1990-1994 aunque ligeramente inferior al valor extrapolado de la tendencia de la tendencia. En cuanto al valor medio de las importaciones agrícolas totales, era superior en 86 por ciento después de la RU que en 1990-1994 y en 11 por ciento al valor extrapolado de la tendencia de la tendencia (Cuadro 4). En la parte restante de esta sección se examinan los números así como la evolución de los principales productos de importación y exportación.

Los productos del maní constituyen la columna vertebral de la economía agrícola senegalesa. En el período 1985-2000 representaban alrededor del 75 por ciento de las exportaciones agrícolas totales, de las cuales el 85 por ciento estaban constituidas por aceite de maní. Los resultados de exportación han sido escasos. Este sector fue muy dinámico en los años sesenta, pero encontró dificultades a mediados del decenio de 1970, con la aparición de otros aceites vegetales competitivos (aceite de soja, aceite de palma, aceite de coco, aceite de maíz, aceite de girasol, etc.) y el descenso de la demanda de aceite de maní (sólo 1 por ciento de la cuota del mercado mundial de aceite en 1999-2000: 50 millones de toneladas). La crisis se agravó al comienzo de los años noventa con la privatización del sector en el marco de la nueva política agraria y la eliminación de la prohibición de importar aceite de maní en 1998.

La situación del sector del maní ha empeorado ulteriormente con el desmoronamiento continuo de los precios del aceite vegetal en el mercado mundial desde 1998, que contribuyó a aumentar las dificultades financieras de SONACOS, la planta estatal transformadora de maní más grande del país. Para 1998-2000 el déficit acumulativo de esta empresa ascendía a alrededor de 11 mil millones de francos CFA. La situación llegó a ser insoportable para la salud financiera del Estado, que decidió en noviembre de 2001 privatizar SONACOS en marzo de 2003 y cerrar a principios de diciembre de 2001 SONAGRAINES, una de sus filiales encargada del transporte, la comercialización y la distribución de insumos agrícolas en el sector, y de pasar en el futuro mayores responsabilidades al sector privado (asociaciones de productores, consejo de la industria, elaboradores). Además, ha crecido la competencia en la industria con la aparición de NOVASEN, una nueva empresa privada que asegura todas las actividades, desde el suministro de las semillas hasta la exportación del producto final.

Cuadro 5. Exportaciones y valores unitarios de las exportaciones de los principales productos agrícolas, 1985-2000

Producto Unidad

Valor real

Valor de la tendencia

Variación porcentual

1985-94

1995-2000

1995-2000

(B/A)

(B/Cereales)

(A)

(B)

(C)

(D)

(E)

Aceite de maní b

millones de dólares EE.UU.

69

46

72

-33

-35

miles de toneladas

93

63

79

-33

-19

dólares EE.UU./ tonelada

763

804

837

-5

-4

Torta de maní

millones de dólares EE.UU.

21

7

16

-69

-56

miles de toneladas

147

58

94

-60

-38

dólares EE.UU./ tonelada

147

130

158

-12

-18

Fibra de algodón

millones de dólares EE.UU.

16

20

27

30

-24

miles de toneladas

11

11

19

-3

-43

dólares EE.UU./ tonelada

1 416

1 935

1 533

37

32

Frutas y hortalizas

millones de dólares EE.UU.

6,7

8,2

2,2

22

268

miles de toneladas

6

8

0,3

22

2 142

dólares EE.UU./ tonelada

1 135

978

1 344

-14

-27

Pieles y cueros

millones de dólares EE.UU.

3,1

4,2

3,1

38

38

miles de toneladas

1,4

2,1

2

47

11

dólares EE.UU./ tonelada

2 236

1 998

1 702

-11

17

a Valor extrapolado basado en la tendencia registrada en 1985-1994. b1995-1999 para los productos de maní, fibra de algodón.

Fuente: Cálculos basados en datos de FAOSTAT.

Una consecuencia de estas dificultades ha sido la reducción de la producción de maní. Actualmente está muy por debajo de la capacidad, estimada en 920 000 toneladas, con altos costos de producción. Durante 1985-1998, el incremento de la producción de maní se debió principalmente a la superficie cultivada más bien que al aumento de los rendimientos. Por lo contrario, los rendimientos disminuyeron sobre todo a causa de la utilización de semillas de baja calidad. También contribuyeron otros factores, como por ejemplo los asociados con el clima, la disminución de la fertilidad del suelo y unos precios al productor poco atractivos. En 1995 se decidió que el Consejo Nacional de productores de maní debía fijar el precio al productor, medida que no se aplicó hasta la campaña agrícola 2001/2002.

También las exportaciones de maní disminuyeron paralelamente a la producción. El valor medio de las exportaciones bajó del 34 por ciento de las exportaciones agrícolas totales en el decenio de 1980 al 18 por ciento en los años noventa. Además los resultados de la exportación dependen en gran medida de la evolución de los precios mundiales. El incremento de los ingresos de exportación en 1985-1990 se debió sobre todo a unos precios mundiales favorables, mientras que la caída vertical de los precios, en 1990-1993, dio lugar a una disminución de tales ingresos. En 1994, las exportaciones se beneficiaron tanto de la recuperación de los precios mundiales como de la depreciación del franco CFA; de hecho su volumen se triplicó y mejoró la situación financiera de SONACOS. Sin embargo, aunque la mejora de los precios mundiales ha sido constante, el Senegal no ha aumentado su cuota de mercado a nivel mundial debido a la fuerte competencia de los aceites vegetales cuyos precios tienen mayores descuentos que los del aceite de maní.

Los efectos de esta reñida competencia se han sentido en las cifras correspondientes al comercio exterior así como en el marco de la aplicación del AsA en el país. El promedio de las exportaciones de aceite de maní en 1995-1999 (46 millones de dólares EE.UU.) fue inferior en 33 por ciento al de 1990-1994 e igualmente inferior al valor extrapolado de la tendencia (Cuadro 5). Las exportaciones de tortas de maní disminuyeron aún más rápidamente. Su promedio de 7 millones de dólares EE.UU. en 1995-1999 fue inferior en 69 por ciento al de 1985-1994 y en 56 por ciento al valor extrapolado de la tendencia (Cuadro 5). En este mercado el Senegal está haciendo frente a una fuerte competencia. Su aceite de maní compite en los mercados mundiales con los aceites vegetales, cuyas exportaciones están subvencionadas, contrariamente a lo que se verifica en el Senegal.

La liberalización de las importaciones y los precios de los aceites vegetales en 1995, en el Senegal, no favoreció la producción interna. En realidad, pese al recargo del 44 por ciento impuesto en 1998 sobre los aceites vegetales importados, sus precios son aún más bajos que los del aceite de maní, lo que da lugar a un aumento de tales importaciones. Los ingresos fiscales obtenidos mediante estos recargos, y complementados por Stabex, sistema de compensación de las pérdidas de exportaciones agrícolas previsto en la Convención de Lomé, contribuyeron de manera indirecta a sostener los precios al productor al nivel de 145 francos CFA/kg., en un momento en el que el precio mundial era de 115 francos CFA/kg. Como consecuencia de ello, en 1998/1999 se registró un aumento de las exportaciones de maní. Es probable que merme la producción con las medidas de ajuste estructural que comenzarán a aplicarse en la campaña agrícola 2002/2003. Para 2002/2003, el precio al productor se ha fijado en 120 francos CFA, en consonancia con la evolución de los precios del mercado mundial y en una coyuntura de difícil acceso al crédito y de mayores incertidumbres sobre los precios. Se prevé que muchos minifundistas experimentarán dificultades para vender su producción este año y puede que en muchas zonas rurales no les quede otra que venderla a alrededor de 60 a 70 francos CFA (Frasques, 2001).

Otra dificultad con que tropieza el Senegal es su dependencia respecto del mercado de la UE, con las variaciones de las normas de importación que ello lleva aparejado. Tradicionalmente, la UE ha representado la mayor parte de las oportunidades de exportación del sector: 93 por ciento del aceite de maní y 97 por ciento de la harina de maní 2000 (Oil World, 2001).

El algodón es el segundo producto agrícola de exportación más importante ya que representa alrededor del 25 por ciento de todas las exportaciones agrícolas y constituye el sustento de alrededor de 44 808 pequeños algodoneros (campaña de (2000/2001). Este sector está controlado por SODEFITEX, que fue el establecimiento de elaboración más importante hasta 2001. El sector se está recuperando de las dificultades experimentadas en 1998-2000 que derivaron en una disminución de 71 por ciento de la producción de semillas de algodón, a 11 000 toneladas, y en una merma de la calidad, con efectos financieros negativos en la industria (especialmente SODEFITEX, cuyo déficit financiero aumentó a 4 770 millones de francos CFA en diciembre de 2001, con 640 millones de francos CFA en deudas). La industria ha dado muestras de dificultades en el sector donde muchos pequeños trabajadores algodoneros se encuentran con graves limitaciones financieras.

El 80 por ciento de la fibra de algodón producida se exporta al mercado mundial donde el país compite con grandes exportadores como los Estados Unidos y Australia así como con exportadores regionales tales como Malí, Burkina Faso y Côte d'Ivoire. Pero desde que se liberalizó el sector de las semillas y se eliminó el apoyo a los fertilizantes y las materias primas, en 1984, los productores han preferido vender en mercados paralelos (a veces a nivel subregional), en los que se benefician de unos precios más favorables. A pesar de los incentivos más atractivos (concesión de créditos a los productores y precios al productor garantizados), SODEFITEX experimenta algunos problemas y su capacidad de producción es infrautilizada. Además, la depreciación del 50 por ciento del franco CFA no ha estimulado las exportaciones porque la mayor parte de los insumos son importados y sus precios de importación se han duplicado. Sin embargo, aún no se han manifestado plenamente todos los efectos del recargo del 48 por ciento sobre la fibra de algodón importado impuesto en 1993. Desde la liberalización, el sector ha debido hacer frente a una mayor competencia debida a la entrada de un nuevo operador privado (COTONSEN) y al mejoramiento de la capacidad en el mercado regional de la UEMAO. A partir de 1995 COTOSEN ha empezado a producir algodón en régimen de regadío en el valle del río Senegal, que podría resultar una de las mejores alternativas al cultivo de secano. SODEFITEX ha adoptado un plan semejante para impulsar la competitividad del sector.

Debido a la situación arriba descrita, la producción de fibra de algodón disminuye desde 1991, y en las exportaciones se registra una tendencia descendente desde 1985. Sin embargo, el valor medio de 20 millones de dólares EE.UU. en 1995-1999 fue superior en 30 por ciento al valor de 1990-1994, aunque inferior en 24 por ciento al valor extrapolado de la tendencia (Cuadro 5). La mejora se debió principalmente a los precios mundiales favorables. El sector se vio también gravemente afectado por la caída vertical de los precios en los mercados mundiales de algodón.

En la cartera de los productos hortícolas figura una amplia gama de productos exportables concentrados en unos cuantos productos principales que se exportan frescos o refrigerados, a saber: judías verdes, tomates, mangos y sandía. Otros productos se exportan periódicamente y en cantidades pequeñas (ocra, flores). La UE representa el destino principal para los productos hortícolas senegaleses. Entre otros clientes figuran Arabia Saudita, Polonia, Suiza y algunos países de la región de la UEMAO. Estas nuevas oportunidades han comenzado a hacer del sector una de las actividades exportadoras más dinámicas después del proceso de liberalización y de los efectos de la devaluación del franco CFA en 1994.

Este sector se halla básicamente en manos de privados. En 1999 había alrededor de 22 exportadores registrados que trabajaban con dos grupos de productores y exportadores registrados (SEPAS, ONAPES) que utilizan relativamente pocos insumos importados para cumplir con las reglamentaciones alimentarias que cambian constantemente y satisfacer las exigencias de los consumidores de los mercados extranjeros. Desde 1998, el sector se ha beneficiado de algunas iniciativas destinadas a fortalecer las capacidades con objeto de satisfacer dichas exigencias. Se han efectuado inversiones para mejorar la calidad del producto y para cumplir con las diversas reglamentaciones relativas a la inocuidad y calidad de los alimentos, y a las distintas normas técnicas y sanitarias de los mercados extranjeros (etiquetado, embalaje, indicación geográfica, etc.).

Al final de 1994, el gobierno eliminó la concesión de licencias de exportación para las cebollas, bananos y papas, y liberalizó los mercados de la mayor parte de los productos hortícolas y de los insumos (en especial semillas, fertilizantes y plaguicidas). La liberalización del sector ha dado lugar a una mayor competencia en el mercado interno, y muchas explotaciones que están experimentando dificultades. Las importaciones siguen siendo relativamente elevadas, en comparación con las exportaciones. El valor medio de las exportaciones, que en 1995-1998 era de 8,2 millones de dólares EE.UU., fue inferior en 22 por ciento al valor de 1990-1994, pero resultó superior en 268 por ciento al valor extrapolado de la tendencia. Los aumentos rápidos de las importaciones registrados en los sectores de las papas y las cebollas por parte de los productores europeos han causado el cierre de muchas pequeñas granjas y suscitado preocupación por sus efectos negativos en la balanza de pagos del país.

Sin embargo, el Gobierno todavía no ha recurrido a cláusula de salvaguardia alguna para reducir estos efectos a causa de las preocupaciones acerca de sus posibles consecuencias en el costo de los alimentos para los senegaleses en cuyos hábitos alimentarios diarios se incluyen grandes cantidades de cebollas, papas y tomates. Se necesita asistencia técnica y financiera para evaluar los daños que pueden derivar de las medidas de liberalización en curso para estos sectores sensibles a los pobres.

Las pieles y cueros son coproductos de actividades de faenamiento que se realizan en el sector pecuario. La liberalización del sector, así como la eliminación de la situación de monopolio de SERAS, ha brindado una gran oportunidad a los comerciantes privados, cuyo número ha ido en aumento desde 1987. La producción del sector depende de la demanda y en gran parte se exporta para satisfacer la creciente demanda del exterior, especialmente de la UE. Los precios han ido subiendo gradualmente hasta alcanzar los 1 000 a 1 500 francos CFA por oveja en 2002. El valor medio de las exportaciones, en 1995-2000 fue de 4,2 millones de dólares EE.UU., es decir un 38 por ciento más que en 1990-1994 y superior también al valor extrapolado de la tendencia (Cuadro 5). Por la falta de datos no se ha podido profundizar en el análisis del sector, un factor que revela la falta de atención al desarrollo de este aspecto.

3.3 Comercio alimentario

Las exportaciones de alimentos representan más del 60 por ciento de las exportaciones agrícolas totales y, tal como se ha observado, están dominadas por los productos de maní. Así pues, la evolución de las exportaciones de alimentos es en gran parte similar a la evolución de las exportaciones totales arriba descrita. Durante 1985-1994 en las importaciones totales de alimentos se registró una tendencia en gran parte uniforme (Figura 3), muy similar a la de las exportaciones alimentarias totales (Figura 4). En 1995-2000, las exportaciones alimentarias totales fueron inferiores en 29 por ciento a las de 1990-1994 y casi en la misma medida al valor extrapolado de la tendencia (Cuadro 6).

Figura 3. Senegal: Importaciones alimentarias (millones de dólares EE.UU.), 1985-2000

Figura 4. Senegal: Exportaciones alimentarias (millones de dólares EE.UU.), 1985-2000

En 2000, las importaciones de alimentos representaban casi el 70 por ciento de las importaciones agrícolas totales, con un promedio del 72 por ciento en el período de 1985-2000. Cinco productos o grupos de productos constituían alrededor del 74 por ciento del total, a saber: cereales (arroz y trigo; 46 por ciento); productos lácteos (8 por ciento); azúcar refinado (2 por ciento); aceites vegetales (aceite de colza, aceite de soja; 19 por ciento); y frutas y hortalizas (9 por ciento). Las importaciones alimentarias totales aumentaron en 90 por ciento de 1985 a 1990, pasando de 199 millones de dólares EE.UU. a 322 millones de dólares EE.UU. Después de un descenso del 23 por ciento en 1990-1991, se mantuvieron relativamente estables en 1991-1994, colocándose por término medio en 308 millones de dólares EE.UU. Su valor medio en 1995-2000 (404 millones de dólares EE.UU.) fue superior en 50 por ciento al de 1985-1994 (Cuadro 6). Durante todo el período 1985-2000, las importaciones netas totales de alimentos aumentaron casi constantemente, lo que empeoró la situación del país en cuanto importador neto de alimentos. Las importaciones netas medias, que en 1995-1998 alcanzaron los 342 millones de dólares EE.UU. fueron superiores en 87 por ciento a las de 1990-1994 y en un 7 por ciento al valor extrapolado de la tendencia (Cuadro 6). Las figuras 3 y 4 muestran la evolución de las exportaciones e importaciones alimentarias en la que los costos totales de las importaciones alimentarias asumen la forma de un altiplano mientras que los resultados de las exportaciones alimentarias se configuran como un valle.

En la parte restante de la presente subsección se examinará la evolución de las importaciones de los principales productos agrícolas, es decir: cereales (sobre todo arroz), productos lácteos y azúcar.

En 1985-2000, las importaciones de cereales representaban alrededor del 54 por ciento de las importaciones agrícolas totales y el 70 por ciento de las importaciones alimentarias, con un valor anual comprendido entre 71 y 218 millones de dólares EE.UU. A pesar de la depreciación del franco CFA, en 1994, el tonelaje importado aumentó en 1995 en el 21 por ciento para satisfacer las crecientes necesidades de la población, y en otro 11 por ciento en 1996. En 1997 experimentó un descenso constante del 22 por ciento y volvió luego a aumentar en 1998, en 42 por ciento. Esta evolución está relacionada con las importaciones de arroz, cuyo promedio en 1985-2000 correspondía al 38 por ciento de las importaciones de cereales, por delante del trigo (14 por ciento). El sector ha tropezado con dificultades derivadas de las subvenciones a la harina de trigo procedente de la UE y de las ventas de contrabando de Gambia y Mauritania.

Aunque el arroz es un alimento básico, su producción interna sólo cubre una tercera parte de las necesidades de consumo. Ha habido una liberalización progresiva del sector desde mediados de los años ochenta. A pesar de la depreciación del franco CFA en 1994, tales medidas no favorecieron la producción nacional, que no registra incremento considerable desde principios de los años ochenta.

Por otro lado, las importaciones van aumentando en cuanto a valor y volumen desde principios de los años setenta y han alcanzado las 440 000 toneladas en 1995, a pesar de la depreciación. Con un nivel de 137 millones de dólares EE.UU., el valor de las importaciones medias de arroz fue superior en 85 por ciento al del período 1985-1994 y en 68 por ciento al valor extrapolado de la tendencia. De manera análoga, el tonelaje medio importado (520 000 toneladas) fue un 43 por ciento superior al de 1985-1994 y un 32 por ciento superior al valor extrapolado de la tendencia (Cuadro 7). Para limitar las importaciones, el gobierno introdujo un recargo del 20 por ciento sobre el arroz importado, tal como se explica en la sección anterior. Esta medida aún no ha producido el efecto deseado sobre la competitividad de la producción local. Los productores nacionales se enfrentan con elevados costos de producción en un mercado muy competitivo, y a largo plazo es improbable que este sector sobreviva sin ninguna medida de protección con respecto a las importaciones.

Cuadro 7. Importaciones y valores unitarios de las importaciones de los principales productos importados, 1985-2000

Producto Unidad

Valor real

Valor de la tendenciaa

Variación porcentual

1985-94

1995-2000

1985-2000

(B/A)

(B/C)

(A)

(B)

(C)

(D)

(E)

Azúcarb

millones de dólares EE.UU.

8.4

23

22

175

7

miles de toneladas

19

53

46

174

13

dólares EE.UU./ tonelada

381

429

607

13

-29

Frutas y hortalizas

millones de dólares EE.UU.

237

24

25

3

-3

miles de toneladas

47

63

43

33

45

dólares EE.UU./ tonelada

501

422

590

-16

-29

Productos lácteos y huevos

millones de dólares EE.UU.

41

35

68

-14

-49

miles de toneladas

26

20

31

-24

-36

dólares EE.UU./ tonelada

1 545

1 788

2 383

-16

-25

Arroz

millones de dólares EE.UU.

74

136

81

85

69

miles de toneladas

363

520

395

43

32

dólares EE.UU./ tonelada

202

263

207

30

27

Trigo y harina b

millones de dólares EE.UU.

33

46

50

41

-8

miles de toneladas

168

217

244

29

-11

dólares EE.UU./ tonelada

189

217

210

15

3.4

Aceites vegetales

millones de dólares EE.UU.

0,7

0,2

0,8

-67

-73

miles de toneladas

0,8

0,2

0,6

-74

-64

dólares EE.UU./ tonelada

877

1 152

1 430

31

-20

a Valor extrapolado basado en la tendencia registrada en 1985-1994. bLos precios y tonelajes se expresan en términos de equivalentes en azúcar (o trigo) sin elaborar.

Fuente: FAOSTAT.

En el programa de la UEMAO el AEC se ha ajustado a la baja de 15,7 por ciento a 12,5 por ciento desde el 1 de enero de 2000. Sin embargo, se está examinando la posibilidad de aplicar un recargo de 15 por ciento (TCI) para tener debidamente en cuenta algunos comportamientos desleales en materia de fijación de precios que se están adoptando en los mercados mundiales, donde tanto la UE como los Estados Unidos subvencionan las exportaciones de arroz. El alto nivel de los precios del arroz debería compararse también con el decreciente e incierto poder adquisitivo de las familias del país. El bienestar de las familias pobres, que exige mantener el costo de los alimentos basados en el arroz dentro de una gama de precios aceptable, ha impedido al Gobierno aplicar ulteriores medidas de salvaguardia para proteger a sus productores internos de arroz.

Otro tipo de dificultad experimentado en el sector es el comportamiento desleal en la fijación de los precios que se produce en la cadena del mercado del arroz. Se señala que algunos grandes importadores logran falsear los formularios que deben presentar para las valoraciones en aduana con el fin de evitar o reducir los recargos aduaneros aplicados a los precios c.i.f. del arroz puesto en muelle. Si no se controla este tipo de prácticas, constituyen una amenaza para la supervivencia de muchos minifundistas que están tratando de mejorar la producción arrocera nacional.

La empresa azucarera del Senegal, que es una empresa privada, tiene el monopolio del comercio del azúcar. Pese a que desde 1995 se aplica un recargo elevado, las importaciones de azúcar siguen aumentando en valor y volumen, al igual que en los años anteriores pero en medida menor. Su tendencia se ha invertido durante los últimos tres años. Su valor medio de 23 millones de dólares EE.UU. en 1995-2000 fue un 175 por ciento superior al valor de 1985-1994 y un 7 por ciento superior al valor extrapolado de la tendencia. En cuanto al volumen, el incremento fue aún mayor, siendo del 174 por ciento y 13 por ciento, respectivamente (Cuadro 7). En los últimos cinco años el mercado mundial del azúcar se ha saturado, lo cual ha hecho bajar los precios mundiales de l azúcar.

El azúcar es el único producto del sector alimentario para el que se ha mantenido en vigor el TCI establecido en el marco de la UEMAO. El sector se ha beneficiado, además, de algunas inversiones realizadas en los últimos años para aumentar la capacidad de la producción interna en el valle del río Senegal. Todo lo cual ha contribuido a perjudicar las tendencias registradas en las importaciones de azúcar.

La producción local de productos lácteos satisface solamente el 32 por ciento de la demanda interna. Debido a la liberalización del sector, las importaciones han quedado en manos del sector privado, con unos precios al consumidor “accesibles” y una gran variedad de productos. Este dinamismo no ha eliminado el riesgo de que se produzcan productos de baja calidad, que no se ajusten a las normas internacionales por falta de control en las fronteras. Frente a una encarnizada competencia, Nestlé y SOCA, que son los dos principales productores nacionales, se hallan en fase de reestructuración.

Durante 1985-1990, las importaciones de productos lácteos experimentaron una tendencia descendente, y su valor medio de 35 millones de dólares EE.UU. en 1995-2000 fue un 14 por ciento inferior al de 1990-1994 y un 49 por ciento inferior al valor extrapolado de la tendencia (Cuadro 7).

Como también puede observarse, el costo que representa la importación de productos lácteos no ha disminuido apreciablemente con la liberalización. Se ha mantenido en torno a un promedio de 25 mil millones de dólares EE.UU., y no hay indicios de que esta situación vaya a cambiar en breve para aumentar el consumo interno. La utilización de leche por habitante (equivalente en litro) se estima en Senegal en sólo 30 litros, cifra muy inferior al nivel de 91 litros por habitante recomendado por la FAO (Broutin y Oumar, 2000).

En resumen, la relación entre las importaciones alimentarias y las exportaciones agropecuarias aumentó casi constantemente entre 1985 y 1997 pero disminuyó en el período 1997-2000. Las importaciones de alimentos fueron por término medio cuatro veces mayores que las exportaciones agrícolas en el período 1995-1997, que fueron superiores en 87 por ciento a las de 1990-1994 y en 111 por ciento a la relación extrapolada de la tendencia. Esto denota un empeoramiento de la balanza del comercio agropecuario, sobre todo en 1995-1997, aunque con algunos signos de recuperación al disminuir las cifras correspondientes a las importaciones alimentarias después de 1997 (Figura 3).


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