Con una extensión de 20.742 km2, El Salvador es el más pequeño de los países de Centroamérica y, a la vez, el que presenta una de las condiciones ambientales más deterioradas, es decir, el dos por ciento del territorio cubierto por bosque natural secundario y más del 75 por ciento de los suelos con algún grado de erosión. A pesar de la reducida cobertura arbórea, la deforestación sigue avanzando en favor de los cafetales y plantaciones forestales, aunque las principales causas de la deforestación parecen estar asociadas a procesos de urbanización y concentración de poblaciones. Esta situación tiene repercusiones sobre la demanda directa de productos forestales.
La población está ligada al uso de los recursos naturales por razones de tradición y costumbres culturales, y también debido a situaciones sociales y económicas. Con una de las densidades de población más altas del mundo (más de 250 habitantes/km2), la presión sobre los recursos naturales casi ha eliminado la vegetación natural del país.
La cobertura arbórea remanente en El Salvador está compuesta por bosque de coníferas formado en un 70 por ciento por Pinus oocarpa (pino ocote), y el resto por P. pseudostrobus (pino blanco), P. caribaea, y en menor cantidad P. ayacahuite y Abies guatemalensis (abeto). La cobertura de coníferas se estima en unas 25.000 ha. Los bosques latifoliados mixtos, esparcidos como relictos de masas arbóreas entre campos agrícolas y ganaderos, se estiman en unas 52.000 ha. Los bosques de manglares, con aproximadamente 39.000 ha, y terrenos con vegetación arbustiva conforman el resto de la cobertura boscosa. Se calcula que entre 1977 y 1996 se produjo una reducción de la cobertura arbórea, la que de 262.308 ha bajó a 225.098 ha. La falta de información precisa dificulta la evaluación del estado actual de los recursos forestales en El Salvador, aunque las observaciones de campo sugieren que el proceso de deforestación ha continuado a un ritmo acelerado, dejando pequeñas áreas aisladas de cobertura boscosa.
Según el Plan de Acción Forestal de El Salvador (PAFES 1994), se han identificado 125 áreas naturales que cubren unos 372 km2 (menos del 1,8 por ciento del territorio); la mayoría de ellas con una extensión bastante reducida, pero con amplia biodiversidad. Al momento, sólo se han declarado cuatro áreas protegidas y 121 áreas propuestas; cabe anotar, sin embargo, que las áreas declaradas no han sido legalizadas.
Dada la baja cobertura forestal en El Salvador, las áreas cafetaleras adquieren importancia desde el punto de vista hidrológico y de provisión de productos energéticos como la leña, dado que la superficie de los cafetales superan a cualquier otra superficie boscosa (entre 13 y 14 por ciento de la superficie del país). La demanda por leña ha aumentado en importancia, por lo que constituye un factor que contribuye a la deforestación. Las estimaciones son variadas, pero según estudios, entre el 51 y el 69 por ciento del consumo energético del país proviene de la quema de leña. En el campo, la leña representa el 92 por ciento del consumo de energía, lo que junto con la demanda por más tierra para fines agrícolas y pastizales ha incrementado la deforestación a un promedio estimado de 4.500 ha por año.
Aunque la información documental está dispersa y es difícil de corroborar, varios estudios y múltiples experiencias anecdóticas indican que el consumo de leña ya sobrepasa la producción sostenible. La demanda principal emana de tres fuentes de usuarios: hogares, industrias (beneficios, ingenios, caleras, salineras, ladrilleras) y negocios alimenticios (panaderías, tortillerías, comedores, pupuserías, y otros). A nivel del país, el 77 por ciento de la población utiliza leña para cocinar. Si bien no se ha determinado qué porcentaje de estas familias compran la leña, se sabe que el precio de la misma se ha incrementado entre 400 por ciento y 1.200 por ciento durante los últimos diez años, mientras que el salario mínimo rural ha aumentado sólo en un 100 por ciento. Por otra parte, el promedio de tiempo empleado para recoger la leña ha aumentado de tres a cuatro veces en el mismo período.
El Salvador es un país cuya población está ligada al uso de los recursos naturales por razones de tradición y cultura, y también debido a situaciones sociales ó económicas. No obstante, no hay muchos estudios que cuantifiquen esta información; Ventura (en edición) informa que en el Departamento de San Vicente se emplean 118 especies de la flora nativa provenientes de 59 familias botánicas. En todo el país, las pequeñas áreas con cobertura boscosa están sometidas a una fuerte presión de extracción de los recursos naturales.
Alrededor de la medicina natural popular se desarrolla una intensa actividad socioeconómica, basada en el cultivo o recolección, procesamiento y comercialización de plantas consideradas de valor terapéutico. En varios sitios, principalmente en los mercados populares, se venden cantidades variables de plantas, prescritas por curanderos o simplemente para automedicación. También existen comerciantes llamados ‘especieros’ o ‘suchileros’, quienes se dedican a la venta de plantas medicinales y medicinas de origen animal u otro. A pesar de que este proceso no ha sido cuantificado ni documentado, el mismo forma parte importante de la economía informal de El Salvador. Un estudio realizado por Ramírez (1992) indica que de 553.162 habitantes que tenía San Salvador (capital) en 1990, 182.543 utilizaban plantas medicinales a razón de 1,56 kg. per capita (284,767 kg. en total); se considera, sin embargo, que el uso de medicina popular es más fuerte en el área rural.
González (1994) identificó 476 especies de plantas utilizadas como medicamento botánico, pertenecientes a 134 familias. Del total, 345 plantas son nativas y 131 exóticas (naturalizadas, no naturalizadas e importadas), y se usan para tratar un total de 224 males de la salud. De las 40 especies más utilizadas y aceptadas por su efectividad, por lo menos 21 son nativas.
En el país hay por lo menos ocho empresas que transforman productos vegetales para producir aceites esenciales o extractos para la fabricación de medicinas, a partir de materia prima cultivada. Una de ellas reporta la producción de 2.500 libras de extracto de bálsamo, en un período de seis meses.
Cuadro 1. Especies más importantes utilizadas en la medicina popular.
Nombre común |
Nombre científico |
Parte utilizada |
Uso medicinal |
Bálsamo |
Myroxylon balsamum var. Pereirae |
corteza, flores, frutos |
Expectorante, antiasmático |
Calaguala |
Polypodium aureum |
Rizoma |
Diurético, disolvente de cálculos |
Caña fístola |
Cassia fistula |
Frutos |
Vermífugo |
Caulote |
Guazuma ulmifolia |
Corteza, frutos |
Vermífugo, antidiarreico |
Chichipince |
Hamelia patens |
Hojas |
Panacea |
Ciprés |
Cupressus lusitanica |
Hojas, ramitas |
Antisarampiónico |
Epasote |
Chenopodium ambriosoides |
Hojas |
Vermífugo |
Hoja de golpe |
Hojas |
Desinflamante en golpes | |
Jenjibre |
Zingiber officinale |
Rizoma |
Afecciones de la garganta |
Quina |
Coutarea hexandra |
Corteza |
Febrífugo (antipalúdico) |
Siguapate |
Pluchea odorata |
Hojas |
Dolor de estómago |
Suelda con suelda |
Anredera vesicaria |
Bejuco |
Desinflamante, huesos rotos |
Taray |
Eysenhardtia adenostylis |
Tallo (astillas) |
Diurético, disolvente de cálculos |
Tempate |
Jatropha curcas |
Látex |
Llagas de labios y boca |
Fuente: González 1994
La Estrategia Nacional de Biodiversidad de El Salvador (1999, sin publicar) identifica 109 especies (de 44 familias botánicas) de plantas nativas que producen frutos o poseen partes que son aprovechadas como alimento. De éstas, unas 19 plantas son cultivadas, mientras que el resto provienen de áreas silvestres y bosques. Entre ellas, el ojushte (Brosimum allicastrum), cuyo fruto se usa para producir harina para hacer tortillas (se ha utilizado como sustituto del maíz); la flor de pito (Erythrina berteroana) tiene un amplio consumo en el país y parece estar muy arraigada entre la población salvadoreña en el extranjero (más de dos millones), se utiliza en la elaboración de pupusas (tortilla tradicional de El Salvador) y como condimento en los frijoles.
Cuadro 2. Exportación de especies de plantas comestibles.
Producto |
1995 |
1996 |
1997 |
1998 | ||||
Kg |
Colones |
Kg |
Colones |
Kg |
Colones |
Kg |
Colones | |
Chipilín |
179 |
4.220 |
- |
- |
583 |
8.223 |
1.981 |
55.601 |
Pacaya |
136 |
4.534 |
- |
- |
- |
- |
14 |
2.180 |
Pito |
3.366 |
55.934 |
16.591 |
67.901 |
1.647 |
71.100 |
2.912 |
167.889 |
Fuente: Informes de Aduanas de la D.G.S.V.A. del Ministerio de Agricultura y Ganadería / Dirección General de Economía Agropecuaria
Cuadro 3. Principales plantas comestibles de hábito de crecimiento arbustivo o arbóreo que se consumen.
Nombre común |
Nombre científico |
Familia |
Hábito de crecimiento |
Parte comestible |
Alais |
Actinidiaceae |
Árbol |
Fruto | |
Jocote de pava |
Spondias cirouella |
Anacardiaceae |
Árbol |
Fruto |
Jocote jobo |
Spondias mombin |
Anacardiaceae |
Árbol |
Fruto |
Jocote pitarrillo |
Spondias purpurea |
Anacardiaceae |
Árbol |
Fruto y hojas tiernas |
Anona colorada |
Annona reticulata |
Annonaceae |
Árbol |
Fruto |
Cincuya |
Annona purpurea |
Annonaceae |
Árbol |
Fruto |
Chirimuya |
Annona holosericea |
Annonaceae |
Árbol |
Fruto |
Anona poshte |
Annona cherimola |
Annonaceae |
Árbol |
Fruto |
Loroco |
Fernaldia pandurata |
Apocynaceae |
Bejuco |
Flor |
Cuchamper |
Gonolobus salvinii |
Asclepiadaceae |
Bejuco |
Fruto |
Cuajilote |
Parmentiera aculeata |
Asclepiadaceae |
Arbusto |
Fruto |
Manune |
Cordia colococca |
Borraginaceae |
Árbol |
Fruto |
Papayo de montaña |
Carica cauliflora |
Caricaceae |
Hierba arbustiva |
Fruto |
Julupa |
Jacaratia mexicana |
Caricaceae |
Árbol |
Fruto |
Sunza |
Lycania platypus |
Chrysobalanaceae |
Árbol |
Fruto |
Sunzapotillo |
Couepia polyandra |
Chrysobalanaceae |
Árbol |
Fruto |
Chaparrón |
Rheeda edulis |
Guttiferae |
Árbol |
Fruto |
Laurelillo |
Litsea glaucescens |
Lauraceae |
Árbol |
Fruto |
Aguacate cusha |
Persea schiedeana |
Lauraceae |
Árbol |
Fruto |
Pito |
Erythrina berteroana |
Leguminosae |
Árbol |
Brotes, hojas tiernas, flores |
Madrecacao |
Gliricidia sepium |
Leguminosae |
Árbol |
Flores, semillas |
Copinol |
Hymeneae courbaril |
Leguminosae |
Árbol |
Fruto |
Zapato de mico |
Inga calderonii |
Leguminosae |
Árbol |
Fruto |
Cuje |
Inga edulis |
Leguminosae |
Árbol |
Fruto |
Pepeto |
Inga fagifolia |
Leguminosae |
Árbol |
Fruto |
Cuje purito |
Inga minutula |
Leguminosae |
Árbol |
Fruto |
Paterno |
Inga paterna |
Leguminosae |
Árbol |
Fruto, semilla |
Pepeto guamito |
Inga punctata |
Leguminosae |
Árbol |
Fruto |
Cujin |
Inga sapindoides |
Leguminosae |
Árbol |
Fruto |
Cuje de río |
Inga vera |
Leguminosae |
Árbol |
Fruto |
Nance |
Byrsonimia crassifolia |
Malpighiaceae |
Árbol |
Fruto |
Murmuy |
Bunchosia cornifolia |
Malpighiaceae |
Árbol |
Fruto |
Ojushte |
Brosimum allicastrum |
Moraceae |
Árbol |
Fruto y semillas |
Capulamates |
Ficus spp. |
Moraceae |
Árbol |
Fruto |
Cerezo |
Ibarreae paschalis |
Myrsinaceae |
Árbol |
Fruto |
Coyol |
Acrocomia vinifera |
Palmae |
Palmera |
Fruto |
Huiscoyol |
Bactris major |
Palmera |
Fruto | |
Cuiliote |
Chamaedorea graminifolia |
Palmae |
Palmera |
Tallo apical |
Pacaya |
Chamaedorea pinnatifrons |
Palmae |
Palmera |
Inflorescencia |
Pacaya |
Chamaedorea tepejilote |
Palmae |
Palmera |
Inflorescencia |
Granadilla silvestre |
Passiflora faetida var salvadorensis |
Passifloraceae |
Bejuco |
Fruto |
Granadilla ácida |
Passiflora platyloba |
Passifloraceae |
Bejuco |
Fruto |
Irayol |
Genipa americana |
Rubiaceae |
Arbol |
Fruto |
Crucito |
Randia pleiomeris |
Rubiaceae |
Arbol |
Fruto |
Torolo |
Alibertia edulis |
Rubiaceae |
Arbol |
Fruto |
Sapote injerto |
Pouteria viridis |
Sapotaceae |
Arbol |
Fruto |
Níspero de montaña |
Manilkara sapota |
Sapotaceae |
Arbol |
Fruto |
Tempisque |
Mastichodendron capirii |
Sapotaceae |
Arbol |
Fruto |
Guaicume |
Lucuma salcifolia |
Sapotaceae |
Arbol |
Fruto |
Aceituno |
Simaruba glauca |
Simarubaceae |
Arbol |
Fruto |
Cacao silvestre, cushta |
Theobroma angustifolium |
Sterculiaceae |
Arbol |
Fruto |
Castaño |
Sterculia apetala |
Sterculiaceae |
Árbol |
Nuez |
Fuente: Estrategia Nacional de Biodiversidad de El Salvador ,1999.
Las hojas de chipilín (Crotallaria vitellina), las flores de pacaya (Chamaedorea tepejilote) y los botones florales del loroco (Fernaldia pandurata), aunque este último ya se cultiva, están entre las plantas que regularmente consumen los salvadoreños.
El bálsamo (Myroxylon balsamum (L. Harms) pertenece a la familia Fabaceae. Es una leguminosa arbórea, con un fuste de más de 30 m de alto, de cuya corteza se obtiene una oleorresina que constituye la materia prima producida casi exclusivamente en El Salvador. El bálsamo crece en el bosque húmedo tropical, en la zona integrada por los departamentos de Sonsonate y La Libertad, conocida como la zona del bálsamo. Actualmente, en partes de esta zona se han establecido cultivos de café, granos básicos y pastoreo.
La oleorresina se utiliza en forma industrial para elaborar perfumes, jabones y barnices, así como para la preparación de los santos óleos de la Iglesia Católica. También se utiliza como base para la fabricación de cremas acondicionadoras del cabello y fijador de distintos compuestos químicos. La semilla macerada tiene usos en la industria farmacéutica para la expulsión de cálculos renales, antihistérico y astringente, para la eliminación de manchas y suavizante de arrugas en el rostro. La madera tiene varios usos por sus buenas cualidades y dureza.
El bálsamo se ha utilizado desde la época precolombina; el imperio azteca hacía incursiones en Centroamérica para proveerse de él. Posteriormente, la Corona Española, para evitar que se conociera su sitio de origen, lo enviaba a España vía Perú, por lo que también se le denominó ‘bálsamo del Perú’. La explotación ha estado en manos de grandes propietarios y arrendatarios (el arreglo más común consiste en que el propietario entrega el recurso bajo contrato y recibe el 50 por ciento de la producción); últimamente participan en la explotación pequeñas cooperativas agrícolas.
El árbol del bálsamo empieza a producir entre los 20 y 30 años, por un período de 30 a 40 años. La explotación se hace de forma muy rudimentaria, realizando cortes en la corteza por donde exuda la resina. Se resinan árboles que tiene en promedio 12-15 cm de diámetro; el número de heridas que se le practican al árbol por cosecha depende del grosor.
El bálsamo se comercializa a nivel nacional e internacional, con la diferencia de que para el mercado nacional se vende con impurezas. El productor vende al intermediario a un precio que varía entre 17 y 18 colones salvadoreños por libra (1libra=0,45kg) de bálsamo crudo. El intermediario lo vende purificado por un valor que oscila entre 23 y 25 colones al exportador, quien lo revende entre 27 y 29 colones la libra. Las cantidades exportadas varían dependiendo de los precios y la demanda; el comercio es manejado en El Salvador por seis compañías exportadoras. Este producto es exportado en su estado natural debido a que en el país no existe una industria que lo procese. Los mayores compradores son Estados Unidos, Alemania y Francia.
Cuadro 4. Exportaciones de bálsamo en los últimos cuatro años.
Año |
Galones |
Litros |
Kg |
Valor ($EE.UU.) |
1995 |
30.246 |
7.827 |
33.293 |
1.214.124 |
1996 |
12.186 |
- |
68.708 |
1.122.533 |
1997 |
12.165 |
- |
21.976 |
2.012.472 |
1998 |
15.811 |
- |
27.291 |
1.691.254 |
Fuente: Estadísticas Dirección General de Economía Agropecuaria, MAG
La calidad de la oleorresina puede alterarse si se calienta durante el proceso de extracción, o bien por las heridas practicadas al árbol. Por otra parte, los arrendatarios a veces matan el árbol en su intento por obtener el máximo provecho.
En El Salvador no existe una política estatal de protección y fomento de este recurso. La última Ley Forestal solo menciona la necesidad de proteger el recurso forestal, pero no se fomenta el establecimiento de áreas puras de bálsamo, ni la protección del recurso existente. Así, cada día disminuye la cantidad de árboles en sus áreas naturales, por la conversión de ellas a usos agrícolas, sea en forma exclusiva o en asociación con el cultivo del café.
Las semillas de varias especies del bosque se utilizan con diferentes fines: la semilla de copinol (Himenea courbaril) se utiliza en la fabricación de artesanías en La Palma; la de aceituno negro (Simaruba glauca) sirve para fabricar un tipo de jabón suave, utilizado en las zonas rurales; la de nacascolo (Caesalpinia coriaria) se utiliza en la curtiembre de pieles.
En 1974 se creó en El Salvador un Banco de Semillas Forestales, como parte del Centro de Desarrollo Forestal (CEDEFOR). Ese Banco atiende la demanda de semillas de especies forestales (nativas y exóticas) de los proyectos de reforestación que el gobierno impulsa, así como de diferentes proyectos de iniciativa privada. El material distribuido proviene de fuentes semilleras conocidas y clasificadas según su calidad genética. El Banco maneja unos 45 lotes de semillas de 30 especies, que representan unos 1.300 kg (alrededor de 13 millones de árboles), con un valor de 28.400 $EE.UU. Se manejan especies nativas como caoba (Swietenia humilis Zuncc.), bálsamo (Myroxylon balsamum (L.) Harms), calistemo (Calistemun lanceolatus), conacaste negro (Enterolobium cyclocarpum (Jack) Grisebach), cortés negro (Tabebuia chrysanta (Jack) Nichols), chaquiro (Colubrina ferruginosa), flor de fuego (Delonix regia) y nogal (Juglans nigra).
La artesanía tiene una fuerte tradición en El Salvador, y los productos artesanales se venden tanto en el país como en diferentes países de la región centroamericana. Entre las especies más utilizadas para la producción de artesanías de madera están las siguientes: conacaste (Enterolobium cyclocarpum), cedro (Cedrela odorata) y pinos (Pinus pseudostrobus, P. tenuifolia, P. ayacahuite). Los pinares han sido muy afectados por la extracción masiva de tablas, ocote, aguarrás y leña; de hecho, esta última es la actividad más dañina. Otra especie muy utilizada es el pinabete (Abies guatemalensis), especie endémica de ciertos sitios cuyas poblaciones están en inminente peligro. Tanto los pinos como el pinabete se utilizan también como árboles de navidad, lo que contribuye a la tala indebida.
Se fabrican, además, artesanías y muebles de mimbre (llamada así la fibra proveniente de las raíces aéreas de varias especies de la familia Araceae: Heteropsis spp., Philodendron spp., Monstera spp.), pero la materia prima es importada de Guatemala y Honduras. Estas plantas crecen sobre los árboles del bosque; con la desaparición casi total de los bosques salvadoreños, prácticamente ya no se encuentran en el país.
Las comunidades rurales también fabrican artesanalmente artículos de uso doméstico que forman parte de la cultura y vivienda campesinas, aunque muchos de ellos han sido suplantados o han ido desapareciendo. Por ejemplo, se fabrican jabones caseros con grasas extraídas de varias semillas, como la del aceituno (Simarouba glauca), la caoba (Swietenia humilis) y el tambor o palo de queso (Omphalea oleifera), así como de las ‘orejas’ del conacaste (Enterolobium cyclocarpum) y del mesocarpo y follaje de pacún (Sapindus saponaria).
Las piladeras (artefactos que sirven para machacar los granos de maíz, café o arroz) consisten de un trozo de madera con una cavidad cónica donde se colocan los granos y un mazo con un extremo obtuso. Este artefacto es construido con maderas duras como conacaste (Enterolobium cyclocarpum), zorra (Albizia saman), copinol (Hymenea courbaril), caoba (Swietenia humilis), roble (Quercus sp.) o bálsamo (Myroxylon balsamum).
El tapexco (objeto para guardar alimentos, ollas, cacerolas) se construye empleando un aro del bejuco chupamiel (Combretum farinosum) o bejuco de corral (Arrabidae patellifera), tejido con pita delgada de maguey (Agave letonae). Las bateas (instrumentos de madera utilizados para lavar ropa) se hacen con madera de ceiba (Ceiba pentandra), aguacate o mango. Las costaneras de las tijeras (camas) se construyen con laurel (Cordia alliodora), caoba (Swietenia humilis), cedro (Cedrela odorata) y otras especies.
En las zonas rurales se usan escobas artesanales hechas de palma (Brahea spp., en especial Brahea salvadorensis), y de otros materiales como ramitas de escobillas (Sida spp.), tules (Cyperus spp.) y maicillo montés (Sorghum halepense). Los cabos (mangos de algunos azadones, rastrillos, hachas, entre otros) y cachas (asideros de cuchillos o armas de fuego) se construyen con maderas resistentes como copinol (Hymenea courbaril), laurel (Cordia alliodora), guayabo (Psidium guajava), chichipate (Sweetia panamensis), barío (Calophyllum rekoi), cabo de hacha (Luehea candida) y bálsamo (Myroxylon balsamum).
Existe una arraigada tradición de cacería entre la población salvadoreña; al mismo tiempo, la pobreza obliga a una alta proporción de la población al uso de la vida silvestre animal como complemento de proteína. Especies como la iguana (Iguana iguana) y el garrobo (Ctenosaura similis) son consumidas tradicionalmente y en grandes cantidades; su carne y huevos son muy apreciados. A pesar de que existen granjas para la crianza de iguanas, los animales utilizados como pie de cría se han obtenido en las áreas silvestres. Los animales criados en estas granjas solamente pueden exportarse, ya que existe un reglamento que limita su venta en el mercado nacional. También se caza el venado cola blanca (Odocoileus virginianus); el tepezcuintle (Agouti paca), el pizote (Nasua narica), el armadillo (Dasypus novemcinctus), los mapaches (Procyon lotor), los zorrillos (Mephitis macroura, Conepatus mesoleucus), ciertas especies de víboras, como la Crotalus sp. y de especies de loros, muchas de ellas para consumo local y otras para comercio de ejemplares vivos para colecciones o mascotas. El aprovechamiento de la fauna silvestre está prohibido en El Salvador.
En el país existen varios zoocriaderos orientados a la reproducción de iguanas, garrobos, ranas y mariposas. Actualmente hay cerca de 15 zoocriaderos registrados de iguana verde y garrobo, 11 de los cuales comunicaron exportaciones en 1997. Además existe un zoocriadero de mariposas y otro de ranas toro.
Cuadro 5. Exportaciones de garrobos e iguanas verdes registradas de 1995 a 1997.
Año |
Especie |
Número de ejemplares |
Valor F.O.B. ($EE.UU.) |
1995 |
Iguana verde |
302.440 |
887.970 |
Garrobo |
10.550 |
20.150 | |
1996 |
Iguana verde |
302.435 |
962.665 |
Garrobo |
5.300 |
9.550 | |
1997 |
Iguana verde |
351.508 |
932.350 |
Garrobo |
600 |
900 |
Fuente: CENTREX-Banco Central de Reserva
El comportamiento indica una tendencia al crecimiento de las exportaciones de iguanas vivas del orden de 300.000 a 350.000 ejemplares por año, mientras que la exportación de garrobos ha ido disminuyendo notablemente. Entre 1995 y 1997 también se exportó carne de garrobo congelada y ranas (Rana pipiens); en 1996 se embarcaron 500 ejemplares a Estados Unidos, con un valor F.O.B. de 250 $EE.UU.
En el período de 1995 a 1997 se exportaron capullos de mariposas a Estados Unidos, Reino Unido y Canadá, pero no se dispone de información de las especies de mariposas exportadas.
Cuadro 6. Exportaciones de capullos de mariposas y valores F.O.B. para el período 1995-1998.
Año |
Número de capullos |
Valor F.O.B. ($ EE.UU.) |
1995 |
43.465 |
108.494 |
1996 |
63.420 |
159.942 |
1997 |
54.949 |
128.139 |
Fuente: : CENTREX-Banco Central de Reserva
EL SALVADOR
Producto |
Recurso |
Valor económico |
||||||||||
PFNM |
Importancia |
Nombre comercial |
Especies clave |
Parte usada |
Sistema de producción |
Fuente |
Utilización |
Cantidad, valor (expresado en $EE.UU.) |
Observaciones |
Fuente | ||
Plantas y productos de origen vegetal | ||||||||||||
Exudado |
! |
Bálsamo de El Salvador |
Látex |
BN, P |
B |
N, I |
15.800 gal/año; 27.291 kg/año; $1.691.254 |
Dato para 1998 |
Dirección General de Economía Agropecuaria | |||
Alimenticia |
! |
Pito |
Erythrina berteroana |
Flor |
BN |
B |
N, I |
2.912 kg/año; $19.286 |
Dato para 1998 |
Dirección General de Economía Agropecuaria | ||
Alimenticia |
! |
Chipilín |
Flor |
BN, P, O |
B, C |
N, I |
1.981 kg/año; $ 7.128 |
Dato para 1998 |
Dirección General de Economía Agropecuaria | |||
Artesanía |
! |
Paste |
Fruto |
BN, P, O |
C |
N, I |
379.166 kg/año; $1.138.089 |
Dato para 1998 |
Dirección General de Economía Agropecuaria | |||
Animales y productos de origen animal | ||||||||||||
Miel de abejas |
! |
Miel |
BN, P, O |
B |
N, I |
328.030 barriles/año, 198.617 kg/año, $3.441.243 |
Dato para 1998 |
Dirección General de Economía Agropecuaria |
Importancia: - utilización no documentada; + utilización documentada; ! planta/especie muy importante a escala nacional
Sistema de producción: BN - bosque natural u otra área forestal; P - plantaciones; O - Otro (árboles fuera del bosque, SAF, huertos caseros,…)
Fuente: B - bosque; C - cultivado
Utilización: N - nacional; I - internacional