Previous PageTable Of ContentsNext Page

3 Fuerzas impulsoras y cambios esperados que afectan al sector forestal

Durante la década de los años 80, Nicaragua estuvo inmersa en una guerra civil que duró aproximadamente 10 años, en este período tanto la infraestructura productiva como la economía fue enormemente deteriorada, y el sector forestal no fue la excepción del abandono, especialmente por el hecho de que los conflictos armados se libraban en las zonas boscosas. A partir de los años 90 concluyen los conflictos armados y el país entra en un proceso democrático, iniciando un lento y doloroso paso a la reconstrucción y transformación económica de cara a los procesos de globalización, apertura económica, integración centroamericana y la modernización de las funciones públicas.

Durante las dos últimas décadas Nicaragua ha tenido el reto de asumir estos cambios de forma acelerada con la necesidad de asumir muchos cambios de forma acelerada con la necesidad de alcanzar un nivel equiparado al resto de la región centroamericana.

Para visualizar los cambios que están ocurriendo se ha tomado como punto de partida la situación actual del sector forestal y las principales acciones que se están llevando a cabo que están vinculadas y las propuestas vinculadas a éste. Entre estas acciones se encuentran “La Estrategia Reforzada de Crecimiento Económico y Reducción de la Pobreza”, “La Estrategia Nacional de Desarrollo”, “La nueva Ley de Desarrollo Forestal”, “Programa Nacional del Tecnología y Formación Técnica Agrícola” y el “Programa de Desarrollo Forestal”.

3.1 Cambios socio-económicos

3.1.1 Dinámica y estructura de la población

El crecimiento de la población es uno de los factores más importantes en el aumento de la demanda de recursos naturales, madera y leña, y en especial de productos agrícolas, los cuales ejercen un peso importante sobre la expansión de las tierras de cultivo y el aprovechamiento de la madera como combustible, contribuyendo así a incrementar y acelerar el proceso de deforestación26. La población de Nicaragua se quintuplicó las últimas décadas pasando de un millón de habitantes en 1950 a 5.2 millones para el año 2001 experimentando una tasa de crecimiento para el año 2001 de 2.7%27. De mantenerse este ritmo de crecimiento, la población se duplicará en los próximos 26 años (ver anexo 1, tabla 26).

Fuente: INEC

El grafico 14, muestra la proyección del crecimiento de la población para el año 2020, llegando a alcanzar un número de habitantes para ese año de cerca unos 8 millones. De acuerdo a estudios realizados por el Fondo de las Naciones Unidas para la Población (2001), el crecimiento de la población se debe en gran medida a una reducción de la mortalidad (5.6 defunciones por cada mil habitantes) y una elevada tasa global de fecundidad (3.9 hijos por mujer en 1998), cabe destacar que la fecundidad en las zonas rurales es mayor al promedio nacional (5.4 hijos por mujer).

De este crecimiento de la población, la mayoría (58.3%) se desarrolla en zonas urbanas producto de la urbanización de las zonas cercanas a las ciudades y desplazamiento migratorio por desempleo, además de otras variables. La estructura de edad de la población es catalogada como joven, donde el 39.4% de ésta es menor a 15 años de edad y el 56.1% está entre los 15 y 64 años. Mientras que la cuarta parte de la población nicaragüense se encuentra entre los 10 y 19 años. La tendencia de la población menor a 15 años ha disminuido con respecto al año 1993 y el porcentaje entre los 15 y 64 años ha aumentado. La región con mayor población menor de 15 años es el Atlántico con un 47.6%28 (ver anexo 1, tabla 27).

Es importante inferir de estos datos que son los jóvenes los que determinarán el ritmo de crecimiento de la población y también los niveles de prevención y protección al medio ambiente en lo que se refiere a producción y consumo. Por lo tanto sus decisiones y acciones dependerán de su bienestar económico, su nivel de educación, su estado de salud y sobre todo de sus oportunidades y su capacidad de elegir. De no realizar planes de inversiones hacia este sector se verá aumentada, la vulnerabilidad de éste y los obstáculos hacia el desarrollo.

La relación de dependencia, es decir, la población económicamente inactiva que en este caso corresponde a la población menor de 15 años y mayor de 64 años, vinculada con la población económicamente activa correspondiente a la población entre los 15 y 64 años, es de 78. Esto significa que por cada 100 personas potencialmente activas dependen 78 personas inactivas. Este indicador ha disminuido en comparación al año 1993, donde el indicador era de 96. Este indicador tiene una relación directa con la disminución de la tasa de fecundidad y en la medida en que la economía del país esté en condiciones de absorber a la población que se incorpora a la actividad económica.

Existe una amplia evidencia de la correlación entre pobreza, tamaño de hogar, dependencia, tasa de mortalidad y morbilidad. El aumento de la población, especialmente los más pobres, la falta de recursos y alternativas de sobre vivencia limitadas, ha impulsado a ocupar territorios no aptos para la urbanización, amenazando la biodiversidad y la capacidad de uso de los suelos, ya que se encuentran en un círculo vicioso de pobreza trasmitido de generación a generación.

Existe también una relación directa entre la población pobre que habita en zonas rurales y que está localizada en zonas boscosas y su lucha para obtener alimentación y energía (leña). La cual recurre con frecuencia a la tala indiscriminada y a las prácticas inadecuadas de cultivo, provocando la destrucción de los recursos forestales y la degradación del suelo.

En definitiva, el crecimiento de la población es un factor que agrava el deterioro del medio ambiente, más aun si se relacionan entre si riqueza, consumo, tecnología, energía, políticas, etc. Nicaragua ha experimentado un grave problema ambiental donde la población de escasos recursos ha generado, producto de su supervivencia y de una mala política de manejo de los recursos, graves trastornos en la superficie boscosa y en el ambiente. Esta situación de pobreza logra demostrar la realidad social, ambiental y económica en la que se encuentra la sociedad nicaragüense, donde algunos de los problemas ambientales están vinculados a la desigualdad en la distribución de la población en el territorio y su accesibilidad.

3.1.2 Densidad poblacional

Nicaragua cuenta con una densidad de población de 44 hab/Km2, es la más baja del istmo Centroamericano. Sin embargo, y debido a la geografía imperante y a otras variables, la población se concentra en la Región del Pacífico con un 55.9% de su población total, donde la densidad demográfica asciende a 160 hab/Km2 y presenta una disponibilidad de tierra de 0.66 hectáreas por habitante al nivel nacional29.

Cuadro 4 Distribución de la población por Departamento y Densidad de Población para 2002.

Departamentos

Población

Superficie

Densidad

Habitantes

%

Km ²

%

Hab/Km ²

Pacífico

2,986,316

55.90

18638

15.54

160.23

Central

1,747,457

32.71

41,654

34.72

41.95

Atlántico

608,113

11.38

59,673

49.74

10.19

TOTAL

5,341,886

100.00

119,965

100.00

44.53

Fuente: Proyecciones de población realizadas por Melvin Guevara y Paola Morales. Superficie INETER 1998.

Este dato es relevante si se observa que actualmente están siendo ocupadas 0.62 hectáreas por habitante en esta Región del país, lo que implica que el uso del suelo en esta zona está cambiado, ya que el suelo que estaba siendo ocupado para alguna actividad específica, hoy esta siendo utilizada por la población y nuevas actividades productivas. La Región Central concentra el 32.71% de la población nacional, con una densidad de 41 hab/Km2; mientras que la Región del Atlántico concentra el 11.38% de la población nacional, con una densidad de 10 hab/Km2. En esta zona del país la disponibilidad de tierra es de 10 hectáreas por habitante, donde actualmente son ocupadas 9.82 hectáreas por habitante. Es decir, en esta zona también existe un deterioro del suelo ya que zonas ocupadas por actividad forestal actualmente son ocupadas principalmente por actividades agropecuarias30.

Cuadro 5 - Proyección de la Densidad de Población por Región

Región

2002

2005

2010

2015

2020

Central

41.95

45.21

50.77

56.02

61.15

Pacífico

160.23

173.08

195.79

218.37

240.41

Atlántico

10.19

11.15

12.84

14.61

16.45

TOTAL

44.53

48.13

54.44

60.65

66.77

Fuente: Proyecciones realizadas por Paola Morales. Superficie INETER 1998.

Al proyectar la densidad de la población, como se muestra en el cuadro 2, se observa que para el año 2020 existe una ocupación del suelo en más de 240 habitantes por kilómetro cuadrado en la región Pacífico. Esto significa un aumento en el consumo de algunos recursos naturales y una mayor superficie para el desarrollo de éstos. Al igual que la región del Atlántico ya que si actualmente están siendo ocupados terrenos no disponibles, para el año 2020 se presentan graves trastornos en la superficie boscosa ya que se verá severamente disminuido por la creciente necesidad del suelo agropecuario cambiando rápidamente el uso de suelo adecuado en estas zonas.

3.1.3 Pobreza

En relación a la situación económica, el PIB real ha experimentado desde 1999 un leve aumento, siendo para el año 2002 de sólo el 1%, el PIB per cápita fue de 472.1 dólares EE.UU para el mismo año31. Con estos antecedentes se puede observar que Nicaragua es uno de los países más pobres de América Latina y uno de los más endeudados del continente. Sin embargo, este leve crecimiento se ve prácticamente neutralizado al incorporar alrededor de 135 mil habitantes cada año generando una situación de pobreza y pobreza extrema en la población (ver anexo 1, Tabla 28).

Para identificarla y cuantificarla, la pobreza se mide a través de la línea de pobreza general, la cual se define como el gasto anual por persona en alimentos, servicios y bienes, satisfaciendo los requerimientos mínimos para un ser humano. Este gasto asciende a C$ 5,157 córdobas anuales (aproximadamente 345 dólares EE.UU), lo que implica un gasto diario de menos de 1 dólar por habitante. De acuerdo a esta línea de pobreza general, el 45.8% de la población nicaragüense vive bajo esta categoría, es decir, 2.38 millones de personas tiene un nivel de gasto per cápita no superior a este monto. De este total, el 15.1% se encuentra en situación de extrema pobreza, es decir, aproximadamente 783 mil personas tienen un nivel de gastos per cápita que no superan los C$ 2,690 córdobas anuales, es decir, menos de 0.5 dólares diarios32 (ver anexo 1, tabla 29).

Los niveles de pobreza se ven agudizados en las áreas rurales, ya que la totalidad de los pobres rurales para el año 2001, equivalen al 67.8 % del total de pobres, mientras que en el área urbana se concentra el 30.1% de los pobres.33 Sin embargo, reducir estos valores para el gobierno es una prioridad. Las cifras que se observan en el cuadro 3, muestran las metas planteadas para reducir la pobreza, estas metas están identificadas con mayor especificación en la “Estrategia Reforzada de Crecimiento Económico y Reducción de la Pobreza”. Para el año 2020 se ha proyectado una pobreza extrema en el país no superior al 8,5% de la población.

Cuadro 6. - Disminución de la Pobreza Extrema (%)

Incidencia

1993

1998

2001

2005

2010

2015

2020*

País

19.4

17.3

15.1

14.3

12.37

10.43

8.5

Fuente: INEC. Informe General. Encuesta Nacional de Medición de Nivel de Vida. 2001.
Estrategia Reforzada de Crecimiento Económico y Reducción de la Pobreza. 2001
* Proyección de datos anteriores realizadas por Paola Morales.

Un enfoque para alcanzar las metas es reducir la tasa de fecundidad. Si bien la tasa ha disminuido estos últimos 30 años, el indicador refleja grandes disparidades al nivel urbano y rural. Mientras la fecundad promedio en zonas urbanas es de 3 hijos, en las zonas rurales se eleva a 5.4 hijos por mujer. El departamento de Jinotega presenta la tasa de fecundidad más alta de 6.3 hijos por mujer. Además, las mujeres con menor instrucción tienen más de 6 hijos, mientras que la tasa de fecundidad de las mujeres con educación superior es inferior a 234. Otra explicación está en las actividades productivas existentes en la zona, las cuales demandan mano de obra familiar35. Sin embargo, la alta tasa de fecundidad termina generando un excedente poblacional en el área rural lo que unido a las migraciones provoca una mayor presión sobre los recursos naturales, el suelo y en especial en los recursos forestales.

Sin embargo, para lograr cumplir estas metas es necesario que exista una continua modernización del Estado, a fin de aumentar el impacto de los gastos sociales, asignando una mayor proporción del presupuesto a los programas y proyectos sociales destinados a los pobres y mejorando su costo-eficiencia. Además de una mayor promoción de la equidad, aumentando el acceso de los pobres a los beneficios del crecimiento. Más transparencia por medio de un sistema de administración pública, leyes y procedimientos mejorados; y rendición de cuentas, a través de procesos participativos que incluyan comunidades seleccionadas, beneficiarios y dirigentes locales.

Estos puntos antes mencionados deben ser acompañados de procesos participativos de consulta, encabezados por gobiernos democráticos, partidos políticos, ONGs, donantes y organismos internacionales, etc. Con el fin de conseguir un amplio apoyo a las políticas. Sin embargo para ajustar esta estrategia, Nicaragua necesita y necesitará apoyo técnico y financiero continuo, especialmente para realizar evaluaciones cualitativas y cuantitativas de la pobreza e impulsar los mecanismos apropiados de supervisión.

3.1.4 Actividad laboral

La pobreza y el aumento de la población en zonas rurales, especialmente de los más pobres, ante la falta de recursos y alternativas de subsistencia los impulsa a ocupar territorios ecológicamente frágiles. En la actualidad existen aproximadamente 2.5 millones de hectáreas de tierras forestales que están siendo usadas para producción pecuaria extensiva o están abandonadas, cubiertas de arbustos y gramíneas. Sin duda que el avance de la frontera agrícola es uno de los problemas medioambientales más graves y complejos de Nicaragua.

El sector forestal y agropecuario contribuyen con alrededor del 30% del PIB total del país, aunque el sector forestal aporta apenas el 0.3% del PIB. Estos sectores generan aproximadamente el 40% del empleo total, se estima que el sector forestal contribuye un 5% del empleo total. Sin embargo, el nivel y la calidad de vida del campesino no han presentado mejoras significativas. Más aun, las condiciones económicas y políticas del país son las que afectan más directamente las percepciones de riesgo, lo cual hace difíciles estimular el ahorro a largo plazo para apoyar el crédito de mediano y largo plazo que exigen los sectores productivos.

La cobertura de bosques productivos está concentrada especialmente en la región del Atlántico, en estas regiones existe una menor densidad de población pero con una tasa de crecimiento constante que se relaciona con la disminución del bosque natural y la ampliación de la frontera agrícola. En 1994 el Estado autorizó una concesión forestal en esta zona y uno de los requisitos fue la inclusión de un programa social en el que se facilitará el empleo en mano de obra, infraestructura, red vial y otros a las comunidades vecinas o dueños de bosques. En las operaciones anuales del manejo de los bosques naturales del país, se emplean cerca de 6,000 personas en forma permanente.

La región del Atlántico es una de las regiones con mayor atractivo de inmigrantes internos, incluso para el año 1993 el peso se inmigrantes y de los emigrantes era prácticamente el mismo siendo de un 21.1%. Las principales razones de este movimiento son laborales. Cerca del 42.9% de esta población flotante permanece meses trabajando en estas zonas para luego volver a sus lugares de procedencia.36 Con respecto a los empleos que se generan con relación a las plantaciones, mantenimiento y manejo de las plantaciones forestales, se ha estimado un empleo permanente de 2,000 personas al año. Estimado de un programa de forestación de 100,000 hectáreas en 20 años.

3.1.5 Principales tendencias

Las principales tendencias para el año 2020 son: i) el aumento de la población hasta alcanzar cerca de 8 millones de habitantes. ii) una tendencia clara de disminución de la tasa de fecundidad, lo que implica un envejecimiento de la población, un aumento en la esperanza de vida, y la disminución de la relación de dependencia de edad, iii) una tendencia clara a la urbanización, debido principalmente a la densificación de los centros urbanos existentes actualmente. iv) El movimiento migratorio hacia zonas urbanas, necesitará nuevas áreas a urbanizar.

Las principales tendencias con respecto a la densidad de población son las siguientes: i) para el año 2020 existe una importante concentración de población en la región pacífico de Nicaragua de 240 habitantes por kilómetro cuadrado, siendo la ciudad de Managua la que registre una mayor densidad, producto de su importancia al nivel nacional como capital de la república y además por generar una alta actividad económica; ii) existe un grave aumento en la cantidad de superficie necesaria para albergar a este número de habitantes; iii) existe una tendencia clara en el cambio del uso del suelo, provocando en algunos casos pérdidas irreparables en el ecosistema.

De acuerdo a los antecedentes mostrados, las principales tendencias del sector social y económico tiene sus pilares reflejados en i) el incremento de la participación del gasto gubernamental de un 50.0% a 62.1% del presupuesto para el año 2005, ii) para el año 2015 se espera reducir la extrema pobreza en un 50% con respecto al año 2005, logrando para el año 2020, una disminución de la población en pobreza extrema en un 8.5%. En general, los objetivos involucrados para lograr esta tendencia involucra el aumento al acceso a la educación primaria. Reducir la tasa de morbilidad materna e infantil. Mejorara y aumentar el acceso a la salud reproductiva, reduciendo la demanda insatisfecha de servicios de planificación familiar. Mejorar infraestructura básica como agua, alcantarillado y energía.

3.2 Comportamiento económico global

La economía Nicaragüense ha mostrado un crecimiento sostenido desde 1990, sin embargo este crecimiento se ha desacelerado en los últimos años. El Producto Interno Bruto ha pasado de 18,142 millones de córdobas (córdobas de 1980) en 1990 a 27,662 para el año 2002, lo que significó una tasa de crecimiento promedio de 3.3%. Durante el quinquenio de 1990-1995 tuvo un crecimiento promedio de 1.5%, mientras que durante el quinquenio 1995-2000, este crecimiento alcanzó el 5.5%. Para el quinquenio 2000-2005 se espera que la tasa de crecimiento sea alrededor del 3% (ver anexo 1, tabla 30).

Nicaragua es un país eminentemente agropecuario. El sector primario (agropecuario, pesca y silvicultura) representa alrededor del 30% del PIB, y el sector forestal representa apenas el 0.3% del PIB total. Cabe destacar que durante la última década el sector primario ha sido el motor de la economía. Sin embargo, el sector industrial que representa alrededor del 28% del PIB y el sector servicios que representa cerca del 43% han mostrado un mayor dinamismo y tendencias de crecimiento. Dentro de estos sectores destacan las actividades de construcción y el comercio. (Ver anexo 1, tabla 31).


Fuente: Banco Central de Nicaragua. Indicadores Económicos, Diciembre, 2002.
Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales. MARENA. Escenarios Socioeconómicos de Nicaragua para el siglo XXI.

La estabilidad de precios ha sido una prioridad en todos los gobiernos desde la década del noventa, durante el periodo de 1992 al 2002 la inflación promedio ha sido del 11% anual. Durante los años 2001 y 2002, la inflación fue de 4.7% y 4.0 % respectivamente.

El déficit fiscal y la deuda externa constituyen dos limitantes importantes para la consolidación de la administración fiscal macroeconómica y, para que el gobierno pueda orientar inversiones públicas hacia el desarrollo económico. La deuda externa al año 2002 se estimó en 6,362 millones de dólares, mientras que el Déficit del Sector Público no Financiero alcanzó los 3,283 millones de córdobas (9.1% del PIB)(ver anexo 1, tabla 34 ).


Fuente: Banco Central de Nicaragua. Indicadores Económicos, Diciembre, 2002

El Gobierno mediante la Estrategia Nacional de Desarrollo (END)37 tiene como propósito fortalecer la competitividad de Nicaragua de cara a la inserción en el contexto del comercio internacional. Esto significa que el país debe lograr tasas de crecimiento del PIB más elevadas, reducir el desempleo y subempleo, disminuir el déficit de cuenta corriente y liberar recursos propios que garanticen la sostenibilidad fiscal y la realización de inversiones en capital humano y social.

La END pretende incrementar la producción nacional por medio de inversiones privadas (nacionales e internacionales) y públicas. Ésta se basa en tres ejes fundamentales: 1) la creación de un entorno macroeconómico favorable; 2) la creación de las bases de competitividad local mediante la organización de “conglomerados o cluster de negocios” (el sector forestal es un de estos cluster); y 3) el fortalecimiento de las bases de generación de riqueza de los territorios a través de la formación de distritos de desarrollo.

Al nivel macroeconómico la estrategia se apoya en un acuerdo recientemente firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), con el propósito de aliviar estos grandes problemas y lograr la condonación de gran parte de la deuda externa bajo la iniciativa HIPC (Países Altamente Endeudados), la firma de este acuerdo refleja el compromiso del Gobierno de continuar con una política macroeconómica seria. El Gobierno se propone reducir el déficit fiscal de forma paulatina sin asfixiar el gasto de capital, aumentar la recaudación fiscal y reducir la deuda externa e interna.

El escenario fiscal de largo plazo proyectado por el Gobierno para el periodo 2002-2011 se plantea como principal objetivo alcanzar la sostenibilidad fiscal, entendida como sostenimiento de un déficit que puede ser financiado sin aumentar el stock de la deuda pública externa e interna ni poner en riesgo la estabilidad del país. El escenario fiscal proyecta que la deuda externa e interna comienza a disminuir a partir del año 2005 (cuando se alcanza el punto de sostenibilidad) y se sitúan en 45.0% y 25.0% del PIB respectivamente en el año 2011 (proyección del Balance del Sector Público No Financiero).

3.2.1 Principales tendencias

De acuerdo a los antecedentes y estimaciones del Banco Central las tendencias económicas las podemos resumir de la siguiente manera: i) una menor participación del sector agropecuario en el PIB, una mayor participación del sector de servicios y el sector industrial, estabilidad de precios, reducción de la deuda externa e interna, reducción del déficit fiscal y mayor eficiencia en las finanzas públicas, ii) se espera que el PIB alcance los 70,840 millones de córdobas de 1980 (7,084 millones de dólares), lo que para una población de 7.9 millones de habitantes en el año 2020 significará un PIB per cápita de US$ 88638.

3.3 Cambios políticos e institucionales

El marco Institucional actual del sector forestal está definido en la Ley Nº 290 de junio de 1998, “Ley de Organización, Competencia y Procedimientos del Poder Ejecutivo”, cuyo propósito es lograr un reordenamiento de la gestión estatal en todos los sectores, indicando las competencias de centralización administrativa, descentralización administrativa y la rectoría sectorial.

La rectoría del sector forestal corresponde al Ministerio Agropecuario y Forestal (MAGFOR), función que debe realizar en consulta con la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), en coordinación con los Ministerios del Ambiente y Recursos Naturales (MARENA) y el Ministerio de Fomento Industria y Comercio y dentro de este la Administración Forestal del Estado (ADFOREST). La ejecución de la política forestal le corresponde al Instituto Nacional Forestal (INAFOR), institución creada en esa misma Ley. Lo más relevante de estos cambios es que se pretende dar un enfoque más productivo y equilibrado del sector forestal, contrario a la visión ambientalista con que ha sido abordado.

Una de las grandes debilidades de esta reforma es que el INAFOR fue creado sin asignación presupuestaria, lo que le obliga a depender de los ingresos propios recaudados en concepto de servicios, cánones de aprovechamiento forestal, multas y subasta de la madera ilegal decomisada, lo que atenta contra la sostenibilidad de la institución, limita la capacidad de cumplir con su mandato y se constituye en un incentivo perverso para concentrarse en las labores de control y regulación y actividades de fomento y promoción. Pese a las grandes limitantes que ofrece dicha institución, esta ha dado grandes pasos en los procesos de descentralización y la creación de instrumentos modernos de la administración forestal como son: la regencia y la auditoria forestal. Un aspecto positivo de la nueva legislación forestal en discusión lo constituye la asignación de presupuesto público al INAFOR. Por otro lado, existe la visión dentro del Ministerio Agropecuario y Forestal de convertir al INAFOR en una institución sólida y fortalecida que logre liderar las acciones públicas en el sector forestal y cumplir con el mandato de Ley.

Pese a la reciente reforma del Poder ejecutivo, ésta no ha dado los resultados esperados y actualmente se gesta una nueva reforma que señala hacia un estado cada vez más pequeño cuya principal función es la de “facilitador”. Los principales factores que motivan estos cambios se resumen en: i) la necesidad de reducir el estado y el déficit del sector público; ii) la necesidad de modernizar y hacer más eficiente la gestión pública. Este panorama hace indicar que la reforma se orienta hacia la creación de una Superintendencia de Recursos Naturales, cuya principal función sea la de normar y regular el aprovechamiento de los recursos naturales, y de un Ministerio de la Producción, que agrupe las funciones del Ministerio Agropecuario y Forestal y del Ministerio de los Recursos Naturales y el Ambiente, y cuya principal función sea el fomento productivo.

Uno de los principales cambios a nivel Institucional lo constituyen los procesos de desconcentración y descentralización del manejo de los recursos naturales y forestales, hacia los territorios en donde tenga una mayor participación los gobiernos locales y la sociedad civil.

Al nivel político la democracia Nicaragüense con 13 años de instaurada es relativamente joven, y como consecuencia actualmente existe un ambiente político un poco inestable, con polarización política, y sin una independencia clara de los poderes del estado, lo cuál no genera un ambiente de negocios favorables. Sin embargo, el país se encuentra en un proceso paulatino de maduración política orientado hacia el fortalecimiento de la democracia, la gobernabilidad y el desarrollo de una mayor Institucionalidad pública con independencia de poderes que pueda generar confianza en la sociedad. Los factores que impulsan estos cambios son: i) el reconocimiento imperante de esta necesidad, y la exigencia de la sociedad civil, ii) la presión de cooperantes e instituciones financieras externas, iii) y la madurez de la clase política.

Otro cambio político relevante tanto para Nicaragua como para la región centroamericana es el avance en el proceso de integración centroamericana, ésta se basa en el Protocolo de Tegucigalpa, que crea el Sistema de Integración Centroamericana – SICA – el cuál fue suscrito por Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá el 22 de julio de 1992. El objetivo principal39 de este protocolo es “lograr la integración centroamericana, para constituirla como región de paz, libertad, democracia y desarrollo, conforme las necesidades de los países”. La integración económica centroamericana implica grandes cambios en las economías centroamericanas, sobre todo en el plano comercial, trasporte y tránsito, construcción e industria40. Los factores que motivan estos cambios políticos al nivel regional son: i) la necesidad de constituirse como bloque económico frente a otros bloques económicos; y ii) la voluntad política de los países centroamericanos en hacer realidad la integración económica centroamericana.

El Plan Puebla Panamá (PPP), también es otro cambio político serio que afecta la región, este plan nace en Junio del 2001, después de que la región había presentando su “Estrategia de Modernización y transformación de Centroamérica”. Este es un programa de largo plazo busca promover el desarrollo y combatir la pobreza, desde los estados del sureste de México hasta a Panamá a través de inversiones en infraestructura, en el área social y ambiental, así como la confrontación de un bloque comercial y de inversiones. El Plan Puebla Panamá está compuesto de ocho iniciativas mesoamericanas: Desarrollo Sustentable, Desarrollo Humano, Prevención y Mitigación de Desastres Naturales, Promoción del Turismo, Facilitación del Intercambio Comercial, Integración Vial, Interconexión Energética e Integración de Servicios de Telecomunicaciones41.

Dentro de la iniciativa de Desarrollo Sustentable existe una cartera de proyectos regionales vinculados con el sector forestal, entre éstos se puede mencionar: Reserva de la Biosfera Plátano y Bosawas (Honduras y Nicaragua), Costa Miskita (Honduras, Nicaragua), Costa Guanacaste (Nicaragua, Costa Rica).

Las principales tendencias las podemos enunciar de la siguiente manera: i) una reducción del estado y su forma de normar los recursos naturales, ii) un fortalecimiento de la democracia y del estado de derecho, iii) un mayor desarrollo de la institucionalidad y gestión de la cosa pública, iv) estabilidad política, v) descentralización en el manejo de los recursos forestales, vi) integración económica de Centroamérica y vii) desarrollo del Plan Puebla Panamá y sus diferentes componentes.

3.4 Cambios energéticos

3.4.1 Uso de fuentes energéticas

De acuerdo al Balance Energético Nacional42 las principales fuentes de energía dentro del consumo nacional, lo constituyen la leña con un 55%, los derivados de petróleo con el 34%, seguidos por la electricidad con el 7%, residuos vegetales 3% y el restante 1% con carbón vegetal. En síntesis, alrededor del 60% del consumo energético actualmente proviene de fuentes madereras (ver anexo 1, tabla 35).

Nota: KTEP : Kilotonelada equivalentes de petróleo.
1 TEP : 11.69 MWh
Fuente: Comisión Nacional de Energía. Balance Energético Nacional, año 2000 y 2001.

Los principales consumidores de leña se clasifican en: residencial o consumo doméstico urbano y rural, comercio (fábricas de ladrillos, cerámicas, panaderías, comiderias, etc) e industriales (ingenios y tabacaleras). A nivel de los diferentes sectores, el sector de mayor consumo energético lo constituye el sector residencial, el cual consume 1,208 Ktep, el 55% del consumo energético nacional, cabe destacar que dentro de este sector la leña constituye una fuente energética importante, ya que representa el 98.3% (1,135 Ktep) de la fuente energética. El otro sector que le sigue en importancia de consumo de leña es el sector industrial, que consume alrededor de 14.3 Ktep.

3.4.2 Fuentes madereras- leña

Sin lugar a dudas, la leña constituye una fuente energética de gran importancia para el sector residencial, el principal uso que tiene la leña es con fines de cocción de alimentos, especialmente en las zonas rurales.

En Nicaragua el 98% de los hogares rurales usa leña para cocinar, mientras que en los hogares pobres urbanos su uso alcanza el 87%. La utilización de este recurso tiene graves incidencias en la salud de las personas, ya que es utilizado en lugares sin ventilación, lo que aumenta las posibilidades de enfermedades respiratorias. Si bien es una tendencia tradicional que forma parte de la cultura de la mayoría de los nicaragüenses, la falta de alternativas ha llevado a que la situación no haya cambiado en las últimas décadas.

En el anexo 1, tabla 36 y 37 se muestra la utilización de leña como medio de energía a nivel nacional. Se observa que en áreas urbanas el departamento de Nueva Segovia cerca del 14% de las viviendas utiliza leña como medio de energía, este valor se incrementa si observamos en comportamiento al nivel rural, donde cerca del 48% de las viviendas del departamento de Nueva Segovia utiliza este recurso para subsistir, seguida por el departamento de Madriz con cerca del 27% y por la Región Autónoma Norte con el 19% aproximadamente. Cabe destacar que geográficamente estos departamentos están localizados en las zonas forestales, destacándose una relación directa en la deforestación de la zona y la utilización de leña como medio energético.

De acuerdo a FAO43 (ver acápite tendencia en el consumo de madera para leña) el consumo de leña se estima en alrededor de 5.6 millones de toneladas métricas anuales y se calcula que para el 2020 podría alcanzar los 6 millones de metros cúbicos anuales. Vale la pena mencionar que otros estudios sobre el tema concuerdan con los datos de FAO. Los estudios realizados por el INE44, estiman que el consumo actual de madera con fines energéticos actualmente es de alrededor de 5.4 millones de m3 anuales, así mismo sugiere que durante los próximos 20 años tenga un crecimiento promedio anual del 0.5% alcanzando alrededor de los 6 millones en el año 2020. Estas proyecciones sugieren que el mayor incremento en el consumo se produzca en la Región Central; por otro lado en el Pacífico y el Atlántico se espera que se mantenga bastante estable.

3.4.3 Electricidad

La electricidad solo representa aproximadamente un 7% de las fuentes energéticas utilizadas. La oferta eléctrica nacional para el año 2001 fue de 2,319.4 GWh, de los cuales apenas el 1.8% se generó a partir de biomasa, la geotermia 8.1%, la hidroeléctrica, mientras que un 81.9% provino de derivados petróleo, a la oferta nacional hay que agregar 17.3 GWh que provinieron de importaciones. El consumo eléctrico per cápita en el año 2001 fue de 298.6 KWh, cabe destacar que el consumo ha oscilado alrededor de los 300 KWh durante la última década (este es el menor consumo entre los países de Centroamérica). Actualmente Nicaragua cuenta con una capacidad efectiva de generación eléctrica de 499 MW, de los cuales 97.4 (19.5%) corresponden a plantas hidroeléctricas, 12 (2.5%) a plantas geotérmicas y 16 (3.2%) a plantas de cogeneración con biomasa, el resto a plantas de fuel oil, gas y diesel (62%).

El sub-sector eléctrico constituye una importante oportunidad que ofrece perspectivas para la producción de electricidad a partir de la biomasa, específicamente mediante la utilización de bagazo de caña y leña de eucalipto. Actualmente, existen varios proyectos de generación de electricidad a partir de la biomasa, entre estos podemos mencionar el proyecto Gemina que genera 1.5 MW a partir de la cascarilla de arroz, un proyecto en Ocotal (Nueva Segovia) que genera 5 MW a partir de residuos forestales, el proyecto Chureca de 3 MW a partir de residuos urbanos y el Ingenio San Antonio que genera 38 MW45.

De estos casos, las experiencias más relevantes lo constituyen la de los ingenios azucareros. Hasta el año 2000 existieron dos ingenios azucareros, el ingenio San Antonio (Planta de cogeneración) y el ingenio AGROINSA que entre ambos generaban 129 GWh, de lo que utilizaban principalmente para consumo propio (95.9 GWh) y el excedente lo comercializaban al Sistema Eléctrico Nacional, durante este año, ambas plantas lograron vender 33.1 GWh. Sin embargo, para el año 2001 el ingenio AGROINSA quebró y ahora solamente opera el ingenio San Antonio.

En Enero del año 2000 el ingenio San Antonio, firmó un contrato con el Instituto Nacional de Energía para suministrar hasta 30 MW, durante los próximos años. Como se mencionó anteriormente el ISA en estos momentos genera 38 MW de los cuales vende 15 MW a la red eléctrica nacional, sin embargo están preparando un proyecto para expandir la capacidad de generación con la instalación de un nuevo turbo generador de 20 MW que aprovechará el vapor excedente, logrando vender a la red el excedente de 23.5 MW, lo que significa un incremento en la venta de energía de un 77%. Un aspecto interesante de este proyecto es que no sólo persigue el objetivo económico de aumentar la generación, también persigue objetivos ambientales como es la reducción de emisiones de carbono. El proyecto se encuentra ligado a la Oficina Nacional de Desarrollo Limpio (ONDL), a través de la cuál han logrado la venta de las emisiones reducidas.

Debido a los largos períodos de maduración que requieren los proyectos del sector eléctrico, la mayoría de países han definido sus respectivos planes de expansión para los próximos años, tomando en consideración el crecimiento de la demanda eléctrica, los precios de los combustibles el nivel de desarrollo del Tratado Marco del Mercado Eléctrico de América Central46 y el desarrollo del Sistema de Interconexión de los Países de América Central (SIEPAC).

La Comisión Nacional de Energía47 ha preparado diferentes escenarios para la expansión de la oferta eléctrica, en los cuales se consideran la utilización de derivados del petróleo y gas natural en plantas térmicas, así como el de fuentes renovables como la energía geotérmica, hidroeléctrica, eólica y finalmente la biomasa. Cabe destacar, que todos los escenarios planteados la participación de la energía renovable cobra un mayor auge, tan solo para los próximo cinco años se prevé expandir la oferta nacional en 127.5 MW, de los cuales 106 MW provendrán de energía geotérmica y 23.5 MW a partir de la biomasa, para el siguiente quinquenio se piensa aumentar la oferta en otros 103 MW, provenientes de plantas hidroeléctrica.

Fuente: Comisión Nacional de Energía. Plan Indicativo del Sector Eléctrico.

3.4.4 Principales tendencias

De acuerdo a la Comisión Nacional de Energía durante los últimos 10 años, la intensidad energética48 se ha mantenido en 0.08 Tep /103 (uno de los más bajos de Centroamérica), y el consumo energético per cápita en 0.40 Tep/Hab49. Cabe destacar que los patrones de consumo energético por los diferentes sectores se han mantenido de forma similar durante los últimos 10 años, y se espera continúen sin grandes variaciones durante los próximos 10 a 15 años. De continuar esta tendencia para las siguientes décadas, y tomando como base estos datos podríamos estimar en función del PIB calculado para el año 2020 que la demanda energética se aproxime a las 4,000 Ktep.

Sin embargo, en cuanto a las fuentes de energía se esperan cambios dentro de la composición de las fuentes, entre estos cambios se pueden mencionar una mayor participación de la energía eléctrica, una reducción paulatina de la participación de la leña como fuente energética y un aumento de la eficiencia energética (actualmente la CNE está trabajando en una política de eficiencia energética que tiene como objetivo formar recursos humanos para ejecutar programas de eficiencia energética, crear condiciones para el desarrollo de un mercado de servicios energéticos, establecer un marco legal que permita el uso de tecnologías eficientes y la normalización de equipos eléctricos).

Los factores que impulsan esta tendencia son: i) una política y proyectos que promueven un uso más eficiente de la leña, ii) el desarrollo y ejecución de programas de electrificación rural; iii) la modernización, el cambio en los hábitos de consumo y el progreso de los centros urbanos rurales lo que implica una sustitución de la fuente energética para la cocción de alimentos50; y iv) la escasez de la leña en lugares aledaños a los centros de consumo.

Las principales tendencias identificadas son las siguientes: 1) un alza en el largo plazo de los precios del petróleo; 2) gran crecimiento en la demanda eléctrica, según la Comisión Nacional de Energía la demanda de energía eléctrica pasará de 400 MW del año 2001 a 1,000 MW para el año 202051; 3) aprovechamiento del gran potencial de biomasa en Nicaragua (ver anexo 2, figura 18 y 19); y 5) un mayor uso de las fuentes de energía renovable aprovechando la oportunidad del mercado de reducción de emisiones de carbono y las perspectivas de ejecutar inversiones con un retorno en estos proyectos; 5) se prevé una sustitución de de madera por los otros tipos de energía; 6) incremento en el consumo de leña pasará de un consumo anual promedio de 4.3 millones de metros cúbicos anuales, en el 2001 a consumo anual promedio alrededor de 6 millones de m3 para el año 2020.

3.5 Desarrollo de infraestructura y comunicaciones

La posición geográfica de Nicaragua permite el acceso a dos océanos y además se encuentra cercano a Estados Unidos y México. Esto exige un desarrollo de la red de transporte terrestre, marítimo y aéreo, que permita la circulación de mercadería y disminuya los costos de transporte de productos nacionales hacia el exterior. Sin embargo la falta de inversión, el mantenimiento insuficiente de la infraestructura física durante la década de los ochenta, el deterioro producido por la guerra y los desastres naturales hicieron de la infraestructura Nicaragüense una de las más deficientes de América Latina.

A partir de la década de los noventa se han realizado una serie de inversiones en pro de mejorar la infraestructura de caminos y puentes, sin embargo es necesaria una mayor inversión en carreteras, caminos secundarios, generación eléctrica, puertos y telecomunicaciones. Estas deficiencias se hacen sentir con mayor urgencia en el sector rural, y se traducen en mayores costos administrativos, de producción, y de comercialización. De acuerdo al Ministerio de Infraestructura y Transporte, en el país existe un alto número de caminos sin pavimentar, lo que dificulta el acceso a zonas pobladas, agudizándose en temporadas de lluvia. Las carreteras pavimentadas se concentran en las zonas del Pacífico y Centro del país, donde además se concentran las actividades productivas de mayor incidencia, como cafetales y el sector agrícola.

Una de las mayores limitaciones que existe en la infraestructura de caminos es la inaccesibilidad que existe hacia algunos sectores del Atlántico, llegando en algunos casos a conectarse sólo por avioneta o a caballo por senderos. Esto genera graves problemas hacia la población ya que se ven imposibilitados de acceder hacia otras ciudades o pueblos. Actualmente se está trabajando en la rehabilitación y mejoramiento de la infraestructura productiva en las fincas, con la finalidad de apoyar las actividades de comercialización y transformación, las cuales están siendo ejecutados por Instituto de Desarrollo Rural y financiados por el BID y la Unión Europea y, Finlandia.

Se espera en el corto y mediano plazo el mejoramiento sustancial de la infraestructura, principalmente en materia de carreteras y caminos. En las acciones que se nombran en el documento de la Estrategia Reforzada de Crecimiento Económico y Reducción de la Pobreza, está en desarrollar un sistema de carreteras Inter.-departamentales, Inter-regionales e Inter-modales las cuales unirán grandes centros de producción, el comercio interno y externo que unirán puertos, aeropuertos y países vecinos. Además de la implementación del plan piloto de adoquines, rehabilitando y mejorando la infraestructura rural y caminos rurales secundarios.

Se estima una inversión de cerca de 50 millones de dólares para el próximo año en el mejoramiento de carreteras y caminos rurales. De los cuales se destinan 1.29 millones de dólares a la construcción de 70 kilómetros de nuevas carreteras y caminos. 38.4 millones serán destinados a la rehabilitación de más de mil kilómetros. 7.38 millones al mantenimiento de cerca de 500 kilómetros. A la reparación de cerca de 500 Kilómetros de caminos por un monto de 0.56 millones de dólares. Y más de 1.800 kilómetro de mantenimiento de carreteras. Actualmente se han invertido más de 10 millones de dólares en la reparación, construcción, rehabilitación y mantenimiento de más de 1,200 kilómetros de caminos y carreteras.

Con respecto a las comunicaciones, se están implementando e implementarán programas para la electrificación rural, además de los programas para la evaluación dendroenergética, ejecutadas por CNE y financiadas por CODUSE, BM, BID, la Agencia brasileña de Cooperación, y la Empresa Nicaraguense de Electricidad. En la actualidad se está trabajando en la operación de un fondo de desarrollo para la telecomunicación rural, donde se impulsa la ampliación de la cobertura de la red telefónica celular y la instalación de sistemas solares de generación eléctrica para el almacenamiento en frío y mercadeo de productos.

Las principales tendencias en el área de la infraestructura se generan en i) el desarrollo de un sistema de carreteras Inter.-departamentales, Inter-regionales e Inter-modales (con una inversión estimada en cerca de 50 millones de dólares para los próximos años; ii) en lo que respecta al programa de puertos y aeropuertos se contempla la construcción de un puerto de aguas profundas en Monkey Point, el mejoramiento de Puerto Cabezas, la ampliación del aeropuerto internacional las Mercedes, Bluefields y Puerto Cabezas, éstos para convertirlos en aeropuertos internacionales, iii) en el área de las comunicaciones, se impulsará la ampliación de la red telefónica celular y los programas de ampliación de la capacidad energética del país. Además de la instalación de sistemas solares de generación eléctrica para el almacenamiento en frío y mercadeo de productos.

3.6 Tratados de libre comercio

Nicaragua ha iniciado un proceso de apertura comercial similar al que se esta llevando en la región centroamericana, en algunas de estas negociaciones Nicaragua ha participado de forma bilateral con algunos países, mientras que con otros países como Estados Unidos y Canadá se ha negociado como bloque centroamericano52. Nicaragua ha negociado y firmado Tratados de Libre Comercio con México, Republica Dominicana y Chile, en proceso de negociación se encuentran los tratados con Panamá, Estados Unidos (CAFTA) y Canadá53. El tratado con Chile se firmó en el mes de abril del 2003. El tratado con Panamá esta en proceso de negociación, sobre el cuál se están llevando a cabo una serie de rondas en las cuales se está estudiando cada una de las partidas arancelarias, faltan varias rondas para terminar de analizar todos los capítulos.

Otro tema relevante en comercio exterior en el cuál se encuentra involucrado Nicaragua, como se mencionó anteriormente es el proceso de integración económica centroamericana y dentro de este el desarrollo del Mercomún (Mercado Común Centroamericano), en términos comerciales esto significa para el comercio intraregional: 1) una normativa comercial centroamericana, 2) una política arancelaria común, 3) una administración aduanera común, 3) una legislación sobre valoración aduanera común, y finalmente 4) la unión aduanera.

El Mercomún persigue como objetivo constituir un espacio aduanero común con las siguientes características: libre movilidad de bienes sin excepciones, libre comercio de servicios, arancel común externo, administración aduanera común, mecanismos de recaudación, administración y distribución de los ingresos tributarios, política comercial externa común y normativas comerciales uniformes. Como resultado se espera un mayor crecimiento del comercio intraregional, mayor agilización del transito de personas y mercancías, reducción de costos y tiempo de transacción. Se espera que el proceso de Unificación Arancelaria se encuentre concluido en diciembre del 2003 y entre en vigencia a partir de Enero del 2004.

Por otro lado, Nicaragua también se encuentra inserta en la negociación del Area de Libre Comercio de la Américas (ALCA), el cuál pretende crear una zona de libre comercio desde Alaska hasta la patagonia y pretende involucrar a 34 países. El ALCA se presenta como una oportunidad de ingresar al mercado más grande del mundo (EEUU), esta se espera entre en vigencia a partir del año 2006.

El ALCA constituye un gran desafío para Nicaragua al igual que para los demás países latinoamericanos y caribeño, pero también puede representar una oportunidad no solo para acceder a los grandes mercados si nó también para constituirse en un elemento que promueva la unidad de la región en función de las grandes transformaciones que se avecinan.

Cabe destacar que la mayoría de tratados comerciales que Nicaragua ha negociado y esta negociando, buscan como favorecer la producción agroexportadora Nicaragüense. Pese a que los principales socios comerciales de Nicaragua para productos forestales lo constituyen Centroamérica, Estados Unidos, Cuba y República Dominicana, países con los cuales Nicaragua se encuentra en negociaciones o ha firmado tratados, a los productos forestales no se les ha dado un énfasis adecuado, estas más bien se han concentrado en los temas agropecuarios e industriales.

Se considera que la apertura comercial puede favorecer las exportaciones de madera de Nicaragua. Sin embargo, se considera como productos sensibles dentro de las negociaciones a la madera contrachapada y los muebles ya que Nicaragua cuenta con una única industria de contrachapados (plywood) con un buen nivel de competitividad y un conjunto de pequeñas industrias de muebles de baja competitividad. Sin embargo, esto no quiere decir que en un futuro los productos de segunda transformación no entren en negociación.

Podríamos mencionar dentro de las razones, por las cuales no se le ha dado énfasis a los productos forestales, las siguientes: i) los países con que Nicaragua ha entrado en negociación no son grandes productores forestales, ii) las exportaciones forestales de Nicaragua no son significativas (16 millones de dólares EE.UU en el 2001) y constituyen mayoritariamente productos de bajo valor agregado, iii) la madera es un producto sensible en las negociaciones, iv) el mercado interno de productos forestales no es muy atractivo (5 millones de dólares EE.UU en el 2001).

En síntesis se pueden vislumbrar las siguientes tendencias: i) Nicaragua continúe con las negociaciones de los TLC con Panamá, Estados Unidos y Canada, ii) concluya el proceso de Unión Aduanera Centroamericana y se inserte dentro del ALCA, iii) firma de otros posibles tratados o relaciones comerciales que se pueden fortalecer es con el MERCOSUR, la Unión Europea y China. Los factores que impulsan estos cambios en Nicaragua son: i) la inevitable necesidad de ser parte integral de un bloque comercial, ii) la alta dependencia del mercado exterior, y iii) el proceso de integración Centroamericana.

3.7 Conclusiones de las fuerzas impulsoras que afectan al sector forestal

En el análisis de las fuerzas impulsoras encontramos elementos favorables y desfavorables para el sector forestal. Entre los elementos favorables podemos mencionar: i)estabilidad macroeconómica; ii) crecimiento del PIB per cápita (aunque aún no suficiente para salir de la pobreza); iii) cambios institucionales orientados a fortalecer la institucionalidad forestal, reducir el tamaño del estado y propiciar una mayor participación de la sociedad civil en la gestión forestal; iv) estabilidad política; v) y avances en el proceso de integración centroamericana y el mercado común lo que favorecerá el comercio intraregional en Centroamérica; vi) incremento del peso de participación de la electricidad en las fuentes de energía lo que ofrece un enorme potencial para la generación de electricidad a partir de biomasa; vii) un uso más eficiente de la leña; viii) mejora en la infraestructura de carreteras, puertos y comunicaciones lo que abaratará los costos de transacción y mejorará el acceso al recurso forestal; ix) y la firma de tratados de libre comercio con Estados Unidos y otros países que pueden representar grandes oportunidades para Nicaragua.

Dentro de los aspectos desfavorables podemos mencionar: i) un crecimiento sostenido de la población que para el año 2020 alcanzará los 8 millones de habitantes; ii) el incremento de la densidad poblacional especialmente en las zonas rurales boscosas; iii) la persistencia de la pobreza; iv) una tendencia de cambio de uso del suelo; iv) pérdida boscosa de manera directa e indirecta producto del desarrollo de infraestructura vial.

26 Informe del Estado Ambiental en Nicaragua, 2001. MARENA\
27 Estimaciones de INEC.
28 Informe General. Encuesta Nacional sobre medición del Nivel de Vida, 2001. INEC
29 Estado de la Población Mundial. Población, Medio Ambiente y pobreza, FNUAP 2001
30 Estado de la Población Mundial. Población, Medio Ambiente y Pobreza. FNUAP 2001.
31 Banco Central de Nicaragua, Indicadores Económicos. Diciembre 2002.
32 Informe General, encuesta Nacional Sobre Medición del Nivel de Vida, 2001. INEC
33 Informe General, encuesta Nacional Sobre Medición del Nivel de Vida, 2001. INEC
34 Estado de la Población Mundial. Población, Medio Ambiente y Pobreza. FNUAP.2001
35 Informe País del Fondo de Población de las naciones Unidas, 2001
36 Informe General Encuesta Nacional sobre Medición del Nivel de Vida, 2001. INEC
37 Gobierno de Nicaragua. Estrategia Nacional de Desarrollo (Borrador para discusión). Diciembre, 2002
38 Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales. MARENA. Escenarios Socioeconómicos de Nicaragua para el siglo XXI.
39 SIECA. Estado de Situación de la Integración Económica Centroamericana hasta marzo del 2003.
40 SIECA. Tratado General de Integración Económica Centroamericana.
41 Plan Puebla Panamá.
42 Comisión Nacional de Energía. Balance Energético Nacional, 2000. Managua, Nicaragua.
43 FAO. Tendencias y proyecciones de producción y consumo de productos forestales en América Latina
44 Las estimaciones de consumo han sido realizadas en base a la estructura de suministro y demanda de leña.
45 Serafin Filomeno. Comisión Nacional de Energía (CNE). Potencial de biomasa para la generación de energía eléctrica. Marzo, 2003.
46 Este tratado ha sido firmado por los seis países de América Central y entró en vigencia legal a partir de diciembre de 1998. El tratado norma el futuro Mercado Eléctrico Regional mediante principios y disposiciones.
47 Comisión Nacional de Energía. Plan Indicativo del Sector Eléctrico. Septiembre, 2001.
48 Intensidad Energética se refiera a la cantidad de energía consumida en la obtención de una unidad de PIB expresado en valores constantes, un valor bajo significa una mayor eficiencia energética. El Consumo Per cápita se refiera a la cantidad de energía utilizada entre el número de habitantes.\
49 Indicadores económicos – energéticos. Balance Energético Nacional 1999.
50 En Nicaragua las cocinas en las residenciales modernas utilizan gas propano.
51 La proyección de la demanda eléctrica ha sido estimada por la CNE utilizando un modelo econométrico sectorial que relaciona el consumo eléctrico con variables económicas, demográficas y propias del sector, y en base a estudios de la demanda eléctrica nacional.
52 SIECA. Estado de situación de la Integración Económica Centroamericana hasta marzo 2003.
53 Departamento de comercio. MAGFOR. Informe de las negociaciones comerciales, 2002.

Previous PageTop Of PageNext Page