Previous PageTable Of ContentsNext Page

Sumario Ejecutivo

Bolivia tiene una economía considerada una de las más pobres de Latinoamérica, con uno de los más bajos índices de crecimiento de la región, gracias a un pobre aprovechamiento de sus recursos naturales, un país rico en recursos petrolíferos, mineros y forestales, hasta la fecha no ha podido desarrollar una economía fuerte.

En el caso de sus recursos forestales, al igual que otros sectores, ha sido una economía exportadora de materia prima. Sin embargo, desde 1996, con la aprobación de la nueva Ley Forestal, el Régimen Forestal de la Nación establece aspectos de sostenibilidad al introducir cambios de fondo en el manejo de los bosques tropicales.

En el presente cerca de ocho millones de hectáreas se encuentran bajo manejo forestal, de los cuales cerca de un millón de hectáreas cuentan con certificación forestal bajo los criterios del FSC, Adicionalmente, cerca de tres millones de hectáreas se encuentran en proceso de incorporación al modelo como áreas bajo extracción de castaña.

La industria maderera ha ampliado en los últimos años la exportación de productos con valor agregado en más del 20% alcanzando valores sobre los 100 millones de dólares EE.UU. exportados anualmente. La industria se está preparando para competir en los mercados internacionales con líneas productos derivados de la utilización de especies madereras poco conocidas, abriendo así la participación en la cadena productiva a varios actores en la escala productiva, donde la certificación se ha convertido en un instrumento para abrir mercados.

La industria exportadora actualmente obtiene la materia prima de los diferentes oferentes como ser comunidades de origen, asociaciones sociales del lugar, pequeños propietarios y de las concesiones forestales, todos ellos con bosques bajo manejo, determinando así mejores ingresos económicos para todos los estamentos sociales que aprovechan y viven de los recursos forestales.

Para los próximos años se proyecta una expansión paulatina de la industria y un mayor acceso a los mercados internacionales, acompañados por el fortalecimiento del Régimen Forestal de la Nación. Se prevé duplicar el área bajo manejo forestal a más de quince millones de hectáreas a mediano plazo.

El objetivo es superar los trescientos millones de dólares EE.UU. de exportaciones por año en la próxima década de productos maderables y no maderables de los bosques tropicales en forma sostenida y creciente. De lograrse esta meta se mejorará el empleo existente de sesenta mil personas y se crearan noventa mil nuevos empleos directos, además de ciento setenta mil nuevos empleos indirectos.

Sin embargo, si no se dan las garantías legales, si no se fomenta la modernización de la industria, si no se mejora la infraestructura vial y si no se dan los incentivos necesarios, el sector forestal se va tornar corto plazo. Retornará nuevamente a la exportación de madera simplemente aserrada y a la deforestación de los bosques.

La estrategia para el desarrollo del sector forestal parte de la combinación de los esfuerzos público-privados, donde las autoridades del gobierno deben velar por la seguridad jurídica y la estabilidad política para el logro de nuevas inversiones privadas y especialmente por las prefecturas y los municipios regionales.

La meta a alcanzar solo será posible si la producción forestal se orienta hacia el cambio tecnológico, la mejora de la productividad y competitividad en toda la cadena productiva de la madera, la misma que requiere de la formación de técnicos forestales madereros , economistas y comercializadores de forma que puedan aportar efectivamente a los procesos productivos con el apoyo de investigadores en el manejo de los recursos forestales que incluya equipos para la transferencia de tecnología y la formación de mano de obra calificada.

Previous PageTop Of PageNext Page