Ecuador tiene 25 de las 32 Zonas de Vida según la clasificación y formaciones vegetales de Holdrige, sus ecosistemas van desde los glaciares volcánicos hasta bosques húmedos tropicales, más de 16 mil especies agrupadas en 273 familias de plantas vasculares, 1200 especies de helechos y 3251 de orquídeas, además de 369 especies de mamíferos, 1616 de aves 394 de reptiles y 415 de anfibios.
Toda esta riqueza natural tan diversa permite catalogarlo como un país “megadiverso”, sin embargo es un paraíso en extinción, cuya agonía lenta y silenciosa es una amenaza dramática para la supervivencia de sus pobladores por la degradación ambiental.
Los datos de la deforestación de los bosques nativos en especial los tropicales son alarmantes, esta acción depredadora antropogénica muestra que es urgente la preservación y manejo sustentable de los recursos forestales y naturales bajo un enfoque social, técnico, económico y ambiental; sin embargo no se puede pasar por alto que esto no solo atañe a Ecuador sino al resto del mundo, por los altos niveles de contaminación al planeta tierra, que cada país genera en varios niveles.
El presente documento es sujeto de ser perfectible y fué desarrollado con una concepción que va más allá de las definiciones tradicionales, se mira como un concepto de trabajo humano, historia y de esperanza humana. Es un análisis basado en experiencias locales y propias del consultor, de la tecnología y de la información encontrada y disponible, así como también de estimaciones que se realizaron ante la falta de información disponible consistente.
Los comentarios y la información aquí contenida se basan en información primaria y secundaria obtenida de varios actores sociales involucrados en la actividad forestal del país. Las lecciones aprendidas son muchas, al igual que las preguntas y respuestas, pero no cabe duda que la nueva visión que se empieza a sentir en la población, respecto a los recursos forestales y naturales del país debe consolidarse, esto impondrá en el corto plazo una responsabilidad común de país, entonces el reto esta ahí.
Según los resultados del estudio, al año 2020 el sector forestal evidenciará un ligero crecimiento, se continuará produciendo los productos forestales maderables tradicionales, derivados de los procesos primarios de la madera que provendrá de las plantaciones, se ejercerá una menor presión a los bosques nativos, gracias al plan nacional de reforestación y a la aplicación de la normativa del aprovechamiento sustentable de la madera vigente, la industria del papel y cartón tendrá un mejor espacio en la industria de la madera, como consecuencia del plan nacional de reforestación previsto, sin embargo se requerirá consolidarlo todavía.
Los productos con valor agregado necesitarán consolidarse aún más, la industria de transformación secundaria y los servicios, necesitarán un mayor desarrollo tecnológico e investigación en plantaciones, derivados y mercados.
Los productos forestales no maderables tendrán una mayor importancia en la economía de las familias campesinas del país, gracias a su mejor desarrollo e impulso de Instituciones públicas y/o privadas, sobre todo en plantas medicinales, hongos comestibles, aceites, fibras y resinas, a esa fecha es de esperarse una mayor y mejor investigación en la silvicultura y otras ciencias afines.
La provisión de productos de consumo alimenticio, provenientes del bosque para las familias campesinas, ocupará importancia en los planes y programas de seguridad alimentaria y su vinculación con la Agroforestería social.
Con una mejor concientización ambiental de la sociedad ecuatoriana, se espera que los servicios del bosque sean tomados más en cuenta, de manera especial el desarrollo del ecoturismo, protección de la biodiversidad, si se logra consolidar el plan nacional de reforestación y no se afecta el bosque nativo, otras funciones no productivas del bosque no tendrán importancia en el país.
La formulación de herramientas para financiar el manejo sostenible del bosque y/o áreas forestales del país son incipientes, además no existe un mercado formal de bienes y servicios, en consecuencia es de esperarse que para el año 2020 esto sea posible.
El nivel tecnológico en los procesos primarios y secundarios de la madera tendrá poco desarrollo, esto permitirá un mayor acceso a fuentes de trabajo directas e indirectas, esto unido al número de hectáreas plantadas y en producción previsto en el plan nacional de reforestación.
Las inversiones en el sector forestal mejoran y se logra establecer mejores incentivos al sector, a través de tasas de interés preferenciales y además las negociaciones con los países con los que Ecuador tiene acuerdos de integración comercial y económica se están consolidando.