|
Las costas marinas venezolanas tienen una extensión de 2.830 kilómetros y una plataforma continental de 90.000 kilómetros cuadrados. A partir de la creación del nuevo régimen jurídico del mar la jurisdicción nacional se amplió hasta 200 millas, lo que determina una extensa zona económica exclusiva de unos 640.000 kilómetros cuadrados. Esta situación representa para Venezuela una oportunidad sin precedentes de expandir y desarrollar la actividad pesquera, con aprovechamiento integral de los recursos marinos.
Venezuela, como país ribereño del Atlántico Centro Occidental, tiene una ubicación favorable desde el punto de vista pesquero, como consecuencia de la corriente ecuatorial del norte y de fenómenos de surgencia localizados a lo largo de sus costas, que inducen a una alta productividad en sus diversos ecosistemas y a la presencia de una variedad de especies de peces, crustáceos y moluscos. Estos constituyen soporte de importantes pesquerías y otras actividades conexas, como la acuicultura y la industria del procesamiento, que han llevado al país a ocupar una importante posición entre los productores latinoamericanos con una producción pesquera cercana a las 450.000 toneladas por año.
La pesca en Venezuela ha venido registrando un progresivo crecimiento y hoy
día constituye un renglón de importancia en la economía
agrícola nacional, siendo su aporte del 5%. El 50% de las divisas que
ingresan al país por concepto de exportación agrícola corresponden
al sector pesquero; lo cual se estima en más de 182 millones de dólares
americanos.
Entre las pesquerías desarrolladas en el país, una de las más
importantes es la pesca industrial de arrastre camaronero por las implicaciones
de carácter económico y social, a pesar de ser una pesquería
controversial por su impacto sobre el medio ambiente marino, en particular sobre
la ictiofauna y otros organismos marinos.
En Venezuela, la pesca industrial de arrastre camaronera se realiza en forma extensiva a lo largo de toda la costa, mediante esta actividad se capturan una gran cantidad de especies de peces, moluscos y crustáceos de importancia comercial, los cuales se desembarcan en los distintos puertos pesqueros del país (Marcano, 1990; Giménez, 1993; Novoa, et al. 1998). Durante esta actividad también se capturan de manera incidental una gran cantidad de peces y otros organismos marinos (conocida como fauna de acompañamiento del camarón ó FAC), que luego son devueltos al mar por consideraciones de orden económico. Igualmente se capturan cierta cantidad de tortugas, para las cuales se han tomado ya las medidas pertinentes para evitar su captura (Marcano, 1998; Marcano, et al. 1998).
En el presente trabajo se describen características de las pesquerías de arrastre artesanales e industriales de Venezuela, considerando especialmente el componente de la fauna descartada.
La pesca de arrastre comienza exploratoriamente en Venezuela a finales de la década de los cuarenta (1948) pero su desarrollo comercial se inicia a partir de la década de los cincuenta, con operaciones realizadas en el Golfo de Venezuela, mediante embarcaciones conocidas como tipo italiano o mediterráneo. Estas embarcaciones operaban desde Punto Fijo y Maracaibo, después de haber realizado pesca exploratoria a lo largo de la costa nacional para identificar las áreas de mayor abundancia de camarones, moluscos cefalópodos y peces (Giménez, et al. 1993). El uso de estas embarcaciones duró aproximadamente 10 años y a partir de 1963 se inicia un proceso de reemplazo de las embarcaciones tipo mediterráneo por las embarcaciones tipo florida o americano. La existencia de otras áreas de abundante recurso camaronero y peces de alto valor comercial, de fácil acceso y facilidades de servicios influyeron determinantemente para que esta pesquería se desarrollara en otras zonas del país. De esta manera la pesca de arrastre en la zona central, con base en Puerto Cabello y que desarrolla actividades en el área de Golfo Triste, se inicia en 1950, con dos embarcaciones (Salaya, et al. 1980). La pesca de arrastre en la región oriental, se inicia en 1960, desde el puerto base de Guanta (estado Anzoátegui), desarrollando actividades en la Plataforma de Unare. Posteriormente se incorporan más unidades de arrastre. Algunas de las embarcaciones se trasladan hacia Cumaná en 1967, tomando como puerto base a esta ciudad, para iniciar actividades en áreas de pesca situadas alrededor de la isla de Margarita. Finalmente, la pesca de arrastre en el Margen Atlántico de la Guayana se inicia en 1968, con embarcaciones dotadas con permisos especiales, tomando como puerto base de operaciones a la ciudad de Güiria. (Novoa, et al. 1980; Marcano, et al. 1995).
Desde el punto de vista pesquero y para efectos administrativos, las costas marítimas del país han sido divididas en tres zonas: occidental, central y oriental, tomando como base para la división los límites políticos de los estados costaneros (Fig. 1). En consecuencia, esta división no se basa en elementos de tipo ecológico o ambiental, aunque cada una de ellas presentan ciertas particularidades de carácter ecológico y ambientales (fondo, fauna, profundidad, surgencias, corrientes, pluviometría, salinidad, temperatura, etc.) que las diferencia notablemente entre sí.
La zona occidental se extiende desde Punta Castilletes en el estado Zulia, hasta Punta de Chichiriviche en el estado Falcón, contemplando las costas de estos dos estados, donde destaca el Golfo de Venezuela como principal área de pesca. Esta zona tiene un área aproximada de 15.300 kilómetros cuadrados (Racca & Griffiths, 1972). Actualmente el único puerto base en la zona es el de Punto Fijo. Su profundidad esta comprendida entre 5 y 120 brazas. Los fondos de esta zona son casi exclusivamente fangosos y fango-arenosos, encontrándose áreas de arena mezclada con arena fangosa (sur de la Península de la Guajira y sur de Paraguaná); fondo rocoso (suroeste de Castilletes y Archipiélago de los Monjes) y fondos arenosos (norte de la Guajira). Los recursos de la zona están representados en su mayoría por cinco familias y grupos de especies, dentro de los cuales destacan: Penaeidae (camarón blanco y camarón marrón), Sciaenidae (curvinas, curvinatas y roncador); Haemulidae (corocoros); Lutjanidae (pargos); Loliginidae (calamares); Octopodidae (pulpo); Sphyraenidae (picúas); Carangidae (chicharra, lamparosa); Priacanthidae (catalana) Sparidae (cachicatos); Monacanthidae (cachúas) (Ginés, et al. 1982; Anónimo, 1990; Novoa, et al. 1993).
La zona Central se extiende desde Chichiriviche hasta Cabo Codera, estado Miranda y comprende las costas de los estados Carabobo, Aragua y Miranda. La principal área de pesca la constituye Golfo Triste y áreas adyacentes. Tiene una superficie aproximada de 26.000 kilómetros cuadrados y su único puerto base es Puerto Cabello (Salaya, et al. 1980). Los fondos son predominantemente fangosos y areno-fangosos, exceptuando la estrecha plataforma continental de afloramiento rocoso. Los fondos arrastrables en la zona se ubican entre las 2 y 90 brazas de profundidad. Los recursos más importantes están representados por las siguientes familias: Lutjanidae (pargos, cunaros y panchito); Haemulidae (corocoros); Sciaenidae (curvinas, merluzas, curvinatas, roncador); Carangidae (cataco, lamparosa); Loliginidae (calamares); Octopodidae (pulpo); Carcharhinidae y Triakidae (tiburones y cazones); Penaeidae (camarones).
La zona Oriental se extiende desde Cabo Codera hasta el río Esequibo, comprendiendo las costas de los estados Miranda, Anzoátegui, Sucre, Nueva Esparta, Monagas y Delta Amacuro. La zona está comprendida por dos subzonas: la nororiental, que va desde Cabo Codera hasta Punta Paria (Caribe Oriental de Venezuela) y la que va desde Punta Paria hasta la desembocadura del río Esequibo (Margen Atlántico de Venezuela).
En la primera, existen dos grandes áreas de pesca: el área entre Cabo Codera y Morro de Barcelona y la que se ubica alrededor de la Isla de Margarita y Costa norte del estado Sucre. En la primera, los fondos arrastrables se ubican entre las isóbatas de 2 y 25 brazas de profundidad y están enmarcados en una estrecha franja que corre a lo largo de la costa. Sólo, al norte y al este de las Isletas de Píritu la plataforma es un poco más amplia y las 25 brazas se alcanzan dentro de una distancia de aproximadamente 10 millas de la costa. Los fondos de esta área son, en general, completamente fangosos hasta las 10 brazas de profundidad, fangoso-arenoso entre las 10-20 brazas y arenosos a profundidades mayores de 20 brazas (Novoa, et al., 1980; Mendoza, et al. 1993a y b). Los recursos más abundantes en el área son los pertenecientes a la familia Penaeidae (camarones, camarón tití); Sciaenidae (roncador, tonquicha, curvinas); Ophidiidae (perla); Carangidae (lamparosa); Loliginidae (calamares), Octopodidae (pulpo); Centropomidae (robalo); Serranidae (meros, cunas); Gerridae (caitipa, mojarras); Sphyraenidae (picúas); Priachantidae (catalana); Trachuridae (tahali).
En las áreas alrededor de la Isla de Margarita y norte de Sucre, la
pesca se realiza al norte y este de la Isla de Margarita y al norte del estado
Sucre. Los fondos son predominantemente arenosos y alrededor de la Isla de Margarita
los fondos contienen alto porcentaje de restos de conchas y de coral. Entre
la Isla de Margarita y el Archipiélago de Los Testigos los fondos son
relativamente someros, oscilando
entre 5 y 30 brazas, aproximadamente. Hacia el norte, las profundidades son mayores. La isóbata de las 20 brazas se encuentra dentro de las 10 millas en relación con la línea de costa. Después de esta isóbata se extiende una franja de 10 a 20 millas, en donde las profundidades oscilan entre 20 y 75 brazas. Frente a las costas al norte del estado Sucre se ha verificado la existencia de fondos duros y rocosos, alternando con fondos suaves. Los fondos más promisorios, en cuanto a recursos, son los ubicados frente a la ciudad de Carúpano y a ambos extremos de esta ciudad. Hacia el extremo oriental del estado Sucre, frente a la península de Paria, la plataforma continental es bastante estrecha, encontrándose profundidades superiores las 60 brazas (Novoa, et al. 1980). Los recursos más importantes del área son: Penaeidae (camarones); Octopodidae (pulpo); Loliginidae (calamares); Haemulidae (corocoros); Priacanthidae (catalana); Carangidae (cataco, lamparosa); Pectinidae (concha vieira); Sciaenidae (roncador, tonquicha); Lutjanidae (panchito, pargos); Triakidae (cazones); Dasyatidae (rayas); Bothidae (lenguados); Serranidae (meros, cunas, etc.).
El Margen Atlántico de Venezuela. Esta subzona
se extiende desde Boca de Dragón, en el extremo oriental de la Península
de Paria, hasta la desembocadura del río Esequibo en el sur, abarcando
una superficie de 71.000 kilómetros cuadrados. Esta zona se encuentra
beneficiada por la influencia de aguas ricas en materia orgánica procedentes
de los ríos Amazonas, Esequibo, Orinoco, entre otros. Este material es
transportado por la corriente de Guayana originando una zona de alta productividad.
Dentro de esta subzona se distinguen dos áreas: el Golfo de Paria y el
Margen Atlántico de la Guayana venezolana.
El Golfo de Paria. Es un cuerpo de agua que representa
el último remanente marino de la cuenca Oriental del mar Caribe con una
superficie de 9.700 kilómetros cuadrados, encerrada entre las costas
de Venezuela (Península de Paria ) y la costa occidental de Trinidad.
Queda bajo la influencia casi única de las aguas del río Orinoco.
Sus aguas son turbias, de baja salinidad, y su profundidad es siempre menor
de 30 metros, presentando un área amplia de profundidad muy baja (menos
de 3 metros). Los fondos son generalmente fangoso y fango-arenoso. Recibe agua
de los caños que se abren en él y de la Boca de Serpiente, y envía
luego estas aguas al norte por la Boca de Dragón (Ginés, 1972).
El Margen Atlántico de la Guayana. Esta zona
tiene una extensión de aproximadamente 618 kilómetros de costa,
que comprende desde Punta Bombeador (Caño Macareo) hasta la desemboca-dura
del río Esequibo, con una superficie total de 600.000 kilómetros
cuadrados. Recibe directamente las aguas del río Orinoco. Los fondos
son fangosos en su totalidad. Frente al Orinoco, la plataforma y el talud del
Delta frontal están cubiertos por una franja de fango hasta una distancia
de 80 kilómetros de la costa. Los recursos pesqueros más importantes
de esta subzona son: Penaeidae (camarones y camarón tití); Sciaenidae
(curvinata, roncador, curvinas); Scombridae (carites); Carangidae (jurel, lamparosa,
pámpanos); Lutjanidae (pargos); Serranidae (meros, cunas) (Anon, 1990;
Marcano et al. 1994).
Actualmente, la mayoría de las unidades de arrastre que operan son del tipo Florida. Estas unidades hacen uso de dos redes simultáneamente, una por cada costado. De las 351 embarcaciones de arrastre permisadas que operan en el país, 8 son del tipo ramperas. Estas embarcaciones operan las redes por la popa y se dedican exclusivamente a la captura de peces. Esta flota presenta una gran variabilidad y heterogeneidad en cuanto a las características estructurales y el poder de pesca. La flota arrastrera nacional se encuentra distribuida de la siguiente manera: 159 en la zona occidental, 5 en la zona central y 187 en la zona Oriental.
En los últimos diez (10) años no se han incorporado nuevos avances tecnológicos en la flota arrastrera nacional. A pesar de la incorporación, en los últimos cinco años, de embarcaciones ramperas de gran tamaño y elevado poder de pesca, acondicionadas para pescar en aguas profundas, la flota arrastrera tradicional no ha incorporado nuevas tecnologías de captura (Marcano, 1990).
PUERTO BASE |
1985 |
1986 |
1987 |
1988 |
1989 |
1990 |
1991 |
1992 |
1993 |
1994 |
1995 |
1996 |
1997 |
Cumaná |
64 |
78 |
70 |
95 |
125 |
123 |
124 |
108 |
101 |
93 |
96 |
94 |
92 |
Guiria |
34 |
20 |
34 |
36 |
35 |
50 |
58 |
69 |
68 |
55 |
51 |
49 |
49 |
Guanta |
25 |
28 |
33 |
39 |
51 |
51 |
50 |
47 |
47 |
47 |
50 |
44 |
46 |
Total Reión oriental |
123 |
126 |
137 |
170 |
211 |
224 |
232 |
224 |
216 |
195 |
197 |
187 |
187 |
Carabobo |
5 |
4 |
4 |
3 |
3 |
3 |
5 |
5 |
5 |
5 |
5 |
5 |
5 |
Total Región central |
5 |
4 |
4 |
3 |
3 |
3 |
5 |
5 |
5 |
5 |
5 |
5 |
5 |
Falcón |
144 |
153 |
176 |
166 |
219 |
219 |
212 |
186 |
184 |
173 |
171 |
153 |
159 |
Total Región occidental |
144 |
153 |
176 |
166 |
219 |
219 |
212 |
186 |
184 |
173 |
171 |
153 |
159 |
Flota Total |
272 |
283 |
317 |
339 |
433 |
446 |
449 |
415 |
405 |
373 |
373 |
345 |
351 |
El crecimiento continuo de la flota arrastrera ha ocurrido de manera anárquica, sin un plan concebido de desarrollo basado en la situación de los recursos o en la productividad de las áreas de pesca que tradicionalmente explotan. Este crecimiento se debió principalmente a la bonanza económica experimentada por el país durante las décadas de los 70 y 80 y a los atractivos precios del camarón en los mercados internacionales, ocasionando una sobrecapitalización de la flota. Debido a ello, la flota creció significativamente entre los años 1960 y 1984, al pasar de 23 a 240 unidades en ese período (incremento del 943%; Giménez, 1993). Durante el período 1985-1991 la flota mantuvo su crecimiento, aunque a un ritmo interanual menor, incrementándose en un 87%, al pasar de 240 a 449 unidades en 1991, año en que se logra el mayor tamaño de la flota (Tabla 2). Desde entonces la flota se redujo progresivamente hasta llegar a 351 unidades en 1997. Desde el inicio de la pesca de arrastre hasta 1989, la flota de la zona occidental (base en Falcón) fue la más importante en cuanto a tamaño. A partir de 1990 es reemplazada por la flota de la zona oriental, que alcanzó su mayor desarrollo en 1991, con 224 unidades.
En relación con la distribución por zona y puerto base, se aprecia en la Tabla 2 que a partir de 1988 la flota de la zona oriental fue la de mayor desarrollo al incorporarse un total de 62 unidades entre 1988 y 1991 (37 %). De esta flota, ha sido la de Cumaná la de mayor crecimiento al incorporarse un total de 29 unidades entre 1998 y 1991. Así mismo, la flota con base en Güiria (estado Sucre) también experimentó un notable crecimiento incrementándose en un 245%, al pasar de 20 en 1986 a 69 unidades en 1992. Por último, la flota de la zona Central ha sido la menos importante del país, ya que se ha mantenido estabilizada alrededor de 5 embarcaciones en los últimos seis años.
ESLORA (m) |
1996 |
1997 |
1998 |
5,1 - 10 |
2 |
2 |
2 |
10,1 - 15 |
8 |
7 |
7 |
15,1 - 20 |
59 |
58 |
55 |
20,1 - 25 |
217 |
201 |
192 |
25,1 - 30 |
86 |
88 |
90 |
30,1 - 35 |
4 |
6 |
7 |
35,1 - 40 |
0 |
0 |
0 |
40,1 - 45 |
1 |
1 |
0 |
POTENCIA (HP) |
|||
1.0 – 200 |
2 |
2 |
2 |
201 – 400 |
32 |
29 |
25 |
401 – 600 |
218 |
203 |
196 |
601 – 800 |
42 |
42 |
41 |
801 – 1000 |
75 |
78 |
81 |
1001 – 1200 |
6 |
6 |
6 |
1201 – 1400 |
1 |
1 |
1 |
1401 – 1600 |
1 |
2 |
1 |
T.R.B. (t) |
|||
0,1 – 50 |
10 |
9 |
8 |
50,1 – 100 |
60 |
57 |
56 |
100,1 - 150 |
176 |
163 |
166 |
150,1 - 200 |
104 |
114 |
107 |
200,1 - 250 |
21 |
15 |
13 |
250,1 - 300 |
4 |
3 |
2 |
300,1 - 350 |
1 |
1 |
1 |
350,1 - 400 |
0 |
0 |
0 |
400,1 - 450 |
0 |
0 |
|
450,1 - 500 |
0 |
0 |
|
500,1 - 550 |
0 |
0 |
|
550,1 - 600 |
1 |
1 |
|
TOTAL |
377 |
363 |
353 |
Actualmente la mayor parte de la pesca de arrastre (80%) es efectuada mediante embarcaciones de acero, las cuales se caracterizan por la gran heterogeneidad de sus características estructurales y su poder de pesca.
En cuanto a las características estructurales, se puede apreciar en la Tabla 1 que las unidades tienen un tamaño comprendido entre 15 y 34 metros de eslora, ubicándose la mayoría (54%) en la clase comprendida entre los 20-25 metros. En cuanto a la potencia de motor, se pueden encontrar embarcaciones entre 120 y 1600 HP, siendo la clase más importante la comprendida entre los 400-600 HP y entre los 800-1.000, en las cuales se ubican el 56 y 23%, respectivamente, del total de la flota. Por último, el Tonelaje de Registro Bruto (TRB) de la flota varia entre 50 y 300 toneladas, ubicándose la mayoría de las unidades en las clases 100-150 y 151-200, con el 47 y 30% respectivamente.En la presente sección se presenta un análisis de los desembarques de la flota de arrastre de Venezuela, su evolución y tendencia en el tiempo. Dicho análisis se realiza por zona de pesca y grupos de camarones, moluscos y peces.
Desde el inicio de la pesquería (1956) hasta 1991 la tendencia observada en los desembarques totales fue hacia el aumento, cuando pasan de 4.000 a 42.443 toneladas, representando un incremento del 961 %. El volumen reportado representó, además, el 12% del total pesquero nacional. A partir de ese año y hasta 1993 los desembarques experimentaron un notable descenso, ubicándose alrededor de las 30.000 toneladas (una disminución del 29%). Después de una recuperación en 1994, cuando alcanzaron 38.000 toneladas métricas, los desembarques durante los siguientes años se caracterizan por una continua disminución, hasta 1997 cuando se desembarcan 26.000 toneladas (Tabla 3). La evolución de los desembarques totales, así como sus variaciones interanuales, están íntimamente asociadas a los cambios en tamaño experimentado por la flota nacional y a los niveles de esfuerzo desarrollados por la misma.
Al analizar la evolución de los desembarques por grupo de especies, se destaca en los tres últimos años que el camarón aportó entre el 16 y 21%, los moluscos entre el 9 y 12%, y los peces entre el 70 y 78% del total desembarcado por la flota a escala nacional (Tabla 3). Los desembarques de camarones a escala nacional fueron incrementándose hasta 1971, cuando se desembarcaron alrededor de 11.000 toneladas, cifra máxima lograda en la historia de la pesquería. A partir de ese año las cifras de desembarcos oscilaron hasta llegar alrededor de las 3.600 toneladas en 1997, la cifra más baja reportada en los últimos 25 años. La tendencia observada en la evolución de los desembarques de los moluscos (calamares, pulpo y conchas) es la de un continuo incremento hasta 1989, año en que se logran los mayores reportes, con unas 5.000 toneladas. Desde ese año hasta 1991, la tendencia fue hacia la de una disminución leve, ya que entre 1992 y 1995 la reducción fue más acentuada. En 1997 se observa una fuerte recuperación, en relación con los dos años anteriores. El grupo de los peces ha mostrado una tendencia similar de incremento interanual, desde el inicio de la pesquería hasta 1991 cuando se reportaron más de 32.000 toneladas. Sin embargo, durante la evolución de la pesquería se pueden observar marcadas fluctuaciones interanuales (Fig. 2).
El grupo de los camarones comprende distintas especies, pertenecientes en su mayoría a la familia Penaeidae. Comercialmente se clasifican en tres grupos: camarón marrón, blanco y tití. En la Tabla 4 se aprecia que durante la historia de la pesquería, ha sido la zona Occidental la mayor productora de camarones, específicamente el golfo de Venezuela (a excepción de los años 1991 y 1992), cuyo aporte a los desembarques nacionales oscila alrededor del 60 %, seguida en orden de importancia por la oriental y la central.
La evolución de los desembarques muestra que entre 1956 y 1989 se observaron pocas fluctuaciones, a excepción del golfo de Venezuela donde hubo un incremento elevado entre 1956 y 1970, para luego disminuir marcadamente hasta 2.000 toneladas métricas en 1983. A partir de ese año las fluctuaciones interanuales fueron menos acentuadas, estabilizándose, con excepción de algunos años, alrededor de las 3.000 toneladas. Estas fluctuaciones obedecen fundamentalmente a migraciones e intercambios de embarcaciones entre la zona occidental y oriental.
AÑO |
CAMARON |
MOLUSCOS |
PECES |
TOTAL |
56 |
641 |
3364 |
4005 | |
900 |
3835 |
4735 | ||
58 |
998 |
3990 |
4988 | |
1403 |
4695 |
6098 | ||
60 |
765 |
3058 |
3823 | |
1298 |
3693 |
4991 | ||
62 |
2037 |
4330 |
6367 | |
2225 |
5458 |
7683 | ||
64 |
1868 |
5318 |
7186 | |
4135 |
5263 |
9398 | ||
66 |
2471 |
6354 |
8825 | |
4708 |
5992 |
10700 | ||
68 |
3189 |
5668 |
8857 | |
3069 |
5457 |
8526 | ||
70 |
8137 |
148 |
4822 |
13107 |
10972 |
1158 |
6778 |
18908 | |
72 |
8655 |
2949 |
11418 |
23022 |
7671 |
2290 |
11321 |
21282 | |
74 |
7887 |
3531 |
16382 |
27800 |
7035 |
2618 |
16149 |
25802 | |
76 |
8069 |
1889 |
14092 |
24050 |
7370 |
2082 |
17664 |
27116 | |
78 |
5363 |
1960 |
14334 |
21657 |
4132 |
914 |
13260 |
18306 | |
80 |
4719 |
1757 |
12849 |
19325 |
4314 |
908 |
13795 |
19017 | |
82 |
5003 |
1740 |
15320 |
22063 |
3893 |
3071 |
14310 |
21274 | |
84 |
4276 |
3610 |
18676 |
26562 |
5217 |
2431 |
24735 |
32383 | |
86 |
4577 |
3258 |
21005 |
28840 |
3716 |
3498 |
24901 |
32115 | |
88 |
3841 |
5246 |
17582 |
26669 |
7163 |
4886 |
27088 |
39137 | |
90 |
6649 |
3594 |
26779 |
37022 |
5826 |
4466 |
32151 |
42443 | |
92 |
4156 |
1957 |
23739 |
29852 |
5214 |
3007 |
23052 |
31273 | |
94 |
4392 |
3079 |
31330 |
38801 |
4900 |
1929 |
23451 |
30280 | |
96 |
4504 |
1824 |
14657 |
20985 |
3665 |
3231 |
19352 |
26248 |
Los moluscos, grupo integrado por calamares, pulpo y conchas, se capturan principalmente
en las zonas oriental y occidental del país. La evolución histórica
de los desembarques de este grupo se presenta con incrementos altamente significativos
entre 1970 y 1989, al pasar de 118 a 4.886 toneladas métricas, representando
un incremento del 4.041% durante el período. A partir de ese año
los niveles de desembarques disminuyeron considerablemente con marcadas fluctuaciones
interanuales a escala nacional, situándose actualmente alrededor de 3.000
toneladas métricas. La zona oriental aporta más del 75% de la
producción nacional (Tabla 5).
REGION | ||||
AÑO |
ORIENTAL |
CENTRAL |
OCCIDENTAL |
TOTAL |
1956 |
641 |
641 | ||
1957 |
900 |
900 | ||
1958 |
998 |
998 | ||
1959 |
1403 |
1403 | ||
1960 |
765 |
765 | ||
1961 |
1298 |
1298 | ||
1962 |
2037 |
2037 | ||
1963 |
2225 |
2225 | ||
1964 |
1868 |
1868 | ||
1965 |
4135 |
4135 | ||
1966 |
2471 |
2471 | ||
1967 |
4708 |
4708 | ||
1968 |
3189 |
3189 | ||
1969 |
3069 |
3069 | ||
1970 |
385 |
7752 |
8137 | |
1971 |
1100 |
9872 |
10972 | |
1972 |
1021 |
7634 |
8655 | |
1973 |
3154 |
71 |
4446 |
7671 |
1971 |
1943 |
86 |
5855 |
7884 |
1975 |
2406 |
128 |
4501 |
7035 |
1976 |
2434 |
128 |
5507 |
8069 |
1977 |
2785 |
135 |
4450 |
7370 |
1978 |
1542 |
145 |
3676 |
5363 |
1979 |
1578 |
144 |
2410 |
4132 |
1980 |
1760 |
126 |
2833 |
4719 |
1981 |
1670 |
100 |
2544 |
4314 |
1982 |
2176 |
76 |
5751 |
8003 |
1983 |
1721 |
106 |
2066 |
3893 |
1984 |
1781 |
147 |
2348 |
4276 |
1985 |
1860 |
90 |
3267 |
5217 |
1986 |
1024 |
75 |
3478 |
4577 |
1987 |
1442 |
93 |
2181 |
3716 |
1988 |
1298 |
103 |
2440 |
3841 |
1989 |
1880 |
4546 |
6426 | |
1990 |
2354 |
185 |
4001 |
6540 |
1991 |
2804 |
232 |
2790 |
5826 |
1992 |
2458 |
209 |
1489 |
4156 |
1993 |
2399 |
172 |
2644 |
5215 |
1994 |
1646 |
139 |
2608 |
4393 |
1995 |
1797 |
153 |
2950 |
4900 |
1996 |
1405 |
31 |
3068 |
4504 |
1997 |
1083 |
48 |
2534 |
3665 |
Los peces reportados por la flota de arrastre están integrados por una serie de especies comerciales conocidas vulgarmente como: corocoros, catalana, curvinatas, curvina, roncador, lamparosa, cherechere, perla, cazones, picúas, pargo guanapo tahalí, pámpano, chicharra, panchito, lenguados, entre otros. Estas especies no necesariamente están presentes en todas las zonas, de manera que algunas son especies indicadoras de áreas por ser de hábitat específicos (Novoa, et al. 1982 y 93; Mendoza, et al. 1994; Marcano et al. 1998; Salaya et al. 1980).
REGION |
||||
AÑO |
ORIENTAL |
CENTRAL |
OCCIDENTAL |
TOTAL |
1970 |
118 |
118 | ||
1971 |
633 |
525 |
1158 | |
1972 |
2114 |
885 |
2999 | |
1973 |
750 |
1540 |
2290 | |
1971 |
1277 |
2254 |
3531 | |
1975 |
1831 |
787 |
2618 | |
1976 |
1333 |
556 |
1889 | |
1977 |
1226 |
856 |
2082 | |
1978 |
1734 |
226 |
1960 | |
1979 |
719 |
195 |
914 | |
1980 |
699 |
436 |
1135 | |
1981 |
474 |
474 | ||
1982 |
976 |
976 | ||
1983 |
1634 |
1634 | ||
1984 |
1911 |
1911 | ||
1985 |
1278 |
1278 | ||
1986 |
1721 |
1721 | ||
1987 |
1883 |
1883 | ||
1988 |
2759 |
2759 | ||
1989 |
4886 |
4886 | ||
1990 |
2817 |
777 |
3594 | |
1991 |
3386 |
1080 |
4466 | |
1992 |
1726 |
232 |
1958 | |
1993 |
1993 |
1014 |
3007 | |
1994 |
2222 |
857 |
3079 | |
1995 |
1497 |
432 |
1929 | |
1996 |
1576 |
248 |
1824 | |
1997 |
2396 |
2 |
833 |
3231 |
Desde el inicio de la pesquería hasta 1988, se destaca la zona occidental como la mayor productora de pescado a escala nacional, llegando a reportar hasta 17.000 toneladas métricas (1987), seguida de la oriental. A partir de 1989 (a excepción de 1990 y 1994), la zona oriental pasó a ser la más importante en cuanto a volúmenes de peces desembarcados. La tendencia en los desembarques totales ha sido de un crecimiento continuo desde el principio de la década de los 70 hasta 1991, aunque con ciertas fluctuaciones interanuales debido a un incremento en los desembarques de las zonas más importantes. A partir de 1992, los desembarques experimentaron fuertes descensos interanuales, ubicándose actualmente alrededor de las 20.000 toneladas métricas (Tabla 6).
Uno de los esfuerzos más significativos realizados en el país en relación con la pesca de arrastre, fue el desarrollado por un equipo de investigadores designado por la máxima autoridad de pesca. El mismo consistió en realizar un análisis del estado actual de las pesquerías de arrastre en cada una de las zonas y áreas de pesca. Mediante la aplicación de modelos de producción y dinámicos se pudieron evaluar las pesquerías, estimándose el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS) y el Esfuerzo Optimo (Eop) por área de pesca. Los resultados de estos análisis sirvieron de base para establecer un nuevo plan de ordenación de las pesquerías, mediante la asignación y control del esfuerzo de pesca en cada área por parte de Comités Locales de Seguimiento (CLOSE) constituidos en cada zona (Novoa y MarcanoREGION | ||||
AÑO |
ORIENTAL |
CENTRAL |
OCCIDENTAL |
TOTAL |
1956 |
3364 |
3364 | ||
1957 |
3835 |
3835 | ||
1958 |
3990 |
3990 | ||
1959 |
4695 |
4695 | ||
1960 |
3058 |
3058 | ||
1961 |
3693 |
3693 | ||
1962 |
4330 |
4330 | ||
1963 |
5458 |
5458 | ||
1964 |
5318 |
5318 | ||
1965 |
5263 |
5263 | ||
1966 |
6154 |
6154 | ||
1967 |
5992 |
5992 | ||
1968 |
5668 |
5668 | ||
1969 |
5457 |
5457 | ||
1970 |
2001 |
2821 |
4822 | |
1971 |
3224 |
3554 |
6778 | |
1972 |
5819 |
5599 |
11418 | |
1973 |
6853 |
216 |
4207 |
11276 |
1971 |
7802 |
399 |
8181 |
16382 |
1975 |
9059 |
500 |
6590 |
16149 |
1976 |
8128 |
739 |
5225 |
14092 |
1977 |
10073 |
1146 |
6445 |
17664 |
1978 |
9106 |
1085 |
4143 |
14334 |
1979 |
7124 |
227 |
5909 |
13260 |
1980 |
5924 |
219 |
6436 |
12579 |
1981 |
7317 |
272 |
6206 |
13795 |
1982 |
8943 |
170 |
6207 |
15320 |
1983 |
6175 |
203 |
7932 |
14310 |
1984 |
8243 |
237 |
10196 |
18676 |
1985 |
9711 |
145 |
14879 |
24735 |
1986 |
6193 |
119 |
14693 |
21005 |
1987 |
7962 |
148 |
16791 |
24901 |
1988 |
7139 |
168 |
10275 |
17582 |
1989 |
14327 |
12761 |
27088 | |
1990 |
13152 |
315 |
13312 |
26779 |
1991 |
18038 |
453 |
13661 |
32152 |
1992 |
14145 |
348 |
9246 |
23739 |
1993 |
14103 |
211 |
8738 |
23052 |
1994 |
11027 |
241 |
20062 |
31330 |
1995 |
13633 |
264 |
9554 |
23451 |
1996 |
7359 |
76 |
7222 |
14657 |
1997 |
10679 |
189 |
8484 |
19352 |
1996). Este plan se inició en 1996 y en los tres años de ejecución los resultados obtenidos han sido muy satisfactorios. El control más preciso de esta actividad ha conducido a la reducción en un 14% del esfuerzo de pesca a escala nacional en los tres años de ejecución que tiene el programa, mientras que por zona la reducción fue de 16, 9 y 15% para la zona oriental, central y occidental, respectivamente.
Desde el inicio de la pesquería de arrastre, la flota con base en Punto Fijo (región occidental) ha operado principalmente en áreas del golfo de Venezuela y ha estado integrada, en su mayoría, por embarcaciones que funcionan mediante el sistema de pesca tipo florida.
La pesquería de arrastre en esta región es la más antigua del país y se ha mantenido como la de mayor importancia, de acuerdo a los volúmenes de captura de peces y de camarones que representan más del 50% de las descargas de la flota nacional.
Desde el mismo inicio de la pesquería en la región occidental (1956) el numero de unidades que ha integrado esta flota ha fluctuado marcadamente, debido a que muchas embarcaciones han migrado hacia otras regiones de pesca donde se han establecido de manera definitiva, tomando como puerto de operaciones las ciudades de Cumana, Puerto la Cruz y Güiria, en la región oriental. No obstante que en entre 1989 y 1991 esta flota alcanzó su mayor expansión al contar con más de 430 unidades, en los últimos cinco años el numero de unidades se ha reducido considerablemente, estabilizándose alrededor de 350 embarcaciones (Tabla 2).
El esfuerzo de pesca (expresado en días de ausencia del puerto) desarrollado en el área del Golfo de Venezuela ha sido el de mayor magnitud generado por la flota, llegando a representar más del 60% del esfuerzo a escala nacional. Al igual que el numero de unidades que integra la flota, el esfuerzo ha variado considerablemente, destacándose el período 1989-1991 como el de mayor actividad de la pesquería cuando superó los 40.000 días de ausencia. A partir de 1992 la tendencia ha sido a disminuir, estabilizándose alrededor de los 25.000 días. (Tabla 7).
Esta flota se ha caracterizado por ser bastante homogénea. En la actualidad la mayoría de las embarcaciones tienen un tamaño comprendido entre los 20-29 metros de eslora y entre 400 y 850 HP de motor principal. A partir de 1994 se han incorporado a la flota unidades que superan los 30 metros de eslora, con motores que superan los 1.000 HP de potencia (Tabla 1). Estas últimas, por lo general, se dedican a la captura de peces en la zona de la Guayana venezolana.
La historia evolutiva de esta flota, indica que en el inicio de la pesquería (1970) estuvo integrada por 14 unidades (Tabla 2). En 1974 llegó a contar con 95 embarcaciones como resultado de la migración de unidades desde el occidente del país, debido a los bajos rendimientos de camarones en el golfo de Venezuela. A partir de 1975, entró en un período de disminución hasta llegar a 52 unidades en 1980. En 1981 comienza su proceso de recuperación, incrementándose en 219% entre ese año y 1991, cuando alcanza su máxima expansión con 169 unidades. A partir de 1992, la tendencia fue a disminuir, estabilizándose alrededor de 100 embarcaciones en los últimos cuatro años, con excepción de 1994. Para 1997 y 1998 se observa un incremento en el número de unidades que operó en la zona, al pasar de 101 en 1996 a 116 y 136 unidades en 1997 y 1998 respectivamente, representando un incremento superior al 30 %. Dicho incremento obedece al traslado de embarcaciones con puerto base en Güiria, para desarrollar actividades de manera definitiva en áreas de Margarita y norte de Sucre.
Las áreas de pesca localizadas alrededor de la isla de Margarita y norte del estado Sucre se han caracterizado por ser, desde el mismo inicio de la pesca de arrastre en la región nororiental, las de mayor actividad y mayor atracción de la flota con base en Cumaná. El esfuerzo de pesca generado en ellas ha sido el mayor de las tres zonas de pesca de la región (Tabla 8).
Hasta 1989, el esfuerzo de pesca en la zona se había incrementado considerablemente al desarrollarse en ese año un nivel de esfuerzo equivalente a 22.538 días de ausencia, el mayor en toda la historia de la pesquería. A partir de 1990, la actividad experimentó un descenso, situándose alrededor de los 10.000 días en los años más recientes. En los dos últimos años, la flota experimentó un incremento de su actividad en la zona, manteniendo su esfuerzo alrededor de los 12.500 días de ausencia de puerto. Estos niveles de esfuerzo son superiores a los generados el 1994 y 1995. Ello obedece, principalmente, a las alzas en los precios del combustible, cuyo incremento fue del 900 %, al pasar de Bs. 5,00 a 48,00 por litro. Esto obligó a que las embarcaciones de mayor edad y las menos eficientes de Cumaná que operaban regularmente en la zona de las Guayanas, decidieran no seguir operando en ella, tomando como zona de pesca a las áreas situadas alrededor de Margarita y norte de Sucre.
Desde el inicio de la actividad pesquera en el Margen Atlántico de las Guayanas, la flota de barcos arrastreros que allí opera ha estado integrada por embarcaciones con puerto base en Cumaná y Güiria. A partir de 1990, se incorporaron a la zona 12 unidades con puerto base en Punta Meta, estado Anzoátegui, cuyos desembarques fueron realizados en el Puerto Internacional de Güiria y/o en su puerto de origen (Marcano et al., 1998).
Las características estructurales de la flota han mantenido las proporciones observadas en 1991, manteniéndose entre 21 y 30 metros de eslora, donde se ubican más del 80% de las unidades. La potencia del motor principal de la mayoría (85%) de las embarcaciones se encuentran entre 401 y 850 HP.
La historia evolutiva de la flota, se ha caracterizado por marcadas fluctuaciones en relación al número de unidades que la han integrado, detectándose tres períodos bien definidos. Entre ellos se destaca el comprendido entre 1988 y 1993, cuando la flota experimentó su mayor desarrollo, al incrementarse de 75 a 141 unidades en 1993 (Tabla 2). A partir de 1994, la flota disminuye hasta llegar a 66 unidades en 1996, niveles similares a los observados entre 1978 y 1986, para luego experimentar un ascenso en 1997, cuando en la zona operaron 96 unidades de pesca. Actualmente el tamaño de la flota es de 87 unidades de pesca. El descenso observado en 1994 y 1995 fue motivado a que unidades con puerto base en Güiria cambiaron de puerto y de zona de operación. Mientras que el descenso de 1996, se debió a una reducción de hasta el 60% (de 68 a 28) en el número de unidades con puerto base en Cumaná, que operaron en la zona en 1995, y al cese total de actividades de las embarcaciones con puerto base en Punta Meta. Para 1997, nuevas unidades de Cumaná y Punta Meta reiniciaron actividades en la zona. El comportamiento de la flota para ese año fue en respuesta al incremento del 960% en el costo del combustible y lubricantes, a partir de marzo de 1996, que dejó fuera de la zona a las unidades más viejas, pequeñas y poco eficientes en el uso del mismo, a pesar del subsidio de un 33% otorgado a la actividad pesquera industrial (Marcano, et al., 1998a).
La historia evolutiva del esfuerzo de pesca, expresado en días de ausencia de puerto, desarrollado en la zona ha sido muy heterogénea, caracterizado por los marcados cambios interanuales experimentados por la actividad pesquera en la región (Tabla 9). Al igual que en la flota, se aprecia en el esfuerzo períodos evolutivos bien definidos, caracterizados por la incorporación y retiro de unidades de pesca a la actividad pesquera de la región. Destacándose, así mismo, el período comprendido entre 1988 y 1993 como el de máxima actividad en la zona. Se generaron en el mismo, niveles de esfuerzo superiores a los 12.000 días de ausencia. A partir de 1994 el esfuerzo de pesca experimentó un notable descenso, al disminuir hasta 6.952 días en 1997. Para 1998 el esfuerzo alcanzó 8.669 días. La mayor disminución en 1997 fue por parte de las unidades procedentes de Cumaná, las cuales redujeron su actividad en la zona en un 35%, en relación con 1995, mientras que las unidades con base en Punta Meta cesaron por completo su actividad en la zona hasta 1996, reanudándola en 1997. Las razones que explican el comportamiento del esfuerzo en la zona son similares a las que explicaron el comportamiento de la flota
De las tres flotas de arrastre que operan en la región oriental, la ubicada en los puertos de Guanta y Punta Meta, que opera principalmente en la plataforma de Unare, ha sido la de menor desarrollo durante su historia evolutiva, a pesar de ser la primera que se estableció en la región. Al igual que las otras flotas, sus características estructurales no han variado significativamente en los diez últimos años.
En 1970 esta flota contaba con 10 unidades tipo florida. A partir de ese año experimentó un fuerte crecimiento hasta 1976 cuando llegó a estar conformada por 59 unidades en 1972, cifra máxima alcanzada por la flota. Entre 1977 y 1986 el tamaño de la flota decreció manteniéndose estabilizada alrededor de 24 unidades de pesca. Entre 1989 y 1990 experimenta un crecimiento, similar a los observados en los primeros cinco años, cuando se observan 51 unidades. Actualmente existen 30 embarcaciones en operación.
En la evolución del esfuerzo de pesca se pueden diferenciar tres períodos bien definidos en la zona (Tabla 10). El primero comprendido entre 1970 y 1978, cuando las fluctuaciones interanuales fueron bien marcadas, oscilando entre 1.380 y 5.239 días de ausencia de puerto. Fue máximo en 1973, cuando la flota alcanza su mayor tamaño. El segundo período es considerado el de mayor expansión de la flota, ya que la tendencia apreciada fue hacia un crecimiento rápido y se extiende desde 1979 hasta 1989. Se lograron en ese período los mayores índices de esfuerzo, al desarrollar la flota más de 7.000 días de pesca. Un tercer período, entre 1990 y 1997, caracterizado por un decrecimiento del esfuerzo en la zona de pesca. A pesar de que los índices de esfuerzo en 1995 y 1996 fueron los más bajos del período en 1998, se aprecia una ligera recuperación de la actividad de pesca en la zona.
En la Tabla 7 se presentan los desembarques anuales totales, y clasificados por rubros, explotados en áreas del Golfo de Venezuela durante el período 1980-1998. Se debe destacar la importancia de esta flota por su aporte a la producción nacional de arrastre que representan cerca del 60% del total nacional.
Los desembarques totales, reportados desde esta región durante el período en cuestión, han fluctuado marcadamente al variar entre las 7.000 y 18.000 toneladas métricas, con evidentes cambios interanuales. En 1982 se reportaron lo desembarques más bajos del período de estudio, con menos de 8.000 toneladas métricas, mientras que en 1993 se reportaron los máximos desembarques provenientes del Golfo. Sin embargo, la tendencia observada en los últimos cinco años es hacia la disminución, estabilizándose alrededor de las 11.000 toneladas métricas.
El análisis de los desembarques indica que los mismos están conformados por más de 60 especies o grupos de especies de peces, crustáceos y moluscos. Sin embargo, diez (10) de ellas representan más del 70% de los desembarques reportados. Los desembarques totales han sido clasificados en rubros, de acuerdo a la importancia de los mismos; los más importantes para esta pesquería son los camarones cuyo aporte ha sido en promedio del 19% en los últimos cuatro años; los moluscos (pulpo, calamar y concha) aportan el 3% y por último los peces que aportan en promedio el 78% de los desembarques totales. Los camarones están conformados por cinco especies pertenecientes a la familia Penaeidae: Farfantepenaeus brasiliensis (rosado con manchas), F. notialis (rosado), F. Subtilis (tres especies que conforman lo que se conoce comercialmente como complejo marrón); F. schmitti (blanco) y Xyphopenaeus. kroyerii (tití). De estas especies, la más importante es F. subtilis, cuyo aporte a las capturas totales del rubro es superior al 50 %.
- Camarones
Los desembarques de este rubro han variado durante el período de estudio entre 1.600 y 3.250 toneladas métricas, siendo máximos en 1990 y mínimos en 1998. Como en toda pesquería de camarones, las fluctuaciones anuales de los desembarques son, en algunos casos, bastantes marcadas, como consecuencia de cambios ambientales y procesos ecológicos ocurridos en la región que inciden en los procesos de reclutamiento de los camarones, y motivado también a la intensidad del esfuerzo de pesca artesanal de camarones que se desarrolla en áreas del lago de Maracaibo, donde los mismos cumplen ciertas fases de su ciclo vital.
- Moluscos
Los moluscos están representados por los calamares (Loligo pealei y L. plei), el pulpo (Octopus vulgaris) y la concha vieira (Amusium papiraceum). Constituyen un rubro de alta importancia comercial, pero su aporte a los desembarques totales ha venido disminuyendo considerablemente. En este rubro, los calamares siempre han sido el grupo de mayor importancia, representando más del 80% de los desembarques totales. Sin embargo, en los dos últimos años el pulpo ha incrementado su participación en los mismos. Por último, la concha vieira, la especie que menos aporta al rubro, ha reducido su participación considerablemente en los años más recientes.- Peces
.
Los desembarques de peces reportados por la flota de arrastre que opera en esta
región están conformados por más de 40 especies de interés
comercial. Sin embargo, ocho de ellas son consideradas las de mayor importancia.
Las mismas aportan más del 60 %, del 78% que representan los peces en
los desembarques totales. Las especies de peces más importantes que conforman
este rubro son: corocoro (Orthopristis ruber); roncador (Micropogonias furnieri);
tahalí (Trichiurus lepturus); chicharra (Chloroscombrus chrysurus); curvinata
(Macrodon ancylodon); lamparosa (Selene setapinnis), pargo guanapo (Lutjanus
synagris) y perla (Lepophidium profundorum) (Novoa et al., 1993). La evolución
de los desembarques de este rubro se ha caracterizado por ligeras fluctuaciones
interanuales, manteniéndose alrededor de las 7.000 toneladas métricas
durante el período de estudio, no obstante que entre 1990 y 1993 los
desembarques fueron los mayores reportados por esta flota, alcanzando niveles
superiores a las 11.000 toneladas métricas.
La composición por especie para 1998, señala que el mayor aporte a este rubro lo proporcionaron las especies corocoro y roncador, ambas con el 16% del total de peces reportado por la flota, seguidas del tahalí (10%), chicharra (4%) y curvinata (4%). Se puede apreciar que estas cinco especies aportaron más del 50% de los desembarques totales de peces reportados.
En la Tabla 8 se incluyen los desembarques anuales totales, clasificados por rubros explotados en áreas de Margarita y norte de Sucre, durante el período 1970-1998.
Los desembarques totales reportados desde esta zona, han fluctuado marcadamente al variar entre 1.000 y 12.000 toneladas métricas, con evidentes cambios interanuales. En 1989 se reportaron las mayores capturas (12.000 toneladas métricas). Sin embargo, hasta 1995, la tendencia era a disminuir, manteniéndose alrededor de las 4.000 toneladas métricas, con ligeros aumentos en los tres últimos años. El incremento observado en el último año es debido principalmente a los peces y al camarón, ya que los desembarques de moluscos experimentaron un descenso por el orden del 18 %, al pasar de 1.738 a 1.424 toneladas métricas. Se puede apreciar que los desembarques totales obedecen a cambios experimentados en la actividad de la flota desarrollada en la zona, encontrándose una relación directa entre ambos índices pesqueros.
Los resultados del análisis de los desembarques indican que los mismos están conformados por más de 45 especies o grupos de especies de peces, crustáceos y moluscos. Sin embargo, de esta amplia diversidad trece (13) de ellas representan más del 76% de los desembarques reportados desde el área de estudio (Tabla. 8). En la misma se aprecia que desde el mismo inicio de esta pesquería, los desembarques se han caracterizado por estar conformados principalmente por peces, no obstante que las unidades de pesca que integran la flota están orientadas a la captura del camarón, para la cual usan artes específicos. Sin embargo, en los últimos cinco años algunas de estas embarcaciones dirigen su esfuerzo a la captura de peces específicamente (Marcano, 1998a).
Los desembarques totales han sido clasificados en rubros, de acuerdo a la importancia de los mismos; los más importantes para esta pesquería son los crustáceos (camarones y cangrejos) que aportan el 14% a los desembarques totales; los moluscos (pulpo, calamar y concha) aportan el 30%, y por último los peces que aportan el 56% de los desembarques totales. Los camarones están representados por las especies Farfantepenaeus brasiliensis (rosado con manchas) en un 98% y F. notialis (rosado), que representa el 2% restante. Los cangrejos (2 %) están representados comercialmente por especies del género Calappa (C. sulcata, C. flamea y C. nitida).
- Camarones
La evolución de los desembarques de camarones presenta un primer período que se extiende desde su inicio hasta 1983, con tendencias a estabilizarse cerca de las 400 toneladas métricas. Se observa un segundo período que se extiende hasta 1993, en el cual las capturas alcanzaron sus máximos valores, situándose alrededor de 800 toneladas métricas por año. Por último, un tercer período donde las capturas experimentaron una marcada reducción, equivalente al 38 %, en relación al período anterior (Tabla 8). Los máximos desembarques fueron reportados en los años 1989 y 1992, con más de 870 toneladas métricas. Aunque en 1998 se aprecia una ligera recuperación, es de señalar que las capturas reportadas en 1997 representan las más bajas logradas en los últimos 17 años de la actividad de pesca de arrastre industrial desarrolladas en áreas de Margarita y norte de Sucre.Llama la atención la reducción tan evidente de las descargas de camarones durante los últimos años de la serie histórica. Se considera que el impacto de la venta ilegal de camarones en alta mar sobre las estadísticas de captura puede ser severo, habiéndose estimado que las capturas reportadas representan solamente el 40% de las capturas reales (J. Alió y L. Marcano, datos no publicados).
- Moluscos
Los moluscos, representados por los calamares (Loligo pealei y L. plei), el pulpo (Octopus vulgaris) y la concha vieira (Amusium papiraceum), constituyen el segundo rubro en importancia económica para la flota de arrastre. Las capturas han evolucionado con marcadas fluctuaciones interanuales, aumentado considerablemente hasta 1989 cuando se logran desembarcar 4.500 toneladas métricas (Tabla 8). Sin embargo, la tendencia observada a partir de ese año y hasta 1996 es hacia la disminución progresiva, hasta alcanzar niveles de capturas próximas a las 1.000 toneladas métricas. En los últimos dos años se aprecia una ligera recuperación en los desembarques de este rubro. Hasta 1993 los calamares eran el grupo de especies predominante en las capturas de moluscos, siendo desplazados por el pulpo a partir de 1994. En 1998 el pulpo representó 55% de los desembarques de moluscos en el área.
- Peces
Entre las especies más importantes que conforman este rubro se pueden citar: corocoro (Orthopristis ruber); roncador (Micropogonias furnieri); cataco (Trachurus lathami); catalana (Priacanthus arenatus); tonquicha (Cynoscion jamaicensis); cazón (Rhizoprionodon porosus); lamparosa (Selene vomer); panchito (Pristhipomoides aquilonaris) (Novoa et al.,1980; Mendoza et al., 1994; Marcano et al., 1982; 1996).Los desembarques de este rubro se han caracterizado por marcadas fluctuaciones,
durante la historia evolutiva de la pesquería de arrastre en la zona
de estudio. Los mismos han oscilado entre 656 y 6.911 toneladas métricas
en el período 1970-1996 (Tabla 8). Los máximos valores de rendimiento
fueron reportados en los años 1984, 1985 y 1989 al desembarcarse más
de 6.000 toneladas métricas por año. Sin embargo, la tendencia
observada en los últimos siete años es hacia una marcada disminución,
sin señales de una posible recuperación, no obstante que el esfuerzo
se ha mantenido estabilizado alrededor de los 10.000 días de ausencia
de puerto. A pesar de esta tendencia, en 1998 se observó un ligero incremento
(17%) con relación a los tres años anteriores. La composición
por especie para 1998, señala que el mayor aporte a este rubro lo proporcionaron
las especies: corocoro (19%), lamparosa (13%), catalana (11%), cataco (9%),
roncador (6%) y el cazón (4%), los cuales contribuyen con 59% de los
desembarques totales de peces reportados por las flotas que operan en el área
de estudio.
La composición por especie indica que los desembarques están constituidos preferentemente por peces, cuyo aporte a los desembarques totales fue del 91% en 1998, siendo el aporte de los camarones el 9% restante. No se descargan moluscos en esta pesquería (Tabla 9).
- Camarones
La evolución en la composición muestra que, durante los primeros años de esta pesquería, los camarones representaron un elevado porcentaje, llegando a participar hasta con el 71% (Marcano, 1977). Esta situación obedeció a la condición de desembarcar solamente una pequeña fracción de los peces capturados. A medida que los peces han sido principalmente aprovechados, la representación de los camarones en la captura fue disminuyendo, sin indicar ello que la captura de este rubro haya disminuido significativamente. A partir de 1989 y hasta 1992 se observa una tendencia al aumento en los desembarcos de camarones. La representación del camarón en las capturas está actualmente estabilizada cerca del 9 %.El rubro camarón está conformado por tres especies: blanco (Farfantepenaeus schmitti), marrón (F. subtilis) y rosado con manchas (F. brasiliensis). Dentro de este complejo el camarón marrón es el más abundante, representando el 95% aproximadamente de los desembarques (Novoa, 1974; Montesinos et al., 1980; Marcano et al., 1992). Este complejo ha llegado a conformar más del 90% de las capturas de camarones. El aporte del camarón blanco en algunos años ha sido superior al 25 %, económicamente es el más importante para la flota por el gran tamaño que alcanza en la zona (Altuve et al., 1992). Las diferencias en las capturas de camarones obedecen a que la flota opera preferentemente en áreas cuya profundidad oscila entre 10-20 brazas, donde el camarón marrón es más abundante. El camarón blanco es más abundante a profundidades entre 4-10 brazas, áreas donde la topografía de los fondos dificulta la operación de la flota (Marcano et al., 1992).
La evolución anual de las descargas de camarones señala marcadas fluctuaciones, tanto para el camarón marrón como para el blanco (Tabla 9). En el caso del camarón blanco se observa una tendencia, aunque leve, al incremento en los últimos 8 años, mientras que para el complejo del camarón marrón la tendencia es hacia la disminución, lográndose para 1997 los niveles de capturas más bajos del período (252 toneladas métricas), aunque para 1998 se observó un incremento del 50 %. Para este año, el aporte del camarón blanco llegó al 31 %, mientras que el marrón contribuyó con el 69% a las capturas totales de este rubro.
Se estima que las fluctuaciones en las capturas de camarones está asociada a los procesos de reclutamiento, como consecuencia de los cambios en las condiciones ambientales, posiblemente asociadas a cambios en los niveles del río Orinoco o a los sistemas de corrientes marinas locales afectadas por los vientos predominantes (Alió et al., 1999).
- Peces
Los desembarques de peces se han caracterizado por su relativo bajo volumen (Tabla 9), a pesar de que la región ha sido caracterizada como la de mayor abundancia de peces, estimándose su potencial en 100.000 toneladas métricas por año (Anónimo, 1990). A partir de 1987, los desembarques de peces se han incrementado consideradamente, llegándose a reportar desembarques cercanos a las 10.000 toneladas métricas en 1993, pero los mismos experimentaron un descenso en 1996, cuando se desembarcaron alrededor de 4.368 toneladas. Para 1998, los desembarques de peces alcanzaron 6.000 toneladas métricas. El incremento experimentado por los desembarques de peces ha sido debido, principalmente, al interés de los empresarios en traer hasta puerto la totalidad de las capturas. Los elevados índices de abundancia de camarones y el poco valor de los peces en el mercado en años anteriores motivaron a los industriales a aprovechar solamente una pequeña fracción de la captura de peces.La captura por especie de peces señala para el período 1987-1997, que las especies pertenecientes a la familia Sciaenidae (curvinata, curvina y roncador) aportan más del 75% de los desembarques totales de peces. Este comportamiento obedece a las condiciones hidrobiológicas de la región, que se caracteriza por la baja salinidad de sus aguas. Otras especies importantes en esta pesquería son la lamparosa, bagres, guanapo, tahalí y cazones (Tabla 11).
Dentro de los Sciaenidos, la curvinata (Macrodon ancylodon) es la especie más importante por su volumen de captura. Aunque la curvina (Cynosción virescens) y el roncador (Micropogonias furnieri), son especies importantes, en los últimos 6 años, la curvinata es la especie que ha condicionado el comportamiento de los desembarques de peces, ya que su aporte ha sido superior al 60% (Tabla 11).
Esta pesquería se ha caracterizado por ser la más discreta de las tres que se realizan en la región, en cuanto a sus rendimientos y abundancia de los recursos pesqueros. Los volúmenes de captura procedentes de esta zona son los más bajos de la región (Tabla 10).
La historia evolutiva de los desembarques totales presentó durante los primeros diez años una tendencia hacia el incremento, lográndose en 1972 los mayores desembarques reportados desde la zona, con un total de 4.242 toneladas métricas. A partir de 1979, entran en una etapa de decrecimiento hasta 1988, con una tendencia a estabilizarse alrededor de las 1.500 toneladas métricas. En 1989, experimentan un repunte hasta alcanzar un total de 4.025 toneladas métricas. Finalmente, entre 1990 y 1998 la tendencia es a disminuir y a estabilizarse alrededor de las 1.000 toneladas métricas.
La composición por rubro, de los desembarques procedentes de esta zona, indica que los peces representan un 75%, los camarones un 17% y los moluscos el 8% restante. Así mismo, un análisis a las capturas de los invertebrados de interés comercial para la flota señala a los camarones como el grupo más importante, ya que su aporte se ubica para 1998 en 67%, el calamar en segundo lugar con 18%, el pulpo con el 14% y por último los cangrejos con el 15%.
- Camarones
En esta zona, el rubro camarones está constituido por dos especies: el camarón blanco, Lithopenaeus schmitti y el camarón marrón; Farfantepenaeus brasiliensis. De éstos, el marrón es el más importante, ya que representa más del 85% de los desembarques totales de camarones procedentes de la zona. Los desembarques de este rubro se incrementaron fuertemente entre 1970 y 1974, al pasar de 242 a 711 toneladas métricas, los máximos desembarques reportados desde la zona. A partir de 1975 entran en un proceso de fuertes fluctuaciones hasta 1989 cuando experimentan un notable repunte, al desembarcarse un total de 684 toneladas métricas. (Tabla 10). Desde 1990 hasta 1998 se reportan los desembarque más bajos en la historia de esta pesquería, alcanzándose en 1998 un total de 163 toneladas métricas.- Moluscos
Este rubro está constituido por moluscos cefalópodos, representado
por calamares y pulpo. De estos, los calamares tienen mayor importancia en cuanto
a volúmenes de desembarques se refiere, con un aporte de 57%, pero económicamente
el pulpo es más importante por el valor alcanzado en los mercados.
Los desembarques de este rubro se han caracterizado por presentar marcadas fluctuaciones
interanuales, entre 38 y 492 toneladas métricas, a través de su
historia evolutiva. Durante los ocho primeros años de la pesquería
se reportaron los mayores desembarques de este rubro (Tabla 10). A partir de
1979 entran en el período de mayores variaciones, hasta 1994 cuando se
logran desembarcar un total de 376 toneladas métricas, la segunda descarga
más importante en la historia de esta pesquería. En los tres últimos
años entran en un proceso de marcada disminución, desembarcándose
un total de 79 toneladas métricas en 1998, uno de los más bajos
en la historia de esta pesquería.
- Peces
La tendencia observada en los desembarques de este rubro entre 1970 y 1998, muestra un rápido incremento entre 1970 y 1972 al pasar de 1.387 a 3.089 toneladas métricas (Tabla 10). A partir deLa composición por especie de este rubro indica que está conformado por una gran diversidad de especies, sin embargo, ocho de ellas representan más del 52% del total. Las especies más importantes son: corocoro (5%), tonquicha (2%), perla (7%), tahalí (5%), catalana (5%), roncador (10%), lamparosa (15%) y cataco (3%; Tabla 10).
Entre las especies de peces descargados de mayor tamaño se destaca Micropogonias furnieri, que se captura en las tres zonas de pesca y cuya talla promedio supera los 35 centímetros, lográndose reportar ejemplares que superan los 60 centímetros de talla máxima. La curvina (Cynoscion virescens) es la especie de mayor tamaño integrante de la fauna acompañante, con talla promedio de 49 centímetros. Esta especie es reportada únicamente desde el Margen Atlántico. Aunque la curvinata (Macrodon ancylodon) está ubicada entre las especies de mayor tamaño, su importancia radica en los grandes volúmenes de capturas, procedentes de la misma zona de pesca. En áreas de pesca de Margarita y Unare, el Orthopristis ruber y Priacanthus arenatus, son las especies de mayor tamaño, con tallas promedio superiores a los 25 centímetros de longitud total. Pristipomoides aquilonaris, Selene setapinnis y Haemulon steindachneri son también especies que superan los 25 cm de longitud total promedio y de allí su importancia en los componentes de los desembarques de la región (Tabla 12).
Como ya fue mencionado, la mayoría de las embarcaciones de arrastre usan un tipo similar de red destinada a la captura del camarón. Sin embargo, este último componente suele representar entre 2,5 y 6% de la captura total; de los otros componentes de fauna acompañante que se captura incidentalmente, se comercializan entre el 30 y el 35%, siendo descartado el restante 59-68% de la captura total (Marcano, 1998). La fracción descartada está compuesta de peces (96%), crustáceos (3%), moluscos (0,6%), y equinodermos y otros materiales (0,4%). Los peces entre la fauna de descarte son principalmente pequeños, en un 80% pertenecientes a especies de interés comercial. Antes de la introducción del TED también se llegaron a capturar algunas tortugas marinas, pero tan sólo alcanzaron a representar un 0,1% de los desembarques. En los últimos años se comercializan más especies de peces y de menor tamaño, debido al incremento en la demanda de pescado entre la población. Esto indujo una reducción general de los descartes de la flota, que se pudo evidenciar en la región oriental del país durante 1988-1992 (Tabla 13; Fig. 3). Después de 1992, la proporción de fauna descartada durante las operaciones de arrastre se elevó, posiblemente debido a una sobreexplotación de los recursos en las distintas regiones de pesca del país.
Las evaluaciones efectuadas, sobre la composición de la fauna descartada por las embarcaciones de arrastre, muestra apreciables diferencias entre las regiones de pesca (Tablas 14 a la 16). El contenido de las tablas se estableció sobre la base de las especies cuyo aporte en peso de la captura de fauna descartada representara aproximadamente un 80 %. A pesar de la alta diversidad de especies (60 en las inmediaciones de Margarita - Sucre; 44 en la zona Atlántica y 46 en la plataforma de Unare - Píritu; un reducido número de ellas (6 a 8 especies) representan cerca del 50% del total descartado. La composición íctica de cada región está, seguramente, determinada por diferencias en las cercanías de ambientes lagunares o fluviales al área de pesca, o por el tipo de sustrato y profundidad predominantes. Así se observan especies típicamente oceánicas cercanas a la isla de Margarita o típicamente estuarinas en las muestras del golfo de Paria.
La fauna de descarte estuvo compuesta principalmente por especies de interés comercial en las tres zonas evaluadas del oriente de Venezuela. Las especies con interés comercial representaron el 61% de los descartes cercanos a la isla de Margarita - norte del estado Sucre, 64% en la zona Atlántica y 66% en la plataforma Unare - Píritu. Los tamaños de los ejemplares descartados estuvieron comprendidos en un intervalo de 11 a 52 centímetros longitud total, con un promedio general de 17 centímetros (Tabla 17).En un esfuerzo por reducir la captura de fauna acompañante del camarón en la pesquería de arrastre, Alió y col. (1995) reportan los resultados del uso de paneles de escape para peces en redes de arrastre industrial en la región oriental de Venezuela. Utilizando paneles cubiertos con malla cuadrada en la parte superior del antecopo de la red, se obtuvo una reducción promedio de 35% sin que se observara una disminución significativa de la captura de camarones. Se obtuvo, adicionalmente, un incremento de 30% en la captura de peces, el cual se supone es debido al aumento en el área barrida por la red con el panel. Motivado a que la biomasa en el copo de la red con panel aumenta a menor velocidad, los portalones permanecen abiertos en mayor proporción que los de la red control. Estos autores obtuvieron una reducción máxima de 51% en los descartes cuando la malla cuadrada del panel era reemplazada por cuerdas que permitían el escape de todos los peces que llegaran al panel; esto también ocasionó pérdidas de 47% en la captura comercial de peces, pero no afectó la de camarones.
El uso obligatorio del TED en las redes de arrastre camaronero desde 1994 perturbó el programa de paneles de escape, aunque han continuado los ensayos para evaluar el uso simultáneo de panel y TED en las redes (Pomares y col. 1997).
GRUPO DE ESPECIES |
88 |
90 |
91 |
92 |
93 |
94 |
95 |
96 |
97 |
98 |
99 |
Camarones |
15170 |
6656 |
24015 |
34679 |
50345 |
2704 |
1313 |
1305 |
1885 |
1306 |
495 |
By-catch Comercial |
181140 |
52256 |
50626 |
180670 |
600064 |
14747 |
8357 |
5843 |
22110 |
9812 |
9657 |
By-catch Descartado |
406190 |
158279 |
131480 |
352351 |
592585 |
31550 |
12255 |
15123 |
31029 |
32994 |
18088 |
TOTAL |
602500 |
217191 |
206121 |
567700 |
1242994 |
49001 |
21925 |
22271 |
55024 |
44112 |
28240 |
Esfuerzo (h) |
6279 |
1920 |
2086 |
6475 |
13568 |
4677 |
2040 |
2277 |
4595 |
3152 |
2619 |
|
|
||||||||||
% Camarones |
3 |
3 |
12 |
6 |
4 |
6 |
6 |
6 |
3 |
3 |
2 |
% By-catch Comercial |
30 |
24 |
25 |
32 |
48 |
30 |
38 |
26 |
40 |
22 |
34 |
% By-catch Descartado |
67 |
73 |
64 |
62 |
48 |
64 |
56 |
68 |
56 |
75 |
64 |
Especie |
Longitud total promedia (mm) |
DE |
N |
LT Min |
LT Max |
Arengula clupeola |
141 |
18 |
146 |
85 |
172 |
Cathorops spixii |
214 |
79 |
132 |
80 |
420 |
Diapterus rhombeus |
159 |
20 |
88 |
110 |
220 |
Diplectrum formosus |
142 |
29 |
662 |
45 |
214 |
Eugerres plumieri |
141 |
22 |
70 |
103 |
188 |
Hemulon steindachneri |
144 |
23 |
122 |
100 |
200 |
Larimus breviceps |
120 |
29 |
108 |
60.0 |
185 |
Macrodon ancylodon |
237 |
38 |
723 |
105 |
380 |
Micropogonias furnieri |
190 |
35 |
181 |
102 |
289 |
Nebris microps |
262 |
64 |
329 |
101 |
510 |
Orthopristis ruber |
183 |
50 |
873 |
100 |
380 |
Paralichthys tropicus |
128 |
38 |
108 |
75 |
290 |
Polydactilus oligodon |
190 |
45 |
8 |
165 |
298 |
Porichthys sp. |
168 |
41 |
241 |
90 |
320 |
Priacanthus arenatus |
167 |
56 |
1780 |
14 |
520 |
Prionotus sp. |
149 |
80 |
28 |
65 |
520 |
Pristipomoides aquilonaris |
128 |
18 |
285 |
83 |
195 |
El golfo de Venezuela y el lago de Maracaibo constituyen las áreas de mayor producción camaronera de Venezuela. Estas dos áreas en conjunto contribuyeron con 4.288 toneladas (98%) a la producción nacional de camarones en el año 1964, con 7.922 toneladas (83%) en 1971 y con 8.118 toneladas (75%) en 1995 (SARPA, 1996).
Las pesquerías artesanales del lago de Maracaibo y bahía del Tablazo tienen una gran importancia social porque generan el 22% del alimento producido en el país, siendo los recursos curvina (Cynoscion spp.), lisa (Mugil spp.), camarón blanco (Lithopenaeus schmitti), cangrejo azul (Callinectes sapidus), bagre blanco (Cathorops spixii), robalo (Centropomus spp.) y carpeta (Eugerres plumieri) los de mayor producción. Para el año 1997, la captura de estas especies representó el 70% del total de las capturas artesanales del lago de Maracaibo y bahía del Tablazo, aportando la curvina un 15%, la lisa un 11%, el camarón blanco un 10%, el cangrejo azul un 12%, el bagre blanco un 9%, el robalo un 5% y la carpeta un 8% (FONAIAP, 1998).
Todas estas especies habitan, en las primeras etapas de su vida, en los manglares de la Ciénaga de Los Olivitos y San Carlos. Lamentablemente, la falta de regulaciones pesqueras y las débiles medidas de control y vigilancia permiten que éstas especies sean objeto de una pesca indiscriminada y muchas veces ilegal, al ser capturadas con mallas con aberturas menores de 2,5 pulgadas y en zonas protegidas, como lo es el refugio de fauna silvestre Ciénaga de Los Olivitos. Resulta preocupante que para algunas especies, como el camarón blanco, no exista ninguna reglamentación para su pesca, por lo que, es fuertemente capturado en las zonas de manglar con redes de ¼ de pulgada de abertura de malla, arrastrando junto con él una voluminosa fauna acompañante que es desechada. Esta "basura" la conforman individuos juveniles de curvina, lisa, robalo, bagre, carpeta y cangrejo aún sin valor comercial, así como otras especies propias y necesarias para conservar el equilibrio bioecológico de las zonas manglarinas.
La pesquería de camarones en el occidente de Venezuela, esto es golfo de Venezuela y lago de Maracaibo, es particularmente interesante debido a dos factores que parecen ser propios de la región: 1) La presencia de grandes poblaciones de 4 especies de camarones peneidos en una misma zona, a saber, Lithopenaeus schmitti, Farfantepenaeus subtilis Ives, F. notialis Burkenroad y F. brasiliensis Latreille; y 2) La gran abundancia de L. schmitti en el área, lo que no ocurre en otras zonas del país ni fuera de Venezuela (Ewald, 1965; Rodríguez, 1980). La gran extensión de aguas estuarinas de baja salinidad parecen reunir las condiciones ecológicas óptimas para el desarrollo del camarón blanco (Pérez-Farfante, 1970). Este es capturado y desembarcado entero en las playas de las costas nortoccidental y nororiental del lago de Maracaibo y en la bahía del Tablazo.
La pesquería artesanal de camarón en la región del lago de Maracaibo está fundamentada en el camarón blanco (F. schmitti), que al igual que el resto de las especies de la familia Penaeidae, se distingue por la corta duración de su ciclo de vida (del orden de los dos años), y su presencia en cantidades significativas en la pesquería durante un período generalmente poco superior al año. Otra característica esencial es la existencia de un ciclo vital anfibiótico, el cual incluye una fase juvenil muy costera o estuarina, explotada por la pesca artesanal del lago de Maracaibo, y una fase adulta en aguas más profundas, explotada por la pesca industrial del golfo de Venezuela (Ewald, 1965; Cadima et al., 1972; García y Le Reste, 1986).
El camarón blanco representa cerca del 55% de las capturas comerciales de camarones del golfo de Venezuela y cerca del 90% de las capturas de camarones del lago de Maracaibo (Andrade, 1991). De la producción total de esta especie, en el occidente del país el 46% se captura en el lago de Maracaibo. Este es uno de los recursos pesqueros de mayor valor monetario en Venezuela y una importante fuente de divisas ya que el 98% de la producción del lago de Maracaibo se exporta, alcanzando los 18 millones de dólares americanos en el año 1998 (Aduana Principal de Maracaibo, 1998).
En los últimos años, la pesca de camarones en las zonas de los manglares de la Ciénaga de Los Olivitos y San Carlos se ha intensificado debido a la disminución de los efectivos pesqueros en las áreas tradicionales de captura, ocasionando que, con más frecuencia, los pescadores se desplacen hacia estas zonas manglarinas para asegurar sus ingresos. Aparentemente se captura camarón clasificado como pequeño, y por lo que no es bien pagado, pero los volúmenes de captura parecen ser tan altos que compensan los costos de extracción.
Con la finalidad de conservar y proteger las especies que son el soporte de la pesquería artesanal del lago de Maracaibo y bahía del Tablazo, es necesario conocer la composición y abundancia de las especies que son arrastradas junto con el camarón capturado en las zonas manglarinas de la región. En evaluaciones preliminares se observó entre la fauna acompañante del camarón a especies como: curvina, lisa, bagre blanco, robalo y carpeta. De esta lista, la curvina se considera sobre-explotada y otras están en vías de sobreexplotación, como son la lisa, el robalo y la carpeta.
Artes y métodos de pesca del camarón blanco en el lago de Maracaibo
Las capturas de camarones en el lago de Maracaibo se realizan generalmente desde embarcaciones tipo bote, llamadas chalanas, construidas de madera, y cuyas dimensiones varían entre 8 a 10 metros de eslora, de 1,0 a 1,5 metros de manga y de 0,8 a 1,0 metros de puntal. Estas embarcaciones son propulsadas por un motor fuera de borda, generalmente de 35 a 40 caballos de fuerza (HP).Cada embarcación camaronera utiliza una red llamada comúnmente mandinga. Esta red se cala desde el bote formando un semicírculo y es guiada dentro del agua por 3 pescadores. Una vez rodeada la agregación de camarones, otros 2 pescadores que se encuentran dentro del bote, recuperan la red y depositan la pesca a bordo ( la mandinga tiene generalmente 150 metros de largo, 5 metros de altura y una abertura de malla (entre nudos) de 0,25 a 1 pulgada. La mandinga es el arte de pesca predominante en el lago de Maracaibo y bahía del Tablazo, por lo que, la casi totalidad de las capturas de camarones en dichas áreas es realizada con este arte. En algunos sitios donde el arrastre no se puede realizar, como en las zonas de manglar y en los canales de los estuarios, se utiliza una atarraya. Este tipo de red es maniobrada por un sólo pescador, teniendo la misma de 2 a 3 metros de largo, 3 a 4 metros de ancho y también de 0,25 a 1 pulgada de abertura de malla.
Existe una modalidad de pesca de camarones poco frecuente y que no necesita embarcación. Esta faena se realiza con una mandinga o chinchorro playero, el cual se cala hacia afuera desde la playa formando un semicírculo. Uno de los extremos se deja fijo, por medio de un pescador en la playa, y el otro extremo que queda suelto es conducido por 2 o 3 pescadores, de suerte que encierre la agregación de camarones que es luego traída a la playa al recoger la red.
En la zona sur del lago de Maracaibo todavía se pescan camarones con
pequeñas embarcaciones sin motor (cayucos), que miden entre 5 a 6 metros
de largo, las cuales son operadas por 2 a 3 hombres, utilizando para la captura
un red denominada "copito".
La faena de pesca se realiza todos los días del año, excepto el
día de Navidad y Año Nuevo. Ordinariamente, esta comienza en la
noche cerca de las 9:00 p.m. y termina alrededor de las 4:00 a.m., pudiéndose
prolongar hasta las 8:00 a.m., dependiendo de la captura y de la hora de salida.
Las principales áreas de pesca de camarón en la bahía del Tablazo, zona norte del lago de Maracaibo, son los alrededores de las islas San Carlos, Zapara, Pájaros, Toas, y los manglares de la pequeña bahía de Java. Los camarones capturados en estas zonas son desembarcados casi en su totalidad en el puerto de El Moján, ubicado en el municipio San Rafael del Moján.
En el estrecho del lago de Maracaibo, en la costa oriental, se encuentra el puerto de La Rita, en donde son desembarcados los camarones provenientes de los alrededores de Santa Rita, Puerto Escondido, El Mene y Cabimas. En la costa occidental del lago de Maracaibo se encuentra el puerto de Curarire; a éste llegan los camarones capturados en las inmediaciones de Palmarejo, Potreritos, Curarire, desembocadura del río Palmar, Majagual, Don Alonso y Barranquitas. En este último sitio también se encuentra un puerto de desembarque donde eventualmente se descargan camarones.
El camarón es vendido "en puerto", generalmente después de haber sido clasificado como camarón grande y camarón pequeño, dependiendo su precio del tamaño. Actualmente el precio por kilogramo del camarón pequeño oscila entre 1.500 a 2.000 bolívares (2,25 y 2,94 dólares americanos) y el precio por kilogramo del camarón grande entre 2.500 a 3.000 bolívares (3,68 y 4,41 dólares americanos).
Las capturas mensuales de camarones, desembarcados en el puerto de Curarire, desde julio de 1991 hasta diciembre de 1993, indicaron que los mayores valores se presentan en los meses de abril, julio y noviembre. Durante estos meses, las capturas por unidad de esfuerzo alcanzaron diariamente un promedio de 22 kilogramos por embarcación-1. El desembarque mensual de camarones para el año 1993 fue extraordinariamente alto, principalmente entre agosto y diciembre, alcanzando un valor máximo de cpue de 65,8 kilogramos por embarcación-1 y un valor promedio de 29,6 kilogramos por embarcación-1.
Con respecto a los desembarques promedio por mes de camarón grande y pequeño, durante el mismo período de estudio, pudimos observar que los mayores volúmenes de camarón grande ocurrieron, generalmente entre los meses de julio y diciembre, mientras que los camarones pequeños alcanzaron, generalmente grandes cantidades entre los meses de marzo a mayo y de agosto a octubre. Sin embargo, el año 1993 puede considerarse excepcional, ya que, durante los meses de noviembre y diciembre hubo más capturas de camarón pequeño que grande (1,9 y 5,9 veces respectivamente).
La producción de camarones en el lago de Maracaibo durante los últimos 6 años presenta una tendencia a la disminución, según cifras obtenidas del SARPA-Occidente (Tabla 18).
Especies acompañantes del camarón blanco
En un muestreo preliminar realizado en Ancón de Iturre, costa oriental de la bahía del Tablazo, Municipio Miranda, se obtuvieron las siguientes especies acompañantes de las capturas de camarones, para la cual se utilizaron redes de ¼ de pulgada de abertura de malla. Las especies en estado juvenil identificadas fueron Elops saurus (macabí), Eugerres plumieri (carpeta), Anchovia clupeoides (sardina), Diapterus rhombeus (carpeta), Centropomus paralelus y C. ensiferus (robalo), Oligoplites palometa (palometa), Anchoa lamprotaenia (sardinita), Achirus lineatus (lenguado), Arius herzbergii (bagre guatero), Spheroides testudineus (sapito), Citharichtys spilopterus (lenguado) y Mugil curema (lisa), entre los crustáceos tenemos Callinectes sapidus y C. boucorti (cangrejo).
Uno de los objetivos del proyecto, cofinanciado por FAO, es cuantificar y evaluar la fauna de acompañamiento del camarón en esta pesquería y medir el impacto de la misma sobre las poblaciones ícticas de la región del lago de Maracaibo.
AÑO |
PRODUCCIÓN |
NUMERO |
1993 |
5482 |
557 |
1994 |
3358 |
634 |
1995 |
3157 |
625 |
1996 |
2324 |
1091 |
1997 |
3586 |
682 |
1998 |
2103 |
743 |
La pesca artesanal comercial en la desembocadura del caño Mánamo y áreas adyacentes tiene una tradición cercana a 40 años o más, pues la pesca de subsistencia data del período precolombino. Los pescadores indígenas, bajo la influencia y organización de pescadores margariteños, han venido operando comercialmente y destinando la producción a las estaciones de pesca que se han organizado desde hace tiempo en Pedernales y otras localidades de cierta importancia en esta parte del delta costero o bien, intercambiando el pescado por artículos diversos con comerciantes de Irapa, Güiria, entre otros.
Tradicionalmente, la pesca en la zona estuvo orientada a la captura de especies de peces empleando la red de ahorque o agallera, así como los artes de anzuelo, tales como el palangre y la línea o cordel. El producto de la pesca, inicialmente salado y luego mayoritariamente fresco, se destina a Güiria, Irapa o Maturín, mercados tradicionales del pescado acopiado en Pedernales. Entre las especies comerciales de mayor importancia se destacan los bagres marinos, la lisa y el lebranche, curvinas y curvinatas, robalos, cazones y rayas.
La pesca comercial se consolidó con diversas empresas o estaciones de pesca que organizaban la captura, el acopio y la comercialización del producto, alcanzando cifras de capturas anuales de cierta importancia para la década de los 80. Aunque las cifras oficiales siempre fueron algo irregulares, los estimados de producción de pescado en esta parte del bajo delta oscilaron entre las 1.000 y 3.500 toneladas métricas al año.
A partir de 1993, se estableció y consolidó la pesquería de arrastre camaronero empleando el modelo trinitario basado en el uso de peñeros y redes de arrastre operadas manualmente. El objeto de captura es el camarón que se distribuye y es muy abundante en los ecosistemas deltaicos, con bahías semicerradas y abundantes recursos alimenticios para numerosas especies. La pesquería de arrastre en esos sistemas costeros es muy impactante por cuanto afecta una comunidad biológica rica y diversa que, en el caso de la desembocadura del caño Mánamo, está compuesta por unas 80 especies de peces y algunos macroinvertebrados. La mayoría de tales especies utilizan las desembocaduras de los caños como lugares donde transcurren las primeras fases del desarrollo y constituyen las zonas de crecimiento de dichas especies.
Durante el bienio 1980-1981, en la desembocadura del caño Mánamo y sus alrededores se efectuaron intensos muestreos de la fauna acuática empleando tanto redes de ahorque como de arrastre camaronero, de forma tal que se tiene un inventario completo de la composición de la comunidad de peces y de macro invertebrados presentes en aquél entonces. También se establecieron indicadores de niveles de abundancia, estacionalidad, así como algunos parámetros biológicos. (Cervigón, 1982; Novoa,1982; Novoa et al. 1982; Ramos et al. 1982; Novoa y Cervigón, 1986).
Es bien conocido el efecto de "simplificación" de la fauna acuática que produce la pesca de arrastre en los ecosistemas marinos, tal como ha sido reportado por diversos autores en distintas áreas (Pauly, 1983; Novoa et al. 1980). Tal efecto se potencia aún más en los ecosistemas costeros por la eliminación de grandes cantidades de peces jóvenes y adultos, habituales depredadores de los camarones y cangrejos, los cuales al ser reducidos sus enemigos naturales, aumentan a mediano plazo sus niveles de abundancia. Las especies de peces son muy afectadas, pues al eliminar grandes cantidades de jóvenes en las áreas de crecimiento, sólo llega a la etapa adulta un número reducido de ejemplares. Las pesquerías que dependen de las fases adultas de estas especies también se ven perjudicadas.
Con el objeto de evaluar el impacto que la pesquería de arrastre artesanal ha tenido sobre la comunidad de peces e invertebrados del área, en 1998 se realizó un programa de pesca exploratoria, a fin de determinar los cambios más notorios que hayan podido presentarse en los índices de abundancia y en la estructura o composición de la fauna acuática en la desembocadura del caño Mánamo y sus alrededores.
Trabajo realizado: En los meses de enero, marzo, junio y septiembre de 1998, se realizaron visitas de campo tomando a Pedernales como centro de operaciones, debido a que en esa localidad se concentra la flota que explota al camarón artesanalmente.
Durante la realización de las pescas exploratorias, y en cada lance o calada, se tomaron datos de la fecha, localidad, tiempo de pesca, estado de la marea, salinidad y posición exacta del sitio de muestreo empleando para ello un posicionador satelital (GPS).
Para la pesca exploratoria de arrastre se empleó una red tipo camaronero, de las utilizadas tradicionalmente por los pescadores trinitarios y construidas en ese país. En cada campaña se efectuó un número variable de caladas ó lances, de 30 a 60 minutos de duración cada uno, clasificando la captura de acuerdo a las especies colectadas. En general, la totalidad de la captura fue preservada en hielo para realizar su identificación y muestreo biológico.
Los datos de longitudes de las distintas especies fueron agrupados, procesados y se elaboraron los histogramas de las distribuciones de las frecuencias de tallas.
En Pedernales existía una inspectoría de pesca en donde se controlaban las actividades pesqueras que se desarrollaban en las inmediaciones de ese puerto. Desde hace algunos años, dicho control se hace desde Güiria con las deficiencias que son de esperar.Las cifras cuantitativas de los desembarques anuales posiblemente tengan sólo una utilidad referencial. No obstante, cualitativamente pueden ser de mayor utilidad para analizar los cambios que se han producido en los últimos años con respecto al valor relativo de las especies comerciales más comunes en los desembarques anuales.
AÑO |
CAPTURA (TM) | |
Totales |
Camarones | |
1981 |
3.158 |
- |
1982 |
1.834 |
12 |
1983 |
5.555 |
- |
1984 |
3.197 |
- |
1985 |
1.247 |
- |
1990 |
1.574 |
3 |
1991 |
1.566 |
5 |
1992 |
1.635 |
31 |
1993 |
1.157 |
144 |
1994 |
1.178 |
143 |
1995 |
992 |
236 |
Como se puede deducir, pareciera que en la década de los 80 los desembarques totales fueron de mayor importancia, en cuanto al peso, que los correspondientes a los años más recientes. En 1993 se acentuó la disminución de los desembarques totales respecto a los obtenidos en años precedentes, lo cual coincide con el aumento de los desembarques de camarón registrados en ese puerto (Tabla 19). Al parecer, debido a que el camarón tiene un altísimo valor en los mercados de exportación, se ha venido produciendo un cambio progresivo de objeto de las pesquerías cuyo foco es ahora el camarón. Esta pesquería de alto valor, es de bajos rendimientos en comparación con la de peces y eso, posiblemente, ha provocado la caída observada en los desembarques totales.
Síntesis de la pesquería de arrastre costera de camarón
A continuación, se ofrece una descripción sucinta de la pesquería de arrastre de camarones en los alrededores de Pedernales.
Pesca exploratoria con red de arrastre camaronera. Resultados del muestreo
Empleando embarcaciones de la flota camaronera de Pedernales, se trabajó en las mismas áreas de pesca que utiliza dicha flota frecuentemente. Destacan los alrededores de isla Cotorra, el Pajar; boca del caño Venado y laguna del Medio.
La fauna marina predominó durante todo el muestreo especialmente el camarón blanco, seguido por los bagres marinos, especialmente el bagre cuinche.
Cuando se comparan las tendencias históricas de los distintos grupos de la fauna acuática, se pueden deducir algunos aspectos de interés.
En cuanto a diversidad específica, en los primeros años de estudio se lograron identificar unas 78 especies en el área de Pedernales y sus alrededores, incluyendo todas las artes en operación durante las colectas. Un número similar fue recolectado en los muestreos de 1988.
ESPECIES |
ENE. |
MAR. |
JUN. |
SEP. |
TOTAL |
% |
Dasyatis guttata |
11,6 |
10 |
4,5 |
26,1 |
4,853 | |
Himantura schmardae |
7,8 |
7,8 |
1,450 | |||
Triportheus sp |
0,1 |
0,1 |
0,019 | |||
Anchoa spinifer |
0,55 |
0,15 |
0,7 |
0,130 | ||
Rhinosardina amazonica |
0,125 |
0,1 |
0,13 |
0,36 |
0,067 | |
Pellona flavipinnis |
0,15 |
0,3 |
0,94 |
1,39 |
0,258 | |
Odontognathus mucronatus |
1,05 |
0,49 |
0,84 |
2,38 |
0,442 | |
Lycengraulis grossidens |
0,8 |
0,8 |
0,149 | |||
Cetengraulis edentatus |
4,81 |
1,07 |
1,35 |
7,23 |
1,344 | |
Pterengraulis atherinoides |
0,32 |
0,54 |
0,86 |
0,160 | ||
Cathorops spixii |
15 |
31,9 |
35,6 |
15,7 |
98,2 |
18,258 |
Arius rugispinnis |
14,2 |
0,4 |
2,3 |
16,9 |
3,142 | |
Arius herzbergii |
0,25 |
2,43 |
2,7 |
0,502 | ||
Arius couma |
12,6 |
4,3 |
0,25 |
0,6 |
17,8 |
3,309 |
Pimelodus sp |
0,1 |
0,1 |
0,019 | |||
Bagre bagre |
5,5 |
0,1 |
0,77 |
0,32 |
6,7 |
1,246 |
Brachyplatystoma vaillantii |
0,4 |
0,06 |
0,46 |
0,086 | ||
Hypophtalmus edentatus |
0,3 |
0,64 |
0,94 |
0,175 | ||
Pseudoauchenipterus nodosus |
2,1 |
0,3 |
0,89 |
0,67 |
3,96 |
0,736 |
Cynoscion acoupa |
2,45 |
0,37 |
0,3 |
0,49 |
3,6 |
0,669 |
Nebris microps |
1,05 |
0,25 |
0,2 |
1,95 |
0,363 | |
Macrodon ancylodon |
2,98 |
5 |
0,28 |
8,26 |
1,536 | |
Stellifer rastrifer |
6,55 |
2,95 |
9 |
3,6 |
22,1 |
4,109 |
Stellifer microps |
6,75 |
3,05 |
5,14 |
2,98 |
17,92 |
3,332 |
Plagioscion sp |
0,12 |
0,12 |
0,022 | |||
Pristobrycon sp |
0,01 |
0,01 |
0,002 | |||
Bairdella ronchus |
0,05 |
0,05 |
0,009 | |||
Micropogonias furnieri |
1,03 |
0,17 |
0,29 |
1,49 |
0,277 | |
Polidactilus virginicus |
0,1 |
0,54 |
0,64 |
0,119 | ||
Oligoplistes palometa |
1,32 |
0,11 |
0,12 |
1,55 |
0,288 | |
Selene setapinnis |
0,55 |
0,46 |
1,01 |
0,188 | ||
Selene vomer |
0,33 |
0,33 |
0,061 | |||
Caranx hippos |
0,2 |
0,45 |
0,65 |
0,121 | ||
Hemicaranx sp |
0,16 |
0,07 |
0,23 |
0,043 | ||
Mugil sp |
0,05 |
0,15 |
0,2 |
0,037 | ||
Trachinotus cayenensis |
1,96 |
1,9 |
0,02 |
3,88 |
0,721 | |
Trachinotus corillinus |
0,2 |
0,2 |
0,037 | |||
Diapterus rhombeus |
0,67 |
0,12 |
0,45 |
1,24 |
0,231 | |
Chaetodipterus faber |
0,45 |
0,08 |
0,03 |
0,56 |
0,104 | |
Genyatremus luteus |
0,3 |
1,23 |
0,29 |
0,66 |
2,48 |
0,461 |
Trichurus lepturus |
1,75 |
4,95 |
3,83 |
0,2 |
10,73 |
1,995 |
Centropomus sp |
0,1 |
0,1 |
0,22 |
0,42 |
0,078 | |
Epinephelus itajara |
0,15 |
0,15 |
0,028 | |||
Achirus achirus |
12,5 |
13,1 |
6,6 |
10,9 |
43,1 |
8,013 |
Lenguados no id. |
1,33 |
1,33 |
0,247 | |||
Engraulido no id. |
0,97 |
0,09 |
1,06 |
0,197 | ||
Aspredinichthys tibicens |
0,29 |
0,12 |
0,41 |
0,076 | ||
Aspredo aspredo |
0,6 |
1,95 |
0,11 |
2,66 |
0,495 | |
Colomesus psittacus |
8,7 |
9,4 |
0,2 |
6,46 |
24,76 |
4,603 |
Spheroides testudineus |
6,9 |
5,5 |
0,91 |
13,31 |
2,475 | |
Batrochoides surinamensis |
0,1 |
0,2 |
1,3 |
0,68 |
2,28 |
0,424 |
Pimelodus sp |
0,2 |
0,2 |
||||
Gobionellus hastatus |
0,18 |
0,16 |
0,34 |
0,063 | ||
Lithopenaeus schmitti |
41,3 |
20,35 |
18,75 |
83,21 |
163,61 |
30,419 |
Farfantepenaeus subtilis |
||||||
Xiphopenaeus kroyerii |
0,03 |
0,53 |
0,56 |
0,104 | ||
Macrobrachium amazonicum |
||||||
Macrobrachium rosenbergii |
0,15 |
0,15 | ||||
Callinectes bocourti |
0,9 |
1,3 |
3,55 |
1,01 |
6,76 |
1,257 |
Moluscos no ident. |
1,52 |
0,89 |
0,02 |
2,43 |
0,452 | |
TOTAL |
150,39 |
130,32 |
106,4 |
149,8 |
536,91 |
100,000 |
número de horas pesca |
5 |
8,12 |
5,02 |
6,63 |
24,77 |
AÑOS |
1981 |
1988 |
1998 | |||
% |
KG/H |
% |
KG/H |
% |
KG/H | |
Dasyatidae (rayas) |
16,0 |
9,38 |
21,6 |
6,91 |
6,32 |
1,37 |
Ariidae (bagres marinos) |
34,8 |
19,88 |
42,50 |
14,49 |
26,52 |
12,5 |
Scienidae (curvinas curvinata) |
14,4 |
8,47 |
9,0 |
2,96 |
10,35 |
2,24 |
Soleidae (lenguados) |
3,4 |
2,01 |
4,1 |
1,3 |
8,03 |
1,74 |
Batrachoididae (sapo) |
5 |
2,95 |
0,8 |
0,27 |
0,42 |
0,09 |
Tetraodontidae (tamborines) |
0,18 |
0,1 |
2,2 |
0,69 |
7,1 |
1,54 |
Engraulidae + Clupeidae |
0,81 |
0,48 |
0,4 |
0,13 |
2,3 |
0,51 |
Penaeidae (camarones) |
22,3 |
13,1 |
14,63 |
4,67 |
30,6 |
6,62 |
TOTAL |
- |
58,8 |
- |
32 |
- |
21,7 |
En el presente muestreo se han logrado identificar un total de 73 especies de peces y macroinvertebrados, 60 de ellas capturadas con la red de arrastre, 5 adicionales en las redes de ahorque que no aparecieron en los arrastres y 8 observadas en los desembarques comerciales, que no fueron recolectadas en los muestreos. Ese número de especies de la fauna acuática es similar al reportado por Novoa y Cervigón (1982), por lo cual, se puede afirmar que la diversidad específica en el área estudiada no ha sufrido modificaciones substanciales. Sin embargo, cambios muy marcados se presentan en los niveles de abundancia de la biomasa total y de algunas especies a lo largo de período 1980-1998.
Aspectos generales de la biología de los recursos pesqueros de la desembocadura del caño Mánamo
Composición por talla de los camarones y otras especies de peces
Para analizar la composición por largos del camarón blanco (Lithopenaeus schmitti) en el área, se determinó la distribución relativa de frecuencias de talla de esa especie entre los meses de enero y noviembre de 1998.Longitud total (cm) |
Enero |
Marzo |
Junio |
Septiembre |
Noviembre |
||||||
Intervalo |
Clase |
# |
% |
# |
% |
# |
% |
# |
% |
# |
% |
5.6 – 6.5 |
6 |
1 |
1,0 |
0,0 |
|||||||
6.6 – 7.5 |
7 |
3 |
2,9 |
0,0 |
4 |
2,9 |
0,0 |
0,0 |
|||
7.6 – 8.5 |
8 |
10 |
9,5 |
0,0 |
7 |
5,1 |
4 |
5,4 |
0,0 |
||
8.6 – 9.5 |
9 |
17 |
16,2 |
2 |
1,9 |
7 |
5,1 |
11 |
14,9 |
0,0 |
|
9.6 – 10.5 |
10 |
10 |
9,5 |
10 |
9,7 |
18 |
13,1 |
20 |
27,0 |
0,0 |
|
10.6 - 11.5 |
11 |
11 |
10,5 |
17 |
16,5 |
28 |
20,4 |
13 |
17,6 |
1 |
2,0 |
11.6 - 12.5 |
12 |
15 |
14,3 |
12 |
11,7 |
20 |
14,6 |
16 |
21,6 |
16 |
31,4 |
12.6 - 13.5 |
13 |
17 |
16,2 |
11 |
10,7 |
20 |
14,6 |
6 |
8,1 |
19 |
37,3 |
13.6 - 14.5 |
14 |
9 |
8,6 |
19 |
18,4 |
19 |
13,9 |
4 |
5,4 |
8 |
15,7 |
14.6 - 15.5 |
15 |
7 |
6,7 |
15 |
14,6 |
10 |
7,3 |
0,0 |
3 |
5,9 |
|
15.6 - 16.5 |
16 |
3 |
2,9 |
12 |
11,7 |
3 |
2,2 |
0,0 |
4 |
7,8 |
|
16.6 - 17.5 |
17 |
1 |
1,0 |
2 |
1,9 |
1 |
0,7 |
0,0 |
0,0 |
||
17.6 - 18.5 |
18 |
1 |
1,0 |
2 |
1,9 |
0,0 |
0,0 |
0,0 |
|||
18.6 - 19.5 |
19 |
0,0 |
1 |
1,0 |
0,0 |
0,0 |
0,0 |
||||
Total ejemplares |
105 |
103 |
137 |
74 |
51 |
Se puede constatar que durante algunos meses hay un mayor porcentaje de individuos
de las menores tallas (septiembre, enero), así como en otros meses hay
porcentajes más elevados de individuos de las tallas mayores (marzo).
Arbitrariamente, se definió como 13,5 centímetros la talla donde
la totalidad de los ejemplares de camarón blanco han pasado al mar, se
han reclutado a la pesquería oceánica de ese recurso. Este proceso
es muy importante por cuanto está asociado a la reproducción del
camarón.
Durante el mes de marzo se encontró el mayor porcentaje de "reclutas"
del período, mientras que en septiembre este porcentaje fue el menor
(Fig. 4). Tales resultados se corresponden bien con los encontrados por Novoa
(1982), quién registró que la época de mayor presencia
de "reclutas" en el área se presentó entre los meses
de febrero y mayo.
Si bien el patrón anual de reclutamiento, anteriormente descrito, parece ser más o menos constante, es muy probable que se registren variaciones importantes en la magnitud del reclutamiento interanual, de un año a otro, inducidas por parámetros climáticos. Los datos de la empresa venezolana que operó en el área, parecen confirmar tales variaciones interanuales en la intensidad o magnitud del reclutamiento del camarón blanco (Lithopenaeus schmitti) en la bahía de Pedernales para 1993 - 1995.
Un cuidadoso monitoreo de factores ambientales, tales como la intensidad de lluvias o la descarga anual de los caños, podría contribuir significativamente a mejorar la gestión o manejo pesquero del recurso camarón en el delta costero.
Durante las operaciones artesanales de arrastre camaronero se capturan una cantidad considerable de peces, muchos de ellos juveniles de especies de interés comercial que desovan cerca de la costa. En esta pesquería solamente el camarón tiene valor comercial, por lo que, todos los peces son descartados o consumidos; los de mayor tamaño por los tripulantes de las embarcaciones.
Para intentar reducir la captura incidental de peces se ensayaron dos tipos de métodos de escape para peces. Altuve y col. (1998) describen el uso de un panel de escape construido con malla cuadrada en el antecopo de la red. El mismo permitía el escape de los ejemplares de menor tamaño, reteniendo las especies que eventualmente pudieran tener algún uso comercial. La captura de peces en la red con el panel de escape alcanzó un 60% del total, comparado con un 75% en la red control; la de peces sin interés comercial fue de 48% en la red con el panel a 69% en la red control. Las reducciones observadas en este caso fueron más modestas que las reportadas por Alió y col. (1995) para los ensayos en barcos industriales de arrastre. Se estima que las diferencias puedan ser atribuidas a que el escape con el panel de malla cuadrada requiere una detección activa de la salida por los peces, cosa que es más difícil en las aguas altamente turbias del río Orinoco.
Posteriormente se realizó un ensayo con un panel tipo rejilla (Nordmore), que condujera hacia la salida a todos los peces que llegaran hasta ella y que no fueran menores que la separación entre las barras (2 centímetros). En ambientes con alto contenido de hojas y ramas, como es el caso de la desembocadura del río Orinoco, este tipo de rejilla es muy susceptible a la obstrucción. En momentos en que la corriente de descarga era leve, la rejilla funcionó bien, logrando una reducción total de los peces mayores a 2 centímetros de diámetro. Cuando la corriente aumentó, el exceso de hojas en la captura bloqueó la rejilla completamente. Se estima que este implemento pudiera funcionar bien en ambientes costeros más alejados de la boca de los ríos.
Tipos de redes en barcos camaroneros
Las embarcaciones están equipadas para trabajar al estilo florida de arrastre (con dos redes por las bandas) y utilizan un "winche" hidráulico con dos tambores. Cada tambor lleva de 500 a 600 metros de guaya de acero, con diámetro de 50,8 - 63,5 milímetros. La longitud del cable limita las operaciones a fondos no más profundos de 70 metros. El cable está marcado en cada braza para conocer la cantidad de cable largado.
Los portalones son rectangulares, de 2,45 x 1,0 metros ó 2,70 x 1,10 metros, hechos con madera y zapatas y hombros de hierro. Las patas de gallo están hechas con cadenas, teniendo la frontal 0,8 metros y la posterior 1,35 metros. La conexión a la relinga de flotadores es de polipropileno, de 2- 2,5 metros de longitud, mientras que la que va del portalón a la relinga de plomos está hecha con cadenas y mide 2,9 metros. Las tijeras son de guaya de 12,7 milímetros de diámetro y 4,8 metros de longitud.
Las redes son semiplanas, con dos caras, y una longitud total de 25 - 35 metros. Existen tres secciones en la red: cuerpo, túnel y saco. La relinga de flotadores mide 27 metros mientras que la de plomos mide 29 metros. La malla es de poliamida ("nylon") de 52 milímetros estirada en el cuerpo, 50 milímetros en el túnel y 42 milímetros en el saco. El número de mallas circularmente en el cuerpo es de 350 a 420 mallas, los laterales 60 - 80 mallas, y los brazos 100 - 110. El saco está protegido adicionalmente por una malla adicional externa llamada "camisa", la cual previene roturas causadas por el desgaste de la malla en su contacto con el fondo marino. Esta malla es de hilo más grueso (76 - 89 milímetros). Durante su operación, las redes abren cerca de 1,5 metros sobre el fondo del mar (Alió, et al., 1995).
La flota es casi totalmente uniforme en cuanto a los artes de pesca, ya que sólo se aprecian pequeñas diferencias en los artes entre las diferentes compañías de pesca.
El uso obligatorio de esta rejilla, por las embarcaciones de arrastre que capturen camarones, fue establecido por resolución MAC-Dirección General Sectorial de Pesca y Acuicultura N°67 del 25/02/93 (publicada en Gaceta Oficial N° 35.159, 1993). Dicha rejilla fue originalmente concebida durante la década de los 80 para ser utilizada en el golfo de México (Watson & Seidel, 1980; Seidel & McVea, 1982), en momentos en que esa flota arrastrera orientaba sus operaciones fundamentalmente al camarón. La fauna acompañante, como peces, aguamalas, cangrejos, entre otros, era descartada al mar (Seidel & Oravetz, 1985). Este objetivo de pesca no es generalizable hoy en día entre las flotas. En Venezuela, por ejemplo, cerca de la mitad de las ganancias de la flota arrastrera derivan de la venta del pescado (Enríquez, 1997). Como consecuencia del uso de una rejilla con escasa separación entre los barrotes, se origina que el escape de peces de talla comercial sea muy elevado. De hecho, en el SE de los Estados Unidos, Watson & Taylor (1991) reportan que la reducción en la captura de peces con el uso del TED variaba entre 78% durante el día a 50% durante la noche. Por ello, las flotas que orientan su esfuerzo al camarón y a otros recursos demersales manifiestan continuamente la dificultad económica a que son sometidas, para poder mantener operativo el mercado estadounidense del camarón.
Motivado a la importancia de la captura de peces y moluscos en la pesca de arrastre en Venezuela, se realizaron ensayos con el dispositivo tipo TED para medir el impacto causado sobre las capturas comerciales durante los 4 años que siguieron a su introducción en la flota (1994 - 1998). Se observó que la captura promedio de peces se redujo en la red con el TED en un 35 y 50% para la zona oriental y occidental de Venezuela, respectivamente; la de camarones lo hizo en 29 y 8%, mientras que las capturas comerciales en general se redujeron en la red con TED en 33 y 41% para ambas zonas, respectivamente (Marcano et al,. 1998).
La ley que rige y norma la actividad pesquera nacional data desde 1944. Para entonces, la pesca que se desarrollaba en el país era totalmente artesanal y la acuicultura no existía. Cuando surge la pesca de arrastre durante la década de los 50, fue necesario elaborar una resolución o reglamento que normara las actividades de esta pesquería. Así surgió la Resolución MAC-DG-OP No. 473 del 16/10/74, que regula las operaciones de las unidades de arrastre dentro de ciertos límites geográficos.
El 08/11/78 entra en vigencia la Resolución MAC No. 360, cuyo objetivo es unificar las dimensiones de las mallas de las redes utilizadas por la flota. Según esta Resolución las redes deberían estar conformadas de la siguiente manera:
a) Primer cuerpo o parte principal, entre el cañón y las cuendas: 6 centímetros medidos diagonalmente o 2.5 centímetros entre nudos. b) Segundo cuerpo o cañón: 3,8 centímetros o 1,9 centímetros entre nudos. c) Tercer cuerpo o copo: 3,2 centímetros o 1,6 centímetros entre nudos. Esta medida permite el uso de camisas y cadenas de peso no mayor de 150 kilogramos.Posteriormente se dictó la Resolución conjunta MAC-DGSPA No.
000183/MTC-DGSTM del 05/05/80, mediante la cual se obligaba a las embarcaciones
a llevar una franja de 20 centímetros de ancho en la parte más
visible del puente, de un color determinado de acuerdo a su tamaño (eslora).
Asimismo, se obliga a llevar una figura geométrica para identificar su
puerto base.
En 1980, se dictó la Resolución conjunta con el Ministerio del
Ambiente y los Recursos Naturales Renovables (MARNR), MAC/DGSPA-46 y MARNR/DAA-103,
la cual fue el resultado de modificaciones sustanciales a la Resolución
anterior. El objetivo de ésta fue extender aun más las áreas
de pesca reservadas a los pescadores artesanales, a fin de evitar las interferencias
entre estas dos pesquerías.
A fin de detener el crecimiento incontrolado de la flota de arrastre, en julio de 1989, la Dirección General Sectorial de Pesca y Acuicultura del MAC, junto con la Dirección de Transporte Acuático del MTC acordaron congelar la construcción de nuevas unidades de arrastre, acuerdo que aun se mantiene vigente.
Mediante el Decreto Presidencial No. 2.667, dictado el 26 /11/92, se establecen períodos de vedas en el ámbito regional y nacional para la actividad de la pesca de arrastre. Los períodos fueron los siguientes: del 16/05 al 15/06 se prohíbe la pesca de arrastre en la zona oriental del país; del 16/07 al 15/08 se prohíbe la pesca de arrastre en la zona occidental y del 15/12 al 16/01 del siguiente año se prohíbe la pesca de arrastre a nivel nacional.
En 1993, Venezuela también se acogió a los programas para la conservación de las tortugas marinas. En este sentido, durante ese año se dictó la Resolución MAC-DGSPA No. 67, de fecha 25/02/93, que establece el uso obligatorio del TED en todas las unidades de arrastre que se dediquen a la captura del camarón. Asimismo, especifica el tipo de TED a usar y las características estructurales del mismo.
Por último, la Resolución MAC-039, de fecha 13/02/96, establece el ordenamiento de la pesquería de arrastre en Venezuela basado en el esfuerzo óptimo por zona de pesca como criterio de manejo, mediante la creación de los Comités Locales de Seguimiento para la Pesca Industrial de Arrastre (CLOSE).
Impacto del arte de arrastre sobre las comunidades de peces
Dado que la pesca de arrastre fue originalmente camaronera, es común oír relatos entre los empresarios de este sector acerca del efecto "positivo" del uso de la red de arrastre al permitir "arar" o "limpiar" el fondo marino, lo cual conlleva a la desaparición de especies de peces de poco interés (el bagre Cathorops spixii, por ejemplo) y el aumento de las poblaciones de camarones. Son escasas las evaluaciones históricas que permitan verificar esta aseveración cualitativa. Sin embargo, en el delta del río Orinoco se ha podido evidenciar cómo el reciente desarrollo de una pesquería de arrastre artesanal ha conducido a una rápida desaparición de ciertas especies de peces (en particular Elasmobranquios y Ariidae), los cuales son depredadores del camarón (Novoa y Marcano, 1999). Por otra parte, Novoa y col. (1993) describen como, luego de 30 años de actividad de la pesquería de arrastre en el golfo de Venezuela, la composición de los descartes cambió, desapareciendo casi completamente la de peces cartilaginosos (rayas y pequeños tiburones) y algunos teleósteos de la familia Sphiraenidae.
Es posible que el impacto creado por la pesca industrial de arrastre sobre diversas especies de peces con interés comercial, genere interferencias con otras pesquerías (artesanales) que también comparten dichos recursos. Giménez y col. (1993) describen que las interferencias son debido a que ambas pesquerías faenan en áreas comunes, ocasionando que los artes industriales interfieran físicamente con los artesanales y que la reducción de las especies de peces afecte más severamente a los pescadores artesanales. A este problema se suma el hecho de que, en la medida que la flota industrial de arrastre creció en número (duplicándose entre 1981 al 1990, al pasar de 200 a 450 embarcaciones), la operación de la flota en áreas cercanas a la costa (legalmente reservadas a la pesquería artesanal) ha venido en aumento, magnificando la destrucción de las áreas de desove y el crecimiento de muchas especies de peces que utilizan esas áreas para su reproducción.
Necesidad del uso de sistemas que reduzcan la captura de fauna incidental
Considerando los resultados obtenidos en los ensayos del uso de paneles de escape en las redes de arrastre camaronera, surgió la propuesta del sector oficial de incorporar como obligatorio su empleo en el país. Sin embargo, la imposición del uso de los dispositivos tipo TED en 1994 imposibilitó la implementación del empleo de paneles de escape, al no ser políticamente viable imponer, simultáneamente, los dos tipos de dispositivos de exclusión de fauna acompañante.
Existen conversaciones recientes entre el sector oficial y el empresariado de arrastre para ensayar nuevos paneles de escape, junto con modificaciones al TED (separación de los barrotes), para buscar una combinación apropiada que conduzca a una reducción en la captura incidental de tortugas marinas y a una disminución de la captura de fauna acompañante no comercial.
En general, puede apreciarse que el empresariado de arrastre y las tripulaciones no están ganados a la idea de modificar los artes de pesca para hacerlos más selectivos. Es muy probable que esta actitud se haya visto reforzada por la imposición del uso del TED en zonas donde la captura de tortugas era ya de muy pequeña magnitud, debido a las considerables pérdidas económicas asociadas a la reducción en la captura de peces (estimada en 45% por Marcano et al., 1998) por escape a través del TED, así como por la constante rotura de los TED por piedras y palos, al operar en zonas cercanas a las desembocaduras de ríos. Por otra parte, el empleo de modificaciones a los artes que faciliten el escape de fauna acompañante no deseada, induce capturas más limpias de camarones, peces e invertebrados en mejor estado físico, que facilitan el trabajo de las tripulaciones. En particular, la reducción en la captura de agua malas (importante componente de la fauna de descarte, Tablas 14 a la 16) ha sido en Venezuela y otros países un elemento que induce a las tripulaciones al empleo de modificaciones a los artes de pesca que induzcan su salida. El empleo de rejillas en las redes, como el TED, ha resultado útil para este propósito.
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