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ACTIVIDADES FORESTALES DE LA FAO


Apoyo de Finlandia a la FAO en la asistencia para la rehabilitación tras el tsunami en el sector forestal

En mayo de 2005 el Gobierno de Finlandia donó 3 millones de euros para un programa de dos años ejecutado por la FAO para ayudar a los países asiáticos afectados por el tsunami en sus esfuerzos de rehabilitación y reconstrucción en relación con los bosques. El programa se orientará hacia los países más afectados –Indonesia, Sri Lanka y Maldivas– pero promoverá también la cooperación entre todos los países asiáticos afectados y reforzará su capacidad técnica mediante actividades regionales.

Tras la fase de ayuda inmediata, los países afectados empiezan a enfrentarse con el enorme trabajo de restaurar los medios de sustento de los habitantes y los recursos de los que dependen, en especial los recursos forestales. Las posibilidades de aprovechar al máximo la contribución de bosques y árboles al sustento de la población local y a la sostenibilidad del medio ambiente serán mayores si se tienen en cuenta desde el principio en los planes de reconstrucción.

Los fondos finlandeses se utilizarán en la transición de la ayuda de socorro al desarrollo a largo plazo. El programa ayudará a los países a formular políticas y planes forestales para la reconstrucción a largo plazo, y prestará apoyo técnico general para la rehabilitación forestal y la reforestación, la ordenación integral de la zona costera y la producción de madera para la reconstrucción.

Varios países afectados han anunciado planes para establecer cinturones verdes forestales para proteger las costas. Será esencial encontrar un equilibrio entre los usos de la tierra y compaginar los eventuales cinturones verdes con los actuales usos de la tierra. La FAO propugna una ordenación integral de la zona costera y un planteamiento atento a los medios de vida. La Organización prestará ayuda para planificar con detalle el uso de la tierra, especialmente a nivel de distrito y de aldea, cuidando de que la planificación y la ejecución se realicen de manera integrada y coordinada entre los sectores forestal, agrícola y pesquero. La FAO propicia la rehabilitación y la ordenación de bosques naturales y plantaciones, la reforestación, la sustitución de árboles en jardines privados y el restablecimiento de setos vivos, en algunos casos para mejorar la protección de las costas y en otros para facilitar diversos beneficios, como productos forestales para consumo doméstico y generación de ingresos.

La reconstrucción de casas y otras infraestructuras requerirá enormes cantidades de madera y productos forestales, y la procedencia legal de tal madera preocupa a las autoridades nacionales e internacionales. La preocupación es especialmente sentida en la provincia indonesa de Aceh, donde se necesitan grandes cantidades de madera; la que se puede obtener de fuentes locales legales es limitada y la extracción de recursos forestales locales es difícil de controlar. El Gobierno de Indonesia es consciente del problema y está tomando medidas para reducir el riesgo de cortas ilegales en Aceh, estimulando al mismo tiempo el uso de madera nacional de fuentes legales. De acuerdo con el Gobierno de Indonesia, grupos industriales y organizaciones no gubernamentales, la FAO está preparando directrices para la adquisición de madera, especificaciones técnicas de los productos que han de usarse en la construcción y listas de proveedores de madera de fuentes legales en Indonesia.

El programa financiado por Finlandia promoverá también la formación profesional, la coordinación regional y el intercambio de información entre países afectados. Muchos países disponen todavía de poca información sobre la magnitud de los daños en bosques y árboles de la costa. El programa contribuirá a la evaluación de daños forestales en las zonas afectadas y a los análisis de las contribuciones de bosques y árboles a la protección de la costa y del papel de los bosques en la ordenación integrada de la zona costera. También contribuirá a difundir información técnica sobre temas como rehabilitación de manglares y bosques costeros y la base científica del uso de los bosques para la protección de las costas.


Un nuevo grupo de trabajo sobre el álamo y el sauce

Un nuevo Grupo de Trabajo sobre Aplicaciones Medioambientales del Álamo y el Sauce, establecido en la 22ª reunión de la Comisión Internacional del Álamo en diciembre de 2004, tuvo su reunión inaugural del 26 al 29 de mayo, por invitación conjunta de la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas, Uppsala, y la Universidad Agrícola de Estonia, Tartu. La reunión, mantenida en cooperación con los grupos de trabajo de la comisión sobre enfermedades y sobre sistemas de producción, se concibió como una oportunidad para que los expertos y los investigadores que trabajan en condiciones geográficas comparables aprendan unos de otros, prestando especial atención al uso de álamos y sauces en la fitorremediación (véanse los artículos en las págs. 47 y 51 de este número).

Las visitas de campo realizadas en Suecia y Estonia mostraron cómo estos encuentros pueden facilitar la transferencia de conocimientos entre países desarrollados y países con economías en transición. Las visitas a una gran instalación sueca de tratamiento de aguas residuales y a un sistema en Estonia en el que las aguas residuales domésticas de 2 000 personas se utilizan para regar unas 10 hectáreas de sauces ilustraron el contraste en escala y tecnología entre ambos países, y fueron ocasión para que expertos e investigadores intercambiaran sus conocimientos.


La FAO combate la saperda asiática del álamo en China

Los brotes epidémicos masivos en China de la saperda asiática del álamo, Anoplophora glabripennis, un insecto endémico que infesta las maderas duras, son una amenaza para el vasto programa de reforestación en la Región Norte Tres. La plaga es conocida y combatida en China desde hace por lo menos un siglo. En los dos últimos decenios, sin embargo, la forestación en gran escala, con predominio del monocultivo y las plantaciones de árboles clónicos, ha llevado a un crecimiento explosivo de la plaga, de cuya presencia hay noticias en más de 20 provincias, municipios y regiones autónomas de China. Los géneros arbóreos más afectados son álamos, sauces y olmos. En las zonas más afectadas se han infestado hasta el 80 o el 90 por ciento de los árboles. Para reducir los daños, ha sido necesario arrancar y destruir millones de árboles infestados.

En el marco del Programa del Cinturón Protector de Norte Tres en China se están estableciendo más de 9,5 millones de hectáreas de plantaciones entre 2001 y 2010, y ha habido que tomar en consideración los riesgos que presenta la saperda asiática del álamo en la selección de las especies y en las prácticas forestales. Un proyecto de la FAO, en colaboración con el Shelterbelt Centre of Agriculture and Agri-Food, de Canadá, ha trabajado con las autoridades locales examinando diseños alternativos de cinturones protectores con diversidad de especies y menor proporción de álamos. El proyecto, que terminará en agosto de 2005, ha estudiado y promovido especies resistentes a la saperda del álamo. La ordenación integrada preconiza regímenes de plantación mixta adaptados a cada zona, junto con vigilancia de la plaga y restricción de movimientos del material de plantación, sobre todo el procedente de zonas infestadas. El control biológico, en especial recurriendo al pájaro carpintero, así como medidas físicas (destrucción manual de los insectos y sus huevos), ayudan a mantener la plaga en niveles bajos. Se cree que la situación está ya controlada, pero no hay que abandonar la vigilancia.

El peligro no se limita a China. Anoplophora glabripennis es una de las principales plagas mundiales sujetas a cuarentena y a estrictas normas fitosanitarias. Por el comercio internacional penetró en Estados Unidos, donde en los años 1990 muchos árboles (en especial arces y robles) tuvieron que ser destruidos para atajar su propagación. Las pérdidas fueron considerables sobre todo en zonas urbanas, y la plaga sigue estando bajo estricta vigilancia. También ha aparecido en Canadá y en varios países europeos, pero los procedimientos de cuarentena han impedido hasta ahora su arraigo.

En una reunión final de trabajo del proyecto en agosto de 2005, se recapitularán las actividades de los dos últimos años, lo que será interesante para otros países que se enfrentan con esta plaga. Se presentarán en esa reunión extensos estudios, que se están realizando ahora en China, de todas las actividades emprendidas en el país en relación con la biología del insecto y la manera de combatirlo, así como las relativas a la genética de la resistencia a la plaga y la selección de especies resistentes que sean aceptables para los agricultores locales.


Mentores de oficiales forestales para promover la participación en la ordenación forestal

Una nueva modalidad de capacitación basada en la experiencia de aprendizaje in situ con un «mentor» para personal administrativo de nivel medio se ha considerado excepcionalmente efectiva para el fortalecimiento institucional y el cambio de actitudes y comportamientos. Una evaluación independiente del Proyecto trienal «Fortalecimiento de métodos participativos para la ordenación forestal en Ghana, Guyana y Uganda», terminado en mayo de 2005, concluyó que el proyecto había producido claros efectos positivos en los tres países.

El proyecto, financiado por el Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido, tenía por objeto apoyar reformas fundamentales en el sector forestal emprendidas por los tres gobiernos. Su finalidad era promover la participación en la labor de organismos gubernamentales (y otros) a favor de una ordenación efectiva de los recursos naturales que apoyara las estrategias de la población rural pobre para asegurarse el sustento. Los destinatarios primarios eran los oficiales de nivel medio de instituciones forestales estatales (por ejemplo, oficiales de distrito o división forestal).

Durante el primer año del proyecto se hizo hincapié en la promoción de la ordenación forestal participativa en los tres países. Sin embargo, desde mediados de 2003 se fue prestando más atención al fortalecimiento del marco institucional para la ordenación forestal participativa mejorando la capacidad de participación de los oficiales de nivel medio. Un principio básico de la capacitación fue la formación in situ de oficiales por medio de mentores un día al mes, en particular en Ghana y Uganda, donde el marco institucional era propicio para ello.

La evaluación comprobó que las actitudes y conductas del personal administrativo cambiaban notablemente cuando se adoptaban prácticas participativas en su trabajo cotidiano. Un oficial comentaba, tras haber trabajado con un mentor, que el proceso «ayudaba a romper barreras y facilitaba una mayor apertura entre supervisores y supervisados y entre oficiales forestales y comunas». La evaluación concluyó también que el estilo cordial del proyecto era importante para contribuir a un fuerte sentido de asimilación nacional del proceso en los tres países, con resultados positivos para institucionalizar las nuevas actitudes y conductas.

Los oficiales superiores y el personal externo también percibieron notables cambios en las actitudes y conductas de los oficiales medios. Dos asociaciones de leñadores de Guyana, por ejemplo, observaron «una nueva Comisión Forestal de Guyana» más servicial, comunicativa y colaboradora: «Vemos ahora la Comisión como colaboradora y no como antagonistas o policías; el personal es ahora más amistoso y no trata altivamente a la comunidad.»

Los estudios de casos realizados con la evaluación indicaron claramente que el método del proyecto permitió derribar anteriores barreras sociales y de comunicación y sentar las bases para que las comunidades locales se beneficiaran directamente del uso prudente de los recursos forestales que antes se les negaban.

La evaluación resumió así los efectos del proyecto:

Las razones que se apuntaron para el éxito del proyecto fueron:

Además de considerar la difusión de las lecciones deducidas del proyecto, la FAO procede actualmente a ultimar el CD-ROM interactivo elaborado en el proyecto para facilitar el más amplio acceso a instrumentos, métodos, estudios de casos y lecciones útiles.


Apoyo a evaluaciones forestales nacionales

La Evaluación de los recursos forestales mundiales 2000 (ERF 2000) concluyó que la mayoría de los países carecen de información fidedigna sobre bosques y árboles de todas clases. Por su elevado costo, pocos países tienen inventarios forestales nacionales. Además, los inventarios forestales se han centrado en general tan solo en la madera, desdeñando la mayoría de las demás funciones sociales, medioambientales y económicas de los bosques y los árboles fuera de ellos.

En los últimos cinco años, la FAO ha trabajado con expertos y autoridades de países de todas las regiones para diseñar un método rentable de evaluación nacional y observación a largo plazo de bosques y árboles fuera de los bosques, incluyendo aspectos como diversidad biológica, salud forestal, uso de recursos, usuarios y ordenación. El método se basa en observaciones sobre el terreno, mediciones y entrevistas con partes interesadas en una muestra relativamente pequeña de lugares representativos del conjunto del país.

Del 9 al 11 de marzo de 2005, la FAO convocó una reunión internacional para evaluar el método, los resultados y su utilidad para el análisis de las políticas, y para recomendar cambios. Los participantes fueron profesionales de diversos tipos –estadísticos, biométricos, sociólogos y especialistas en inventarios forestales, teledetección y biodiversidad; autoridades del sector forestal de diez países, entre ellos jefes de administraciones forestales; especialistas en la práctica sobre el terreno de evaluaciones forestales nacionales de África, Centroamérica y Europa; y expertos en el método considerado–, lo que permitió un debate en profundidad sobre todos los aspectos de las evaluaciones forestales nacionales.

La reunión concluyó que las evaluaciones forestales nacionales contribuyen al desarrollo de políticas y programas forestales, ayudando a plantear cuestiones conexas como la pobreza y la degradación ambiental. Los participantes convinieron en que es necesario y útil ampliar la recopilación de datos sobre recursos forestales a otros usos de la tierra y a los árboles fuera de los bosques, y apoyaron la cooperación técnica entre países en desarrollo (CTPD) para promover el intercambio de metodologías y sistemas reduciendo así los costos de iniciación. Observaron que se requieren esfuerzos adicionales para simplificar y difundir los resultados y conclusiones haciéndolos fácilmente comprensibles para los no profesionales y para las autoridades responsables.

Entre otras muchas recomendaciones, la reunión técnica propuso a los países:

Recomendó además a la FAO:

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