Página precedente Indice Página siguiente


APENDICES

Notas para la aplicación de los orientaciones

I. Lista de comprobación para la evaluación preliminar de los impactos ambientales de las actividades forestales

(a) Lista de Comprobación para la Evaluación preliminar de:

LA COMPONENTE AMBIENTAL BIOFÍSICA O EL INTERÉS SOCIOECONÓMICO

El cambio biofísico; aspecto sujeto a modificación: nuevas estructuras o Instituciones; cambios sociales o económicos

MAGNITUD



No aplicable o despreciable

Pequeña

Grande

Permanente/
Irreversible


A. COMPONENTE BIOFISICA:







1. Relieve del terreno y suelos

Estabilidad de laderas Estabilidad de márgenes/orillas






Lecho del cauce y materiales






Erosión en regueros/barrancos






Erosión laminar






Sedimentación






Estructura del suelo






Matarla orgánica






Capacidad Equivalente da Cambio






Nutrientes






Microflora del suelo






Microfauna del suelo






Laterización






2. Recursos hídricos

Escorrentía superficial






Escorrentía de basa






Niveles del agua subterránea






Calidad del agua superficial






Calidad del agua subterránea






3. Clima y calidad del agua

Microclima






Clima regional






Polvo






Humo






Otras emisiones






Cambios acumulados en gran escala
(CO2; albedo; etc.)






4. Vegetación

Corta total del Bosque






Corta parcial del Bosque






Pérdida de especies; Raras, comerciales, Otras






Diversidad de Especies






Recursos genéticos






Regeneración del Bosque






Invasión de malezas






Persistencia de las malezas






Especies desconocidas






Fitopatología






Restos de corta, otros desechos






Peligro de incendios






Bosque adyacente sin cortar






Especies exóticas






Reforestación, forestación






Nuevos terrenos de matorral.






Nuevos pastizales






Eliminación de plantas con herbicidas






Extensión da las raíces a los terrenos agrícolas






5. Fauna silvestre y pesca

Especies raras, amenazadas o protegidas






Lugares de nidificación






Terrenos de Cría






Terrenos de Alimentación






Lugares de desove






Senderos de tránsito aireo






Piscifactorías






Otros habitats acuáticos






Pesca de subsistencia






Pesca comercial






Desplazamiento de animales






Cambios de población animales ramoneado res, roedores, insectos, otras especies






Casa/Furtivismo






Nuevos habitats oreados






B. INTERES SOCIO ECONOMICO:







1. Cultivos tradicionales y economía de substinencia

Pérdida/Ganancia de habitats






Recursos tradicionales






Recursos patrimoniales






Economía no monetaria






Fuentes de energía






Agricultura Migratoria






Cortas ilegales






Contactos culturales






2. Economía monetaria y Demografía

Creación de puestos de trabajo directos para residentes locales






Creación de puestos de trabajos indirectos






Puertos de trabajo para no residentes






Influencia de los recién llegados






Asentamientos programados






Asentamientos no programados






Campamentos de explotación forestal






Nuevas infraestructura física






Nuevas instituciones






Estímulo económico general






Conflictos de uso del suelo






Competencia en el mercado da trabajo






Eliminación de desechos






Servicios gubernamentales






3. Emidemiología

Incidencia Nueva patología






Brotas da epizootias






4. Conservación

Parques, reservas de caza y santuarios existentes






Areas de conservación programadas






Areas da conservación potenciales






Valores recreativos, incluidos los cambios visuales






5. Otros








(b) IMPACTO AMBIENTAL DE LAS ACTIVIDADES FORESTALES

IMPORTANCIA DE LOS IMPACTOS NETOS A LARGO PLAZO

De plazo largo (Anos)

De plazo corto (Meses)

Locales

Regionales

Trans-fronteras

Directos

Indirectos

Notas

Beneficiosos
+ 1 a + 5

Perjudiciales
- 1 a - 5























II. Resumen de los impactos potenciales de las actividades forestales con especial hincapié en los trópicos y subtrópicos: por el aspecto ambiental o por el interés socioeconómico

ASPECTOS AMBIENTALES O INTERÉS SOCIO-ECONÓMICO

IMPACTO POTENCIAL



Laderas

Pueden hacerse inestables, propensas al deslizamiento, al derrumbamiento o a los movimientos de tierra; pueden hacerse más vulnerables a los terremotos.



Márgenes y orillas

Pueden hacerse inestables y propensas a socavones o a la erosión y depósito a lo largo de las orillas.



Suelos

Pueden perderse por erosión en regueros o barrancos o por erosión laminar; pueden hacerse propensos a una lixiviación rápida de nutrientes; pueden tener una pérdida inicial rápida de materia orgánica, que después se estabiliza porque decrece el número de los organismos del suelo que ocasionan su descomposición; pueden endurecerse como resultado de la laterización; pueden disminuir o alterarse la microflora y la microfauna por exposición completa a la luz solar; a su vez, los cambios en la microbiología pueden afectar perjudicialmente a la descomposición y transferencia de nutrientes, la desaparición de microrrizas puede, especialmente, retrasar o impedir el restablecimiento de muchas especies arbóreas que se alimentan en simbiosis con estos hongos del suelo; la materia orgánica puede aumentar bajo plantaciones forestales, con efectos beneficiosos para la estructura del suelo, la capacidad de infiltración, la capacidad de retención de la humedad del suelo y la capacidad de intercambio de cationes; la acumulación de mantillo forestal bajo las plantaciones puede aumentar también el peligro de incendios. Por el contrario, las plantaciones de ciertas especies pueden afectar perjudicialmente a determinados aspectos biofísicos del suelo (cf. Vegetación). La estructura del suelo, el contenido en materia orgánica y los microorganismos pueden verse afectados negativamente por el fuego empleado para el desmonte de bosques con destino agrícola.



Sedimentación

Puede aumentar la carga de sedimentos de los cursos de agua con efectos perjudiciales para la estabilidad de los cauces, la navegación, el desove de la pesca, los organismos del fondo (bentos), la penetración de la luz y otros aspectos de la vida acuática; la sedimentación acelerada puede acortar la vida útil de los embalses; en terrenos de ladera, los arrastres procedentes de áreas excesivamente explotadas pueden enterrar las raíces del bosque adyacente no explotado o los cultivos de terrenos próximos; la reforestación y la forestación pueden disminuir las cargas de sedimentos, invirtiendo así los efectos negativos antes descritos.



Recursos hídricos

Las laderas denodadas, los suelos compactados, y la disminución de la infiltración y la intercepción de la cubierta de copas pueden originar mayores volúmenes de escorrentía superficial, y respuestas más rápidas de la escorrentía a las precipitaciones; a pesar de la menor infiltración de la lluvia, la escorrentía. de base puede aumentar localmente con la deforestación, por disminuir la transpiración; sin embargo, la deforestación en gran escala suele traducirse en menores caudales aguas abajo de la cuenca, debido a la menor infiltración y a la recarga del agua subterránea, a una mayor escorrentía y al aumento de la evaporación; la disminución de los caudales puede perjudicar, aguas abajo, los aprovechamientos de agua para agricultura y uso doméstico. Estos efectos pueden invertirse con la reforestación o la forestación.

La reforestación en regiones semiáridas puede, sin embargo, agotar localmente la humedad del suelo, hacer descender la capa freática y traducirse en la disminución de la recarga del agua subterránea y de la escorrentía de base; este efecto negativo puede contrarrestarse en parte mediante el aumento de la capacidad de infiltración del suelo bajo bosque. En zonas húmedas, la explotación maderera puede, indirectamente, elevar la capa freática con alcance local por disminuir la transpiración; el empleo de maquinaria pesada puede ocasionar también el estancamiento localizado de agua, anegando a su vez a las plantitas y, en otros casos, dañando a las plantas. La explotación forestal, el transporte de trozas por flotación y la eliminación inadecuada de los despojos de corta y otros desechos orgánicos pueden aumentar la turbiedad y el contenido de fenoles de las aguas superficiales, pudiendo acelerar la eutrofización de estas aguas por las pérdidas de nutrientes del suelo y el contenido de BOD de los cursos de agua con despojos; el almacenamiento y eliminación inapropiados de combustibles lubricantes, preservantes de la madera y biocidas, pueden contaminar, tanto el agua superficial como la subterránea.

El agua de retorno de plantaciones arboladas bajo riego en zonas semiáridas, puede ser salina; la fertilización excesiva de plantaciones puede acelerar la eutrofización de las aguas.



Clima y calidad del aire

La explotación forestal puede aumentar las temperaturas del terreno y disminuir localmente la humedad atmosférica, lo que a su ves, puede perjudicar al crecimiento de las plantitas y a la microbiología del suelo; una deforestación en gran escala puede ocasionar la desecación regional del clima, por disminuir la transpiración y alterarse las formas de convención, debido a los cambios de rugosidad de la superficie y del albedo; los cambios del equilibrio entre el calor sensible y el calor latente (relación de Bowen) pueden tener un efecto acumulativo sobre las formas de circulación a escala mundial.

La explotación forestal en regiones semiáridas o en regiones con sequía estacional puede empolvar el aire; los suelos desnudos pueden ser proclives a la erosión eólica; la corta de árboles, el transporte de trozas y otros usos de maquinaria pueden originar humos; el aserrío, el carbono y otras transformaciones de la madera pueden ocasionar partículas y otras emisiones locales; la deforestación en gran escala puede afectar acumulativamente al balance mundial de CO2, ya que los bosques tropicales representan una fijación inmensa de CO2; aunque el aumento reciente del CO2 atmosférico no parece estar relacionado con la deforestación, es necesario adoptar precauciones antes de llevar a cabo un consumo en gran escala (quema, pudrición) de madera tropical. Según parece, la deforestación tiene un efecto despreciable sobre el balance mundial de CO2 presumiblemente mientras la superficie total de vegetación de la tierra continúe fundamentalmente inalterada.



Vegetación

Puede suceder que el bosque alto húmedo tropical no se regenere sólo después de una corta rasa. La corta rasa puede eliminar especies endémicas completas o partes importantes de del acervo genético total de ciertas especies, incluyendo especies madereras. La extracción total del bosque en zonas con una gran diversidad de especies, aumenta la probabilidad de pérdida de especies y de recursos genéticos. Por otra parte, la corta rasa y la sustitución del bosque natural por plantaciones de gran productividad puede representar el hacer menos incursiones en otras áreas de bosque natural. La explotación selectiva de los mejores árboles puede ocasionar una erosión genética. Puede también dañar a gran parte de la vegetación permanente; puede suceder que no sobrevivan los árboles semilleros debido al "shock de insolación" o debido a daños mecánicos sufridos durante el madereo. La simplificación del bosque mediante corta selectiva o plantaciones de enriquecimiento con pocas especies, puede reducir la resistencia global del bosque a las plagas y agentes patógenos. Por otra parte, la extracción de árboles sobremaduros, maduros y defectuosos, puede "liberar" a otros árboles mejorándose con ello el estado sanitario y la productividad del bosque. Los árboles defectuosos, como los huecos, puedan ser sin embargo ecológicamente valiosos (cf. Fauna silvestre), La explotación forestal puede hacer, indirectamente, que los bosques adyacentes no explotados sean más vulnerables a los golpes de viento, a los incendios, a las cortas ilegales y a la agricultura migratoria; la alteración de la hidrología local y el enterramiento de las raíces debido a los sedimentos, pueden afectar también perjudicialmente a la vegetación colindante. Los bosques colindantes o los residuales pueden sufrir daños mecánicos durante la explotación maderera. La utilización de arboricidas y otros biocidas puede dificultar el desarrollo del diseminado, dañar a los cultivos y afectar perjudicialmente a la vida animal, incluyendo la reproducción humana. La deforestación (desmonte de tierras para agricultura) por medio del fuego (o en zonas inadecuadas para esta técnica) pueden dañar a la vegetación remanente, a los suelos, a la fauna y a la pesca. Las plantaciones de ciertas especies pueden alterar perjudicialmente el pH, la situación específica en cuanto a nutrientes y la microbiología del suelo, mejorando al propio tiempo el contenido orgánico, la estructura y la capacidad de intercambio de cationes de los suelos. Las plantaciones de coníferas pueden ser especialmente propensas a los incendios forestales; pueden exigir caminos contra incendios (10-12 m de anchura) y fajas cortafuegos. La eliminación del bosque y su sustitución por especies exóticas puede privar de alimento y refugio a ciertas especies animales y puede atraer y hospedar ciertas plagas. La plantación de fajas de abrigo en zonas semiáridas puede producir los efectos micro - climáticos deseados, pero puede tener también efectos negativos asociados, por ejemplo la invasión de raíces en cultivos colindantes y en conducciones de riego. Las fajas de abrigo pueden consumir un agua que se trata de dedicar a los cultivos, al obtenerla de las acequias de riego.



Fauna silvestre y pesca

La explotación forestal puede dañar y matar directamente algunos animales, pero lo más probable es que perjudique o destruya habitats fundamentales, como lugares de nidificación, incluyendo viejos árboles huecos, terrenos de alimentación y de cría. También puede interrumpir o eliminar los senderos de tránsito aéreo de ciertas especies arborícolas que rara vez se trasladan a nivel del suelo. Algunas especies endémicas de animales podrían ser eliminados por completo. La erosión, la sedimentación, o la eliminación inadecuada de desechos de corta y otros desperdicios pueden perjudicar o destruir áreas de desove y cría de la pesca, comunidades bénticas y otros importantes habitats y organismos acuáticos. La turbiedad puede obstaculizar la penetración de la luz, disminuyéndose así los niveles de fotosíntesis y productividad global de los ecosistemas acuáticos. La extracción de la cubierta arbolada colindante a arroyos y ríos puede elevar la temperatura del agua a niveles perjudiciales para los organismos acuáticos adaptados a condiciones estenotérmicas. Las trozas flotantes pueden interferir la pesca comercial y de subsistencia al perturbar el movimiento de los peces, y los habitats acuáticos y al contaminar las aguas con productos de preservación de la madera. La extracción y el transporte de trozas pueden desplazar a los animales debido al ruido y al incremento de la presencia humana; algunos de estos animales, sobre todo si están muy ligados al territorio, no pueden ocupar fácilmente bosques adyacentes no perturbados. Los animales desplazados, sumados a las publicaciones existentes, pueden representar una superpoblación, con la consiguiente tensión y disminución de las tasas de reproducción.

La eliminación de algunos herbívoros, aves o insectos, debida a la explotación forestal, puede perturbar la regeneración de especies de árboles y de otras plantas que dependen de estos animales para la polinización o la dispersión de semillas. La eliminación de algunas poblaciones de insectos podría retrasar la digestión de materias vegetales y, en consecuencia, el reciclado de nutrientes. Las áreas desmontadas y las carreteras forestales crean nuevos accesos que, si no están controlados, pueden favorecer la caza excesiva o el furtivismo en áreas hasta entonces inaccesibles.

La explotación maderera puede originar nuevos brotes favorables para el ramoneo o habitats de ciertos animales, sobre todo ganado silvestre, otros ungulados y roedores. Algunos herbívoros, en especial los elefantes, pueden ser desplazados y pasar a depender de los cultivos agrícolas, con las perdidas económicas resultantes. Los nuevos habitats oreados por la explotación forestal pueden dar como resultado un crecimiento explosivo de algunas poblaciones animales, especialmente roedores, algunos herbívoros y algunos insectos. Estos animales pueden, a su vez, afectar perjudicialmente a la regeneración forestal o a los cultivos próximos. Algunos de estos animales pueden ser vectores de enfermedades.



Culturas locales y Economías de subsistencia

Los proyectos forestales pueden mejorar de forma importante y permanente los niveles de vida de los residentes locales mediante empleo directo e indirecto en una nueva economía monetaria, nuevas carreteras, viviendas, facilidades médicas y otras nuevas infraestructuras.

Sin embargo, la transición de una economía no monetaria a otra monetaria y de un estilo de vida tradicional a otro más moderno, puede ser o no el objetivo deseado de la mayoría de los residentes locales. Si la preservación de una economía de subsistencia es el deseo expreso de la población local, en tal caso las actividades forestales pueden tener una serie de efectos perjudiciales. Así por ejemplo, la explotación maderera puede eliminar o reducir el habitat, los alimentos, y otros recursos tradicionales de los pobladores forestales. En zonas remotas, las operaciones de explotación forestal y la correspondiente afluencia de forasteros y de nuevas formas de vida pueden llevar a un "shock cultural" y a la consiguiente desintegración social. En el caso peor, pueden llevar a un conflicto violento. La explotación forestal puede, inadvertidamente o no, donar o destruir árboles, sitios u otros elementos del paisaje que tienen un valor religioso u otro valor patrimonial. Puede perturbar también cementerios y lugares históricos y arqueológicos.

La eliminación de alimentos tradicionales y otros suministros, la creación de nuevas demandas o la introducción de combustibles fósiles y otros artículos de consumo, pueden interrumpir una economía local y no monetaria, ocasionándose un trastorno social. La deforestación puede disminuir el suministro local de leña, haciendo a los residentes dependientes de fuentes sustitutivas de energía, con repercusiones regional es o incluso nacionales. La forestación o la reforestación pueden invertir esta tendencia. Las actividades forestales pueden aumentar el empleo y otras expectativas socio-económicas de la población que desee dejar la economía no monetaria; si no se atienden estas expectativas, puede llegarse a ciertos conflictos. La explotación maderera y la mejora del acceso pueden aumentar la extensión e intensidad de la agricultura migratoria, con la correspondiente degradación de los suelos, la vegetación y otros recursos.



Expansión demográfica y económica

Los proyectos forestales pueden estimular la economía monetaria local mediante el empleo directo e indirecto y el aumento de la demanda de bienes y servicios. Estos proyectos pueden traducirse también en unas mejores instalaciones, como nuevas o mejores carreteras, facilidades médicas, escuelas, etc. En contraposición a estos beneficios, puede necesitarse desmontar nuevos bosques para los campamentos de madereo, nuevos poblados, carreteras y otras instalaciones. Los campos de madereo, si están deficientemente regulados, pueden ser causa de fricción con los residentes locales. La eliminación inadecuada de desechos y el ostigamiento de la fauna silvestre suelen acompañar a los campamentos temporales. Lo mismo se aplica, en mayor escala, a los nuevos poblados creados por la afluencia de personas empleadas directa o indirectamente, en el sector forestal.

En general, más gente significa más carreteras, escuelas, abastecimientos de agua, eliminación de desechos líquidos y sólidos, y otras instalaciones que pueden crear puestos de trabajo pero que también sobrecargan a los recursos locales, financieros y de personal capacitado. Mayores concentraciones de público y mayor actividad económica, representan también presiones sobre el ambiente local y regional (demanda de espacio recreativo, degradación de la calidad del aire y del agua, irrupciones en los habitats de los animales, etc.). También es probable que aumente la demanda de servicios públicos (educación, sanidad, gobierno); esto puede producir beneficios, como la creación de puestos de trabajo, pero también efectos negativos si no sé cuenta con el personal capacitado necesario.

La expansión de las actividades forestales puede estar en conflicto o ser complementaria con otros usos económicos del suelo, como la agricultura, la minería o el turismo (cf. Conservación).



Epidemiología

La eliminación del bosque puede aumentar los niveles de incidencia de ciertas enfermedades o introducir nuevas enfermedades como la malaria (por exposición del agua estancada que estaba antes bajo cubierta forestal) y el tifus de los chaparrales (creación de praderas de Imperata invadidas por roedores). Cualquier encharcamiento de agua derivado de las actividades forestales podría llevar en ciertas regiones a brotes esquistosomiasis u oncocerciasis. La destrucción de bosques puede llevar a aquellos artrópodos forestales que son vectores de enfermedades de arbo-virus, a un contacto más estrecho con el hombre. Por otra parte, el desmonte de los bosques de ribera se utiliza para controlar la triponosomiasis. La afluencia de trabajadores forestales y otros forasteros puede aumentar la incidencia de ciertas enfermedades, como la tripanosomiasis o las que se transmiten sexualmente. Por otro lado, las facilidades médicas y las normas establecidas en conexión con los proyectos forestales, pueden mejorar notablemente las condiciones sanitarias locales o regionales.

Es comprensible que, con la deforestación y con la penetración de la agricultura en las áreas de bosque, los animales domésticos se conviertan en hospedantes de ciclos de parásitos que antes se hospedaban en los animales del bosque.



Conservación

Las actividades forestales pueden estar en conflicto con las áreas de conservación, existentes, planificadas o potenciales (bosques protectores, parques, reservas de caza, reservas naturales estrictas, santuarios). La explotación forestal podría afectar a las áreas de conservación que están en situación legal confusa o que están mal delimitadas en el terreno. Las actividades forestales en las zonas de amortiguación que rodean a las áreas de conservación, pueden tener efectos perjudiciales indirectos (sedimentación, desplazamiento de animales debido al ruido y a la presencia humana; aumento del furtivismo debido a los nuevos accesos). La explotación maderera puede socavar los planes de conservación si tiene lugar cuando estos planes están detenidos debido a retrasos administrativos o legislativos.

La turbiedad de las corrientes de agua, los árboles muertos, los despojos de las áreas desmontadas, las acumulaciones de desechos de corta y otros restos, los despojos colgantes, el tráfico de carretera procedente de las áreas de explotación, el ruido, el polvo y otros efectos derivados de las actividades forestales, pueden disminuir el valor recreativo y estático de una región.

Por otro lado, unas carreteras forestales bien planificadas pueden ser utilizadas posteriormente para el turismo y otros usos recreativos, y para la observancia de las leyes de conservación.

La reforestación o la forestación, sobre todo si se hacen con vistas a un objetivo múltiple, pueden contribuir al valor recreativo de una región, ya sea mejorando la estética, proporcionando espacios recreativos o favoreciendo el clima. Las plantaciones en paisajes desnudos o erosionados mejoran mucho la apariencia de los mismos, además de aportar otros muchos beneficios ambientales. No obstante, las plantaciones demasiado regulares o uniformes, en cuanto a las especies que las componen, pueden entrañar un riesgo visual. Superficies cortadas o plantaciones monótonas, situadas bastante fuera de áreas de conservación, corno los parques nacionales, pueden perjudicar el panorama que se observa desde ciertos puntos situados dentro de aquellas áreas.

III. Lista de comprobación de impactos ambientales potenciales de ciertas actividades forestales

ACTIVIDAD FORESTAL

IMPACTOS POTENCIALES



Explotación maderera:

Relieve del terreno y Suelos



corta rasa y corta selectiva

- inestabilidad de laderas, de márgenes u orillas

- erosión en regueros y barrancos o erosión laminar

- pérdida de nutrientes y de materia orgánica

- disminución o alteración de la microflora y de la microfauna

- disminución de la capacidad de intercambio de cationes

- compactación del suelo

- laterización

- asurcados y encharcamiento del suelo

- enterramiento de los suelos situados ladera abajo de debido a una erosión y sedimentación excesivas

Recursos hídricos:

- menor infiltración y recarga del agua subterránea

- mayor escorrentía superficial menor escorrentía de base; menor caudal asegurado a lo largo del año;

- encharcamiento superficial del agua

- mayor turbiedad

- eutrofización acelerada

- contaminación de las aguas con hidrocarburos, biocidas y productos de preservación de la madera

- aumento de las cargas de sedimentos, con efectos perjudiciales para la estabilidad de los cauces, la vida acuática, el periodo de vida útil de los embalses, y la navegación.

Clima y Calidad del Aire:

- Temperaturas superiores a nivel del suelo

- desecación local y regional del clima

- emisión de polvo y humos

- emisión de CO2

Vegetación;

- El bosque alto puede no regenerarse por sí mismo

- pueden llegar a extinguirse especies en su totalidad

- erosión genética corno resultado de la corta selectiva de los mejores árboles

- reducción de la población total de una especie

- desarrollo de un bosque secundario no deseable

- invasión de malezas persistentes

- puede suceder que los árboles semilleros no sobrevivan a loe daños mecánicos y al "shock de insolación"

- el bosque adyacente sin cortar puede resultar dañado por la maquinaria, la caída de árboles por viento, los incendios, las cortas ilegales, la sedimentación, los cambios hidrológicos y la intensificación do la agricultura migratoria

- la regeneración puede verse afectada por cambios en las poblaciones de animales que actúan como polinizadores o como vectores de semillas

- la regeneración de las especies valiosas puede verse ayudada por la extracción seleccionada de árboles sobre-maduros o defectuosos.

Fauna silvestre y Pesca:

- pueden matarse directamente algunos animales

- pueden eliminarse o dañarse los sitios de nidificación, incluyendo árboles huecos

- pueden eliminarse terrenos de alimentación y cría

- las áreas de desove y cría y los organismos del fondo (bentos) pueden ser dañados o destruidos por sedimentos o por despojos de corta

- el ruido y la presencia humana pueden desplazar a los animales

- los animales desplazados pueden provocar ciertas tensiones reproductivas y de otro carácter en las poblaciones animales existentes en el bosque sin cortar

- pueden eliminarse por completo especies raras y endémicas

- algunos animales pueden resultar favorecidos por el nuevo ramón y por los habitats creados por el aprovechamiento maderero; sin embargo, algunos de estos animales pueden convertirse en plagas o vectores de enfermedades

- algunos herbívoros pueden ser desplazados y pasar a depender de los cultivos agrícolas

Culturas tradicionales y economía de subsistencia:

- el refugio tradicional, los alimentos y otros recursos de los pobladores forestales, pueden reducirse o eliminarse

- en zonas remotas, podría producirse el "shock cultural" y la correspondiente inquietud social

- daños o destrucción de lugares de valor religioso o de otro carácter patrimonial

- el quebrantamiento de la economía local no monetaria (suponiendo que sea un objetivo deseado de los residentes locales la preservación de la economía de subsistencia)

- aumento temporal del suministro de leña

- disminución a largo plazo del suministro de leña

- conflicto sobre oportunidades de trabajo o falta de ellas en el sector forestal

- aumento de la agricultura migratoria

Epidemiología:

- mayor incidencia de la malaria (exposición del agua estancada) y otras enfermedades

- más contacto entre vectores de enfermedades de arbovirus y el hombre

- creación de habitats de animales que pueden ser vectores potenciales de enfermedades (principalmente, praderas invadidas por roedores)

- introducción de enfermedades por los trabajadores forestales

- reducción de la incidencia de ciertas enfermedades, mediante cortas selectivas (ej. tripanosomiasis).

Conservación:

- daños a las áreas de conservación existentes (parques, reservas de caza, bosques de protección, etc.) ya sea directa o indirectamente al afectar a zonas de amortiguación situadas alrededor de estas áreas

- daños a las áreas de conservación que tienen una situación legal confusa o que están mal delimitadas en el terreno

- quebrantamiento de los planes de conservación al afectar a áreas que todavía no han sido reservadas legal o administrativamente

- reducción del valor recreativo de una región por efectos visuales negativos (que se observan desde carreteras, poblaciones, ríos navegables, perspectivas desde el interior de los parques), aumento de la turbiedad de los cursos de agua, despojos en los cursos de agua, intenso tráfico de carretera y desplazamiento de la fauna.



Desmonte con Fuego:

- puede dañar o perjudicar a los suelos, a la vegetación colindante, a la vida acuática, y a la fauna silvestre

- puede ocasionar una grave contaminación del aire de carácter local y temporal



Carreteras Forestales, Vías de Saca y Zonas de Recogida
(construcción y utilización)

- suelen ser fuentes de sedimentos

- pueden ser áreas con una gran escorrentía superficial por estar los suelos desnudos o compactados

- pueden ocasionar daños a la vegetación colindante sin cortar (daños mecánicos, escorrentía, sedimentación, polvo, humos)

- pueden ser fuentes de contaminación de aguas por hidrocarburos

- pueden servir como nuevas vías de acceso, aumentando con ello la presión de los cazadores, al furtivismo, las cortas ilegales y la agricultura migratoria

- por el contrario, pueden facilitar el manejo de la fauna silvestre y la observancia de las leyes de conservación

- pueden servir como eje de nuevas colonizaciones sin planificar

- pueden facilitar la comercialización de la producción y de otros artículos

- puede servir a los fines del turismo, mejorando el acceso a áreas panorámicas o de otro valor

- pueden ser antiestéticas si se mantienen mal o se abandonan sin limpiarlas adecuadamente



Transporte de trozas por carretera

- fuente de accidentes

- fuente de polvo y humos

- puede obstaculizar el tráfico local

- puede destruir Ja fauna silvestre

- puede, indirectamente, desplazar la fauna silvestre a causa del ruido

- puede exigir la mejora de la red local de carreteras, incluyendo los puentes



Campamentos de explotación forestal

- pueden exigir aprovechamientos forestales adicionales

- producen desechos sólidos y líquidos

- hostigamiento o cacería ilegal de la fauna silvestre local

- pueden ser fuente de fricciones con los residentes locales

- pueden ofender a la vista si se construyen, mantienen o abandonan inadecuadamente

- pueden servir como viviendas locales temporales, una vez deshabitadas y acondicionadas



Transporte de trozas por flotación

- las trozas extraviadas pueden perturbar la navegación o la pesca

- la corteza y otros despojos orgánicos pueden acelerar la eutrofización de las aguas

- el roce del fondo puede dañar el bentos

- los productos de preservación de la madera pueden contaminar las aguas

- puede perjudicar el valor recreativo de las masas de agua

- el aumento consiguiente del tráfico de barcos puede perjudicar a los movimientos de barcos locales, asustar a la fauna y ser una fuente de contaminación de hidrocarburos



Aserrío, elaboración de carbón y otras transformaciones de la madera

- pueden ocasionar polvo u otras emisiones de partículas

- producen desechos sólidos

- pueden dañar los habitats acuáticos por eliminación inadecuada del serrín y otros desechos

- ruidos

- riesgos de incendio



Expansión demográfica y económica derivada de las actividades forestales

- puede mejorar de forma importante los niveles de vida mediante la creación de puestos de trabajo y el estímulo de la economía local

- puede mejorar los niveles de vida mediante el establecimiento de instalaciones sanitarias, educativas y de otro tipo

- crea necesidades de viviendas, de carreteras y otras obras de infraestructura

- produce desperdicios líquidos y sólidos

- puede originar un empeoramiento general de la calidad ambiental

- crea necesidades sanitarias y recreativas

- puede aumentar la presión de los cazadores y las incursiones en los habitats de los animales

- puede aumentar la agricultura migratoria

- puede ocasionar conflictos de uso de las tierras

- puede acelerar el deterioro de los valores culturales tradicionales

- puede crear nuevos costes sociales como el crimen, el hacinamiento, mayor coste de vida, reducción de los valores recreativos y enfermedades que contrapesan los beneficios socio-económicos



Reforestación, forestación y plantación de fajas de abrigo

- mayor infiltración y menor escorrentía superficial (excepto en algunas plantaciones, como la teca y en circunstancias de lluvias extremas)

- aumento de la recarga del agua subterránea con el correspondiente incremento del caudal de los manantía les y de la escorrentía de base o, por lo menos, caudal anual más regular

- mayores perdidas de agua por transpiración

- reducción de la erosión del suelo y la sedimentación

- menores temperaturas en el suelo

- mayor humedad atmosférica

- reducción del polvo atmosférico

- mayor contenido orgánico del mielo y mayor capacidad resultante de retención del agua y de intercambio de cationes

- mayor estabilidad de laderas y márgenes

- mejor estructura del suelo

- con ciertas plantaciones, posibles cambios perjudiciales en el pH del suelo, en su situación en cuanto a nutrientes y en la microbiología

- algunas plantaciones, sobre todo de coníferas, pueden influir negativamente en la calidad del agua y en la vida acuática, incluyendo la pesca

- mayor peligro de incendios, especialmente en plantaciones de coníferas

- nuevo habitat para la vida silvestre

- las plantaciones pueden eliminar el alimento y el resguardos de algunas especies animales

- algunas plantaciones puedan hospedar nuevas plagas y patógenos

- la reforestación o la forestación en gran escala pueden eliminar algunas especies de plantas no adaptadas a los ambientes forestales

- si se fertilizan las plantaciones, la pérdida del exceso da fertilizantes puede acelerar la eutrofización de las aguas

- el agua da retorno de plantaciones bajo riego puede ser salina

- las raíces de los árboles de las fajas de abrigo pueden invadir los terrenos agrícolas colindantes, obstruir las tuberías de drenaje y tomar agua de las acequias de riego

- pueden mejorar la apariencia del paisaje

- las plantaciones monótonas pueden perjudicar la apariencia del paisaje

- pueden aumentar el suministro de alimentos, de ramón para el ganado, de combustible, materiales de construcción y otros productos forestales, protegiendo al mismo tiempo los recursos de suelos y aguas.

IV. Definiciones propuestas de "impacto importante" para determinados aspectos del ambiente biofísico y socioeconómico

ASPECTO AMBIENTAL O INTERÉS SOCIO-ECONÓMICO

EJEMPLO DE UMBRAL DE "IMPACTO IMPORTANTE"



Laderas

Si los ángulos de las laderas, la geología y los suelos locales, y la distribución de la lluvias son tales que resulta probable que llegue a ser inestable más del 5 por ciento de un área del proyecto, excediendo de 1 km.



Suelos

Es probable que la erosión del suelo afecte a la visibilidad y a una dimensión de más de 20 ha contiguas de terreno.

Pérdida de nutrientes, materia orgánica, capacidad equivalente de cambio o microrrizas, compactación, laterización, asurcado o mal drenaje inducido que evite la regeneración forestal en más de 50 ha de terreno.



Sedimentos

La sedimentación acelerada es probable que acorte años de vida útil de los embalses, que exija el dragado de los cursos de agua navegables o que destruya los terrenos de desove o el bentos que sostienen la pesca de subsistencia o la pesca comercial.



Recursos hídricos

La denudación de las cuencas hidrográficas con bosque es probable que ocasione aguas abajo pérdidas por inundaciones que se miden en vidas humanas y en términos monetarios.

La turbiedad ocasionada, la eutrofización otra alteración de la calidad del agua es probable que elimine una o más especies claves de la cadena trófica acuática, o que exija una modificación técnica de las instalaciones de abastecimiento de agua o que afecte a la pesca de subsistencia o a la comercial.

Disminuyen los caudales de la cuenca aguas abajo, especialmente los caudales mínimos, lo que perjudica a las extracciones de agua para fines domésticos o agrícolas.



Clima y Calidad del Aire

Las temperaturas del suelo y los niveles de humedad se alteran de tal modo que el diseminado de las especies arbóreas valiosas no puede sobrevivir o no puede producirse la germinación. La eliminación del bosque en una región semiárida que es probable que ocasione el avance del desierto. La extracción de un bosque que sirve de pantalla eficaz a una o más poblaciones contra vientos fuertes o tormentas de polvo.



Vegetación

Posibilidad de que el bosque alto no sé regenere por sí mismo en terrenos reservados para desarrollo del bosque.

Posibilidad de que llegue a extinguirse totalmente una especie. La corta rasa de más de 1 km2 en una región conocida por BU gran diversidad de especies vegetales, en un determinado contexto regional, nacional o sub-continental.

Posibilidad de que los árboles semilleros de las especies madereras de mejor calidad no sobrevivan a una explotación selectiva.

Si es probable que más de 1 km2 de bosque adyacente sin cortar se vea afectado por daños mecánicos, por golpes de viento, por alteración de las condiciones hidrológicas, cortas ilegales o intensificación de la agricultura migratoria.



Fauna silvestre y Pesca

Eliminación de especies animales raras, amenazadas o protegidas.

Eliminación de más de un tercio de la población de cualquier especie (lógicamente en el caso de algunas especies amenazadas, incluso la eliminación de unos pocos individuos podría tener unas graves repercusiones genéticas).

Destrucción de habitats fundamentales (sitios de nidificación, terrenos preferidos de alimentación, senderos de tránsito aéreo, etc.) de especies raras amenazadas o protegidas.

Desplazamiento de animales en tal número que ocasionen perdidas de cultivos o tensiones reproductivas notables en las poblaciones de animales desplazadas y receptoras.

Creación de nuevos accesos a especies amenazadas u otras especies vulnerables, que probablemente sean utilizados por cazadores furtivos.



Culturas Tradicionales y Economía de Subsistencia

Cualquier posibilidad de conflictos violentos entre los trabajadores forestales y los residentes locales.

Posibilidad de que la economía de subsistencia sea sustituida por una economía monetaria (sea o no conveniente).

Cualquier nuevo contacto con pobladores forestales que no han estado antes en contacto con la cultura y economía dominantes.

Cualquier destrucción de los habitats tradicionales y de los suministros de alimentos, combustibles y materiales de construcción o artesanía, que de lugar a una dependencia de la economía exterior.

Daño o destrucción de cementerios, árboles, lugares u otras características de valor religioso o de otro valor cultural.

Aquellas medidas sobre empleo que rompen las costumbres populares tradicionales e impiden volver a estas costumbres cuando cesan las operaciones forestales.

Cualquier intensificación de la agricultura migratoria que se considera que sobrepasa la capacidad de carga de una región.



Expansión demográfica y Económica

Necesidad de invertir en nuevas escuelas, edificios públicos, hospitales, carreteras e instalaciones recreativas.

La producción de desechos que exige inversiones en nuevas instalaciones para su eliminación.

Empleo y otros beneficios económicos para más del 5 por ciento de la población local.

Aplazamiento o abandono de la minería, la agricultura, el turismo u otros planes económicos, debido a su incompatibilidad con las actividades forestales.

Posibilidad de que la afluencia de recién llegados exija la intervención creciente de las autoridades de seguridad pública, sanidad pública o bienestar.

Cualquier colonización nueva, planificada o espontánea.



Epidemiología

Cualquier aumento de la tasa de incidencia de las enfermedades ya existentes o la introducción de nuevas enfermedades que exija la intervención de las autoridades de sanidad pública.



Conservación

Cualquier daño apreciable a las áreas de conservación establecidas (parques nacionales, bosques protectores, reservas naturales estrictas, reservas de caza, santuarios de especies).

La extracción del bosque o el establecimiento de carreteras en ¿reas reconocidas como de posible destino para preservación o conservación.

Una nueva red de carreteras con interrupción importante del habitat (ej. partición de un bosque de galería) en la zona de amortiguación que rodea un parque o una reserva natural.

Un daño, incluido el deterioro visual, que impide Continuar utilizando un área pública recreativa bien conocida, incluso aunque carezca del estatus legal como tal.

V. Algunos tipos de impacto ambiental y su posible mitigación

1. Erosión del Suelo

Es bien conocida la acción erosiva potencial de la explotación maderera, el arrastre de trozas, la construcción de carreteras de explotación forestal y otras actividades forestales, existiendo abundante literatura sobre su control en diversos escenarios geográficos (véase bibliografía, Anexo B). La adopción de una serie determinada de métodos de explotación forestal, de apilado y clasificación de trozas y de construcción de carreteras forestales, diseñada para reducir al mínimo la erosión del suelo, depende de muchas variables, como el clima, el tipo de bosque, el terreno, la geología, los suelos y la mano de obra y especialidades disponibles. Por ello, no son factibles unas normas rígidas para el control de la erosión que sean de aplicación universal. La siguiente lista es sólo un recordatorio de los métodos corrientes de control o prevención de la erosión del suelo en las actividades forestales.

- Evitar la corta rasa, si es posible.

- Adoptar la "explotación por pequeñas cortas" que se traduce en una disposición en tablero de ajedrez de las áreas explotadas (5-25 ha) y no explotadas (los beneficios compensan sobradamente la longitud de carreteras secundarias de explotación).

- Dejar pantallas forestales (zonas de amortiguación, filtros de sedimentos) de 20 a 40 m de anchura, siguiendo los cursos de agua.

- Evitar la explotación maderera en las laderas más inclinadas; evitar las carreteras empinadas (máximo 1: 3 en los trópicos húmedos).

- Evitar la explotación maderera o la construcción en suelos muy erosionables (corrientemente los derivados de granitos y areniscas).

- Construir las carreteras, las vías de saca y los parques de madera de las dimensiones mínimas necesarias para una operación eficiente.

- Planificar las cortas de modo que se reduzca al mínimo el arrastre de trozas.

- Evitar la construcción en cada temporada de madereo de carreteras de explotación provisionales.

- Construir las carreteras siguiendo las lomas, y no a media ladera o por el fondo del valle.

- Evitar el arrastre de trozas o la construcción de ramales de carretera perpendiculares a grandes laderas.

- Introducir de vez en cuando rasantes horizontales o pendiente inversa en las carreteras de explotación maderera para facilitar su desagüe.

- Desaguar y estabilizar las carreteras secundarias y las vías de saca, cuanto antes después de utilizarlas; como ideal, construir carreteras y vías de saca que se destruyan solas de forma eficaz después de su utilización.

- Evitar el empleo de presas de tierra transversales a los cursos de agua, como puentes provisionales.

- Evitar el empleo de presas de tierra transversales a los cursos de agua, como puentes provisionales.

- Estabilizar los desmontes y otras áreas descubiertas, con estiércol y paja, astillas de madera o césped; emplear un buen diseño de ingeniería para evitar el derrumbe de los desmontes de carreteras.

- Reducir al mínimo o evitar el empleo de calicatas, que pueden ser fuente importante de sedimentos.

- Utilizar sistemas para detener los sedimentos (pacas de paja o barreras de ramas, estanques de amortiguación revestidos de plástico) en pequeños cursos de agua.

- Programar la explotación maderera evitando los períodos de fuerte intensidad de lluvia.

- Utilizar, a ser posible, el transporte de madera con cable si se dispone de personal que utilice correctamente este método.

- Utilizar "tecnología sencilla" (ej. corta selectiva "manual", contrarrestada por una demanda elevada de mano de obra, baja productividad y una tasa relativamente elevada de accidentes).

- Reforestar cuanto antes, si es necesario utilizando métodos rápidos como la Siembra aérea, la propagación vegetativa o la plantación de cultivos arbóreos intermedios de rápido crecimiento (ej. Leucaena leucocephala).

- Tratar las zonas compactadas, causantes de escorrentía, con capas de paja y estiércol o con plantas anuales o Manuales de raíz profunda (ej. leguminosas).

- Aterrazar o utilizar banquetas de césped, empalizadas o fajinas en las pendientes de mayor inclinación, más propensas a la erosión.

- Utilizar varias áreas de descarga, o parques de madera, pequeñas en lugar de pocas áreas grandes.

- Utilizar caminos de rollizos en áreas sensibles, como a lo largo de los cursos de agua o cuando sea inevitable cruzarlos.

- Instalar alcantarillas permanentes en las carreteras permanentes) diseñar los desagües para escorrentías superficiales poco frecuentes.

- Reparar lo antes posible los daños producidos por el agua en las carreteras; en general mantener las carreteras bien conservadas.

- Mantener, como mínimo, una distancia de varios centenares de metros entre vías de saca consecutivas; asegurarse de que el desagüe de una vía de saca no se une al de la siguiente.

- Arrastrar las trozas con un extremo levantado sobre el terreno; evitar el arrastre por los cursos de agua.

- Construir zanjas de saneamiento alrededor de los grandes parques de madera para contener los sedimentos.

- Extraer las trozas ladera arriba, si ello es posible.

2. Deterioro del suelo

Los suelos tropicales suelen ser frágiles y de escasa fertilidad intrínseca. Hay excepciones, como ciertos suelos de origen volcánico reciente, que pueden ser estables y fértiles. Debido a la escasa fertilidad de la porción mineral de los suelos, el bosque tropical húmedo, en particular, se perpetúa por medio de un ciclo relativamente cerrado de nutrientes que va de la biomasa viviente al mantillo y de éste a la biomasa. Este ciclo es ayudado fundamentalmente por las saprofitas que hacen una especie de cortocircuito con la mineralización total de la materia orgánica al transferir a las raíces de las plantas nutrientes que todavía no están transformados. Muchas especies de árboles del bosque húmedo tropical (Dipterocarpaceas, algunas Tiliáceas, Mirtaceas. Sterculiaceas; Unesco/PNUMA/FAO, 1978) son al parecer micorrícicas; las micorrizas son especialmente importantes en suelos de baja fertilidad, donde pueden ser las principales determinantes de la composición por especies en la etapa de diseminado. Además, la capacidad de intercambio de cationes de los bosques tropicales reside principalmente en la capa orgánica, en contraposición con la componente arcillosa de los horizontes minerales como sucede en la zona templada.

La explotación maderera y la alteración micro-climática y la erosión del suelo consiguientes, pueden interrumpir en forma permanente los ecosistemas forestales tropicales, por pérdida de materia orgánica, lixiviación profunda de nutrientes más allá del alcance de las raíces y alteración de la microflora y la microfauna. En condiciones extremas se pueden crear "Desiertos tropicales" irreversibles, sobre todo cuando una lixiviación prolongada había dejado ya pocos nutrientes en la porción mineral del suelo (denominada "Arenas blancas"), y se había perdido en gran parte la capacidad de intercambio de cationes y los nutrientes disponibles, una vez eliminada el mantillo.

Debido a la naturaleza de los suelos y de todo el ecosistema forestal en los trópicos húmedos, la mitigación del deterioro del suelo debe comenzar partiendo de la premisa de que la corta rasa debe evitarse, si ello es posible. Esto es particularmente cierto en suelos antiguos y muy lixiviados (sobre todo aquellos suelos que no son de origen reciente, volcánico o aluvial) y cuando el objetivo de la ordenación es la regeneración natural del bosque alto.

Además de evitar completamente la corta rasa, las demás medidas de mitigación incluyen lo siguiente;

- Reducir al mínimo las áreas de corta rasa (fajas del orden de los 50 a 200 m[6]) a fin de evitar pérdidas de suelo y cambios microclímaticos drásticos, garantizar la proximidad de la procedencia de las semillas y permitir que el bosque colindante penetre soltando sus detritus orgánicos sobre la superficie explotada.

- Cubrir las áreas explotadas con restos del aprovechamiento, con paja y estiércol o con cultivos de cobertura (ej. leguminosas herbáceas; árboles como la Leucaena) que eliminen las malezas y protejan el suelo pero sin interferir indebidamente con la germinación y desarrollo del diseminado de las especies arbóreas.

- Experimentar con inoculaciones de micorrizas en áreas explotadas descubiertas utilizando mantillo infectado procedente del bosque residual colindante.

Con la corta selectiva se reduce el riesgo de deterioro grave del suelo, pero no se elimina necesariamente, sobre todo si el bosque se aclara fuertemente. En el Este de Kalimanta, una extracción de sólo 25 árboles por ha, se ha traducido en la perturbación y compactación por los tractores del 30 por ciento de la superficie total explotada (Kartawinata, 1978).

3. Regeneración forestal insuficiente e invasión de malezas

La regeneración del bosque húmedo tropical, con fidelidad a BU composición original por especies, es difícil, no sólo debido a la degradación del suelo y a otros cambios ambientales ocasionados por la explotación maderera, sino también porque este bosque rico en especies tiende naturalmente a una regeneración "en mosaico". Una regeneración extremadamente variable en el espacio y en el tiempo es muy característica del bosque alto que se desarrolla en terrenos bajos y uniformes. La regeneración es muy variable debido a las muchas especies existentes que son potencialmente capaces de ocupar una superficie libre, debido a la periodicidad de la reproducción y a circunstancias tan caprichosas como la anchura del hueco de la cubierta de copas, la densidad de los arboles semilleros en un área determinada (normalmente baja para la mayoría de las especies), la eficacia relativa de la dispersión de las semillas, los brinzales y chirpiales residuales existentes en el área del hueco y la germinación y supervivencia del diseminado. Investigaciones recientes demuestran también que algunas especies forestales secundarias tienen cierta ventaja sobre las especies primarias por contar con semillas latentes almacenadas en el suelo durante años y con más abundancia de semillas (Cheke et al., 1979).

Si resulta difícil, por las razones antes indicadas, predecir la regeneración natural en los vacíos de bosque ocasionados por factores naturales, el impacto de una explotación maderera selectiva sobre la subsiguiente composición de especies, es todabía más difícil de predecir. Sin embargo, parece que una explotación maderera selectiva, con una intensidad que no exceda de 5 árboles por ha, produce un impacto mínimo sobre la vegetación remanente, sobre todo la invasión temporal de los huecos por malezas (ej. Eupatorium odoratum en el SE de Asia). Por el contrario, la extracción con tractor de sólo 25 árboles por ha, se ha traducido en un 30 por ciento de suelo descubierto con la subsiguiente invasión de especies, persistentes, leñosas y no leñosas, al menos en el SE de Asia (Kartawinata, 1978). Entre estas especies se encontraban la Macaranga spp., Trema spp., Anthocephalus chinensis e Imperata cylindrica; el Anthocephalus ha continuado siendo dominante en tales suelos perturbados durante más de 40 años (Kartawinata, I978). Se encontraron pocos dipterocarpos comerciales que colonizasen tales suelos. Sin embargo, el Anthocephalus puede ser una especie maderera valiosa por propio derecho. En Sabah, se encontró bosque "normal" más de 40 años después de una explotación maderera selectiva en aquellos suelos que no habían sido perturbados por la explotación (Kartawinata, 1978).

La regeneración de un bosque cortado selectivamente se hace también difícil por el daño mecánico producido a los árboles remanentes. En un caso, se encontró que había sido dañada alrededor de la mitad de la masa remanente; en otro caso, sólo el 35% del área basimétrica remanente quedó sin dañar, a pesar de extraer sólo el 10% del área basimétrica total (Hanzah, 1978). Además, los árboles semilleros que se dejaban después de la explotación normalmente morían por "Shock de insolación", o sea por cambios producidos en el ambiente bioclimático total (Suparto et al., 1978; Unesco/PNUMA/FAO, 1978).

Los ejemplos dados hasta aquí sólo pretenden ilustrar sobre algunos de los impactos de la explotación maderera en la vegetación, de acuerdo con lo publicado hasta ahora. Hay naturalmente, muchas diferencias regionales en cuanto a la regeneración forestal, debido a las diferentes floras y condiciones ambientales. Por ejemplo, en Papúa Nueva Guinea, la corta selectiva de la Araucaria cunninghamii representa cambios drásticos en la vegetación y en la situación del suelo en cuanto a nutrientes. Así, mientras que el N y el C orgánico vuelven rápidamente a sus niveles anteriores, el Ca y el K necesitan mucho más tiempo. Según parece, se necesitan dos etapas de vegetación secundaria antes de que la Araucaria encuentre condiciones en cuanto a nutrientes, mantillo y luminosidad, adecuadas para su regeneración. El bosque de Araucaria exige una explotación selectiva todavía más cuidadosa que los bosques de Dipterocarpaceas de Malasia, Filipinas o Indonesia, para poder garantizar una regeneración con éxito (Burgess, 1971; Cheah, 1978; Enright, 1978; Rapera, 1978; Suparto et al., 1978). En las Filipinas, la ordenación forestal es bastante difícil. Así, en dicho país se dejan como arboles semilleros alrededor del 60% de los árboles de 20 a 70 cm de diámetro, e incluso con esta proporción no hay garantía de que se produzca la regeneración del bosque de dipterocarpaceas (Rapera, 1978).

Hay que tener en cuenta la edad de los árboles, el sitio y otras consideraciones para garantizar una regeneración apropiada. Los dipterocarpos dejados como árboles semilleros deben tener edad suficiente para cumplir esta función. Por ejemplo algunos dipterocarpos indonesios de menos de 1 metro de circunferencia, o sea de menos de 30 anos de edad, son todavía sexualmente inmaduros (Kartawinata, 1978). Especialmente es de esperar una regeneración insuficiente en suelos pantanosos y arenosos (Sudiono y Daryadi, 1978). En algunos casos, los esfuerzos para lograr la regeneración pueden tener que acudir a la propagación vegetativa de las especies madereras a fin de salvar la crítica etapa germinación-diseminado (Momose, 1978). Nin (1978) da ciertas recomendaciones para asegurar la regeneración de los dipterocarpos de Malasia.

Incluso el breve análisis dado hasta aquí sobre esta materia, demuestra que la regeneración de los bosques tropicales y la prevención o control de invasión de malezas son temas complicados de los que se tiene todavía información insuficiente. Sin embargo, los ejemplos de impactos demuestran que la regeneración insuficiente y las invasiones de malezas son problemas que generalmente aumentan en proporción al aumento del nivel de extracción selectiva y a la utilización de maquinaria pesada. Por lo que se deduce de algunos ejemplos del SE de Asia, parece posible sin embargo, que puedan extraerse hasta 25 árboles por ha sin comprometer la adecuada regeneración, siempre que se utilicen esencialmente métodos manuales en la corta selectiva. En cualquier caso, existe la posibilidad de utilizar la plantación sistemática de cultivos de cobertura (ej, Leucaena) en áreas explotadas, no sólo para garantizar la regeneración forestal e impedir las invasiones de malezas leñosas y no leñosas, sino también para obtener mientras tanto productos valiosos.

4. Perturbación de la fauna forestal

En la actualidad sólo se está comenzando a hacer, especialmente en Indonesia, estudios sistemáticos sobre los efectos a corto y largo plazo de la explotación maderera sobre los animales del bosque (hasta ahora casi todos mamíferos, con énfasis en los primates). Tales estudios no existían en absoluto a mediados de los 70 (Whitmore, 1975). Como resultado de ello, sólo pueden formularse ahora algunas recomendaciones específicas para protejer la fauna antes, durante y después de la explotación maderera; menos aún para las diversas provincias biogeográficas de los trópicos y subtrópicos.

Si poco puede decirse de los grandes mamíferos, aún se sabe menos de la protección de los mamíferos pequeños y otros vertebrados, y no digamos de los invertebrados, en los bosques explotados. En el caso de los invertebrados, millares o hasta millones de especies son probablemente desconocidas todavía para la ciencia (Myers, 1979a). Naturalmente el tamaño tiene poco que ver con la importancia ecológica intrínseca de la especie; no es necesario recordar la importancia de la microfauna del suelo y de los insectos polinizadores para la ecología forestal. Estas orientaciones sólo pueden resaltar la importancia de considerar todas las especies en la protección del ambiente y la necesidad de continuar investigando sobre todas las componentes de los ecosistemas tropicales. Myers (1979a) aporta poderosos argumentos para preservar la diversidad de especies en los trópicos y en cualquier otro lugar.

Para algunas partes del SE de Asia se ha llegado a ciertas conclusiones tentativas sobre el impacto de la explotación maderera sobre los animales del bosque, en especial los mamíferos. Los mamíferos arborícolas parecen ser los más afectados. Los animales que ramonean se ven menos afectados; algunos, sobre todo los bóvidos y los elefantes, pueden verse favorecidos por los nuevos ramones. Algunos animales arborícolas pueden verse desplazados a un bosque alto próximo pero pueden producirse tensiones por hacinamiento si los animales desplazados se añaden a las poblaciones residentes. Así, por ejemplo, se sabe que los orangutanes hacinados sufren tensiones reproductivas y los pájaros, especialmente los pobladores de copas, muestran un comportamiento agitado y errático después de su desplazamiento (Whitmore, 1975).

Se cree que la mayoría de las aves del bosque alto tropical oscuro son intolerantes a la vegetación secundaria, especialmente por su mayor luminosidad (Myers, 1979a). Algunas especies de aves pueden ser fácilmente eliminadas; por ej. los cálaos que necesitan grandes árboles huecos para anidar y que pueden necesitar hasta 10 000 Km2 de bosque par contar con una población adecuada para su cría (Whitmore, 1975). En general, la fauna del bosque alto húmedo primario de tierras bajas no puede ocupar nuevas grandes áreas de bosque secundario y los consiguientes matorrales y pastizales (Whitmore, 1975). Son excepciones los roedores que prosperan en las praderas y aquellas aves que encuentran más frutos comestibles en el bosque secundario.

Por otra parte, la explotación maderera selectiva en Malasia peninsular no afectó al menos a dos primates (el siamang y el gibon de mano blanca)(Whitmore, 1975). Análoga mente, en Kalimantan Oriental y en Sumatra, Indonesia, no se detectó después de un año impacto importante en los primates (Wilson y Wilson, 1978), en el caso de bosques explotados selectivamente (8 o menos árboles extraídos por ha). En contraste, incluso una corta selectiva ligera podría afectar al gibón de Borneo si se extrajeran demasiados árboles dominantes de gran copa, ya que estos árboles constituyen el habitat preferente para dormir estos animales (Wilson y Wilson, 1978). El orangután también es potencialmente sensible a la corta selectiva debido a su escasa movilidad y a su costumbre de evitar ser descubierto mediante la inmovilidad (Wilson y Wilson, 1978).

Podría producirse la extinción local de algunas especies si se destruyen sus habitats muy especializados. Ejemplo de ello es el mono de trompa que se alimenta de unas pocas especies del bosque de manglar (Wilson y Wilson, 1978). Sin embargo, en general se cree que muchas especies pueden sobrevivir a una corta selectiva con una intensidad que no sobrepase de 8 a 12 árboles por ha, siempre que la vegetación remanente no resulte dañada en gran proporción (Wilson y Wilson, 1978). Debe recordarse que al fin y al cabo el ruido, la presencia humana y la cacería excesiva o ilegal que acompañan a la explotación maderera, pueden resultar más perjudiciales para la fauna que la propia explotación.

No es realista esperar que la planificación ambiental para proyectos forestales individuales pueda afrontar de forma efectiva un tema tan complejo como el de la conservación de la fauna, especialmente si las especies a protejer son erráticas o migratorias. La conservación exige evidentemente esfuerzos concertados a escala nacional o regional, incluyendo el establecimiento de parques o reservas. Sin embargo, estas Orientaciones recomiendan como mínimo los siguientes pasos para evitar o reducir el daño potencial a la fauna, a escala de un proyecto forestal individual:

- El evaluador ambiental del proyecto forestal debe averiguar la presencia de especies animales raras, amenazadas o protegidas en el área general del proyecto, con ayuda de los Libros Rojos (Red Data Books) de la UICN o de las listas nacionales (ej. Hardjosentono, 1978).

- El evaluador debe consultar con las autoridades de conservación locales o regionales o con otros expertos en fauna silvestre a fin de establecer las medidas mínimas para proteger la fauna (ej, identificación de los habitats principales a evitar; captura y reasentamiento de algunos animales; corta de lianas y otras trepadoras antes de la corta para reducir los daños de madereo producidos por arrastre; papel de los funcionarios de caza antes, durante y después de la explotación maderera; aleccionamiento de los trabajadores forestales).

- El evaluador debe analizar los planes de madereo y de construcción de carreteras con el fin de evitar habitats importantes o períodos críticos en los ciclos biológicos de ciertas especies.

- En consulta con las autoridades de conservación, el evaluador debe diseñar planes y procedimientos de contingencia, incluyendo responsabilidades individuales, para afrontar problemas inesperados con animales durante la explotación maderera, como el descubrimiento de animales raros, sanos o heridos.

- El evaluador debe diseñar planes para controlar el tráfico en las carreteras de explotación forestal, especialmente si el proyecto tiene lugar dentro de una zona de amortiguación de un parque o reserva natural.

Por ultimo, no hay sustitutivo para la planificación de proyectos forestale basada en mapas ecológicos detallados, con datos procedentes dé investigación científica en el campo. A falta de datos específicos de la localidad sobre la fauna y su ecología, se recomienda elaborar una clasificación rápida aproximada de tipos o habitats forestal del área del proyecto, a partir de fotografía aérea y reconocimientos del terreno y, como ideal, en consulta con expertos en fauna silvestre conocedores de la región. Seguidamente hay que determinar los habitats potencialmente sensibles con ayuda de guías generales sobre la fauna probablemente existente. Por ejemplo, si se sabe que existe el orangután, sería prudente localizar las concentraciones de árboles de durión (Durio spp.) siguiendo el borde de un pantano como habitat potencialmente importante, teniendo en cuenta la alimentación y otras preferencias de este primate.

5. Reducción de la diversidad de especies vegetales y pérdida de recursos genéticos

Al igual que en el caso de la fauna, la conservación da la diversidad de especies vegetales y de los recursos genéticos no se puede lograr, como medida principal, a través de la evaluación ambiental y la mitigación de impactos de proyectos forestales individuales. La evaluación de la diversidad de especies de los bosques, de la variedad de especies endémicas y del acervo genético mínimo viable de los árboles del bosque tropical, es probablemente una tarea aún más complicada que la conservación de la fauna. Esta tarea es complica - da debido al gran número de especies existentes, muchas todavía desconocidas para la ciencia. a las pequeñas poblaciones de cada especie y a la difícil accesibilidad. El trabajo genético es especialmente difícil porque muchas especies tienen poblaciones desconocidas, variación de genotipos, ciclos biológicos y estrategia reproductivas que se conocen mal y, en un nivel más práctico, órganos reproductores que suelen estar a niveles de la cubierta de copas difícilmente accesibles.

De nuevo, estas Orientaciones solo pueden recomendar las medidas mínimas para garantizar que se evitan ciertos daños, y que los proyectos forestales se emprenden al menos con cierta perspectiva sobre las necesidades de conservación. Al igual que en el caso de la fauna y sus habítate, el objetivo consiste en definitiva en poder planificar los proyectos forestales basándose en inventarios y clasificaciones de los recursos forestales, en la zonificación legal de estos recursos y en la reserva estricta de aquellos recursos botánicos que se juzguen esenciales con una amplia perspectiva científica y social (UICN/PNUMA/WWF 1980; Myers, 1979a, b; Poore, 1976; Unesco, 1974b; Unesco/PNUMA/FAO, 1978). Se han hecho recientemente muchos progresos siguiendo estas líneas en la cuenca del Amazonas y en la zona de Papua Nueva Guinea. Los bosques de tierras bajas de Indonesia están siendo objeto actual actualmente de un estudio coordinado. En otras regiones o países, como en la zona Peninsular de Malasia, en Sarawak y en la Costa de Marfil, se dispone de bastante información científica sobre la vegetación, pero queda mucho por hacer para traducir esta información en planes de conservación específicos para orientar las actividades forestales.

La evaluación de proyectos forestales debe incluir los siguientes pasos, como mínimo;

- Averiguar si existen clasificaciones de los bosques para fines de conservación, incluyendo los que sean tentativos o no oficiales. Ejemplos de tales clasificaciones son las propuestas por SUDAM para la Amazonia Brasileña (Unesco/PNUMA/FAO, 1978), para el SE de Asia (Whitmore, 1975/76) y para el Norte de Australia y Papúa Nueva Guinea (Specht, Roe y Boughton, 1974).

- Situar el proyecto forestal en el contexto biogeográfico de la región o nación, utilizando las floras nacionales o regionales existentes (véase bibliografía, Anexo B) y en consulta con los herbarios nacionales u otros centros de investigación botánica, con el fin de evaluar el valor científico relativo del área del proyecto (puede definirse el área porque contiene especies raras o flora desconocida, porque tiene una gran diversidad de especies, porque se trata de un área de convergencia de rutas de migración vegetal, etc.)

- Examinar el área del proyecto desde un punto de vista general en cuanto a especies y diversidad genética (véase Unesco/PNUMA/FAO, 1978, p. 187); la diversidad de especies suele ser máxima como promedio, en suelos algo infértiles, mientras que los suelos fértiles suelen tener menos especies y mayores poblaciones individuales (Bruenig, 1973; Unesco/PNUMA/FAO, 1978; Whitmore, 1975){ también cabe esperar una gran diversidad en áreas de diversidad geológica y en situaciones geológicas excepcionales, como en afloraciones de piedra caliza o de serpentina, en áreas que continen predominantemente rocas ácidas; otros focos potenciales de gran diversidad son las áreas de convergencia de las rutas de migración vegetal (normalmente señaladas en las floras regionales o nacionales o en monografías florísticas de zonas subcontinentales) y en los denominados Pleistocene refugia de vegetación húmeda tropical (Myers, 1979a, b).

- Las áreas que sostengan probablemente una gran diversidad de especies y las que tengan floras en gran parte desconocidas (distintas de las especies madereras) deben ser al menos reconocidas en el terreno por un especialista en taxonomía, que pueda identificar científicamente las áreas de interés que deban evitarse al realizar la explotación forestal.

- Si existen especies desconocidas de árboles u otras, deben reservarse aquellas áreas que contengan por lo menos varios contentares de ejemplares adultos de estas especies; debe salvarse un numero similar de árboles remanentes si se encuentran especies desconocidas durante la explotación maderera; la aceptación general hoy día es que tales poblaciones al menos en loa trópicos húmedos, pueden constituir un acervo genético viable, suponiendo frecuencias de genes distribuidas al azar; si estas frecuencias están segadas por la existencia de subpoblaciones (como sugieren por ej. fenotipos característicos de distintos habitats, o los denominados ecotipos), deberán preservarse como ideal varios cientos de ejemplares adultos para cada subpoblación. Como en la mayoría de los casos se sabrá poco o nada, sobre la variación genotípica, una solución más práctica, cuando se encuentre una nueva especie, puede ser la de reservar poblaciones que se den en toda la variedad de habítate (por ej. desde el fondo del valle hasta la cresta de la montaña) que parece ocupar la especie en una región determinada.

VI. Normas prácticas para la protección ambiental

Como se indicó en la introducción de estas Orientaciones, los métodos prácticos de protección ambiental deben exponerse en unas Normas Prácticas Independientes o Manuales. Los IIA deben hacer referencia a estas Normas Prácticas o Manuales al tratar del tema de la "Mitigación" o "Medidas Correctoras", evitando así largas descripciones sobre protección ambiental práctica. Los IIA deben enfocarse hacia temas específicos del lugar y hacia las opciones que se ofrecen a los que han de adoptar decisiones, omitiendo aquellas materias que son de naturaleza práctica. Las medidas correctoras ganan también credibilidad a los ojos de los analizadores si se describen en manuales que reflejen la experiencia del pasado y su actualización periódica, teniendo en cuenta la experiencia en el terreno. Finalmente, es lógico que aquellos remedios bien contrastados en el terreno y que sean de aplicación general, deban incluirse en manuales independientes que puedan emplearse para más de un proyecto.

A continuación se hace un breve análisis de las normas prácticas clasificadas en: a) las normas existentes, aunque en algunos casos no se ajusten plenamente a las condiciones tropicales o subtropicales; y b) las que Be necesitan, como tema de alta prioridad.

1. NORMAS PRACTICAS EXISTENTES

Erosión del Suelo y Ordenación da Cuencas Hidrográficas. Este tema tan amplio - erosión debida al clima, inundaciones y degradación de la calidad del agua, ocasionados por la eliminación del bosque o controlados por medio de le reforestación o la forestación - ha recibido probablemente la mayor atención (Australian Senate, 1976; Bols, 1978; FAO, 1976a, b; 1977a, b, c, 1978, 1979; Webb, 1977; Weidelt, 1975; Wiersum, 1979). Hay también gran cantidad de publicaciones norteamericanas (véase FAO 1977a), publicadas sobre todo por el Servicio Forestal y el servicio de Conservación de Suelos, de los E.U.A., pero la mayoría de ellas son más aplicables a los subtrópicos montañosos y semiáridos que a los trópicos húmedos. Algunos de los métodos de los EUA no son tampoco adecuados por las profundas diferencias existentes en cuanto al uso del suelo, la demografía y la tenencia de la tierra, entre la parte occidental de los Estados Unidos y los países en desarrollo (Kunkle, 1978). Las publicaciones europeas de carácter práctico (véase FAO 1979) corresponden principalmente a zonas montañosas, habiendo preparado el consultor de FAO, T. Singh, unas normas prácticas específicas para tales áreas (FAO, 1980).

Carreteras Forestales. Como las carreteras forestales (al igual que los Cargaderos y los parques de trozas) están entre los principales origines de sedimentos, se suelen encontrar especificaciones sobre su construcción y mantenimiento en las normas referentes al control de la erosión (Australian Senate, 1976; FAO, 1977a; Weidelt, 1975). Hay también normas dedicadas específicamente a las carreteras forestales (FAO, 1977c, 1979), pero no suelen ser apropiadas para todas las condiciones que se dan en los trópicos y subtrópicos. Probablemente será necesario producir normas regionales que tengan en cuenta las peculiaridades regionales de clima, geología, suelos y disponibilidad de maquinaria, materiales y mano de obra especializada para el diseño y mantenimiento de las carreteras de explotación forestal.

Explotación Forestal. Suelen diseñarse normas prácticas para la explotación forestal que garantizan no sólo la eficiencia de las operaciones de madereo sino también la reducción al mínimo de la erosión y los daños a la vegetación remanente y a las vías de desagüe (Australian Senate 1976; FAO, 1977c, 1979). Sin embargo, para la mayoría de las provincias biogeográficas de los trópicos y subtrópicos aún no se dispone de especificaciones detalladas sobre explotación maderera desde el punto de vista de la conservación de suelos (evitar los cambios biofísicos perjudiciales y no sólo evitar la erosión mecánica), de la flora (incluyendo la integridad genética de las especies madereras) y la fauna forestal (véase Webb, 1977).

2. NORMAS PRACTICAS NECESARIAS

Conservación de Suelos. Flora y Fauna. La necesidad inmediata más importante es la de manuales detallados para la protección y restauración de suelos, la conservación de los recursos vegetales, incluyendo la viabilidad genética de las especies que se aprovechan (cf. FAO/PNUMA, 1975) y para proteger la fauna forestal durante las operaciones de madereo y después de ellas. Hay que preparar estas normas o manuales para cada provincia biogeográfica importante o tipo de bosque que se esté explotando (ej. "Bosque de Teca de la India", "Miombo de Zaire", o "Bosque de Dipterocarpaceas de las Tierras Bajas Meridionales del Este de Kalimanta).

La sección de suelos de tales manuales debe informar sobre la sensibilidad de los principales grupos de suelos a la perturbación, sobre los procedimientos para evitar pérdidas excesivas de materia orgánica y nutrientes, sobre los métodos para reducir al mínimo los cambios perjudiciales en la microflora y microfauna y sobre las formas de restaurar la estructura del suelo, las micorrizas y la situación equilibrada en cuanto a nutrientes. Sería conveniente que las normas tratasen de calcular la "vida biológica" remanente de los suelos principales de una región, siguiendo las líneas sugeridas por Stark (1978).

Las normas para la conservación de la flora abarcarían temas tales como el valor científico relativo y la sensibilidad a la perturbación de las diversas asociaciones vegetales (véase UICN/PNUMA/WWF, 1980; Specht, Roe y Boughton, 1974; Whitmore, 1975/76), los métodos para realizar estudios rápidos de campo referentes a la diversidad de especies y al tamaño de las poblaciones, los métodos para detectar la presencia de nuevas especies, los criterios para definir las asociaciones vegetales y los habitats que conviene preservar y los procedimientos para evitar la erosión genética en la explotación maderera selectiva. También se resumirían los procedimientos para colectar, preservar y enviar especímenes de herbarios.

La regeneración forestal es una materia complicada que conviene tratar en manuales independientes dedicados específicamente a ello. Se necesitan normas regionales sistemáticas (véase Wyatt-Smith, 1963) y constantemente actualizadas, para favorecer la regeneración, considerando diversos tipos de bosque original, de explotación y de ambiente y teniendo presentes diversos objetivos de ordenación. Los manuales incluirían temas tales como la protección de las masas remanentes, selección de árboles semilleros, plantaciones de enriquecimiento, condiciones para garantizar la germinación y la supervivencia del diseminado, el control de malezas leñosas y no leñosas, y los tratamientos subsiguientes, teniendo en cuenta diversos objetivos forestales.

La conservación de la fauna es, lógicamente, inseparable de los planes nacionales de conservación, especialmente en el caso de las especies migratorias u otras de gran variedad. Sin embargo, los manuales prácticos destinados especialmente para funcionarios forestales podrían describir procedimientos para inventariar, trasladar o, en su caso, manejar la fauna forestal como preparación para la explotación maderera, la construcción de carreteras forestales, u otras actividades forestales, para proteger la fauna durante la explotación, el transporte o flotación de trozas y para la limpieza posterior a la explotación forestal y el abandono de las carreteras, en beneficio del manejo de la fauna silvestre. Estos procedimientos deben considerarse como planes eventuales para aquellos casos en que las autoridades competentes de fauna silvestre no puedan intervenir directamente debido a la lejanía o a la falta de personal. Los manuales deben ilustrar también a los funcionarios forestales sobre posibles influencias recíprocas entre la reforestación y forestación y la fauna, y sobre las medidas para preservar la vida acuática.

Evaluación y Ordenación de los Impactos Socio-Económicos. Debido a la sensibilidad política de muchos aspectos de los impactos socio-económicos, cada jurisdicción competente (sea provincial, estatal o nacional) debe publicar normas para evaluar los costes económicos y sociales de los diversos impactos (véase Muthoo, 1976) y para regular ciertas actividades relacionadas directa o indirectamente con el sector forestal. Entre estas actividades se encuentran el acceso a las carreteras forestales, los contactos con las culturas locales, la agricultura migratoria, los poblados a lo largo de las carreteras forestales, el furtivismo y las cortas ilegales, la construcción y abandono de los campamentos de explotación forestal, el empleo y despido de mano de obra local en proyectos forestales y la ordenación del uso del suelo y los conflictos de tenencia de la tierra. La protección de nuevas plantaciones forestales o cortinas de abrigo contra el vandalismo) la corta ilegal o el pastoreo, constituye otro tema sobre el que hay que dar normas a los funcionarios forestales.

Epidemiología. Las normas sanitarias públicas existentes deben ampliarse incluyendo una sección sobre las repercusiones potenciales de los proyectos forestales en cuanto a epidemias y sobre los procedimientos para su control. Tal como se señaló anteriormente, la malaria, los arbovirus, el tifus del matorral, la tripanosomiasis, la esquistosomiasis, la oncocerciasis y la V.D. están entre las enfermedades cuya incidencia puede verse afectada por las actividades forestales. Especialmentes en el caso de la sanidad pública, los HAS deben hacer referencia a las normas existentes en cualquier discusión sobre mitigación de impactos potenciales.

Eliminación de Desechos. Los proyectos forestales producen desechos, cuya eliminación se describe en muchos manuales existentes sobre control de la contaminación. Estos desechos incluyen restos de corta, serrín, otros desperdicios orgánicos, hidrocarburos, desechos domésticos líquidos y sólidos, biocidas, productos de preservación de la madera, polvo y otras emisiones de partículas. Los problemas ambientales producidos por estos desechos son bien conocidos: eutrofización, contaminación tóxica y bacteriológica de suelos y aguas, destrucción de habitats acuáticos y degradación estética. Sin embargo, sería conveniente que los métodos para controlar estos desechos se compendiasen en normas destinadas específicamente para directores de proyectos forestales. Como algunas jurisdicciones ya tienen prescripciones legales para la eliminación de diversos desechos (ej. aguas fecales, serrín próximo a cursos de agua), estas prescripciones deben compendiarse también para una consulta rápida por parte del personal forestal.


[6] dependiendo de la pendiente de la ladera, de la exposición al viento, etc.

Página precedente Inicìo de página Página siguiente