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1. INTRODUCCION

El pejerrey (Odontesthes bonariensis) es un pez atherínido apreciado en América del Sur, especialmente Argentina, Uruguay, Sur de Brasil, Bolivia, Perú y Chile, países en los cuales es considerado como un pez de consumo de primera calidad. En esta amplia región existen pesquerías naturales las cuales son motivo de una intensa actividad extractiva; constituyéndose asímismo en uno de de los principales trofeos de la pesca deportiva.

El pejerrey tolera una amplia gama de salinidades y calidad del agua lo que explica la amplitud y variedad de su área de distribución actual, que va desde sus ambientes de origen, las lagunas pampeanas en la Argentina, hasta los ríos y lagos de montaña en Bolivia y Perú y zonas francamente subtropicales tales como el sur de Brasil.

En la casi totalidad de este área la demanda de pejerrey fresco no llega a satisfacerse plenamente por parte de las pesquerías continentales debido al retroceso de los stocks por sobrepesca en algunos casos o al desconocimiento de la factibilidad económica para emprender la pesca en aguas abiertas y profundas tal como sucede en el lago Titicaca.

En algunos de los países mencionados, bajo la misma denominación se ofrecen en el mercado pejerreyes marinos, pertenecientes a especies diferentes, los cuales provienen de pesquerías también sometidas a una fuerte presión de pesca. En general el consumidor no hace distinción entre pejerreyes marinos o de agua dulce.

Así, en la Argentina especialmente el pejerrey se consume en dos clases de talla: juveniles de unos 7 cm de longitud y 10 g de peso (“cornalitos”) y adultos a partir de los 180–200 grs. En países andinos, como por ejemplo Bolivia, la tallas de consumo parecen variar con la disponibilidad. En el mercado de los Yungas, ubicado en La Paz, se ofrecen desde pejerreyes de medio kilo hasta ejemplares de menos de 100 g. En este último caso los peces se venden enteros, no eviscerados, (Observación personal del autor). Según Wurtsbauugh (1974, en Rivas Plata y LLanos U., 1989) más del 95% de los pejerreyes capturados en el lago Titicaca tienen una longitud promedio de 20 cm.

La acuicultura del pejerrey sería factible en zonas de la pampa argentina que cuenta con unos 2 millones de hectáreas de lagunas con superficies que varían entre 20 a 60 ha hasta 100 y más de 1 000 ha.

En ciertas zonas (depresión del Salado en la Pcia. de Buenos Aires, Sur de Córdoba) se alcanza una densidad muy elevada de lagunas, distando entre ellas unos pocos kilómetros. Estas lagunas en la mayoría de los casos han estado pobladas o han sido sembradas con pejerreyes originando un tipo de explotación de carácter muy extensivo y aleatorio.

Similarmente las expectativas y la necesidad de incrementar la producción de pejerreyes mediante la acuicultura se manifiesta marcadamente en la región andina de Bolivia y Perú así como en el Uruguay y sur de Brasil, y como en embalses temperados en el cono Sur de América.

Probablemente uno de los principales determinantes para que subsista esta situación de atraso relativo sea el desconocimiento de las metodologías de manejo de cultivo de peces en aguas estancadas en general y del pejerrey en particular. Al respecto, debemos señalar que hasta en épocas muy cercanas la única intervención factible en el ciclo de cultivo del pejerrey, consistía en la obtención de ovas fecundadas, su incubación y la posterior liberación de alevinos con vesícula en ambientes naturales, panorama que podría generalizarse al resto de los países en los cuales se distribuye el pejerrey.

Sólo en tiempos muy recientes se ha podido realizar el ciclo completo y ensayos de cría masiva de pejerrey (Reartes, 1987; Reartes, et al., 1989) con la alimentación de larvas y alevinos mediànte la producción masiva de alimento vivo, y la aplicación de métodos adecuados de anestesia a los adultos. Actualmente se encuentra totalmente superado un método seguro de producción masiva de pejerrey lo cual deja la puerta abierta al desarrollo de la actividad.

Dado que los alimentos artificiales de origen comercial probados hasta el presente, no han dado resultados satisfactorios, la adopción de métodos masivos de producción de alimento vivo ha sido especialmente determinante en los avances logrados (Reartes. 1983; Reartes et al., 1989).

No obstante en toda el área sudamericana de distribución del pejerrey, restan aún por realizar progresos en aspectos de singular importancia para el desarrollo de su cultivo como alternativa de producción. Así la obtención de ovas fecundadas depende aún exclusivamente de las capturas de reproductores en ambientes naturales; es imperativa la constitución de stocks de reproductores “domesticados” a partir de la segunda o tercera generación nacida en cautiverio. La domesticación puede permitir la selección de caracteres deseables tales como velocidad de crecimiento, tolerancia a la manipulación y resistencia a las enfermedades.

Dado que la adopción de métodos masivos de producción de alimento vivo ha sido especialmente determinante en los avances realizados en la definición de un método confiable de producción de alevinos y juveniles de pejerrey, se dedica una atención especial a la descripción de los métodos empleados en la producción masiva de zooplancton y microalgas abarcando una parte sustancial del manuscrito.


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