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Capítulo III
LA PARTICIPACIÓN Y LA ELABORACIÓN DEL PLAN DE ESTUDIOS

Primera parte
PARTICIPACIÓN Y PARTICIPANTES

Segunda parte
LOS PARICIPANTES Y LA ELABORACIÓN DEL PLAN DE ESTUDIOS

Tercera parte
TRABAJANDO CON LOS PARTICIPANTES

Capítulo III: LA PARTICIPACIÓN Y LA ELABORACIÓN DEL PLAN DE ESTUDIOS

Primera parte
PARTICIPACIÓN Y PARTICIPANTES

Esta guía trata de los enfoques participativos para la elaboración de planes de estudios, por lo tanto toca ahora adentrarnos en la manera en que funciona la participación. Este capítulo incluye los siguientes aspectos:

Apartado de actividades No. 24

Para ayudarle a tratar de manera completa todos los temas que incluye esta sección, le sugerimos que escoja un programa de desarrollo o un proyecto relacionado con su trabajo. Trate de conseguir algunos de los documentos e informes, tal vez pueda ir a visitarlo. Mientras trabaja con esta parte de la guía, deberá aplicar algunos de estos materiales a su proyecto o programa de desarrollo. Le sugerimos que escriba a continuación algunos detalles concernientes al programa que escogió.

 

 

 

Participación en el desarrollo

Actualmente resulta casi innecesario justificar por qué el principio de la 'participación es fundamental en los programas de desarrollo. Casi to dos los proyectos llevan la etiqueta de 'participativo'. Sin embargo, es necesario analizar qué entendemos por 'participativo' y cuáles son los principios que subyacen en este concepto a fin de que lo utilicemos de manera apropiada en la elaboración del plan de estudios.

Qué significa participación

El concepto de participación tiene distintos significados para personas y contextos diferentes. Por ejemplo, en algunos proyectos, participación simplemente significa que la gente asiste a las-actividades. En la mayoría de los casos, significa que una variedad de personas fueron consultadas. Mientras que en las formas de participación más completas, significa que los participantes controlan algunos o todos los procesos del proyecto.

Básicamente, participación significa que las personas a las que está dirigido cualquier proyecto, están activamente involucradas, de una manera u otra en las actividades del proyecto y en determinadas, o en todas las fases del mismo - la planificación, ejecución y evaluación - y que por lo tanto no son simples receptoras de algo planificado por otros.

El concepto de participación hace una distinción entre 'internos' y 'externos', aunque ninguno de estos dos términos resulta ser simple aquí, como tampoco lo son en el proceso de elaboración del plan de estudios.

Es importante saber que la participación no significa que todo el control de un proyecto está exclusivamente en las manos de quienes denominaremos actores 'internos', es decir los que se benefician y los que ejecutan el proyecto. En muchos casos, se requiere un equilibrio. Participación significa que los intereses y experiencias de los distintos miembros del grupo involucrado en el proyecto están siendo aprovechadas al máximo - y eso también significa que los papeles de los promotores del proyecto y/o de quienes lo apoyan, así como los actores 'externos' están incorporados en el proyecto.

Cómo se desarrolló el concepto de participación

El proceso que condujo a la elaboración del concepto de participación surgió en el contexto de la investigación. Quienes llevaban a cabo el 'análisis de necesidades', que es la primera etapa para diseñar un programa de desarrollo, eran por lo general personas 'externas'. Pero a medida que fué surgiendo el concepto de participación, los 'internos' se fueron involucrando - por ejemplo en la recolección de datos, en la identificación de temas a ser investigados, en la presentación de resultados etc.

La participación se ha extendido desde los campos de la investigación y del análisis de necesidades a todo tipo de proyectos de desarrollo. Por ejemplo, la construcción de pozos y la distribución de agua potable ahora se lleva a cabo de manera participativa, el desarrollo agrícola es planificado y a veces ejecutado de manera participativa cuando se pide a los agricultores que definan las actividades y se responsabilicen de ellas conjuntamente con los elaboradores del proyecto.

Pero aún hay muchas actividades que deberían incluir la participación. Por lo tanto, será útil explorarlas a través de la observación del trabajo que se ha hecho con los agricultores en los últimos años. El primer enfoque participativo en el ámbito de la extensión agrícola consistía en animar a los operadores de campo para que ayudaran a los agricultores a determinar qué modelo de enseñanza-aprendizaje deseaban utilizar en los programas - por ejemplo: elegir el lugar, la hora y la duración del programa. Sin embargo los contenidos del programa de capacitación seguían siendo elaborados porlos investigadores y/o los operadores de campo. Sucesivamente, se consideró que, para obtener un aprendizaje motivado por parte de los agricultores, debían ser estos quienes eligieran las materias del programa - que la extensión debía estar dirigida a la resolución de sus problemas, y no de los problemas que los investigadores o el personal de extensión habían identificado. Los extensionistas ayudaban a los agricultores a identificar sus problemas y entregaban los resultados a los investigadores y técnicos para que encontraran una solución; sucesivamente, los extensionistas devolvían las respuestas a los agricultores.

El problema que este enfoque conlleva, no obstante su cualidad de ser participativo en muchos sentidos, es que este no conduce a un desarrollo sostenible. Los agricultores no recibían la ayuda necesaria para resolver sus problemas. Estos seguían sirviéndose del extensionista como su fuente de recursos para resolver los problemas que habían identificado. Los enfoques participativos modernos utilizados en el desarrollo tales como 'desarrollo indígena' y las distintas formas de Diagnóstico Rural Participativo van más allá. En ellos, se anima al agricultor para que siga su aprendizaje sin la ayuda del extensionista. Los agricultores no sólo se encargan de identificar sus problemas, sino de elaborar estrategias para resolver estos problemas de manera independiente, según sus propios sistemas, sin depender exclusivamente del extensionista. El objetivo consiste en que los agricultores controlen sus propios procesos de aprendizaje.

Para que se lleve a cabo un desarrollo significativo - no es quien desarrolla sino quien se desarrolla el que debe tomar las decisiones, definir los objectivos, determinar las prioridades, formular las políticas, iniciar y mantener las actividades en todos los campos que se propongan un cambio en el desarrollo. (Bodenstein, 1974 p. 2)

Actualmente, se está verificando un avance hacia la acción y el aprendizaje participativos, lo cual pone de relieve que el aprendizaje es el centro de cualquier actividad de desarrollo y hace hincapié en la necesidad de poner manos a la obra. Esta tendencia coincide con el argumento tratado en el capítulo II, Parte 1, sobre el ciclo de aprendizaje basado en la experiencia y el aprendizaje eficaz.

Temas claves en la participación e investigación

Para elaborar planes de estudios participativos, es necesario entender claramente algunos temas claves que han surgido en los debates relativos a la participación. A continuación figuran algunos de los más importantes.

  1. El concepto de la participación es una reacción contra la investigación dirigida desde el exterior. Al principio, este concepto se basaba en la suposición de que los expertos externos a menudo recibían datos 'equivocados'. El fracaso de los proyectos y la crítica de los grupos 'internos' del proceso de desarrollo, señalaban además que los puntos de vista de los expertos externos no siempre coincidían con los de los grupos internos.

  2. Esto llevó a entender que existen diferentes puntos de vista o 'cuadros' a ser delineados; que ninguno de estos es 'verdad' o más 'verdadero' que el otro; que no existe una situación verdadera; que el cuadro que el experto pinta simplemente refleja el sistema de valores del experto, el cual no corresponde forzosamente al sistema de valores de locales.

  3. Esto, a su vez, llevó a valorizar el papel del actor 'interno' y del conocimiento indígena. En efecto, no existe 'el experto'; cada uno es un experto en una u otra cosa.

    Sin embargo, es necesario enfatizar que aquí no se trata de decir que los expertos externos necesitan consultar a los actores 'internos' y tomar de ellos su ex periencia y conocimientos locales (por ejemplo su medicina tradicional) para que el experto, a su vez, pueda usarlo para elaborar nuevas actividades.

    Más bien, se indica que el conocimiento y las opiniones 'internas' son tan importantes y ciertas como las de los expertos. Anteriormente vimos que existen muchas clases de conocimiento. Los enfoques participativos al conocimiento sugieren que aunque este se manifiesta de diferentes maneras, no existe una jerarquía que pueda caracterizarlos. No existe un tipo de conocimiento superior a los demás.

  4. Esto nos lleva a interrogamos, quién sabe realmente? Mientras se siga viendo a la educación y capacitación en términos de un saber que los expertos imparten a los ignorantes, se seguirá considerando al conocimiento como un bien exclusivo de los expertos y no de quien aprende. Pero si el conocimiento se considera como una serie de 'actos de conocimiento', en otras palabras, si el conocimiento no es una cosa, sino una actividad que ambos, expertos y estudiantes llevan a cabo, el conocimiento deja de ser una prerrogativa del experto. La distinción entre saber, investigar, y aprender se disuelve.

  5. Estas consideraciones muestran que los que asisten a cualquier programa aprenderán mejor al participar en las actividades del proyecto; esa participación constituye una herramienta de aprendizaje así como un derecho de los participantes.

  6. El concepto de participación nos lleva a sacar dos conclusiones más, la primera es que el conocimiento no puede ser separado de las aptitudes, valores y actitudes. Las personas son un todo, por lo tanto el desarrollo humano necesita ser estructurado de manera integral. No es posible "transferir el conocimiento" a la gente en base a una consideración de que estos carecen de él. En cambio, es posible contribuir para que la gente produzca su propio desarrollo en todos los sentidos.

  7. Finalmente, la investigación participativa y la extensión muestran que el conocimiento no puede ser compartimentalizado en materias académicas. La vida humana no gira alrededor de la historia, la geografía, la economía o la ciencia. La gente es la gente, su vida está rodeada de personas y sus vidas giran alrededor de experiencias e intereses, temas y problemas concretos y ellos no siempre pueden ser afrontados a través de materias académicas.

Podemos concluir que quienes trabajan en la 'participación al desarrollo' dicen exactamente lo que, a su vez, expresan quienes han desarrollado los modernos enfoques de enseñanza y aprendizaje - que el conocimiento es algo creado por los que aprenden y no algo que se transfiere de un experto a un ignorante.

Punto clave No. 7
Características de la participación al desarrollo

  1. El programa no es dirigido únicamente por un actor externo sino conjuntamente con actores internos.
  2. Nadie posee el cuadro verdadero de, la situación, ni siquiera el experto, hay muchos cuadros verdaderos.
  3. Los internos poseen conocimiento válido que es verdadero para ellos.
  4. El experto posee conocimiento, cada persona construye su propio conocimiento.
  5. La participación es el proceso a través del cual todos los participantes (incluyendo al experto externo) aprenden.
  6. Los valores y las actitudes son tan importantes como el conocimiento y las aptitudes; el conocimiento y las aptitudes no pueden ser cpmpartimentalizadas.
  7. Las preocupaciones a nivel local son concretas e integrales; estas no pueden compartimentalizarse en disciplinas académicas.

Este es el conjunto de consideraciones que fundamentan la elaboración participa- tiva del plan de estudios.

 

 

Apartado de actividades No.25a

Tal vez desee examinar el proyecto o programa de desarrollo que eligió para ver que enfoque tiene en materia de participación.

 

La participación en la práctica

La puesta en practica de la participación, al igual que de las ciernas definiciones, puede variar de un lugar a otro y de un proyecto a otro. Algunos provectos apenas hacen consultas con los beneficiarios y otros actores. Los proyectos de alfabetización, por ejemplo preguntan a los estudiantes potenciales a que hora y donde desean reunirse. pero estos raramente preguntan a los participantes qué material de lectura quisieran aprender a leer. Otros programas involucran a los participantes de manera mas amplia durante la fase de planificación y aún durante la ejecución, pero pocos programas permiten que los beneficiarios participen para evaluar si el programa o proyecto tuvo éxito o fracaso.

Participar con quién?

La participación es una actividad, una relación entre los planificadores del proyecto y un grupo determinado. Los participantes pueden ser un grupo local ya constituido, o pueden ser los que participan en la primera reunión, quedando excluidos los que no asistan a ella.

La educación no formal que caracteriza a los programas de educación y capacitación tiende a ser más participativa que la educación formal. En efecto, las definiciones de la educación no formal subrayan, que en este proceso, los estudiantes mantienen un alto grado de control. En cambio, en la educación formal casi toda la planificación y el control de las actividades reside en las manos de la institución, de los docentes y catedráticos. En la educación no formal, los estudiantes tienen mayor poder de decisión en cuanto a lo que aprenden, en dónde y cuándo, aunque mucho menos en lo que concierne a cómo aprenden.

Negociaci�n

En algunos proyectos de desarrollo y programas de capacitación, la participación consiste en una serie de negociaciones entre la agencia proveedora y los participantes. Algunas veces esto se lleva a cabo únicamente al principio del programa; en otros casos, se hade de manera periódica, para asegurar que las percepciones de los distintos grupos de participantes sean tomadas en cuenta, a medida que estas cambian, y que el curso avanza.

Participantes

Según vimos em el capítulo I, existen otras personas que participan en este proceso. Se trata de personas y grupos que de alguna manera se interesan en los resultados del programa de desarrollo o curso de estudio. Identificar quiénes son los actores en un proceso, es a veces un procedimiento complicado. Sin embargo, si el programa es completamente participativo, es importante que estas demás personas y grupos estén también involucradas en el proceso de elaboración. Este será el argumento de la próxima sección.

 

Apartado de actividades No. 25b

Haga un lista de los actores que participan en el programa de desarrollo que usted eligió anteriormente. Hasta qué punto estos participan en la planificación, ejecución y evaluación del programa?

 

 

 

 

Segunda parte
LOS PARTICIPANTES Y LA ELABORACIÓN
DEL PLAN DE ESTUDIOS

Tradicionalmente el plan de estudios de cualquier programa de educación y capacitación solía ser considerado un asunto privado entre la institución (escuela, universidad o centro de capacitación), el docente y los estudiantes. Asimismo, el plan no era considerado como un asunto de interés público. En efecto, cuando un plan se convierte en materia de interés público, significa que algo funcionó mal. A menudo se considera que una institución educativa que funciona bien debería ser capaz de manejar sus propios asuntos sin ninguna interferencia externa.

Pero como hemos visto, existen otras personas y grupos fuera de cualquier institución educativa que se se interesan por lo que pasa dentro de ellas. Estas personas o grupos tienen un papel que jugar en los resultados obtenidos a raíz del trabajo duro que se ha realizado. La premisa de esta guía es precisamente que, cuando estas personas y organismos contribuyen a elaborar un plan de estudios de educación y capacitación, el trabajo de las instituciones de educación y capacitación será mucho más eficaz.

Esta sección trata los siguientes argumentos:

Quiénes son los actores ?

Apartado de actividades No. 26

Puede resultarle útil hacer una lista de las personas o grupos a los cuales intere- sa, en alguna medida, el nuevo curso o programa de capacitación y su plan de estudios.

 

 

 

 

 

Temas de índole general

En esta etapa es necesario tomar atentamente en cuenta, una serie de temas de índole general.

A partir de este ejercicio se puede observar que la identificación de los actores, y la evaluación de la naturaleza y niveles de su apoyo u oposición, consiste en hacer un juicio de valores.

Apartado de actividades 27a

Trate de anotar hasta dónde llega el interés de cada actor de su lista anterior, para saber si se trata de un interés general o específico, si se interesa en el proceso o en el producto, si es amigable u hostil, si su oposición es abierta o encubierta, si su apoyo es condicional o incondicionado. El siguiente esquema puede serle útil.

Evaluación del interés del actor en cuestión

Nombre Naturaleza del Interés General/ Específico Producto/ Proceso Positivo/ Negativo Abierto/ Encubierto Condicional/ Incondicional

El punto importante es darse cuenta de que cuando este tipo de evaluación es llevada a cabo, no se trata de un proceso para nada nuevo. Este proceso se lleva a cabo de manera inconsciente cada vez que se elabora un plan de estudios. Cuando los ejecutores del plan de estudios evitan consultar a alguien, estos están diciendo, en efecto, que esas opiniones no son válidas o que tienen poco que agregar al proceso de elaboración del plan. Al identificar a todos los actores, saldrán a flote los juicios de valor que se hicieron durante la elaboración del plan.

Grupos de actores

No es posible redactar una lista única de actores que pueda ser aplicada a todos los programas. Sin embargo hay algunos grupos que necesitan ser identificados y tomados en cuenta. Estos podrían dividirse en dos categorías, actores externos y actores internos.

Actores externos

Cierto número de actores externos participan, de vez en cuando, en la elaboración del plan de estudios. A continuación figuran otros individuos que también pueden ser considerados actores:

Elaboradores de políticas

Existe una variedad de elaboradores de políticas, que con sus decisiones, afectan la creación de los programas de educación y capacitación. Se considera que este grupo es muy influyente. La estructuración de las políticas y las relaciones que existen entre su ejecución y evaluación, así como la creación de políticas nuevas, pueden determinar quién participará en la elaboración del plan de estudios y qué papel jugará en él. Lo elaboradores de políticas contribuyen a crear un ambiente, en el cual, un determinado programa de educación y capacitación podrá ser valorizado o no. Estos elaboradores ayudan a plasmar el contexto en que se sitúan los programas de educación y capacitación. Por esta razón es fundamental que participen, de una manera u otra, en el proceso de elaboración del plan.

Políticos y administradores de la educación

Estos dos grupos a menudo tienen la capacidad de crear o desechar programas educativos. Desde un punto de vista histórico, existe una diferencia entre los planes de estudios de los países políticamente estables y aquellos que no lo son. La estabilidad, o falta de ella, en el ambiente de la educación y capacitación, depende en gran medida de las agrupaciones políticas. En algunos casos, el contexto político puede ser estable y duradero; en otros, puede cambiar a menudo y por lo tanto requerir una revisión constante del plan de estudios. Los funcionarios de gobierno y los políticos son, a menudo, los que toman las decisiones más importantes relativas a la creación de programas de educación tanto a nivel local como nacional. Estos también pueden ser responsables de la dotación y distribución de recursos financieros, materiales y humanos. Además, es posible que estos funcionarios tengan fuertes convicciones ideológicas que afecten los valores atribuibles a la educación y capacitación. Es por ello que la participación y el apoyo de quienes tienen influencia política no puede ser subestimada.

Expertos en educación

Muchos de estos expertos han desarrollado las ideas y teorías que conciernen a la elaboración de cualquiera de las áreas del plan de estudios, así como a los objetivos y resultados de los programas de educación y capacitación. Algunos de ellos pueden ser de origen local, es decir que provienen de la localidad en donde el plan de estudios debe ser elaborado o ejecutado, y por lo tanto, puede tener familiaridad con la situación contextual del plan. Otros pueden provenir de otros lugares, en su calidad de consultores, a fin de que compartan su experiencia, especialmente cuando están desarrollando enfoques innovativos. Otros pueden estar participando a través de sus publicaciones, pero de esta manera pueden tener un impacto directo en el proceso de elaboración de un plan de estudios específico. Sin embargo estos expertos no son más que un grupo entre muchos actores. Por lo tanto es fundamental, que en la elaboración participativa de planes de estudios estos sean considerados como participantes junto con los demás, y no como fuentes primordiales del saber en que se basa toda la elaboración del plan.

Patronos y organismos profesionales

Estos actores constituyen otro grupo muy influyente. Los programas de educación y capacitación a menudo han sido formulados a fin de preparar a los estudiantes para un futuro empleo, o para capacitar a los empleados en su sede de trabajo. Los patronos tendrán mucho interés en asegurarse de que sus empleados terminen su curso de educación o capacitación y de que hayan adquirido nuevos conocimientos, aptitudes, actitudes y convicciones, que les permitan servir mejor a la organización para la cual trabajan. Por lo tanto, los patronos suelen establecer requerimientos específicos, con los cuales deben cumplir los candidatos, antes de ser empleados o reconfirmados como parte del personal.

En efecto, los patronos establecen su propio juicio de valores acerca del programa de capacitación. Puede que lo consideren útil; o que lo utilicen como base para realizar sus propios programas de capacitación en el futuro; o que los rechacen totalmente por considerarlos inútiles. Todo curso de capacitación que concluye exitosamente requiere de una etiqueta de reconocimiento social, puede ser que el curso no la reciba a menos que el plan de estudios resulte aceptable para los patronos.

Los programas de educación y capacitación (especialmente en el trabajo) también resultan costosos. Los patronos a menudo se rehusan a costear dichos programas, a menos de que consideren que el desempeño de sus empleados mejorará con el programa. Además, algunos patronos invierten de manera considerable en cursos que consideran particularmente relevantes para las necesidades de su empresa, y en estos casos, pondrán particular interés en el plan de estudios de los cursos.

Clientes

Además de los patronos, existen otros actores que se verán favorecidos por la experiencia que adquieren los participantes de un curso determinado, es decir aquellos que se valdrán de sus conocimientos, para distintos asuntos. Estos también se formarán una opinión acerca del valor del programa de educación o capacitación. Al igual que los clientes de arquitectos y abogados expresan un juicio sobre la validez de la formación de estos profesionales, basándose en los servicios que les proporcionan, también los agricultores evaluarán el desempeño del personal de extensión e investigación agrícola y la validez de la capacitación, a través de la manera en que estos operadores cumplan con sus expectativas.

Financiadores

Tanto la educación como la capacitación tiene costos altos. Por lo tanto el apoyo financiero resulta vital para proporcionar recursos, tanto humanos como materiales, para los cursos e instituciones. El financiamiento puede provenir del Gobierno o de organismos gubernamentales o no gubernamentales, de organismos privados como empresas, organizaciones comunitarias, o de individuos, sean estos estudiantes o sus padres. Estos grupos tienen un fuerte ascendente sobre los cursos, programas de estudios, e instituciones. Cualesquiera que sean los financiadores, estos siempre tendrán la expectativa de que sus fondos hayan sido utilizados provechosamente. Por lo tanto, es probable que estos fijen sus propias mentas y objetivos para los programas de capacitación. Los financiadores evaluarán el alcance del plan de estudios para tomar sus propias decisiones acerca de la financiación. En efecto, los financiadores ejercen un fuerte grado de control sobre el plan de estudios. Tanto la mobilización de fondos para financiar un nuevo plan de estudios, como la prevención de desacuerdos con los financiadores pueden depender de una participación más directa de los financiadores en la elaboración del plan.

Padres de familia

Los padres de los estudiantes no suelen ser tomados en cuenta en la elaboración de un plan de estudios. Sin embargo, son ellos quienes deciden a cuál institución educativa asistirán sus hijos, y cuáles cursos les serán más útiles para trabajar en el sector que ellos consideran mejor, y si ese contexto educativo resultará seguro para que sus hijos lo frecuenten por varios años.

Ex-alumnos

Otro grupo que a menudo tiene una opinión influyente sobre el plan de estudios son los ex-alumnos que se servirán de él para ganarse la vida. Sus intereses estarán basados en la experiencia y tendrán una influencia en el curso, dado que si este pierde su reputación en la comunidad en que se aplica, también el papel profesional de los ex-alumnos se verá afectado. En general, estos actores pueden tener menos interés en el futuro del curso, pero aportarán comentarios valiosos y constructivos acerca de él y del programa.

Grupos de interés

Existen otros grupos de interés que poseen experiencia, conocimiento y que desean participar en la elaboración de un plan de estudios. Por ejemplo, en el diseño de un programa sobre el medio ambiente, las opiniones de grupos ambientalistas locales o nacionales deberían ser tomadas en cuenta, debido a sus actividades de sensibilización e información a la opinión pública, así como a grupos más específicos. Desde un punto de vista mucho más práctico, estos pueden aportar materiales que resultan útiles para el curso.

Esta no es una lista exhaustiva de actores relacionados con la elaboración de planes de estudios. Los fabricantes de productos agroquímicos, por ejemplo, pueden ser otro grupo a considerar para algunos cursos. La cantidad y gama de actores dependerá de la situación local y del contexto específico.

Actores internos

Los actores internos resultan ser más obvios dado que a menudo participan en la elaboración de planes de estudios, entre estos figuran:

La organización capacitadora

Casi toda la educación y capacitación se desarrolla y ejecuta en el contexto de una organización. Esto corresponde tanto a la educación y capacitación formal, como no formal. La escuela, universidad u otra institución en la que el curso se lleva a cabo, o el organismo (gubernamental o no), que proporciona la capacitación, tendrá un papel determinante en el plan de estudios.

Los administradores de las organizaciones de capacitación pueden tener una influencia y un poder considerables en la elaboración del plan de estudios. Es probable que ellos participen directamente o que deleguen esa labor a otros que forman parte de la organización. En algunos casos, estos pueden ser los 'cancerberos' que permiten la aplicación de las decisiones de la política externa. Seguramente serán ellos quienes programen la calendarización del curso, el ámbito de las áreas de estudio con las cuales deberán enfrentarse los estudiantes, las aulas, equipo y materiales (por ejemplo: el presupuesto de la biblioteca) etc. A menudo, estos llegan a determinar la 'cultura de la organización, el clima dentro del cual se llevará a cabo el curso. Esto ejercerá una influencia no sólo en la naturaleza del plan (es difícil realizar un curso de capacitación participativo dentro de una institución de índole jerárquica y poco participativa), también tendrá un impacto sobre la posibilidad de que otras personas puedan participar o no en el proceso de elaboración del plan de estudios.

Capacitadores/docentes

Es sorprendente que los capacitadores y docentes no siempre participen en la elaboración del plan de estudios, no obstante sean ellos quienes se encuentran directamente ligados a la ejecución del mismo. Estos actores tienen una contribución práctica que aportar al proceso de elaboración del plan. Estos saben mejor qué tipos de personas asisten a los cursos de capacitación, cuáles son sus maneras de aprender y sus necesidades educativas para el futuro.

Esto no significa que los docentes y capacitadores siempre utilizan los mejores métodos didácticos. Algunos de ellos pueden ser especialistas en ciertas materias y puede ser que nunca tuvieron la oportunidad de aprender métodos didácticos distintos. A menudo, los especialistas tienden a concentrarse más en los contenidos que en los métodos; además tratan de introducir en el plan, la mayor cantidad de contenidos relacionados con su materia. Esto puede llevar a una saturación teórica del plan, la cual no corresponda a las necesidades de los destinatarios.

Resulta extraño que este grupo sea excluído tan a menudo del proceso de elaboración del plan de estudios. A veces se les consulta, pero muy raramente. En general la mayoría de los capacitadores y docentes imparten el plan de estudios y distribuyen el material educativo que otros prepararon. Por supuesto, algunos así lo prefieren, ya que no tienen interés en crear un plan para sí mismos; se sienten más seguros con los contenidos proporcionados por los expertos. Pero la falta de 'motivación, entusiasmo y compromiso' que a menudo acompaña a este tipo de exclusión puede socavar la efectividad del programa de educación y capacitación. Una de las principales razones por las cuales muchos docentes carecen de motivación obedece a que no se sienten 'dueños' del curso que están impartiendo.

Estudiantes

A menudo se afirma que los estudiantes deben ser consultados en la mayor medida posible, sobre el contenido de la enseñanza que reciben. Los estudiantes deben estar seguros de que están aprendiendo algo que les concierne. Los docentes y los elaboradores de planes de estudios necesitan evaluar las necesidades reales de los estudiantes en materia de educación y capacitación, a fin de que sepan cuál es el punto de partida del aprendizaje, así como el tipo de conocimiento, aptitudes y actitudes que deberán desarrollar.

Este es un elemento muy importante, además los estudiantes podrán participar algunas veces en actividades de capacitación en el trabajo, aunque no siempre será posible.

Productores de materiales

Existe otro grupo (que podría ser visto como externo o como interno, según el punto de vista personal) que habría que tomar en cuenta. Se trata de quienes escriben, publican y distribuyen los libros de texto y los materiales didácticos. Este grupo ejerce una influencia considerable sobre los contenidos de cualquier curso. A menudo, estos llegan a determinar la secuencia en que se estudia el material. Por lo tanto su influencia es enorme, sin embargo raramente son invitados a participar en el proceso de elaboración del plan de estudios, a menos de que se trate de expertos en educación. Pero si estos deben ser incluídos en el proceso -la experiencia sugiere que su contribución sería muy valiosa- estos deben ser considerados como un grupo entre tantos y no como el grupo más importante. En efecto, los materiales didácticos deben acompañar al plan, no dirigirlo.

Una lista de actores en constante evolución

Es fundamental recordar que cualquier programa educativo o de capacitación está situado en un contexto social en constante evolución (ver páginas 129-32). La elaboración participativa de planes de estudios trata de encontrar formas para garantizar que el contexto pueda ejercer su influencia durante el proceso de elaboración.

Esto significa que la lista de actores no es fija y permanente. Aunque creamos que hemos identificado a los actores, simpre existe la posibilidad de que alguno haya sido excluído, o de que surjan nuevos actores durante el proceso de elaboración del plan. Los cambios sociales producen nuevos actores a los cuales concierne el programa en cuestión. Por lo tanto, es importante dejar abierta la posibilidad de que nuevos actores participen en el proceso. La elaboración participativa de planes de estudios es un proceso permanente que va involucrando a más participantes, a medida que avanza.

Apartado de actividades No. 27b

Puede que le interese revisar la lista de actores que identificó anteriormente para ver cuáles grupos incluyó y cuáles quedaron fuera de la lista. Existen otros que le gustaría agregar? Cuáles describiría como actores ‘internos’ y actores ‘externos’?

 

 

 

 

Tercera parte
TRABAJANDO CON LOS ACTORES

El hecho de que haya personas y grupos interesados en el plan de estudios nos lleva a interrogarnos sobre la necesidad de trabajar con ellos en el proceso del elaboración del plan de estudios. Si se decide que esto es necesario, cómo se puede llevar a cabo?

Esta sección examinará los siguientes temas:

Razones para trabajar con los actores

La mayoría de la gente que participa en la elaboración de planes de estudios lo hace en calidad personal y por una serie de razones:

Sin embargo hemos visto que existe una amplia gama de personas que tienen interés en elaborar el plan de estudios. A veces estos actores tendrán mucho interés, a veces menos, pero siempre lo tendrán.

Apartado de actividades No. 27c

Cuáles son las principales razones que usted tiene para involucrar en la elaboración del plan a cualquiera de los actores que figuran en su lista?

 

Existen varias razones para involucrar a la mayor cantidad de actores posible en la elaboración del plan de estudios. Las siguientes son algunas de ellas; usted podría agregar otras más.

Los actores deberían contribuir a elaborar el plan porque:

La participación en el proceso del plan de estudios es una meta fundamental. Lewin (1991) señala que existen ejemplos en todo el mundo, de intentos de cambios de programas educativos fallidos porque quienes tenían la capacidad de hacer los cambios no compartían, y aún se oponían abiertamente a las propuestas de quienes diseñaban los cambios. Lewin prosigue diciendo que “los sistemas educativos son sistemas populares”, y que la operación efectiva de los sistemas educativos y de cualquier cambio que se requiere, depende de las “motivaciones, entusiasmo y compromiso de los miembros” de estos sistemas.

El objetivo de los enfoques participativos para elaborar planes de estudios, es ayudar a que los participantes del proceso desarrollen las “motivaciones, entusiasmo y compromiso” y los utilicen para apoyar los programas de capacitación.

El próximo ejemplo relativo a Sudán muestra cómo el uso de enfoques no participativos, produce efectos adversos en un programa de desarrollo.

"Uno de los principales problemas que fueron identificados en un programa de asistencia técnica de índole institucional en Sudán, fué la falta de consultas entre el personal internacional del proyecto y el personal local. Esto pudo ser observado tanto en las etapas de planificación como de ejecución. Los efectos observados consistían en diferencias de percepción; escasa motivación y compromiso; un tipo de comunicación vertical; antipatía e intolerancia; energías reprimidas y la creación de dependencia de un grupo hacia otro. No es necesario decir que estos elementos tuvieron un efecto adverso en el proyecto". (Leach 1991)

La elaboración participativa de un plan de estudios no sólo tiene el propósito de recolectar una variedad más amplia de experiencias que contribuyan a diseñar programas didácticos y de aprendizaje exitosos. También se trata de garantizar que la falta de participación de los sujetos interesados en la etapa de planificación del programa de educación y capacitación, no produzca una disminución del compromiso, motivación, así como antipatía e intolerancia en la escuela, universidad u otra institución.

Identificando a los actores

En esta etapa surgen dos preguntas:

Es necesario identificar a todos los actores?

La razón principal para tratar de establecer una lista de todos los actores obedece a que de lo contrario, se corre el riesgo de que algunas personas, grupos u organizaciones queden excluídas. Esto puede ocurrir porque nunca fueron identificadas o porque una decisión, consciente o no, fué hecha para dejarlos afuera.

Este último punto puede parecer extraño, dado que se suele suponer que la educación sea automáticamente buena para todos. Pero desafortunadamente, la presencia de una agenda ideológica y política (según se trató en el capítulo I, Segunda parte) podría producir un plan de estudios dirigido por una élite de expertos de la educación. Por supuesto se podría contar con la asesoría de un grupo selecto de partes interesadas o influyentes tales como políticos, elaboradores de políticas, patronos, representantes de financiadores, es decir las personas consideradas ‘importantes’ desde el punto de vista de la educación.

Por lo tanto, la segunda razón para identificar a todos esos actores, obedece a que es necesario evaluar, e inclusive desafiar los juicios de valor de quienes tradicionalmente elaboran los programas de educación y capacitación.

Cómo participan esos actores en el proceso elegido para elaborar el plan de estudios?

El presupuesto sobre el cual podemos basarnos, en relación con el tema tratado anteriormente, es que para lograr un enfoque participativo en la elaboración del plan, es necesario involucrar a todos los actores en el proceso. Esto es, por supuesto un argumento muy simplista. Esto no siempre será posible, o aún deseable, cuando se trata del proceso detallado de la elaboración del plan.

Una lista de esta naturaleza puede haber sido realizada por ejemplo a través de una reunión de reflexión con un grupo de personas interesadas, que podría resultar en la elaboración de un formulario o tabla similar a la que figura en el apartado de actividades 27a. También puede ser necesario considerar quiénes desean participar en el proceso de elaboración, así como cuántos de ellos estarán disponibles y cómo puede participar mejor cada grupo.

No existe una manera fácil para tomar esta decisión. Se trata de algo que los elaboradores del plan deben decidir por sí mismos. Por supuesto el tiempo a disposición tendrá un papel que jugar, así como la situación política (con p minúscula) a nivel local y otros factores. Esta decisión también dependerá de quién esté disponible y desee participar en el proceso de elaboración.

Pero sobre todo, la decisión dependerá de los juicios de valor. Los elaboradores del plan de estudios tendrán que determinar cuáles contribuciones les serán más valiosas. Una manera de hacerlo es reflexionar sobre la importancia e influencia que tiene cada grupo de actores o individuos para la elaboración del plan. Estas decisiones resultarán aceptables cuando los juicios de valor estén hechos de manera consciente, y sean fruto de la reflexión y de una justificación, porque toda educación y capacitación es realizada en un contexto sociocultural específico, y este contexto tiene una influencia grande, al igual que los valores de quienes elaboran el plan. Es importante asegurarse de que participen tantos representantes de los distintos grupos de intereses como sea posible. Es a través de la interacción entre los distintos puntos de vista que un plan de estudios creativo puede realizarse y enriquecerse a partir de una reunión amplia que recoja los distintos intereses.

Principios generales para trabajar con los actores?

Si se decide que el proceso a utilizar para la elaboración del plan debe ser totalmente participativo, será necesario determinar cómo los elaboradores del plan pueden trabajar con los actores a fin de hacer un plan de estudios apropiado a esa situación específica. Un principio general fundamental que resulta de la experiencia de la elaboración participativa de planes de estudios, es que hay que hacer una distinción entre lo que es consulta y lo que es participación.

Apartado de actividades No. 28

Puede ser útil hacerse a sí mismo dos preguntas antes de seguir más adelante:

Si usted estuvo involucrado en la elaboración de planes de estudios anterior- mente, cómo hizo para identificar a los demás actores?

Qué métodos utilizaría ahora para averiguar quién puede participar en la elabo- ración del plan?

 

En una consulta, escuchamos las opiniones de alguien y luego decidimos. No evaluamos únicamente lo que dicen, sino también cuánto valor habría que adjudicarle. Podríamos concordar con lo que alguien o algunos grupos dicen, no porque esto coincide con nuestras experiencias, sino porque consideramos que estos tienen autoridad en un campo específico; podemos no estar de acuerdo con otros, no tanto debido a que lo que dicen no es exacto, sino porque los consideramos poco importantes. Es decir que los dejamos participar en el debate pero nos reservamos la posibilidad de tomar nuestras propias decisiones.

En la participación plena, no sólo compartimos un debate sino también el poder. Se llega a concordar que los resultados de los debates se llevarán a la práctica.

Es evidente que existen muchos matices entre estos dos extremos; la diferencia entre ambos no es neta.

El argumento de esta guía es que, aquellos que participan en la elaboración de un plan de estudios, deben proceder tanto como les sea posible, en dirección de un proceso totalmente participativo, un proceso en el cual las decisiones quedan en manos de los actores, más que en la de los expertos en educación y después de haber realizado una consulta con esos actores.

Logrando la participación a través de la práctica

Antes de trabajar con los actores en la elaboración de un plan de estudios, es necesario responder a dos interrogantes:

Tomando decisiones sobre los papeles de los distintos actores y sobre los diferentes aspectos del proceso de elaboración del plan de estudios en el cual están participando

Ya indicamos que la participación de todos los actores en el proceso de elaboración del plan de estudios es fundamental. Una vez que se haya formulado una tabla para colocar la lista de actores, a fin de establecer cuál es su interés específico, según se sugirió en la segunda parte de esta sección (página 67), se debe proceder a hacer algunos juicios de valor difíciles que conciernen al papel que tendrán los distintos actores, y cómo estos participarán de manera significativa en el desarrollo del plan. Esto puede ser realizado de distintas maneras.

Crear una matriz para establecer la "importancia/influencia"

En este ejercicio:

Esto puede ser observado utilizando una matriz:

Fig. 9 Una matriz para medir la "importancia/influencia"

ELABORACIÓN PARTICIPATIVA DE PLANES DE ESTUDIOS PARA LA EDUCACIÓN Y CAPACITACIÓN AGRÍCOLA

Se coloca una señal en el cuadriculado, en base al nivel de importancia e influencia de un actor en particular.

Clave para la matriz

La realización de programas de capacitación en forestería social para extensionistas, produjo la siguiente matriz en Viet Nam:

Fig. 10 Ejemplo de una matriz "importancia/influencia" en Viet Nam

ELABORACIÓN PARTICIPATIVA DE PLANES DE ESTUDIOS PARA LA EDUCACIÓN Y CAPACITACIÓN AGRÍCOLA

Clave

1  Personal del centro de extensión

2  Personal de campo

3  Agricultores

4  Personal oficial

5  Min. de Agrie, y Desarrollo Rural

6  Docentes

7  Donantes

8  Miembros de la red

9  Administradores

10  ONGs

11 Destinatarios

12 Estudiantes

La preparación de esta matriz es útil de dos maneras distintas. Primero, el debate y reflexión que un grupo entabla para decidir cuál es la importancia relativa y la fluencia de los actores es útil por sí misma, muchos asuntos importantes que no fueron considerados al principio pueden surgir. En segundo lugar, la posición de cada actor dentro de la matriz puede ayudar a los planificadores a decidir cómo estos pueden ser involucrados de manera más provechosa:

Desarrollando una matriz para medir la participación de los actores

Existen seis áreas principales de actividades dentro de un proceso de elaboración del plan de estudios, todas estas forman un ciclo de elaboración del plan. Estas pueden resumirse de la siguiente manera:

En la práctica, estas áreas pueden traslaparse y los distintos actores podrían estar participando en distintas áreas de actividad al mismo tiempo. El tipo de participación de los actores puede variar también. Por lo tanto tal vez sea necesario informar solamente a algunos actores sobre los planes y actividades, actuales y futuros. Algunos actores pueden ser consultados (ver páginas 76); otros participarán de manera más acentuada y serán socios en el proceso de elaboración del plan de estudios. Algunos actores naturalmente, se encontrarán en posiciones de poder y controlarán aspectos claves del proceso de elaboración del plan. La matriz para medir la importancia/influencia debería haber contribuido a identificar todos estos distintos papeles que cada actor puede desempeñar.

Los resultados del análisis de los papeles y tipos de participación de los distintos actores pueden representarse mediante la siguiente matriz:

Fig. 11 Matriz para medir la participación de los distintos actores

ELABORACIÓN PARTICIPATIVA DE PLANES DE ESTUDIOS PARA LA EDUCACIÓN Y CAPACITACIÓN AGRÍCOLA

Métodos para trabajar con los actores

Después de identificar a los actores, así como la importancia e influencia que tendrán en las distintas etapas del proceso de elaboración del plan de estudios se puede proceder a aplicar determinados métodos para trabajar con ellos. Sin embargo, algunos individuos u organizaciones no estarán fácilmente disponibles o deseosos de asistir al proceso; otros estarán más cercanos y deseosos de contribuir.

Sin embargo, la mezcla de estos métodos resulta ser más eficaz. En Namibia, por ejemplo se llevó a cabo un taller local con personal de nivel intermedio y con extensionistas. Sucesivamente, los participantes salieron al campo para entrevistar a los agricultores, al personal de un instituto y del Ministerio de Agricultura.

En Jamaica, un taller que preveía el internado reunió a un grupo bastante grande que incluía a miembros del personal de un instituto, estudiantes del curso que estaba siendo impartido, así como a funcionarios del gobierno y miembros de las ONGs locales. Estos elaboraron un calendario y entrevistaron a otras partes interesadas como los empleados locales, agricultores y otras agencias de-desarrollo.

En Sur Africa, una reunión abierta, organizada por el personal de un instituto de capacitación para agricultores, logró reunir a los agricultores, miembros del servicio de extensión del Gobierno, a las ONGs, así como a representantes de organismos de crédito y a proveedores de insumos y otras organizaciones comerciales. El resultado fué la formación de un comité destinado a crear un red que cubrió un área geográfica muy vasta. Sucesivamente, los miembros de la red siguieron recogiendo las opiniones y contribuciones de los actores en sus distintas localidades.

Estas actividades produjeron un esbozo de los objetivos de aprendizaje y en última instancia delinearon el tipo de curso requerido para obtener esos objetivos. Sin embargo, tomó tiempo. La elaboración participativa de planes de estudios no es un proceso rápido. Si se necesita elaborar un plan rápidamente, los elaboradores pueden, emprender el trabajo ellos mismos inmediatamente. Pero en este caso deberían estar listos para enfrentar la falta de motivación, entusiasmo y compromiso de los docentes con un curso desarrollado de manera muy centralizada, respecto al método participativo.

Apartado de actividades No. 29

Ahora es tiempo de que decida de qué manera va a trabajar con los actores que identificó anteriormente. Usted puede determinar su propio plan de acción en materia de elaboración participativa de planes de estudios. Analice a los actores sirviéndose de los procedimientos sugeridos anteriormente y trate de redactar un plan personal que muestre cómo trabajará con los distintos actores.

 

Conclusión

Este capítulo se encargó de considerar de qué manera puede ser utilizada la elaboración participativa de planes de estudios. Según muestran los ejemplos aportados, la elaboración de planes de estudios son una actividad compleja. Por lo tanto, en el próximo capítulo veremos cómo enfrentar el proceso de elaboración del mismo.

CAPITULO III - Lectura suplementaria

Bodenstein, W. (1974) Development Southern Africa. South Africa: Co-operative Press of South Africa

Burke, S. (1994) People First. London: Zed Books

Chambers, R. (1974) Rural Development: Putting the Last First. London: Longmans

Chambers, R. (1992) Rural Appraisal: rapid, relaxed and participatory' IDS University of Sussex

Chambers, R. (1996) Whose Reality Counts? London: ITDG

Lewin, K.M. and Stuart, J.S. (1991) Educational Innovations in Developing Countries. London: Macmillan

Leach, F. (1991) 'Perception Gaps in Technical Assistance Projects the Sudanese Case' in Lewin and Stuart 1991 pp 155-184

Longhurst, R. (ed), (1991) 'Rapid Rural Appraisal: social structure and rural economy', IDS Bulletin, IDS University of Sussex vol 12 no 4 1991

McCracken, J.A., Pretty, J.N. and Conway, G.R. (1989) An Introduction to Rapid Rural Appraisal for Agricultural Development IIED

Pretty, J.N. (1995) 'Participatory Learning for Sustainable Agriculture', World Development,Vol 23, No. 8, August

Pretty, J., Guijt, I., Thompson, J. and Scoones, I. (1995) Participatory Learning and Action: A Trainer's Guide. London: IJED

Rahman, Md. A. (1993) People's Self-development. London: Zed Books

Sachs, W. (1994) Development Dictionary. London: Zed Books

Theis, J. and Grady, H.M. (1991) Participatory Rapid Appraisal for Community Development. IIED and Save the Children Federation

Van den Bor, W. et al. 'Curriculum Development in an European Context: An Account of a Collaborative Project', European Journal of Agricultural Education and Extension, Vol. 2., No. 1, June 1995

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