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B. EXÁMENES REGIONALES

B1. ATLÁNTICO NOROCCIDENTAL
Área estadística 21 de la FAO

Ross Shotton *

INTRODUCCIÓN

Las pesquerías comerciales del Atlántico noroccidental, en particular las del bacalao, son importantes desde hace cinco siglos. El área21 tiene una superficie total de 6,26millones de km2, de los cuales 1,29millones corresponden a la plataforma continental. El medio ambiente marino de la región (Figura B1.1) está dominado por la corriente fría del Labrador, que se dirige al sur, hacia los Grandes Bancos, y por la corriente cálida del Golfo, que desde el Cabo Hatteras va hacia el noreste, de la plataforma continental hacia el mar; aporta agua relativamente cálida a Groenlandia occidental. La influencia del agua dulce procedente del río San Lorenzo es también importante. Los principales recursos pesqueros se encuentran en las amplias plataformas continentales, en particular las de Georges Bank, Scotian Shelf, Gulf of St Lawrence y Grand Banks, de Terranova. Los principales caladeros están sometidos a las jurisdicciones nacionales del Canadá, los Estados Unidos, Groenlandia y Francia (en lo que respecta a San Pedro y Miquelón), mientras que Flemish Cap y la “nariz” y la “cola” del Grand Bank se encuentran en aguas internacionales.

Figura B1.1 - Atlántico noroccidental (Área 21)

Figura B1.1

Figura B1.2 - Capturas nominales anuales ('000t) por grupos de especies CEIUAPA en el Atlántico noroccidental (Área 21)

Figura B1.2

Fuente FAO

La mayor parte de los recursos demersales que por largo tiempo habían sido la base de las grandes pesquerías del Atlántico noroccidental sufrieron un proceso de grave agotamiento al final del decenio de 1980 y comienzos del decenio de 1990 como consecuencia de la combinación de una pesca intensa, el enfriamiento debido al fortalecimiento de la corriente del Labrador y de otros factores, como las malas condiciones de alimentación, la ausencia de capelán (Mallotus villosus ), la depredación de las focas y la baja concentración de oxígeno. En 2002, muchas pesquerías demersales estuvieron cerradas o sometidas a estrictas limitaciones de explotación, a pesar de que habían transcurrido casi 10 años desde que se produjera esa situación. Por el contrario, los recursos de bogavante americano (Homarus americanus ) aumentaron en el decenio de 1980, dando pie a unas capturas registradas en los últimos 100años. En el Georges Bank, los decrecientes recursos de gádidos, que fueron sustituidos por mielgas (Squalus acanthias ) y rayas raja (Raja spp.) en el decenio de 1980, han comenzado a recuperarse. De la misma manera, la limanda nórdica (Limanda ferruginea ) ha iniciado también su recuperación. En aguas situadas frente a Terranova, los recursos de camarón norteño (Pandalus borealis ), conocido también como camarón boreal, y de cangrejo de las nieves (Chionoecetes opilio ) crecieron al final del decenio de 1990, y el valor de sus capturas alcanzó cifras récord, a pesar de la pérdida de las pesquerías demersales tradicionales. Otros recursos, como la vieira americana (Placopecten magellanicus ) y el arenque del Atlántico (Clupea harengus ), continúan ofreciendo una sólida base para las pesquerías en algunas zonas. Finalmente, el arenque de Georges Bank se ha recuperado de la sobrepesca del decenio de 1970.

Figura B1.3 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas del grupo CEIUAPA 32 en el Atlántico noroccidental (Área 21)

Figura B1.3

Fuente FAO

Figura B1.4 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas del grupo CEIUAPA 35 y 37 Atlántico noroccidental (Área 21)

Figura B1.4

Fuente FAO

PERFIL DE LAS CAPTURAS

Las capturas nominales en el Atlántico noroccidental se duplicaron, pasando de 2,3millones de toneladas en 1950 a 4,6millones de toneladas en 1968 (Figura B1.2 y CuadroD1). Las capturas disminuyeron rápidamente, de 4,4millones de toneladas en 1973 a 2,8millones de toneladas en 1978, y se mantuvieron relativamente estables en torno a 2,7millones de toneladas hasta 1984, en que comenzaron a aumentar lentamente, alcanzando los 3,3millones de toneladas en 1990. Luego, disminuyeron vertiginosamente, como consecuencia del colapso de las especies de fondo en aguas situadas frente a la costa del Canadá oriental, hasta situarse en dos millones de toneladas en 1994. Desde 1998 se observa una ligera recuperación, que ha permitido pasar de 1,96millones de toneladas a 2,24millones de toneladas en 2002.

A partir de 1950, el desarrollo de la pesca en el Atlántico noroccidental siguió una pauta de pesca intermitente con peces de fondo, en particular bacalao del Atlántico (Gadus morhua ) pero también eglefino (Melanogrammus aeglefinus ) y merluza norteamericana (Merluccius bilinearis ), como objetivo principal (Figura B1.3) seguidos del arenque y la caballa del Atlántico (Scomber scombrus ) (Figura B1.4). Las capturas de peces planos alcanzaron un máximo de 303000toneladas en 1968 (Figura B1.5), y luego disminuyeron de forma lenta e irregular hasta situarse en 189000toneladas en 1992, para reducirse a menos de la mitad, 78600toneladas, en 1995. En 2002 las capturas habían subido a 116400 toneladas, poco más de la mitad de las cuales correspondían al fletán negro (Reinhartius hippoglossoides ), especie que había sido objeto de nuevas pesquerías en los comienzos del decenio de 1990. Las pesquerías de invertebrados tuvieron mejores resultados (Figura B1.6), habiendo registrado aumentos desde mediados del decenio de 1970 hasta comienzos del de 1990, en que se capturaron más de 600000toneladas. Las capturas de vieira americana, almeja de Islandia y almeja blanca disminuyeron durante la última parte ese decenio. Las capturas de camarón y langosta han aumentado en general. El total de las capturas de 2002 fue nuevamente superior a las 600000toneladas. En 1998, las capturas de centollón fueron, por primera vez, más abundantes que las de langosta americana, y en 2002 las superaron en un 30 por ciento.

Groenlandia

Se incluyen en la presente descripción la Groenlandia tanto oriental (Área estadística 27 de la FAO) como occidental. El camarón boreal continúa siendo la especie más importante en Groenlandia, y en 2001 las capturas alcanzaron un máximo histórico de 85450toneladas, es decir, el 51,7por ciento de las capturas registradas. Las capturas de fletán negro en 2001 fueron de casi 21000toneladas, lo que representa un notable descenso con respecto al máximo de casi 40000toneladas registradas en 1999. Las capturas de capelán, con un total de 18600toneladas en 2001, fueron también notablemente inferiores a las de 2000, calculándose la reducción en un 24,4por ciento. Estas tres especies representan el 75,4por ciento del total de las capturas registradas. Las capturas de bacalao en 2001 (5614toneladas) representan un notable aumento con respecto al mínimo histórico de 2000, que fue de 3000toneladas, pero la cifra continúa siendo muy inferior a las del pasado reciente, por ejemplo, casi 110000toneladas en 1989. La presencia y abundancia de bacalao al largo de las costas de Groenlandia parece estar relacionada con las condiciones ambientales y, periódicamente, con la llegada de larvas desde Islandia, a donde vuelven de nuevo para desovar (Buch, Horsted y Hovgård, 1994).

Figura B1.5 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas del grupo CEIUAPA 31, Atlántico noroccidental (Área 21)

Figura B1.5

Fuente FAO

Figura B1.6 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas del grupo CEIUAPA 43, 45, 55 y 56, Atlántico noroccidental (Área 21)

Figura B1.6

Fuente FAO

SITUACIÓN DE LOS RECURSOS Y ORDENACIÓN PESQUERA

Canadá

Durante la mayor parte de los cinco últimos siglos, las pesquerías predominantes en lo que ahora son aguas canadienses producían exclusivamente bacalao salado, capturado normalmente con anzuelo y línea desde pequeñas embarcaciones y que se salaba en tierra. La adopción de la tecnología arrastrera por la industria canadiense, que produce pescado congelado de una gran variedad de especies, ha tenido lugar fundamentalmente en los últimos 50años. De hecho, la pesca demersal con artes fijos continúa siendo importante en muchos lugares. No obstante, el acontecimiento más importante de los últimos decenios, en lo que respecta a los recursos, fue la llegada de las flotas de arrastreros factoría a partir del final del decenio de 1950. La sobrepesca resultante provocó la ampliación de la jurisdicción nacional en 1977. En esa época se confiaba en que las capturas canadienses aumentarían de forma sustancial gracias a una mejor ordenación pesquera y a la sustitución del esfuerzo de pesca extranjero por el nacional. Se observaron algunas mejoras en la situación de las poblaciones hasta mediados del decenio de 1980, pero posteriormente la combinación de la creciente capacidad pesquera (que produjo una intensificación del esfuerzo a pesar de un sistema de ordenación supuestamente conservador) y una sucesión de clases anuales poco abundantes de muchas poblaciones dio lugar a un aumento de la mortalidad por pesca y a una reducción del tamaño de las poblaciones. La mayor parte de las pesquerías demersales, incluidas algunas de renombre mundial, se cerraron en 1992ó 1993, mientras que en otras se observó una fuerte reducción de las cuotas de captura (Murawski et al. , 1997).

Las drásticas medidas de ordenación han tenido resultados de signo diverso (puede obtenerse más información sobre la situación de las poblaciones y la ordenación pesquera en la zona canadiense en http://www.dfompo.gc.ca/csas/Csas/English/ Index_e.htm). En su informe de 2003 al Ministro, el Consejo de Conservación de los Recursos Pesqueros observaba que en el caso de la población de bacalao de la zona NAFO 2J3KL, la biomasa de desove continúa siendo muy baja, con reclutamiento insuficiente, alta mortalidad producida por las focas y exposición a las capturas incidentales. Las subpoblaciones del Gran Banco representaban sólo el 3por ciento de la biomasa del decenio de 1980, con pocos ejemplares de más de cinco años de edad. En el caso de las poblaciones de bacalao de Scotian Shelf y Bay of Fundy, zona NAFO 4VsW, protegidas por una moratoria desde 1993, presenta la biomasa de desove más baja jamás registrada, con reclutamiento, crecimiento, situación y estructura por edades inferiores a la media. La población de la zona NAFO 4Vn (mayo-noviembre), cerrada a la pesca desde 1993, muestra pocas señales de recuperación, debido en buena parte a un bajo nivel de reclutamiento. En cuanto a la población de bacalao de la zona NAFO 4X5Y, el reclutamiento ha mejorado a partir de la clase anual de 1998, y aunque la biomasa ha aumentado desde finales del decenio de 1990 continúa siendo baja. En lo que se refiere a las poblaciones de bacalao del Golfo de San Lorenzo, la población de la zona NAFO 3Pn4RS presenta un descenso de la biomasa de desove, y el bacalao de tres años de edad se encuentra en un mínimo histórico. La mortalidad natural continúa siendo elevada - considerándose a las focas como la causa principal-, aunque la condición energética y el crecimiento han mejorado (Fisheries Resource Conservation Council, 2003a, b, c). Así pues, no es de extrañar que el 24de abril de 2003 el Gobierno del Canadá decretara el cierre de las pesquerías de tres poblaciones de bacalao en el Golfo de San Lorenzo y en el noreste de Terranova y Labrador. Además, el 2de mayo de 2003, dos poblaciones de bacalao del Atlántico se declararon como amenazadas y en situación de peligro después de las evaluaciones realizadas por el Committee on the Status of Endangered Wildlife in Canada (COSEWIC). Las unidades de población utilizadas por el COSEWIC no corresponden a las empleadas tradicionalmente para la ordenación de la pesca. En consecuencia, la población de bacalao del Atlántico de Laurentian North se consideró amenazada porque, aunque el bacalao continúa siendo abundante en la parte oriental de la región (costa meridional de Terranova), ha disminuido notablemente en el Golfo septentrional, donde la pesca también está cerrada ahora. Las poblaciones marítimas de bacalao del Atlántico continúan siendo objeto de especial preocupación (http://www.cosewic.gc. ca/eng/sct7/sct7_3_1_e.cfm), aun cuando la población de bacalao 4VsW se encuentra en el nivel más bajo registrado de biomasa de desove, como se ha indicado más arriba.

La incapacidad de la mayor parte de las poblaciones de la costa oriental de recuperarse en el período de más de 10años transcurrido desde que se redujeran drásticamente ha desconcertado a quienes trabajan en estas pesquerías o se interesan en ellas. Cuando se impusieron las moratorias sobre estas pesquerias a comienzos del decenio de 1990, algunos esperaban que se recuperaran rápidamente. Por el contrario, varias de las poblaciones eran menores que nunca y por lo tanto distaban mucho de haberse recuperado. Otras habían estado en niveles igualmente bajos en ocasiones anteriores, pero esta vez la recuperación no se había producido. Un examen reciente organizado por el Departamento Canadiense de Pesquerías y Océanos ha propuesto algunas explicaciones probables (http://www.dfompo.gc.ca/media/backgrou/2003/cod(3)_e.htm).

Medio ambiente : El bacalao canadiense del Atlántico Norte tiene menos productividad que el que se encuentra más al sur o en el Océano Atlántico oriental, porque vive en un medio ambiente más frío. Al menos durante la primera mitad del decenio de 1990 el clima oceánico fue excepcionalmente frío, lo cual fue muy perjudicial para la productividad de las poblaciones y, por consiguiente, para su recuperación.

Crecimiento y supervivencia de las poblaciones: Las difíciles condiciones del decenio de 1990 fueron perjudiciales para la supervivencia y el crecimiento. Cuando se impusieron las moratorias a comienzos del decenio de 1990, la mayor parte del bacalao era pequeño para su edad y se encontraba en malas condiciones, con pocas reservas energéticas para sobrevivir en los meses de invierno o las fases críticas de su ciclo vital. La condición energética del bacalao después del desove fue especialmente baja a comienzos del decenio de 1990, quizás lo bastante baja como para provocar una mortalidad elevada en algunas de las poblaciones. Además, estas poblaciones reducidas de bacalao eran presa de un número creciente de focas, razón suficiente para dificultar la recuperación. En el Golfo, la creciente abundancia de caballa y arenque puede haber dado lugar también a una fuerte depredación de los huevos y las larvas de bacalao. En conjunto, las condiciones ambientales y la creciente depredación redujeron el crecimiento y las posibilidades de supervivencia del bacalao.

Reproducción : Cuando las poblaciones de bacalao se redujeron drásticamente, tenían pocos ejemplares de edad avanzada y una fuerte proporción de peces que desovaban por primera vez. Ello contribuyó a una reducción del potencial reproductivo de las poblaciones. Dada la fuerte mortalidad experimentada por muchas poblaciones de bacalao, esta situación se ha prolongado. En algunos casos, hubo una fuerte reducción del tamaño de algunos componentes del desove o una reducción de la superficie en que se lleva a cabo. Además, la biomasa de desove de muchas poblaciones de bacalao era tan baja que el número de ejemplares jóvenes era muy inferior al del pasado, lo que mantuvo baja la producción.

Pesca: Si bien las capturas derivadas de la pesca se han reducido en comparación con las de los decenios de 1970 y 1980, en algunas poblaciones parece que se han mantenido lo bastante altas como para generar una mortalidad significativa. Había también pruebas de notificación incompleta o nula de las capturas de bacalao, de descarte de ejemplares pequeños y de pesca furtiva.

En resumen, se llegó a la conclusión de que la falta de recuperación se debía a varios factores simultáneos o sucesivos que afectaban el crecimiento, la reproducción y la supervivencia de los peces. En conjunto, estos factores demuestran claramente que ninguna de estas poblaciones tendrá una recuperación rápida en un futuro próximo.

A diferencia del bacalao, la langosta, que es la base de la pesca costera en gran parte del Canadá atlántico, registró capturas casi sin precedentes en el decenio de 1980, después de haber estado agotada durante medio siglo. Parece que fueron cambios ecológicos los que dieron lugar a la mayor producción, aunque no hay acuerdo sobre la causa específica, y se piensa que también contribuyó la mayor eficiencia en las actividades pesqueras. Las capturas de langosta, administradas a través de 40áreas de pesca de langosta en el Canadá atlántico, alcanzaron un máximo de 48500toneladas en 1991, disminuyeron durante el siguiente decenio, aumentaron hasta 51400toneladas en 2001, para posteriormente descender de nuevo hasta 45111toneladas en 2002.

Estados Unidos

Las pesquerías del noreste de los Estados Unidos tienen una larga tradición basada en las pesquerías demersales altamente productivas de Georges Bank y, en menor medida, en las pesquerías de langosta del Golfo de Maine. Ha habido también pesquerías importantes de otras especies, algunas de las cuales tuvieron mayor relieve en años anteriores mientras que otras sólo han llegado a ser importantes en los últimos años (puede obtenerse más información sobre la situación de las poblaciones en la zona estadounidense en http://www.nefsc.noaa.gov/ nefsc/saw y sobre la ordenación pesquera en http://www.nefmc.org). Se ha empleado una gran variedad de artes de pesca, en particular artes de arrastre con puertas, redes de enmalle, trampas y líneas caladas, pero predominan los primeros. Con excepción de un período de intensa pesca de flotas de aguas distantes entre los comienzos del decenio de 1960 y mediados del decenio de 1970, las pesquerías en aguas de los Estados Unidos han sido de carácter nacional. La pesca de flotas de aguas distantes, realizada fundamentalmente por arrastreros factoría de Europa oriental en Georges Bank, puede describirse más bien como una pesquería intermitente que, en forma secuencial, capturaba y luego reducía gravemente la abundancia de especies como el eglefino (máximo en 1965), la merluza norteamericana (máximo en 1965), el arenque (máximo en 1988) y la caballa (máximo en 1973).

La ordenación pesquera después del establecimiento de una zona económica exclusiva (ZEE) de 200millas por los Estados Unidos en 1977 consiguió inicialmente pocos resultados. Desde mediados del decenio de 1990, en particular con la adopción de la Ley de pesca sostenible y de medidas de ordenación más firmes, la mortalidad provocada por la pesca se ha reducido notablemente en la mayor parte de las poblaciones de peces de fondo, y algunas han comenzado a recuperarse con relativa rapidez (Groundfish Facts & Figures, en http://www. nefmc.org).

Especies demersales

Las especies demersales han sido tradicionalmente la base de las pesquerías de la costa nororiental de los Estados Unidos. En esta categoría se incluyen aproximadamente 35especies/poblaciones, dominadas por gádidos, platijas, rape (Lophius spp.), mielga (Squalus acanthias ) y rayas en la zona de Nueva Inglaterra, y por falso halibut del Canadá (Paralichthys dentatus ), sargo de América del Norte (Stenotomus chrysops ), rape americano (Lophius americanus ) y serrano estriado (Centropristis striata ) en la región del Atlántico central. El rendimiento medio durante el último decenio del grupo principal de peces de fondo y platijas, en que se incluyen especies de la familia del bacalao, como bacalao, eglefino, merluza norteamericana y locha roja (Urophycis chuss ), y carbonero (Pollachius virens ), platilla amarilla (Pleuronectes ferrugineus ), mendo limon (Pseudopleuronectes pleuronectes americanus ), mendo (Glyptocephalus cynoglossus ), rodaballo aranero (Scophthalmus aquosus ) y platija americana (Hippoglossoides platessoides ), alcanzó un promedio de 61218toneladas (37,5por ciento, peces planos; 62,5por ciento, gádidos).

Esta cifra representa menos de un tercio de su rendimiento potencial conjunto a largo plazo. La abundancia general de estas especies principales de peces de fondo y platijas, de acuerdo con los índices de capturas por arrastre del estudio sobre el arrastre de fondo realizado por el buque de investigación del Servicio Nacional de Pesquerías Marinas de los Estados Unidos (NMFS), disminuyó aproximadamente en un 70por ciento entre 1963 y 1974 como consecuencia directa de la pesca de aguas distantes. Se registró cierta recuperación al final del decenio de 1970 debido a la reducción de las capturas y al esfuerzo realizado en tal sentido por la Comisión Internacional de Pesquerías del Atlántico Noroeste (CIPAN) antes de 1977 y al establecimiento de la ZEE de los Estados Unidos en 1977, pero fue de poca duración debido a la creciente presión ejercida por los pescadores de los Estados Unidos. En términos generales, la abundancia alcanzó un mínimo histórico en 1992.

No obstante, desde mediados del decenio de 1990, como consecuencia de las rigurosas medidas de ordenación (moratoria a la entrada de nuevas embarcaciones, reducciones drásticas de los días en el mar para los barcos de arrastre y redes de enmalle, mayor luz de malla e instauración de varias zonas vedadas a lo largo de todo el año), las tasas de mortalidad asociadas a la pesca se han reducido drásticamente y la recuperación de la biomasa de las poblaciones comenzó en los casos del eglefino en Georges Bank, la limanda en Georges Bank y sur de Nueva Inglaterra, y el falso halibut del Canadá. Las capturas de los Estados Unidos de la mayor parte de estas especies han disminuido notablemente desde 1994 y, en el caso del bacalao, alcanzaron un mínimo en 1997 (12982toneladas). En 2001 se había producido una ligera recuperación (15100toneladas), pero las capturas descendieron de nuevo hasta 13128 toneladas en 2002. En el caso del eglefino hubo una recuperación, alcanzando las 7553toneladas en 2002, frente a las 328toneladas de 1994.

Especies pelágicas

La abundancia de arenque del Atlántico y de caballa del Atlántico se ha monitoreado utilizando datos de prospectiones de primavera, ya que ambas especies se presentan fundamentalmente en esta zona en marzo y abril, que es cuando se realizan las prospectiones. En general, los datos de capturas por arrastre de estas especies han sido más variables que los de las platijas y peces de fondo principales, aunque el índice agregado representa adecuadamente las tendencias globales. Este índice bajó a mediados del decenio de 1970 debido al fuerte descenso de la abundancia tanto del arenque como de la caballa (incluido el colapso de la población de arenque en Georges Bank). Desde 1983 el índice ha aumentado notablemente, siendo el valor de 1994 el más elevado de la serie cronológica. Esta tendencia se ve confirmada por análisis de la población virtual que revelan una gran abundancia de la población de arenque en toda la costa y de la de caballa en el Atlántico noroccidental durante los últimos años. Hay también pruebas de recuperación de la población de arenque de Georges Bank (http://www.nefsc.noaa.gov/sos/agtt/). El arenque y la caballa fueron objeto de intensa explotación por flotas de aguas distantes al final del decenio de 1960 y comienzos del decenio de 1970, y la abundancia de ambas especies disminuyó a comienzos del decenio de 1980 para recuperarse posteriormente al no haber pesquerías intensivas. Las capturas de caballa en 2002 fueron de 70456toneladas (61,2por ciento, Canadá; 38,8por ciento, Estados Unidos) que, si bien representan uno de los niveles más altos del decenio, continúan estando muy por debajo del potencial estimado a largo plazo de 383000toneladas. El total de las capturas estadounidenses de arenque en el complejo de poblaciones costeras (poblaciones del Golfo de Maine, Georges Bank y Nantucket Shoals) alcanzaron un máximo de 106600toneladas en 2001, para luego descender bruscamente hasta 67652toneladas en 2002, la captura más baja desde 1994, cuando se alcanzó el nivel más bajo del decenio (48700toneladas). En 2002, las capturas estadounidenses de caballa representaron el 26,1por ciento del total, correspondiendo al Canadá el porcentaje restante.

Especies anádromas

Se trata de un grupo heterogéneo que comprende arenques de río como la pinchagua ( Alosa pseudoharengus ) y el sábalo del Canadá (Alosa aestivalis ), el sábalo americano ( Alosa sapidissima ), la lubina estriada (Morone saxatilis ), el salmón del Atlántico ( Salmo salar ), el esturión del Atlántico (Acipenser oxyrinchus oxyrinchus ) y el Esturión hociquicorto (Acipenser brevirostrum ). El rendimiento medio compuesto del período 2000–2002 fue sólo de aproximadamente 3978toneladas, muy por debajo del máximo histórico de 32443 en 1959. Todas estas especies, con excepción de la lubina estriada, están sobreexplotadas, y su abundancia es baja.

Las capturas comerciales de lubina estriada alcanzaron un máximo de 5900toneladas en 1973 (hasta 1981 no se dispuso de estimaciones sobre las capturas de la pesca deportiva), pero disminuyeron de forma constante hasta situarse en tan sólo 63toneladas en 1987. El total de las capturas comerciales y deportivas alcanzó un mínimo histórico de 423toneladas en 1989. Debido a la escasa abundancia de las poblaciones y al bajo nivel de reclutamiento, a mediados del decenio de 1980 se impusieron medidas reglamentarias muy restrictivas. La recuperación de las poblaciones comenzó después del reclutamiento de varias clases anuales mejoradas, y la población se declaró recuperada en 1995. En 2002 las capturas de lubina estriada ascendieron a 2847 toneladas.

Los dos últimos decenios representan un período de deterioro de la situación de todas las poblaciones de salmón del Atlántico en el Atlántico septentrional. Los índices y las cuantificaciones completas de la abundancia de las poblaciónes indican que durante esos años la supervivencia global sufrió una disminución de hasta cinco veces en el caso de algunas poblaciones. Ello ha aumentado la preocupación respecto de los efectos adicionales de la mortalidad natural en el medio ambiente marino y los problemas de hábitat que persisten en los ríos estadounidenses. El Comité de evaluación del salmón atlántico de los Estados Unidos prepara un informe anual que comprende un índice de retorno mínimo documentado a los ríos del país. En 1999, sólo 1452adultos retornaron a los ríos de los Estados Unidos, uno de los niveles más bajos de una serie cronológica que remonta a 1970. En la actualidad, estos datos representan el mejor índice sobre abundancia de las poblaciones en los Estados Unidos. En esta cifra hay una predominancia de retorno al río Penobscot, que normalmente representa más de 60por ciento del total del retorno anual (http://www.nefsc.noaa.gov/sos/spsyn/af/salmon)

Especies invertebradas

La pesca de altura de especies invertebradas, en particular langosta, almeja blanca (Spisula solidissima ), almeja de Islandia (Arctica islandica ), calamar pálido (Loligo pealeii ), pota norteña (Illex illecebrosus ), vieira americana, camarón norteño y geriocangrejo rojo (Chaceon quinquedens ), figura entre las más valiosas en las aguas nororientales de los Estados Unidos. La pesca de especies invertebradas en aguas próximas a la costa y en los estuarios, como cangrejo azul (Callinectes sapidus ), ostión virgínico (Crassostrea virginica ), chirla mercenaria (Mercenaria mercenaria ), erizos nep. (Strongylocentrotus spp.), almeja de can (Mya arenaria ), gusanos marinos (en particular Nereis virens y Glycera dibranchiata ) capturados normalmente para su uso como cebo en la pesca deportiva, caracoles (Busycotypus canaliculatus, Busycon carica, y Busycon sinistrum ) y mejillón común (Mytilus edulis ), aportó ingresos adicionales a esta pesquería.

Las capturas estadounidenses de langosta, la especie más valiosa de este grupo, registraron un aumento casi constante desde 1940, alcanzando un máximo de 37730toneladas en 2000, y descendieron sólo ligeramente a 32390toneladas en 2001, aumentando de nuevo a 37309toneladas en 2002. Estos aumentos recientes de las capturas han sido una consecuencia de la intensificación del esfuerzo y del aparente aumento de la abundancia debido quizás a las condiciones ambientales favorables. No obstante, las tasas de mortalidad por pesca son entre dos y tres veces superiores a las establecidas para la definición de sobrepesca, y las capturas dependen casi totalmente de animales que acaban de experimentar la muda y son sexualmente inmaduros. En consecuencia, es preciso reducir notablemente las tasas de mortalidad por pesca, pero las recientes medidas reglamentarias (es decir, límite del número de trampas por pescador) quizás no sean lo suficientemente rigurosas para conseguirlo.

Desde 1982, el Plan de ordenación de la pesquería de vieira americana del Atlántico ha reglamentado la pesca de la vieira en toda su zona de distribución de la costa atlántica estadounidense. Inicialmente, las regulaciones principales obligaban a las embarcaciones a desembarcar vieiras que tuvieran un promedio de menos de 35a 40desconchados (es decir, el músculo aductor) por libra o, si se desembarcaban con concha, ésta debía tener una anchura mínima de 7,5a 9cm. La actividad pesquera alcanzó niveles insostenibles al final del decenio de 1980 y en el decenio de 1990, lo que impulsó al Consejo de ordenación pesquera de Nueva Inglaterra (New England Fishery Management Council, NEFMC) a introducir la Enmienda 4, que entró en vigor en 1994. Dicha Enmienda cambiaba radicalmente la ordenación de la pesquería de vieiras para alcanzar un umbral máximo de mortalidad por pesca igual a F5%. Este punto de referencia parecía garantizar el reclutamiento tratando de mantener la biomasa de las poblaciones de desove por encima del cinco por ciento de las condiciones naturales, biomasa que se suponía que fuera suficiente para impedir un colapso de las poblaciones como consecuencia del reclutamiento en el caso de una especie fecunda como la vieira. Al mismo tiempo que este cambio en la ordenación se introdujeron permisos de acceso limitado, asignaciones anuales de días en el mar, tamaños mínimos para los aros de draga, restricciones sobre la configuración de los artes para mejorar la posibilidad de escape de las vieiras pequeñas y una malla mínima superior para mejorar la posibilidad de fuga de los peces de escama. Las capturas estadounidenses de vieira americana en la zona de Georges Bank - Atlántico medio alcanzaron un promedio de 88896toneladas durante el decenio que terminó en 2002, con un máximo de 186336toneladas en 2002, lo que indica una recuperación de las poblaciones. Las extensas zonas cerradas para proteger las poblaciones de peces de fondo también han contribuido enormemente a la recuperación de las poblaciones de vieira.

La almeja blanca, o almeja de Cabo Hatteras, y la almeja de Islandia, reglamentadas mediante un sistema de cuotas individuales transferibles introducido en 1990, se capturan con dragas fundamentalmente en el Atlántico medio y el sur de Nueva Inglaterra y actualmente están sub-explotadas. Las capturas de ambas especies se han mantenido relativamente estables en los últimos años, con volúmenes de 175709 y 149767toneladas en 2002 (los promedios decenales fueron de 159965toneladas y 163367toneladas, respectivamente).

Las pesquerías nacionales de calamar pálido y pota norteña, que se practicaban desde el siglo diecinueve, fundamentalmente para abastecer los mercados de cebo, y generaban capturas de unas 1000toneladas o menos al año de cada especie hasta el decenio de 1970, se expandieron notablemente en los decenios de 1980 y 1990 en respuesta al desarrollo del mercado destinado al consumo humano. El calamar pálido se pesca fundamentalmente entre el Cabo Hatteras, Carolina del Norte, y el Golfo de Maine, mientras que la pota norteña se ha pescado desde el Cabo Hatteras hasta Terranova, y se supone que constituyen una población unitaria en toda esa zona de distribución. La pesca por flotas de aguas distantes de estas dos especies se practicó entre 1964 y 1986, con capturas en aguas de los Estados Unidos que alcanzaron un máximo de 36500toneladas de calamar pálido en 1973 y de 24700toneladas de pota norteña en 1976. Las capturas de esta última especie en aguas canadienses entre Nova Scotia y Terranova, fundamentalmente por flotas de aguas distantes, aumentaron fuertemente y alcanzaron un máximo de 162100toneladas en 1979, antes de caer bruscamente a comienzos del decenio de 1980. Los rendimientos medios decenales de ambas especies entre 1992 y 2002 fueron de 17796toneladas en el caso del calamar pálido y de 13197toneladas en el de la pota norteña. No obstante, en 2002, las capturas de Illex illecebrosus habían descendido a 2750toneladas.

Zona de la Organización de Pesquerías del Atlántico Noroeste (NAFO)

Los recursos situados más allá de la ZEE de los tres países de la región se administran bajo el patrocinio de la Organización de Pesquerías del Atlántico Noroeste. Puede obtenerse información resumida sobre la situación de las poblaciones de esa zona (en las que se incluyen gallineta, limanda nórdica, platija americana, mendo, bacalao, fletán negro y capelán) en su informe anual (NAFO, 2001) y en su sitio web (http://www.nafo.ca/publications/annrep/AR01. pdf). Dada la preocupación respecto de la situación del bacalao, es interesante observar que en el caso de la población de la zona NAFO de Flemish Cap, la pesquería se cerró en 1999, aunque países no contratantes la continuaron explotando. A comienzos de 2000 la biomasa continuaba siendo baja, y consistía sobre todo en peces de seis y siete años de edad. Los ejemplares más jóvenes eran escasos, debido al bajo nivel de reclutamiento durante el período comprendido entre 1995 y 1999, y se recomendó que no hubiera una pesquería dirigida de esta especie.

REFERENCIAS

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Fisheries Resource Conservation Council. 2003a. 2003/2004 Conservation Requirements for Groundfish Stocks on the Scotian Shelf and in the Bay of Fundy (4VWX5Z), in Subareas 0, 2 + 3 and Redfish Stocks. Report to the Minister for Fisheries and Oceans. FRCCR.1. Enero de 2003. 107págs.

Fisheries Resource Conservation Council. 2003b. 2003/2004 Conservation Requirements for 2J3KL Cod Stocks. Report to the Minister for Fisheries and Oceans. FRCCR.2. Marzo de2003. 18págs.

Fisheries Resource Conservation Council. 2003c. 2003/2004 Conservation Requirements for Groundfish Stocks in the Gulf of St.Lawrence. Report to the Minister of Fisheries and Oceans. FRCCR.3. Abril de2003. 47págs.

Murawski, S.A., Maguire, J.-J., Mayo, R.K. y Serchuk, F.M. 1997. Groundfish stocks and the fishing industry. 27–70. En Boreman, J., Nakashima, B.S., Wilson, J.A. y Kendall, R.L. (eds.) Northwest Atlantic Groundfish: Perspectives on a fishery collapse. American Fisheries Society, Bethesda, Maryland. xxii+242págs.

NAFO. 2001. Informe Anual de la Organización de Pesquerías del Atlántico Noroeste (NAFO) 2000. 216págs.

* FAO, Servicio de Recursos Marinos, Dirección de Recursos Pesqueros.

B2. ATLÁNTICO NORORIENTAL
Área estadística 27 de la FAO

Jean-Jacques Maguire *

INTRODUCCIÓN

El Atlántico septentrional presenta un gran giro subpolar que desempeña un papel fundamental en la distribución y ecología de las poblaciones de peces de esa zona (Figura B 2.1). La presencia de este giro subpolar se puso de manifiesto con ocasión de la “gran anomalía de la salinidad”, en que un gran volumen de agua fría y baja salinidad se desplazó en torno al giro desde 1968 hasta 1982 (Dickson et al., 1988). Algunas poblaciones de peces que se encontraban en su recorrido experimentaron un bajo nivel de reclutamiento, debido quizás a la disminución del suministro de alimentos, y la temperatura más fría del agua anómala retrasó las floraciones de producción primaria (Dickson y Brander, 1994). Otras características oceanográficas del Atlántico nororiental son la gran extensión de la plataforma continental frente a la costa de Europa septentrional, el Mar Báltico semicerrado y las corrientes ascendentes de verano frente a las costas de España y Portugal. La superficie total es de 14,3millones de km2, de los cuales 2,7millones corresponden a la plataforma continental.

Figura B2.1 - Atlántico nororiental (Área 27)

Figura B2.1

La mayor parte de los recursos pesqueros tradicionales del Atlántico nororiental están plenamente explotados, sobreexplotados o agotados. Se han establecido nuevas pesquerías para las especies de aguas profundas, y aunque su situación no se conoce con precisión hay razones para pensar que muy probablemente estos recursos no se explotarán de forma sostenible, ya que es notoria su vulnerabilidad a la explotación. En esta zona, algunas especies/poblaciones de aguas marinas profundas se han agotado antes de que pudieran adoptarse medidas adecuadas de ordenación (CIEM, 2002).

Figura B2.2 - Capturas nominales anuales ('000t) por grupos de especies CEIUAPA en el Atlántico nororidental (Área 27)

Figura B2.2

PERFIL DE LAS CAPTURAS

Las pesquerías del Atlántico nororiental se ampliaron rápidamente en los últimos años del siglo XIX y comienzos del siglo XX, a medida que la pesca se fue mecanizando y motorizando. La primera y la segunda guerras mundiales ofrecieron breves períodos de relativa inactividad pesquera durante los cuales las poblaciones se restablecieron. Las capturas nominales pasaron de 5,2millones de toneladas en 1950 a un máximo próximo a los 13millones de toneladas en 1976. Posteriormente descendieron a 8,5millones de toneladas en 1990, pero luego subieron de forma más o menos constante hasta situarse en 11,7millones de toneladas en 1997, fluctuando, a continuación, en torno a 11millones de toneladas (Figura B 2.2 y CuadroD2). El aumento del total de las capturas encubre los altibajos de las especies tradicionales, como el bacalao del Atlántico (Gadus morhua ), el eglefino (Melanogrammus aeglefinus ) y el arenque del Atlántico (Clupea harengus ), el desarrollo de pesquerías para especies anteriormente poco valoradas como los lanzones nep. (Ammodytes spp.) y la bacaladilla (Micromesistius poutassou ), y el desplazamiento de la caballa (Scomber scombrus ) del Mar del Norte a la zona occidental.

Las capturas de bacalao del Atlántico han representado sistemáticamente la mayor contribución al total de bacalaos, merluzas y eglefinos hasta 1998, en que la bacaladilla se equiparó al bacalao (grupo32 de especies de la CEIUAPA - FiguraB2.3). Se observa una constante caída de las capturas de bacalao desde el máximo de finales del decenio de 1960. Las capturas de bacaladilla han superado a las de bacalao desde 1999. El total de capturas en el Atlántico nororiental de especies distintas del bacalao y la bacaladilla en el grupo32 de especies de la CEIUAPA alcanzó un máximo a comienzos del decenio de 1970, acusando, luego, un descenso general (Figura B2.4).

Las capturas de arenque del Atlántico, y en particular de capelán (Mallotus villosus ), han mostrado una mayor variabilidad a corto plazo que muchas otras especies, incluidas otras especies pelágicas (Figura B 2.5). Ello se debe en parte a la influencia de un reducido número de poblaciones abundantes, como la del arenque noruego que desova en primavera, que sufrió una enorme disminución al final del decenio de 1960, y del arenque del Mar del Norte al final del decenio de 1970. De la misma manera, el descenso de las capturas de capelán a mediados del decenio de 1980 se debió al colapso de la pesquería del capelán del Mar de Barents, que se cerró de 1986 a 1991. El arenque noruego que desova en primavera se recuperó en el decenio de 1980, e hizo posible el crecimiento de las capturas del grupo durante el decenio de 1990. También el arenque del Mar del Norte se recuperó en el decenio de 1980, sufriendo otro retroceso a mediados del decenio de 1990, pero se considera que su población se ha recuperado ya. Las capturas de caballa y de espadín presentan menos variabilidad en los últimos 20años.

La pesquería de lanzones con redes de malla pequeña (en el grupo33 de especies de la CEIUAPA) ha aumentado notablemente desde finales del decenio de 1960. Las capturas realizadas desde 1985 no presentan ninguna tendencia y han variado entre 0,65 y 1,24millones de toneladas (Figura B 2.6). Existen pesquerías importantes de gallinetas del Atlántico (varias poblaciones oceánicas y de aguas profundas de Sebastes mentella y S.marinus, Grupo34 e la CEIUAPA), sobre todo en aguas internacionales del mar de Irminger. Las capturas de camarones (grupo45 de la CEIUAPA) han aumentado desde comienzos del decenio de 1980. Este aumento se debe sobre todo al camarón norteño (Pandalus borealis ), mientras que las capturas combinadas de otros camarones del grupo45 de la CEIUAPA han disminuido lentamente desde mediados del decenio de 1950.

Figura B2.3 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas de los grupo CEIUAPA 35 y 37, Atlántico nororidental (Área 27)

Figura B2.3

Fuente FAO

Figura B2.4 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas del grupo CEIUAPA 32, Atlántico nororidental (Área 27)

Figura B2.4

Fuente FAO

SITUACIÓN DE LOS RECURSOS Y ORDENACIÓN PESQUERA

Los orígenes de la ciencia moderna de evaluación de poblaciones de peces pueden identificarse en los estudios de finales del siglo XIX sobre las pesquerías del Mar del Norte, que dieron lugar a la creación del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM) en 1902. Actualmente, el CIEM realiza evaluaciones y ofrece asesoramiento sobre la ordenación de más de 100poblaciones o subpoblaciones del Atlántico nororiental a través de su Comité Consultivo sobre Ordenación Pesquera (ACFM) (http://www.ices.dk/committe/acfm/comwork/report/asp/acfmrep.asp). La mayoría de estas poblaciones (cerca de 70) se analizan cada año utilizando modelos de evaluación de poblaciones estructurados por edad. La calidad de estas evaluaciones varía por diversas razones, entre ellas la escasa fiabilidad de los datos de capturas comerciales, sobre todo desde el decenio de 1990 debido a la declaración de datos inexactos, la incertidumbre sobre la identidad de las poblaciones, las tendencias contradictorias en las series de capturas por unidad de esfuerzo (CPUE) y/o la ausencia de datos de confirmación proveniendes de estudios independientes, así como la escasa información sobre la edad de los ejemplares al momento de la captura.

Figura B2.5 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas de los grupo CEIUAPA 35 y 37, Atlántico nororidental (Área 27)

Figura B2.5

Fuente FAO

Figura B2.6 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas del grupo CEIUAPA 31, 33, 34 y 45, Atlántico nororidental (Área 27)

Figura B2.6

Fuente FAO

El CIEM ha adoptado el enfoque precautorio definiendo puntos límite de referencia en términos de biomasa de desovantes (SSB) y mortalidad por pesca (F) para la mayoría de las poblaciones sobre las que ofrece asesoramiento. Debería haber una probabilidad my baja de que se alcancen los puntos límite de referencia y, por consiguiente, las medidas de ordenación deben adoptarse antes de que se alcancen los umbrales. El aspecto sobre el que resulta necesaria la intervención está relacionado con el nivel de precisión con que se estimen los puntos de referencia y la situación vigente de la población, pero también con el nivel de riesgo que los organismos de ordenación pesquera estén dispuestos a aceptar. El CIEM ha recomendado el establecimiento de puntos de referencia para proponer acciones en base a la mortalidad por pesca (Fpa) y la biomasa (Bpa), con el fin de intervenir antes de llegar a los puntos límite de referencia. Éstos se han utilizado para definir límites biológicos seguros más restrictivos que en el pasado: antes bastaba que la biomasa de desovantes fuera superior a un nivel mínimo biológicamente admisible; ahora se exige, además, que la mortalidad por pesca sea inferior a un valor convenido previamente.

A continuación se resume la situación de los principales recursos y poblaciones, tomando como base los informes presentados por el Comité Consultivo sobre Ordenación Pesquera del CIEM en 2002 (CIEM, 2002).

Pesquerías del Ártico nororiental (subáreas I y II del CIEM)

Desde 1997, las evaluaciones del bacalao del Ártico nororiental han revelado sistemáticamente que la población era menor de lo que se había estimado en evaluaciones anteriores. Se estima que la mortalidad por pesca ha aumentado considerablemente en comparación con el final del decenio de 1980 y comienzos del decenio de 1990, en que se habían puesto en práctica rigurosas medidas de ordenación. El considerable cambio en la percepción de la población entre la evaluación de 1996 y de 1997 es un ejemplo notable de las dificultades existentes para estimar el tamaño de la población, mientras que el fuerte aumento de F demuestra que la mortalidad por pesca puede crecer rápidamente en un contexto de exceso de capacidad pesquera. Actualmente se considera que la población está sobreexplotada y fuera de los límites biológicos seguros, ya que Fes muy superior al nivel de mortalidad por pesca en que deberían adoptarse las medidas propuestas por el CIEM (Fpa = 0,42) para evitar Flim.

El CIEM resume la situación de las poblaciones de esta zona como sigue: “las poblaciones de bacalao y de Sebastes mentella se encuentran fuera de los límites biológicos seguros, el eglefino se captura fuera de los límites biológicos seguros, mientras que el carbonero se encuentra dentro de límites biológicos seguros. La situación de la población de halibut de Groenlandia no se conoce con precisión. La SSB presenta signos de mejoría pero se encuentra todavía entre las más bajas de una serie cronológica, y se estima que también el reclutamiento de los últimos años es muy inferior al promedio histórico. La información disponible sobre Sebastes marinus es insuficiente para evaluar la población debidamente, pero en los estudios hay fuertes indicios de reducción del reclutamiento, y tanto el estudio costero como la CPUE comercial indican un descenso de la abundancia de los peces de mayor tamaño. La población de capelán se encuentra dentro de límites biológicos seguros aunque el reciente periodo de aumento de la población ha terminado y la población ha disminuido ligeramente el año pasado. El arenque noruego que desova en primavera se captura dentro o ligeramente por encima de los límites biológicos seguros. La población de desovantes está disminuyendo, pero se considera que sigue dentro de límites biológicos seguros”.

CuadroB2.1 Situación de las poblaciones y áreas de ordenación

Unidad de arenqueZona de ordenación propuestaSituación
Arenque de las subdivisiones22 y 24Báltico sudoccidental, Subdivisiones22, 23 y 24Biomasa relativamente estable, pero mortalidad por pesca demasiado elevada.
Arenque del Báltico centralSubdivisiones25, 26, 27, 28, 29 y 32 (excl. Golfo de Riga)Tamaño de la población incierto, mortalidad por pesca demasiado elevada
Arenque del Golfo de RigaGolfo de Riga (parte de la Subdivisión28)Dentro de límites biológicos seguros.
Arenque de la Subdivisión30Mar de Botnia (Subdivisión30)Biomasa relativamente elevada, pero mortalidad por pesca demasiado elevada.
Arenque de la Subdivisión31Golfo de Botnia (Subdivisión31).Tamaño de la población considerablemente inferior al del decenio de 1980.

El Báltico (Divisiones IIIb-d del CIEM)

La situación de las poblaciones de peces marinas en el Mar Báltico depende en gran medida de la afluencia de agua salina y oxigenada procedente del Mar del Norte. Dicha afluencia es irregular, poco frecuente y de fuerza variable. Fue considerable en 1970, 1974, 1976 y 1979, con un prolongado período de estancamiento durante el decenio de 1980 y hasta la llegada de un caudal mediano en 1993. A partir de 1993 no ha habido ninguna afluencia importante.

El reclutamiento de la población de bacalao del Báltico oriental es bajo durante los períodos de estancamiento, ya que el esperma del bacalao no puede sobrevivir en aguas poco salinas y mal oxigenadas. Las clases anuales abundantes asociadas con buenas condiciones ambientales al final del decenio de 1970 dieron lugar a que la SSB alcanzara a comienzos del decenio de 1980 un máximo de casi 700000toneladas, antes de disminuir de forma constante hasta situarse en unas 100000toneladas en 1992, el nivel más bajo de la serie iniciada en 1966. El total de capturas admisibles, fijado por primera vez en 1989, ha sido sistemáticamente superior al recomendado por el CIEM y, a su vez, se ha visto superado constantemente por las capturas registradas durante 1989–1994, aunque desde 1995 los desembarques estimados son inferiores tanto al total de capturas admisibles convenido como al recomendado por el CIEM. Se considera que las dos poblaciones de bacalao del Báltico (oriental y sudoccidental) se encuentran fuera de los límites biológicos seguros; que la población de bacalao del Kattegat está actualmente sobreexplotada y fuera de los límites biológicos seguros; y que el espadín (Sprattus sprattus ) se encuentra dentro de límites biológicos seguros.

El CIEM revisó su definición de estructura de la población de arenque en el Báltico en 2002. En el CuadroB2.1 puede verse la estructuración de la población y la zona de ordenación propuesta, así como la situación de las poblaciones.

Mar del Norte (SubáreaIV del CIEM), Skagerrak (DivisiónIIIa) y Canal oriental (DivisiónVIId), respectivamente

La evaluación de la población de bacalao comprende ahora las poblaciones del Skagerrak y del Canal oriental, además de la del Mar del Norte. Se considera que el total de todas las poblaciones está fuera de los límites biológicos seguros. El CIEM recomendó ”el cierre de todas las pesquerías de bacalao ya sea como especie objectivo principal o como objeto de captura incidental. En las pesquerías donde el bacalao forma parte sólo de las capturas incidentales deberían aplicarse restricciones rigurosas a las capturas y a las tasas de descarte del bacalao, con una supervisión eficaz del cumplimiento de dichas restricciones” (CIEM, 2002).

El eglefino y el plegonero presentan situaciones opuestas. En el caso del eglefino, la biomasa es relativamente elevada, pero la mortalidad por pesca es excesiva; en el del plegonero, la biomasa es baja, pero también lo es la mortalidad por pesca. En ambos casos, el CIEM ha recomendado la supresión de toda pesca con el fin de proteger el bacalao. En la definición revisada de la población, se considera que el carbonero se encuentra dentro de límites biológicos seguros.

La solla del Mar del Norte (Pleuronectes platessa ) y el lenguado común (Solea solea ) son los principales componentes de la pesquería mixta de peces planos. Con excepción de cuatro clases anuales destacadas (1963, 1981, 1986 y 1996), el reclutamiento de la solla del Mar del Norte se ha mantenido muy estable desde 1956. No obstante, la mortalidad por pesca tuvo un aumento constante desde comienzos de la serie cronológica. Se considera que la población se encuentra fuera de los límites biológicos seguros. Las clases anuales muy positivas de 1987 y 1991 de lenguado del Mar del Norte no dieron lugar a aumentos sostenidos de la SSB debido a que la mortalidad por pesca fue demasiado elevada. Se considera además que la población está fuera de los límites biológicos seguros.

Las principales poblaciones de lanzones y faneca noruega (Trisopterus esmarkii ) que constituyen el objeto de pesquerías con malla pequeña se consideran plenamente explotadas y dentro de límites biológicos seguros.

La Unión Europea (UE) y Noruega han acordado establecer puntos de referencia respecto de la mortalidad por pesca y la SSB para el arenque del Mar del Norte con el fin de aumentar la probabilidad de mantener la SSB por encima de 800000toneladas (Blim), ya que por debajo de esa biomasa el reclutamiento puede verse perjudicado. Gracias a las rápidas medidas adoptadas en respuesta a la recomendación de mediados de año de 1996, la situación de las poblaciones de arenque del Mar del Norte ha mejorado y se considera que se encuentran ahora dentro de límites biológicos seguros. La SSB ha aumentado gradualmente desde el bajo nivel de mediados del decenio de 1990 en respuesta a la reducción de las capturas, el fuerte reclutamiento y las medidas de ordenación que redujeron la explotación tanto de ejemplares juveniles como de adultos.

Islandia (Divisiones del CIEM Va), Islas Feroe (Vb), Mar de Irminger/Groenlandia (subáreasXII y XI)

La de la zona de las Islas Feroe es una pesquería multi-específice y con múltiples flotas . En 1994 se impuso un sistema de ordenación por cuotas, pero se tradujo en un considerable aumento de los descartes y la falta de informacíon, por lo que en junio de 1996 se introdujo un nuevo sistema de ordenación basado en días de pesca individuales y transferibles (dentro de la misma categoría de artes). Como consecuencia del efecto combinado del pobre reclutamiento en el último decenio y del notable esfuerzo de pesca, la SSB del eglefino y el bacalao de la plataforma de las Islas Feroe tuvo una marcada disminución. En 1993–1995, el CIEM consideró que se encontraba fuera de los límites biológicos seguros y recomendó la interrupción de la pesca. Desde entonces ambas poblaciones han aumentado debido a las mejoras en el reclutamiento y al crecimiento de la SSB por encima de la Bpa, pero en ambos casos con la estimación de una mortalidad por pesca situada por encima de la Fpa desde 1996. La población de bacalao del Banco de las Feroe parece encontrarse en la media o ligeramente por encima de ella. La SSB del carbonero de las Feroe ha ido aumentando desde el mínimo histórico de 1992 hasta situarse por encima de la Bpa en 1998–2001, pero la mortalidad por pesca es superior a la Fpa.

Las pesquerías demersales de Islandia (con exclusión de la gallineta oceánica) se han ordenado mediante un sistema de cuotas individuales transferibles (CIT) desde 1984. Las estimaciones de la SSB del bacalao de Islandia bajaron de 1,4millones de toneladas en 1995 a aproximadamente 400000toneladas en 1996. Con excepción de dos breves períodos de aumento de la biomasa debido a las abundantes clases anuales, la SSB ha seguido posteriormente una tendencia descendente, cayendo por debajo de las 200000toneladas en 1988. La población de bacalao registró cierto aumento de la biomasa debido a un mejor reclutamiento (clases anuales de 1997–2000) después de un largo período de reclutamiento más escaso. Se considera que la población de carbonero de Islandia se encuentra fuera de los límites biológicos seguros, mientras que el eglefino de Islandia se ha explotado con una mortalidad por pesca muy elevada durante más de 10años. La biomasa del eglefino ha aumentado en los últimos años. Han entrado o se prevé que entren en esta pesquería varias clases anuales abundantes.

Las poblaciones de bacalao de altura en torno a Groenlandia están seriamente agotadas desde el decenio de 1990. El CIEM recomienda la supresión de toda actividad de pesca y la formulación de planes de recuperación para los componentes tanto costero como de altura que se consideran agotados.

Los otros grandes recursos demersales de la zona noroccidental son el fletán negro y la gallineta. Se considera que el fletán negro se explota por encima de los límites biológicos seguros (es decir que la mortalidad por pesca es superior a Fpa), pero hay indicios de que en los últimos años la mortalidad por pesca puede haber disminuido y la biomasa aumentado. Los recursos de gallineta constan de dos especies: Sebastes marinus y S.mentella ; la primera sustenta una pesquería en la plataforma continental hasta una profundidad de 500metros, mientras que la segunda sirve de base a una pesquería oceánica pelágica (0 a 500m) y a una pesquería de aguas profundas en el Mar de Irminger (por debajo de 500m). Las tres poblaciones tienen zonas de distribución distintas, y hay diferentes pesquerías en diversas partes de las zonas. En las subáreasXII y XIV del CIEM casi todas las capturas de S.mentella oceánica se realizan en aguas internacionales, aunque la misma población se encuentra, al menos en determinados momentos, dentro de las ZEE de Groenlandia e Islandia. Se considera que la especie S.marinus está fuera de los límites biológicos seguros. La situación del conjunto de S.mentella oceánica y de aguas profundas es incierta, y no se ha llegado a comprender perfectamente la estructura de su población. El CIEM recomendó que el total de capturas admisibles no fuera superior a las capturas recientes.

La mortalidad por pesca ha disminuido en forma constante desde 1988 en el caso del arenque de Islandia que desova en verano y actualmente la SSB figura entre las más altas que se hayan observado desde 1949. Después del colapso de la población en 1968, la pesca estuvo prohibida de 1972a 1975 y la SSB ha aumentado casi ininterrumpidamente desde 1971. El reclutamiento ha aumentado también y la situación de la población es satisfactoria. Se considera que la población está plenamente explotada y dentro de límites biológicos seguros. El reclutamiento adecuado ha permitido la rápida recuperación del capelán después de los niveles mínimos e inseguros de 1990, hasta alcanzar un máximo histórico en 1995; volvió a un nivel medio en 1996 y 1997, y aumentó de nuevo en 1998–99. El CIEM recomendó que las zonas de abundancia de ejemplares juveniles se cerraran a la pesca comercial. Se considera que esta población se encuentra plenamente explotada.

Oeste de Escocia y Rockall (Divisiones del CIEM VIa-b), Mar de Irlanda y Mar Celta (VIIa–c y VIIe-k) y Golfo de Vizcaya (VIIIa-b)

Las poblaciones de bacalao del Oeste de Escocia, Mar de Irlanda y Mar Celta se consideran sobreexplotadas y fuera de los límites biológicos seguros en diverso grado, y el CIEM recomienda reducciones de la mortalidad por pesca del 60por ciento para la pesquería del Mar Celta y el cierre de las del Mar de Irlanda y Oeste de Escocia. No hay información alguna sobre la situación del bacalao de Rockall, y los datos de las capturas recientes se consideran poco fiables debido a omissiones en dar la información. La población de carbonero del Oeste de Escocia se incluye ahora en el Mar del Norte y Skagerrak.

Se considera que la solla del Mar de Irlanda está plenamente explotada, dentro de límites biológicos seguros, y que la mortalidad por pesca no debería aumentar. El lenguado del Mar de Irlanda ésta dentro de límites biológicos seguros. La solla del Mar Celta parece estar fuera de los límites biológicos seguros y se recomienda una reducción de 40por ciento de la mortalidad por pesca. En cuanto a la mortalidad por pesca de lenguado, debería ser inferior a la Fpa, pero la biomasa se encuentra por encima de la Bpa.

Región Ibérica (DivisiónVIIIc y subáreasIX y X del CIEM)

La merluza europea (Merluccius merluccius ) es el principal recurso demersal de la Región Ibérica, junto con el rape nep. (Lophius spp.) y el gallo nep. (Lepidorhombus spp.). La SSB de merluza meridional tuvo una disminución constante desde 1982 hasta 1997 y se estima que a partir de entonces ha experimentado una ligera subida. La SSB de la major población de merluza septentrional (que se encuentra entre el Golfo de Vizcaya y el Mar Celta, el Mar de Irlanda y el Mar del Norte) ha disminuido de forma más gradual entre 1978 y 1990, y se ha mantenido relativamente estable desde entonces. Se considera que ambas poblaciones están sobreexplotadas y el CIEM ha recomendado un plan de recuperación para la población septentrional y una mortalidad por pesca lo más próxima posible a 0 para la población meridional. La situación de ambas especies de gallo es incierta en lo que respecta a los puntos de referencia, pero no debería dejarse aumentar la mortalidad por pesca. Las poblaciones combinadas de rape (Lophius piscatorius y L. budegassa ) se encuentran fuera de los límites biológicos seguros, y el CIEM recomienda una reducción del cinco por ciento de la mortalidad por pesca. La población de jurel (Trachurus trachurus ) parece haberse mantenido estable durante los 20últimos años. No se conoce la situación de la SSB de la sardina europea (Sardina pilchardus ), ya que los distintos métodos de evaluación arrojan diferentes cifras de la biomasa absoluta, pero parece que ésta ha aumentado desde 2000. El boquerón (Engraulis encrasicolus ) se encuentra dentro de límites biológicos seguros.

Poblaciones de salmón del Atlántico Norte y del Báltico

Hay más de 1500ríos productores de salmón (Salmo salar ) en la zona de la Comisión del Atlántico Nororiental (NEAC) de la Organización para la Conservación del Salmón del Norte del Atlántico (OCSAN). En los ríos que son objeto de seguimiento no se observa ninguna tendencia significativa en la producción de “smolts” (o juvenil de salmon que ha completado su metamórphosis y está en via de pasar del aqua dulce al mar) en el conjunto del Atlántico nororiental. Se considera que las poblaciones de Europa septentrional (Escandinavia y Rusia) que pasan uno o varios inviernos en el mar están plenamente explotadas y dentro de los límites biológicos seguros, pero por poco margen. Las poblaciones de Europa meridional (Irlanda, Reino Unido y Francia) que pasan en el mar sólo un invierno se consideran plenamente explotadas o sobreexplotadas, cuando se considera el conjunto de la población. Las poblaciones de Europa meridional que pasan en el mar varios inviernos se consideran sobreexplotadas y fuera, o casi fuera, de los límites biológicos seguros.

En CIEM; 2002 se resume la situación del salmón del Báltico como sigue: “En el Mar Báltico hay 40–50ríos con producción natural de “smolts” de salmón. En muchos ríos se han construido presas, y las zonas de desove y cría se han destruido total o parcialmente. En compensación, en estos ríos se han construido criaderos donde crecen los peces hasta la fase de “smolts” antes de ser liberados. Estos peces se alimentan en el mar, sobre todo en la cuenca principal del Báltico y regresan a los ríos para desovar, siendo utilizados como material reproductor en mayor o menor medida. En ciertos ríos con liberaciones compensatorias, hay salmones que regresan y consiguen reproducirse, lo que significa que hay una pequeña cantidad de reproducción natural. Una gran parte de la producción de “smolts” naturales y de criadero tiene lugar en la Bahía de Botnia”. La Comisión internacional de pesca del mar Báltico tiene el objetivo de aumentar la producción de salmón silvestre del Báltico hasta alcanzar el 50por ciento de la capacidad de producción natural para el año 2010.

Poblaciones de aguas profundas y migratorias de amplia distribución

La bacaladilla se captura desde el Mar de Barents hasta del Estrecho de Gibraltar. Las capturas registradas en 2001 fueron de casi 1,8millones de toneladas, la cifra más alta registrada hasta entonces, mientras que en 2002 las capturas fueron de casi 1,6millones de toneladas. Se considera que la caballa, evaluada ahora como población única en el Atlántico nororiental, está dentro de límites biológicos seguros, pero F debería descender por debajo de Fpa. El desarrollo de la pesquería que explota el jurel occidental ha contado con una clase anual excepcionalmente abundante producida en 1982. Se considera que esta población se encuentra dentro de límites biológicos seguros.

Las especies de aguas profundas, como el pez plata (Argentina sphyraena ) o Glossanodon leioglossus , el granadero de roca (Coryphaenoides rupestris ) y el reloj anaranjado (Hoplostethus atlanticus ), junto con más de otras 20especies de peces óseos y más de 10 especies de tiburones, se capturan ahora en pesquerías de aguas profundas. El largo ciclo vital y la correspondiente baja tasa de crecimiento de la mayoría de estas especies hacen que las capturas puedan sostenerse durante varios años mientras las poblaciones se van “minando” antes de agotarse repentinamente. El CIEM ha recomendado un planteamiento precautorio en que el esfuerzo se mantenga lo más bajo posible mientras no se comprenda mejor la respuesta de estas especies a las actividades de pesca. Un primer paso para llegar a este entendimiento es la notificación de las capturas desglosada por especies. El CIEM observa que las especies/poblaciones de esta zona se han agotado antes de que pudieran adoptarse medidas adecuadas de ordenación.

Cuestiones ambientales

En la edición anterior de este Examen (FAO, 1997) se afirmaba que: “Se considera que el arrastre con artes pesados tiene grandes repercusiones en el fondo marino, altera y degrada los hábitats marinos y, quizás, reduce la diversidad de especies. Será difícil demostrar estadísticamente la existencia de vínculos causales significativos entre la degradación del fondo marino y la producción pesquera, aun cuando estas relaciones puedan existir, pero todavía no se ha llevado a cabo una evaluación global de los efectos producidos”. Una búsqueda en la base de datos de los Resúmenes sobre las Ciencias Acuáticas y la Pesca (ASFA) de 1978–1999, con las palabras clave “arrastre”, “fondo” e “impacto” (TRAWLING and BOTTOM and IMPACT) dio lugar a 73referencias. De ellas, 29 no eran pertinentes, ya que se referían a la pesca exploratoria, a estudios sobre la luz de malla o al efecto de la salinidad y la concentración de oxígeno en el desove del bacalao. De las 44referencias restantes, cuatro eran relaciones y experiencias personales que, aunque de innegable valor, no pueden evaluarse científicamente. De las 40referencias que pueden evaluarse científicamente, en 34 se mencionaba algún efecto. De esas 34 (algunas de ellas pertenecientes al mismo estudio), en 12 se señalaban efectos negativos, dos indicaban consecuencias positivas (como la mayor abundancia de cangrejo de las nieves) y las 20restantes no se pronunciaban a la hora de valorar los efectos como positivos o negativos.

El resumen de Jones (1992) constituye probablemente la descripción más precisa de la situación: “La investigación ha establecido que el grado de perturbación ambiental provocada por las actividades de arrastre de fondo está relacionado con el peso del arte sobre el fondo marino, la velocidad de arrastre, la naturaleza de los sedimentos del fondo y la fuerza de las mareas y de las corrientes. Cuanto mayor es la frecuencia del impacto del arte en una zona, mayor es la probabilidad de cambios permanentes. En aguas más profundas, donde la fauna está menos adaptada a los cambios en los regímenes de los sedimentos y a la perturbación provocada por las tormentas, los efectos de los artes tardan más en desaparecer. Los estudios indican que en aguas profundas (>1000m) el tiempo de recuperación se mide probablemente en decenios”. La situación es sin duda compleja y continuará suscitando debates en los próximos años. Una consulta de expertos sobre el planteamiento precautorio convocada por la FAO y Suecia en 1995 reconoció que: “Las diferentes tecnologías pesqueras tendrán distintos efectos en el ecosistema, la estructura social de las comunidades pesqueras, la seguridad de los trabajadores del sector y la facilidad, eficacia y eficiencia de la ordenación de la pesca. No es la tecnología sino la cantidad y el contexto en que se utiliza la tecnología pesquera (por ejemplo, cuándo, dónde y por quién) lo que determina el logro, o menos, de los objetivos de la ordenación pesquera” (FAO, 1996).

Se ha manifestado cierta preocupación acerca de posibles daños causados en las zonas de desove del arenque del Mar Celta por la extracción de grava a lo largo de la costa irlandesa. Otras preocupaciones ambientales son resultado del crecimiento de la maricultura y la liberation y retorno del salmón del Atlántico y los posibles efectos negativos en la composición genética de las poblaciones silvestres.

Cuestiones relativas a la ordenación

La mayoría de los recursos pesqueros comerciales del Atlántico nororiental están plenamente explotados, sobreexplotados o agotados a pesar de las considerables inversiones en medios humanos y financieros que se han hecho en la ordenación pesquera, incluida la investigación científica, el seguimiento, el control y la vigilancia. Como se ha indicado antes, la ordenación pesquera en base científica tuvo su origen en el Atlántico nororiental y cabe sostener que los actuales procesos de ordenación pesquera figuran entre los más minuciosos, ya que suponen la prestación de asesoramiento científico y el establecimiento de capturas totales admisibles con periodicidad anual para la mayor parte de las especies o poblaciones. El proceso incluye también amplios debates y consultas con las partes interesadas. A pesar de este detallado proceso, la situación de las poblaciones de peces del Atlántico nororiental no puede calificarse como mejor que la del Mediterráneo, donde los procesos de ordenación pesquera son considerablemente menos puntuales, o en muchos casos inexistentes (según se considera en círculos pesqueros no mediterráneos) Esta ausencia de diferencias sustanciales entre las dos zonas podría atribuirse a las siguientes causas: la ordenación pesquera del Atlántico nororiental no se ha aplicado debidamente; las evaluaciones científicas no han sido suficientemente fiables; las autoridades han establecido capturas admisibles totales superiores a las recomendadas; los pescadores han capturado más del total admisible (presentando información insuficiente o inexacta sobre sus capturas); y la aplicación de los reglamentos y de los totales de capturas admisibles ha sido poco eficaz.

REFERENCIAS

CIEM. 2002. Report of the ICES Advisory Committee on Fishery Management, 2002. http://www.ices.dk/committe/acfm/comwork/report/asp/acfmrep.asp

Dickson, R.R., Meincke, J., Malmberg, S.-A. y Lee, A.J. 1988. The “Great Salinity Anomaly” in the northern North Atlantic, 1968–1982. Prog. Oceanogr., 20:103–151.

Dickson, R.R. y Brander, K.M. 1994. Effects of a changing windfield on cod stocks of the North Atlantic (an extended abstract). ICES mar. Sci. Symp. , 198:271–279.

FAO 1996. Enfoque precautorio para la pesca de captura y las introducciones de especies. Preparado por la Consulta Técnica sobre el Enfoque Precautorio para la Pesca de Captura (incluidas las introducciones de especies). FAO Orientaciones técnicas para la pesca responsable, №2. 54págs.

FAO 1997. Estado Mundial de los Recursos Pesqueros: Pesquerías marinas. FAO Circulares de pesca, №920. 173págs.

Jones, J.B. 1992. Environmental impact of trawling on the seabed: A review. N. Z. J. Mar. Freshwat.-Res. , 26 (1):59–67.

* FAO, Consultor, Servicio de Recursos Marinos, Dirección de Recursos Pesqueros.

B3. 3 ATLÁNTICO CENTRO-OCCIDENTAL
Área estadística 31 de la FAO

Kevern Cochrane *

La zona de competencia de la Comisión de Pesca para el Atlántico Centro-occidental (COPACO) se extiende desde el Cabo Hatteras en Carolina del Norte, EE.UU., (35°N), hasta el sur del Cabo Recife en el Brasil (10°S). Abarca una superficie de casi 15millones de km2, de los cuales aproximadamente 1,9millones corresponden a la plataforma continental (Stevenson, 1981). Las principales divisiones de la zona son la costa suroriental de los Estados Unidos, el Golfo de México, el Mar Caribe y la costa nororiental de América del Sur, en que se incluyen las Guyanas y el Brasil.

Figura B3.1 - Atlántico centro-occidental (Área 31)

Figura B3.1

La zona de la COPACO comprende el área estadística31 de la FAO y una parte del área41, que se encuentra frente a las costas del Brasil septentrional. En este capítulo se tiene en cuenta únicamente el área31 (FiguraB3.1 y CuadroB3.1). Desde el punto de vista geográfico, esta región es una de las más complejas del mundo, y está dividida en una serie de profundas cuencas oceánicas separadas por zonas de menor profundidad, y un gran número de plataformas insulares, bancos de altura y la plataforma continental. Los principales grupos de islas del área31 son las Bahamas y los bancos e islas adyacentes, que representan más de la mitad de la zona de plataforma continental de islas y bancos, las Antillas Mayores (Cuba, Puerto Rico, Islas Vírgenes e Hispaniola) y las Antillas Menores (Stevenson, 1981).

CuadroB3.1: Ubicación y superficie de las principales zonas de la plataforma costera del área de la COPACO
(Stevenson, 1981).

UBICACIÓNSUPERFICIE ('000 km2)Área FAO
Plataforma continental  
 Costa oriental de los EE.UU.11031
 Golfo de México60031
 Yucatán - Venezuela oriental25031
 Guyana, Suriname, Guayana Francesa20031
 Brasil septentrional36041
TOTAL Plataforma continental1520 
Islas  
 Islas y bancos de altura38031
TOTAL GENERAL1900 

Figura B3.2 - Capturas nominales anuales ('000t) por grupos de especies CEIUAPA en el Atlántico centro-occidental (Área 31)

Figura B3.2

Fuente FAO

La zona del Atlántico centro-occidental se caracteriza por la presencia de corrientes anticiclónicas (es decir, en el sentido de las agujas del reloj). La corriente ecuatorial septentrional fluye hacia el oeste desde el norte del ecuador y se une con la corriente de Guyana para formar una corriente fronteriza occidental. Cuando ésta penetra en el Atlántico centro-occidental se divide en las corrientes de las Antillas y del Caribe. La primera se dirige hacia el norte en la parte del Océano Atlántico de las Islas Antillas, y va a unirse con la Corriente de Florida. El resto de la corriente fronteriza occidental atraviesa el Caribe oriental, sobre todo entre Barbados y Tobago, donde forma el “núcleo” de la Corriente del Caribe que se dirige hacia el norte y hacia el oeste y que acaba penetrando en el Canal de Yucatán. No obstante, la Corriente del Caribe incluye también meandros, filamentos y remolinos importantes (Appeldoorn et al. , 1987; Smith et al. , 2002). El agua que entra en el Caribe atraviesa luego el Canal de Yucatán y penetra en el Golfo de México, donde se convierte en la corriente en espiral que atraviesa el Golfo en el sentido de las agujas del reloj y cruza los estrechos de Florida para convertirse en la Corriente de Florida. La Corriente de Florida y la Corriente de las Antillas se juntan para formar la Corriente del Golfo, que se dirige hacia el norte siguiendo la costa oriental de los Estados Unidos de América y el Canadá (Stevenson, 1981; Smith et al., 2002). El fuerte movimiento general del agua desde el sudeste hasta el noroeste a través del Atlántico centro-occidental es probablemente muy importante para la distribución de larvas, por ejemplo, de la langosta común del Caribe, pero esta zona se caracteriza también por la considerable variabilidad, con contracorrientes, meandros y remolinos. La región acusa también la influencia de la escorrentía de los grandes ríos que descargan en la región - Mississippi, Orinoco y Amazonas- y de huracanes frecuentes.

Figura B3.3 - Capturas nominales anuales ('000t) por grupos de especies seleccionadas de los grupos CEIUAPA 35 y 39, Atlántico centro-occidental (Área 31)

Figura B3.3

Fuente FAO

La complejidad geográfica del Atlántico centro-occidental da lugar a una biodiversidad igualmente compleja, con al menos 1172especies de invertebrados, peces y tetrápodos. De ellas, 987son especies de peces, 23por ciento de las cuales “raras o endémicas en la región”. Las zonas de mayor diversidad son las aguas del sur de Florida, el este de Bahamas y el norte de Cuba. El Caribe tiene probablemente la mayor riqueza en especies del Atlántico (Smith et al., 2002).

PERFIL DE LAS CAPTURAS

Las capturas nominales de la región aumentaron en forma constante, pasando de aproximadamente 500 000 toneladas en 1950 hasta un máximo de cerca de 2,5millones de toneladas en 1984. Luego disminuyeron, pero volvieron a aumentar en cierta medida a comienzos del decenio de 1990; en 1994 se desembarcaron poco menos de 2,0millones de toneladas, pero desde entonces se han mantenido estables entre 1,5 y 1,7millones de toneladas (FiguraB3.2 y CuadroD3). Un aspecto preocupante de los registros de la región de la COPACO continúa siendo la deficiente identificación de los desembarques; por ejemplo, el grupo39 “peces marinos no identificados” representaban casi 163000toneladas del total desembarcado en 2002.

El grupo de especies de la CEIUAPA con la mayor contribución a las capturas continúa siendo el grupo35, “arenques, sardinas, anchoas”. El grupo está dominado por la lacha escamuda (Brevoortia patronus ), que se encuentra entre la península de Yucatán y Florida. Las capturas de esta especie aumentaron de forma irregular, subiendo de aproximadamente 200000toneladas en 1950 a casi un millón de toneladas en 1984, pero descendieron algo posteriormente y han oscilado entre poco menos de 500000toneladas y 700000toneladas en los últimos años (FiguraB3.3). Había también una importante pesquería de otra especie de lacha, la lacha tirana (B.tyrannus ), con capturas máximas de 140000toneladas en 1981, pero luego disminuyó bruscamente hasta situarse en 4000toneladas en 1984. Desde 1992 las capturas han sido inferiores a 40000toneladas (FiguraB3.3).

Incluida la considerable contribución del grupo35, las pequeñas especies pelágicas representaron las capturas más abundantes desde el punto de vista de la masa total. Siete familias dominan las capturas de pequeñas especies pelágicas en la región, y son: Exocoetidae (peces voladores); Clupeidae (arenques y sardinas); Engraulidae (anchoas y anchoveta), Carangidae (jureles, casabes y macarelas); Hemiramphidae (agujetas); Belonidae (agujones) y Mugilidae (lizas). La alacha (S.aurita ) es una pequeña especie pelágica importante, cuyas capturas totales tuvieron un fuerte aumento, pasando de 59000toneladas en 1990 a casi 200000toneladas en 1998 (FiguraB3.4), casi todas ellas registradas en Venezuela. En 2000 y 2001 los desembarques disminuyeron notablemente, con capturas ligeramente superiores a las 70000toneladas, pero en 2002 aumentaron de nuevo hasta aproximadamente 160 000toneladas. Otras pequeñas especies pelágicas de los grupos33 (peces costeros diversos) y 35(arenques, sardinas, anchoas) son el pardete (Mugil cephalus ), algunas lizas no identificadas y el machuelo hebra atlántico (Opisthonema oglinum ), todos los cuales han dado lugar a capturas de menos de 20000toneladas en los últimos años (FiguraB3.4). Las capturas de machuelo hebra atlántico descendieron a 7000toneladas en 2001 y 5000toneladas en 2002, menos de la mitad de la cifra de los años inmediatamente anteriores. Se registró un aumento considerable de los desembarques de jureles no identificados del género Caranx. Las capturas de este grupo, realizadas sobre todo por México y Venezuela, prácticamente se duplicaron desde comienzos del decenio de 1980 hasta 1997 y 1998, con valores de más de 12000toneladas, aunque han descendido a aproximadamente 9000toneladas al año desde entonces. El volador golondrina (Hirundichthys affinis ) es la base de pesquerías localmente importantes en algunas de las Antillas Menores, en particular Barbados, Granada y Tabago. Las capturas de esta especie alcanzaron un máximo de casi 6000toneladas en 1988, pero normalmente fluctúan entre 1000 y 2800toneladas, como ha ocurrido durante el decenio de 1990 y hasta 2002. El dorado común o lampuga (Coryphaena hippurus ) es otra especie pelágica importante para los pequeños Estados insulares. Es desembarcado también por los Estados Unidos y México, y en Venezuela se ha desarrollado en los últimos años una pesquería dirigida de esta especie. Las capturas de lampuga o dorado común en la región se duplicaron, pasando de 2014toneladas en 1984 a 4629toneladas en 1997, pero oscilaron entre 3200 y 3900toneladas en los años siguientes.

El grupo33 de la CEIUAPA - peces costeros diversos- representa también una contribución importante a las capturas de la región (FiguraB3.2). Este grupo abarca una gran diversidad de especies, destacando por su importancia en las capturas las siguientes: bagres marinos (Ariidae ); meros, chernas, etc. (Serranidae ), especialmente los meros (Epinephelus spp.); burros, roncos (Haemulidae ); lutjánidos (Lutjanidae ), especialmente los pargos no identificados (Lutjanus spp.) y la rabirrubia (Ocyurus chrysurus ); esciénidos (Sciaenidae ), especialmente la corvinata (Cynoscion spp.) y el corvinón rayado (Micropogonias furnieri ); motambos (Leiognathidae ), y róbalos (Centropomidae ), especialmente el róbalo blanco (Centropomus undecimalis ). Las capturas de miembros de este grupo sumaron un total de 132000toneladas en 2002, algo inferior a las cifras registradas durante la mayor parte del decenio anterior.

Figura B3.4 - Capturas nominales anuales ('000t) por grupos de especies seleccionadas de los grupos CEIUAPA 33 y 35, Atlántico centro-occidental (Área 31)

Figura B3.4

Fuente FAO

Figura B3.5 - Capturas nominales anuales ('000t) por grupos de especies de fondo-suave seleccionadas, Atlántico centro-occidental (Área 31)

Figura B3.5

Fuente FAO

Los peces costeros diversos pueden dividirse en dos grandes grupos, en función del hábitat: los que ocupan zonas con sustratos blandos y los que suelen encontrarse en los arrecifes. Entre los primeros, los bagres marinos no identificados representaron el mayor volumen de capturas durante los últimos años, habiendo pasado de menos de 5000toneladas en 1988 a más de 18000toneladas desde el año 2000 (FiguraB3.5). Estas especies se registran en la base de datos de la FAO como desembarcadas por los países del continente, en particular México y Venezuela. Las corvinatas no identificadas alcanzaron un máximo de más de 20000toneladas en 1995, pero posteriormente han disminuido (FiguraB3.5). Las capturas identificadas como de corvinata pintada (Cynoscion nebulosus ) sumaron un total de más de 6000toneladas en los últimos años, con la excepción de 2001 en que las capturas descendieron a 4900toneladas. El corvinón rayado y el róbalo blanco contribuyeron también de forma importante a las capturas de peces de hábitats de fondos blandos. Los desembarques de estas dos especies han registrado un aumento desde 1950, y el corvinón rayado generó capturas superiores a 5000toneladas entre 1991 y 1996, oscilando en los años siguientes entre 1900 y 6800toneladas. Desde 1995, los desembarques de róbalo blanco han oscilado aproximadamente entre 5000 y poco más de 6000toneladas (FiguraB3.5).

Figura B3.6 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies de arrecife seleccionadas, Atlántico centro-occidental (Área 31)

Figura B3.6

Fuente FAO

Figura B3.7 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas del grupo CEIUAPA 36, Atlántico centro-occidental (Área 31)

Figura B3.7

Fuente FAO

Entre los peces de arrecifes predominantes en las capturas, las de meros no identificados aumentaron notablemente al final del decenio de 1970 y comienzos del decenio de 1980, pasando de menos de 10000toneladas a más de 20000toneladas. Desde el máximo registrado al final del decenio de 1980, en general se observa una tendencia descendente (FiguraB3.6). Las capturas de mero americano (Epinephelus morio ) bajaron desde un máximo de más de 12000toneladas en 1980 a 86toneladas en 2002, mientras que las de cherna criolla (E.striatus ) han bajado de 3200toneladas en 1967 a menos de 500toneladas en los últimos años. No obstante, en la segunda reunión del Grupo asesor científico de la COPACO, celebrada en Martinica en abril de 2003, un miembro de México, citando a Monroy et al. (2001), mencionó que los desembarques de mero americano en México habían sumado un total de 8197toneladas en 2001. Estos desembarques probablemente no se habían comunicado a la FAO dentro de ese grupo taxonómico. Por lo tanto, la tendencia de los desembarques de mero americano que se observa en la FiguraB3.6 podría inducir a error si se usa como indicador de la abundancia de la especie. Las capturas de lutjánidos no identificados han registrado un notable aumento, pasando de menos de 2500toneladas en 1950 a más de 25000toneladas en 1994, aunque posteriormente han disminuido. Las capturas de pargo del Golfo (Lutjanus campechanus ) y de pargo biajaiba (L.synagris ) se mantuvieron relativamente constantes en los decenios de 1970 y 1980, pero después de alcanzar un máximo a comienzos del decenio de 1990 acusaron descensos constantes hasta 2002, que es el último año del que se dispone de información.

Hay también importantes pesquerías de pargo en la plataforma Brasil-Guyanas, en que se captura sobre todo el pargo colorado (L.purpureus ) pero también el pargo biajaiba y el pargo cunaro (Rhomboplites aurorubens ). Varios de los países de esta plataforma tienen flotas nacionales y extranjeras que pescan pargos en sus aguas, siendo especialmente activos los buques venezolanos que pescan legalmente en las ZEE de la mayor parte de los países de la zona. Venezuela ha comunicado que se desembarcan anualmente en el país entre 3500y 5000 toneladas de pargo colorado, más del 50por ciento de las cuales capturadas en aguas extranjeras (FAO, 1999a).

Las capturas del Grupo36 de la CEIUAPA (atunes, bonitos, agujas) han aumentado en los tres últimos decenios y durante el decenio de 1990 alcanzaron un promedio de 87000toneladas, frente a unos promedios de 80000toneladas en el decenio de 1980 y de 52000toneladas en el decenio de 1970. Las capturas alcanzaron un máximo de 104000toneladas en 2001, para disminuir durante el año siguiente a 84000toneladas. A efectos de la ordenación, este grupo se divide en dos subgrupos, las especies oceánicas cuya distribución va más allá de la región de la COPACO y que pueden ser transoceánicas, y las grandes especies pelágicas costeras cuya distribución se limita fundamentalmente a la región de la COPACO. Entre las especies oceánicas, las capturas más abundantes corresponden sin duda al rabil (Thunnus albacares ), que aumentaron fuertemente a comienzos del decenio de 1980 como consecuencia de la intensificación del esfuerzo de pesca, sobre todo por parte de las flotas de la región. En 2001 se desembarcaron casi 30000toneladas de esta especie, frente a aproximadamente la mitad de esa cifra de las demás grandes especies (FiguraB3.7). Sin embargo, las capturas de rabil descendieron hasta poco más de 18000toneladas en 2002.

En las capturas de grandes especies pelágicas costeras predominaron cuatro especies de Scomberomorus . En 2002, los desembarques registrados de estas cuatro especies fueron: carite lucio (S.cavalla ) 12131toneladas; carite atlántico (S.maculatus ) 7361toneladas; serra (S.brasiliensis ) 5250toneladas; y carite chinigua (S.regalis ) 147toneladas en 2001, mientras que en 2002 no se registraron capturas. Las capturas de carite atlántico disminuyeron en los últimos años después de haber alcanzado un máximo a comienzos del decenio de 1990 (FiguraB3.8).

Los tiburones (grupo38 de la CEIUAPA - tiburones, rayas, quimeras) han suscitado una considerable atención en los últimos años debido a su posible sobreexplotación. Dentro de la región de la COPACO, las capturas de condrictios han tenido un aumento espectacular desde 1950, alcanzando un máximo de 37000toneladas en 1994, pero desde entonces han descendido, con oscilaciones, a casi 25000toneladas en 2002 (FiguraB3.9). Las especies que más contribuyeron a las capturas en 2002 fueron: escualos, rayas, mantas, etc. nep.; cazones picudos nep., y rayas, pastinacas, mantas, etc., con capturas mucho menores de marrajo dientuso, tiburón jaquetón, tollos nep., gatas nodrizas, tiburón azul y galludos nep. El predominio de los desembarques donde sólo se identifican las grandes categorías taxonómicas demuestra la escasa calidad de gran parte de los datos enviados a la FAO desde esta región. El hecho de que se disponga de tan poca información sobre la composición de las especies desembarcadas confirma la necesidad de un mejor y atento seguimento.

Figura B3.8 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas, del grupo CEIUAPA 36, Atlántico centro-occidental (Área 31)

Figura B3.8

Fuente FAO

Figura B3.9 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas del grupo CEIUAPA 38, Atlántico centro-occidental (Área 31)

Figura B3.9

Fuente FAO

En un informe de Yegres et al. (1996) sobre la pesquería del tiburón en Venezuela, más allá de la ZEE de dicho país, tanto en el Caribe como en el Atlántico en los confines sudoccidentales de la zona de la COPACO, se citaban capturas de 31especies de tiburones. Los más comunes, por su número, en la flota industrial, eran el tiburón azul (Prionace glauca - 36por ciento), el tiburón coralino (Carcharhinus springeri - 14por ciento) y el marrajo dientuso (Isurus oxyrinchus - 12por ciento); en la flota artesanal destacaban el cazón picudo antillano (Rhizoprionodon porosus - 21por ciento), la cornuda común (Sphyrna lewini - 14por ciento) y la cornuda ojichica (S tudes - 12por ciento). En Bonfil (1997) se señaló la presencia de 34especies de tiburón en aguas mexicanas del Golfo de México, de las cuales 14 son importantes en las pesquerías y nueve se calificaron como de “primera importancia”. Entre las nueve más importantes había cinco especies de Carcharhinus y dos de Sphyrna .

Figura B3.10 - Capturas nominales anuales ('000t) de especies seleccionadas, de los grupos CEIUAPA 43 y 45, Atlántico centro-occidental (Área 31)

Figura B3.10

Fuente FAO

Figura B3.11 - Capturas nominales anuales ('000t) de pulpos comunes y de cobos nep, Atlántico centro-occidental (Área 31)

Figura B3.11

Fuente FAO

Algunas de las pesquerías más valiosas del Atlántico centro-occidental son las de crustáceos, en particular de langosta común del Caribe (Panulirus argus ) y de varias especies de camarón, sobre todo camarones peneidos (FiguraB3.10). Los desembarques de langosta en el área31 (es decir, con exclusión del Brasil) alcanzaron un máximo de 31000toneladas en 2000, pero descendieron a 25000toneladas en 2001, con una cierta recuperación de hasta 29000toneladas en 2002. Los desembarques de esta especie tienen un elevado valor monetario por unidad de masa, por lo que este recurso es uno de los más cotizados de la región. Las capturas registradas de camarones peneidos no identificados sumaron 48000toneladas en 2002, oscilando sin tendencia significativa entre aproximadamente 40000 y 58000toneladas desde mediados del decenio de 1970. La especie de camarón más productiva es el camarón café norteño (Farfantepenaeus aztecus ), cuyas capturas en 2002 alcanzaron las 57000 toneladas, seguido del camarón blanco norteño (Litopenaeus setiferus ) con capturas de 43000toneladas en el mismo año. La estructura del género de los camarones peneidos fue revisada recientemente por Pérez Farfante y Kensley (citados en Carpenter, 2002). Aquí se aplica este nuevo sistema. Anteriormente, las especies comprendidas dentro de estos nuevos géneros se habrían incluido en el género Penaeus . Una especie de camarón cuyas capturas han aumentado en los últimos años es la de camarón siete barbas (Xiphopenaeus kroyeri ). Las capturas fueron sólo de aproximadamente 5000 toneladas en 1990 pero superaron las 32000toneladas en 2001, disminuyendo a 26000 toneladas en 2002.

Entre los moluscos, las capturas más abundantes (en peso total, incluidos la concha o el caparazón) en los últimos años han sido de ostión virgínico (Crassostrea virginica ), que oscilaron durante el decenio de 1990 entre menos de 59000toneladas (1991) y un máximo de 195000toneladas en 2000, y de arcas (Arca spp.), cuyos desembarques alcanzaron un total de 45000toneladas en 2002. Las capturas de peine percal (Argopecten gibbus ) han sido muy variables: alcanzaron un máximo de casi 400000toneladas de peso total en 1984, mientras que en 1991–1993 y a partir de 1996 no se han registrado desembarques.

En los últimos años se han observado aumentos considerables en los desembarques registrados de pulpo común (Octopus vulgaris ) y de cobos (Strombus spp.). Las capturas de ambas especies han aumentado de forma constante desde 1950 (FiguraB3.11). Las capturas de pulpo común fueron de poco más de 8500toneladas en 1983 y posteriormente subieron hasta un promedio de 18000toneladas en el decenio de 1990, correspondiendo a 1996 el desembarque más abundante de 28000toneladas. En 2002 los desembarques fueron apenas superiores a 16000toneladas. En la segunda reunión del Grupo asesor científico de la COPACO se comunicó que los desembarques de pulpo en la costa atlántica de México estaban formados por considerables aportaciones tanto de pulpo común como de pulpo mexicano (Octopus maya ), una especie endémica local. También ha habido un aumento pronunciado de las capturas de cobo. En 1984 fueron de más de 13000toneladas, pero luego descendieron a aproximadamente 9000toneladas en 1987. Las capturas medias anuales durante el decenio de 1990 fueron aproximadamente de 30000toneladas. Los desembarques más abundantes, de más de 37000toneladas se registraron en 1997. Las capturas han descendido desde entonces hasta 20000toneladas en 2002.

Desde 1977, todas las especies de Cheloniidae, las tortugas marinas, figuran en el Apéndice 1 de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). A pesar de ello, los desembarques de las tres especies registradas en la base de datos de la FAO en el área de la COPACO (tortuga verde, tortuga carey y tortuga caguama) y las no identificadas continuaron ocupando un lugar importante hasta el final del decenio de 1980 y, de hecho, alcanzaron un máximo de 1600toneladas en 1985. Posteriormente, disminuyeron con rapidez, bajando en 1999 a sólo 31toneladas, integradas sobre todo por tortugas verdes y carey. Las capturas registradas en 2002 fueron de 42toneladas. Las tortugas marinas se han capturado y utilizado en la región de la COPACO con diferentes fines, desde la subsistencia hasta la elaboración de artículos de lujo (Fleming, 2001).

SITUACIÓN DE LOS RECURSOS Y ORDENACIÓN PESQUERA

La capacidad de ordenación pesquera difiere notablemente entre los distintos Estados ribereños del Atlántico centro-occidental. En algunos países hay instituciones adecuadas, y la pesca y las pesquerías son supervisadas y controladas con el fin de garantizar su aprovechamiento sostenible, mientras que en otros la ordenación de la pesca es, en el mejor de los casos, rudimentaria. No obstante, incluso entre los organismos más avanzados de ordenación pesquera de la región hay problemas para hacer frente a la gran diversidad de especies, y en el conjunto de la región se dispone de poca información sobre la situación de los recursos importantes y, todavía menos, sobre los centenares de especies de menor importancia para las pesquerías regionales. En su informe de 2002 al Congreso (NMFS, 2002), el Servicio Nacional de Pesquerías Marinas de los Estados Unidos (NMFS) señaló que, de un total de 57poblaciones incluidas en la jurisdicción del Consejo de Ordenación Pesquera del Golfo de México (GMFMC), la situación de 46 de ellas (81por ciento) era desconocida o poco clara. De 179poblaciones que recaían bajo la jurisdicción del CFMC (Consejo de Administración Pesquera del Caribe, EE.UU.), la situación de 175 (98por ciento) era desconocida o poco clara. Como se afirmaba en informes anteriores, es muy poco probable que en la mayoría de los demás países de la región se disponga de información más precisa.

Tomando como base el tamaño de las poblaciones, se considera que ninguna de las dos especies de lacha, lacha escamuda y lacha tirana, es objeto de sobrepesca (según la Ley de pesquerías sostenibles de los Estados Unidos, una población está sobrepescada cuando su tamaño es inferior a un umbral de biomasa preestablecido, cualquiera que sea la causa. NMFS, 2002). Entre las pequeñas especies pelágicas, la única estimación cuantitativa de la situación disponible era la de la sardinela atlántica en Venezuela, basada en el análisis de la población virtual (VPA) de Mendoza et al. (1994). Según dicha estimación, la población estaba entonces ligeramente explotada, pero ello podría haber cambiado debido al aumento de las capturas anuales que se observa en la FiguraB3.4, lo que es dificil de ser evaluado por gran variabilidad de estos años. La situación de las otras numerosas pequeñas especies pelágicas es en gran parte desconocida. Entre ellas se encuentran los carángidos, con 15géneros y 31especies en la región, lo que indica una vez más las dificultades asociadas con la evaluación y ordenación de los recursos regionales. La opinión general sobre la situación de las poblaciones de pequeñas especies pelágicas en la región es que oscilan entre subexplotadas y plenamente explotadas (FAO, 1998).

Entre las especies de fondo predominan las del grupo33 de la CEIUAPA - peces costeros diversos. De ellas, la cherna criolla (Epinephelus striatus ) y el mero guasa (Epinephelus itajara ) son objeto de programas de recuperación, tanto en lo que respecta al Consejo de Ordenación Pesquera del Golfo de México como al Consejo de Administración Pesquera del Caribe. En el Golfo de México, la mortalidad por pesca se ha reducido por debajo del umbral deseado, pero no ha ocurrido otro tanto en el caso de las poblaciones sometidas al CFMC. El pargo del Golfo (Lutjanus campechanus ) y el corvinón ocelado (Sciaenops ocellatus ) continúan siendo objeto de programas de recuperación en lo que atañe a las poblaciones del Golfo de México, y se recomiendan o exigen todavía reducciones de la mortalidad por pesca en ambos casos. La mortalidad por pesca de otras dos poblaciones del Golfo de México, el pargo cunaro (Rhomboplites aurorubens ) y la cuna aguají (Mycteroperca microlepis ), se encuentra ahora por encima del umbral mínimo de biomasa, pero se recomienda una reducción. El pez de limón (Seriola dumerili ) en el Golfo de México no es objeto de “sobrepesca”, pero el NMFS recomienda un programa de recuperación de la población. Se considera que el mero americano (Epinephelus morio ) se encuentra en una situación de sobrepesca y de alta mortalidad por pesca. Se está preparando un programa de recuperación para esta población. En las aguas costeras de México, el mero americano está sobreexplotado (Arenas y Díaz de León, 1998). Se desconoce la situación de los restantes peces de arrecife sometidos a la jurisdicción de los dos Consejos de ordenación de los Estados Unidos.

Las estimaciones más recientes sobre la situación de las poblaciones de peces de fondo de la plataforma Brasil-Guyanas son las resultantes de actividades conjuntas del Programa de Evaluación y Ordenación de los Recursos Pesqueros (CFRAMP) de la CARICOM y del Grupo Especial de Trabajo sobre la Pesca de Camarones y Peces de Fondo en la Plataforma Brasil-Guyanas de la FAO-COPACO. Las poblaciones que han sido objeto de análisis preliminares son sobre todo poblaciones que habitan en fondos blandos e incluyen algunas poblaciones locales de corvinón rayado (Micropogonias furnieri ), corvinata goete (Cynoscion jamaicensis ) y corvinata cambucú (C.virescens ), corvina ojo chico (Nebris microps ) y pescadilla real (Macrodon ancylodon ). Debido a la falta de datos suficientes, los resultados fueron sólo preliminares, pero la utilización de puntos de referencia de rendimiento y biomasa desovante por recluta parecía indicar que las poblaciones examinadas estaban sobreexplotadas (FAO, 1999; 2000). Una reciente evaluación del L.purpureus en la Guayana Francesa, mostraba indicios de sobreexplotación de la población (Charuau, 2000).

Además de estas estimaciones de base científica, en general se reconoce que los recursos de peces de fondo y de arrecifes costeros de la región están plenamente explotados y algunos de ellos sobreexplotados (FAO, 1998). Mahon (1993) señalaba que “en general se reconoce que los recursos de peces de arrecifes de las plataformas insulares están extremadamente sobreexplotados en la mayor parte de los países de las Antillas Menores”.

Algunos Estados de la región siguen interesados en ampliar sus pesquerías de grandes especies pelágicas, tanto oceánicas como costeras, y en los últimos años las pesquerías de estas poblaciones han aumentado de forma considerable. Las poblaciones consideradas en estas pesquerías en fase de ampliación caen bajo el mandato de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún del Atlántico (CICAA), pero sólo se realizan evaluaciones de las poblaciones oceánicas incluidas en su mandato. La mayor parte de las evaluaciones disponibles (CICAA, 2002) indican que el rabil, que se considera formado por una sola población atlántica, está plenamente explotado y quizás sobreexplotado. El Comité Permanente de Investigación y Estadística de la CICAA recomendaba, por lo tanto, que no aumentara la mortalidad por pesca de esta población. Algunas actividades de pesca del patudo (Thunnus obesus ) tienen lugar frente a las costas de Venezuela. Se considera que la población está sobreexplotada y que la mortalidad por pesca es superior a la tasa de rendimiento máximo sostenible (RMS). La estructura de población del listado (Katsuwonus pelamis ) no se conoce bien, pero se le trata como dos unidades de ordenación, una oriental y otra occidental. La evaluación más reciente de esta población se realizó en 1999 y en CICAA (2002) se estimaba que la situación de la población occidental era “estable”.

Varias otras grandes especies pelágicas capturadas en el Atlántico centro-occidental han sido también objeto de evaluación por la CICAA. Los resultados de la evaluación de 2002 son: población occidental de atún rojo (Thunnus thynnus ) - sobrepescada hasta el punto que el reclutamiento podría ser bajo debido a la escasa biomasa de la población de desovantes; aguja azul del Atlántico (Makaira nigricans ) - biomasa estimada en aproximadamente el 40por ciento de BRMS y se considera que la población ha estado sobreexplotada en los 10–15 últimos años; aguja blanca (Tetrapterus albidus ) - la población ha sido gravemente sobreexplotada y la sobrepesca continúa; pez vela (Istiophorus platypterus ) - las capturas actuales se consideran sostenibles; pez espada (Xiphias gladius ) - la situación ha mejorado en los últimos años y la biomasa estimada se encuentra ligeramente por debajo de BRMSy la mortalidad por pesca es inferior al nivel de RMS.

En lo que respecta a las especies costeras, se desconoce la situación de las especies serra y carite chinigua. Según el NMFS (2002), un “grupo” del Golfo de México de carite lucio ha estado sobrepescado pero, gracias a un programa de recuperación, la mortalidad por pesca es ahora inferior al umbral. Se considera que el “grupo” del Atlántico “no está sobrepescado”. Marcano et al. (1999) no encontraron señales de sobreexplotación del carite lucio en su estudio sobre una pesquería de Venezuela oriental. Ni el “grupo” del Golfo ni el del Atlántico de carite atlántico están sobrepescados, según el NMFS. El dorado, que no está incluido en el mandato de la CICAA, se considera ahora como una población única en todo el Atlántico centro-occidental (Wingrove, 2000 y Prager, 2000, según se cita en FAO, 2002a) y se estima que está muy por encima de BRMS y que la mortalidad por pesca es inferior al nivel de RMS.

La situación de las poblaciones de tiburón en la región no se conoce debidamente, pero hay preocupación por su vulnerabilidad a la sobreexplotación. Bonfil (1997) menciona algunas evaluaciones realizadas sobre el tiburón en México, en las que se mencionaban tasas de mortalidad por pesca que iban desde niveles próximos al rendimiento máximo sostenible (FRMS) hasta niveles superiores a él. No obstante, insistía en el carácter preliminar de dichas evaluaciones. Llamaba la atención sobre la concentración del esfuerzo de pesca en los ejemplares juveniles de tiburón en México que, en su opinión, representaba una de las mayores preocupaciones en estas pesquerías. Muchas de las poblaciones de tiburón del área31 tienen probablemente una amplia distribución y, por lo tanto, requerirán la cooperación regional e internacional para una ordenación adecuada de la pesca.

La langosta común del Caribe está incluida en el AnexoIII del Protocolo sobre Zonas y Fauna y Flora Silvestres Especialmente Protegidas (SPAW), del Convenio para la Protección y el Desarrollo del Medio Marino de la Región del Gran Caribe (Convenio de Cartagena). En lo que respecta a las especies enumeradas en el AnexoIII, las Partes contratantes en el Protocolo SPAW “deberán adoptar medidas apropiadas para garantizar la protección y recuperación de las especies... y podrán regular el uso de éstas con el fin de garantizar y mantener sus poblaciones en los niveles más altos posibles”. La situación de las especies se examinó en dos talleres celebrados en 1997 y 1998, con participación de científicos de los grandes países productores de langosta de la región (FAO, 2001), y fue objeto de análisis en talleres posteriores celebrados en 2000 y 2002. Los resultados de los mismos indicaban que este recurso está plenamente explotado o sobreexplotado en gran parte de su zona de distribución, aunque no había datos suficientes de algunas zonas para estimar la situación de manera fiable. En los talleres se llegó a la conclusión de que en la mayor parte de los países existe la necesidad urgente de controlar y, en muchos casos, reducir el esfuerzo de pesca de la langosta. Como muchos países tienen acceso libre a sus pesquerías de langosta pudiera ser necesario aplicar sistemas de acceso restringido a la pesquería, de manera que se pueda garantizar que el esfuerzo total resultante sea proporcionado a la productividad del recurso, y que los pescadores con licencia puedan obtener rendimientos económicos aceptables. En algunas zonas, el tamaño de las langostas capturadas era menor del deseable, y en tales circunstancias se recomendaba la aprobación y aplicación de restricciones adecuadas sobre tallas mínimas.

Las otras pesquerías de crustáceos valiosos de la región son las del camarón, sobre todo camarón peneido, y camarón siete barbas. Las poblaciones de camarón café, camarón rosado (Farfantepenaeus duorarum ), camarón blanco (Litopenaeus setiferus ) y camarón rojo real (Hymenopenaeus robustus ) no están, según estimaciones del GMFMC, sobreexplotadas en esta región, mientras que se desconoce la situación del camarón siete barbas (Xiphopenaeus kroyeri ). Los talleres CFRAMP/COPACO mencionados anteriormente (FAO, 1999; 2000) han hecho algunos progresos en la evaluación de la situación de importantes poblaciones de camarón en la plataforma continental Brasil-Guyanas, a lo largo del litoral de Venezuela, Trinidad y Tabago, Guyana, Suriname, Guayana Francesa y la costa septentrional del Brasil. Los resultados indican que en la mayor parte de los casos las poblaciones nacionales de langostino blanco sureño (L.schmitti ), camarón rosado sureño (F notialis ) y camarón café (F.subtilis ), que han sido objeto de evaluación, no están biológicamente sobreexplotadas pero que probablemente son explotadas con un esfuerzo superior al esfuerzo de pesca óptimo desde el punto de vista económico. Hay indicios de altas tasas de mortalidad por pesca del camarón rosado con manchas (F.brasiliensis ) No obstante, en el Golfo de Paria parece que la situación es inversa, pues se estima que el F.subtilis estaba sobreexplotado en 2001, mientras que el F.brasiliensis habría estado próximo a la BRMS en el mismo año, lo que indica una población plenamente explotada (Ferreira. Trinidad y Tabago. Comunicación personal).

En lo que respecta a los moluscos, se ha estimado que las capturas recientes de pulpo mexicano (O.maya ) no son sostenibles (Arenas y Díaz de León, 1998). Otro molusco, el cobo rosado (Strombus gigas ), está incluido en la lista del ApéndiceII de la CITES, lo que significa que el comercio internacional de esta especie es controlado por las autoridades nacionales de la CITES; está también incluido en el Anexo III del Protocolo SPAW del Convenio de Cartagena. En el taller sobre evaluación y ordenación de las poblaciones de cobo rosado, celebrado en Belice en marzo de 1999, se observó que muchos países no contaban con datos suficientes o adecuados para formular estimaciones fiables sobre la situación de las poblaciones (CFMC y CFRAMP, 1999). En los casos en que había datos suficientes, la situación estimada variaba de una explotación moderada a excesiva. En NMFS (2002) se señalaba que el cobo rosado es objeto de un programa de recuperación en el CFMC, pero que la mortalidad por pesca es todavía demasiado elevada en esa zona de ordenación, y debe reducirse.

El enfoque ecosistémico de las pesquerías reconoce que los recursos pesqueros dependen de los ecosistemas en que se encuentran. Dentro de la región de la COPACO muchos ecosistemas están sufriendo los efectos negativos de las actividades humanas, y una de las preocupaciones en ese sentido es el daño sufrido por hábitats de importancia crítica. Entre los hábitats importantes del Caribe figuran los arrecifes de coral, los fondos marinos cubiertos de algas, los manglares, las lagunas costeras, las playas arenosas y los fondos cubiertos de lodo. Los arrecifes de coral son motivo de gran preocupación y son hábitats importantes para muchos recursos pesqueros explotados. En el informe sobre la Situación de los arrecifes de coral en el mundo 2002 (GCRMN, 2002) se reconocía que en el Caribe septentrional y el Atlántico occidental los arrecifes de coral continuaban disminuyendo aunque quizás a un ritmo inferior al del pasado. Entre las principales causas de esta disminución figuran la contaminación, las enfermedades, la sobrepesca, los daños provocados por las anclas y las prácticas turísticas y pesqueras destructivas. En América Central, los huracanes de 2000, 2001 y 2002 causaron daños considerables, destruyendo hasta el 75por ciento de los corales en algunas partes de Belice. La pesca intensa y la sobrecarga de nutrientes y sedimentos como consecuencia de la explotación inadecuada de la tierra son también causa de daños. Un importante esfuerzo realizado a través de un proyecto del Banco Mundial y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) está promoviendo la conservación del sistema mesoamericano de la barrera de arrecifes. En el mismo estudio se informaba también de que los arrecifes costeros de las Antillas orientales están degradados, mientras que los que se encuentran en aguas más profundas están en condiciones más satisfactorias. Las causas de los daños son semejantes a las del Caribe septentrional.

El Programa Ambiental del Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA, sin fecha) estima que los fondos cubiertos de algas, sobre todo Thalassia testudinum y Syringodium filiforme , aportan alimentos para algunas especies, incluidos peces, tortugas y erizos, refugio para muchas especies comercialmente importantes, como pargos, burros, langostas y cobos, y otros servicios al ecosistema. Los manglares son zonas de cría especialmente importantes para muchas especies marinas comercialmente importantes. Los hábitats de algas están sufriendo daños y disminuyendo como consecuencia de actividades humanas, por ejemplo, la eutroficación y otras formas de contaminación, y prácticas inadecuadas de explotación de la tierra que dan lugar a un mayor transporte y depósito de sedimentos terrestres en el mar. Una causa importante de daño en los manglares es la destrucción física de bosques para proyectos de vivienda y turismo y para el establecimiento de explotaciones de acuicultura. Deben adoptarse medidas oportunas para conservar estos medios si se quiere proteger los ecosistemas marinos de la región, y para que esos beneficios se utilicen de manera sostenible.

Una vez más, la característica más notable de los resultados y las tendencias que se presentan aquí es la gran incertidumbre acerca de la situación de los recursos, incluso de los más importantes de la región. En general, cuanto mayor es la incertidumbre acerca de la situación de los recursos y de los efectos de las pesquerías en ellos mas se requiere de una ordenación más cauta, con la consiguiente pérdida de posibles beneficios. En los casos en que hay poca información, la explotación de las pesquerías debe efectuarse con suma prudencia y debe ir acompañada de esfuerzos concertados para recopilar datos adecuados y pertinentes que permitan utilizar responsablemente los recursos. Si no se adoptan medidas con urgencia para recopilar información suficiente sobre los desembarques y el esfuerzo de pesca para contar, al menos, con la información mínima necesaria para garantizar un aprovechamiento sostenible, existe gran riesgo de que los desembarques continúen disminuyendo, como ha ocurrido ya en muchos casos. Ello generará una mayor erosión de los beneficios sociales y económicos actualmente derivados de los recursos marinos de la región. Como son muchos los recursos compartidos entre dos o tres países, la estrecha cooperación entre países en distintos niveles internacionales representará normalmente una ventaja y muchas veces será fundamental para lograr los resultados deseados.

Un primer paso esencial para la mayor parte de los países de la región es introducir mejoras en los actuales programas y sistemas de seguimiento y recopilación de datos sobre las pesquerías. Las diferentes pesquerías, ecosistemas y especies requerirán planteamientos distintos, y habrá que formular programas de seguimiento y evaluación para mejorar el uso de los limitados recursos humanos y financieros con el fin de obtener la información más útil. En varios casos, será importante identificar las especies clave, teniendo en cuenta los objetivos sociales, económicos y de conservación, y garantizar que se supervisen con atención y se evalúen periódicamente, también en el plano subregional o regional cuando se trate de poblaciones compartidas, a fin de garantizar la adopción de medidas adecuadas de ordenación. Como ejemplos claros de estas especies cabe citar la langosta común del Caribe, las especies de camarón de importancia comercial, las especies importantes para las pesquerías de grandes especies pelágicas, el cobo rosado y otras. Además, un planteamiento útil en las comunidades de gran diversidad es supervisar algunas especies seleccionadas como indicador de cada uno de los grandes tipos de hábitats y grupos taxonómicos, para tener una referencia sobre la situación y tendencias de los grupos de especies más amplios y, colectivamente, sobre la comunidad ecológica en general.

Además de mejorar la recopilación de datos y la generación de información para orientar las actividades de ordenación, es preciso considerar también la posibilidad de adoptar medidas y estrategias de ordenación que no requieran una gran masa de información de alta calidad, y que resistan mejor las incertidumbres de la información disponible. De acuerdo con el planteamiento de las pesquerías basado en el ecosistema, estas medidas deben tener también en cuenta, y reducir en lo posible, los efectos negativos en las especies que no son objeto directo de la pesca y en los hábitats delicados. Entre las medidas de ordenación que, si se aplican debidamente, pueden resultar relativamente resistentes frente a la incertidumbre figuran la ordenación estricta del esfuerzo de pesca y la capacidad pesquera, la mayor utilización de temporadas y zonas vedadas (incluidas las zonas marinas protegidas) y restricciones adecuadas de los artes con el fin de reducir las capturas incidentales de especies o tallas no deseadas y otros efectos negativos en el ecosistema. Debería evitarse también la pesca cuando las especies se encuentran en fases especialmente vulnerables de su ciclo vital, como las densas agregaciones de desovantes. Ningún planteamiento o medida de ordenación podrá conseguir todos los objetivos de conservación y aprovechamiento de las pesquerías, por lo que un sistema eficaz de ordenación consistirá normalmente en un conjunto de medidas complementarias que, por lo general, incluirán una combinación de zonas y/o temporadas vedadas, restricciones relativas a artes y embarcaciones, un sistema adecuado de limitación del ingreso y controles de los insumos (esfuerzo) o de la producción (capturas). Naturalmente, es fundamental la aplicación efectiva de estas medidas.

Estos esfuerzos pueden suponer compromisos financieros adicionales en varios países, y es probable que no sea fácil encontrar este tipo de recursos. Cuando existen pesquerías comerciales, una opción puede ser la recuperación de costos. No obstante, al considerar los costos de una ordenación eficaz, es preciso tener también en cuenta las graves consecuencias sociales y económicas de las otras soluciones alternativas - en la mayoría de los casos, la sobreexplotación de los recursos, que da lugar a su agotamiento y a la pérdida de los beneficios resultantes de ellos.

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* FAO, Servicio de Recursos Marinos, Dirección de Recursos Pesqueros.


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