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10. Producción y certificación de semillas


J. D. MATTHEWS

Resumen

Las masas o rodales semilledos y las zonas de producción de semilla se forman para producir semilla de las mejores procedencias de las especies forestales los huertos semilledos Be plantan para producir semilla de nuevos cultivares mejorados. Se indica que los árboles forestales florecen y fructifican más regular y profusamente cuando disponen de condiciones climáticas favorables, espacio vital suficiente y adecuada nutrición. La periodicidad en la floración y fructificación puede reducirse ano más mediante una protección adecuada contra insectos, otros animales y hongos que dañan o destruyen las flores, frutos y semillas.

Los rodales semilledos se forman por la selección de pies para la producción de semilla vigorosos, sanos y bien conformados, despejando sus copas por la extracción de los restantes del grupo. Se aplican fertilizantes para incrementar la cosecha y se atiende a la cubierta del suelo en la forma más conveniente.

Los huertos para semillas pueden estar constituídos por clones de injertos, estaquillas o acodos derivados de árboles selectos (plus), o por brinzales selectos obtenidos por polinización libre o dirigida. Es esencial un crecimiento rápido desde el principio para conseguir una pronta floración. Después la producción de semilla viable y bien desarrollada se mantiene por el empleo de fertilizantes y por cuidados adecuados a la cubierta del suelo. La elección de patrones y el tratamiento con sustancias de crecimiento vegetal pueden proporcionar eventualmente incrementos adicionales en la floración y producción de semilla.

La mejora genética conseguida con los rodales y huertos para semillas depende del aislamiento efectivo de los árboles seminíferos contra polen de origen peor y de la intensidad de la selección practicada.

El objeto de la certificación de semilla es poner a disposición del forestal semillas y plantas de origen fidedigno y satisfacer ciertas exigencias mínimas de calidad.

El comercio nacional e internacional trafica con cuatro categorías de semilla y planta: no clasificada, de fuente identificada, selecta y certificada. Las dos primeras categorías deben de ser eliminadas tan pronto como sea posible y reemplazadas por material selecto y certificado.

Se analizan 12 esquemas de certificación nacional completa de semillas y plantas forestales para exponer las características esenciales de un esquema nacional de certificación. La falta actual de ensayos culturales rápidos y la dificultad para distinguir procedencias y cultivares de algunas especies hace esencial una adecuada inspección y registro de datos de campo.

Seis organismos internacionales trabajan en relación con el comercio de semillas forestales. Están siendo confeccionadas normas sobre certificación de semillas y plantas forestales aceptables por las naciones.

Capítulo 10

J. D. MATTHEWS es Profesor de Dasonomía, Universidad de Aberdeen, Old Aberdeen, Escocia. Fueron otros miembros del equipo de trabajo H. Kriebel (Estados Unidos) H. Barner (Dinamarca) y 0. Fugalli (FAO).

La: consideración de los hechos presentados en los capítulos anteriores de este informe nos lleva a la conclusión de que el empleo de semillas bien desarrolladas y viables, de buena calidad inherente, constituye una base adecuada para conseguir bosques vigorosos y sanos, capaces de producir madera de buena calidad. Los esfuerzos de los genetistas forestales y mejoradores de árboles para introducir en la práctica forestal procedencias superiores y cultivares mejorados, dependen de la organización de un adecuado suministro de semilla para lo que se requieren unidades especiales dedicadas a su producción. La semilla de las mejores procedencias existentes se produce en partes selectas de los bosques naturales o en plantaciones también selectas que han sido convertidas en rodales semilledos o zonas de producción de semilla. Por otro lado, la semilla de nuevos cultivares mejorados se produce en huertos semilledos, compuestos de plantas injertadas u originadas por semilla, derivadas de genitores selectos.

Además de ser de un cultivar o procedencia superior, la semilla que llegue al forestal para sembrar en el vivero o en el monte debe de estar limpia y ser viable y vigorosa, si se quieren evitar bajos rendimientos de plantas o el fallo de la siembra. En términos más precisos, la semilla debe de hallarse libre de impurezas, poseer una facultad germinativa elevada y no transportar plagas o enfermedades. Así pues, si la productividad de los bosques ha de ser incrementada por el empleo de productos de selección y mejora genética, el abastecimiento de semillas y plantas debe de ser organizado y regulado de forma que sea posible la obtención de semilla y planta de confianza y que satisfagan ciertas exigencias mínimas de calidad.

Floración, formación de semilla y su producción en árboles forestales

Las zonas y huertos para producción de semillas tienen por misión producir la máxima cosecha posible de semilla viable y bien desarrollada. El éxito de su manejo depende del conocimiento bajo todos los aspectos de la genética y fisiología de la floración y producción de semilla, por lo que será conveniente resumir el estado actual de los conocimientos sobre estos temas. En aras a la brevedad, este resumen está sacado en gran parte de una revisión reciente de Matthews (1963) de algunos de los factores que afectan a la producción de semilla de las especies forestales. Véase también el Capítulo 6 de este informe y la comunicación de Kozlowski (1963).

Iniciación de las yemas florales

La fase juvenil del crecimiento ha sido ya discutida en el Capítulo 6, siendo conveniente empezar aquí en la fase adulta del crecimiento cuando la condición floriferante ha sido alcanzada.

En muchas especies arbóreas de la zona templada los primordios florales se forman temprano en la estación de crecimiento precedente a la primavera en que aparecen las flores. El período crítico parece estar entre principios de mayo y fin de julio. Un cierto grado de calor mínimo parece necesario para la iniciación de las yemas florales. Los árboles que crecen en posiciones soleadas florecen desde más jóvenes y más regular y prolíferamente que los que crecen en rodales densos o a la sombra. Se asocia frecuentemente una reducción en el suministro de agua en verano con la formación de yemas florales, pero evidentemente la falta de humedad puede convertirse en un factor limitante, sabiéndose de casos en que la irrigación trajo como resultado un incremento de la cosecha de semilla. Sarvas (1962, 1963) ha demostrado con toda claridad que para el Pinus sylvestris la floración y producción de semilla era mejor en los sitios más fértiles y, aunque faltan estudios detallados similares para otras especies, sobre la relación entre la floración, producción de semilla y un elevado nivel de nutrientes en el suelo, se acepta ahora generalmente qué un nivel relativamente elevado de éstos es esencial para la iniciación regular de yemas florales y que el vigor vegetativo por sí no impide necesariamente esta iniciación (Priestley, 1962).

No hay duda de que en muchas estaciones forestales la aplicación de fertilizantes estimulará la floración y producción de semilla, pero los resultados obtenidos hasta ahora han sido variables. Se obtuvieron respuestas en la floración y fructificación aplicando por separado nitrógeno, fósforo y potasio; y por fertilización completa con NPK. En todos los casos en que fué aplicado el fertilizante en combinación con una liberación de las copas, mediante claras, se obtuvieron mejores resultados que con el fertilizante solo y lo mismo sucedió cuando el fertilizante fué aplicado en combinación con el riego.

Se conoce poco sobre el papel de las substancias de crecimiento de las plantas y sobre los cambios internos en las especies forestales asociadas con la floración, pero el éxito de los investigadores japoneses empleando el ácido giberélico para inducir la floración en ciertas especies de coníferas, mueve a nuevas investigaciones sobre el papel de las substancias de crecimiento vegetales en la iniciación de las flores.

Floración y polinización

Se ha demostrado claramente la importancia de una polinización adecuada para el desarrollo de semilla viable en varias especies forestales. La polinización cruzada es la regla general, aunque en modo alguno universal, en muchas especies forestales de importancia económica, siendo considerable el número de ellas más o menos autoestériles.

Ahora se cree que la dispersión del polen de las especies anemófilas no depende tanto del tiempo que prevaleció durante el período de floración como se creyó en algún momento. La razón parece radicar en la gran velocidad de dispersión y la cantidad de polen disperso tan pronto como las condiciones son apropiadas. Numerosas observaciones sobre la floración de Betula verrucosa, B. pubescens, Picea abies y Pinus sylvestris en Finlandia hicieron a Sarvas sacar la conclusión de que el comienzo de la floración, la duración y el momento de máxima floración están en estrecha dependencia con la temperatura. Los vientos fuertes pueden acelerar la liberación del polen y la lluvia la puede interrumpir, si bien ésta parece tener menor efecto sobre la polinización y formación de semilla de lo que frecuentemente se había pensado. En el caso de especies polinizadas por insectos, tales como el Acer pseudoplatanus y Tilia se requiere tiempo apropiado para el vuelo de aquellos, es decir, tiempo luminoso, seco y de poco viento. El lector puede consultar el trabajo de Sarvas (1963) para información sobre el diseño de equipo captado de polen.

Se han registrado muchos casos de pequeñas cantidades de polen de árboles transportadas por el viento a grandes distancias del origen («polen foráneo»). Sin embargo, varios investigadores han demostrado que la masa de polen aéreo transportado, cae bastante cerca de su origen («polen local»). La experiencia parece indicar que en la polinización intervienen principalmente los árboles sitos en vecindad inmediata al árbol productor de la semilla. No obstante, debe considerarse el comportamiento del polen producido por masas de árboles, así como los factores que afectan a la distancia de dispersión incluyendo el tamaño y forma de la masa, y la cantidad y naturaleza del polen producido (Andersson, 1955, 1963). Las condiciones de polinización son mejores en masas extensas con árboles de copas bien desarrolladas.

Fecundación y formación de la semilla

La fecundación sigue, en condiciones normales, a la polinización. El proceso de la formación del polen, dispersión y germinación subsiguiente en la punta de la nacela en Larix y Pseudotsuga se describe con detalle por Barner y Christiansen (1960, 1962). El lapso de tiempo entre la polinización y la fecundación es de ordinario muy corto, aunque en Pinus es aproximadamente de un año.

El estudio completo hecho por Sarvas (1962) puede ser mencionado de nuevo como una buena descripción de la marcha normal de la fecundación en el Pinus sylvestris. Los granos de polen son normalmente muy viables, desarrollan con gran regularidad núcleos espermáticos que son transportados con mucha precisión hasta las ovocélulas a través del tubo polínico. Las ovocélulas son generalmente fértiles y no parecen existir barreras genéticas que impidan de modo significativo la fecundación. Sin embargo, la competición entre embriones en desarrollo se decide a menudo por factores genéticos, como por ejemplo, cuando en la fecundación se forman homocigotos para genes semiletales que provocan la pérdida del embrión durante la competición en la cavidad embrionaria.

Los óvulos no polinizados decaen gradualmente, casi siempre durante la primera estación de crecimiento, siendo corriente que los conos pobremente polinizados se desprendan pronto en el género Pinus. La gran mortalidad de embriones en Pinus sylvestris es atribuida por Sarvas (1962) a efectos de autofecundación, mostrando también Ehrenberg et al. (1955) que la autofecundación da lugar a germinación pobre en las semillas desarrolladas y a descendencias inferiores.

Volumen de la cosecha de semilla

De los árboles que se cargan de semilla un año y luego carecen más o menos o en absoluto de ella por varios años se dice que son veceros o que muestran periodicidad en la producción de semilla. En muchas especies la producción de semilla de un año afecta a la del año siguiente, tanto por la reducción de yemas vegetativas o productoras de follaje, como por la reducción de la reservas de hidratos de carbono (Kozlowski, 1962; Priestley, 1962). La floración y producción de semilla por árboles jóvenes es, generalmente, rala y esporádica, pero aumenta rápidamente con la edad y el tamaño. Dentro de una masa forestal son los pies mayores, dominantes, los que dan la mayor parte de la semilla, pero también existen diferencias inherentes entre los árboles en la floración, fructificación y producción de semillas viables, haciendo necesaria una selección cuidadosa por la fecundidad y disposición para dar fruto.

Son bastante más frecuentes los años de mucha flor que los de mucha semilla. Diversas razones podrían explicar el que a una gran abundancia en la floración no siga, a veces, otra en la producción de semillas; pero la polinización deficiente, las consecuencias de la autofecundación, las actividades de insectos, pájaros y otros animales que destruyen la semilla y dañan los conos y frutos, y las condiciones del tiempo son quizá las más responsables. La periodicidad en la floración y producción de semilla depende en gran escala de factores externos por lo que la protección contra los riesgos climáticos y contra los insectos, pájaros, otros animales y hongos que dañan y destruyen las flores, frutos y semillas mitigaría mucho, si bien no la corregiría completamente, la producción regular de semilla. El vacío entre los años de buena cosecha puede llenarse para muchas especies mediante el almacenamiento en frío de la semilla.

Calidad de la cosecha de semilla

Los intervalos de tiempo cálido, seco y soleado que parecen favorecer la iniciación de yemas florales y la acumulación de reservas de carbohidratos favorecen también la maduración del fruto y de la semilla. Se ha encontrado una considerable variación en la calidad de la semilla y tiempo de maduración entre árboles considerados individualmente y entre masas de la misma especie.

En latitudes septentrionales hay mayor número de piñas y frutos en el lado sur que en el lado norte de las copas de los árboles. Esta distribución afecta a los métodos empleados para calcular el volumen de las cosechas de semilla. En muchas especies las piñas, frutos y semillas mejores se encuentran generalmente en la parte media y superior de las copas. Hay también variación en la calidad de la semilla dentro de los conos de muchas coníferas, siendo la porción media la más productiva en semilla viable bien desarrollada.

Pueden hacerse dos recomendaciones generales para mejorar el abastecimiento de semilla:

1. Cualquiera que sea la especie se debe sacar todo el partido posible de los años buenos en semilla, ya que en tales años se produce la máxima proporción de semilla viable bien desarrollada.

2. Se puede ganar mucho mejorando los métodos de recolección, ya sea de los árboles en pie, ya del suelo como en Fagus, Quercus y Tectona.

Tratamiento de los rodales para semilla

Objeto y elección de rodales para semilla

La constitución de rodales para semilla o zonas de producción de semilla responde a los siguientes objetivos:

1. producir semilla de calidad inherente mejorada, seleccionando y favoreciendo árboles para semilla que sean vigorosos, de fuste derecho, sanos y capaces de producir madera de buena calidad;

2. concentrar la recolección de semilla en unas cuantas zonas del monte sometidas a tratamiento especial, para así organizar y regular más fácilmente la recolección de la semilla;

3. mejorar la energía germinativa y facultad germinativa de la semilla recolectada.

Estos tres objetivos pueden conseguirse por la simple medida de seleccionar cuidadosamente los árboles para semilla y aislar completamente sus copas mediante aclareos.

Preliminar necesario para la constitución de rodales para semilla es el reconocimiento de la región (Figura 20) para localizar rodales naturales o plantaciones adecuadas (Jansen y Broekhuizen, 1952; Arnborg y Åkebrand, 1955; Matyas, 1960; Morandini, 1956). Se entiende por una fuente de semilla (seed source) un grupo de árboles sanos, de crecimiento rápido y buen porte, adecuados para producción de semilla. Las fuentes plus son adecuadas para la recolección regular e intensiva; las fuentes normales pueden servir siempre que se haga una selección cuidadosa de los árboles productores de semilla; los rodales minas son inadecuados para esta producción. Una fuente de semilla se convierte en un rodal semilledo o zona productora de semilla cuando todos los pies defectuosos han sido extraídos, dejando aislados los mejores árboles para que desarrollen copas grandes y produzcan más semilla. El terreno y los árboles pueden ser tratados para incrementar la cosecha y facilitar la recolección.

Los rodales semilledos se constituyen generalmente en partes de bosques naturales o plantaciones que sean suficientemente viejas o bien desarrolladas para dar una seguridad razonable de que están bien adaptados a la estación y continuarán mostrando un crecimiento rápido y estado saludable. Un límite inferior adecuado es una altura en la punta de 11 a 12 metros (36 a 39 pies) (Faulkner, 1962) y un buen límite superior, la mitad del turno de rotación (Rudolf, 1960). Es muy conveniente convertir rodales o masas relativamente jóvenes debido a que la respuesta de árboles jóvenes a los aclareos y fertilizaciones es mayor, y por otro lado, habrá la oportunidad en años posteriores de hacer nuevas selecciones entre los árboles, según vayan desarrollando. A pesar de esto, hay muchos rodales sobresalientes o plus que se aproximan a la cortabilidad para la producción maderera o la han alcanzado ya, que darían valiosos rodales para semilla. La extensión necesaria de las masas para semilla puede determinarse observando la producción media de árboles bien desarrollados, considerando a la vez el programa de repoblación futura.

FIGURA 20. - Mapa de recolección de semillas para Picea abies en la provincia de Älvsborg, Suecia. Los distritos con masas buenas llevan rayado en cruz; los distritos minus van en blanco. Las masas elegidas para la recolección de semilla se señalan por puntos.

Aislamiento contra polen foráneo

Criterio adicional en la elección de rodales para semilla es la ausencia en las proximidades de rodales naturales o plantados de la misma especie, o de otras estrechamente emparentadas con ella, que sean de calidad pobre o minas; este aislamiento contra fuentes inferiores de polen es muy importante. Ya ha sido indicado en este capítulo que la distancia de dispersión está afectada por muchísimos factores, siendo fácil simplificar en exceso una situación compleja. Sin embargo, al fijar el tamaño de las fajas de aislamiento alrededor de los rodales para semilla y las distancias de aislamiento contra fuentes abundantes de polen foráneo indeseable, debe recordarse que el grado de contaminación por este polen es, en líneas generales, proporcional al tamaño de su fuente de origen, siendo mínima la contaminación cuando el tamaño del rodal semilledo y la nube de polen local es grande en relación con la nube de polen foráneo. En estas consideraciones se basa la recomendación de que los rodales semilledos deban de tener, por lo menos, 3 y preferiblemente 5 hectáreas (7,5 a 12 acres) de extensión (Andersson, 1963).

Selección de árboles para semilla

El primer paso a dar para la formación de un rodal para semilla es seleccionar y señalar los árboles que producirán ésta. Habrán de ser pies dominantes de crecimiento rápido y sanos, capaces de producir madera de buena calidad. Los fustes serán vigorosos y derechos, sin defectos tales como estrías, grano revirada y brotes epicórnicos. Las ramas serán pequeñas en relación con el tronco en el punto de inserción, saldrán horizontalmente o ligeramente ascendentes. Una poda natural buena será también una característica deseable. Las copas serán compactas y bien provistas de follaje, debiendo presentar los árboles señales de haber producido semilla en el pasado. Cuando caracteres de la madera tales como el poso específico o las dimensiones de la fibra y traqueida pueden ser claramente especificadas, será también posible seleccionar los árboles por estas características.

El número y la superioridad relativa de los árboles señalados para semilla tiene importantes consecuencias sobre la mejora genética de la descendencia a obtener del rodal para semilla. Más precisamente, la ganancia genética o cambio en el genotipo medio de la población producido por la selección de los árboles para semilla depende de la heredabilidad de los caracteres por los que se selecciona, la variabilidad de estos caracteres y la proporción de los elegidos a la población total. La ganancia genética es mayor cuando la proporción seleccionada es baja, aunque el número de árboles por hectárea debe ser suficiente para asegurar una polinización cruzada adecuada, evitando los efectos de la autopolinización o consanguinidad.

Aclareos en rodales semilledos

La segunda medida para formar un rodal para producir semilla consiste en la extracción de los árboles fenotípicamente inferiores para desembarazar completamente las copas de los productores de semilla. A veces se destinarán a este fin árboles que forman grupos aislados o avenidas y entonces será frecuente que tengan copas largas y bien desarrolladas; sin embargo, en la mayoría de los casos, se tratará de rodales o masas que habrán estado sometidos previamente a tratamientos para la producción de madera por lo que sus copas serán relativamente pequeñas. Este es el caso, concretamente, de las especies de luz de Pinus y Larix, y también de la Tectona grandis y especies de Eucalyptus y Casuarina. La frecuencia e intensidad de los aclareos para lograr la liberación total de las copas, depende de las condiciones locales, en especial, del peligro de ser tumbado por el viento. Sin embargo, cuanto antes se aíslen las copas tanto mejor será para la futura producción de semilla. La naturaleza de los primeros aclareos será de aclareos fuertes del vuelo para liberar las copas de los árboles productores de semilla, extrayendo los pies dominantes, grandes y de poca calidad, del rodal para semilla y de la faja de aislamiento. Después los árboles restantes pueden ser extraídos cuando se estime conveniente o no haya peligro.

Tratamiento con fertilizantes

El paso siguiente es considerar qué otros tratamientos deberán ser aplicados para aumentar aún más la floración y producción de semillas haciéndolas más regulares. La corta de raíces, extracción de anillos de corteza del tronco o estrangulación posiblemente causen más perjuicios que ventajas. Por el contrario, la aplicación de fertilizantes es un tratamiento beneficioso que compensa por sus resultados, especialmente cuando la fertilidad del suelo es relativamente baja.

Las cantidades y proporciones relativas de los diversos elementos principales necesarios para estimular la floración y producción de semilla varían naturalmente según los casos, especialmente según la edad y tamaño de los árboles y condiciones estacionales. Sin embargo, lógicamente el fertilizante debe corregir las deficiencias existentes y suplementar los nutrientes principales, para lo cual una aplicación de tipo general tal como 2N: 1P: 2K a razón de 112 Kg. de nitrógeno, 56 de fósforo y 112 de potasio por hectárea (o aproximadamente 100 libras de nitrógeno, 50 de fósforo y 100 de potasio por acre) parece ser un buen punto de partida para tratamientos de fertilización. Normalmente los fertilizantes son aplicados sobre toda el área, pero cuando los pies están diseminados es preferible hacerlo debajo de cada árbol, sobre una extensión de suelo que tenga una vez y media el diámetro de la copa.

En general, la época mejor para aplicar fertilizantes compuestos es al principio de la primavera, antes de que las yemas florales nuevas estén diferenciadas. En las regiones templadas el período adecuado es de febrero a mayo. Sin embargo, la época más conveniente varía para los elementos principales y el nitrógeno parece que debe ser aplicado tarde en la primavera, aunque no más tarde de mayo (Devitt, 1960). El potasio puede serlo también en primavera, pero el fósforo es mejor hacerlo en otoño (Ozawa y Matsukai, 1958). Finalmente, parece cierto que en la mayoría de los casos la aplicación de los fertilizantes deberá ser repetida si se quiere mantener una elevada producción de semilla. No podemos tratar aquí con detalle del riego, aunque puede desempeñar un importante papel en zonas donde el suministro de agua puede convertirse en factor limitante para la floración y producción de semilla.

Otros tratamientos a los árboles y al terreno

Los fustes de árboles en los rodales semilledos más viejos deben ser podados hasta la base viva de la copa para facilitar el empleo de la bicicleta arbórea suizo o de escaleras especiales para trepar y recoger la semilla (Seal, 1959; Carlborg, 1961; Hagner y Bergman, 1961), pero no deben quitarse ramas vivas de la base de la copa ya que en esta región es donde se produce el polen de muchas especies. Si se emplean escaleras montadas sobre vehículos (FAO, 1958) todo sotobosque, leñas caídas y raberones deberán ser extraídos del lugar o amontonados de forma que los vehículos puedan maniobrar.

En muchas ocasiones se desarrollará una esposa vegetación de malas hierbas sobre el suelo forestal a continuación de la aplicación de fertilizantes y de aclareos fuertes. Si se les permite crecer libremente, el matorral y la hierba constituirán un obstáculo serio para la recolección de frutos de Quercus, Fagus y otras especies que se recogen del suelo. Esta vegetación puede ser suprimida por desbroces regulares o por el empleo de herbicidas completos, tales como «Simazine» o «Monuron», que han dado resultados prometedores en las pumaradas (Anon, 1960). Otra posibilidad que merece seria consideración es el cultivo de leguminosas de cobertura; esto ha sido objeto de mucha investigación para mantener sanas y productivas las plantaciones de Hevea en Malaya (Watson, 1963).

Cuando la cubierta del suelo es poca o ninguna, las semillas caídas pueden ser fácilmente vistas y cogidas por los pájaros, haciéndose necesario el empleo de artificios para espantarlos.

Protección contra hongos, insectos y otros animales

Ya fueron señalados los efectos de estos agentes en la disminución de flores y cosechas de conos y frutos. La aplicación inmediata de creosota u otro producto químico adecuado en los tocones de árboles recién cortados en rodales para semilla de coníferas reducirá la propagación de la infección por Fomes annosus (Low y Gladman, 1960). Los tocones de frondosas que muestren síntomas de ataque por Armillaria mellea deben de ser extraídos y quemados donde sea factible.

Cuando los insectos que se alimentan de la copa alcanzan proporciones epidémicas, como por ejemplo, Bupalus piniarius sobre Pinus sylvestris, se puede combatir con éxito por aplicaciones de DDT, empleando desde el suelo máquinas nebulizadoras; las pulverizaciones desde el aire normalmente no tendrán justificación económica. En los árboles altos de los rodales semilledos y en los más pequeños de los huertos, los insecticidas sistemáticos pueden proporcionar eventualmente un medio adecuado de protección contra los ataques de los perforadores de los brotes y especies de Adelges, pero este método está aún en las primeras etapas de su desarrollo. De los insectos que atacan las flores y las semillas, las especies de Megastigmus figuran entre los más importantes, por el momento.

La ardilla gris (Sciurus carolinensis) constituye un serio azote, alimentándose de frutos, yemas y corteza. Puede ser combatida por destrucción de los nidos y cazándolas a tiros o con trampas (Forestry Commission del Reino Unido, 1960). En Estados Unidos de América se han colocado bandas anchas de metal alrededor de los troncos de los árboles para semilla cuando están bastante separados con lo que se impide que las ardillas rojas trepen a ellos (Tackle, 1957).

Muchas especies de aves, ya sean de caza o no, comen las semillas caídas y algunas, como por ejemplo la Loxia curvirostra, las extraen de las piñas. Pueden ser necesarias medidas de combate que dependerán de la legislación sobre animales salvajes en el país de que se trate.

FIGURA 21. - Procedimiento empleado para formar huertos para semillas clonales en Suecia.

A. Se eligen e injertan 25 árboles plus de zonas altas entre las latitudes 62 y 64° Norte. Loo injertos se plantan en un huerto semilledo en la cuota. Las ramillas del huerto producen plantitas para empleo en el interior.

B. Arbol plus de Pinus sylvestris N° 24007 de latitud 62° 48' Norte y 590 m. sobre el nivel del mar.

C. Dibujo parcial de un huerto de 25 clones mostrando la distribución de los injertos. En el primer aclareo se extraeré una planta de cada dos.

D. Parte de un huerto semilledo clonal de 25 hectáreas de establecimiento reciente.

FIGURA 22. - Huerto para semilla de Finas sylvestris en Ekebo, al sur de Suecia. Obsérvese la cubierta del suelo y la poda de los árboles reproductores injertados.

Tratamiento de los huertos para semilla

Zobel et al. (1958) han definido el huerto para semilla (seed orchard) como una plantación de árboles genéticamente mejorados, aislados para reducir una polinización de origen exterior genéticamente inferior, y tratada intensivamente para producir cosechas de semilla frecuentes, abundantes y de fácil recolección. Se establece por plantación de clones o brinzales descendientes de árboles seleccionados por los caracteres deseados. Los huertos para semilla se establecen a menudo cuando todavía se procede a la valoración genética parental. En tales casos, los componentes que se muestren en las pruebas de descendencia genéticamente indeseables serán extraídos a continuación del huerto para semilla.

Clases de huertos para semilla

Hay varias clases de huertos productores de semilla. Los huertos clonales están constituidos por clones propagados por injerto, estaquilla o acodo, mientras los huertos de brinzales se componen de descendencias selectas obtenidas por polinización libre o por cruzamiento dirigido. Los huertos clonales pueden ser subdivididos en dos clases, según que los clones se deriven de árboles plus o no comprobados o lo sean de árboles élite o comprobados.

Centrando primero la atención en los huertos clonales para semilla basados en árboles plus, pueden reconocerse tres clases, según el origen de los clones:

1. Los árboles plus se seleccionan en una región geográfica o climática especificada; o en un grupo de masas; o, con menos frecuencia, en una sola masa. Todos los árboles plus pertenecen a la misma especie. Esta es una clase de huerto muy corriente, - y el método empleado se ilustra en la Figura 21.

2. Los árboles plus pertenecen a la misma especie pero son de regiones geográficas diferentes. Estos se denominan «huertos semilledos de procedencias (provenance seed orchard) por Andersson (1960) quien describe uno de esta naturaleza que contiene clones de Picea abies de Suecia y de Polonia.

3. Los árboles plus pertenecen a distintas especies siendo su finalidad el producir híbridos interespecíficos. Sirven de ejemplo los huertos que fueron plantados para producir semilla del híbrido F1 Larix decidua X L. leptolepis = Larix X eurolepis. Andersson (1963) los denomina «huertos semilledos cruzaespecies».

Los huertos clonales compuestos por clones élite o comprobados formarán la generación siguiente de los huertos semilledos. Su constitución depende de los cruces sistemáticos de comprobación hechos en los huertos de clones plus o no comprobados.

Los huertos de brinzales han sido defendidos por Wright (1963) quien fundamenta sus argumentos en una comparación teórica entre las respuestas a la selección o ganancias genéticas esperadas con varios procedimientos alternativos de selección.

Cruces de comprobación en los huertos para semilla

El plan para los cruces de comprobación y los ensayos de descendencias a ellos asociados ha sido ya discutido en el Capítulo 2. Para repetir el punto principal, su objeto es identificar los clones que muestren una aptitud combinatoria baja para poderlos retirar del huerto. Actualmente se acepta como un número mínimo de clones en huertos para semillas compuestos de árboles plus, 20 ó 30, siendo un número máximo corriente, 60 clones. Andersson (1963) prevé huertos para semilla biclonales cuando se disponga de clones élite o comprobados.

Elección del emplazamiento y tratamiento del terreno

Los huertos para semilla se plantan en sitios bien aislados de grandes plantaciones de la misma o afines especies, recomendándose distancias hasta de 1.000 m. (1.100 yardas) y que sean favorables para la iniciación regular de yemas florales y para la producción regular de grandes cosechas de semilla viable y bien desarrollada. Con respecto al clima local, requieren protección contra los vientos fuertes y un avenamiento del aire adecuado que reduzca los daños por helada a flores y frutos. Son preferidos suelos en buen estado de nutrientes. De lo dicho en la parte primera de este capítulo se deduce que, generalmente, es un error situar estos huertos sobre suelos de baja fertilidad.

Hay tres tratamientos posibles del suelo durante las primeras fases del crecimiento de los huertos para semilla, a saber, mantenerlo limpio por labores (tratamiento que en el momento actual goza de favor en Suecia), cultivar alguna especie en cobertura y encespedarlo (véanse Figuras, 21, 22 y 23; véase también Figura 25 de la página 123). Una vez que los árboles se hayan establecido bien, el césped parece ser el tratamiento más conveniente para muchas especies de la zona templada debido a los escasos cuidados que requiere y, por analogía con los árboles frutales, por sus efectos beneficiosos sobre el equilibrio del potasio y fósforo de los árboles productores de semilla. De los tres tipos principales de césped usados en los terrenos a frutal, a saber, el «tumble down», el de trébol blanco y el de gramínea-trébol blanco, el último parece satisfacer las tres condiciones de contribuir al humus del suelo, suministrar algún nitrógeno (a través del trébol) y proporcionar una buena cubierta al suelo. Es preciso señalar sin embargo, que pueden originarse efectos de sequía bajo un césped no cortado, por lo que es esencial segarlo o pastarlo regularmente. De nuevo, como en los rodales semilledos, los céspedes de gramíneas no sirven para todas las especies mereciendo consideración el cultivo de leguminosas en cobertura (Watson, 1963).

Es poco probable que los régimenes de estercolado de los huertos semilledos difieran mucho de los ya sugeridos para los rodales semilledos, con la posible excepción de los métodos de aplicación. En los huertos de frutales superiores (esto es, manzano, peral, etc.) algunos fertilizantes en particular el nitrógeno y el magnesio, son muchas veces absorbidos por los árboles con mayor rapidez a través de las hojas que a través de las raíces. Olroyd (1927) hace especial referencia a aplicaciones foliares de urea a estos frutales.

FIGURA 23. - Parte de un huerto semilledo de 10 años de Pinus sylvestris en Moviken, centro de Suecia, AB Iggesunds Bruk. Obsérvese la cubierta del suelo y la poda de los árboles reproductores.

Distancia entre árboles para semilla

La distancia más adecuada entre árboles destinados a producir semilla varía con las especies y métodos de tratamiento, si bien las distancias iniciales de plantación no deben ser demasiado grandes, pues en los primeros años la producción de polen sería floja y esparcida y en consecuencia la producción de semilla viable demasiado baja. Además, en una etapa posterior, los clones o pies de semilla que se vayan mostrando genéticamente inferiores en los cruces de comprobación y pruebas de descendencia serán extraídos del huerto dejando así más espacio vital para los árboles que permanezcan.

Son de uso general actualmente distribuciones que permitan uno o dos aclareos «maquinales». Las distancias recomendadas van desde un espaciamiento inicial de 3 m. (10 pies) en el Pinus sylvestris y Fagus sylvatica (Jensen, 1954; Matthews, 1960) a un espaciamiento final de 6 a 9 m. (20 a 30 pies) en las especies de pinos del Sudeste norteamericano (Zobel et al., 1958). La distribución de los clones de plantas injertadas o de las descendencias por semilla debe satisfacer la necesidad de una polinización cruzada adecuada, reduciendo la autopolinización. Para ello es general el emplazamiento al azar de cada pie (véase especialmente Andersson y Andersson, 1962 y también la Figura 21c). Debe hacerse hincapié aquí sobre el valor de los bancos de árboles o clones como un medio preliminar de tamizar los clones por el tiempo y forma de floración, autocompatibilidad y otros caracteres relacionados.

Tratamiento de los árboles para semilla

En los huertos semilledos, los brinzales, injertos y estaquillas deben ser favorecidos por una elección cuidadosa del sitio y de las labores preparatorias y de plantación para conseguir un crecimiento rápido desde el principio, qué conduzca a una formación temprana de flores y frutos. Más tarde deberá hacerse todo lo preciso para favorecer un rápido crecimiento para lo que parecen ser los mejores tratamientos la liberación regular de la copa y la aplicación de fertilizantes orgánicos e inorgánicos, el control de la cubierta del suelo, la poda y tratamientos geotrópicos, y en algunos sitios, el riego. A veces puede ser necesario estimular la floración por una aplicación de fertilizantes excesiva, restricción del suministro de agua, anillado del tronco o corte de raíces, pero en general estos sistemas serán considerados más como tratamientos de emergencia o experimentales que como procedimientos regulares. En un plazo mayor la elección de patrones de injerto y el tratamiento con substancias de crecimiento vegetales jugarán la parte que les correspondan.

Doblado de brotes, poda y otros tratamientos de copa

Matthews (1963) ha revisado recientemente lo escrito sobre este tema. La orientación de los brotes tiene un efecto marcado sobre la iniciación de flores en el manzano y en especies de Larix. El tratamiento geotrópico o de doblado de las ramas desarrollado para el Larix por Longman y Wareing (1958) puede aplicarse a los huertos de alerce sujetando las ramas de los árboles durante la estación de reposo de modo que apunten hacia abajo. Goddard et al. (1962) dan cuenta de respuestas favorables en la floración al doblado hecho sobre injertos de Pinus elliottii en Florida. El desyemado para inducir o incrementar la floración ha dado buenos resultados en Pinus sylvestris. En el Japón se han quitado las guías de los brotes antes de que la meiosis tenga lugar en experimentos sobre regulación artificial de la diferenciación sexual en Pinus densiflora y P. thumbergii (véase Matthews, 1963). Hay tema para mucha más investigación relativa a los efectos de la aplicación foliar de reguladores de crecimiento y nutrientes sobre la iniciación y diferenciación de las yemas florales. Finalmente, debe dispensarse suficiente atención al empleo del doblado de ramas, poda (Figuras 22 y 23), nutrientes y substancias de crecimiento para incrementar la producción de polen, que a veces es insuficiente en huertos jóvenes de especies de Pinus.

El empleo de patrones seleccionados en el injerto

Es cosa corriente en la actualidad encontrar plantas originadas injertando material sacado de árboles adultos floríferos sobre patrones originados de semilla, en condición juvenil no florífera, que pronto empiezan a producir flores y semilla. En este hecho se basa la producción de semilla en los huertos clonales. En las plantaciones de frutales se emplean patrones clonales seleccionados para regular el tamaño del árbol injertado y la naturaleza del fruto producido, por lo que parece lógico que el empleo de estos patrones clonales seleccionados proporcionará también beneficios similares en la uniformidad y regulación del comportamiento del árbol en el huerto para semilla. La idea no es nueva, habiendo Johnsson injertado púas de Pinus sylvestris sobre brinzales de Pinus mugo y de dos orígenes de Pinus sylvestris. El análisis de la cosecha de piñas y piñones de 1959 y 1960 de estos árboles (Johnsson, 1961) no acusó influencias del patrón sobre la producción de semilla del injerto, de modo que los únicos resultados disponibles por ahora son negativos. Sin embargo, otro problema asociado con la interacción entre el patrón y la púa es el de la incompatibilidad en el punto de unión, fenómeno que ha sido acusado en la Pseudotsuga taxifolia y Fagus sylvatica y que precisa una mayor atención para la selección de patrones.

Protección contra hongos, insectos y otros animales

Un factor que puede requerir consideración en el emplazamiento y cuidados subsiguientes de los huertos semilledos de Pinus es el daño causado por royas de las piñas. De ejemplo puede servir el Cronartium strobilinum que daña las piñas de Pinus elliottii y P. palustris. El Quercus virginiana parece ser el hospedante alternante más importante y Maloy y Matthews (1960) han recomendado el emplazamiento de los huertos de Pinus elliottii distantes del Quercus virginiana, así como medidas para el combate de la roya en los huertos establecidos. En los huertos jóvenes de Larix, Pinus y Pseudotsuga taxifolia las especies de Adelges que aparecen normalmente en las plantas injertadas pueden ser combatidas con pulverizaciones de Malathión. Como en los rodales para semilla, los insecticidas sistemáticos pueden ser de utilidad en el futuro para el combate de plagas.

Porvenir de los huertos para semilla

Como conclusión puede decirse que el desarrollo inicial alcanzado por los huertos para semilla en Europa y América ha sido muy prometedor, pero el problema de la polinización dirigida en gran escala requiere atención, siendo preciso ampliar los conocimientos sobre la variación de la autoincompatibilidad de diferentes clones y sobre el papel y naturaleza de la consanguinidad. Los primeros cálculos sobre rendimientos anuales en semilla que para el Pinus sylvestris iban de 11 a 16 Kg. por hectárea (de 10 a 15 libras por acre) han sido confirmados ahora, después de diez años de experiencias (Johnsson, 1961) y los cálculos para otras especies - para el Larix de 17 a 22 Kg. por hectárea (16 a 20 libras por acre) y para el Pinus taeda de 22 a 45 Kg. por hectárea (20 a 41 libras por acre) - también parecen razonables. Existe actualmente una extensión considerable de huertos para semilla y, aunque la mayoría han sido plantados en los últimos 10 años, no hay duda que constituyen una parte valiosa y esencial de la mejora genética de las especies forestales.

La eficacia de los huertos clonales semilledos en la producción de cosechas regulares de semilla viable bien desarrollada depende en gran medida del conocimiento logrado sobre la forma de florecer y fructificar de los presentes clones.

Certificación de semillas y plantas forestales

Necesidad de certificación

El objeto de la certificación de semillas y plantas forestales es conservar y hacer accesible al forestal práctico semillas, plantas y otros materiales de propagación de procedencias y cultivares superiores, cultivados y distribuidos de forma que se asegure la identidad genética y calidad superior de semillas y plantas.

Las procedencias superiores se determinan por medio de los ensayos de procedencias (véase el Capítulo 4). La duración de estos ensayos para cada especie depende de la rapidez de crecimiento y de la duración del turno económico, pero en general, es preciso aceptar que estas pruebas son de larga duración. La necesidad de tomar medidas de precaución en relación con el traslado de semillas y plantas para evitar posibles pérdidas cuantiosas en la producción de madera ha movido a los forestales de países con fuertes variaciones de clima y estación a dividir en zonas, definidas en términos de latitud o distancia y altitud (véase Rudolf, 1963). Así en Austria (Tschermak, 1953), Checoeslovaquia (Vincent, 1958), Noruega (Austin, 1959), Suecia (Langlet, 1936, 1945, 1957), y la República Federal de Alemania (Hermano y Astinet, 1961) para citar sólo algunas naciones, la semilla es recolectada y las plantas utilizadas dentro de la misma zona. Los países con variaciones de clima y estación menores deben intentar, cuando importen semilla, escogerla de masas que ocupen sitios de características similares si bien, según se vayan conociendo los resultados de los ensayos de procedencia, se podrá a veces ir abriendo la mano, extendiendo la búsqueda de procedencias superiores a zonas más amplias.

Los servicios forestales del estado de muchos países mantienen registros en los que se relacionan clasificadamente las fuentes de semilla para uso interior y exportación así como las procedencias aceptables para ser importadas. En el Reino Unido (Macdonald, 1957), Dinamarca (Barner, 1958) y Gøhrn, 1962) y Bélgica (Reginster, 1954) han sido publicadas listas generales de procedencias aceptables de bastantes especies. En otros países han sido elaboradas también relaciones, aunque más restringidas. Aun en los casos en que no se conocen todavía las mejores procedencias, los forestales saben muchas veces cuáles son las que no se deben usar.

El progreso rápido conseguido en la selección y mejora genética del género Populus fue debido en gran parte a la facilidad de propagación de muchas de sus especies e híbridos por medio de estaquillas del tallo. Se emplean gran variedad de cultivares estables, cuya identidad genética está regulada en la mayoría de los países del occidente europeo, ya sea por intervención en la venta del material de plantación (como en Bélgica, Holanda y España), ya por la distribución de estaquillas procedentes de cepas madres registradas (como en Bélgica, Francia, Italia, Holanda y Reino Unido).

Se desarrolla actualmente con gran rapidez la producción de cultivares de las especies forestales que se reproducen por semilla y, según vayan haciéndose más productivas las zonas de producción de semillas y los huertos para semilla descritos anteriormente en este capítulo, una cantidad ascendente de semillas y plantas de procedencias superiores y cultivares mejorados entrarán a disposición del uso general. Gran parte de los esfuerzos de genetistas y mejoradores forestales se verían anulados a menos que se establezcan sistemas de certificación que garanticen la calidad y pureza genética de las semillas y plantas.

Categorías de semilla y planta

Cuatro grandes categorías de semillas y plantas forestales intervienen en el comercio nacional e internacional (Isaac, 1960; Sweden, 1951). Se distinguen por la precisión con que se describe su origen; el grado de selección de los árboles productores de la semilla y su aislamiento de polen foráneo; si la descendencia de estos árboles ha sido comprobada o no; el grado de supervisión e inspección independiente durante las labores de recolección, preparación y almacenado de la semilla y de producción de planta; y la forma de llevar los registros y la rotulación. Es conveniente describir estas cuatro categorías de semilla y plantas en orden ascendente de su valor genético.

1. Semillas y plantas no clasifiadas. El origen es desconocido o está mal descrito; o la semilla ha sido recolectada en masas que no merecieron ser clasificadas como fuentes de semilla por alguna entidad reconocida a causa de la calidad deficiente de los árboles o por falta de aislamiento contra árboles inferiores de la misma especie o de otras muy afines a ella. Gran parte de la semilla no clasificada es recolectada de árboles apeados o achaparrados y no existe o es muy ligera la supervisión sobre la recolección, cultivo y comercio de semillas y plantas. Cada país debiera eliminar, lo antes posible, esta categoría.

2. Semillas y plantas de fuente identificada. Esta categoría proviene de masas naturales y artificiales buenas, registradas como fuentes de semilla por un servicio competente. El lugar o región de recolección de la semilla está determinado con claridad; la semilla se cosecha, elabora y almacena y las plantas se cultivan bajo la supervisión de una inspección independiente; la rotulación es adecuada y los registros están a disposición de la inspección.

3. Semillas y plantas selectas. La semilla es recolectada de pies cuidadosamente seleccionados que crecen en masas naturales o artificiales clasificadas como mejores que el promedio y registradas por un servicio competente. Los árboles que no cumplen las condiciones estatuidas de rapidez de crecimiento, forma de tronco y copa, tipo de ramificación, estado sanitario y demás caracteres son extraídos tan pronto como es posible del interior del rodal o masa y de los alrededores aislantes de la anchura prescrita. Estos rodales semilledos o zonas de producción de semilla se tratan además con vistas a aumentar la producción, aplicando fertilizantes y adoptando medidas protectoras contra hongos, insectos y otros animales que dañan la semilla. Lo dicho para la semilla de fuente identificada concerniente a supervisión, inspección independiente, rotulación y registro se aplica también a la semilla selecta.

4. Semillas y plantas certificadas. Esta categoría proviene de árboles clonales en huertos para semilla (y también de árboles y rodales élite), cuya superioridad genética ha sido comprobada en pruebas de descendencia según requisitos definidos por un servicio competente. Las semillas y plantas certificadas se producen de forma que se asegure la identidad genética, pudiendo incluirse en esta categoría híbridos interespecíficos probados. Los huertos clonales para semilla contienen clones muy seleccionados, distribuidos de forma que se favorezca la polinización cruzada. El lugar debe estar bien aislado del polen de árboles inferiores de la misma especie o de otras estrechamente emparentadas con ella. La semilla certificada es cosechada, preparada y almacenada y las plantas son criadas bajo supervisión e inspección independiente. La rotulación será adecuada y los registros estarán a disposición de la inspección. En particular deben estar fácilmente disponibles los orígenes exactos de los componentes individuales de los huertos para semilla y los resultados de la comparación de descendencias (Wakeley, 960). Algunas veces se despachan como semillas selectas las cosechadas en huertos en los que todavía no se completaron los ensayos de descendencia.

CUADRO 9. - PROGRESO DE TREINTA PAÍSES HACIA EL ESQUEMA NACIONAL DE CERTIFICACIÓN

País

Ensayo de procedencias

Lista clasificada de procedencias

Delimitación de zonas

Registro de fuentes de semilla

Zonas de producción de semilla

Huertos para semilla

Esquemas completos de certficación

Australia

X

X

X

X

X

X


Austria

X

X

X

X

X

X


Bélgica

X

X

X

X

X


X

Canadá ¹

X

X

X

X

X

X


Checoeslovaquia

X

X

X

X

X


X

Dinamarca

X

X


X

X

X

X

Finlandia

X

X

X

X

X

X

X

Francia

X

X


X

X

X


Alemania, Oriental

X


X

X

X

X

X

Alemania, Rep. Fed

X

X

X

X

X

X

X

Hungría

X


X


X

X


Irlanda ²

X

X


X

X



Italia

X

X

X

X

X



Japón

X

X

X

X

X


X

México




X

X



Países Bajos

X

X


X

X

X

X

Nueva Zelandia

X

X


X

X

X


Noruega

X

X

X

X

X

X

X

Polonia

X


X

X

X


X

Portugal








Rumania

X



X

X



Corea del Sur

X

X


X

X

X


España




X




Suecia

X

X

X

X

X

X

X

Suiza

X

X

X

X

X


X

Turquía








Reino Unido

X

X

X

X

X

X

X

Estados Unidos ³

X

X

X

X

X

X

X

U.R.S.S

X

X

X

X

X


X

Yugoeslavia

X



X

X



¹ La información sobre Canadá so refiere a la parte este, especialmente Ontario.

² Las procedencias adecuadas para empleo en el Reino Unido lo son también generalmente Para Irlanda

³ La información sobro Estados Unidos so refiere a los estados del Este y del sur, especialmente a Nueva York, Georgia, Carolina del Sur y Alabama.

NOTA: Lo que va en blanco en este cuadro indica que el autor no disponía de información el 31 de diciembre de 1903.

Intervención administrativa de la producción de semilla y planta

Creemos existen 12 esquemas nacionales completos de certificación (Cuadro 9) que pueden agruparse dentro de las tres clases siguientes: certificación voluntaria atendida por asociaciones de semilla independientes; certificación voluntaria atendida por servicios forestales del Estado, y certificación forzosa atendida por servicios forestales del Estado. Los métodos checoeslovaco y polaco (Koospol, 1961; Paged, 1962; Tyzkiewicz, 1950) se basan en un monopolio virtual estatal de la producción de semilla y planta, tanto para uso interno como para la exportación. En los otros países con esquemas de certificación, especialmente los Estados Unidos y Europa central y septentrional, existe un comercio intenso privado de semillas y plantas de vivero. En la República Federal de Alemania el Acta Federal de la Semilla de 1957 proporcionó las bases legales para un servicio de certificación totalmente oficial (Langner, 1963; Hermann y Astinet, 1961; Astinet, 1961; Rossmässler, 1961). La modalidad empleada en Georgia, E.U.A., está respaldada por dos leyes del Estado (Barbar y Darby, 1959; Georgia Crop Improvement Association, 1958); se basa en procedimientos ampliamente aceptados patrocinados en América por la International Crop Improvement Association (ICIA, 1959; Society of American Foresters, 1961; Rudolf, 1963). En Finlandia (Kärki, 1961) y Holanda (van Vloten, 1957), hay asociaciones privadas para la mejora genética forestal que sacan una buena parte de sus ingresos de la venta de semillas y plantas certificadas.

Los organismos certificadores de asociaciones independientes (como por ejemplo, los de Dinamarca y Reino Unido) están dirigidos por una junta para la semilla o comité administrativo que es elegido y representa al ramo de la semilla y de los viveros, a los propietarios de montes, al servicio forestal del Estado y a los institutos de investigación forestal (incluyendo los de ensayo de semillas). Es principio importante que estén representados los compradores de semillas y plantas. El comité administrativo decide la política a seguir, establece las normas que gobiernan el programa de certificación y tiene como secretario ejecutivo o administrador a un forestal profesional (Larsen, 1960).

Los organismos de certificación voluntaria dependientes de los servicios forestales del Estado tienen corrientemente un supervisor nombrado oficialmente, que es responsable del programa de certificación bajo la dirección de una comisión nombrada al efecto que da las orientaciones y establece las normas. Las modalidades de certificación forzosa se basan en leyes de semillas, ejerciendo las funciones organismos estatales nombrados de acuerdo con aquellas leyes.

Generalmente las organizaciones de certificación no persiguen fines lucrativos, siendo financiadas en gran parte por contribuciones hechas por los productores de semilla y por el comercio de viveros; estas contribuciones se hacen corrientemente en forma de cargas sobre el monte o vivero y de derechos por inspección de zona. Ingresos adicionales pueden recaudarse por medio de sellos o etiquetas oficiales proporcionados a los proveedores por el organismo de certificación a un coste unitario determinado previamente. El precio de venta de semillas y plantas de las categorías superiores experimenta a veces subidas considerables, pero el coste de la semilla es una fracción muy pequeña del total de la repoblación y (véase Faulkner, 1962) pequeños aumentos en el rendimiento los justifican grandes en el precio de la semilla.

Descripción de un esquema nacional de certificación

Los elementos de un esquema nacional completo de certificación de semillas y plantas forestales son en líneas generales:

1. Inspección de la fuente de semilla por un forestal profesional competente antes de la polinización correspondiente. En esta época (que tiene lugar de 6 a 21 meses antes de la recolección) ha de comprobarse la calidad de los pies productores de la semilla, frecuencia de pies inferiores y eficacia del aislamiento. Muchos árboles forestales no producen semilla cada año por lo que, después de la primera inspección, las siguientes se harán solamente en los años en que será recolectada aquélla (el intervalo más largo es aproximadamente de cinco años).

2. Apreciación de la cosecha de conos o frutos por un forestal profesional competente con una antelación determinada con respecto al comience de la recolección (90 días aproximadamente).

3. Recolección de conos y frutos por recolectores de semilla inscritos; extracción, limpieza y envasado en instalaciones extractoras de semilla inscritas y almacenamiento en almacenes para semilla también inscritos. Los datos sobre recolección, elaboración y almacenamiento se ponen a disposición de la inspección debiendo satisfacer la rotulación ciertas exigencias mínimas.

4. Ensayo, según las normas de la Asociación Internacional para la Prueba de Semillas, de muestras adecuadas de semilla en una estación de ensayo oficial.

5. Siembra en viveros inscritos en los que la rotulación y toma de datos satisfagan exigencias mínimas. La inspección de las plantas de semillero y repicadas debe corresponder a un forestal profesional competente antes de que sean levantadas y despachadas.

Aunque los ensayos culturales son poco frecuentes todavía, el progreso de la investigación en varios países hace previsible su eventual difusión en gran escala.

Requisitos mínimos para la certificación de semilla y plantas

Las prescripciones que siguen han sido sacadas de los datos nacionales publicados sobre certificaciones de 12 países. En ellas se incorporan también detalles importantes del esquema de certificación de variedades de semillas de herbáceas patrocinado por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE, 1961).

Historia anterior de la fuente productora de la semilla. Un rodal semilledo o una zona de producción de semilla pueden formarse a partir de una masa natural (establecida por regeneración natural) o de una plantación (establecida por plantación o siembra) de origen indígena, exótico o desconocido. En algunos países, como Checoeslovaquia, Francia, República Federal de Alemania, Polonia y Suiza se toman ciertas medidas para preservar y emplear el material indígena (Bouvarel, 1958; Schmidt, 1954; Stern, 1956). En otros, está muy avanzada la sustitución de las masas indígenas por especies y procedencias introducidas, siendo necesario aceptar el material exótico. Finalmente, algunos países excluyen de sus programas de certificación las masas de origen desconocido. Aunque esto sea deseable, no siempre es factible.

Aislamiento contra polen foráneo. Las exigencias en cuanto a aislamiento de las zonas de producción de semilla y de los huertos para semilla contra grandes masas de árboles inferiores de la misma especie o de otras muy afines y en cuanto a la anchura de las fajas aisladoras varían algo, según la especie y país, si bien es una prescripción generalizada para las zonas y huertos de producción de semilla el que se dejen 1.000 metros (1.100 yardas) desde una masa de árboles de calidad inferior y 100 a 150 metros (110 a 165 yardas) desde el árbol inferior más próximo, debiendo ser ésta la anchura de la faja de aislamiento.

Inspección de campo de los árboles productores de semilla, de la cosecha de semilla, y de las plantas. La inspección de las fuentes de semilla, zonas de producción de semilla y huertos semilledos es ejercitada, en la mayoría de los casos, por el servicio forestal del Estado o por forestales profesionales competentes nombrados por el organismo certificador. Las normas para las zonas de producción de semilla se basan en el número de pies vigorosos, bien conformados y sanos por hectárea y en la extracción de los pies inferiores. Estos se señalan por el inspector, y, si fuese posible, se cortan mientras aquél permanece en la zona, pero a veces la intensidad con que deben de ser extraídos está determinada por exigencias silvícolas locales, pudiendo ser necesaria una segunda inspección cuando hubiesen terminado las cortas.

Durante la recolección y preparación, los conos, frutos y semillas deben ser manipulados de forma que se eviten las mezclas y se mantenga su identidad. Debe procederse análogamente en el almacén de semilla y cuando se cultiven las plantas en el vivero.

Normas sobre germinación y pureza. Los métodos para determinar la pureza, germinación y humedad y las normas de inspección sanitaria en relación con plagas y enfermedades transmitidas la semilla están tomados generalmente de los establecidos por el Comité para Semillas de Especies Forestales de la Asociación Internacional para la Prueba de Semillas (ISTA). Se dispone para numerosas especies de valores típicos de germinación y pureza con vistas a la siembra y obtención de buenos rendimientos de plantas (ISTA, 1959, 1962).

Etiquetas y certificados. Todos están de acuerdo en que la cantidad de información a incluir en las etiquetas debe mantenerse dentro de limites razonables, estando en uso un cierto número de ellas que contienen diversos datos aunque se mantienen sencillas. Los siguientes datos suelen ser los más corrientes:

Especie botánica (nombre latino)
Nombre de la subespecie, variedad o cultivar
Categoría (fuente identificada, selecta, certificada)
Procedencia (número de referencia, lugar o región, altitud)
Suministrador (nombre y dirección)
Semilla (mes y año de la cosecha, cantidad)
Planta (edad o tamaño, cantidad).

En 1950 la FAO y la IUFRO (FAO, 1962) prepararon juntas un certificado internacional de calidad y origen para semillas y plantas forestales que contiene numerosos datos. Este certificado tiene un gran valor para intercambios de pequeñas cantidades de semilla para fines de investigación sobre procedencias; sin embargo, se necesita algo más sencillo para el comercio normal. Tal certificado podría contener los siguientes datos:

Organismo certificador
Consignatario (nombre y dirección)
Remitente (nombre y dirección)
Especie botánica (nombre latino)
Nombre de la subespecie, variedad o cultivar
Categoría (fuente identificada, selecta, certificada)
Procedencia (número de referencia, lugar o región, altitud)
Peso broto de los bultos
Contenido (semilla o planta, cantidad)
Tratamiento de desinfección (fecha, lugar, método).

Número de referencia. Sistemas que, siendo sencillos, identifiquen bien por medio de números o letras de referencia el origen de semillas y plantas son de gran ayuda al llevar a la práctica un esquema completo de certificación. La FAO ha adoptado el sistema de clasificación decimal universal en el cual cada país se identifica siempre por el mismo número compuesto de tres cifras (FAO, 1961).

Certificación de planta y semilla forestal en el comercio internacional

Rohmeder (1960) señala que la semilla de árboles es objeto de comercio nacional e internacional por tres razones principales:

1. En cantidades grandes para repoblaciones en gran escala con una especie, procedencia o cultivar, como es el caso de la Pseudotsuga taxifolia, Pinus radiata, Tectona grandis y Eucalyptus.

2. En cantidades pequeñas para fines de investigación tales como ensayo de especies, comparación de procedencias, pruebas de descendencia y ensayo de cultivares producidos por selección y mejora genética.

3. Como productos alimenticios tales como castañas (Castanea sativa), nueces (Juglans regia) y aceitunas (Olea europaea).

La discusión que sigue se refiere sólo al primer caso y tiene que ver tanto con las semillas como con las plantas.

En Europa existe desde hace mucho tiempo un extenso y regular comercio internacional de semillas y plantas de Pinus sylvestris, Picea abies, Larix decidua y Abies alba. Actualmente existe un comercio extensivo de semillas forestales entre América del Norte y Europa de especies coníferas y frondosas de la zona templada septentrional, siendo ejemplos importantes Pinus contorta, Pinus nigra, Picea sitchensis y Pseudotsuga taxi folia. De más lejos aún, las especies de Eucalyptus y los pinos subtropicales ganan rápidamente en importancia en las repoblaciones de la región Mediterránea, Africa central y meridional, América del Sur, Asia y la región del Pacífico. Finalmente, merecen ser mencionadas dos especies tropicales; son éstas la caoba de Honduras (Swietinea macrophylla) y la teca (Tectona grandis), cuyas semillas son objeto de amplio comercio entre países tropicales de Africa y Asia. En el Cuadro 6 de la página 53 viene un resumen del movimiento de semilla y plantas de 20 especies importantes. Por razones fitosanitarias el tráfico de semillas forestales es más extensivo que el movimiento de plantas.

Seis organismos internacionales se ocupan de cosas relacionadas con el comercio de semillas y plantas forestales:

1. El Comité para Semillas Forestales de la Asociación Internacional para la Prueba de Semillas ha confeccionado reglas para ensayar la calidad de la semilla de árboles (ISTA, 1959, 1962).

2. La investigación internacional sobre procedencias continúa bajo los auspicios de la Sección 22 de la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal (IUFRO).

3. La FAO patrocina de continuo documentos mejorados de información para ayuda en el intercambio de semillas de árboles y ha organizado la Consulta Mundial sobre Genética Forestal y Mejora del Arbol para promover el empleo de semillas y plantas genéticamente superiores.

4. En los Estados Unidos, la Asociación Internacional para la Mejora de las Cosechas ha apoyado las normas específicas sobre certificación de origen de semillas forestales, redactadas por la Sociedad de Forestales Americanos (SAF, 1961; Rudolf, 1963).

5. Los forestales de los países de la Comunidad Económica Europea han acordado reglamentos para el comercio de semillas y plantas forestales.

6. La Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) ha patrocinado esquemas para la certificación de semillas agrícolas.

La obra realizada por estas entidades internacionales hace pensar que se va acercando la hora de confeccionar para las semillas y plantas forestales unas normas de certificación aceptables en plan internacional. Los primeros pasos han sido dados recientemente por la OCDE que facilitó los fondos para que un grupo de trabajo prepare los borradores previos de las normas y directrices para consideración por todos los países miembros.

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