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Eficiencia de los grandes complejos industriales de elaboración de la madera

N. ST. Dumitrescu Y A. Harap

El SR. DUMITRESCU Y el DR. HARAP son Directores adjuntos del instituto de Investigaciones Forestales de Bucarest (Rumania).

Resultados obtenidos en Rumania

El acelerado ritmo de la industrialización en los últimos decenios ha originado una demanda de cantidades cada vez mayores de productos derivados de la madera. El consumo de estos productos depende de una materia prima que, aunque prácticamente inagotable, no muestra en la actualidad un incremento anual que, junto con largos períodos de regeneración, pueda sostener el ritmo del aumento del producto nacional.

El estudio FAO/CEE sobre el consumo, la producción y la comercialización de la madera en Europa entre 1950 y 1975 (European timber trends and prospects: a new appraisal 1950-1975) pone de manifiesto que, en sólo 15 años entre 1960-75, el consumo de madera por habitante podrá pasar de 0,55 m3 en 1960 a 0,75 m3 en 1975. Incluso con este aumento, que implica un incremento de un 200 por ciento en el consumo de productos de pasta y 250 por ciento en el de paneles a base de madera, la relación entre el consumo de madera y el producto nacional bruto por habitante es la siguiente: 1950 = 100, 1960 = 84, 1975 = 64.

Según estas cifras, los países muy industrializados constituirán en el futuro un mercado en constante expansión para los productos madereros. Esta demanda continuamente creciente de madera no puede ser satisfecha por la sobreexplotación de los montes; la solución del problema está en aumentar la productividad y la calidad de los montes, en ampliar la variedad de materiales leñosos aceptables como materia prima, en introducir en el sistema económico todo el volumen de madera que se produce en el monte, y en integrar la elaboración intensiva y más eficiente de la madera en modernas unidades industriales.

El progreso de la ciencia y de las técnicas para el dominio de esta materia ha dado resultados en el campo de la economía forestal y en otros. Los productos a base de madera se obtienen actualmente por procedimientos tecnológicos químicos y automáticos. La insistencia en la división social de la mano de obra, que es una de las características de la industrialización, se ha dejado sentir en la economía forestal por la aparición de nuevas esferas de producción (tableros de partículas, tableros de fibra, pastas semiquímicas, etc.).

En estas nuevas esferas de producción, se observa una rápida acumulación de experiencia que facilita el proceso de perfeccionamiento de las técnicas pertinentes. Como resultado de esto ha aumentado el número de materias primas aceptables para la fabricación de nuevos productos. La consecuencia de estos descubrimientos y del desarrollo científico general es que la estructura de la demanda de madera ha experimentado un cambio profundo en Europa. Los nuevos procesos tecnológicos garantizan hoy día una gran eficiencia económica en el aprovechamiento de los rollizos, las maderas de pequeñas dimensiones y las maderas duras. En 1960, la pasta y los paneles a base de madera absorbieron aproximadamente el 40 por ciento del volumen total de materias primas leñosas, y su contribución al valor global de los artículos producidos a partir de materias leñosas ascendió al 60 por ciento más o menos. Esta eficiencia económica, consecuencia de los nuevos procesos tecnológicos, ha alterado la estructura del consumo de madera en modo tal que la relación entre las trozas y los rollizos, que era de 65: 35 por ciento (109: 60 millones de m3) en 1950, será de 50: 50 por ciento (170: 170 millones de m3) en 1975.

Esta misma evolución general se deja sentir en la industria de la elaboración de la madera, y se caracteriza por la integración de la producción, la generalización de la producción en masa y la creación y empleo de nuevas fábricas y procedimientos tecnológicos, que están estableciendo nuevas relaciones entre la producción y la ciencia.

La integración de la producción forestal en complejos industriales de elaboración permite conseguir la conversión total y la realización más eficaz del valor de las materias primas en fábricas especializadas que operan en estrecha cooperación, permitiendo la fabricación de una serie más amplia de productos. Las trozas de mejor calidad se transforman en contrachapados y chapas decorativas y el resto de la madera rolliza, en madera aserrada. Los desperdicios de esta conversión primaria, juntamente con la leña y la madera de pequeñas dimensiones, se convierten en tableros de partículas y de fibra. Una cierta proporción de madera aserrada, contrachapados, chapas y paneles que se producen se emplean, en los complejos respectivos, para fabricar muebles macizos y de madera encorvada, puertas, ventanas, entarimados, envases y otros productos acabados de madera; el resto se envía en forma de productos semimanufacturados a otros consumidores. En estos complejos se consigue un alto grado de eficiencia en la elaboración de la madera.

Los surtidos de calidad inferior, como son los rollizos que se obtienen de operaciones culturales, la madera de raja utilizada antes como leña y diversas maderas frondosas de baja calidad, encuentran actualmente mejor empleo en la fabricación de paneles de madera.

La organización de un gran complejo industrial formado de fábricas complementarias crea condiciones que favorecen la obtención de un alto nivel tecnológico, lo que en la práctica se traduce por la instalación de maquinaria moderna, con cadenas de producción mecanizada y en parte automática, laboratorios y talleres mecánicos y eléctricos, un generador térmico, factores que aseguran el logro de productos de mejor calidad pero que son imposibles en fábricas independientes.

El alto nivel tecnológico de los complejos exige una formación más avanzada de los equipos de obreros, técnicos, ingenieros y economistas y, al mismo tiempo, contribuye a aumentar su capacidad profesional.

La gran eficiencia económica de la conversión de la madera en estos complejos se refleja también en los mayores valores que se obtienen para los otros factores e índices relativos a la eficiencia, rendimiento de las inversiones, productividad de la mano de obra, etc.

Aparte estas consideraciones tecnológicas y económicas, la concentración de la producción en complejos industriales está justificada también por factores económicosociales. La instalación de grandes complejos en regiones o localidades poco industrializadas y con mano de obra sobrante contribuye al desarrollo económico de la región y asegura unas condiciones de trabajo y de vida mejores. Si a este propósito se considera la economía forestal de un país dotado de considerables recursos naturales, puede afirmarse que la concentración de industrias elaboradoras de madera en grandes complejos se ha convertido en necesidad objetiva.

A pesar de ese imperativo de nuestra época, el desarrollo de las industrias madereras se ha hecho un poco al azar y, en la mayoría de los países extraeuropeos, se ha caracterizado por una accesibilidad cada vez menor a las fuentes de materias primas.

Fábrica productora de láminas de tablero de fibra con un revestimiento decorativo.

Planificación de complejos industriales

El requisito primordial para la creación de complejos industriales que elaboren grandes cantidades de materias leñosas es que se establezcan sobre una base duradera y segura, lo que significa que es esencial para su desarrollo la realización de estudios fundamentales previos. Estos estudios deben tender a resolver los problemas relacionados con la gama de materias primas, la de producción del complejo, su emplazamiento y los índices técnicos y económicos de la rentabilidad de la inversión.

La cantidad y el tipo de materia prima disponible son el primer factor determinante de la gama de manufacturas de un complejo industrial y del emplazamiento de las fábricas. Por ello, la tarea inmediata que impone esta nueva tendencia del desarrollo es la identificación de los recursos forestales existentes y de su potencial de producción.

Sólo mediante una ordenación forestal correcta podrán compaginarse los intereses de una silvicultura racional con los intereses económicos y técnicos de una mejor explotación y una valorización más completa de la madera.

Las condiciones orográficas de las zonas boscosas pueden ser un elemento determinante en la delimitación de las fuentes de materia prima. Si en una región todos los montes cuya producción total de materias leñosas se transporta a una misma localidad se agrupan bajo una administración común, habrá posibilidad de establecer unidades permanentes de ordenación, cada una de las cuales planea metódicamente su propia producción, de acuerdo con las necesidades de la economía general. Este sistema de ordenación por sectores forestales, que gravitan en torno a un punto de concentración natural de la cosecha, permite establecer una estructura racional para el cultivo, la regeneración y explotación de los montes, ateniéndose al principio de continuidad de la producción y del rendimiento sostenido, o sea que en cada unidad se obtenga regularmente cada año la misma cantidad de madera.

En los países europeos, donde aproximadamente el 97 por ciento de los montes son accesibles, la única posibilidad de aumentar sus recursos consiste en incrementar su productividad, reducir los desperdicios de corta y extracción y emplear la leña como madera; en cambio, en los países todavía poco desarrollados, donde existen aún considerables recursos madereros inexplotados, una organización del tipo descrito anteriormente es perfectamente factible.

Para asegurar el suministro de las materias primas que necesita un complejo industrial, habrá primeramente que determinar, mediante un estudio técnico y económico preliminar, los factores siguientes: el área forestal que ha de proporcionar la materia prima; el surtido de maderas producidas; la organización de los apeos, y las inversiones en instalaciones de transporte, así como los cupos de corta anual por especies, clases de maderas y dimensiones. El segundo problema fundamental es el de determinar la gama de producción del complejo industrial, la cual depende en gran parte de la materia prima disponible y de la demanda del consumidor.

El volumen de madera disponible y la variedad de surtidos por dimensiones y calidades que se obtienen de este volumen, son generalmente los factores que determinan la gama de producción y la capacidad de los complejos industriales de elaboración de la madera, y también la elección del equipo básico más apropiado para las características de las materias primas.

De acuerdo con estos factores se determina la gama de producción del complejo; en el caso de las fábricas de contrachapados, muebles, tableros de partículas y de fibra se adoptan capacidades óptimas, y en el de las serrerías de maderas de especies frondosas o coníferas, y de las fábricas de chapas decorativas, puertas, ventanas y entarimados, las capacidades vienen impuestas por las cadenas de fabricación de estas factorías.

En Rumania, por ejemplo, el Instituto de Investigaciones Forestales y el Instituto de Planificación han sido los que han estudiado las capacidades óptimas y las capacidades clasificadas normales de las cadenas de producción. Sus conclusiones figuran en el Cuadro 1.

Para la elección del emplazamiento de un complejo industrial, que es el tercer problema fundamental, uno de los factores principales es la posibilidad de un compromiso en el plano económico entre el objetivo industrial buscado y la red de carreteras y ferrocarriles existente.

CUADRO 1. - Capacidades óptimas y capacidades clasificadas de las de producción en Rumania

N° de serie

Producto

Unidad de medida

Capacidad óptima

Capacidad de la cadena de producción

1

Contrachapados

m3/año

18000

-

2

Muebles de madera maciza

piezas/año

15-20000

-

3

Muebles de madera curvada

sillas/año

600000

-

4

Tableros de partículas

tm/año

18000

-

5

Tableros de fibra

tm/año

35000

-

6

Cadenas de producción de madera aserrada de coníferas (con sierras de bastidor)

m3 de trozas/año

-

56000

7

Cadenas de producción de madera aserrada de frondosas (con sierras de cinta)

m3 de trozas/año

-

32000

8

Chapas decorativas (capacidad por máquina plaqueadora)

m2/año

-

2000000

9

Puertas

m2/año

-

300000

10

Ventanas

m2/año

-

200000

11

Entarimados normales

m2/año

-

120000

12

Entarimados lamelares

m2/año

-

100000

Emplazamiento de un complejo industrial

La naturaleza y configuración del terreno son también factores determinantes en la elección del futuro emplazamiento. Tomando como base estos factores, pueden considerarse varias fórmulas referentes a la gama de producción y al emplazamiento del complejo. Para cada fórmula prevista se calculan los índices técnicos y económicos siguientes:

1. costo de la materia prima;

2. valor de la inversión industrial;

3. valor de la inversión necesaria para los distintos ser vicios (agua, vapor, energía, desagües, etc.);

4. índices económicos relativos a la eficiencia de la inversión.

La eficiencia económica de las inversiones en un complejo industrial se determina por:

1. la inversión necesaria para conseguir un cierto nivel de producción por valor o cantidad de producto;

2. la rentabilidad de la producción a que se destina la inversión.

El primer criterio es función del índice de eficiencia de la inversión y del índice específico de la inversión. El segundo criterio es generalmente función de los índices siguientes: precio de coste unitario, rentabilidad de la producción y productividad de la mano de obra.

El índice de rentabilidad se expresa porcentualmente y sirve de base para cálcular el período de amortización del capital invertido.

Además de los criterios arriba mencionados y de los índices correspondientes para evaluar la eficiencia económica de una inversión, deben incluirse también en los cálculos los índices de transformación de la madera y de valorización, así como la determinación de la eficiencia económica de la inversión expresada con arreglo al cambio internacional.

El índice de transformación se expresa porcentualmente por la relación entre la cantidad de la materia leñosa que llevan los productos finales y el volumen de madera consumida en el proceso de fabricación.

El índice de valorización de la materia prima se expresa, en lei/m3,1 y es la relación entre el valor total de los productos al precio de venta y el volumen total de madera consumida en el proceso de fabricación.

1 100 lei = 16,65 dólares.

Si se trata de productos destinados a la exportación, se hace el análisis de la utilidad anual neta que reportan en divisas de los países importadores, al tipo normal de cambio de estas divisas en moneda nacional.

Para evaluar correctamente la eficiencia económica de una inversión, se utilizan, en la mayoría de los casos, todos los índices antes mencionados, expresando el valor de cada uno de ellos un aspecto de la eficiencia, y estos valores habrán de tenerse en cuenta al determinar la cuantía de la inversión necesaria para crear un complejo industrial.

Se comparan los valores obtenidos para estos índices técnicos y económicos en cuanto a la inversión en cada una de las fórmulas posibles con los valores correspondientes obtenidos para otras fórmulas posibles, con los índices correspondientes a otras inversiones análogas, proyectadas o ya realizadas, y con los índices alcanzados en empresas existentes que aplican técnicas perfeccionadas. Los resultados de estas comparaciones sirven de base para juzgar si será posible realizar la inversión con el plan que se ha trazado y en la fórmula propuesta.

Experiencia obtenido en Rumania

La experiencia obtenido en Rumania demuestra que este método de enfoque del problema es el correcto.

Entre las dos guerras mundiales, la industria rumana de la madera se caracterizó por la preponderancia de las serrerías (Cuadro 2).

CUADRO 2. - Porcentaje de las serrerías en Rumania 1919 a 1939

Indice

Las serrerías en la industria de elaboración de la madera entre las dos guerras mundiales

Porcentaje

Capital invertido

82

Fábricas montadas

88

Mano de obra empleada

85

Valor de la producción industrial

88

Una de las principales causas de este desequilibrio en el desarrollo de las industrias madereras era indudablemente la fragmentación de la propiedad forestal (más de 500.000 unidades de producción sin adecuadas vías de acceso). En estas condiciones, la concentración de la producción en grandes complejos industriales ha exigido casi dos decenios.

La concentración de las zonas boscosas y la ordenación forestal se completó finalmente en 1955, lo que permitió, por vez primera, tener una idea general del estado y potencial de producción de los montes.

La política de inversión en los 15 años últimos refleja esta evolución. En un principio se dio prioridad a los problemas de explotación, pero, en una segunda fase, se dio más importancia a la mejora de la eficiencia de las industrias transformadoras de la madera. En el Cuadro 3 se da la distribución de las inversiones en los diversos períodos y la importancia relativa concedida a ambos sectores.

CUADRO 3. - Distribución de las inversiones y evolución del financiamiento


Unidad

1951-55

1956-59

1960-64

Explotación


Inversiones

millones de lei

1510

1503

2749


Promedio anual

millones de lei

302

376

550


Variación

porcentaje

100

124

182

Transformación


Inversiones

millones de lei

415

824

2815


Promedio anual

millones de lei

83

207

563


Variación

porcentaje

100

250

677

Las cifras que figuran en este cuadro muestran que hubo poco cambio en las sumas invertidas en la explotación (E) entre 1951 y 1959, pero que, posteriormente, estas cifras llegaron al 182 por ciento de la cifra inicial. En el sector de la transformación (T), las inversiones fueron relativamente pequeñas durante el período abarcado por el primer plan quinquenal, pero se duplicaron durante el segundo y se sextuplicaron en los seis años últimos.

La variación en la relación entre las inversiones asignadas a estos dos sectores se indica en el Cuadro 4.

Las cifras que se dan en estos dos últimos cuadros muestran que, durante el período que abarcan los dos planes quinquenales, las inversiones fueron mayores en el sector de la explotación, con vistas a aumentar la capacidad de producción de los bosques, mientras que en el período 196064 las sumas asignadas a la transformación se aumentaron, con objeto de ampliar la capacidad de producción y perfeccionar los métodos y procedimientos para sacar eficaz partido del valor de la madera.

CUADRO 4. - Variación en la relación entre las inversiones


1951-55

1956-59

1960-64

Relación E:T

3,6:1

1,8:1

0,9:1

CUADRO 5. Gamas de producción de los complejos industriales en funcionamiento


Unidad de medida

Blaj

Brãila

Comãnesti

Gãlãutas

Gherla

Pitesti

Râm. Vâlcea

Suceava

Pipera

Tg. Jiu

Bacãu

Sighet

Turnu Severin

Madera aserrada de coníferas

miles de m3

-

-

130

-

-

56

-

-

-

7

-

-

-

Madera aserrada de haya

miles de m3

-

-

-

-

-

76

-

-

-

60

-

-

-

Chapas decorativas

millones de m2-

-

-

-

-

4,5

-

4,5

-

-

-

-

-

-

Chapas de madera de haya

miles de m3

36


18

22

18

-

15

18

-

18

-

12

18

Tableros de partículas

miles de m3

-

67

-

8

18

-

12

-

-

18

-

-

-

Tableros de fibra

miles de m3

27

-

35

-

-

35

-

36

110

-

-

-

35

Muebles de madera maciza

miles de unidades

10

-

-

-

-

15

-

10

15

-

15

15

15

Muebles de madera curvada

miles de unidades

-

-

600

-

300

-

-

-

-

600

-

600

-

Puertas y ventanas

miles de m2

300

-

-

330

-

250

-

120

600

-

500

-

-

Entarimados

miles de m2

-

-

-

-

-

250

-

250

-

250

-

-

-

Tableros celulares

miles de m2

-

-

-

15

-

-

-

-

-

-

-

-

-

Cerillas

millones de cajas

-

450

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

1 Mejorados.

Este aumento en las inversiones para desarrollar la industria elaboradora de la madera ha significado que en el período 1960-64 los fondos asignados para este fin representaron más del 50 por ciento del total, en tanto que en el período 1950-55 fueron sólo del 22 por ciento.

Los índices técnicos y económicos que se han mencionado sirvieron de base para establecer las gamas de fabricación de los complejos industriales establecidos en Rumania, según se expone en el Cuadro 5.

La construcción de estos grandes complejos industriales ha hecho que aumentara considerablemente la producción de la economía forestal.

En el Cuadro 6 se presenta la distribución de este aumento de la producción en los principales sectores de la industria de transformación de madera en el período 1960-64, comparado con las cifras correspondientes a 1959.

Muchos de los productos que figuran en el Cuadro 6 se han fabricado por vez primera en Rumania, como son los contrachapados para exteriores (resistentes al agua) empleados para ataguías, construcciones navales, etc., los tableros de partículas de tres capas hechos con haya y especies coníferas, los tableros de partículas estructurales, los tableros duros de haya, los tableros aislantes y bituminosos, los tableros celulares con alma de chapa en espiral, la madera laminada densificada, los tableros de fibra hechos con madera plastificada y esmaltada, las chapas de tipo «Lamelin», las puertas y ventanas terminadas, los fósforos envasados en cajas de cartón, etc.

La aplicación del principio de la integración horizontal o vertical de las industrias elaboradoras de la madera en grandes complejos industriales ha repercutido favorablemente en toda nuestra economía nacional.

En primer lugar, ha permitido un aprovechamiento más eficaz de nuestros recursos madereros. En estos grandes complejos, la disposición de la cadena de transformación de la materia prima permite utilizar los residuos de la conversión primaria como materia prima de otras fábricas del complejo. De este modo, se han obtenido índices de aprovechamiento de 70 a 75 por ciento en los complejos que trabajan con madera de haya, y de 80 a 85 por ciento en los que utilizan maderas de coníferas como materia prima. Si se trata de fábricas que producen un solo articulo, el valor de este índice es del 67 por ciento en las serrerías de coníferas, del 50-58 por ciento en las de roble y haya y del 50 por ciento en las de contrachapados.

Aparte de los desperdicios industriales, ciertos surtidos de maderas pequeñas de baja calidad que se recogen en el monte, como son los rollizos producto de podas y de claras, madera de raja para leña y la broza, se aprovechan también más completamente en las fábricas de tableros de partículas y de tableros de fibra. Esto se refleja en un incremento en el índice de aprovechamiento de especies que antes no se explotaban del todo.

De este modo, el porcentaje del volumen total de madera utilizada para fines industriales ha aumentado de año en año y ha superado el 71 por ciento en 1965, mientras que en 1951 era sólo del 49,1 por ciento (Cuadro 7).

CUADRO 6. - Distribución de la producción de la industria de la madera, por productos principales, entre 1959 y 1964 (1959 = 100)


1962

1964

Total de madera aserrada

119

127

Madera aserrada de haya

148

185

Chapas

272

275

Contrachapados de madera de haya

244

368

Tableros de partículas

393

732

Tableros de fibra

100

504

Puertas y ventanas

222

309

Muebles

231

292

Entarimados

192

202

Cajones de madera de haya para embalaje

225

229

NOTA: Los principales hechos que revela este cuadro son:

1. la utilización particularmente intensiva de la madera de haya durante este periodo para la producción de madera aserrada, contrachapados, tableros de partículas, tableros de fibra, entarimados y envases;

2. la creación y desarrollo de una industria productora de tableros de partículas y tableros de fibra;

3. el ritmo particularmente rápido del incremento de la producción de muebles, puertas y ventanas.

Se han obtenido cada vez mayores valores modificando el peso específico de los principales surtidos para obtener productos más valiosos. De este modo se ha logrado un considerable aumento en la producción de maderas para chapas, que subió de unos 40.000 m3 en 1950 hasta más de 750.000 m3 en 1965.

CUADRO 7. - Volumen de madera utilizada para fines industriales en porcentaje del volumen total de madera recogida

 

1951

1959

1962

1965

Porcentaje

TOTAL

49,1

58,6

63,7

71,2

del cual:

Madera de haya

27,2

44,7

54,1

63,7

Un cambio semejante se ha producido en la estructura por especies del volumen de madera aprovechada que se ha ajustado a los recursos forestales disponibles.

La gran eficacia económica de la conversión de la madera en estos complejos es también resultado del mejoramiento de los índices de valorización de la materia prima.

Así, mientras que este índice, expresado como la ganancia en lei que se obtiene por cada leu de materia prima, no excede de 1,8 en las serrerías de madera de haya, y de 2,5 en las fábricas de contrachapados que trabajan como unidades independientes, en los grandes complejos industriales llega a ser de 3 a 6 lei.

El valor de los productos manufacturados en estos complejos con 1 m3 de madera varía entre 650 y 1.030 lei (108-171 dólares). A fines comparativos, cabe señalar que, en 1959, el valor medio de los productos fabricados con 1 m3 de madera (madera más leña) en todo el país sólo fue de 196 lei (32,5 dólares).

El índice de eficiencia de la inversión (lei invertido por leu producido) variaba entre 1,8 para las fábricas de tableros de fibra y 0,65 para las de muebles.

La importancia de la integración de las fábricas en estos complejos industriales resulta todavía más evidente si se tiene en cuenta que en las unidades elaboradoras se alcanzaron las metas de producción fijadas para 1964 en las proporciones siguientes:


Porcentaje

Contrachapados

83

Chapas

60

Puertas y ventanas

53

Muebles de madera maciza

30

Muebles de madera curvada

83

Tableros de partículas

100

Tableros de fibra

100

Como consecuencia de las nuevas inversiones efectuadas durante el período 1960-64, la tasa media de aumento de la producción industrial en el sector de transformación de la industria de la madera fue del 15 por ciento (Cuadro 8).

Esta evolución rápida de las industrias elaboradoras de la madera ha alterado también la estructura del valor de la producción general conseguida entre 1959 y 1964 en los dos sectores, explotación forestal e industria de elaboración de la madera.

CUADRO 8. - Alteración de la estructura del valor de la producción general


 

1959

1964

Porcentaje

Explotación forestal y extracción

39,1

25,0

Industrias de elaboración de la madera

60,9

75,0

TOTAL

100,0

100,0

Expresado en tanto por ciento del total de la producción global de la industria rumana, el volumen de la industria de la madera aumentó de 4,9 por ciento en 1961 hasta 5,3 por ciento en 1964.

Además, el rendimiento por hombre en la industria de la madera, considerada en su conjunto, fue más de 36 por ciento mayor en 1964 que en 1959.

Este aumento de productividad se puede desglosar como sigue entre los diferentes sectores de actividad:


Porcentaje

1. Aserraderos y fábricas de envase

15,7

2. Fábricas de productos semimanufacturados y productos acabados de alta calidad

56,6

Por lo que concierne al precio de costo, las empresas pertenecientes al Ministerio de Economía Forestal consiguieron una reducción media de 18,7 por ciento en su valor en 1964, en comparación con 1959, y hubo un aumento espectacular en la rentabilidad de la economía forestal.

El desarrollo de las industrias forestales rumanas y la consiguiente ampliación de la gama de sus productos han provocado además el aumento de las exportaciones que en 1965 fueron aproximadamente 2,4 veces mayores que en 1959. Rumania ocupa actualmente el primer puesto entre los países de Europa que exportan madera aserrada de frondosas y un lugar importante entre los países exportadores de contrachapados, tableros de partículas, tableros de fibra, muebles, envases y entarimados.

Este aumento de las exportaciones y, sobre todo, el gran porcentaje de productos muy industrializados que entra en estas exportaciones, son la consecuencia natural del buen éxito alcanzado por las industrias de elaboración de la madera.

Uno de los factores que han contribuido a este buen éxito ha sido el continuo aumento del número de instituciones dedicadas a la formación de personal especializado y el desarrollo paralelo de la investigación científica y de las actividades de planificación.

La creación de estos grandes complejos industriales en relativamente poco tiempo ha hecho que la producción se haya redistribuido por todo el territorio nacional de acuerdo con los principios de una distribución racional de la mano de obra en condiciones tales que las empresas se beneficien de las técnicas más avanzadas.

La economía forestal ha aportado su propia y valiosa contribución esencial a la marcha del país por la senda del progreso.


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