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Informe sobre productos: Expansión de las exportaciones productos forestales de los países en desarrollo - Parte 2

SECRETARÍA DE LA FAO

Tendencias y perspectivas a largo plazo

Tendencias mundiales

Como se vio en la primera parte de este documento, las exportaciones de productos forestales de los países en desarrollo han aumentado a un ritmo sumamente rápido. Durante el decenio que terminó en 1963-65 el valor total de sus exportaciones de dichos productos prácticamente se triplicó, y sus exportaciones a los países desarrollados se triplicaron con creces. Si bien la parte correspondiente a productos elaborados representó bastante menos de la mitad de ese incremento, el valor anual de las exportaciones de estos últimos aumentó casi en 150 millones de dólares en el decenio y, hacia el final del mismo, estaba aumentando la proporción de madera que se exportaba en forma elaborada. ¿Cuáles son las perspectivas para el próximo decenio?

Durante los cuatro últimos años han mejorado considerablemente las bases para evaluar las tendencias y perspectivas a largo plazo del comercio de productos forestales. En ese período se han completado y publicado varias evaluaciones importantes que han contribuido a un conocimiento mucho mejor del sector de la madera y de su evolución en las principales regiones del mundo. Entre estos trabajos, los principales son una importante reevaluación de las tendencias de las necesidades y de la producción en el sector de la madera en los Estados Unidos, y otros estudios detenidos sobre los recursos forestales del Canadá y la U.R.S.S. Además, en colaboración con las comisiones económicas regionales de las Naciones Unidas, la FAO ha finalizado su ciclo de estudios regionales sobre las tendencias en la industria de la madera y ha reunido sus conclusiones, conjuntamente con las de las importantes evaluaciones nacionales que se acaban de mencionar, en una evaluación de las tendencias mundiales en el sector de la madera hasta 1975 (FAO, 1966; FAO, 1967). Las principales conclusiones de ese estudio mundial pueden resumirse, para el período que ha de transcurrir hasta 1975, en la forma siguiente:

1. La demanda de la mayoría de los productos forestales, en particular de paneles a base de madera,6 papel y cartón, seguirá aumentando rápidamente en todas partes.

2. La mayor parte de la nueva demanda se dejará sentir en los países desarrollados y en los países desarrollados de planificación centralizada (como la U.R.S.S. y Europa oriental), que hacia 1975, aumentará,7 en comparación con la de 1961, en un 15 por ciento para la madera aserrada, en casi dos veces y media para los paneles a base de madera y el doble para el papel y el cartón.

3. En algunas partes del mundo, en particular en los países desarrollados, este aumento de la demanda superará al de la oferta interna de madera por un margen cada vez mayor.

4. Por consiguiente, el comercio desempeñará un papel de creciente importancia en el suministro de productos forestales. Se calcula que, para 1975, el volumen anual del comercio mundial de productos forestales será, en el peor de los casos, un 50 por ciento superior al de 1961, época en que ese comercio se evaluó en 6.100 millones de dólares. En términos de volumen de madera (en total equivalente por lo menos a otros 100 millones de m³ de madera rolliza), se espera que aproximadamente la mitad de dicho incremento del comercio consistirá en pasta y papel, un tercio en madera aserrada y el resto en madera contrapachada y chapas (o madera en bruto para la confección de estos productos). En el Cuadro 5 se indican los países o regiones donde probablemente esta demanda de importación será más importante.

5. Se espera que los países desarrollados ricos en coníferas suministrarán la mayor parte de las exportaciones adicionales de pasta y de papel, y gran parte de la madera aserrada. Pero se espera también que los países en desarrollo ricos en frondosas proporcionarán parte de la madera aserrada y una gran proporción de los nuevos suministros de madera contrachapada y chapas o, como ocurre en la actualidad, las trozas en bruto.

6Madera contrachapada (y champas), tableros de fibra y tableros de partículas aglomeradas.

7Siempre que la población y el ingreso (productos) aumenten según las tasas previstas en el estudio, en el que se partió además de la hipótesis de que hasta 1975 no se modificará la relación entre los precios de los productos de la madera y los de sus sucedáneos más parecidos.

En el sector de la oferta, los conocimientos adquiridos en los últimos años han hecho una contribución más importante al panorama general, en particular en lo que respecta a los países septentrionales con recursos madereros. La evaluación a fondo de los recursos del Canadá y la U.R.S.S. permitió evaluar su rendimiento potencial y demostró que estos recursos son inmensos. La nueva evaluación de la situación en los Estados Unidos dio como resultado un considerable aumento en el cálculo de su enorme potencial de abastecimiento.8 El Cuadro da una idea aproximada de las cantidades de que se trata.

8A principios del decenio, la nueva información sobre los inventarios forestales dio también como resultado un considerable aumento en los cálculos del rendimiento en la otra zona productora de importancia, Europa septentrional.

No cabe suponer, en modo alguno, que toda la tala permisible es económicamente accesible, o lo será en 1975, pero sí gran parte de ella. El examen de las dimensiones, contenido y posibilidad de acceso de esos enormes recursos forestales, con su gran contenido de coníferas, y de los demás factores que afectan la posición competitiva de las industrias que utilizan la madera indica decididamente que dichas zonas son, por amplio margen y a plazo corto y medio, los principales abastecedores de madera aserrada de coníferas, madera para pasta, y pasta y papel para el mercado internacional, en particular el de los países desarrollados del hemisferio septentrional donde se están creando grandes déficit de madera, o están aumentando los ya existentes.

CUADRO 5. - ESTIMACIÓN DEL AUMENTO DE ALGUNOS DE os PRINCIPALES DÉFICIT DE MADERA,¹ 1961-1975 (Millones de m³, equivalente en madera rolliza)


 

Déficit

Principales fuentes actuales de abastecimiento externo: zona y producto

1961

1975

CEE y Reino Unido

Trozas de aserrío y trozas para chepas

40½

56½

Europa septentrional U.R.S.S. y Canadá madera aserrada de coníferas Africa occidental trozas de frondosas

Madera para pasta y otra madera rolliza

41

88½

Europa septentrional y América del Norte pasta química, papel de embalaje y papel de periódico

TOTAL

81½

145

 

Estados Unidos

Trozas de aserrío y trozas para chapas

17

28

Canadá madera aserrada de coníferas Asia oriental y sudoriental madera aserrada de frondosas, madera contrachapada y chapas

Madera para pasta y otra madera rolliza

20½

21

Canadá papel de periódico pasta química y madera para pasta

TOTAL

37½

49

 

Japón

Trozas de aserrío y trozas para chapas

10½

20

América del Norte y U.R.S.S. trozas de coníferas (madera blanda) para aserrío Asia sudoriental trozas de frondosas para aserrío y para chapas

Madera para pasta y otra madera rolliza

-

10

Estados Unidos y U.R.S.S. madera para pasta

TOTAL

10½

30

 

FUENTE FAO. La madera: tendencias y perspectivas mundiales, 1966-1967.

¹ Los déficit se expresan en el volumen equivalente de madera rolliza en bruto, véase en la columna de la derecha la forma y procedencia de las principales importaciones que se efectúan en la actualidad

CUADRO 6. - PRINCIPALES ZONAS PRODUCTORAS DE MADERA EN LA ZONA TEMPLADA SEPTENTRIONAL (Millones de m³)




Promedio del crecimiento anual

Extracciones Estima en 1965


Estimación de la tala permisible de madera industrial, 1975

Madera industrial

Total

Europa septentrional

117

90,3

104,9

¹99

U.R.S.S.

874

276,9

385,3

²605

Estados Unidos

461

286,9

318,5

³326

Canadá

-

90,7

97,2

3211-315

FUENTE: FAO. La madera: tendencias V perspectivas mundiales, 1966, 1967.

¹ Extracción prevista de madera industrial en 1975.
² Tala permisible en 1963.
³ Varia según el sistema de ordenación forestal.

Son pocos los países del hemisferio septentrional, incluso aquellos en que abunda la madera, que cuentan con un gran volumen de frondosas sin explotar, que sea aprovechable desde el punto de vista económico y con buenas propiedades para la decoración y el trabajo a máquina, del tipo necesario para ciertos usos como madera aserrada y para muchos contrachapados y chapas. La mayoría de los nuevos recursos en esos tipos de madera se hallan en el monte alto tropical.

Si bien en este sentido la distinción entre las posibilidades y perspectivas de la oferta de los países desarrollados y en desarrollo dista mucho de ser absoluta - algunos de los países en desarrollo absorberán parte del aumento del comercio de madera de conífera aserrada, pasta y papel y algunos países desarrollados participarán en el comercio de madera aserrada de frondosas y contrachapados -, es evidente que, a plazo corto y medio, la mayor parte de las exportaciones globales de los países en desarrollo se compondrá todavía de frondosas tropicales y de productos elaborados con dichas maderas.

Madera aserrada de frondosas, chapas y madera contrachapada

A principios del decenio se calculó (FAO, 1966) que en 1975 los países desarrollados necesitarían anualmente, en términos de madera rolliza, una cantidad de frondosas tropicales superior en 15 a 20 millones de m³ a la que importaban a fines del decenio anterior (unos 13 millones de m³ (rolliza) por año en 1959-61). Hasta la fecha, el comercio ha aumentado a un ritmo considerablemente más rápido que el que indica esa estimación, en particular en el Japón y, en menor grado, en los Estados Unidos; las importaciones de Europa occidental han aumentado a un ritmo ligeramente inferior al previsto anteriormente. No es probable que las importaciones del Japón sigan aumentando durante mucho tiempo a un ritmo tan intenso como el que se ha registrado recientemente. Se espera que la tasa de aumento de las necesidades en materia de productos forestales del país disminuya gradualmente, y también que, a largo plazo, el importante programa de plantación del país aumente la proporción en que esta demanda se satisface con la producción interna. Mientras tanto, es probable que el rápido aumento de la disponibilidad de madera de coníferas de la U.R.S.S. y, en menor medida, de América del Norte, modifique hasta cierto punto la estructura de las importaciones de frondosas (latifoliadas) a favor de la madera de coníferas. No obstante, todo indica que en 1975 la demanda será aún mayor que la prevista en el primer cálculo, la actualidad se calcula que sólo las necesidades de los países desarrollados oscilarán probablemente entre 30 y 35 millones de m³ (rolliza) y productos de frondosas tropicales en ese año, es decir, entre un 50 y un 75 por ciento superiores a las de 1963-65.

Estas estimaciones entrañarían un nuevo aumento en cantidades absolutas tan elevadas que la primera pregunta que se debe formular es: ¿pueden los países en desarrollo aumentar el abastecimiento en esta proporción y a ese ritmo, sin provocar una disminución destructiva de los recursos o un alza inaceptable de los costos y los precios?

Debe recalcarse la importancia de los costos y del precio. Si bien la enorme demanda de frondosas tropicales es en gran medida resultado de sus características especiales (grandes dimensiones, buena calidad, apariencia decorativa, etc.), ésas no son únicas. Otras maderas pueden ser utilizadas como materia prima para muchos de los tipos de madera aserrada, chapas y contrachapados para los que se destinan, y dichos productos pueden ser sustituidos por otros materiales. El aumento de los precios retardaría el crecimiento de la demanda de importación de frondosas tropicales señalado anteriormente.9

9 Como se señaló en la nota 7, estos cálculos de las necesidades futuras se basaban en el supuesto de que no se modificará la competencia de precios entre dichos productos.

Si bien la zona de montes altos tropicales dista mucho de haber sido explorada en su totalidad, lo que se sabe acerca de ella es suficiente para poder afirmar que, en realidad, podrían obtenerse anualmente cantidades mucho mayores. Desde el punto de vista físico, todo parece indicar que, por lo menos hasta 1975, la oferta puede satisfacer el aumento de la demanda. No obstante, cabe abrigar ciertas dudas sobre la posibilidad de impedir el alza de los costos durante ese proceso.

Es probable que las especies que tienen mayor demanda se estén haciendo cada vez más escasas, en calidad y dimensiones comerciales, en algunas de las zonas más accesibles en la actualidad, pero en otras zonas hay todavía enormes cantidades incluso de esos tipos de maderas. Sin embargo, estas últimas tienden a hallarse en zonas cada vez más alejadas, cuyo acceso es más costoso, aunque existe la posibilidad de compensar ese aumento de los costos mediante la mejora de la tala y del transporte.

Los costos de la tala y el transporte son elevados, entre otras razones porque en la actualidad son muy pocas las especies utilizadas en comparación con el gran número de especies existentes en los bosques. Incluso en los bosques en explotación sólo se extrae una pequeña fracción del volumen disponible. Por consiguiente, los gastos por concepto de carreteras, equipo, etc., en que se incurre en la apertura y explotación de los bosques son elevados por unidad de volumen de madera extraída.

Como resultado de las pruebas y ensayos efectuados, se ha comprobado que varias de las especies no utilizadas o poco utilizadas son adecuadas para su uso comercial, pero aún no han encontrado una amplia aceptación en el mercado. Para lograr una producción más eficiente y de mayor volumen en los bosques de frondosas tropicales, es necesario introducir en el mercado un mayor número de especies utilizables, ya sea directamente en el mercado de exportación o en los mercados internos, a fin de poder disponer de las maderas de mayor valor para la exportación.

La segunda pregunta que se plantea es ¿en qué medida las crecientes exportaciones de frondosas tropicales pueden efectuarse en forma de productos elaborados y manufacturas en vez de materias primas? En esta etapa del estudio es necesario poner de relieve la magnitud incluso de la demanda actual de productos de frondosas tropicales. El valor de los productos de casi 21 millones de m³ de madera rolliza de frondosas tropicales utilizados anualmente en los países desarrollados en el período 1963-65 habría ascendido (a los precios de exportación f.o.b.), si hubieran sido elaborados en su totalidad en los países en desarrollo, a más de 1.000 millones de dólares.10 Se calcula que para 1975 la cantidad necesaria habrá aumentado entre un 50 y un 75 por ciento. Es evidente que en el período relativamente breve que ha de transcurrir hasta 1975 es absolutamente imposible que los países en desarrollo puedan crear una capacidad industrial viable en una escala que se aproxime siquiera a la necesaria para elaborar toda esa cantidad. Por lo tanto, a corto plazo la cuestión consiste más bien en saber qué cantidades pueden estos países elaborar en condiciones competitivas para la exportación, y no en determinar si pueden hallar mercados de exportación para sus productos forestales elaborados.

10 En las estadísticas del comercio internacional no se hace diferencia entre las trozas para la industria de aserraderos (de aserrín) y las destinadas a la elaboración de contrachapados y chapas (trozas para hacer chapas). Este valor tiene que basarse, por consiguiente, en una estimación de la forma en que se distribuyeron entre esos usos las trozas importadas por los países desarrollados.

La producción de madera aserrada, chapas y contrachapados constituye un proceso de baja recuperación. Se pierde durante la elaboración del 40 al 60 por ciento del volumen de una troza de aserrío y del 50 al 70 por ciento de una troza para hacer chapas. Por lo tanto, como el costo de la troza en bruto constituye una proporción muy elevada del costo total de producción (del 50 al 70 por ciento para la madera aserrada) es, en general, conveniente, a reserva de las consideraciones que siguen, instalar esas industrias muy cerca de los bosques. Por consiguiente, la elaboración en el país de origen desempeña un importante papel en la mejora de la utilización de los heterogéneos bosques tropicales, puesto que, por lo general, las especies de menor valor sólo pueden exportarse después de eliminarse parte del peso en el proceso de elaboración.¹¹

¹¹ Por ejemplo, ciertas maderas, que sería difícil vender como trozas o madera aserrada, pueden utilizarse con buenos resultados como chapas de núcleo en contrachapados.

Existen otras razones que justifican económicamente la instalación de esas industrias en los países en desarrollo productores de madera. Dichas industrias, en particular la de aserrío y de producción de chapas, no tienen gran densidad de capital y pueden operar eficientemente en escala relativamente reducida; son relativamente simples y no requieren un alto grado de conocimientos técnicos de la mayoría de los trabajadores y tienen pocos insumos de alto costo, ya sea porque hay que importarlos o producirlos en industrias internas protegidas. En resumen, se trata de industrias que pueden ser establecidas con buenos resultados en muchos países, incluso en los que se encuentran en las primeras etapas de desarrollo.

Por supuesto, la tasa de expansión competitiva de esas industrias es limitada. En primer lugar, aunque se trata de industrias simples, requieren un mínimo de conocimientos técnicos, servicios e infraestructura, y los aserraderos que producen para la exportación deben ser, por lo general, tan modernos y grandes como los principales de la industria. Además, a medida que aumentan los costos de la mano de obra y de otros factores en los países desarrollados importadores, se observa la tendencia, por lo menos en algunos importadores, a tratar de importar productos, como la madera aserrada, desecada en hornos y cepillada (o piezas de muebles y de ebanistería), que han sido sometidos a una mayor elaboración en los países exportadores que producen a bajo costo y, por consiguiente, los productores que puedan llevar a cabo una elaboración adicional de carácter más complicado serán probablemente los que estén en mejores condiciones de ampliar sus exportaciones.

En segundo lugar, los usos a que se destinan las maderas para fines decorativos, como la construcción de muebles, están sujetos a la rápida evolución de la moda. El sector de la industria que elabora dichas maderas - en realidad de importancia mucho menor y de crecimiento más lento que el de las maderas utilitarias - está a menudo orientado más provechosamente hacia el mercado que hacia los recursos. Por consiguiente, es lógico prever que las maderas valiosas, utilizadas con fines decorativos, seguirán exportándose en forma de trozas.

Incluso entre las maderas utilitarias, solamente las de mejor calidad son, por lo general, adecuadas para la exportación a los países desarrollados. Por lo tanto, el crecimiento de la industria de exportación estará probablemente vinculado con el del mercado interno para las calidades inferiores o con la creación de un mercado de exportación para dichos tipos en otros países en desarrollo. Singapur, por ejemplo, coloca en el Cercano Oriente gran parte de las calidades inferiores de madera aserrada de su importante industria de aserraderos.

La expansión de esas industrias depende también cada vez más de la posibilidad de encontrar mercados comerciales para las grandes cantidades de residuos de la elaboración. En los países desarrollados esos residuos se utilizan generalmente en las industrias del cartón y de la pasta,¹² pero en los países en desarrollo dichas industrias, en caso de existir, probablemente estarán en condiciones de absorber sólo una parte muy limitada de los residuos de grandes industrias de aserraderos o de fabricación de chapas que producen para la exportación. El éxito logrado por China (Taiwán) y la República de Corea como exportadores de contrachapados se explica en buena parte por su capacidad, conjuntamente con su bajo costo de producción y su mano de obra técnicamente calificada, para encontrar nuevos usos a los núcleos de troncos para chapas; por ejemplo, en industrias de elaboración de la madera en pequeña escala, tales como la manufactura de piezas de ebanistería y partes de muebles (que también se exportan parcialmente).¹³

¹² En los países desarrollados, la existencia de un mercado para los productos de las distintas dimensiones y calidades que pueden elaborarse y también, cada vez más para gran parte de los residuos de elaboración, permite compensar en gran parte el mayor costo de la materia prima importada en forma de trozas. En otras palabras a menos que los productores de los países de origen puedan contar con una cantidad igual o casi igual de salidas comerciales, su ventaja competitiva, en cuanto al costo de las trozas es insignificante o nula.

¹³ Un hecho importante ocurrido recientemente, que podría ampliar considerablemente los mercados para los residuos de la elaboración y, por lo tanto, la rentabilidad del proceso en algunos países en desarrollo, es el progreso del transporte a granel de residuos de madera para pasta en forma de virutas. Con ese medio es posible conseguir bajos costos de entrega incluso a grandes distancias; las principales corrientes de este comercio, que está aumentando rápidamente, son las del Canadá a los Estados Unidos y de los Estados Unidos al Japón. En ambos casos se trata de madera de coníferas. Pero, según se informa, algunas empresas japonesas se interesan actualmente en obtener de los países productores de frondosas tropicales de Asia sudoriental viruta de madera de frondosas para pasta.

El costo del transporte hace aumentar rápidamente el costo total de un producto tan voluminoso y pesado como la madera. Entre Africa occidental y Europa occidental los gastos de flete representan hasta el 60 por ciento, para las especies de menor valor, del costo de las trozas puestas en tierra. Los países productores cuyas comunicaciones marítimas con los principales países importadores son escasas y tienen un deficiente sistema portuario, son probablemente los que sufrirán mayores desventajas en materia de costos. El costo del transporte marítimo ha constituido un factor importante en el progreso alcanzado recientemente por las industrias forestales de exportación de los países en desarrollo y de otros países; en general, los mayores progresos se han registrado en los países que están bien situados con respecto a los principales mercados (y a las fuentes de suministro de trozas).

A fin de poder calcular, aunque sea en forma muy general, el posible potencial de exportación hasta 1975, se han examinado brevemente esos y otros factores pertinentes de la disponibilidad de recursos, la economía de la industria y ubicación de cada productor efectivo y potencial de productos de frondosas tropicales, a fin de tener una idea general de sus posibilidades y limitaciones. Como la información sobre muchos aspectos es escasa o nula, este análisis debe considerarse sólo provisional y sujeto a amplios márgenes de error. En el Cuadro 7 se resumen los resultados del examen.

CUADRO 7. - ESTIMACIÓN DE LOS CAMBIOS EN LAS POSIBILIDADES DE EXPORTACIÓN DE FRONDOSAS TROPICALES ELABORADAS HASTA 1975



Exportaciones 1963-65

Estimación de las posibilidades de exportación en 1975

Millones de m³ (aserrada)

Millones de $

Madera aserrada

2,44

3,7-4,0

215-230

Contrachapados y chapas

0,91

2,4-3,4

290-410

FUENTE: Cálculos de la Secretaria de la FAO.

El análisis parte de la base de un cálculo anterior de la demanda global de frondosas tropicales en los países en desarrollo, en 1975, de 30 a 35 millones de m³ (madera rolliza), y presenta una gama de distintas estimaciones de la oferta. El nivel superior de esa gama de estimaciones representa el límite superior aparente de la producción viable para exportación a países desarrollados que podrían lograr los países en desarrollo en 1975. En otras palabras, representa una estimación de las exportaciones que podrían efectivamente realizarse a los actuales precios efectivos si no hubiera limitaciones, como las arancelarias, que afecten a las importaciones en forma de madera rolliza en vez de productos elaborados y después de tener en cuenta el incremento del comercio de esos productos entre países en desarrollo.14 Esta hipótesis prevé un aumento muy grande del comercio. El valor anual de las exportaciones de productos elaborados de madera de frondosas de los países en desarrollo a los desarrollados aumentaría más de tres veces, y en 450 millones de dólares, en un período de 11 años. No obstante, ni siquiera ese aumento importantísimo bastaría para satisfacer en su totalidad la demanda adicional de frondosas tropicales que, según se calcula, han de exigir los países desarrollados en 1975. Por consiguiente, las exportaciones de trozas también aumentarían, hasta en un 30 por ciento y 100 millones de dólares, por encima del nivel de 1963-65.15

14 Debe hacerse de nuevo hincapié que se trata de una estimación muy general de la posible producción para la exportación y no de un cálculo de la demanda adicional de importación que podría desarrollarse debido a una baja de precios resultante de la eliminación de aranceles, eta. Como se trata de un comercio muy reciente, que ha crecido tan rápidamente, ha entrañado modificaciones considerables en la estructura de la calidad de los productos, y ha ido acompañado de importantes cambios en las características de utilización en el mercado principal, no parece posible determinar actualmente una elasticidad significativa de la demanda de importación.

15 En la práctica, desde luego, la eliminación de aranceles implícita en esta hipótesis entrañará probablemente la reducción de por lo menos algunos de los precios del mercado y, por consiguiente, una expansión de la demanda incluso por encima del nivel calculado aquí. Por otra parte, debe tenerse presente que la demanda de los países desarrollados puede no ampliarse en la medida que se prevé en este estudio, y que los precios de dichos productos pueden bajar al disminuir la demanda. Si los precios disminuyeran, el potencial de elaboración viable para la exportación en los países en desarrollo sería, desde luego, menor de lo calculado en el presente trabajo.

El nivel inferior de la gama de estimaciones, que figura en el Cuadro 7, es un cálculo de la expansión que podría lograrse si las exportaciones de los productos elaborados, madera aserrada, chapas y madera contrachapada se vieran limitadas por el crecimiento de los mercados que ya aceptan dichos productos, y por la lentitud del actual ritmo de sustitución de las importaciones de trozas en otras partes. En la práctica, en el período relativamente breve que ha de transcurrir hasta 1975, en la mayoría de los países en desarrollo la expansión de la capacidad de elaboración de frondosas tropicales orientada a la exportación estará limitada por otros factores distintos de la importancia de los mercados de exportación existentes en los países desarrollados (por ejemplo, por falta de conocimientos especializados suficientes, de mercados para las calidades inferiores y los residuos, etc.). Constituyen una excepción a esta regla varios países del Lejano Oriente para los cuales la existencia de mercados es ya uno de los principales factores que limitan una mayor expansión de las exportaciones. Por consiguiente, las estimaciones mínimas del Cuadro 7 reflejan principalmente la limitación al incremento de las exportaciones que ha de sufrir probablemente esa región debido a un menor acceso a los mercados, en particular en el Japón. La diferencia en los niveles de aumento del comercio de productos elaborados de madera de frondosas, que parecería factible con arreglo a las dos hipótesis, es considerable, y ascendería a unos 130 millones de dólares anuales hacia 1975. Además, en el caso del límite inferior de crecimiento de los productos elaborados, a pesar de que se trata de una cantidad muy importante, las exportaciones de trozas tendrían que aumentar hasta en un 50 por ciento con respecto al nivel de 1963-65 para poder satisfacer toda la demanda estimada de los países desarrollados en materia de frondosas tropicales en 1975.

En esta sección se ha hecho hincapié en los factores limitativos de la producción más bien que en las limitaciones y restricciones del mercado. Pero, aun en la actualidad, el grado de acceso a los mercados, en el sentido más amplio de la expresión, limita materialmente el crecimiento de las exportaciones de dichos productos forestales, por lo menos en algunos países en desarrollo. Conforme transcurra el tiempo, ese factor ha de ser, desde luego, cada vez más importante para otros exportadores de los países en desarrollo, e incluso en el futuro inmediato algunas de las barreras, por ejemplo las arancelarias, obstaculizarán el desarrollo de sus posibilidades para crear una capacidad suficiente de elaboración para la exportación. Además, en el examen y análisis anterior no se ha tenido todavía en cuenta el hecho de que los países desarrollados de planificación centralizada no importan, y prácticamente no utilizan, frondosas tropicales. Sin embargo, en la mayoría de dichos países se presentan también las limitaciones con que se enfrentan los demás países de la zona templada septentrional para ampliar el abastecimiento de maderas con características similares, las maderas de frondosas tropicales permitirían ampliar la variedad de productos y calidades de madera de que disponen estos países. Si se decidieran a mejorar la calidad de los bienes durables de consumo, como los muebles, podrían constituir un nuevo e importante mercado para las frondosas tropicales.

En la tercera sección del presente documento se examinan los progresos que se hacen, y que pueden hacerse, en lo concerniente a la mejora del acceso a los mercados y otros aspectos relacionados con la expansión y diversificación de las exportaciones de frondosas y otros productos forestales de los países en desarrollo. No obstante, deben estudiarse en primer término otros grupos importantes de productos forestales, que probablemente han de ser objeto de comercio en cantidades mucho mayores durante el próximo decenio.

Pasta y papel

La fabricación de pasta y de papel exige una elevada inversión de capitales y permite obtener considerables economías de escala. Por ejemplo, la inversión fija por tonelada-día puede ser más del doble en una fábrica de pasta que produzca 25 toneladas diarias que en otra que llegue a 200 toneladas, y esa inversión aumentará en 30 ó 35 dólares por tonelada los costos de fabricación de un producto que tenga un precio de unos 120 dólares en el mercado mundial. Las condiciones de explotación y comercialización no exigen ni permiten obtener grandes economías mediante operaciones en gran escala en todas las ramas de la industria, pero en las calidades corrientes - papel para periódico, pasta química, papel de embalaje, etc. -, que constituyen la mayor parte de la pasta y del papel que son objeto de comercio internacional, se pueden utilizar procedimientos en gran escala. Las fábricas de papel para periódicos que se construyen ahora en los principales países exportadores tienen una capacidad de 100.000 a 200.000 toneladas por año, y la de las nuevas fábricas de papel de embalaje se cifra entre 200.000 y 300.000 toneladas, lo que exige una inversión de 40 a 90 millones de dólares por fábrica.

Como es natural, para lograr una producción competitiva no siempre es necesario instalar fábricas de esa dimensión. Con insumos más baratos, una elaboración menos costosa a costos de entrega más bajos se pueden sostener fábricas de tamaño más reducido. Ahora bien, la fabricación de pasta y de papel es además una industria muy desarrollada que requiere un elevado grado de capacidad técnica, y grandes insumos de productos químicos, energía y agua. En la actualidad, son pocos los países en desarrollo que cuentan con la infraestructura, industrias, aptitudes o servicios auxiliares indispensables para esta clase de producción y, por lo tanto, están en desventaja en lo que se refiere a costos en muchas fases del establecimiento y explotación de una industria de pasta y de papel.

Muchos países en desarrollo pueden lograr una considerable ventaja de costos en la madera de bajo precio. Como el costo de la madera para materia prima suele ser la partida más elevada de los costos de producción de pasta de madera - suele representar del 40 al 60 por ciento en Norteamérica y en Europa septentrional -, esa ventaja puede ser importante. Por ahora, pocos países en desarrollo tienen grandes recursos de materia prima de bajo costo para la fabricación de pasta de calidad adecuada como para sostener una industria orientada a la exportación. Las maderas de frondosas y una gran variedad de otros materiales fibrosos que en general poseen se utilizan cada vez más para fabricar pasta y constituyen la base de gran parte de la industria de la pasta y del papel que abastece los mercados internos de los países en desarrollo. Sin embargo, la mayor parte de las calidades de esos productos que proporciona el comercio en la actualidad se fabrican con madera de coníferas de fibra larga. Como ya se ha señalado, esas maderas sólo se dan en forma natural y en cantidades limitadas en unas cuantas zonas de los países en desarrollo.

No obstante, en el mundo en desarrollo existen zonas muy extensas en las que se pueden cultivar bosques artificiales de coníferas exóticas, y maderas de frondosas utilizables para la fabricación de pasta, y lo que es más importante, las condiciones de cultivo de esas zonas suelen permitir que los árboles crezcan mucho más rápidamente y que la madera resulte más barata que en la zona templada septentrional.

Unos cuantos países han creado ya industrias de exportación de pasta o de pasta y papel sobre la base de bosques artificiales, y otros muchos recurren a esa clase de bosques para satisfacer sus necesidades en materia de pasta de madera. Partiendo de bosques artificiales, Sudáfrica y Nueva Zelandia han establecido grandes industrias que subvienen a casi todas las necesidades de esos países y sirven de base a una exportación económicamente viable. Entre los países en desarrollo se puede citar a Chile, que cuenta con una gran industria en rápido crecimiento basada en bosques artificiales de coníferas, incluida una fábrica, que a finales de 1965 tenía una capacidad anual de 250.000 toneladas, una de las mayores del mundo. Swazilandia tiene una fábrica con una capacidad de 120.000 toneladas, que está funcionando desde 1961 y cuya producción, basada en las plantaciones de coníferas, se destina a la exportación.

En esos y otros países están creciendo variedades de árboles para pasta en nuevos bosques artificiales de considerable extensión, aunque no todos ellos están situados de modo que permitan obtener a bajo costo madera para la industria de la pasta y del papel, de tal manera que pueda competir en el mercado internacional, puesto que gran parte de esa madera está demasiado dispersa o alejada de los posibles emplazamientos de las fábricas o de los mercados. No hay duda de que para 1975 se habrán establecido nuevas fábricas que permitirán exportar con éxito, pero su desarrollo parece pertenecer a un futuro más lejano.

De este modo, los países en desarrollo pueden convertirse con el tiempo en importantes exportadores de pasta y de papel. Se trata de una cuestión de oportunidad. Por una parte, dependerá de la rapidez y de la medida en que el aumento de los costos de las materias primas afecten el carácter competitivo de la industria en la zona templada septentrional. Como ya se ha indicado, la experiencia de los últimos años indica que las perspectivas de la oferta en el conjunto de esos países - aunque no en todos ellos considerados aisladamente o incluso en ciertas regiones - son mejores de lo que se había creído, por lo que es probable que otros abastecedores podrán establecerse en los mercados de los países en desarrollo más lentamente. En la actualidad, las industrias de los principales países productores tienen también un exceso de capacidad de elaboración, exceso que probablemente persistirá aún algunos años. A corto plazo, esto supondrá una limitación más a la nueva capacidad de exportación en los demás países. Se da también el caso de que la ventaja que suponen las excelentes condiciones de cultivo de muchos países en desarrollo puede aumentar con el tiempo, conforme sea necesario hacer inversiones cada vez mayores para intensificar la producción de madera para pasta en los bosques de las zonas templadas.

Por otra parte, falta saber si es posible desarrollar los bosques artificiales a un ritmo bastante rápido, y en una escala que permita aprovechar las oportunidades a medida que se vayan presentando. Muchos países han demostrado que poseen las tierras y conocimientos técnicos necesarios. Ahora bien, la repoblación forestal exige gran densidad de mano de obra, pero también una inversión cuantiosa cuando se ha de realizar en escala suficiente para abastecer a una gran fábrica de pasta.

Debido al volumen de inversión necesario, la cuestión de la oportunidad es, una vez más, importante. Puede ocurrir que la ubicación de algunos bosques de madera para pasta plantados con la idea de exportar pasta de papel haya sido mal elegido. Aunque el cultivo de la madera se caracteriza por una gran flexibilidad - ya que se puede dejar que continúe creciendo el árbol sin detrimento de la calidad durante algún tiempo, o dedicar la producción a otros usos como, por ejemplo, a madera aserrada -, a veces se efectúa una inversión errónea que pocos países en desarrollo se pueden permitir.

CUADRO 8. - PERSPECTIVAS DE CRECIMIENTO DE LA CAPACIDAD DE LAS INDUSTRIAS DE PASTA Y DE PAPEL¹ EN LOS PAÍSES EN DESARROLLO




América Latina

Africa²

Asia²

1965

1970

1975

1965

1970

1975

1965

1970

1976

Efectiva

Planificada

Estimada

Efectiva

Planificada

Estimada

Efectiva

Planificada

Estimada

Pasta³

Pasta de madera

1493

2104

3179

175

171

775

307

372

740

Pasta de otra clase

565

779

1060

78

108

551

695

1483

1650

TOTAL

2058

2883

4239

253

279

1326

1002

1855

2390

Papel y cartón

Papel para periódico

389

325

916

6

9

216

158

258

525

Papel de otra clase

2882

4299

4855

167

334

960

996

1806

2270

TOTAL

3271

4624

5771

173

343

1176

1154

2064

2795

FUENTES: FAO. La madera: tendencias y perspectivas mundiales, 1966 - FAO. Capacidades mundiales de pasta y papel, 1965 y 1967

¹ Capacidad registrada en 1965 (efectiva) y en 1970 (planificada); producción estimada en 1975. Los datos de los estudios de capacidad de 1965 y 1967 no son siempre comparables en su totalidad.
² Países en desarrollo únicamente; con exclusión de los países del Cercano Oriente.
³ Con exclusión de la pulpa soluble.

Además, las perspectivas de exportación de pasta y de papel de los países en desarrollo se deben considerar conjuntamente con el problema que plantea la necesidad de satisfacer la creciente demanda de esos productos en los mismos países. Casi todos, o todos, los países en desarrollo poseen materias primas para la fabricación de pasta en cantidades suficientes para atender por lo menos una parte de sus necesidades. Los obstáculos a la expansión de esta industria en esos países son, en gran parte, resultado de la escala de la explotación necesaria para una producción económica. En las fábricas pequeñas se pueden producir eficazmente varias calidades de pasta y de papel, sobre todo para mercados nacionales alejados de los proveedores exteriores, pero muchos países no ofrecen siquiera un mercado suficientemente amplio para una pequeña fábrica, o sólo pueden atender parte de sus necesidades en materia de papel y cartón.

En algunas partes de Africa, Asia y América Latina se ha desarrollado ya una industria considerable de pasta y de papel para abastecer los mercados nacionales. Sin embargo, en 1963-65 los países en desarrollo importaron en conjunto 2,25 millones de toneladas, de las cuales 2 millones procedían de países desarrollados. Además importaron 826.000 toneladas de pasta de madera, 737.000 de ellas procedentes de países desarrollados. El valor, a los precios de exportación, f.o.b., fue superior a 500 millones de dólares, y continúa aumentando.

Es muy probable que muchos de esos países ofrezcan a los actuales exportadores de pasta y de papel, así como a los posibles exportadores de los países en desarrollo, distancias más cortas (y, por lo tanto, aunque no siempre, un transporte más barato) hasta el mercado y precios más elevados, en ese mismo mercado, que los que pueden obtener exportando a los países desarrollados, ventajas que se pueden aumentar mediante acuerdos que fomenten el comercio interregional, por ejemplo, la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio. En consecuencia, es de esperar que el comercio de pasta y de papel entre países desarrollados aumente por lo menos a corto plazo, más rápidamente que las exportaciones a los países desarrollados. (La mayoría de las crecientes exportaciones de Chile están destinadas a otros países de América Latina.)

En realidad, el crecimiento de esta industria en esas regiones se beneficiaría fundamentalmente con el aumento del comercio de pasta y de papel entre países en desarrollo. Puesto que algunas ramas de esa industria exigen una explotación en gran escala, para que sean económicamente viables es necesario desarrollarlas en una escala superior a la nacional. Hasta hace poco había un exceso de fábricas de pasta y de papel antieconómicas y con una capacidad de producción demasiado pequeña - sobre todo en América Latina y en algunas partes de Asia -, que en un principio fueron creadas para sustituir importaciones en el plano nacional, y sus suministros resultaban demasiado costosos, aun en los países vecinos, para poder competir con proveedores de países desarrollados. Los elevados costos y la protección excesiva a la producción han limitado la expansión del consumo de papel y de cartón y también el crecimiento de la industria papelera en esos países. En realidad, la industria de la pasta y del papel debería figurar en lugar destacado en la lista de las industrias que se deben planificar sobre base regional o subregional, coordinando y armonizando el desarrollo de la industria en el plano nacional. Es evidente que el desarrollo de una industria de la pasta y del papel sobre esa base proporcionaría a los fabricantes que estuvieran debidamente capacitados un sólido fundamento para ampliar sus operaciones, en el debido momento, y exportar a los países desarrollados.

En el Cuadro 8 se resumen los resultados de una serie de evaluaciones, realizadas país por país, de las posibilidades económicas de la producción de pasta y de papel en Africa, Asia y América Latina en 1975. Estas evaluaciones se comparan con la situación real en 1965 y con la capacidad proyectada para 1970. Se espera que en 10 años esas industrias dupliquen con creces su volumen de operaciones. No es posible predecir qué parte de la producción de 1975 se exportará, pero es probable que el valor de las exportaciones sea superior en 100 millones de dólares a las de 1963-65, y que la mayor parte de ellas sea absorbida por otros países en desarrollo.

Madera aserrada de coníferas

La madera aserrada de coníferas es el tercer producto que el comercio tendrá que suministrar en cantidades mucho mayores a los mercados, principalmente a los de los países en desarrollo. Como ya se ha indicado, esas maderas se encuentran en su mayoría en la zona templada septentrional, donde en algunas regiones existen todavía enormes reservas que, según se espera, podrán hacer frente durante algún tiempo al crecimiento previsto en la demanda de importación.

No obstante, los países en desarrollo que poseen grandes bosques de coníferas (especialmente Brasil y América Central) han participado en ese comercio. Como ya se ha dicho, la industria de los aserraderos, a diferencia de la producción de pasta y de papel, es relativamente simple y puede funcionar en forma eficaz y competitiva en zonas que se encuentran en una fase de desarrollo incipiente. Ahora bien; al parecer, los limitados recursos y la creciente demanda nacional y regional restringirán toda nueva expansión de las exportaciones de madera aserrada de coníferas de la mayoría de esos países, aunque todavía existe la posibilidad de ampliar las exportaciones procedentes de algunas regiones de América Central. Además, el Japón ha empezado a importar madera aserrada de coníferas de algunos países de Asia, por ejemplo, de China (Taiwán), productores de esta madera y es posible que se amplíe ese comercio.

A largo plazo, es más probable que parte de la expansión de las exportaciones de madera aserrada de coníferas proceda de bosques artificiales de coníferas de los países en desarrollo, pero sólo en raras ocasiones podrán proporcionar esos países las dimensiones y altas calidades exigidas cada vez más en los mercados de los países desarrollados. Como las trozas de aserrío representan en general la parte más importante de los costos totales de la producción de madera aserrada - del 50 al 70 por ciento -, los reducidos costos de producción de trozas en los bosques artificiales de rápido crecimiento en los países en desarrollo pueden disminuir considerablemente los costos de producción de madera aserrada hasta llegar a compensar los elevados gastos de transporte a los mercados de los países desarrollados. Algunos países, como Kenia y Chile, por ejemplo, venden ya a los países desarrollados pequeñas cantidades de madera aserrada de coníferas extraída de plantaciones. Por otra parte, es probable que la creciente demanda de madera aserrada en los países en desarrollo limite las cantidades disponibles para la exportación a los países desarrollados; como sucede con la pasta y el papel, es probable que las exportaciones a otros países en desarrollo aumenten más rápidamente, por lo menos a corto plazo.

Conclusión

La evaluación de las perspectivas de exportación de los productos forestales seleccionados que se examinan en este trabajo, procedentes de países en desarrollo, demuestra que, en conjunto, las exportaciones continuarán aumentando muy rápidamente, pero una parte cada vez mayor de ellas se hará en forma de productos elaborados. En 1975, los países en desarrollo, considerados en conjunto, estarán en condiciones de exportar a los países desarrollados productos forestales por valor de más de 1.000 millones de dólares (a los precios de 1963-65). A corto plazo, el aumento se dejará sentir sobre todo en el sector de los productos de maderas de frondosas tropicales y, por consiguiente, sólo beneficiará a un reducido número, aunque creciente, de países en desarrollo. Existen razones fundadas para creer que, a largo plazo, los países en desarrollo se convertirán en importantes exportadores de una gama más amplia de productos forestales, especialmente del grupo de la pasta y el papel, aumentando así considerablemente las posibilidades de expansión de su comercio en el sector de productos a base de madera, y elevando el número de participantes. En la sección final de este documento se estudian las medidas que se deben adoptar para convertir en realidades esas alentadoras promesas.

Se ha concentrado la atención en los productos forestales primarios de mayor interés como fuentes de mayores ingresos de exportación para los países en desarrollo en conjunto, es decir, los productos que pueden originar grandes ingresos de exportación, y los que figuran como exportaciones de varios o muchos de esos países. No se debe pasar por alto el hecho que cada país puede participar también en la exportación de productos como tableros de partículas y de fibra, que figuran sólo en forma muy reducida en el total del comercio de productos forestales de los países en desarrollo, o en los productos no madereros procedentes de los bosques y en otras formas más elaboradas de madera, papel y cartón, todas ellas ajenas al propósito de este documento, como ya se ha señalado en la introducción.

Expansión y diversificación del comercio

Sin la ayuda correspondiente, no se materializarán plenamente, ni mucho menos, las extraordinarias posibilidades expansión acelerada y en gran escala que se abren ante las exportaciones de productos forestales de los países en desarrollo. Para fomentar este comercio, será preciso adoptar medidas bien concebidas a múltiples niveles y en muchas direcciones. En vista de que el potencial de expansión de las exportaciones de este grupo de productos es muy prometedor - uno de los que más promesas ofrece entre los sectores principales en los que los países en desarrollo pueden, o podrían, desarrollar en breve plazo un importante comercio de exportación -, las medidas que corresponda adoptar deben ocupar un lugar preponderante en todo programa cuyo objeto sea fomentar y diversificar el comercio de los países en desarrollo.

Entre las exportaciones de productos forestales de los países en desarrollo, en esta sección se presta atención a las medidas encaminadas a fomentar las exportaciones de productos elaborados, en particular del sector en el que podría lograrse una gran expansión durante los próximos 10 ó 15 años, o respecto del cual se impone, en un futuro inmediato, la adopción de decisiones y medidas para poder lograr la expansión del comercio en un futuro más lejano.

El Grupo de Trabajo, mixto especial UNCTAD/FAO sobre la Madera y los Productos Forestales, que se reunió en octubre-noviembre de 1966, con la asistencia de expertos de 30 países, examinó los medios para fomentar las exportaciones de productos forestales de los países en desarrollo, especialmente a los países desarrollados. El Grupo de Trabajo llamó la atención sobre una serie de obstáculos que se oponen a la expansión del comercio de productos forestales de los países en desarrollo, y en su informe (UNCTAD/FAO 1967) recomendó la adopción de una amplia serie de medidas que podrían contribuir a superar o reducir esos obstáculos.

El Grupo de Trabajo reconoció que existían dos etapas en las que se imponía la adopción de: 1. medidas para reforzar el potencial de exportación de productos forestales; 2. medidas para aumentar la exportación de productos forestales.

Como es natural, muchas de las medidas, como las relativas a la capacitación de personal y a la mejora de la calidad del producto, se aplican por lo general a fomentar el desarrollo de la mayor parte de las industrias y de los mercados de exportación para la mayoría de los productos. En la sección del presente documento que figura a continuación se examinan más detalladamente algunas de las medidas que tienen especial importancia para las industrias y los productos forestales. Su finalidad es examinar a fondo los problemas y los obstáculos, determinar las medidas que deben adoptarse, y proponer las actividades concretas que deben emprenderse. Se hace especial referencia a la necesidad de adoptar medidas en el plano internacional, así como al alcance de las mismas, y se llama la atención sobre las actividades pertinentes de los organismos de las Naciones Unidas y de otras organizaciones.

Incremento del potencial de exportación

ESTUDIO DE LOS RECURSOS FORESTALES

La información sobre la disponibilidad de materias primas constituye un factor fundamental para el desarrollo de las industrias forestales. Respecto a muchas de las especies de frondosas tropicales que se utilizan en menor grado, una de las principales incógnitas estriba en determinar si se dispone de cantidades comerciales si se puede contar con suministros regulares, al menos durante la vida útil de una instalación de elaboración, y a qué costo. En lo que se refiere a gran parte de la zona de bosques tropicales húmedos, los datos sobre las cantidades, calidades y costos de la madera potencialmente disponible son insuficientes o inexistentes.

Puede decirse, sin embargo, que la situación está mejorando; en la mayoría de los países de que se trata se han efectuado, o se están efectuando, algunas encuestas y, en los programas bilaterales y multilaterales de ayuda en materia de silvicultura, se ha prestado mucha atención a estas actividades. Así, para citar solamente el ejemplo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), los estudios forestales que cuentan con la ayuda de la FAO, han sido completados, se están llevando a cabo o se encuentran en la fase preparatoria, y abarcan 36 países, 29 de los cuales están situados en las zonas de bosques tropicales de frondosas. Sin embargo, aún queda mucho por hacer. El ritmo a que aumenta la producción de frondosas tropicales hace indispensable conocer con urgencia cuáles son los niveles de utilización que pueden soportar los bosques actualmente en explotación, y los recursos de madera suplementarios que podrían aprovecharse y, en ambos casos, a qué costo.

EMPRESAS MIXTAS PARA EL DESARROLLO DE INDUSTRIAS FORESTALES QUE PRODUCEN PARA LA EXPORTACIÓN

Un sector considerable de la gran industria de extracción en los bosques de frondosas tropicales, con miras la exportación de trozas, está estrechamente vinculado a las industrias de la madera de los países desarrollados importadores, en gran parte mediante la participación directa del capital y el personal dirigente de estos últimos países. También pueden obtenerse ventajas muy considerables del desarrollo de las industrias de elaboración de la madera mediante la cooperación entre las empresas de los países en desarrollo y de los desarrollados. La industria de los primeros tendrá acceso a los conocimientos técnicos, al capital y a los mercados, y la de los países desarrollados contará con los suministros necesarios. En realidad, dado el carácter de los productos de que se trata, probablemente será difícil para un productor de un país en desarrollo introducirse en un mercado sin estar en una u otra forma vinculado a una organización de comercialización establecida.

Las empresas mixtas de esta clase podrían adoptar diversas formas. El Grupo de Trabajo mencionado anteriormente propuso, entre otras cosas, que «los países desarrollados podrían garantizar la financiación de instalaciones en países en desarrollo y proveer lo necesario para facilitar el asesoramiento técnico, la formación de personal directivo y de trabajadores y el desarrollo de la comunidad; asimismo, podrían considerar la posibilidad de aceptar productos como pago gradual de equipo y patentes; los países en desarrollo podrían permitir la importación libre de derechos de maquinaria para las instalaciones, facilitar la compra de terrenos, dar garantías públicas a las inversiones, reducir los gravámenes públicos y asegurar el suministro de materias primas».

Los países desarrollados y las industrias de esos países expresan con frecuencia su preocupación por el hecho de que el incremento de la elaboración de frondosas tropicales en los países en desarrollo productores de la madera llevará consigo una disminución de la oferta de madera rolliza destinada a la exportación, oferta que en la actualidad es casi indispensable para algunas de sus industrias. Al parecer, es ésta una de las consideraciones que determinan la actitud de cautela que, con respecto a la participación en la etapa de elaboración en su origen, a veces adoptan algunos sectores de la industria de la madera de los países desarrollados. Por consiguiente, hay que hacer hincapié en el hecho, ya mencionado, de que, aun si se desarrollase en la forma más rápida posible la industria de los países productores de madera, este incremento no podría ni siquiera igualar el de la demanda de importación. En algunos países la exportación de trozas disminuirá, o ya está disminuyendo; pero parece seguro que, en conjunto, la corriente de madera rolliza de frondosas tropicales seguirá aumentando, por lo menos durante otros 10 años. Es poco probable que el aumento de la capacidad de elaboración de los países en desarrollo cause trastornos a la mayoría de las actuales industrias de los países desarrollados basadas en la importación de trozas. Estas industrias dispondrían, seguramente, de tiempo suficiente para poder adaptarse al cambio, lo que lógicamente se conseguiría «apoyándose» en la fuente de materia prima y contribuyendo al incremento de la capacidad de elaboración de los países productores de madera.

Gran parte de la actual capacidad de exportación de los países en desarrollo ha sido en realidad creada con la participación de empresas o de capital de los países desarrollados. Esta corriente está acelerándose. En los últimos años, las industrias forestales de los países desarrollados han dado pruebas de comprender cada vez mejor las posibilidades que ofrecen los países en desarrollo y han mostrado mayor interés en esas posibilidades. Algunas de las grandes empresas han emprendido actualmente un estudio sistemático de las oportunidades de desarrollo con miras a participar en el mismo. Los programas bilaterales y multilaterales de ayuda han contribuido a recopilar informaciones sobre los recursos y otros datos necesarios para determinar y evaluar las perspectivas de las inversiones; a la realización de estudios de viabilidad sobre perspectivas concretas; a difundir esta información entre los posibles participantes de los países desarrollados, y a fomentar y facilitar dicha participación.

En lo que se refiere a los organismos internacionales, el número de proyectos de preinversión del PNUD/FAO relativos a la silvicultura y a la industria forestal que han sido terminados, se encuentran en curso de ejecución o en fase preparatoria, es de 19, de los cuales 11 se realizan en zonas que son, o que se espera serán, exportadoras de productos forestales elaborados. Para acelerar e intensificar la expansión de las industrias relacionadas con la agricultura, la silvicultura y las pesquerías de los países en desarrollo y contribuir a fomentar la inversión en proyectos respecto de los cuales la labor de preinversión ha demostrado que es factible la expansión industrial, la FAO estableció en 1966 su Programa de Cooperación FAO/Industria. Varias empresas de productos forestales figuran entre las compañías industriales que ya intervienen en este programa, cuyo objeto es «participar activamente en la expansión en los países en vías de desarrollo de las industrias relacionadas con las actividades de la FAO».

Sin embargo, aún sigue en pie el problema fundamental, que consiste en señalar a la atención de la mayoría de las empresas que integran las industrias pertinentes de los países desarrollados la existencia de diversas posibilidades de desarrollo mediante la participación en tales empresas mixtas. A este respecto, las asociaciones industriales y los departamentos gubernamentales podrían realizar una importante labor en el plano nacional, por ejemplo, prestando ayuda a las empresas que se muestran interesadas en tales actividades.

FORTALECIMIENTO DE LOS MERCADOS INTERNOS

Por lo general, resulta difícil desarrollar un comercio de exportación sin mercados internos que complementen los de exportación, y también reducir el efecto de las fluctuaciones en el mercado internacional. Como se ha advertido anteriormente, esto es aún más difícil en el caso de la industria que emplea madera de frondosas tropicales, debido a la necesidad de encontrar salidas para la mayor parte de las especies menos conocidas de los bosques, para los productos de inferior calidad que son inevitables en estos procesos, y para las grandes cantidades de residuos utilizables de la madera. La mayoría de los países en desarrollo con grandes recursos madereros ofrecen mercados relativamente pequeños para cualquier producto. Aun así, rara vez se desarrollan las limitadas posibilidades de utilización de la madera. En el ramo de la construcción - que en la mayoría de los países constituye, por amplio margen, el mercado más importante para la madera - muchos de los países de la zona tropical, dueños de grandes recursos forestales, emplean poca madera elaborada en la mayor parte de las actividades modernas en materia de construcción. La prevención contra el uso de la madera como material de construcción, basada en el riesgo de incendios, poca resistencia, etc., se remonta a otros tiempos y a otras condiciones. Aun cuando los referidos inconvenientes de la madera ya han sido superados en gran parte o pueden eliminarse mediante la preservación, ignifugación, etc., esa prevención se manifiesta actualmente, por lo general, en las leyes sobre construcción, en la política de concesión de préstamos para la construcción, etc., sin hablar ya de la actitud que adoptan los arquitectos y contratistas de obras, y los propios consumidores.

Los países en desarrollo ricos en frondosas deben promover vigorosamente el mercado interno de productos de la madera, para ampliar el campo de aplicación y complementar así las salidas de exportación.16 Aun cuando quizá haya que recurrir con frecuencia a la investigación para resolver problemas relativos a la utilización, a menudo basta sencillamente con prestar asesoramiento y orientación, por ejemplo, en cuanto a la preparación de plantillas para el precortado a dimensión, la impregnación y la producción de elementos prefabricados para construcción de viviendas, o la preparación de diseños, para poder disponer en todo momento de madera con destino a la construcción de viviendas económicas. Reconociendo este hecho, así como la contribución que puede hacer un programa bien concebido de construcción de viviendas económicas destinado a mejorar el nivel de vida en muchos países en desarrollo, la FAO y el Centro de Vivienda, Construcción y Planificación de las Naciones Unidas proyectan celebrar en 1969, en estrecha colaboración con la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal (IUFRO), un simposio mundial sobre la utilización de la madera en las estructuras y construcción de viviendas, prestando especial atención a la de viviendas económicas.

16 Pero sin transferir al mercado interno la madera que podría ser exportada. En muchos países productores la madera se destina a usos innecesariamente extravagantes, dándose el caso de que maderas de elevado valor de exportación se utilizan para la fabricación de artículos domésticos de poco valor.

INVERSIONES EN LOS FUTUROS SUMINISTROS DE MADERA

La importancia de los bosques artificiales como fuente de madera para la industria está aumentando rápidamente. Como se ha indicado anteriormente, las perspectivas que tienen los países en desarrollo de convertirse en exportadores de productos como la pasta y el papel se deben en gran parte a que estos países reúnen mejores condiciones para hacer plantaciones forestales a un costo más bajo del que resulta posible en los países desarrollados. Asimismo, quizá sea mucho más eficaz, por lo general, reponer las frondosas más cotizadas de la zona tropical mediante la creación de bosques artificiales homogéneos que el mantener indefinidamente los bosques naturales heterogéneos. En realidad, será necesario efectuar plantaciones muy grandes, que aumentarán rápidamente.

Sin embargo, las plantaciones y la repoblación forestal, es decir, la creación o reposición de los bosques, no han atraído hasta ahora muchas inversiones. La duración del proceso de crecimiento de los árboles afecta de diversos modos a las inversiones en esta esfera y tiende a estar en pugna con los criterios bancarios para evaluar las inversiones. Esto se aplica en especial cuando la plantación es necesaria para abastecer industrias aún no creadas, es decir, para crear una fuente de materias primas para una fábrica cuya instalación es aún un proyecto. Es urgente dar más amplitud a los criterios aplicados por los organismos de financiación, privados y públicos, para la concesión de préstamos, a fin de atender a la financiación de proyectos económicamente viables de plantación y repoblación forestal.

En cuanto a los organismos internacionales, la FAO ha establecido durante los últimos cuatro años acuerdos cooperativos con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) Y con los bancos regionales de desarrollo, con miras a dedicar fondos de inversión pública al progreso de los sectores relacionados con las actividades de la FAO en los países en desarrollo. El Programa Cooperativo FAO/BIRF, creado recientemente, ha consagrado gran parte de su atención al aspecto forestal del problema relacionado con la financiación de las actividades en materia de plantación de bosques. La atención se ha dirigido hacia los proyectos económicamente viables de plantación forestal, y a la evaluación y presentación de tales proyectos, de manera que permitan su evaluación en términos de inversiones bancarias. Se ha establecido que ya existen proyectos de este tipo en seis países en desarrollo.

Al mismo tiempo, como la plantación de bosques es una actividad de mayor densidad de mano de obra que de capital y exige gastos muy reducidos de divisas, constituye uno de los sectores de más fácil desarrollo con los recursos disponibles en las economías nacionales. Habrá que financiar a este nivel la mayor parte de estas actividades. Además, las industrias que proyectan utilizar la madera producida están realmente interesadas en la creación de ese sector y pueden desempeñar un papel muy importante en su financiación. En particular, existe una razón para que las industrias usuarias participen, siempre que sea posible, en la etapa de la creación del bosque, a fin de asegurar que este último producirá los tipos de madera que pueden utilizar esas industrias y esté situado de tal suerte que se reduzcan al mínimo los gastos relacionados con el suministro de madera. En el pasado, un número excesivo de plantaciones forestales no ha respondido a esas exigencias, y por ello es fundamental que las nuevas plantaciones forestales las tengan en cuenta.

INVESTIGACIONES EN EA ZONA TROPICAL

Muy poco se sabe acerca de los problemas que plantean la silvicultura y el empleo de la madera en los trópicos y son escasos los esfuerzos hechos por encontrar solución a esos problemas. Los países tropicales dependen aún considerablemente de que se desarrollen métodos y procedimientos tecnológicos para poder hacer frente a condiciones bien distintas. En una época de crecimiento económico, en la que el impulso a tal crecimiento proviene de la aparición ininterrumpida de una nueva tecnología, esa limitación podría ser decisiva. Es preciso intensificar mucho más la labor de investigación para adaptar las técnicas existentes y desarrollar nuevos métodos que se adapten a las condiciones y recursos forestales de los trópicos. Los países desarrollados pueden hacer una contribución capital a estas actividades. Aunque sólo fuera por su propio interés en las posibilidades que ofrecen los bosques de frondosas tropicales de abastecer sus mercados en rápido crecimiento, los gobiernos y las industrias forestales de esos países deben tratar de poner a disposición de los países tropicales parte de sus propios medios de investigación y de sus recursos, con miras a acelerar y fomentar una investigación que es imprescindible para estos últimos países. Entre las cuestiones que requieren urgente atención e investigación figuran las siguientes: 1. aspectos económicos y procedimientos técnicos para la obtención de pasta a partir de los bosques naturales y de las plantaciones de frondosas tropicales; 2. métodos de trabajo y equipo para mejorar la eficiencia y reducir así los costos de la explotación y la clasificación de la producción procedente de los bosques tropicales mixtos; 3. técnicas y aplicaciones para poder utilizar en mayor grado y con más eficacia los productos de la madera en los países tropicales, en particular por lo que se refiere a la construcción de viviendas económicas y a otros tipos de construcción; 4. introducción de las mejores especies y los métodos técnicos más avanzados en las plantaciones, así como los aspectos económicos de las mismas, con objeto de suministrar madera a la industria, prestando especial atención a la necesidad de producir madera a bajo costo para poder obtener pasta en las regiones costeras de los trópicos húmedos, donde podrían establecerse industrias orientadas hacia la exportación; 5. métodos adecuados de ordenación y económicos para elevar el rendimiento de los bosques naturales.

Aumento de exportaciones de productos forestales

MEJORES SERVICIOS DE INFORMACIÓN SOBRE MERCADOS Y DE FOMENTO

Uno de los principales obstáculos para la expansión y diversificación del comercio de productos forestales de los países en desarrollo es que los usuarios, o los usuarios potenciales, de los países desarrollados no disponen de información sobre el volumen comercial de productos que pueden suministrar los países productores, y que estos últimos desconocen también las necesidades de los mercados reales y potenciales.

Esto es especialmente cierto en lo que se refiere a las frondosas tropicales. Hay una gran diversidad de especies en los bosques altos de las regiones tropicales, y se ha determinado, mediante ensayos y pruebas, que una gran proporción de esas especies es comercialmente utilizable. En cambio, sólo unas cuantas especies se utilizan en cantidades considerables en los mercados de exportación. La aceptación de una especie en un mercado no significa necesariamente, ni mucho menos, que sea aceptada en otros mercados. Incluso en lo que respecta a las frondosas tropicales bien establecidas, son considerables las posibilidades de su introducción en nuevos mercados y de su aprovechamiento en nuevas aplicaciones.

CUADRO 9. - ARANCELES APROXIMADOS, ANTERIORES Y POSTERIORES A LAS NEGOCIACIONES KENNEDY, APLICADOS A DETERMINADOS PRODUCTOS DE LA MADERA EN LOS PRINCIPALES PAISES IMPORTADORES (Porcentaje ad valorem, salvo indicación en contrario)



Estados Unidos

Reino Unido

Japón

CEE Arancel externo común

¹

²

¹

²

¹

²

¹

²

Trozas de aserrío y trozas para chapas

0

0

0-8

0-4

0-5

0-5

0

0

Madera aserrada de coníferas

³$0,35-1,50

0

48

0

0-10

0-10

0

0

Madera aserrada de frondosas

³$1,50-3,00

0-$0,75

0-10

0-5

0-20

0-10

0

0

Chapas

8-16 2/3

4-10

10

5

15-20

15-20

8

7

Contrachapados

20

10

10

5

20

15

14-15

13

FUENTE: Información suministrada por la Secretaría del GATT.

¹ Arancel básico (1964).
² Concesiones arancelarias del GATT (posteriores a las negociaciones Kennedy).
³ Por millar de pies tablares.
4 Por standard.

Como se ha señalado anteriormente, se dispone de gran parte de la información necesaria para demostrar que pueden aprovecharse las especies menos conocidas, pero es necesario saber más sobre la disponibilidad de esas especies. Lo que escasea son los mecanismos adecuados para difundir esta información, así como para promover la colocación de estas maderas en los mercados de exportación. Desde luego, gran parte de esto se debe a que la mayoría de los países productores se encuentran en una fase inicial de desarrollo. Estos países no están en condiciones de crear servicios de información sobre mercados y de fomento.

También se oponen a la creación de servicios eficaces de información sobre mercados y de fomento, la clase y estructura de los productos, el comercio y las industrias pertinentes. La madera aserrada, las chapas y la madera contrachapada - y, desde luego, los troncos para aserrío y fabricación de chapas - son bienes de producción. Por consiguiente, el productor primario de esos bienes no tiene contacto con el consumidor final, ni con los arquitectos, supervisores de obras, constructores, departamentos de obras públicas, etc., quienes eligen el material. Al mismo tiempo, en muchos de los países importadores, los aserraderos y, en menor grado, las industrias de la madera contrachapada se componen de instalaciones relativamente pequeñas, pocas de las cuales cuentan con recursos para mantener servicios de información sobre mercados y de fomento. En el sector de la producción, el reducido tamaño de las instalaciones de los aserraderos y de las industrias de extracción (así como los vínculos que existen con frecuencia con determinados importadores) constituye una base deficiente y ofrece escaso incentivo a la expansión hacia nuevos mercados.

Los expertos que participaron en el Grupo de Trabajo Mixto UNCTAD/FAO sobre la Madera y los Productos Forestales hicieron hincapié en la necesidad de mejorar los servicios de información sobre mercados y de fomento, con miras a incrementar el comercio de productos forestales de los países en desarrollo. Como se señala en el informe del Grupo de Trabajo, podrían introducirse muchas mejoras mediante los mecanismos disponibles, recopilarse y difundirse más información a través de las organizaciones existentes, reforzarse o ampliarse los servicios comerciales mediante servicios de expertos en productos forestales, realizar un intercambio más frecuente de misiones comerciales y establecerse una mayor participación en las ferias comerciales que se celebren en los países importadores. En su mayor parte, esas mejoras pueden introducirse debidamente mediante la ayuda bilateral procedente de los países desarrollados importadores.

Encierra grandes posibilidades de progreso la cooperación entre varios países en desarrollo exportadores con miras a establecer, en una o en varias de las regiones donde se encuentran los mercados principales, un servicio eficaz de información sobre mercados y de fomento para los productos forestales. Probablemente, será difícil establecer y mantener una actividad de esa clase. La experiencia de tales actividades en otras industrias de productos forestales demuestra que, para ser eficaz, esa empresa requiere un importante servicio de expertos, debe tener una base sólida y mantenerse durante un tiempo considerable. Indudablemente, tendría que someterse a un detenido estudio preliminar para determinar si es o no viable y, suponiendo que exista una probabilidad razonable de éxito, para determinar con exactitud sus funciones, ubicación, forma de financiación, etc. También es evidente que deberían estudiarse esas actividades, puesto que ofrecen la posibilidad de lograr mejoras radicales. En reuniones ulteriores de la Comisión de Manufacturas y de la Junta de Comercio y Desarrollo de la UNCTAD, se ha decidido que la propuesta, recomendada por primera vez por el Grupo de Trabajo UNCTAD/FAO, sea examinada en forma más detenida.

REDUCCIÓN DE LOS COSTOS DE ENTREGA EN EL MERCADO

Para aquellos productos de gran peso y volumen y de reducido valor unitario, como sucede con la mayoría de los productos de la madera que exportan los países en desarrollo, los costos de transporte y de la consiguiente manipulación pueden aumentar mucho el del mercado. Dichos costos son, por supuesto, muy grandes para las exportaciones de materia prima en forma de madera rolliza. Como se ha indicado, entre Africa occidental y Europa los gastos de flete pueden ascender hasta el 60 por ciento del precio c.i.f. Incluso para las trozas de valor elevado, los fletes en esa ruta son en general equivalentes a un 30 por ciento, aproximadamente, del precio c.i.f. Para la ruta entre Filipinas y el Japón,17 que es más corta, la cifra correspondiente para las trozas es del 20 por ciento.

17 Gran parte de este comercio, a diferencia del comercio entre Africa y Europa, que se realiza en gran parte con buques afiliados a las conferencias, se lleva a cabo con buques fletados especialmente, con un volumen relativamente grande de carga en cada viaje.

Evidentemente, uno de los métodos principales para reducir la fuerte repercusión de los fletes sobre los productos de la madera consiste en eliminar el exceso de peso y de volumen mediante la elaboración antes del transporte, lo que constituye un argumento muy importante en favor de la expansión de las industrias de elaboración de los países productores. Sin embargo, el nivel de las tarifas de fletes depende de muchos otros factores, además del peso y el volumen. Entre estos factores, los principales son la disponibilidad de bodegas, el grado de adecuación de los buques de carga, la frecuencia de las salidas, la disponibilidad de cargas complementarias y de regreso adecuadas, las instalaciones portuarias, los costos y la eficiencia de las operaciones. En la medida en que sea posible mejorar y reducir el costo del proceso de manipulación y de transporte será más probable lograr mejoras para los productos forestales elaborados que para las trozas.18

18 No obstante, como se indicó antes, se ha observado recientemente una importante evolución en el transporte de maderas sin elaborar: el transporte de virutas de madera. Hasta la fecha, la viruta transportada con fines comerciales es fundamentalmente un producto de los residuos de la elaboración, pero se están efectuando ensayos a fin de determinar si es factible que en el lugar de producción de la madera se produzca en gran escala viruta de rollizos para pasta, que ulteriormente sería transportada en esa forma.

Las trozas constituyen una carga difícil de manejar, que no se presta fácilmente a su embalaje o envasado. En cambio, la madera aserrada, las chapas y los contrachapados pueden ser embalados y, si es posible normalizar las dimensiones, los embalajes pueden ser manipulados del mismo modo que los envases mediante el uso de sistemas mecanizados de carga y de descarga y de buques apropiados. Pero esa transformación puede requerir elevadas inversiones en sistemas terminales, equipo de manipulación y buques de carga, que sólo se justificarían con un gran volumen de comercio. Sólo ahora se está modificando en ese sentido el comercio de madera aserrada de frondosas que realizan los países desarrollados, y que es más importante.19

19 Una vez modificado el sistema portuario para la manipulación mecanizada de cargas embaladas, resultará difícil la manipulación de mercancías por unidades. Si bien es indudable que no todos los puestos terminales que manipulan madera van a introducir ese cambio, las importantes modificaciones que se están realizando podrían muy bien limitar la capacidad de importación de madera en unidades aisladas, incluida la madera de frondosas tropicales.

Reconociendo la importancia de las tarifas de fletes en el comercio de trozas, madera aserrada, chapas y madera contrachapada de frondosas tropicales, la UNCTAD, con la asistencia de la FAO, está realizando un estudio sobre el transporte marítimo de la madera. El objeto de ese estudio es evaluar el efecto del nivel y de la estructura de las tarifas de fletes sobre el comercio de dichos productos forestales, y arrojar luz sobre los factores que influyen en las tarifas aplicadas, la disponibilidad de bodegas y otras cuestiones conexas.

ELIMINACIÓN DE BARRERAS ARANCELARIAS

En el Cuadro 9 se resumen los aranceles actuales y posibles (posteriores a las negociaciones Kennedy) para los productos forestales de los países en desarrollo importados por los principales mercados de los países desarrollados. En pocos casos se aplican derechos de aduana a las trozas de frondosas y, aun así se trata de aranceles reducidos que por lo general no han sido aplicados en los últimos años y que en su mayor parte fueron eliminados en las negociaciones Kennedy. También los aranceles aplicados a la madera aserrada tienden a ser reducidos, o nulos, y la mayor parte de los que afectan a las importaciones procedentes de países en desarrollo fueron eliminados en las negociaciones Kennedy, si bien el Japón mantiene el arancel del 10 por ciento sobre el lauán y otras dipterocarpáceas aserradas - principales maderas producidas por los exportadores del Lejano Oriente - y los Estados Unidos sólo redujeron a la mitad el arancel (muy reducido) que aplica ese país a muchas de esas maderas.

Los cuatro principales importadores aplican a las chapas de madera derechos que varían del 5 al 10 por ciento, salvo en el caso del Japón que oscilan entre el 15 y el 20 por ciento.20 En las negociaciones Kennedy, el Reino Unido redujo a la mitad su arancel del 10 por ciento y los Estados Unidos redujeron a la mitad todos sus aranceles salvo el del 10 por ciento para las chapas de lauán y maderas similares, a pesar de que importa cantidades muy grandes de dichas chapas como materia prima para la industria de contrachapados (sin embargo, la mayor parte del material proviene de Filipinas y está sometido solamente al 40 por ciento del arancel de nación más favorecida). La CEE redujo los derechos, pero solamente del 8 al 7 por ciento, aunque también importa grandes cantidades de chapas para la industria del contrachapado (en su mayor parte de países asociados a la CEE, que tienen acceso libre de derechos). El Japón, que importa muy poca cantidad de chapas, pero cantidades muy importantes de trozas para hacer chapas, mantiene sus elevados aranceles del 15 y el 20 por ciento sobre todas las chapas, excepto las de teca, que gozan de franquicia.

20 Los Estados Unidos aplican un arancel del 16 2/3 por ciento a las chapas para usos decorativos.

CUADRO 10. - ARANCELES NOMINALES Y EFECTIVOS APLICADOS EN LOS PRINCIPALES PAISES IMPORTADORES A DISTINTOS GRUPOS DE PRODUCTOS DE LA MADERA, 1964



Estados Unidos

Reino Unido

CEE

Japón

Nominal

Efectivo

Nominal

Efectivo

Nominal

Efectivo

Nominal

Efectivo

Maderas simplemente trabajadas

0,7

1,1

7,9

21,5

3,2

4,5

5,9

13,3

Contrachapados

17,1

43,7

17,5

38,7

15,0

32,5

20,0

44,2

Manufacturas de madera

12,8

26,4

14,8

25,5

15,1

28,6

19,5

33,9

Pasta de madera

0

-1,8

0

-4,3

4,7

5,4

5,0

6,3

Papel y artículos de papel

3,1

5,0

6,6

13,5

10,3

19,0

10,5

18,5

FUENTE: la estructura de la protección en los países industriales y sus efectos sobre las exportaciones de productos elaborados de los países en desarrollo (TD/B/C, 2/36).

Los aranceles para los contrachapados son, por lo general, suficientemente elevados para proteger a las industrias nacionales frente a los altos costos de la materia prima importada en forma de trozas. Como se indica en el Cuadro 10, la tasa efectiva de protección, es decir, la protección al valor agregado en las industrias de los países desarrollados, oscila entre un 39 por ciento, aproximadamente, en el Reino Unido, a un 44 por ciento en el Japón y los Estados Unidos.

En las negociaciones Kennedy se hicieron muy pocas reducciones importantes. El Japón, principal usuario pero que importa muy pocas cantidades de contrachapados de frondosas tropicales - madera que entra casi en su totalidad en forma de trozas para ser elaboradas en el Japón - mantiene su elevado arancel del 20 por ciento para los contrachapados de frondosas. Los Estados Unidos mantienen su arancel del 20 por ciento para los contrachapados de lauán y otras maderas afines, que constituyen la mayor parte de sus importaciones de contrachapados procedentes de países en desarrollo;21 para los demás tipos de contrachapados redujeron el arancel a la mitad. La CEE redujo su arancel, pero sólo del 15 y el 14 al 13 por ciento. El Reino Unido, cuyas importaciones se efectúan principalmente en forma elaborada, redujo a la mitad tanto su arancel del 20 como el del 10 por ciento.

²¹ A pesar de este derecho, la elaboración de trozas importadas de frondosas tropicales no ha podido hacerse en forma competitiva en los Estados Unidos, dado el largo y costoso proceso de transporte desde los países productores de trozas y el elevado costo de la mano de obra en las industrias nacionales de elaboración. Las importaciones de frondosas tropicales se efectúan casi totalmente en forma elaborada.

El mercado de contrachapados y chapas de frondosas en los países desarrollados es potencialmente, a plazo corto y medio, el mercado de mayor importancia para los productos forestales de los países en desarrollo. Es, en general, el mercado de mayor importancia y de más rápido crecimiento de todos los mercados de productos forestales, para el cual muchos países en desarrollo cuentan a la vez con los recursos forestales necesarios y con la capacidad de elaborar productos en forma competitiva. Pero incluso después de las negociaciones Kennedy, los aranceles siguen siendo sumamente elevados.22 En todo programa de expansión y diversificación de las exportaciones de productos forestales de los países en desarrollo a los países desarrollados, debería darse elevada prioridad a una nueva y considerable reducción de los aranceles que aplican estos últimos a las exportaciones de chapas y contrachapados procedentes de los países en desarrollo.23

22 Como se señaló anteriormente respecto de las chapas la repercusión de estos aranceles sobre los contrachapados (así como sobre las trozas y la madera aserrada) ha sido limitada en el caso de las maderas tropicales por diversos arreglos preferenciales. En el caso de estos productos los países de la Commonwealth gozan de franquicia en el Reino Unido, y los países asociados a la CEE en los países de la Comunidad. En los Estados Unidos, las exportaciones de madera aserrada, chapas y contrachapados de Filipinas están gravadas sólo con el 40 por ciento del derecho de la nación más favorecida. En virtud de ciertos arreglos temporales concertados recientemente, algunas de las concesiones arancelarias sobre la madera rolliza y la madera aserrada - pero no sobre los contrachapados y chapas - se han hecho extensivas a todos los productores tropicales.

23 En el caso del segundo grupo importante de productos forestales - la pasta y el papel - la capacidad de exportación de los países en desarrollo a los desarrollados está limitada por factores distintos de los aranceles. La pasta de madera y las calidades comunes de papel y cartón que figuran en forma predominante en el comercio internacional están sometidas en general a aranceles reducidos o nulos. La concesión de mayor importancia lograda en las negociaciones Kennedy para la pasta y el papel, fue que la CEE estableció un cupo de 625.000 toneladas libres de derechos para papel de periódico. La CEE redujo también en un 25 por ciento el derecho aplicado a otros tipos de papel, y en un 60 por ciento el correspondiente a la pasta de papel. Otros participantes hicieron reducciones arancelarias más limitadas.

La eliminación o reducción general de aranceles sobre contrachapados, chapas y madera aserrada, aplicable a las importaciones procedentes de todos los abastecedores, sería, desde luego, de un valor sólo limitado para los países en desarrollo, por cuanto esa medida beneficiaría por igual a las exportaciones de los países desarrollados, incluidas sus exportaciones de artículos manufacturados con trozas de frondosas tropicales importadas. Los argumentos a favor de un trato arancelario preferencial para las exportaciones de manufacturas y semimanufacturas de los países en desarrollo son bien conocidos, y no es necesario mencionarlos. No obstante, debe señalarse una vez más que el comercio de productos elaborados con frondosas tropicales de los países en desarrollo podría ampliarse rápida y considerablemente sin causar grandes perturbaciones en las actuales industrias competitivas de los países desarrollados. La demanda de dichos productos está aumentando en forma tan rápida en estos últimos países que permito dar cabida a ambas fuentes de suministros. El fomento preferencial del comercio de dichos productos procedentes de países en desarrollo dará como resultado más bien la creación de comercio que la desviación del mismo.

Como sucede en el caso de la industria en general, algunos países en desarrollo han progresado más que otros en la creación de una industria forestal competitiva. Por ejemplo, son menos los países que han llegado a la etapa de la fabricación de muebles de contrachapados o de madera aserrada para el mercado internacional que los que han alcanzado la etapa de la producción de chapas y de madera aserrada. En el sistema preferencial tendría que introducirse quizá una diferenciación entre esas etapas a fin de fomentar las exportaciones de productos de una y otra etapa. De todos modos, debería tenerse presente que varias de las corrientes de exportación de los países en desarrollo, en particular de los productos más simples, se han creado gracias a la protección de los sistemas preferenciales existentes. La eliminación de aranceles frente a las exportaciones de otros países en desarrollo haría aumentar la competencia con que deben enfrentarse, lo que podría perturbar la evolución ordenada de sus industrias, a menos que el sistema se aplique en forma paulatina a fin de dar tiempo para hacer los ajustes necesarios. Si el sistema de aranceles preferenciales aplicable a las exportaciones en todos los países en desarrollo consistiera únicamente en una reducción de los aranceles existentes, y no en la supresión de los mismos, junto con la eliminación de los actuales arreglos preferenciales geográficamente limitados, los beneficiarios de este último sistema se encontrarían en peor situación que antes, a menos que ese cambio fuera acompañado de alguna forma de arreglo compensatorio.

Un sistema satisfactorio de aranceles preferenciales aplicables a los productos forestales de los países en desarrollo sería, por consiguiente, bastante complejo. No obstante, los beneficios que se derivarían de este sistema serían tan importantes que compensarían fácil, mente todo inconveniente creado por su complejidad.

Resumen y conclusión

En 1953-55 las exportaciones de productos forestales24 de los países en desarrollo a los desarrollados ascendieron anualmente a unos 185 millones de dólares. En 1963-65 esa cifra había aumentado a 600 millones de dólares. La mayor parte de ese comercio consistía en productos de frondosas tropicales y se prevé que, para 1975, en los países desarrollados la demanda anual de esas maderas será superior en la mitad a dos tercios a la de 1963-65. Para esa época, los países de economía centralmente planificada quizás importen también esas maderas. En 1975, el total de las exportaciones de productos forestales de los países en desarrollo a los desarrollados podría superar la cifra de 1.000 millones de dólares.

24 Principales productos de la madera únicamente. Excluidas las manufacturas y los productos forestales distintos de la madera. Véanse en el Cuadro 4 los productos respectivos.

En la actualidad, los 2/5 del valor de las exportaciones de productos forestales de los países en desarrollo a los desarrollados están constituidos por productos elaborados. En 1975 esa proporción podría y debería aumentar considerablemente. Es posible que se establezcan muchas industrias de elaboración competitivas en los países en desarrollo, y sólo el comercio de productos de frondosas elaborados podría duplicarse en los 10 años que han de transcurrir hasta entonces. Por consiguiente, tratándose de productos forestales elaborados, hay muy buenas perspectivas de que las exportaciones procedentes de países en desarrollo se amplíen rápidamente y en gran escala. Además, el comercio puede aumentar sin causar mayores perturbaciones a las actuales industrias competidoras de los países desarrollados; en estos últimos países la demanda de esos productos aumentará probablemente en forma suficiente para dar cabida a ambas fuentes de suministros.

Es necesario adoptar medidas para aprovechar satisfactoriamente estas posibilidades de expansión. También es menester adoptar medidas para que los países en desarrollo estén en condiciones de aprovechar sus posibilidades a largo plazo de participar en el comercio, mucho más importante y valioso, de la pasta y el papel. Las medidas más importantes, adoptadas en el marco de una actividad prioritaria, podrían resumirse en la forma siguiente:

EN LOS PAÍSES EN DESARROLLO

1. Asegurar la materia prima forestal disponible y evaluar su disponibilidad y costo; promulgar y aplicar leyes para asegurarla y protegerla, y establecer una administración adecuada.

2. Crear y renovar las futuras fuentes de suministro de madera, en particular para explotar las ventajas que ofrecen muchos países en desarrollo para producir las maderas que necesitan las industrias, en aquellos lugares donde pueden utilizarlas a bajo costo.

3. Crear las condiciones necesarias para fomentar las inversiones exteriores en la instalación de industrias que puedan elaborar madera para la exportación.

4. Asegurar la calidad de los productos, por ejemplo, estableciendo y aplicando normas de calidad.

5. Reforzar las bases para una sólida expansión industrial, aumentando el consumo interno de productos de la madera mediante el empleo creciente de especies y calidades, en un mayor número de usos.

6. Coordinar el desarrollo entre distintas industrias y diferentes países en los casos en que para lograr una sólida expansión se necesita una actividad en mayor escala, por ejemplo, en algunas ramas de la pasta y el papel, en el transporte marítimo, en la promoción de mercados en los países desarrollados.

EN LOS PAÍSES DESARROLLADOS Y EN LOS DE PLANIFICACIÓN CENTRALIZADA

1. Proporcionar formación profesional, asistencia técnica y capital al sector forestal de los países en desarrollo que pudieran exportar productos forestales elaborados.

2. Buscar soluciones para los problemas y condiciones peculiares de los trópicos y de las maderas tropicales.

3. Participar en empresas mixtas para crear industrias forestales de exportación en los países en desarrollo.

4. Ampliar la aceptación en el mercado de maderas tropicales menos conocidas y de productos forestales elaborados.

5. Eliminar barreras arancelarias y de otra índole que se oponen a la expansión del comercio de productos forestales parcial o totalmente elaborados.

J. E. M. A.


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