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Regeneración artificial en el bosque tropical de tierras bajas húmedas

A.F.A. LAMB

A.F.A. LAMB, del Departamento de Montes del Commonwealth Forestry Institute, Oxford (Reino Unido), preparó este documento para la primera reunión del Comité de la FAO para el Desarrollo Forestal en los Trópicos, celebrada en Roma, 18-20 octubre 1967.

LAS TÉCNICAS de regeneración artificial en el bosque tropical de tierras bajas húmedas empleadas en escala comercial han sido: el sistema taungya de plantación; corta rasa y plantación; plantación linear; y el de repoblación de praderas.

Al ordenador forestal corresponde, respecto de los cuatro sistemas, calcular en razón de las condiciones propias cuál de ellos ha de dar el mayor rendimiento en función del esfuerzo y dinero invertidos y proporcionar el producto más adecuado a las necesidades locales o a la exportación en el futuro. No cabe duda de que habría que conceder preferencia al sistema taungya, siempre que pueda aplicarse con perspectivas de éxito.

El sistema taungya de plantación

Las circunstancias en las cuales conviene aplicar este sistema de regeneración pueden resumirse de la siguiente manera:

1. El agricultor debe comprender perfectamente lo que se espera de él y del oficial forestal y, entre ambos, debe haber una confianza recíproca. Tienen que convenir que ambos sacan equitativo partido y que los beneficios que les reporte la estación que crean les compensará del costo de la mano de obra empleada en el desbosque. Muchas autoridades forestales han elaborado convenios y exigen al agricultor que los firme antes de recibir el terreno. Todo esto supone una pérdida de tiempo, toda vez que el agricultor se entiende y confía en el oficial forestal. No se necesitan más que dos cosas: (a) un mapa en el que figure la actual superficie de aprovechamiento y la subdivisión de' cada adjudicación en ella con constancia del nombre del agricultor; y (b) una lista de los agricultores con los antecedentes de su eficacia como cultivadores. Esta última podría denominarse lista de prestigio. Cada vez que un agricultor no coopere en un año determinado, al año siguiente se le adjudicará un terreno más pequeño o no se le adjudicará ninguno; si prospera y desea cultivar un terreno más extenso, se le adjudicará sin dificultad.

2. El forestal debe adaptar sus técnicas de plantación y la elección de especies de modo que pueda llegar a un compromiso equitativo con el agricultor. Su actitud debe ser comprensiva e inquisidora, a fin de obtener el máximo grado de integración entre los intereses agrícolas y forestales.

3. Este sistema tiene mayores posibilidades de ser aceptado donde el agricultor no puede conservar la fertilidad del suelo con ningún otro sistema que no sea el barbecho con matorral espontáneo. Esto sucede en estaciones de suelos arenosos y elevada precipitación pluvial. El mejor ejemplo que puede darse es el de la formación de las arenas de Benin en Nigeria, aunque el sistema taungya ha dado buenos resultados en estaciones anegadas de arenas blancas en Trinidad, donde se estaban plantando pinos, y en otras zonas más fértiles, donde se está estableciendo la teca como árbol maderero. En las Filipinas, en cambio, no pudo ponerse en práctica este sistema porque los suelos mantienen su fertilidad por largo tiempo y los agricultores que se negaron a trasladarse recibieron el apoyo de los políticos. Por consiguiente, tiene que haber a la vez demanda para la clase de tierras ofrecidas y aceptación de las obligaciones del caso por parte del agricultor, además de una suficiente disciplina en la colectividad para afrontar a los agricultores recalcitrantes.

Donde es poca la demanda de tierras, pero existe una buena disciplina, se puede poner en práctica el sistema si se remunera al agricultor por cada sector de tierra establecido con felices resultados. Posiblemente valga la pena esta solución en el caso de que los otros sistemas de regeneración resultaran mucho más costosos o dieran menor rendimiento.

ELECCIÓN DE ESPECIES

En la elección de especies deben influir sus propias características, las condiciones de estación y los mercados potenciales. Un ejemplo útil es lo que está ocurriendo en Nigeria, donde existe un mercado cada vez mayor para postes de transmisión y un valioso mercado de exportación para las maderas de la familia Meliaceae propias para la fabricación de muebles. En las plantaciones taungya se siembra una mezcla de opepe (Nauclea diderrichii), nogal africano (Lovoa trichilioides), caoba roja africana (Khaya ivorensis) y las distintas especies de Entandrophragmas (E. utile, E. cylindricum y E. angolense) con un marco de plantación de 3,65 x 3,65 m y a razón de cinco árboles opepe por cada uno del grupo de las Meliaceae. Debido a las fluctuaciones en la obtención de semillas o de plantitas silvestres, se suele plantar más Lovoa (nogal) que otras especies y siendo Entandophragma utile la que menos se planta, a pesar de ser sumamente conveniente. En esta mezcla el opepe actúa como especie nodriza y de reposición en los primeros 12 a 15 anos. En el transcurso de ese tiempo crece un poco más rápidamente que las Meliaceae, llenando sus ramas el espacio, eliminando con su sombra las malezas y separando y dando sombra a los troncos de las Meliaceae, con lo cual disminuye la incidencia de los barrenadores de los brotes Hypsipyla. A los 12 ó 15 años, el opepe ha alcanzado el estado de latizal y tiene aceptación local como poste tratado a presión por su excelente forma y facilidad de impregnación. La temprana rentabilidad del árbol mejora enormemente la economía de la plantación, ya que las especies Meliaceae han pasado ya el período de peligro en que pueden perder vigor por el ataque reiterado de los barrenadores y están empezando a crecer con mayor rapidez que el opepe. Una vez que se han entresacado casi todos los opepes, ese espaciamiento de la mezcla es casi el del producto principal y se observa un crecimiento diametral medio de 5 cm al año que se mantiene en las Meliaceae hasta alcanzar un diámetro de 2,5 a 3 m por encima de las costillas basales en el plazo de 60 a 70 años.

FIGURA 1. - Un «candidato a árbol plus» de teca, de unos 30 años, que en Tanzania crece como especie exótica.

No cabe duda de que estas valiosas especies tropicales están sometidas a una sobrecorta en todo su habitat y que en lo futuro van a empezar a escasear. Este sistema de explotación las concentra en su lugar de origen a muy bajo costo. Los costos de establecimiento en la explotación taungya de Benin se dice que son inferiores a 22 dólares EE.UU. por cada 65 días-hombre de ha plantada. Esto supera el factor que Catinot considera como Imitador en este sistema, a saber, los daños ocasionados por los insectos, y produce un bosque limpio en sumo grado de malezas rastreras. Se han corregido así dos de las principales causas de fracaso en el sistema de regeneración bajo cubierta (la falta de árboles padre adecuados y la profusión de malezas rastreras), por lo cual la regeneración natural es factible en el segundo turno. En 1966, se estaba practicando el sistema taungya en más de 1000 ha al año en la zona de Benin, pero podría extenderse enormemente si se organizase un plan audaz de aldeas forestales organizadas, a condición de que los habitantes sigan apreciando los beneficios que para ellos supone el sistema.

Otra especie que da buenos resultados, aunque se la ha plantado menos extensamente, es Cedrela odorata. Esta ha alcanzado un diámetro normal con corteza de 2 a 3 m en la plantación taungya efectuada en 1929 en Sapoba, un incremento anual medio de 8 cm de diámetro al año. Aun tratándose de masas puras, el barrenador no ha logrado contener ese crecimiento, pues el cedro es muy vigoroso si se le planta o siembra inmediatamente después de eliminarse el monte alto en las arenas excesivamente drenadas de Benin. La mezcla de tres opepes por un Cedrela darían una cubierta baja que el cedro por sí solo no puede proporcionar en los primeros años y dejaría 185 Cedrela por ha para seleccionar la corta final. Se puede cultivar con buenos resultados esta especie sembrando en casillas en la explotación taungya antes de la irrupción de las lluvias, si se dispone de semillas suficientes. Se siembran alrededor de 20 semillas por casilla y, pocos meses más tarde, se procede a una clara dejando sólo los pies más vigorosos.

OTROS MÉTODOS TAUNGYA

Vale la pena hacer mención de algunas variantes del sistema taungya. En la República Democrática del Congo, los oficiales forestales belgas idearon una técnica muy conveniente de plantación de Terminalia superba con un espaciamiento muy amplio (12 X 4 m) en terrenos en que los agricultores cultivaban bananos. De esta manera se han establecido vastas superficies a poco costo con cargo a las ventas de bananos (Dawkins, 1955). Un sistema análogo practicado en las Antillas combina el cultivo de la caoba (Swietenia macrophylla) con el del banano y, como este último recibe abonos, se favorece al mismo tiempo el crecimiento de la caoba.

Otra variante es la llamada taungya cacaotal. En Nigeria oriental, en el bosque septentrional de Cross River, está en marcha un ensayo en gran escala de este procedimiento. En este caso, se ha cortado toda la madera vendible del bosque original y el resto se ha entresacado para dejar una sombra de copa alta de especies naturales como cubierta para los cacaoteros plantados, con un espaciamiento de 3 X 3 m y de los árboles madereros, plataneras y árboles de sombra para la yuca plantados con un espaciamiento de 6 X 6 m. El suelo es franco de origen volcánico y fértil y la precipitación anual alcanza aproximadamente 2540 mm. Una de las críticas que se han hecho de este sistema es la de que, a medida que crece la masa principal, la combinación de sombra de copa alta y de sombra de las especies madereras plantadas se hace demasiado espesa para que los cacaoteros den su rendimiento máximo y, por otra parte, el aclareo de los árboles de sombra alta causaría daños a los cacaoteros y a los árboles de sombra madereros del piso inferior, aun cuando se empleara el método de envenenamiento.

En Trinidad se ha ideado un sistema en las plantaciones de propiedad privada según el cual se tala todo el bosque sin quema y la sombra compuesta por bananos, árboles madereros y Erythrina spp. se establece antes de plantar los cacaoteros. Los árboles madereros empleados son Cedrela odorata, Cordia alliodora y Swietenia macrophylla, todas ellas maderas de mueblistería muy cotizadas en Trinidad. Esta producción se cultiva en turnos de 30 a 40 años y los ingresos derivados de los árboles madereros al final del turno pueden destinarse a cubrir los gastos de restablecimiento de la cosecha de cacao. Se venden, por lo menos, a 22 dólares EE.UU. por m³ en pie. Sin embargo, los forestales no deben confiar excesivamente en los sistemas taungya cacaotal, ya que se tiende a no dar sombra al cacaotero una vez establecido y a mantener la fertilidad con abonos artificiales.

Cerca de los centros habitados, donde hay gran demanda de leña y bosques de teca, por ejemplo Ibadán, en Nigeria, se planta la teca extensivamente por el sistema taungya. Posiblemente mejoraría la economía de las plantaciones taungya de teca si se hiciera una corta a hecho cada 10 años, vendiéndose el producto para postes y leña y, seguidamente, se aclareara el tallar y se dejase crecer la masa principal hasta el tamaño maderable; de esta manera se mejora la forma de los pies madereros, se obtiene un rédito monetario temprano y el crecimiento sumamente rápido de los brotes de cepa que se conservan al cabo de 10 años después de la corta rasa dan un incremento más elevado, de modo que la corta rasa al cabo del décimo año no prolonga forzosamente el turno maderable en igual número de años.

Corta rasa y plantación

En el caso de que fracasen todos los esfuerzos por poner en práctica el sistema taungya y de que sean desfavorables las condiciones para la regeneración natural, quedan dos opciones para enriquecer las estaciones de monte alto que son la corta rasa y plantación, o bien alguna forma de plantación linear. El sistema que se adopte dependerá del mercado. Si lo que se necesita es un rendimiento máximo de madera para pasta, tableros de partículas o productos análogos cultivados en turnos cortos, cuando se trata de una especie como la teca, que es tan valiosa tanto como producto principal que como producto de claras, que compense el costo o cuando no dé buenos resultados la plantación en líneas, entonces no queda otra opción que la corta a hecho.

COSTO DEL ESTABLECIMIENTO

Las operaciones iniciales suelen hacerse por contrata una vez que se haya vendido toda la madera madura posible. En los últimos años, el costo de Nigeria de la corta rasa y quema de residuos ha variado entre 97 y 118 dólares EE.UU. por ha. Los plantones cuestan entre 17,50 y 30 dólares EE.UU. el millar en Africa occidental, pero en Africa oriental las plantitas pueden costar poquísimo, por ejemplo, 8 dólares EE.UU. por cada mil, según la especie y la técnica del vivero. Las más caras son los plantones en tubos de polietileno y las más baratas los toconcillos de vivero.

El espaciamiento en esas plantaciones varía entre 1,8 X 1,8 m, en las plantaciones de teca de Trinidad, hasta 3,65 X 3,65 m en las adjudicaciones taungya mixtas de Benin, Nigeria, es decir, entre una zona donde la forma de las especies se beneficia de un espaciamiento estrecho y donde existe mercado local para los postes, y una donde las claras se retrasan hasta que los opepes alcancen el tamaño de poste adecuado y, después, serán pocos los pies restantes vendibles hasta que no alcancen tamaño maderable.

Hasta el tercer año, los costos de establecimiento de las plantaciones de teca en Nigeria en monte alto desbrozado y quemado pero inexplorado y con un mareo de 2,5 X 2,5 m, ascienden aproximadamente a 207 dólares EE.UU. por ha, equivalentes a 247 días-hombre por ha, sin incluir los gastos generales; en cambio, en la plantación taungya, el costo es de 103 dólares EE.UU. por ha. Las correspondientes cifras son más bajas para Gmelina, especie que se está estableciendo hoy extensamente con la misma técnica y cuya madera sirve para fósforos, trozas para chapas y pasta, debido a que es mayor el espaciamiento que suele emplearse (3 X 3 m en la provincia de Ondo, Nigeria) y a que la cubierta de copas se cierra antes y las malezas quedan sumergidas. Estos dos aspectos favorables del cultivo de Gmelina pueden rebajar el costo en 34 dólares EE.UU. por ha. Otras especies exóticas de esta categoría, que posiblemente pueden establecerse sin mayor costo que Gmelina, son Eucalyptus deglupta y Anthocephalus cadamba (ambas sempervirentes), Cordia alliodora, Melia composita y Aerocarpus fraxinifolius. Todas ellas ocasionan una buena sumersión de las malezas, son de crecimiento rápido y dan madera fácil de labrar y, además, se las puede emplear para gran variedad de usos, como madera para pasta, para chapas y aserrada útil.

Aún es demasiado pronto para obtener cifras fidedignas sobre el volumen de producción, salvo en el caso Gmelina, que produce entre 35 Y 42 m³ por ha al año, en turnos cortos y en estaciones favorables, por ejemplo en Malasia. La Bislig Bay Company calcula cifras de crecimiento aún mayores con la plantación de Anthocephalus cadamba en la isla de Mindanao, en las Filipinas (Pollard, 1967), aunque no lo ha comprobado en la práctica. Esa compañía está instalando una fábrica de utilización integrada para aprovechar el producto total de uno de los mejores bosques de Dipterocarpus del mundo, que crece en suelo volcánico en un clima ecuatorial húmedo. El bosque cortado se está reemplazando inmediatamente con Cadamba plantado con un marco de 2,5 X 2,5 m y que se calcula tendrá un volumen en pie de 550 m³ por ha después de 10 años sin aclareos, y un incremento de 55 m³ por ha al año. El costo de los plantones, de las operaciones de plantación y del desbroce se calcula en 316 pesos¹, si bien el costo total, con inclusión de intereses y construcción de caminos, se calcula en 11355 pesos por ha. La Bislig Bay Company no hace mención de ensayos con Eucalyptus deglupta. Se trata de una especie indígena de Mindanao. Habría que incluir a Triplochiton scleroxylon y Cedrela en una categoría de crecimiento más lento como especies idóneas para madera de construcción y para chapas, pero no para pasta. El turno para la producción de madera de construcción de esas especies será de 25 a 40 años y para la producción de madera para pasta de menos de 10 años.

¹ 1 dólar EE.UU. = 3818 pesos filipinos.

INFLUENCIA DEL PORCENTAJE DE CRECIMIENTO MADERA

Las maderas de todas esas especies requieren pruebas cuando se han cultivado en las condiciones de monte alto ya expuestas. Por ejemplo, la Gmelina cultivada en Nigeria fue examinada por Esan (1966) y éste demostró que producía madera de 480 kg por m³ secada al aire sin variaciones importantes de densidad entre la médula y la corteza. Es muy bajo el porcentaje de contracción cuando se seca la madera, no se deforma y tiene excelentes antecedentes como madera para pasta Chittenden y otros, 1964). La madera es de un color pardo pálido cremoso, que la hace apropiada para aplicaciones en que el color claro suponga una ventaja. De las pocas pruebas que se hicieron con algunos árboles de 14 años de edad en el Laboratorio de Investigaciones de Productos Forestales de Laguna, Filipinas, se ha visto que Anthocephalus cadamba es adecuada para chapas y pasta (TPI report, 1963). En Indonesia, donde se dispone de estaciones muy fértiles, se ha obtenido con esta especie un volumen total de 380,5 m³ por ha en turnos de 24 años y se la ha plantado extensamente. Al parecer, es una especie que requiere climas ecuatoriales húmedos para dar su máximo rendimiento. Su forma es excelente, con un tallo único y recto y ramificación radial. El comportamiento de la madera de cordia de Trinidad es satisfactorio cuando se la cultiva en Trinidad, donde rebrota de cepa, pero es aún muy joven en Saba, Sierra Leona y Nigeria donde se la emplea para ensayos de maderas. Melia composita ha revelado un crecimiento sorprendente en los suelos nigerianos del bosque de Mama, donde en el primer año cierra su cubierta de copas; en esto Acrocarpus fraxinifolius la sigue de cerca. Nada se sabe acerca de la calidad de la madera que dan cuando crecen tan rápidamente. Las dos últimas especies mencionadas, Triplochiton y Cedrela, producen al parecer madera que refleja mucho las condiciones de la estación. Los comerciantes en madera informan que la de Triplochiton, que crece en masas naturales de Ghana, es de textura lanosa y muy inferior al Triplochiton de Nigeria. Como en general son más favorables en Ghana las condiciones de cultivo y de suelos que en Nigeria, es posible que la textura de la madera de esta especie guarde relación con el porcentaje de crecimiento. No cabe duda de que la afirmación es válida para la madera de cedro que crece en los cacaotales de Trinidad, cuya textura es más blanda y menos densa que la del cedro que crece más lentamente en masas naturales.

Por eso las pruebas son contradictorias. La madera de Gmelina de crecimiento rápido tiene la misma densidad que la de Gmelina de crecimiento lento, aunque no puede decirse lo mismo de otras especies frondosas y ciertamente no es ése el caso de las coníferas como el pino.

Es muy posible que en estaciones propicias se establezcan plantaciones de algunas de esas especies con el fin exclusivo de producir madera para pasta. En cambio, es más fácil que el sistema de ordenación aplicado sea el de combinar la madera para pasta que se obtiene en las importantes claras de los primeros años con la producción de madera de aserrío que se obtendrá de los árboles restantes. Este sistema exigirá prestar atención al régimen de claras. Nuevamente pueden tomarse como ejemplo las especies de Gmelina para demostrar el programa o calendario conveniente. En Benin, esas especies plantadas con un espaciamiento de 2,5 X 2,5 m exigen, a los tres años, una clara del 50 por ciento, otro aclareo análogo después de transcurridos 2 ó 3 años más y un tercer aclareo en el 7° u 8° año. De todas esas claras se obtiene madera para pasta y para fabricar tableros de partículas. En Sierra Leona se practicó un sistema muy parecido, para obtener trozas aserrables, después de 18 a 20 años cuando, dadas las condiciones edáficas y climáticas que allí imperan, es grande el peligro de que mueran muchos árboles. De las pruebas de que se dispone se deduce que habrá necesidad de aplicar calendarios igualmente rigurosos cuando las especies en cuestión pertenezcan a los géneros Anthocephalus y Melia. Todas ellas son especies sumamente fotófilas e intolerantes a condiciones de masa densa, por lo cual el retraso de las claras puede ocasionar su estancamiento.

MEZCLAS DE ESPECIES

Puede ser conveniente ensayar mezclas de especies compatibles, por ejemplo Anthocephalus, que es un árbol de buena forma, con Gmelina, especie de malísima forma cuando es insuficiente la sombra lateral, Cedrela y opepe (ya mencionados al hablar del sistema taungya).

MANTENIMIENTO DE LA FERTILIDAD DEL SUELO

Una última afirmación que se impone acerca de las especies estudiadas es que probablemente todas ellas son muy exigentes en cuanto a estación para dar el rendimiento de que son capaces. Es inútil suponer que todas las estaciones de monte alto han de ser igualmente productivas. Gran parte del Amazonas, la más importante selva tropical del mundo, crece en arenas blancas y pardas infértiles e incapaces de asegurar una producción sostenida de especies fotófilas. En Trinidad, las hormigas «isau» (Atta sp.), plaga de los trópicos sudamericanos, eliminaron completamente Gmelina de las plantaciones del bosque Arena, comiéndose sin cesar todas las hojas que brotaban. Pueden hacer lo mismo en el Amazonas a menos que se las elimine. Además, tratándose de arenas profundas como las de Benin, la fertilidad del suelo puede disminuir cultivando especies fotófilas en masa pura y turnos cortos para la producción de madera para pasta, especialmente en el caso de los pinos y eucaliptus que poseen copas ligeras.

El alternar el cultivo de especies para sombra como la Meliaceae en turnos de 60 a 70 años, y de fotófilas tales como Gmelina puede dar óptimos resultados con o sin el intervalo de un año de explotación agrícola entre cada turno de árboles.

PLAGAS Y ENFERMEDADES

Es muy poco lo que se sabe acerca del peligro que para las especies exóticas representan las plagas y las enfermedades. Al parecer, el peligro de podredumbres de las raíces es mayor en los primeros cinco años de la plantación, que es cuando los residuos y tocones del bosque primitivo favorecen la multiplicación de hongos de las raíces tales como Fomes lignosus. En Nigeria, la mortalidad, tanto en las plantaciones de teca como en las de Gmelina, ha sido de un 2 por ciento aproximadamente. En general, los árboles suelen morir por pequeños grupos. En Trinidad, Pawsey (1966) sugirió que el riesgo para las plantaciones de pinos cultivadas en terrenos de bosque de frondosas talados no es grave y posiblemente irá disminuyendo con la edad de los árboles. Sin embargo, es importante ejercer una rigurosa vigilancia para patógenos y ensayar varias especies para el caso en que alguna de ellas pueda quedar devastada por una plaga o enfermedad. Con un buen tratamiento silvicultural pueden anular los efectos nocivos de la plagas que atacan a las Meliaceae.

Plantación linear

En Africa occidental se ha investigado mucho más este sistema de regeneración artificial y del análisis que Catinot (1965) hizo de los resultados obtenidos se llega a la conclusión que prefiere la plantación en líneas con poco espaciamiento al sistema de corta rasa, quema de residuos y plantación. Los principales motivos que aduce son: que de esta manera se conserva el ambiente del bosque y que el sistema puede aplicarse donde no se pueda emplear el taungya. Ciertamente que con él se pueden salvar de la destrucción especies de valor económico que han alcanzado tamaño de poste y que se sacrificarían con el sistema de cortas rasas y plantación. Catinot se pronuncia en favor de un espaciamiento más estrecho que el previsto por Dawkins, perdiéndose así una de las ventajas del sistema, es decir, el bajo costo unitario.

CRITERIOS PARA OBTENER FELICES RESULTADOS

Hay varios criterios que deben tenerse en cuenta para que el sistema produzca una masa satisfactoria de árboles maderables. Dawkins ha enunciado muy claramente:

«En el sentido en que se emplea aquí la expresión, la plantación linear consiste en el establecimiento de una masa de árboles que ha de cerrarse a la edad de turno, en líneas espaciadas a intervalos iguales o algo mayores que el diámetro de copa estimado para el producto final

FIGURA 2. - Una parcela joven de ensayo de Pinus caribaea, que es uno de los pinos tropicales que se cultivan en Malasia.

Son cinco las condiciones necesarias para la plantación linear, además de los requisitos ordinarios de un establecimiento sano:

1. En la zona en cuestión no deberá haber demanda de productos de claras, o por lo menos, deberá ser muy pequeña. En el caso de que se necesiten tales productos, este método no es apropiado; en cambio, si se necesita madera grande y trozas para chapas, el sistema es adecuado.

2. Las especies que se planten deben ser de crecimiento rápido (1,5 m de altura al año como mínimo), de fusta recto y poda natural; por ejemplo, en general especies fotófilas colonizadoras o completadoras de claros.

3. Es preciso que no exista cubierta dominante; sólo es adecuado el bosque cortado raso o envenenado a hecho, o bien el monte bajo secundario.

4. El rebrote entre las líneas plantadas no debe ser inflamable.

5. Es preciso que no haya animales que ramoneen en la plantación, o bien que los daños que ocasionen en los árboles plantados sean escasos o insignificantes.

A condición de que se satisfagan esos cinco requisitos, el empleo de este sistema puede rebajar el costo del producto principal a menos de la tercera parte de lo que habría costado mediante el sistema de plantación densa. La técnica que se emplee exige lo siguiente:

6. Las líneas de plantación deben espaciarse a una distancia igual o ligeramente superior - hasta el 20 por ciento más es razonable - al diámetro medio de los árboles sanos que constituyen el producto final, que se calcula sobre la base de los estudios de copa. El motivo es que hay que evitar toda posibilidad de que se establezca una grave competencia entre las copas de una línea y las de otra antes de alcanzada la madurez, para economizar costos de establecimiento y dar mayor margen al crecimiento de especies posiblemente superiores que puedan crecer espontáneamente entre las líneas;

7. Dentro de las líneas, el espaciamiento entre plantas debe ser más o menos equivalente a la quinta parte del espacio interlineal, a fin de permitir la selección de una entre cuatro aproximadamente, para producto principal. Cada vez que hubiese abundancia de pies dominantes envenenados, como sucede en los montes naturales muy ligeramente talados donde se está plantando, entonces cabe esperar pérdidas hasta del 30 por ciento y el espaciamiento dentro de las líneas debe aproximarse más a 1/6 o 1/7 del espaciamiento interlinear. Sólo así podrá conseguirse que el producto principal tenga buena forma;

8. Las líneas de plantación deben estar bien desbrozadas en un ancho de unos 1,8 m al principio y permitir el tránsito por lo menos a lo largo de uno de los lados de la línea de árboles plantados, extrayendo para ello la mayor parte, cuando no la totalidad, de los pies leñosos muertos en pie. Una vez plantadas, hay que mantener limpias las líneas y asegurarse de que no quede vegetación colgando o que pueda entrañar peligro. Como estas operaciones de limpia se limitan a una fracción muy pequeña del área, los costos de mano de obra son bajos, por lo que pueden practicarse varias limpias en los primeros 12 meses (a veces hacen falta hasta 6 ó 7).

9. Las plantitas deben empezar a vegetar con rapidez. En el caso de la mayoría de las especies, esto implica el empleo de material de plantación en macetas; los toconcillos y plantones deshojados posiblemente no sean apropiados. Cedrela ha demostrado que es capaz de empezar a vegetar por siembra directa, pero es un caso excepcional.

10. La plantación ha de hacerse inmediatamente después de abierta la línea; el abrir las líneas a comienzos de la estación seca y plantarlas al cabo de 3 ó 5 meses, cuando empiezan las lluvias, es muy mal sistema ya que exige, por lo menos, dos o más limpias. También es preciso sincronizar el envenamiento de la cubierta dominante para permitir el paso de la luz justo en la época de plantación, pero no antes. Sin embargo, se admite que esto no es siempre posible.

11. Los árboles que nacen entre las líneas, a menos que sean superiores en valor a las especies plantadas, deben cortarse o envenenarse inmediatamente que empiecen a constituir una amenaza para las demás plantas, es decir, antes de que puedan ensombrecerlas. El mayor peligro procede de las especies Musanga Trema y Macaranga. Análogamente, las plantas trepadoras, que se esparcen en arco dominante a partir del rebrote de matorrales situados al borde de las líneas, deben ser rigurosamente desmochadas antes de que lleguen a sombrear las plantas, a servir de apoyo a otras trepadoras o a obstruir el libre paso a lo largo de las líneas.

12. La entresaca a lo largo de las líneas consiste en seleccionar los fustes de forma y altura superiores. (A menos que la disparidad de tamaños sea muy grande, habrá que dar siempre más importancia a la forma y a la altura que al diámetro en si.) La primera clara se hará en general al cumplirse 3 ó 4 años, que es cuando los árboles deben haber alcanzado ya una altura bastante superior a la del rebrote de los matorrales y trepadoras. Posiblemente habrá que entresacar el 50 por ciento de los árboles.

Hay que seguir rigurosamente los cinco principios que anteceden y las siete normas técnicas. Con harta frecuencia las plantaciones lineares han fracasado y, por ende, gozan de poco favor entre los forestales anglófonos de los trópicos, debido a que se han desatendido uno u otro de esos principios. Aplicando todos ellos y eligiendo las especies que se plantan con buen criterio, este método tiene muchas posibilidades de éxito en las condiciones del bosque tropical.

FIGURA 3. - Plantación de 14 años, de Casuarina equisetifolia en la costa del Estado de Mysore, India.

En el caso concreto del Africa occidental, no sería sensato elegir especies tales como Clorophora o Khaya, propensas a los ataques epidémicos e insectos.

EJEMPLOS

En la práctica, en Africa occidental se han empleado mucho las Meliaceae en la plantación linear, obteniéndose resultados poco felices debido a su lentitud de crecimiento y al ataque de los barrenadores de los brotes. Cedrela (véase párrafo 9 anterior) puede prosperar cuando se le siembra directamente en las plantaciones taungya, pero tiene menos posibilidades de hacerlo en plantación linear debido a la competencia de las raíces. Las especies más adecuadas para este sistema son Terminalia ivorensis y T. superba, la primera en los tipos de bosque más húmedo y suelos sedimentarios, la última en estaciones de complejo basal y menos húmedas. Estas especies son de copa ancha y no necesitan sombra lateral para producir fustes derechos. No dan por unidad de superficie volúmenes tan elevados como las especies de copa más estrecha ni tampoco puede venderse tan fácilmente como el producto de las claras. Otra especie prometedora en Nigeria es Triplochiton scleroxylon y, en Gabón, Aucoumea klaineana, que se planta mucho con este sistema, si bien al oeste del Camerún no ha dado tan buenos resultados.

En las Islas Viti, el crecimiento de Swietenia macrophylla ha sido muy rápido cuando se le ha plantado en líneas en los suelos húmedos francos de origen volcánico de estaciones de elevada pluviosidad. En esas islas no existe el barrenador de los brotes de la caoba y, además, los suelos volcánicos arcillosos son sumamente fértiles, por lo cual las condiciones son ideales para Swietenia, que se está plantando a razón de más de 810 ha al año.

La plantación linear es adecuada para las zonas de bosque degradado o inaccesible que no puedan incluirse en la serie de cortas del sistema taungya de regeneración natural, ni tampoco en el sistema de corta rasa y plantación. A medida que aumenta la demanda local y que es mayor la importancia de obtener la máxima producción por hectárea plantada, es posible que el sistema de plantación en líneas se vaya empleando menos.

CALIDAD DE LA MADERA

Se ha hecho ya breve mención de la calidad de la madera de las especies Triplochiton y Cedrela. Entre las Terminalia, T. superba tiene una reputación bastante variable. En Nigeria es raro que se plante debido a las perforaciones que ocasionan los insectos en el duramen de muchos árboles y a las decoloraciones anormales en torno a ellas y es mucho más popular en el Congo (Brazzaville) y Gabón. Aucoumea tiene fama de ser una de las mejores maderas tropicales para la producción de chapas por desenrollo.

Repoblación de praderas

LOS PINOS

Debido a que los pinos no se han demostrado capaces de suprimir el rebrote de especies frondosas, malezas rastreras y saprofitos en las estaciones donde se ha talado el monte alto, resulta más costoso su cultivo en tales estaciones que el de las especies frondosas de crecimiento más rápido, su madera es débil y ligera y no se le recomienda como árbol de sustitución en el bosque higrofítico tropical de tierras bajas. Sin embargo, existen dentro de esa zona tropical, en muchos países, vastas extensiones, donde una vegetación pirófila subclimácica ha reemplazado al bosque denso de frondosas, ya sea en virtud de la degradación de los suelos a raíz de los huracanes y de los incendios o bien debido a la destrucción del bosque por el hombre seguida de una invasión de gramíneas que los incendios mantienen ulteriormente. Ejemplos de sabanas húmedas de esa índole existen:

a) en la Guyana Amazónica y en los suelos aluviales de la costa de Surinam donde se están llevando a cabo trabajos de repoblación con Pinus caribaea;

b) en Centroamérica, Cuba y las Islas Bahamas donde la citada especie es indígena;

c) en las Filipinas, donde las plantaciones de pino han tenido menos éxito debido a las arcillas volcánicas mal aireadas;

d) en la parte septentrional de Queensland, donde se están drenando vastas llanuras costeras arenosas y se está procediendo a la conversión del matorral de eucaliptus y de Malaleuca en plantaciones;

e) en Malasia, donde las minas de estaño han eliminado el monte alto;

f) en Indonesia y las Islas Viti, donde en los suelos volcánicos mejor drenados los montes degeneraron a la etapa de tapiz herbáceo, están dando excelentes resultados las plantaciones de pinos.

Las condiciones en esas sabanas varían enormemente, pero éstas tienen varias características comunes que las hacen aptas para las plantaciones de pinos. Todas ellas reciben una precipitación pluvial elevada (la más baja es en Queensland, de 1270-1520 mm al año); los suelos tienen un pH sumamente bajo y los nutrientes son escasos, especialmente el nitrógeno, debido a la lixiviación de los minerales en suelos arenosos por efecto de las fuertes lluvias y la falta de nutrientes de sustitución por caída de hojas; por consiguiente, se propagan con facilidad los hongos micorrizógenos; están libres de rebrotes de cepa, de malezas rastreras, saprofitos y regeneración de frondosas con las cuales no puede competir el pino y cuyo combate resulta costoso; se pueden plantar a poco costo, son de fácil acceso y las labores mecánicas resultan baratas.

Los pinos son capaces de medrar en terrenos donde escasee el nitrógeno disponible, si existen micorrizas, y además resisten bien los incendios de la cubierta herbácea. Sin embargo, como su madera se emplea para usos corrientes, es preciso producirla a muy bajo costo para que pueda competir, como madera para pasta y construcción, con las maderas procedentes de masas naturales de coníferas, importadas de las regiones templadas y subtropicales. Las dos características de los suelos estudiados que tienen mayor importancia son la textura y la profundidad. Ocasionalmente, como sucede en Sarawak, pueden ser deficientes los oligoelementos pero, en general, se puede relacionar íntimamente el crecimiento de los pinos con la profundidad de suelo bien ventilado que haya sobre la capa freática. En un informe recibido recientemente de Zululandia, Sudáfrica, Haigh (1966) demostraba esto claramente. En tales estaciones, los pinos pueden dar una producción de mayor volumen y a menos costo que cualquier frondosa, si los suelos son deficientes en elementos nutritivos.

COSTO DE ESTABLECIMIENTO

Los costos de establecimiento en estaciones de esta clase son análogos a los que se producen en las praderas situadas a mayor altitud. En ausencia de matorrales, el costo, sin incluir los gastos generales, tales somo avenamiento, protección contra incendios y construcción de caminos, alcanza un promedio de 55 a 69 dólares EE.UU. por ha, incluido el costo de las plantitas, siempre que el marco de plantación sea de 2,5 X 2,5 m.

En las plantaciones de Pinus caribaea var. hondurensis efectuadas en tales estaciones, el rendimiento varía enormemente según las características del suelo. En las parcelas plantadas en las sabanas de Piarco, en Trinidad, se obtuvo un incremento anual medio, al cabo de 12 años, de 5,4 m³ por ha; en las plantaciones de Langipan, en Zululandia, un incremento anual medio, al cabo de 15 años, de 35 m³ por ha. Aparte de las diferencias de clima que existen entre ambas estaciones, los suelos francoarenosos de Zululandia eran profundos y estaban bien drenados, por lo cual las raíces del pino podían alcanzar la capa freática a una profundidad de 3,6 m, incluso en las temporadas secas, lo que permitía un crecimiento constante. En Trinidad, la presencia bajo la superficie del suelo de una capa impermeable de 30 a 45 cm de espesor originó el anegamiento del terreno en la temporada lluviosa y la sequía en la temporada seca. Los herbazales rara vez reflejan esas diferencias, por lo cual es indispensable llevar a cabo un reconocimiento de la textura y profundidad de los suelos para determinar el potencial de las estaciones para la plantación de pinos.

Para estaciones a nivel bajo deben preferirse P. caribaea y P. merkusii; P. oocarpa var. ochoterenai y P. khasya para las estaciones de altitud no inferior a los 600 m sobre el nivel del mar.

Las Araucarias, especialmente Araucaria cunninghamii y A. hunsteinii (antes A. klinkii) son las preferidas en los programas de plantación de Queensland y de Nueva Guinea en terrenos donde se ha talado el monte alto. Ofrecen la ventaja de la excelente forma del fuste y su madera blanca de fibra larga muy adecuada para la pasta de refinería destinada a papel para imprenta y la fabricación de chapas y muebles de uso corriente y, además, posee un porcentaje de crecimiento que aumenta con la edad. El incremento anual medio puede seguir aumentando incluso a los 40 años. A. cunninghamii es más resistente a la sequía que la mayoría de los pinos. En cambio, no fructifica hasta los 25 ó 30 años y la semilla de A. hunsteinii es grande, pesada y pierde rápidamente su viabilidad. Necesitan entre 18 y 24 meses de vivero con sombra cenital; su crecimiento es lento en los primeros 4 años de plantados en el campo, lo que acrecienta enormemente los gastos de limpia y establecimiento, especialmente en estaciones de monte alto; son sensibles al fuego; exigen gran disponibilidad de nitrógeno y, por consiguiente, no pueden establecerse en las infértiles sabanas de gramíneas sin la ayuda de abonos nitrogenados. Sin embargo, darán buenos resultados en las sabanas de gramíneas con un cultivo nodriza de pinos.

Los países donde existen vastas extensiones de tierras de origen sabanero, con subsuelos relativamente fértiles, como las que se encuentran en Indonesia, Jamaica, Ghana y las Islas Viti, deberían plantar una superficie suficiente con estas especies para contar más adelante con una fuente de semilla y, a la vez, ensayar las posibilidades de las mismas. Se aconseja la realización de ensayos de procedencia, ya que existen apreciables variaciones de rendimiento en volumen según las procedencias de A. cunninghamii.

Los costos de establecimiento en Queensland hasta el quinto año en el bosque higrofítico subtropical ascienden a unos 415 dólares EE.UU. por ha, de los cuales aproximadamente la mitad corresponde al costo de las limpias después de la plantación y 72 dólares EE.UU. por ha al costo de las plantitas.

PRODUCCIÓN DE PLANTONES

Los viveros en la zona de monte alto pueden ser volantes o permanentes. En las estaciones de suelo de buena estructura y donde la precipitación pluvial no supere los 1270 - 1780 mm al año, son preferibles los viveros permanentes, siempre que se encuentren terrenos adecuados y bastante llanos para su instalación. En cambio, en las zonas de elevada pluviosidad, los suelos arenosos pierden rápidamente su fertilidad Y su contenido húmico. En esas condiciones, la aplicación de fertilizantes quizás no mantenga el crecimiento, o la cantidad que es preciso emplear sea tan grande que el abonado resulte antieconómico. En las arenas de Benin, en Nigeria, se ha destinado a viveros un extenso cuartel de bosque situado cerca de las oficinas forestales, y, dentro de ese cuartel, se practica una rotación de barbecho con matorral espontáneo lo bastante larga para mantener la fertilidad de los suelos.

Se crían en el vivero durante 10 meses o un año toconcillos de Gmelina y Terminalia spp. Los eucaliptos, araucarias y pinos se crían siempre en tubos de polietileno o en macetas y las Meliaceae se plantan en el sistema taungya como plantones deshojados de 2 años de 1 a 1,5 m de altos, muchos de los cuales se recogen silvestres del bosque para emplearlos en la repoblación, debido a la dificultad de recoger semillas sanas en cantidad suficiente. Cedrela constituye una excepción. Puede sembrarse en casillas en las adjudicaciones taungya y esto tiene la ventaja de que las plantitas cesan momentáneamente de vegetar, como sucede con el material de vivero que se planta de asiento. Sin embargo, se ha logrado un buen establecimiento como plantita en Benin y sería preferible disponer de plantones para las plantaciones lineares o subsiguientes a las cortas rasas y quemas.

Las especies de semillas pequeñas, carnosas y fragantes, tales como Nauclea y Anthocephalus, son muy propensas a la peste de los semilleros. Puede extraerse la semilla por separación de los frutos despulpados en agua o bien mediante la pulverización de los frutos secos. Estos requieren protección contra las lluvias copiosas y plantarlos en suelos arenosos ligeros no excesivamente sombreados. Un semillero relativamente pequeño y bien protegido que se siembra en marzo puede dar un ingente número de plantas, que deben repicarse lo antes posible, a medida que van alcanzando el tamaño suficiente para manipularlas sin peligro. Hay mucho que decir acerca de la conveniencia de emplear macetas múltiples para esas especies; macetas múltiples a las que se repican las plantitas en el mes de abril en preparación para plantarlas de asiento en el mes de junio. De esta manera, la interrupción de la actividad vegetativa de las plantas se reduce al mínimo y éstas pueden soportar más fácilmente los ataques del barrenador de los brotes, Orygomophora medio-foveata, que causa daños a las Nauclea en Nigeria. Con ese sistema se abrevia de 12 a 3 meses el período de vivero.

Otra mejora posible según un experimento realizado en Nigeria consiste en emplear también pequeñas macetas para Terminalia ivorensis. En ese experimento, la supervivencia de las plantitas plantadas e macetas de polietileno fue muy superior a la de los toconcillos de vivero y, también en ese caso, se acortó mucho el período de vivero.

En Nigeria se están prosiguiendo las investigaciones para determinar el tamaño de las macetas múltiples indicado para las condiciones del monte alto húmedo y también para determinar cuáles son las mejores mezclas de tierras para emplear en esas macetas. Se pudo ver que en los climas húmedos las plantas de 6 meses de edad pueden alcanzar una altura igual en las macetas (planas) de 12,5 X 7,5 cm a la que alcanzan en las macetas (planas) de 25 X 10 cm y de esa manera se obtiene una gran economía en los gastos de transporte.

Se están empleando ahora grandes bolsas de polietileno para transportar los toconcillos de vivero, las plantitas en pequeñas macetas múltiples y los plantones de pino de Swazilandia desde el vivero al terreno. Esas bolsas de polietileno facilitan enormemente la administración, ya que permiten mantener a las plantas en buenas condiciones durante más tiempo, a condición de que se las conserve al fresco y bajo sombra.

Conclusiones

1. El alto tropical y húmedo es una fuente de maderas valiosas que no pueden producirse en otros lugares del mundo y cuyas existencias están ya sumamente agotadas, por ejemplo, las Meliaceae. Dado el sistema de plantación empleado en Nigeria, se pueden cultivar estas especies en masa mixta con Nauclea.

2. Está aumentando la presión que ejerce el hombre sobre esos bosques. Por ello, es indispensable producir el máximo de madera útil por unidad de superficie. Sin embargo, la plantación en líneas sigue teniendo una aplicación limitada en las regiones más remotas.

3. La regeneración natural puede emplearse para conseguir que el bosque dé el máximo rendimiento, aunque sólo en circunstancias especialmente favorables. La regeneración artificial suele dar resultados más rápidos y un rendimiento mayor y tendrá que ser empleada en la mayoría de los países para aumentar la concentración de las pocas especies valiosas adecuadas para la industria moderna.

4. El sistema taungya es el mejor y más barato para establecer plantaciones, pero depende de un equilibrio sutil de intereses y de la confianza que exista entre el agricultor y el forestal. No se ha hecho lo suficiente para generalizar al máximo este sistema mediante una buena labor educativa y de relaciones públicas, especialmente entre los políticos.

5. Se ha manifestado últimamente la tendencia a que los programas de plantación forestal estén patrocinados por intereses industriales, tanto oficiales como particulares. Todo ello va en provecho de las plantaciones, a condición de que el forestal no se vea coaccionado a plantar en gran escala especies que no se han ensayado debidamente en las condiciones del caso.

6. Por las pruebas de que se dispone, la frondosa más prometedora en estaciones de monte alto para uso general y como madera para pasta es Gmelina, siempre que se la plante en estaciones favorables. Esa especie rebrota de cepa. También se están ensayando otras varias especies, pero la calidad de su madera cuando crece rápidamente en plantación exige una investigación más a fondo.

7. Las plantaciones de especies fotófilas en las tierras bajas húmedas de los trópicos y en suelos arenosos ligeros pueden no mantener la fertilidad de la estación cuando se emplean turnos cortos, a menos que se fomente el piso inferior. Como ejemplos pueden citarse la teca, Gmelina y Eucalyptus deglupta.

8. Los pinos deben desempeñar un papel importante en la repoblación de estaciones de monte alto, que han degenerado convirtiéndose en herbazales, pero que están situados en la zona climática del monte alto, a condición de que se preste la suficiente atención a la textura y profundidad de los suelos. Las araucarias necesitan ensayarse más, exigen turnos más largos y los costos de establecimiento son más elevados.

9. En la práctica de viveros se está generalizando el empleo de pequeñas macetas múltiples para varias de las especies que normalmente se plantan con toconcillos de vivero y se está estudiando la economía de esta mejora.

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