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Reforestación en Colombia: Un Sector por Construir

Edgar Piedrahita Cardona


Resumen

Se considera que Colombia es un país con alto potencial para la reforestación. No obstante esta capacidad, carece de algunos factores y condiciones claves para construir este sector. Actualmente el país posee una masa crítica de bosque plantado pero ella no logra conformar un sector sólido, como tampoco ha impulsado la forestación ni la creación de una industria forestal relevante. La baja superficie que en el país se encuentra cubierta con bosques cultivados (165 mil hectáreas dispersas en todo el territorio) y su bajo aporte al desarrollo socioeconómico de la nación, no dan pie para considerar que en Colombia existe un sector de la reforestación. En esta investigación bibliográfica se presenta una visión general de la deforestación, la situación actual de los cultivos arbóreos en Colombia y una breve síntesis del incentivo forestal que el Estado ha creado para apoyar económicamente el establecimiento de plantaciones. Finalmente se discuten los retos y perspectivas para crear el sector de la reforestación. Asimismo, se presenta este estudio con miras a buscar el apoyo de la comunidad internacional para que Colombia pueda iniciar el proceso de recuperación de sus bosques como fuente de vida para el planeta.


Introducción

Colombia tiene una superficie de 113 millones de hectáreas. A principios de la década de los años cincuenta el país contaba con cerca de 80 millones de hectáreas de cubierta forestal y hoy día se estima que tiene alrededor de 54 millones. Es decir, en Colombia se ha deforestado más de 25 millones de hectáreas en los últimos 50 años. La superficie reforestada actual, que se estima en 165 mil hectáreas, no representa ni el 1% de lo que se ha talado durante medio siglo. Por sus ventajas comparativas Colombia puede hacer importantes contribuciones al desarrollo forestal y a la creación de bosques como fuente de vida. Para ello el país requiere ajustes internos, una política forestal y el apoyo de la comunidad internacional.

Metodología

Se trata de una investigación bibliográfica con base en las estadísticas y documentación más reciente acerca de la reforestación en Colombia.

Resultados

Deforestación en Colombia

El primer Mapa General de Bosques de Colombia, elaborado por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi en 1966, muestra que el 62.1 % de la superficie del país estaba cubierta por bosques; esto equivale a 70,8 millones de hectáreas (IGAC 1984). Posteriormente, el estudio El Medio Ambiente en Colombia (Leyva 1998) indica que la superficie con bosques naturales en el país es de 54 millones de hectáreas. Es decir, en el período entre 1966 y 1998, y en el menos crítico de los escenarios, en el país se talaron 16,8 millones de hectáreas de bosques; ello equivale en cifras redondeadas por lo bajo a una tasa media de deforestación, durante el período, de 500 mil hectáreas por año.

Razones como las políticas gubernamentales para la titulación de tierras y la agresiva expansión de la frontera agropecuaria durante las décadas de los años 50 y 60, dan pie para estimar que, en el mejor de los casos, dicha tasa era igual o superior. Según cifras del Instituto Colombiano para la Reforma Agraria, citadas por Silva y Triviño (1990), la tala de bosques durante el período de 1958 a 1978 con fines ganaderos y agrícolas alcanzó 14 millones de hectáreas; esto es 700 mil hectáreas explotadas anualmente. Por tanto, la deforestación en Colombia durante los últimos 50 años del pasado milenio pudo alcanzar los 25 millones de hectáreas. Cifra similar, 25.4 millones de hectáreas taladas, ya era señalada a mediados de la década de los años 80 por los organismos oficiales (IGAC,1984). Según la FAO (2001).la tasa actual es de 0.4% que equivale a la tumba de 200 mil hectáreas anuales.

Las plantaciones forestales en Colombia

Las plantaciones forestales en Colombia son de escala pequeña. En la Tabla 1 se aprecian las cifras que permiten cotejar el tamaño relativo con diferentes países en el ámbito tropical. La forestación en Colombia, comparativamente con lo que se hace en otros países y en términos de la restitución de nuestra propia deforestación, es insignificante. Por eso y por la baja participación del sector en el desarrollo socioeconómico del país (0.15% del PIB) se considera que en Colombia no existe un sector de la reforestación sólido.

TABLA 1 Área bajo plantaciones en diez países tropicales (año 2000), los cuales cuentan con el 90% de las plantaciones tropicales. Se excluyen los datos para las regiones tropicales de Chinaa. (Adaptada con base en datos de FAO, 2001).

País

Área plantada (millones de Ha.)

Porcentaje plantado con relación a la superficie total

Superficie plantada per cápita (m2)

Tasa de variación anual de la superficie forestal total (%)

India

32.60

10.9

300

0.1

Indonesia

9.87

5.4

500

-1.2

Brasil b

4.98

0.6

300

-0.4

Vietnam

1.71

5.2

200

0.5

Thailandia

4.92

9.6

800

-0.7

Venezuela

0.86

1.0

400

-0.4

Cuba

0.48

4.3

400

1.3

Bangladesh

0.62

4.8

50

1.3

Myanmar

0.82

1.2

200

-1.4

Madagascar

0.35

0.6

200

0.9

Colombia

0.15

0.1

30

0.4

Promedio relativo del territorio (sin incluir a Colombia)

4.35



a FAO define a los países tropicales como aquellos en los cuales más del 50% de su superficie se encuentra entre los Trópicos de Cáncer y Capricornio, por eso se excluye China de esta tabla.

En el mejor escenario se encuentra que la superficie total plantada en Colombia a diciembre de 1997 es de 350 mil hectáreas (Tabla 2). En teoría, esta cifra resume el total acumulado (sin excluir aprovechamientos) durante la evolución de la forestación en Colombia. A esta cifra es necesario sumarle lo plantado durante el período 1998-2001. En estos años, según la información del Ministerio de Agricultura (no publicada) se plantaron, en promedio, 7500 hectáreas anuales. Complementando los datos de la Tabla 2 se habrían concretado, aproximadamente, 380 mil hectáreas plantadas durante toda la historia de las plantaciones en el país, como ya se indicó, sin excluir los aprovechamientos.

TABLA 2 Superficie total reforestada en Colombia por departamento a diciembre de 1997, sin excluir los aprovechamientos (Minambiente-SIEF, 1999).

Departamento

Superficie (Ha)

Departamento

Superficie (Ha)

Antioquia

60002

Magdalena

6585

Atlántico

887

Nariño

8747

Bolívar

21330

Norte de Santander

6196

Boyacá

25569

Orinoquía-Amazonía

13495

Caldas

15026

Quindío

7615

Cauca

35851

Risaralda

7247

Cesar

3596

Santander

13481

Chocó

14042

Sucre

1460

Córdoba

5648

Tolima

8811

Cundinamarca

41774

Valle

46181

Guajira

2186



Huila

4338

TOTAL

350067

Según datos de Smurfit Cartón de Colombia, citados por Rico, 1999, el país tiene actualmente en pie 165 mil hectáreas de bosques plantados repartidas entre plantaciones con fines comerciales (120 mil) y plantaciones con fines de protección (45 mil). La misma fuente anterior indica que los bosques plantados decrecen a un ritmo de 7 mil hectáreas por año debido a que se planta menos de lo que se aprovecha para poder abastecer la demanda (Figura 1).

Factores restrictivos para la reforestación en Colombia

El principal factor que ha limitado la reforestación en Colombia, de lejos, ha sido la ausencia de una política de Estado para tal propósito. En Colombia, como consecuencia de políticas económicas, las tasas de interés tienden a ser altas y a otorgar preferencia por el capital en el presente más que en el del largo plazo. Es así como tasas reales superiores al 15%, que son habituales en el país, no estimulan la inversión en reforestación y además neutralizan las ventajas comparativas que con relación al crecimiento y la posición geográfica se anotan a favor de Colombia.

FIGURA 1 Evolución de la reforestación comercial en Colombia (Smurfit Cartón de Colombia, citado por Rico 1999).

Certificado de Incentivo Forestal

Actualmente el principal estímulo para la reforestación en Colombia es el Certificado de Incentivo Forestal (CIF) creado en 1994. Este un aporte en dinero que hace el Gobierno para cubrir parte de los gastos de establecimiento y mantenimiento en que incurran quienes establezcan nuevas plantaciones forestales con fines protectores-productores en suelos de aptitud forestal. El CIF fijó como meta la reforestación de 160 mil hectáreas en un período de 4 años (1994-1997). Después de 8 años se estima que este incentivo ha propiciado el establecimiento de solo 60 mil hectáreas, esto es poco más de la mitad de la meta trazada. Dicha superficie equivale a una tasa de plantación de 7500 hectáreas por año. Es decir, en el mejor de los casos sólo ha permitido compensar las tasas anuales de aprovechamiento.

El CIF se creó para compensar al reforestador por las externalidades ambientales que dimanan a partir del establecimiento de las plantaciones. Se trata de compensar al reforestador por los beneficios sociales que genera y que el mercado no le reconoce. Es decir, el CIF está perfilado para estimular el establecimiento de plantaciones con fines protectores.

La inversión privada es clave para la reforestación

La reforestación con finalidad económica en el país se ha originado por la inversión privada nacional. Esta, en buena medida, fue presionada por la extinción de las concesiones y los contratos de aprovechamiento de los bosques en tierras estatales que existían a favor de las grandes industrias forestales del país. Aproximadamente 70 mil hectáreas de bosques plantados fueron creadas con el mecanismo de inversión privada.

Sin embargo, actualmente no hay perspectivas económicas para que el sector pueda crecer. El gobierno, dada la mala situación de las finanzas públicas, podrá invertir muy poco. La inversión pública en el corto plazo parece inviable, pues los indicadores del estado de la economía son bastante críticos. Basta con señalar que la deuda de la nación supera los 45 mil millones de dólares y el déficit fiscal es superior a 6 billones de pesos.

Bajo este escenario la inversión pública es improbable. La única posibilidad que permitiría contemplar la posibilidad de inversión pública para la reforestación sería su carácter de generador de empleo, especialmente que lo genera en el sector rural donde la situación es altamente crítica.

El sector privado no tiene margen financiero significativo para efectuar inversiones en plantaciones forestales. La recesión y un panorama incierto no es el escenario más atractivo para inversiones de largo plazo como las que requiere la reforestación.

La inversión extranjera directa pareciera ser la única opción. Para ello se requiere de:

Discusión

No obstante que el sector forestal ha hecho aportes de tierras, transferencias y capitalización de otros sectores de la economía, entre ellos industrial y agrícola, generación de empleo en zonas rurales, ha propiciado medios de subsistencia para comunidades negras, indígenas, colonos y desplazados por distintas razones, ha generado beneficios ambientales no cuantificados ni considerados en las cuentas nacionales, ha provisto bienes y servicios derivados de los bosques, nada de ello le es contabilizado como aportes al desarrollo nacional. Por ello Colombia no tiene un sector forestal fuerte y por ende la reforestación es una actividad de bajo peso y escasa estimación en el país.

Ese el reto más importante que tiene el sector. Particularmente, mostrarle a la clase política y dirigente del país que la reforestación tiene un alto potencial para participar en el desarrollo económico y social, y que puede contribuir significativamente con la conservación y recuperación ambiental.

También es un reto articularnos a los sectores agrícola y pecuario para la elaboración de enfoques innovadores del desarrollo rural. La integración para impulsar una ambiciosa política agraria, forestal y ambiental haría más viable el desarrollo rural, pondría freno a la deforestación de bosques naturales, propendería por la sostenibilidad de los recursos naturales, maximizaría los beneficios públicos y privados por el uso de la tierra rural y haría más factible la inversión pública y la privada, esta última tanto nacional como extranjera.

Pero quizás el reto menos reconocido y más trascendente es impulsar una cultura forestal. Si el sector se organiza y cohesiona puede adquirir la capacidad de promover el aprecio de la sociedad hacia el valor que le representan los bosques para derivar beneficios colectivos y así generar conciencia para su manejo y conservación. Pues debe entenderse que si bien la política puede cambiar la cultura, finalmente el éxito de una sociedad está determinado más por su cultura que por su política.

Conclusiones

1) La reforestación en Colombia tiene factores restrictivos de relevancia como la carencia de una política de Estado, mecanismos de financiación imperfectos e insuficientes y poca atracción por la inversión privada tanto nacional como extranjera.

2) La formulación y adopción de una política de Estado para el sector forestal y el subsector de la forestación, es una condición necesaria su desarrollo.

3) El país no tiene una cultura forestal que permita a la sociedad comprender el valor que le representan los bosques.

4) Para propender por una cultura forestal y una política de Estado el sector se debe organizar y cohesionar desde sus bases.

Literatura citada

FAO. 2001. Situación de los Bosques del Mundo 2001. Roma, Italia. 175 p.

IGAC et al. 1984. Bosques de Colombia. Bogotá D.E., Colombia. 206 p.

Leyva, P. (Ed.) 1998. El Medio Ambiente en Colombia. IDEAM, Ministerio del Medio Ambiente, República de Colombia. Bogotá D. E., Colombia. 342 p.

Ministerio del Medio Ambiente et al. 1999. Sistema Técnico Estadístico para Plantaciones Forestales Industriales en Colombia (Boletín SITEP de septiembre de 1999). Año 3 No. 5. Bogotá D.E., Colombia. 4 p.

Rico C., F. 1999. Antioquia, Colombia, La Reforestación, La Gran Oportunidad. Cámara de Comercio de Medellín, Colombia. 20 p

Silva, L. J. y Triviño, T. 1990. Falacias y Realidades de la Reforestación. Revista Bosques y Desarrollo, Año I No. 1. Fundación Bosques y Desarrollo, pp. 16 - 21.