Alternativas de Uso Múltiple Forestal en Uruguay

0677-B4

Ana Inés Antón Piquero
Carolina Sans


1. RESUMEN

La investigación aborda el uso múltiple en plantaciones forestales del Uruguay, país de clima templado sub-húmedo con predominancia de ecosistemas herbáceos que promovieron el desarrollo de una fuerte cultura y economía agrícola-ganadera. Las políticas de promoción forestal, aplicadas desde 1989, centuplicaron la cobertura arbórea que alcanza actualmente 600.000 hectáreas, en base a la implantación de especies exóticas de rápido crecimiento (Eucalyptus y Pinus), con destino a la producción maderera (celulosa, madera sólida, leña). La atención a los usos no madereros, como apicultura, recolección o cultivo de hongos, producción de aceites esenciales, pastoreo, recreación o fijación de Carbono, ha sido escasa.

Se intenta identificar los componentes del uso múltiple en Uruguay, analizándose preliminarmente las condiciones actuales y futuras de su implementación en base a la percepción de los productores, empresarios, técnicos y miembros comunitarios.

Se concluye que hoy se están realizando usos alternativos como apicultura, pastoreo, recolección de hongos y producción de aceites esenciales en plantaciones forestales detectándose dos conflictos fundamentales: a) funcional: desconocimiento de rendimientos, condiciones, sinergias y antagonismos productivos; b) de uso: la tenencia y control de los recursos no madereros no depende de los actuales usuarios. Esto limita la aceptación del uso múltiple por parte del productor forestal, su inclusión en la planificación forestal, y el impulso del estudio de las condiciones e impactos del uso múltiple, en la medida que se requieren enfoques holísticos que contemplen todas las funciones forestales y todos los actores involucrados. La voluntad política del sector apícola en este sentido, y los requisitos de la certificación de productos forestales se revelan como los probables desencadenantes de un proceso de aceptación, identificación y evaluación de los recursos forestales no madereros en el mediano plazo, y como esbozos de la definición de una cultura forestal uruguaya.

Palabras Claves: Uso Múltiple Forestal, Recursos Forestales No Madereros, Productos Forestales No Madereros


1. INTRODUCCIÓN

Uruguay está ubicado entre los 30°10’ y los 34°58’ de latitud Sur y entre los 53°11’ y los 58° 26’ de longitud Oeste. La superficie territorial es de 176 215 km². El clima es templado semi- húmedo con una temperatura media anual de 17°C y un promedio anual de lluvias 1100 mm. El relieve es suavemente ondulado y llano, con algunas zonas serranas al este y centro norte del país.

Desde las rocas metamórficas del zócalo cristalino, de edad Precámbrica hasta los depósitos sedimentarios actuales del Holoceno, hay toda una serie de formaciones geológicas constituidas por distintos tipos de rocas y de diferentes períodos.

La amplia variedad de suelos son producto del sustrato diverso y complejo, de la fisiografía del lugar y de las condiciones del drenaje. Sus características son, alto contenido de materia orgánica, presencia de un horizonte B textural a profundidad variable y acidez ligera/moderada en los horizontes superficiales. Su aptitud de uso es directamente proporcional a la profundidad, encontrándose un alto porcentaje de tierras dedicadas a la producción agropecuaria.

El ecosistema predominante del territorio uruguayo es la pradera que ocupa el 87% del área total del país y a la que se asocian los ecosistemas de bosque, de humedales, marinos y costeros. La composición botánica de la pradera presenta un predominio de gramíneas sobre otras familias. Durante más de tres siglos, la pradera ha sido sometida a pastoreo (vacunos y ovinos), con efectos degradatorios, tanto en el número de especies como en su composición. De todas maneras, las praderas uruguayas constituyen uno de los ecosistemas herbáceos de clima templado más extensos y mejor conservados del continente.

Los bosques nativos cubren el 3.5% del territorio nacional. Según sus características y composición se los clasifica en ribereños o de galería a lo largo de los cursos de agua a manera de "franjas" paralelas a la costa, integrados por árboles adaptados a la humedad; serranos, ubicados en las sierras del sur del país, con árboles de menor altura y troncos retorcidos; de quebrada, localizados en las quebradas del norte y este, compuestos por especies de características subtropicales; de parque, asociaciones xerófitas con bajo número de individuos; y los palmares, comunidades monoespecíficas ubicadas en el este y litoral oeste.

La producción agropecuaria por la que se ha distinguido el país es consecuencia del elevado porcentaje de tierras productivas y de sus pasturas naturales

La baja cobertura forestal y la degradación que han sufrido los bosques naturales, debido fundamentalmente a causas antrópicas además de la eliminación de las comunidades indígenas hicieron que se perdieran los usos tradicionales. Los inmigrantes, europeos en su mayoría, radicados en Uruguay percibían al bosque nativo en forma negativa, considerándolo más bien un obstáculo al desarrollo agrícola. El uso del mismo fue extractivo y degradatorio. Por el contrario, la utilización de especies exóticas, de alto porte y de uso y gestión conocida resultó ser un elemento de valor, tanto estético como productivo.

La implantación de bosquetes de eucaliptos como forma de abrigo y protección al ganado y a los cultivos, tan característicos del paisaje uruguayo son una muestra de la cultura forestal de una época. Asimismo, las principales colecciones botánicas del Uruguay, como el Arboretum Lussich o el Parque Anchorena, o la implantación de vastas áreas de pinos en las arenas móviles de la costa atlántica son ejemplos que hacen a la tradición uruguaya.

A fines de la década del 80, a través de la promulgación de una Ley Forestal que estableció importantes beneficios (reintegro del costo de plantación, exoneraciones impositivas) se genera un nuevo sector productivo, estimulando la implantación de bosques de eucaliptos y pinos en áreas definidas de prioridad forestal por su menor productividad agrícola. De esta forma se lograron inversiones nacionales y extranjeras en la actividad forestal. Las áreas forestadas evolucionan desde 10.000 a casi 600.000 hectáreas en 10 años, generando tres polos principales cuyos destinos productivos son, fundamentalmente, la pulpa de papel y la madera sólida para aserrío (ver mapa adjunto).

Los resultados de estudios realizados sobre el impacto de la actividad forestal - fundamentalmente del punto de vista fiscal - apuntan a la rentabilidad del sector en base a los volúmenes proyectados y a los precios a futuro. Sin embargo, muchos elementos decisivos son inciertos en la medida que el sector forestal se encuentra en la fase primaria y no cuenta todavía con una industria definida y consolidada. Entre los desafíos planteados surge la necesidad de investigar sobre el mejoramiento genético, el manejo silvícola, la tecnología de la cosecha, la industrialización de la materia prima y vías de comercialización de los productos. A esto se suma la certificación de los productos que ingresan al mercado forestal internacional, obligando al cumplimiento de prácticas de "Manejo Forestal Sostenible". En este sentido, se ve la necesidad de identificar y evaluar, además de la madera, todos los recursos forestales. Esto implica un cambio de la percepción sobre otros usos del bosque que era considerada en gran medida como un área gris, una categoría de "productos menores" o "secundarios". Estos pasan a ser vistos como una fuente nueva y distintiva de desarrollo sostenible, tanto a nivel local y nacional.

Los objetivos de este estudio son, relevar los principales usos forestales alternativos que se realizan actualmente en las plantaciones forestales del Uruguay, analizar algunas de las causas de la situación actual y realizar una evaluación preliminar de las posibilidades y viabilidades que se generan.

2. METODOLOGÍA

A los efectos de alcanzar los objetivos previstos, se llevó a cabo,

3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Los recursos forestales no madereros asociados a las forestaciones varían en cantidad y calidad según el modelo productivo aplicado. La apicultura se asocia a las plantaciones de eucaliptos (fundamentalmente Eucalyptus grandis), la producción de hongos a las plantaciones de pinos, y los aceites esenciales a las de eucaliptos blanco (Eucalyptus globulus ssp. globulus). Se presenta a continuación los principales modelos forestales en Uruguay y su ubicación territorial:

PRINCIPALES MODELOS FORESTALES EN URUGUAY

Región

Especie

Densidad

Destino

Crecimiento

Raleos

Podas

Corte Final

(plantas/ha)

principal

(m3/ha/año)

Años

Años

Año

1

Norte

Eucalyptus grandis

1,000

aserrío

32

2-9

2-3-4-6

18

2

Norte

Pinus

1,000

aserrío

24

4-12-18

4-6-8

22

3

Litoral Oeste

Eucalyptus

1,250

pulpa

23

--

--

10

3b

Litoral Oeste

Eucalyptus grandis

1,250

aserrío

28

7-12

2-3-7

20

4

Litoral Oeste

Pinus

1,111

aserrío

19

5-9-15

5-8

24

5

Sur Este *

Eucalyptus globulus

1,400

pulpa

18

--

--

10

6

Sur Este

Pinus

1,000

aserrío

20

5-9-15

5-8

24

* Incluye la superficie forestada con eucalyptus globulus en el Departamento de Tacuarembó.

Los principales objetivos productivos de las plantaciones forestales en Uruguay son de tipo maderero industrial. Los proyectos forestales ejecutados desde la aprobación de la Ley Forestal (1987) hasta la fecha, no incluyen otros usos productivos. Sin embargo, estos se han ido incorporando, tanto efectiva como teóricamente, a la gestión forestal.

3.1 El pastoreo

El ganado - bovino, ovino u equino - es criado en Uruguay, fundamentalmente en forma extensiva Se trata de una actividad productiva basada en el ecosistema de praderas.

La actividad forestal con fines industriales se ha promovido y desarrollado en los suelos de menor calidad agrícola, ocupados tradicionalmente por la ganadería.

Dejando de lado las experiencias particulares de silvopastoreo en que la producción de madera comparte su relevancia con la ganadera, se observa la incorporación de dotaciones de animales en establecimientos forestales, en las mismas áreas forestadas con fines industriales.

Durante la preparación de tierras, plantación y primeros años de vida de los árboles, la presencia de ganado constituye una amenaza, por lo que la ganadería y la forestación resultan temporalmente incompatibles. Pasado este período, existe una amplia coincidencia en la identificación de las áreas libres entre bosques (zonas de cortafuegos, áreas anegadizas o de escurrimiento) e incluso en las entrefilas como potenciales proveedoras de forraje. Todos los productores encuestados confirman su disposición a abordar este tipo de aprovechamiento. En relación a la amplia mayoría - que ya lo ha puesto en práctica- cabe destacar que mientras algunos apuntan que han logrado restituir las dotaciones pre- forestación, otros señalan la necesidad de reducir el número original de animales por hectárea. Aún así, todos consideran positiva y conveniente la explotación del recurso forrajero. Se observa además que el comportamiento del tapiz herbáceo - y por lo tanto de la calidad del forraje - varía en función del tipo de control de malezas y mantenimiento, así como de la especie forestal y del modelo productivo en cuestión. En plantaciones de Eucalyptus grandis, en el norte, ya a los 4 años el dosel está totalmente cerrado, y desaparece el tapiz dentro del monte bajo la sombra y el mantillo producido por los árboles. En bosques de Eucalyptus globulus, en el sur y centro, este cerramiento se produce más tarde, y es menos intenso, por lo que subsiste un tapiz de calidad inferior casi durante todo el turno productivo.

Todas estas constataciones son de carácter empírico y no se ha evaluado aún ni la capacidad forrajera bajo plantaciones forestales, ni el rendimiento ganadero (ganancia en kilos por animal y por hectárea). Los productores forestales consideran a la ganadería en los montes no sólo como un ingreso adicional sino como un ahorro en términos de mantenimiento del tapiz para la prevención de incendios.

3.2 Apicultura

La apicultura en Uruguay ha tenido, en los últimos 30 años, un crecimiento productivo que ha convertido a la miel en un rubro netamente exportador (el mercado interno absorbe solamente entre 5% y 10% del total producido). La miel exportada es clasificada como miel poliflora y cumple con los estándares de calidad exigidos por el mercado interno y externo. Su color, aroma y sabor son apreciados y reconocidos por los clientes del exterior. Se estima que en Uruguay hay unos 2.000 apicultores que cuentan con aproximadamente entre 275.000 y 300.000 colmenas. La mayoría de ellos están ubicados en el litoral del país debido a la mayor densidad de flora melífera y al uso de abejas en la polinización de la misma. Le siguen en importancia la zona Centro Sur, y el Norte, fundamentalmente por su desarrollo forestal.

La forestación genera una oportunidad importante para dinamizar la apicultura. Se estima que la producción por colmena, en montes de eucaliptos, puede aumentar de 30 a aproximadamente 60 k. Los productores forestales se muestran, en principio, reacios a aprovechar directamente este recurso, así como compartir sus beneficios con productores apícolas en régimen de tercerización. Esto se debe fundamentalmente a que se considera que la actividad apícola distorsiona el funcionamiento del predio forestal por el riesgo de incendio y el peligro de picaduras al ganado o los trabajadores forestales. Sin embargo, aquellas empresas que certifican sus productos consienten el acceso a sus montes bajo estricto control en pos de un buen relacionamiento comunitario. Es frecuente la colocación de colmenas fuera de los predios, en los límites del bosque, usando el recurso sin contraparte hacia el productor forestal. El potencial apícola en las áreas forestadas con E. grandis es importante pero requiere del entendimiento entre apicultores y productores forestales. Recientemente se promulgó una ley - aún no reglamentada -, que limita los subsidios a la producción (forestal u otros) a la presentación de proyectos tendientes al desarrollo apícola.

3.3 Hongos

La producción de hongos en Uruguay hoy está comenzando a cobrar importancia, fundamentalmente en una modalidad de cultivo en condiciones controladas. Existen grupos de productores o empresas familiares que adquieren los micelios y cultivan hongos pertenecientes a los géneros Pleorotus y Lentinus. No existen antecedentes de un aprovechamiento o producción planificada en plantaciones forestales (H. Giuliano, com.pers. 2002).

En relación a los hongos cultivados, cabe mencionar como actividad reciente, la producción de Lentinus ("Shii-take") sobre troncos de eucaliptos procedentes de raleos en plantaciones forestales. Esta actividad se encuentra en fase experimental.

Otro uso detectado es la recolección de hongos no cultivados, silvestres, que crecen bajo bosques, muy conocido en el litoral marítimo del Uruguay. Durante el otoño, y en menor grado en primavera, se puede constatar la presencia de vendedores de hongos frescos o en conserva sobre la ruta costera. Se trata, en general, de una actividad familiar e informal, fruto de una cosecha "furtiva". Esto genera un conflicto de uso de los recursos en la medida que los propietarios pierden el control respecto al acceso a sus predios, con las consecuencias que esto puede acarrear.

Según Deschamps, 2002, se encontraron en el litoral marítimo del Uruguay, especies ectomicorrícicas asociadas a los pinos, como Lactarius deliciosus (robellones o níscalos, la boletácea Suillus granulatus (hongo de los pinos), algunos Tricholoma (como Tricholoma sulphureum, etc) y el gasteromicete Rhizopogon en la forma de dos especies denominadas roseolus y luteolus. Estos últimos son comercializados en conserva, como «trufas del Uruguay». Asociado a los eucaliptos, crece en forma saprofítica el hongo Gymnopylus spectabilis, supuestamente introducido en todo el cono sur de América junto a las mirtáceas australianas.

El relevamiento realizado a nivel de empresas y productores forestales propietarios de proyectos forestales con fines industriales muestra un desinterés y desconocimiento del tema. En general, nadie se ha planteado evaluar o considerar la posibilidad de llevar a cabo fungicultura o recolección de hongos silvestres, así como desconoce el interés de los habitantes locales en participar en el rubro o formas de producción conjunta, rendimientos y condiciones de comercialización de este producto. Sin embargo, se percibe una creciente preocupación en torno al tema, proveniente de enfoques de uso integral y sostenible de los recursos y del desarrollo de "especialties" es decir productos con valor agregado que se inserten en segmentos de mercado muy específicos, empleando ventajas comparativas y competitivas.

3.4. Producción de aceites esenciales

La producción de aceites esenciales proviene del uso de hojas de Eucalyptus globulus ssp. globulus luego de la cosecha forestal las que se procesan en forma artesanal, en alambiques que se transportan de un monte a otro o ubicando los destiladores en puntos estratégicos del bosque. Los productores forestales desconocen, en general, este uso potencial así como sus costos y beneficios, pero permiten, en muchos casos, el retiro de las hojas en forma gratuita. Dado lo artesanal de su elaboración el costo es relativamente bajo como para permitir en las condiciones actuales de competitividad internacional comercializar el producto en forma rentable.

3.5. Recreación

Exceptuando las áreas de bosques del sur implantadas antes de la Ley Forestal, el uso recreativo no figura entre las posibles actividades previstas por los productores forestales. Al igual que en la apicultura, el ingreso de visitantes se percibe como una fuente de distorsión en el funcionamiento predial pues requiere el esfuerzo de una propuesta adicional y la posterior supervisión de su ejecución. Sin embargo, muchas empresas ven la posibilidad de mejorar su imagen con la comunidad permitiendo además de la recreación, tareas de educación ambiental en áreas vecinas.

3.6. Un servicio remunerado: la fijación del carbono

La captura de dióxido de carbono de la atmósfera por las plantaciones forestales tiene el potencial de generar un ingreso a productores forestales y países. En el caso uruguayo, suponiendo un millón de hectáreas forestadas en 2020, con 50 % destinado a la celulosa, y 50 % a productos sólidos en turnos de 18 años, y que se certifique un 80 % del carbono secuestrado entre el 2000 y 2020 se estaría certificando un total de 43 millones de toneladas que podrían implicar entre 200 y 800 millones de dólares en los próximos 20 años de ingresos al país. Se trata de una posibilidad reconocida en el sector forestal, dependiente de la concreción e implementación del mercado del carbono en función de la evolución de los acuerdos ratificados por el país.

4. CONCLUSIONES

En términos generales, se puede afirmar que si bien existe un uso múltiple de los bosques implantados este no es planificado.

Los obstáculos más importantes que enfrenta Uruguay en referencia al tema objeto de estudio son:

Sin embargo, las posibilidades económicas que surgen de la producción y comercialización de muchos de estos productos pueden llegar a estimular, como es el caso de la apicultura, el desarrollo de políticas, de investigación y de ejecución de estas alternativas. Las condiciones impuestas por los esquemas de certificación parecen ser los motivadores más reales y efectivos para los productores y empresas forestales.

Los beneficios identificados que se derivan del uso múltiple en plantaciones forestales son:

5. BIBLIOGRAFÍA

· Cornejo, R. Manejo silvopastoral; Informe en el marco de cooperación entre la Corporación Nacional Forestal de Chile y la Dirección Forestal de Uruguay.

· Deschamps, J. 2002; Hongos sislvestres comestibles del Mercosur con valor gastronómico; Documento de Trabajo, Depto de Investigación, Area de Estudios Agrarios, Universidad de Belgrano, BuenosAires

· Empresa Secco Hnos, 1998; Evaluación de manejo silvopastoril. Experiencia nacional, Informe.

· Estación Experimental del INIA, 2002; Desarrollo del Sector de las Plantas Medicinales y Aromáticas en el Uruguay; Hierbas medicinales; Boletín Informativo, Las Brujas, marzo de 2002, Año II, N°2, Uruguay

· Lamb, R. More than wood. Special options on multiple use of forests; FAO, Forestry Department, Forestry Topics Report N° 4.

· Lema, M.; Loeff, A. 2002. El turismo rural enfrenta el desafío de su promoción como "ecoturismo"; Suplemento Agropecuario de El País, Año 8, N° 89; Montevideo, Uruguay.

· PREDEG. s.f.; Apicultura en eucaliptos; Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Proyecto BID N° 1063/OC-UR, Montevideo, Uruguay

· Ramos, A.; Cabrera, R. 2001; El impacto del desarrollo forestal en Uruguay. Informe. Montevideo, Uruguay