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Bosques Modelo: Estableciendo Raíces para un Futuro Sustentable

J. Carlos Collarte R. 1


Resumen

En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (PNUMA) celebrada en Río de Janeiro en 1992, se adoptó el compromiso de trabajar en pro de la ordenación sostenible, la conservación y el desarrollo de todos los tipos de bosques.

El desarrollo de prácticas de manejo, uso y conservación de los bosques deben, sin embargo, ser aceptadas e implementadas por los diversos actores interesados, y ejecutadas por la comunidad local. Sobre esta visión de participación comunitaria surgen los Bosques Modelo, los cuales constituyen una herramienta probada de desarrollo sustentable para los bosques nativos habitados - que son los que constituyen el grueso de aquellos que aún sobreviven - y generan una activa participación de la sociedad civil, fortaleciendo sus capacidades de interlocución con el sector privado y con los gobiernos.


El Porqué del Bosque Modelo

Desde hace ya bastante tiempo, y en particular desde Río en 1992, ha habido una búsqueda de instrumentos y mecanismos que permitan detener la degradación de los bosques y en consecuencia la pérdida de la diversidad biológica que éstos ecosistemas poseen. Desafortunadamente para muchos de nosotros - y para otros que no están aquí hoy - casi lo único que ha prosperado es la diversidad de documentos, conferencias, acuerdos, etc. La acción concreta y el trabajo exitoso en terreno, a escala y tiempo real, es escaso aún.

De ahí el interés creciente que están generando los bosques modelo como herramienta de conservación de los recursos naturales y, simultáneamente, desarrollo social.

El primer concepto que se debe considerar aquí es que los bosques modelo pueden, en la practica, resolver la antinomia entre conservación y desarrollo con abundantes ejemplos de conservación más crecimiento económico con equidad social.

Existen hoy día 25 bosques modelos en operación con más de 19 millones de hectáreas de bosque nativo en cuatro continentes y 12 países, entre los que se cuenta Canadá, Chile, Argentina, Rusia, China, Tailandia, México, Japón y Filipinas, entre otros. Seis países más han manifestado su interés de unirse a la Red Internacional.

Esta dispersión geográfica representa también una gran variedad de circunstancias, regímenes de gobierno, políticas forestales, dotación de recursos naturales y económicos, poblaciones y culturas que lo que a nuestro juicio demuestra la considerable flexibilidad del instrumento. Así, aunque no hay dos bosques modelos iguales, la manera de operar, las metas y los procedimientos son similares.

Qué es un Bosque Modelo?

Es un área geográfica claramente delimitada con una condición forestal relevante en la que opera una asociación de partes interesadas que se ponen de acuerdo para:

Definición de atributos

El Bosque Modelo se basa, por lo tanto, en asociaciones incluyentes en las que se reconoce la diversidad de intereses pero se comparte un objetivo común que es el desarrollo forestal sustentable.

El Bosque Modelo se localiza en una superficie claramente delimitada, suficiente para generar una masa crítica en materia de administración y capaz de reflejar los usos y valores de los recursos del área. A menudo se trata cuencas hidrográficas, pero existen también ecosistemas o divisiones político-administrativas, sean éstas comunas o provincias. Su extensión varía entre las 86.500 has. para el más pequeño (Cuenca Ulot, en Filipinas) y 7.600.000 has. para el más grande (Bosque Modelo McGregor, Canadá).

Es importante destacar que en el proceso de implementación del Bosque Modelo, su área inicial puede ir ampliándose en la medida que se generan nuevas alianzas de nuevos grupos de interés.

Opera a través de un Consejo o Directorio en que están representados los interesados y que actúa como mesa de negociación y diálogo. Una vez alcanzados los consensos, traduce ésas decisiones en políticas que la administración ejecuta. Este ha probado una y otra vez ser un excelente medio para anticipar conflictos o reducir significativamente su intensidad, pues al actuar como un foro neutro y respetuoso de todos, incentiva y valora la participación local.

En la práctica, ello resulta en asociaciones y colaboraciones no tradicionales donde ecologistas y empresarios madereros pueden actuar conjuntamente para conseguir objetivos específicos, por ejemplo, o donde líderes de las comunidades indígenas y rurales pueden presentar sus puntos de vista a funcionarios de gobierno en un contexto de búsqueda de beneficios recíprocos.

Así, este proceso refleja una gama de opciones y actividades directamente vinculadas con la sustentabilidad. En la práctica, cada Bosque Modelo establece un conjunto de prioridades únicas que reflejan los valores del esos bosques para ésos asociados.

Como esta no es una tarea sencilla, es fundamental el apoyo de las Redes Internacional y Regional para definir opciones viables, obtener apoyo técnico y financiero inicial, identificar e implementar nuevas oportunidades de desarrollo económico para los asociados, y demostrar a terceros, los éxitos, desafíos y lecciones aprendidas.

Parte de los obstáculos que los bosques modelo encuentran están ligados a las estructuras de poder existentes donde, a veces, no hay grandes problemas a nivel nacional (Ministros y directores de agencias forestales), pero sí hay dificultades, y muchas, a nivel local con las burocracias públicas y privadas.

Adicionalmente, hay un largo proceso para establecer credibilidad con las comunidades. Es allí donde iniciativas de microproyectos generan condiciones objetivas para crear relaciones basadas en la confianza y relevancia de estos emprendimientos.

Hay también desafíos importantes originados en la aceptación de la idea de un proyecto generado "desde abajo", en las propias comunidades.

En primer lugar, las comunidades no se movilizan inicialmente con facilidad, sobre todo porque han tenido repetidas experiencias históricas que no arrojan resultados concretos sino que son los mismos antiguos proyectos vinculados al clientelismo político o burocrático envueltos en un lenguaje distinto. Es por eso que la creación de confianzas es un paso especialmente importante en la etapa inicial, donde los recursos - tanto financieros como profesionales - que vienen desde fuera deben aplicarse a construir ésa relación mutua.

En segundo lugar, las comunidades usuarias tienen dificultades para expresar sus necesidades y anhelos sin la ayudas de asesores, sean éstos profesionales independientes u organizaciones no gubernamentales (ONG). Los gerentes generales deben velar para que no se creen aquí relaciones de dependencia, reemplazando un paternalismo por otro. Hasta ahora, el mejor mecanismo para evitarlo han sido los Fondos Concursables en que lo macroproyectos son evaluados por expertos externos al Bosque Modelo de acuerdo a ciertos parámetros conocidos de antemano.

En tercer lugar, hay una administración de intereses contrapuestos que se expresan a través del directorio y que requiere de considerable flexibilidad y equilibrio del Presidente en la determinación de prioridades y objetivos del Proyecto, de modo de evitar que alguno de los componentes o grupo de comunidades monopolice los recursos disponibles. Es sorprendente la rapidez con que los miembros aprenden a operar el sistema. También desde ésa óptica los Fondos Concursables contribuyen poderosamente a evitar la concentración indebida de recursos en un solo grupo de objetivos y de beneficiarios.

Metas y Logros de los Bosques Modelo

Se ha tratado de resumir a continuación la experiencia de éstos últimos diez años en una variedad de circunstancias que presentan distintos Bosques Modelo. Para una mejor discusión se han agrupado en tres niveles de análisis: local, nacional e internacional.

Nivel Local

1. Manejo colaborativo de los recursos naturales con miras a un manejo sustentable;

2. Reducción del conflicto a través de la creación de un foro neutro donde se incentiva y se valora la participación de todos a nivel local;

3. Facilitación del contacto, asociación y colaboración a través de canales no tradicionales;

4. Generación de oportunidades de ingreso conectados con la conservación del bosque y no con su destrucción (Ej. Turismo rural);

5. Construcción de capacidades, entrenamiento y educación de personas que de otro modo tendrán gran dificultad en acceder a ellas;

6. Creación de mecanismos de respuesta a las necesidades locales (acción del Bosque Modelo como facilitador o embajador de esas necesidades frente al gobierno local, nacional o incluso, frente a los organismos internacionales);

7. Difunde los valores de sustentabilidad y protección de la biodiversidad a través de eventos regionales y ferias, tales como la "Feria de la Biodiversidad de Chiloé" que atrajo unos 30.000 visitantes.

Feria de la Biodiversidad de Chiloé

Nivel Nacional

Pero el aporte del Bosque Modelo no se limita a lo que sucede a nivel local, pues también genera un impacto a nivel nacional.

8. Demuestra la viabilidad de un enfoque dinámico y práctico en el manejo de los recursos naturales con plena participación de la comunidad (la sociedad civil en acción...).

9. Actúa como área de demostración y capacitación en el manejo forestal sustentable y, por lo tanto, establece un ejemplo práctico y replicable.

10. Es también un campo de pruebas para las políticas forestales. Con frecuencia genera intensas polémicas pues contradice la práctica tradicional de proyectos forestales "de arriba hacia abajo" a las que son tan adictos los gobiernos centrales.

11. Focaliza recursos que ya existían y por lo tanto actúa como mecanismo de apalancamiento ("leverage") de recursos financieros y humanos lo que explica que con recursos iniciales modestos se obtenga un impacto muy considerable.

Demostración en el manejo forestal sustentable

Nivel internacional

La influencia de los Bosques Modelo se aprecia también en el ámbito internacional pues está en consonancia con los acuerdos de Río y Johannesburgo de 1992 y 2002, respectivamente. Ello se ha manifestado en concreto en el apoyo del Centro Internacional de Investigación para el Desarrollo (CIID), a través de la Secretaría Internacional de Bosques Modelo, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Comité Interamericano de Desarrollo Agrícola (CIDA), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), el Foro de las Naciones Unidas para los Bosques (FNUB), entre otros, que son expresiones tangibles del interés de la comunidad internacional en estas iniciativas, ello porque:

12. Facilita la reinserción de las comunidades locales en las instancias que deciden sobre el uso de los recursos de los ecosistemas de los bosques donde ellos viven. Este es claramente un proceso y no una meta;

13. Además, invita a una participación activa de las poblaciones indígenas y comunidades campesinas, en la medida que sus representantes en el Directorio de los Bosque Modelos actúan como embajadores de sus inquietudes y necesidades;

14. Enriquecen el Stock de instrumentos e iniciativas posibles en otros países y circunstancias por la vía de la operación en Red;

15. Generan oportunidades concretas para operar investigación aplicada midiendo el avance hacia el desarrollo sustentable vía criterios e indicadores locales de Manejo Forestal Sustentable (MFS), biodiversidad, etc.;

16. En definitiva crean una opción real para enfrentar el tema del MFS más económica, participativa y descentralizadamente.

Participación de la comunidad

Como se puede apreciar, el impacto potencial de un buen Bosque Modelo es considerable. Ello obedece en parte a la naturaleza de la iniciativa que opera con la realidad tal cual es, es decir con los sistemas de tenencia de tierra existentes, estructuras de mercado tal cual están y con una situación burocrática dada, por imperfecta que sea. Lo que busca es hacer un cambio profundo a nivel de terreno introduciendo el tema de la sustentabilidad no como exhortación de buenos propósitos, o desde un aspecto moral o ético sino como un elemento de mejoría de la situación de la comunidad. Esto se refiere a su activa participación en las decisiones que las afectan como también a las actividades de preservación como iniciativas rentables para los usuarios en el aquí y ahora. Esto ciertamente demanda imaginación y capacidad de proveer de alternativas viables a los usuarios, pero por otra parte sus ingresos normalmente son tan bajos en términos absolutos que pequeñas mejoras en la rentabilidad de los mismos tienen efectos muy considerables sobre el ingreso marginal disponible. Ejemplos de ello son los programas de turismo rural, ecológico y de aventura, las iniciativas para apoyar una mejor comercialización de los productos artesanales y los esfuerzos para financiar pequeñas empresas agroforestales donde existe hasta un caso en que el Bosque Modelo es socio fundador de un Banco de los Pobres al estilo Grameen

Con frecuencia se levanta la pregunta si este modo de operar no genera conflicto con las políticas forestales tradicionales. La respuesta es sí, hay conflictos, sobre todo cuando estas iniciativas adquieren el carácter de redes nacionales y empiezan a obtener reconocimiento a nivel del gobierno central y medios de comunicación. Sin embargo, esta etapa sólo ha sido alcanzada en algunos países, notablemente Canadá que tiene 11 Bosques Modelo. Es allí donde se abren serias posibilidades para modificar las políticas forestales tradicionales con iniciativas probadas localmente en condiciones replicables. Aparentemente, esta relación ha sido fecunda pero en lo sustantivo, es una etapa limitada hoy día a unos pocos países.

En síntesis, esta iniciativa constituye una herramienta probada de desarrollo sustentable para los bosques nativos habitados, que son los que constituyen el grueso de aquellos que aun sobreviven. A un costo razonable, proveen de opciones económicas alternativas a las poblaciones nativas y rurales y a las comunidades marginadas de los polos de crecimiento económico. Finalmente, generan una activa participación de la sociedad civil local fortaleciendo sus capacidades de interlocución con el sector privado y con los gobiernos.


1 Presidente del Directorio, Centro Regional de Bosques Modelo para América Latina y el Caribe, Huelén 10, Piso 6, Providencia, Santiago, Chile. [email protected]