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Los temas cruciales de la forestería en el mundo actual vistos desde la FAO

B.K. STEENBERG1

1 B.K. Steenberg es Subdirector General, Departamento de Montes de la FAO.

Desde el último congreso forestal mundial, el centro de la preocupación del hombre se ha desplazado dramáticamente. En la década de 1960 contemplábamos esperanzados una explosión mundial de expectativas y aspiraciones. Ahora afrontamos un período de incertidumbre, de gran preocupación, a veces cercana al temor. Nos preocupa el número increíble de la población mundial y las repercusiones de sus demandas de espacio, energía, y otros recursos. Nos preocupa la disponibilidad de agua pura y de aire, la preservación de los ecosistemas naturales y de los recursos genéticos. Hemos visto cómo los productos de la imaginación y el ingenio del hombre, tan apreciados ayer, son ahora condenados como tóxicos peligrosos para el ecosistema global. Aun haciendo caso omiso de las predicciones agoreras, es un hecho que sólo en nuestros días ha comprendido el hombre el alcance de algunas de las amenazas que se ciernen sobre el ambiente humano. Sólo hace muy poco tiempo hemos empezado a comprender el hecho brutal de que este pequeño mundo es todo lo que tenemos.

El tema del último congreso forestal mundial fue «El rol de la forestería en la cambiante economía mundial», que reconocía y proclamaba la contribución del sector forestal al desarrollo económico. El tono más reflexivo del tema del presente congreso, «El bosque y el desarrollo económico y social», reconoce que el desarrollo económico no es un fin en sí mismo.

El aporte de los bosques a la humanidad fue durante mucho tiempo examinado bajo una luz polarizada, con lo cual sus productos materiales y los factores económicos relacionados se destacaban más claramente. El desarrollo, naturalmente, se buscó en este sentido. Actualmente, el plano de la polarización ha girado y es el rol de los bosques en el ambiente humano y, por lo tanto, los beneficios puramente sociales, lo que se desea destacar particularmente. Pero, en todo caso, estamos tratando con los mismos bosques, aunque hayan disminuido, y el mundo se halla poblado con los mismos hombres, aunque su número haya aumentado en gran forma.

El tema de este congreso - que destaca tanto el desarrollo social como el económico - es entonces, de hecho, la señal de que no hemos perdido el equilibrio. La etapa presente ofrece oportunidades sin precedentes para desarrollar la forestería en beneficio de la humanidad.

La preocupación por los aspectos a largo plazo de la forestería - aquellos que se desprenden de palabras actualmente en boga como ecología y preocupación ambiental - siempre ha sido central en la mente de los responsables del ecosistema forestal. Ya hace varias décadas los forestales señalaron los peligros de la escorrentía y la erosión del suelo, la calidad del agua, los cambios climáticos, y otros riesgos a largo plazo de la explotación excesiva de los bosques. Siempre ha sido parte integral de la tarea del forestal el tratar con temas que exceden los límites de la planificación individual, limite que raras veces es superior al año. Aun el periodo de planificación de los gobiernos hoy en día se considera frecuentemente como de media década, lo cual es poco tiempo en comparación con el término de duración de un árbol, o de una familia. Para el individuo y para el político práctico, el problema era lograr el mayor beneficio con un mínimo de privaciones.

Pero actualmente, con las crecientes posibilidades que tiene el hombre de comunicar y viajar, con un creciente número de personas, las cuales se concentran cada vez más en las áreas urbanas, los resultados de la sobre explotación o mala administración de los bosques han llegado a constituir una privación.

El desgaste del bosque, con su flora y fauna, la desaparición del agua pura, la dificultad en hallar fácilmente lugares donde se pueda estar en privado y protegido del ruido, la contaminación y la tensión, todo esto comienza a sentirse en modo creciente.

El índice de explotación de los bosques también ha aumentado y sus cicatrices se hacen ahora evidentes en el periodo de vida de un hombre. Pero no debe olvidarse que esta explotación era al menos parcialmente necesaria para satisfacer las demandas de la creciente población en su camino hacia las áreas urbanas, y que fue facilitada por el ingenio del hombre.

Una vez que las dificultades actuales originadas por la creciente demanda de recursos forestales resulten obvias, la realidad de las dificultades futuras, advertidas hace ya tiempo por los lideres forestales, también será comprendida. De esta manera, desaparecerá la distancia entre las dificultades presentes y las del futuro.

Cualquiera que sea el conjunto total de razones que han llevado a la situación actual, lo importante es comprender la verdadera significación de esta histórica oportunidad para la forestería: la nueva armonía entre los ideales de un pequeño grupo avanzado de administradores de recursos renovables y los de la sociedad en general.

Los forestales son capaces de administrar los bosques, pero no pueden por sí solos formular la politice forestal de un país. Todo el mundo parece estar de acuerdo hoy en día con los forestales en que ha llegado el momento de formular y codificar la politice forestal en aras del bienestar social del hombre dentro del marco de desarrollo socioeconómico general. La Declaración de las Naciones Unidas sobre el Ambiente Humano es un signo de esta orientación, y la declaración puede en realidad ser considerada la base para una politice forestal a nivel internacional.

Así pues, los forestales han llegado a un punto crucial. Les toca ahora a ellos guiar el camino hacia el futuro, de modo que su voz llegue alta y clara hasta los centros del poder con el fin de lograr una politice forestal.

El objetivo de dicha política resulta claro - equilibrar el impulso del hombre hacia la eficiencia y la realización personal con la necesidad de protegerlo de sí mismo, y de sus propios hechos. No existe ningún equilibrio mecánico para esto; es una cuestión de criterio, que exige que todos los hechos conocidos sean analizados separadamente, y por encima de su interrelación. Algunos hechos pueden ser cuantificados, a algunos se les puede dar una base científica, pero muchos de ellos son cualitativos y trans-científicos por naturaleza, y, por esta razón, son políticos.

La necesidad de proteger al hombre de si mismo se basa en la naturaleza biológica del ecosistema forestal; aun las especies de crecimiento rápido crecen lentamente en relación con la velocidad con que pueden ser destruidos los bosques, ya sea por el hombre o por otros medios tales como el fuego, los insectos o las enfermedades. Algunas de las responsabilidades que corresponden para el futuro del ecosistema no reconocen fronteras nacionales. ¿No son los bosques del mundo un legado para la humanidad? Pero la política forestal debe reconocer que los bosques son útiles, más aún, indispensables, a la eficiencia del hombre y a su realización personal. No hubiéramos tenido un Séptimo Congreso Forestal Mundial si los bosques no produjeran la materia prima para un sinnúmero de productos útiles, que son necesarios para el bienestar social y económico del hombre. Esta utilización de los bosques debe continuar, pero no se logrará simplemente con declarar que los bosques son un recurso natural renovable.

Esto no significa, por otra parte, que la tierra forestal debe ser incluida en los proyectos dirigidos a lograr un rendimiento sostenido. El clásico concepto del uso único del bosque, seguido por el concepto del uso múltiple, se halla mucho mejor articulado en la actualidad, y los administradores de recursos naturales pueden distinguir más claramente entre uso único, uso múltiple, y uso dominante. ya proporciona una base para la acción.

Todos estamos al tanto de los adelantos logrados en el campo de los productos forestales, y quizás podamos preguntarnos cómo ha podido suceder tal cosa en vista de la total carencia de politices forestales. La explicación probablemente se halle, en parte, en la característica de extracción a gran escala de las operaciones forestales, y no sólo en las zonas tropicales. En realidad, dicha evolución puede haber sido el resultado de la carencia de una politice general, lo que también ayudarla a explicar en parte el retroceso observado en nuestros días.

Una politice forestal fundamental debe basarse en una determinación de cómo se espera que los bosques y sus productos puedan cumplir las metas y objetivos nacionales. De esta politice se desprenderá, por ejemplo, el volumen de la corta anual, y el nivel de ordenación que supone, cuáles serán las repercusiones en cuanto a capital y mano de obra, etc.

La incertidumbre con respecto al desarrollo y la importancia de los materiales sustitutivos ha contribuido en algunos países a demorar la formulación de una politice forestal básica. Algunos piensan que. el creciente uso del plástico y los metales harán de la madera, en muy corto tiempo, un material inservible. No habría, entonces, la necesidad de formular una política para la forestería productiva. Naturalmente, si un país no tiene una politice expresa para el uso de sus propios recursos productivos naturales, habrá menos inversión y esperanzas de desarrollo de la forestería y, eventualmente, la profecía se cumplirá por si misma.

Pero la creciente comprensión en cuanto a la escasez de los recursos energéticos en todo el mundo, incluyendo los hidrocarbonos fósiles y das vastas necesidades energéticas para la producción de aluminio, plásticos y otros materiales sustitutivos, demuestra claramente que el bosque, como fuente de materia prima, será siempre necesario. Además, la tecnología moderna tiende hacia el uso de materiales compuestos, más bien que materiales únicos y, en consecuencia, la expansión del sector de los materiales no madereros sólo ayudarla a favorecer la expansión de los materiales basados en la madera.

Hay, por consiguiente, en nuestros días mucha menos incertidumbre en cuanto al rol de los gobiernos en los bosques y las industrias forestales mundiales, y un creciente deseo por producir una politice básica. La incertidumbre ya no impide la acción.

Tanto la significación de una politice como la dificultad de formularla y ejecutarla dependen del número de personas sobre las cuales tiene influencia. El número de personas que se sienten afectadas por los asuntos forestales ha aumentado ciertamente a raíz del mayor interés por los problemas ambientales, pero aun así el sector forestal opera con menos restricciones que muchos otros sectores. El incremento en el número de personas afectadas por el sector forestal, y que a su vez lo influencia, puede ser considerado como un impedimento, pero en realidad es una ayuda, porque amplia la base de poder político

La formulación de politices naturalmente no es un fin en si mismo. El paso siguiente y vital es la creación o modernización de instituciones viables para desarrollar y ejecutar esas politices.

La principal contribución de la FAO a este congreso se refiere al importante problema de reforzar las instituciones forestales. Esta ha sido una de las principales preocupaciones de la FAO desde su fundación. No me referiré a la contribución de la FAO en este momento; simplemente deseo señalar que el momento es adecuado para realizar innovaciones institucionales en el sector forestal. Los forestales dotados de imaginación encontrarán más aliados que en ningún momento anterior en su esfuerzo por incorporarse al nuevo escenario del desarrollo.

Desearía referirme brevemente a un solo grupo de instituciones forestales que resultan de critica importancia para que pueda perdurar, o mantenerse, cualquier reforma del sector forestal - los institutos de educación forestal. Los graduados de estas instituciones son los que deben ejecutar las politices forestales; el mejor de los proyectos no tiene ningún valor sin su colaboración. De mayor importancia es que ellos deben formular y ejecutar la politice forestal del futuro en un mundo en el que el cambio sólo puede hacerse aún más rápido y significativo en relación con el bosque.

La primera Consulta Mundial sobre Enseñanza de la Silvicultura, que organizó la FAO en 1971, ofreció claras indicaciones de la importancia del tema y abrió caminos útiles hacia el futuro. Se reconoció claramente que los problemas de la educación forestal no corresponden solamente a los forestales, y que estos problemas tampoco se detienen en las fronteras nacionales. El hecho de que se haya convocado una consulta de este tipo es en si un signo de la expansión de las dimensiones sociales y económicas de la forestería.

Para aquellos que son responsables del futuro y todos los forestales lo son, es muy importante tener cierta sensibilidad con respecto a la dinámica del caudal de conocimientos de la humanidad. Las tendencias importantes en la investigación y la tecnología son ahora, como antes, antorchas que alumbran el camino del futuro.

Permítaseme señalar estas tendencias, en términos generales, tal como las ve la FAO, indicando su importancia para la tarea de la planificación.

Algunas de las contribuciones más prometedoras originadas en la investigación provienen de adelantos en la bioquímica y en la biología molecular. Los nuevos conocimientos de las enzimas están aclarando, no sólo e] proceso de producción del material biológico, sino también su degradación y, por lo tanto, los procesos elementales del sistema ecológico del bosque. En la biología molecular, la rotura del código genético y una serie de nuevos métodos para manejar el material genético pueden significar que no se halla muy distante cierto tipo de ingeniería genética.

La investigación del espacio ha demostrado recientemente que la geocorona está compuesta por hidrógeno atómico. La única explicación actual de esta observación es que el vapor del agua está dividido en oxígeno e hidrógeno por los rayos ultravioletas del sol. Este, entonces, más que la fotobiosíntesis, puede ser el origen del oxígeno de la tierra. Si se confirmara, puede esperarse una revisión de la supuesta posición central de los bosques en el 'equilibrio del oxígeno/dióxido de carbono de la tierra.

Por el lado de la investigación aplicada existe una creciente tendencia a buscar ayuda en las ciencias del comportamiento. Los problemas tales como la forestería urbana, administración de los parques nacionales, agricultura nómada, etc.,. sólo pueden resolverse mediante esfuerzos decididos para mejorar y aplicar los instrumentos de las ciencias sociales junto con los de las ciencias forestales clásicas. También se está estudiando en forma más intensa la situación de las áreas boscosas y tierras marginales en relación con distintos movimientos de población. Muchos países están realizando investigaciones con el fin de mejorar las condiciones de trabajo del trabajador forestal y, por lo tanto. se presta mayor atención a la ergonomía, las condiciones de salud y la prevención de accidentes.

Aun en el campo de las industrias forestales, los objetivos de la investigación aplicada se orientan crecientemente hacia los problemas sociales. Los esfuerzos decididos por combatir los problemas de la contaminación originados en la industria de la pasta y el papel son actualmente más importantes que cualquier otra nueva actividad de investigación. El método por el cual la pasta se blanquea sin cloro, mediante la utilización de oxígeno, no se hubiera desplazado tan rápidamente del laboratorio a la operación en gran escala si no se hubiera visto impulsada por el deseo de disminuir el consumo de agua fresca y de combatir la contaminación.

Otras tendencias evidentes incluyen el uso creciente de los métodos intensivos de producción de madera y el uso progresivo del material de crecimiento.

En el primer campo se encuentran ejemplos importantes en la preocupación de los investigadores por las especies de rápido crecimiento en el sector de la fitogenética forestal, y la creciente aplicación de las especies exóticas en los bosques artificiales. Quizás de igual importancia es el creciente interés por la fertilización de los bosques. En la U.R.S.S. se asume que la forestería será uno de los principales consumidores de fertilizantes. Más aún, el Banco Mundial ha concedido un crédito a un país con el propósito de apoyar la fertilización de los bosques.

Con el fin de intensificar el uso de la madera, se está llevando a cabo una investigación con respecto al empleo de las raíces y ramas. El incremento en el empleo se demuestra por el significativo aumento mundial en las cifras estadísticas de la producción de artículos de la madera por la industria, más bien que por la extracción industrial de la madera. Entre los numerosos nuevos adelantos que han contribuido a la mayor utilización de la madera y residuos de la madera se halla la introducción de la descortezadora mecánica en los aserraderos y el crecimiento explosivo en el uso de los tableros de partículas, un campo donde el avance tecnológico también ha sido muy rápido. Otro ejemplo es el de la elaboración de tableros contrachapados con rollizos de hasta 30 cm de diámetro. Este método, sin embargo, aún no ha tenido una repercusión en los bosques tropicales.

También existe una ulterior tendencia a concentrarse en la resolución de problemas relacionados con las trozas más pequeñas. La gran preocupación por la racionalización en las operaciones forestales se concentra, por lo tanto, en los árboles medianos y pequeños en los bosques templados, y ha dado lugar a la aparición de una serie de máquinas de elaboraciones múltiples, con frecuencia llamadas elaboradoras o cosechadoras. El mismo fenómeno se observa en la utilización de madera de pequeñas dimensiones, donde el cambio hacia rotaciones más cortas en los bosques ha sido un incentivo parcial.

Estos aspectos, tal como los ven los investigadores, serán sin duda ampliados por la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal en el curso de este congreso.

Permítaseme en esta ocasión dar sólo dos ejemplos de la importancia de estas grandes tendencias para la práctica de la planificación: uno de naturaleza global, y el otro con referencia a los bosques tropicales.

En la actualidad sólo nos es dado hacer conjeturas en cuanto al tipo de bosques y árboles que la humanidad requerirá en unas pocas generaciones. Con los adelantos en la genética, es imperativo que los recursos genéticos mundiales sean preservados como base para las decisiones del futuro. La investigación y la conservación de la mayor variedad posible de recursos genéticos forestales constituyen una responsabilidad que requiere planificación y acción en gran escala. Esta es una tarea de alcance global, que fue especialmente señalada por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Ambiente Humano, y la FAO continuará su labor en este aspecto, recomendando también a los presentes la atención a este tema.

El segundo ejemplo se refiere al riesgo de quedar fuera de la corriente del desarrollo. La utilización de los bosques tropicales trata esencialmente de árboles de gran tamaño. Si la corriente mayor del desarrollo - por ejemplo, en las actividades de corta, troceado y extracción - se concentra en los problemas relacionados con los árboles de menor tamaño, éste es entonces el momento de planear un decidido esfuerzo de investigación y desarrollo dirigido a los problemas de los árboles más grandes. Esto puede lograrse más fácilmente si existe una cooperación más estrecha entre los países interesados en la forestería tropical.

Estos ejemplos bastan para demostrar que numerosos problemas críticos de la forestería pueden detectarse, y adoptarse las estrategias apropiadas para los mismos mediante el análisis de las tendencias en la investigación y el desarrollo.

Deseo ahora referirme a algunos problemas que, según el criterio de la FAO, deben ser resueltos a fin de plantear todos los aspectos para un ejercicio de planificación más general y a largo plazo a realizarse en el futuro.

Aún no sabemos exactamente en qué forma clasificar las zonas más o menos cubiertas de árboles, ni tampoco la extensión total del área boscosa. Por ejemplo, el inventario forestal mundial de la FAO de 1963 asignaba aproximadamente 1000 millones de ha más de superficie de tierra a los bosques de la que clasificaríamos en estos días. Con los métodos incompletos de clasificación disponibles y la insuficiencia de los datos, no es posible, sin embargo, dar una significación a esta diferencia, y por lo tanto no tenemos ninguna indicación clara en cuanto al verdadero cambio observado en los recursos forestales mundiales. Se han hecho mapas de la luna con exactitud de casi un metro, y esto sólo fue necesario para llevar un hombre a la luna y traerlo de regreso. La luna no está sufriendo cambios, de modo que, en su caso, un cuadro estático es suficiente. Para el planeta tierra un estudio único, aunque fuera exacto, resulta inútil en razón de los cambios continuos en los componentes de la biosfera. El dinamismo sólo puede ser captado mediante sucesivos análisis, cosa que se reconoció en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano. Es posible que la corriente de información requerida pudiera ser obtenida mediante métodos modernos de percepción remota. Aparte de los satélites en órbita, existen ahora cohetes sonda y varios modelos de aparatos de lanzamiento que pueden ser manejados sólo por dos hombres.

La tarea de la FAO de proporcionar un cuadro mundial de la situación actual de la oferta y la demanda de madera y productos madereros se enfrenta cada vez con más dificultades debido a la confusión en cuanto a las definiciones. Ya he mencionado que, a escala mundial, el aumento en los productos industriales de la madera es bastante mayor que el aumento en el total de extracciones para uso industrial. Esto indica que la clasificación corriente de la madera, que se basa en la presunción del uso único, tiene cada vez menos sentido. La razón de esto es la creciente flexibilidad en el empleo de la madera, y especialmente de los residuos. Otra razón para el abandono del sistema de clasificación es la presencia de numerosos productos madereros nuevos, que no pueden ser incluidos en forma apropiada en la lista de los productos convencionales. Debido al valor que tiene para el análisis de tendencias la existencia de series de datos que cubren períodos de tiempo, siempre hay cierta resistencia a introducir cambios en la clasificación. Sin embargo, si estas series de tiempo pierden paulatinamente su sentido, lo que parece ser el caso, debe tomarse una determinación al respecto. Esta debe ser una tarea de los organismos internacionales, que necesitarán del apoyo de todos.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano insistió en la importancia de la acción en el campo de la ordenación de los bosques tropicales, con un ataque concentrado al problema de las tierras marginales, y mayor atención a la prevención, descubrimiento y control de los incendios forestales. Se recomendó que el Fondo Ambiental, que será formalmente establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas, financiara tales actividades por medio, por ejemplo, del a Programa del Hombre y la Biosfera», de la Unesco, en cooperación con la FAO. Sin duda, los forestales se acogerán a este importante consenso mundial, con el fin de estimular la formulación y ejecución de los planes y políticas nacionales de acción.

En realidad, las actividades de campo del Departamento de Montes de la FAO reflejan el dinamismo que ya está en marcha. Nuestro programa de campo abarca en este momento 77 países, lo que significa que prácticamente todos los países en desarrollo que poseen un potencial forestal están incluidos en el mismo. La naturaleza de los proyectos que llevamos a cabo demuestra la gran variedad de problemas que se presentan en relación con la forestería ambiental, incluyendo la fauna silvestre, la recreación forestal y la administración de los parques nacionales. Nuestra actividad en los bosques tropicales ha aumentado en un coeficiente de diez, en términos financieros, en los últimos tres años. Además de los proyectos que se ocupan de establecer y reforzar las instituciones forestales, y de la educación, hay distintos tipos de estudios de pre-factibilidad, y en éstos está aumentando rápidamente nuestra cooperación con los bancos de desarrollo. La magnitud total de los grandes proyectos en que participa la FAO a favor de la forestería en representación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo puede advertirse por la contribución del Fondo Especial, que asciende a no menos de 50 millones de dólares aproximadamente. Nuestras actividades relacionadas con el sector forestal, que se desarrollan dentro del marco del Programa Mundial de Alimentos, ascienden en la actualidad a 27 proyectos operativos, con un total de aportes del Programa Mundial de Alimentos de 75 millones de dólares.

Esta es una demostración clara de que los forestales de los países en desarrollo son capaces de hacer aceptar sus criterios por las autoridades responsables de la programación de los planes nacionales en conjunto. Y los países contribuyentes, al aceptar las propuestas, saben que el sector forestal tiene numerosos centros dinámicos de expansión que pueden ser explorados. Es posible entonces confiar en llegar a la conclusión de que existen muchos más aspectos que pueden conducir al progreso social y económico, y que es preciso pensar en descubrirlos.

Señalé al comenzar a hablar que el sector forestal ha considerado que ha tenido dificultades para informar y alertar al resto de la sociedad en cuanto a sus posibilidades y problemas especiales y para lograr un consenso sobre la acción que debe llevarse a cabo. Pero las diversas tendencias que he examinado demuestran claramente que los forestales no sólo han hablado entre ellos a fin de reforzar sus propios criterios. De hecho, los forestales participan con frecuencia y con éxito en diálogos con personas que - tienen criterios divergentes. En vista de la nueva armonía establecida entre este grupo de ordenadores de recursos naturales, a raíz de su gran motivación, y el público en general, los planificadores del futuro que se hallan cerca de las cumbres del poder, ahora estarán mucho más dispuestos a escucharlos. No cabe duda que los forestales aprenderán rápidamente la nueva jerga. La planificación será más compleja, pero logrará una nueva dimensión a través de su mayor repercusión en la estructura socioeconómica más amplia.

En este proceso el forestal deberá ganar nuevos aliados y también ampliar su enfoque. Pero, al hacerlo, no debe renunciar al caudal de conocimientos y experiencia adquirido en la ordenación de los recursos naturales, una experiencia sin la cual sería preciso que la humanidad comenzara toda la labor desde el principio. Pero hay muy poca evidencia de que los forestales proyecten abandonar su papel de guardianes del mayor recurso vivo del mundo. Y sólo si este legado es defendido será posible que las generaciones futuras vean los bosques, no sólo produciendo aún un sinnúmero de productos útiles para el hombre, sino también como un sinfín de beneficios intangibles que el hombre ansía para su bienestar social. El futuro promete ser excitante.

COMISION NACIONAL ORGANIZADORA (ARGENTINA)

Presidente:
E.A. TAKACS

Primer Vicepresidente:
D. Cozzo (Presidente, Comité del Programa Técnico)

Segundo Vicepresidente:
I.N. COSTANTINO (Presidente, Comité Ejecutivo)

Tercer Vicepresidente:
A. RAGONESE (Instituto Nacional de tecnología Agropecuaria)

Presidente, Comité Consultivo
L.A. TORTORELLI

Secretario:
J.J.M. GARCÍA (Presidente, Comité Administrativo)

Coordinador general:
E.F. DI LELLA

Coordinador general (FAO)
C. FLINTA

Representante del Ministerio de Asuntos Exteriores:
L. AGUIRRE

DOCUMENTOS DEL CONGRESO

Los documentos del Séptimo Congreso Forestal Mundial sólo pueden obtenerse dirigiéndose a

Ing. Agr. J.A. Castiglioni
Presidente
Comité de Documentos y Actas
VII Congreso Forestal Mundial
Pueyrredón 2446
Buenos Aires, Argentina


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