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La labor de la FAO

LOS ULTIMOS NUMEROS de Unasylva trataron de la Consulta Mundial sobre el empleo de la Madera en la Construcción de Viviendas, que se celebró en Vancouver en julio de 1971, financiada y organizada por el Gobierno del Canadá en colaboración con la FAO. con el Centro de Vivienda, Construcción y Planificación de las Naciones Unidas en Nueva York, con la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial y con la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal.

Entre dicha fecha y la del Séptimo Congreso Forestal Mundial se han registrado una serie de novedades en las actividades de la FAO que merecen constancia.

Después de la reunión de Vancouver hubo otra de importancia, a saber, la Consulta Mundial sobre Enseñanza y Capacitación Forestales, celebrada en Estocolmo de fines de septiembre a principios de octubre. La consulta la financió la Oficina Sueca para el Desarrollo Internacional y la organizó la FAO en colaboración con la Unesco y con la Organización Internacional del Trabajo, con asistencia de la Junta Nacional Sueca de Montes. Asistieron sólo unas 250 personas, incluyendo representantes de universidades, de institutos de capacitación forestal técnica y profesional, de servicios forestales nacionales, y ejecutivos de la industria privada, investigadores, planificadores y alumnos forestales de 74 países y de 11 organizaciones internacionales.

Fue designado presidente de la consulta el Profesor J.W.B. Sisam, Facultad de Montes, Universidad de Toronto, Canadá, en reconocimiento de sus largos y meritorios años de servicio en la enseñanza forestal y con ocasión, además, de retirarse de la presidencia del Comité Asesor de Enseñanza Forestal de la FAO.

Los objetivos de la consulta eran los de examinar la situación mundial en relación con la enseñanza y la capacitación forestales, y en deducir las tendencias futuras teniendo en cuenta los extendidos cambios que han experimentado los sistemas y métodos docentes, el progreso de la ciencia y la tecnología y las redefiniciones de las políticas forestales nacionales; sacar conclusiones sobre la forma de adoptar los planes y los métodos de estudio a las cambiantes exigencias sociales y a las necesidades particulares de los países en desarrollo; iniciar un mayor intercambio de conocimientos y promover la cooperación y coordinación internacional, especialmente la regional, entre las instituciones.

Primera en su género, la consulta probablemente fue demasiado rígida en cuanto a forma y modo de proceder para dar los mejores resultados; pero permitió un intercambio de ideas y de información a través de las barreras lingüísticas, geográficas y políticas en una medida nunca lograda antes en este campo. De su provecho se juzgará por el que logren en sus propios países, durante los próximos años, los que estuvieron en Estocolmo. El informe de la consulta está a disposición de los interesados a solicitud de los mismos.

Uno de los asuntos considerados por la consulta fue la preocupación, cada día más extendida, por la calidad del medio y por lo que debería enseñarse a los forestales en materia de «silvicultura ambiental s. Prosiguieron estudiando el asunto, entre otros, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, celebrada en Estocolmo en junio de 1972, en la cual el Departamento de Montes de la FAO estuvo representado por B.K. Steenberg y R.G. Fontaine.

La FAO había estado en estrecha relación con la Secretaría de las Naciones Unidas durante los preparativos de esta conferencia y compiló dos documentos de antecedentes; uno sobre los aspectos ambientales de la silvicultura y otro sobre vida silvestre, parques nacionales y recursos de recreo. Este último se utilizó también en la Segunda Conferencia Mundial sobre Parques Nacionales, organizada por los Estados Unidos en septiembre de 1972 y patrocinada por la FAO y la Unesco.

Los principales resultados de la conferencia de las Naciones Unidas consistieron en la aprobación, tras una prolongada pugna política, de una declaración sobre el medio humano; de un plan mundial de acción para las Naciones Unidas, sus organismos y los gobiernos; y las disposiciones de tipo institucional y financiero aprobadas posteriormente por la Asamblea General de las Naclones Unidas. Entre estas últimas se cuentan un consejo directivo para cuestiones ambientales compuesto de 58 estados miembros, que informa a través del Consejo Económico y Social; una pequeña secretaría de las Naciones Unidas, con sede en Nairobi, cuyo Director Ejecutivo es Maurice Strong, del Canadá; y un Fondo para el Medio, alimentado mediante contribuciones voluntarias y destinado a financiar total 0 parcialmente nuevas empresas ambientales. Actualmente se están debatiendo las prioridades relativas a dichas empresas. Hay varias que serían de la competencia directa del Departamento de Montes de la FAO.

Las propuestas hechas en la conferencia de Estocolmo sobre la acción internacional en lo relativo a los problemas forestales ya habían sido examinadas y apoyadas anteriormente por el Comité de Montes del Consejo de la FAO, que celebró su primera reunión en mayo de 1972.

El comité, compuesto por delegados de todos los estados miembros interesados, reemplaza a los antiguos comités técnicos de montes, que solían constituirse dúrente los períodos de sesiones de la Conferencia de la FAO. El nuevo comité deberá reunirse en los años en que no lo haga la Conferencia, ya que así podrá ejercer el máximo de influencia en la formulación de los programas de labores y de los presupuestos. El comité puede supervisar tanto el programa regular de montes como los de campo, independientemente de las fuentes de fondos, y velar por que todos se muevan paralelamente.

La primera reunión la presidió H.K. Seip, Director General de Montes, Noruega, quien por entonces era también representante de dicho país en el Consejo de la FAO. Pronunció unas palabras de introducción Paul-Marc Henry, Director del Centro de Desarrollo de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos en París, sobre «El concepto del límite en la renovación de los recursos naturales como parte de la dinámica del desarrollo «

En el curso de los debates se planteó la cuestión de cuáles eran las funciones de las comisiones forestales regionales de la FAO ahora que se ha creado un Comité central de Montes. La idea general era que las comisiones perseguían un objetivo totalmente diferente al del comité y que convenía que siguieran existiendo e informando directamente a la Conferencia de la FAO o, por lo menos, a las conferencias regionales de la FAO. Por otra parte, se hicieron sugestiones en el sentido de que otros órganos permanentes, como el Comité de Desarrollo Forestal en los Trópicos los podría absorber el de Montes.

Ciertamente continuará el debate sobre estos asuntos. Entretanto, tres comisiones forestales regionales celebraron sus períodos de sesiones en 1972, y ya se publicaron los respectivos informes. Las otras tres comisiones de la FAO se reunirán en 1973 ó 1974.

· La Comisión Forestal Africana se reunió en Nairobi en febrero de 1572 por tercera vez, bajo la presidencia de O.M. Mburu, Jefe, Conservador de Montes, Kenia. Asistieron delegados de 23 estados miembros y observadores de seis países de Europa y de América del Norte, que tienen programas de ayuda técnica importantes en la región.

El período de sesiones fue precedido de una reunión del Grupo de trabajo sobre ordenación de la fauna y parques nacionales, en la cual se eligió presidente a K. Attobra (Costa de Marfil). Los debates giraron en torno a los problemas de las tierras marginales de Africa y diversos aspectos de los que plantean las especies en peligro. La comisión expresó el parecer de que había llegado el momento de orientar las políticas forestales hacia la gente y el empleo, habiendo disminuido la importancia de los criterios económicos.

· La Comisión Forestal Norteamericana celebró su sexto período de sesiones en Wáshington D.C., en marzo de 1972, bajo la presidencia de Ed. P. Cliff, inmediatamente antes de que se retirara del cargo de Jefe del Servicio Forestal de los Estados Unidos. La comisión sirve al Canadá, México y los Estados Unidos; en esta oportunidad estuvieron representados también Argentina, Francia y el Banco Mundial.

La comisión reestructuró sus cuatro grupos de trabajo, transformándolos en grupos de estudio oficiosos. Uno de dichos grupos organizó en mayo un simposio internacional en Denver, Colorado. sobre el fuego en el medio ambiente.

· La Comisión Forestal Europea celebrará su 16° período de sesiones en Roma, a principios de mayo, bajo la presidencia de H.K. Seip (Noruega). Se ocupó principalmente de cómo la silvicultura debería participar en las actividades internacionales dimanantes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano. Se consideró que los montes bien explotados, ya sean naturales o artificiales, pueden desempeñar una función de vital importancia aportando beneficios sociales y salvaguardando la calidad del medio.

El Grupo de trabajo de la Comisión sobre ordenación de cuencas hidrográficas de montaña se reunió en Noruega durante el verano y el Comité FAO/CEPE/OIT sobre Técnicas de Trabajo Silvícola y Capacitación de Trabajadores Forestales celebró una reunión en Hungría posteriormente el mismo año.

En 1972, la FAO ayudó también a organizar varios cursos internacionales de capacitación financiados por organismos nacionales de ayuda, entre los cuales se cuenta un simposio en Noruega sobre la producción y manipulación de partículas de madera (Norwegian Agency for International Development), un seminario en el Reino Unido para becarios de Asia y del Lejano Oriente sobre planificación del desarrollo forestal (Swedish International Development Authority) y un centro de capacitación en Libia sobre forestación de dunas (Danish International Development Agency).

En general, la colaboración bilateral con países donantes para la ejecución de proyectos a través del Fondo Fiduciario aumentó notablemente en 1972. También el grupo de profesionales jóvenes (expertos asociados) del Fondo Fiduciario asignados a las labores forestales es el más numeroso de los que están trabajando en la FAO, a saber, 45 personas.

También aumentó la colaboración con el Banco Mundial y los bancos regionales. Se identificaron o estudiaron posibilidades de inversión en varios países y se asignó un equipo de tres forestales en el Centro de Inversiones de la FAO.

El número de proyectos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo tendió a estabilizarse, pero los proyectos en gran escala aprobados o en ejecución en 1972 llegaron a 69, en comparación con los 53 de 1971. Al parecer, los países tienden actualmente a concentrar sus solicitudes de ayuda en torno a los problemas del medio, especialmente la ordenación de la vida silvestre y el manejo de parques nacionales; la enseñanza, principalmente a nivel técnico; la construcción de establecimientos; y los estudios de factibilidad para la explotación de zonas forestales inexploradas.

La FAO colaboró con la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial en un proyecto en Cuba para establecer un centro de investigación para la industrialización del bagazo de la caña de azúcar. Grupos regionales de asesoramiento en fomento de industrias forestales siguieron funcionando en América Latina, en Africa y el Lejano Oriente.

En relación con los proyectos de campo, cabe destacar la concesión, en 1972, de la medalla de oro del Fondo Mundial para la Vida Silvestre a Ian Grimwood. quien ha cumplido varias misiones de la FAO. La condecoración se le otorgó «por su dedicación a la conservación de la vida silvestre en Africa, Asia y América Latina; por su contribución a la creación de parques nacionales y cotos de caza en Kenia. Paquistán y Perú, y a la supervivencia de especies amenazadas como el orix y la vicuña».

En virtud del Programa Mundial de Alimentos Naciones Unidas/FAO, en 1972 se prestó ayuda alimentaria por valor de más de 10 millones de dólares como complemento de salarios en efectivo a comunidades rurales subempleadas que se dedican a operaciones forestales especiales en zonas donde escasean las oportunidades de trabajo y los alimentos son caros.

La contribución de la FAO al Séptimo Congreso Forestal Mundial se da a conocer en este número de Unasylva. Cabe agregar que resultado indirecto del congreso fue una invitación de la República Popular de China al Director General de la FAO, A.H. Boerma. para que hiciera una visita oficial a Pekín en febrero de 1973, en compañía de Jack C. Westoby, del Departamento de Montes. Habiendo sido China uno de los miembros fundadores, el gobierno sucesor ha decidido volver a formar parte de la FAO a partir de abril de 1973.

Entretanto, se ha ido dando forma final a los programas de labores de la FAO para 1974-75, que se someterán a la consideración de la Conferencia de la FAO hacia fines de 1973. La planificación anticipada de proyectos ha tendido a hacerse muy confusa, debido a las devaluaciones y fluctuaciones monetarias. Sólo se puede afirmar, por el momento, que parece acercarse un periodo de retracción, pero la meta sigue siendo que el trabajo del Departamento de Montes durante los próximos dos años culmine en una importante consulta mundial sobre desarrollo forestal en los trópicos húmedos, que se celebrará en un lugar apropiado hacia fines de 1975.

Envio

En la contraportada de este número figura una breve nota que dice: «Unasylva, publicada por la FAO. Editor: Leslie J. Vernell».

Leslie J. Vernell

Esta nota no ha figurado siempre, aunque debiera haber figurado, porque lo cierto es que desde 1947 todos y cada uno de los números de Unasylva, salvo el primero de todos, hasta el número actual inclusive, han sido dirigidos por él. El próximo no llevará su nombre. porque Leslie nos deja después de 26 años en el Departamento de Montes de la FAO y como redactor de Unasylva (103 números).

Leslie Vernell es un graduado en Montes por Oxford (St. John's College), donde estudió silvicultura tropical con el Profesor Troup. Estudiante nada común, obtuvo el premio conmemorativo de Sir William Schlich. En 1932 se incorporó al Servicio Forestal de Birmania, y durante los siete años siguientes desempeñó varios cargos en la Baja y Alta Birmania y en los Estados Shan. Su activa vida de forestal y el conocimiento del país que llegó a adquirir le fueron de utilidad al estallar la guerra. Copado por los japoneses, se abrió camino desde la frontera china hasta el norte de Birmania, por los montes Naga (de 2440 m) hasta Kohima, en la India: marcha épica de unos 500 km en 30 días al inicio de la temporada de lluvias.

Su carrera de siete años en el ejército durante la segunda guerra mundial fue meteórica; alcanzó el grado de coronel, sirvió por algún tiempo como ayudante de campo del Gobernador de Birmania y asistió a los cursos de la Escuela de Estado Mayor de Quetta. En momentos en que el acoplamiento eficaz de los servicios de defensa era una cuestión candente, llevó los principios a la práctica contrayendo matrimonio en Nueva Delhi con Sylvia Coulthurst, oficial de las W.R.N.S. destinada en el cuartel general de la Escuadra de Oriente. En 1945 estaba ya de regreso en Rangún, después de atravesar Birmania desde el extremo norte durante la segunda campaña de Birmania, pero esta vez no a pie, sino con un regimiento de carros de combate.

Entró en la entonces Dirección de Montes de la FAO en Wáshington, D.C. en 1947. En ese puesto preparó los primeros anuarios de estadísticas de productos forestales y los primeros informes sobre productos básicos que aparecieron en Unasylva.

Desde el traslado de la FAO a Roma, ha ejercido una serie de funciones, todas relacionadas íntimamente con la planificación de programas forestales. En el curso de su carrera ha preparado y dirigido más de 50 reuniones forestales internacionales en todo el mundo. En cada uno de los congresos forestales mundiales de posguerra ha desempeñado un papel destacado.

Estos son los hechos escuetos, que sólo cuentan una parte de la verdad. Lo que sus colegas van a echar de menos, y no sólo sus colegas sino millares de delegados y participantes en las reuniones forestales internacionales, son su impecable apostura, su equilibrado carácter, su atinado juicio y su hábil pluma. Pocos forestales habrá como él tan poco deseosos de lucirse. Pocos habrán ensanchado como él el círculo de sus amigos y admiradores.

Para sus colegas, su partida va a ser lamentable. Sin embargo, saben muy bien que todos los lectores de Unasylva se unirán a ellos para desear a Leslie y a Sylvia un largo, cómodo y fructífero retiro en el sudoeste de Inglaterra, región donde Leslie nació y se hizo hombre. Como está tan saludable y activo como siempre. sabemos que en modo alguno ha concluido su contribución a la silvicultura internacional.

Jack C. Westoby

Guía para planificar empresas y fábricas de pasta y papel

Esta guía, N° 18 de la serie FAO: Estudios de silvicultura y productos forestales, ha sido preparada por la FAO con la colaboración de miembros de la industria de la pasta y el papel y bajo los auspicios de la Oficina Canadiense para el Desarrollo Internacional, y con Morris Wayman de la Universidad de Toronto como autor principal.

El objeto de este estudio es ayudar a los países en desarrollo a planificar el desarrollo de sus industrias de pasta y papel. Los aspectos técnicos pueden encontrarse fácilmente en otras publicaciones. Este volumen se ocupa ante todo de los aspectos económicos y comerciales y define los procedimientos que han de seguirse para realizar y evaluar estudios de planificación con vistas a crear nuevas empresas.

Se da también información sobre materias primas, procesos de manufacturación y fábricas existentes, pero sólo en la medida en que es preciso tener en cuenta estos aspectos en la fase de planificación.

El estudio, que aparecerá a finales de 1973, puede pedirse directamente a los agentes de ventas de la FAO (véase última página), o a la Sección de Distribución y Venta, FAO, Via delle Terme di Caracalla, 00100 Roma, Italia.

Precio: $EE.UU. 12,50

Unión internacional de sociedades de forestales congreso mundial 19-24 de agosto de 1974 Helsinki, Finlandia

El segundo congreso de la Unión Internacional de Sociedades de Forestales (IUSF), que actualmente representa a más de 20000 técnicos forestales de todo el mundo, se ocupará principalmente de la ciencia forestal en acción y no en abstracto.

Se dará especial importancia a la función del ingeniero de montes como profesional, con particular atención a las sociedades profesionales y a la enseñanza de la silvicultura, tomándose por base para tal objeto la Consulta Mundial sobre la Enseñanza de la Silvicultura de 1971, de la FAO y el Séptimo Congreso Forestal Mundial de 1972.

Habrá dos días de sesiones plenarias, tres días de viajes de debate y un día. de trabajo libre del comité. La asistencia se limitará a 250 personas.

Podrán obtenerse más informes dirigiéndose a:

Director Ejecutivo
IUSF
Dr. R. Keith Arnold
Forest Service
U.S. Department of Agriculture
Wáshington, D.C., 20250
EE.UU.


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