CCP 03/INF/1


COMITÉ DE PROBLEMAS DE PRODUCTOS BÁSICOS

64º período de sesiones

Roma, 18 - 21 de marzo de 2003

INFORME DE LA CONSULTA SOBRE PROBLEMAS
RELATIVOS A LOS PRECIOS DE LOS PRODUCTOS AGRÍCOLAS
(Roma, 25-26 de marzo de 2002)

Índice



I. INTRODUCCIÓN

1. En las consultas de alto nivel celebradas en la sede de la FAO el 25-26 de marzo de 2002 sobre problemas relativos a los precios de los productos agrícolas participaron representantes de organizaciones internacionales de productos básicos (café, algodón, caucho y azúcar), y de organizaciones internacionales (FAO, Banco Mundial, FMI, UNCTAD, OCDE y FCPB), además de académicos y otros expertos. El Consejo Internacional de Cereales presentó una declaración escrita a la reunión. En el apéndice I de este informe figura la lista de los participantes.

2. La Consulta debía abordar tres aspectos importantes relacionados con la depresión de los precios de la mayoría de los productos agrícolas, a saber: índole y factores subyacentes de dicha depresión; consecuencias para los países en desarrollo; y justificación y posibles iniciativas para compensar los precios bajos de los productos básicos.1

3. Los precios medios de casi todos los productos alimenticios básicos han ido bajando constantemente, desde los niveles máximos alcanzados a mediados de los años noventa hasta niveles mínimos nunca vistos en casi dos decenios. Para los productos tropicales, la baja de los precios ha sido incluso más espectacular: los del café han descendido a sus niveles más bajos en más de 30 años, y también fueron muy bajas las cotizaciones de otros productos agrícolas para elaboración de bebidas. Los precios de las materias primas han acusado un significativo deterioro. Por ejemplo, los del algodón descendieron a su nivel más bajo desde mediados de los años ochenta.

4. La Consulta señaló que los países en desarrollo que exportan productos agrícolas, especialmente bebidas y materias primas, han sufrido particularmente las consecuencias de los precios bajos y del descenso de los ingresos de exportación. Problema que se agrava evidentemente cuando una parte significativa de los ingresos de esos países depende de la exportación de uno solo o de pocos productos agrícolas. Hay 43 países, concentrados en el África subsahariana y en América Latina y el Caribe, que obtienen de un solo producto agrícola más del 20 por ciento del total de sus ingresos de exportación y más del 50 por ciento de sus ingresos de exportación de productos agrícolas. De esos países, 32 son países menos adelantados o pequeños estados insulares en desarrollo. En los países con un alto grado de dependencia, existe una relación clara y directa entre comercio de productos básicos, crecimiento económico y seguridad alimentaría.

5. Por lo tanto, el objetivo general de la Consulta era promover una acción internacional encaminada a subsanar los problemas relativos a los precios de los productos agrícolas e identificar posibles soluciones a las cuestiones relacionadas con el sector de los productos básicos, particularmente de los países en desarrollo, y de los agricultores pobres.

II. NATURALEZA DE LA DEPRESIÓN DE LOS PRECIOS

6. La Consulta señaló que aunque los precios de la mayor parte de los productos básicos se encontraban en niveles bajos sin precedentes, en la actual coyuntura del mercado estos precios no debían considerarse “anormales”. Los resultados de un análisis econométrico provisional sobre la evolución de los precios de los productos básicos desde los años setenta, presentados por la Dirección de Productos Básicos y Comercio de la FAO, no indicaron cambios recientes en las relaciones estructurales del mercado.

7. La Consulta reconoció la importancia económica y social de los productos agrícolas y recomendó que se prestara mayor atención a los problemas que afectaban a sus mercados y a las consecuencias a corto y más largo plazo que podrían derivarse para los países productores y consumidores. Se hizo hincapié en el hecho de que sobre los precios influían, además de los factores globales y macroeconómicos, algunos factores específicos de los productos básicos, tal como se deduce de las declaraciones presentadas por la Organización Internacional del Café, el Comité Internacional Consultivo del Algodón, el Grupo Internacional de Estudios sobre el Caucho, la Organización Internacional del Azúcar y el Consejo Internacional de Cereales.

III. FACTORES QUE INFLUYEN EN LOS PRECIOS

8. La Consulta evaluó los efectos de algunos de los factores globales en los mercados y precios de los productos básicos a partir de las presentaciones hechas por participantes de alto nivel, que se refirieron a las siguientes cuestiones: novedades registradas en el sistema monetario internacional; tecnología, productividad, y crecimiento del mercado; estructuras variables del mercado y preferencias de los consumidores; negociaciones de la OMC y liberalización del mercado de los productos básicos; políticas y otros factores de nivel nacional; y diversos programas de intervención o de retención.

9. Por lo que se refiere a la influencia del sistema monetario internacional, la Consulta señaló que durante los últimos 30 años el ciclo del dólar EE.UU. se había movido en general en una dirección opuesta a la de los ciclos de los precios de los productos básicos cotizados en dólares: un dólar fuerte iba aparejado muchas veces con unos precios débiles de los productos cotizados en dólares, como ocurrió en los últimos años. Durante el debate, se indicaron algunos problemas que podrían ser objeto de un examen ulterior, como por ejemplo si la inestabilidad de los precios de los productos había aumentado desde los años setenta, y en qué medida ello se debía a los cambios registrados en el sistema monetario internacional. Se sugirió, además, que era necesario averiguar si algunos factores externos podrían estar actuando simultáneamente sobre el dólar y sobre los ciclos de los precios de los productos básicos. Por ejemplo, el aumento de la productividad en los Estados Unidos con respecto al resto del mundo, derivado del uso de nuevas tecnologías, fue una de las causas del fortalecimiento del dólar, pero al mismo tiempo el rápido crecimiento de la productividad agrícola en relación con otros sectores fue en parte la causa de la baja de los precios de los productos básicos.

10. Al tratar de descubrir los factores que explican la evolución de los precios de los productos, la Consulta estuvo de acuerdo en que aunque los factores monetarios podían ejercer una influencia significativa, eran de fundamental importancia también los cambios registrados en la situación de la oferta y la demanda de los productos. Para poder describir con mayor exactitud la fluctuación de los precios, la Consulta convino en que los precios de los productos se expresaran en una unidad de cuenta universal distinta del dólar EE.UU. Se propuso que se examinara la posibilidad de utilizar en el futuro el DEG para los análisis de la evolución de los precios.

11. La Consulta tomó nota de la propuesta presentada por el premio Nóbel Dr. Robert Mundell, de que los países volvieran a los tipos de cambio fijos para restablecer el orden en el sistema monetario mundial. Según su opinión, esto podría resultar beneficioso para los países en desarrollo y constituir una pieza clave para lograr políticas monetarias nacionales responsables. Algunos participantes de la Consulta señalaron que las devaluaciones monetarias habían dado ventajas competitivas en los mercados mundiales a algunos exportadores de productos primarios a expensas de otros.

12. Al examinar los efectos de los cambios tecnológicos en los precios de los productos, se informó a la Consulta de que en los últimos 50 años el costo real de la agricultura tanto de los países desarrollados como de los países en desarrollo había disminuido aproximadamente el doble respecto al resto de la economía. Los aumentos debidos a la adopción de tecnologías en América Latina, Asia y el Cercano Oriente fueron superiores a los obtenidos en el África subsahariana. Se señaló que a menudo la tecnología de la reducción de costos era un factor que había contribuido a que la producción creciera más que la demanda. La Consulta expresó su preocupación por los efectos negativos que la falta de acceso a los adelantos tecnológicos pudiera tener en la contracción de los precios y costos en los países productores y en los sectores de productos que no se benefician de dichos progresos. Los países que más necesitan una productividad mejorada y una mayor competitividad eran a menudo los que tienen mayores problemas para adoptar nuevas tecnologías. La discriminación en el acceso a dichas tecnologías podría aumentar la brecha que existe entre los países que pueden participar en la economía global y los países marginados.

13. También la falta de coordinación en los enfoques relativos a la promoción de los productos contribuyó a crear desequilibrios en el mercado, como por ejemplo el hecho de seguir invirtiendo en productos que se caracterizan por tener problemas importantes de mercado a corto y más largo plazo.

14. Con respecto al marco normativo que afecta a los precios de los productos, la Consulta señaló a la atención los estrechos vínculos que existen entre las políticas nacionales y las internacionales. En ese sentido, advirtió sobre la posibilidad de que la liberalización del comercio, muchas veces considerada como factor que ofrece perspectivas de precios más altos para los productos, no sea suficiente para potenciar los mercados ni mejorar la remuneración de los agricultores si no va acompañada de una reforma apropiada de los regímenes de política interna.

15. La Consulta tomó nota de los aspectos complejos de los mercados de productos básicos a nivel nacional. Es necesario tener en cuenta las estructuras de los mercados, las diferentes funciones que cumplen los sectores público y privado en los distintos productos, y las interacciones que existen en el mercado entre diversos grupos de productos. Se señaló que dichos factores muchas veces superaban los efectos de la evolución de los precios internacionales aislando tanto a los productores como a los consumidores. La Consulta reconoció las dificultades que muchas veces existían para liberalizar los sectores de los productos internos en función de objetivos económicos y sociales más amplios y examinó la posibilidad de que, como segunda solución en orden de importancia, se adoptaran disposiciones normativas que contrarrestaran las actuales imperfecciones del mercado. Se señaló, sin embargo, que las reformas internas constituían muchas veces la forma más conveniente para mejorar los incentivos a los productores y estimular la producción, y que los actuales precios bajos de los productos las hacían todavía más indispensables.

16. Aunque se han realizado progresos en el marco de la OMC en cuanto a las disciplinas relativas al comercio de los productos agrícolas, todavía queda mucho por hacer. La arancelización ha mejorado la transparencia del mercado, pero para muchos productos agrícolas los aranceles consolidados siguen siendo altos. Es necesario, por lo tanto, aumentar el acceso a los mercados. Para muchos productos, es más importante reducir las crestas arancelarias aplicadas a los productos elaborados y semielaborados de valor añadido. También se mencionó que en la nueva ronda de negociaciones se debía prestar más atención a los contingentes arancelarios. Se recalcó que para algunos productos, en particular el algodón, no tenían tanta importancia las subvenciones a las exportaciones ni los aranceles cuanto los programas de ayuda interna en gran escala, por sus efectos importantes en la distorsión del mercado y por ser los responsables principales de la continua y prolongada depresión de los precios. Se citaron algunos casos en los que la oferta se había ajustado en función de la disminución de los precios, lo que implica que cuando no existe una política sobre las distorsiones son las mismas fuerzas del mercado las que compensan los desequilibrios entre la oferta y la demanda.

17. Para algunos productos, principalmente de zonas templadas, se prevé que la liberalización del comercio llevará a un aumento de los precios al menos a corto plazo. En cambio, para otros, principalmente los productos tropicales, se convino en que la liberalización del comercio tendría pocos efectos. La Consulta llegó a la conclusión de que había dos problemas conexos que necesitaban acciones correctivas: la progresividad arancelaria, que limitaba la capacidad de los países en desarrollo de competir en los mercados por productos de valor añadido; y las políticas de ayuda interna, que impedían a los productores observar las señales de los precios y tenían efectos negativos en los precios de los productos.

18. Al examinar una serie de otras medidas que podrían tomarse en respuesta a los precios bajos y variables de los productos, la Consulta reconoció que todos los conatos de resistencia a las fuerzas del mercado estaban plagados de dificultades y que hasta ahora habían dado muy pocos resultados positivos. Era difícil juzgar los resultados de los convenios internacionales sobre productos básicos (ICA) en cuanto a la reducción de la variabilidad de los precios, pero en todo caso los que contenían “cláusulas económicas” no eran apropiados para las circunstancias actuales. Se examinaron en general las posibilidades de acuerdos “exclusivamente para productores” y los intentos que se están realizando en esa dirección, por ejemplo en el mercado del caucho (ITRO).

19. Los esfuerzos desplegados para estimular la demanda y alzar los precios en un plazo más largo a través de actividades promocionales se consideraron potencialmente útiles, aunque se señalaron las dificultades propias de las campañas promocionales de nivel internacional. Por lo tanto, la Consulta hizo hincapié en que los programas nacionales coordinados con la colaboración de organismos nacionales eran más fácilmente manejables y potencialmente más eficaces, y sugirió que se examinara la posibilidad de emprender programas de ese tipo para diversos productos básicos. También se señalaron las oportunidades que existían para aumentar la demanda de ciertos productos en los mismos países productores.

20. Se examinó la diversificación como un medio para garantizar la mejora de los precios a un plazo más largo, pero se señalaron algunas limitaciones que dificultaban el logro de resultados satisfactorios. La diversificación vertical hacia formas de valor añadido tropezaba con los problemas de la progresividad arancelaria, y se destacó la necesidad de presentar este problema en la actual ronda de negociaciones comerciales multilaterales. También se señalaron los obstáculos al ingreso en los mercados de productos de valor añadido, derivados de la estructura de muchos mercados de productos básicos. La Consulta pidió una investigación pormenorizada de las estructuras de mercado y de sus consecuencias para la competencia y los precios de los productos.

21. Al mismo tiempo, la Consulta señaló a la atención los considerables ingresos adicionales que podían obtenerse de una elaboración limitada y presentaciones alternativas (productos acondicionados para la venta minorista, por ejemplo) y la diferenciación de los productos. Se señaló la importancia de esos tipos de solución para potenciar la competitividad de los productos de los países en desarrollo.

22. El comercio leal, los productos orgánicos y otros productos específicos se consideraron medios potencialmente válidos para aumentar los ingresos de algunos productores, pero no como una solución para los grandes desequilibrios de la demanda y la oferta a los que hacen frente algunos productos.

23. Al observar que la manipulación, elaboración y distribución de los productos agrícolas estaban muchas veces relacionadas con los altos costos, particularmente en los países de ingresos altos, la Consulta expresó algunas preocupaciones acerca de la parte de los ingresos que correspondía a los sectores productores, y señaló la necesidad de limitar los costos intermediarios para estimular la demanda. Se señaló a la atención la necesidad de examinar más atentamente los efectos que la mayor concentración en el mercado internacional de alimentos podría producir en los precios y en los beneficios correspondientes de los consumidores, productores e intermediarios de determinados productos.

IV. CONCLUSIONES

24. Después de una serie de intensos debates, la Consulta consideró que algunos asuntos debían señalarse a la atención de la comunidad internacional y que otros temas requerían una investigación ulterior.

ASUNTOS QUE DEBEN SEÑALARSE A LA ATENCIÓN DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL

Efectos negativos de la prolongada depresión de los precios de los productos básicos en las situaciones de seguridad alimentaría de los países en desarrollo

25. Aún reconociendo que los bajos precios internacionales de los productos alimenticios podían resultar en general beneficiosos para los países importadores, la Consulta señaló que la actual depresión generalizada de los precios estaba teniendo efectos extremadamente negativos en los productores de todo el mundo, y particularmente en los de los países en desarrollo. Se indicó también la posibilidad de que la continua depresión de los precios diera lugar en un plazo más largo a ajustes excesivos que podrían limitar las disponibilidades de productos alimenticios y no alimenticios y desestabilizar los precios.

26. Hay un gran número de países en desarrollo que siguen dependiendo en gran manera de la exportación de unos pocos productos primarios para sus ingresos, los cuales contribuyen también a sostener la importación de productos alimenticios. Se señaló a la atención, sobre todo, los efectos negativos que las pérdidas de ganancias internacionales y gubernamentales producen en la situación económica y social, particularmente de los países africanos que dependen mucho de la exportación del café, y de algunos países asiáticos que dependen de las exportaciones de algodón.

Necesidad de promover una mayor paridad en el acceso de los países en desarrollo a las tecnologías mejoradas en el sector agrícola

27. La diferencia de acceso a las tecnologías mejoradas del sector agrícola tiende a ampliar la brecha entre los países que pueden competir eficazmente en los mercados internacionales y los que continúan sufriendo las consecuencias de unas estructuras de costo relativamente altos. Es necesario intensificar la asistencia técnica para contrarrestar las tendencias negativas a largo plazo de la productividad agrícola, particularmente en los países menos adelantados y los pequeños países insulares en desarrollo. Deberían emprenderse programas o proyectos de asistencia a los países en desarrollo para que puedan adoptar tecnologías nuevas y proceder a una diversificación vertical y horizontal apropiadas.

Promoción de un marco normativo internacional que permita a los países en desarrollo obtener mayores beneficios del comercio

28. Aún reconociendo que los factores económicos, sociales y políticos nacionales tienen una influencia importante en las ganancias derivadas del comercio agrícola, hay otros factores, como las restricciones al acceso a los mercados, las subvenciones a las exportaciones y las ayudas a la producción, que distorsionan e impiden el crecimiento de los mercados y del comercio. Debe prestarse atención a la corrección de dichos factores, particularmente de aquéllos que influyen en los países menos adelantados y en los pequeños estados insulares, y de los que pesan decisivamente sobre las exportaciones de productos de valor añadido procedentes de países en desarrollo. Para contar con una base de condiciones más favorables en las futuras negociaciones en la OMC, los países en desarrollo deberían identificar aquellas medidas normativas de sus asociados comerciales y de sus proveedores competidores que tienen efectos negativos en sus principales artículos de comercio.

Información integrada sobre la coyuntura, las perspectivas y los problemas de los mercados de productos básicos

29. Los diversos organismos internacionales que trabajan con productos básicos y los respectivos órganos internacionales de productos básicos deberían examinar la posibilidad de aunar sus competencias complementarias para tener un panorama general de la situación y de los problemas de los productos básicos, o de cuestiones importantes. Panorama general que debería ser difundido ampliamente y en forma periódica para mejorar la asignación de los recursos a dichos sectores. Los organismos y órganos participantes deberían ponerse de acuerdo sobre el formulario de tales evaluaciones y sobre la forma de difundirlas.

Promoción de la demanda de productos agrícolas

30. La experiencia enseña que las actividades promocionales pueden contribuir a reforzar la demanda de los productos agrícolas. Por lo tanto, deberían examinarse las posibilidades de emprender tales programas en organizaciones de productos básicos pertinentes u otros foros internacionales, prestando particular atención a las ventajas de los programas nacionales coordinados, ejecutados en cooperación con organismos nacionales.

CUESTIONES PRIORITARIAS QUE REQUIEREN ANÁLISIS ULTERIORES

31. La Consulta señaló también algunas cuestiones prioritarias relativas a los mercados de productos básicos en los que se requiere un análisis ulterior para orientar mejor el debate y ofrecer informaciones que sirvan de base para proponer soluciones a los problemas de los precios de los productos básicos. Se indicaron las siguientes cuestiones prioritarias:

FUTURA COOPERACIÓN INTERINSTITUCIONAL

32. La Consulta llegó a la conclusión de que se presentaban muchas oportunidades para la cooperación entre los diversos organismos internacionales y nacionales, las organizaciones de productos básicos, y las instituciones académicas con el fin de promover una investigación coordinada sobre los problemas y las cuestiones importantes que surgen en torno a los productos básicos, y que debían proseguirse las consultas entre los expertos interesados sobre la ejecución de un programa coordinado en esta esfera. Se convino, además, en que a las conclusiones y recomendaciones de la Consulta se diera la mayor difusión posible mediante, entre otras cosas, la presentación de un informe resumido al 64° período de sesiones del Comité de Problemas de Productos Básicos (18-21 de marzo de 2003). Se propuso que los resultados de las diversas iniciativas de investigación, por ejemplo sobre la progresividad arancelaria y la ayuda interna para determinados productos, se pusieran a disposición de los foros apropiados con objeto de prestar asistencia durante el proceso de negociaciones de la OMC.

33. La Consulta pidió a la FAO que estudiara la posibilidad de organizar, anualmente o cada dos años, reuniones de alto nivel entre representantes de organismos internacionales, organizaciones de productos básicos e instituciones académicas para i) efectuar una evaluación de la situación del mercado de los productos básicos y las perspectivas para una difusión amplia, y ii) llevar a cabo estudios en profundidad e intercambios de experiencias sobre los problemas de interés común identificados por los participantes.
 

APENDICE 1

LISTA DE PARTICIPANTES

ORGANIZACIONES INTERNACIONALES DE PRODUCTOS BASICOS

CCIA Comité Consultivo Internacional del Algodón
Sr. Terry Townsend, Director Ejecutivo
OIC Organización Internacional del Café
Sr. Néstor Osorio, Director Ejecutivo
GIEC Grupo Internacional de Estudios sobre el Caucho
Sr. A.F.S. Budiman, Secretario-General
OIA Organización Internacional del Azúcar
Sr. David Willers, Presidente del Consejo
Sr. Lindsay Jolly, Economista Superior
 
ORGANISMOS DE LAS NACIONES UNIDAS Y ORGANISMOS ESPECIALIZADOS
CCI Centro de Comercio Internacional
Sr. Morten Scholer, Asesor superior de desarrollo de mercados
UNCTAD Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo
Sr. Mehmet Arda, Oficial encargado de la División de Productos Básicos
FMI Fondo Monetario Internacional
Sr. Guy Meredith
WB Banco Mundial
Sr. Donald Mitchell, Economista Principal, Grupo sobre Perspectivas de Desarrollo
Sr. Panos Varangis, Economista Superior, Desarrollo Rural
 
ORGANIZACIONES INTERNACIONALES
FCPB Fondo Común para los Productos Básicos
Sr. Parvindar Singh, Jefe de Operaciones
OCDE Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos
Sr. Loek Boonekamp, Jefe de División, División de Comercio y Mercado, Dirección de Agricultura
 
INSTITUTOS DE INVESTIGACION
FAPRI Instituto de Investigaciones sobre Políticas Alimentarías y Agrícolas
Sr. Abner Womack, Codirector
ODI Instituto de Desarrollo de Ultramar
Sra. Sheila Page, Investigadora becaria
 
EXPERTOS
Dr. Robert Mundell, Profesor de Economía, Universidad de Columbia (1999 Premio Nóbel en Ciencias económicas)
Dr. Robert Evenson, Profesor de Economía, Universidad de Yale
Dr. Timothy E. Josling, Profesor e investigador superior, Universidad de Stanford
Sr. James Greenfield, Ex Director, Dirección de Productos Básicos y Comercio, FAO
Sr. Stephen Kirubi, Cooperativa de Cultivadores Ltda.
Sr. John Wainio, USDA/ERS
Sr. Adel Beshai, Profesor de Economía, American University, Cairo

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1 En el presente informe, los precios de los productos básicos se refieren a los de los productos agrícolas.