Erosión de los suelos en Chile


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RESUMEN

En el trabajo se presentan en forma resumida los principales estudios sobre el proceso de erosión que afecta los suelos del país. mayoría de los antecedentes disponibles han sido obtenidos indirectamente en los reconocimientos de suelos efectuados, a través de los factores limitantes establecidos para la caracterización y clasificación de los mismos o bien de apreciaciones sobre fragilidad de los ecosistemas naturales. No se dispone actualmente de estudims específicos sabre el particular.

Asímisrno, se proporcionan referencias sobre los principales procesos y factores más frecuentes de degradación que afectan las distintas tierras, conforme al uso que se ha venido practicando en las diferentes unidades fisiográficas del país.

Finalmente, se proporcionan algunos antecedentes experirnentales de pérdidas físicas de suelo y de distintas prácticas de manejo y conservación de suelos, en su relación con la Ecuación Universal de Pérdida de Suelos (USLE), obtenidas en suelos derivados de cenizas volcánicas en la zona Centro-Sur del país.

INTRODUCCION

Las grandes extensiones de terrenos erosionados en diversas formas y variables grados de intensidad que existen en Chile, están estrechamente ligados a la fragilidad de los ecosistemas. Entre los factores naturales que inciden en el deterioro, cabe destacar la topografía de lomas, cerros y montañas que se extienden sobre la mayor parte del territorio nacional. La Cordillera de los Andes está constituida por una gama de rocas ígneas, sedimentarias y mixtas, las que están sometidas a enérgicos procesos de remodelamiento y por consiguiente a acciones de carácter erosivo, que incrementan el arrastre de sedimentos hacia la Depresión Central. Por su parte, la Cordillera de la Costa en los sectores central y sur del país presenta un alto grado de meteorización de su basamento rocoso, característica que favorece la formación de cárcavas. Teóricamente, la Depresión Central sería el rasgo fisiográfico de mayor equilibrio ecológico. No obstante su topografía plana, las técnicas inadecuadas de manejo de los recursos suelo y agua tienden a producir en muchos sectores procesos erosivos de cierta magnitud.

J. Espinoza Q., M. Lagos y A. Ortiz R.

Por otra parte, una proporción importante de los terrenos de uso agrícola en los ecosistemas frágiles, está destinado a la solución de necesidades básicas y económicas de corto plazo, sin consideración de la variable de sostenibilidad ambiental. En este contexto la pérdida o destrucción parcial de las cubiertas vegetales protectoras, tanto por sobrepastoreo de las praderas naturales, como por extracción de leña y madera para uso doméstico, industrial y otros fines, ha contribuido y contribuye en gran medida a la aceleración de los procesos erosivos.

La adopción de prácticas agrícolas inadecuadas en vastos sectores rurales del país, no solamente ha provocado disminución de los rendimientos, aumento de los costos de producción y pérdida de opciones de uso del suelo, sino el empobrecimiento de las zonas afectadas e incluso la migración de sus poblaciones. En muchas zonas se ha configurado un circulo vicioso, que articula el deterioro del suelo por erosión y la profundización de la pobreza local. En el seca» costero, en el Norte Chico, en la precordillera, en el Altiplano, etc., el control de los procesos de degradación y el mejoramiento del recurso suelo deben promoverse como una parte integrante del sistema productivo, lo que hace necesario reconocer las interacciones entre el medio ambiente y las circunstancias sociales y económicas que influencian las decisiones de los agricultores, respecto a la utilización de dicho recurso.

CONOCIMIENTO ACTUAL DE LA EROSION EN CHILE

Degradación del suelo por erosión según estudio de teledetección

En el año 1979, el Instituto de Investigación de Recursos Naturales, actual Centro de Información de Recursos Naturales, efectuó el único estudio que hasta el momento cubre la totalidad del territorio continental de Chile.

El Estudio denominado "Fragilidad de los Ecosistemas Naturales de Chile", fue realizado con el propósito de establecer la situación del recurso suelo y vegetación en lo que se refiere a la degradación progresiva en el territorio nacional para formular un prediagnóstico de la situación de la erosión de los suelos.

La metodología se basó en la interpretación de imágenes Landsat 1 y 2 en formato de diapositivas transparentes que se analizaron a través de un visor multiespectral 12s en sus bandas 4, 5, 6 y 7 del espectro electromagnético, detectando y delimitando unidades homogéneas desde el punto de vista de los descriptores de uso actual, nivel de cobertura vegetal y nivel de erosión.

A continuación estas variables fueron homogeneizadas a través de descriptores de morfología, clima y aptitud de los suelos y finalmente medidas a través de la planimetría de los ecosistemas naturales por comunas.

Para la clasificación en niveles de erosión, para cada uno de los ecosistemas naturales detectados y delimitados se procedió a un análisis exploratorio de los rangos de erosión que afectan a los diferentes paisajes del territorio continental nacional, a través de correlaciones entre geoformarangos de erosión.

Sobre esta base se determinaron niveles de erosión masivo indistintamente de los factores y de su mecánica que caracterizan sus diferentes tipos y clases, como asimismo, sin discriminar, si ésta es activa o pasiva y si está o no en vías de estabilización.

Los niveles determinados se agruparon de la siguiente manera, de acuerdo a su significado:

Código Significado
0 Muy grave
1 Grave
2 Moderada
3 Leve

 

Presentación de los Resultados:

A través del análisis de imágenes Landsat se estudiaron rangos de erosión en 34 490 753 ha del territorio continental de Chile comprendido entre la I y XII Región y desde la linea de costa con el Océano PacÍfico hasta los relieves altos de la Cordillera Andina, dejando algunas áreas de ecosistemas montañosos, desiertos y archipiélagos sin recubrimiento dado su escasa importancia desde el punto de vista económico.

En el cuadro 1 se señala el nivel de erosión, en miles de ha, referidas a los 4 rangos de niveles de erosión.

CUADRO 1
Nivel de erosión de los suelos de Chile¹ (expresados en miles de ha)

  Región (superficie) Area Estudiada Nivel de erosión % Regional Erosionado
  Grave Moderada Leve Total
I Tarapacá (5 807,2) 2539,0 1066,1 1116,1 356,1 2539,0 43
II Antofagasta(12 530,6) 2681,6 1435,2 1120,1 126,3 2681,6 21
III Atacama (7 826,8) 2648,1 1208,5 809,3 630,4 2648,1 35
IV Coquimbo (3 964,7) 3549,6 654,3 1425,7 1379,6 3549,6 85
V Valparaíso (1 637,8) 893,7 282,9 146,8 463,9 893,7 55
  Metropolitana(1 578,2) 558,9 483,0 58,8 17,1 558,9 36
VI O'Higgins (1 595,0 973,4 742,8 210,6 19,9 973,4 61
VII Maule (3 051,8) 1538,0 814,8 686,6 36,6 1538,0 51
VlII Bio-Bio (3 600,7) 2362,1 994,2 1167,5 200,4 2362,1 66
IX Areucania (3 247,2) 2478,1 875,2 1533,3 66,5 2478,1 76
X Los Lagos (6 903,9) 4846,1 1022,8 1628,4 2194,9 4846,1 66
XI Aysén (10 715,3) 4624,5 1055,1 2179,5 1389,9 4624,5 45
Xll Magallanes(11 231,0) 4887,7 900,0 3463,5 524,3 4887,7 37
  Total País (75 490,6) 34490.8' 11534.9 15546.2 7409.6 34490.8 46

¹ El territorio Antártico Chileno y los suelos regados del país no fueron incluidos en el estudio.
Fuente: Adaptado de "Fragilidad de los ecosistemas naturales de Chile", Instituto Nacional de

Investigación de Recursos Naturales, CORFO, 1979.

CUADRO 2 : Procesos y factores más comunes de degradación
Nota: Código de estimación y tendencia: 1 = muy importante; 2 = importante; 3 = secundario.
Fuente: Adaptado de Peralta, M. (1987)

EROSION HIDRICA Y EOLICA

La distribución de las tierras erosionadas del país no es regular siendo posible encontrar áreas escasamente erosionadas, así como sectores en los cuales las pérdidas físicas de suelo, como de su capacidad productiva, son prácticamente irrecuperables. En el cuadro 2 se señalan los principales procesos y factores más comunes de degradación de las tierras ganaderas, montes y bosques, como también de las tierras de cultivos de secano.

Una gran proporción de terrenos severamente erosionados se encuentra en las regiones áridas y semiáridas de la zona norte del país. Un estudio de la vegetación del secano de la IV Región, permite analizar en lineas generales las áreas en proceso de desertificación y cuantificar su importancia. Comparando la intensidad de uso agrícola con el porcentaje de suelo desnudo, se estima que la provincia de Elqui se encuentra altamente desertificada, en tanto que el proceso se atenúa notablemente en las provincias de Limarí y Choapa (IREN, 1979). Se observa también una reducción de las existencias ganaderas en unidades animales equivalentes, pero al mismo tiempo se produce un incremento de caprinos y ovinos.

La posición fisiográfica, la pendiente y el material de origen de los suelos son factores con marcada influencia en los fenómenos erosivos de la cordillera de la costa. En términos generales, los suelos derivados de rocas ígneas presentan un mayor grado de susceptibilidad a la erosión. Estos suelos presentan un subsuelo arcilloso de permeabilidad lenta y un substrato de roca descompuesta con escasa cohesión (maicillo), características que favorecen el escurrimiento superficial del agua y la formación de cárcavas y canalículos activos de erosión (Peralta y Peralta, 1990). Gran parte de estos suelos ocupan cordones de cerros sometidos a intenso pastoreo y remoción de la vegetación arbustiva. Los suelos de lomas se utilizan en una producción agrícola de temporada y están descubiertos de vegetación durante parte del año. En cambio los suelos derivados de materiales sedimentarios no presentan, por lo general, signos aparentes de erosión acelerada. Estos suelos ocupan terrazas marinas suavemente onduladas. En las figuras 1 y 2, se relaciona la intensidad de la erosión hídrica con el material generador, el porcentaje y la superficie que cubren en el sector costero de la IV Región.

En la evaluación de la erosión de la Cordillera de la Costa entre las Regiones de Valparaíso y Araucanía, realizada por el Ministerio de Agricultura en 1965, se considera en forma conjugada las características de los suelos, la capacidad de uso e indicadores de degradación del suelo por erosión, conforme a los antecedentes obtenidos por el Proyecto Aerofotogramétrico CHILE/OEA/BID. El conjunto de estos antecedentes permite señalar que a comienzos de la década del sesenta, aproximadamente el 60 por ciento de los suelos de la Cordillera de la Costa presentaba algún tipo de erosión de manto, con pérdidas visibles de horizonte superficial, presencia de pedestales de erosión, cambios de color, etc. En los casos de erosión severa, se detectó presencia de cárcavas de profundidades variables y/o pérdida total del suelo superficial. Un estudio reciente de este proceso de Tomeco (VIII Región) sobre un área de 18 km², señala que el número de cárcavas aumentó de 420 a 550 entre los años 1943 y 1978, lo que significa un aumento del área afectada de 6,2 a 9,6% (Endlicher, 1988).

FIGURA 1 : Grados da erosión y material parental Costa IV Región. (Porcentage)

FIGURA 2 : Grados da erosión y material parental. Costa IV Región. Miles da Hectáreas)
Fuente: Peralta, José y Peralta, Mario (1980)

La mayor parte del sector precordillerano de la Cordillera de Los Andes entre las provincias de Linares y Llanquihue (VII a X Región) está cubierta por "trumaos" de lomas, formados a partir de profundos depósitos de cenizas volcánicas. Los suelos son bien drenados, exhiben texturas medias, altos contenidos de materia orgánica, baja densidad aparente y alta porosidad. Aún cuando estas características les confieren un cierto grado de resistencia a la erosión, el mal uso y manejo a que están sometidos ha provocado procesos moderados a severos de erosión, especialmente en lomas con pendientes mayores de 10 por ciento (Peña, 1985).

En las regiones del extremo sur de Chile, alrededor de 2,0 millones de hectáreas presentan serios problemas erosivos. Las abundantes lluvias y el uso ganadero de terrenos inclinados, en muchos casos de aptitud forestal, incide enormemente en la degradación del suelo por erosión hídrica. Por otra parte, la erosión eólica que afecta a ciertas zonas de praderas de Aysén y Magallanes, se atribuye principalmente al sobrepastoreo por ganado ovino. Al respecto, cabe indicar que la textura liviana y la pérdida progresiva de la materia orgánica de los suelos en cuestión facilita la remoción y transporte de sus partículas por el viento.

FORMACION DE DUNAS

El catastro efectuado a comienzos de la década del sesenta, indica que en Chile se han formado alrededor de 74 500 ha de dunas litorales entre las regiones de Coquimbo y Los Lagos. Existen además cerca de 56 000 ha de arenas continentales en la Región de Bío-Bío. La distribución de los suelos cubiertos por dunas se presenta en el cuadro 3.

CUADRO 3
Distribución de los suelos cubiertos por dunas IV - X Regiones (expresado en miles de ha)

Región Dunas Litorales Dunas Interiores Total Superficie
IV Coquimbo 4,2 - 4,2
V Valparaíso 3,4 - 3,4
Metropolitana 4,4 0,1 4,5
IV O'Higgins 2,0 - 2,0
VII Maule 17,9 <0,1 17,94
VIIl Bío Bío 35,4 56,3 91,7
IX Araucanía 4,1 0,1 4,2
X Los Lagos 3,0 - 3,0
Total 74,4 54,5 130,9

Fuente: Instituto de Recursos Naturales y Ministerio de Agricultura, Publicación N° 4, 1966. Area estudiada: 29° 48' - 41° 50' latitud Sur

Las dunas litorales se forman, por lo general, al norte de las desembocaduras de los grandes ríos. Esta situación se debe a que las corrientes costeras dominantes arrastran las arenas entregadas por los ríos en la dirección sur-norte, donde las olas las depositan en la playa. De la playa, el viento transporta las arenas y las acumula en forma de dunas, a escasa o a bastante distancia de la costa. Por su considerable extensión, cabe destacar las formaciones de dunas en la costa sur de Arauco y las de Chanco.

Las arenas continentales, entre los ríos Itata y Bío-Bío, tienen un origen muy diferente: son depósitos de arenas aluviales basáltico-andesiticas depositadas sobre terrazas aluviales o planos aluviales o depositaciones. Son sedimentos muy jóvenes de una edad no superior a 500-1.500 años (Moreno 1983). Descansan sobre un lahar de aproximadamente 15 000 años, llamado "lahar del Laja" (Mac Phail 1966). Su origen proviene de la ruptura de la caldera del volcán Antuco, en la cual se había depositado una gigantesca cantidad de arenas volcánicas y piroclásticas, en general, por súbito derretimiento de hielo. La avalancha, súbita y violenta, cubrió una extensión de casi 400 000 ha en la depresión central, desde la precordillera.

PERDIDAS FISICAS DE SUELOS

El documento "Control de Erosión mediante Técnicas de Labranza de Conservación" (Peña, 1984), resume varios años de medición experimental de la erosión en suelos "trumaos" de lomas de la VIII Región. Los resultados se presentan en el cuadro 4.

CUADRO 4
Pérdidas de suelo como promedios anuales de rotaciones calculado para varios sistemas de mánelo con trumaos, con diferentes longitudes do ladera y pendientes.

Manejo del Cultivo (P)

Porcentaje de pendiente (S)

  6% 10% 16%
 

Longitud de la ladera (L)

  90 1 50 90 150 90 1 50
Rot. Trigo Rpas P. Nat.

toneladas/hectárea/año

Manejo Conv. 8 13 16 27 35
0,2 t/ha Y alta fert. 4 5 9 7 15 19
0,2 t/ha y culí. cont. 4 4 6 8 13 17
1,0 t/ha residuos 2 2 3 4 7 9
2,0 t/ha residuos 1 1 2 2 4 5
Rot. Trigo Avena Raps
Manejo Conv. 12 15 24 31 50 65
0,2 t/ha Y alta fert. 6 8 13 13 28 36
0,2 t/ha y culí. cont. 5 7 12 15 25 32
1,0 t/ha residuos 1 2 3 4 6 8
7 n t/ha residuos 1 1 7 7 3 4

¹ Valores calculados con la ecuación de predicción de erosión A = RKLSP, (Wischmeier y Smith, 1978); utilizando valores do R, K y C obtenidos en el lugar de la experiencia entre años 77 al 81.

Tolerancia de erosión estimada en suelo trumao Santa Bárbara:

Pendiente Tolerancia estimada (t/ha/año)
4 - 7 8 - 10
8- 12 7
13- 18 5

Una rotación integrada por cereal, raps y dos años de pradera natural, experimenta pérdidas de suelo promedio anual inferiores a la tolerancia estimada para un trumao con 6% de pendiente y longitud de ladera menor de 150 m. Las pérdidas más elevadas durante los años con cereal o raps, se compensan en los años con praderas, en los que las pérdidas son menores de 1 t/ha/año. Esto significa que un trumao con menos de 6% de pendiente, no experimenta daños de importancia, salvo en aquellos años en que ocurran lluvias de muy alto potencial erosivo

Con la misma rotación anterior, pero en pendientes de 6 a 10%, la condición de manejo convencional supera el límite de tolerancia de erosión La combinación de una baja cobertura de paja (0.2 t/ha.) con un adecuado nivel de fertilización y cultivo en contorno, produce un efectivo control de erosión en estas condiciones. En laderas con más de 10% de pendiente y longitudes mayores de 150 m. estas técnicas no dan una protección adecuada y en laderas con 16% de pendiente resultan del todo ineficaces. Sólo las coberturas muy densas de rastrojos (2 t/ha.) o cero labranza, contribuyen a mantener las pérdidas de suelo muy cerca del valor de tolerancia, en pendientes de 16%.

Una rotación muy intensa, constituida por trigo, avena y raps, bajo manejo convencional en laderas con 6% de pendiente, experimenta pérdidas de suelo que sobrepasan el limite de tolerancia. La aplicación de bajas densidades de residuos (0,2 t/ha.), con adecuado nivel de fertilización y cultivo en contorno, da un buen control de erosión en estas pendientes. Para pendientes de 6 a 10%, se requiere un mínimo de 1 t/ha de residuos, el que debe aumentarse a 2 ton/ha. en pendientes mayores. En laderas con 16% de pendiente y longitudes superiores a 90 m. estas densidades deben reforzarse, o bien, considerar la práctica de cero labranza.

Mediciones experimentales efectuadas en 1977 por el proyecto "Riego y Conservación de la Cuenca del Río Bío-Bío" (SAG/FAO/PNUD), en relación a intensidad y duración de las lluvias más largas ocurridas, para el suelo Santa Bárbara, corroboran en gran medida la investigación realizada por Peña. Los resultados se indican en el cuadro S.

CUADRO 5
Pérdidas físicas de suelo por erosión hídrica

Erosión causada por la lluvia más larga en los meses de mayo a julio Rn la cuenca el Bío-Bío 1977

Suelo Cubierta

Vegetal

Pendiente % Lluvia Durac. hr. Rango/ Intens mm/hora Precip. mm Pérdida de suelo
m³/ha t/ha
Santa              
Bárbara Trigo 0-15 25 1,4- 1,6 126 7,35 5,88
Rapelco Suelo            
  Desnudo 25 15 0,5 - 1,2 116 18,6 26,04

Pérdidas físicas de suelo en áreas representativas de la cuenca del Bío Bío en los meses de mayo a julio,1977

Areas Cubierta Vegetal Pendiente % Erosión m³/ha Pérdidas de suelo en prof.
Santa Bárbara Trigo 1 - 15 20,24 2 mm
Rapelco Suelo Desnudo 25 118,02 12 mm

Area de estudio: Santa Bárbara, subcuenca de 4,28 ha; Rapelco, subcuenca de 6,35 ha Fuente: Ibarra, R. (1977)

BIBLIOGRAFIA

Endlicher, N. 1988. Análisis geoecológico de la degradación del paisaje en la Cordillera de la Costa en la zona de Concepción. Franz Steiner Verlag GMBH Wiesbaden.

Ibarra, R. 1977. Prácticas de manejo de suelos para la conservación de la cuenca del Bío-Bío, Informe Técnico 3. Proyecto CHI/71/549, FAO/SAG.

Instituto de Investigación de Recursos Naturales 1979 Fragilidad de los ecosistemas naturales de Chile. C ORFO, Santiago.

Mac Phail, D. 1966. El gran lahar del Laja. Estudios geográficos. Facultad de Filosofía y Educación. Universidad de Chile, Santiago.

Moreno, H. y Varela J. 1985. Geología, volcanismo y sedimentos piroclásticos cuaternarios de la región central y sur de Chile. En "Suelos Volcánicos de Chile". Instituto de Investigaciones Agropecuarias, Ministerio de Agricultura. Santiago.

Peña M., L. 1984. Control de erosión mediante técnicas de labranza de conservación. IX Simposio Nacional de la Ciencia del Suelo, Sociedad -Chilena de la Ciencia del Suelo. Valdivia.

Peña M., L. 1985. Erosión hídricas en trumaos de lamaje. En Suelos Volcánicos de Chile. Instituto de Investigaciones Agropecuarias, Ministerio de Agricultura. Santiago.

Peralta, J. y Peralta, M. 1990. Algunos factores que condicionan la erosión en la zona costera de la IV Región de Chile. Ciencias Forestales, Vol. 6. N°1. Facultad de Ciencias Agrícolas y Forestales, Universidad de Chile. Santiago.

Peralta, M. 1987. Acciones del hombre sobre el medio ambiente: desertificación. Ciencias forestales V 4. (2). Facultad de Ciencias Agrícolas y Forestales, Universidad de Chile, Santiago.

Wischmder, W.H. y Smith, D.D. 1978. Predicting rainfall erosión losses: a guide to conservation planning. Agric. Handbook 537. USDA. US Govt. Pr. Off. Washington. 58 pp.