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Cuba

Introducción

En el desarrollo de la esfera energética en Cuba, se distinguen tres etapas principales. La primera hasta 1959, caracterizada por un esquema energético compuesto por una pequeña e insuficiente capacidad instalada para la generación de electricidad, básicamente en centrales termoeléctricas, que ascendía a 397 MW, lo que garantizaba el suministro de energía eléctrica al 56% de la población.

La segunda etapa hasta 1989, caracterizada por un sostenido y estable desarrollo, en base a la política trazada por el gobierno cubano y la contribución en cuanto a suministros de combustibles y tecnologías de los países de Europa del Este, en particular la extinta URSS.

En este período, se llegaron a instalar capacidades para generar aproximadamente 3.083 MW con la utilización de petróleo, que aseguró el suministro de energía eléctrica, por medio del Sistema Eléctrico Nacional al 95% de la población.

La tercera y actual etapa se caracteriza por no contar con un suministro suficiente y estable de petróleo debido a la desaparición de la URSS.

El reto hoy en Cuba es lograr una mayor independencia energética mediante la utilización de todas las fuentes nacionales de energía, según se expresa en el Programa de Desarrollo de las Fuentes Nacionales de Energía del Gobierno Revolucionario.

Situación actual de la generación de electricidad a partir de biomasa.

La agroindustria cubana de la caña de azúcar, es la fuente más importante de biomasa con que cuenta el país para el desarrollo de energía renovable, constituyendo actualmente la única a partir de la cual se está generando electricidad.

En zafras promedios anuales en nuestro país, de molidas de 70 millones de toneladas de caña, se producen unos 20,5 millones de toneladas de bagazo y una cantidad similar de residuos agrícolas (paja, cogollo y hojas).

Actualmente la propia industria azucarera y la de sus derivados, consumen alrededor de 19 millones de toneladas de bagazo para satisfacer el 74% de la demanda energética del Ministerio del Azúcar, incluyendo todas sus actividades.

La capacidad instalada energética de esta industria está constituida por 804 generadores de vapor y 349 turbogeneradores de vapor con una capacidad superior a los 700 MW.

De las 156 centrales existentes 149 cogeneran y 72 están interconectados al Sistema Eléctrico Nacional.

Política energética en la generación de electricidad a partir de biomasa

Históricamente la producción de energía eléctrica en nuestro país ha tenido como soporte principal la utilización de centrales termoeléctricas, que consumen actualmente alrededor del 40% de los combustibles derivados del petróleo, para generar más del 80% de la electricidad total producida en el país.

Esta situación implica que la producción de energía eléctrica depende de la capacidad para la importación de combustible para lo cual se destina una parte importante de las divisas disponibles.

La única alternativa viable para cambiar esta dependencia de los necesarios combustibles importados, es logrando el aprovechamiento de las fuentes nacionales de energía.

La producción de petróleo crudo en Cuba no se prevé que supere la cifra de 1,4 millones de toneladas anuales, siendo el mismo de baja calidad por su alta viscosidad y contenido de azufre, lo que dificulta su utilización en las centrales termoeléctricas.

Por tanto, la posible alternativa es el aprovechamiento pleno de las fuentes renovables de energía.

La utilización de la hidroenergía en Cuba es limitada, por no contar con un potencial significativo, que se evalúa actualmente en unos 650 MW. De ellos, en estos momentos, existen instalados 55 MW.

Para el aprovechamiento de la energía eólica se realiza de manera incipiente trabajos para la prospección de su potencial.

En el caso de la energía solar, los costos del equipamiento comercial, ano no son competitivos con las fuentes convencionales en la mayoría de los casos.

A partir de este análisis sólo la utilización de la biomasa como fuente de energía representa una alternativa real para la disminución del consumo de portadores energéticos convencionales en la generación de electricidad.

En esta esfera, se ha planteado lograr a mediano plazo que el consumo de electricidad de todas sus actividades sea satisfecho a partir de un aprovechamiento más eficiente de la biomasa de la caña, lo que significa incrementos de la generación de electricidad en base al bagazo y la paja como combustibles.

A largo plazo se propone que la industria pase a ser un suministrador neto de electricidad al Sistema Eléctrico Nacional lo cual, en una primera aproximación, puede llegar a duplicar o triplicar los incrementos logrados en el período anterior, además de satisfacer sus necesidades de combustible fósil mediante la utilización de la biomasa renovable.

En un segundo plano se ha considerado la evaluación del uso de la biomasa forestal para la generación de electricidad.

En este caso se parte del criterio de realizar la producción de electricidad en regiones aisladas, en las cuales se dificulta técnica y económicamente el suministro a través del Sistema Eléctrico Nacional.

Una importante dirección de trabajo es el aprovechamiento de residuos agroindustriales para la producción de electricidad. Este es el caso de los residuos de la agroindustria forestal y arrocera, que permiten instalar capacidades, que a la vez que mejoran la rentabilidad de la empresa, garantizan la producción de energía eléctrica en regiones apartadas.

En este campo se sigue con mucha atención el desarrollo de plantas de segunda generación para el tratamiento anaeróbico de residuales líquidos para la producción de biogás y de las tecnologías para la producción de electricidad a partir de este combustible.

Proyectos en operación y programados conectados a la red pública o de autogeneración.

Existen 149 centrales azucareras que cogeneran electricidad con una capacidad instalada de 700 MW. De ellas, 72 están conectadas al Sistema Eléctrico Nacional.

Están en fase de análisis de factibilidad técnica económica proyectos como:

1. Planta de 5 MW a partir de plantaciones energéticas en la Isla de la Juventud. En esta Isla la generación actual de electricidad es muy costosa, pues se produce por medio de plantas diesel, explotándose actualmente una capacidad instalada de 10 MW.

2. Planta de 1 MW a partir de residuos de la industria forestal del Aserradero de Macurije en la provincia de Pinar del Río. Por medio de este proyecto se logra producir la electricidad requerida por el aserradero y entregar a la comunidad vinculada a éste.

3. Planta de 0,5 MW para el autoabastecimiento energético del molino y secadero de arroz del Sur del Jíbaro, provincia de Sancti Spíritus.

Aspectos ambientales resultantes del uso de los combustibles biomásicos

Independientemente de la contribución al balance energético nacional que pueda ser la generación de electricidad a partir de la biomasa, es de gran importancia los beneficios ambientales que la misma trae consigo.

El aumento significativo de la capacidad de cogeneración en la industria azucarera permitirá la disminución del uso de combustibles tradicionales con este fin y por tanto, de la incorporación de CO2 a la atmósfera.

En el caso de las plantaciones de los bosques energéticos, estos están proyectados en suelos marginales no aptos para cultivos agrícolas, lo que contribuye significativamente a la recuperación de estos suelos y el mejoramiento del ambiente en general.

Apoyo del Estado al desarrollo de proyectos bioenergéticos en el país

El desarrollo de la bioenergía en el país es uno de los puntos claves contemplados en el Programa de Desarrollo de las Fuentes Nacionales de Energía, aprobado por el Parlamento Cubano en 1993.

Para la ejecución de los trabajos de investigación-desarrollo vinculados al mismo, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente posee un Programa Nacional Científico Técnico de Energía.

El potencial científico-técnico del país dedicado a esta actividad se manifiesta en más de 20 Centros de Investigación-Desarrollo que trabajan en esta esfera de forma parcial o total, mientras que en las Universidades existen más de 10 centros o grupos de investigación en este campo.

También contamos con un grupo de Empresas de Ingeniería y Proyectos vinculados al uso de la energía renovable, así como de una industria sideromecánica, que cuentan con los recursos técnicos y humanos requeridos para la producción del equipamiento bioenergético.


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