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Salud y productividad en bovinos de la costa norte de Colombia


Materiales y métodos
Resultados
Discusion
Referencias


J. Orjuela, M. Navarrete, A. Betancourt, L. Roqueme, E. Cortez y R. B. Morrison

La dirección postal de J. Orjuela, M. Navarrete, A. Betancourt, L. Roqueme y E. Cortez es: Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), Departamento de Ganadería, Programas de Microbiología y Sanidad Animal, Proyecto Colombo-Leiman, apartado aéreo 206, Córdoba, Colombia. La dirección postal de R. B.. Morrison es: College of Veterinary Medicine, University of Minnesota, St Paul, Minnesota, Estados Unidos.
Los exámenes serológicos y bacteriológicos fueron realizados por A. Hernández y S. Otero. Las labores del Doctor Morrison, experto asociado de la FAO, fueron financiadas por el Gobierno del Canadá. Los autores desean reconocer la cooperación de los 104 ganaderos y administradores de fincas, y la ayuda brindada por la Agencia Alemana de Cooperación Técnica (GTZ).

2. Hallazgos serológicos, bacteriológicos y parasitológicos1

1 La primera parte de este artículo, intitulada «Examen clínico y parámetros productivos» se publicó en el N° 68 de la Revista mundial de zootecnia. En ella se hacía una descripción de las relaciones existentes entre la producción, salud animal y manejo del ganado bovino.

Este trabajo se realizó pare investigar y cuantificar las limitaciones que afectan a la productividad de las explotaciones de leche y carne en la costa norte de Colombia. Los datos procedieron de 104 fincas.

Se rellenó un cuestionario, y 30 animales de cada finca fueron examinados clínicamente. De estos se tomaron muestras pare análisis de laboratorio cuyo propósito fue detectar anticuerpos contra cinco serotipos de Leptospira interrogans, rinotraqueítis infecciosa bovina (IBR), diarrea viral bovina (DVB), Brucella y leucosis bovina. Para Leptospira interrogans se halló que 42 por ciento de los animales eran positivos; 32 por ciento lo eran pare IBR; 6,3 por ciento pare DVB; 2,6 por ciento pare Brucella y 1,5 por ciento pare la leucosis. Se examinaron frotis sanguíneos microscópicamente pare detectar la presencia de hemoparásitos. El 32 por ciento fueron positivos respecto a Anaplasma marginale; el 28 por ciento respecto a Trypanosoma spp., y el 0, 7 por ciento respecto a Babesia sp.

En Colombia la demanda de carne en el período de 1970 a 1980 se incrementó a una tasa anual del 4,9 por ciento, sobrepasando la oferta en 1,2 por ciento (Kleinheisterkamp y Habich, 1985). Si la oferta de productos pecuarios se intenta aumentar, es esencial que se logre un claro entendimiento de los factores que limitan la productividad ganadera.

La información sobre el rendimiento y salud de los bovinos de la costa norte de Colombia no es abundante (Rivas, 1974, Shellenberg y Weniger, 1985). El presente estudio se concibió como parte de Una investigación encaminada a evaluar las relaciones entre manejo, salud y rendimiento de los hatos bovinos de la zona (Otte y Lobo, 1984). Se rellenó un cuestionario preliminar para estudiar las características generales de las fincas, prácticas de manejo y algunos parámetros de producción (Otte et al., 1985). Este artículo describe la prevalencia de algunas enfermedades infecciosas observadas durante la encuesta.

Materiales y métodos

Las muestras se tomaron durante un período de 14 meses. Procedían de 2 909 animales pertenecientes a 104 fincas. La recolección se hizo con el propósito de detectar la presencia de algunas enfermedades infecciosas. El método de selección de fincas y animales ha sido descrito por Morrison et al., 1986.

Los sueros sanguíneos se examinaron por microseroneutralización para detectar la presencia de anticuerpos contra el virus de la rinotraqueítis infecciosa bovina y la diarrea viral bovina (Jenny y Wessman, 1973). La determinación de anticuerpos contra Leptospira se realizó mediante la técnica de microaglutinación-lisis (Sulzer y Jones, 1973) empleando antígenos vivos cuya existencia es conocida en Colombia. Los serotipos de Leptospira interrogans fueron hardjo, grippotyphosa, icterohaemorrhagiae, pomona y canicola. Los anticuerpos contra Brucella se detectaron mediante la prueba en placa de Rosa de Bengala (prueba tamiz), y la prueba de fijación de complemento (prueba confirmatoria) (Alton, Jones y Pietz, 1976). La técnica de inmunodifusión (Miller y Van Der Maaten, 1976) se empleó para la detección de anticuerpos contra el virus de la leucosis bovina.

Se recolectaron hisopos uterinos en vacas con descarga anormal del tracto reproductivo. Estos se impresionaron en agur sangre al 5 por ciento y se incubaron aeróbicamente a 37 °C. Los microorganismos fueron aislados e identificados siguiendo los métodos descritos por Cowan y Steel (1974).

Se realizaron lavados prepuciales en todos los toros seleccionados en la muestra. Se detectó la presencia de Trichomona foetus y Campylobacter foetus mediante el uso de las técnicas descritas por Dennet et al. (1974).

A través de frotis sanguíneos se determinó la presencia de Anaplasma margínale, Babesia bovis y Babesia bigemina. La presencia de Trypanosonza spp. y microfilaria se detectó mediante la técnica de Woo usando tubos capilares (Betancourt y Julio, 1979).

En cada finca se recolectaron cinco muestras de materia fecal pertenecientes a cuatro vacas y un toro menores de 24 meses de edad. Las muestras fueron tomadas de los animales en el mismo orden en que se examinaban en el corral, hasta completar el número requerido de cada categoría. Todas las muestras se analizaron para detectar huevos de parásitos entéricos y pulmonares por flotación fecal (MacMaster), sedimentación Dennis) y por medio de la técnica de Baerman (Parra y Vizcaíno, 1979).

Los métodos para el manejo y análisis de los datos han sido descritos por Morrison et al. (1986).

Resultados

Brucelosis. Las 2 909 muestras con suero de los animales se analizaron mediante la prueba de Rosa de Bengala, y las que reaccionaron positivamente se examinaron nuevamente con la técnica de fijación de complemento. Ciento veinte animales (4,1 por ciento) reaccionaron en ambas pruebas.

La prevalencia de títulos estuvo significativamente asociada con la edad y fue mayor en animales de seis meses de edad, o más jóvenes, disminuyendo en animales entre 6 y 12 meses, e incrementándose luego gradualmente según la edad. Después de excluir a los animales que pudieran haber presentado títulos calostrales (menores de seis meses de edad en hatos que no se vacunaban) o títulos vacunales (menores de 18 meses en hatos que se vacunaban), se encontraron 48 animales positivos (2,6 por ciento del número total de animales positivos) (véase el Cuadro). El tamaño de la finca estuvo significativamente asociado, y las fincas con más de 250 ha tuvieron una prevalencia menor de la esperada. No se detectó asociación con la estación del año.

De las 104 tincas, 26 (25 por ciento) se encontraron con al menos un animal positivo a B. abortas en la prueba de fijación de complemento. En función del uso de vacunas, 17 (22,4 por ciento) de las 76 fincas en que se vacunaba contra Brucella contenían animales positivos. De las 28 fincas en que no se vacunaba, 9 (32,1 por ciento) tenían animales positivos.

Leptospira interrogans. Se examinaron 2 861 sueros. Se encontró anticuerpos contra al menos uno de los 5 serotipos en 1 196 animales (41,8 por ciento) en niveles iguales o mayores al título 1:100. La mayor prevalencia en animales con títulos mayores o iguales a 1:100 se observó en relación a L. hardjo en el 30 por ciento (857 animales), seguida por L. grippotyphosa en el 8,5 por ciento (243 animales), icterohaemorrhagiae en el 7,3 por ciento (210 animales), pomona en el 5,9 por ciento (170 animales) y canicola en el 2,7 por ciento (77 animales).

La frecuencia de los títulos mayores o iguales a 1:100 para cada serotipo de Leptospira estuvo significativamente relacionada con la edad de los animales maestreados (p < 0,01). Diecisiete por ciento de los animales menores de seis meses, 28,5 por ciento de los animales entre 6 y 12 meses y 44 por ciento de los animales entre uno y dos años se hallaron positivos a la prueba. La prevalencia alcanzó el 50 por ciento en los animales mayores de dos años de edad.

En los animales mayores de 12 meses de edad la prevalencia de títulos > = 1:100 para uno o más de los serotipos estuvo asociada con la estación. La mayor prevalencia se halló en la estación seca. No se halló asociación con la topografía, proveniencia de agua o condición corporal.

La prevalencia de los títulos >= 1:100 contra Leptospira en animales mayores de 12 y menores de 24 meses de edad se halló asociada con el tipo de proveniencia del apara. En los animales de fincas con fuente de agua natural se observó una menor prevalencia que en los animales de fincas con suministro de apara con abrevaderos. No se halló asociación con la estación, topografía o condición corporal.

Prevalencia de enfermedades infecciosas y parásitos detectados en animales de 104 fincas de la costa norte de Colombia - Prevalence of infectious diseases and parasites in animals from 104 farms on the north coast of Colombia - Prévalence des maladies infectieuses et des parasites détectés chez les animaux de 104 exploitations de la cote nord de la Colombie

Agente

Número de animales

Número de animales positivos (%)

Número de hatos

Número de animales positivos (%)

Leptospira

2861

1 196 (41,8)

104

104 (100)

IBR

2853

912 (31,9)

104

102 (98,0)

BVD

2 760

174 (6,3)

102

49 (48,0)

Brucella

1 785

48 (2,6)

104

26 (25,0)

Leucosis

2 907

44 (1,5)

104

22 (21,1)

Anaplasma spp.

2 909

110(3,8)

104

101 (97,1)

Babesia spp.

2 909

21 (0,7)



Tripanosoma spp.

2 900

80 (2,8)

104

44 (42,3)

Estrongílidos

1 022

716 (70,1)



Eimeria spp.

1 022

274 (26,8)



Dictyocaulus spp.

1 022

126 (12,3)



Strongyloides spp.

1 022

123 (12,0)



Bunostomum spp.

1 022

55 (5,4)



Moniezia spp.

1 022

31 (3,1)



Ascaridae

1 022

6 (0,6)



Hato de doble propósito, típico de la zona de estudio, que muestra una mezcla de razas - Typical improved dual-purpose herd from the zone studied. Note the bread mixture - Troupeau polyvalent (lait et viande) amélioré typique de la zone étudiée Noter le mélange des races

Se encontró una asociación entre la densidad ganadera y el porcentaje de individuos positivos a cualquier serovar (p = 0,012). También se encontró una asociación entre la densidad ganadera y el porcentaje de individuos positivos a serotipos específicos, excepto en el caso de L. pomona En el caso de hardjo y grippotyphosa, las fincas con mayor densidad ganadera tenían un porcentaje de individuos seropositivos. En el caso de icterohaemorrhagiae y canicola se encontró un menor porcentaje de individuos seropositivos en fincas con altas densidades ganaderas. Parece existir una asociación entre esos serotipos, zonas ecológicas y la presencia de cerdos en la finca. Existe además una asociación entre la prevalencia y la fuente de agua. No se encontró asociación con la estación, topografía y condición corporal.

Todas las fincas analizadas tenían animales seropositivos a uno o más de los cinco serotipos utilizados en la prueba.

Rinotraqueítis infecciosa bovina (IBR). En la zona estudiada no se ha practicado la vacunación contra la IBR. Por lo tanto los títulos positivos hallados en la prueba fueron considerados como comprobación de la infección natural con el virus. Se analizaron 2 853 muestras para detectar la presencia de anticuerpos contra la IBR. Se encontraron reacciones consideradas positivas en el 32 por ciento de las muestras (912 animales). En el 56 por ciento de los casos, los títulos fueron positivos a diluciones bajas de hasta 1:16. Sólo el 1,6 por ciento del total de muestras tenían títulos a la dilución máxima de 1:128.

El porcentaje de individuos seropositivos según el grupo de edad se incrementó significativamente desde el 8,6 por ciento en animales de hasta 6 meses de edad al 11 por ciento en animales entre 7 meses a un año, alcanzando un máximo de 70,4 por ciento en animales de 8 años de edad (p < 0,001).

Se encontraron 102 (98 por ciento) fincas positivas a la IBR. Hubo una correlación positiva entre la prevalencia de animales positivos y el promedio geométrico de títulos a la IBR (r = +0,90; p < 0,001). La prevalencia de animales positivos en las fincas estuvo normalmente distribuida con un promedio de 30 por ciento (desviación estándar, 15). Se halló una asociación positiva significativa entre el estado del toro (negativo vs. positivo a la IBR) y la prevalencia de animales positivos en la finca.

Diarrea viral bovina (DVB). En la zona estudiada no se ha practicado la vacunación contra la DVB. Por lo tanto todos los títulos positivos contra el antígeno utilizado se consideraron como prueba de la infección previa en el agente productor de la enfermedad. Se analizaron los sueros de 2 760 animales, y 174 (6,3 por ciento) resultaron positivos.

Se encontró una diferencia significativa entre los porcentajes de reactores según el tamaño de las fincas (p = 0,0005). La mayor prevalencia se observó en las fincas medianas (9,1 por ciento), seguida por las fincas pequeñas (6,2 por ciento), y la menor en las fincas grandes (3,4 por ciento). La prevalencia de anticuerpos más alta se halló en los toros (9,5 por ciento), seguida por las vacas (7,5 por ciento), novillas y novillos (5,7 por ciento), y la menor en terneros (4,6 por ciento) (p = 0,03). Resultaron positivos el 5,2 por ciento de los terneros menores de 6 meses de edad, y el 4,4 por ciento de animales de 7 a 12 meses de edad.

De las 102 fincas analizadas 49 (48 por ciento) tenían animales con anticuerpos contra el virus de la DVB. Se encontró una alta correlación positiva entre la prevalencia de animales positivos y el promedio geométrico de los títulos en las fincas infectadas (r= +0,76; p < 0,001).

Leucosis bovina. Se detectó la presencia de anticuerpos contra el virus de la leucosis bovina en 44 de los 2 907 animales examinados (1,5 por ciento). El porcentaje de reactores aumentaba gradualmente con la edad, de 0,2 por ciento en animales menores de 7 meses, 0,6 por ciento en la categoría de 7 a 12 meses, al máximo de 4,7 por ciento en animales mayores de un año (p < 0,001). Doce (9,4 por ciento) de los 128 animales categorizados como Bos taurus fueron positivos y 33 (1,4 por ciento) de los 2 361 Bos indicus fueron positivos, mientras que ninguno de los 418 animales cruzados fueron positivos (p < 0,001).

La prevalencia estuvo significativamente asociada con el tamaño de la finca (p = 0,03). La menor prevalencia (0,5 por ciento) se halló en las fincas medianas y la mayor (2,0 por ciento) en las pequeñas. Las fincas más grandes tenían una prevalencia del 1,3 por ciento. Sin embargo en el análisis según la densidad ganadera de las fincas, no se halló efecto en la frecuencia de reactores (p = 0,43).

De las 104 fincas estudiadas 22 (21, 1 por ciento) fueron positivas. La mayoría de las fincas positivas tenían un bajo número de animales positivos. La proporción de fincas positivas varió entre 0 y 67 por ciento en la zona costera; estas últimas tenían una mayor proporción de animales con cruces de tipo Bos taurus.

Hallazgos bacteriológicos. Se recolectaron hisopos en 39 hastos, que procedían del cérvix de 62 vacas que mostraron signos clínicos de endometritis o cervicitis. Todos excepto uno de los cultivos resultaron positivos a tricomonas con presencia de bacterias no específicas. Se obtuvieron resultados análogos en los lavados prepuciales de 74 toros en 89 hatos, encontrándose cinco toros positivos a las tricomonas. El sobrecrecimiento impidió la identificación de organismos en cuatro casos.

Hemoparásitos. De los 2 909 animales muestrados, 923 (31,7 por ciento) fueron positivos a Anaplasma margínale. De los animales positivos, 813 (88,1 por ciento) tenían £ 0,10 por ciento de parasitemia y 110 (11,9 por ciento) tenían ³ 0,10 por ciento de parasitemia.

Ciento una de las 104 fincas (99,1 por ciento) contenían uno o más animales positivos a Anaplasma margínale. La prevalencia a nivel del hato varió entre 3,3 y 73,3 por ciento.

Infestación por moscas durante la época seca - Typical high infestation with flies during the dry season - Forte infestation typique de mouches pendant la saison sache

Río usado como abrevadero en una finca localizada en zonas bajas - Small river used as a water source on a lowland farm - Petit cours d'eau utilisé comme source d'eau dans une exploitation de plaine

Vaca con retención placentaria originada por un problema infeccioso - Cow with a retained placenta as a consequence of infection - Vache souffrant de rétention du placenta a la suite d'une infection

Babesia bovis se identificó en 21 animales (0,7 por ciento), y Babesia bigemina en 20 animales (0,7 por ciento).

Trypanosoma spp. Se diagnosticaron positivamente respecto a este hemoparásito 80 animales (2,8 por ciento). Cuarenta y cuatro fincas (42 por ciento) tenían al menos un animal positivo, y la prevalencia de animales positivos varió entre 3,3 y 23,3 por ciento. Se encontró una asociación significativa entre edades: la prevalencia de animales positivos mayores de 12 meses fue mucho más alta que la de animales más jóvenes.

Microfilaria. Ochenta y tres (2,9 por ciento) de las muestras de sangre bovina recolectadas fueron positivas a microfilaria. De las 104 tincas, 51 (49 por ciento) fueron positivas. La prevalencia a nivel del hato varió entre 3,3 a 10 por ciento en los hatos infectados. La presencia de microfilaria no estuvo asociada con ningún otro hemoparásito, estación del año, o densidad ganadera. Se encontró una asociación entre edades, teniendo los animales mayores de 12 meses una mayor prevalencia que los jóvenes.

Parásitos entéricos. Se examinaron muestras fecales de 1 022 animales para detectar la presencia de huevos de parásitos. Se identificaron huevos del tipo tricoestrongílidos en el 70,1 por ciento de los animales. Otros parásitos detectados fueron Eimeria spp. en el 26,8 por ciento de los animales, Dictiocaulus viviparus en el 12,3 por ciento, Strongyloides spp. en el 12 por ciento Bunostomum spp. en el 5,4 por ciento, Moniezia spp. en el 3,1 por ciento, y ascaris en el 0,6 por ciento. No se hallaron huevos de trematodos.

La prevalencia de huevos de parásitos fue mayor en animales que tenían entre uno y 12 meses de edad. En esta misma categoría se hallaron huevos del tipo Trichostrongylidae en el 52,6 por ciento, Eimeria spp. en el 76 por ciento, Dictiocaulus viviparus en el 81 por ciento, Strongyloides spp. en el 94 por ciento Bunostomum spp. en el 92 por ciento, Moniezia spp. en el 74 por ciento y ascaris en el 94 por ciento de los animales.

Garrapatas. Se realizaron estimaciones de tipo cualitativo de la infestación con garrapatas en 2 886 animales. Noventa y seis por ciento de las garrapatas observadas fueron Boophilus microplus (2 169 de 2 261); 3,9 por ciento (88) fueron identificadas como Amblyomma cajennense; y 0,1 por ciento como Dermacentor (Anocentor) mitens. El nivel de infestación con garrapatas fue mayor durante el período de transición de la época seca a la lluviosa (abril-mayo). No se halló diferencia significativa con relación a la frecuencia del tratamiento para el control de garrapatas durante la estación seca. Se encontró una asociación ordenada de tipo negativo entre la frecuencia de la aplicación de acaricidas en la estación lluviosa y el nivel de infestación con garrapatas.

Moscas. Una estimación cualitativa de las infestaciones con moscas fue llevada a cabo en 2 893 animales. Se identificaron infestaciones con Stomoxys calcitrans y Liperosia irritaos. El nivel de infestación con moscas se incrementó con la edad de los animales. Los animales en condición corporal deficiente tuvieron un mayor nivel de infestación que los animales en condición corporal regular o buena. La frecuencia y concentración del tratamiento con acaricidas no estuvieron significativamente asociados.

Discusion

La identificación de factores limitantes en los sistemas de producción ganadera es una tarea difícil y compleja. Un prerrequisito esencial para optimizar el rendimiento de los hatos bovinos es conocer los factores que pueden influir en la producción. Los agentes infecciosos son causa de una menor eficiencia productiva, y es por esto que su identificación se hace necesaria.

A pesar de que aproximadamente el 26 por ciento de las fincas tenían uno o más animales que reaccionaron a Brucella abortas, la prevalencia de la infección en la mayoría de las fincas en las que se observó positividad fue muy baja. Siendo B. abortas de tipo endémico en el área, factores ambientales, prácticas de manejo y el mismo sistema de producción pueden haber inhibido la difusión de la infección.

La distribución por edades de los animales positivos a Brucella está dentro de lo esperado, cuando se considera que los títulos calostrales se detectan por aproximadamente seis meses y los títulos vacunales alrededor de los 18 meses (por fijación de complemento). Se observó que la prevalencia en los adultos se incrementaba paulatinamente alcanzando el mayor nivel en animales con ocho o más años de edad. Sin embargo, las vacas con un parto mostraron un mayor incremento en la prevalencia de anticuerpos al ser comparadas con animales de los grupos más jóvenes. En efecto, el período de más riesgo en las hembras se encuentra en la primera preñez.

La mayor tasa de prevalencia de anticuerpos en animales adultos indica que los ganaderos no están prevenidos contra la presencia de la enfermedad, y que la infección con brucelosis no es un criterio común para el descarte de los animales.

El hecho de que se registre una mayor prevalencia en los hatos en que se practica la vacunación contra Brucella es índice de que ésta puede ser la respuesta a cambios de tipo egidemiológico en esas fincas; o que la prevalencia se deba a la política esporádica de vacunación.

La mayor frecuencia de anticuerpos contra L. interrogans, serotipo hardjo observada en el estudio, confirma hallazgos anteriores; Griffiths, Gallego y Villamil (1981) habían puesto de manifiesto que el serogrupo hebdomadis es la causa de infección más común con Leptospira en los bovinos colombianos.

La prevalencia de animales con títulos de anticuerpos positivos se incrementó paulatinamente hasta los 36 meses de edad. La prevalencia entonces permaneció relativamente estable a un nivel de 40-50 por ciento. Esto representa un patrón de tipo endémico para la infección con Leptospira. No se ha informado acerca de signos clínicos de la infección con Leptospira en Córdoba. Esto puede deberse a que la gran mayoría de las infecciones parecen ocurrir antes de la preñez; los signos clínicos clásicos, como el aborto, no se observan. La naturaleza extensiva de las vacas en pastoreo y el hecho de que cerca del so por ciento han sido expuestas antes de la primera preñez pueden inhibir manifestaciones epidémicas en los adultos. Cuando la producción de leche se haga más intensiva y la densidad de los hatos aumente, la leptospirosis puede convertirse en un problema mayor.

La posibilidad de que exista una influencia estacional sobre la incidencia de la infección con Leptospira justifica ulteriores investigaciones. Se ha observado repetidamente que uno de los vehículos más importantes para la transmisión de la leptospirosis es el apara (Ellis, 1976, 1978). Por lo general, el agua para los animales proviene en casi todas las fincas de pozos naturales. Las oportunidades de transmisión de la infección durante la estación seca aumentan cuando esas fuentes disminuyen en volumen. También merece la pena considerar implicaciones de tipo zoonótico, puesto que los ganaderos y sus familias frecuentemente usan esa apara para beber y para lavar los implementos y recipientes que están en contacto con la leche. Las personas que manejan y ordeñan las vacas también corren el riesgo de infección.

La prevalencia de la IBR se incrementó rápidamente entre los 24 y 36 meses de edad. La tasa de prevalencia aumentó en forma más lenta hasta alcanzar un pico del 70 por ciento en animales mayores de siete años. Es interesante notar que la prevalencia se incrementa desde los 24 a 36 meses de edad, época que coincide con la exposición al hato principal y al toro de reproducción en muchas fincas. La infección al momento de la reproducción puede ser un modo primario de transmisión. Durante el estudio no se detectaron signos clínicos relativos a esta infección.

La alta correlación existente entre la prevalencia de títulos positivos a la IBR en el hato y el promedio geométrico de los títulos sugiere que, con el fin de conocer el estado del hato en relación a la IBR, las muestras de suero no necesitan ser diluidas secuencialmente y tituladas hasta el título máximo. La proporción de animales probados con una dilución de 1:2 podría ser suficiente.

Se encontraron anticuerpos contra la DVB en sólo el 6,3 por ciento de los animales, a pesar de que el 48 por ciento de las fincas eran positivas. Esto indica que a pesar de que el virus está presente en Córdoba, las condiciones locales pueden impedir su transmisión entre los animales. La pronunciada correlación constatada entre el promedio geométrico de los títulos y la proporción de animales positivos en cada tinca es razón de que, como con la IBR, las muestras de suero no necesiten titularse hasta el título máximo para determinar el estado del hato.

La leucosis bovina estuvo presente en la población estudiada, pero su frecuencia fue relativamente baja (1,5 por ciento). Esta observación contrasta con la experiencia de algunos investigadores que han registrado un mayor nivel de prevalencia en otras regiones del país (Griffiths, Gallego y Villamil, 1981). Este estudio ha puesto de manifiesto que la leucosis bovina parece estar muy localizada, y que se encuentra principalmente en fincas que tienen una mayor proporción de animales de tipo Bos taurus, lo que explicaría la transferencia del virus a fincas adyacentes, posiblemente por contacto directo entre bovinos.

Campylobacter foetus no se aisló en ninguno de los lavados prepuciales o hisopos cervicales; sin embargo se piensa que está presente en Córdoba. Es un hecho significativo que seis aislamientos de Trichomona foetus hayan sido obtenidos de cinco toros y uno de una vaca. Se ha demostrado que las tricomonas son capaces de producir bajas en la tasa de concepción, descargas purulentas y abortos.

Aproximadamente un tercio de los animales y 101 de las 104 fincas fueron encontrados positivos a Anaplasma margínale. En estudios subsecuentes sobre hemoparásitos se ha usado sangre recolectada de la periferia en vez de la vena yugular; esto ha permitido constatar una prevalencia de hemoparásitos mucho mayor que la registrada en la presente investigación. Las técnicas usadas para detectar Babesia han sido modificadas en forma similar.

Los signos clínicos de Trypanosoma spp. parecen ser poco comunes en los animales estudiados, a pesar que esos hemoparásitos están presentes en casi la mitad de las fincas. Puede suceder que los parásitos permanezcan endémicos en las poblaciones, hasta que condiciones apropiadas determinen una epidemia con signos clínicos obvios. La aparición de microfilaria en las muestras de sangre demuestra la presencia de al menos un parásito filarioideo. Setaria spp. está presente en los bovinos del área pero es de baja patogenicidad.

El solo recuento de huevos de parásitos entéricos no es el indicador definitivo y mejor del nivel de infestación. No se han realizado análisis detallados con los datos de este tipo, y sólo se dispone de cifras sobre la prevalencia. La prevalencia general fue mayor en animales que tenían entre 1 a 12 meses de edad. El grupo de los estrongílidos fue el más común. El hecho de no haber detectado trematodos no es sorprendente, puesto que no existen los huéspedes apropiados en el área estudiada.

Un factor que puede determinar el grado de infestación con garrapatas, especialmente en la época seca, es el tiempo entre baños con acaricidas. Si bien se interrogó a los ganaderos acerca de esta infestación, algunos posibles factores asociados no se estudiaron en detalle.

Es interesante notar que no existe asociación entre la frecuencia de las aplicaciones de acaricidas y la infestación con moscas, puesto que muchos ganaderos utilizan este tratamiento también para controlar moscas. Los resultados demuestran que la práctica en sí no es garantía de efectividad.

A pesar del gran número de trabajos de campo y de laboratorio realizados, no fue posible identificar efectos determinantes de las enfermedades infecciosas sobre la producción de los animales. Se constató que las condiciones nutricionales, ambientales y de manejo tienen repercusiones considerables sobre la producción, y que podrían haber ocultado los efectos de los problemas infecciosos estudiados. Debido a que los esfuerzos para tratar de conseguir mayores tasas de fertilidad y de crecimiento jugarán un papel importante para mejorar la productividad, el monitoreo del sistema productivo deberá implementarse para adquirir la seguridad de que las enfermedades hoy presentes no aumenten, o para impedir que se establezcan nuevas infecciones.

Referencias

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