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Prefacio


Prefacio

En 1988 el Consejo de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), aprobó por unanimidad orientaciones para que en todas sus actividades se incorporara la problemática de la mujer. Este Plan de Acción para la Integración de la Mujer en el Desarrollo reconoce que las mujeres realizan ya una contribución fundamental a la producción agrícola. Además, trata de incrementar esa participación con proyectos y programas que incluyan sistemáticamente a la mujer en la corriente principal de las actividades de desarrollo y en la vida nacional.

El Plan contempla la situación de la mujer en cuatro esferas: la condición jurídica, la económica, la social y la de la toma de decisiones. Los objetivos a largo plazo del Plan son mejorar la condición jurídica de la mujer; aumentar el acceso a los recursos y el control de los mismos para incrementar la producción y productividad; integrar nutrición, educación y actividades sociales en los esfuerzos orientados hacia la producción y capacitar a la mujer en disciplinas que favorezcan su participación y poder de negociación en las instituciones nacionales y locales. En este enfoque la FAO reconoce la necesidad de proyectos específicos para la mujer que se centren en el papel que ésta desempeña en el desarrollo agrícola y al mismo tiempo, promueve la integración de la problemática de la mujer y de ésta en cuanto participante de todos los proyectos y actividades de la FAO.

La presente publicación forma parte de una serie preparada por el Servicio de Promoción de la Mujer en la Producción Agrícola y el Desarrollo Rural. Se dirige a una audiencia general de especialistas en desarrollo, autoridades responsables y a otras personas interesadas en el desarrollo rural, con el fin de presentar modelos de desarrollo que hayan tenido éxito y de estimular el debate en torno a estrategias que favorezcan un trabajo de base continuado con la mujer del sector rural.

Los proyectos coordinados por la FAO en Honduras, de 1986 a 19921 representan una experiencia exitosa en capacitación tanto de la mujer campesina como del personal de extensión. El proyecto ha aumentado la capacidad del sistema de extensión del Gobierno para hacer llegar información y asistencia técnica a la campesina y ha permitido mejorar la calidad de vida de ella y de sus comunidades. Varias organizaciones nacionales ejecutan el proyecto. El modelo de capacitación que se emplea ha sido adoptado por dos organismos estatales de extensión del país. Si bien el éxito del proyecto se circunscribe a Honduras, los problemas y soluciones encontradas pueden servir de orientación para otros proyectos que trabajan con campesinas.

1La Fase I del «Programma de promoción y capacitación campesina para la incorporación de la mujer al desarrollo rural» se terminó en 1989. La continuidad entre la Fase I y la Fase II del proyecto la aseguraba un Proyecto de cooperación técnica provisional realizado en 1990. La Fase II se completó en 1992. Su nombre inicial era «Programa de promoción y capacitación campesina para la incorporación de la mujer al proceso productivos» nombre que se cambió para que reflejara los múltiples papeles que desempeña la mujer en la economía rural.

La capacitación ofrecida contribuye a definir la función de las mujeres en sus comunidades y familias y les proporciona conocimientos especializados que pueden aplicarse en la producción agrícola. Ofrece también un sistema relativamente sencillo para aumentar el acceso de la mujer a los recursos del desarrollo y a su control, mediante el fortalecimiento de las organizaciones de mujeres, la enseñanza de técnicas de producción agrícola cría de pequeños animales, la mejora del régimen alimenticio de la familia y, en algunos casos, el aumento de los ingresos de las mujeres.

Uno de los propósitos del estudio de caso es ilustrar cómo puede convertirse en dinámico un proyecto de desarrollo cuando se lo diseña con una flexibilidad real y formal que le permita evolucionar y corregir errores iniciales. El lector observará que el proyecto ha sufrido numerosas modificaciones a medida que su personal debe enfrentarse con la realidad específica cotidiana de las mujeres. Cada módulo de capacitación fue examinado a su término, a fin de descubrir los problemas y los logros obtenidos. El trabajo, realizado mediante largas conversaciones con las campesinas, contribuía a preparar los módulos siguientes. Este proceso repetitivo de evaluación ha dado lugar a un modelo que promete buenas perspectivas y que constituye el núcleo del proyecto actual.

El presente estudio de caso fue preparado por Susan Fleck, consultora del Servicio de Promoción de la Mujer en la Producción Agrícola y el Desarrollo Rural. Se agradece al personal del Ministerio de Recursos Naturales y del Instituto Nacional Agrario de Honduras; a la directora del proyecto, Haydée de Martínez, y a los grupos de mujeres así como a los enlaces de extensión capacitados que compartieron sus experiencias y esperanzas con voluntad, honradez y hospitalidad. Se agradece también a Sharon Cowan, que preparó el texto para la edición y a Susan Fleck, que proporcionó las fotografías.

H. Meliczek

Oficial encargado

Dirección de Recursos Humanos,

Instituciones y Reforma Agraria

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