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Introducción


Introducción

El interés internacional por la necesidad de disponer de datos suficientes sobre la situación de las mujeres se manifestó por primera vez en 1975 en el Plan de Acción Mundial aprobado por la Conferencia Mundial del Año Internacional de la Mujer. La necesidad de datos sobre las mujeres se basaba en la meta de las Naciones Unidas de la igualdad entre los sexos: se requerían datos apropiados para mensurar la situación de las mujeres, examinar los efectos del crecimiento económico en la mujer y formular, supervisar y evaluar las políticas y los programas de desarrollo destinados a alcanzar la igualdad. Desde 1975 diversas resoluciones y recomendaciones han producido importantes mejoras en el establecimiento de bases de datos desglosados por sexos. Sin embargo, en lo que respecta a los datos relativos a las mujeres en la agricultura, su disponibilidad y accesibilidad siguen siendo escasas.

Este estudio trata de los datos sobre los recursos humanos en la agricultura desglosados por sexos. Su base y justificación residen en el Plan de Acción de la FAO para la integración de la mujer en el desarrollo (FAO, 1988d). El Plan señala la necesidad de datos estadísticos sobre la función de las mujeres en la agricultura, y propone la creación de una base de datos mundial sobre las mujeres en la agricultura y el desarrollo rural. La primera etapa del establecimiento de esta base de datos se llevó a cabo en 1989 y comprendió un estudio de viabilidad (Scott, 1989). El presente estudio da un paso más en esta tarea al determinar las necesidades de los datos y el modo de obtención, y señala de qué datos se dispone en la actualidad. Se revisan asimismo las bases de datos existentes y se abordan los aspectos técnicos y orgánicos que entraña el establecimiento de una base de datos.

El Capítulo I define las esferas que tienen interés con respecto a las mujeres en la agricultura y especifica las necesidades de datos. Se compila una lista de los datos requeridos, basada en el Plan de Acción de la FAO para la integración de la mujer en el desarrollo y en la Conferencia Mundial sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural (CMRADR). Esta lista imprescindible se evalúa en función de la disponibilidad de los datos, tomando como base un examen de las fuentes nacionales y subnacionales, que se efectúa en los Capítulos 2 y 3, respectivamente. Los datos analizados, tanto nacionales como subnacionales, son esencialmente los datos que pueden obtenerse en la FAO. (Muchas fuentes no han podido ser utilizadas porque no ofrecían datos relativos a la mujer en la agricultura: las incluidas en el Estado mundial de la agricultura y la alimentación 1989, las estadísticas anuales mundiales de la salud y el Anuario de producción de la FAO).

El examen de las fuentes nacionales de datos que figura en el Capítulo 2 se concentra en las cuestiones relacionadas con las diferencias entre los sexos, implicadas en la recopilación de datos sobre las mujeres en la agricultura. Por ejemplo, se han examinado las definiciones y los conceptos al igual que las directrices relativas a las cuestiones metodológicas y técnicas. Esto ha permitido poner al descubierto prácticas que podrían modificarse para mejorar la recopilación de datos sobre las mujeres en la agricultura. En consecuencia, este examen constituye una base importante para determinar cómo se pueden obtener nuevos datos. (Capítulo 4). Las conclusiones de este examen se documentan de manera pormenorizada en el Capítulo 2, y se pretende que sean un punto de referencia para otros trabajos sobre el establecimiento de una base de datos relativos a los recursos humanos en la agricultura, desglosados por sexos. El examen de las fuentes subnacionales que se efectúa en el Capítulo 3 es menos detallado que el de las fuentes nacionales, puesto que el volumen de datos subnacionales disponibles es muy inferior y su localización es más difícil.

La distinción entre fuentes de datos nacionales y subnacionales fue un método utilizado por Scott (1989), y se aplica aquí Por datos «nacionales» se entienden los datos producidos en el nivel nacional, es decir, en todo el país; datos «subnacionales» son los producidos por una parte del país, sea ésta una región o una aldea. La distinción procede principalmente de las diferentes utilizaciones de los datos, métodos de recolección e instituciones involucradas. Los datos nacionales se obtienen por medio de censos o encuestas por muestreo realizadas por oficinas nacionales de estadística, mientras que los datos subnacionales se suelen obtener por conducto de proyectos e investigaciones cuyo principal objetivo es realizar ciertos estudios y actividades. mientras que la recopilación de datos es una actividad secundaria. Los datos nacionales tienen la ventaja de ser repartibles a lo largo del tiempo. lo que permite vigilar las tendencias. y son útiles para determinar las áreas donde existen necesidades. pero los datos subnacionales son apropiados para estudiar esas necesidades de manera pormenorizada. Se debe señalar que en algunos casos los datos subnacionales no son representativos desde el punto de vista estrictamente estadístico de la esfera a la que se refieren aunque, cuando abarcan a toda la comunidad, son representativos de esa comunidad. Por otro labio. las fuentes nacionales no siempre representan a las mujeres en la agricultura con la misma propiedad que las fuentes subnacionales, debido a problemas metodológicos y conceptuales en la recopilación de los datos. Por ejemplo, explotaciones muy pequeñas (a menudo dirigidas por mujeres) se omiten de los censos agrícolas, y el trabajo de las mujeres no se suele considerar como económico. Tanto las fuentes nacionales como las subnacionales son, por supuesto, importantes para entender la función de las mujeres y su aportación a la agricultura, y ambas deben considerarse como complementarias. Algunos datos se producen mejor a nivel nacional, mientras que otros son significativos a nivel subnacional. Muchos datos pueden. por supuesto. obtenerse a ambos niveles.

En el Capitulo 4 se examina cómo mejorar la disponibilidad de datos' extendiendo su fuente de proveniencia a los países y a las actividades de capacitación. La necesidad de mejora se aplica incluso a los datos que se consideran ostensibles, dado que muchos datos nacionales están disponibles en teoría pero en la práctica se resienten de la escasa cobertura nacional y de problemas metodológicos y conceptuales que a menudo comprometen su fiabilidad. Además, algunos datos (en particular los datos nacionales sobre el empleo) no son fiables, lo que en la práctica vuelve a producir una insuficiente disponibilidad. Dos esferas importantes para introducir mejoras de los datos nacionales relativos a la mujer en la agricultura son el desglose por sexos y el desglose entre zonas rurales y urbanas. o el desglose según que se trate de familias campesinas o no campesinas, o de explotaciones agrícolas o no agrícolas, así como por zonas agroecológicas. Estas clasificaciones se refieren a situaciones en que los datos necesarios se recopilan pero no se tabulen. Otros desgloses convenientes incluyen el desglose por grupos de edades y socioeconómicos, y la clasificación detallada de las variables del empleo. Otras esteras en las que se podrían introducir mejoras son las de los datos sobre los trabajadores sin tierras y sobre el acceso a los recursos y servicios.

Cuando no se dispone de datos procedentes de fuentes nacionales, se suele recurrir a las fuentes subnacionales. Sin embargo, éstas son relativamente raras y ahorcan emplazamientos, actividades de proyectos y cultivos determinados, de manera que, aunque son valiosas en si, no se pueden fácilmente generalizar ni aplicar a otras situaciones. Existe, por consiguiente. la necesidad de aumentar el volumen de los datos subnacionales en general, y de destacar la importancia de la recopilación de datos en todas las situaciones posibles. Para la FAO, la forma más eficiente de conseguirlo es por intermedio de las actividades de los proyectos.

En el Capitulo 5 se pasa revista a las bases de datos existentes, con inclusión de la base FAOSTAT de la FAO, y de la WISTAT, de la Oficina de Estadística de las Naciones Unidas sobre las mujeres, y a su relación con la base de datos relativos a la mujer en la agricultura.

Para la preparación de este estudio, la Dirección de Recursos Humanos, Instituciones y Reforma Agraria y la Dirección de Estadística de la FAO contrataron a la Sra. H. Booth, consultora independiente con especialización en estadísticas sociales, población y planificación del desarrollo. Las opiniones expresadas en esta obra son las de la autora, y no reflejan necesariamente las de la Organización.

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