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Capítulo 2: Fuentes de datos nacionales


Capítulo 2: Fuentes de datos nacionales

Los datos examinados en el presente capítulo ceden de fuentes nacionales y abarcan los documentos disponibles en la FAO. El examen se organiza según las fuentes de datos disponibles: organismos de las Naciones Unidas, el Banco Mundial, la Oficina de Censos de los Estados Unidos y la Comisión del Pacifico Sur. En lo que respecta a la mayoría de las actividades de recopilación de los datos nacionales, se dispone de directrices de las Naciones Unidas, que se analizan en la forma apropiada en relación con las fuentes publicadas. El Capitulo 4 contiene sugerencias sobre cómo mejorar los datos relativos a las mujeres en la agricultura por medio de estas fuentes.

Se hace una distinción entre dos tipos básicos de información contenida en las publicaciones de las Naciones Unidas, a saber: los cálculos efectuados a partir de diversos conjuntos de datos, y los datos obtenidos de tabulaciones nacionales. En el primer caso, los cálculos se refieren a techas específicas uniformadas (por ejemplo, a mitad del año) y se ajustan para tener en cuenta inexactitudes cuantificables. Los datos de la segunda fuente se refieren al momento de la recopilación de los datos (por ejemplo, la fecha del censo), y no se modifican o ajustan de ningún modo (incluso si se sabe que pueden existir desviaciones e inexactitudes). Estos datos son aproximadamente comparables entre los países puesto que se recopilan siguiendo las directrices de las Naciones Unidas, pero se producen variaciones nacionales de concepto y campo de aplicación. En lo que respecta a las mujeres en la agricultura, esto es particularmente importante en lo que concierne a la definición de trabajo o empleo.

Además de los datos publicados en los volúmenes internacionales, los informes estadísticos nacionales de censos de agricultura y población y de encuestas de los hogares contienen, en diversa cantidad, datos adicionales o detalles que dependen de las prácticas de recopilación y tabulación de los datos nacionales, en particular en lo que respecta al desglose detallado de las industrias y ocupaciones y a la información sobre la migración. No obstante. se advierte que muchos países en desarrollo no cuentan todavía con el conjunto de datos necesarios para completar los cuadros publicados por las Naciones Unidas, de manera que no se suele disponer de datos adicionales distintos de los datos detallados en lo referente a los países en desarrollo.

Las fuentes de datos nacionales incluyen igualmente los informes estadísticos anuales, los anuarios y los resúmenes estadísticos que contienen datos procedentes de los registros administrativos. Estos abarcan diversos temas como la educación, el empleo y el desempleo, la pertenencia a organizaciones y otros. La cuantía y la índole del material informativo que contienen, además del ya incluido en las compilaciones internacionales, variará considerablemente entre un país y otro.

Fuentes estadísticas de la FAO

Los censos agropecuarios, con inclusión de las encuestas agrícolas, constituyen la principal fuente de datos nacionales, y la FAO desempeña en ellos una función consultiva. En la mayoría de los países, los censos agrícolas incluyen un censo ganadero, pero la pesca y la silvicultura están solo cubiertas mínimamente. Además de los censos agropecuarios, muchos países desarrollados y quizá la cuarta parte de los países en desarrollo realizan encuestas agropecuarias anuales tal como lo recomienda la FAO, pero esas encuestas no suelen extenderse a los recursos humanos.

El censo agropecuario

El primer objetivo de un censo agropecuario es describir las explotaciones agrícolas, los cultivos, el ganado y los insumos agrícolas. La unidad estadística es, por tanto, la explotación, pero muchos censos no publican datos suficientes sobre los productores y los miembros de los hogares.

Datos disponibles sobre las mujeres en la agricultura. La ronda de censos de 1970 no registró el sexo del productor, aunque a veces se anotó el sexo del trabajador y de los miembros de los hogares (FAO, 1977, 1981c). En 1980, el sexo del productor o propietario se registró a menudo, pero este concepto se utilizó solo en las tabulaciones de la edad. a veces en relación a la superficie de la explotación. La edad y el sexo, y a veces la actividad económica de los miembros de los hogares y el sexo de los trabajadores permanentes se registraron asimismo en algunos países y se tabularon, en ocasiones en relación a la superficie de la explotación. En algunos países el sexo de los trabajadores temporeros o eventuales también se registró. La FAO publica boletines de censos que dan los principales resultados de 1980, entre ellos. cuando se conocen, el sexo y la edad del productor y de los miembros del hogar, y el sexo de los trabajadores permanentes. El alcance de los datos sobre estas cuestiones se detalla en el Cuadro 3. Se dispone de datos adicionales en los informes sobre los censos de algunos países

Recomendaciones actuales relativas al desglose por sexos. Las recomendaciones de la FAO con respecto a la ronda de censos de 1990 (que abarcan los años 1986 a 1995) incluyen los recursos humanos por sexo, con el fin de que se pueda disponer de una información más detallada sobre la actividad económica de las mujeres en la agricultura y sobre el acceso de las mujeres a los medios de producción durante la próxima década. Estas recomendaciones mencionan el sexo y la edad del productor y de los miembros del hogar del productor, y el sexo de los trabajadores agrícolas permanentes. La FAO recomienda que las variables sexo y edad se tomen por separado en lugar de conjuntamente. Cabe señalar que en 1980 solo un país (Fiji) indicó el número de los productores por sexo y edad (Cuadro 3). En lo que respecta a las mujeres en la agricultura, la tabulación del sexo en relación a la edad del productor sería útil especialmente unido a la composición del hogar, o a la composición de la mano de obra utilizada en la explotación. Algunos países ya tabulen el sexo de los miembros del hogar, aproximadamente la mitad de ellos conjuntamente con la edad (Cuadro 3).

En 1990 se dio prioridad al sexo del productor como uno de los diez conceptos esenciales de la tabulación cruzada, de tal manera que muchas de las tabulaciones recomendadas son por sexo del productor, entre otras: la dimensión de la explotación, las tierras de cultivo. el ganado, el número de trabajadores agrícolas permanentes, la tenencia de la tierra la dimensión de las familias de los productores, la intensidad de cultivo. el estado de actividad de los miembros del hogar, el sexo de los trabajadores agrícolas permanentes. el riego, el drenaje. la superficie cultivada, las características de la plantación, el uso de fertilizantes, plaguicidas y semillas. las tierras de cultivo, el sistema de ganadería, la utilización de maquinaria y equipo, la propiedad de edificios no residenciales y las actividades en la silvicultura y la pesca. Una tabulación de interés con relación a la mujer en la agricultura, pero no recomendadas por la FAO. es el número de explotaciones en función del su tamaño. por sexo y por situación jurídica del productor (explotaciones administradas por un individuo, una familia, una cooperativa, etc.). Dicha tabulación proporcionaría información sobre cómo se organizan las mujeres, concepto esencial para la planificación de los proyectos.

Por supuesto, muchas mujeres participan en la agricultura en funciones distintas de la de productor. Los trabajadores agrícolas permanentes se enumeran como un insumo de trabajo. y su sexo se registra, pero no se recopila ninguna otra información sobre los trabajadores permanentes. Tampoco se da información sobre los trabajadores agrícolas eventuales, grupo que según la FAO, reviste interés estadístico. Como fuente de datos sobre los recursos humanos en la agricultura, por consiguiente, los censos agropecuarios son deficientes porque omiten a los trabajadores sin tierras y a los trabajadores temporeros, con lo que las mujeres quedan subrepresentadas en la agricultura en particular. Análogamente, los datos sobre la actividad económica de los miembros de los hogares se obtendrán respecto al año 1990, pero las tabulaciones recomendadas no incluyen la situación de la actividad o el trabajo en las explotaciones por sexo (y por edad) de los miembros de los hogares. Se perderá, por tanto, una información importante con respecto a las mujeres en la agricultura, la mayoría de las cuales son miembros de familias no remunerados.

Explotaciones y hogares. Otro sesgo contra la participación de las mujeres en la agricultura se refleja probablemente en las mediciones tomadas para evitar la duplicación de los hogares en los datos. Cuando existe más de un productor en un hogar, las explotaciones a menudo se consideran como una única explotación por razones prácticas en la recopilación de los datos (FAO, 1986a). Una mujer que administra una explotación separada de la de su esposo o de cualquier otro miembro masculino del mismo hogar puede perder, por tanto, su condición de productora en la enumeración. Tampoco es probable que el estado de productor conjunto aumente la representación de las mujeres en los datos, puesto que a electos de tabulación (por sexo y por edad del productor) uno de los productores conjuntos debe indicarse como el productor principal (FAO, 1986a). En cualquier caso, la necesidad de evitar la duplicación de los datos relativos a los hogares desalentaría la enumeración de productores conjuntos en el mismo hogar, puesto que por regla general se tienen que recopilar los datos sobre los miembros de los hogares de todos los productores conjuntos. Cuando un hogar en sentido amplio administra explotaciones múltiples, la FAO recomienda que se identifiquen varios productores, lo que equivale a subdividir el hogar en hogares más pequeños, con una explotación por hogar. Esto podría aumentar el número de mujeres productoras abarcado, pero los prejuicios de los enumeradores (a menos que estén muy bien capacitados) probablemente conducirían a que se las incorporara estadísticamente en los hogares de los que es cabeza un hombre.

Dimensión mínima de la explotación. Se advierte que las reses y aves de corral que guarda una familia para el consumo en el hogar (sin tierras agrícolas) no se suelen considerar bajo el concepto de explotaciones (aunque se incluyen habitualmente las explotaciones ganaderas sin tierras). Tampoco el huerto constituye una explotación. Sin embargo, puede ser una fuente importante, si no la principal, de alimentos para el hogar. Las mujeres. al ser las principales responsables de esa producción de alimentos, están subrepresentadas. La FAO recomienda que la dimensión mínima de la explotación se establezca lo más bajo posible, debido a la importancia de la contribución de las pequeñas explotaciones a la producción de alimentos, pero no fija un mínimo recomendado. En consecuencia, los países establecen su propio mínimo. lo que produce considerables variaciones de un país a otro, de tal modo que los datos no son comparables a este respecto. La FAO sugiere que las explotaciones inferiores al mínimo sean investigadas por medio de estudios especiales, que se llevan a cabo raras veces en los países (FAO, 1976).

Datos suplementarios. La FAO está poniendo a disposición de las regiones directrices suplementarias (FAO, 1990c, 1990d) en las que se sugiere que se realicen estudios separados (por lo menos en Asia y el Pacífico) para obtener datos sobre los trabajadores sin tierras y sus familias, las ocupaciones principales y secundarias de la población rural y el desempleo y el subempleo en la agricultura. Esos estudios constituirían un medio útil para proporcionar datos sobre las mujeres. Se sugiere igualmente que los censos agropecuarios amplíen su alcance para abarcar el tiempo trabajado en la explotación por el productor y su familia, el tiempo total trabajado al año por los miembros y los no miembros de los hogares (dado que estos últimos son trabajadores eventuales), y el sexo de los trabajadores agrícolas permanentes y eventuales (FAO, 1990c). Se ha señalado asimismo la necesidad de indicar las tierras cultivadas adecuadamente en aparcería, y las formas de ocupación ilegal y tribales de tenencia, dando posibilidades de mejorar los datos sobre las mujeres. Sin embargo, las directrices suplementarias no pueden ser fácilmente adoptadas por los países, a menos que se les dé la debida prioridad. (Desafortunadamente se refieren al productor como varón, y utilizan medidas como meses-hombre.)

Encuestas sobre las explotaciones agrícolas

Las encuestas sobre las explotaciones agrícolas se suelen realizar con orientación de la FAO, se basan en la explotación como la unidad estadística y abarcan a grandes establecimientos. Algunos países, especialmente países desarrollados, siguen llevando a cabo esas encuestas, pero las de los países en desarrollo se basan por lo común en muestras pequeñas, se realizan a intervalos irregulares, y en ellas se recogen datos sobre determinados cultivos, ganados o tipos de superficies agrícolas.

En las directrices de la FAO para llevar a cabo encuestas de las explotaciones agrícolas (FAO, 1971), el trabajo agrícola se incluye como una de las 11 esferas de investigación. El grado de detalle recomendado comprende el sexo del agricultor y de los miembros del hogar, la edad del agricultor y la indicación de la edad de los miembros del hogar, el estado de la actividad y la ocupación del agricultor y de los miembros del hogar y, en lo que respecta a los miembros del hogar que trabajan fuera de la explotación, el tiempo dedicado al trabajo fuera de la explotación y los ingresos recibidos. Se obtienen asimismo datos sobre el número de días trabajados en ciertas actividades con respecto a los miembros adultos de la familia contratados (por sexo) y al trabajo infantil. No ha sido posible evaluar el alcance de las encuestas sobre las explotaciones agrícolas.

Más recientemente. el método de las encuestas sobre las explotaciones agrícolas ha sido sustituido en la FAO por el método de los sistemas de explotación, que genera datos subnacionales.

Encuestas sobre el consumo de alimentos

La FAO compila datos sobre el consumo de alimentos a intervalos aproximados de cuatro años a partir de las encuestas sobre los ingresos y gastos de los hogares. La compilación más reciente (FAO, 1988e) contiene datos sobre 32 países. de los cuales solo ocho proporcionan datos relativos a las zonas rurales. El examen de 1985 contiene datos correspondientes a 39 países 12 de los cuales se repiten en 1988 (FAO. 1986e). Estos datos se refieren al consumo de alimentos de los hogares y, por consiguiente, no guardan directamente relación con las mujeres en la agricultura.

Una bibliografía anotada de las encuestas realizadas entre 1976 y 1988 proporciona más información (FAO, 1990a). En la biblioteca de la Dirección de Política Alimentaria y Nutrición de la FAO existe una lista bibliográfica de 491 libros de consulta relativos a las encuestas sobre el consumo de alimentos. entre los que figuran también algunos estudios subnacionales. Se conservan cintas de datos de las muestras nacionales de encuestas sobre el consumo de alimentos en Brasil, Côte d'lvoire. China, Madagascar, Marruecos, Togo, Túnez y otros.

En el Programme for statistics of food consumption and nutrition (Programa para el establecimiento de estadísticas sobre el consumo de alimentos y nutrición) (FAO' 1981b) figuran detalles y directrices sobre las encuestas relativas al consumo de alimentos. La lista de los conceptos de datos recomendados incluye el sexo y el estado de explotación agrícola y de explotaciones no agrícolas. Por consiguiente, el consumo de alimentos de las familias agrícolas debe darse a conocer, al igual que la estructura de las familias agrícolas.

Los datos sobre el consumo individual de alimentos no son fáciles de obtener puesto que los hogares compran y cocinan colectivamente. y en algunos casos todo el mundo come de la misma olla. Los datos individuales son importantes debido a que el consumo medio por persona obtenido a partir de los datos de los hogares subestimarían considerablemente en muchos casos el consumo de alimentos de las mujeres' especialmente en culturas en que las mujeres son las últimas que comen. Los datos subnacionales son la fuente más adecuada para esa información.

Compilaciones especiales

La FAO ha estimulado la compilación de datos para facilitar su utilización en diversas actividades:

Cursillo práctico sobre la mejora de las estadísticas relativas al tema de la mujer en la agricultura (Roma, 21-31 de octubre de 1985). El informe de este seminario (FAO, 1985) contiene información sobre 10 países que incluye la mayoría de los datos nacionales y algunos datos subnacionales, referentes a principios del decenio de 1980. Los países abarrados son Bangladesh, Brasil, Egipto, Filipinas, Iraq, Jamaica. Lesotho, la República de Corea, Zambia y Zimbabwe. También se realizaron cuatro estudios monográficos relativos a Bangladesh, Côte d'lvoire, la India y la República de Corea.

Estudios pilotos por países sobre indicadores socioeconómicos de seguimiento y evaluación de la CMRADR. Estos estudios se llevaron a cabo de 1981 a 1983 y abarcan a 26 países, solo 13 de los cuales reunieron datos sobre la mujer en la agricultura, a saber: Bangladesh, Barbados, el Camerún, Colombia, Costa Rica, Filipinas, Jordania, Kenya, el Perú, la República Arabe del Yemen, la República de Corea, Suriname y Tailandia. El volumen de los datos sobre las mujeres en la agricultura varía de un único cuadro (Jordania y el Camerún) a varios cuadros (Costa Rica y la República de Corea). Los datos están ahora más o menos datados; muchos se refieren a los decenios de 1960 ó 1970. Se dispone de datos correspondientes a 1980 - 1981 con respecto a Bangladesh, Barbados, Costa Rica, el Perú, la República de Corea y Suriname. La mayoría de los datos son nacionales y obtenibles en otros lugares. Los informes de estos estudios y cuadros relativos a las mujeres pueden obtenerse en la Dirección de Estadística de la FAO.

Además, se dispone de cuadros resumidos de los indicadores, algunos de los cuales se refieren a las mujeres en la agricultura, principalmente como indicadores de hese. Los países africanos abarcados son Benin, el Camerún. Kenya, Sierra Leona, Toga y Zambia: los países asiáticos son Bangladesh, Filipinas, Nepal, la República de Corea, Sri Lanka, y Tailandia; los países latinoamericanos son Barbados, Colombia, Costa Rica, el Perú, Suriname y Venezuela; y los países del Cercano Oriente son Jordania, Siria, la República Arabe del Yemen y Túnez (FAO, 1983b, 1987c).

Programa de recolección de datos especiales para 1984-85. En este programa participaron funcionarios de la Sede de la FAO que recogieron datos específicos en ciertos países (FAO, 1984). Uno de los temas prioritarios de este estudio, sobre la pobreza rural, eran las mujeres en la agricultura. Los datos se referían a la India, la República de Corea y Santa Lucía. Se conservan en la División de Estadística de la FAO, y son de índole nacional y subnacional.

Consulta de expertos sobre la función de la mujer en la producción de alimentos (Roma, 7-14 de diciembre de 1983). Uno de los documentos para esta consulta, trata de Las estadísticas sobre la función de la mujer en la agricultura en el Tercer Mundo, y contiene cuadros resumidos referidos al decenio de 1970.

Registros administrativos de la FAO

Examen de las actividades de capacitación de la FAO. Este examen lo realiza anualmente el Grupo de Trabajo Interdepartamental sobre Capacitación (FAO, 1987a). El sexo de los participantes en actividades de capacitación se indica solo en un cuadro en el que figura el número de las personas que completaron la actividad de capacitación por regiones. Los datos nacionales no están tablados. Estos datos podrían analizarse con respecto a las cuestiones relacionadas con la diferencia de sexos. Podría también pedirse a los funcionarios de campo que tabalearan todos los datos por sexo. Se dispone de otra información procedente de informes de servicios y direcciones presentados al Grupo de Trabajo Interdepartamental.

Análisis anual de las becas y los viajes de estudio. Estos datos se pueden obtener internamente por medio de memorados de la Dirección de Operaciones Agrícolas. Los datos de que se dispone se refieren a las becas por regiones de origen, por tipo de formación y por sexo. Otros cuadros no están desglosados por sexos, pero podrían fácilmente desglosarse puesto que se conoce el sexo del becario. Sería importante obtener el Cuadro 4 (del análisis de 1989) por sexos, con referencia a la materia de enseñanza y al tipo de capacitación.

Personal de la FAO. Todos los datos personales están centralizados en el Sistema informatizado de gestión del personal (PERSYS), que abarca al personal de campo y al de la Sede. Entre las variables indicadas figuran el sexo, la edad, la ubicación en el campo o en la Sede, el servicio de la FAO, el grado, la extensión del servicio, la categoría (servicios generales, cuadro orgánico, consultor, etc.) y la fecha de la última promoción. La Dirección de Personal puede solicitar cuadros. También se preparan informes mensuales que contienen información por sexo con respecto al grado, la ubicación y tipo de nombramiento. Los datos relativos al sexo del personal de campo y de los candidatos externos del Departamento de Agricultura y del Departamento de Política Económica y Social están disponibles en la base de datos AGOMIS.

La FAO proporciona datos al Comité Administrativo de Coordinación de las Naciones Unidas que publica una estadística de lodo el sistema de las Naciones Unidas sobre el personal (Naciones Unidas, 1989a). Esta estadística da información sobre la distribución por sexos de los empleados de la FAO.

Conferencia mundial sobre reforma agraria y desarrollo rural

El Programa de Acción de la Conferencia Mundial sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural (CMRADR) recomienda el acopio con carácter regular de datos cuantitativos y la elaboración de indicadores adecuados. Se prepararon informes que contienen datos resumidos en 1983 (FAO, 1983a) y 1987 (FAO, 1988c). Los datos de la CMRADR de 1987 están contenidos en el Sistema informativo para la alimentación y la agricultura (FAOSTAT). También se pueden extraer datos del Distributional data and indicators for WCARRD: a preliminary review (FAO, s.f.) y del Selected WCARRD socioeconomic indicators 1986 (FAO, 1987b), y de cinco estudios monográficos de países desarrollados (FAO, 1988a). La CMRADR no es una fuente primaria y, hasta la fecha, contiene muy pocos elementos que presenten un interés directo para las mujeres en la agricultura, puesto que el desglose por sexos no es corriente.

Las estadísticas disponibles en el ámbito de la CMRADR consisten en una serie de indicadores primarios, algunos de los cuales son también indicadores <<esenciales», y una lista de indicadores complementarios (FAO, 1988b). En las directrices publicadas para la preparación de los informes por países sobre la CMRADR para la Conferencia de 1991 I figura una lista de determinados indicadores socioeconómicos, que provienen a su vez de la lista de indicadores primarios y complementarios.

Consulta mundial sobre la extensión

Esta consulta requería que los países proporcionaran datos relativos al personal de extensión. por sexos y por tipo, y otra información sobre la extensión. Aunque se incluyen los títulos de enseñanza del personal, éstos no están desglosados por sexos. La consulta ha comprendido. hasta 1993, 113 países, y la FAO publicará la información en forma de repertorio. Existe asimismo un repertorio anterior (Swanson. 1981).

Se cuenta asimismo con estudios correspondientes a 24 países y los datos no tratados se pueden obtener en el Servicio de Enseñanza y Extensión Agrícolas de la FAO. Estos datos se han analizado conjuntamente con los datos correspondientes a 89 de los 113 países que abarca el repertorio, concentrándose en las mujeres campesinas. Este análisis se actualizará para incluir a todos los 113 países. Este es un ejemplo que muestra cómo los datos existentes se pueden volver a analizar para estudiar cuestiones relativas a los sexos.

Los datos no tratados correspondientes a cinco estudios monográficos de países africanos están igualmente a disposición. Se trata de fuentes nacionales, y se concentran en la extensión agrícola en lo que respecta a las mujeres. I os países abarcados son: Kenya, Malawi. Sierra Leona, Zambia y Zimbabwe. Se han presentado otros estudios correspondientes al Cercano Oriente.

Aunque se dispone de datos sobre las mujeres empleadas en los servicios de extensión. no se dispone en cambio de datos en cuanto al número y a las características de las mujeres a las que llegan los servicios de extensión agrícola. El desglose por sexos en esta estera está en una fase incipiente.

Estimaciones de la población agrícola

La FAO realiza actualmente estimaciones de la población agrícola utilizando las estimaciones de población y mano de obra de las Naciones Unidas y la OIT (FAO, 1986g). El procedimiento para obtener datos relativos a la población agrícola sigue los pasos siguientes:

Estas estimaciones están sujetas a sesgos, especialmente en lo que respecta a las mujeres en la agricultura, debido a las imprecisiones de los datos sobre las que se basan. Los indicas de las mujeres económicamente activas - especialmente en la agricultura (evaluaciones de la OIT) no reflejan debidamente el trabajo realizado por éstas.

Además. si la actividad agrícola es conocida, los datos sobre la población agrícola serán más exactos que los que se refieren a la población económicamente activa en la agricultura, debido a que las mujeres no están clasificadas como activas sino incluidas como dependientes. Sin embargo. en la práctica se supone frecuentemente que el índice de actividad en la agricultura es igual al índice global de actividad. Este postulado da origen a una desviación probable de las estimaciones de la población agrícola. Si es más probable que las mujeres estén registradas como económicamente activas en el sector no agrícola (debido a su empleo más regular), la proporción de las personas económicamente activas de la población total en el sector no agrícola (y por tanto en el total) será demasiado elevada con respecto al sector agrícola. lo que provocará una estimación insuficiente de la población agrícola.

Es de señalar que los datos procedentes de los censos agrícolas no se utilizan para calcular la población agrícola debido a la escasa atención prestada a los factores humanos. Se hace muy poco uso de las estimaciones de la dimensión de la población agrícola, a causa de la imposibilidad de comparar dichas estimaciones con los datos de los censos agrícolas. La población agrícola incluye a la que se dedica a silvicultura y la pesca. mientras que los datos obtenidos de los censos agropecuarios no tienen en cuenta a estos grupos, y los censos agropecuarios omiten a los campesinos sin tierra y a los pequeños propietarios. que se deberían incluir en la población agrícola.

Fuentes estadísticas de la OIT

Mano de obra

En el Anuario de estadísticas del trabajo de la OIT se encuentran los datos sobre la mano de obra agrícola (OIT, 1988a), que se refieren a la población económicamente activa, el empleo, el desempleo y los salarios en la agricultura. Los datos están desglosados por sexos (Cuadro 4). Sin embargo, en lo que respecta a las mujeres en la agricultura, se reconoce que estos datos son poco fiables.

Los datos sobre la actividad económica provienen principalmente de los censos de población y las encuestas de mano de obra. pero algunos pueden proceder de encuestas sobre los establecimientos que no incluyen la agricultura no estructurada. La población económicamente activa comprende por definición a las personas que participan en la producción de productos primarios sea para el mercado, para el trueque o para cl propio consumo. adoptando una definición amplia. Por consiguiente, las mujeres en las estadísticas del sector agrícola, pero a menudo no son consideradas económicamente activas debido a la subjetividad que entraña la clasificación de las mujeres como trabajadoras familiares no remuneradas (económicamente activas) o como amas de casa (no económicamente activas). (Dixon-Mueller, 1985; Scott, 1989). La redacción de los cuestionarios es un factor tan importante a este respecto como lo son el sexo y la clase de los entrevistadores (Anker, 1983). En general, las mujeres están muy insuficientemente representadas en los datos relativos a la actividad económica.

Los datos futuros deben representar mejor a las mujeres en la agricultura como resultado de nuevas definiciones. Hasta hace poco, la situación de los individuos en función de la actividad se clasificaba en las categorías siguientes: empleador, trabajador por propia cuenta, empleado, trabajador familiar no remunerado, miembro de una cooperativa de productores (no tablados) y sin clasificar. Las mujeres en la agricultura se concentraban en la categoría de los trabajadores familiares no remunerados. Como consecuencia de las nuevas recomendaciones de la OIT. los trabajadores familiares no remunerados (y miembros de cooperativas de productores) se clasificarán como empleados autónomos y, por tanto, como económicamente activos. Estas recomendaciones reducen asimismo el tiempo mínimo dedicado a la actividad económica de un tercio de una jornada normal, de trabajo a una hora (OlT, 1988b), con el fin de que muchas más mujeres sean clasificadas como económicamente activas.

La definición de desempleo también se ha ampliado con arreglo a estas nuevas recomendaciones para incluir al sector no estructurado. En las situaciones en que los medios convencionales de buscar trabajo tienen una Importancia reducida, ya no se requiere la condición de estar en busca de trabajo para definir el desempleo, y bastan las dos condiciones de estar sin trabajo y estar actualmente libre para trabajar. Incluso así, la noción de desempleo es inadecuada para la agricultura de subsistencia, por lo que los datos sobre el desempleo presentan escasa o nula utilidad con respecto a las mujeres.

El tiempo mínimo dedicado a la actividad económica es un elemento para la medición de la población actualmente activa, cuando el período de referencia es de un día o de una semana. Otra forma de medición es la población habitualmente activa, cuando el periodo de referencia es mucho más largo, por ejemplo. un año. Cuando el trabajo es estacional, el criterio de «habitualmente activa» incluirá a un mayor número de personas. especialmente mujeres, a menos por supuesto que el censo se lleve a cabo durante la temporada de trabajo. En lo que respecta a las mujeres, se prefiere, por lo tanto, el criterio de la población habitualmente activa.

Los datos publicados por la OIT están desglosados únicamente por sectores industriales principales y por grupos de profesiones. Incluso datos totalmente desglosados, provenientes de fuentes nacionales, no proporcionan información muy detallada sobre el sector de la agricultura. La Clasificación industrial internacional uniforme de todas las actividades económicas (CIIU) (1968) es la siguiente:

División principal 1 Agricultura, caza. silvicultura y pesca

11 Agricultura y caza

12 Silvicultura y extracción de madera

13 Pesca

Solo con respecto a la pesca se obtienen detalles a nivel de cuatro dígitos. Cuando se consideran como económicamente activas, las mujeres en la agricultura casi siempre están clasificadas en la categoría III de la CIIU. Es imposible que esta clasificación represente las actividades agropecuarias y de pesca mixtas, que muchas mujeres realizan. En lo que respecta a la profesión, se utiliza la Clasificación internacional uniforme de ocupaciones (CIUC). Hasta no hace mucho se siguió utilizando la CIUC de 1968:

Grupo principal 6 Trabajadores de la agricultura, la cría de animales y la silvicultura, pescadores y cazadores

Al reconocerse la necesidad de clasificar mejor el sector de subsistencia, esta clasificación ha sido sustituida por la CIUC-88, que hace una distinción más clara entre la agricultura orientada hacia el mercado y la agricultura de subsistencia:

Grupo principal 6 Personal calificado de la agricultura y la pesca

Esta distinción no da pie para confundir la agricultura comercial con la agricultura de subsistencia en la que participan muchas mujeres. Será por consiguiente necesario determinar en la etapa del trabajo de campo si los cultivos están principalmente destinados a la subsistencia <> a la venta comercial. Como esta división es subjetiva y puede ser de carácter estacional o depender de factores externos, las prácticas nacionales diferirán y, consecuentemente, los datos resultarán incomparables.

Además del Grupo principal 6, el Subgrupo principal 92 abarca a los trabajadores de la agricultura, la pesca y afines, con los detalles siguientes:

921 Trabajadores de la agricultura, la pesca y categorías afines

Se hace pues una distinción entre los trabajadores calificados (con inclusión de todos los trabajadores de subsistencia) y los peones, aunque el trabajo de subsistencia y el trabajo de los peones puede abarcar las mismas actividades. Se supone que las mujeres en la agricultura se clasificarán en la categoría 6210 (trabajadores de la agricultura y la pesca de subsistencia) en la medida en que trabajen para el propio consumo, y en la 32 11 (obreras y peones) en la medida en que trabajen como mano de obra remunerada. Se advierte en los textos de las Naciones Unidas (Naciones Unidas, 1989d) que los cuadros recomendados unen los Subgrupos 62 y 92 en un grupo a efectos de tribulación. Queda por ver en qué grado esta nueva clasificación comprende a las mujeres en la agricultura.

Se ha de señalar igualmente que los administradores generales en la agricultura están clasificados en la Categoría 1311 como parte del Subgrupo principal de administradores generales (13), y que los agrónomos y profesionales afines están clasificados en la 2213 correspondiente al Subgrupo principal 22, profesionales de las ciencias de la vida y de la salud. Los conductores y operadores de máquinas móviles agrícolas y forestales están clasificados en la categoría 8331, parte del Grupo principal 83. Los extensionistas están también clasificados por separado, generalmente en la categoría 3340 (otras profesiones relacionadas con la enseñanza). Los censos y los informes sobre encuestas (tablados) contienen información pertinente relativa a este aspecto de las mujeres en la agricultura.

Las clasificaciones y definiciones mencionadas de la actividad económica proporcionan un marco de trabajo para los países y no son estrictamente respetadas por todos. Esto significa que la compatibilidad entre países es reducida. Las publicaciones de la OIT (OIT, 1986, 1990b) ofrecen detalles sobre las prácticas, fuentes y métodos estadísticos de cada país.

Encuestas sobre los ingresos y gastos de los hogares

La OIT compila estadísticas sobre los ingresos y gustos de los hogares, las más recientes de las cuales abarcan los años 1968 a 1976 (OIT, 1979). Están incluidos 87 países 55 de los cuales proporcionan datos relativos a las zonas rurales. Los cuadros y ejemplos se refieren a los hogares y, por consiguiente, no son directamente pertinentes para las mujeres en la agricultura.

Los cuadros se presentan por zona geográfica, grupo social o profesional (del cabeza de familia) y dimensión de la familia. Se podría añadir un elemento adicional' el sexo del cabeza de familia, puesto que se acopia información relativa al sexo de los individuos que componen el hogar. En lo que respecta a las mujeres en la agricultura. el sexo del cabeza de familia, el grupo social o profesional y la dimensión de la familia se prefieren conjuntamente con la zona geográfica, por lo menos en lo que respecta al desglose entre zonas rurales y urbanas y el sector agrícola y no agrícola. Se ha de advertir que algunas encuestas omiten explícitamente las zonas rurales o las familias dedicadas a la agricultura. la pesca o la silvicultura.

Fuentes estadísticas de las naciones unidas

Censos de población y vivienda

Los datos demográficos obtenidos de los censos de población y vivienda se publican en el Anuario demográfico (Naciones Unidas, 1990a). Esos datos abarcan la población por sexos, edades, zonas rurales e índices demográficos con respecto a las zonas rurales, con inclusión de los índices de natalidad, defunción fetal, mortalidad infantil, defunción y nupcialidad. Cada volumen del Anuario demográfico incluye también un tema especial; los temas recientes relacionados con la mujer en la agricultura son las estadísticas de los censos de población (1988) y la composición de los hogares (1987). Los datos censales sobre la actividad económica se publican en el Anuario de estadísticas del trabajo de la OIT; los relativos al nivel de instrucción y alfabetización en el Anuario estadístico de la Unesco; y los concernientes a las viviendas e instalaciones se publican en el Compendio de estadísticas sobre los asentimientos humanos de las Naciones Unidas.

Las Naciones Unidas elaboran directrices para cada ronda del censo (Naciones Unidas, 1980a). Para casi todas las tabulaciones. se recomienda hacer una distinción entre zonas urbanas y rurales, aunque muchos países no la hacen ni siquiera para las tabulaciones «prioritarias». De hecho, la información de las países relativa a la distribución por sexos y por zonas rurales y urbanas es escasa, debido más a una falta de desglose de las zonas entre rurales y urbanas que por sexo. El Cuadro 5 muestra, en lo que respecta a los cuadros del Anuario demográfico que están teóricamente desglosados por sexos y por zonas rurales y urbanas. el número de países que realmente proporcionan datos por sexos con relación a todo el país y a las zonas rurales y urbanas. Se observa que la información relativa a las mujeres en la agricultura podría mejorar considerablemente aumentando la extensión del desglose por zonas rurales y urbanas.

Esas directrices recomiendan asimismo que las características del hogar se tabulen en función del sexo del cabeza de familia, e incluyan una única tabulación en la que se detallen la situación de las actividades y la situación del empleo de los cabezas de familia por sexos así como la situación de las actividades de los miembros adultos del hogar y su relación con cl cabeza de familia. Lamentablemente, las Naciones Unidas no recomiendan que esta última tabulación «se publique pronto», lo que en la práctica significa que los datos raras veces se tabulen. De hecho, a juzgar por los datos incluidos en el Anuario demográfico de 1987 (Naciones Unidas, 1989c), son pocas las tribulaciones recomendadas sobre las características de los hogares de que se dispone. En el Cuadro 5 puede verse que la informa espeacíon recogida a nivel nacional es insuficiente, especialmente cuando se requieren datos sobre los miembros del hogar. y que la relativa al nivel rural es muy limitada Por tanto. aún no se dispone de tabulaciones desglosadas por zonas rurales y urbanas que establezcan una relación entre el sexo del cabeza de familia y la composición del hogar con otras variables no relacionadas con la familia, como el empleo y la educación, de que forma parte la tabulación recomendada por las Naciones Unidas

Encuestas de los hogares

Las encuestas de los hogares abarcan los ingresos, el consumo y los gastos. la demografía, la mano de obra, el consumo de alimentos y la nutrición, el sector agropecuario y la salud. cultura y educación. Las Naciones Unidas elaboran directrices para la realización de dichas encuestas (Naciones Unidas, 1984c). y el Programa de tormento de la capacidad nacional para realizar encuestas sobre los hogares de las Naciones Unidas promueve el mejoramiento de las mismas (Naciones Unidas. 1989]e).

Los datos de las encuestas se publican en cada país, y su compilación está a cargo del organismo competente de las Naciones Unidas. La OIT compila datos derivados de las encuestas sobre los ingresos, el consumo y los gastos y sobre la tuerza de trabajo; la FAO compila datos sobre el consumo de alimentos y la nutrición, con inclusión de datos pertinentes de las encuestas de ingresos y gustos y de las encuestas agropecuarias; y la Oficina de Estadística de las Naciones Unidas compila encuestas demográficas que se publican en el Anuario demográfico. Las encuestas por muestreo publicadas por las Naciones Unidas se refieren por lo general a los hogares y son realizadas por las oficinas nacionales de estadísticas (Naciones Unidas, 1982).

Las definiciones del hogar varían desde un presupuesto común hasta la olla común. En lo que respecta a las mujeres en la agricultura tiene más importancia la definición del cabeza de familia y a este respecto la opción entre un criterio de facto o un criterio de jure. En el criterio de jure, el número de mujeres cabezas de familia será muy inferior que con el criterio de facto, especialmente en zonas donde los hombres emigran en busca de trabajo. El criterio de facto es preferible para aumentar al máximo la información sobre las mujeres cabezas de familia.

Un problema relativo a los datos sobre las mujeres en la agricultura. común a todas las encuestas de los hoyaras' es la talla de datos sobre los individuos. Se obtienen detalles de la edad y el sexo y a menudo otras características, pero en general no suelen estar relacionados con otras variables. En lo que concierne a la mujer en la agricultura, el criterio del hogar ha de adoptares para proporcional - más datos sobre las aportaciones individuales al total del hogar.

Las encuestas sobre la producción. el consumo, los ingresos y los gastos de los hogares se llevan principalmente a cabo con fines de contabilidad nacional, e incluyen teóricamente la producción de subsistencia (Naciones Unidas, 1986). Aunque se utilizan más frecuentemente datos sobre la producción y el consumo familiar que sobre la producción y el consumo individual, la tendencia en las encuestas de los hogares es subestimar la aportación económica de las mujeres, especialmente en el sector no estructurado, que comprende a las mujeres en la agricultura. lo que conduce a subestimaciones de la producción y el PIB. El hecho de que esta estrategia haya resultado conveniente para países que tratan de ser reconocidos como menos adelantados para recibir una ayuda adicional no ha estimulado el reconocimiento de la aportación económica de las mujeres en los datos estadísticos.

Compilaciones especiales

Compendio de estadísticas e indicadores sobre la situación de la mujer 1986. Este volumen (Naciones Unidas. 1989b) se compila a partir de datos contenidos en la base <le datos de las Naciones Unidas sobre la mujer (WISTAT), e incluye algunos índices adicionales de cambio en diversos indicadores. Los datos proceden de los censos de población. Los volúmenes regionales, de los que ya se ha publicado el de Africa (Naciones Unidas, 1989g), tienen la misma forma y contienen también información sobre las techas y los títulos de los censos y encuestas realizados, y de los censos proyectados.

Compendio de estadísticas sobre asentimientos humanos. Este compendio contiene datos sobre publican y educación. que figuran igualmente en el Anuario demográfico así como datos sobre vivienda. infraestructura y servicios (Naciones Unidas. 1985a). Estos últimos no están directamente relacionados con las mujeres en la agricultura, pero proporcionan información sobre las condiciones generales de vida de las poblaciones rurales.

Estadísticas e indicadores sobre la situación de la mujer. Este informe (Naciones Unidas, 1985c) contiene indicadores y estadísticas sobre las mujeres correspondientes a 115 países y a los años 1970, 1980 y 2000. Los datos repiten los datos que figuran en los Anuarios demográficos y en el Anuario de la OIT. y contienen muy escasa información sobre la mujer rural o sobre las mujeres en la agricultura.

Indicadores estadísticos relativos al mejoramiento de las estrategias de promoción. Este informe (Naciones Unidas, 1989f) contiene datos incluidos en el Anuario demográfico y en el Anuario de la OIT, así como datos no tan fácilmente obtenibles. En lo que respecta a las mujeres en la agricultura, se ofrece un concepto de base importante: el índice de crecimiento de la población rural.

Fuentes estadísticas de la UNESCO

El Anuario estadístico de la Unesco (Unesco, 1989) contiene datos derivados de los censos de población sobre alfabetización y nivel de instrucción en las zonas rurales, por sexos. Sin embargo, los datos sobre educación, obtenidos de los ministerios o departamentos de educación, no están tablados por separado para las zonas rurales y urbanas, y debido a ello, el Anuario no informa sobre el acceso de las mujeres en el sector agrícola a la educación en los niveles primario y secundario. En el nivel terciario, la agricultura, la silvicultura y la pesca se clasifican como un único campo de estudio, dándose al respecto datos sobre el número de matriculados y de egresados. El número de países ahorcados figura en el Cuadro 6.

Fuentes estadísticas del Banco Mundial

Indicadores sociales

El Banco Mundial elabora indicadores sociales (Banco Mundial, 1989)` varios de los cuales están directamente relacionados con la mujer en la agricultura. Para las zonas rurales se dispone de los siguientes:

Se puede disponer de las estimaciones de hace 15-20 y 25-30 años, as' como de las más recientes. También existen comparaciones por regiones, grupos de ingresos pertinentes y el grupo de ingreso superior siguiente. Estos indicadores se basan principalmente en datos procedentes de organismos de las Naciones Unidas. complementados con fuentes nacionales no abarcadas por dichos organismos y con fuentes bilaterales. Los datos se refieren a un total de 173 países.

Dimensiones sociales del ajuste

El Banco Mundial es el organismo de ejecución de las dimensiones sociales del ajuste, proyecto lanzado por el Programa Regional para Africa del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Banco Africano de Desarrollo y el Banco Mundial, en colaboración con otros organismos multilaterales y laterales, incluida la FAO. Su objetivo es de forzar la capacidad de los gobiernos en el Africa subsahariana para integrar las dimensiones sociales en el diseño de sus programas de ajuste estructural. Una de las prioridades es el fortalecimiento de la capacidad de participación de los gobiernos en la creación y el mantenimiento de bases de datos estadísticos sobre las dimensiones sociales del ajuste.

Hasta 1993, unos 30 países han solicitado participar en el proyecto. Las encuestas sobre los niveles de vida realizadas en los países participantes acopian información sobre los ingresos intrafamiliares, el consumo y la adopción de decisiones. así como la medición de la repercusión del ajuste en el hogar. Se ha preparado un plan de análisis especial sobre las mujeres.

Fuentes estadísticas de la oficina de censos de los Estados Unidos

Esta oficina publica Women of the World (Mujeres del mundo), serie que abarca cuatro regiones importantes del mundo (América Latina y el Caribe, African subsahariana, el Cercano Oriente y Africa del Norte, Asia y el Pacífico). La información recopilada es análoga, pero no idéntica, en cada volumen. Los datos corresponden en su mayoría al decenio de 1970, se pueden igualmente obtener en fuentes de las Naciones Unidas, y provienen de la base de datos sobre la mujer en el desarrollo de la Oficina de Censos de los Estados Unidos.

Fuentes regionales

Comisión económica y social para Asia y el pacífico

Compendio de indicadores de desarrollo social en la región de la CESPAP. Contiene datos que figuran igualmente en el Anuzario de estadísticas del trabajo de la OIT, el Anuario demográfico o publicaciones similares de las Naciones Unidas (CESPAP, 1989).

Oficina regional de la FAO para Asia y el pacífico

Algunos indicadores del desarrollo de la agricultura y la alimentación en la región de Asia y el Pacífico, 1977-87. No contiene ningún dato demográfico. con excepción de la población total, la población agrícola y la mano de obra agrícola, que ya figuran en las fuentes globales de las Naciones Unidas (RAPA, 1988).

Consulta regional de expertos sobre la base de datos relativa a las mujeres en la agricultura y el desarrollo rural (6-10 de agosto de 1990). Los documentos preparados por esta consulta de expertos de Asia y el Pacifico contienen datos sobre las mujeres en la agricultura correspondientes a Bangladesh, Filipinas, la India, el Pakistán y la República lslámica del Irán.

Comisión del Pacífico sur

Resumen estadístico de la economía del Pacífico Sur. No contiene ningún dato relativo a las mujeres en la agricultura, con excepción de una indicación de los índices de la actividad económica resultantes de la comparación de los índices de la economía total y de la economía comercial (SPC, 1989).

Estadísticas socioeconómicas sobre la mujer: cinco estudios monográficos en el Pacífico. Contiene información sobre todos los datos socioeconómicos relativos a las mujeres de que se dispone en los cinco países estudiados: Fiji, Islas Marshall, Islas Salomón, Kiribati y Tonga (Fleming, 1987). Como estas economías son rurales, la mayoría de los datos guardan relación con la mujer en la agricultura. Se enumeran también los temas incluidos en un cuestionario relacionado con 20 censos de población y vivienda en el Pacifico.

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