¿QUÉ ES LO QUE IMPULSA A LAS ONG?La motivación de la actuación de las ONG y el movimiento social pueden resumirse del siguiente modo: · Aunque el derecho a la alimentación está plenamente reconocido desde el punto de vista jurídico, su realización sigue siendo muy deficiente. Es preciso que los Estados adopten medidas más concretas para intensificar los esfuerzos orientados a dar una mayor efectividad al derecho a la alimentación, y para ello es indispensable una sociedad civil activa. · El hambre y la malnutrición son fundamentalmente cuestiones de justicia. El derecho de todo ser humano a la alimentación y el mantenimiento de la vida es parte esencial de los derechos humanos, y ha llegado el momento de comprender la importancia de los derechos económicos, sociales y culturales y, en particular, del derecho fundamental a la alimentación. Se trata de un importante desafío para los Estados, las ONG y los movimientos sociales.
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Mientras las políticas de desarrollo progresan en general, las ONG dedicadas al desarrollo están ocupándose cada vez más seriamente de los marcos de las políticas de los Estados. Las prioridades de los gobiernos y la orientación general al desarrollo de las políticas gubernamentales figuran entre los aspectos que, cada vez más, se consideran claves para el éxito de los proyectos de desarrollo. El enfoque de derechos se centra también en las competencias gubernamentales, de forma que las ONG orientadas al desarrollo están empezando a interesarse más en la utilización del enfoque de derechos económicos, sociales y culturales como punto de referencia en su trabajo. Un número creciente de ONG subrayan que la responsabilidad de hacer plenamente efectivo el derecho a la alimentación no incumbe sólo a los Estados, sino también, y cada vez más, a otros actores. Así se puso especialmente de relieve en la resolución sobre provecho para unos pocos o alimentación para todos del foro de las ONG en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación. Las ONG declararon que «la globalización de la economía mundial, unida a la falta de control sobre las grandes transnacionales y a los patrones de consumo excesivo han incrementado la pobreza en el mundo». Esta declaración pone de relieve que incumben a muchos actores –incluida la sociedad civil– responsabilidades en el apoyo a la realización del derecho a la alimentación. No obstante, las ONG subrayaron la función especial de los Estados en esa tarea: «El hambre y la desnutrición que hoy agobian al mundo constituyen una vergüenza contra la cual es imperativo que todos actuemos. Al mismo tiempo, insistimos en que son los gobiernos los responsables primarios y máximos de la seguridad alimentaria nacional y mundial.» El proyecto de Código de Conducta de las ONGLas ONG regionales e internacionales asumieron la idea de un código de conducta sobre el derecho a una alimentación adecuada e hicieron de él uno de los principales objetivos de su campaña en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación. Consideraron que dos de las funciones de ese código eran especialmente importantes. En primer lugar, un código de conducta disminuiría las debilidades existentes en los instrumentos de derechos humanos que reconocen el derecho a una alimentación adecuada. Una de esas debilidades es la falta de descripciones exactas de los conceptos jurídicos contenidos en el derecho a una alimentación adecuada y de las correspondientes obligaciones de los Estados mencionadas en el Pacto Internacionales de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. En segundo lugar, hay lagunas jurídicas en cuanto a las repercusiones que tendrán las políticas intergubernamentales (por ejemplo, los programas de ajuste estructural del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional) y los actores privados (por ejemplo, las empresas transnacionales) en el derecho a una alimentación adecuada, que también podrían abordarse, como primera medida, elaborando un código de conducta sobre el derecho a una alimentación adecuada. Durante la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, el Foro paralelo de las ONG presentó por ello en sesión plenaria ese código de conducta como una de sus dos propuestas fundamentales. En su declaración política final –Provecho para unos pocos o alimentación para todos: la soberanía alimentaria y la seguridad de eliminar la mundialización del hambre– las ONG llegaron en Roma a la siguiente conclusión sobre el tema 6: «El derecho internacional debe asegurar el derecho al alimento, garantizando que la soberanía en campo alimentario tenga prioridad sobre las políticas macroeconómicas y la liberalización del comercio. [...] En el Foro de las ONG se dio a algunas de ellas el mandato de elaborar un código de conducta en 1997, para su examen en una conferencia internacional ulterior. El proyecto de Código de Conducta Internacional sobre el Derecho Humano a una Alimentación Adecuada ha estado disponible desde finales de septiembre de 1997. El objetivo del proceso es incluir el propuesto Código de Conducta en los programas de la Comisión de Derechos Humanos de la Comisión de Derechos Humanos y del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial de la FAO. Las ONG que respaldan esta iniciativa han elaborado una doble estrategia para su campaña: «Los Estados deberían aprobar un instrumento internacional, basado en el Código de Conducta Internacional sobre el Derecho Humano a una Alimentación Adecuada. La Cumbre Mundial sobre la Alimentación encargó la preparación de ese instrumento a la Alta Comisionada para los Derechos Humanos. Por consiguiente, ese instrumento debe ser aprobado por la Comisión de Derechos Humanos y ulteriormente por el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas. Dado que el mejoramiento del derecho a una alimentación adecuada se consideró en Roma uno de los instrumentos principales para aplicar los resultados de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación en general, es importante también obtener el apoyo del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial de la FAO.» El apoyo de los Estados para elaborar un instrumento internacional basado en el proyecto de Código de Conducta Internacional sobre el Derecho Humano a una Alimentación Adecuada sólo puede obtenerse realizando actividades de promoción y campaña, tanto en el plano nacional como en el internacional. La presión de los distintos Estados para aplicar el derecho a la alimentación y el objetivo 7.4 de la Cumbre debería venir de sus propias sociedades civiles y, en consecuencia, la promoción y campaña deberían hacerse por las ONG y los movimientos sociales nacionales. El Código de Conducta puede utilizarse también como instrumento para:
Debería utilizarse el Código por las ONG nacionales para informar a otras ONG y movimientos sociales sobre los derechos económicos, sociales y culturales en general y sobre el derecho a una alimentación adecuada en particular. También puede servir para mostrar cómo los derechos humanos y los procedimientos y el apoyo que suponen pueden utilizarse en los niveles nacional e internacional para una mejor aplicación del derecho a una alimentación y nutrición adecuadas. Según esa decisión estratégica, ahora se pide a las ONG que apoyen la idea del Código y, en 1999, se realizará una campaña coordinada a fin de incluir la propuesta en el programa de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación y de la Comisión de Derechos Humanos. 3 Véase Extractos de instrumentos internacionales. |
El proyecto de
Un huerto familiar |
ÍNDICE Preámbulo Sección A PARTE IV
EXTRACTOS PARTE II 1 a) la disponibilidad de alimentos libres de sustancias adversas, culturalmente aceptados y en cantidad y calidad tales que satisfagan las necesidades nutricionales y dietéticas de los individuos; Artículo 5 5.1 De acuerdo con los artículos 55 y 56 de la Carta de las Naciones Unidas, incumbe a los Estados el realizar acciones tanto de forma conjunta como individual para lograr el respeto y la observancia de los derechos humanos incluyendo el derecho a una alimentación adecuada. PARTE IV PARTE V
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