Previous PageTable Of ContentsNext Page

Capítulo tres

Programa principal 3.2: Apoyo a la inversión

I. ANTECEDENTES

A. Problemas y cuestiones

243. La inversión en la agricultura: Ante el crecimiento constante de la población, es imprescindible una cuantiosa inversión en la agricultura y el sector rural para cubrir las necesidades de alimentos, especialmente de los países en desarrollo, y también para estimular el desarrollo económico y social en general. Aunque el mundo en su conjunto ha logrado por lo general en los últimos decenios hacer frente a la demanda global de alimentos, persiste la inseguridad alimentaria para unos 800 millones de personas y la pobreza para un número de ellas todavía mayor. Las estrategias de desarrollo para abordar estos problemas deben estar respaldadas por unas inversiones en la agricultura y el sector rural cuidadosamente concebidas, incluido apoyo a la inversión de fuentes externas. En los últimos años se ha observado un aumento de la corriente de capital privado a los países en desarrollo (de 45 000 millones de dólares EE.UU. en 1990 a 266 000 millones en 1996), pero esta corriente se ha dirigido sobre todo a los sectores no agrícolas, marginando a casi todos los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos (PBIDA). La reciente crisis económica ha demostrado que esas corrientes de capital pueden ser inestables, con efectos negativos para las economías de los países en desarrollo.

244. Las instituciones multilaterales de financiación del desarrollo han desempeñado una importante función en la movilización del apoyo a la inversión para el desarrollo agrícola y rural, pero sus préstamos a estos sectores han disminuido en general durante el último decenio. Por ejemplo, a partir de la segunda mitad de los años ochenta, los préstamos del Banco Mundial (BIRF y AIF) para el desarrollo agrícola y rural descendieron desde casi el 30 por ciento del total de los préstamos en 1986 a cerca de un 12 por ciento en los ejercicios económicos de 1995/96 y a un 10 por ciento aproximadamente en el ejercicio económico de 1998. El descenso general oculta algunas diferencias regionales notables : los préstamos agrícolas del Banco para África disminuyeron constantemente desde un promedio de 612,8 millones de dólares EE.UU. en los ejercicios económicos de 1989-93 a 301,3 millones en el de 1996 y a un mínimo de 176,9 millones en el de 1998. También se observa una tendencia general descendente en los préstamos del Banco Mundial para la agricultura en América Latina y el Caribe y en las regiones del Cercano Oriente y África del norte, mientras que las regiones de Asia meridional y oriental y del Pacífico registraron un aumento general de los préstamos agrícolas. El Banco Mundial no está solo; los préstamos agrícolas del Banco Africano de Desarrollo (BAD), el Banco Asiático de Desarrollo (BAsD) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se redujeron todos ellos desde mediados de los años ochenta y sólo recientemente empezaron a dar señales de recuperación.

Gráfico 1 - Préstamos agrícolas como porcentaje del total de préstamos, por principales instituciones de financiación

PRÉSTAMOS AGRÍCOLAS COMO PORCENTAJE DEL TOTAL DE PRÉSTAMOS, POR PRINCIPALES INSTITUCIONES DE FINANCIACIÓN

Ejercicios agrícolas 1986-97 (no se dispone todavía de la mayoría de los datos para 1998)

245. En este contexto, las estimaciones de la FAO en su estudio Agricultura mundial: Hacia el año 2010 indican que a medio plazo hay perspectivas razonables de que se mantenga un equilibrio general entre la oferta y la demanda efectiva de alimentos, aunque la eliminación de la desnutrición crónica sigue siendo un desafío formidable. En la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996, la comunidad mundial se comprometió a reducir el número de personas malnutridas y hambrientas en un 50 por ciento para el año 2015, compromiso que requiere un volumen muy elevado de asistencia externa a los países en desarrollo, tanto en forma de donaciones y préstamos como mediante otras contribuciones de los sectores público y privado.

246. Razones que justifican la participación de la FAO: Desde su fundación, la FAO ha contribuido a catalizar y promover la inversión en la agricultura, ofreciendo sus servicios principalmente para la determinación y preparación de programas de inversión, actuando como árbitro independiente y proporcionando a los países en desarrollo asesoramiento técnico imparcial sobre proyectos y programas de inversión. La FAO, en su calidad de organismo especializado de las Naciones Unidas para la alimentación, la agricultura, la pesca y la silvicultura, considera sus actividades de apoyo a la inversión como una extensión lógica de su mandato básico, consistente en poner sus conocimientos técnicos al servicio de los gobiernos nacionales ayudándoles a acceder a los fondos de las instituciones financieras internacionales (IFI) para la inversión agrícola.

247. La sustancia y la naturaleza de los programas y proyectos de inversión que reciben apoyo de las IFI han cambiado con el tiempo. A mediados de los años sesenta, cuando los préstamos agrícolas del Banco Mundial alcanzaron unos niveles considerables, se hacía hincapié principalmente en los grandes proyectos de infraestructura, pauta seguida también por otras IFI que más adelante empezaron a conceder préstamos para la agricultura. Con la experiencia, los principios y procedimientos de las IFI en materia de préstamos se han modificado y han empezado a incluir, entre otras cosas, asistencia selectiva a las personas pobres, así como consideraciones relativas a las complejas relaciones entre la inversión en la agricultura, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental. Tanto los organismos de desarrollo como las IFI prestan ahora cada vez más atención a la cuestión de que los programas y proyectos de inversión agrícola sean propiedad de los gobiernos prestatarios y de los beneficiarios finales, tendencia que se ha traducido en un enfoque más diversificado y consultivo de la determinación, preparación y ejecución de los proyectos.

B. Historia del Centro de Inversiones

248. Programa de Cooperación FAO/Banco Mundial: El apoyo a la inversión se institucionalizó en la FAO en 1964, cuando el Banco Mundial empezó a prestar cantidades considerables para la agricultura y se estableció el Programa de Cooperación FAO/Banco Mundial48. En el memorando entre el Banco Mundial y la FAO de 1964 se especificó que se establecería un equipo de personal especializado de alto nivel como parte integrante de la Secretaría de la FAO. Con este fin, se creó el Centro de Inversiones (CI) como dependencia dedicada a colaborar inicialmente con el Banco Mundial; posteriormente se decidió que el mandato del CI sería trabajar con los gobiernos, sobre todo de los países en desarrollo, y con las IFI en la movilización de recursos para el desarrollo agrícola y rural de fuentes de financiación tanto internas como externas, prestando asistencia principalmente en materia de determinación y preparación de proyectos de inversión.

249. Progresivamente, los asociados del Centro de Inversiones se ampliaron para incluir bancos regionales de desarrollo, el FIDA y otras IFI; el Centro es ahora la mayor dirección multidisciplinaria de la FAO (entre 80 y 100 profesionales), y cuenta con conocimientos técnicos que abarcan desde la economía (y otras ciencias sociales) a la agricultura, la silvicultura, la pesca y los recursos naturales. El Banco Mundial sigue siendo, con mucho, la IFI más importante, representando el 50 por ciento aproximadamente de las actividades totales (en servicios prestados por el personal) del Centro de Inversiones durante el período examinado (1992-98).

250. Programa de Apoyo a la Inversión (PAI): Los acuerdos de colaboración concertados con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en 1965 y con los Bancos Africano y Asiático de Desarrollo (BAD y BAsD) en 1967 culminaron en la creación del PAI en 1968-69. Desde entonces se han establecido acuerdos análogos con varias otras IFI (cuyo total asciende actualmente a 20 instituciones), entre ellas el FIDA (1977) y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD, 1994 y 1997). Partiendo de una base relativamente baja, inferior al 15 por ciento de las actividades del Centro de Inversiones a finales de los años sesenta, la parte correspondiente al PAI aumentó hasta el 33 por ciento aproximadamente a mediados de los setenta y excedió del 50 por ciento por vez primera en 1997. Los tres asociados más importantes en el marco del PAI durante el período examinado han sido el FIDA, el Banco Africano de Desarrollo y el Banco Asiático de Desarrollo; la cooperación con el BID empezó a recuperarse desde la firma de un nuevo memorando en 1998.

251. Estructura actual: El Centro de Inversiones (actualmente TCI) comprende la Oficina del Director y una Dependencia de Asesoramiento sobre Proyectos (TCIU) y cinco Servicios, tres de los cuales están dedicados al Programa de Cooperación FAO/Banco Mundial y organizados con arreglo a criterios geográficos (TCIE - Europa, Cercano Oriente, África oriental y del norte; TCIP - Asia y el Pacífico; TCIL - América Latina, el Caribe y África occidental). Los dos servicios restantes49 comprendidos en el PAI se ocupan del Programa de Cooperación FIDA/PNUD/FNUDC/PMA (TCII) y de los Bancos de Desarrollo Regionales/Subregionales y Nacionales (TCIR). En 1994 se integró en el Centro de Inversiones una Dependencia de Enlace FAO/PMA, incorporada a la TCII desde 1997. En los últimos años ha habido una tendencia creciente a que el personal trabaje tanto en el Programa de Cooperación como en el PAI. De conformidad con la reciente reorganización de la FAO, la Dependencia de Apoyo a la Gestión de la TCI ha sido disuelta y trasladada a nivel de departamento, en consonancia con el agrupamiento general de los servicios administrativos en la FAO. Asimismo, varios funcionarios han sido destacados a Oficinas Regionales y Subregionales de la FAO, a las principales IFI asociadas y a las zonas geográficas donde hay una petición siempre elevada de servicios de la TCI. El objetivo de ello es contribuir a aumentar el conocimiento de los países entre el personal de la TCI, mejorar la comprensión de las necesidades de los organismos de financiación en los países, responder con mayor rapidez y prestar un apoyo más eficiente a los equipos en misión sobre el terreno50.

252. Hasta el decenio de 1980, la TCI tendió a funcionar de manera relativamente aislada del resto de la FAO. Ello se debió probablemente a la relación especial que mantenía el Centro con las IFI en virtud de los acuerdos de cooperación, en particular programas y enfoques de trabajo bastante diferentes, y también a la casi autosuficiencia de la TCI por lo que se refiere a los conocimientos técnicos disponibles en la Dirección. Los frecuentes viajes del personal de la TCI reducían también los contactos con otros funcionarios de la FAO. En los años noventa se ha registrado un notable incremento de la interacción con otras dependencias de la FAO a través de un mayor número de actividades conjuntas (misiones, seminarios para el personal, exámenes) y como consecuencia de la participación de la Dirección en algunos aspectos de las actividades de asistencia técnica de la FAO, entre ellas las previstas en el Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA). Al mismo tiempo, el Centro ha facilitado el establecimiento de vínculos prácticos entre el Banco Mundial y las direcciones técnicas de la FAO.

II. FINALIDAD, FUNCIONES Y RECURSOS

A. Finalidad y asociaciones

253. Finalidad: A lo largo de su existencia, el mandato general del CI se ha mantenido en gran medida invariado: trabajar con los gobiernos y las IFI en la movilización de recursos para el desarrollo agrícola y rural de fuentes de financiación tanto internas como multilaterales, en particular prestando asistencia en la determinación de proyectos adecuados para recibir apoyo financiero de las IFI. Un objetivo secundario ha sido contribuir a fortalecer la capacidad de esos países de manera que puedan con el tiempo hacerse cargo de la formulación de los proyectos. Como parte de un organismo de las Naciones Unidas, el objetivo declarado de la TCI es proporcionar asesoramiento imparcial y ecuánime en interés de los países a los que presta servicios.

254. Por tanto, los elementos principales de la labor de la TCI han sido los siguientes: determinación de oportunidades idóneas de inversión, prestando asistencia a los países en la realización de estudios sectoriales y subsectoriales sobre las necesidades de inversión para el desarrollo agrícola y rural; asistencia para la formulación de proyectos, ayudando a los organismos de ejecución a llevar a cabo las investigaciones, estudios y consultas detallados que se requieren para concluir la preparación de proyectos de inversión agrícola con miras a su financiación externa; y creación de capacidad nacional, contribuyendo a reforzar la competencia y la experiencia nacional en materia de determinación y formulación de proyectos mediante la capacitación práctica en el empleo de equipos nacionales de contraparte.

255. Sin embargo, con el tiempo se ha hecho hincapié en diferentes aspectos de la labor de la TCI y se han añadido nuevos objetivos al programa de trabajo. Entre las esferas de actividad añadidas más recientemente a la labor de la TCI destacan las siguientes:

256. Acuerdos de asociación: El Centro actúa en el marco de acuerdos de colaboración con todas las principales instituciones de financiación del desarrollo en el sector agrícola; en la actualidad están en marcha 20 programas de cooperación con dichas instituciones. Por lo general, las IFI interesadas y la TCI definen las condiciones económicas por las que se regirá la cooperación y especifican las esferas de especial interés mutuo. En algunos acuerdos se hace referencia a la elaboración de programas de trabajo conjuntos (por ejemplo, con el BAD), mientras que en otros (por ejemplo, con el FIDA) no se puntualiza esta cuestión. Los programas de trabajo de la TCI con las principales IFI asociadas son negociados por los directores de los programas respectivos de la TCI mediante reuniones semestrales.

257. Se han modificado, revisado o formulado de nuevo varios memorandos de entendimiento entre la TCI/FAO y distintas IFI de conformidad con los cambios en las políticas de préstamo y con las orientaciones que determinan los enfoques concretos del desarrollo adoptados por las instituciones. Un ejemplo reciente es el Memorando de Entendimiento de 1997 con el Banco Mundial, en el que se postula una cooperación más amplia entre la FAO y el Banco Mundial en África a raíz de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996, incluida la colaboración en el Programa Especial de la FAO para la Seguridad Alimentaria. En particular, se mencionan la regulación del agua y la ordenación territorial de bajo costo, el incremento de la fertilidad del suelo, la intensificación y diversificación de los cultivos y el análisis de las limitaciones normativas, junto con la creación de capacidad. También se prevé una cooperación entre ambas instituciones en diversos asuntos, entre ellos la estadística, la pesca, el sector forestal, la seguridad alimentaria y la lucha integrada contra las plagas. Para mejorar la coordinación de las actividades de cooperación, la TCI ha destacado funcionarios en el Banco Mundial y en otras tres IFI (Banco Interamericano de Desarrollo, BAD y BAsD).

258. Aunque los memorandos de asociación con las IFI no se ajustan a un modelo uniforme, la principal diferencia entre el Banco Mundial y las otras instituciones que colaboran en el PAI estriba en el principio de la participación en los costos. La presupuestación en el marco del Programa de Cooperación se realiza con arreglo a una base programática : la TCI y el Banco Mundial deciden un programa de trabajo anual en virtud del cual el Banco Mundial sufraga el 75 por ciento de los gastos y la FAO el 25 por ciento. La fórmula de la participación en los costos del PAI se calcula para cada proyecto y en virtud de ella la IFI se hace cargo de dos tercios aproximadamente de los gastos y la FAO del tercio restante (en los acuerdos iniciales de reembolso del PAI, la parte correspondiente a la FAO llegaba incluso al 50 por ciento). Así pues, cuando el personal del PAI no se dedica a trabajar con las IFI, el presupuesto de la FAO cubre el costo de su tiempo51.

259. La colaboración con el Banco Mundial durante el período examinado muestra un volumen bastante constante, con un total de semanas/persona (personal de la TCI y consultores) de servicios prestados anualmente que varía entre 2 100 y 2 300. Por otra parte, ha habido variaciones considerable en el volumen anual de la colaboración con asociados del PAI : BAD de 240 a 520 semanas/persona, BAsD de 170 a 280, FIDA de 300 a 700. Algunas fluctuaciones en el volumen anual de la colaboración pueden explicarse por la evolución de las IFI asociadas con la TCI, además de la disminución general de los fondos disponibles para préstamos. Muchas IFI han aplicado sucesivas restricciones presupuestarias que han afectado a los recursos disponibles para la determinación y preparación de proyectos, incluida una reducción de la cuantía de los fondos no condicionados para contratar consultores. Para la TCI, esto se ha traducido en presupuestos reducidos para un número creciente de diversas tareas. A pesar de esas fluctuaciones anuales entre las diferentes IFI, el total de los servicios prestados por la TCI se ha mantenido bastante constante: 9 559 semanas/persona en 1992-93, 8 974 en 1994-95, 9 164 en 1996-97 y 4 642 sólo en 1998.

260. Al mismo tiempo, la reorganización y reestructuración de algunas de las principales organizaciones asociadas con la TCI han tendido a causar interrupciones temporales en los programas de trabajo. En el caso del Banco Mundial, su reorganización interna ha dado origen a importantes cambios en el proceso de programación de la TCI. En particular, la descentralización de las operaciones en el Banco Mundial, unida a la delegación de atribuciones a las autoridades nacionales, ha supuesto una creciente participación tanto del Banco como de los países en la organización de las misiones y el apoyo a éstas.

B. Funciones

261. Variedad de servicios: El Centro de Inversiones presta a las IFI asociadas y a los países una variedad de servicios, orientados principalmente a la determinación y preparación de proyectos de inversión en los que se prevé que aquél proporcionará a éstos asistencia en materia de financiación. Por lo general, se considera que la labor de determinación y preparación de proyectos incumbe a los prestatarios. La función del Centro consiste en asesorar y ayudar a los países en desarrollo a formular propuestas de inversión que tengan en cuenta las necesidades e intereses nacionales, estén correctamente preparadas y cumplan los criterios establecidos por las IFI en cuestión para conceder préstamos. Al mismo tiempo, el Centro ayuda a las IFI a acelerar el proceso de formulación de propuestas que cumplan sus criterios.

262. Por lo que se refiere al ciclo del proyecto clásico, la primera etapa es la determinación del proyecto, es decir la identificación de un proyecto de inversión prometedor y la evaluación de su prioridad en el marco de las estrategias o planes nacionales de desarrollo, así como de su viabilidad y beneficios probables. Este proceso suele ir precedido de la preparación de una estrategia o programa de préstamo a los países (como por ejemplo la Estrategia del Banco Mundial de Asistencia a Países), respaldada a menudo por estudios sectoriales o subsectoriales exhaustivos en los que se examinan las posibilidades y limitaciones del desarrollo, así como las opciones viables, basándose en un examen de gran alcance que abarca las condiciones socioeconómicas, los sistemas de producción, las políticas y la capacidad institucional, así como las necesidades de los posibles beneficiarios. La preparación de los procesos iniciales suele estar a cargo del país prestatario y la IFI, pero a veces se pide al Centro que proporcione asistencia.

263. La segunda etapa de la preparación del proyecto comienza sólo cuando el gobierno, el organismo u organismos de financiación potencial y la dirección del Centro de Inversiones han llegado a un acuerdo sobre el concepto del proyecto. Esta fase consiste en orientar y prestar asistencia a los gobiernos en los diferentes procedimientos de la preparación del proyecto. La finalidad es llevar a cabo un estudio de viabilidad para presentarlo a la institución de financiación de que se trate, trabajando conjuntamente con el personal de los departamentos gubernamentales, los organismos y los bancos locales, así como con los presuntos beneficiarios.

264. La labor del Centro se realiza siempre en estrecha colaboración con los organismos locales: el objetivo es complementar los servicios de expertos nacionales, y no sustituirlos. De manera creciente, en los países que cuentan con la capacidad institucional y profesional necesaria, personal nacional prepara los proyectos recibiendo únicamente orientación o aportaciones especializadas del Centro. Durante el proceso de preparación, equipos locales llevan a cabo estudios detallados, incluidas evaluaciones sociales y ambientales, con el apoyo de sucesivas misiones de preparación de la TCI. La duración de estas misiones es cada vez más breve y sus aportaciones son más especializadas y tienen por objeto orientar y apoyar las actividades en curso del equipo local. Con los años, las distinciones entre las distintas etapas del proceso de elaboración del proyecto han tendido a difuminarse. Por ejemplo, en el caso de los proyectos del Banco Mundial, la preparación ha tendido a hacerse más breve y más flexible, combinándose con la preevaluación. En algunos casos, pueden ser necesarias dos o más misiones para concluir la preparación de un proyecto. En otros casos, especialmente cuando la capacidad de preparación está menos desarrollada, el Centro asume, de manera más tradicional, la responsabilidad principal en cuanto a la determinación y preparación del proyecto, enviando una serie de misiones hasta que se concluye la labor.

265. La preparación va seguida de la preevaluación y/o evaluación de los proyectos, que incumben a las instituciones financieras. La evaluación entraña un examen sistemático de la propuesta en todos sus detalles, en el que a veces se pide al Centro que participe. El personal de la TCI puede también ayudar al organismo crediticio en la etapa de ejecución del proyecto, participando en las misiones de supervisión para cerciorarse de que el proyecto se lleva a cabo según lo previsto o, si es necesario, se modifica con el fin de lograr los objetivos convenidos. Más recientemente, el personal de la TCI ha prestado asistencia a países y organismos de financiación en la preparación de informes de evaluación para proyectos cuya ejecución se había finalizado, es decir informes sobre la conclusión del proyecto (ICP) e informes sobre la conclusión de la ejecución del proyecto (ICE).

266. Otra función antes importante era servir de enlace entre el propio programa de campo de la FAO en materia de asistencia técnica y los organismos de financiación. El Centro de Inversiones solía seleccionar las operaciones de asistencia técnica de la FAO, en particular los proyectos financiados por el PNUD, en función de sus posibilidades de inversión. Con la disminución de los proyectos financiados por el PNUD, este seguimiento sistemático de los proyectos de asistencia técnica FAO/PNUD se interrumpió en 1993. Sin embargo, la creciente participación (mediante adscripciones y misiones conjuntas) de las dependencias técnicas en la labor del TCI ha propiciado cierta colaboración entre las dependencias técnicas de la FAO y las IFI (por ejemplo, elaboración de estadísticas nacionales en Africa occidental, Iniciativa sobre la Fertilidad de los Suelos, y ordenación del agua en pequeña escala).

267. Mientras la capacitación oficial del personal nacional de los países en desarrollo en las técnicas de formulación de los proyectos de inversión es una tarea secundaria, aunque cada vez más importante, del Centro de Inversiones, la capacitación práctica es un elemento fundamental de sus actividades sobre el terreno. Esta capacitación se lleva a cabo en el curso de la labor de la misión, cuando, durante la preparación del proyecto, se orienta y asesora al personal de contraparte de los países miembros. Este personal puede participar también en la redacción de los informes y en el examen por homólogos en Roma.

268. Con la puesta en marcha del PESA, la TCI ha empezado a participar más directamente en las propias actividades operacionales de la FAO, habitualmente en materia de formulación, pero también relacionadas con el seguimiento. Aunque la formulación del Programa Especial es de competencia nacional, en casi todos los casos el Centro de Inversiones envía una misión de exploración recurriendo a personal de la Sede o a funcionarios destacados. Estas misiones de exploración dan indicaciones sobre el PESA al personal gubernamental y a otras partes interesadas, acuerdan el alcance general de las actividades que han de incluirse en el programa y ayudan en los preparativos para la formulación nacional. Como se señaló anteriormente, aparte del PESA, se ha intensificado la colaboración con otras dependencias técnicas de la FAO en otros ámbitos (por ejemplo, estadísticas, suelo y agua, actividades forestales).

269. El Centro de Inversiones elabora también directrices para la preparación de proyectos de inversión y publica documentos técnicos sobre aspectos fundamentales de la inversión agrícola, que distribuye a otros especialistas en desarrollo (véase también el párr. 285 infra).

C. Recursos

270. Personal: El Centro de Inversiones cuenta con un sólido equipo técnico multilingüe y multidisciplinario, integrado por casi 100 profesionales. Durante el período examinado, el número de funcionarios de categorías profesional y superiores en el Centro de Inversiones varió entre 94 puestos cubiertos en 1992 y 79 en 1998 (Véase el Cuadro 1). Los recursos de personal se complementan con un número considerable de consultores internacionales (entre 1 864 y 2 377 semanas/persona al año), así como diversos consultores nacionales. Además del personal de plantilla, la TCI ha empleado a un número creciente de profesionales asociados, personal del Banco Mundial adscrito a la FAO y cuatro profesionales jóvenes de países en desarrollo.

271. Los funcionarios de la TCI son en su mayoría economistas, analistas financieros, agrónomos e ingenieros, y en menor número expertos en silvicultura, pesca, ganadería, sociología rural y evaluación ambiental. El Centro tiene sus propios planes de dotación de personal y promoción de la carrera, y la composición de su plantilla se ha modificado continuamente para adaptarla a las nuevas preocupaciones, lo que ha dado lugar, por ejemplo, a una reducción del número de agrónomos y un aumento de la representación de especialistas en medio ambiente52. El porcentaje de mujeres en el personal profesional aumentó del 7,8 por ciento en 1992 al 11,3 por ciento en 1998, pero sigue siendo considerablemente inferior al promedio de la FAO del 21 por ciento (en 1998).

Cuadro 1: Personal del Centro de Inversiones (puestos efectivamente cubiertos)
  1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998
Profesionales-Programa de Cooperación 53 49 46 54 54 49 50
Profesionales-PAI 41 39 27 32 36 28 29
Profesionales asociados 4 3 3 5 7 8 7
Total profesionales y profesionales asociados 98 91 76 91 97 85 86
Servicios Generales 93 86 71 70 68 69 71
Total 191 177 147 161 165 154 157
% vacantes profesionales 19.15% 18.48% 18.42% 29.63% 20.25% 21.33% 24.36%

Nota: El porcentaje de vacantes de personal profesional se ha calculado comparando los puestos efectivamente cubiertos con los puestos de plantilla

272. El personal profesional de la TCI comprende también una proporción mayor de personal superior (21 puestos de grado D-1 y 42 de grado P-5) que otras direcciones técnicas de la FAO. Esto se debe principalmente a que la TCI, como importante colaborador de las IFI, tiende a competir por el mismo grupo de profesionales. Dado que los sueldos y prestaciones suplementarias de las IFI se consideran a menudo más atractivos que los sueldos de las Naciones Unidas, una estructura de grados algo superiores en comparación con el promedio de la FAO ofrece cierta compensación, lo cual parece estar también justificado por la magnitud financiera de los proyectos administrados por el personal de la TCI y los frecuentes viajes que están obligados a efectuar. Además, dado el carácter de su trabajo, centrado en las misiones, la TCI necesita disponer de personal con experiencia y capacidad para desempeñar satisfactoriamente sus funciones actuando por iniciativa propia cuando trabaja con oficiales de las IFI y consultores. En particular, es importante que la TCI tenga un grupo de personal experimentado y capaz de dirigir misiones multidisciplinarias: en la actualidad, los funcionarios que reúnen estas condiciones son unos 60.

273. En el Cuadro 1 se observa cierto aumento de la tasa de vacantes de personal profesional desde 1996. Esto parece deberse a tres factores principales: uno de ellos es el deseo de la dirección de la TCI de conservar los fondos destinados a personal para poder contratar consultores con conocimientos técnicos específicos que no se tienen, a disposición en la TCI (lo cual resulta más frecuente a medida que aumenta la diversidad y complejidad de los proyectos); el segundo es la utilización de puestos paralelos de 6 a11 meses para someter a prueba a candidatos prometedores mientras están en marcha los procedimientos normales de selección53, y el tiempo necesario para el proceso de contratación.

274. La TCI sigue recurriendo en gran medida a los servicios de consultores de contratación internacional y nacional, así como a funcionarios y jubilados de la FAO (véase el Cuadro 2). El empleo de consultores ha ido en aumento en el curso de los años (pasando de representar el 45 por ciento en 1992-93 al 54 por ciento del total de semanas/persona de servicios prestados en los tres últimos años). Análogamente, se ha registrado un fuerte aumento del empleo de personal cedido por dependencias técnicas de la FAO. Ambos aumentos indican la flexibilidad del enfoque adoptado por la TCI, con lo que su plantilla (en servicio activo) se mantiene en unos 80-90 profesionales que pueden complementarse con consultores y personal técnico de la FAO.

Cuadro 2: Empleo de consultores, jubilados y personal de la FAO por la TCI
  1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998
Consultores internacionales             *
Número 237 250 268 255 273 329 352
Semanas/persona 1 864.0 1 914.8 2 074.0 2 197.0 1 981.0 2 376.5 2 350.8
Personal adscrito de la FAO             *
Número 17 15 18 17 26 36 46
Semanas/persona 70.7 72.6 80.4 81.0 117.2 129.0 203.6
Jubilados de la FAO             **
Número 6 8 6 8 6 7 10
Semanas/persona 62.7 82.6 49.8 46.4 42.6 69.4 56.4
* Hasta octubre de 1998              
** Hasta julio de 1998              

275. Programa Ordinario y recursos extrapresupuestarios: A lo largo de su existencia, el Centro de Inversiones se ha financiado con arreglo a la participación en los costos. Sus procedimientos contables se diferencian de los de del resto de la FAO en que su funcionamiento se basa en una participación en los costos correspondientes a sus dos Programas, 3.2.1 (Programa de Cooperación FAO/Banco Mundial) y 3.2.2 (Programa de Apoyo a la Inversión). Por consiguiente, los recursos presupuestarios se expresan en consignaciones del Programa Ordinario de la FAO, así como en reembolsos recibidos en virtud de la fórmula de la participación en los costos. Con la adición de la Dependencia de Enlace FAO/PMA al Centro de Inversiones, se incluyen también las contribuciones del PMA. En el Cuadro 3 se presenta la situación durante el período examinado. El Centro se beneficia también de las contribuciones de fondos fiduciarios de donantes54 para la financiación parcial de consultores del país donante empleados en relación con la labor de preparación de inversiones del Centro (esas contribuciones no se incluyen en el Cuadro 3).

Cuadro 3: Consignaciones, reembolsos y gastos del Centro de Inversiones (1992/93-1998/99 en miles de dólares EE.UU.)

Bienio/Subprograma

Consignaciones Gastos (con cargo al PO) Reembolsos de las IFI Ingresos del PMA* Gastos totales
1992-93          
- Programa de Cooperación FAO/Banco Mundial 6 752 6 596 19 788   26 384
- PAI 16 654 12 263 8 405   20 668
- Adm. del programa 2 553 2 546     2 546
Total 25 959 21 405 28 193   49 598
1994-95          
- Programa de Cooperación FAO/Banco Mundial 5 856 5 969 19 403   25 372
- PAI 9 894 9 247 8 620   17 867
- Adm. del programa 3 917 4 136     4 136
Total 19 667 19 352 28 023   47 375
1996-97          
- Programa de Cooperación FAO/Banco Mundial 5 504 6 110 19 265   25 375
- PAI 12 290 10 395 7 867   20 801
- Adm. del programa 3 341 3 149     3 149
Total 21 135 19 654 27 132 2 539 49 325
1998-99          
- Programa de Cooperación FAO/Banco Mundial 4 433   18 558    
- PAI 11 898   9 242    
- Adm. del programa 4 974        
Total 21 305   27 800** 2 681** 51 786**

Nota: * Incluido sólo después de su transferencia a la TCI en 1997; **Estimado

276. El Cuadro 3 indica que, mientras que los gastos con cargo al Programa Ordinario disminuyeron un 8 por ciento entre 1992-93 y 1996-97 (de 21,4 millones a 19,7 millones de dólares EE.UU.), los ingresos extrapresupuestarios (reembolsos de las IFI e ingresos del PMA) aumentaron un 5 por ciento, de 28,2 millones a 29,7 millones de dólares EE.UU., durante el período examinado. El total de los gastos siguió siendo aproximadamente el mismo. Durante los tres bienios anteriores, la parte correspondiente a los recursos del Programa Ordinario disminuyeron de un 43 por ciento en 1992-93 a un 41 por ciento en 1994-95 y a un 40 por ciento en 1996-97, y las proyecciones para 1998-99 indican que esta proporción se mantendrá constante (41 por ciento).

III. RESULTADOS DE LA EJECUCIÓN

A. Volumen de las operaciones

277. La labor de la TCI se manifiesta sobre todo en sus misiones en apoyo de las actividades de inversión en los Estados Miembros. El Cuadro 4 muestra el número de misiones emprendidas durante el período, divididas entre las realizadas para las IFI y el PMA y las llevadas a cabo para diversos programas de la FAO (PCT, PESA, etc.). El número de misiones ha aumentado sensiblemente, siendo las realizadas en 1998 aproximadamente las mismas que en el bienio de 1992-93. El aumento ha sido especialmente notable en el caso de las misiones de la TCI para apoyar programas de la FAO, que en 1996-97 alcanzaron su punto máximo con el 19 por ciento del número de misiones y el 15 por ciento del total de semanas/persona de servicios prestados, disminuyendo de nuevo a poco más del 10 por ciento en 1998. Sin embargo, por lo que se refiere al total de semanas/persona de servicios prestados (funcionarios y consultores), en los tres bienios se registró un ligero descenso que indica una tendencia a que las misiones sean más reducidas y más breves. El promedio de semanas/persona por misión en 1998 fue la mitad que en 1992-93. Los datos correspondientes a 1998 indican una inversión de la tendencia en los dos bienios anteriores, especialmente una posible recuperación del número de semanas/persona de servicios prestados durante el bienio de 1998-99 hasta el nivel de 1992-93.

Cuadro 4: Misiones del Centro de Inversiones en 1992-98 (nº de misiones y semanas/persona de servicios prestados)
  1992-93 1994-95 1996-97 1998*
  Nº de misiones Nº de sem./persona Nº de misiones Nº de
sem./persona
Nº de misiones Nº de
sem./persona
Nº de misiones Nº de sem./persona
IFI/PMA 535 9 111 627 8 271 734 7 755 478 4 172
Programas de la FAO 13 448 51 703 169 1 409 56 470
Total 548 9 559 678 8 974 903 9 164 534 4 642
Promedio semanas/
persona por misión
17.4 13.2 10.2 8.7
*Un año solamente

278. En el Cuadro 5 se presentan datos similares relativos a las misiones de la TCI realizadas por la TCI para las IFI y el PMA, por lo que concierne a las principales categorías de trabajo. Dentro del aumento global del número de misiones, el incremento ha sido notable para las actividades no tradicionales de la TCI, a saber la evaluación de los resultados de los proyectos (ICP/ICE) y otras categorías (principalmente evaluación/supervisión), que representaron el 45 y el 51 por ciento del número de misiones en 1996-97 y 1998, respectivamente. No obstante, expresadas en semanas/persona, esas misiones representaron menos del 20 por ciento, con la excepción del bienio de 1996-97 (29 por ciento). Las misiones para la determinación y preparación de proyectos, en particular, siguen absorbiendo dos tercios aproximadamente del total de semanas/persona de servicios prestados. Por consiguiente, aunque la TCI continúa participando en misiones de evaluación/supervisión, éstas representan una utilización relativamente secundaria de los recursos de personal de la TCI. Durante los tres últimos bienios, la proporción de misiones (en número) entre el Programa de Cooperación FAO/Banco Mundial y el PAI se ha mantenido constante, en torno al 65 y el 35 por ciento, respectivamente.

Cuadro 5: Misiones del Centro de Inversiones - Tipos de trabajo
  1992-93 1994-95 1996-97 1998*
  Nº mis. % mis. % sem./ persona Nº mis. % mis. % sem./ persona Nº mis. % mis. % sem./
persona
Nº mis. % mis. % sem./
persona
IFI y PMA:                        
Estudios sectoriales/subsectoriales 39 7 8 39 6 5 59 8 8 39 8 20
Determinación 99 19 16 78 12 12 71 10 11 40 8 10
Preparación 262 49 62 308 49 64 276 38 52 156 33 51
Examen de conclusión del proyecto 58 11 9 71 11 10 60 8 9 38 8 7
Otros (evaluación/ supervisión) 77 14 8 131 21 8 286 37 20 205 43 12
Total 535 100 103 627 100 100 752 100 100 478 100 100
* Un año solamente

279. La distribución del trabajo entre las diversas tareas que figura en el Cuadro 6 muestra en los últimos años un predominio constante de las actividades tradicionales, es decir, estudios sectoriales y subsectoriales y determinación/preparación de proyectos. En las esferas de trabajo no tradicionales, el cuadro indica un considerable aumento de la supervisión (cometido de las IFI) y una tendencia estable de los exámenes de conclusión dl proyectos (cometido de los prestatarios). En el cuadro no se recoge la participación de la TCI en el programa PESA de la FAO, que aumentó de 13 proyectos en 1994-95 a 74 en 1996-97.

Cuadro 6: Proyectos * y estudios del Centro de Inversiones (Nº de actividades)
Año 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998
Estudios subsectoriales 17 8 18 16 17 27 35
Formulación de proyectos 118 120 130 111 137 147 145
Formulación de proyectos concluida 43 53 48 47 32 32 40
Exámenes de conclusión de proyectos 41 40 42 38 45 33 38
Supervisión 17 21 32 35 46 63 92

* La formulación de proyectos incluye su determinación/preparación; la "formulación de proyectos concluida" se refiere a la preparación de proyectos que se concluye en la TCI, por lo que en general no comprende los casos en que la preparación se concluye fuera de la TCI. Hasta 1992-93, la TCI se ocupaba habitualmente del seguimiento de los proyectos de asistencia técnica PNUD/FAO (35 y 21 en 1992 y 1993 respectivamente), pero esta actividad se interrumpió debido al acusado descenso de los proyectos del PNUD en el programa de campo de la FAO y a la reducción de los fondos de inversión para su seguimiento.

280. El descenso del número de proyectos cuya formulación fue concluida por la TCI en exclusiva (formulación de proyectos concluida) en 1996-97 evidencia los recientes cambios en la función de la TCI de apoyar los esfuerzos nacionales en el proceso de formulación. Estos cambios están relacionados con el tipo de servicios ofrecidos, el modo en que se prestan estos servicios y la naturaleza de los resultados obtenidos. De conformidad con algunos de estos programas, especialmente los que se realizan con los Bancos Regionales, el Centro sigue encargándose de concluir la preparación completa de los estudios de viabilidad en nombre de los gobiernos. Sin embargo, gran parte de su labor, especialmente en sus programas con el Banco Mundial y el FIDA, tiene por objeto apoyar los equipos nacionales que intervienen en una diversidad de actividades relacionadas con la movilización de fondos para el desarrollo agrícola y rural, y utilizar de modo más efectivo los recursos existentes. Las misiones de la TCI para llevar a cabo esa labor son cada vez más breves e incluyen un menor número de miembros con conocimientos técnicos más especializados. Rara vez el resultado de esa labor es un informe oficial de la TCI publicado en Roma; lo más frecuente es que asuma la forma de una serie de documentos de trabajo preparados para uso interno de un Ministerio de Agricultura, una encuesta socioeconómica encaminada a conseguir la participación de los beneficiarios en la concepción del proyecto o las actas de un taller nacional organizado para alcanzar un consenso entre las partes interesadas acerca de una estrategia sectorial, subsectorial o de proyecto. Esta actividad desempeña una importante función catalizadora en la movilización de fondos para el desarrollo agrícola y rural y en la mejora de la calidad de las inversiones adicionales y del gasto público existente. También contribuye a asegurar la propiedad nacional de los programas y proyectos e incrementa los conocimientos prácticos y la capacidad institucional locales.

281. Por lo que concierne a la distribución regional de las actividades de la TCI, el África subsahariana ha seguido siendo para éste la zona prioritaria durante todo el período examinado (véase el Cuadro 7). Así pues, el descenso de los préstamos agrícolas del Banco Mundial para África en los años noventa no se refleja en la labor de la TCI, dado el aumento de la colaboración con el BAD en los últimos años y el alto grado de participación de la TCI en los préstamos agrícolas del Banco Mundial para África. Las actividades en Europa (principalmente relacionadas con los países en transición) han crecido constantemente desde 1993, en que una parte considerable de la ayuda financiera empezó a dirigirse a Europa oriental. Las actividades en Asia se han reducido en general a partir de 1992/93, y desde entonces la colaboración con el BAsD ha consistido principalmente en tareas de preparación de varios proyectos en gran escala cada año. Se ha registrado un notable aumento de la labor de la TCI en la Región de América Latina y el Caribe, debido en gran medida a la creciente colaboración con el Banco Mundial en ella (la TCI ha destacado personal en Chile y Costa Rica).

Cuadro 7: Actividades del Centro de Inversiones, por regiones, 1991-98 (% semanas/persona - funcionarios y consultores)
Región 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998
África subsahariana 46 37 38 39 37 40 40
Asia 28 32 29 22 24 23 26
América Latina 13 13 14 22 20 21 18
Cercano Oriente/

África del norte

9 10 9 8 9 9 7
Europa 4 8 10 9 11 7 9
Total 100 100 100 100 100 100 100

B. Otras actividades y servicios fundamentales

282. El apoyo al PESA se ha convertido en un elemento importante de las actividades de la TCI: su función primordial ha sido iniciar el Programa Especial en los países interesados mediante una misión de exploración encargada de prestar asistencia en la definición del ámbito general de las actividades y hacer los preparativos para la formulación nacional; en algunos casos, el personal de la TCI ha desempeñado una importante función proporcionando apoyo técnico a la ejecución del programa. La Dirección inició su participación en 1994 con seis misiones (Eritrea, Etiopía, Kenya, Mauritania, Senegal y Zambia) por un total de 34 semanas/persona. En 1997, el número de proyectos del PESA había llegado a 55, con 249 semanas/persona (funcionarios y consultores), es decir el 6 por ciento del total de semanas/persona de servicios prestados por la TCI. En 1998 el número registrado de semanas/persona se redujo a la mitad aproximadamente de esa cifra.

283. La creación de capacidad de las instituciones y el personal nacionales en relación con las técnicas de formulación de proyectos de inversión ha sido objeto de una creciente atención durante el período examinado. Además de esta creciente función como fuente de asesoramiento técnico y de orientación para los equipos nacionales, las misiones de la TCI están dedicando más tiempo y energías a la capacitación práctica del personal nacional de contraparte. Aunque no se ha recogido información sistemática sobre este asunto, la TCI estima que, como mínimo, el 50 por ciento de los proyectos de los que se ocupa (y en algunos Servicios hasta el 90 por ciento) se preparan de este modo, a diferencia de lo que sucedía anteriormente, cuando la preparación de los proyectos estaba a cargo de la TCI y sus consultores. Ocasionalmente, se invita también a funcionarios nacionales de contraparte a que acompañen a una misión de la TCI a Roma para que contribuyan a la finalización de un informe y se familiaricen también con las operaciones de la TCI.

284. En los últimos años, el personal de la TCI ha proporcionado esta capacitación práctica de manera cada vez más estructurada como parte de su asistencia para la formulación de proyectos. En varios casos, en el marco de programas de colaboración con el Banco Mundial, el FIDA y, en menor grado, el BAsD y el BID, el personal de la TCI ha participado activamente durante un período de tiempo en la prestación de asistencia para la capacitación de equipos locales de formulación/ejecución y de otros interesados, tarea que por regla general ha incluido la elaboración de manuales de capacitación y directrices (por ejemplo, Vietnam, Argentina, Brasil, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala y Panamá). Sin embargo, el alcance de esa asistencia depende en gran medida de la capacidad local y de las condiciones existentes en los diversos países, así como de la importancia (y los recursos) que le conceden las IFI en el marco de los acuerdos de cooperación con la TCI.

285. Otra importante esfera de actividad de la TCI ha sido la elaboración de estudios técnicos y directrices. Además de diversas directrices fundamentales para la preparación de proyectos de inversión, se han preparado documentos técnicos sobre los principales aspectos de las inversiones agrícolas, así como una nueva colección de Documentos Ocasionales publicados como medio para dar mayor difusión a algunos ejemplos de actividades innovativas y resultados interesantes obtenidos por el personal del Centro. El Centro ha elaborado también programas y manuales especializados para computadora, asociados con cursos de capacitación, para el análisis y la presentación de proyectos de inversión agrícola. El Boletín del Centro UPDATE se publica (tres veces al año) desde 1994 y se distribuye a un gran número de instituciones de financiación que cooperan con la TCI, Estados Miembros y suscriptores55.

C. Algunas tendencias notables

286. Es evidente que durante el período examinado la labor del Centro de Inversiones ha experimentado algunas variaciones notables, vinculadas en su mayor parte con cambios en el modo en que las IFI asociadas con él gestionan sus asuntos, que han dado como resultado una mayor diversidad de su trabajo, así como modificaciones importantes en los métodos para llevarlo a cabo. Se mantiene la concentración tradicional en las etapas iniciales del ciclo del proyecto (determinación y preparación), pero han aumentado las actividades en las etapas posteriores (supervisión, ICP/ICE). Sobre todo, se han registrado cambios muy importantes en la naturaleza y la forma del apoyo de la TCI a la formulación de los proyectos, con misiones más numerosas de duración más breve y personal más reducido y un número cada vez mayor de servicios prestados directamente sobre el terreno (véase el Recuadro 1). Esto ha tenido varias consecuencias: aumento de las peticiones a la dirección respecto de una distribución óptima del personal y a la Dependencia de Apoyo a la Gestión (MSU) respecto de la organización de viajes y gestiones administrativas, aumento de los gastos generales y de funcionamiento para misiones más numerosas y de volumen más reducido, y sobre todo mayores obligaciones de los distintos miembros del personal y menores oportunidades de aplicar el proceso de examen interno de la TCI.

Recuadro 1. Diversos servicios de la TCI para el fomento de la inversión - Ejemplo de Zambia en 1998

Las actividades de la TCI que se indican a continuación han contribuido a configurar los programas de inversión de Zambia y a mejorar su orientación y calidad, y han desempeñado también una función importante en la mejora de los conocimientos prácticos y de la capacidad institucional a nivel nacional:

· Colaboración con el Coordinador Nacional del PESA, que ha culminado en la preparación de una propuesta del gobierno para financiar la incorporación del PESA en el Programa nacional de inversión para el sector agrícola (PISA), en virtud de la cual esa ampliación sería financiada por el Banco Mundial;

· Formación de un equipo nacional para la Iniciativa sobre Fertilidad de los Suelos y preparación conjunta de una estrategia y de un programa de trabajo inicial para su financiación en el marco del PISA;

· Orientación y asistencia a un equipo de la Universidad de Zambia al que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Pesca había encargado la realización de un examen de mitad de período del PISA, prestación de servicios durante un taller nacional, y asistencia al Ministerio para la revisión posterior de los programas de trabajo;

· Preparación de estudios a nivel nacional y de una serie de talleres con objeto de sacar enseñanzas de la experiencia del PISA y llegar a un consenso sobre el alcance futuro del programa antes de comenzar la formulación de la Fase II; y

· Supervisión de un equipo de consultores nacionales, financiado por el PCT, para llevar a cabo encuestas técnicas y socioeconómicas que han constituido la base para el diseño de un proyecto forestal comunitario financiado por el Banco Africano de Desarrollo; asistencia posterior en la formulación de un proyecto de 6 millones de dólares EE.UU.

287. Con la creciente diversidad de las actividades de la TCI, la capacitación ha adquirido mayor importancia para que el personal se mantenga al tanto de los últimos avances en los ámbitos pertinentes. Aparte de la capacitación en dominio de idiomas, conocimientos de informática y técnicas de gestión, esta labor ha incluido numerosos seminarios y talleres internos con expertos externos, funcionarios superiores de las IFI en visita y también personal de la TCI para familiarizar y poner al día a la TCI (así como a otras dependencias invitadas de la FAO) sobre nuevos métodos, asuntos y procedimientos relacionados con el desarrollo56 (véase el Cuadro 8). La TCI recurre también a los conocimientos especializados de algunos funcionarios superiores y otros profesionales jubilados que tiempo atrás habían participado en las actividades de la Dirección, para que colaboren en los exámenes de informes, proporcionen orientación y formulen observaciones sobre documentos técnicos e informes.

Cuadro 8: Tiempo dedicado por el personal de la TCI a la capacitación
  1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998
Nº funcionarios 50 41 48 59 59 54 72
Semanas/persona 49.9 33.1 32.6 93.4 109.5 83.7 88.6

288. Se invita sistemáticamente a otros organismos de las Naciones Unidas con Sede en Roma a que asistan a las principales actividades de capacitación. Por ejemplo, personal de otras direcciones de la FAO, del PMA y del FIDA participaron en dos talleres TCI/Banco Mundial sobre los nuevos requisitos del Banco para la preparación de proyectos (octubre de 1997 y octubre de 1998). Asimismo, personal de la TCI ha participado activamente en seminarios, talleres y conferencias organizados fuera de la FAO (25 en 1997 y 1998). El Centro ha financiado también, junto con el Banco Mundial y la Dirección de Personal de la FAO, la organización por el Banco Mundial de cuatro cursos de capacitación mediante vídeo, adaptados al ritmo de cada cursillista, sobre estrategias y políticas para el desarrollo rural y el crecimiento, que están siendo utilizados por la Sede (no sólo la TCI) y por personal destacado.

289. Los últimos cambios en las operaciones de la TCI han puesto de relieve la especial importancia de los conocimientos y del personal especializado de los países, como por ejemplo analistas institucionales y sociólogos, respecto de los cuales la competencia profesional del personal de la TCI es limitada. Para obtener mayores economías en la utilización del personal, ha habido una tendencia creciente a distribuir a los funcionarios entre los servicios del Programa de Cooperación y del PAI con el fin de aprovechar su especialización y su conocimiento de los países. Las IFI parecen haber acogido con satisfacción esta iniciativa, al tiempo que la TCI dispone de mayor flexibilidad para el empleo del personal.

290. En los últimos años, la TCI se ha integrado en mayor medida como parte de la FAO, habiendo aumentado considerablemente la colaboración entre la TCI y las direcciones técnicas de la FAO: los servicios prestados por funcionarios de la FAO adscritos a la TCI ascendieron a 70,7 semanas/persona en 1992, mientras que en 1998 esta cifra fue de 203,6 (véase el Cuadro 2 supra). Durante el período examinado, el principal colaborador de la TCI ha sido la AGL, seguida de la SDR y la FOD (véase el Cuadro 9). Últimamente se ha registrado un aumento de la colaboración en cuestiones jurídicas, investigación y extensión, así como en telepercepción y elaboración de estadísticas. La colaboración con las Oficinas Regionales y Subregionales ha adquirido también mayor relieve, mientras que la agronomía, encomendada a la AGP, ocupa ahora una posición menos destacada. Esta tendencia a un aumento de la cooperación entre la TCI y otras dependencias de la FAO ha ido acompañada de una creciente colaboración interinstitucional entre algunas dependencias de la FAO y el Banco Mundial y otras IFI que están tratando de conseguir un mayor acceso a la diversidad de experiencias y capacidades de la FAO. La mejora de la integración ha permitido a la TCI ampliar sus posibles programas de trabajo y aprovechar su acceso privilegiado a las dependencias técnicas de la FAO, y a la FAO en su conjunto, responder mejor a las necesidades de los países en desarrollo mediante los diversos programas de cooperación.

Cuadro 9: Adscripciones de personal de algunas* direcciones de la FAO (semanas/persona) 1992-98

AGL SDR FOD LEG AGA AGP TCO AGS ESS ESC RAP SAF SDA ESN FIR FII
154.55 83.75 56.00 49.15 36.40 34.68 34.05 29.90 26.26 24.80 23.20 23.00 22.20 21.40 14.18 13.20

* Clasificadas por orden de importancia de las adscripciones durante el período

291. Sin embargo, la colaboración interna en la FAO plantea también un problema a la TCI, ya que para las dependencias de la FAO es a menudo difícil adscribir personal que trabaja en programas normativos durante períodos relativamente largos (3-6 semanas). Análogamente, las sumas que otras direcciones de la FAO cobran a la TCI son a menudo superiores al costo de contratar un consultor. Los recursos limitados del Programa Ordinario a disposición de la TCI no son suficientes para absorber en su totalidad la diferencia de costos, dado especialmente que para algunas de las actividades conjuntas con otras dependencias de la FAO no se prevé un reembolso íntegro. Al mismo tiempo, la TCI ha hecho un buen uso de profesionales asociados y fondos fiduciarios para reducir sus gastos.

292. La TCI tiene una larga experiencia en el control de la calidad del trabajo de sus misiones, especialmente mediante un proceso de examen por homólogos, en virtud del cual los informes (y otros resultados) de las misiones son examinados por personal de la TCI y por colegas de otras dependencias de la FAO, según proceda. El proceso de examen ha sido tradicionalmente uno de los principales requisitos para poder distribuir un informe. Sin embargo, en los últimos años una parte cada vez mayor de las actividades de la TCI ha revestido la forma de una contribución a un producto y no de la preparación total de éste (por ejemplo, un informe para la determinación o preparación de un proyecto); las contribuciones de los miembros de las misiones de la TCI se preparan y a menudo se finalizan sobre el terreno, con lo que se reducen posibilidades de un examen interno de la TCI. La situación varía según los asociados, en función de la amplitud de las atribuciones conferidas a la TCI. Esta tendencia parece ser más acusada en el caso de la colaboración con el Banco Mundial, mientras que casi todas las misiones realizadas para el BAD y el FIDA siguen siendo objeto de un proceso de examen interno.

IV. EFECTOS E IMPACTO

293. La evaluación de la eficacia y las repercusiones de la labor del Centro de Inversiones plantea algunos problemas tanto conceptuales como derivados de la falta de datos pertinentes. En esencia, la tarea de la TCI consiste en prestar servicios, principalmente en forma de asistencia para la formulación de proyectos: la consecución del resultado final se deja a los asociados encargados de la ejecución, y la TCI no suele vigilar el funcionamiento efectivo del proyecto. Por motivos de orden práctico, en esta sección el análisis se centrará en dos "criterios de éxito" fundamentales, a saber la contribución a la movilización de inversiones (que es el objetivo principal de la TCI) y la contribución a las actividades de las IFI en las fases iniciales (que refleja la confianza de los países prestatarios y las IFI en la capacidad técnica de la TCI/FAO).

A. Movilización de inversiones

294. Por lo que concierne a la movilización de inversiones, los efectos pueden evaluarse en función del volumen de los compromisos de inversión de las IFI para el desarrollo agrícola y rural mediante proyectos realizados con asistencia de la TCI. En 1992-98, un tercio aproximadamente del total de esos compromisos de inversión de instituciones financieras multilaterales recibieron una asistencia considerable de la TCI para su preparación. Esta asistencia abarcó un total de 260 proyectos, con 11 569,1 millones de financiación externa de inversiones (véase el Cuadro 10). En relación con la financiación del Programa Ordinario de la FAO, de unos 70,7 millones de dólares EE.UU. durante este período, este es un resultado catalítico impresionante. En el período transcurrido desde el inicio del Programa de Cooperación en 1964 hasta 1998, las IFI financiaron un total de 1 176 proyectos de inversión preparados con asistencia de la TCI, que entrañaron unas inversiones totales de 62 700 millones de dólares EE.UU, de los que más del 50 por ciento procedieron de fondos externos (en su mayor parte en condiciones muy favorables) y el resto de fuentes internas.

Cuadro 10: Proyectos preparados con aportaciones importantes de la TCI Input y aprobados por IFI (cuantía de las inversiones totales y de los préstamos externos en millones de dólares EE.UU.)
  1992-93 1994-95 1996-97 1998*
Región Nº Proy. Invers. totales Prést. ext. Nº Proy. Invers. totales Prést. ext. Nº Proy. Invers. totales Prést. ext. Nº Proy. Invers. totales Prést. ext.
África subsahariana 37 699.18 599.37 24 613.95 449.58 31 714.94 524.27 16 319.39 271.76
América Latina 18 1 440.95 919.34 12 2 281.57 1 319.9 16 1 644.29 1 115.49 10 1 193,78 842,20
Asia 8 819.06 452.09 11 1 417.73 781.55 21 2145.3 1 340.65 6 1 034.57 728.50
Cercano Oriente/África del norte 9 977.53 641 5 1 036.95 468.9 5 399.64 137.17 5 360.83 232.58
Europa 2 413 243.9 3 125.6 103.1 13 410.62 278 8 168.03 119.15
Total 74 4 349.72 2 855.7 55 5 475.8 3 123.03 86 5 314.79 3 395.58 45 3 066,60 2 194,19

*un año solamente

295. Durante el período examinado, la "parte correspondiente" a la TCI en los préstamos anuales del Banco Mundial para el desarrollo agrícola y rural ha variado entre el 30 y el 47 por ciento del importe de los préstamos (y entre el 30 y el 45 por ciento del número de proyectos). En cuanto a las otras IFI asociadas, los proyectos realizados con asistencia de la TCI representaron también una parte considerable de sus préstamos anuales para el desarrollo agrícola y rural: entre el 30 y el 50 por ciento en el caso del FIDA y entre el 20 y el 100 por ciento en el caso del BAD. La contribución de la TCI ha sido especialmente importante en los préstamos de las IFI al África subsahariana, Europa y América Latina.

296. Uno de los objetivos originales del Centro de Inversiones fue acelerar y mejorar las inversiones en la agricultura, y no sólo aumentarlas. La asistencia prestada por la TCI facilita y acelera de hecho la labor de determinación y preparación de los equipos nacionales, y por consiguiente la evaluación de éstos y la aprobación de los préstamos por las IFI. Asimismo, la TCI se ha esforzado constantemente por mejorar la calidad de los proyectos que han de financiarse, y con frecuencia se le invita a que participe en la supervisión de proyectos y en la evaluación de los proyectos concluidos, tareas en las que la "experiencia adquirida" es un elemento importante. Aunque no ha sido posible tratar en este examen la calidad técnica de la labor de la TCI, hay muchas observaciones de IFI asociadas que atestiguan la contribución de la TCI a la generación y mejora de inversiones en la agricultura (algunos Servicios de la TCI conservan archivos con observaciones de IFI sobre la labor realizada por la TCI). La esencia de la mayoría de estas observaciones queda perfectamente reflejada en este ejemplo : ..."La TCI ha proporcionado asesoramiento independiente cuando la situación requería una opinión externa sobre el mejor modo de proceder..." y (refiriéndose a la TCI): "La credibilidad del asesoramiento a los clientes del Banco y a otras partes interesadas aumenta cuando proviene de expertos externos".

B. Otras contribuciones fundamentales (creación de capacidad, labor antecedente)

297. En una sección anterior se ha mencionado la contribución de la TCI a la capacitación práctica de los equipos nacionales. Aunque son muchos los funcionarios nacionales de contraparte que han recibido esa capacitación, no es fácil precisar su número ni es posible evaluar los efectos directos de esa capacitación sobre el fortalecimiento de la capacidad nacional, debido a la falta de datos sistemáticos. Un ejemplo notable de apoyo a la creación de capacidad nacional a nivel institucional se registró en China, donde la FAO/TCI colaboró con el PNUD y el FIDA para establecer un núcleo de oficiales capacitados que desde 1996 son los principales encargados de formular propuestas de inversión para el FIDA. Sin embargo, aunque el apoyo a la capacitación ha pasado a ser un elemento importante de su labor, la TCI no ha seguido sistemáticamente los resultados de sus actividades en esta esfera. En particular, falta información sobre aspectos como el carácter de la capacitación, la dirección de las misiones, el hecho de si se aceptaron o no las recomendaciones de la TCI y el grado de participación nacional.

298. Aunque no constituye la parte principal de su mandato, la función de la TCI como fuente de asesoramiento independiente en la labor antecedente en apoyo de la inversión representa un buen indicador de la confianza de los asociados en la TCI. Éste se ha convertido en los últimos años en un colaborador institucional tanto de las IFI como de los países en la planificación y preparación de políticas y estudios para el desarrollo agrícola y rural. En el caso del Banco Mundial, considerando que la TCI interviene normalmente una vez que el Banco ha establecido los parámetros generales de una política o programa agrícola (en la mayoría de los casos, para aportar sus conocimientos técnicos al proceso de preparación del proyecto), recientemente ha sido invitado a participar en la preparación de las estrategias de asistencia del Banco Mundial para varios países, especialmente en la región de América Latina. En el caso del FIDA, la TCI ha participado en la preparación de la estrategia de asistencia (a cuatro países en 1996-98) ; contribuciones análogas se han realizado para el BAsD (por ejemplo, en Laos y Vietnam) y el PMA (tres estudios estratégicos de países).

299. Igualmente importante es tal vez la contribución de la TCI a los debates sobre política agrícola en el Banco Mundial. Se ha invitado a la TCI, junto con otras dependencias de la FAO, a que colabore en los documentos de estrategia del Banco Mundial, como por ejemplo su Visión para la Acción (estrategia aplicable a los préstamos para el desarrollo agrícola y rural) y su Estrategia Forestal, así como en la formulación de directrices conjuntas Banco Mundial/FAO para actividades ambientales. En el sector de la extensión, se han iniciado los preparativos para elaborar un enfoque estratégico común FAO/Banco Mundial con el fin de revitalizar los servicios de extensión, investigación y enseñanza agrícolas: por parte del Banco, la dirección ha sido asumida por el equipo temático sobre sistemas de información y conocimientos agrícolas, mientras que, dentro de la FAO, la SDRD ha tomado la iniciativa con el apoyo de la TCI, con un taller conjunto Banco Mundial/FAO sobre redacción que tuvo lugar en Roma en octubre de 1998. Conjuntamente con la ESA, el Centro colaboró también en la preparación de la nueva estrategia para el desarrollo rural del Banco Africano de Desarrollo (en 1998). El personal de la TCI participa también en algunos de los 13 equipos temáticos establecidos bajo el patrocinio de la Junta del Banco para el Sector Rural. A raíz de la última reorganización del Banco Mundial en 1997, algunas dependencias de la FAO, en parte con ayuda de la TCI, establecieron contactos directos con personal de los equipos respectivos del Banco Mundial (por ejemplo, Ordenación Sostenible de Tierras y Cultivos, Recursos Animales).

300. A principios de los años noventa, el PAI creó metodologías innovadoras para estudios participativos de diagnóstico, previos a la preparación de los proyectos, que han sido adoptadas por el FIDA, el Banco Mundial y el BAD en particular, con el fin de asegurar la propiedad local y la sostenibilidad de los proyectos. Más recientemente, el Centro ha colaborado estrechamente con el Banco Mundial en la elaboración de enfoques para Programas de inversión en el sector agrícola (PISA) en África, que se encuentran en diversas fases de concepción y ejecución en unos 15 países. Además de realizar aportaciones a la formulación del PISA en varios países, esta colaboración ha incluido también la organización por la TCI de un taller de tres días de duración en Malawi, financiado por la UE, con el fin de examinar y consolidar la labor que se está realizando en la formulación de PISA en diversos países (al que asistieron representantes de 9 países y 10 organismos donantes), así como una contribución apreciable de la TCI a la preparación por el Banco Mundial de un libro de consulta, que se publicó en septiembre de 1998, sobre el PISA (actualmente denominado "PSA").

301. Por último, la colaboración de la TCI con las IFI en estas actividades antecedentes ha servido para reforzar la colaboración con las dependencias técnicas, así como la cooperación institucional de la FAO con las IFI. La labor relativa a cuestiones temáticas (por ejemplo la Iniciativa sobre Fertilidad de los Suelos, métodos PRA, estadísticas) se comparte a nivel interno con las dependencias técnicas para desarrollarla en forma de cooperación entre organismos, y la participación del personal técnico de la FAO en misiones de las IFI ha dado lugar a proyectos de asistencia técnica para las dependencias interesadas.

V. CUESTIONES Y RECOMENDACIONES

302. Durante el período examinado, la labor de la TCI ha sufrido numerosos e importantes cambios. Muchas de las IFI asociadas con él han reorientado y modificado sus formas de actuación, lo que ha tenido efectos directos sobre la naturaleza de sus operaciones y sus procedimientos. Dentro de la FAO, la reforma de la Organización ha tenido como resultado una mayor participación de la TCI en actividades operacionales que no están directamente relacionadas con su labor tradicional en materia de inversión. Tanto para la FAO/TCI como para las IFI asociadas, la restricción de los recursos ha creado la necesidad de aumentar las economías y la conciencia de los costos. Por consiguiente, la labor de la TCI ha sido una de las esferas de actuación de la FAO más directamente expuestas a la competencia y el escrutinio internacionales. El presente examen indica que, por lo general, la TCI se ha adaptado bien a esta situación, modificando sus métodos de trabajo tradicionales para atender las nuevas necesidades. Sin embargo, por lo que respecta al futuro, hay algunas cuestiones a las que ha de prestarse atención, especialmente teniendo en cuenta el carácter especial de la labor de la TCI.

303. Carácter especial de la labor de la TCI: La función de la TCI como interlocutor neutral entre los Estados Miembros (prestatarios) y las IFI (prestamistas) es compleja por naturaleza. Aunque las IFI asociadas poseen recursos financieros, incluido el acceso a consultores externos, y mantienen sus propias políticas y criterios para respaldar propuestas de inversión en el desarrollo agrícola y rural, esos medios pueden complementarse provechosamente con los conocimientos técnicos y la experiencia de la FAO para asesorar y orientar a los Estados Miembros comunes en la determinación y preparación de propuestas acertadas. Además, a través de los acuerdos de asociación entre las IFI y la TCI, los países prestatarios reciben asistencia para elaborar propuestas en consonancia con los procedimientos y criterios de las IFI en cuestión, lo que propicia un proceso más eficiente de evaluación/aprobación. De ese modo, la TCI puede ser útil tanto a los países prestatarios como a las IFI al asesorar y ayudar a los países a determinar y formular propuestas concretas de inversión con miras a su financiación por las IFI. En tales circunstancias, esa ayuda puede tener importantes efectos multiplicadores e incluso catalizadores si se asocia con otros programas y proyectos de asistencia técnica de la FAO, en lugar de permanecer aislada. Este empeño a más largo plazo en las actividades en cuestión, además de contribuir a fortalecer la capacidad de los equipos nacionales y locales asociados, constituye una tarea especial, que a menudo se ejecuta en colaboración con expertos nacionales, consultores especializados externos y personal técnico de la institución financiera interesada.

304. Los principales incentivos para que las IFI asociadas cooperen con la TCI serían básicamente el valor añadido que perciben en esa cooperación como consecuencia de la calidad técnica y profesional que aporta la TCI, así como su credibilidad como asesor neutral, respaldada por la capacidad institucional de la FAO. Estas son precisamente las ventajas que al parecer han sido generalmente reconocidas por la dirección y el personal de las IFI asociadas, y ésta es por tanto la base para el futuro curso de la colaboración de la FAO/TCI con ellas. El Centro de Inversiones ha demostrado su capacidad para adaptarse a los desafíos de esta función especial, inclusive mediante el establecimiento de relaciones más estrechas con las dependencias técnicas de la FAO. No obstante, sería esencial que, además de mantener su capacidad profesional, la TCI continuara aprovechando el entorno institucional propicio para prestar servicios con valor añadido. De hecho, sigue siendo necesario un firme apoyo a nivel de políticas en la FAO y las IFI con el fin de asegurar ese entorno propicio de cooperación entre las instituciones para que la TCI continúe desarrollando una labor eficaz.

305. Concentración en esferas temáticas: La TCI posee una competencia reconocida para ayudar a los países y las IFI en la determinación (incluidos estudios sectoriales/subsectoriales) y la preparación de propuestas de inversión utilizando modos de asistencia cada vez más diversificados. Sin embargo, algunas experiencias recientes de la TCI presentan aspectos que suscitan preocupación. Estos aspectos están relacionados en particular con el aumento relativo de las misiones de la TCI con fines de supervisión o evaluación o de preparación de informes sobre la conclusión de la ejecución de un proyecto. Si bien es útil que haya cierta diversidad para que el personal de la TCI adquiera una visión global del ciclo de los proyectos, esa diversidad debería compensarse con la necesidad imperiosa de mantener las ventajas de la TCI en la determinación y formulación de proyectos, incluidas las actividades en las fases iniciales y los aspectos relacionados con la capacitación. Además, las IFI asociadas suelen pedir uno o dos funcionarios para complementar las misiones que están a su cargo, reduciendo de ese modo la capacidad de la TCI para prestar servicios institucionales, elemento importante para sus actividades con valor añadido. Con frecuencia esto se debe a una apreciación inadecuada, por parte de los coordinadores sectoriales de algunas IFI, de la finalidad que se persigue con los acuerdos de cooperación. Este problema debería abordarse, como al parecer se ha hecho recientemente con gran éxito, mediante medidas más enérgicas, entre ellas informar al personal de la principal institución asociada sobre la capacidad de la FAO, así como negociar el programa de trabajo anual con los coordinadores sectoriales de las IFI basándose en las ventajas de la FAO reconocidas mutuamente. Se recomienda continuar este esfuerzo, en particular para: a) establecer otras esferas "temáticas" dentro de la TCI o conjuntamente con dependencias de la FAO, y conseguir que sean reconocidas como tales por el personal de la IFI en cuestión; y b) asegurar en la mayor medida posible que los programas de trabajo cooperativos se concentren en esas esferas "temáticas", y especialmente en actividades en las etapas iniciales.

306. Mantenimiento de normas y prácticas idóneas: La TCI ha sido siempre consciente de la necesidad de que su labor sea del más alto nivel posible, vigilando sus mecanismos internos de garantía de la calidad, así como la contratación, capacitación y promoción de la carrera del personal. Por lo que se refiere a la garantía de la calidad, la supervisión normal de los jefes de servicio (incluido el examen de las cuestiones principales en reuniones informativas al comienzo y al final de las misiones) se ha complementado con rigurosos exámenes internos por homólogos de los informes de las misiones, especialmente los relativos a la labor de determinación y preparación. Estos mecanismos de examen han constituido también un medio eficaz para lograr la participación de otros funcionarios técnicos de la FAO en la labor de la TCI. Sin embargo, la creciente tendencia a que la TCI desempeñe una labor de asesoramiento y de apoyo de otros tipos, unida a la menor duración de las misiones y a la reducción de los tipos tradicionales de informes, está dificultando cada vez más la conformidad con las prácticas establecidas para la garantía de la calidad.

307. Se recomienda que la TCI siga aplicando medidas internas para garantizar la calidad, siempre que éstas sean pertinentes. Al mismo tiempo, debería considerar la posibilidad de establecer mecanismos prácticos alternativos para garantizar la calidad del trabajo de las misiones en aquellos casos en que las medidas convencionales no sean ya apropiadas. Esas medidas podrían incluir una preparación más sistemática de las misiones y un seguimiento de los resultados de éstas, en consulta con el país y con los funcionarios de las IFI interesados, incluida una evaluación de la capacitación. Podría recurrirse en mayor grado a los medios electrónicos de comunicación para dar el visto bueno a los informes que se finalizan sobre el terreno. El seguimiento podría servir de base para talleres organizados dentro de la TCI, o preferiblemente en colaboración con otros asociados, que permitan sacar enseñanzas con miras a introducir mejoras.

308. La TCI ha prestado también especial atención a la garantía de la calidad de su personal: con este fin, ha establecido sus propias normas y procedimientos para determinar y seleccionar candidatos idóneos y ha seguido concediendo gran importancia a la capacitación del personal en nuevas tecnologías y enfoques del desarrollo, inclusive recientemente mediante talleres de capacitación en los procedimientos operacionales revisados de las principales IFI y los métodos de trabajo conexos. Esta preocupación por la calidad del personal ha adquirido creciente validez en el nuevo contexto de trabajo de los últimos años. Por consiguiente, además de las actividades de capacitación, sería importante: a) mantener unas rigurosas normas de contratación; b) asegurar unas condiciones de servicio competitivas para retener el personal básico, en particular funcionarios con experiencia y capacidad para dirigir las misiones a niveles suficientemente altos; y c) mantener un grupo equilibrado de expertos que abarquen la variedad de conocimientos necesarios para sus actividades prioritarias.

309. Adscripción de personal técnico de la FAO: La creciente participación de personal de otras dependencias técnicas en la labor de la TCI, especialmente en sus misiones, ha sido beneficiosa tanto para la TCI como para esas dependencias. Las instituciones asociadas con la TCI ven también este hecho con beneplácito, lo que se traduce en algunos casos en una colaboración directa entre la FAO y las dependencias de las IFI interesadas. Las limitaciones más importantes parecen ser la dificultad de que las dependencias técnicas cedan personal durante un período de tiempo relativamente largo (a menudo de 3 a 6 semanas) y los costos relativamente altos para la TCI de la adscripción en comparación con la contratación de consultores. La solución a la primera cuestión está en que la TCI concierte acuerdos más aceptables para ambas partes con la dependencia en cuestión, mientras que la segunda representa un problema de toda la FAO, respecto del cual la dirección ha introducido recientemente un nuevo régimen de tasas de reembolso. Se recomienda que la TCI vigile la aplicación del nuevo régimen con objeto de averiguar si es eficaz para asegurar la adscripción de personal de las dependencias técnicas.

310. Apoyo de la TCI al PESA: En los últimos años, la TCI ha participado activamente en la consolidación sobre el terreno del PESA, habiendo logrado en muchos casos establecer la conexión necesaria entre éste y otros programas y proyectos conexos realizados con apoyo de las IFI en los PBIDA. Aunque lo normal es que se reembolse a la TCI el costo del tiempo del personal dedicado al PESA, ha habido al parecer casos en que no ha sido reembolsado íntegramente, en especial cuando su labor ha superado los márgenes establecidos en el plan original. Se recomienda que la TCI siga prestando un firme apoyo a la aplicación del PESA pero que, dado el carácter especial de sus acuerdos de financiación, su labor en este sector sea reembolsada íntegramente; al mismo tiempo, puede que dentro de la TCI sea necesario pronosticar, presupuestar y registrar más rigurosamente el volumen de trabajo para el PESA.

311. Vigilancia y mantenimiento de registros: La TCI ha mantenido un sistema de información sobre la gestión de sus actividades operacionales en general satisfactorio. Sin embargo, los recientes cambios en la naturaleza y el modo de actuación exigen modificaciones y mejoras en el sistema, con el fin de facilitar una vigilancia más adecuada de los nuevos tipos de trabajo, tales como la capacitación y el asesoramiento mediante misiones más breves. En este caso sería importante centrarse en determinados aspectos, entre ellos el principal modo de actuación, las actividades más importantes y la función de los insumos de la TCI. Teniendo en cuenta las disposiciones de la TCI sobre la participación en los costos, estas mejoras deberían afectar también a los aspectos relacionados con la contabilidad. Además, el sistema debería proporcionar la información necesaria para evaluar los beneficios previstos y la eficacia de las diversas actividades de la TCI en relación con los objetivos de su programa. Por ejemplo, ¿cuántos proyectos ha apoyado la TCI y de qué modo, qué apoyo ha sido más útil y eficaz tanto para la generación de inversiones como para el apoyo a la capacitación, y cuántos de los proyectos han sido finalmente evaluados y aprobados con miras a su financiación por una IFI? Para que esta información sea útil con otros fines analíticos, deberá estar respaldada por datos cualitativos sobre el grado de aceptación del asesoramiento sustantivo de la TCI en el diseño final de las inversiones aprobadas. La dirección de la TCI reconoce la necesidad de mejorar su sistema de información. Sin embargo, se recomienda que la TCI examine a fondo la idoneidad del sistema de información actual y tenga en cuenta los aspectos señalados anteriormente al diseñar un sistema nuevo o modificado.


Anexo 1

RESUMEN DE LAS OBSERVACIONES DEL PERSONAL DE LAS INSTITUCIONES FINANCIERAS INTERNACIONALES57

312. El borrador de este informe ha sido examinado por algunos funcionarios del Centro de Inversiones de contrapartida del FIDA y del Banco Mundial. Dichos funcionarios consideran que el informe está bien escrito y documentado en general, aunque tiende a ser más descriptivo que analítico. Sus criticas comprenden en particular los aspectos siguientes: a) que el examen podría haber considerado sistemáticamente las opiniones de los socios del Centro de Inversiones; y b) que en las recomendaciones para el futuro podrían haberse abordado aspectos tales como el de mejorar el apoyo de la TCI a la creación de capacidades en los países en desarrollo para la preparación de propuestas de proyectos así como la posibilidad de que la TCI proporcione una mayor variedad de asesoramiento además de la preparación de proyectos, por ejemplo, prestando apoyo a los países en la tarea de estudiar posibles fuentes futuras de crecimiento con miras a identificar propuestas de proyectos "bancables" para su financiación por distintos organismos de desarrollo.

313. Los examinadores convinieron en que la función primaria de la TCI es la de relacionar a los donantes y los prestatarios, poniendo al mismo tiempo a disposición de sus socios el amplio depósito de recursos técnicos variados disponible en la FAO. En general han apreciado las aportaciones únicas de la TCI a este respecto, y ha subrayado en particular la importancia de la función de intermediario honesto de la TCI. Todos ellos han elogiado la tendencia a una mayor colaboración entre la TCI y otras dependencias técnicas de la FAO así como las interacciones más directas entre las IFI y las dependencias técnicas de la FAO.

314. Aparte de los puntos mencionados anteriormente en relación con las recomendaciones, han planteado otras cuestiones como temas potencialmente importantes para el futuro de la TCI, a saber: a) la importancia de que la TCI continúe reequipándose, en particular en cuanto a las modalidades internas de sus operaciones, de forma que puedan atender plenamente las nuevas demandas de servicios que provienen de las IFI y los países prestatarios, sobre todo para mejorar la participación local en los proyectos de inversión; y b) la preocupación respecto a los posibles conflictos entre la función de honesto intermediario que desempeña la TCI por una parte y los acuerdos de participación en los costos con los socios de las IFI por otra, que pueden comprometer a veces la capacidad de la TCI de desempeñar dicha función de honesto intermediario.


Anexo 2

OBSERVACIONES DEL CENTRO DE INVERSIONES, RATIFICADAS POR EL SUBDIRECTOR GENERAL DEL DEPARTAMENTO TC

315. El Centro de Inversiones estima que este informe constituye una evaluación precisa, justa y constructiva de su funcionamiento. Suscribe todas las recomendaciones principales y procederá a aplicar las que son de su incumbencia. En particular, la dirección de la TCI, al programar actividades en cooperación con instituciones financieras, tratará de centrarse más en las actividades antecedentes y en las esferas temáticas de gran prioridad para la FAO. Se tomarán medidas a nivel interno para adecuar los sistemas de mejora de la calidad de manera que respondan a los nuevos métodos de trabajo que se han puesto de relieve en el informe. También se dispondrá lo necesario para establecer indicadores mejorados que permitan al sistema de información sobre la gestión de la Dirección comprender mejor la variedad cada vez más amplia de los tipos de actividad en que participa actualmente el personal del Centro de Inversiones, e informar al respecto.

316. El Centro de Inversiones apoya todas las recomendaciones del informe relativas a las tarifas aplicadas al personal adscrito de otras direcciones y las mejoras en las disposiciones sobre apoyo a la gestión.

48 El Banco ha concertado otros acuerdos de colaboración con el FIDA, el FMAM y el Fondo de la OPEP que pueden parecer similares, pero que tienen un carácter muy distinto. El Banco lleva a cabo misiones de preparación, evaluación y supervisión y se ocupa de las compras y desembolsos para estas tres instituciones, las cuales aportan principalmente los fondos (por sí solas o mediante cofinanciación) para los proyectos en cuestión y corren con todos los gastos de la participación del Banco en su esfera de competencia.

49 En el PLP 1992-93, el número de servicios del PAI se redujo de tres a dos "...con el fin de tratar de conseguir economías... y lograr una mayor flexibilidad en la distribución del personal".

50 Actualmente hay personal destacado en Washington DC, Estados Unidos (Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo), en Santiago, Chile (Oficina Regional de la FAO para América Latina - 2 personas), en Bangkok, Tailandia (Oficina Regional de la FAO para Asia - 2 personas), en Nueva Delhi (oficina del Banco Mundial), en Harare, Zimbabwe (Oficina Subregional de la FAO para Africa oriental), en San José, Costa Rica (Unidad Regional de Asistencia Técnica), en Abidjan, Côte d'Ivoire (Banco Africano de Desarrollo) y en Manila, Filipinas (Banco Asiático de Desarrollo).

51 Esto implica que la colaboración con IFI distintas del Banco Mundial es menos previsible, lo que dificulta la programación del personal y complica también su administración, dado que hay que llevar cuentas para una variedad de IFI con procedimientos algo diferentes.

52 Combinación de expertos en la TCI en determinados años (con exclusión del Director)

  Econ./ Finanzas Agro-nomía Inge-niería Gana-dería Medio

amb.

Pesca Activ.

forest.

Crédito Sociología Instituciones Información Computadoras
1993 45 17 8 2 1 2 4 2 3 1 1 1
1994 37 16 8 2 1 1 3 3 3 1 1 1
1996 46 14 8 2 2 1 3 3 4 1 1 1
1998 51 9 10 2 3 1 4 1 4 1 1 1

53 La Dirección tiene especial cuidado de seleccionar y contratar candidatos prometedores mediante contactos y referencias de funcionarios, listas de consultores (la Dirección tiene una categoría especial de misión de prueba) y la utilización de vacantes del registro para crear listas de candidatos (en particular agrónomos, economistas e ingenieros).

54 Suecia, Bélgica y Francia (suma global gastada en 1996-1998: 667 000 dólares EE.UU.)

55 Documentos Técnicos de la colección que se han publicado hasta la fecha: Nº 6: The Design of Agricultural Investment Projects. Lessons from Experience; Nº 7: Guidelines for the Design of Agricultural Investment Projects;
Nº 8: Financial Analysis in Agricultural Project Preparation; Nº 9: Sociological Analysis in Agricultural Investment Project Design; Nº 10: Agricultural Investment to Promote Improved Capture and Use of Rainfall and Dryland Farming; Nº 11: Guidelines for Planning Irrigation and Drainage Investment Projects.

Documentos Ocasionales de la colección que se han publicado hasta la fecha: Nº 1: Financial analysis of banking institutions; Nº 2: Improving rural financial markets for developing micro-enterprises; Nº 3: Irrigation water management briefs - 100 collected papers; Nº 4: Irrigation investment briefs - 14 collected papers; Nº 5: Recapitalization of soil productivity in Sub-Saharan Africa; Nº 6: Asessing the adoptability of improved crop production technologies by small farmers: the case of Lesotho; Nº 7: Lesotho: A note on the Machobane system; Nº 8: Formulation of an agricultural sector investment program (ASIP) for the mountain areas of Lesotho; Nº 9: Paraguay: Financial and economic implications of no-tillage and crop rotations compared to conventional cropping systems.

56 Estos seminarios internos de capacitación se preparan y analizan de manera sistemática (las evaluaciones disponibles de los participantes indican un alto grado de satisfacción al respecto). En diciembre de 1998 se concluyó un plan de evaluación de las necesidades de capacitación de la TCI. En el caso del personal de las IFI, la capacitación suele organizarse con ocasión de viajes en comisión de servicio a la Sede de la FAO por otros motivos, con lo que se ahorran gastos de viaje.

57 El resumen recoge las observaciones de los Sres. Y. Bouarfa (FIDA), G. Howe (FIDA) y A. Seth (Banco Mundial).

Previous PageTop Of PageNext Page