Declaración del Director General


Los cambios acelerados que se están registrando en las funciones de los gobiernos y de la sociedad civil obligan a la FAO a adoptar una nueva perspectiva por lo que respecta a las asociaciones. Como se subraya en el Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, el compromiso de la sociedad civil será indispensable para conseguir la meta de reducir a la mitad, para el año 2015, el número de personas expuestas a la inseguridad alimentaria. Aunque la FAO es una institución intergubernamental, esta Organización coopera desde hace mucho tiempo con organizaciones no gubernamentales (ONG). Al tiempo que se reafirma la responsabilidad central de los gobiernos nacionales en la consecución de la seguridad alimentaria de sus ciudadanos, es preciso aprovechar la capacidad de la FAO de relacionarse con una gran variedad de grupos diferentes.

La posibilidad de que la Organización pueda ampliar sus actividades de asociación y la necesidad de llevar a cabo esa labor me indujeron a encargar un examen exhaustivo sobre la cooperación de la FAO con las ONG y otras organizaciones de la sociedad civil, bajo la coordinación de la Dependencia de Cooperación con el Sector Privado y las ONG (TCDN), en consulta con nuestras dependencias técnicas y oficinas descentralizadas, así como con asociados externos. El objetivo del examen era formular directrices normativas y estratégicas adaptadas a los retos que deberemos afrontar en los años venideros. Los resultados de la labor realizada se presentan en este documento.

Los elementos en los que se basan la estrategia y el plan de acción se pueden agrupar en torno a tres interrogantes: ¿por qué debe procurar la FAO reforzar las relaciones con la sociedad civil?; ¿qué organizaciones deben ser incluidas bajo la expresión "sociedad civil"?; ¿cómo se debe reforzar esa relación?

Una asociación más estrecha con las ONG y con otras organizaciones de la sociedad civil harán más válidas y equitativas las decisiones adoptadas bajo los auspicios de la FAO, garantizando que se tomen en consideración los intereses de todos los sectores sociales y alcanzando un consenso entre los interesados en el desarrollo. Esta cooperación debe comportar también una aportación considerable a las actividades normativas de la Organización y mejorar la eficacia de nuestro programa de campo, aprovechando los conocimientos especializados y la experiencia de las ONG y otras organizaciones de la sociedad civil. Esto contribuirá a conseguir recursos adicionales para alcanzar las metas comunes de la seguridad alimentaria y, además, fomentará la conciencia sobre la labor de la FAO, contribuyendo a que la Organización sea más conocida por un público más amplio.

Considero que, a cambio, la FAO puede ofrecer a la sociedad civil un valioso apoyo técnico e institucional, y contribuir a reproducir en otras partes los sistemas experimentados por las ONG y a mejorar el acceso a la información y los procesos de adopción de decisiones.

Es necesario identificar en el sector, heterogéneo y en rápida expansión, de la sociedad civil, organizaciones pertinentes para distintos tipos de cooperación, y esta publicación sienta las bases para ello. Dada la limitación de los recursos, la FAO debería centrar su atención en una serie de socios prioritarios, tales como organizaciones que representan a grupos importantes, por ejemplo, los agricultores y los consumidores, y ONG intermediarias, técnicamente competentes, que pueden comprometerse a desarrollar una cooperación permanente con la FAO. Sea cual fuere la organización, las asociaciones deben respetar los principios básicos de coherencia con el mandato de la FAO, existencia de intereses y objetivos compartidos, trasparencia y responsabilidad.

En este proceso de examen se han identificado estrategias y actividades importantes en cuatro esferas diferentes: el intercambio y análisis de información; el diálogo en materia de políticas; los programas de campo y la movilización de recursos. Estamos firmemente decididos a llevar a término esas estrategias y actividades en consulta con nuestros asociados. El reto para la FAO consiste en promover la cooperación con una sociedad civil cada vez más floreciente, en esta época de reducción de los recursos reales. Para afrontar este desafío, debemos seleccionar estratégicamente los asociados y las actividades, promoviendo la coordinación y la cooperación entre las ONG y otras organizaciones de la sociedad civil, con el fin de multiplicar el diálogo y el ámbito de actuación. Además, estas organizaciones deben participar en la responsabilidad de planificar y ejecutar programas y de movilizar recursos. Es importante también que los representantes de la FAO en los países se aseguren de llegar a las organizaciones nacionales más próximas a la población rural.

El deseo de dejar a las generaciones futuras un mundo mejor que el que recibió esta generación ha impulsado muchas de las acciones más generosas de la raza humana y cobra nuevo impulso a medida que avanzamos hacia el próximo milenio. Con la publicación de este documento de política y estrategia, la FAO aspira a alcanzar un pacto con la sociedad civil para trabajar conjuntamente para conseguir un mundo mejor.


Jacques Diouf
Director General de la FAO