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INTRODUCCIÓN DEL DIRECTOR GENERAL

Tengo el honor de presentar a la Conferencia las propuestas relativas al Programa de Labores y Presupuesto para 2000-2001

No cabe duda de que los lectores que recuerden los voluminosos predecesores de este documento notarán inmediatamente que esta versión es más concisa. Este cambio es la respuesta directa a las preocupaciones expresadas durante la última Conferencia con respecto a la longitud de este importante documento. Coincide también con los esfuerzos generales realizados en todo el sistema de las Naciones Unidas, ya que tanto los Órganos Rectores como la Secretaría tratan de invertir la tendencia de los Programas de Labores y Presupuesto a parecerse cada vez más a enciclopedias repletas de detalles frecuentemente difíciles de digerir. La forma de presentación de los programas de trabajo y presupuesto debe cumplir su finalidad proporcionando las cifras y las opciones de programas que son fundamentales para los debates de política entre los Miembros. Las principales medidas adoptadas para mantener un tamaño más manejable del documento fueron la eliminación de las listas detalladas de los productos previstos y varios anexos que hasta ahora se incluían. Esto no implica ninguna pérdida de información para los interesados, ya que pueden obtenerse tales detalles en todos los idiomas de la FAO en el lugar de Internet de la Organización.

Además de esta simplificación claramente evidente, vale la pena destacar que esta versión del Programa de Labores y Presupuesto tiene en gran medida un carácter de transición. Se presentará también a la Conferencia el Marco Estratégico que abarca el período 2000-2015 para que lo examine y lo apruebe. Es posible que alguien habría esperado encontrar un vínculo directo entre los dos documentos. Sin embargo, hasta que puedan ser refrendados por los Miembros,

las orientaciones generales de política a largo plazo y los correspondientes objetivos propuestos en el Marco Estratégico no pueden utilizarse como autoridad formal para redactar las propuestas del programa y presupuesto. Sólo a lo largo del próximo bienio los Miembros se hallarán en condiciones de apreciar los beneficios de una familia de documentos plenamente articulada, desde el Marco Estratégico, pasando por el Plan a Plazo Medio, hasta el Programa de Labores y Presupuesto bienal, a los que seguirán los correspondientes informes de rendición de cuentas de lo realizado.

No obstante, como el personal que ha trabajado en la formulación del Marco Estratégico y del Programa de Labores y Presupuesto es el mismo, las ideas y el trabajo analítico en que se basan son ampliamente coherentes al afrontar tanto la perspectiva a plazo más largo como las necesidades más inmediatas para la acción en el próximo bienio.

Aunque tiene carácter de transición, este Programa de Labores y Presupuesto sigue ajustándose firmemente a los principios del régimen modernizado de planificación y presupuestación, aprobados por la Conferencia en su 29º período de sesiones de noviembre de 1997. Sobre la base del limitado experimento piloto incluido en el Programa de Labores y Presupuesto para 1998-99, se ha aplicado el enfoque revisado de programación a todos los programas sustantivos de la FAO. Quedo a la espera de la respuesta de los Miembros a esta nueva presentación para obtener orientaciones con vistas a su perfeccionamiento ulterior.

La formulación del texto completo del Programa de Labores y Presupuesto no ha sido fácil, teniendo en cuenta la variedad de deseos y expectativas expresados en el Consejo con respecto al nivel deseable de recursos para el próximo bienio, como consecuencia de la división de opiniones entre los Miembros. En tales circunstancias, la Secretaría tiene el deber de prestar atención a los distintos puntos de vista expresados por los Miembros y, por lo tanto, este documento contiene tres escenarios que se someten al examen de la Conferencia. Para facilitar la referencia, se han utilizado las siglas de CR (crecimiento real), CRC (crecimiento real cero) y CNC (crecimiento nominal cero). Aunque el cuerpo del documento expone más ampliamente las propuestas de CRC, se explican plenamente los tres tipos de propuestas en las secciones introductorias, en particular, en la sección sobre las Líneas Generales del Programa.

En todos los escenarios mencionados, se insiste debidamente en reflejar las recomendaciones formuladas durante las pasadas reuniones de los Órganos Rectores y Asesores de la FAO. Además del Plan de Acción aprobado por la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, que se hallaba aún vivamente presente en su memoria, el personal de la FAO pudo beneficiarse de un caudal de orientaciones especialmente rico. Tales orientaciones procedían del ciclo de Conferencias Regionales del año pasado, de las reuniones de los Comités Técnicos del Consejo celebradas a comienzos de este año, completadas por varias reuniones ministeriales importantes y, por supuesto, de las directrices marcadas por el Consejo mismo y por los Comités del Programa y de Finanzas.

Las soluciones de compromiso y las transacciones son la esencia de cualquier actividad de formulación de un presupuesto. Resultan especialmente difíciles ante las limitaciones impuestas por los parámetros del CRC, e incluso aún más del CNC. Es evidente que, cuanto menos recursos totales se tengan, más difícil resultará a los departamentos y oficinas de la FAO afrontar todas las prioridades identificadas y las actividades específicas que se solicitan de esta Organización. Un ejemplo significativo son las mejoras exigidas en la cobertura de idiomas dentro de la amplia gama de actividades sustantivas de la FAO. Es evidente que podrían adoptarse medidas correctivas más amplias en un escenario de RG. Sin embargo, incluso en el escenario de CNC presentado en este documento, se ha hecho un esfuerzo deliberado para iniciar al menos los progresos en la dirección adecuada, como parte de un programa a plazo más largo.

En la introducción al Resumen del Programa de Labores y Presupuesto, indiqué que consideraba éste como un presupuesto esencialmente de consolidación. Por desgracia, como señalé al Consejo, no ha ocurrido así. El aumento de la demanda de los servicios que se esperan de esta Organización, unido a la posibilidad de que disminuyan aún más los recursos, me ha obligado a acelerar la aplicación de las estructuras administrativas y operativas revisadas, tanto en la Sede como en las oficinas regionales, si bien nos hallemos todavía en proceso de aplicar los nuevos sistemas que se necesitan para apoyarlos. De lo contrario, habría sido necesario reducir permanentemente la plantilla del personal dedicado al trabajo técnico. En los dos escenarios de CRC y CNC, y evidentemente más aún en este último, los ahorros adicionales previstos en los sectores administrativo y operativo se han utilizado para evitar la eliminación de puestos técnicos. En lugar de ello, las propuestas reflejan la financiación insuficiente de una serie de puestos vacantes como medida temporal para 2000-2001 solamente, cuya plena financiación deberá restablecerse en el bienio 2002-2003. También el nivel de los recursos distintos de los de personal (es decir, consultores y viajes) se ha reducido en los parámetros de CNC con respecto a los sectores del programa que no se designan como protegidos.

Sin embargo, aunque la pronta aplicación de este cambio estructural evitaría las peores consecuencias para los programas técnicos, entraña ciertos riesgos. Habría sido preferible haber aplicado ya plenamente los nuevos sistemas, haber estudiado las oportunidades derivadas de la simplificación de los procesos y después haber diseñado las nuevas estructuras basándose en esos conocimientos. En realidad, ha sido necesario hacer hipótesis y basarse en una previsión de su realización.

Las propuestas descritas en este documento no pueden considerarse independientemente de la evolución de unos mercados monetarios especialmente volubles. Las irregularidades de los tipos de cambio, además del elemento preocupante de incertidumbre que acarrean a la gestión de un organismo internacional que debe funcionar en un contexto multimonetario, pueden ejercer una excesiva influencia en las decisiones presupuestarias. La necesidad de afrontar tres escenarios, unida a los posibles efectos de las diferencias en los tipos de cambio entre la lira y el dólar estadounidense, complica la comprensión de las propuestas. Por ello, es esencial aclarar la imagen general ya desde el principio, trascendiendo la información mucho más detallada que se facilita en las secciones de las Líneas Generales del Programa y del Presupuesto.

De acuerdo con el principio de presentación integrada de los ingresos, aprobado por la Conferencia, se observará que la mayoría de las cifras de este documento se refieren al programa de trabajo total. No obstante, es indudablemente útil centrar aquí la atención en la Consignación Presupuestaria Ordinaria neta, ya que es la que influye en las cuotas asignadas a los Miembros.

Por consiguiente, el CRC implica la realización de una estimación exacta de los aumentos de costos previstos y añadirla a la cuantía del presupuesto de 650 millones de dólares EE.UU. aprobado para el presente bienio. Utilizando el mismo tipo de cambio (1 690 liras por dólar estadounidense) aprobado por la Conferencia en noviembre de 1997, la provisión para aumentos de costos se estimó anteriormente en 34,7 millones de dólares EE.UU. Sin embargo, los Comités del Programa y de Finanzas y el Consejo pidieron a la Secretaría que tuvieran en cuenta otros tipos de cambio entre la lira italiana y el dólar estadounidense distintos del establecido por la Conferencia hace dos años. Por ello, como se previó en el 115º período de sesiones del Consejo, se ha supuesto un tipo de cambio presupuestario de 1800 liras por dólar, con arreglo al cual se han estimado los aumentos de costos, teniendo en cuenta asimismo la última información disponible. La estimación resultante es de 14,9 millones de dólares EE.UU. y la correspondiente consignación del presupuesto ordinario según el CRC, de 664,9 millones de dólares EE.UU.

Por definición, el CNC implica que la consignación presupuestaria para el próximo bienio deberá mantenerse en la misma cuantía total, es decir, 650 millones de dólares EE.UU. Por consiguiente, implica la absorción completa de los aumentos de costos previstos de 14,9 millones de dólares EE.UU. El procedimiento para afrontar las reducciones necesarias se explica de forma completa en la sección de las Líneas Generales del Programa.

Por último, el escenario de CR propuesto incluye actividades por valor de 22,6 millones de dólares EE.UU. para satisfacer las solicitudes de los Órganos Rectores y asesores, que no podrían satisfacerse en las condiciones del CRC. Por consiguiente, implicaría una consignación neta del presupuesto ordinario de unos 687 millones de dólares EE.UU.

Se vuelve a subrayar que estas cifras se basan en un tipo de cambio provisional de 1 800 liras por dólar estadounidense, que en el momento de redactar (comienzos de agosto de 1999) se aproxima a los tipos corrientes. Cualquier variación con respecto a este tipo en la época en que se celebre la Conferencia entrañaría una revisión de la estimación del aumento de costos y, por consiguiente, una serie revisada de cifras para definir el CRC y el CR, así como los recortes necesarios para alcanzar el CNC.

Los Miembros tienen así el contexto, con los hechos objetivos y las cifras, en que tendrán que decidir la cuantía de los recursos que estén dispuestos a conceder a esta Organización para el bienio 2000-2001. Al estar tan cerca del nuevo milenio, es casi un lugar común y quizás algo consabido, evocar su significado simbólico. Sin embargo, los símbolos tienen mucho valor en una sociedad sobrecargada de información. Confío en que los Miembros opten por transmitir un mensaje positivo a quienes esperan la asistencia que necesitan recibir con urgencia de esta Organización. Pero aún quienes son suficientemente afortunados para no necesitar esta asistencia directa esperan que la FAO sea un centro de excelencia y un faro que guíe y apoye una cooperación internacional fructífera en un sector económico fundamental con repercusiones decisivas en el medio ambiente natural. A mi modesto entender, es preciso detener el estancamiento de los recursos experimentado por la FAO en los últimos años, que en realidad supuso una reducción en valores reales.

Jacques Diouf
Director General

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