VI. Conclusiones y recomendaciones del taller
Debido a las múltiples funciones de la mujer como productora, madre y administradora del hogar, algunos conceptos y definiciones convencionales no captan ni miden todos los aspectos del trabajo y de la situación de las mujeres. En el plano internacional se han examinado y adoptado, en algunos casos, nuevos conceptos, pero a nivel de los países todavía no se ha dado completamente su adopción. Bajo esta perspectiva, los participantes en el Taller sobre Estadísticas con Enfoque de Género, analizaron algunos problemas conceptuales que aún están sin resolver y elaboraron las siguientes recomendaciones al respecto.
1. Hogar y Jefatura de Hogar
La definición de hogar actualmente utilizada en los países sigue las recomendaciones de la Oficina de Estadística de las Naciones Unidas. Se consideró que el concepto es adecuado y por lo tanto debe seguir utilizándose. Específicamente, la definición es la siguiente:
"Hogar: es una persona o grupo de personas, sean parientes o no, que ocupan la totalidad o parte de la vivienda, comparten la comida y satisfacen en común otras necesidades básicas". (Naciones Unidas, 1984).
Sin embargo, es importante tener en cuenta la diferencia que existe entre hogar y familia Mientras en el hogar sus miembros no necesariamente tienen relaciones consanguíneas, en la familia existen los lazos consanguíneos entre todos los miembros de ella.
El concepto de jefe de hogar, por el contrario, ha sido objeto de debate durante largo tiempo debido a que la definición y los criterios utilizados actualmente para identificar al jefe del hogar tienden a excluir a las mujeres de este papel. Básicamente, existen dos tipos de definiciones para jefe del hogar. En primer lugar, está la autodefinición o definición en términos demográficos según la cual:
"Jefe del hogar es la persona que se designa a si misma como jefe o que es designada o reconocida como tal por los demás miembros del hogar"
En segundo lugar, está la definición en términos económicos, según la cual:
"Jefe del hogar es el mayor aportante de ingresos o el responsable económico del hogar; es decir, el que sostiene económicamente al hogar"
Los países en general utilizan la definición de jefe demográfico, especialmente en las encuestas de hogares. Este concepto tiene su origen en los censos de población con objetivos primordiales de facilitar la e numeración de todos los miembros del hogar. Por lo tanto, su utilización con fines de análisis sobre relaciones de poder, de autoridad o de responsabilidad económica al interior del hogar no es adecuado. Es necesario tener en cuenta que este concepto implica respuestas subjetivas por parte de los entrevistador en algunos casos, facilita la interpretación arbitraria por parte de los enumeradores, quienes tienden a excluir a las mujeres de este rol. Por estas razones se sugirió que se eliminara el concepto de jefe de hogar y se utilizara un "referente" o un "informante" que podía ser cualquier miembro del hogar. Sin embargo, esta opción complicaría los operativos de campo y podría afectar la calidad de la información.
En cuanto a la definición de jefe económico se piensa que en los hogares, y especialmente en los pobres, no existe un sólo responsable sino que el hogar es un sistema o unidad socioeconómica compleja en la cual todos los miembros hacen aportes económicos significativos al ingreso total del hogar y juegan papeles importantes en el ámbito social del hogar. Por lo tanto, el concepto económico tampoco es adecuado ya que identificaría un sólo aportante. Se consideró que análisis específicos enriquecen más el conocimiento de los hogares que la sola identificación de un jefe. De una parte, análisis sobre los perceptores de ingreso (monetario y en especie) puede permitir una aproximación a la identificación del responsable o responsables económicos del hogar. De otra, análisis sobre las características sociodemográficas de todos los miembros del hogar permite identificar la composición y la tipología del hogar. Estos análisis se basan en información recogida sobre todos los miembros del hogar y no está limitada a la identificación de un sólo miembro como "jefe" del hogar.
Resulta prácticamente imposible dar una definición que sea ampliamente aceptada por todos los países. Dada la connotación que el concepto tiene, el taller recomienda:
- Hacer una revisión del concepto teniendo en cuenta tanto los criterios de responsabilidad económica como de autoridad reconocida;
- Fomentar procesos de sensibilización y capacitación de los encuestadores sobre el enfoque de género con el fin de limitar o eliminar la identificación arbitraria del hombre como jefe del hogar;
- Introducir en el lenguaje de las encuestas "el/la" jefe del hogar.
2 Unidad de producción agrícola y Sistema de producción
Actualmente los países toman la unidad de producción agrícola como la explotación agrícola, cuya definición es dada por la FAO así:
"La explotación agrícola es una unidad económica de producción agrícola bajo una gerencia única, que comprende todo el ganado mantenido en ella y toda la tierra dedicada total o parcialmente a fines agrícolas, independientemente del titulo, forma jurídica o tamaño" (FAO, 1986).
Sin embargo, tal definición tiene algunas especificidades por países. Por ejemplo, en Ecuador se considera sólo la unidad de producción agrícola con una extensión no menor de 100 metros cuadrados. En estos casos, se recomienda ampliar el concepto de tal forma que se elimine el tamaño mínimo y se incluyan situaciones en donde la vivienda puede estar o no incorporada a la unidad de producción.
En cuanto al sistema de producción, se considera que la definición debe incorporar al conjunto de actividades económicas agropecuarias y de relaciones sociales que permitan el proceso de producción y de reproducción de la unidad agropecuaria.
Por lo tanto, el taller recomienda:
- Respetar la definición de unidad de producción agrícola (UPA) dada por la FAO (1986).
- En los países en que sea necesario, debe ampliarse el concepto de tal forma que no se generen restricciones al tamaño de la explotación para que la vivienda pueda o no estar incorporada en la UPA.
3. Productor
Actualmente los países utilizan la definición dada por FAO, que es:
"Productor es una persona civil o jurídica que ejerce el control administrativo sobre las operaciones de la explotación agropecuaria y adopta las principales decisiones acerca de la utilización de los recursos disponibles. El productor tiene la responsabilidad técnica y económica de la explotación y puede ejercer sus funciones directamente o delegar las relativas a la gestión cotidiana de los trabajos en un gerente contratado y agricultor" (FAO, 1986).
Se consideró que esta definición conlleva sesgos. De una parte, dentro de la explotación agropecuaria existen varios participantes y no uno solo. Cuando los diferentes participantes pertenecen al mismo hogar, y debido a que por definición debe identificarse un sólo productor por hogar, generalmente se identifica al hombre, dada la idea preconcebida de que el hombre es la persona más fuerte del hogar, mientras que las mujeres pierden su condición de productoras. Esto origina una subestimación del número de mujeres con responsabilidades importantes en las explotaciones. De otra parte, el concepto especifica que el productor ejerce el control sobre "toda" la explotación, cuando en realidad puede estar compartiendo el control con otros miembros del hogar. Por lo tanto, se considera que en el proceso de identificación del productor debe considerarse la posibilidad de que exista mas de un productor(a), caso en el cual debe especificarse quien hace qué dentro de la unidad agropecuaria, y que el concepto debe reflejar el hecho de que el productor pueda controlar todo o una parte de la explotación.
Así, el taller recomienda:
- Modificar el concepto de productor, ampliándolo, en los siguientes términos:
"Productor es una persona civil o jurídica que puede o no ejercer el control administrativo sobre las operaciones de toda o una parte de la explotación agropecuaria y adepta las principales decisiones acerca de la utilización de los recursos disponibles. El productor tiene la responsabilidad técnica y económica de toda o una parte de la explotación y puede ejercer sus funciones directamente o delegar las relativas a la gestión cotidiana de los trabajos en un gerente contratado y agricultor".
- Revisar los procedimientos identificación del productor de tal forma que se puedan indentificar uno/varios productores(as) en una unidad agropecuaria, aunque procedan del mismo hogar, especificando quien hace qué dentro de la unidad agropecuaria. Podría denominarse productor "intensivo" cuando el productor es uno solo, o productor "extensivo" cuando son dos o más productores que comparten la unidad de producción.
- Debe obtenerse información sobre los recursos humanos que trabajan en la explotación, sean o no miembros del hogar del productor.
- Agregar una sección en el instrumento de las encuestas agropecuarias que recoja información socioeconómica sobre todos los miembros del hogar del productor.
- Incorporar "el/la productor(a)" en el lenguaje de las encuestas de producción agropecuaria.
4. Actividad Económica (Población Económicamente Activa e Inactiva: Trabajo)
La definición de fuerza de trabajo utilizada por los países es la actualmente recomendada por la OIT, la cual incluye revisiones y ampliaciones a la definición tradicional mediante la cual se subestimaba el trabajo de las mujeres. Según la nueva definición:
"Población económicamente activa (PEA) incluye a todas las personas de ambos sexos que suministran la oferta de trabajo para la producción de bienes y servicios económicos tal como se definen en el Sistema de Cuentas y Balances Nacionales (SCN) de las Naciones Unidas, durante un periodo de tiempo especificado" (OIT, 1988).
Según el SCN, "la producción de bienes y servicios económicos incluye toda la producción y elaboración de productos primarios ya sea para el mercado, para el trueque o para el propio consumo" (OIT, 1988). En el caso de la elaboración de productos primarios sólo para el propio consumo, esta actividad se considera económicamente activa cuando los productos primarios sean elaborados por los propios productores. Según esta nueva definición, la mayoría de las actividades orientadas hacia la subsistencia, que generalmente realizan las mujeres, deben considerarse como actividades económicas. Por lo tanto, se considera en este taller que el concepto está ajustado y no tiene implicaciones negativas desde la perspectiva de género. Es necesario, sin embargo, que esta nueva definición se aplique en todos los países, ya que en algunos países como Colombia, se tiende a dar más importancia al trabajo remunerado y a subestimar el trabajo en la producción para el consumo.
La actividad económica de la mujer, en el sector agrícola, tiende a subestimarse debido a que muchas de las actividades de las mujeres se consideran como trabajo doméstico. Aún las mismas mujeres tienden a considerar sus actividades como no-económicas. Muchas de ellas se clasifican como económicamente inactivas dada su posición en el hogar, sin analizar SU actividad real. Se considera necesario, entonces, concientizar a las mujeres sobre sus propias actividades económicas. La identificación de actividades secundarias contribuye a hacer más visible sus aportes.
La actividad económica se investiga en todas las personas que superan una edad específica. La cota mínima para definir la población en edad de trabajar es diferencial entre países. En algunos se toma desde los 6 años, como en el caso de Bolivia y Perú, mientras que en otros, como en el caso de Colombia, se incluye la población desde los 10 o 12 años. Se llegó a considerar que no debería existir una cota mínima, sino que debería recogerse información para toda la población y definir la edad a posteriori.
Dadas las consideraciones anteriores, el taller recomienda:
- Utilizar en los países el nuevo concepto de actividad económica recomendado por la OIT (1988), con el fin de captar mejor las actividades de las mujeres en la agricultura.
- Fomentar y sensibilizar a la población para que las mujeres mismas declaren el trabajo que realizan.
- Para los países que aún no lo hacen, agregar en las encuestas de hogares una serie de preguntas filtros a la población inicialmente clasificada como inactiva, para captar mejor las actividades económicas.
- La definición de la edad mínima para la fuerza de trabajo debe quedar abierta a la decisión de cada país pero tomando en cuenta la situación real de los menores trabajadores.
5. Categorías de Ocupación y Actividades de Ocupación
En la PEA, las categorías de ocupación se refieren a categorías que generan un ingreso. Esto es aceptado en los países pues se considera que tal desagregación no tiene implicaciones negativas para la clasificación de las mujeres trabajadoras. En cuanto al listado de las actividades de ocupación, se considera que los códigos existentes no permiten clasificar las actividades secundarias. Existen también problemas en los manuales del encuestador que no le facilitan una correcta clasificación de las actividades secundarias.
Por lo tanto, el taller recomienda:
- Solicitar formalmente a los organismos internacionales, especialmente a la OIT, una revisión del listado de ocupaciones de tal forma que se involucren las actividades secundarias.
- Revisar los manuales de los encuestadores para que se incorporen instrucciones que permitan identificar actividades secundarias de transformación y otras actividades agropecuarias.
6. Trabajo Permanente, Temporal y Ocasional
Los países utilizan las definiciones dadas por la FAO, según la cual:
"Trabajador permanente es una persona cuyos servicios se utilizan de manera regular y continua durante el año agrícola en labores agrícolas de explotación. Un trabajador ocasional es uno que del que no se espera que trabaje en la explotación con carácter regular y continuo, aunque puede ser contratado también en uno o más ocasiones durante el año agrícola" (FAO, 1986).
De acuerdo con esta definición, los trabajadores contratados por un largo periodo se clasifican como permanentes, mientras que los trabajadores contratados por un periodo breve son trabajadores temporales. De hecho, el periodo de referencia en la definición de la PEA es un aspecto fundamental en la medición del trabajo en la agricultura. Un periodo de referencia corto, una semana, es muy probable que excluya a muchas mujeres y hombres que realizan trabajos estacionales, y que sólo se capten los trabajadores permanentes. Por lo tanto, en las actividades agrícolas, es indispensable utilizar un periodo largo de referencia para registrar el trabajo de los hombres y de las mujeres. A pesar de esto, en algunos países se utiliza la semana anterior como periodo de referencia para medir la actividad económica en el sector rural.
Dadas las consideraciones anteriores, este taller recomienda:
- Ampliar el periodo de referencia, en las encuestas de hogares rurales, al año agrícola que coincide con el ciclo de producción agropecuaria.
7. Oficios del Hogar
En algunos países de la región se utiliza la categoría "amas de casa" dentro del listado de actividades de la Población Económicamente Inactiva (PEI) para referirse a los oficios del hogar. Se considera que ésta denominación de "amas de casa" tiene un sesgo implícito y que por lo tanto debe reemplazarse por "oficios del hogar". Dado que actualmente no existe una definición clara para los oficios del hogar, se considera necesario definir explícitamente el concepto y listar las actividades propias de él para que se incorporen también actividades realizadas por los hombres.
Los oficios del hogar son actividades realizadas para el autoconsumo. Existen propuestas para involucrar las actividades de oficios del hogar dentro de la PEA Esto haría necesario incorporar también la producción de dichas actividades dentro de las mediciones del Producto Interno Bruto (PIB) y de las Cuentas Nacionales (CN). Las implicaciones de estas consideraciones deben analizarse antes de tomar decisiones al respecto.
Dadas las consideraciones anteriores, el taller recomienda:
- Utilizar explícitamente una definición de "oficios del hogar, de la siguiente forma:
"Oficios del hogar son las actividades propias de los quehaceres domésticos, realizadas por hombres o mujeres, que no generan productos primarios, talas como: lavar, planchar, reparar la casa, cuidar de los hijos, etc. ".
- Utilizar la categoría "oficios del hogar" y eliminar la categoría "amas de casa".
- Apoyar análisis que consideren la iniciativa de registrar las actividades de "oficios del hogar" dentro de la PEA y abrir, paralelamente, un capítulo respectivo en las CN.
8. Lenguaje
Existen dos niveles de utilización del lenguaje: conceptual y fraseo. Con respecto al primero, en los países no se hace una reflexión conceptual de las definiciones que se utilizan sino que se adoptan directamente de las recomendaciones internacionales. En cuanto al segundo nivel, es poca la atención que se presta al respecto cuando se elaboran los instrumentos de las encuestas o censos.
Por lo tanto, el taller recomienda:
- Que los países hagan un análisis de los conceptos a utilizar, los adecuen al medio, y tengan claridad de ellos antes de adoptarlos.
- Que en la elaboración de los instrumentos se tenga cuidado en el fraseo para que no se introduzcan sesgos. Por ejemplo, utilizar: jefe(a) del hogar; productor(a), etc.
Los participantes del taller consideraron que, de acuerdo con el enfoque de género, el papel de la mujer y del hombre deben considerarse dentro de varios ámbitos, dentro de los cuales se identificaron los siguientes:
1) Mercado laboral
2) Contribución a la producción
3) Salud y protección social (reproducción y bienestar de la familia)
4) Acceso a oportunidades sociales (educación, empleo)
5) Entorno familiar y social.
Sobre la base de éstos diferentes ámbitos es necesario además de introducir la dimensión de género, considerar las categorías de mujeres niñas y adultas. El taller considera necesario el promover recomendaciones a las organizaciones que manejan información de tipo social para que se introduzca la dimensión de género. Sin embargo, dadas las restricciones de tiempo del taller, las discusiones y recomendaciones se centraron en la identificación de las variables sociales mínimas que deben incorporarse en los ámbitos de la estructura laboral y de contribución a la producción.
Se consideró fundamental que los censos y encuestas agropecuarias y encuestas de hogares recogieran información básica sobre variables socioeconómicas y demográficas, para cada uno de los miembros del hogar. El taller recomienda las siguientes variables:
1. Sexo y edad
2. Estado civil
El estado civil de las mujeres está relacionado a su situación económica Se consideró importante incluir la permanencia o temporabilidad de la unión dado su impacto sobre las responsabilidades económicas del hogar y la situación de los menores dentro de la familia Muchas mujeres deben asumir la carga total del hogar cuando quedan solas.
3. Nivel de instrucción
Debe obtenerse información sobre el nivel y años aprobados de enseñanza formal. Se consideró necesario medir calidad de la educación recibida Sin embargo, para esto se necesitan desarrollos metodológicos al respecto, aunque algunos países, como Colombia, han avanzado algo en esa dirección. Estas experiencias deben compartirse con los demás países de la región.
4. Capacitación
Es importante obtener información específica sobre el tipo de capacitación, la duración y el tiempo cuando se recibió. Los tipos de capacitación a incorporar deben estar relacionadas con: el ciclo completo de la producción, desde la siembra hasta la comercialización, con actividades del hogar; y con otras actividades. Debe tenerse cuidado en cuanto al informante y a las instrucciones dadas en los manuales de los encuestadores con el fin de poder obtener información válida al respecto. El informante no deben ser terceras personas sino la persona objeto directamente.
5. Trabajo en la explotación
Con el fin de que no se subestime la aportación efectiva de las mujeres en la producción agropecuaria, se considera conveniente utilizar una matriz que permita identificar, para cada miembro del hogar, quien hace qué de las actividades dentro y fuera de la UPA, especificando por actividades y el tiempo (en meses o proporción sobre el año de producción) dedicado a cada una de ellas. Se propone una matriz en los siguientes términos, en la cual en cada celda debe especificarse el tiempo dedicado a la actividad específica:
Miembro del hogar |
Trabaja dentro de la UPA |
Trabaja fuera de la UPA | ||||
Huerta |
Parcela |
Pecuario |
Agrícola |
Pecuario |
No - Agropecuario | |
Este instrumento permite captar el sistema real de funcionamiento de la unidad familiar como unidad productiva donde cada miembro tiene un rol diferente y un aporte productivo y de ingresos.
6. Tiempo trabajado en la explotación
La información relativa al tiempo dedicado a las diferentes actividades es importante para analizar la división del trabajo por sexos y el rol de los miembros del hogar. Por lo tanto, se recomienda recoger esta información a través de la matriz propuesta anteriormente (en el punto 5) donde cada celda expresa tiempos de trabajo.
7. Formas de pago
Las mayoría de las mujeres rurales trabajan como trabajadoras familiares sin remuneración o por un pago en especie. Por lo tanto, se considera importante recoger información sobre pagos en especie con el fin de poder cuantificar los aportes de las mujeres a los ingresos totales del hogar.
8. Actividad principal y secundaria
Se consideró necesario que la información refleje la diversidad de actividades de las mujeres en la agricultura. La actividad principal, por lo general, capta el trabajo doméstico. Por lo tanto, deben formularse preguntas acerca de la actividad secundaria, visibilizándose más el trabajo productivo de la mujer. La matriz anteriormente planteada contribuye a identificar este tipo de actividades en las mujeres.
9. participación en organizaciones (cooperativas, comunitarias, políticas, etc.).
Se recomienda que las encuestas de hogares rural incluyan preguntas sobre: participación (si/no), tipo de organización y actividad que realiza la organización, cargo dentro de la organización, y tiempo (en meses) dedicado a estas actividades.
10. Acceso y control de los recursos productivos
En general, las mujeres tienen menos acceso a los recursos productivos esenciales, lo cual puede restringirles su productividad. Por lo tanto, se consideró importante obtener información sobre el acceso de las mujeres a los siguientes recursos productivos: tierra, asistencia técnica y servicio de extensión agrícola, crédito (y los requisitos para ello), ingreso (y su distribución entre las diferentes actividades del hogar), y comercialización del producto (cómo, dónde y a quién).
1. Preparación y Levantamiento de la Información
Dada la importancia de la capacitación y del operativo de campo en el proceso de generación de la información que refleje realmente el rol de la mujer en las esferas laborales y productivas, el taller recomienda:
Realizar talleres de sensibilización sobre el enfoque de género al personal involucrado en las diferentes etapas (encuestador, supervisor, crítico y codificador).
Asegurarse que en los manuales y en los cursos de entrenamiento respectivo, para las diferentes etapas, se introduzca la dimensión de género.
Aunque es necesario enfatizar el enfoque de género en todos los procesos, existen desigualdades de participación laboral entre sexos que deben superarse. Ante la existencia de las desigualdades por sexo, se recomienda promover una discriminación positiva, mediante la cual, con igualdad de capacidades, se favorezca la selección de mujeres. Esto permitiría nivelar las desigualdades existentes. Adicionalmente, se recomienda evaluar los criterios de selección del personal que participa en las diferentes etapas de la generación de información con el fin de: establecer si existen rasgos de inequidad y garantizar de que halla igualdad en la selección; e investigar las limitaciones y obstáculos que hacen las mujeres no tengan acceso a las oportunidades de trabajo en este campo.
2. Plan de Tabulaciones y Publicación
La tabulación y presentación de los resultados son etapas esenciales para el uso correcto y completo de los datos recogidos en encuestas o censos. Estas etapas son aún más importantes cuando se requiere que los datos reflejen la situación y el rol de las mujeres en comparación con el hombre. Por lo tanto, el taller recomienda:
- Realizar talleres de sensibilización sobre el enfoque de género al equipo técnico analista que define el plan de tabulados y las variables a involucrar en los instrumentos de recolección.
- Realizar talleres de sensibilización al equipo técnico externo (usuarios) que participa en la definición del plan de tabulados.
- En las encuestas de hogares, las tabulaciones deben, hasta donde lo permitan las encuestas, incorporar el cruce por la variable sexo.
- En las encuestas y censos agropecuarios, definir las variables más importantes desde la perspectiva de género para que sean involucradas en el plan de tabulación. Se considera que por lo menos deben estar las siguientes variables cruzadas por la variable sexo: quien hace qué en la unidad de producción; quien tiene acceso y control a qué recursos de producción (tierra, capacitación, crédito y servicios); aportes a los ingresos totales del hogar (especie y monetarios).
- Modernizar la forma de difusión de los resultados de los censos y encuestas de tal forma que sean de fácil manejo y acceso.
- Crear comités sectoriales como mecanismos de comunicación entre los usuarios y los productores de la información con el fin de hacerlos partícipes en la definición de variables, del plan de tabulados, de la periodicidad y de la cobertura con la cual se genera la información. Esto permite tener en cuenta las necesidades de información de los usuarios sectoriales para el diseño de política social con enfoque de género.
- Crear mecanismos para que la información producida retorne a los usuarios a nivel sectorial nacional, municipal, y académico.
- Crear mecanismos de comunicación entre los países y los organismos internacionales, como el IICA y la FAO, para compartir las experiencias en generación de información internas en cada país con el fin de evitar duplicación de esfuerzos y poder avanzar en la mejor medición de la participación de la mujer en el desarrollo económico.
3. Mecanismos de Apoyo Político
Parte del éxito en la ejecución de las recomendaciones operativas en los procesos de generación de información depende del apoyo político con que se cuente. Por lo tanto, este paso se considera importante. Al respecto, el taller recomienda:
- Realizar talleres de sensibilización sobre el enfoque de género al personal en los sectores político y legislativo, con estrategias apropiadas según los diferentes niveles de poder: ministros, niveles directivos, jefes y técnicos, líderes formales y naturales, organizaciones de base, etc.
- Propiciar el apoyo de la prensa oral y escrita y de otros canales informativos en los procesos de sensibilización sobre el enfoque de género.
- Llevar las conclusiones y recomendaciones de este taller al seminario de estadísticas que se llevará a cabo en Costa Rica del 4 al 6 de diciembre/95 con el propósito de hacer llegar a otros niveles las necesidades de requerimientos de información con enfoque de género.
- Enviar las conclusiones y recomendaciones de este taller a la FAO para que se tomen en consideración en los grupos de trabajo de la reunión del 8 de diciembre/95.
- Enviar las conclusiones y recomendaciones de este taller a la Unidad de Estadística de la FAO para que ésta a su vez las envíen a la OIT.