La desertificacion y sus causas


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Conceptos y definiciones
Causas
Fluctuaciones climáticas
Cultivo
La deforestación
El continuo aumento de la población
La recolección de combustible
El pastoreo destructivo continuo
Falta de politicas de uso de la tierra


Conceptos y definiciones


El término desertificación (también llamada avance de los desiertos, formación de desiertos, etc.) viene del francés y significa "hacer desiertos". Existen dos puntos de vista con respecto a sus causas: 1) cambios climáticos (en el sentido geológico) de largo plazo, y 2) las consecuencias destructivas de las actividades del hombre. La posibilidad de que los cambios climáticos sean responsables, ha dado origen a tantas teorías como controversias.

La climatología instrumental: la precisa ciencia moderna basada en observaciones reales comprobadas, data sólo de la mitad del siglo diecinueve, lo que no representa un tiempo suficiente para detectar cambios climáticos en términos geológicos. La desertificación avanza con rapidez en ciertas situaciones. Comparando reconocimientos realizados en 1958 y 1975 en Sudán, Lamprey observó (1975) que el límite del desierto se habla desplazado hacia el sur a un promedio de 90-100 kilómetros durante el período de 17 años. Esto representa una tasa de entre 5.3 y 5.9 kilómetros anuales. Un cambio tan acelerado de la vegetación requeriría un cambio climático de gran magnitud, cambio que sin duda se medirla con instrumentos meteorológicos.

Se ha observado que se presentan síntomas de desertificación en áreas que distan tan sólo unos pocos kilómetros entre sí o aún en áreas colindantes. Esto se ilustra en las figuras 2, 3 y 4. La figura 2 representa una vista de dos ranchos3 diferentes en la región de "sertao." en el nordeste del Brasil. La vegetación en el rancho de la izquierda se acerca a las últimas etapas del proceso de desertificación. El rancho de la derecha está dominado por vegetación deseable y estabilizadora del ambiente. Esto se debe al manejo.

La figura 3 representa una vista de un pastizal en el noroeste de México que se encuentra intacto debido a que no ha sido pastoreado, al menos no en forma intensiva, debido a la falta de agua de beber para el ganado. No existen evidencias de síntomas de desertificación. Sin embargo, el pastizal de la figura 4, que es del mismo tipo del de la Figura 3, se ha desertificado debido a la presión de un pastoreo destructivo prolongado. Estas áreas se encuentran próximas la una de la otra y las diferencias en la cobertura vegetal no podrían deberse a diferentes climas.

El cambio del clima no debe confundirse con fluctuaciones del estado del tiempo o con cambios micro-climáticos. El clima o el micro-clima es un promedio de climas a largo plazo. El estado del tiempo es la ocurrencia día a día, mes a mes y año tras año de fenómenos climáticos, tales como la precipitación, la temperatura, el viento, la humedad y la radiación. El estado del tiempo fluctúa, y es normal que se presenten períodos fríos, ondas de calor, períodos húmedos y secos y sequías. Los medios de comunicación con frecuencia se refieren a lluvia "normal", temperaturas "normales", etc. Lo único "normal" que tiene el estado del tiempo es su variabilidad. Sin embargo, para las reglones áridas y esquemas semi-áridos de sequías recurrentes, que posiblemente son de naturaleza cíclica, aparecen como "normales". Esto es importante en relación a 1a desertificación y su control.

El macroclima a el promedio de los fenómenos climáticos medidos por instrumentos metereológicos, 1a totalidad de los cuales se encuentran ubicados sobre el suelo, algunos a un metro o más sobre la superficie. El microclima es el clima en el que viven las plantas incluidas las condiciones sobre y bajo la superficie. Por ejemplo, si sólo 200 mm. de una pluviosidad anual de 400 mm. medidos en un pluviómetro, se encuentran disponibles para el desarrollo de las plantas como resultado del escurrimiento y la evaporación, las plantas de hecho están viviendo en un habitat de 200 mm. de pluviosidad, donde sólo pueden sobrevivir las xerófilas.

Los microclimas pueden cambiar, para mejor o para peor, dependiendo de las intervenciones del hombre. El hombre no puede controlar el clima y macroclima, pero sí puede controlar el microclima. Esto es fundamental para comprender en qué consiste realmente la desertificación y cómo se puede controlar y rehabilitar.

Existe la posibilidad de que haya una tendencia irreversible al calentamiento debido a un efecto invernadero que va en aumento a causa de una elevación artificial de gases atmosféricos como el dióxido de carbono, óxidos nitrosos y metano. La liberación de una cantidad adicional de CO2 en la atmósfera se debe a la utilización portentosa que hace el hombre de los combustibles fósiles. Algunos afirman que se debe mayormente a la energía que requieren los sistemas de producción ganadera, especialmente la producción de carne de vacuno en los EE.UU. No obstante, Byers (1990) calculó que la agricultura utiliza menos del 3% de la energía fósil utilizada en los EE.UU., y la producción de ganado de carne emplea directamente sólo el 5% de este 3%. También se afirma que la quema de pastizales libera toneladas de carbono en la atmósfera. Sin embargo, el factor pírico es uno de los factores involucrados en la formación de la vegetación original. Es probable que las quemas de pastizales hayan sido más frecuentes y más intensas en el pasado que en la actualidad (Billings, 1966). El consultor no aprueba la extendida destrucción y quema de bosques en América Latina.

Los rumiantes generan metano, pero no todos los rumiantes han sido domesticados. Existen millones de cabezas de rumiantes silvestres y en el pasado, en algunas situaciones, su cantidad era aún mayor que la cantidad actual de rumiantes domésticos. El bisonte americano existió en mayor cantidad que el ganado vacuno que actualmente se encuentra en las grandes planicies de los EE. UU. Las aseveraciones de que los rumiantes domésticos hacen un aporte significativo a la producción global de metano son altamente dudosas. Obviamente, cualquier tendencia al calentamiento se debe más bien al hombre que a los animales. El hombre ha causado y está causando la desertificación y sólo el hombre puede deshacer lo que ha hecho y está haciendo.

El consultor no se adhiere a las creencias populares de que los desiertos avanzan por sí solos como se da a entender con términos tales como "avance del desierto" e "invasión del desierto". La causa fundamental de la desertificación es la sobre-explotación de las capacidades de las tierras. No existe clima, sea árido, semi-árido, húmedo o muy húmedo, que esté exento del proceso de desertificación.

No es fácil definir la desertificación porque es un proceso de degradación con variantes en porcentajes, síntomas, manifestaciones, patrones y grados o etapas diversas. No obstante la dificultad, la desertificación se define como sigue: "La de los organismos originada por las intervenciones y abusos del hombre, tanto en organismos vivientes como no-vivientes, existentes en el medio ambiente de un ecosistema. El proceso está marcado por micro-aridez y erosión crecientes y productividad decreciente. El producto final es un estado desértico en que la fotosíntesis total es de poca utilidad para el hombre y la bestia."

Figura 5. Ilustración esquemática del proceso de desertificación.

Cuadro 2. Clasificación de los climas del mundo según la precipitación media anual (Wilsie, 1962).

Piecipitación media anual Clasificación % superficie del suelo
Menos de 500 Arido y semi-árido 55
500 a 1.000 Sub-húmedo 20
1.000 a 1.500 Húmedo 10
Más de 1.500 Muy húmedo 15

El producto final o última etapa del proceso de degradación se denomina "desertificado". En la figura 5 se trata de demostrar el proceso en forma esquemática. En esta figura se destacan los síntomas y manifestaciones de la desertificación El grado en que éstos se apartan de una comunidad vegetal ambientalmente estabilizada representa las etapas de la desertificación. Es posible medir las etapas o al menos estimarlas en los ecosistemas de tierras de pastoreo y, tal vez, también en otros ecosistemas.

La tasa de desertificación medida en términos de años depende de una multitud de factores que comienzan con la característica de la comunidad vegetal original y el tipo e intensidad del uso inapropiado. Un ecosistema desertificado es irreversible en cuanto a regeneración natural. Aparentemente se necesita mucho tiempo para que las tierras de pastoreo se desertifiquen a causa del sobre-pastoreo. Esto lo evidencien las tierras de pastoreo en el Cercano y Medio Oriente que tienen la historia más larga de pastoreo por ganado doméstico en el mundo. Estas tierras han sido pastoreadas durante siglos e intensamente sobre-pastoreadas durante los últimos 50 años o más. Aún así, muchas de ellas, no han alcanzado la etapa de desertificación (Véase la figura 1).

Para el control de la desertificación y la rehabilitación de las tierras de pastoreo de la región es esencial la reversibilidad o la renovación natural. La mayor parte de las etapas de degradación del proceso de desertificación como se muestra en la figura 5, son reversibles. Los planificadores y autores de políticas deben tener consciencia de este hecho e implementar las acciones apropiadas.


Causas


Un poco más de la mitad de los climas del mundo han sido clasificados como áridos y semiáridos (cuadro 2). Se hace una mayor sub-división de las zonas áridas y semi-áridas en términos generales como sigue: los desiertos reciben 100 mm o menos de lluvia, las tierras áridas entre 100 y 300 mm y las semi-áridas entre 300 y 500 mm. A continuación se incluye una clasificación de estas tres zonas de acuerdo con sus opciones de uso de la tierra en lugar del clima, como sigue:

Desierto: Pastoreo de temporada en años de pluviosidad excepcional a menos que se modifique drásticamente con riego.
Arida: Sus opciones son limitadas, generalmente tienen pastos naturales con producción ganadera extensiva. El riego es posible bajo algunas condiciones.
Semi-Arida: Levemente más opciones que las tierras áridas. Limitadas principalmente a pastos naturales y producción ganadera, pero es factible 1 a producción de cultivos alimenticios y forrajes en áreas específicas. En algunos casos también es posible el riego.

Aunque todas las zonas climáticas están expuestas a la desertificación las zonas áridas y semi-áridas en general y las áridas en particular, son altamente susceptibles, dado que sólo distan unos pocos milímetros de lluvia para ser verdaderos desiertos. Estas áreas también representan el corazón de la industria ganadera de la región.


Fluctuaciones climáticas


El clima en las zonas áridas y semi-áridas es inclemente, acentuado debido a las fluctuaciones del estado del tiempo. Normalmente hay más años en que la pluviosidad es inferior al promedio y las sequías prolongadas son frecuentes. Por ejemplo, en el nordeste de Brasil son tan frecuentes las sequías, que esta zona se denomina el polígono de la sequía. La variación climática per se, no causa la desertificación pero la acelera, especialmente cuando el hombre continúa aplicando sistemas de utilización de tierras que son soportables únicamente con pluviosidad media o superior a la media. Al no establecer planes para los años "malos" y modificar el uso de la tierra consecuentemente se acelera el proceso de desertificación


Cultivo


Aproximadamente el 7% del área total de tierra de 1a región se considera arable (FAO, 1991) . Estas tierras son capaces de sustentar el cultivo. Lamentablemente, los esfuerzos por satisfacer las demandas de una población en aumento han llevado al cultivo de tierras de pastoreo y, en algunos casos, de tierras forestales. Estas tierras son incapaces de sustentar los cultivos por diversas razones.

La práctica común de cultivar laderas empinadas causa degradación. Afortunadamente, en algunos casos el sistema de tumba - roza - quema - siembra - cosecha - desplazamiento lugar, proporciona alguna medida de protección ambiental y rehabilitación en los intervalos entre siembras. Este sistema proporciona a la población campesina algún alimento y tal vez algún ingreso. La pregunta es la siguiente: ¿qué haría esta gente si no les fuera posible la agricultura migratoria? La agricultura migratoria no constituye solamente un problema de uso de la tierra, también es un problema socio-económico que es necesario resolver. Se requiere con urgencia desarrollar sistemas agrícolas conservadores aplicables a esta situación.

El cultivo mecanizado de las tierras de pastoreo acelera enormemente el proceso de desertificación. El tractor y el arado pueden destruir los componentes vivientes y causar gran daño al componente no-viviente de un ecosistema en minutos. El cultivo continuo hasta el abandono produce condiciones de desertificación que no son aptas para el hombre ni para las bestias. Esta práctica también contribuye al sobre-pastoreo, dado que el área de pastoreo se reduce y se cultivan sólo los sitios más productivos del pastizal. Como resultado hay cada vez menos tierras para pastoreo con capacidad de agostadero cada vez más baja para una cantidad creciente de ganado.

Muchas tierras forestales, especialmente en los bosques tropicales, no pueden sustentar la agricultura. Mientras que esto está relacionado con la deforestación, los esfuerzos por convertir tierras forestales en tierras arables también pueden crear condiciones que no son aptas para el hombre ni para los animales. Es mejor establecer pastizales perennes cultivados que cultivos, debido a que se obtiene cierta estabilización ambiental. Sin embargo, se ha producido desertificación.


La deforestación


No se debe confundir la deforestación con el control del matorral. Como se dijo anteriormente, muchas de las tierras de pastoreo de la región han sido invadidas por especies leñosas indeseables que requieren gran cantidad de agua. Esta invasión es un síntoma de desertificación por el sólo hecho de alterar los regímenes de agua (véase la figura 5). El control del matorral, siempre que se realice con manejo apropiado, constituye una medida de control de la desertificación y no una deforestación ya que se está devolviendo al terreno su estado nativo inicial de pastizal.

Cuadro 3. Tasas de deforestación en paises seleccionados de América Latina, 1980-85 (Adaptado de Belk, et al., 1990B y "World Resources Institute", 1986 según cita de Belk, et al., 1990A).

País Bosque cerrado rea1989 (1.000 de ha.) Tasa anual de eforestación 198 - 85(%) Alea nualmente(1.00 ha.) Categoría
El Salvador 155 3.2 5 III
Rep. Dominicana 685 0.6 4 IV
Belize 1.390 0.6 9 IV
Costa Rica 1.665 3.9 65 I
Cuba 3.026 0.1 2 IV
Honduras 3.798 2.4 90 I
Panamá 4.206 0.9 36 I
Nicaragua 4.510 2.7 121 I
Guatemala 4.598 2.0 87 I
Ecuador 14.168 2.3 340 I
Venezuela 33.088 0.4 125 II
Bolivia 44.031 0.2 87 II
Colombia 47.370 1.7 820 I
México 47.860 1.2 595 I
Perú 70.548 0.4 270 II
Brasil 39.619 0.4 1.480 II

I = Tasas de deforestación superiores al promedio y grandes áreas deforestadas, II = Tasas de deforestación relativamente bajas, pero grandes áreas deforestadas, III = Altas tasas de deforestación y pequeñas áreas de bosque remanente y IV = Deforestación baja o moderada y pequeñas áreas afectadas.

La deforestación de bosques verdaderos en América Latina es un problema grave. El cuadro 3 muestra las tasas actuales de destrucción del bosque en países seleccionados y es probable que la destrucción continúe (Belk, et al., 1990A).

El pastoreo de ganado le hace muy poco daño a los bosques maduros, aunque puede interferir con la reforestación natural. La deforestación se debe a las decisiones del hombre de expandir los cultivos y la producción ganadera para satisfacer la creciente demanda de una población en continuo aumento (cuadro 4). El establecimiento de pastizales perennes cultivados crea un nuevo ecosistema que proporciona cierta medida de protección ambiental, siempre que en adelante los pastizales se manejen adecuadamente. De todos modos se pierden muchos de los atributos deseables del ecosistema original del bosque. Como dijo el famoso ecologista, EJ. Dyksterhuis, "un pastizal invadido por especies leñosas no es un bosque y un bosque convertido en pastizal no es una tierra de pastos".

No hay evidencia de que la defoliación del bosque tropical en la región se deba a la dieta americana (EE.UU.) de hamburguesas. Belk, et al. (1990), concluyeron que: "América Central y Brasil conjuntamente contribuyeron sólo en un 9,5% del total de las importaciones de carne de vacuno y ternera de los EE.UU. Esta cifra se puede definir aún más para indicar que menos del 0,6% del total de la carne de vacuno consumida en los EE.UU. provenía de América Central y Brasil. Es importante indicar que los aportes de Australia y Nueva Zelandia al total de las importaciones de carne de vacuno y ternera de los EE.UU. se compuso casi enteramente de carne deshuesada congelada para moler (>90% magra). Por lo tanto, un boicot total a las hamburguesas de preparación rápida solamente afectaría a las importaciones de Oceanía y no resolvería el problema de destrucción del bosque húmedo."

Más aún, los EE.UU. no aceptan carne de países con fiebre aftosa endémica o esporádica a menos que haya sido cocida previamente. Brasil exporta, a los Estados Unidos, únicamente carnes enlatadas y congeladas precocidas, las cuales no son utilizadas por los fabricantes de hamburguesas.