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Comisión VII. Los industriales

Presidente:
A.P. THOMSON (Nueva Zelandia)

Vicepresidentes:
A. PIHA (Finlandia)
A.R. JOSEPHSON (Estados Unidos)
S. KLABIN (Brasil)

Nota de la Secretaría

Moderador:
M. GONZÁLEZ MUZQUIZ (México)

Secretarios técnicos:
J. SWIDERSKI (FAO)
E. FIAÑO (Argentina)

Más de 50 memorias, de carácter general y especial. han sido preparadas para la Comisión VII. Abarcan todo el campo de las industrias forestales y un amplio espectro de problemas. Sin embargo, no se podrían tratar todos estos asuntos durante una sesión de un solo día. Necesariamente tenemos que actuar con criterio selectivo y concentrarnos en las cuestiones más interesantes para este congreso. ¿Cuáles son estas cuestiones? Evidentemente, revisten gran interés para un congreso mundial de silvicultores las modalidades cambiantes de las necesidades de madera de las industrias forestales, así como el problema, aún sin resolver, del aprovechamiento de algunos tipos de recursos forestales. Los aspectos socioeconómicos y ambientales de las industrias forestales están íntimamente ligados al tema fundamental del congreso: El bosque y el desarrollo socioeconómico. Por lo tanto. se sugiere que nuestra discusión se concentre en los tres temas fundamentales siguientes:

1. Tendencias y perspectivas en la utilización industrial de la madera.

2. Aspectos económicos y sociales de las industrias forestales.

3. Las industrias forestales y la conservación del ambiente.

Quizás se tropiece con algunas dificultades al intentar mantener el debate estrictamente dentro de los límites de estos tres temas. Es comprensible que ninguno de ellos puede ser tratado aisladamente de los otros, ya que se relacionan entre sí, influyen los unos en los otros y son interdependientes. No obstante, conviene hacer una subdivisión general de los temas en discusión para mayor comodidad y para no trasponer continuamente los limites de los temas en el curso del debate sin lograr la concentración necesaria para un intercambio positivo de opiniones e ideas. Esto adquiere mayor importancia porque varias de las memorias rebasan los límites de los temas fundamentales y, si procediéramos a discutirlas «por autores» en vez de «por temas», seria mucho más difícil establecer una comparación clara de las opiniones expresadas en ellas. Tienen ante ustedes una lista completa de las memorias enviadas a la Comisión VII. Figuran bajo los títulos de los temas fundamentales correspondientes, pero, por supuesto, muchos de ellos se pueden aplicar a otros temas considerados.

Es necesario destacar que el hecho de que algunas memorias reciban algo menos de atención en la exposición siguiente no significa en modo alguno que sean menos importantes; ello se debe simplemente a que no entran de lleno en los tres temas que se consideran con carácter prioritario en vista de las limitaciones de tiempo. Es seguro, sin embargo, que todas estas memorias, una vez distribuidas por todo el mundo, han de llegar a las personas y organizaciones interesadas en ellas y han de lograr la repercusión esperada.

1. Tendencias y perspectivas en la utilización industrial de la madera

La estructura cambiante del abastecimiento de materia prima de madera para la industria forestal constituye una de las características más importantes del desarrollo de las tecnologías de la elaboración de la madera, por una parte, y la administración forestal, por la otra. Es evidente que la tecnología está modelada por la situación económica prevaleciente, pero la experiencia demuestra que, con el tiempo, las buenas innovaciones técnicas se difunden bastante rápidamente desde su lugar de origen a países con situaciones socioeconómicas similares. De ahí la gran importancia de intercambiar pareceres y experiencias sobre determinadas especies en ciertas zonas: lo que hoy fue posible en un lugar será quizás posible, o incluso necesario. en otros lugares mañana.

Treinta memorias presentadas a la Comisión VII tratan predominantemente aspectos concretos de la madera como materia prima para las industrias forestales: otras diez memorias (enumeradas bajo el tema 2) tocan en alguna forma la cuestión. Para facilitar su tratamiento, dividiremos el análisis en cuatro grandes secciones:

1. Necesidades cambiantes de especies madereras ya arraigadas.

2. Utilización de las llamadas «especies secundarias».

3. Madera procedente de plantaciones.

4. Investigación sobre productos madereros.

NECESIDADES CAMBIANTES DE ESPECIES MADERERAS YA ARRAIGADAS

En su memoria Koch reseña la experiencia en la elaboración de pinos del sur, es decir, los pinos rígidos oriundos de la parte meridional de los Estados Unidos.

«En la mayoría de las plantaciones de pinos, los árboles se plantan o siembran a razón de 500 o más por acre (1 acre = 0,40 ha), raleados a intervalos, y finalmente cortados a tala rasa sobre la base de la rotación más breve que permita el mercado para el cual se cultiva la madera. El pequeño diámetro medio resultante del rollizo proveniente del árbol cultivado en plantaciones constituye probablemente el factor dominante que determina las características de las innovaciones tecnológicas de la industria.»

La elaboración mecánica de esos rollizos de pequeño diámetro hizo necesaria la adopción de nuevas técnicas. La característica central de todas ellas es la máquina astilladora (chipeadora).

«Esta máquina convierte los rollizos en madera de carpintería (trozas escuadradas o costeros) eliminando la madera periférica en forma de astillas u hojuelas de pasta para tableros de partículas. No se crea ni aserrín ni planchas.»

«Con su compañera, la astilladora canteadora, esta máquina es probablemente la más importante innovación en la conversión de la madera lograda durante el siglo XX. Permite convertir económicamente en tablones rollizos de diámetros de 6 a 12 pulgadas (15,2 a 30,5 cm).»

En su memoria Giordano considera también que la máquina astilladora es «un concepto verdaderamente nuevo encaminado... a lograr la utilización integral de la madera».

La selección más adecuada de los rollizos para aserrar y para chapas es de gran importancia económica. Koch dice:

«Los rollizos tienen, por lo general, mayor valor si pueden convertirse en chapa y tablas contrachapados en lugar de madera de aserradero. Sin embargo, la fabricación de chapas sólo es generalmente rentable si los rollizos son de 12 pulgadas (30,5 cm) o más de diámetro. Esta circunstancia, junto con la capacidad especial de la máquina astilladora, está teniendo por consecuencia el establecimiento de nuevos centros de elaboración para troncos de largo completo. En esos centros, las partes inferiores del tronco se quitan para convertirlas en chapas; los raberones de hasta 6 pulgadas (15,2 cm) se convierten totalmente en astillas, y la parte intermedia - es decir entre 6 y 12 pulgadas de diámetro - se transforma en madera de aserradero con máquinas astilladoras. Se recupera así el valor máximo de todas las partes.»

Otro adelanto técnico permite un aserrado muy provechoso no solamente de los rollizos pequeños, sino también de los formados, v.gr., los rollizos torcidos de latifoliadas, etc. Esto es posible hacerlo mediante la aplicación de alimentadores aéreos, que llevan los rollizos aserrados de los extremos, suspendidos entre brazos transportadores. Este procedimiento lo describe Moul.

Los diámetros mínimos para los pinos del sur indicados en el trabajo de Koch (15 cm para aserrado y 30 cm para descortezado) representan un decidido progreso al reducir las necesidades de materia prima maderera para estos dos importantes sectores industriales.

En relación con la producción de tableros contrachapados, esto está confirmado por Cullity. Dice que la conversión económica de rollizos de un diámetro medio de 30 cm en chapa de bajo costo fue posible debido al «cambio en el mercado básico para las tablas contrachapados de la industria del mueble a la de la construcción (por lo tanto, un cambio en la calidad de la materia prima requerida), que coincidió con el desarrollo de la maquinaria eficiente para la conversión de rollizos de pequeño diámetro de los bosques artificiales». Cullity subraya también que este desarrollo «deriva básicamente del desarrollo original de la industria finlandesa tomado y adaptado a las necesidades de un bosque artificial de especies de coníferas en el sudeste de los Estados Unidos».

En materia de producción de chapas finas, Cullity insiste en la repercusión que ejercerán los sistemas de terminación de superficies y la colocación automatizada de chapas sobre las necesidades de materia prima de la industria de los tableros contrachapados. Sin embargo, no indica claramente el carácter exacto de esta repercusión; lo cual quizá podría definirse en forma más clara durante el debate.

Giordano trata este tema en forma un poco más detallada, insistiendo particularmente en el papel que desempeñan los nuevos métodos de colorear chapas de ciertas especies forestales en la industria del mueble, que requiere superficies uniformes. Pero, evidentemente, es un tema muy amplio: existen diversos materiales y métodos de terminado de superficies, diversas técnicas para su aplicación, etc. Este complejo problema general repercute directamente en la industria del contrachapado y, por ende, en todo el mercado de los tableros y merece definitivamente ser considerado durante el debate.

Acerca del tamaño de la materia prima de madera para industrias forestales mecánicas, conviene observar que los estudios detallados sobre aserrío descritos en la memoria de van der Walt, Laurens y Van Vuuren, sugieren que «las trozas de menos de 21 cm se vendan como madera para pasta y que los residuos de madera para tablones y de serrería de parque en seco se utilicen como combustible para calderas s. Esto se refiere a las plantaciones de pino en Sudáfrica, y seria conveniente que del debate pudieran obtenerse informaciones similares con respecto a otras especies y regiones del mundo.

En cuanto a la producción de tableros de partículas. Maloney y Marra tratan de las necesidades cambiantes de materia prima de madera. En los Estados Unidos, como materia prima inicial la industria de los tableros de madera pasó en gran medida de los residuos sólidos y madera rolliza a las virutas de las cepilladoras, para lo que se desarrolló una tecnología adecuada. Los autores indican que «las virutas dan un beneficio de coste de aproximadamente 19 dólares por tonelada en el proceso de producción, lo cual les concede una clara prioridad en la serie de materias primas disponibles para la fabricación de tableros de partículas.». Señalan, sin embargo, que, en los Estados Unidos, «se considera que la cantidad de virutas y recortes de tableros disminuirá, debido a que las industrias de la madera de construcción y tableros contrachapados están mejorando también sus técnicas. El mejoramiento de las técnicas de aserrío y cepillado abrasivo está reduciendo ahora la magnitud de cepillado necesario y, al mismo tiempo, la cantidad de virutas y aserrín útil. Más aún, debido a las mejoras introducidas en las técnicas de elaboración de pasta y papel, se utiliza a este fin mayor cantidad de aserrín y virutas. Por lo tanto, la industria de los tableros de partículas. tropieza con fuerte competencia para el logro de la materia prima anteriormente disponible». Esta situación competidora no ofrece, al parecer, ningún peligro para la industria de los tableros debido a que «los tableros de partículas. se encuentran en una situación más ventajosa al poder utilizar con éxito una gran variedad de materiales. En el futuro, esos materiales pueden incluir cortezas, residuos de corta, desechos industriales, desechos municipales y residuos agrícolas, todos los cuales han sido sometidos a experimentación para la fabricación de tableros de partículas».

Trutter, que examina las tendencias de la industria de los tableros de partículas. en Europa, describe cómo se inició esta industria después de la segunda guerra mundial con residuos de la madera (sin gran éxito), para alcanzar luego un alto grado de desarrollo sobre la base de madera rolliza y volver posteriormente, gracias a la creación de máquinas y tecnologías especiales, a depender casi exclusivamente de los residuos de madera. Hasta «el polvo resultante de la lijadura de los tableros de partículas. en su proceso de producción, que anteriormente se desechaba, se vuelve a utilizar para la preparación de superficies extrafinas, así como el aserrín considerado antes inútil, que se emplea para la elaboración de superficies de gran demanda».

La industria de los tableros de fibras permite el uso de una amplia gama de materiales, tal como lo señala la memoria de Asplund. Esta memoria, sin embargo, está dedicada en su mayor parte a los problemas más serios de la tecnología de producción por el método en húmedo y no trata detalladamente de las necesidades de materia prima. Tal vez este tema pueda ser objeto de nuestros debates; también seria conveniente estudiarlo en detalle con ocasión del examen de la flexibilidad, con respecto a la materia prima, del método en húmedo comparado con el método en seco en la producción de tableros de fibras.

Nos encontramos actualmente en un momento muy interesante de la evolución: vista la extendida aplicación del método en seco para la fabricación de tableros de fibra y, según lo señalan Maloney y Marra, el mayor uso de fibras en la producción de tableros de partículas. parece que la tendencia es «eliminar las diferencias anteriormente claras entre el tablero duro y el tablero de partículas.». Se contribuirla de este modo a crear un mercado especialmente prometedor para la madera de calidad inferior de este sector en expansión de las industrias forestales. Es de esperar que en el debate se pueda examinar este punto con algún detenimiento.

Giordano estudia en su memoria la evolución de las tecnologías madereras y productos de la madera según una perspectiva de los últimos dos o tres decenios. Al examinar los hechos más recientes, señala a nuestra atención los problemas que, en ese respecto, podrían definirse así maderas y plásticos - competencia o simbiosis. Uysmura, que hace referencia dentro de un contexto más general a los productos que compiten con la madera, plantea también el mismo interrogante, especialmente con relación al Japón. Indica que, por ejemplo, en Japón «la producción de bastidores de aluminio ha aumentado y, si bien la producción de accesorios de madera aumentó 1,3 veces de 1965 a 1970, la de accesorios de aluminio aumentó 7 veces; además, los accesorios de aluminio representaron el 45 por ciento de la demanda. Asimismo los perfiles de acero liviano reemplazan a las vigas de madera. También algunas partes de los muebles se sustituyen con espumas plásticas».

Uysmura, sin embargo, bosqueja una defensa de la madera: «El incremento de los bastidores de aluminio puede contrarrestarse mejorando los bastidores de madera y el terreno ganado por las vigas de perfiles de acero debido a la escasez de madera de grandes dimensiones, pero puesto que la viga de madera contrachapada o la viga forrada de madera pueden producirse racionalmente, están en condiciones de competir con las primeras. Si bien se insiste mucho en utilizar como sustituto la espuma de plástico en la producción de muebles y accesorios, el costo es considerablemente elevado y, eventualmente, esa sustitución se limitará a algunos objetos de arte industrial cuya producción demanda mucho tiempo; no es probable que en todos los campos de aplicación de la madera ésta sea reemplazada por espuma de plásticos».

Uysmura parece ser optimista acerca de la «simbiosis» de la madera con otros materiales en el futuro: «Por ejemplo, empleando una combinación de materias inorgánicas con madera contrachapada, puede producirse el material ideal para la construcción de gran solidez y más resistente a la acción del fuego. Si se inyecta plástico en la madera, es posible obtener un material con un alto grado de estabilidad y rigidez. Debe promoverse la combinación de la madera con otros materiales, reduciendo sus inconvenientes con objeto de hacer resaltar más eficazmente sus méritos. así se logrará evitar que se la reemplace con otros materiales».

En materia de pasta y papel, uno de los cambios importantes lo constituye que la industria acepte una creciente proporción de madera de fibra corta para objetivos que antes requerían materia prima de fibra predominantemente larga, por ejemplo, para la producción de papel para periódicos. Un ejemplo de este cambio se encuentra en la memoria de Picornell, donde se describe la primera fábrica de papel para periódicos en Filipinas, que utiliza principalmente residuos de madera de dipterocarpos procedentes de operaciones integradas; se proyecta emplear en el futuro como elemento adicional especies de crecimiento rápido, tales como el eucalipto o la Gmelina. Este es un ejemplo alentador para muchas otras regiones en desarrollo, donde se importa el papel para periódicos y los recursos de fibras largas resultan insuficientes para el establecimiento de una producción nacional. En el curso de los debates se hará referencia a otros casos de producción de papel para periódicos a partir de una materia prima de fibra distinta de la usada habitualmente.

La magnitud del problema de las fibras para papel de periódicos queda demostrada por algunas cifras tomadas de varias fuentes correspondientes a 16 países del sudeste de Asia y de América Latina. En cada una de estas regiones habría que crear una capacidad adicional de 2 millones de toneladas para hacer frente a la mayor demanda de papel para periódicos en 1985. Esto requeriría un gasto de inversión cercano a los 1000 millones de dólares.

Los principales problemas en cuanto a la materia prima de madera de la industria de la pasta y el papel se encuentran en el sector de la utilización de especies «secundarias», especialmente las que entran en una composición de especies mixtas en los países tropicales. En el capitulo siguiente se examinan las memorias que se refieren a este tema.

UTILIZACIÓN DE LAS LLAMADAS «ESPECIES SECUNDARIAS»

Como es bien sabido, la mayoría de los problemas concernientes a la utilización de las especies secundarias está relacionada con los bosques tropicales. Preston señala en su memoria que casi la mitad de las zonas boscosas del mundo están cubiertas por bosques de este tipo y, sin embargo, «contribuyen con menos del 20 por ciento al volumen total de madera industrial utilizada y, en consecuencia, contribuyen con mucho menos de su potencial al progreso económico de los países en que se presentan, principalmente en los países en desarrollo». Como señala más adelante, «las estadísticas compiladas por la FAO indican que los países ricos consumen aproximadamente 85 por ciento del total de madera industrial; de ésta, sólo alrededor de 3 por ciento corresponde a un número reducido de latifoliadas tropicales. Sin embargo, la demanda creciente de productos madereros en los países desarrollados, junto con la disminución de los suministros de las especies principales, las presiones crecientes para que se destinen a otros usos los terrenos forestales, y los estrictos controles del medio en los países adelantados del hemisferio septentrional, han contribuido a que se conceda una atención creciente a la utilidad de los recursos forestales tropicales. Las estadísticas que indican un aumento casi cuádruple en las importaciones de latifoliadas tropicales de los países desarrollados en los últimos 20 años ilustran la dependencia creciente en que se está con respecto a los bosques tropicales».

Las razones que motivan que se utilicen poco los bosques tropicales mixtos. a saber, su alto grado de heterogeneidad, las frecuentemente desfavorables características físicas, mecánicas y tecnológicas de la madera, las dificultades de transporte, etc., ya se han expuesto en detalle.

Un buen ejemplo de la complejidad de los problemas relacionados con la utilización de bosques tropicales heterogéneos se halla en la memoria de González Flores, Barrios y Panduro, en que se describe la situación imperante en el Perú, donde hay 65,5 millones de ha de bosques naturales de especies latifoliadas, que frecuentemente tienen más de 100 especies por ha. Este riquísimo potencial aportó en 1969 sólo 3,2 millones de m3 de madera.

Preston insiste en su memoria en que «cada vez es más importante que este recurso sea utilizado eficientemente y no en forma destructiva. Esto, a su vez, significa que ha de hallarse utilidad a un porcentaje mucho más elevado de las especies que prosperan en los heterogéneos bosques tropicales». Preston sugiere, entre los medios a que podría recurrirse para cumplir esta tarea, la creación de una central de información sobre las especies latifoliadas tropicales y su mercadeo. Aproximadamente unas 300 unidades de investigación en 50 países se ocupan actualmente de las maderas tropicales y publican un gran número de documentos. No obstante, es necesario organizar debidamente el gran caudal de conocimientos en un sistema normalizado, empleando las modernas técnicas de comunicación y de computadoras. En indudable que este tema merece especial atención en el curso del debate.

Entre las memorias presentadas a la Comisión VII, dos se refieren exclusivamente al empleo de latifoliadas tropicales mixtas en la producción de pasta y papel. Una de ellas es de Higgins y otros, Pulping of tropical hardwoods; la otra, es de Cardenas, Practical experiences in pulping mixed tropical hardwoods. La primera se ocupa de la preparación de pastas en laboratorio en Papua, Nueva Guinea; la otra incluye una descripción de la experiencia práctica recogida en la producción comercial de pasta y en la fabricación de papel por Pulpapel S.A. en Cali, Colombia, utilizando latifoliadas tropicales mixtas locales como materia prima. Parece que los bosques de Colombia son más homogéneos: aproximadamente tres cuartas partes del volumen total están constituidas por 20 especies de unas 100 existentes, en comparación con 30 de 100 especies en Papua. En ambos casos se fabricó pasta kraft. Las dos memorias coinciden en que las latifoliadas tropicales mixtas pueden proporcionar componentes de pulpa para una gran variedad de papeles y cartones. desde papel ondulado hasta papeles de alta calidad. Esta conclusión es, por cierto, muy alentadora; sin embargo, en relación con varias otras áreas forestales tropicales de todo el mundo, quedan aún pendientes de respuesta varias preguntas:

¿Dónde y cómo separar las especies madereras indeseables, recalcitrantes, por ejemplo, con una densidad muy grande, o con contenido de látex o sílice? Higgins y otros sugieren dejar las especies indeseables en los bosques; pero ¿deben acaso excluiré otras soluciones, tal como llevarlas a los caminos?

¿Cuáles son las tendencias en el mercadeo de pulpa proveniente de especies tropicales mixtas? La escasez de materia prima de fibra corta de calidad reconocida ¿facilitará el mercadeo de pulpa obtenida de latifoliadas tropicales mixtas en un futuro próximo?

¿Deben las fábricas de pasta de madera, que utilizan latifoliadas tropicales mixtas, proponerse usarlas una sola vez y reemplazarlas luego con plantaciones homogéneas? ¿O no seria aún más conveniente usar el tiempo que requiere la ejecución de un proyecto industrial para talar al ras el bosque tropical y natural y establecer un recurso de fibras homogéneas por el hombre sobre el cual basar la nueva fábrica de pasta?

Es de esperar que en el debate se logre profundizar al menos en algunos de estos importantes problemas. A pesar de las muchas preguntas que quedan pendientes, cada uno de los estudios nos proporciona respuestas concretas a algunos de los interrogantes. Para el experto forestal es interesante observar, por ejemplo. que en el estudio de Higgins y otros se sugiere la factibilidad de almacenar astillas de latifoliadas tropicales mixtas en pilas a la intemperie; la pérdida de sustancia maderera no provoca ninguna diferencia apreciable en el rendimiento para la obtención de pasta, entre los elementos atacados durante el biodeterioro se encuentran los carbohidratos que, de todos modos, se pierden fácilmente en el proceso de obtención de la pulpa. Este hallazgo puede ser importante también para otras industrias distintas de las de la pasta y el papel, por ejemplo, las industrias de los tableros de fibra y de partículas que pueden utilizar las astillas como materia prima básica.

El sector de paneles a base de madera, como consumidor en potencia de especies secundarias, ha sido tratado en la memoria de Pleydell. Reconoce claramente la tendencia del inversor de buscar «grandes volúmenes de especies simples de las mejores características posibles para la fabricación de tableros contrachapados, tableros enlistonados y tableros de partículas», reconoce que «los tableros (contrachapados y de partículas) representan una forma de utilizar las especies secundarias correctas, ya que ante todo ofrecen la forma de desviar la atención de la identidad individual de las especies para presentar al consumidor otro tipo de producto que llene las especificaciones establecidas para el mercado. La mayor parte de los conocimientos y competencia de mercado están dirigidos hacia los tableros contrachapados o tratados en otra forma y esto sigue constituyendo una nueva forma de utilizar las especies secundarias».

Booth describe tres ejemplos concretos de mercadeo satisfactorio de especies frondosas tropicales hasta ahora no utilizadas y transformadas en madera aserrada para la construcción, tableros contrachapados, chapas decorativas y elementos laminados para la construcción. Un ejemplo se refiere a la Central Timber Manufacturing Plant (CTMP) del Departamento Forestal de Guyana. La CTMP trata de expandir los mercados para madera de construcción procedentes de bosques de otras especies fuera del tradicional bebeerú. «Al concentrarse en la producción de especies de buena calidad, la CTMP se ha convertido en el productor principal del país de materiales para entarimados, revestimiento de paredes y molduras. De esta manera, con la ayuda de la FAO, el Departamento Forestal ha podido aumentar la variedad de especies utilizadas mediante la preservación por difusión de la madera aserrada verde de especies perecederas, y extenderse a la esfera del aserrío utilizando serrerías móviles en bosques de buena calidad de los que hasta ahora únicamente se habla extraído bebeerú.» Muchos propietarios de aserraderos, que inicialmente se mostraron renuentes a correr el riesgo a extraen ahora solamente especies secundarias que anteriormente llegaban al mercado sólo merced a los esfuerzos de la CTMP. Más aún, se observa actualmente una gran afluencia de esas especies secundarias a los mercados de exportación». Otro caso descrito por Booth se refiere al abedul blanco australiano (Schizomeria ovala) que tiene un sámago muy perecedero fácilmente reducido a polvo por los lictos. En investigaciones patrocinadas por el gobierno (Commonwealth Scientific and Industrial Research Organization) se utilizaron compuestos de boro para preservar el sámago, lo que permitía la producción de madera aserrada comercializable para ebanistería y muebles y para tableros contrachapados comunes. Un trabajo de investigación posterior condujo a la utilización del fluoruro de sodio en lugar del boro con fines de conservación; esto permitió la aplicación de cola fenólica a los tableros contrachapados de gran valor y a prueba de agua. Más tarde otros tipos de tratamientos para chapas (con una mezcla de pentaclorofenol y un compuesto de cobre) permitieron la producción de tableros contrachapados imputrescibles para usos náuticos y también de chapas decorativas, lo que se tradujo en una gran promoción de las antiguas especies «Cinderella». Estos dos ejemplos se refieren a especies. individuales. El tercer ejemplo está relacionado con las especies latifoliadas mixtas del monte higrofítico de Australia, que fueron convertidas con éxito, sobre una base general, en laminados para los mercados urbanos de la vivienda.

Conviene destacar que en todos estos casos las organizaciones y fondos gubernamentales desempeñaron un papel decisivo. Se espera que durante el debate se hable del papel de los distintos sectores de la economía nacional (privado, gubernamental, cooperativas) en la contribución a la solución de uno de los problemas más difíciles con que se enfrentan la forestería y las industrias forestales de muchos países tropicales: el desarrollo de la utilización y mercados para especies forestales hasta ahora no usadas. Al discutir este tema conviene tener en cuenta el enfoque de Booth respecto al aprovechamiento de las especies secundarias como un «problema de investigación y desarrollo esencialmente similar al desarrollo de la producción en una importante empresa manufacturera y regido por las mismas leyes. Los factores que definen la posibilidad de éxito son el volumen disponible, las propiedades de las especies y la estrategia del mercadeo».

No debe pasarse por alto que en todos los logros descritos por Booth el tratamiento de preservación de la madera preparaba el camino del éxito. A este respecto debe tomarse en consideración la memoria de Price, que es la única presentada a la Comisión VII que se refiere exclusivamente a los problemas de preservación de la madera, en la cual manifiesta que «la preservación de la madera permite y fomenta la utilización de especies secundarias naturalmente menos durables mediante el mejoramiento de su rendimiento hasta llegar a convertirse en ' tan buenas como ' o 'mejor que' las primitivas especies duraderas s. Price da varios ejemplos sobre la forma de hacer utilizables las especies secundarias tropicales mediante tratamientos preservativos y, por ende, del ahorro de dinero que esto representa en comparación con la utilización de las especies «primarias». Por ejemplo, las casas baratas construidas en Malasia con especies secundarias tratadas a presión, cuestan 15 a 20 por ciento menos que las casas construidas con madera de especies primarias que podría utilizarse para la exportación. Por este motivo Price sugiere que «la preservación de la madera debería ser en verdad considerada un ahorro y no un gasto».

Además de los sectores principales de las industrias forestales, tales como el de pasta y papel, aserraderos y paneles a base de madera, las especies secundarias pueden encontrar también un mercado en esferas como la producción de carbón vegetal, calefacción y producción de energía. Tal como indica Booth «es posible producir carbón vegetal con cualquier especie, pero en la práctica, debido a que este carbón debe tener un mínimo de resistencia a la trituración, la materia prima preferida la constituyen las maderas de especies frondosas de densidad media a alta. El futuro del carbón vegetal ha sido siempre considerado algo dudoso, pero hoy día. con el posible agotamiento de los combustibles fósiles y el constante aumento de su precio y los mayores mercados para carbones activados en la lucha contra la contaminación, el futuro del carbón vegetal requiere una cuidadosa revaluación. En realidad, aunque ha disminuido el uso de este carbón como combustible doméstico en muchas partes del mundo, en otras se ha extendido su empleo con fines metalúrgicos y químicos».

Una memoria preparada por Oiwa y Kishimoto se ocupa exclusivamente de la producción de carbón vegetal. Demuestra u que la madera de la cauchera de la plantación de Malasia, que fue desechada o quemada, ha sido convertida por primera vez en carbón vegetal industrial con un contenido de 'carbón fijo' de más de 82 por ciento, que satisface las necesidades del alto horno para la fundición de acero del proyecto Malaywata». Más de 400000 toneladas de madera de la cauchera serán convertidas en carbón, lo que demuestra la importancia económica de la operación.

Como ocurre con el carbón vegetal, el uso de leña para calefacción y para la generación de energía está declinando. Sin embargo, según Booth, «con los métodos modernos de recolección y combustión, el uso de leña para la generación de energía eléctrica en algunos sitios parece ser económicamente factible y tiene la ventaja de que es un recurso renovable. Parece probable que en los años venideros presenciaremos algunos acontecimientos en este terreno que contribuirán a la solución de los dificilísimos problemas que presenta el aprovechamiento de bosques tropicales complejos de alta densidad en algunas regiones». Al respecto, es interesante señalar que, como observa Morgan, «más del 60 por ciento de las necesidades de energía en la producción de productos de madera en Norteamérica deriva de la quema de residuos de madera (serrín basto de aserraderos), que son un recurso renovable».

El uso en el futuro de especies maderables secundarias para la producción de carbón y energía eléctrica es uno de los problemas más discutibles, al parecer, se necesitarán muchos más datos económicos a fin de formar un juicio adecuado. Pero el debate podría al menos señalar los estudios que habría que realizar.

Al hablar acerca de los problemas más evidentes que plantea el uso combinado de varias especies latifoliadas tropicales, se debe recordar, como señala Preston, que «los rodales heterogéneos de latifoliadas no se encuentran únicamente en los trópicos. Por ejemplo, casi la mitad de la superficie forestal de los Estados Unidos corresponde a mezclas de latifoliadas. En estos bosques crecen unas 114 especies de 36 géneros que alcanzan tamaños comerciales, formando aproximadamente 45 grupos comerciales. De éstos, sólo 8 especies y grupos comerciales, que constituyen el 35 por ciento de las existencias en formación, tienen constantemente un alto valor de mercado. Pese a los incontables millares de dólares invertidos en investigaciones sobre el 65 por ciento restante, con la intención de mejorar su comerciabilidad, no se han producido cambios espectaculares. Ello se debe sencillamente a que las maderas que no figuran en la lista de especies preferidas no satisfacen uno o más de los criterios de mercadeo».

Al describir los problemas del aprovechamiento de latifoliadas que crecen en sitios donde predominan las coníferas Koch calcula que «por cada tonelada de pino en formación probablemente hay otra tonelada de latifoliadas no utilizadas. El potencial de mercadeo de los productos de madera de especies latifoliadas, así como la tecnología para su fabricación, deben por lo tanto atraer la atención de los investigadores».

En la U.R.S.S. el mayor aprovechamiento de las latifoliadas también plantea problemas, según indica Vorobiov. «En la parte europea de la U.R.S.S., el volumen de corta permisible es por ahora subutilizado en las latifoliadas (principalmente abedules y álamos). El aprovechamiento de los mencionados recursos requerirá el desarrollo progresivo de la elaboración industrial de latifoliadas y en especial de troncos de pequeño tamaño. Una de las medidas para mejorar esta situación en el futuro es el mejoramiento de la composición de especies de los bosques, lo que a su vez se vincula al programa para aumentar la productividad de los bosques de la U.R.S.S. n Vorobiov cita el ejemplo de la región de Moscú, que demuestra que «en los sitios donde crecen los rodales arriba mencionados de abedules y álamos con un incremento anual de 2 a 3 m3 por ha, es una politice realista cultivar pinos y abetos con un incremento anual de 5 a 10 m3 por ha».

Como se observará en las memorias presentadas por autores procedentes de diversas partes del mundo, el aprovechamiento de las especies latifoliadas secundarias es un problema global; sin embargo, no hay solución global y, por lo tanto, el intercambio de ideas y experiencias en este terreno durante el debate puede ser muy beneficioso para todos los participantes.

MADERA PROCEDENTE DE PLANTACIONES

La importancia cada vez mayor de los bosques artificiales como fuente de materia prima para usos industriales se refleja en varias de las memorias presentadas a la Comisión VII. Zañartu, Ortiz y Yudelevich, en su memoria, se refieren a este tema en relación con Chile. «El éxito de Chile en la creación de una importante fuente de materias primas en plantaciones de Pinus radiata, en el establecimiento de una vigorosa industria forestal sobre esa base y en la sincronización de este logro con la disminución de los recursos y la creciente inaccesibilidad del bosque nativo, constituye un ejemplo clásico de una sincronización bien concebida de la actividad de la empresa privada, los incentivos gubernamentales y los conocimientos técnicos de los forestales». Actualmente hay en Chile algo más de 300000 ha de plantaciones de P. radiata, principalmente en concentraciones industriales, con un volumen en pie de 64,5 millones de m3 y un incremento anual de alrededor de 4 millones de m3 Entre 1966 y 1970, la producción anual media de estas plantaciones fue de 300000 toneladas de pasta, 242000 toneladas de papel y cartón y 30000 toneladas de tableros de fibra y de partículas. Esta producción representa aproximadamente el 90 por ciento del valor total de los productos forestales chilenos.

Otro ejemplo notable de la repercusión industrial de las plantaciones forestales se incluye en la memoria de van der Walt, Laurens y Van Vuuren, en que se señala que los aserraderos de madera blanda en Sudáfrica dependen por completo de plantaciones de pinos para obtener la materia prima que necesitan. Hay actualmente alrededor de 500000 ha de plantaciones de pino en el país. De una producción insignificante de madera de coníferas aserrada se llegó a 600000 m3 en 1971, reemplazando el 89 por ciento de la madera de construcción, que antes se importaba, con madera blanda aserrada de producción local. Esto presenta un brillante ejemplo de cómo un país, que antes importaba hasta el 100 por ciento de sus necesidades de madera blanda, puede llegar gradualmente a la autosuficiencia mediante plantaciones de coníferas.

Estoy seguro que durante las deliberaciones se darán más ejemplos de industrias basadas en plantaciones. Los casos de Nueva Zelandia y Australia son muy conocidos; Tanzania, Kenia y otros países del Africa oriental están en vías de desarrollar sus plantaciones. Seguramente más países emprenderán programas de grandes plantaciones en el futuro. Como subraya Meyer en su memoria, varios países africanos... «son adecuados para la creación de bosques artificiales que sean capaces de producir madera a tasas de crecimiento mucho más elevadas, que son a menudo entre 5 y 10 veces superiores a las de los países que tradicionalmente exportan productos madereros, tales como los países escandinavos y América del Norte ubicados en zonas climáticas más templadas». Como una de las posibilidades interesantes Meyer menciona a Madagascar, que pasará a ser probablemente el segundo país de Africa oriental que llegará a tener (alrededor de 1985) una gran fábrica con capacidad para la obtención de 250000 toneladas anuales de pasta química comercial (kraft) de madera blanda blanqueada destinada al mercado de exportación mundial, proveniente de 100000 ha de plantaciones de pinos y eucaliptos en la zona de Mangoro, que se iniciaron hace algunos años. El costo total del proyecto se ha calculado en unos 140 millones de dólares EE.UU. Un problema que parece merecer particular atención en el curso de las discusiones sobre plantaciones para la industria de la pasta es: ¿qué debe plantarse, latifoliadas o coníferas? La respuesta es bastante compleja y habrá de tener en cuenta las consideraciones de los cultivadores de árboles junto con los aspectos económico y técnico de la industria que ha de basarse en esas plantaciones: los mercados y precios a largo plazo de la pasta de fibra larga contra la de fibra corta (ello a su vez depende de las tendencias a largo plazo en la composición de las pastas papeleras); los rendimientos de madera por hectárea y el rendimiento de la pasta procedente de la madera, etc. No hay ninguna memoria sobre esta materia, pero quizás el debate podría ayudar a llenar este vacío, por lo menos en cierta medida.

Frecuentemente se hacen comparaciones entre los incrementos de 'os bosques naturales y de las plantaciones. Es bien sabido que las comparaciones por volumen son en muchos casos engañosas y - en relación con la madera para pasta al menos - una comparación racional sólo puede hacerse por tonelaje. Habrá de tenerse también cuidado en relación con los troncos para aserrar, en vista de las diferencias en la calidad de la madera aserrada. La memoria de Borgin indica que «se encontró que la razón principal no era la diferencia en la densidad media de la estructura del grueso del bosque, sino que se debió principalmente al gradiente mucho mayor de densidad del bosque de crecimiento rápido de climas cálidos. No es, por consiguiente, la diferencia de densidad en sí misma, sino la distribución de la densidad y las distintas estructuras microscópicas de pinos de crecimiento rápido y lento lo que determina la mejor calidad de los pinos que crecen en climas fríos».

«Por supuesto, éste no es un efecto propio o inevitable del crecimiento rápido del bosque en climas cálidos, puesto que hay otras especies que crecen en climas cálidos que son tan estables como duraderas. Es más probable que sea un efecto perjudicial de los climas cálidos y otras condiciones de crecimiento sobre los pinos trasplantados de su hábitat natural.»

Otra memoria dedicada a los resultados de investigaciones relativas a bosques artificiales es la de Ferreira, Wood specific gravity variations on Eucalyptus grandis Hill ex Maiden...

Tenemos noticia de los trabajos de criadores y genetistas sobre mejoramiento de los árboles, pero ¿estamos nosotros, los industriales, en la debida relación con ellos para que conozcan nuestras exigencias? ¿Y cómo reconciliar el carácter mediato de su labor relativa a las plantaciones con la cambiante situación en los mercados de los productos forestales? Evidentemente las respuestas a estas preguntas no son sencillas, pero ello no debe inducir a que no se discutan.

Las industrias forestales deben mirar al porvenir al decidir el tipo de plantación que desean como base de sus materias primas. Garnum manifiesta que «los lazos entre los bosques y la industria deben reforzarse, con objeto de que la planificación nacional y la regional puedan efectuarse en un modo integrado. La planificación debe hacerse basándose en la tecnología actual, con el fin de aprovechar al máximo las técnicas y maquinaria nuevas. De no observarse un enfoque integrado, puede ocurrir que se establezcan bosques artificiales que suministren materias primas que las industrias no demanden o no puedan aprovechar, y que se establezcan industrias necesitadas de madera para transformar materias primas escasas».

Los bosques artificiales tienen los mismos problemas que los naturales en cuanto a material de tamaño pequeño, residuos, etc. Tal material podría utilizarse para hacer tableros, de fibras o tableros de partículas; en los países en desarrollo, sin embargo, los mercados de estos productos suelen ser demasiado pequeños y las inversiones de capital demasiado grandes. Investigaciones efectuadas en el Tropical Products Research Institute (Reino Unido) revelan la posibilidad de aprovechar esas materias primas de plantación de segunda calidad para producir materiales de construcción de madera y cemento. Este asunto lo estudia Chittenden en su memoria que trata de los bloques y planchas de madera y cemento. En el primer caso, la madera se usa como agregado en el cemento y en el otro en forma de largas fibras en el cemento como aglutinante. Debe recordarse que todos los materiales celulósicas inhiben el fraguado del cemento («envenenamiento del cemento»), de lo que son responsables los azúcares y las hemicelulosas de la madera, y que como paliativo de esto se utilizan «aceleradores del cemento» (por ejemplo, cloruro de calcio o cloruro de magnesio), que contribuyen a formar alrededor de la madera una capa de cemento que impide la penetración de las sustancias «envenenadoras del cemento» de la madera. La madera de latifoliadas tropicales suele tener más sustancias extractivas que las maderas de las zonas templadas y su efecto de «envenenamiento del cemento» no puede neutralizarse totalmente mediante la aplicación de aceleradores. De aquí que el uso de maderas mixtas para tales bloques o planchas de madera y cemento no sea posible en la mayoría de los casos. Dichos materiales presentan, no obstante, según palabras de Chittenden, a una provechosa salida para las calidades menores e inferiores de madera del creciente número de plantaciones tropicales, y, por consiguiente, representan una contribución útil a una economía forestal integrada». Hallak señala el papel que los productos de madera y cemento podrían desempeñar en la construcción de viviendas rurales económicas.

INVESTIGACIÓN SOBRE PRODUCTOS MADEREROS

Hay varias memorias relativas a diferentes aspectos de las actividades de investigaciones sobre la madera, resultados de las investigaciones y su aplicación dirigida a un aprovechamiento mayor y más perfecto de los recursos forestales.

Algunas de estas memorias se han examinado ya cuando su asunto coincidía con las líneas principales escogidas para la discusión (Ferreira, Higgins y otros, Chittenden. Pierovich y Smith. Borgin). Otras se refieren a cuestiones que también en un modo o en otro tienen que ver con el mejoramiento del aprovechamiento de los recursos forestales. Entre ellas están la de Ostalski y Grochowski, que presentan los resultados de investigaciones pasadas y un programa general para futuras investigaciones sobre aprovechamiento de la corteza. Lizarrago e Hilal tratan del falso corazón del quebracho blanco y llegan a la conclusión de que se le puede utilizar para decoración y de que sus propiedades mecánicas no sufren. Campá y otros describen resultados de investigaciones sobre mejoramiento de las propiedades de la madera por irradiación. Karstedt y Mesa describen resultados de investigaciones sobre el xilema de cuatro pinos endémicos de Cuba. Oktem examina en su memoria tres normas nacionales para la evaluación de la calidad de contrachapados pegados con cola: norteamericana, británica y turca. La memoria de Tagudar presenta un ejemplo particularmente alentador de Filipinas de reunión de esfuerzos, fondos y medios de diversas industrias forestales para efectuar investigaciones sobre productos forestales de utilidad directa para las industrias patrocinadoras. La memoria de Bosman demuestra cómo la investigación concentrada sirve eficazmente a un importante sector de las industrias forestales de un país. La memoria de Monsalud describe toda la gama de la investigación de productos forestales en las Filipinas.

Es imposible entrar en los detalles técnicos de todas estas memorias sobre investigación, pero la función de ésta para modificar la estructura del material para aserrar de las industrias forestales ocupará ciertamente un lugar prominente en las deliberaciones.

2. Aspectos económicos y sociales de las industrias forestales

Para los fines de este estudio, primeramente debemos separar las cuestiones generales para su examen individual, como en el caso del tema 1, a fin de obtener una clara visión de diversos factores que afectan a cada cuestión. Luego podremos combinarlas en un análisis significativo de las estrategias del desarrollo de la industria forestal.

En este amplio tema, que ha sido tratado con tanto acierto en las memorias presentadas, podemos distinguir cinco cuestiones principales, a saber:

1. La contribución bruta de las diversas industrias forestales a la economía (valor agregado).

2. Las fuentes de crecimiento económico en el sector forestal; por ejemplo, el papel relativo del capital. del trabajo, de los recursos forestales y de la tecnología en diversas industrias forestales, y las diversas combinaciones de estos factores en condiciones distintas.

3. El impacto de las economías de escala y la integración.

4. Los problemas de financiamiento forestal y desarrollo de la industria forestal y la función que desempeña el capital extranjero en este campo.

5. Aspectos sociales.

Desde luego, todas estas cuestiones tienen importantes relaciones entre si, pero antes de vincularlas intentaremos lograr una clara comprensión de cada una de ellas.

LA CONTRIBUCIÓN BRUTA DE LAS DISTINTAS INDUSTRIAS FORESTALES A LA ECONOMíA

Como es sabido, el valor agregado es el valor simple añadido al de venta en cada etapa del proceso de producción. Sumando este valor agregado para todo el sector y para toda la economía en las estadísticas nacionales anuales, el total resultante es el producto nacional bruto.

El valor agregado puede obtenerse sobre la base del estudio de algunos casos. como lo hace Eklund en su memoria. Este enfoque instantáneo ofrece la ventaja de proporcionar una comparación de opciones, sin todos los problemas inherentes a las estadísticas nacionales o sectoriales.

Por lo tanto, deberíamos tener en cuenta las condiciones especificadas por Eklund y recordar que él no pretende sostener la validez general de sus conclusiones. Analiza las condiciones escandinavas al nivel de precios de 1970. Manifiesta, además, que «únicamente el valor agregado en la elaboración industrial ha sido analizado con algún detalle. Es preciso recordar que la parte principal del costo de la madera usada como materia prima corresponde al valor agregado total de la economía. Este puede excluirse cuando se hacen comparaciones entre distintas industrias forestales. Sin embargo, si se trata de tomar una decisión entre las industrias forestales y otras industrias, es preciso tener en cuenta el valor agregado generado en la producción de la madera».

Pese a las limitaciones necesarias, el trabajo de Eklund revela una clara percepción del alcance y la naturaleza de las diferencias que existen entre el valor agregado de las distintas industrias forestales, y señala acertadamente la conveniencia de relacionar el valor agregado (VA) con los insumos, es decir, VA por unidad de madera. VA por hombre, etc.

Entre la profusión de datos que proporciona Eklund, elijamos algunos de estos indicadores con fines de comparación. Tomando el valor agregado por metro cúbico de madera, en primer término debemos considerar el caso de la industria de la ebanistería, en que el valor agregado es tres veces mayor que en cualquier otro sector. También es alto el valor agregado por insumo de capital, si bien el VA por empleado es bajo, por ser una industria en la cual predomina el factor mano de obra. Esta industria manufacturera es útil para el desarrollo en la medida en que lo permiten las condiciones del mercado. Al compararlo con otras industrias forestales, Eklund dice que «... es importante señalar que el valor de otras materias primas (cola, pintura, herrajes) es mayor que el de la madera». Mottet, al referirse a la conveniencia de que las industrias forestales desempeñan un papel más activo en el desarrollo económico de la región de Europa central, recalca el papel de las manufacturas secundarias de madera, contrachapados y tableros: «Parece bastante claro que el valor agregado máximo es el de las industrias de elaboración... [entre las cuales] la industria del mueble es un ejemplo notable».

Al comparar las industrias forestales mayores, podemos elegir un sector importante (digamos. el aserradero de 70000 m3, incluyendo la venta de residuos) y usarlo como índice con respecto a algunos de los otros (Cuadro 1). Si establecemos en este ejemplo de aserradero que el VA/m3 equivale a 1,0, el índice para la fábrica de contrachapados con el producto de la venta de residuos equivale a 1,6. Para la fábrica de tableros de partículas el índice es de sólo 0,59. Es interesante comprobar que la fábrica grande de pasta kraft blanqueada (216000 toneladas al año) tiene el mismo índice que la fábrica de tableros de partículas. El índice para la fábrica de papel de periódicos y pasta mecánica (300000 toneladas al año) es 0,73.

El aserradero también resiste favorablemente la comparación en lo que respecta al valor agregado por insumo de capital. Si volvemos a fijarlo en 1,0, entonces el de contrachapados es 0,62 y los de la pasta al sulfato blanqueada y de papel de periódicos son aproximadamente 0,50. Debe recordarse que, al hacer estas comparaciones, el valor de los residuos de madera (astillas, aserrín) se atribuye al vendedor, esto es, al aserradero y la fábrica de contrachapados. Esta transacción requiere, por supuesto, un comprador y no debe olvidarse la estrecha interdependencia de los dos tipos de producción (productos de madera y de fibra). Cuando no vende residuos, el aserradero grande produce solamente el 0,36 del valor agregado que obtiene cuando puede vender aserrín y astillas.

Al comparar las industrias forestales sobre la base del valor agregado por empleado, cambia totalmente el cuadro general a favor de las industrias en que predomina el factor capital. Si tomamos nuevamente como índice (1,0) el pequeño aserradero que vende residuos, entonces el índice del VA/empleado en la fábrica de contrachapados con venta de residuos es algo menor (0,9l). Sin embargo, en la fábrica grande de pasta al sulfato blanqueada, el VA por empleado es 5,9 veces mayor que para el aserradero base y la fábrica grande de papel de periódicos integrada con una fábrica de pasta mecánica es 5,0 veces mayor. El capital adicional/hombre necesario para lograr esta productividad también se consigna en el cuadro.

Estos ejemplos demuestran que el valor agregado relacionado con distintos insumos puede dar diferentes orientaciones. Solamente mediante un estudio detenido de todos los índices, teniendo debidamente en consideración los factores críticos, se pueden tomar decisiones óptimas.

CUADRO 1. - INDICES DEL VALOR AGREGADO (VA)1


VA2/m3

VA/capital

VA/empleado

Capital/empleado

Ingresos netos de divisas3/capital

Aserradero I - 70000 m3 (s)/año

1,00

1,00

1,00

1,00

1,00

Aserradero II - 265000 m3 (s)/año






Incluido el producto de residuos

0,92

0,97

1,69

1,79

1,04

Excluido el producto de residuos

0,25

0,49

0,82

...

...

Fábrica de contrachapados de construcción - 40000 m3/año (incluido el producto de residuos)

1,60

0,62

0,91

1,50

0,60

Fábrica de tableros de partículas - 50000 m3/año

0,59

0,38

1,39

3,71

0,54

Fábrica de pasta al sulfato blanqueada - 216000 t/año

0,59

0,48

5,86

12,38

0,53

Fábrica de papel de periódicos y madera molida - 300000 t/año

0,73

0,49

4,97

10,20

0,65

1 Basado en los datos de Eklund.
2 VA/m3 ® = Valor agregado por metro cúbico de insumo de madera rolliza.
3 Suponiendo que hay que importar todo el equipo, pero no el combustible ni los productos químicos.

El valor agregado está influenciado por los precios y, por lo tanto, conviene considerar brevemente este aspecto. La estabilidad de los precios varía considerablemente para diversos productos forestales.

Smith tiene la convicción de que «la industria de la madera está sujeta a fuertes fluctuaciones de precios que las firmas comerciales individualmente se ven obligadas a aceptar, debido a la estructura atomizada de esta industria... En cambio, la industria de la pasta y del papel presenta un historial de precios relativamente estables».

Nylinder pasa revista a los últimos 20 años en Suecia y llega a la conclusión de que «los precios de la madera aserrada, especialmente la de abeto de mediana calidad, han fluctuado más que los precios de la pasta».

Además de las fluctuaciones a corto plazo, las tendencias de los precios a largo plazo son muy importantes. ¿Cómo se comporta un sector en lo que respecta al comportamiento de sus costos en relación con la economía en general y con los materiales que compiten con éste? ¿Reducirán significativamente el consumo los aumentos de precios y, en tal caso, con respecto a qué productos?

Smith opina que existen indicios de que surgirán problemas a largo plazo con respecto a la madera para la construcción. A este respecto dice que «en la industria mundial de la madera se observa una firme alza de los precios de los productos y una demanda decreciente por habitante. En los Estados Unidos, por ejemplo, el precio de la madera considerado en relación con los precios de otros productos básicos viene aumentando a razón de 2 por ciento al año durante varias décadas».

Nylinder encuentra que en Suecia el precio de los productos de la pasta aumentó más lentamente que el costo de la vida en general; es decir, que el precio relativo de esos productos ha disminuido durante los últimos 20 años. La tendencia del precio de la maceta aserrada también ha sido de disminución lenta cuando se considera en términos monetarios fijos, pero esta disminución no ha sido tan pronunciada como en el caso de la pasta.

¿Qué nos dicen estas tendencias a largo plazo en las condiciones de competencia de los productos forestales? ¿Indican acaso que la madera para construcción no ofrece perspectivas alentadoras a largo plazo? ¿O que la investigación y el desarrollo efectuados en el pasado en la industria de la madera no han sido adecuados y que se puede esperar una actuación más eficaz en el futuro? ¿El historial de precios. estables de la pasta ofrece una indicación certera de los acontecimientos futuros? ¿Cuáles son los efectos de estas tendencias de los precios sobre el valor agregado y sobre el vigor de las industrias forestales en su competencia para que se les asigne prioridad en los planes de desarrollo de la economía nacional?

Además de la cuestión de la estabilidad y las tendencias de los precios, debemos considerar en nuestros debates la cuestión del valor de las materias primas, ya que esto también puede tener un efecto significativo sobre las comparaciones del valor agregado entre las industrias forestales y con otros tipos de industrias. Eklund señala que el valor agregado por madera en pie y transporte debe tomarse en cuenta siempre cuando se comparan las industrias forestales con otros sectores, aunque lo excluye de sus comparaciones entre industrias forestales.

Nylinder se concentra en el problema del valor de la madera bruta y en la asignación de madera como materia prima a varias fábricas y complejos fabriles para elevar al máximo los ingresos de la forestería. Para los ejemplos suecos, calcula «la capacidad de la industria de la pasta y de los aserraderos de pagar la madera bruta que emplean».

Además, declara que «el conocimiento de la magnitud de esta capacidad de pago es de vital importancia en la preparación de las instrucciones para la selección de surtidos, para calcular el valor de la madera en pie en el bosque y, por lo tanto, también para la planificación y dirección de la producción en el sector forestal». Define la capacidad de pago como sigue: «El precio que la industria forestal puede pagar por su materia prima corresponde a la diferencia entre los ingresos y los costos totales (aparte el costo de la madera en sí), dejando el margen adecuado para una ganancia razonable».

Nylinder esboza los problemas técnicos inherentes a tales cálculos y aclara algunas relaciones importantes; por ejemplo, la relación entre el tamaño de un tronco y su valor para varias fábricas y la diferencia de tales valores para fábricas integradas y no integradas.

Pero aún restan muchas preguntas interesantes. especialmente para un país en desarrollo donde la madera puede no ser tan escasa en relación con la capacidad de la industria establecida como en Suecia. Al tratar de reclamar el superávit que define Nylinder, ¿cuáles son las fuerzas relativas de mercado y de negociación del dueño del bosque, de la fábrica, del banquero y del trabajador? ¿Cuál seria un margen adecuado para una ganancia razonable? ¿Qué importancia tiene el pago de la madera en relación con los efectos económicos generales de la industria? ¿Puede haber casos en países en desarrollo donde un pago nulo o negativo seria una politice acertada. por motivos socioeconómicos generales?

PROCESOS EN QUE PREDOMINA EL CAPITAL COMPARADOS CON AQUELLOS EN QUE PREDOMINA LA MANO DE OBRA

Si un país en desarrollo tiene un excedente de mano de obra, el proveer empleo para estos obreros desocupados será. por cierto, asunto de gran preocupación. ¿Pero, debe ser ésta la principal preocupación si el objetivo primordial es el crecimiento del producto nacional bruto por habitante? ¿Cuáles son las implicaciones de las distintas necesidades de mano de obra y capital para el crecimiento económico de las distintas industrias forestales?

Sabemos que la gama de estas necesidades para las industrias forestales es muy amplia. Las cifras de Eklund son indicativas de parte de esa gama, pero podrían ser ampliadas considerablemente en el extremo del espectro. correspondiente a las industrias en que predomina el factor mano de obra, esto es, con ejemplos de aserraderos pequeños en países en desarrollo.

Eklund hace notar que existe una posibilidad considerable para cambiar las relaciones mano de obra/capital dentro de la producción de los aserraderos y de contrachapados. Sin embargo, existen serias limitaciones a las posibilidades de reemplazar con mano de obra el capital en la producción de pasta y papel. La naturaleza de los procesos. las exigencias del control de calidad, más las economías de escala con la tecnología actual, todo ello impone el empleo de maquinaria compleja y costosa.

¿Quiere esto decir que las industrias de la madera y de los contrachapados deben estar siempre favorecidas en los países en desarrollo donde hay excedente de mano de obra? Smith esboza dos posibles líneas generales de estrategia: (1) la estrategia de la mano de obra intensiva que busca la máxima relación producción! capital o empleo por capital, o una combinación de ambos; y (2) la estrategia de a desarrollo desequilibrado» que utilizarla industrias en que predomina el factor capital en una economía con excedente de mano de obra para desencadenar deliberadamente una serie de procesos de desequilibrio económico que fomentarían. en el proceso de reajuste, cambios dinámicos y un desarrollo más rápido.

Aun cuando advierte que una estrategia detallada debe reflejar ciertos aspectos de cada situación local, Smith favorece esta última estrategia, y dice que «aquellos que piensan que la absorción inmediata del máximo de mano de obra es un objetivo más importante pueden pecar de falta de visión del futuro. Un programa destinado a llevar al máximo el ritmo de las inversiones bien puede hacer más durante una década para proporcionar empleo a los desocupados que lo que pueden hacer en el futuro inmediato las inversiones en actividades donde predomina el factor mano de obra, que ahorran capitales».

Smith arguye que la distribución del ingreso que ha de resultar de una estrategia en que predomina el factor mano de obra reducirá la tasa del ahorro y, por lo tanto, la tasa de formación de capital en el país, en su conjunto. (Los que ganan sueldos menores por lo general pueden ahorrar una proporción menor de sus ingresos que quienes ganan sueldos elevados o que las compañías). Con una tasa menor de inversión, la expansión de la producción, y especialmente la expansión de la producción por habitante, serán más lentas. Está convencido de que a las industrias que serien más convenientes para países en desarrollo serien entonces las industrias mecanizadas en gran escala, de centralización de procesos que deben ser mantenidas en condiciones óptimas de funcionamiento y mantener normas de alta calidad de producción... En la medida en que el desarrollo económico sea la meta a largo plazo y en que el recurso forestal sea de naturaleza tal que pueda desempeñar un papel preponderante en ese desarrollo, debemos estar dispuestos a concentrar nuestros esfuerzos en las industrias forestales de mayor intensidad de capital; modernas industrias complicadas con varias economías externas, productos viables y flexibles para el mercado internacional y tecnologías dinámicas que aumentan la productividad y, por consiguiente, el valor del esfuerzo humano».

Aun cuando todos no estemos de acuerdo con la tesis, Smith ha planteado varias cuestiones interesantes para nuestras discusiones. ¿Qué se puede decir de otros obstáculos que se oponen al establecimiento de fábricas de pasta y papel en países en desarrollo (par ejemplo, técnicos, mercados, capital)? ¿Qué papel desempeña el capital en el desarrollo con relación al papel de la educación (la calidad de la mano de obra aumenta el rendimiento individual) y con otros factores del crecimiento? ¿Qué relación puede establecerse entre la repercusión que produce en el crecimiento una demanda interna estimulada como consecuencia de los aumentos salariales locales y la repercusión que resulta de los mayores desembolsos en concepto de capital importado?

A diferencia de Smith, varios autores (Paye, Eklund, Garnum) estiman que los aserraderos y otras industrias básicas para la elaboración mecánica de la madera son especialmente adecuados a las etapas iniciales del progreso en los países en desarrollo, debido a su flexibilidad en la sustitución mano de obra/capital, la posibilidad de disponer fácilmente de mercados, los requisitos poco exigentes en materia de calidad de la mano de obra, etc.

Page señala que, «por lo general, los efectos de la escala de operaciones decrecen al disminuir los costos de la mano de obra. Los datos revelan asimismo que en los países en desarrollo pueden instalarse pequeños aserraderos que requieren menos capital, emplean más mano de obra, pero continúan siendo competidores.... Por ejemplo, en un país donde la mano de obra para los aserraderos se cotiza a 2 dólares por turno, un aserradero y una planta de secado y de labra con una capacidad de 60 m3 por turno laboral y a un costo aproximado de 500000 dólares puede explotarse con el mismo costo básico que un aserradero mayor con una capacidad de 190 m3 por turno y un costo de 1200000 dólares en un país donde la mano de obra cuesta 10 dólares por turno. Además, el aserradero más pequeño emplea un turno adicional de 23 hombres por cada 100 m3 producidos».

Stacey, por su parte, señala en su memoria: «La importante inversión de capital que requieren las fábricas de pasta y papel de envergadura económica significa que el país tiene que tener una economía activa donde haya capitales disponibles para la formación del patrimonio. Además, debe disponer de servicios e instalaciones adecuados, puesto que las fábricas deben funcionar ininterrumpidamente alrededor de 340 días al año».

El problema de los méritos relativos de las industrias forestales en las que predomina el factor mano de obra con los de aquellas en que predomina el capital tiene gran vigencia y merece especial atención en el curso del debate.

ECONOMÍAS DE ESCALA: INTEGRACIÓN

En varios sectores de las industrias forestales, el costo de producción por unidad disminuye aceleradamente al aumentar la escala de las operaciones. Los efectos más notables se observan en las fábricas de pasta y en algunas de papel. Por debajo de una determinada capacidad se produce un incremento tan pronunciado de los costos que las fábricas con una capacidad inferior a la de ese mínimo sólo pueden competir en mercados donde gocen de una protección extraordinaria. Nylinder y Eklund confirman este importante hecho económico en las memorias presentadas al presente congreso. Dado que la repercusión más importante se produce en los costos de inversión, Nylinder en la Figura 6 de su memoria aísla este elemento con relación a varias fábricas de papel. Por ejemplo, el costo de inversión para la fabricación de pasta de pino al sulfato blanqueada disminuye en forma muy pronunciada al aumentar la capacidad de 100 toneladas por día (TPD) a 300 TPD (de 205 coronas secas/t a 100 coronas suecas/t); continúa disminuyendo, aunque menos pronunciadamente, hasta 70 coronas suecas/t a 700 TPD; posteriormente se nivela en fábricas de capacidad aún mayor. Eklund demuestra en el Apéndice 5-1 el mismo efecto del factor escala en los costos de producción con respecto a la fabricación de papel de embalar. Los costos de producción en las fábricas de 100 TPD son 50 por ciento más elevados que en las fábricas de 300 TPD; en las fábricas de capacidad superior a las 300 TPD es posible lograr mayores economías, pero a un ritmo mucho más reducido (los costos por 500 TPD son aproximadamente 6 por ciento menores que en el caso de 300 TPD).

Las consecuencias de estas economías de escala son significativas para los países en desarrollo. Como señala Eklund: «En la mayoría de las ramas de estas industrias el aumento de la capacidad de las fábricas motiva que, en términos relativos, predomine en la producción el factor capital, aunque disminuyan los costos de capital por unidad de materia prima y producto». Las fábricas de gran producción donde predomina el factor capital pueden presentar serios problemas de financiamiento a los países en desarrollo (este punto se examinará en otra sección). Otro problema que se presenta con frecuencia es el de los mercados internos inadecuados en relación con la producción de una fábrica de papel importante y económica. Cabe plantear interesantes interrogantes al respecto. ¿Cuál es el saldo real entre los beneficios sociales y costos si se otorga protección (mediante la aplicación de aranceles, etc.) a una fábrica de pasta o papel local de costos elevados? ¿En qué condiciones pueden embarcarse los países en desarrollo con mercados internos reducidos (pero bosques suficientes) en nuevos proyectos para la fabricación de pasta y papel en competencia abierta con las regiones productoras tecnológicamente evolucionadas y de gran experiencia? ¿Cuáles son las posibilidades reales de racionalizar la producción de pasta y papel dentro de una región o subregión en desarrollo, mercado común u otra agrupación?

A diferencia de lo que ocurre en la industria de la pasta y el papel, en los aserraderos no se logran reducciones muy significativas en el costo por unidad al aumentar las dimensiones de la fábrica. Smith afirma que: «En la industria maderera de la mayoría de las naciones en desarrollo se dan pocas economías de escala que sean significativas... las empresas más importantes tienen pocas ventajas en lo que atañe a los costos respecto de las más pequeñas». Las cifras suministradas por Nylinder y Eklund abarcan fábricas de capacidad que seria considerada «importante» en la mayoría de los países en desarrollo, pero revelan asimismo reducciones relativamente pequeñas en los costos de inversión por unidad al aumentar la importancia de la fábrica.

Page ha preparado gráficos relativos a los aserraderos pequeños de madera de latifoliadas que demuestran que «los equipos modernos, que economizan mano de obra, comienzan a resultar efectivos para reducir los costos del establecimiento y el factor mano de obra cuando se alcanza una capacidad de elaboración de trozas de aproximadamente 40 m3 por turno. Por encima de los 50 m3 de capacidad de elaboración de trozas por turno, el aumento en la productividad de la mano de obra es más o menos proporcional al aumento de la madera que entra en el proceso de elaboración. Hasta unos 100 m3 de madera elaborada por turno se logran reducciones importantes en los gastos de capital por cada unidad volumétrica de madera que entra en el proceso de elaboración. Por encima de esta capacidad' el beneficio mayor se obtiene en la mayor productividad de la mano de obra».

Van der Walt y otros analizaron la situación en los aserraderos de Sudáfrica y llegaron a la conclusión de que «el efecto de las economías de escala es mucho más pronunciado en lo que respecta al costo directo de la mano de obra que al costo total de producción, siendo el factor f para el costo total de la mano de obra del aserradero de sólo 0,555 en comparación con 0,820 para el costo total de producción. En cuanto al costo fijo de elaboración (depreciación de los intereses sobre el costo de las maquinarias y edificios) se halló que el factor f1 era superior a uno con respecto a todos los centros de producción, con excepción del sector de la fábrica donde se emplea el proceso húmedo y también superior a uno para la fábrica en su conjunto. Esto indica que no se da ningún beneficio de economías de escala para los costos fijos de fabricación en la industria aserradera de coníferas de Sudáfrica, sino que el costo por unidad aumenta con el tamaño de la fábrica, excluyendo las fábricas en que se usa el proceso húmedo».

1 f = un coeficiente exponencial empírico que puede fluctuar entre 1 y O en la fórmula

y1/y0 = (x1/x0) f

y0 = insumo del factor productivo a la escala de producción x0
y1 = insumo del factor productivo a la escala de producción x1.

Sin embargo ¿quiere decir esto que no se dan economías de escala importantes en esta industria? ¿Las economías de escala se dan todas en el sector de los costos? ¿Cuál es el impacto en la investigación, el desarrollo y la innovación?

La importante interacción entre las economías de escala con un proceso único y la integración de estos procesos (tanto horizontal como verticalmente) ha sido demostrada claramente por Eklund y Nylinder. Por ejemplo, Eklund señala una economía total de 10 por ciento en el costo por unidad en la producción de papel de embalaje cuando se realiza conforme a un proceso integrado en una fábrica de pasta. comparado con un proceso no integrado en la misma fábrica. Siempre se han reconocido las ventajas de la integración de las industrias químicas y mecánicas de la madera. Lo mismo puede aplicarse a la integración entre aserraderos y fábricas de contrachapados con fábricas de tableros de fibra o tableros de partículas que pueden utilizar sus residuos de madera.

Las ventas de residuos de madera han adquirido tanta importancia para los aserraderos y fábricas de contrachapados en los países escandinavos que, según Eklund, «la utilización de residuos constituye un requisito previo económico para las inversiones en aserraderos y fábricas de contrachapados».

Aparte la integración de las industrias forestales. Nylinder considera que la integración vertical efectiva de la explotación maderera y la elaboración industrial puede producir importantes ganancias en valor total y reducciones en el costo total. Al comparar la forestería y la explotación maderera integradas con la producción independiente, encuentra, por ejemplo, que en las condiciones que existen en Suecia el valor de la madera en pie en la forestería integrada aumenta relativamente con mayor rapidez al aumentar el diámetro que en la forestería no integrada. A este respecto conviene mencionar que algunos países tratan de establecer pautas para bosques totalmente integrados y para planificación de industrias forestales; por ejemplo Partyka ha descrito en su memoria una formulación matemática del sector de forestería e industrias forestales de Polonia tendiente a a optimizar este sistema integrado dentro de un programa a largo plazo». Los efectos de las distintas estrategias de la industria forestal sobre los ingresos netos de las exportaciones, sobre los desembolsos de las inversiones, sobre los ingresos de las ventas totales o sobre el status de las existencias forestales en formación, están cuantificadas en el modelo. «Los resultados de los cálculos indican que la aplicación de métodos matemáticos y el uso de ordenadores electrónicos permiten estructurar un plan óptimo dentro del sistema integrado y determinar los efectos monetarios con relación a los fines que la economía nacional requiere del sistema».

Si se tiene en cuenta que deberla integrarse la elaboración de muchos productos forestales, ya sea en forma vertical u horizontal, quedan por responder muchas preguntas sobre estrategia del desarrollo: ¿Cuál es el monto de integración requerido dentro de una firma o un organismo, o en un lugar dado? ¿De qué manera un sector subdesarrollado de la industria forestal podría cambiar su actual estructura industrial por una estructura más conveniente?

No podemos terminar nuestra discusión sobre economías de escala e integración sin referirnos, por lo menos en forma breve, a la otra cara de la moneda: existen algunas serias deseconomías de escala o de integración? ¿Está inhibida la flexibilidad económica y/o social por inversiones globales unilaterales muy importantes? Las grandes organizaciones ¿tienen necesariamente que desalentar la iniciativa y capacidad individuales de crear?

FINANCIACIÓN DEL DESARROLLO DE LA INDUSTRIA FORESTAL: EL PAPEL DEL CAPITAL EXTRANJERO

Los dos autores que tratan en forma más detenida este punto, Dow y Yoho, concuerdan respecto a la necesidad de capitales extranjeros para desarrollar los sectores forestales de los países en desarrollo. Yoho «acepta el criterio de que tal inversión constituye un medio eficiente y efectivo mediante el cual el país huésped o en desarrollo puede lograr el deseado progreso económico potencial».

Dow va aún más lejos manifestando que existe «una urgente necesidad de asistencia en materia de capital y expertos extranjeros con miras al establecimiento de todo tipo de industrias en los países en desarrollo».

Sin embargo, los autores concuerdan menos respecto a la «necesidad» de exportación de capitales de los países desarrollados. Dow dice que «deberán invertirse en ultramar, y especialmente en los países en desarrollo. cantidades cada vez mayores de... los superabundantes conocimientos prácticos en materia financiera, técnica e industrial que existen en los países desarrollados».

Yoho adopta una posición más prudente diciendo que «dada la limitación del suministro de capital en todos los países. el monto disponible para inversiones guarda una relación directa con el precio que puede ofrecerse por él».

Esta cuestión es importante para los países en desarrollo, pues afecta seriamente su poder de negociación cuando se buscan capitales extranjeros. Y, naturalmente, esto dará lugar a una negociación entre los objetivos divergentes del inversor y del país que recibe la inversión si llega a producirse esa afluencia necesaria de capital. Yoho dice que el objetivo dominante en las inversiones de capitales privados es la rentabilidad de la inversión - pero no justamente en el país donde se invierte. Las utilidades obtenidas del capital social total probablemente predominarán sobre las inversiones locales. En la práctica. esto equivale a una búsqueda particular de «fuentes de materia prima y lugares de elaboración preliminar en los países en desarrollo». Un elemento importante en las utilidades previstas de la inversión está constituido por el factor riesgo que asigna la compañía a las operaciones en un país determinado. Los riesgos e inseguridades pueden ser a técnicos» (por ejemplo, utilización de nuevas especies) o «políticos.». Yoho insiste en que estos últimos pueden ser reales en los cálculos de una compañía. estén o no garantizados, ya que «las fuentes de capital del mercado no suelen ofrecer al inversor extranjero demasiadas posibilidades de elección, sino que lo inducen a aceptar la opinión general».

Dow realiza un análisis más amplio del capital extranjero clasificándolo en cuatro tipos básicos:

a) capital en forma de ayuda de fuentes internacionales;

b) capital procedente de ayuda bilateral;

c) capital correspondiente al sector privado;

d) capital de «autoayuda» regional.

Al referirse al capital correspondiente al sector privado, Dow enumera sus ventajas, como «economías de escala... facilidad de movilización del dinero, tecnología y administración, excelente mercadeo, obtención de buenas utilidades provenientes de la exportación, un papel importante en la integración y diversificación de las industrias forestales... etc.».

Sin embargo, se muestra cauto respecto a la aceptación de capital privado extranjero en gran escala, sin referirse a los posibles inconvenientes locales; por ejemplo, «la destrucción de empresas locales, cerrar la puerta a ciertas oportunidades de inversión en el país huésped, la preferencia por exportar materias primas... [la exportación de dividendos a] compañías matriz... [y] las inversiones en ultramar de los intereses acumulados procedentes de las economías...». Dow termina diciendo que «el capital extranjero tendrá que ajustarse en el futuro a las prioridades del desarrollo nacional e integrarse con los planes nacionales de desarrollo».

Yoho no discrepa acerca de la necesidad de que las compañías extranjeras hagan todos los arreglos posibles para alcanzar los objetivos establecidos por el país huésped, o sea aumentar al máximo el producto nacional bruto (PBN) per capita, inclusive los ingresos secundarios mediante medidas en cadena. Aparte el objetivo de crecimiento está también el de la estabilidad del PNB. Según Yoho, los países quieren también:

proporcionar oportunidades de empleo a su población;

aumentar el capital social y la infraestructura del país;

impartir a la mano de obra y al personal directivo capacitación en métodos modernos;

mejorar las condiciones de su balanza de pagos.

Ambos autores reconocen que los importantes problemas surgidos en el delicado equilibrio intervienen entre los objetivos del inversionista y los del país huésped. Yoho ofrece un código de conducta para cada participante, por el que deberla evitarse la creación de presiones mutuamente perjudiciales sobre uno o ambos participantes. Dos elementos importantes sor. la flexibilidad de los contratos y la comunicación constante. Yoho sugiere que se establezcan etapas especificas en cada proyecto de inversión, punto en el cual podrían negociarse de nuevo los contratos y volverse a estudiar las pautas de propiedad.

También ambos autores están de acuerdo en que la mayoría de los países pretenden que la participación local aumente en forma apreciable en todas las industrias. Pero lo que resulta difícil es encontrar la forma de lograr este objetivo. Yoho, al principio de su memoria, excluye el camino de N los sacrificios a largo plazo por parte de la mano de obra y de los consumidores» a fin de acumular capital local, por. considerarlo «demasiado lento y penoso». Sin duda alguna. algunos países estarán en desacuerdo con él respecto a este punto, pero las cuestiones de «grado» se infiltran rápidamente en este debate. Dow considera que en la actualidad no se movilizan bien las fuentes locales de capital para lograr una participación equitativa y que «en muchos casos se utiliza capital local para financiar operaciones [de propiedad extranjera]».

Yoho opina que las prácticas de «mercado justo»deberían regir toda participación local o «de volver a comprar» capital: «En todos los casos... la participación del país huésped surgirla sólo de las compras bona fide de cupos de acciones a precios de plaza, en las distintas compañías organizadas para manejar las etapas separa. das del proyecto total».

En la práctica, parece que existen muchos problemas en potencia que podrían solucionarse de esta manera, siendo éstos de gran interés para nuestras discusiones. La completa falta de mercados de acciones en muchos países en desarrollo y la complicada estructura de algunas compañías internacionales, pueden constituir ejemplos de estos problemas, desde el punto de vista del país huésped.

Sin embargo, como señalan Yoho y Dow, si el inversionista extranjero piensa que su capital puede ser injustamente expropiado. exigirá primas de alto riesgo. Esto conduce a la exportación de altos dividendos, descontento en el país donde se hace la inversión y otros inconvenientes, dentro de un ciclo de desconfianza, costos crecientes y beneficios mutuos reducidos. Dow cree que la ayuda bilateral podría desempeñar un papel más importante para «asegurar» al capital privado contra los riesgos e inseguridades adicionales que implica la inversión de capitales en los países en desarrollo. Esta es una cuestión de suma importancia que, sin duda, merece ser debatida. Como sabemos, se ha emprendido alguna acción en este frente - Estados Unidos, Japón, Canadá y las naciones de Europa occidental consideran la posibilidad de emprender una acción multinacional. El Banco Mundial lleva años considerando un plan para el establecimiento de un Organismo Internacional de Seguros para Inversiones.

En los Estados Unidos existe la Overseas Private Investment Company (Compañía de inversiones privadas de ultramar) y la República Federal de Alemania, el Reino Unido, y algunos otros países industrializados también tienen sus propios organismos oficiales o semioficiales para asegurar las inversiones comerciales en el exterior. ¿Podría el empleo creciente de estas facilidades aumentar la disponibilidad de capital de inversión para la industria forestal a un interés más acorde con las posibilidades de los países en desarrollo?

Al considerar el papel del capital privado extranjero en las industrias forestales, ni Dow ni Yoho ocultan la existencia de problemas serios; por el contrario, admiten que han de seguir planteándose muchos problemas. Sin embargo, ambos son optimistas en el sentido de que todavía se podrán negociar acuerdos mutuamente beneficiosos en el futuro para muchas de las actividades de la industria forestal.

Dow luego pasa a tratar el pro y el contra de los capitales de ayuda bilateral, de ayuda internacional y los capitales controlados regionalmente, tales como los provenientes de bancos regionales de desarrollo. Opina que la ayuda bilateral, «en muchos casos muy merecidamente, ha adquirido muy mala reputación. Muchos países en desarrollo relacionan el concepto de ayuda con invasión... el historial de estudios de factibilidad costosos e inútiles, de moneda en apariencia barata para proyectos mal concebidos y del alto costo de mercaderías compradas con ayuda condicionada están al alcance de todos para ser examinados... junto con los consiguientes problemas de restitución del capital que pueden tornarse más serios en el futuro».

Por supuesto, existen algunas realizaciones muy meritorias logradas mediante el sistema de ayuda bilateral, pero es necesario que los objetivos y condiciones sean más claros y aceptables para todos los interesados (al igual que en el caso del capital privado).

En opinión de Dow, la ayuda de capital internacional (el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo [PNUD], el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento [BIRF] etc.) adolece de la gran desventaja de ser a todas luces inadecuada para la tarea general de desarrollo, de acuerdo con los actuales presupuestos de capital de estas organizaciones. Una mejor integración de las inversiones de infraestructura y capacitación por el PNUD, con el apoyo industrial de parte de la Asociación Internacional de Fomento y el BIRF. seria un paso positivo en ese sentido.

Los capitales regionales, o por lo menos sujetos a control regional, se mencionan como una de las posibilidades de desarrollo que ofrece mejores perspectivas. «El número creciente de bancos regionales de desarrollo da fe de la necesidad de reunir, por una parte, los gobiernos regionales y las fuentes de capital internacional de que disponen y, por la otra, los sectores públicos y privados en cada país.»

Además de identificar y encauzar los fondos locales junto con el capital extranjero, tales instituciones pueden desarrollar politices regionales realistas para importantes sectores económicos, incluido el forestal. Las tendencias a la ubicación e integración de las industrias forestales, las vías y medios de transporte, el financiamiento de las exportaciones, la capacitación especializada, la integración de mercados y demás, todo ello puede ser positivamente influenciado por dichas instituciones. Por lo demás, «las relaciones politices y la potencia financiera son motivos de seguridad para los inversionistas extranjeros...», siempre que tales organizaciones regionales estén bien organizadas y cuenten con el apoyo de sus miembros regionales.

Además de las cuestiones directas sobre insumos de capital del mundo desarrollado al mundo en desarrollo, se mencionan varias cuestiones secundarias, aunque en forma muy breve. Por ejemplo, es importante el papel desempeñado por el capital extranjero en la transmisión de tecnología por los sectores forestales más avanzados del mundo. Yoho sostiene que, en los sectores de la industria de tecnología más desarrollada y donde predomina el factor capital (por ejemplo, la pasta y el papel), se justifica un grado mayor de participación extranjera en el capital accionario que en aquellos de tecnología más simple (por ejemplo, los sectores de explotación forestal y de madera aserrada). Dow opina firmemente que eventualmente deberla existir control local en todos los sectores. La cuestión de la «intensidad de capital» óptima de los procesos para la etapa de desarrollo en que se halla el país hospedarte ya ha sido discutida con anterioridad, pero puede ser grandemente afectada por los derechos de explotación y las condiciones en las cuales se aceptan las inversiones de capital extranjero.

Otro «efecto secundario» (que puede llegar a dominar toda la situación) es la naturaleza de las condiciones de mercado que suelen acompañar a las inversiones de capital extranjero. Algunos mercados del papel de los países desarrollados son abastecidos casi completamente con materia prima de producción integrada verticalmente. Lograr acceso al mercado final es muchas veces más fácil para un país en desarrollo si tiene un socio del país donde se halla el mercado en que colocan sus productos. Un problema conexo es el de las tarifas internacionales de transporte; algunos países en desarrollo han creído necesario fomentar su propia capacidad de transporte a fin de obtener fletes económicos y participar en este importante sector (transporte) del desarrollo.

Si bien los autores llegan a la conclusión de que el flujo de capital extranjero y conocimientos técnicos y prácticos hacia los sectores forestales de los países en desarrollo debe ser alentado y ampliado, todavía quedan por resolver varias cuestiones de importancia fundamental respecto a las condiciones en que debe lograrse esto, desde el punto de vista de ambas partes. Esta cuestión fundamental ciertamente habrá de ser examinada durante el debate.

Los principales problemas considerados en este capítulo se han centrado hasta aquí en el papel del capital privado extranjero en el desarrollo de la forestería y de las industrias forestales, tema «candente «ampliamente debatido en varias reuniones, simposios, etc. No se debe olvidar, sin embargo, que existen algunas condiciones básicas que deben ser cumplidas, sea el capital nacional o extranjero. Estas condiciones han sido tratadas por Roxas, quien indica que la primera condición es que la concesión sea suficientemente importante y que «el segundo requisito previo es la seguridad de la tenencia. Si se necesitan 35 años para que el concesionario pueda volver a cosechar residuos en una zona ya explotada, tiene que tener plena seguridad de la concesión, a fin de tener un aliciente para ocuparse de la ordenación y la preservación de los residuos durante su periodo de crecimiento. Esto representa un compromiso de recursos por un periodo de 35 años para cada lote y cada ciclo. Ninguna compañía se hará cargo de la responsabilidad y el costo que implican la vigilancia, preservación y ordenación de zonas forestales residuales hasta tener la seguridad de que tiene firme derecho a la madera». Asisten a este congreso tanto silvicultores como industriales, por lo que es de esperar que se entable un diálogo sobre esta cuestión.

Aspectos sociales de las industrias forestales

Uno de los aspectos sociales de las industrias forestales más ampliamente reconocidos es su influencia en el empleo y el bienestar social. Un ejemplo muy ilustrativo de esas influencias aparece en la memoria de Klabin. Describe siete empresas integradas de pasta y papel del sur del Brasil a las que correspondió, en 1971, el 70 por ciento de la producción brasileña de pasta y el 41 por ciento de papel y cartón. El empleo directo en estas empresas ascendió a más de 11000 empleados, y esa cifra fue aún mayor teniendo en cuenta el empleo indirecto que generaron en forestería (corta de rollizos, transporte, plantaciones). llegándose así a unos 14000 trabajadores. «Tanto el empleo directo como el indirecto, creado por las empresas productoras de pasta y papel, contribuyó a mantener polos de actividad de considerable importancia para el desarrollo del hinterland brasileño.»

Al evaluar la repercusión de las industrias forestales en el empleo, deben observarse no sólo las correlaciones con etapas anteriores de la actividad, sino también con las posteriores. Por lo que se refiere a las condiciones escandinavas comentadas por Eklund, u la producción, la cosecha y el transporte de madera y la distribución de los productos crean, en conjunto, por lo menos tantos empleos como la elaboración industrial. Estas fases pueden llevarse a cabo mediante un gran insumo de mano de obra, o por métodos muy mecanizados, de capital intensivo, según las condiciones locales. Un ejemplo citado en el trabajo de Eklund demuestra que una operación de 300000 t/año de papel para periódicos crea 600 empleos, de los cuales 310 en la manufactura, 110 en forestería y 180 en la distribución del producto. Hay una notable diferencia entre los países escandinavos y Brasil en cuanto a las correlaciones de empleo con las etapas anteriores de la actividad: mientras en los primeros un empleo en la fábrica de papel crea 0,35 empleo en la forestería en el segundo la respectiva cifra dada por Klabin es 1,3; esto refleja las diferencias en el grado de mecanización de las actividades forestales, influido evidentemente por las diferencias en las condiciones socioeconómicas de las dos regiones. Estas diferencias se reflejan también en algunos otros índices que pueden inferirse de los trabajos que estamos examinando: la inversión media para crear un empleo en la industria de la pasta y el papel en Brasil asciende a 25000 dólares EE.UU., mientras que en los países escandinavos es alrededor de 7 a 12 veces mayor.

Las memorias presentadas a la Comisión VII no contienen cifras sobre el efecto en el empleo de la ulterior transformación de productos forestales básicos tales como madera aserrada, paneles a base de madera, papel, etc. Tampoco suministran cifras sobre el empleo de los proveedores de las industrias forestales. Hay ciertos indicios de la magnitud de este último problema: en su memoria, Nelson dice que, durante 1970, la industria del papel y productos afines en los Estados Unidos facturaron por valor de 24600 millones de dólares y pagaron 5300 millones de dólares en sueldos y salarios. Se ha calculado que en los Estados Unidos la compra de productos químicos por la industria pasa de 1 billón de dólares por año. El total de los gastos de transporte asciende también a esa cifra. Las inversiones en equipos e instalaciones alcanzan un valor aproximadamente igual. Es evidente que detrás de estos billones de dólares de los proveedores y transportadores hay un considerable número de empleos.

De todas maneras, el impacto de las industrias forestales sobre el empleo en la transformación ulterior y en las industrias proveedoras y los servicios es considerable y es lamentable que no podamos cuantificarlo. Quizás las deliberaciones enriquezcan nuestros cono cimientos o por lo menos sugieran que las organizaciones competentes realicen los estudios correspondientes. Pueden ser muy útiles cuando se promueve la expansión de las industrias forestales.

Algunos sectores de las industrias forestales son particularmente adecuados para acelerar el desarrollo económico y social en los países en desarrollo en razón de su flexibilidad en la elección del grado de empleo de mano de obra. Page propugna la transformación primaria (en este caso el aserrado de latifoliadas tropicales) como punto de despegue para los países en desarrollo porque «el grado de empleo de mano de obra puede elegirse y regularse de acuerdo con las necesidades económicas y sociales de determinadas regiones «Señala que la necesidad vital de mayores oportunidades de empleo en los países en desarrollo debe tenerse muy presente y observa que el costo de la mano de obra en las industrias forestales de los países desarrollados es hasta 10 veces superior al de muchos países en desarrollo y que deberla sacarse provecho de esa prima. Sobre este tema, Smith tiene una opinión opuesta: «Las industrias forestales que requieren un elevado coeficiente de mano de obra son tradicionales en los países en desarrollo, pero no siempre constituyen la elección óptima, sobre todo cuando la meta es el máximo desarrollo económico. Si bien ofrecen oportunidades de empleo con mínimas inversiones de capital, rara vez tienen por resultado la reinversión de capital, que es esencial para un desarrollo económico permanente. Las industrias que requieren un elevado coeficiente de capital por obrero, tales como la del papel y la pasta de madera, originan una elevada productividad de la mano de obra y generan el desarrollo acelerado de las economías externas que estimulan a una economía en expansión». Nos encontramos, pues' frente a dos opiniones opuestas respecto de qué industria forestal debe establecerse primero en los países en desarrollo: de intenso empleo de mano de obra o de intenso capital. Es en el curso del debate donde se debe sugerir una respuesta a este interrogante fundamental. Mientras se busca la respuesta, vale la pena citar a Nelson, quien coloca el problema en una perspectiva histórica en relación con los Estados Unidos: «El consumo per capita de productos de la madera aserrados y sin aserrar ha declinado, mientras que aumentó el de chapas y, sobre todo, el de productos de pasta. así en resumen, en América del Norte la madera ha mantenido en general su lugar respecto del volumen total que se mueve en el comercio en el tiempo. Pero ha perdido terreno en relación a las tendencias demográficas y a otros productos básicos que son objeto de comercio. El grupo de productos de la madera más adversamente afectado en este desplazamiento ha sido el de los productos que llegan al consumidor en la forma más próxima a su estado natural, mientras que los que más se beneficiaron en este proceso son los productos que mayor transformación han sufrido con respecto a su estado natural en la empresa manufacturera. En otras palabras, el cambio ha consistido en pasar de los productos o actividades manufactureras que requieren un elevado empleo de mano de obra a los que exigen un elevado coeficiente de capital por obrero...».

Nelson dice, además, que «la acumulación de capital que trae aparejada la transformación de viejos rodales naturales en productos de la madera ofrece la posibilidad de pasar del tipo de empresa de intenso empleo de mano de obra a la de intenso capital «Y aquí se plantea otro interrogante para nuestras deliberaciones: ¿Qué acumulación de capital para las industrias forestales de intenso empleo de capital en los países en desarrollo es realmente probable que se produzca a raíz de la transformación de rodales naturales en productos de madera simples?

Klabin señala que las actividades forestales de las grandes industrias de la pasta y el papel no sólo contribuyen a absorber sobrante locales de trabajadores rurales, sino también a lograr la importante función de crear polos de actividad en un hinterland no explotado hasta ahora. En esos polos de actividad las empresas establecen amplias actividades de bienestar social, incluso escuelas y hospitales. La importancia que las empresas dan a sus funciones sociales la ilustra el hecho de que ofrecen cursos, e incluso otorgan becas para realizar estudios en el extranjero, no sólo sobre materias técnicas, sino también sobre otras tales como seguridad e higiene del trabajo, relaciones humanas, etc.

Las comunidades de rápido crecimiento en las inmediaciones de las empresas industriales causan a menudo serios problemas económicos y sociales. Esto se describe claramente en el trabajo de Lansigan: «Cuando la compañía se queda y la colonia se trasforma en una villa o pueblo, el gerente de la compañía encuentra a menudo el lugar de su fábrica rodeado de una comunidad congestionada y de precarias condiciones. Tan preocupado estaba el gerente con su tarea en la compañía que, antes de que se diera cuenta' ya se encontraba frente a problemas sociales. Con el tiempo, el orden del perímetro de su compañía y las comodidades de las viviendas para su personal constituían un contraste tan inquietante con la congestión y la suciedad del otro lado del cerco como para crear una zona de constante irritación». Esas situaciones podrían remediarse si, como señala Lansigan, la compañía adopta una politice previsora en materia de mejoramiento social. Como ejemplo de esa politice, Lansigan reseña lo que ocurrió en el antiguo poblado de Mangagoy en Filipinas. En 1952, Mangagoy tenla una población de unos 150 habitantes cuando la Bislig Bay Lumber Company comenzó allí sus actividades de corta de rollizos y aserrado. La compañía amplió después sus actividades para dedicarse también a la fabricación de madera contrachapada y, finalmente, papel para diarios y papel kraft. Como resultado de ello, la población aumentó a unos 40000 habitantes. Semejante rapidez de crecimiento sobrepasó la capacidad del gobierno municipal y la propia compañía se encargó de suministrar una gran parte de las instalaciones y los servicios sociales. Esto incluyó el reasentamiento de los colonos de las tierras boscosas, la construcción y administración de un hospital, la subvención de la construcción y la administración escuelas, e incluso la provisión de asistencia y asesoramiento a los pequeños predios rurales del lugar. Todo esto se realizó mediante Obras de fomento de la comunidad de Bislig, de orientación social.

El papel que la Bislig Bay Lumber Company ha desempeñado en la creación de un centro de población ilustra no sólo la apreciable repercusión sociológica de las industrias forestales, sino también la inmensa responsabilidad que algunas empresas forestales sobrellevan al desempeñarlo.

Este ejemplo parece probar lo que Nelson expresó en su trabajo: «Cuando los sistemas político, económico y tecnológico colaboran en armonía, el resultado de ello habrá de ser el progreso social y el mejoramiento del bienestar general». Nelson subraya también el papel que desempeñan muchos productos forestales en el cambiante modo de vida de nuestra sociedad: «Durante el último medio siglo, en nuestra economía nacional de los Estados Unidos se ha producido una revolución en la distribución de los productos comerciales. El desarrollo y crecimiento de la economía junto con la dispersión de la población a los suburbios, han creado enormes nuevos mercados para productos envasados y transportados en papel y cartón. El cartón para envasado comprende el producto utilizado en el envase corrugado de expedición que se utiliza para enviar la mayoría de nuestros alimentos, ropa y artículos para el hogar por los canales de distribución desde la fábrica hasta el hogar. Sin nuestro cartón de embalaje seria imposible explotar un supermercado moderno, que constituye en la actualidad el núcleo central de nuestro sistema de distribución para los productos nacionales». Tenemos aquí un ejemplo de una sociedad cambiante que crea mercados para nuevos productos forestales - y nuevos productos forestales que aceleran los cambios de la sociedad. El gran interrogante es: ¿Continuará esta armonía entre los cambios sociales y el desarrollo de las industrias forestales?

Hay también otra pregunta que formula Roxas en su memoria sobre la Paper Industries Corporation de Filipinas (PICOP): ¿Cómo conciliar la necesaria concentración de recursos con la amplia distribución de beneficios? La respuesta es, según Roxas, «logrando que la propiedad de toda compañía que explote recursos naturales esté distribuida lo más posible. En otras palabras, la administración de los recursos debe entregarse a empresas públicas que posean los necesarios recursos de capital y administración profesional y conocimientos técnicos para lograr el punto óptimo de conservación y explotación. Pero la propiedad de esas empresas debe estar distribuida lo más ampliamente posible. El complejo (PICOP): es único en la industria de recursos forestales en Filipinas en el sentido de que es la única empresa que ha distribuido sus acciones amplia y públicamente. Con sus 11000 accionistas, tiene el mayor número de accionistas particulares de cualquier empresa que tenga una concesión de explotación forestal».

Al tratar los aspectos económicos y sociales de la utilización de los recursos forestales no debe descuidarse un área que ofrece enormes oportunidades de empleo y en que los empleos se crean a un costo de capital predominantemente despreciable: los productos forestales secundarios. Estos comprenden gomas naturales, resinas, semillas, materiales curtientes. corcho, roten, carbón vegetal, etc. Además de fuente de empleo, constituyen a menudo una importante fuente de divisas. Como ejemplos (tomados de otras procedencias), el valor de las semillas oleaginosas, nueces y pepitas exportadas en 1966 de Etiopía ascendió a 250 millones de dólares, y de Nigeria a 200 millones de dólares; goma arábiga por valor de 20 millones de dólares se exportó de Sudán en 1965 y la Argentina exportó, en 1968, 107000 toneladas de extracto curtiente de quebracho.

La importancia de los productos forestales secundarios para el desarrollo socioeconómico surge claramente de la memoria de Rique. Otras memorias se refieren a productos específicos Szczerbakow trata del desarrollo de nuevos métodos para estimular la exudación de resina, basados en gran parte en su invento; Bianchi informa sobre la composición química de la goma de brea; Gurgel Filho y Vencovsky informan respecto a las investigaciones sobre la extracción de resinas en Brasil; Oiwa y Kishimoto, tal como se menciona en el tema 1, describen el uso de los residuos de los árboles de caucho para la producción de carbón vegetal; de Oliveira describe la posible utilización de los residuos de alcornoques para el mejoramiento del suelo. La mayoría de estos documentos se refieren principalmente a los aspectos técnicos de los productos forestales secundarios. Por lo tanto, se espera que la experiencia de los que participan en el debate ayudará a arrojar alguna luz sobre los posibles aspectos sociales, especialmente sobre la repercusión en materia de empleo que pueden ejercer estas industrias en los países en desarrollo.

El potencial social del sector algo relegado de los productos forestales secundarios parece confirmar lo que Steenberg dijo en su importante discurso ante el congreso: «Muchas más pautas en el sector de la forestería, susceptibles de conducir al progreso social y económico, están en espera de que se las identifique s. Quizá la discusión llegue a algún resultado en este sentido.

3. Las industrias forestales y la conservación del ambiente

Sólo hay dos memorias dedicadas exclusivamente a este tema, aunque otras varias se refieren a los problemas del medio dentro de uno u otro contexto. Esto no debe sorprender, puesto que la preocupación por el ambiente humano ha pasado a ser parte de nuestro enfoque intelectual e inevitablemente influye en las decisiones que se adopten respecto de cualquier actividad industrial. En las memorias que se refieren directa o indirectamente a la conservación del medio y los recursos naturales es posible establecer tres esferas de problemas diferentes: conservación de los recursos no renovables mediante un mayor uso de la madera; problemas que plantean los residuos forestales; disminución de la contaminación en las industrias forestales.

Morgan adopta un criterio muy amplio en lo que concierne a la conservación de los recursos naturales. Hace hincapié en que «el crecimiento demográfico y la elevación del nivel de vida en el mundo podrían verse obstaculizados en el futuro por las existencias limitadas de recursos no renovables. La sustitución de los recursos no renovables con otros renovables, en los casos en que sea posible, permitiría prolongar notablemente la existencia de las reservas de recursos no renovables. La madera puede servir de sustituto en múltiples casos, puesto que permite conservar combustibles fósiles no renovables, así como minerales clave, contribuye a mantener la temperatura, humedad y composición de nuestra atmósfera y aumenta el uso que hace el hombre de la energía solar. La madera, por ser un material biodegradable, reduce también los problemas que plantea el deshacerse de los desperdicios y es asimismo fuente de energía «

Las reflexiones de Morgan se hallan influidas por el estudio del Massachusetts Institute of Technology (MIT) auspiciado por el Club de Roma y publicado con el título de The limits to growth2 (Las limitaciones al crecimiento). Este estudio subraya que «la población, la riqueza por habitante y las expectativas crecen todas exponencialmente, y esto ocurre en un planeta cuyos recursos naturales no renovables son finitos y cuya capacidad para mantener el equilibrio vital es también finita»; a continuación se busca una respuesta al interrogante de cuál será el factor coercitivo que limite en primer término el crecimiento: la tierra, el capital, los recursos no renovables, la contaminación o la tecnología. La respuesta que nos da el estudio es que «dando por sentado que no se producirán cambios importantes en los valores humanos o en el sistema mundial de interacción entre población, capital, etc. (en la medida en que es dable percibirlas), el agotamiento de los recursos naturales no renovables sería la causa primera del colapso del mundo». El empleo de la madera como sustituto permite conservar recursos naturales no renovables tan importantes como el hierro, el aluminio, el petróleo, el estaño y el gas natural.

2 Limits to growth, por D.H. Meadows y otros, New York, Universe books, 1972.

Aun cuando los resultados a que llega el estudio del MIT y que subrayan las reflexiones de Morgan no son indiscutibles (y tal vez algunos de los participantes quieran expresar sus propias ideas al respecto), es evidente que han influido en la forma de pensar de quienes formulan las políticas en muchas partes del mundo. Por lo que atañe a la repercusión real de la filosofía implícita en Limits to growth en la demanda de madera, no parece haber un acuerdo total entre los propios forestales, aun cuando se refieran a condiciones idénticas y hasta procedan del mismo país. Tengo presente las opiniones sustentadas por Pierovich y Smith, quienes afirman que «la preocupación pública por la contaminación del medio o el agotamiento de los recursos como consecuencia del empleo de recursos no renovables que serían sustituibles puede, con el tiempo, aumentar radicalmente la demanda de madera, aunque ello es incierto». A su juicio, sin embargo, la mayor demanda de madera será consecuencia de las presiones económicas y del medio; dicen que «se advierte una creciente preocupación pública por los efectos de la contaminación y por el agotamiento de los recursos naturales vinculados con el uso de materiales distintos de la madera y que compiten con ella. Las restricciones a los procesos de elaboración de los productos petroquímicos y los metales que elevarían los costos - con el consiguiente incremento de los precios tendrían como consecuencia un aumento importante en la demanda de madera. Hay, sin embargo, otra posibilidad en el uso de los residuos forestales para reemplazar los combustibles fósiles y las centrales hidroeléctricas generadoras de energía». Sin duda, esta diferencia de opiniones entre Morgan y Pierovich y Smith será un estimulo para los debates sobre este tema. Prescindiendo de las diferencias de opiniones en las razones aducidas, parece, sin embargo, haber acuerdo en lo que respecta a la tendencia a un mayor uso de la madera que, según Morgan «debe ser acompañado de un esfuerzo mundial para aumentar la disponibilidad de madera. Esto, a su vez, puede ser consecuencia de mayores rendimientos de crecimiento y mayor extracción de madera por unidad de superficie y del mejor aprovechamiento de la madera extraída».

La mejor utilización de la madera cosechada depende, entre otras cosas, de la evolución de las técnicas para el tratamiento de los productos residuales. Si bien se han logrado considerables progresos en el empleo de los residuos industriales de la madera (como se menciona en el tema 1), los residuos forestales siguen siendo causa de un importante problema ambiental y económico. Pierovich y Smith creen haber descubierto la razón de esto; afirman que a las investigaciones industriales y las organizaciones para el desarrollo continuarán probablemente centrando su interés en los residuos de las fábricas y aserraderos, reservando su atención al problema de los residuos en los bosques. Para las empresas elaboradoras de madera este criterio es lógico; ya han incurrido en gastos para transportar el material a la fábrica y para transformarlo en parte s. Señalan que los residuos de los bosques, además del peligro de incendio que ofrecen, causan la contaminación de las corrientes, son antiestéticos y constituyen un obstáculo para las nuevas plantaciones y otras formas de renovación. La magnitud del problema queda demostrada por el ejemplo que se apresuran a señalar de la corta al ras de los bosques de abeto de Douglas en la costa occidental de América del Norte, donde los residuos forestales ascienden hasta 450 t/ha. Entre 50 y 70 por ciento de los residuos de la corta al ras tienen un uso posible' si bien no es fácil determinar cuáles son los más convenientes; los autores presentan en su memoria las lineas básicas para una consideración sistemática de la cuestión que puede resultar útil:a los forestales encargados de la adopción de decisiones.

Varias de las memorias presentadas a la Comisión VII se refieren a lo que ha dado en calificarse «de utilización más plena del árbol «Es de esperar que, con el tiempo, la utilización más completa del árbol reducirá las presiones tanto ambientales como económicas que se ejercen sobre los bosques. Koch opina, por ejemplo, que «el tonelaje de los productos comercializables extraídos de las masas medias de pino meridional en 1980 será el doble del correspondiente a 1960». En el debate se examinará con mayor detenimiento, sin duda, esta osada afirmación (que toma en cuenta no sólo la madera, sino también las agujas y la corteza). Morgan cita ejemplos de los logros reales en materia de una utilización más completa de los árboles: aproximadamente el 56 por ciento de cada árbol, como promedio, se retira de las tierras de Weyerhaeuser, en comparación con 39 por ciento en 1950. Morgan estima, sin embargo, que todavía se puede adelantar mucho en este sentido y que «aún se está muy lejos de aprovechar el 96 por ciento del material sobre el terreno en las masas de pinos del sur, 83 por ciento en las latifoliadas del sur y 90 por ciento en las de abeto de Douglas». Cuando se alcancen estas metas no sólo se habrá hecho una considerable contribución económica. sino que se habrá alcanzado un extraordinario adelanto en el mejoramiento del medio.

El mayor peligro para el medio, sin embargo, no procede de los residuos forestales, sino de las industrias forestales, especialmente de la industria de la pasta y el papel. Estos problemas se examinan en la memoria de Freyschuss: «los residuos procedentes de esta industria siempre afectaron la calidad del medio: el polvo, el dióxido de azufre y los gases malolientes de las fábricas de pastas contaminan el aire. Los residuos sólidos de naturaleza orgánica e inorgánica se infiltran lentamente en las aguas recipientes, influyen en el equilibrio del oxígeno del sistema hídrico y dañan a sus organismos. Los desechos orgánicos disueltos son los causantes de los daños mayores; como consecuencia de su biodegradación, influyen grandemente en el equilibrio del oxígeno y pueden resultar tóxicos para los organismos del agua.

Es posible recurrir a la tecnología moderna con objeto de reducir fundamentalmente estos desechos y cabe esperar que en el presente decenio se produzcan grandes adelantos al respecto. Steenberg mencionó en su discurso ante este congreso que actualmente los esfuerzos de investigación que realiza la industria de la pasta y el papel para combatir los problemas que acarrea la contaminación sobrepasan a todos los restantes. Los daños ya infligidos a muchos ríos, legos y bahías son en muchos casos reparables, siempre que se reduzca considerablemente la descarga de desechos. En los últimos años ya se han logrado importantes mejoras. Lo que se pueda hacer en el futuro dependerá de los fondos disponibles para las instalaciones destinadas a reducir la contaminación. Freyschuss indica que «la reestructuración de las industrias forestales necesaria para resolver los problemas de la contaminación requiere inversiones muy importantes y provocará el alza creciente de los costos de explotación. Las consecuencias económicas de la lucha contra la contaminación motivarán asimismo que muchas fábricas pequeñas y anticuadas tengan que cerrar sus puertas en el curso de este decenio, puesto que no hay ninguna posibilidad de que puedan resolver los problemas de la contaminación a un costo razonable. Por consiguiente, la solución de los problemas de la contaminación, juntamente con otros factores, conducirá a un cambio de la estructura técnica y económica de las industrias forestales «

En nuestras deliberaciones no pretendemos entrar en los detalles de cuestiones altamente técnicas relativas a la disminución de la contaminación en la industria de la pasta y el papel. Periódicamente se realizan reuniones, simposios y congresos nacionales e internacionales en todas partes del mundo. Pero, ciertamente, no podemos permanecer indiferentes ante algunas cuestiones básicas, como, por ejemplo: ¿Qué lugar ocupa la industria de la pasta y el papel entre las industrias contaminantes? ¿Cuánto cuesta reducir la contaminación? Este costo ¿debe ser afrontado exclusivamente por la industria? ¿Cuál será su influencia sobre los precios? (Sabemos de otras fuentes, por ejemplo, que la eliminación del 85 por ciento de DOB [demanda de oxígeno biológico] de los efluentes de una fábrica de pasta al sulfato en América del Norte que produce 750 t/día agrega aproximadamente un 4 por ciento a los costos totales de fabricación de 1 tonelada de pasta. La eliminación de 98 por ciento de DOB representaría un costo del 12 por ciento aproximadamente, y es concebible que para la eliminación total de la contaminación el costo sería del 40 por ciento.) Asimismo. hay otra cuestión de especial importancia para el sector forestal en su conjunto: ¿Qué influencia tendrá el aumento del costo de producción de la pasta y el papel sobre los planes de esta industria y, por consiguiente. sobre la demanda de madera?

Otras industrias forestales también tienen problemas de contaminación. La industria de los tableros de fibra, que es la que está más estrechamente vinculada a la del papel (en lo que respecta al método húmedo) ha logrado reducir la contaminación. Asplund señala que se ha dedicado mucha atención a la recirculación del agua empleada en el proceso en el método húmedo. «La cantidad necesaria de consumo de agua dulce se ha reducido a un total de aproximadamente 3 m3/t de tableros de fibra producidos, y aún más. La fábrica no evacuará agua usada en el proceso de elaboración. Esto ha permitido ubicar las fábricas de tableros de fibra en localidades donde el acceso al agua es muy limitado. «Es bien sabido que exactamente la dificultad de encontrar una ubicación adecuada para las fábricas de tableros de fibra que utilizan el método húmedo, por los problemas de contaminación del agua, es la que causó el desarrollo del método seco de producción en dichos tableros de fibra. Ahora nos enseña Asplund que, mediante la nueva tecnología que describe en su memoria, el método húmedo se ha liberado de los problemas que planteaba la ubicación de la fábrica. Esto parece indicar que habrá que hacer una nueva evaluación de la situación en lo que respecta a nuevas inversiones en el sector de los tableros de fibra. La memoria de Asplund reabre la polémica de más de diez años de existencia entre el método húmedo y el método seco de producción de tableros de fibra Los participantes indudablemente examinarán este problema y tratarán de responder a algunas preguntas más detalladas, como por ejemplo: ¿Causa alguna dificultad la reducción drástica del consumo de agua descrita por Asplund en cuanto respecta al mantenimiento de la calidad del producto? ¿Están realmente exentas de problemas de contaminación (tales como la contaminación del aire por el polvo de los tableros o el peligro de incendios) las fábricas que utilizan el método seco?

Los desechos sólidos de las industrias forestales, que no sean la de la pasta y el papel. y la de los tableros de fibra plantean problemas mucho menos serios en materia de contaminación. El empleo de aserrín para la transformación de desperdicios de papel en pasta. y la producción de tableros de fibras y de partículas. se ha vuelto muy común en la actualidad. Inclusive. con frecuencia se recicla el polvo producido por el lijado de los tableros de partículas (como se menciona en el tema 1).

Aquí estamos considerando el aprovechamiento de los residuos de madera en el contexto del medio ambiente. Comprensiblemente, ésta es una cuestión de gran importancia económica. En la U.R.S.S., por ejemplo. el sector forestal y las industrias forestales en el corriente decenio, según Vorobiov, se han orientado completamente hacia un más cabal «aprovechamiento de los desechos de madera acumulados en todas las etapas o fases de la elaboración - comenzando por la explotación y siguiendo con los aserraderos, los complejos fabriles de pasta y papel y terminando con el mercadeo de los productos entregados».

Unicamente los desechos de corteza, de los que hay enormes cantidades, como indica Freyschuss, «todavía plantean un grave problema en la mayoría de los lugares y no se dispone en la actualidad de tecnología alguna para volver a usar económicamente la parte principal de la corteza. La destrucción mediante el fuego, o su empleo para rellenar tierras siguen siendo los únicos métodos disponibles hoy para el tratamiento de los desechos de la corteza, y sólo se usan cantidades ínfimas para otros fines». Como ejemplo de la magnitud del problema, Maloney y Marra dan la cifra de 14 millones de toneladas de corteza producida por las industrias de elaboración primaria en los Estados Unidos. El problema es objeto de creciente atención de parte de los investigadores, y quizá para el próximo congreso se habrá encontrado por lo menos el comienzo de una solución.

Al principio de este capítulo nos referimos al papel de las industrias forestales en la conservación de los recursos no renovables. Sin embargo, no debemos olvidar que la industrias forestales también pueden desempeñar un papel central en la protección del recurso renovable que son los bosques. El trabajo de Roxas presenta un cuadro convincente. Después de describir la destrucción irreversible de los bosques forestales en muchos países en desarrollo, explica cómo la Paper Industries Corporation de Filipinas (PICOP) concilia la explotación con la conservación: «La PICOP aprovecha al máximo los recursos forestales, más allá de la explotación y los contrachapados, para usar todos los desechos forestales y fabriles en la fabricación de pasta y papel. Puesto que el pleno aprovechamiento de los productos forestales representa utilidades, y puesto que la inversión de casi 500 millones de pesos en instalaciones fijas y mejoras a la tierra deben ser recuperados en un periodo prolongado, es esencial que la empresa mantenga circulando constantemente el manantial que le provee de materias primas del bosque. Esto significa ordenación y conservación. Un complejo industrial de este tipo, pues, hace que una de las responsabilidades de la industria sea mantener el bosque permanentemente y de hacer las cortas de aprovechamiento conforme a un ciclo de generación y crecimiento que mantenga el bosque a perpetuidad».

Esta motivación económica de las industrias forestales para mantener los bosques a perpetuidad se menciona en varias otras memorias, en diversos contextos. Sin duda, en el debate se analizará en profundidad esta relación fundamental entre los bosques y las industrias forestales, se estudiarán las distorsiones y abusos que ocurrían con tanta frecuencia en el pasado y se sugerirán medios para fortalecer los vínculos existentes entre estos dos sectores inseparables de la economía.

Memorias de la comisión VII

1. TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS EN LA UTILIZACIÓN INDUSTRIAL DE LA MADERA

Memorias generales

Cardenas, P.R.

Practical experiences in pulping mixed tropical hardwoods

Chittenden, A.E.

Wood and cement - past and future

Giordano, G.

Tendances et perspectives dans l'utilisation industrielle du bois

González Flores, R., Barrios, E.D. & Panduro, F.M.

Utilización de los productos forestales tropicales - sus tendencias y perspectivas

Higgins, H.G. et al.

Pulping of tropical hardwoods

Koch, P.

Changing raw material supplies and their effect upon wood processing technology

Pierovich, J.M. Smith, R.C.

Choosing forest residues management alternativas

Pleydell, G.J..

Increasing the utilization of secondary species through the manufacture of wood-based panels

Price, E.A.S.

Economic approaches to wood preservation

Vorobiov, C.I.

Main trends in forest utilization and forest management in the U.S.S.R.

Szczerbakow, K.

New methods of stimulating resin flow

Tagudar, E.T.

Forest research in the wood industry in the Philippines

Memorias especiales

Bianchi, E.M.

Composición química de la goma de «Brea»

Booth, H.E.

Secondary species development

Borgin, K.

The stability and durability of wood from pines grown in cola and warm climates

Bosman, O.L.

Research for the sawmilling industry in South Africa

Cámara Argentina de la Industria de Maderas Terciadas

Las reforestaciones jóvenes y la provisión de materias primas para la industria de maderas compensadas

Campá, J.P. et al.

Obtención de materiales madera-polimero

de Oliveira, A.L.F.

La caractérisation physico-chimique des résidus de la préparation des planches de liege (poudre de liege, liege pulverisé)

Ferreira, M.

Wood specific gravity variations on Eucalyptus grandis Hill ex Maiden at 11, 12, 13, 14 and 16 years

Gurgel Filho, O.A., do Amaral & Vencovsky, R.

Research and experimentation on gum extraction

Hallak, E.

Aglutinantes minerales para aprovechamiento de (serrín de madera

Karstedt, P. & Mesa, M.

Descripción anatómica del xilema de los cuatro pinos endémicos de Cuba

Keer, G.A.

Timber drying - its economic justification

Lizarrago, A.J.B. & Hilal, S.J.

Efectos del «Corazón rojo» o «Mancha roja» del quebracho blanco en los caracteres del leño

Lombardi, C.R.

Ensayo de una máquina peladora de rollizos de quebracho colorado

Monsalud, M.R.

Forest products research in the Philippines

Moul, A.A.

High recovery bandsawing techniques for sawmills

Oiwa, Y. & Kishimoto, S.

Development of charcoal-making process using rubber wood as raw materials in Malaysia

Oktem, E.

Comparison of the bond degrade - accelerating systems of national ply wood standards

Ostalski, P. & Grochowski, W.

Utilization of wood barking discards in Poland

Preston, S.B.

Information requirements for expanding markets for tropical woods

Renero, G.

La escasez de madera y el uso de sustitutos durante periodos prolongados distorsiona los esquemas de consumo en perjuicio de la población

2. ASPECTOS ECONÓMICOS Y SOCIALES DE LAS INDUSTRIAS FORESTALES

Memorias generales

Dow, E.

The role of foreign capital in forest industries development in developing countries from a developing country's point of view

Eklund, R.

A comparison of value added and some other features of different forest industries

Mottet, A.

Considérations théoriques sur une participation plus active de la foret au développement économique régional

Nelson, A.W.

Social effects of changing pattern of forest industries development

Page, M.

Hardwood sawmilling: an economic means of assisting social development in tropical regions

Rique, T.

Los industriales y la búsqueda de nuevos productos extractivos forestales para lograr un aporte positivo al desarrollo económico y social del hombre

Uysmura, T.

How to develop the forest products industry

van der Walt Laurens, H.C. & Vunren, M.

Planning and management of sawmilis for the conversion of softwood sawlogs from man-mace forests

Yoho, J.

The role and responsibilities of foreign capital for developing forest industries in developing countries

Zañartu, E., Ortiz, M. & Yudelevich, M.

La contribución de las plantaciones de pino en el desarrollo de las industrias forestales de Chile

Memorias especiales

Asplund, A.

Trends and developments in the manufacture of fibreboard

Cullity, D.

Trends and developments in the manufacture of veneer and plywood

Garnum, E.

Development of forest industries in Latin America and their contribution to economic growth

Klabin, S.

Industry, forestry and the human factor - the case of the Brazilian pulp and paper industry

Lansigan, N.P.

Wood industry and social amelioration

Maloney, T.M. & Marra, G.

Trends and developments in the manufacture of particle boards (North American situation)

Meyer, K.R.

Development of forest industries in Africa

Nylinder, P.

The payment ability of softwood for pulping and sawmilling

Partyka, T.

Optimization calculus in a long-term plan for the forest wood-working industry system

Picornell, P.M.

The first newsprint mill in S.E. Asia

Roxas, K.S.

Paper Industries Corporation of Philippines - a module for the management of the forest of a developing country

Smith, K.B.

Choosing forestry investments for developing nations

Stacey, D.

Development of forest industries in Asia and the Far East and their contribution to the economic growth

Trutter, G.

Trends of development of the particle board industry in Europe

3. LAS INDUSTRIAS FORESTALES Y LA CONSERVACIÓN DEL AMBIENTE

Memorias generales

Freyschuss, S.

Adapting forest industrias to chang ing environment

Morgan, H.E.

An industrialist looks at multiple for est uses

Informe

Tendencias y perspectivas en la utilización industrial de la madera

NECESIDADES CAMBIANTES DE ESPECIES MADERERAS YA ARRAIGADAS

1. Las tendencias del crecimiento de los mercados mundiales de los productos de la madera y el agotamiento de algunas materias primas tradicionales han traído aparejados pronunciados cambios en la tecnología y el empleo de nuevas materias primas, explotadas cada vez con mayor intensidad.

2. Desde el bosque al mercado, la tendencia es hacia la recolección y utilización de árboles enteros. Las centrales de clasificación mecanizada de rollizos permiten obtener la máxima flexibilidad en la selección de éstos y obtener así su máximo valor: las trozas para postes, pilotes y chapa son, por lo general, las de mayor valor; las trozas para aserrar suelen tener un valor intermedio y la madera para pasta el valor más bajo.
3. Los métodos para la utilización de los pequeños rollizos se están adaptando ahora cada vez más. Esta tecnología permite la manufactura de madera contra chapada hecha con rollizos de sólo 25 cm de diámetro y la obtención de madera aserrada con rollizos de sólo 15 cm de diámetro. Se ha logrado reducir apreciable mente las pérdidas por corte de sierra y cortes de cantos mediante el uso de sierras de corte delgadas y máquinas astilladoras. Se han ideado equipos para el aserrado eficiente de trozas de frondosas pequeñas y mal formadas. Los equipos y los métodos que permiten recuperaciones mucho más elevadas del aserrío de trozas de frondosas de gran tamaño procedentes de bosques primarios se están perfeccionando constantemente y se les encuentra nuevas aplicaciones.

4. Las nuevas tecnologías permiten el uso de las virutas del cepillado, aserrín e incluso el polvo producido por las máquinas lijadoras. Estos procesos, a su vez, tienen por resultado una mayor disponibilidad de astillas y fibras para pasta y para fabricar una gama cada vez más amplia de paneles. En realidad, en un número cada vez mayor de países la habilidad de los aserraderos y fábricas de madera contrachapada de mediana y gran escala, para encontrar mercados para sus residuos, es fundamental para que puedan subsistir. Sin embargo, cabe observar que la tendencia hacia la mayor disponibilidad de residuos comercializables no debe estar en contraposición con el rendimiento y la calidad de los productos básicos a elaborar, tales como la madera aserrada y las chapas.

5. Ahora se ha conseguido aumentar la esfera de aplicaciones y mejorar la calidad de la madera y sus derivados mediante la utilización creciente de técnicas que permiten la fabricación de laminados de madera encolada, elementos para construcción, empalmes a cola de pescado, paneles unidos por el canto y métodos perfeccionados de evaluación de. sus propiedades fisicoquímicas, todo lo cual aumenta su porcentaje de utilización y el mercadeo.

6. Las diferencias entre los tableros de fibras y de partículas. son hoy menos marcadas; mientras los tableros de fibras, obtenidos tanto por el proceso húmedo como seco, incrementan la producción de tableros de densidad media y de mayor espesor, los de partículas. se elaboran con mezclas de fibras y astillas en una amplia gama de espesor, texturas y densidades. Estos adelantos han aumentado considerablemente la base de materia prima utilizada en la renovada industria de los paneles de madera.

7. La industria de la pasta y el papel aumenta también continuamente su serie de productos en respuesta a los adelantos tecnológicos, la cambiante disponibilidad de materia prima y las exigencias del mercado. Es muy interesante la amplia aceptación que ha tenido la materia prima de fibra corta para productos (por ejemplo, papel para periódicos) que tradicionalmente se fabricaban con especies de fibra larga.

8. Se advierten en el ordenamiento forestal los efectos retroactivos producidos por estas tendencias, ya que la industria ha tomado las medidas que permitan asegurar en la forma más adecuada la disponibilidad de las materias primas que necesitará en el futuro. Estos efectos retroactivos provocan problemas y oportunidades en el aprovechamiento de los recursos. El grado de poda, los métodos mecánicos de raleo y la recolección de árboles enteros están todos relacionados con las futuras necesidades industriales.

ESPECIES SECUNDARIAS

9. El problema de la utilización eficiente de las denominadas especies secundarias de los bosques mixtos es más agudo en las regiones forestales tropicales, pero no exclusivo de este medio ambiente.

10. Si se juzga desde el punto de vista de la oportunidad de realización, la magnitud de los recursos y falta de soluciones, la utilización industrial de las especies secundarias requiere un mayor impulso para coordinar el esfuerzo mundial de planificación en los distintos niveles de integración. Probablemente no se encontrarán soluciones generales que puedan aplicarse sobre una base universal. En su lugar deberían buscarse y aplicarse soluciones regionales y locales que se adapten a las diversas condiciones existentes en el mundo.

11. La mayor oportunidad de éxito parece residir en la posibilidad de integrar los distintos procesos de utilización conocidos, para aprovechar todo el conjunto de productos de la madera, las oportunidades comerciales, la organización de la infraestructura y las fuentes de financiación.

12. El objetivo principal deberla ser la adopción de procedimientos que utilizan distintas especies, en los cuales la identidad de las mismas se pierde en amplia medida, por ejemplo, en el caso de la pasta celulósica o elaboración de productos de madera compuestos.

13. El agrupamiento adecuado de especies para su conversión en materiales de construcción de acuerdo con las especificaciones de empleo constituye una forma importante de lograr una aceptación más amplia de las especies de madera menos utilizadas en el mercado de la construcción, que es el principal mercado para los productos mecánicos de la madera.

14. En lo que respecta a la pasta celulósica y el papel, se conocen ejemplos de satisfactorias operaciones comerciales en gran escala en base a especies latifoliadas tropicales mixtas. Sin embargo, deberla tenerse en cuenta que no existe una solución general y que cada mezcla de especies debe ser sometida a un cuidadoso estudio técnico y económico. Las oportunidades de éxito son mayores cuando la pasta se destina al mercado interno. En lo que respecta a los mercados internacionales, deberla darse prioridad a los proyectos que garanticen mercados cautivos.

15. A fin de facilitar y acelerar el establecimiento de mercados para pasta de especies latifoliadas tropicales mixtas, deberían promoverse estudios sobre sus propiedades y aplicabilidad para las distintas mezclas de pastas para producir papel; tales actividades deberían coordinarse para garantizar la comparabilidad de los resultados sobre especies de plantaciones exóticas y latifoliadas de zonas templadas.

16. También se conocen buenos resultados en el empleo de especies mixtas tropicales en productos mecánicos de la madera, tales como la madera contrachapada para construcción y madera aserrada para uso estructural, debidamente tratada y clasificada de acuerdo con sus propiedades fisico-mecánicas. Estas aplicaciones están a veces combinadas con la producción de carbón de leña, utilizado en la industria metalúrgica, en química y como combustible.

17. Una solución práctica en ciertas zonas consiste en el reemplazo de bosques naturales mixtos por monocultivos después de utilizar en la mejor forma posible los rodales existentes. Es necesario tener presente, sin embargo, que estos bosques tropicales complejos se encuentran entre los ecosistemas más frágiles y, por lo tanto, su conversión en plantaciones no es siempre la mejor solución en último término. Debido a la complejidad del problema, se requiere una planificación cuidadosa a nivel nacional e internacional para evitar que se adopten soluciones parciales aisladas de corta visión, que ya se ha comprobado podrían llevar a la degradación del bosque y convertir en antieconómica la explotación racional del mismo.

MADERA PROCEDENTE DE PLANTACIONES

18. La tendencia en la utilización de las coníferas provenientes de plantaciones es hacia la producción integrada de pasta celulósica, madera aserrada y paneles, lográndose de esta manera mayor valor de producción por hectárea. Las plantaciones de latifoliadas no han logrado, por lo general, este nivel de utilización integrada. Frecuentemente se trata de lograr con ellas altos valores de producción mediante un alto rendimiento por hectárea de madera para pasta. De aquí surge el problema de la selección de la especie para el establecimiento de futuras plantaciones. Las coníferas parecen brindar más posibilidades de utilización ya que son de eficacia probada para la producción de madera aserrada, madera contrachapada y estructural y tableros de partícula, así como pasta. Donde existe un mercado seguro para pasta y ciertos tipos de paneles puede haber preferencia por las latifoliadas debido al alto rendimiento de madera por hectárea, a pesar de que su tecnología de conversión es más compleja.

19. La necesidad de mejorar los productos de las plantaciones forestales, tales como la madera contrachapada y los tableros de partículas para ciertos mercados está dando lugar al establecimiento de un vínculo entre los bosques naturales y las plantaciones; la madera de latifoliadas de uso corriente de los bosques naturales se emplea como alma en la madera contrachapada recubierta con madera de coníferas proveniente de plantaciones y como astillas para el interior de tableros de partículas, con caras externas de coníferas de plantación. Las chapas de madera de latifoliadas de bosques tropicales mixtos se usan para la cara exterior de los tableros de partículas.

20. La creciente utilización de madera de plantaciones demuestra claramente la total interdependencia existente entre la tecnología, la economía y la ordenación, tanto de las plantaciones como de las industrias forestales basadas en las mismas. Existen grandes oportunidades para lograr el máximo de utilidades sobre las inversiones en la coordinación de programas de ordenación de plantaciones con tecnologías industriales, integración de productos y desarrollo de mercado. Existe especial necesidad de una cooperación estrecha entre los industriales forestales, los mejoradores de árboles y los administradores de plantaciones en lo que respecta a la selección y el mejoramiento genético de especies de árboles y en la identificación de las ubicaciones más convenientes de las plantaciones.

INVESTIGACIÓN SOBRE PRODUCTOS MADEREROS

21. La investigación sobre productos forestales debería ser una actividad que, mediante el fomento de los recursos dasonómicos de un país, produce beneficios para la población en general. Tendría además que contribuir al pleno aprovechamiento de los recursos forestales del país y a su conservación mediante estudios de carácter práctico y orientados comercialmente, que a la vez perfeccionen la elaboración, recuperación y aplicación de los productos forestales con el fin último de alcanzar mayores adelantos en bien de la economía nacional en vías de evolución. Las grandes empresas industriales forestales tienen con frecuencia sus propios departamentos de investigación. Las industrias más pequeñas pueden prestar apoyo a las actividades de investigación por medio de sus asociaciones o agrupaciones de fábricas. Ya se han dado casos alentadores de tales esfuerzos de cooperación. Los gobiernos pueden fomentar el patrocinio de esas actividades mediante concesiones impositivas. El apoyo y el auspicio de los gobiernos son especialmente necesarios en los sectores de la investigación que están al servicio de empresas pequeñas y dispersas, tales como las industrias mecánicas forestales. Ninguna institución es mejor que las personas que la componen, por lo que no deben escatimarse los esfuerzos para mejorar las condiciones materiales e intelectuales de los investigadores y técnicos capaces a fin de conservarlos al servicio del país que los emplea.

22. Las necesidades en materia de enseñanza y capacitación en la industria forestal continúan aumentando al emplearse procedimientos de conversión más complejos. Es urgente que los empleados de nivel intermedio del complejo fabril actualicen y amplíen sus conocimientos. La disponibilidad de textos de estudio y manuales de instrucción modernos y adaptados a las necesidades específicas de los países en desarrollo sigue constituyendo un grave problema. En la empresa de tamaño mediano se presenta la necesidad similar de capacitar a la plana superior encargada de la administración de la empresa con objeto de que pueda hacerse cargo debidamente de la planificación de las finanzas y el presupuesto, del empleo de computadoras para el control de los procesos y la planificación, así como de las técnicas y aspectos económicos de la lucha contra la contaminación y de la ordenación de los recursos dentro del marco de la conservación del medio.

Aspectos económicos y sociales de las industrias forestales

23. Para la formulación de una política nacional de fomento de las industrias forestales, los planificadores y encargados de estructurarla deben considerar no sólo la bondad financiera de los proyectos, que constituye por lo general un criterio de inversión decisivo para una empresa, sino también otros criterios de inversión necesarios para evaluar cabalmente los aspectos económicos y sociales del fomento de las industrias, tales como su impacto sobre el crecimiento económico, el empleo, la balanza de pagos, la disponibilidad de recursos financieros, administrativos, forestales, hídricos y otros recursos básicos, el medio, y la necesidad de la cooperación internacional. En el caso de las industrias forestales, es de particular importancia la explotación de nuevas regiones, el fortalecimiento de las regiones subdesarrolladas y las inversiones públicas necesarias para la infraestructura de apoyo. Las industrias forestales inician a menudo la transformación social de las regiones subdesarrolladas proporcionando empleo, infraestructura y servicios tales como escuelas, hospitales y otras instituciones sociales.

24. El desarrollo de las industrias forestales que se basan en una gran diversidad de materias primas madereras, los objetivos del desarrollo, los factores limitativos y las prioridades varían mucho de un país a otro. Como los métodos de evaluación de los distintos proyectos y las distintas ramas de la industria son de interés mundial, el análisis de los criterios económicos y sociales y el intercambio de informaciones en el plano internacional deben continuarse para ayudar a los planificadores y los encargados de formular políticas a promover un desarrollo acertado. Debe prestarse atención también a los vínculos recíprocos con otras industrias e infraestructura, tales como la industria química la maquinaria. y transportes marítimos y terrestres.

25. Las industrias forestales comprenden una amplia variedad de diferentes ramas con distintas características económicas y sociales. Algunas de esas ramas. como los aserraderos y la transformación secundaria de la madera, son flexibles con respecto a las economías de escala y el grado de intensidad de su empleo de mano de obra o de capital, mientras que otras, tales como las de elaboración de pasta química y de fabricación masiva de papeles y cartones, tienen muy pronunciadas economías de escala y grandes exigencias de capital. El primer tipo de industrias puede adaptarse fácilmente a las etapas tempranas de economías en desarrollo, mientras que para los otros tipos se originan problemas estructurales debido a sus necesidades de grandes mercados, de provisiones de materias primas y recursos financieros, de una inteligente ordenación y mano de obra especializada, así como de una infraestructura y sistema de distribución adecuados.

26. La integración de las industrias forestales es necesaria para optimizar el uso de las diferentes especies, tamaños y calidades de madera en rollo, para utilizar los residuos, y para ahorrar capital y trabajo. Las grandes inversiones en infraestructura con el fin de abrir nuevas áreas de explotación necesitan frecuentemente el uso integrado de los recursos, pero, debido a las crecidas exigencias totales en cuanto a medios financieros y humanos, debe considerarse un desarrollo gradual progresivo por etapas.

27. Comparada con la producción y recolección de la madera, la transformación industrial primaria de la misma aumenta el valor agregado neto de la madera en rollo de 2 a 3 veces, y la elaboración primaria y secundaria conjuntamente lo aumenta de S a 10 veces. Por lo tanto, el objetivo nacional deberla ser obtener un grado de transformación de madera tan elevado como sea posible de acuerdo con la solvencia financiera de las industrias.

28. Como los fletes para las exportaciones muchas veces representan del 30 al 60 por ciento de los precios c.i.f. de los productos de la madera exportados de países en desarrollo, debe hacerse todo lo posible para mejorar los métodos, instalaciones y organización en lo que concierne a los puertos y los transportes marítimos Es necesario un estudio de la estructura de costo en la elaboración y transporte marítimo de madera producida en los países en desarrollo a fin de evaluar las perspectivas para una creciente fabricación en la proximidad de la fuente de producción de la madera. Deben estudiarse con toda. urgencia las perspectivas para transporte marítimo especializado y cambios en la estructura de precio de los fletes.

29. Para lograr una distribución equilibrada de los ingresos entre la producción, la recolección, la transformación y la distribución de la madera se requiere una correcta fijación de precios de la misma. A fin de promover financieramente una sana producción forestal, al fijarse los precios para la madera en rollo se debe tomar en cuenta el valor industrial de la madera con respecto a las especies, los tamaños y las calidades. Debido a los muchos beneficios económicos y sociales que se obtienen de la silvicultura, las industrias forestales y actividades económicas conexas utilizan con éxito incentivos de impuestos y de otro orden a fin de promover inversiones en estas actividades.

30. En los planes nacionales deberían tenerse muy en cuenta los productos forestales secundarios (resinas, gomas. extractores, etc.) en vista del importante papel socioeconómico que desempeñan en muchos países, debido al alto coeficiente de mano de obra que absorben combinado con las escasas exigencias de capital.

31. Las exportaciones de productos forestales manufacturados a los países industrializados ofrecen perspectivas de constante crecimiento. Las industrias de los países en desarrollo podrían beneficiarse asociándose con empresas establecidas en los países desarrollados, no sólo a través de la ayuda financiera y administrativa. sino también mediante la transmisión de conocimientos técnicos, mercados cautivos, y fuertes organizaciones de ventas. Los países. tanto desarrollados como en desarrollo, deberían promover su comercio de productos forestales partiendo de una base de equidad y de beneficio recíproco. Los inversionistas extranjeros deben respetar rigurosamente la soberanía y condición jurídica de igualdad de los países en desarrollo, y toda inversión se hará escrupulosamente en condiciones que sean satisfactorias para ambas partes.

32. Como los recursos financieros disponibles constituyen a menudo una limitación para el desarrollo de las industrias forestales, deberían realizarse todos los esfuerzos posibles de planificación y ordenamiento de las industrias para ahorrar capital mediante un diseño adecuado de las fábricas, producción y elección de equipo, construcción y puesta en marcha eficaz de las mismas, operación por turnos, alto índice de funcionamiento, integración, uso múltiple de la infraestructura y otros medios.

33. La transferencia masiva de capital y conocimientos prácticos de los países industrializados es imprescindible para el desarrollo de las industrias forestales del mundo en desarrollo. La transferencia de recursos financieros puede realizarse de varias maneras para satisfacer las demandas particulares de los distintos países, por ejemplo, préstamos internacionales, préstamos bilaterales, asistencia, etc. Los países en desarrollo deberán desplegar sus propias actividades en la máxima medida posible conjugándolas con los préstamos y la ayuda para fomentar sus propias industrias forestales. Puede promoverse la capacitación a distintos niveles, insistiendo especialmente en el nivel intermedio de técnicos. Tam bién son necesarios los estudios sobre inversiones y el asesoramiento sobre administración industrial para lograr un desarrollo firme y eficiente. Las especificaciones sobre productos, el diseño de equipo y el grado de mecanización e instrumentación deben adaptarse de acuerdo a las necesidades específicas de los países en desarrollo.

Las industrias forestales y la conservación del ambiente

34. Las industrias forestales influyen sobre el medio ambiente de muchas maneras. tanto directas como indirectas. Estas influencias se proyectan más allá del proceso de industrialización. Las necesidades de maderas para usos industriales influyen sobre los recursos forestales. Las actividades industriales influyen en el nivel de vida de la comunidad. Muchos productos terminados afectan el estilo de vida y forman parte del medio donde viven los seres humanos: el hogar. Además, los productos forestales influyen en el uso que se hace de los productos competidores basados en recursos no renovables.

35. Dos consideraciones tienen importancia fundamental en lo que toca a la presente y futura interacción entre las industrias forestales y el medio ambiente: su influencia en su propio recurso forestal renovable y su potencial para conservar algunos importantes recursos no renovables mediante la sustitución de productos.

36. Las industrias forestales de gran envergadura se proyectan a largo plazo y tienden a proteger sus suministros de materia prima con miras al futuro; de ese modo contribuyen a la conservación forestal. Los métodos de utilización que llevan a la degradación y aun a la destrucción de los bosques pueden ser causados. sin embargo. por industrias pequeñas. con frecuencia móviles. a menos que se lleven a cabo ajustándose a una adecuada legislación forestal y a una ordenación forestal fiscalizada por las autoridades forestales.

37. Los productos forestales ofrecen considerables posibilidades de preservar los recursos naturales no renovables. Hace relativamente poco que el hombre ha tomado conciencia de las consecuencias que la posible extinción de algunos recursos no renovables podría tener para la vida humana; no obstante, esa toma de conciencia se está extendiendo cada vez más y ha de constituir seguramente un factor importante en la adopción de decisiones sobre la política que se seguirá en materia de aprovechamiento de los recursos naturales. Las industrias forestales deben hacer frente al desafío que representa incrementar y mejorar sus productos para que puedan reemplazar a los plásticos, el acero, el aluminio y los combustibles fósiles y ser ofrecidos a precios competidores, contribuyendo de ese modo a preservar los recursos naturales que son vitales para la supervivencia de la humanidad.

38. La relativa facilidad con que se pueden desechar o recuperar los productos forestales puede influir considerablemente para acelerar su demanda en estos tiempos en que existe una preocupación creciente por el medio. Los productos forestales son biodegradables, hecho de enorme importancia para la solución de los problemas que plantea la eliminación de los desechos. La recuperación, especialmente del papel, se practica desde hace muchos años, pero los recientes esfuerzos por ampliar sus alcances han permitido incrementar los índices de recuperación en varios países. Las investigaciones intensivas, inclusive las pruebas en escala experimental, ofrecen esperanzas de aumentar aún más la utilización de las fibras de madera procedentes de los desechos urbanos, en parte para fabricar nuevos productos con grandes posibilidades de mercado. Las actitudes de los consumidores y la acción del gobierno pueden influir considerablemente en los nuevos adelantos en la materia, debiéndose alentar al consumidor a que utilice productos a base de madera que no acaban siendo desechos permanentes.

39. En lo que respecta a la contaminación del agua y el aire que provocan las industrias forestales, especialmente las fábricas de pasta y papel, la tecnología moderna ofrece medios de reducir fundamentalmente estos residuos y cabe esperar que en el presente decenio esa tecnología sea perfeccionada aún más. Los niveles aceptables de los residuos de las fábricas pueden variar grandemente según donde esté ubicada la misma, y el costo de reducir los efectos perjudiciales varía también de una a otra fábrica, dependiendo del proceso empleado en la fábrica, de su volumen y de otros factores inherentes a la estructura de la propia fábrica. Como resultado de las importantes inversiones en instalaciones para reducir la contaminación de las aguas, se ha conseguido disminuir la cantidad de residuos desechados por las fábricas de pasta y papel en muchos países y la experiencia demuestra que las aguas que reciben esos desechos han mejorado. También se han logrado progresos en lo que respecta a la contaminación del aire.

40. En general, las industrias han podido absorber los incrementos en las inversiones y costos de operación, si bien algunas fábricas, especialmente las más pequeñas y anticuadas y las que emplean el sistema al sulfito, han tenido grandes dificultades y muchas de ellas posiblemente tendrán que cerrar sus puertas en el presente decenio. El problema de la contaminación tiene pues importantes repercusiones en la estructura de la industria, y las nuevas reglamentaciones deben aplicarse con flexibilidad para evitar problemas sociales excesivos. En lo que concierne a las operaciones en gran escala y a las nuevas fábricas, se conga en que las industrias forestales podrán hacer frente a la exigencia de crear una industria en armonía con el medio ambiente.

41. La tendencia mundial a utilizar más cabalmente las materias primas permite conservar los recursos, así como reducir la cantidad de residuos no utilizados. Los adelantos en los procesos de elaboración han contribuido a la mejor utilización de las maderas de tamaño pequeño y de los residuos; en vez de quemarlos con la contaminación del aire, actualmente se los recupera en una gran proporción y se los convierte en productos industriales. La corteza plantea un problema especial. Se han elaborado varias técnicas para emplearla como combustible, usos agrícolas, aditamento en los tableros de partículas. y de fibras, etc. Sin embargo, la utilización en gran escala de la corteza para otros fines que no sean como combustible sigue constituyendo un problema para las industrias forestales. Se abriga la esperanza de que en el presente decenio se llegue a una solución de este problema que contribuya tanto a la economía de las empresas forestales como a la protección del medio ambiente.


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