El desarrollo de la acuicultura, como toda actividad económica, está en función de las políticas macroeconómicas que se adopten en cada país, y de las decisiones que se tomen en el curso del proceso de integración regional. En efecto, la política macroeconómica afecta en mayor grado a las actividades incipientes en proceso de expansión y a aquellas que han logrado un mayor desarrollo en un sector marginal, como es el de la acuicultura. A continuación se presenta una visión de los efectos más relevantes que las políticas de internacionalización han tenido sobre la actividad acuícola.
Los diferentes países de la Región inician los años '90 con los efectos recesivos ocurridos en la década de los '80—denominada “la década perdida” —caracterizada por altos pasivos originados en la deuda externa, estructuras inadecuadas a la demanda internacional y desequilibrios sociales debido al deterioro de las condiciones de calidad de vida. Además, la Región Latinoamericana perdió su posición frente al comercio mundial pues en 1960 el valor de sus exportaciones totales representaba el 7.7% del total mundial y en 1988 sólo alcanzó el 3.9%. Esta situación también ocurrió en las importaciones que disminuyeron del 7.6% en 1960 al 3.3% en 1988. Lo anterior indica que la Región posiblemente ha perdido dido su capacidad negociadora, tanto a nivel de los sectores más dinámicos de la economía, como de aquellos que estaban en proceso de expansión.
Por una parte, las políticas internas de cada país se han dirigido a combatir la inflación y a reducir el déficit externo, donde el servicio de la deuda influye notablemente. Asimismo, el gasto público se ha restringido y se ha acentuado el deterioro social (ver punto 4.1.3).
Las proyecciones a mediano y largo plazo, analizadas por organismos multilaterales, concluyen que un repunte de los precios reales de los productos primarios-con excepción de los productos energéticos-que constituyen las exportaciones de la Región, es difícil de esperar, máxime si se tienen en cuenta las condiciones proteccionistas existentes en los países industrializados.
En el anterior contexto, la expansión de la producción acuícola dependerá de la capacidad de adaptación del sector a las condiciones establecidas tanto a nivel interno como externo. Particularmente, es importante subrayar que el paso del viejo modelo de sustitución de importaciones y crecimiento endógeno al nuevo modelo de internacionalización y apertura, obliga al sector acuícola a tomar medidas y generar mecanismos de transformación y reconversión de las unidades de producción, que permitan alcanzar un nivel aceptable de rentabilidad frente a condiciones de mercado sumamente competitivas.
En este marco, se pueden relacionar algunos aspectos relevantes que afectan el desarrollo de la acuicultura:
Las modificaciones en el contexto internacional obligan al sector privado a modernizarse, incrementar las inversiones para mejorar la productividad y la competitividad, así como a aprovechar la inversión de capitales externos a través de joint ventures.
El proceso productivo acuícola deberá tomar en cuenta las transformaciones del régimen arancelario, para enfrentar la competencia externa; la disminución o supresión de subsidios y estímulos a la producción o a la exportación; la desaceleración de las tasas de devaluación — cuyo crecimiento, en principio, era considerado como un incentivo para la exportación —; las modificaciones del sistema financiero y la desaparición del crédito de promoción y fomento que hace que la actividad deba enfrentarse a la captación de recursos financieros a tasas de mercado.
La modificación de la influencia del aparato gubernamental, originada por la cada vez menor intervención del Estado, que afecta al sector productivo en las etapas de producción, mercadeo y consumo. A lo anterior se suma la reducción del gasto público, lo que obliga a las estaciones y centros universitarios a buscar mecanismos de autofinanciamiento que afectan el desarrollo de las investigaciones y la generación y transferencia de tecnología. Asimismo, es importante señalar la tendencia a privatizar instituciones y programas de extensión y capacitación pasando al sector privado aquellas acciones que venían siendo ejecutadas por el estado, lo que implica un cambio importante especialmente en aquellas actividades de cultivo, que se encuentran en una fase inicial de consolidación de la producción.
La conformación de bloques económicos en los países desarrollados determina flujos de comercio que en la mayoría de los casos en vez de liberar el mercado mundial, lo regulan. En algunos casos el mercado es condicionado al cumplimiento de condiciones específicas para los productos terminados, determinación de cuotas ó el establecimiento de normas ambientales o de calidad del producto.
Para superar las limitantes que se presentan en el comercio mundial, los países han tratado de integrarse regionalmente y así poder competir con mejores condiciones en el mercado. En este caso, es oportuno recordar la baja participación de América Latina en el comercio de bienes y servicios a nivel mundial, aunque ya se aprecian aperturas significativas en diferentes países, como por ejemplo el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá.
El reto de la acuicultura consiste en mantener una eficiencia que permita enfrentar la problemática a nivel local, regional y mundial, de tal manera que los cultivos tengan una rentabilidad que justifique que su existencia y que de ellos se deriven beneficios socioeconómicos. Es por eso que el futuro dependerá en gran medida del establecimiento de planes estratégicos y el señalamiento de prioridades que permitan el desarrollo de la acuicultura mediante la implantación de modelos creativos de producción.
La producción acuícola regional en América Latina y el Caribe en 1990 fue de 282,808 toneladas (FAO, 1993b), es decir el 1.8% con respecto a la producción mundial de ese mismo año (15.3 millones de toneladas) (Tabla 27 y Fig. 1). En 1985, la producción acuícola de la Región representaba el 1.1% de la producción mundial. El crecimiento interanual en el período 1985–1990 fue del 17.2%, el cual— aunque con base en un valor absoluto bajo— es 2.5 veces mayor que el crecimiento interanual a nivel mundial.
En 1990, el 76% de la producción correspondió a la acuicultura marina y el restante 24% a la acuicultura continental. La participación en la producción de los principales grupos de especies de cultivo fue la siguiente: camarones marinos 35.4%, peces de agua dulce 23.2%, moluscos 18.9%, algas 13.5%, peces marinos 8.4% y crustáceos de agua dulce 0.7% (Tabla 27 y Fig. 1). Los cultivos de peces marinos y de algas a nivel comercial se han desarrollado básicamente en Chile.
Paises | Peces a. d. | Peces marinos | Camarones m. | Crustáceos a. d. | Moluscos | Algas | Total | |||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
1985 | 1990 | 1985 | 1990 | 1985 | 1990 | 1985 | 1990 | 1985 | 1990 | 1985 | 1990 | 1985 | 1990 | |
Antillas H. | - | - | - | - | - | - | - | - | - | 10 | - | - | - | 10 |
Bahamas | 30 | 43 | - | 3 | 12 | 3 | - | - | - | - | - | - | 42 | 49 |
Belice | - | - | - | - | 10 | 300 | - | - | - | - | - | - | 10 | 300 |
Cuba | 15,134 | 21,860 | - | - | - | - | - | - | 1,134 | 1,000 | - | - | 16,268 | 22,860 |
Granada | - | - | - | - | - | - | - | - | 10 | 10 | - | - | 10 | 10 |
Guadalupe | - | - | - | - | - | - | 31 | 42 | - | - | - | - | 31 | 42 |
Jamaica | 1,046 | 2,400 | - | - | - | - | 15 | 30 | 12 | 10 | - | - | 1,073 | 2,440 |
Martinica | - | 36 | - | 2 | - | - | 35 | 49 | - | - | - | - | 35 | 87 |
Puerto Rico | - | 15 | - | - | - | - | - | 50 | - | - | - | - | - | 65 |
Rep. Dominic. | 3 | 140 | - | - | 90 | 90 | 100 | 50 | - | - | - | - | 193 | 280 |
St. Lucia | - | - | - | - | - | - | - | - | - | - | 210 | 4 | 210 | 4 |
Turk-Caicos | - | - | - | - | - | - | - | - | - | 250 | - | - | - | 250 |
Total Caribe | 16,213 | 24,494 | - | 5 | 112 | 393 | 181 | 221 | 1,156 | 1,280 | 210 | 4 | 17,872 | 26,397 |
Argentina | 200 | 450 | - | - | - | - | - | - | 20 | 3 | - | - | 220 | 453 |
Bolivia | - | 515 | - | - | - | - | - | - | - | - | - | - | - | 515 |
Brasil | 10,000 | 18,000 | - | - | 350 | 1,700 | 400 | 600 | 123 | 130 | - | - | 10,873 | 20,430 |
Colombia | 767 | 4,395 | 3 | - | 810 | 6,000 | 1 | 60 | - | - | - | - | 1,581 | 10,455 |
Costa Rica | 83 | 261 | - | - | - | 300 | 8 | 7 | 15 | 5 | - | - | 106 | 573 |
Chile | 619 | 5,481 | 500 | 23,329 | - | - | - | - | 1,454 | 3,845 | 4,924 | 38,017 | 7,497 | 70,672 |
Ecuador | - | 435 | - | 25 | 30,205 | 76,420 | - | 849 | - | - | - | - | 30,205 | 77,729 |
El Salvador | 15 | 4 | 568 | 484 | 93 | 140 | - | 4 | - | - | - | - | 676 | 632 |
Guatemala | 70 | 167 | - | - | 384 | 750 | 5 | 10 | - | - | - | - | 459 | 927 |
Guyana | 12 | 15 | - | - | 15 | 40 | - | - | - | - | - | - | 27 | 55 |
Guyana Fr. | - | - | - | - | - | - | 15 | 83 | - | - | - | - | 15 | 83 |
Honduras | 171 | 132 | - | - | 276 | 3,270 | 18 | - | - | - | - | - | 465 | 3,402 |
México | 8,155 | 8,418 | - | - | 35 | 4,500 | 325 | 201 | 38,462 | 47,739 | - | - | 46,977 | 60,858 |
Nicaragua | 2 | 11 | - | - | - | 100 | - | - | - | - | - | - | 2 | 111 |
Panamá | 242 | 317 | - | - | 2,557 | 3,131 | 5 | 6 | - | - | - | - | 2,804 | 3,454 |
Paraguay | - | 51 | - | - | - | - | - | - | - | - | - | - | - | 51 |
Perú | 659 | 2,091 | - | - | 1,468 | 3,000 | - | 10 | 5,421 | 130 | - | - | 7,548 | 5,231 |
Venezuela | 445 | 400 | - | - | - | 300 | - | 20 | 358 | 60 | - | - | 803 | 780 |
Tot. A. Latina | 21,440 | 41,143 | 1,071 | 23,838 | 36,193 | 99,651 | 777 | 1,850 | 45,853 | 51,912 | 4,924 | 38,017 | 110,258 | 256,411 |
Total Región | 37,653 | 65,637 | 1,071 | 23,843 | 36,305 | 100,044 | 958 | 2,071 | 47,009 | 53,192 | 5,134 | 38,021 | 128,130 | 282,808 |
Fuente: FAO Fisheries Circular №815, Rev. 5-1993.
Los seis principales países productores fueron: Ecuador (77,729 t; 27.5%), Chile (70,672 t; 25.0%), México (60,858 t; 21.5%), Cuba (22,860 t; 8.1%), Brasil (20,430 t; 7.2%) y Colombia (10,455 t; 3.7%). Estos países en conjunto aportaron el 93.0% del total de los 30 países con producción acuícola. Destaca que en el período 1985–1990 Chile presentó el mayor crecimiento interanual con el 56.6%, seguido por Colombia y Ecuador con el 45.9% y 20.8% respectivamente. El cultivo que mayor crecimiento interanual ha mostrado (86%) es el de peces marinos (Salmónidos), seguido por camarones marinos (22%). En este último grupo se registró un aumento en la producción de 63,739 t contra 22,772 t en el grupo de los salmónidos.
Figura 1. Producción acuicola de América Latina y el Caribe por principales grupos de cultivo (1985 y 1990)
En 1990, el valor de la producción acuícola de la Región a ascendió a US$849 millones (FAO, 1992a) (Tabla 28), que representa el 3.2% del valor total de la producción acuícola mundial.
País | Valor 1985 | Valor 1990 |
---|---|---|
Antillas Holandesas | - | 25 |
Bahamas | 153 | 189 |
Belice | 100 | 3,300 |
Cuba | 17,450 | 19,103 |
Granada | 90 | 50 |
Guadalupe | 682 | 1,005 |
Jamaica | 1,851 | 6,250 |
Martinica | 471 | 1,563 |
Puerto Rico | 155 | 794 |
República Dominicana | 1,970 | 2,260 |
St. Lucia | 1,680 | 32 |
Turks-Caicos | - | 625 |
Total Caribe | 24,602 | 35,196 |
Argentina | 210 | 722 |
Bolivia | - | 892 |
Brasil | 43,362 | 104,104 |
Colombia | 6,349 | 56,425 |
Costa Rica | 258 | 3,280 |
Chile | 11,251 | 171,328 |
Ecuador | 211,435 | 314,946 |
El Salvador | 1,720 | 1,272 |
Guatemala | 2,949 | 4,829 |
Guyana Francesa | 152 | 581 |
Guyana | 69 | 174 |
Honduras | 1,799 | 35,290 |
México | 18,501 | 67,619 |
Nicaragua | 2 | 867 |
Panamá | 20,629 | 27,057 |
Paraguay | - | 51 |
Perú | 36,677 | 21,442 |
Venezuela | 1,271 | 3,320 |
Total América Latina | 356,634 | 814,199 |
Total Región | 381,236 | 849,395 |
Total MUNDIAL | 13'408,825 | 26'631,460 |
% de la Región | 2.8% | 3.2% |
Fuente: FAO Fisheries Circular №815, Rev. 5-1993.
Cabe destacar que la participación porcentual de la Región en la producción mundial fue mayor en valor que en volumen. La diferencia es más notable en 1985, cuando la producción de camarones de Ecuador representó más del 50% del valor total regional.
El crecimiento del valor de la producción durante el período 1985–1990 fue del 17.4% interanual, ligeramente menor (-0.2%) que el crecimiento del volumen en el mismo período. Esto se atribuye a la caída del precio del camarón marino: Ecuador, mayor productor de camarones de la Región, presentó un incremento interanual en su producción del 20%, mientras que el incremento en valor apenas llegó al 8.3%.
En 1990, los países de la Región con mayor valor de la producción fueron: Ecuador (37.1%), Chile (20.2%), Brasil (12.3%), México (8.0%), Colombia (6.6%) y Honduras (4.2%). De estos países, los que presentaron mayor crecimiento interanual en el período 1985–1990 fueron Honduras (81.4%), Chile (72.4%) y Colombia (54.8%). La posición de Honduras se justifica con el incremento del cultivo de camarón marino. Así mismo se deduce que el crecimiento interanual en Chile y Colombia fue mayor en valor que en producción, reflejando la orientación de la acuicultura hacia especies de mayor valor económico3.
La producción acuícola regional en 1991 fue de 341,370 toneladas (FAO, 1993b) lo que representó el 2.1% del total mundial (16.6 millones de toneladas) (Tabla 29).
El crecimiento interanual de 20.7% con respecto al año anterior fue mayor que el observado para el período 1985–1990, debido principalmente a mayores incrementos de la producción regional de camarones marinos (33,606 t), y la producción en Chile de algas (19,662 t) y salmones (10,746 t). El valor estimado de la producción de 1991 fue US$1,165 millones, con un incremento del 37% con respecto al valor reportado para 1990.
La participación en la producción del principal grupo de cultivo, camarones marinos, aumentó del 35.4 al 39.2%. El grupo de algas aumentó del 13.7 al 16.9%, en cambio el grupo de moluscos bajó del 18.8 al 12.1%. Finalmente, el grupo de peces marinos registró un aumento del 8.4 al 10.0%. Chile por poco llegó a nivelar el volumen de producción de Ecuador, aunque su valor no alcanza ni la midad de la produccón de este último.
La participación del Caribe en la producción acuícola de la Región ha ido disminuyendo de 13.9% en 1985 a 9.3% en 1990 y a 7.3% en 1991. Cuba es el principal productor del Caribe, con una participación constantemente superior al 80%. El segundo productor es Jamaica, que en 1991 obtuvo el 10% de la producción regional, basada en cultivos de tilapia.
Los indicadores antes citados reflejan el crecimiento e importancia que está adquiriendo la acuicultura en la Región. Cabe destacar que, en base a las informaciones recibidas de México, Ecuador y Brasil, las producciones reportadas para 1991 fueron de 171,000, 112,775 y 65,553 toneladas respectiuvamente, lo cual representa una diferencia significativa del orden de las 170,673 toneladas en comparación con los datos reportados por FAO para el mismo año.
Esta disparidad se aribuye principalmente a que México y Brasil reportaron una producción de peces de agua dulce de 108,243 y 62,000 toneladas respectivamente, es decir una diferencia de 141,165 toneladas que corresponden a piscicultura de embalses y que no fueron incluidas en los datos de FAO 1993b como producción de acuicultura.
Países | Peces agua duice | Peces marinos | Camarones marinos | Crustáceos agua duice | Moíuscos | Algas | VOLUMEN TOTAL | VALOR |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Antillas H. | - | - | - | - | 10 | - | 10 | 25 |
Bahamas | 4 | - | 2 | - | - | - | 6 | 60 |
Belice | 4 | - | 157 | - | - | - | 161 | 1,729 |
Cuba | 20,106 | - | - | - | 1,000 | - | 21,106 | 18,116 |
Guadalupe | - | - | - | 44 | - | - | 44 | 968 |
Jamaica | 2,500 | - | - | 30 | 10 | - | 2,540 | 7,750 |
Martinica | 35 | 10 | - | 52 | - | - | 97 | 1,472 |
Puerto Rico | 76 | - | - | 50 | - | - | 146 | 965 |
Rep. Dominicana | 536 | - | 35 | 43 | 1 | - | 615 | 2,180 |
St. Lucia | - | - | - | - | 4 | 4 | 32 | |
Turks-Caicos | - | - | - | - | 250 | - | 250 | 625 |
Total Caribe | 23,261 | 10 | 194 | 219 | 1,271 | 4 | 24,979 | 33,922 |
Argentina | 450 | - | - | - | 3 | - | 453 | 758 |
Bolivia | 200 | - | - | - | - | - | 200 | 396 |
Brasil | 20,600 | - | 2,000 | 550 | 150 | - | 23,300 | 102,185 |
Colombia | 5,520 | - | 6,717 | 30 | - | - | 12,267 | 58,843 |
Costa Rica | 1,233 | - | 525 | 207 | 5 | - | 1,970 | 11,821 |
Chile | 8,393 | 34,075 | - | - | 5,108 | 57,679 | 105,255 | 232,772 |
Ecuador | 991 | 35 | 105,238 | 870 | - | - | 107,134 | 513,304 |
El Salvador | 17 | 22 | 93 | 7 | - | - | 139 | 904 |
Guatemala | 234 | - | 590 | 7 | - | - | 831 | 3,393 |
Guyana F. | - | - | - | 83 | - | - | 83 | 581 |
Guyana | 15 | - | 50 | - | - | - | 65 | 233 |
Honduras | 143 | - | 4,032 | - | - | - | 4,175 | 58,640 |
México | 8,478 | - | 5,000 | 139 | 34,604 | - | 48,221 | 75,068 |
Nicaragua | 4 | - | 70 | - | - | - | 74 | 597 |
Panamá | 329 | - | 3,590 | 8 | - | - | 3,927 | 30,049 |
Paraguay | 50 | - | - | - | - | - | 50 | 56 |
Perú | 1,732 | - | 5,000 | 10 | 130 | - | 6,872 | 35,674 |
Venezuela | 725 | - | 551 | 31 | 68 | - | 1,375 | 6,105 |
Tot.A.Latina | 49,114 | 34,132 | 133,456 | 1942 | 40,068 | 57,679 | 316,391 | 1'131,379 |
Total Región | 72,375 | 34,142 | 133,650 | 2,161 | 41,339 | 57,683 | 341,370 | 1'165,301 |
Fuente: FAO Flsheries Circular №815, Rev. 5-1993.
En base a los informes nacionales, en 1992 (Tabla 30) la producción de peces marinos en Chile aumentó con 12,000 t pero, según las mismas fuentes, la producción de algas estaría 10,000 t por debajo del nivel reportado por la FAO para el año anterior. La producción de camarones marinos en la Región aumentó con 20,000 t, alcanzando un nuevo récord de 152,807 t. En el caso de México, se incluyó en el rubro peces de agua dulce la producción de carpa y tilapia en embalses y, por lo tanto, este dato no es comparable con los reportados por la FAO para años anteriores.
Países | Peces agua dulce | Peces marinos | Camarones marinos | Crustáceos agua dulce | Moluscos | Algas | Otros | Total |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Antillas H. | - | - | - | - | 10 | - | - | 10 |
Bahamas | 4 | - | 2 | - | - | - | - | 6 |
Belice | 4 | - | 157 | - | - | - | - | 161 |
Cuba | 23,700 | - | 1,028 | - | 1,006 | - | - | 25,734 |
Guadalupe | - | - | - | 44 | - | - | - | 44 |
Jamaica | 3,000 | - | - | 30 | 10 | - | - | 3,040 |
Martinica | 35 | 10 | - | 52 | - | - | - | 97 |
Puerto Rico | 76 | - | - | 50 | - | - | 20 | 146 |
Rep. Dom. | 1,356 | - | - | 164 | - | - | - | 1,520 |
Sta. Lucia | - | - | - | - | - | 4 | 4 | |
Turks-C. | - | - | - | - | 250 | - | - | 250 |
Tot. Caribe | 28,175 | 10 | 1,187 | 340 | 1,276 | - | 24 | 31,012 |
Argentina | 800 | - | - | - | - | - | - | 800 |
Bolivia | 308 | - | - | - | - | - | - | 308 |
Brasil | 26,000 | - | 1,800 | 1,000 | 1,200 | - | - | 30,000 |
Colombia | 14,470 | - | 9,432 | 30 | - | - | - | 23,932 |
Costa Rica | 900 | - | 700 | 300 | 5 | - | - | 1,905 |
Chile | 15,515 | 46,632 | - | - | 6,269 | 47,807 | - | 116,223 |
Ecuador | 990 | 35 | 115,151 | - | - | - | - | 116,176 |
El Salvador | 17 | 297 | 220 | 7 | - | - | - | 541 |
Guatemala | 412 | - | 3,700 | - | - | - | - | 4,112 |
Guyana F. | - | - | - | 83 | - | - | - | 83 |
Guyana | 15 | - | 50 | - | - | - | - | 65 |
Honduras | 125 | - | 4,338 | - | - | - | - | 4,463 |
México | 111,177 | - | 8,326 | - | 37,376 | - | 17,747 | 174,626 |
Nicaragua | 3 | - | 94 | - | - | - | - | 97 |
Panamá | 340 | - | 3,650 | - | - | - | 3,990 | |
Paraguay | 148 | - | - | - | - | - | - | 148 |
Perú | 1,500 | - | 2,553 | 10 | 130 | - | - | 4,193 |
Venezuela | 680 | - | 1,606 | 80 | 80 | - | - | 2,446 |
Tot. A. Latina | 173,400 | 46,964 | 151,620 | 1,510 | 45,060 | 47,807 | 17,747 | 484,108 |
Total Región | 201,575 | 46,974 | 152,807 | 1,850 | 46,336 | 47,807 | 17,771 | 515,120 |
Fuente: Informes nacionales.
En 1990, la acuicultura marina alcanzó una producción de 214,957 toneladas (FAO, 1993b), es decir el 77.4% del total de la acuicultura en la Región. Ello resultó en un incremento interanual del 135% en el período 1985–90.
La participación en la producción de los grupos de cultivo fue la siguiente: camarón 46.7%, moluscos 24.7%, algas 17.7% y peces 10.9%.
En 1990, la producción de camarones marinos fue de 100,044 toneladas, con un incremento interanual del 22.5% en el período 1985–90. Esta producción representó el 15.0% de la producción de camarones cultivados a nivel mundial. En 1991, la producción aumentó a 133,650 toneladas, mostrando un crecimiento del 33.6% con respecto a 1990 (FAO, 1993b) (Tabla 31).
En 1991, las especies cultivadas fueron: Penaeus vannamei (96%), P. stylirostris (3%) y P. schmitti (1%). Los principales países cultivadores fueron: Ecuador (78.7%), Colombia (5.0%), Perú (3.7%), México (3.7%) y Honduras (3.0%), quienes en conjunto aportaron el 94.3% del total de la Región (Tabla 31 y Fig. 2), y los otros 12 países el 5.7% restante.
En 1992, la producción de camarones marinos en la Región rebasó nuevamente la cosecha del año anterior con 152,807 toneladas, de las cuales el 75% fueron cosechadas en Ecuador. Esta producción representó el 18% del total mundial cultivado (840,000 t). En 1993, la producción ecuatoriana bajó a 90,000 t, debido principalmente al Sidrome de Taura. En este año, la producción mundial experimentó una fuerte caída, por primera vez, a un nivel de 640,000 t, debido al desplome de la producción en China (Globefish, 1/94).
Países | 1985 | 1986 | 1987 | 1988 | 1989 | 1990 | 1991 | 1992 |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Bahamas | 12 | 12 | 15 | 15 | 10 | 3 | 2 | 2 |
Belice | 10 | 50 | 200 | 200 | 542 | 300 | 157 | 157 |
Cuba | n.d. | n.d. | 345 | 502 | n.d. | n.d. | n.d. | 1,028 |
Rep. Dominicana | 90 | 198 | 200 | 173 | 136 | 90 | 35 | n.d. |
Total Caribe | 112 | 260 | 760 | 890 | 688 | 393 | 194 | 1,187 |
Brasil | 350 | 450 | 500 | 800 | 1,300 | 1,700 | 2,000 | 1,800 |
Colombia | 810 | 1,500 | 1,500 | 3,361 | 3,000 | 6,000 | 6,717 | 9,432 |
Costa Rica | - | - | 163 | 200 | 220 | 300 | 525 | 700 |
Ecuador | 30,205 | 30,683 | 72,953 | 74,480 | 72,000 | 76,420 | 105,238 | 115,151 |
El Salvador | 93 | 91 | 255 | 219 | 219 | 140 | 93 | 220 |
Guatemala | 384 | 450 | 531 | 785 | 750 | 750 | 590 | 3,700 |
Guyana | 15 | 53 | 36 | 36 | 40 | 40 | 50 | 50 |
Honduras | 276 | 792 | 1,769 | 2,724 | 3,000 | 3,270 | 4,032 | 4,338 |
México | 35 | 43 | 286 | 500 | 1,000 | 4,500 | 5,000 | 8,326 |
Nicaragua | - | - | 45 | 70 | 100 | 100 | 70 | 94 |
Panamá | 2,557 | 3,000 | 2,840 | 3,527 | 3,495 | 3,131 | 3,590 | 3,650 |
Perú | 1,468 | 1,644 | 3,062 | 3,500 | 3,353 | 3,000 | 5,000 | 2,553 |
Venezuela | - | - | 1 | 50 | 100 | 300 | 551 | 1,606 |
Tot. A. Latina | 36,193 | 38,706 | 83,941 | 90,252 | 88,577 | 99,651 | 133,456 | 151,620 |
Total Región | 36,305 | 38,966 | 84,701 | 91,142 | 89,265 | 100,044 | 133,650 | 152,807 |
Fuente: 1985–1991: FAO Fisheries Circular №815, Rev. 5-1993. 1992: Informes nacionales.
Figura 2. Principales países productores de camarón marino cultivado (1985, '88, '90 y '92)
Para 1990, se estimó que el total de la superficie de granjas camaronícolas en operación fue de 137,305 ha (Tabla 32), con una producción promedio regional de 729 kg/ha/año.
Países | Construidas | En operación | № granias |
---|---|---|---|
Bahamas | n.d. | n.d. | 4 |
Belice | 993 | 220 | 7 |
Cuba | 1,610 | 1,440 | 1 |
Guadalupe | n.d. | 30 | 16 |
Martinica | n.d. | 32 | 44 |
Puerto Rico | 35 | n.d. | 7 |
República Dominicana | 300 | 200 | 3 |
TOTAL CARIBE | 2,938 | 1,922 | 82 |
Brasil | 3,851 | 2,181 | 30 |
Colombia | 3,796 | 2,863 | 31 |
Costa Rica | n.d. | 500 | 8 |
Ecuador | 143,402 | 110,000 | 1,422 |
El Salvador | 112 | 58 | 5 |
Guatemala | 1,127 | 774 | 14 |
Guyana Francesa | 73 | 46 | 8 |
Guyana | n.d. | 670 | 10 |
Honduras | 7,665 | 6,008 | 80 |
México | 8,900 | 5,200 | 132 |
Nicaragua | 1,512 | 185 | 13 |
Panamá | n.d. | 4,283 | 38 |
Perú | 3,400 | 2,100 | 60 |
Venezuela | 570 | 515 | 5 |
TOTAL AMÉRICA LATINA | 174,408 | 135,383 | 1,856 |
TOTAL REGIÓN | 177,346 | 137,305 | 1,938 |
Fuente: National Oceanic and Atmosferic Administration 1992.
En 1990, la producción regional de moluscos cultivados fue de 53,192 toneladas, con un incremento interanual del 2.5% en el período 1985–90. Esta producción representó el 1.8% de la producción mundial de moluscos cultivados. En 1991, la producción fue de 41,339 toneladas, lo que representa una disminución del 22.2% con respecto a 1990 (FAO 1993b). Este descenso se atribuye a la caída de la producción de ostras en México de 13,135 toneladas. La producción en 1992, reportada en los informes nacionales, se estima en 46,336 toneladas.
En 1991, los principales grupos de moluscos cultivados fueron ostras (88.5%), mejillones (7.8%) y pectínidos (3.1%) (Tabla 33), siendo los mayores productores México, Chile y Cuba (Tablas 34–35 y Fig. 3).
País | Ostras | Mejillón | Pecten | Strombus | Almeja duice | Total |
---|---|---|---|---|---|---|
Antillas Holandesas | - | - | - | 10 | - | 10 |
Cuba | 1,000 | - | - | - | - | 1,000 |
Jamaica | 10 | - | - | - | - | 10 |
República Dominicana | 1 | - | - | - | - | 1 |
Turks-Caicos | - | - | - | 250 | - | 250 |
Total Caribe | 1,011 | - | - | 260 | - | 1,271 |
Argentina | - | 3 | - | - | - | 3 |
Brasil | 150 | - | - | - | - | 150 |
Costa Rica | - | - | - | - | 5 | 5 |
Chile | 803 | 3,147 | 1,158 | - | - | 5,108 |
México | 34,604 | - | - | - | - | 34,604 |
Perú | - | - | 130 | - | - | 130 |
Venezuela | - | 68 | - | - | - | 68 |
Total América Latina | 35,557 | 3,218 | 1,288 | - | 5 | 40,068 |
Total Región | 36,568 | 3,218 | 1,288 | 260 | 5 | 41,339 |
Fuente: FAO Fisheries Circular №815, Rev. 5-1993.
País | 1985 | 1986 | 1987 | 1988 | 1989 | 1990 | 1991 |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Antillas Holandesas | - | - | 21 | 10 | 10 | 10 | 10 |
Cuba | 1,134 | 1,100 | 1,300 | 1,134 | 1,100 | 1,000 | 1,000 |
Granada | 10 | 10 | 10 | 10 | 10 | 10 | - |
Jamaica | 12 | 12 | 12 | 12 | 10 | 10 | 10 |
República Dominicana | - | - | - | - | - | - | 1 |
Turks-Caicos | - | - | 360 | 360 | 300 | 250 | 250 |
Total Caribe | 1,156 | 1,122 | 1,703 | 1,526 | 1,430 | 1,280 | 1,271 |
Argentina | 20 | 20 | 3 | 3 | 3 | 3 | 3 |
Brasil | 123 | 130 | 130 | 130 | 130 | 130 | 150 |
Costa Rica | 15 | 15 | 4 | 5 | 4 | 5 | 5 |
Chile | 1,454 | 2,458 | 2,003 | 3,765 | 3,688 | 3,845 | 5,108 |
Ecuador | - | - | 3 | 3 | - | - | - |
México | 38,462 | 38,452 | 46,325 | 52,026 | 52,131 | 47,739 | 34,604 |
Perú | 5,421 | 316 | 110 | 140 | 100 | 130 | 130 |
Venezuela | 358 | 50 | 50 | 50 | 55 | 60 | 68 |
Total América Latina | 45,853 | 41,441 | 48,628 | 56,122 | 56,111 | 51,912 | 40,068 |
Total Región | 47,009 | 42,563 | 50,331 | 57,648 | 57,541 | 53,192 | 41,339 |
Fuente: FAO Fisheries Circular №815, Rev. 4-1992. FAO Fisheries Circular №815, Rev. 5-1993.
Grupo | 1985 | 1986 | 1987 | 1988 | 1989 | 1990 | 1991 |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Ostras | 40,040 | 40,202 | 48,021 | 53,636 | 53,877 | 49,225 | 36,568 |
Pectínidos | 5,460 | 494 | 371 | 1,109 | 761 | 1,312 | 1,288 |
Mejillones | 1,494 | 1,852 | 1,554 | 2,528 | 2,589 | 2,390 | 3,218 |
Strombus | - | - | 381 | 370 | 310 | 260 | 260 |
Almeja dulce | 15 | 15 | 4 | 5 | 4 | 5 | 5 |
Total | 47,009 | 42,563 | 50,331 | 57,648 | 57,541 | 53,192 | 41,339 |
Fuentes: FAO Fisheries Circular №815, Rev. 4-1992: FAO Fisheries Circular №815, Rev. 5-1993.
Figura 3. Producción de moluscos por grupos de cultivo en América Latina y el Caribe (1985, '87, '89, y '91)
En 1990, la producción de ostras cultivadas en 1990 fue de 49,225 toneladas, es decir el 5.6% de la producción mundial de ostras cultivadas. Los principales países productores fueron México y Cuba con el 97.0% y el 2.0% respectivamente, usando sistemas semintensivos y de tipo artesanal. El 83.2% de la producción regional de ostras provino de cultivos. En 1991, la producción bajó a 36,568 t que representan el 4.1% de la producción mundial de ostras cultivadas. México y Cuba contribuyeron con el 94.5% y el 2.7%, respectivamente (FAO 1993b). De acuerdo a información proporcionada por la Dirección General de Acuacultura de Sepesca, la producción de México en 1992 descendió a 26,497 t y, en 1993, a 23,955 t, debido a sobrexplotación y deterioro del medio ambiente costero.
Cabe destacar que, a pesar de que se han realizado diversos proyectos pilotos y semicomerciales en otros países de la Región como Argentina, Colombia, Panamá, Ecuador y Venezuela, estos no han logrado establecerse por varios inconvenientes. En el caso de Venezuela, en 1981 hubo una producción de 1,000 toneladas que cayó significativamente en los años siguientes, debido a problemas de comercialización.
Las principales especies cultivadas son Crassostrea virginica, C. gigas y C. rhizophorae.
Durante el período 1985–1990 la producción regional mantuvo una tendencia ascendente, con un crecimiento interanual del 4.2% pero, a partir de 1991, cayó sensiblemente, como se destacó anteriormente.
En 1990, la producción de mejillones cultivados fue de 2,390 toneladas, es decir el 4.5% de la producción regional de moluscos y el 0.2% de la producción mundial de mejillones cultivados. El crecimiento interanual durante el período 1985–1991 fue de 16.6%, alcanzándose en 1991 una cosecha récord de 3,218 t.
El cultivo de mejillón aportó en 1990 sólo el 5.8% del total de la producción regional de mejillón, siendo el principal productor Chile, con el 98.6% de los cultivos. Esta situación no cambió significativamente en 1991.
Las principales especies cultivadas son el chorito (Mytilus chilensis) y el choro zapato (Chromytilus chorus), en Chile y Perna perna, en Brasil y Venezuela. Las técnicas de cultivo utilizadas incluyen balsas flotantes y “long-lines”.
En Venezuela, se inició el cultivo del mejillón con muy buenas perspectivas, alcanzándose en 1981 una producción de 800 t la cual, sin embargo, desde entonces ha ido cayendo hasta llegar a 68 t en 1991. Los principales problemas que han entorpecido esta actividad fueron el turbio o marea roja y el incremento significativo de los costos de producción.
En Brasil (Estado de Santa Catarina), por el contrario, se logró con el cultivo del mejillón —el cual en 1991 era inexistente—una producción de 1,100 t en la cosecha 1992–1993, y su producción se está extendiendo a los Estados de São Paulo y Rio de Janeiro.
En 1990, la producción de pectínidos cultivados fue de 1,312 toneladas, equivalente al 2.5% de los moluscos cultivados en la Región y al 0.4% de la producción mundial de pectínidos cultivados. El cultivo aportó el 17.4% del total de la producción regional de pectínidos.
El principal productor durante el período 1986–1991 fue Chile, cuya producción en 1991 fue de 1,158 t, es decir el 90% del total. Perú produjo el 10% restante. Según información obtenida, la alta producción reportada en 1985 en Perú (5,421 t) provino en su gran mayoría de la captura.
La principal especie es Argopecten purpuratus, cultivada generalmente en sistemas suspendidos de “long-lines” y linternas.
Desde 1992, se está cultivando a nivel comercial en Baja California, México, otra especie, la almeja catarina (Argopecten circularis) cuya producción para 1993 se estima en 720 toneladas (Centro de Investigaciones de Baja California Sur, La Paz).
Existen otras especies de moluscos, como el abulón (Haliotis spp.) en Chile y México, sobre las cuales se han realizado investigaciones básicas y con tecnologías de cultivo disponible que permiten el inicio de su producción comercial. De acuerdo a la opinión de los especialistas, las posibilidades de cultivo del abulón son más promisorias que las del loco (Concholepas concholepas). Así mismo se están realizando cultivos experimentales de la almeja mano de león (Lyropecten subnudosus) y del callo de hacha (Atrina sp.) en la zona de Baja California, México.
Vale mencionar los resultados de las investigaciones reportadas por Boeing (1992), con la almeja dura Tapes semidecussata, cultivada en piscinas camaroneras ecuatorianas, los cuales mostraron un rendimiento 6.2% mayor que el obtenido normalmente en monocultivos de esta especie. Sobre esta base se concluyó que el policultivo del camarón P. vannamei con la almeja fue 7.7 veces más rentable que el monocultivo. Estos resultados, de ser reconfirmados a nivel de producción comercial, abrirían una nueva perspectiva para el cultivo de moluscos en la Región, al igual que reducirían los efectos de una caída en los precios del camarón.
En 1990, la producción regional de macroalgas cultivadas fue de 38,021 toneladas (FAO, 1993b), con un incremento interanual del 49.2% en el período 1985–90 (Tabla 27). Esta producción representó el 1.2% de la producción de algas cultivadas a nivel mundial. En 1991, la producción aumentó a 57,683 t con un crecimiento del 51.7% con respecto a 1990.
La principal especie es el pelillo Gracilaria lemanaeformis que representó aproximadamente el 98% del total de algas cultivadas, siendo Chile prácticamente el único productor en la Región. Se estima que el cultivo aportó el 50% del total de algas producidas a nivel regional en 1991.
En 1990, la producción de peces marinos fue de 23,843 toneladas (FAO, 1993b), con un incremento interanual del 86.0% en el período 1985–90 (Tabla 36 y Fig. 5). El principal grupo de cultivo es el de los salmónidos que aportó prácticamente el 100% del total (23,329 t) y cuyo único productor en la Región es Chile. Las especies más importantes son el salmón plateado (57.5%) y el salmón del Atlántico (40.7%).
La producción de salmónidos ha continuado creciendo, alcanzando en 1991 34,075 t y en 1992 45,053 t, con una tasa de crecimiento, durante este período, del 32.2%. En 1993, la producción superó las 50,000 t (Aquanoticias, 1993 y 1994).
Otras especies de peces marinos cultivados a nivel comercial en la Región, pero a escalas todavía muy pequeñas son: el rodaballo o turbot, Psetta maxima, en Chile, con una producción de 17 t en 1992; la corvina roja, Sciaenops ocellatus, en Martinica, con una producción de 10 t en 1991; la liza, Mugil sp., de la cual sólo El Salvador reportó una producción de 22 t en 1991; y el chame, Dormitator latifrons, que se cultiva únicamente en Ecuador y cuya producción en 1991 fue de 35 t.
En 1990, la producción de la acuicultura continental fue de 67,713 t (peces 65,637 t; crustáceos 2,071 t y moluscos 5 t) (FAO 1993b), con un incremento interanual del 11.9% en el período 1985– 90. Los principales grupos de peces de agua dulce cultivados fueron tilapias (40.8%), truchas (16.2%), carpas (7.1%), cachamas (2.3%) y bagres (2.2%) (Tabla 36 y Fig. 4). Los mayores productores de peces de agua dulce fueron Cuba (33.3%), Brasil (27.4%), México (12.8%), Chile (8.4%) y Colombia (6.7%).
En 1991, la producción de peces de agua dulce alcanzó 72,375 t (FAO, 1993b) con un incremento del 10.3% con respecto al año anterior.
La categoría “otros” reúne datos proporcionados por países donde las especies de agua dulce no fueron propiamente identificadas. En 1991, reportó Brasil 20,000 t en esta categoría y, también en años anteriores, correspondió el 90% a este país. En base a información recopilada por el Proyecto Aquila II, por lo menos el 75% de esta categoría es tilapia, lo que explica porqué Brasil no aparece en la Tabla 37.
Países | 1985 | 1986 | 1987 | 1988 | 1989 | 1990 | 1991 | Crec. inter. 1985–91 |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Peces de agua dulce | ||||||||
Tilapias | 17,976 | 19,355 | 20,396 | 19,749 | 22,464 | 26,780 | 26,990 | 7.0% |
Truchas | 2,465 | 2,800 | 3,198 | 4,556 | 6,856 | 10,634 | 14,744 | 34.7% |
Carpas | 1,147 | 1,585 | 2,426 | 2,876 | 3,308 | 4,663 | 5,450 | 29.7% |
Cachamas | 203 | 337 | 618 | 1,247 | 1,129 | 1,526 | 1,549 | 40.3% |
Bagres | 566 | 617 | 891 | 1,129 | 1,221 | 1,457 | 1,367 | 15.8% |
Otros | 15,296 | 11,778 | 14,274 | 16,342 | 18,233 | 20,577 | 22,275 | 6.5% |
Subtotal | 37,653 | 36,472 | 41,803 | 45,899 | 53,211 | 65,637 | 72,375 | 11.5% |
Peces marinos | ||||||||
Salmón | 500 | 1,144 | 1,862 | 4,208 | 8,801 | 23,329 | 34,075 | 102.1% |
Otros | 571 | 657 | 547 | 509 | 515 | 514 | 67 | - |
Subtotal | 1,071 | 1,801 | 2,409 | 4,717 | 9,316 | 23,843 | 34,142 | 78.1% |
Total | 38,724 | 38,273 | 44,212 | 50,616 | 62,527 | 89,480 | 106,517 | 18.4% |
Fuentes: FAO Fisherles Circular №815, Rev. 5-1993.
Figura 4. Producción acuícola de peces en América Latina y el Caribe por grupos de cultivo (1985, '87,'89 y '91)
En 1990, la producción de tilapias en la Región fue de 26,780 toneladas, con un incremento interanual del 8.3% en el período 1985–90. Los principales países cultivadores fueron Cuba (69.7%), México (10.0%), Jamaica (9.0%) y Colombia (7.6%) (Tabla 37 y Fig. 5). En 1991, la producción se mantuvo estable a un nivel de 26,990 toneladas (FAO, 1993b).
Paises | 1985 | 1986 | 1987 | 1988 | 1989 | 1990 | 1991 |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Bahamas | 30 | 30 | 22 | 36 | 55 | 43 | 4 |
Cuba | 14,675 | 14,942 | 15,270 | 13,268 | 15,744 | 18,663 | 16,567 |
Jamaica | 1,046 | 1,442 | 1,500 | 2,400 | 2,400 | 2,400 | 2,500 |
Martinica | - | - | 1 | 1 | 14 | 36 | 35 |
Puerto Rico | - | - | - | 10 | 10 | 15 | 76 |
República Dominicana | 3 | 3 | 3 | 10 | 30 | 100 | 374 |
Total Caribe | 15,754 | 16,417 | 16,796 | 15,725 | 18,253 | 21,257 | 19,556 |
Colombia | 302 | 302 | 500 | 802 | 1,000 | 2,040 | 3,040 |
Costa Rica | 50 | 50 | 120 | 142 | 146 | 232 | 1,200 |
Ecuador | - | - | 68 | 17 | 17 | 18 | 20 |
El Salvador | 15 | 15 | 16 | 15 | 6 | 3 | 16 |
Guatemala | 70 | 70 | 103 | 120 | 150 | 150 | 187 |
Guyana | 12 | 11 | 13 | 13 | 15 | 15 | 15 |
Honduras | 35 | 50 | 81 | 110 | 211 | 120 | 119 |
México | 1,611 | 2,270 | 2,395 | 2,387 | 2,353 | 2,674 | 2,398 |
Nicaragua | 2 | 1 | 18 | 14 | 15 | 10 | 4 |
Panamá | 73 | 133 | 175 | 147 | 72 | 49 | 83 |
Paraguay | - | - | 22 | 27 | 26 | 26 | 25 |
Perú | 52 | 36 | 89 | 230 | 200 | 186 | 200 |
Venezuela | - | - | - | - | - | - | 127 |
Total América Latina | 2,222 | 2,938 | 3,600 | 4,024 | 4,211 | 5,523 | 7,434 |
Total | 17,976 | 19,355 | 20,396 | 19,749 | 22,464 | 26,780 | 26,990 |
Fuentes: FAO Fisheries Circular №815, Rev. 5-1993.
Figura 5. Producción de tilapia cultivada por principales países de América Latina y el Caribe (1985, '87, '89 y '91)
En 1990, la producción de truchas fue de 10,634 t, con un incremento interanual del 34.0% en el período 1985–90. La principal especie es Oncorhynchus mykiss y los mayores productores en 1990 fueron Chile (51.5%), Perú (15.1%), Colombia (11.3%) y México (10.5%). La producción en 1991 fue de 14,744 t, con un crecimiento del 38.6% con respecto al año anterior. Chile incrementó, en 1991, su aporte a la producción total al 56%, mostrando un incremento interanual en el periódo 1987–91 del 60.4%. Este crecimiento acelerado continuó en 1992 (15,573 t) y 1993 (20,460 t) (FAO, 1993b; Aquanoticias, 1994) (Tabla 38 y Fig. 6).
Países | 1985 | 1986 | 1987 | 1988 | 1989 | 1990 | 1991 |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Argentina | 200 | 200 | 290 | 350 | 400 | 450 | 450 |
Brasil | - | - | - | - | - | - | 600 |
Bolivia | - | - | 35 | 85 | 320 | 144 | 159 |
Colombia | 400 | 400 | 400 | 600 | 800 | 1,200 | 1,200 |
Costa Rica | 25 | 25 | 30 | 35 | 33 | 24 | 27 |
Chile | 619 | 1,007 | 945 | 1,267 | 2,871 | 5,481 | 8,393 |
Ecuador | - | - | 105 | 342 | 342 | 414 | 958 |
México | 269 | 347 | 464 | 759 | 840 | 1,113 | 1,559 |
Perú | 607 | 506 | 661 | 850 | 1,000 | 1,608 | 1,200 |
Venezuela | 345 | 315 | 268 | 268 | 250 | 200 | 198 |
Total | 2,465 | 2,800 | 3,198 | 4,556 | 6,856 | 10,634 | 14,744 |
Fuentes: FAO Fisheries Circular №815, Rev. 5-1993.
Figura 6. Producción de trucha cultivada por principales países de América Latina y el Caribe
En 1990, la producción de este grupo fue de 4,663 toneladas, con un incremento interanual del 32.4% en el período 1985–90. Las principales especies cultivadas en la Región fueron carpa plateada (53.5%) y carpa común (44.9%), siendo los mayores productores Cuba (61.6%) y México (30.1%). En 1991, la producción aumentó a 5,450 t (FAO, 1993b), mostrando un menor crecimiento (16.9%) que en los años anteriores (Tabla 39 y Fig. 7).
Países | 1985 | 1986 | 1987 | 1988 | 1989 | 1990 | 1991 |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Cuba | 459 | 414 | 761 | 1,240 | 1,860 | 2,873 | 3,452 |
República Dominicana | - | - | - | - | 4 | 40 | 162 |
Total Caribe | 459 | 414 | 761 | 1,240 | 1,864 | 2,913 | 3,614 |
Bolivia | - | - | 10 | 10 | 20 | 30 | 21 |
Colombia | 5 | 5 | 8 | 12 | 40 | 50 | 80 |
Costa Rica | 8 | 8 | 10 | 10 | - | - | 6 |
Guatemala | - | 4 | 5 | 5 | 5 | 6 | 33 |
Honduras | - | - | - | 2 | 104 | 4 | 10 |
México | 559 | 940 | 1,327 | 1,372 | 1,141 | 1,402 | 1,430 |
Nicaragua | - | - | 1 | 1 | 1 | 1 | - |
Panamá | 116 | 214 | 304 | 197 | 108 | 197 | 196 |
Paraguay | - | - | - | 27 | 25 | 25 | 25 |
Perú | - | - | - | - | - | 35 | 35 |
Total América Latina | 688 | 1,171 | 1,665 | 1,636 | 1,444 | 1,750 | 1,836 |
Total | 1,147 | 1,585 | 2,426 | 2,876 | 3,308 | 4,663 | 5,450 |
Fuente: FAO Fisheries Circular №815, Rev. 5-1993.
Figura 7. Producción de carpa cultivada por principales países de América Latina y el Caribe (1985, '87, '89 y '91)
En 1990, la producción regional de este grupo fue de 1,526 toneladas, con un crecimiento interanual del 49.7% en el período 1985–90.
Las principales especies cultivadas son la cachama blanca (Colossoma brachypomum) con el 77.9% y la cachama negra (C. macropomum) con el 17.1%, siendo los mayores productores Colombia (72.1%), Venezuela (13.1%) y Perú (10.6%). En 1991, la producción se mantuvo constante en 1,549 toneladas (FAO 1993b) (Tabla 40 y Fig. 8).
Países | 1985 | 1986 | 1987 | 1988 | 1989 | 1990 | 1991 |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Colombia | 50 | 200 | 156 | 600 | 800 | 1,100 | 1,200 |
Costa Rica | - | - | - | - | - | 5 | - |
Honduras | - | - | - | 1 | - | 3 | 9 |
Panamá | 53 | 97 | 132 | 301 | 19 | 56 | - |
Perú | - | - | 30 | 45 | 60 | 162 | 197 |
Venezuela | 100 | 40 | 300 | 300 | 250 | 200 | 143 |
Total | 203 | 337 | 618 | 1,247 | 1,129 | 1,526 | 1,549 |
Fuentes: FAO Fisheries Circular №815, Rev. 4-1992. FAO Fisheries Circular №815, Rev. 5-1993.
Figura 8. Producción de cachama cultivada por principales países de América Latina y el C. (1985, '87, '89 y '91)
Este grupo alcanzó, en 1990, una producción de 1,457 toneladas, que correspondió enteramente al bagre de canal (Ictalurus punctatus) y de la cual México, principal país productor, reportó el 84.4% y Cuba el restante 15.6%. En 1991, la producción fue de 1,367 t, lo que significó un decremento de 6.2% (FAO, 1993b) (Tabla 41).
Países | 1985 | 1986 | 1987 | 1988 | 1989 | 1990 | 1991 |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Cuba | - | - | - | 92 | 111 | 228 | 76 |
México | 566 | 617 | 891 | 1,037 | 1,110 | 1,229 | 1,291 |
Total | 566 | 617 | 891 | 1,129 | 1,221 | 1,457 | 1,367 |
Fuente: FAO Fisheries Circular №815, Rev. 5-1993.
En 1990, la producción fue de 2,071 t, con un crecimiento interanual del 16.7% en el período 1985–90. La principal especie cultivada comercialmente fue el Macrobrachium rosenbergii y los mayores productores fueron Ecuador (41.0%), Brasil (29.0%) y México (9.7%) (FAO, 1993b) (Tabla 42 y Fig. 9). En 1991, la producción fue de 2,161 t (FAO, 1993b), con un ligero aumento del 4.3% con respecto al año anterior, pero todavía por debajo de la producción de 2,254 t alcanzada en 1989.
Países | 1985 | 1986 | 1987 | 1988 | 1989 | 1990 | 1991 |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Guadalupe | 31 | 35 | 40 | 42 | 44 | 42 | 44 |
Jamaica | 15 | 19 | 20 | 30 | 30 | 30 | 30 |
Martinica | 35 | 50 | 53 | 52 | 57 | 49 | 52 |
Puerto Rico | - | - | 97 | 76 | 76 | 50 | 50 |
República Dominicana | 100 | 100 | 120 | 100 | 50 | 50 | 43 |
Total Caribe | 181 | 204 | 330 | 300 | 257 | 221 | 219 |
Brasil | 400 | 400 | 500 | 600 | 700 | 600 | 550 |
Colombia | 1 | 1 | 1 | 3 | 50 | 60 | 30 |
Costa Rica | 8 | 8 | 11 | 7 | 7 | 7 | 207 |
Ecuador | - | - | 745 | 764 | 764 | 849 | 870 |
El Salvador | - | - | 1 | - | 1 | 4 | 7 |
Guatemala | 5 | 4 | 12 | 10 | 8 | 10 | 7 |
Guyana Francesa | 15 | 36 | 71 | 63 | 89 | 83 | 83 |
Honduras | 18 | 7 | 10 | 5 | - | - | - |
México | 325 | 350 | 361 | 410 | 353 | 201 | 139 |
Panamá | 5 | 16 | 7 | 11 | 5 | 6 | 8 |
Perú | - | - | 18 | 18 | 10 | 10 | 10 |
Venezuela | - | - | 1 | 5 | 10 | 20 | 31 |
Total América Latina | 777 | 822 | 1,738 | 1,896 | 1,997 | 1,850 | 1,942 |
Total Regiéon | 958 | 1,026 | 2,068 | 2,196 | 2,254 | 2,071 | 2,161 |
Fuente: FAO Fisheries Circular №815, Rev. 5-1993.
Figura 9. Producción de crustáceos de agua dulce por principales países de A.L. y el C. (1985, '87, '89 y '91)
El desarrollo de la acuicultura, en la Región Latinoamericana y el Caribe, ha evolucionado bajo condiciones variables de acuerdo a la orientación de los programas socioeconómicos gubernamentales y al interés del sector privado por realizar inversiones. Sin embargo, en los últimos años, el sector ha registrado globalmente cambios significativos en razón a la necesidad imperativa de mantener márgenes razonables de beneficio en un mercado libre que registra una tendencia a la baja de precios por el aumento de la producción, así como — por ejemplo en el caso del camarón — un aumento de los costos de los insumos y de la inversión en la infraestructura.
Ante la crisis económica por la que atraviesan los países de la Región y la consiguiente reestructuración del sector público, se han reducido considerablemente los esfuerzos de las administraciones para el fomento del sector en general y, en particualr, para la subvención de actividades productivas en el medio rural. Al reducirse o terminar la intervención estatal, se pudo constatar que la acuicultura de subsistencia no había logrado alcanzar la sostenibilidad económica y, en consecuencia, tampoco el impacto social esperado.
En cambio, formas de acuicultura rural de pequeña y mediana escala integradas en actividades agropecuarias (o acuicultura rural de “Tipo 2”4) han logrado, en algunos casos, un nivel de desarrollo apreciable gracias a la mayor solvencia económica de los actores, quienes tienen una relativa capacidad de adquirir y aplicar tecnologías y un mejor acceso al mercado, al crédito y a la asistencia técnica calificada — aunque a menudo carece una evaluación de la factibilidad económica de la actividad.
Por su parte, la acuicultura industrial — basada principalmente en camarón y salmón —, se ha caracterizado desde su comienzo por estar dirigida exclusivamente a la exportación, y enfrenta en la actualidad, después de un desarrollo inicial acelerado, el rápido aumento de la oferta mundial y la contemporánea reducción del poder adquisitivo en los mercados de destino. Esta situación induce relevantes modificaciones en las estrategias de producción y comercialización, entre otras la progresiva reorientación hacia cultivos semintensivos e intensivos — que requieren de la implantación de una industria de soporte diferenciada —, la diversificación de los mercados de exportación y la mayor atención a los mercados nacionales o regionales, especialmente en lo referente a cultivos industriales más recientes como tilapia y trucha. Sin embargo, en los mercados internos los productos sustitutos registran una tendencia de disminución de precios al consumidor, lo cual impone, a su vez, el mejoramiento de la eficiencia productiva y distributiva a fin de colocar una producción acuícola de mayor aceptación al consumidor en condiciones de óptima calidad y a precios competitivos.
El mayor desarrollo de la acuicultura industrial se adscribe a factores como: disponibilidad de capital o acceso al sistema de crédito; acceso a tecnologías de cultivo adecuadas y al suministro de insumos; capacidad y eficiencia organizativa y posibilidad de competir en mercados atractivos con especies de alto valor. Sin embargo, la futura expansión de este tipo de acuicultura dependerá, además de la capacidad de adoptar y mantener tecnologías de punta que permitan alcanzar mayores niveles de producción y productividad, del papel de las administraciones públicas en la formulación y coordinación de políticas de fomento en las áreas de ordenación territorial y de normativa jurídica y fiscal.
En Latinoamérica y el Caribe, no se dispone de información y estadísticas que permitan realizar un análisis comparativo de la evolución de la acuicultura en términos numéricos por tipo de acuicultores, inversiones, costos y productividad. No obstante, se considera que con los datos que se disponen se puede apreciar la situación del sector y sus tendencias de desarrollo.
El aumento de la producción acuícola entre 1985 y 1990 fue de 154,678 t, es decir el 120.7%. El mayor aporte al crecimiento provino del los cultivos camarón marino (41.2%), seguidos por los de macroalgas (21.3%), peces marinos (14.7%) y peces de agua dulce (18.1%). Los cultivos de moluscos y crustáceos de agua dulce contribuyeron sólo con el 4.0% y el 0.7% respectivamente. La producción ducción con mayor crecimiento interanual en el periodo (86.0%) fue la de peces marinos, que en 1985 apenas estaba comenzando.
4 Para una definición completa de acuicultura rural de Tipo 1 y de Tipo 2, ver punto 4.9.1.
Al analizar el crecimiento de la producción por grupo de especies, se pueden diferenciar dos situaciones: la primera, que un número mayor de países y granjas se vincularon al cultivo de camarón marino — en efecto la producción se incrementó en un 268% entre 1985 y 1991, año en que se cosecharon 133,650 toneladas, de las cuales el 89.4% provinieron de Sudamérica, el 10.4% de Centro América, y el 0.2% del Caribe —; la segunda, que en un solo país, Chile, se presentó una expansión considerable de los cultivos de salmón y los de algas.
En resumen, los datos analizados confirman el rápido desarrollo del cultivo de salmónidos, seguido en tiempos todavía más recientes y a menor escala por la expansión del cultivo de tilapia, la consolidación del cultivo de crustáceos, cuyo crecimiento inició a fines de los '70, así como un estancamiento de la producción acuícola de moluscos.
A continuación, se incluye un análisis del estado de los cultivos de los diferentes grupos de especies, tanto en aguas costeras como continentales, y de las tendencias que se pueden deducir de su comportamiento.
La camaronicultura marina ha tenido un alto desarrollo en los países tropicales — veintiuno países de la Región están vinculados a la actividad — en gran medida gracias a la posibilidad de poder exportar a un mercado mundial que hasta hace poco presentaba una demanda insatisfecha. Esta situación se ha modificado por el rápido aumento de la oferta de camarón proveniente de Asia, los problemas de recesión en los países industrializados, y la consecuente disminución significativa de los precios de venta. No obstante, a partir de 1993, los precios se han recuperado por la caída de la producción en varios países de Asia, a causa de enfermedades y contaminación de las aguas.
En la Región se registran 1,938 granjas para el cultivo de camarón (ver punto 4.5.1), que en conjunto disponen de una superficie de 177,346 hectáreas y de las cuales en 1990 se encontraban en operación 137,305 ha, es decir el 78.2% (Tabla 42). La producción promedio regional en 1990 fue de 729 kg/ha/año, obtenida en su gran mayoría por medio de sistemas extensivos y semintensivos.
El área total subutilizada en la Región es del orden de 40,000 hectáreas y más del 80% se encuentra en Ecuador. Asumiendo un costo de construcción de 6,000 US$/ha, se tiene en este país una inversión desaprovechada que sobrepasa los 200 millones de dólares.
Existen en la Región cerca de 185 laboratorios para la producción comercial de post-larvas. Sin embargo, la dependencia de semilla del medio natural es considerable, además que los productores a nivel de granja la prefieren por presentar un mejor rendimiento por ciclo. El costo del millar de larvas silvestres en Ecuador aumentó de US$5.5 en 1984 a US$12 en 1990. En Panamá el costo de producción de semilla en 1990 varió entre US$3.5 y US$5.5 por el millar, y el precio de venta fue de US$8–11, mientras que en Colombia este precio fue de US$6.
En la industria camaronera alimento y semilla son los insumos que mayor peso tienen en los costos de producción, que se han elevado anualmente en toda la Región. En Ecuador, el promedio ponderado de la variación de costos fue, entre 1988 y 1989, del 230%, lo que afectó considerablemente la rentabilidad de las granjas. Los costos de alimento balanceado se duplicaron, el precio del diesel aumentó el 150% y los costos financieros se incrementaron en un 70% a finales de 1992. Similares condiciones se presentaron en los otros países de la Región.
Un aspecto importante es la tendencia a la reducción de precios en los mercados internacionales, como la ocurrida en 1991, cuando — al aceptarse un producto más pequeño y de calidad de procesamiento inferior, tras la saturación del mercado japonés — China vendió su producción a un precio 0.80 US$/lb (1.77 US$/kg) por debajo del precio del camarón blanco de América Latina.
Limitantes del cultivo: la disminución de los márgenes de rentabilidad constituye indudablemente el limitante principal a mediano plazo; sin embargo, cabe señalar que, en base a la información enviada por los países cultivadores al II Taller sobre prevención y control de las enfermedades de camarones peneidos en América Latina y el Caribe celebrado en Ciudad de México entre el 23 y 25 de septiembre de 1992, así como al I Congreso Ecuatoriano de Acuicultura celebrado en Guayaquil entre el 18 y el 23 de octubre de 1992, se enfrentan otros problemas como:
Irregularidad en el suministro y abastecimiento de larvas y postlarvas de P. vannamei, debido a variaciones climáticas no enteramente previsibles, como El Niño.
Aumento de problemas de carácter patológico con énfasis en la prevención, diagnóstico y tratamiento de: Baculovirosis, Vibriosis, Aeromoniasis, Mycosis larval, Microsporidiosis, Photobacterium, Lucibacterium, HPV, IHHN, enfermedades nutricionales y, recientemente, el Síndrome de Taura en Ecuador.
Bajo conocimiento de los requerimientos nutricionales en los distintos estadios de desarrollo.
Escasez de evaluación de sustancias tóxicas presentes en los alimentos y evaluación de los niveles letales y subletales de aminas biogénicas en las dietas.
Falta de conocimientos para optimizar la alimentación natural en las piscinas de engorde.
Perspectivas y recomendaciones:
El cultivo de camarones marinos en la Región se viene realizando mayoritariamente en forma extensiva y semintensiva. Son pocas las granjas que podrían incluirse en el nivel intensivo.
Una de las interrogantes planteadas en la Región por algunos administradores e inversionistas es qué nivel de producción adoptar, el semintensivo o el intensivo. Al respecto se puede decir que el criterio para adoptar uno u otro nivel depende de muchos factores tales como: capacidad de tecnología, recursos humanos, tasas de intereses, costos de tierra, mano de obra y energía, abastecimiento de semillas, alimentos y fertilizantes, incentivos gubernamentales a la actividad, así como los mercados previstos.
Por un lado, el incremento en los precios y la decreciente disponibilidad de terrenos para camaronicultura obligan a nuevos inversionistas a optar por sistemas más intensivos. Por otro lado, esta opción implica margenes más estrechos, por una mayor incidencia del costo de alimentos y otros insumos y por ende una mayor vulnerabilidad a las variaciones de precio de producto final así como de los mismos insumos. En particular, se pronostica para los próximos años un aumento del precio del alimento concentrado debido a la fuerte demanda de harina de pescado, cuya producción ha llegado a su tope.
De acuerdo con el Departamento Económico de la Cámara de Productores de Camarón del Ecuador, los precios han tenido una tendencia a la baja desde 1986, cuando la tonelada estaba en US$ 9,000 llegando, en 1991, a los US$6,500 (Boeing, 1992) (Globefish, 1991). Entre las causas principales, la sobreproducción y la recesión en los EE.UU. A partir de 1992, sin embargo, los precios han mostrado una tendencia a mejorar, para casi todas las clases y tamaños, debido al aumento de la demanda y bajos inventarios (Infopesca, 1993). Actualmente, tras la caída de la producción asiática, el precio del camarón blanco sin cabeza del Ecuador en Nueva York (ex-bodega), tamaños 21/25 hasta 41/50, es de 6.70–5.05 US$/lb (Infofish, julio 1994). Se estima que, para finales de 1994, la oferta mundial se camarones cultivados se recuperará, con la consiguiente estabilización de los precios.
En 1991, los costos de producción de la industria camaronera ecuadoriana, expresados en Sucres, se han incrementado 14 veces con respecto a 1985, mientras que en el mismo período el precio del camarón se incrementó 11 veces (Boeing, op. cit.), lo que indica que el margen de ganacia se redujo. Asimismo, cabe comentar que, de acuerdo con el informe de Ecuador, el valor de las exportaciones en 1991 alcanzó un cifra récord de US$491 millones, lo cual permitió que la industria pudiera tener un año rentable, independientemente de que los precios expresados en dólares hayan caído. En 1992 las tasas de crecimiento del camarón disminuyeron a tal nivel que los productores se vieron obligados a cosechar char tamaños de 14 gramos de peso o menos (el promedio normal era de 18 gramos). Afortunadamente el mercado europeo mostró preferencias por estos camarones de 14 gramos o menos y con precios mejores que en el mercado de los Estados Unidos.
Durante el año 1991, varios países de la Región tuvieron brotes de cólera, lo que afectó negativamente la demanda de camarones.
Además de los problemas confrontados en la Región, es oportuno repetir que la entrada agresiva en el mercado norteamericano de producto proveniente de países orientales como Tailandia e Indonesia, trajo como consecuencia una depresión aún mayor de los precios del camarón a nivel regional.
Los indicadores citados anteriormente han orientado a algunos administradores e inversionistas en la Región en el sentido de que cualquier inversión en la actividad deberá hacerse en forma cuidadosa y siguiendo muy de cerca la situación del mercado regional y mundial. Asimismo algunos especialistas de la Región ven como estrategia recomendable la adopción del sistema semintensivo, así como ir adoptando algunas medidas como la de optimizar el alimento natural, el manejo del suelo, el gasto de energía, mejorar la supervivencia y aumentar las cosechas de 1.5 a 3 por año, como ya es el caso de algunos productores en Colombia.
En general, las perspectivas para incrementar los cultivos comerciales del camarón marino en la Región parecen buenas, sobre todo para los que ya están establecidos en el negocio y que — además de haber ya amortizado una gran parte de sus inversiones — pueden optimizar los niveles de cultivo extensivos e ir hacia el semintensivo, así como incorporar nuevamente a la producción una proción de estanques abandonados.
En el caso de los nuevos inversionistas en el sector, como es el de México, donde se tiene previsto un desarrollo intensivo y que se aspira pasar de las 8,000 toneladas producidas en 1992 a 100,000 toneladas para el año 2000, se les recomienda que sigan muy de cerca los problemas existentes, en especial el suministro de postlarvas y el mercadeo a nivel mundial.
En la Región existen aproximadamente 40 granjas, que disponen de cerca de 540 hectáreas destinadas a este cultivo, que en 1990 tan sólo alcanzó el 0.7% de la producción acuícola total. Aunque se cuenta con tecnologías apropiadas para el cultivo de este camarón, la tendencia actual es la de sustituir la especie, pues existen dificultades para comercializar la producción a nivel externo, ya que tan sólo se ha logrado un relativo éxito cuando existen mercados cautivos limitados, como la corriente turística en el área del Caribe. También se encuentran mercados limitados en Brasil y México, donde tradicionalmente, en algunas regiones, se consume el camarón de río.
De acuerdo con el informe de Ecuador, las granjas cerraron en 1992 y cambiaron para el cultivo de camarón marino mientras que en República Dominicana muchos productores se cambiaron para el cultivo de tilapias.
Lo anterior sugiere que las perspectivas deberán verse en función del mercado.
La producción de peces ha venido creciendo de manera gradual. En 1990, representó el 23.2% del total de la producción proveniente de la acuicultura, después de un quinquenio de desarrollo dinámico a nivel semicomercial y comercial.
A la escala semicomercial, la introducción de policultivos en los que intervienen especies nativas como la cachama y exóticas como la tilapia y la carpa, permitió aprovechar la productividad de la columna de agua y el alimento concentrado en forma más eficiente, así como diversificar la producción. Se estima que existen en la Región más de 164 granjas, con una extensión aproximada de 4,400 ha. Los mayores costos de producción están asociados con el suministro de alimento y alevines.
A la escala comercial, se detecta un auge por el cultivo de tilapia roja, especialmente en Jamaica, Costa Rica, Colombia, Panamá y Venezuela. Otros países, como Ecuador y Guatemala, vienen considerando la puesta en marcha de proyectos de cultivo con este híbrido. El número de granjas vinculadas a este nivel es probablemente superior a 50, estimándose en más de 700 hectáreas la superficie en producción. Los costos de operación más representativos son alimento balanceado, semilla y energía para el suministro de agua y aireación.
La truchicultura ha tenido un crecimiento considerable, especialmente en Chile. A nivel regional, se ha estimado que existen 320 unidades de producción, donde se emplean sistemas de cultivo como canales y jaulas. El mayor costo de producción está representado por el alimento (>50% del total de los costos variables).
Limitantes y perspectivas: el crecimiento de la piscicultura de agua dulce en la Región se ha visto limitado por la producción natural que prácticamente hasta hace poco cubría la demanda, a excepción de la truchicultura.
El aumento de los precios de los peces marinos en la Región como efecto de la exportación, por un lado, y la caída de las capturas continentales en algunas cuencas como la del Magdalena, en Colombia, por otro lado, han abierto la posibilidad de incrementar la producción acuícola de peces de agua dulce, teniendo las tilapias, bagres y cachamas buenas perspectivas para su consumo interno, sin descartar también la exportación.
La producción de peces marinos se ha incrementado considerablemente, pasando de 1,071 t en 1985 a 23,843 t en 1990, con un crecimiento interanual en el períodode 86.0%, el mayor alcanzado en la Región. En 1990, la producción se concentró en Chile (99%), basada en el cultivo de dos especies: salmón del Atlántico (Salmo salar), cultivado en 38 centros, y salmón plateado (Oncorhynchus kisutch), en 88 centros de producción.
Limitantes y perspectivas: el limitante principal para el desarrollo ulterior de la producción consiste en la caída del precio del salmón de 8–10 US$/kg a 4.5–5 US$/kg en el giro de los últimos cuatro-cinco años, debido a la saturación del mercado tradicional, que obliga a un proceso acelerado de optimización de costos de producción; además existen serios problemas de logística para garantizar el transporte aéreo de la producción chilena.
Según Hardy y Castro (1993), los principales problemas que afectan el cultivo de los salmónidos a nivel de alimentación son:
Presencia de aminas biogénicas en la harina de pescado que reducen la calidad del alimento.
Incidencia significativa de los pigmentos carotenoides en los costos del alimento.
Necesidad de optimizar las prácticas y niveles de alimentación.
Las perspectivas que la producción chilena de salmónidos aumente a 100,000 t/año parecen, en la mejor de las hipótesis, bastante dudosas a corto plazo por las implicaciones que esto tendría sobre la estructura de los precios a nivel mundial. Cabe destacar que, como resultado de la ausencia de enfermedades en el verano de 1993, la producción noruega llegó a 180,000 t en vez de 150,000 t que se tenían previstas. Por ende, los precios han caído un 20% en el mercado mayorista.
Una especie que desde hace poco se está cultivando a nivel comercial en Chile es el rodaballo o “turbot” (Psetta maxima), cuya producción reportada en 1991 y 1992 fue de 3 y 17 toneladas respectivamente. Existen buenas perspectivas para esta especie, ya que el precio FOB logrado entre 10.50 y 11.50 US$/kg en los Estados Unidos es muy aceptable (Aquanoticias 1993).
En relación a la potencialidad de otros grupos de peces marinos y de aguas salobres para ser cultivados en la Región a nivel comercial, se debe mencionar los ensayos realizados con especies de las siguientes familias:
Carangidae (pámpanos): Trachinotus goodei, T. carolinus y T. falcatus, en Martinica, México y Venezuela.
Centropomidae (róbalos): Centropomus undecimalis y C. parallelus en Brasil, Cuba, México y Venezuela.
Eleotridae (chame): Dormitator latifrons en Ecuador y Panamá.
Ephippidae (paguara): Chaetodipterus faber, en Venezuela.
Gerreidae (mojarras): Diapterus plumieri, en Cuba y Venezuela.
Lutjanidae (pargos): Lutjanus spp. y Ocyurus chrysurus, en Costa Rica, Cuba, Martinica, México y Venezuela.
Mugilidae (lisas y lebranches): Mugil curema, M. incilis, M. brasiliensis y M. liza, en Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, México, Panamá y Venezuela.
Sciaenidae (corvina roja): Sciaenops ocellatus, en Bahamas, Martinica, México y Panamá.
Serranidae (meros y cabrilla): Epinephelus spp, Mycteroperca spp. y Paralabrax maculatus, en Brasil, Cuba, México y Venezuela.
Sparidae (dorada y sargo rayado): Sparus auratus y Archosargus rhomboidales, en Martinica y Venezuela.
Se considera que a nivel regional el desarrollo del cultivo de estos grupos se encuentra en una fase experimental y hacen falta investigaciones de tipo biológico y tecnológico para optimizar las técnicas de producción. Asimismo, los grupos de investigación no han logrado consolidarse y coordinarse. Sin embargo, ya existen para algunas de las especies marinas tecnologías de cultivo desarrolladas en el exterior.
Las perspectivas para lograr el desarrollo de la piscicultura marina son, para algunas de estas especies (corvina y róbalo), promisorias, aunque todavía no se observa un interés inmediato de los inversionistas.
Cabe destacar que resulta difícil ver a corto plazo una rentabilidad financiera de los cultivos de estas especies, teniendo en cuenta la inversión y el tiempo que se necesitan para desarrollar una tecnología aprpiada que permita la explotación comercial (unos diez años como promedio).
En la Región, la expansión del cultivo de moluscos ha sido modesta en el período 1985–90 y tan sólo representó un crecimiento interanual promedio del 2.5%, pero con un descenso a partir de 1988 (Tabla 35). El país que tiene el mayor número de centros de producción es Chile, con 98 distribuidos de la siguiente manera: chorito (Mytilus chilensis) 36; ostión (Argopecten purpuratus) 24; choro (Choromytilus chorus) 22; ostra chilena (Ostrea chilensis) 6; cholga (Aulacomya ater) 3; ostra del Pacífico (Crassostrea gigas) 7. La producción en este país sí ha mostrado un crecimiento interanual del 21.5% en dicho período y hasta del 32.8% entre 1990 y '91. En México se reportan 80 centros, de los cuales 77 son de cultivo de ostras (Crassostrea virginica); 1 de mejillón (Mytilus edulis); 2 de abulón (Haliotis spp.) y 1 de concha abanico (Argopecten circularis). En Cuba existen 17 centros dedicados al cultivo de ostras (Crassostrea rhizophorae); en Perú, dos centros de cultivo de ostión (Argopecten purpuratus); y en Venezuela dos, que cultivan mejillón (Perna perna).
Limitantes: los principales problemas que afectan el desarrollo del cultivo de moluscos en varios países de la Región son (Salaya 1992):
Problemas de comercialización.
Incremento relativo de los costos de construcción de las estructuras flotantes. Por ejemplo en Venezuela el costo de una balsa mejillonera para 15 a 20 toneladas se ha multiplicado 5 veces en el período 1980–1990. En Perú y Chile los materiales para la construcción de los “long-line” y para el cultivo de la concha abanico son importados con el subsiguiente alto costo.
Sobre explotación de los bancos naturales sin la correspondiente resiembra y recuperación.
Insuficiente número de laboratorios productores de crías, aunque durante los años 1990 al 1992 se han establecido algunos en Brasil, Cuba, Chile, México y Perú.
Contaminación de muchas zonas costeras y estuarinas así como insuficiencia de estudios sobre certificación sanitaria de las aguas y moluscos cultivados. En el año 1991 fue particularmente resaltante la existencia del cólera en la Región, lo cual afectó significativamente el consumo de moluscos. Afortunadamente durante 1992 se realizaron estudios que han certificado la calidad de las aguas y de moluscos cultivados en el Golfo de California (México) y las costas de Pucusana (Perú), lo que ha permitido la importación por los Estados Unidos y Francia.
Deficiencia en los lineamientos de investigación a seguir para el desarrollo de la actividad en la Región. Al respecto se evidencian algunas prioridades:
investigaciones en mercadeo y comercialización tanto a nivel del consumo interno como para la exportación,
evaluación de los bancos naturales tanto de reproductores como de semilla,
investigaciones en genética, a fin de obtener especies de mayor crecimiento y resistencia,
investigaciones en patología.
Perspectivas y recomendaciones: las perspectivas de comercializar moluscos bivalvos cultivados en la Región son relativamente buenas si se tiene en consideración que las posibilidades de aumentar la producción de captura son cada vez más escasas.
A corto y mediano plazo, no se espera que la producción de ostras en los principales países de cultivo como Korea, Japón y Francia aumente, debido a problemas de enfermedades, contaminación y de competencia para el uso de las zonas costeras.
El mercado mundial de almejas y pectínidos presenta un crecimiento en la demanda, y los precios son relativamente atractivos en países como Estados Unidos y Francia.
El cultivo del mejillón debe ser orientado más hacia el consumo nacional y regional, ya que en los países tradicionalmente consumidores existe una sobreoferta.
El hecho de existir en la Región cultivos intensivos importantes de camarones y salmones, ofrece la posibilidad de implementar policultivos con moluscos bivalvos lo cual se considera podría incrementar la rentabilidad de los mismos.
Al respecto, se mencionan los resultados positivos logrados en el cultivo de la almeja dura (Tapes semidecussata) con P. vannamei. Asimismo, se recomienda apoyar la investigación en Chile sobre el policultivo de ostras en granjas de salmones, dado que en Canadá, Jones e Iwana (1991) encontraron que las ostras cultivadas (C. gigas) en jaulas de salmón triplicaron el crecimiento normalmente observado en sistemas de monocultivo.
Por otro lado, es necesario mejorar la calidad y diversificar la presentación de los productos de moluscos. Un buen ejemplo, en la Región, es la ostra, la cual se consume casi totalmente en fresco o en hielo. En países de Asia, como la República de Korea (2do productor del mundo), en cambio, se encuentra una oferta diversificada de productos congelados, ahumados, secos y enlatados.
En Chile, se han venido desarrollando técnicas de cultivo de Gracilaria en ambientes estuarinos, intermareales y submareales, como una alternativa para el manejo de las praderas naturales. Para el efecto, se han otorgado concesiones y están en operación 326 centros, cuya extensión oscila entre 1 y 150 hectáreas, que en 1990 cosecharon el 83.5% del total desembarcado.
Limitantes y perspectivas: aunque a escala experimental el cultivo de Gracilaria en estanques parece factible (Jélvez et al. 1989), requiere de nuevas investigaciones pues el comportamiento de parámetros ambientales y biológicos puede cambiar substancialmente si el cultivo se emprende a una escala mayor. Por el momento, los costos de instalación de un cultivo a nivel industrial son prohibitivos y también es necesario seguir buscando alternativas para reducir el gasto en energía que implica este sistema de explotación. Sin embargo, el cultivo de gracilaria en estanques se mantiene como una opción válida para conseguir una mejor materia prima, tomando en cuenta la sobrexplotación de sus poblaciones naturales.
En los últimos años, el precio promedio de exportación de agar ha disminuido de 22.0 US$/kg en 1991 a 19.0 US$/kg en 1992 y 16.8 US$/kg en 1993. Desde entonces el precio se ha mantenido estable. El precio de la gracilaria seca bajó de 1.7 US$/kg en 1991 a 1.5 US$/kg en 1992, situándose en 1.4 US$/kg a partir de 1993 (Aquanoticias Internacional, 1993 y 1994).
La sobrexplotación de las praderas naturales en Chile permite pensar que el cultivo en la Región tiene buenas perspectivas. Las costas chilenas y peruanas presentan buenas posibilidades para el desarrollo de los cultivos de algas. Asimismo, otros países como Argentina, Brasil, Cuba, Colombia, México, Venezuela y Santa Lucía disponen de áreas potenciales e incluso en los tres últimos ya existen proyectos comerciales a escala piloto.
La anterior síntesis refleja la diversidad del sector acuícola en la Región. Se ha evidenciado una tendencia general hacia la expansión de la producción, sin embargo existen grandes diferencias entre los países y los diferentes subsectores acuícolas.
Chile es el país que ha conseguido el mayor crecimiento de la producción y la diversificación más significativa, siendo líder en los cultivos de truchas, salmónidos, moluscos y algas. Ecuador, país especializado en el cultivo de camarones, ha mantenido su posición como uno de los principales productores/exportadores a nivel mundial, aunque está confrontando serios problemas de enfermedades. También destaca la expansión de la camaronicultura a otros países de la Región, como Colombia, México, Honduras, Guatemala, Panamá y Perú.
El sector de peces de agua dulce, desarrollado principalmente en Brasil, México, Cuba y Colombia, se caracteriza por su producción semicomercial en áreas rurales, donde la producción de semilla, muchas veces, está a cargo de entidades públicas. En este sector, se aprecia un cambio hacia cultivos más intensivos y comerciales, siendo la tilapia, y más recientemente la tilapia roja, la especie que mejores resultados está dando, en particular en Colombia, Venezuela, México y Jamaica.
Los cultivos de camarones de agua dulce y de ostras presentan un estancamiento, cuyas razones principales pueden obedecer a la restricción de condiciones ambientales propicias para cultivo y a dificultades para colocar la producción en los mercados nacionales e internacionales.
La información sobre el monto de las inversiones y los costos de operación es fragmentaria y dispersa, por lo tanto es prácticamente imposible hacer una relación trabajo/capital. Por otra parte, es importante destacar la heterogeneidad de los sistemas de producción y la gran variedad de formas de gestión y administración de las granjas acuícolas, que dificultan un análisis al respecto. Además, son muy escasos los estudios económicos y de viabilidad financiera, y por lo general las informaciones son un tanto distorsionadas de la realidad (por ser proporcionadas frecuentemente por no especialistas en el área y, a menudo, con la finalidad de solicitar créditos). Indudablemente, es necesario concentrar esfuerzos con el objeto de mejorar esta clase de estudio.