Página precedente Indice Página siguiente


ACTIVIDADES DE LA ORGANIZACION

Actividades del Programa

a) Dirección de Pesca

28. El Comité examinó el programa de labores de la Dirección de Pesca, expuesto en el documento Actividades del programa: Dirección de Pesca (CL 43/8), dentro del contexto de los recursos y el presupuesto de que disponen la Organización y la Dirección de Pesca para el bienio 1964–65. El Consejo contó también con el auxilio de las observaciones del Comité del Programa respecto de dichas actividades.

29. El Consejo manifestó su satisfacción por el informe sobre las actividades del programa y por la labor de la Dirección de Pesca, y elogió especialmente las relacionadas con las pesquerías continentales, la estadística, la recolección y difusión de información científica y los trabajos conexos de carácter bibliográfico, así como las iniciativas concernientes a la consulta y cooperación con otros organismos internacionales e intergubernamentales.

30. El Consejo tuvo en cuenta el amplio campo que abarca la Dirección de Pesca, y advirtió con beneplácito su estrecha colaboración con otras direcciones, en particular con la Dirección de Nutrición del Departamento Técnico y con la de Instituciones y Servicios Rurales y otras Direcciones del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales.

31. Entre las materias en que, según advirtió, se trabaja con recursos insuficientes, figuran la evaluación de las poblaciones y el perfeccionamiento de los métodos para este fin; la recolección de datos; el apoyo a los órganos regionales dependientes; la coordinación de la labor de pesca entre las regiones; los métodos de recolección, incluso la tecnología de la producción y la elaboración, con sus estudios económicos conexos; y la contaminación de las aguas.

32. El Consejo fue del parecer de que la FAO y su Dirección de Pesca tenían un papel especial, una función directiva que cumplir, para promover y facilitar la coordinación de los programas internacionales de investigación de pesca de altura en los sectores conexos de la biología y la oceanografía, en cuanto se refiera al aprovechamiento de los recursos vivos del mar. A este respecto, se encomiaron particularmente las estrechas relaciones de trabajo que existen con la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO. También es significativa la función dirigente de la FAO en su contribución al estudio de la dinámica de las poblaciones, la cual se ha convertido en un problema importante para las pesquerías internacionales de todo el mundo.

33. Se instó a la Dirección a que se mantenga al tanto de los adelantos técnicos en el desarrollo de nuevos productos pesqueros mediante la mejora en calidad de una cierta proporción de la producción que actualmente se destina a piensos y con el objeto de aprovechar los recursos insuficientemente explotados. Según se hizo saber al Consejo, el propósito perseguido era el de fomentar la fabricación comercial de concentrados proteínicos de pescado aptos para el consumo humano, a un precio económico, y hacerlos llegar a los lugares donde más se necesiten para mejorar la nutrición. A este respecto, se subrayó la importancia de los estudios sobre educación del consumidor y sobre la aceptación de los productos por parte de éste.

34. El Consejo reconoció lo gravosa que resulta la carga de la supervisión de los proyectos locales que dependen del Fondo Especial de las Naciones Unidas y del Programa Ampliado de Asistencia Técnica, y advirtió que se han efectuado o se proyectan algunos aumentos de personal con cargo a los gastos de organismo de ejecución. Muchos miembros del Consejo insistieron en que el esfuerzo principal de la Dirección debía centrarse en la asistencia a las naciones en desarrollo; sin embargo, también se reconoció que los recursos del mar pertenecen a la humanidad entera, y que el orden internacional en la explotación racional de los recursos naturales del mar era un problema que interesaba por igual a los países desarrollados y en desarrollo. Al perseguir esta meta, la FAO debe seguir colaborando con las instituciones nacionales e internacionales especializadas que tienen competencia en las materias estimulando al mismo tiempo sus actividades.

b) Dirección de Montes y Productos Forestales

35. El Consejo consideró que el documento CL 43/9 1 ofrecía un panorama claro de las labores de la FAO en el sector de los montes y productos forestales.

36. Estimó que dichas actividades eran de especial importancia en el momento actual. Estaban encaminadas principalmente a crear centros de desenvolvimiento industrial en las naciones en desarrollo, permitiendo ampliar la base de la economía más allá de una limitada variedad de productos agrícolas, y ofreciendo perspectivas para mejorar el comercio de exportación, de acuerdo con las políticas esbozadas por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.

37. Dado su carácter, dichas actividades merecían ser apoyadas y fortalecidas. Particularmente, el Consejo estimó que el Director General debería considerar la manera de fortalecer el programa ordinario de la Dirección en modo tal que permitiese prestar mayor atención a los problemas de la corta, extracción y transporte de trozas y, por consiguiente, a la explotación ordenada de los recursos forestales; y, en segundo lugar, a la promoción de los mercados y el comercio, especialmente de los mercados de los países desarrollados, para que puedan absorber más productos forestales de las naciones en desarrollo.

38. En el informe del Comité del Programa se indicaban también ciertos derroteros en los cuales debería ampliarse el trabajo de la Dirección (CL 43/41, párrafos 81–84): el Consejo recomendó dichas propuestas al Director General, para su consideración, particularmente el mayor interés que en el programa de la Dirección se había de prestar a las técnicas y problemas de la plantación forestal y a las especies de crecimiento rápido. Aunque los Estados Miembros deberían continuar dedicando sus esfuerzos al aprovechamiento planificado de los bosques naturales, los bosques creados por el hombre tendían a proporcionar una producción mucho mayor por unidad de superficie y eran, naturalmente, más fáciles de explotar. A este respecto el Consejo apoyó la propuesta de la Dirección, en el sentido de llevar adelante el proyectado Centro internacional de semillas arbóreas.

39. En todas partes era percepible una corriente de ideas nuevas sobre política y explotación forestal. La Dirección tiene que mantenerse al día en lo que respecta a estas nuevas ideas e incluso contribuir a esta nueva forma de pensar. El esfuerzo mayor que a esto se dedique cubriría un vacío que existe en el programa ordinario de la Dirección.

40. El Consejo convino también con el Comité del Programa en la opinión expuesta en su informe, de que toda la Organización debería dar más importancia a la planeación coordinada del aprovecgamiento de la tierra. En los proyectos de colonización y asentamiento de muchos Estados Miembros, no solamente de los países llamados de sabana, no se prestaba aún la atención debida a los montes, que deben considerarse como elementos esenciales del patrimonio nacional. Es con frecuencia conveniente dedicar a la silvicultura un porcentaje mayor de los recursos de tierras y de los destinados al desarrollo. El mejoramiento de la agricultura debería concentrarse en el uso más intensivo de las buenas tierras agrícolas.

41. Varios miembros del Consejo opinaron que la Dirección vería aumentar las solicitudes de asesoramiento sobre problemas forestales en relación con el desarrollo de la comunidad, la urbanización y los lugares de esparcimiento: parecía probable que aumentase la necesidad de zonas forestales para actividades de recreo, cosa que deberá tenerse en cuenta al preparar los futuros programas de labores.

42. El Consejo convino en que, gracias al trabajo de la Dirección, se reconocía hoy a la FAO como un centro mundial para todo lo relacionado con los montes y productos forestales. Tomó nota de que, como prueba del interés de los Estados Miembros, el volumen de las actividades confiadas por el Fondo Especial de las Naciones Unidas a la FAO en materia de montes y productos forestales ocupaba el segundo lugar, en orden de importancia, entre todos los campos en que actúa la Organización.

43. Para llegar a esta situación preeminente, la Dirección de Montes y Productos Forestales no ha contado con ninguna asignación especial de fondos. Varios miembros del Consejo llamaron la atención sobre el párrafo 79 del informe del Comité del Programa (CL 43/41) en el que se recordaba la preocupación que había manifestado la Conferencia, en su 12o período de sesiones, por la lentitud con que en recientes períodos presupuestarios habían venido ampliándose las funciones de la Dirección correspondientes al Programa Ordinario, en comparación con las ampliaciones registradas en otros sectores de la Organización.

1 Actividades del Programa: Dirección de Montes y Productos Forestales.

c) Dirección de Nutrición

44. El Consejo aprobó las principales líneas del programa de labores de la Dirección de Nutrición, expresando su satisfacción por lo realizado hasta la fecha. Reconoció el vasto alcance de las actividades realizadas y puso de relieve la decisiva importancia que para el logro de sus objetivos tenía una estrecha colaboración con otros sectores de la FAO, y con las dependencias competentes de otros organismos.

45. Respecto de la cooperación con la OMS, al Consejo se le hizo saber que las disposiciones vigentes, y, sobre todo, el Comité mixto FAO/OMS de Expertos en Nutrición, habían resultado satisfactorios. Los dos Directores Generales las tenían en constante estudio, a fin de atender a las necesidades de sus crecientes programas en el campo general de la nutrición. También se informó al Consejo de que la cooperación con el UNICEF era satisfactoria, y que el Comité mixto FAO/UNICEF de Normas estaba desempeñando una función utilísima en lo tocante a la labor de la FAO en materia de nutrición. El Consejo subrayó la importancia de entablar relaciones satisfactorias con otras organizaciones internacionales, especialmente con las Naciones Unidas, la OIT y la UNESCO, en los aspectos pertinentes de su trabajo.

46. El Consejo reconoció que la cooperación con otras dependencias de la FAO era igualmente importante. Se sugirió estrechar los lazos ya existentes con la Dirección de Estadística, especialmente en lo que se refiere a la promoción de las encuestas de consumo alimentario. El Consejo expresó su conformidad con el juicio de su Comité del Programa, en el sentido de que esa labor era muy valiosa como base indispensable para la correcta planeación alimentaria en el orden nacional, así como para evaluar la situación mundial en materia de alimentos y nutrición. También se recalcó la necesidad de una mayor cooperación con otras direcciones en el sector de la elaboración de alimentos.

47. Se reconocieron asimismo los beneficios potenciales de la cooperación con otros organismos nacionales e internacionales ajenos a la familia de las Naciones Unidas. El Consejo se enteró, complacido, de las diversas vías ya abiertas para esa cooperación, por ejemplo, las tablas regionales de composición de alimentos para la América Latina y Africa, en colaboración con el Comité interdepartamental sobre Nutrición para la Defensa Nacional, de los Estados Unidos de América.

48. El Consejo reconoció la importancia de la Subdirección de Consumo y Políticas Alimentarias y sugirió al Director General que examinase la posibilidad de reforzarla al tratar los futuros programas de labores y presupuestos de la Organización. Se advirtió que esta Subdirección estaba llamada a desplegar actividades de creciente importancia en lo tocante al Plan Indicativo Mundial para el Desarrollo Agrícola y por la insistencia cada vez mayor que viene poniendo la FAO en la planificacion para el desarrollo. El Consejo se mostró conforme con su Comité del Programa en que la trascendencia de la cuestión de la nutrición para el planeamiento de la agricultura, y, por tanto, aprobó su propuesta de que este tema sea tratado en el 13o período de sesiones de la Conferencia.

49. Se examinó la cuestión de la importancia relativa atribuída a las diferentes actividades en conexión con la necesidad de que la Dirección cuente con un programa bien equilibrado. En cuanto a la sugerencia del Comité del Programa, de que el Director General vuelva a examinar la posibilidad de una duplicación de actividades entre las Subdirecciones de Nutrición Aplicada y de Consumo y Políticas Alimentarias, se informé al Consejo que un estudio ulterior del asunto había confirmado la inexistencia de esa duplicidad de tareas.

50. El Consejo insistió en la importancia de la preparación de personal nacional de diferentes categorías para realizar programas eficaces en materia de nutrición, tecnología de los alimentos y economía doméstica, especialmente en los países en desarrollo. Se subrayó que importaba incluir la enseñanza de la nutrición en los programas de alimentación escolar y laboral. Si bien esto era asunto de la competencia de los distintos gobiernos nacionales, sobre todo, se reconoció la trascendencia del papel que desempeñaba la FAO, en cooperación con otras organizaciones interesadas, para el establecimiento de los medios apropiados de capacitación en los planos nacional, regional e internacional.

51. Fue señalada la necesidad de prestar mayor atención a las actividades de la Subdirección de Ciencia y Tecnología de los Alimentos, y se sugirió a este respecto la conveniencia de modificar la denominación de la Dirección, a fin de que reflejara este punto de vista. El Consejo estimó que tal sugestión merecía una consideración ulterior y pidió al Director General que informase al respecto en el 13o período de sesiones de la Conferencia. Fue considerada por el Consejo la cuestión de si las actividades del proyectado Cuadro Consultivo sobre Ciencia, Tecnología e Industrias de los Alimentos podrían llevarlas a cabo los órganos ya existentes y se le informó que dicho Cuadro era necesario porque permitía a la FAO realizar su trabajo en forma efectiva y que sus miembros, divididos en grupos de trabajo, serían consultados casi siempre por correspondencia. Se tomó nota de que el Cuadro prestaría atención primordial a la producción y la comercialización de los alimentos ricos en proteínas que no son de uso corriente, así como al fomento de su consumo. También se insistió en la necesidad de intensificar los esfuerzos encaminados a reducir todo desperdicio con métodos adecuados de almacenamiento y elaboración.

52. Se reconoció plenamente la necesidad de estimular las actividades de investigación fundamental y aplicada en los distintos aspectos de las labores que desarrolla la Dirección. El Consejo advirtió con satisfacción que las labores de la Dirección habían estimulado considerable ayuda por parte del sector particular como, por ejemplo, la recibida de la Fundación Rockefeller para las investigaciones sobre alimentos ricos en proteínas que está realizando el Comité sobre Malnutrición Proteínica de los Estados Unidos con el concurso de la FAO, la OMS y el UNICEF. El Consejo coincidió con su Comité del Programa en que la Dirección debería seguir estimulando tales actividades. Se mencionó la necesidad de asegurar el valor nutritivo en la producción de nuevas variedades vegetales, como ejemplo del trabajo que habrá de efectuar la Dirección en estrecha cooperación con la Dirección de Fitotecnia y Protección Fitosanitaria.

53. El Consejo reconoció la importancia de una adecuada evaluación de las diversas actividades concernientes al trabajo que realiza la Dirección, en todas sus fases, y, en consecuencia, encomió los esfuerzos que se vienen haciendo en cooperación con la OMS para elaborar métodos apropiados de evaluación. Tal estudio sería sumamente útil para evaluar los resultados de los proyectos destinados a mejorar el estado de la nutrición de los distintos grupos de población.

54. El Consejo tomó nota, con interés, de que la FAO era el único organismo de la familia de las Naciones Unidas que contaba con especialistas en economía doméstica dentro de su personal y que, por tal motivo, estaba en condiciones especiales de promover mejores niveles de vida mediante programas de economía doméstica dirigidos principalmente a las mujeres. Como el bienestar familiar es una responsabilidad que incumbe, en gran medida, a la mujer, tales programas desempeñan una función importante en el desarrollo económico y social. En consecuencia, el Consejo encomió la labor efectuada por la Subdirección de Economía Doméstica, sobre todo en lo referente a la formación de especialistas en la materia para que presten sus servicios en las naciones en desarrollo.

55. Se tomó nota de que las publicaciones de la Dirección no sólo constituían un reflejo de los trabajos que realiza sino que, además, contribuían a la ejecución de éstos. El Consejo se sintió especialmente complacido por la publicación regular del Noticiario de Nutrición, tal como lo había recomendado la Conferencia de la FAO, para uso del personal nacional e internacional que se ocupa de la nutrición en sus diferentes aspectos y, además, como guía para los expertos.

Materias dimanantes del 37o período de sesiones del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas

56. El Consejo tuvo ante sí un informe (CL 43/11) 1 en el que se resumen los debates desarrollados y las decisiones tomadas en los períodos de sesiones primaveral y estival, celebrados por el Comité Administrativo de Coordinación (CAC) y en el 37o período de sesiones del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC), celebrado en Ginebra, en julio-agosto de 1964.

57. Las resoluciones de interés común para la familia de organismos de las Naciones Unidas y especialmente para la FAO, se referían a una amplia gama de materias de los campos técnico, económico, social y de derechos humanos, en los que la Organización ha de desempeñar un papel vital en estrecha colaboración con las Naciones Unidas y los demás organismos especializados.

58. El Consejo tomó nota de las opiniones expresadas por el Director General sobre una serie de importantes cuestiones respecto a las cuales se proponía la adopción de medidas ulteriores. Entre los puntos señalados en el curso del debate figuraban los siguientes:

  1. en el caso de que el Comité Asesor sobre la Aplicación de la Ciencia y la Tecnología, del ECOSOC, decida actuar como Comité Asesor en los programas de la UNESCO en ese campo de actividades, los otros organismos de las Naciones Unidas deberán tener igual derecho a recabar del Comité análoga función;

  2. era cuestión de importancia el estudio solicitado por el CAC acerca de un formato uniforme para la presentación de los presupuestos de los organismos especializados: la cuestión encerraba ciertas dificultades y la FAO ha de cumplir las instrucciones dadas por sus órganos ejecutivos en relación con la presentación de su presupuesto bienal; sin embargo ya se utilizaba un esquema común para presentar los diversos presupuestos de la familia de las Naciones Unidas en las reuniones de la Comisión Consultiva en Asuntos Administrativos y de Presupuesto;

  3. no debe permitirse que ninguna medida que se adopte sobre una campaña mundial contra el hambre, las enfermedades y la ignorancia, repercuta adversamente en el impulso creado por la Campaña Mundial contra el Hambre;

  4. las actividades de la FAO en el sector de las industrias agrícolas deben ser reconocidas y articuladas en cualesquiera nuevas disposiciones que se se adopten respecto al desarrollo general de la industria;

  5. también se sumó el Consejo a la reserva formulada por el Director General sobre el establecimiento de un Fondo especial de las Naciones Unidas para desastres financiado mediante contribuciones voluntarias.

1 Cuestiones dinamantes de los debates del CAC y del ECOSOC - 1964.

Programa Ampliado de Asistencia Técnica (PAAT) y Fondo Especial de las Naciones Unidas

59. El Consejo tomó nota del informe sobre la marcha de las actividades de la Organización con arreglo al Programa Ampliado de Asistencia Técnica y el Fondo Especial de las Naciones Unidas (CL 43/12), y expresó su beneplácito por los progresos hechos y los resultados conseguidos con ambos programas. Tomó nota del continuo aumento experimentado durante los últimos años en la labor de la Organización encuadrada en el Programa Ampliado, y del aumento, mucho más acentuado, que se ha producido en el número de proyectos del Fondo Especial de las Naciones Unidas, de los que la Organización es organismo de ejecución.

60. El Consejo respaldó las recomendaciones hechas por su Comité del Programa, en el octavo período de sesiones que celebró éste en mayo-junio de 1964, relativas a la forma más conveniente y eficaz de informar sobre las actividades de la Organización bajo los auspicios del PAAT y el Fondo Especial de las Naciones Unidas (CL 43/41). 1

61. El Consejo reconoció que para mejorar la rendición de informes a este respecto existían dos aspectos. Los informes al Consejo y a la Conferencia deben incluir información de carácter general sobre la marcha de los proyectos que se encuentran todavía en período de ejecución y una evaluación de los proyectos ya terminados. Por otro lado, habría necesidad de preparar informes separados para fines de información pública, con miras a que el público en general tenga un mayor conocimiento de la labor de asistencia técnica de la Organización y para despertar un mayor interés por esas actividades, tanto en los países ya desarrollados como en los que todavía se encuentran en fase de desarrollo.

62. El Consejo reconoció que una evaluación de las repercusiones de los proyectos de desarrollo económico y social en las naciones beneficiarias podría resultar una tarea muy difícil, especialmente si se tiene en cuenta que las actividades de asistencia técnica de las Naciones Unidas constituyen frecuentemente una pequeña parte de los programas generales de desarrollo nacional y de la cantidad total de la ayuda exterior recibida. El Consejo tomó nota igualmente de que tanto la Junta de Asistencia Técnica (JAT) como el Comité de Asistencia Técnica (CAT) se proponían llevar a cabo, en un próximo futuro, evaluaciones de las operaciones del PAAT en seis países. Siendo así, el Consejo estimó que podrían retrasarse las evaluaciones de la FAO hasta que se conocieran los resultados de los esfuerzos de la JAT y del CAT, en la inteligencia, naturalmente, de que la FAO cooperaría plenamente en las evaluaciones de la JAT y, cuando se le pida, en las del CAT. La FAO establecerá igualmente sus propios puntos de vista sobre esta cuestión.

63. Teniendo presente la gran participación de la Organización en los programas de asistencia técnica de las Naciones Unidas, el Consejo estimó también que la Conferencia debe prestar más atención al examen de los aspectos técnicos y económicos de los trabajos de campo de la FAO. Pidió al Director General que tenga esto en cuenta al formular sus propuestas para la preparación del programa provisional del 13o período de sesiones de la Conferencia que habrá de considerar el Consejo en su 44o período de sesiones (junio, 1965).

64. A este respecto, el Consejo recomendó también que la Conferencia discuta la cooperación entre los programas de ayuda multilateral y bilateral y la coordinación de los mismos. El Consejo estaba plenamente enterado de las medidas que en este sentido habían tomado ya varios gobiernos y el Director General, así como de las consultas celebradas y de la cooperación que se había ido entablando con varios gobiernos y servicios gubernamentales; pero estimó, sin embargo, que un examen completo por parte de la Conferencia podría dar por resultado nuevas mejoras, si los gobiernos estudiaran la cuestión y estuviesen dispuestos a presentar propuestas prácticas.

65. El Consejo tomó nota con satisfacción de las propuestas del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas [Resolución No 1020 (XXXVII] relativas a la propuesta para que los programas del PAAT y del Fondo Especial de las Naciones Unidas se fundan en uno solo, que se conocerá con el nombre de Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

1 Informes de la Reunión Conjunta de los Comités del Programa y de Finanzas, del octavo período de sesiones del Comité del Programa y del 11o período de sesiones del Comité de Finanzas.

Acuerdo de la FAO con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento y la Asociación Internacional de Fomento

66. El Director General presentó el documento CL 43/13, Acuerdo entre la FAO y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento/AIF. Se describieron las actividades ya realizadas de conformidad con el mismo, desde la firma, con carácter provisional, del Memorando de Acuerdo: 25 misiones han sido iniciadas o planeadas en el período transcurrido desde el mes de abril hasta el final de diciembre.

67. El Representante del Banco leyó al Consejo un mensaje de su Presidente, Sr. George Woods, en el que se recordaba la declaración que había hecho en 1963, en la reunión de las Juntas de Gobernadores del Banco Internacional y de la AIF, insistiendo en que el Banco debería hacer más en auxilio de la agricultura e intensificar su apoyo a ésta sobre un horizonte más amplio. En su mensaje decía el Sr. Woods que con este espíritu se estableció la asociación con la FAO, para llevar a cabo un programa cooperativo; que esta asociación fortalecería los métodos y redundaría en beneficio de ambas organizaciones y que la prueba final la constituirían los beneficios que de ella obtuviesen los países en desarrollo, quedando entendido que estos beneficios sólo podrían evaluarse andando el tiempo, si acaso a la vuelta de 10 o más años. El representante del Banco Internacional insistió en que el trabajo de equipo era indispensable, dado que los expertos debían actuar constantemente juntos, estableciendo una estrecha colaboración entre sus respectivas especialidades. A su juicio, se había partido ya con tanta rapidez que, probablemente, el volumen de las actividades sería mucho mayor que el previsto. De mantenerse tal ritmo, lo que parecía ser muy probable, estaba seguro de que el Banco Internacional se mostraría dispuesto a acoger favorablemente la revisión del presente tope financiero que entonces sería preciso emprender.

68. El Consejo aprobó el Acuerdo y en consecuencia adoptó esta resolución:

Resolución No 1/43

ACUERDO ENTRE EL BANCO INTERNACIONAL Y LA FAO

EL CONSEJO

Tomando nota de la declaración del Director General acerca del acuerdo entre la FAO y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento y la Asociación Internacional de Fomento,

Advirtiendo también las observaciones formuladas por los Comités del Programa y de Finanzas en su informe conjunto (CL 43/41)

Aprueba, de conformidad con lo dispuesto en el Artículo XXIV.4(c) del Reglamento General de la Organización, el Acuerdo concertado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento y la Asociación Internacional de Fomento, tal como se expone en el Memorando de Acuerdo firmado por el Presidente del Banco Internacional/AIF el 30 de marzo de 1964 y por el Director General de la FAO el 2 de abril del mismo año, cuyo texto figura en el Apéndice C del presente Informe.

69. El Consejo estimó que el Acuerdo brindaba una oportunidad a ambas Organizaciones para desempeñar más eficazmente las funciones esenciales que cumplen dentro del sistema de las Naciones Unidas, siendo la FAO la Organización a la que incumben concretamente las obligaciones de orden técnico, económico e institucional del desarrollo agrícola, y correspondiendo primordialmente al Banco Internacional y a la AIF la financiación del desarrollo económico. Se expresó la esperanza de que el Acuerdo represente una contribución eficaz al Decenio de las Naciones Unidas para el Desarrollo, y acelere y acreciente el volumen de las inversiones del Banco Internacional en proyectos agrícolas, los cuales deberían ser considerados en su marco más amplio y no aisladamente.

70. Este Acuerdo permitirá llevar a la fase de plena realización los estudios realizados por la FAO, pues en el proceso mismo del desarrollo intervienen métodos, conocimientos técnicos, dirección y disponibilidad de recursos. En años anteriores, la escasez de recursos financieros había impedido que la FAO llevara debidamente adelante su asesoramiento, por lo cual se espera que con el Acuerdo será posible tomar medidas para salvar tan grave deficiencia.

71. Al discutirse el Acuerdo, se hicieron preguntas respecto al principio de la distribución de gastos. Se señaló que el acuerdo esptipulaba que tal principio se aplicase solamente hasta una cifra límite, que fijarían de tiempo en tiempo ambas Organizaciones. Varios miembros del Consejo estimaron que las disposiciones tomadas para repartir los gastos se hallaban en contradicción con el principio del pleno reembolso que debía aplicarse a toda labor realizada por la FAO en beneficio de otros organismos, y que el acuerdo debía ser reexaminado en fecha próxima. Otros miembros, en cambio, recalcaron que se trataba de un acuerdo de asociación, destinado a prestar ayuda a la labor de la FAO y del Banco, mancomunando sus recursos y conocimientos técnicos, por lo que no debía compararse con un programa llevado a cabo en nombre de otra organización. Los miembros del Consejo tomaron nota con satisfacción de que el Director General, según lo solicitado en la reunión conjunta de los Comités del Programa y de Finanzas, había hecho un detenido examen de la estructura orgánica y se habíe asegurado de que altos funcionarios profesionales, de gran preparación especializada, y con dedicación exclusiva a esta labor, que habían sido nombrados para integrar el equipo, seguían formando parte de sus direcciones respectivas, al mismo tiempo que desempeñaban sus nuevas funciones e informaban sobre las mismas y sobre las cuestiones de política general a un jefe del equipo encuadrado en el Servicio del Programa y del Presupuesto. El Consejo convino en que estas medidas financieras y de personal las reexaminasen los Comités del Programa y de Finanzas, una vez que se hubiera adquirido experiencia suficiente.

72. Al discutirse el procedimiento seguido al firmar con carácter provisional el Memorando de Acuerdo, se tomó nota de que el Director General de la FAO y el Presidente del Banco Internacional lo habían hecho en forma provisional o condicional, con la salvedad de que la continuación del mismo quedaría sujeta a la aprobación de las Juntas de Gobernadores del Banco y la AIF y a la del Consejo de la FAO, y de que el Director General había tomado las medidas financieras oportunas para esta asociación. Desde que se firmó y entró en vigor el Memorando de Acuerdo, el Presidente del Banco había obtenido la aprobación, primero, de los Directores Ejecutivos con destino permanente en el Banco y, después, por voto postal, como está previsto en los estatutos del Banco/AIF de los componentes de las respectivas Juntas de Gobernadores. Algunos miembros del Consejo, a la vez que aprobaban el fondo de este acuerdo, manifestaron su inquietud por haberse aplicado el Momerando sin la previa aprobación del Consejo. A este respecto, el Director General señaló que al Consejo y a la Conferencia incumbía la responsabilidad de aprobar o rechazar todo acuerdo de tipo permanente. Varios miembros subrayaron que, dada la naturaleza del acuerdo y la urgencia de la situación, había que felicitar al Director General por su iniciativa, cuyo propósito era el de beneficiar a los Estados Miembros. El Consejo pidió que el Comité de Asuntos Constitucionales y Jurídicos examine la posibilidad de adoptar los procedimientos aplicables cuando surjan en lo futuro problemas urgentes de esta maturaleza entre períodos de sesiones sucesivos del Consejo.

Acuerdo con la Organización Consultiva Marítima Intergubernamental (OCMI)

73. El Consejo examinó el Acuerdo propuesto en el documento CL 43/6 y aprobó la resolución siguiente:

Resolución No 2/43

ACUERDO ENTRE LA ORGANIZACION DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACION Y LA ORGANIZACION CONSULTIVA MARITIMA INTERGUBERnameNTAL

EL CONSEJO

Considerando la conveniencia de establecer una estrecha cooperación entre la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Consultiva Marítima Intergubernamental (OCMI), y

Habiendo examinado el proyecto de acuerdo entre la FAO y la OCMI que concertaron el Director General de la FAO y el Secretario General de la OCMI para lograr dicho propósito,

Aprueba el Acuerdo con la OCMI cuyo texto figura en el Apéndice D del presente Informe, a reserva de su confirmación por la Conferencia.

Censo agropecuario mundial de 1970

74. El Consejo tuvo ante sí una nota del Director General (CL 43/14) y escuchó también una declaración que se hizo en nombre del Director General sobre el tema del Censo agropecuario mundial de 1970. En cumplimiento de lo dispuesto en la Resolución No 20/63, aprobada por la Conferencia en su 12o período de sesiones, el Consejo nombró un Grupo de trabajo sobre el Fondo para Censos Agropecuarios, compuesto de los siguientes Estados Miembros: Alemania, Rep. Federal de, Brasil, Canadá, Colombia, Chile, España, Estados Unidos de América, Etiopía, Francia, India, Japón, Nigeria, Países Bajos, Pakistán, Reino Unido, República Arabe Unida, Senegal.

75. Las funciones de ese Grupo de trabajo consistirán en asesorar al Director General sobre la creación de un fondo censal que permita prestar ayuda financiera a los países que la necesiten a fin de levantar sus respectivos censos agropecuarios y, en particular, en asesorarle sobre los siguientes puntos:

  1. el artículo de la Constitución al amparo del cual podría establecerse dicho Fondo; y

  2. la organización y administración del fondo y, concretamente, el procedimiento para hacer la estimación de los costos del censo, en efectivo y en especie, y para fijar las contribuciones que harían los Estados que estén dispuestos a ingresar en el fondo.

Campaña Mundial contra el Hambre

a) Marcha de la CMCH e Informe de la Comisión Plenaria del Consejo sobre el futuro de la Campaña

76. El coordinador de la Campaña informó que el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC), en su 37o período de sesiones, había confirmado su apoyo a la Campaña Mundial contra el Hambre (CMCH) en la Resolución No 1039, donde se reconocía la magnitud y el carácter a largo plazo de las tareas emprendidas dentro del marco de la CMCH e invitaba a todos los participantes en la misma a intensificar sus esfuerzos contra el hambre. El ECOSOC no había llegado a ninguna conclusión acerca de la propuesta campaña quinquenal contra el hambre, las enfermedades y la ignorancia (Resolución No 1943 (XVIII) de la Asamblea General de las Naciones Unidas, del 11 de diciembre de 1963) y la cuestión se había remitido nuevamente al Secretario General de las Naciones Unidas para su ulterior estudio.

77. El Consejo tomó nota de la satisfactoria marcha de la Campaña.

78. El Director General señaló a la atención del Consejo el Anexo III del documento CL 43/15, 1 donde puede apreciarse que el total de las contribuciones asignadas a los programas de acción de la CMCH asciende a 221 millones de dólares. Dentro de esta suma, las actividades de la FAO ascienden a 18,6 millones de dólares, de los cuales 7,4 millones han sido contribuídos por los colaboradores de la Campaña a través de la FAO, y 11,2 millones los están aportando los países en calidad de fondos de contrapartida. Al Programa de Cupones de Ayuda de la UNESCO se está recurriendo cada vez más como mecanismo educativo para realizar actividades de limitada escala dentro del marco de la Campaña.

79. El Consejo tuvo ante sí el informe de su Comisión Plenaria (CL 43/16). El Director General, en sus observaciones sobre este documento, acogió con beneplácito la recomendación de que la Campaña se prorrogue hasta 1970, así como la de que los gastos centrales de la Campaña se incluyan en el Presupuesto Ordinario. Al respecto, sin embargo, el Director General expresó su esperanza de que esto no le impidiese solicitar contribuciones voluntarias para fines especiales.

80. En el curso del debate varios representantes de países en desarrollo, miembros del Consejo, dieron ejemplos de la obra que están realizando sus Comités Nacionales de la CMCH y subrayaron la importancia de la misma dentro de sus planes nacionales de desarrollo. Los Comités Nacionales de la CMCH han resultado un valiosísimo refuerzo para los servicios oficiales ordinarios que se prestan en las zonas rurales, sobre todo en el orden de la enseñanza agrícola.

81. Asimismo, representantes de los países desarrollados miembros del Consejo rindieron homenaje a la eficacia con que la Campaña ha logrado despertar a la opinión pública, gracias a lo cual se ha intensificado el apoyo en la lucha contra el hambre. Varios miembros del Consejo expusieron diversos planes para ampliar la composición de sus Comités Nacionales, de modo que en ellos estén encuadrados todos los sectores de la sociedad; también se refirieron a ciertas adaptaciones que están introduciéndose en la estructura actual de los Comités, con objeto de emprender una planificación a largo plazo. Se recalcó, repetidas veces, que si se quiere asegurar a la Campaña un creciente y duradero éxito, es indispensable que los Comités Nacionales sean fuertes y eficaces. En general, se convino en que la Campaña va cobrando constantemente más impulso y en que hay amplias posibilidades de llegar a nuevas realizaciones que sirvan de complemento a los programas ordinarios de la FAO.

82. Los miembros del Consejo insistieron sobre la importancia de los vínculos directos que van estableciéndose entre los pueblos gracias a la Campaña. Estos vínculos son inapreciables para llegar a una amplia comprensión de los problemas del hambre y para estimular una cooperación internacional cada vez más intensa en favor de su solución.

83. Se tomó nota de los planes para la Segunda Semana Mundial contra el Hambre (octubre de 1965) y para el Llamamiento del Mundo Joven a la Acción (octubre de 1965 a marzo de 1966). Se convino en que la creciente participación de los jóvenes en la lucha contra el hambre era de importancia máxima para la solución a largo plazo de los problemas, y en que las declaraciones de apoyo activo ya recibidas eran muy alentadoras.

84. El Consejo aprobó el informe de su Comisión Plenaria sobre el futuro de la Campaña Mundial contra el Hambre (CL 43/16).

85. En particular, el Consejo se adhirió a la recomendación de la Comisión Plenaria, de que la Campaña se prosiga hasta que finalice el Decenio de las Naciones Unidas para el Desarrollo en 1970, si bien algunos miembros del Consejo opinaron que este período de tiempo era demasiado breve y que la Campaña debe asentarse ahora sobre una base permanente, previéndose análisis regulares de su programa. El Consejo convino en que la cuestión de la continuación de la Campaña sea reexaminada antes de que concluya el año de 1970.

86. En general, fue apoyada la propuesta de la Comisión Plenaria, de que los costos centrales de la Campaña se incluyan en el Presupuesto Ordinario de la Organización, siempre que el Director General quedase en libertad para recabar contribuciones voluntarias con fines especiales. No obstante, algunos miembros opinaron que no era deseable que recayera en los gobiernos el financiar la administración de la Campaña.

87. Algunos miembros estimaron que la asignación, por parte de los gobiernos, de fondos destinados a las actividades de la Campaña podría venir a desalentar las aportaciones voluntarias de procedencia no gubernamental, pero el Director General hizo observar que no había sido tal el caso de varios países, cuyos gobiernos habían igualado las aportaciones voluntarias, incrementando así aún más el entusiasmo y el apoyo públicos.

1 Informe del Director General sobre la marcha de la Campaña Mundial contra el Hambre.

b) Futuro del Programa de Fertilizantes

88. El Consejo tomó nota de una declaración del Director General exponiendo la evolución recientemente operada en cuanto a la ampliación del Programa de Fertilizantes encuadrado en la Campaña Mundial contra el Hambre. En dicha declaración se hacía también referencia al creciente interés de varios países por aportar contribuciones considerables en forma de fertilizantes, de expertos o de ambas cosas.

89. El Consejo se mostró de acuerdo con el informe de la reunión conjunta de los Comités del Programa y de Finanzas (CL 43/41) en lo relativo al Programa de Fertilizantes y aprobó los reajustes presupuestarios para el actual bienio, así como la recomendación formulada por los Comités del Programa y de Finanzas de aumentar al 12 por ciento los costos de servicio de la FAO. Sin embargo, aunque el Consejo reconoció plenamente la importancia del Programa de Fertilizantes y su papel fundamental en el desarrollo agrícola, compartió la preocupación sentida por ambos Comités ante la actitud de la industria de los fertilizantes, que ha dado lugar a estos reajustes presupuestarios.

90. El Consejo expresó su reconocimiento por las contribuciones voluntarias aportadas por algunos Estados Miembros al Programa de Fertilizantes, y manifestó la esperanza de que otros gobiernos vean la posibilidad de prestar análogo apoyo.

Actividades dimanantes del Informe del octavo período de sesiones del Comité del Programa (1964)

a) Función de la FAO en el desarrollo de la pesca mundial

91. El Consejo examinó detenidamente los puntos mencionados en la Resolución No 8/63 aprobada por la Conferencia en su 12o período de sesiones. Tuvo para ello ante sí las propuestas elaboradas por el Director General (CL 43/19) 1 en respuesta a dicha Resolución, así como las observaciones que en relación con dichas propuestas había formulado el Comité del Programa en su octavo período de sesiones. También fueron señaladas a la atención del Consejo las observaciones que habían enviado los Estados Miembros en respuesta a una carta circular en la que el Director General daba a conocer las referidas propuestas.

92. El Consejo expresó su satisfacción por la forma en que el Director General había presentado la cuestión y le felicitó por el modo en que había abordado el tema y, particularmente, por las detalladas consultas que había hecho al respecto. El Consejo se mostró conforme con el análisis presentado por el Director General, así como con la conclusión de que era indispensable lograr un amplio fortalecimiento de las actividades de la Organización en materia de pesca y mejorar el mecanismo internacional de consulta y cooperación en el sector de las pesquerías, si habían de alcanzarse los objetivos previstos por la Conferencia en la Resolución No 8/63. El Consejo estimó que la gran necesidad de conseguir un aprovechamiento más completo de los recursos potenciales que existen en las aguas de todo el mundo, para el suministro de las proteínas que se precisan con tanta urgencia, y el carácter exclusivamente internacional de los problemas que entran en juego, exigían una actuación especial por parte de la FAO.

93. El Consejo fue del parecer unánime de que una de las funciones más importantes de la Organización era la de prestar asistencia directa en materia de pesca a los países en desarrollo. Sin embargo, insistió también en que era parte esencial de un desarrollo racional la evaluación de recursos, con objeto de determinar lo que éstos podrían producir y asegurar su explotación racional de acuerdo con los principios de conservación aceptados. La rápida adopción de los modernos métodos mejorados para las operaciones de pesca y elaboración, junto con el aumento, igualmente rápido, de las actividades pesqueras en todos los confines del globo, especialmente de las que realizan los países desarrollados, ha creado y sigue creando situaciones en las cuales se corre peligro de que ciertos recursos importantes sean explotados excesivamente o incluso destruídos. Los países en desarrollo tienen un especial interés en algunos de estos recursos. Se hizo referencia especial a las poblaciones atuneras del Atlántico (véanse también los párrafos 122 a 126 del presente Informe) y a las poblaciones de ballenas del Antártico, las cuales estaban especialmente expuestas a graves perjuicios. El Consejo fue informado de la iniciativa de algunos miembros de la Comisión Internacional de la Ballena, que trataban de lograr que dicho Organismo emprendiese con toda urgencia una acción efectiva que debía haberlo sido hace ya mucho tiempo. Caso de no emprenderse dicha acción, se sugirió que quizás podría pedirse al Director General que convocase una conferencia con carácter urgente, de conformidad con el párrafo 6 del Artículo VI de la Constitución, para que examinase un asunto de tantísima gravedad.

1 Función de la FAO en el desarrollo de la pesca mundial.

94. Teniendo en cuenta estos antecedentes de ejemplos concretos relativos a los problemas internacionales que se plantean en el sector de las pesquerías, el Consejo, al examinar la Resolución No 8/63 de la Conferencia, prestó especial atención a la obligación constitucional que incumbe a la FAO de coordinar los trabajos internacionales en materia de pesca, así como al papel cada vez más importante que la Organización debe desempeñar en el aprovechamiento racional de los recursos acuáticos a fin de suministrar los alimentos que necesita la población mundial. El Consejo coincidió con su Comité del Programa respecto a la importancia decisiva que entrañaban, en escala mundial, la cooperación y las consultas internacionales en materia de pesca, y tomó nota de las opiniones expresadas por ciertos organismos internacionales y ciertos gobiernos sobre el particular, tal como se habían puesto de manifiesto en las consultas celebradas con el Director General y en el presente período de sesiones del Consejo. En los debates se hizo hincapié en la necesidad de utilizar de lleno las organizaciones ya existentes, en particular las comisiones y consejos regionales de pesca, acordándose que las actividades de la FAO deben suplir y no suplantar la labor desarrollada por tales organizaciones. Se apoyó el punto de vista del Comité del Programa, según el cual la función primordial de la FAO a este respecto debe estribar en la coordinación y en el acopio y examen de datos científicos más que en la aplicación de disposiciones reglamentarias, papel éste que normalmente se reserva a organismos especiales establecidos por las naciones contratantes con este fin específico.

95. El Consejo estimó que el mejor modo de alcanzar los apetecidos fines de la colaboración internacional en pesca, consiste en establecer un comité permanente de pesca integrado por algunos Estados Miembros, encargado de atender a estas materias y de asesorar a la Conferencia y al Consejo, así como al Director General, sobre la formulación, aplicación y coordinación de políticas y sobre el programa de labores y actividades de la Organización en este sector. Se expresó el parecer de que los miembros de tal comité deben estar representados, en todo lo posible, por sus funcionarios de mayor categoría, competentes en pesca, de modo que el comité pueda desempeñar adecuadamente su cometido. El Consejo invitó al Director General a que estudiara el mejor procedimiento de llevar a la práctica los propósitos del Consejo y a someterle propuestas detalladas en su 44o período de sesiones con miras a la creación del referido comité.

96. Al tratar de la Resolución No 8/63 de la Conferencia, el Consejo prestó su atención tanto al deseo expresado por aquélla, de que la FAO, a través de su Dirección de Pesca, asuma en años venideros el rango de principal órgano intergubernamental en esta esfera, como a la petición formulada en el último párrafo de dicha resolución, invitando al Consejo a que estudie la posición de la Dirección de Pesca, a fin de determinar en qué modo podrían ser plenamente reconocidas las actividades relativas a la pesca tanto en la Organización misma como en otros organismos internacionales que se ocupan de cuestiones relacionadas con la pesca. La mayoría de las delegaciones abundaron en el parecer de que el personal y los recursos financieros de la Dirección de Pesca de la FAO son insuficientes para desempeñar sus tareas y han de ser ampliados considerablemente. Muchos delegados consideraron que se impone elevar la categoría de la Dirección dentro de la Organización, señalando algunos que a esto podría procederse concediéndole el rango de departamento. Otras delegaciones, si bien reconociendo la necesidad de reforzarla, estimaron que el Director General debe proceder con cautela y no proponerse una ampliación demasiado radical, que rebase el límite impuesto por la escasez de personal capacitado, así como por las posibilidades financieras.

97. El Consejo fue informado por el Director General acerca de sus planes provisionales a este respecto, los cuales se presentarán en forma más detallada como suplemento a su Programa de Labores y Presupuesto, donde expondrá también las novedades previstas para los dos o tres bienios próximos. El Director General prevé la reorganización de la actual Dirección de Pesca en un Departamento de Pesca, estimando que los gastos adicionales necesarios supondrán un aumento de poco más de 2 millones de dólares sobre el nivel actual, los cuales podrían distribuirse en tres bienios; es decir, a razón de 700.000 dólares por bienio. Varios miembros manifestaron sus reservas ante el alcance de esos planes y sus consecuencias financieras.

98. El Consejo reconoció que la organización y el rango de las actividades pesqueras deben estudiarse en relación con el programa de labores y la estructura total de la FAO, y que sólo en su 44o período de sesiones podría llegar a una conclusión definitiva sobre el particular. Acogió favorablemente los planes del Director General, relativos a la presentación de sus propuestas, por efrecerle así la oportunidad de hacer un examen a fondo y dar su dictamen. A fin de facilitar las tareas de su próximo período de sesiones a este respecto, el Consejo autorizó y pidió al Director General que, de acuerdo con el Artículo VI, párrafo 2, de la Constitución, creara un comité ad hoc sobre la Resolución No 8/63 de la Conferencia, compuesto por Chile, Estados Unidos de América, Filipinas, Francia, Irán, Italia, Reino Unido, Senegal y demás Estados que ahora, o el 1o de enero de 1965, sean miembros del Consejo y notifiquen al Director General sus deseos de participar en las tareas de dicho Comité. Este informará y formulará recomendaciones al 44o período de sesiones del Consejo, con el fin de coadyuvar a que en él se tomen medidas sobre la Resolución No 8/63 de la Conferencia a la luz de las propuestas del Director General y de las opiniones expuestas por los Estados Miembros en el actual período de sesiones. A menos que el Consejo decida otra cosa en su 44o período de sesiones, el comité cesará entonces en sus funciones.

b) Estructura regional de la FAO

99. El Presidente del Comité del Programa informó al Consejo de las actividades preliminares emprendidas por el Comité para estudiar la estructura regional de la FAO. El Consejo tomó nota de que la Secretaría, en consulta con algunos de los miembros del Comité del Programa, había preparado un cuestionario detallado que permitirá obtener una información más completa de las diferentes regiones, y de que el mismo se distribuirá muy en breve, una vez examinado por los demás miembros del Comité presentes en este período de sesiones del Consejo. Este cuestionario contendrá también información relativa a las relaciones de trabajo entre las direcciones de la sede y los funcionarios de las oficinas regionales.

c) Relación entre los programas de campo y el Programa Ordinario

100. En su 12o período de sesiones, la Conferencia examinó el informe del Consejo sobre la repercusión de los programas de campo en el Programa Ordinario, incluyendo “una estimación del tiempo dedicado por el personal de las Oficinas Centrales, así como otros costos no identificables respecto de la formulación, evaluación y administración de los proyectos de campo” y “se mostró de acuerdo con la recomendación del Consejo de que se obtuviera un apoyo financiero más realista de las fuentes extrapresupuestarias que patrocinan los cada vez más numerosos programas de campo, con el fin de asegurar una gestión y unos servicios centrales adecuados”. La Conferencia aprobó la Resolución No 30/63 sobre el efecto de los programas de campo en el Programa Ordinario y la conveniencia de proceder a un examen conjunto del problema por parte de las organizaciones interesadas.

101. El informe de la reunión conjunta de los Comités del Programa y de Finanzas (CL 43/41), celebrada en mayo-junio de 1964, expresaba la preocupación de los dos Comités acerca de “la actual situación insatisfactoria y de la lentitud de los progresos para conseguir porcentajes más elevados y adecuados de reembolso …”

102. El Director General presentó al Consejo por conducto del Comité de Finanzas las conclusiones provisionales del último estudio (septiembre de 1964) sobre la repercusión de los programas de campo en el Programa Ordinario (CL 43/20). 1 El nuevo estudio - quinto de la serie de estudios análogos emprendidos entre 1953 y 1964 - confirmó una vez más las conclusiones establecidas en anteriores informes, a saber, que con el transcurso de los años el Programa Ordinario ha ido aportando un porcentaje cada vez menor de los crecientes recursos de la FAO, no obstante lo cual, sigue sufragando casi el 80 por ciento de los gastos de la sede central y de las oficinas regionales, en tanto que, por el contrario, el personal de una y otras dedicaba cada vez más tiempo a cuestiones ajenas al Programa Ordinario.

1 Relación entre los programas de campo y el Programa Ordinario.

103. Se informó al Consejo de que las cantidades totales de que dispone la Organización se habían quintuplicado con crece's desde 1953, en tanto que el porcentaje correspondiente al Programa Ordinario en el total de recursos ha ido disminuyendo progresivamente hasta descender al 29 por ciento en el bienio 1964–65. El porcentaje de tiempo consagrado por el personal de las oficinas centrales y regionales a cuestiones encuadradas en el Programa Ordinario había bajado al 50 por ciento en 1964, en tanto que, la proporción en que los gastos básicos de las mencionadas oficinas se sufragan con cargo al Programa Ordinario no experimentó prácticamente variación alguna, habiendo ascendido al 77 por ciento en 1964–65.

104. El Consejo tomó nota, en particular, de la medida en que el Programa Ordinario sigue manteniendo la planificación, gestión y ejecución de los programas especiales de campo, con un reembolso totalmente inadecuado de los costos de tal mantenimiento por parte de los demás programas, sobre todo en lo que respecta al PAAT y al Fondo Especial de las Naciones Unidas.

105. Un análisis provisional indicaba que las subvenciones totalmente adecuadas por parte del PAAT y del Fondo Especial de las Naciones Unidas a los recursos de la Organización serían las siguientes para el bienio 1964–65:

  1. PAAT: 6.200.000 dólares (frente a los 2.500.000 de que actualmente se dispone), y

  2. Fondo Especial: 7.600.000 dólares (frente a los 4.628.000 de los fondos cuyo desembolso está ya previsto, o los 3.870.000 que efectivamente habrán de percibirse con arreglo a la actual fórmula del Fondo Especial).

106. Estas cifras se fundaban en el supuesto de que el PAAT y el Fondo Especial absorbiesen por completo la repercusión de todas las actividades afines sobre el personal de la sede, sin que tuviera que hacerse cargo de ninguna de ellas la plantilla del Programa Ordinario. Sin embargo, aun suponiendo que a una determinada parte de estas actividades habrá de hacerse frente con los actuales recursos, no por ello dejaba de estar justificada de un modo incontrovertible la elevación de las actuales consignaciones por parte del PAAT y del Fondo Especial.

107. El Consejo volvió a expresar su profunda preocupación por el hecho de que, pese a la enérgica manifestación de pareceres por parte de los órganos legislativos de la Organización, no se hubiera registrado mejoría alguna de esta situación durante los últimos años. Convino con el Comité de Finanzas en que los resultados del reciente estudio indicaban que se había llegado a un punto que hacía imposible toda ulterior absorción de las actividades operativas o de inspección de los proyectos de campo por parte del personal de la sede, y que si la situación no se remediaba con carácter urgente, el resultado inevitable será una disminución progresiva del ritmo a que se realizan las actividades encuadradas en el Programa Ordinario y las de campo, con la consiguiente deficiencia en su ejecución. Esto puede suscitar dudas acerca de la capacidad de la Organización para efectuar una ulterior ampliación de los programas especiales que se realizan en los distintos países.

108. El Consejo se percató plenamente de la importante función que desempeñan las operaciones especiales de campo para acrecentar la eficacia del programa global de la Organización y prestar ayuda a los Estados Miembros en vías de desenvolvimiento. Importa, pues, que éstos cuiden de que en los órganos legislativos pertinentes, tanto en la FAO como en los organismos que patrocinan los programas de campo, se logre un equilibrio objectivo y equitativo entre la aportación del Programa Ordinario a los programas de campo, por una parte, y la proporción del costo total de gestión y ejecución de tales programas que deban reembolsar las organizaciones patrocinadoras, por la otra.

109. A este respecto, el Consejo tomó nota del parecer expresado por el Director General y refrendado por el Comité de Finanzas, de que, como medida correctiva parcial y temporal, la tasa de reembolso tanto del PAAT como del Fondo Especial debe ascender, com mínimo, al 15 por ciento, esto es, 15 por ciento del actual programa bienal del PAAT y 15 por ciento del costo total de los proyectos de campo que se ejecutan al amparo del Fondo especial.

110. Como quiera que los resultados del estudio realizado en el mes de septiembre sólo pudieron examinarse después de haberse iniciado el período de sesiones del Consejo, algunas delegaciones manifestaron que no se encontraban todavía en condiciones de aceptar formalmente ninguna cifra de porcentaje de reembolso. Sin embargo, el Consejo aprobó por unanimidad los esfuerzos que hace el Director General para lograr lo antes posible un coeficiente de reembolso más adecuado respecto a los referidos costos.

111. El Consejo tomó nota de que el problema iba presentando cada vez mayor agudeza, ya que todo parecía indicar que en 1965 el programa encuadrado en el PAAT aumentaría en un 15 por ciento, y en el 25 por ciento, o más, los proyectos del Fondo Especial en comparación con 1964.

112. Se informó al Consejo de que las opiniones de la Organización se transmitirán al período de sesiones de octubre de la Comisión Consultiva de las Naciones Unidas en Asuntos Administrativos y de Presupuesto, la cual estaba poniendo al día sus estudios de 1957 sobre la coordinación administrativa y presupuestaria y sobre la repercusión de los programas externos en los programas ordinarios de los organismos especializados. El Consejo reiteró la esperanza de que, a la luz de las conclusiones del reciente estudio y del examen de la situación que dicha Comisión ha emprendido, se halle la base para una fórmula de reembolso más ajustada a la realidad.

d) Comités, grupos de trabajo y cuadros de expertos

113. El Consejo tuvo ante sí el documento CL 43/21 1 que contiene un amplio informe de toda la labor realizada por el Comité del Programa en consulta con el Consejo y el Director General, para atender a la petición hecha al Consejo en el 11o período de sesiones de la Conferencia (1961), de que se realizara un estudio sobre los comités, los grupos de trabajo y los cuadros de expertos nombrados a título personal (véase el Informe del 11o período de sesiones de la Conferencia, párrafo 107). Esta amplia exposición fue presentada por el Director General a petición del Comité del Programa, en el que había delegado el Consejo la ejecución del estudio, y figura en el Apéndice B de este Informe.

114. El Consejo expresó su reconocimiento por la forma concienzuda y completa en que se había llevado a cabo este trabajo tan complejo e importante. Aprobó las conclusiones y recomendaciones del Comité del Programa (párrafos 10 al 19 del Apéndice B). Se aprobó también la nomenclatura propuesta para su adopción (párrafos 20 al 21 del Apéndice B) y el Director General fue elogiado por haber dado ya efecto a las propuestas a este respecto, en espera de que el Consejo y la Conferencia se pronunciasen sobre ellas. El Consejo aprobó, además, para someterlos a la Conferencia, los proyectos de enmienda al Artículo XXXI del Reglamento General de la Organización, para aclarar la situación constitucional de tales comités, grupos de trabajo y cuadros de expertos, tal como se indica en el párrafo 27 del Apéndice B.

115. El Consejo acogió favorablemente las propuestas del Comité del Programa, para que se establezca un mecanismo interno encargado de inspeccionar la creación, el mantenimiento y la duración de estos comités, grupos de trabajo y cuadros de expertos (párrafos 26 al 29 del Apéndice B). Asimismo, observó con satisfacción que el Director General había ya tomado las medidas pertinentes para que estas propuestas relativas al mecanismo de inspección surtan efecto y se ejecuten inmediatamente, a reserva de las observaciones del Consejo y de la aprobación definitiva de la Conferencia. El Consejo subrayó la necesidad de que, para lograr que los recursos de la Organización se utilicen en la mejor forma posible, se analice de un modo continuo y detenido el conjunto que forman, por un lado, los órganos y cuadros técnicos cuyos miembros se designan a título personal, y, por el otro, los comités especiales y los grupos de trabajo integrados por representantes gubernamentales.

116. Teniendo presentes las tendencias actuales de los trabajos de investigación científica, se señaló a la atención del Director General la posibilidad de que la FAO utilice no sólo a los expertos individualmente, sino también a equipos enteros de expertos, cuando surja la oportunidad y la ocasión lo exija.

117. El Consejo tomó nota además de que, a petición del Comité del Programa, el Director General había ampliado la Guía de los organismos y consejos, comisiones, etc., con objeto de incluir en ella a todos los comités, grupos de trabajo y cuadros de expertos nombrados a título personal.

118. El Consejo recomendó que la Conferencia apruebe las conclusiones y recomendaciones del Comité del Programa, entre ellas la nomenclatura, las enmiendas al Artículo XXXI del Reglamento General de la Organización y el mecanismo interno de inspección que se indica o propone, respectivamente, en los precitados párrafos del Apéndice.

1 Comités, Grupos de Trabajo y Cuadros de expertos.

e) Establecimiento de un Comité de la FAO sobre paneles a base de madera

119. El Consejo examinó el proyecto de resolución que había formulado el Comité del Programa en cumplimiento de las instrucciones dadas por la Conferencia, en el párrafo 173 del informe de su 12o período de sesiones.

120. Después de introducir varias modificaciones, el Consejo aprobó la siguiente resolución:

Resolución No 3/43

COMITE DE LA FAO SOBRE PANELES A BASE DE MADERA

EL CONSEJO

Concorde con la importancia atribuída por la Consulta Internacional de la FAO sobre Tableros Contrachapados y Paneles a base de Madera, celebrada en Roma del 8 al 19 de julio de 1963, en la posible contribución de las industrias forestales que fabrican dichos productos a la elevación de los niveles de vida en los países donde los ingresos son bajos actualmente, pero reconociendo al mismo tiempo los peligros que pueden surgir de un desequilibrio entre el crecimiento de la demanda efectiva y la tasa de expansión de la capacidad manufacturera;

Advirtiendo que la Conferencia se había dado cuenta de la creciente importancia de las industrias de paneles derivados de la madera y de su posible contribución a la elevación de los niveles de vida en las naciones en desarrollo, y que había convenido en que el Director General debía poder contar con la orientación y el asesoramiento de expertos para desarrollar las actividades de la Organización en este campo;

Autoriza, por consiguiente, al Director General

  1. a establecer, de acuerdo con el párrafo 2 del Artículo VI de la Constitución, un comité, que se llamará “Comité de la FAO sobre Paneles a base de Madera”, cuyas funciones serán las de asesorar al Director General en lo que respecta a la evolución y ejecución del Programa Ordinario y de los proyectos del PAAT, del Fondo Especial de las Naciones Unidas y demás proyecto de campo de la Organización relacionados con las industrias de paneles derivados de la madera; indicar los temas o sectores especiales que deben ser objeto de estudio por parte de la Organización y sugerir prioridades; orientar en lo que respecta a las categorías de datos técnicos, estadísticos y económicos relativos a las industrias de paneles derivados de la madera que deben recogerse, compilarse, analizarse y publicarse con carácter internacional;

  2. hacer una selección de Estados Miembros y Miembros Asociados e invitarles a que designen representantes especialmente calificados en este Comité, entendiéndose que dicha selección se efectuará teniendo en cuenta la conveniencia de que la composición del Comité no sea inferior a 15 ni superior a 30 Estados Miembros o Miembros Asociados y que su composición será representativa de las diferentes regiones del mundo y reflejará ampliamente los intereses de consumidores y productores en relación con las distintas categorías principales de los paneles derivados de la madera y de las materias primas utilizadas para los mismos;

  3. a convocar a dicho Comité cuando surja la necesidad, en la inteligencia de que:

    1. los gastos relativos a los servicios de cada uno de los Miembros del Comité y a su asistencia a las reuniones del mismo serán cubiertos por los Estados Miembros o Miembros Asociados que los hayan designado;

    2. el Director General proporcionará los servicios de secretaría necesarios para el Comité.

Comisión Europea para la Lucha contra la Fiebre Aftosa

121. El Consejo examinó y aprobó el Informe del 11o período de sesiones de la Comisión Europea para la Lucha contra la Fiebre Aftosa, presentado en el documento CL 43/23.

Explotación racional de los recursos atuneros en el Océano Atlántico

122. El Consejo examinó el informe de su Grupo de Trabajo sobre Aprovechamiento Racional de los Recursos Atuneros del Océano Atlántico (FIb/R13), que el Director General envió en marzo de 1964 a todos los Estados Miembros y Miembros Asociados para que hicieran observaciones. También se había invitado a diez consejos y comisiones pesqueras a que enviaran observaciones sobre el informe. Se presentaron al Consejo los resúmenes de las respuestas recibidas de 33 Estados Miembros y de 3 organismos internacionales.

123. El Consejo se mostró de acuerdo con determinadas conclusiones y recomendaciones del Grupo de Trabajo, a saber:

  1. que requerían atención urgente los problemas de cada uno de los grupos de atunes y especies afines que pueblan todo el Océano Atlántico;

  2. que era necesario proseguir y ampliar los programas de investigación en varios de los sectores enumerados por el Grupo de Trabajo, y

  3. que con este fin no sólo se necesitaban estadísticas sobre capturas y desembarques, sino que también debía ponerse en práctica, tan pronto como sea posible, un sistema detallado y coordinado de acopio de datos.

Estas conclusiones y recomendaciones habían sido apoyadas también en su totalidad por los Estados Miembros y organizaciones internacionales consultados por el Director General.

124. El Consejo tomó nota de que la mayoría de los miembros del Grupo de Trabajo y de los gobiernos consultados por el Director General, habían opinado que se necesitaba una nueva organización para ocuparse de las cuestiones atuneras del Atlántico, pero que algunos gobiernos habían estimado que las organizaciones ya existentes podrían relaizar esta tarea. En el Consejo mismo, la mayoría de sus miembros, a la que se sumó uno de los Estados que asistían como observadores, favoreció el establecimiento de una nueva organización, por considerarla de urgente necesidad. Algunos miembros estimaron que dicho establecimiento debería aplazarse, o no emprenderse en absoluto. Uno de ellos recordó que ya existía un comité especial para coordinar las investigaciones atuneras en el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM), el cual había resuelto ampliar su zona de interés con objeto de abarcar todo el Océano Atlántico. A este respecto, el observador del CIEM en el presente período de sesiones llamó la atención acerca de la convención recientemente aprobada y aludió también a la cooperación que ya de antiguo existe entre el CIEM y la Dirección de Pesca de la FAO para coordinar la producción y publicación de estadísticas sobre el Atlántico septentrional. El observador del CIEM señaló que si bien este organismo no se había ocupado en gran escala de los recursos atuneros, se complacería en prestar su colaboración y ayuda a cualquier otro organismo internacional que persiguiese fines conexos.

125. La mayoría de los miembros del Consejo en favor de una nueva organización para el atún del Atlántico, estuvo de acuerdo con la indicación de que debería convocarse una conferencia de plenipotenciarios de las naciones interesadas para examinar el carácter, funciones y modus operandi de tal organización y, en caso de llegarse a un acuerdo, para adoptar las medidas necesarias con objeto de crearla. Tal conferencia podría considerar también las otras materias acerca de las cuales había hecho recomendaciones o expresado opiniones el Grupo de Trabajo. Un miembro del Consejo expresó la esperanza de que la FAO aceptara como sede de la organización propuesta la ciudad de Recife.

126. El Consejo llegó a la conclusión de que se debería someter este asunto al 13o período de sesiones de la Conferencia para llegar a una decisión, pero pidió al Director General que emprendiera mientras tanto una labor preparatoria, que abarcaría, entre otras cosas, nuevas consultas con los Estados Miembros y organizaciones internacionales interesadas, de modo que si el 13o período de sesiones de la Conferencia decidiese convocar una conferencia de plenipotenciarios, pudiera ésta reunirse, a ser posible, a principios de 1966. En el caso de que fuera conveniente, el Director General, en consulta con el Presidente del Grupo de Trabajo, podría convocar en el intervalo una nueva reunión del Grupo de Trabajo sobre Aprovechamiento Racional de los Recursos Atuneros del Océano Atlántico.

Cooperación entre la FAO y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en las actividades relativas al empleo pacífico de la energía atómica en la agricultura

127. Se informó al Consejo acerca de las disposiciones generales adoptadas para el establecimiento de una División mixta FAO/OIEA para el empleo de la energía atómica en la agricultura (CL 43/25)1. Habrá una fase de transición, desde la fecha de instalación de la División mixta, 1o de octubre de 1964, al 31 de diciembre de 1965, en que se cierran el presupuesto bienal de la FAO y el del OIEA para 1965. A partir del primero de enero de 1966, la División mixta funcionaría a base de un solo programa en nombre de los dos organismos. La División radicaría en Viena y el OIEA facilitaría los locales de oficina y los servicios generales. El Director General de la FAO había nombrado el Director de la División mixta de acuerdo con el Director General del OIEA; este último había nombrado el Director Adjunto.

128. El Representante del OIEA expresó en nombre del Director General de dicho organismo su satisfacción por los progresos logrados y manifestó su esperanza de que la División mixta imprima nuevo ímpetu a la labor cooperative de las dos Organizaciones.

129. Al aprobar las disposiciones tomadas con respecto a la División mixta, el Consejo felicitó al Director General por haber acertado a conseguir una cooperación más estrecha con el OIEA mediante un planteamiento tan positivo.

130. El Consejo reconoció la creciente transcendencia de las aplicaciones de la energía atómica en la agricultura y recalcó la importancia de que todas las labores de las dos organizaciones en esta esfera se consoliden lo antes posible en la División mixta recién creada. Por hallarse ésta radicada en Viena, será preciso atender especialmente al establecimiento de estrechas relaciones de trabajo con las Direcciones técnicas de la FAO, en Roma, a fin de facilitar la aplicación de la energía atómica en el sector agrícola y alimentario. Se subrayó asimismo la necesidad de instituir procedimientos para que las comunicaciones a los gobiernos de los Estados Miembros se cursen simultáneamente en nombre de ambas Organizaciones, de modo que las autoridades agrícolas y de energía atómica competentes, en los Estados Miembros, estén en condiciones de participar de lleno en los trabajos relativos a sus respectivas esferas de acción.

1 Cooperación entre FAO/OIA en las actividades relativas al empleo pacífico de la energía atómica en la agricultura.

Programa de Labores para 1966–67

131. El Consejo tomó nota de la información proporcionada por el Director General sobre sus actuales ideas acerca del Programa de Labores para 1966–67. El Director General indicó que, a causa principalmente de la constante presión inflacionista registrada tanto en las Oficinas Centrales como en las Regionales, presión que seguía elevando los costos de sueldos y operaciones de la Organización por unidad de programa, los aumentos obligatorios ascenderían probablemente a más del 12 por ciento del presupuesto aprobado para el presente bienio. Habría, además, ciertos aumentos en el programa, con objeto de hacer frente a la creciente demanda de asistencia por parte de los países en desarrollo. Aunque una parte de este trabajo adicional quedaría atendida con los cambics necesarios y posibles del actual programa, sería necesario contar con un mínimo de recursos adicionales. Estaba aún en vías de calcularse la cuantía o el porcentaje precisos de dichos recursos adicionales. El Director General indicó, sin embargo, que propondría ciertas ampliaciones en la Dirección de Pesca y la inclusión en el Programa Ordinario de la parte que corresponde sufragar a la FAO en el costo de la Comisión Mixta FAO/OMS del Codex Alimentarius, según había recomendado la Conferencia en su 12o período de sesiones; así como algún nuevo aumento en las labores relativas al desarrollo y comercio agrícolas, como consecuencia del Decenio de las Naciones Unidas para el Desarrollo y de las decisiones adoptadas en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercic y Desarrollo. A este respecto hizo referencia a la preparación de un Plan Indicativo Mundial del Desarrollo Agrícola; a la expansión del Programa Cooperativo FAO/BIRF y a los proyectos mixtos FAO/UNICEF. Propondría igualmente la inclusión en el Presupuesto Ordinario de una proporción adecuada de los gastos centrales de la CMCH, tal como lo recomendó la Comisión Plenaria del Consejo. El Director General manifestó asimismo que examinaría cuidadosamente la propuesta de crear un Fondo de Emergencia para la Lucha contra las Enfermedades del Ganado.

132. El Consejo recibió complacido este avance de información y expresó algunos juicios provisionales sobre ciertos aspectos de las ideas expuestas por el Director General. Sin embargo, pidió que el Comité de Finanzas en el informe de su próximo período de sesiones incluya una clara exposición acerca de lo que abarcan los aumentos obligatorios y de la forma en que son calculados.


Página precedente Inicěo de página Página siguiente