El Consejo* ha considerado el Informe de su Comité Internacional de Emergencia para la Alimentación 1 y espera que los Gobiernos Miembros les prestarán la cuidadosa atención que merece. El informe delínea más o menos detalladamente la posición de ciertos productos.
El informe subraya la gran responsabilidad que corresponde a los Gobiernos Miembros en funcionamiento eficaz del sistema del CIEA y hace ver que se ha alcanzado un alto grado de cooperación tanto al aceptar los Gobiernos las recomendaciones de asignación como al ponerlas en práctica de manera efectiva.
En la sección intitulada “Problemas Principales de Política”, el informe hace vera los Gobiernos Miembros las dificultades de funcionamiento cada vez mayores que se han presentado y que sin duda aumentarán si los Gobiernos atribuyen menor importancia a las obligaciones que implica su calidad de miembros. Entre los puntos que se subrayan en esta sección deben mencionarse los siguientes:
la grave escasez de divisas extranjeras que hace más difícil que se llegue a un acuerdo sobre las recomendaciones de asignación;
la existencia de convenios sobre productos, de comercio o de permuta, que obstaculizan el manejo cooperativo de alimentos y fertilizantes escasos;
la importancia de los efectos del Programa de Recuperación Europea;
el problema del volumen del consumo en los países exportadores en relación a la necesidad de aumentar los abastecimientos disponibles para su asignación a los países importadores.
El Consejo observa que, aunque el Convenio Internacional del Trigo afecta a parte de los excedentes de exportación de tres países productores, una proporción substancial del trigo producido por esos países, así como el trigo obtenible en otros países productores no está regido por el Convenio. Se juzga que ésta y otras dificultades actuales inherentes al comercio mundial de alimentos, aunque complican la tarea de asignación, no eliminan la necesidad de que se siga haciendo uso del sistema del CIEA respecto a los alimentos fundamentales que continúan siendo escasos.
Después de considerar detenidamente el asunto, el Consejo afirma su punto de vista de que la labor del CIEA ha permitido a los Gobiernos desarrollar una pauta de cooperación efectiva internacional que facilita la realización de los objetivos de la FAO. Ha hecho posible para los Gobiernos reunir y coordinar gran cantidad de información sumamente valiosa acerca de la situación actual de la oferta y la demanda. De no haber sido por el funcionamiento del sistema de asignación durante el período de extrema escasez, el mundo se había lanzado a una rebatiña irrestricta por los productos alimenticios, especialmente por los cereales, con resultados que podrían haber sido de la mayor seriedad. El CIEA ha tenido que vencer serias dificultades para la realización de su labor. El hecho de que estas dificultades aumenten en vez de disminuir puede requerir que se considere la conveniencia de hacer ciertas modificaciones, pero no que se abandone el sistema del CIEA por ahora. El Consejo adopta por tanto la siguiente resolución:
EL CONSEJO
habiendo considerado el Informe del Comité Internacional de Emergencia para la Alimentación (marzo de 1948) y examinado los principales problemas de política que se presentan,
toma nota de la proposición contenida en el párrafo final de la Parte I del mismo, es decir, que el Comité Internacional de Emergencia para la Alimentación proyecta dirigir a todas las naciones que participan en el CIEA una comunicación solicitando los puntos de vista de ellas acerca del funcionamiento del mismo en el pasado, así como sobre los problemas a que deberá hacer frente actualmente y en el futuro, junto con las conclusiones a que han llegado ellas acerca de la efectividad y utilidad que tendría el sistema de asignación en el futuro, y recomienda que los Gobiernos respectivos estudien pronto y cuidadosamente esa comunicación, tomando en cuenta tanto los problemas generales como las situaciones particulares de los abastecimientos que afectan a determinados productos considerados en el informe.
