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SITUACION MUNDIAL DE LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACION

Situación alimentaria actual en el mundo1

7. El Consejo examinó la situación alimentaria actual en el mundo y las perspectivas para 1975/76 sobre la base de un informe del Director General. Tomó nota de que este informe ha sido transmitido al Director Ejecutivo del Consejo Mundial de la Alimentación para que pueda distribuirse con antelación suficiente al primer período de sesiones de este último.

8. El Consejo estimó que el informe ofrecía una estimación equilibrada y objetiva y que era principalmente descriptivo. El Consejo reconoció que la función de la FAO en relación con los problemas de la producción alimentaria se examinaría en otros temas del Programa.

9. El Consejo acogió con satisfacción la serie de mejoras registradas en la situación alimentaria del mundo desde la Conferencia Mundial de la Alimentación, pero observó que no había razón para sentirse demasiado satisfechos. Muchos problemas inmediatos seguían sin resolverse y la perspectiva a plazo medio era tan difícil como siempre. La oferta mundial de alimentos básicos continuaba siendo fundamentalmente insegura. Parecía probable que en 1975/76 se reconstituirían en parte las reservas de cereales, pero en niveles aún inferiores al mínimo que exige la seguridad alimentaria mundial.

10. Había perspectivas de un alza considerable de casi 80 millones de toneladas en la producción cerealista de 1975, siempre que el tiempo siguiera siendo bueno. Sin embargo, las perspectivas de la producción de trigo y cereales secundarios en muchos países en desarrollo en 1975 eran dudosas, por lo que el resultado de la principal cosecha arrocera de Asia, pendiente aún de siembra y sometida a las incertidumbres de las condiciones del monzón, seguía siendo crucial. La FAO estimaba que la producción mundial de trigo y cereales secundarios en 1975 podría ser alrededor de un 8 por ciento mayor que en 1974, o sea aproximadamente un 3 por ciento más que la última buena cosecha de 1973. Se esperaba que la mayor parte de este aumento tuviera lugar en los países desarrollados, particularmente en los Estados Unidos de América, la U.R.S.S. y Canadá. Era probable que la producción cerealista de Europa occidental disminuyera ligeramente pero se preveían cosechas satisfactorias en Europa oriental. La siembra de cereales en Argentina y Australia acababa de terminarse. El observador del Consejo Internacional del Trigo (CIT) confirmó las expectativas de la producción de este cereal. En una declaración ante el Consejo, el Secretario Ejecutivo del CIT confirmó también que las reservas remanentes de trigo de los cinco países exportadores principales serían aproximadamente de 25,5 millones de toneladas al cierre de sus campañas agrícolas respectivas de 1974/75, es decir, 500 000 toneladas menos que el año anterior. Se trataba sólo de existencias mínimas para el consumo, que no contenían ningún elemento de reserva. Sin embargo, podía ocurrir que hubiera alguna interpretación errónea de la cifra dada de los remanentes, ya que éstos no se referían a un momento determinado sino que abarcaban un período de cinco meses, del 30 de junio al 30 de noviembre. En la actual temporada agrícola que termina el 30 de junio de 1975, las reservas de trigo de esos cinco principales países exportadores no serán inferiores a 37,6 millones de toneladas, y en realidad se registraría un pequeño aumento en relación con el nivel del año anterior. El Consejo agradeció la declaración hecha por el Secretario Ejecutivo del CIT y observó que la FAO estaba trabajando con el CIT para llegar a establecer un indicador más perfeccionado de la situación de las reservas cerealistas.

1 CL 66/23-Rev.1, CL 66/PV/2, CL/PV/19.

11. El Consejo tomó nota de que el informe del Director General se refería principalmente en esta ocasión a los cereales, porque en varias zonas importantes se aproximaba la época de la recolección de estos cultivos, y de que prestaba poca atención al arroz y a otros alimentos que no son cereales, particularmente los que no entraban en el comercio internacional en medida importante. El Consejo sugirió que los informes futuros de la Secretaría volvieran a tratar de la producción alimentaria y agrícola con la mayor amplitud de contenido que tenían anteriormente. Era conveniente tener indicaciones más completas de las necesidades nacionales de alimentos incluidas las nutricionales. Al respecto se informó al Consejo de las propuestas de la Secretaría para la creación de un sistema de vigilancia de la nutrición en cooperación con la OMS.

12. El Consejo tomó nota de que la situación de la balanza de pagos de la mayoría de los países en desarrollo amenazaba empeorar aún más en 1975/76 a causa de la baja de los precios mundiales de los productos básicos, que había reducido los ingresos que se obtienen con la exportación. Como consecuencia de ello habría otro aumento considerable de los déficit de las cuentas corrientes de los países más seriamente afectados. El Consejo reconoció que necesitaban una ayuda internacional continua y mayor para satisfacer las necesidades de importación de cereales y fertilizantes que, según se preveía, seguirían siendo elevadas. La FAO pronostica que, para el período de julio/diciembre de 1975, los 33 países considerados inicialmente como más seriamente afectados necesitarán importar aproximadamente 6–7 millones de toneladas de cereales para consumo humano, evaluados en la cifra revisada de unos 900 millones de dólares a los precios y tarifas de fletes de principios de junio. Los precios de los fertilizantes bajaron recientemente con respecto a la cuantía sin precedentes que habían alcanzado, pero eran todavía altos en comparación con los precios de 1972/73. La situación de los plaguicidas había mejorado también, a pesar de los pronósticos anteriores de aguda escasez, debido principalmente a la brusca e imprevista depresión de la industria textil que había reducido la demanda y la producción de algodón, cultivo que absorbía la mitad del consumo mundial de insecticidas. Algunos miembros subrayaron la necesidad de que la FAO procediera con cautela en la presentación de sus pronósticos en situaciones como la actual, sometidas a rápidos cambios.

13. El Consejo observó con satisfacción que las proyecciones de la ayuda alimentaria para 1975/76 eran casi de nueve millones de toneladas de cereales, lo que representaba un 50 por ciento más que en el año anterior y casi tres veces la cuantía de 1973/74. Sin embargo, no se había alcanzado todavía el nivel de 10 millones de toneladas de cereales para 1975/76 que la Conferencia Mundial de la Alimentación aceptó como objetivo mínimo para la asistencia alimentaria.

14. Otro factor positivo es el sólido apoyo a la creación de un Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola expresado por los gobiernos interesados en una reunión convocada por el Secretario General de las Naciones Unidas en Ginebra, en mayo de 1975. Al expresar su satisfacción por este hecho, muchos miembros subrayaron que era necesario mantener el impulso hacia actividades rápidas y decisivas respecto a esta iniciativa importante.

15. A la luz de su estimación de la situación y perspectivas mundiales de la alimentación, el Consejo estimó que eran tres las cuestiones que requerían la atención inmediata de los gobiernos en 1975/76, a saber: (a) ayuda a los países seriamente afectados para que puedan satisfacer con seguridad sus necesidades esenciales de importación de cereales, fertilizantes y plaguicidas; (b) reposición de las reservas mundiales de cereales en forma coordinada y en armonía con el Compromiso Internacional sobre Seguridad Alimentaria Mundial; y (c) expansión de la producción alimentaria en los países desarrollados y en desarrollo.

16. Al respecto el Consejo compartió la opinión del Director General, de que el Consejo Mundial de la Alimentación debía ocuparse, como cuestión de prioridad máxima, del problema relativo a las disposiciones que han de tomarse para proseguir la función esencial desempeñada en 1974 para la Operación de Emergencia de las Naciones Unidas, que terminó a fines de mayo de 1975.

17. El Consejo acordó que este resumen de sus comentarios al informe del Director General se sometiera a la atención del Consejo Mundial de la Alimentación.


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